el algodón y los tejidos en santander - ecoe · pdf fileel algodón y los tejidos...

Download El algodón y los tejidos en Santander - Ecoe · PDF fileEl algodón y los tejidos Origen, ... mente los trabajos de la química y estudiosa de los textiles precolombinos, Beatriz

If you can't read please download the document

Upload: dinhnhu

Post on 06-Feb-2018

229 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

  • en SantanderSantanderEl algodn y los tejidos

    Origen, decadencia y renacer de una tradicin textil

    Pierre RaymondECOE EDICIONES

  • Nueva generacin de tejedoras, 2010

    Tejidos actuales

    Ovillos teidos con tintes vegetales

    Museo del algodn y los tejidos, Charal, Santander

  • EL ALGODN Y LOS TEJIDOS EN SANTANDER

    Origen, decadencia y renacer de una tradicin textil

    Pierre Raymond

  • ndice

    Prefacio ............................................................................................... 11

    Introduccin ....................................................................................... 13

    Captulo 1. La tradicin textil guane ..................................................................... 15

    Captulo 2. El algodn y los lienzos en la Colonia ................................................. 31

    Captulo 3. Decadencia del lienzo santandereano en el contexto de la Revolucin Industrial ................................................................. 39

    Captulo 4. El ocaso del algodn santandereano ................................................... 77

    Captulo 5. La antigua forma de cultivo del algodn en Santander........................ 87

    Captulo 6. Las tcnicas de desmote, hilado y tejido en la industria casera santandereana .......................................................................... 95

    Captulo 7. El renacimiento de la tradicin textil santandereana en Charal ........ 111

    Captulo 8. Dificultades y avances en el proceso de renacimiento comunero del lienzo de la tierra .............................. 121

    Anexo: El urdido ................................................................................. 133

    Bibliografa ......................................................................................... 137

  • Introduccin

    Lo que hoy es el departamento de Santander fue durante siglos el foco de una larga tradicin algodonera y textil. Desde la poca precolombina, esta regin tuvo importantes cultivos de algodn y los indgenas elaboraban prendas con las fibras del fruto de esta planta. Particip entonces de un floreciente comer-cio que se desarroll sobre la base de la complementariedad de las produc-ciones de varios grupos tnicos, bien sea por sus recursos mineros (sal, oro, esmeraldas) o por la diversidad de sus productos agrcolas que permitan las diferencias altitudinales de sus asentamientos.

    A pesar de las terribles consecuencias humanas y culturales de la con-quista, esta tradicin textil no desapareci. Al no poder recibir prendas de su conveniencia desde la lejana Espaa, los conquistadores confeccionaron inicialmente sus ropas usando como tela las mantas indgenas. Luego, durante la Colonia, si bien el ms importante grupo indgena local, los guanes, su-fri prcticamente un extermino, surgi en Santander un pueblo mestizo que abasteci a gran parte de la Nueva Granada con sus telas de lienzo de la tie-rra, a partir de la tradicin hbrida que naci del encuentro de las tradiciones textiles del Viejo y del Nuevo Mundo. La hoya del ro Surez hizo del algodn una de sus producciones ms importantes y el actual municipio del Socorro se volvi la capital de una regin productora de telas.

    La Revolucin Industrial inglesa afect una situacin privilegiada que ge-neraba mucho empleo y contribua a hacer de Santander una provincia ex-cepcionalmente prspera. Las telas inglesas invadieron el pas y sus bajos precios redujeron dramticamente los ingresos de hilanderas y tejedoras.

    Los inicios de la industrializacin colombiana tuvieron un efecto paradji-co en Santander: si por un lado causaban sobre la produccin de telas efectos similares a los de las importaciones inglesas, de otro, la demanda de algodn

    13

  • por parte de las fbricas de Samac y de San Jos de Suaita, dieron un nuevo impulso a la produccin santandereana de algodn. Sin embargo, la industria-lizacin de la agricultura y los monocultivos de las tierras planas del Tolima, del Valle y de la Costa Atlntica no tardaron en causar la quiebra del algodn de ladera santandereano.

    As hubiera podido quedar sepultado por siempre en los manuales de his-toria el recuerdo de la antigua gloria del algodn y los textiles santandereanos, pero circunstancias particulares permitieron que en Charal, municipio ubica-do al sur del departamento de Santander, renaciera la tradicin ancestral bajo la forma de una artesana acorde a cierta demanda del mercado actual. As se afianz en este municipio un importante rescate patrimonial para Santander y para el pas. Adems, esta produccin proporciona una nueva fuente de empleo para la regin as como una oportunidad de reconstitucin de lazos comunitarios y de alternativas agrcolas. El Museo del Algodn y del Lienzo de la Tierra, fundado en 2010, contribuye a que las nuevas generaciones co-nozcan su pasado y a promocionar las producciones de la actividad artesanal.

