ejemplo de comentario de texto: arcipreste de hita

3
Javi Gombao Castellano: Lengua y Literatura | 1º de Bachiller B ARCIPRESTE DE HITA COMENTARIO DE TEXTO

Upload: javi-gombao

Post on 07-Aug-2015

3.259 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Comentario de texto:--> Poema: Las propiedades que tiene el dinero--> Autor del poema: Arcipreste de Hita--> Trabajo realizado por: Javi Gombao

TRANSCRIPT

Page 1: Ejemplo de Comentario de Texto: Arcipreste de Hita

0

Javi Gombao

Castellano: Lengua y Literatura | 1º de Bachiller B

ARCIPRESTE

DE HITA COMENTARIO DE TEXTO

Page 2: Ejemplo de Comentario de Texto: Arcipreste de Hita

Javi Gombao ®

En el siglo XIII de la edad media surgió el mester de clerecía. Los monjes o los cleros salieron de sus monasterios, acudieron a centros urbanos y produjeron sus obras en castellano (con fuentes bibliográficas variadas y textos piadosos) donde se incluía fórmulas coloquiales que las hacían más asequibles al pueblo, al que se las trasmitían oralmente y además, el hecho de que fueran personas de letras y cultos, hicieron que estas composiciones las dejaran escritas y dirigidas a un auditorio popular pero también lector, teniendo una proyección didáctica con una función doctrinal y moralizante. En cambio, en el siglo XIV se observan determinados cambios sociales que posteriormente repercutirán en los gustos y producciones literarias. Con una nobleza algo más refinada y la aparición de la burguesía, las repetidas gestas guerreras de los toscos cantares Épicos se fueron quedando desfasados. Ahora bien, el autor de esta segunda fase del Mester de Clerecía más importante que conocemos es Juan Ruiz Arcipreste de Hita y su producción literaria más relevante; el Libro del Buen Amor donde encontramos los recursos cultos de este mester y un lenguaje directo de la calle que le proporcionan frescura, vitalidad y espontaneidad.

En primer lugar, en este texto el autor expone las características, las cualidades y los poderes que presenta el dinero (“hace mucho el dinero”). A continuación, Juan Ruiz apoya esta afirmación con evidentes y abundantes ejemplos cotidianos que demuestran el hecho y dan solidez y credibilidad a la tesis (“donde hay mucho dinero hay mucha desolación”). Es decir, afirma que el dinero tiene la capacidad de transformar cualquier condición social o moral de una persona y su poder llega hasta la Iglesia (“hacía muchos religiosos sagrados el dinero les daba por examinados”). Finalmente, el irónico y burlón Arcipreste, cierra su argumentación con una conclusión o un pequeño resumen de todo lo expuesto anteriormente que expresa que el dinero es el gran agitador del mundo y toda cosa del siglo se hace por amor (“En resumen lo digo, entendiéndolo mejor…”).

Así pues, nuestro escritor como “buen” predicador, organiza su sermón de forma muy coherente y definida, pues el oficio de la Clerecía obligaba a expresarse con unas fórmulas estructurales claras y ordenadas:

1. Comienza con un preámbulo introductorio (primeros doce versos) donde plantea la tesis basada en el concepto de que “hace mucho el dinero” y es por ello que “mucho se le ha de amar”, pues, tiene la capacidad de cambiar la moral o la condición social de alguien.

2. Continúa con la argumentación y el desarrollo (del verso 13 al verso 40) enumerativo y reiterativo de cualidades y ejemplos donde demuestra su tesis, y también el poder o dominio del dinero se hace patente en los altos cargos de la Iglesia.

3. Finaliza con una concusión demoledora (últimos cuatro versos): “el dinero es del mundo el gran agitador, hace señor al siervo y el siervo hace al señor, pues, toda cosa del siglo se hace por su amor”.

El tema central del discurso sería la importancia y las propiedades que tiene el dinero, de ahí que se le ha

de amar. El tono que se trasluce es irónico y picarón, es decir, en primer lugar exalta las cualidades con una gran vivacidad expresiva y termina su sermón, con una pequeña conclusión o resumen donde el poeta se manifiesta con un propósito moralizador, lúdico o meramente burlesco.

