el adobe
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Para los que desean saber mucho sobre el adobe.TRANSCRIPT
EL ADOBEEl adobe es una pieza para construcción hecha de una masa de barro (arcilla y arena) mezclada con paja, moldeada en forma de ladrillo y secada al sol; con ellos se construyen paredes y muros de variadas edificaciones. La técnica de elaborarlos y su uso están extendidos por todo el mundo, encontrándose en muchas culturas que nunca tuvieron relación.
HISTORIA
La más antigua ciudad conocida, Çatalhöyük, en Anatolia, del VII milenio antes de
Cristo, tenía las casas construidas con adobes. En el Antiguo Egipto se empleó
frecuentemente el adobe, elaborado con limo del Nilo, en la construcción de
casas, tumbas (mastabas), fortalezas, e incluso palacios, aunque los egipcios
también fueron los primeros en emplear la piedra tallada para erigir templos,
pirámides y otras edificaciones monumentales.
En Perú existe la ciudadela de Chan Chan, la ciudad de barro más grande de
América, perteneciente a la cultura chimú, (1200-1480). Chan Chan se ubica en el
valle de Moche, frente al mar, a mitad de camino entre el balneario de Huanchaco
y la ciudad de Trujillo, capital del departamento de La Libertad en la costa norte
del Perú. El sitio arqueológico cubre un área aproximada de veinte kilómetros
cuadrados. La zona central está formada por un conjunto de diez recintos
amurallados (llamados “ciudadelas”) y otras pirámides. Este conjunto central,
cubre un área de seis kilómetros cuadrados, aproximadamente.
El resto, está formado por una multitud de pequeñas estructuras mal conservadas,
veredas, canales, murallas y cementerios.
En España, es característico, entre otras, de las regiones secas de Castilla y
León donde se añade paja al barro. Las construcciones de adobe se suelen
remozar con una capa del mismo barro con lo que dan ese aspecto tan curioso de
las casas típicas de Tierra de Campos. También es usual en regiones semi-
desérticas de África, América Central y América del Sur (rancho.)
El término “adobe”, en castellano, aunque con la grafía “adoves”, aparece por vez
primera ya en 1139-1149, en el llamado “Fuero de Pozuelo de Campos”
(hoy Pozuelo de la Orden, en la Provincia de Valladolid).1
En México, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y en el sur y norte
de Chile las casas de adobe son aún patrimonio de muchas familias humildes, que
conservan esta tradición desde tiempos inmemoriales. Mezclar pasto seco con el
barro permite una correcta aglutinación, gran resistencia a la intemperie y evita
que los bloques una vez solidificados tiendan a agrietarse. Posteriormente los
bloques se adhieren entre sí con barro para levantar muros.
Actualmente algunos arquitectos siguen utilizando muros de adobe en
combinación con cimientos, columnas y losas de hormigón debido a sus
características. En muchas ciudades y pueblos de Centro y Sur de América la
construcción con adobes se mantiene viva aunque amenazada por las
imposiciones del mercado formal o por la mala fama que le han hecho los sismos
y el mal de Chagas. En Uruguay, el adobe es una de las técnicas tradicionales de
construcción que poco a poco fue dejada de lado aunque en los últimos 20 años
se han realizado experiencias tanto en Montevideo como en el interior del país.
La reactivación de una arquitectura en adobe en gran medida se debe al ahorro de
energía que las edificaciones con este material suelen implicar, en efecto el adobe
resulta un excelente aislante térmico motivo por el cual se reducen las demandas
de energía para refrescar o caldear las viviendas. Por otra parte, uno de los
problemas típicos del adobe es su absorción de la humedad del suelo por
capilaridad, para esto una solución bastante frecuente es utilizar un cimiento
hidrófugo o impermeable de hasta aproximadamente un metro de altura sobre el
nivel del suelo, tal cimiento suele ser de piedras o, más modernamente, de
hormigón.