    El presente escrito cuenta la gran aventura de esta tradicin textil milena-ria, desde su ancestro precolombino hasta su actual resurreccin en Charal, fruto de las manos de las artesanas de la Corporacin de Recuperacin Co-munera del Lienzo de la Tierra. Se fundamenta en parte en la investigacin realizada en 1981 por la Universidad Javeriana sobre la historia del algodn y del lienzo1. Adems se complement en aos posteriores por nuevas bsque-das de fuentes escritas as como de memoria oral. Es de reconocer tambin los aportes de la experiencia de la antroploga Beatriz Granados quien ha realizado investigaciones sobre este mismo tema y ha incidido positivamente en la revitalizacin de la produccin local del algodn y de las telas2. Igual-mente los trabajos de la qumica y estudiosa de los textiles precolombinos, Beatriz Devia, han hecho aportes valiosos a las mujeres tejedoras as que sus textos sobre los tintes naturales utilizables para el algodn se consultaron para la elaboracin de este libro3.

    1 Pierre Raymond y Beatriz Bayona, Vida y muerte del y algodn los textiles santandereanos, Uni-versidad Javeriana, Bogot, 1982, [referencias a segunda edicin revisada y ampliada, editorial Ecoe, 1987]. Ver tambin el catlogo de la exposicin del Banco de la Repblica, Historia del algodn en Santander, Banco de la Repblica, Bucaramanga, 1990.

    2 Beatriz Granados, Visin histrico cultural del trabajo textil en Charal, Instituto Colombiano de Cultura, Bogot, 1992; Tejidos charaleos, 1995; Piezas de la tradicin textil charalea; estos tres textos son manuscritos consultables en la Biblioteca Luis ngel Arango, Bogot, 1995. Ver adems su contribucin al libro del Centrap, Decidimos trabajar juntas; mujer y produccin co-munitaria, 1989.

    3 En particular: Beatriz Devia, Colores de la naturaleza para el algodn, Fondo FEN Colombia, Bo-got, 1997; Marianne Cardale, y Beatriz Devia, Textiles arqueolgicos del pas Guane, Fundacin de Investigaciones Arqueolgicas Nacionales, Bogot, 2000.

    El algodn y los tejidos en Santander

    14

  • Captulo 1 La tradicin textil guane

    El algodn es una planta de la familia de las malvceas y del gnero Gossypieae que se encuentra tanto en Amrica como en el Viejo Mundo (vase ilustra-cin 1, pgina 61). En Asia, se han podido identificar huellas de la planta en el valle del ro Indo que se remontan a ms de 7.000 aos as como indicios del trabajo de la fibra de hace unos 5.000 aos. En Amrica, en el norte del continente, exactamente en Mxico, hacia la misma poca se encontraba la especie Gossypium hisutum, mientras en el sur, el Gossypium barbadense se cultivaba en las regiones de las culturas de Caral, Moche y Nazca4.

    La presencia del algodn en ambos mundos condujo al desarrollo de dos tradiciones textiles independientes. Los conquistadores eran portadores de una de estas tradiciones, cuyo origen se encuentra en el Lejano Oriente y fue transmitida a la pennsula ibrica por los rabes.

    Al llegar a Amrica, los espaoles encontraron en los pueblos nativos de este continente una cultura textil diferente a la suya. Una vez instalados en la regin costera, en Santa Marta, los conquistadores empezaron a avanzar hacia adentro de la tierra firme bajo el mando de Jimnez de Quesada, utilizando la va que ofreca lo que llamaron el Ro Grande, o sea, el Magdalena. En el transcurso de este itinerario, haban encontrado sin excepcin hombres desnudos5. Pero la situacin cambi cuando, despus de una ardua andanza, llegaron a un pueblo de indios, que de nombre de sus naturales era llamado

    4 Las variedades asiticas y africanas son Gossypium arboreum (asitico) y G. herbaceum (africano). Las americanas son G. hirsutum (en el norte, Centroamrica y Mxico) y G. barbadense (en el sur del Continente). El hecho de haber podido obtener una variedad americana (G. barbadense) cruzando un algodn cultivado asitico (G. arboreum) con un algodn silvestre americano (G. thurberi) apunta a un posible origen comn a estos diversos algodones, posiblemente en el Terciario. Ver al respecto Andr Haudricourt y Louis Hdin, Lhomme et les plantes cultives, Gallimard, Pars, 1943.

    5 Juan de Castellanos, Elegas de varones ilustres de Indias, Segunda parte, Elega IV, Canto tercero, 1542-1569, [Obras de Juan de Castellanos, editorial ABC, Bogot, 1955, tomo 2, p. 476]. En este es-crito se procura usarla la fuente ms cercana a los acontecimientos, a saber Fray Pedro Aguado y Juan de Castellanos. Estos cronistas participaron en algunos de los hechos que relatan o se enteraron de ellos por medio de lo que hoy se llamaran entrevistas. As es, por ejemplo, lo que se puede observar cuando, al narrar la primera expedicin de Juan de San Martn por el ro Opn, Juan de Castellanos anota que tiene la informacin de unos de los expedicionarios de los cual los ms viven agora, aun-que ya con vejez debilitados (ibd., p. 478); en otro caso, dice sustentar su relato por el testimonio de Antn Rodrg