el alcal escola r los dilemas d - aprendo en casa€¦ · audífon. la lectra de labios, loses...
TRANSCRIPT
-
Capítulo 2. Empatía y manejo de conflictos
Carmen es una adolescente que
cursa el tercer grado de
secundaria. Desde el primer día de
clases se sabía que Carmen
tenía hipoacusia entre leve y mod
erada, es decir, un poco de
sordera. Le costaba mucho oír. Var
ias veces tenía que recurrir
a la lectura de labios. Esta la apre
ndió en primaria, y varios
de los docentes, al saber de su s
ituación, hablan pausado
para que Carmen pueda entend
er bien las indicaciones
y comprender algunas lecturas
o explicaciones. El único
problema que tiene Carmen se da
en el área de Educación
Física. Cuando se trata de jugar en
equipo, ella participa muy
poco. El profesor la pone siempre
de árbitro cuando juegan
vóley y básquet; y, de arquero, cuan
do juegan fútbol. Carmen
le ha pedido jugar básquet, pues
en el recreo lo hace bien
con sus compañeros más cercan
os. El profesor le ha dicho
que comprenda que es mejor así, p
orque se evita problemas
entre las compañeras y los com
pañeros, quienes suelen
decirle: “No es tu culpa, pero tu
sordera puede malograr
partidos”. A Carmen le parece prof
undamente injusto que su
profesor y algunos de sus compañ
eros piensen que ella los
pueda perjudicar de alguna mane
ra.
Esto que le está pasando se lo ha
comentado a su tutor y a
algunos profesores, compañeras y
compañeros, por lo que el
conflicto se ha hecho público en el
colegio.
Los dilemas de
l alcalde escol
ar
56
-
Ficha 5. Actuando como mediador en situaciones de conflicto
Lucho, el alcalde escolar, al enterarse del caso de Carmen, sintió que podría contribuir a la resolución de este conflicto.
De hecho, cuando el tutor del grado se enteró del problema, pensó que Lucho, como alcalde, podría tener un rol de mediador en este caso, pues él ya está en 5.o de secundaria y, además, se lleva bien con el profesor de Educación Física. El tutor dijo que lo apoyaría con algunos consejos. Lo que no le quedaba del todo claro a Lucho es qué buscaban las partes en conflicto. Él se propone, junto con los integrantes del municipio escolar, indagar y recomendar posibles soluciones a esta situación.
MEDIA
CIÓN
CONFLI
CTO
JUSTIC
IA REST
AURATI
VA
POSICIÓ
N ÉTICA
57
-
Capítulo 2. Empatía y manejo de conflictos
¿Es exagerado lo
que siente Carmen?
La situación de Carmen no es exagerada, aunque esto no implica que se tome una posición parcializada a favor de ella. La comunidad educativa reconoce que tiene hipoacusia y se preocupa por brindarle condiciones que faciliten su aprendizaje, lo cual expresa un punto de partida favorable. El problema de fondo es que se trata de una suma de situaciones, pues en el área de Educación Física y en el trabajo en grupo se ha propiciado una situación en la que Carmen se siente maltratada. Son dos situaciones que, en conjunto, la mortifican.
En Educación Física, ella tiene deseos personales vinculados a desarrollar sus cualidades como jugadora de básquet y fútbol. Estos deseos se ven enfrentados por la posición de su profesor. Pero… ¿cuál sería el problema? ¿El desconocimiento del diagnóstico de Carmen? Quizá ella es capaz de oír más de lo que creen. Analizar esto primero es importante, pues nos ayudará a reconocer qué tan grave podría ser el caso de Carmen y cómo solucionarlo sin caer en la indiferencia extrema o en la victimización excesiva.
Análisis de caso: lidiando con la hipoacusia
Es importante que el colegio cuente con un diagnóstico. Tanto el profesor de Educación Física como el resto de personas en el colegio —profesores, tutores, estudiantes y directivos— deben estar al tanto. Esto permitirá saber cómo abordar el caso de Carmen. Además, es conveniente tener una estrategia que
permita a docentes y estudiantes apoyar activamente con su aprendizaje y realizar las actividades que a ella le gustan.