CARACTERISTICAS
Para evitar que se agriete al secar se añaden a la masa paja, crin de caballo, heno
seco, que sirven como armadura. Las dimensiones adecuadas deben ser tales
que el albañil pueda manejarlo con una sola mano, normalmente son de
proporciones de 1:2 entre el ancho y el largo, variando en su espesor entre 6 y
10 cm, medidas que permiten un adecuado secado. Las proporciones más
comunes de encontrar son de 6 x 15 x 30 cm, 10 x 30 x 60 cm, 7 x 20 x 40 cm;
esto depende de la región del mundo y sus condiciones.
El agua ablanda el barro seco, por lo que se debe proteger de esta en distintas
circunstancias: de aguas de lluvias, infiltraciones por malas instalaciones,
inadecuado mantenimiento (al regar exteriores, etc); la protección elemental es
hacer aleros de suficiente vuelo hacia la zona desde donde proviene la lluvia y
correcta construcción de las fundaciones o cimientos. Se requiere un
mantenimiento continuo, que debe hacerse con capas de barro (revoques de
barro). No es correcto hacerlo con mortero de cemento, puesto que la capa
resultante es poco permeable al vapor de agua y conserva la humedad interior,
por lo que se desharía el adobe desde dentro e incluso podría provocas
desprendimiento del estuco de mortero de cemento por separación con el muro.
Lo mejor para las paredes externas es la utilización de enlucido con base
de cal apagada en pasta, con arcilla o arena, para la primera capa, en la segunda,
solamente pasta de cal y arena. Para las internas se puede hacer una mezcla de
arcilla, arena y agua, o con revoques de terminación fina de tierra estabilizada con
arena, a la que se le pueden agregar impermeabilizantes en el agua de amasado.
En países de mano de obra barata es muy económico; permite fabricar uno mismo
los materiales para construir su propia casa. Antiguamente, en las temporadas que
los labradores no tenían faenas que hacer en el campo, fabricaban adobes, que
luego vendían al que quisiera hacerse una casa. De ahí el proverbio: mientras
descansa está haciendo adobes.
Actualmente se fabrican de manera más certera con respecto a la composición, y
suelen tener un veinte por ciento de arcillas y un ochenta por ciento de arena, eso
en función de la composición del suelo, cuanto más arcilloso más arena se
agrega, sin agregar paja u otros elementos a la mezcla. Las investigaciones han
mostrado que la inclusión de fibras vegetales puede servir como atracción para las
termitas y además, si el secado del adobe sin fibras ocurre en la sombra, la
retracción es menor.
Tiene una gran inercia térmica, debido a los espesores necesarios para construir,
por lo que sirve de regulador de la temperatura interna; en verano conserva el
frescor, y durante el invierno el calor.
COMO HACER UN ADOBE ESTABILIZADO
Efectuar una prueba de sedimentación para determinar el porcentaje de arcilla, arena y légamo presentes en el suelo. Llenar dos tercios de una jarra con tierra, agrega agua y 1 cucharadita de sal. Agitar durante 2 minutos y deja reposar. La tierra se asentará formando capas de sedimento con la arcilla arriba, el légamo en el centro y la arena y demás componentes en el fondo. La prueba de sedimentación permite determinar el porcentaje de cada componente del suelo.
Construir un molde para ladrillos de adobe con las piezas de madera de 2x4 pies. En el sudoeste de los Estados Unidos, los ladrillos de adobe tradicionales tienen 14 pulgadas de largo por 10 de ancho y 4 de alto. Medir y cortar dos largos de madera de 5 pies con tu sierra. Cortar una tercera pieza en seis secciones de 14 pulgadas de largo. Comenzando por la última, clavar las secciones de 14 pulgadas entre los largos de 5 pies cada 10 pulgadas. El modelo terminado parecerá una pequeña escalera y servirá para dar forma a 5 ladrillos de adobe por vez.
Preparar un área para hacer la mezcla. Para trabajos grandes, cavar un pozo de unos 4 pies de ancho por 2 o 3 pies de profundidad. Se recomienda estabilizar las paredes del pozo llenándolo con agua y dejándolo reposar durante 12 horas antes de formar el barro. Para trabajos más pequeños puedes preparar la mezcla sobre una lona, en una carretilla o incluso en un balde de 5 galones. Para mayor comodidad, colocar la mezcla cerca de un área soleada donde puedas dar forma a los ladrillos y dejarlos allí a secar.