Por otra parte, resulta evidente que nuestro clérigo ha querido informar al lector, pues exalta las cualidades que poseen unas determinadas personas si tienen dinero o no. Dicho de otro modo, parece que la intención inicial es exaltar las cualidades y las propiedades que posee este material, sin embargo, al final, el autor nos ha sorprendido, puesto que remarca otra vez su importancia. Por ello, podemos deducir que la

Page 3: Ejemplo de Comentario de Texto: Arcipreste de Hita

Javi Gombao ®

finalidad del escrito está muy lejos de la que se desprendía de aquellas piadosas composiciones de Gonzalo de Berceo, donde se recomendaba el fervor y la oración. Así pues, encontramos un “didactismo” apartado de la religiosidad consustancial a la Clerecía, puesto que la “predicación” y “sermón” del Arcipreste de Hita proporciona una enseñanza frívola, un consejo mundano: conviene tener dinero para vivir de una determinada manera.

Por último, podemos afirmar que, conociendo el sentido del humor, la disposición burlona y el carácter jocoso de Juan Ruiz, en estas estrofas subyace un propósito lúdico e informativo: exalta el poder igualador del dinero al trastocar el orden social estamental medieval.

En Libro de Buen Amor se suman los usos orales y escritos de la lengua del siglo XIV, pues no sólo hallamos los recursos cultos del Mester de Clerecía, propios de un arcipreste, sino que en la obra se introduce el lenguaje directo de la calle: frases hechas, refranes, modismos, diminutivos, juegos de palabras, léxico coloquial, etc… que le proporcionan frescura, vitalidad, espontaneidad. No debemos olvidar que el destinatario de estos textos era un público popular y cercano. Así pues, la gran originalidad de la obra, estriba en que Juan Ruiz sabe aunar dos elementos dispares: lo culto de la clerecía y lo popular de la juglaría. Estamos ante un estilo variado y complejo, cuyos rasgos más característicos son los que expondremos a continuación.

Con respecto a las modalidades literarias utilizadas, diremos que estamos ante un texto eminentemente expositivo-argumentativo, porque no se narra una anécdota, ni se establece un diálogo entre los personajes, sino que lo que queda bien claro desde el inicio de este poema es la voluntad de predicar, de realizar un “sermón”, es decir, convencer y aconsejar, exponer una opinión. No obstante, también se percibe algunos breves chispazos descriptivos en el desarrollo de la argumentación, cuando se perfilan los rasgos y propiedades del dinero: “aun al hombre necio y rudo labrador dineros le convierten el hidalgo doctor/ quien no tiene dinero, no es de si señor”

Por otro lado, apreciamos que Juan Ruiz ha desplegado una retórica muy propia de su mester. Así pues, en la práctica se explaya con abundantes y repetitivos ejemplos, propio de la oratoria clerical. A lo largo del texto existe un cierto regodeo verbal y ello lo observamos en la abundancia de enumeraciones (“los priores, los obispos, abades, arzobispos, doctores…”), hipérboles (“al torpe hace discreto, hombre de respetar/ hace correr al cojo, al mudo hace hablar/el que no tiene manos bien lo puede tomar”), paralelismos (“comprarás paraíso/ ganarás salvación”), así como antítesis (“muchas almas perdía, muchas almas salvaba”) y personificaciones (“El dinero es del mundo el gran agitador”) y la utilización del polisíndeton (“y”) . También observamos algún juego de palabras (“de verdad hace mentiras, de mentiras, verdades”), paradojas (“al mudo le hace hablar, hacer correr al cojo”) y concatenación que muestran el dominio lingüístico del autor (“hace señor al siervo y siervo hace al señor”). Por último, añadiremos que este despliegue de figuras estilísticas y el dominio de un léxico muy variado, lleva con frecuencia al autor a poder manejar sinónimos (“clérigos, mojes, monjas, religiosos sagrados”).

Además, todos estos recursos retóricos, que tan bien domina el Arcipreste, se han combinado con otras formulas más cercanas y coloquiales, como las frases hechas y refranes populares (“hace mucho el dinero/ mucho se le ha de amar” / “le dinero les daba por bien examinados”) y un léxico que alude a elementos muy concretos y familiares que se relacionan con lo sensorial y llegan de forma muy directa y palpable al auditorio al que se dirigen en 2a persona del plural (“si tuvieres dinero tendrás consolación”)

Para finalizar este comentario, indicaremos que, como integrante del Mester de Clerecía, nuestro autor asume la fórmula métrica del alejandrino (14 sílabas), aún con cierta imperfección (por ejemplo, el verso 32 es hexadecasílabo) hay una rima consonante (-ar, -or, -ón, -es, -ar) en estrofas de cuatro versos, configurando la llamada Cuadernavía o tetrástrofo monorrimo, que indica la rigidez de su mester y el dominio de fórmulas literarias.