Como vimos en nuestra historia, Carmen tiene un caso entre leve y moderado de hipoacusia. Esto implica que ha adquirido un lenguaje verbal y que puede tener un aprendizaje regular. Cuando se trata de un caso grave, profundo o de cofosis (anacusia) —pérdida casi total de la audición—, es necesaria una atención mucho más especializada debido a que implica una incapacidad para adquirir un lenguaje verbal.
¿SABÍAS QUE...?Algunas personas con hipoacusia pue
den
oír después de una cirugía o al utilizar un
audífono. La lectura de labios, los textos
escritos o impresos y el lenguaje de señas
pueden ayudar a la comunicación.
Esto, en nuestra historia, lo sabe la familia de Carmen, la tutora, los docentes y el director. Sin embargo, las y los estudiantes solo saben que tiene “sordera”. Algunos que no conocen su diagnóstico gritan al hablar; mientras que otros la tratan con cuidado y algo de temor. Con sus amistades y en su salón, la dinámica es mucho más natural, pero se han acostumbrado a que cada profesor tiene su “estilo” para tratar a Carmen. Todo esto fue lo que averiguó Lucho, el alcalde escolar, quien todavía no sabe muy bien cómo abordar el problema, pero reconoce que necesita tener más información.
Cuando Lucho se acerca a conversar con las y los estudiantes de 3.o de secundaria, encuentra que la gran mayoría trata a Carmen con mucha normalidad. Afirman que ella se desenvuelve bien, y que les cuesta creer que pueda sentirse maltratada.
58
-
Ficha 5. Actuando como mediador en situaciones de conflicto
Según John Braithwaite (2002), la justicia restaurativa es un proceso en el que todas las partes interesadas afectadas por una injusticia tienen la oportunidad de discutir cómo han sido afectadas por esta y decidir qué se debe hacer para reparar un posible daño.
JUSTICIARESTAURATIVA
GLOSARIO
Abordar conflictos
desde la justicia restaurativa
Desde la perspectiva de la atención a personas con habilidades especiales, la escuela en su conjunto es responsable de brindar condiciones suficientes para su desarrollo pleno. En el caso de Carmen, es importante que todas las partes expresen su punto de vista. Lo más complejo en este caso es reconocer, específicamente, dónde está el problema: ¿quién estaría actuando inadecuadamente? ¿Por qué?
Dado su rol de alcalde escolar, Lucho, luego de indagar sobre el contexto de Carmen, decidió que lo mejor era compartir lo que investigó acerca de ella con los regidores y el teniente alcalde. Invitó también al coordinador de Tutoría, quien fue su principal fuente de información. Dadas sus dudas frente al conflicto, quiso discutir con ellos quién sería el responsable de esta situación de tensión que vulnera los derechos de Carmen y que preocupa profundamente a sus compañeras/os más cercanos. Lucho se hace otras preguntas: ¿Podría ser la propia Carmen la que exagera la situación porque no quiere comprender la razón del profesor de Educación Física? ¿No podría ser ella quien busca excusas para no trabajar?
La regidora de derechos del niño, niña y adolescentes señala que la inquietud debería estar en reconocer si es que alguien ha violado alguna norma o algún derecho. En ese momento, todos los asistentes reconocen que no hay normas específicas para el caso del profesor de Educación Física. ¿Podría haber alguna norma de convivencia específica para garantizar el derecho a la educación y recreación de Carmen cuando se trata de jugar fútbol, vóley o básquet? ¿No es suficiente el criterio del profesor que busca garantizar la paz y la ausencia de conflicto restringiendo un poco, y no del todo, la participación de Carmen?
Transitar de una justicia punitiva a una justicia restaurativa
Pareciera que la necesidad de solucionar proble-mas mediante dinámicas de premio o castigo se vuelve insuficiente. A esto se le denomina “justicia punitiva”. Desde esta lógica, el problema estaría en juzgar el buen o mal “resultado” (sea una exposi-ción, comportamiento o expectativa de los docen-tes). Sin embargo, el problema debería abordarse desde los distintos aspectos personales. Esto im-plica querer reconocer actitudes, comportamien-
tos o creencias de todas las personas involucradas. En ese sentido, la justicia restaurativa privilegia que las personas se miren a sí mismas para reconocer el lugar que ocupan sus actitudes, creencias o comportamientos en el problema, incluso cuando no sientan que haya responsabilidad directa. Esto permite visi-bilizar problemas escondidos o comportamientos normalizados que podrían ser muy nocivos.
59