Escoger un estabilizador. Puede ser emulsión asfáltica líquida o cemento Portland. Para ladrillos semiestabilizados, agregar de un 3 a un 5% del peso de la tierra de emulsión asfáltica o cemento. Para ladrillos totalmente estabilizados, de un 6 a un 12%.
Preparar el barro agregando agua lentamente y mezclando con la pala o azada. Agrega sólo el agua necesaria para formar un barro consistente. Romper los grumos de tierra con la pala. Agregar el estabilizador y continúa mezclando hasta obtener una mezcla homogénea.
Volcar el barro dentro del molde con la pala. Utilizar la pala para apisonarlo y eliminar las bolsas de aire. Presionar la mezcla contra todas las esquinas. Emplear una pieza de madera de 2x4 para nivelar el ladrillo. Dejar secar por lo menos 20 minutos antes de retirarlo.
Retirar el molde. Los ladrillos deben mantener su forma. Lavar el molde y deja secar los ladrillos al sol. Cuando los bordes estén secos, voltéalos de lado y deja que continúen secándose por varias semanas.
LADRILLOS SÍLICO-CALCÁREOS
Estos ladrillos son elaborados mediante una masa que es producida por la mezcla de arenas naturales o artificiales, y una cal aglomerante grasa o aérea, las cuales son fundidas en máquinas apropiadas y se endurecen con vapor de agua a presión. Los ladrillos silito-calcáreos se pueden clasificar en: Ladrillo perforado. Este tipo de ladrillos posee perforaciones en la cara de mayor superficie, comúnmente llamada tabla, cuyo volumen es superior al 10% del volumen total del ladrillo. Estas perforaciones permiten al ladrillo una buena adhesión del mortero con la pieza cerámica, asegurando una buena resistencia mecánica y estanqueidad.
Ladrillo aplantillado: Este tipo de ladrillo posee un perfil curvo, este forma una moldura corrida al colocar una hilada de ladrillo, habitualmente llamado a sardinel. Este nombre se origina de las plantillas que empleaban los canteros para labrar las piedra, y que se aplicaban para dar la mencionada forma al ladrillo. Ladrillo macizo: este material es muy utilizados para las edificaciones, se utiliza en el recubrimiento de suelos y en la pavimentación. Estos ladrillos también son utilizados para construir Arcos, bóvedas, cúpulas, pilares y chimeneas. Este ladrillo está constituido por materias primas extraídas de la tierra como lo es la
arcilla, cemento tipo Portland y agua. Actualmente, se distinguen tres clases de ladrillo:
De fachada o exteriores, cuando es importante el aspecto.
El ladrillo común, hecho de arcilla de calidad inferior destinado a la construcción.
El ladrillo refractario, que resiste temperaturas muy altas y se emplea principalmente para fabricar hornos. Estos ladrillos silico-calcáreos se pueden maniobrar cómodamente, ya que son económicos y su formato modular permite una colocación armoniosa. Ahora bien, estos ladrillos pueden calificarse como unidades ecológicas, ya que estos no utilizan en su materia prima suelo de cultivo; no obstante, sus superficies lucen usualmente vitrificadas, lo que provoca una reducción en su adherencia con el mortero, motivo por el cual no se aprovecha las ventajas de esta unidad como son: su perfección geométrica, así como su alta resistencia a compresión y contra el intemperismo. Los ladrillos sílico-calcáreos no
presentan grietas visibles ni nódulos de arcilla o caliches.
LADRILLOS DE ARCILLA COCIDA
Un ladrillo es una pieza de construcción, generalmente cerámica y con forma ortoédrica, cuyas dimensiones permiten que se pueda colocar con una sola mano por parte de un operario. Se emplea en albañilería para la ejecución de fábricas en general.
HISTORIA
Los ladrillos son utilizados como elemento para la construcción desde hace unos 11.000 años. Los primeros en utilizarlos fueron los agricultores del neolítico pre cerámico del Levante hacia 9500 a. c., ya que en las áreas donde levantaron sus ciudades apenas existía la madera y la piedra. Los sumerios y babilonios secaban sus ladrillos al sol; sin embargo, para reforzar sus muros y murallas, en las partes externas, los recubrían con ladrillos cocidos, por ser estos más resistentes. En ocasiones también los cubrían con esmaltes para conseguir efectos decorativos. Las dimensiones de los ladrillos fueron cambiando en el tiempo y según la zona en la que se utilizaron.
