ejercicios para el pasaje de la voz
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Ejercicios para el pasaje de la voz
En la técnica del pasaje, se llega a la tesitura del mismo procurando
mantener el color oscuro de la voz producido por el descendimiento
de la laringe y la elevación del velo del paladar, con lo que se
consigue mantener la laringe abierta y relajada. Es importantísimo
que en ningún momento la laringe suba y se cierre, ya que si esto
sucede, el velo del paladar descenderá, se abrirán las fosas nasales y
se perderá automáticamente la posibilidad de pasar la voz.
En las voces masculinas es aconsejable trabajar con la u en la zona
del pasaje (Caruso). Esta vocal obliga a mantener el velo del paladar
subido y la laringe baja. Para su correcta realización es necesario que,
al emitirla, se cierren los labios y se baje bien el maxilar inferior. Una
u no es una o. Hay que hacerla de forma que suene a u.
En cuanto a las voces femeninas, el pasaje de la voz es en cierta
manera más fácil de realizar. Este desdoblamiento de fases se repite
hasta tres veces con normalidad, llegando en las voces de soprano
ligera hasta el cuarto registro. En estas zonas más agudas de la voz,
la masa total de las cuerdas vocales deja de vibrar, siendo solamente
sus bordes adelgazados los que vibran al producir un sonido o voz de
silbato. Igualmente, en la mujer se deberá crear una actividad del
velo del paladar como si se ahuecara y cerrara las cavidades nasales.
Todas estas adaptaciones no se consiguen realizar fácilmente. La
principal dificultad con la que topamos al principio es la
imposibilidad de localizar físicamente las sensaciones que nos
permiten realizar dicho pasaje. Sólo a base de mucho ejercicio se
consigue una perfecta homogeneidad del sonido.
Respecto a la frecuencia a la que se realiza el paso de la voz es
variable y, además, cuando ya se domina el mecanismo de paso,
puede realizarse a voluntad en uno u otro momento, según la frase
musical, o por motivos interpretativos, pero suele oscilar alrededor de
Do3 Re3 Bajo
Rea Mi3 Barítono
Mi3 Fa3 Tenor
Do4 Re4 Contralto
Re4- Mi4 Fa4 Mezzo
Mi4 Fa4 Sol4 Soprano
No se realiza en la misma nota para todas las personas.
Sobre el paso al agudo con voz de falsete podemos decir lo
siguiente: Al llegar a la zona del paso se recurre a una relajación de
toda la musculatura faríngea y laríngea (la tensión muscular es
mínima), las cuerdas se alargan y adelgazan de modo que
únicamente el borde libre entra en vibración. Con este tipo de
emisión, naturalmente no se consigue la homogeneidad del timbre en
toda la tesitura, puesto que el sonido obtenido tiene otro diferente,
especial.
Este sonido con voz de falsete se emite con gran facilidad y es bonito
si el cantante tiene un buen timbre y sabe utilizarlo con arte. Es decir
que no es descartable este tipo de emisión siempre que el alumno
aprenda a emitir también las notas agudas con voz natural y a
efectuar el paso igualando el timbre con el de la zona media.
Naturalmente, una vez que el alumno haya conseguido la emisión con
voz natural y homogénea en toda la tesitura y cuando su técnica sea
segura podrá hacer música utilizando, en ocasiones, otros tipos de
emisión, según la expresión que exija de él la partitura.
Vamos a hablar ahora del estudio de las notas graves. Durante la
emisión de estas notas la laringe está en posición baja, las cuerdas
vibran en toda su longitud y están cada vez menos tensas. Debe
mantenerse la lengua, el velo del paladar y el maxilar inferior
relajados.
En esta zona predomina la acción de los resonadores inferiores
pero hay que evitar aumentar el sonido artificialmente mediante la
contracción exagerada, fuerte presión espiratoria y apoyo forzado,
que producen un sonido muy voluminoso pero gutural y sin alcance,
que puede producir fatiga vocal. Es decir que estos sonidos deben
llegar bien "arriba" igual que los demás, aunque sean reforzados por
los resonadores torácicos. En realidad el "no empujar", "no forzar" es
válido para toda la tesitura si se desea conseguir una buena emisión.