EL LADRILLO COMO ELEMENTO DE CONSTRUCTIVO
La arcilla
La arcilla con la que se elaboran los ladrillos es un material sedimentario de
partículas muy pequeñas de silicatos hidratados de alúmina, además de otros
minerales como el caolín, la montmorillonita y la illita. Se considera el adobe como
el precursor del ladrillo, puesto que se basa en el concepto de utilización de barro
arcilloso para la ejecución de muros, aunque el adobe no experimenta los cambios
físico-químicos de la cocción. El ladrillo es la versión irreversible del adobe,
producto de la cocción a altas temperaturas (350º).
Geometría
Su forma es la de un prisma rectangular, en el que sus diferentes dimensiones reciben el
nombre de soga, tizón y grueso, siendo la soga su dimensión mayor. Asimismo, las diferentes
caras del ladrillo reciben el nombre de tabla, canto y testa (la tabla es la mayor). Por lo
general, la soga es del doble de longitud que el tizón o, más exactamente, dos tizones más
una junta, lo que permite combinarlos libremente. El grueso, por el contrario, puede no estar
modulado.
Existen diferentes formatos de ladrillo, por lo general son de un tamaño que permita manejarlo
con una mano. En particular, destacan el formato métrico, en el que las dimensiones son 24 ×
11,5 × 5,25 / 7 / 3,5 cm (cada dimensión es dos veces la inmediatamente menor, más 1 cm de
junta) y el formato catalán de dimensiones 29 × 14 × 5,2 / 7,5 / 6 cm, y los más normalizados
que miden 25 × 12 × 5 cm.
Actualmente también se utilizan por su gran demanda, dado su reducido coste en obra,
medidas de 50 x 24 x 5 cm.
Tipos de ladrillo
Según su forma, los ladrillos se clasifican en:
Ladrillo perforado, que son todos aquellos que tienen perforaciones en la tabla
que ocupen más del 10 % de la superficie de la misma. Se utilizan en la
ejecución de fachadas de ladrillo.
Ladrillo macizo, aquellos con menos de un 10 % de perforaciones en la tabla.
Algunos modelos presentan rebajes en dichas tablas y en las testas para
ejecución de muros sin llagas.
Ladrillo tejar o manual, simulan los antiguos ladrillos de fabricación artesanal,
con apariencia tosca y caras rugosas. Tienen buenas propiedades
ornamentales.
Ladrillo aplantillado, aquel que tiene un perfil curvo, de forma que al colocar
una hilada de ladrillo, generalmente a sardinel, conforman una moldura corrida.
El nombre proviene de las plantillas que utilizaban los canteros para labrar las
piedras, y que se utilizan para dar la citada forma al ladrillo.
Ladrillo hueco, son aquellos que poseen perforaciones en el canto o en la testa
que reducen el peso y el volumen del material empleado en ellos, facilitando su
corte y manejo. Aquellos que poseen orificios horizontales son utilizados
para tabiquería que no vaya a soportar grandes cargas. Pueden ser de varios
tipos:
Rasilla: su soga y tizón son mucho mayores que su grueso. En España,
sus dimensiones más habituales son 24 × 11,5 × 2,5 cm.
Ladrillo hueco simple: posee una hilera de perforaciones en la testa.
Ladrillo hueco doble: con dos hileras de perforaciones en la testa.
Ladrillo hueco triple: posee tres hileras de perforaciones en la testa.
Ladrillo cara vista: son aquellos que se utilizan en exteriores con un acabado
especial.
Ladrillo refractario: se coloca en lugares donde debe soportar altas
temperaturas, como hornos o chimeneas.
Usos
Los ladrillos son utilizados en construcción en cerramientos, fachadas y
particiones. Se utiliza principalmente para construir Paredes, muros o tabiques.
Aunque se pueden colocar a hueso, lo habitual es que se reciban con mortero. La
disposición de los ladrillos en el muro se conoce como aparejo, existiendo gran
variedad de ellos.
Aparejos
Aparejo inglés.
Aparejo a panderete.
Aparejo palomero.
Aparejo a sogas.
Aparejo a tizones.
Aparejo es la ley de traba o disposición de los ladrillos en un muro, que estipula
desde las dimensiones del muro hasta los encuentros y los enjarjes, de manera
que el muro suba de forma homogénea en toda la altura del edificio. Algunos tipos
de aparejos son los siguientes:
Aparejo a sogas: los costados del muro se forman por las sogas del ladrillo,
tiene un espesor de medio pie (el tizón) y es muy utilizado para fachadas de
ladrillo cara vista.
Aparejo a tizones o a la española: en este caso los tizones forman los
costados del muro y su espesor es de 1 pie (la soga). Muy utilizado en muros
que soportan cargas estructurales (portantes) que pueden tener entre 12,5 cm
y 24 cm colocados a media asta o soga.
Aparejo a sardinel: aparejo formado por piezas dispuestas a sardinel, es decir,
de canto, de manera que se ven los tizones.
Aparejo inglés: en este caso se alternan ladrillo a soga y tizón, trabando la
llaga a ladrillo terciado, dando un espesor de 1 pie (la soga). Se emplea mucho
para muros portantes en fachadas de ladrillo cara vista. Su traba es mejor que
el muro a tizones pero su puesta en obra es más complicada y requiere mano
de obra más experimentada. El dibujo no se corresponde con el tipo de
aparejo.
Aparejo en panderete: es el empleado para la ejecución de tabiques, su
espesor es el del grueso de la pieza y no está preparado para absorber cargas
excepto su propio peso.
Aparejo palomero: es como el aparejo en panderete pero dejando huecos
entre las piezas horizontales. Se emplea en aquellos tabiques provisionales
que deben dejar ventilar la estancia y en un determinado tipo de estructura de
cubierta.
Exigencias para la colocación de ladrillos:
Colocarlos perfectamente mojados.
Colocarlos apretándolos de manera de asegurar una correcta adherencia del
mortero.
Hiladas horizontales y alineadas.
Las juntas verticales irán alternadas sin continuidad con espesor de 1,5 cm.
Los muros que se crucen o empalmen deberán ser perfectamente trabados.
Se controlará el «plomo» y «nivel» de las hiladas.
No se permite el empleo de clavos, alambres o hierros para la traba de
paredes o salientes.
Las paredes irán unidas a las estructuras por armadura auxiliar (hierro 6mm de
diámetro).
FABRICACION DE LADRILLOS
Proceso de elaboración
Hoy día, en cualquier fábrica de ladrillos se llevan a cabo una serie de procesos
estándar que comprenden desde la elección del material arcilloso al proceso de
empacado final. La materia prima utilizada para la producción de ladrillos es,
fundamentalmente, la arcilla. Este material está compuesto, en esencia,
de sílice, alúmina, agua y cantidades variables de óxidos de hierro y otros
materiales alcalinos, como los óxidos de calcio y los óxidos de magnesio.
Las partículas del material son capaces de absorber higroscópicamente hasta un
70 % de su peso en agua. Cuando está hidratada, la arcilla adquiere la plasticidad
suficiente para ser moldeada, a diferencia de cuando está seca; estado en el que
presenta un aspecto terroso.
Durante la fase de endurecimiento, por secado o por cocción, el material arcilloso
adquiere características de notable solidez, y experimenta una disminución de
masa, por pérdida de agua, de entre un 5 y un 15 %.
Una vez seleccionado el tipo de arcilla el proceso puede resumirse en:
Maduración
Tratamiento mecánico previo
Depósito de materia prima procesada
Humidificación
Moldeado
Secado
Cocción
Almacenaje
Maduración
Antes de incorporar la arcilla al ciclo de producción hay que someterla a ciertos
tratamientos de trituración, homogeneización y reposo en acopio, con la finalidad
de obtener una adecuada consistencia y uniformidad de las características físicas
y químicas deseadas.
El reposo a la intemperie tiene la finalidad de facilitar el desmenuzamiento de los
terrones y la disolución de los nódulos para impedir las aglomeraciones de
partículas arcillosas. La exposición a la acción atmosférica (aire, lluvia, sol, hielo,
etc.) favorece además la descomposición de la materia orgánica que pueda estar
presente y permite la purificación química y biológica del material. De esta manera
se obtiene un material completamente inerte y poco dado a posteriores
transformaciones mecánicas o químicas.
Tratamiento mecánico previo
Después de la maduración, que se produce en la zona de acopio, sigue la fase de
pre-elaboración, que consiste en una serie de operaciones que tienen la finalidad
de purificar y refinar la materia prima. Los instrumentos utilizados en la pre-
elaboración, para un tratamiento puramente mecánico suelen ser:
Rompe-terrones: como su propio nombre indica, sirve para reducir las
dimensiones de los terrones hasta un diámetro de entre 15 y 30 mm.
Eliminador de piedras: está constituido generalmente por dos cilindros que
giran a diferentes velocidades, capaces de separar la arcilla de las piedras o
«chinos».
Desintegrador: se encarga de triturar los terrones de mayor tamaño, más duros
y compactos, por la acción de una serie de cilindros dentados.
Laminador refinador: está formado por dos cilindros rotatorios lisos montados
en ejes paralelos, con separación, entre sí, de 1 a 2 mm, espacio por el cual se
hace pasar la arcilla sometiéndola a un aplastamiento y un planchado que
hacen aún más pequeñas las partículas. En esta última fase se consigue la
eventual trituración de los últimos nódulos que pudieran estar todavía en el
interior del material.
Depósito de materia prima procesada
A la fase de pre-elaboración, sigue el depósito de material en silos especiales en
un lugar techado, donde el material se homogeneiza definitivamente tanto en
apariencia como en características físico-químicas.
Humidificación
Antes de llegar a la operación de moldeo, se saca la arcilla de los silos y se lleva a
un laminador refinador, y posteriormente a un mezclador humedecedor, donde se
agrega agua para obtener la humedad precisa.
Moldeado
El moldeado consiste en hacer pasar la mezcla de arcilla a través de una boquilla
al final de la estructura. La boquilla es una plancha perforada que tiene la forma
del objeto que se quiere producir.
El moldeado se suele hacer en caliente utilizando vapor saturado
aproximadamente a 130 °C y a presión reducida. Procediendo de esta manera se
obtiene una humedad más uniforme y una masa más compacta, puesto que el
vapor tiene un mayor poder de penetración que el agua.
Secado
El secado es una de las fases más delicadas del proceso de producción. De esta
etapa depende, en gran parte, el buen resultado y calidad del material, más que
nada en lo que respecta a la ausencia de fisuras. El secado tiene la finalidad de
eliminar el agua agregada en la fase de moldeado para poder pasar a la fase de
cocción.
Esta fase se realiza en secaderos que pueden ser de diferentes tipos. A veces se
hace circular aire de un extremo a otro por el interior del secadero, y otras veces
es el material el que circula por el interior del secadero sin inducir corrientes de
aire. Lo más normal es que la eliminación del agua del material crudo se lleve a
cabo insuflando aire caliente con una cantidad de humedad variable. Eso permite
evitar golpes termo higrométricos que puedan producir una disminución de la
masa de agua a ritmos diferentes en distintas zonas del material y, por lo tanto, a
producir fisuras localizadas.
Cocción
Se realiza en hornos de túnel, que en algunos casos pueden llegar a medir hasta
120 m de longitud, y donde la temperatura de la zona de cocción oscila entre
900 °C y 1000 °C.
En el interior del horno la temperatura varía de forma continua y uniforme. El
material secado se coloca en carros especiales, en paquetes estándar y es
introducido por una de las extremidades del túnel, saliendo por el extremo opuesto
una vez que está cocido.
Es durante la cocción cuando se produce la sinterización, de manera que la
cocción resulta una de las instancias cruciales del proceso en lo que a la
resistencia del ladrillo respecta.
Almacenaje
Antes del embalaje se procede a la formación de paquetes sobre pallets, que
permitirán después moverlos fácilmente con carretillas de horquilla. El proceso de
embalaje consiste en envolver los paquetes con cintas de plástico o de metal, de
modo que puedan ser depositados en lugares de almacenamiento, para
posteriormente ser trasladados en camiones.