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/ í^eüisto T^osóíiea 3atyat násti paro dharmah. NO hay RELIGIÓN MÁS F.LKVA.DA QL'E LA VERDAD La Sociedad Teoíófica im es responsable de las üpinívnes emitidas en los artículos de esta Resista* siéndolo do cada articulo o: firni&uui, y ue jos no flrmi.dos la pjretíción. P ocas personalidades han aparecido sobre el escenario de este mundo, en lo que abarca nuestra vulgar historia contemporánea, que con más justo motivo debiera llamar la atención de las per- sonas amantes del verdadero saber; de aquellas personas que se precian de imparciales y están dispuestas á sacrificarlo todo en aras de la verdad y del bien de sus semejantes. Mad, Blavatsky, la fundadora de la Sociedad Teosófica. es una personalidad que se destaca por modo vivido y sobresaliente, aun en medio de aquellos bienhechores de la humanidad que de vea en cuando aparecen sobre la tierra para llevar un mensaje de esperanza, una buena nueva á los hombres de aspiraciones altruistas y de propósitos elevados. Nacida en noble cuna, renunció en edad temprana á las comodidades y placeres que le brindaba su ele- vada posición social, para dedicarse con ahínco á la investiga- ción déla metafísica transcendental, á!a investigación de lo que, en términos teosóficos, se llama Ocultismo, ó sea á las leyes de la Naturaleza todavía no explicadas por la ciencia vulgar. Su afán de saber la hizo viajar á través de uno á otro continente, y en estos viajes trabó conocimiento con Hombres que le enseña- ron lo que con tanto empeño buscaba, y era capaz de aprender y asimilarse, al mismo tiempo que le indicaron la alta misión BLANCO

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í ^ e ü i s t o T ^ o s ó í i e a3 a ty a t násti paro dharmah.

NO h a y RELIGIÓN MÁS F.LKVA.DA QL'E LA VERDAD

La Sociedad Teoíófica im es responsable de las üpinívnes emitidas en los artículos de esta Resista* siéndolo do cada articulo o: firni&uui, y ue jos no flrmi.dos la pjretíción.

P o c a s p e r s o n a l i d a d e s h a n a p a r e c i d o s o b r e el e s c e n a r i o d e este

m u n d o , en lo q u e a b a r c a n u e s t r a v u l g a r h i s t o r i a c o n t e m p o r á n e a ,

q u e c o n m á s j u s t o m o t i v o d e b i e r a l l a m a r l a a t e n c i ó n de l as p e r ­

so n as a m a n t e s del verdadero s a b e r ; d e a q u e l l a s p e r s o n a s q u e se

p r e c i a n de i m p a r c i a l e s y e s t á n d i s p u e s t a s á s a c r i f i c a r l o t od o en

a r a s de l a v e r d a d y d e l b i e n de sus s e m e j a n t e s . M a d , B l a v a t s k y ,

l a f u n d a d o r a de l a S o c i e d a d T e o s ó f i c a . es u n a p e r s o n a l i d a d que

se d e s t a c a p o r m o d o v i v i d o y s o b r e s a l i e n t e , a u n en m e d i o de

a q u e l l o s b i e n h e c h o r e s de l a h u m a n i d a d q u e de v e a e n c u a n d o

a p a r e c e n s o b r e l a t i e r r a p a r a l l e v a r u n m e n s a j e d e e s p e r a n z a ,

u n a b u e n a n u e v a á los h o m b r e s d e a s p i r a c i o n e s a l t r u i s t a s y de

p r o p ó s i t o s e l e v a d o s . N a c i d a en n o b l e c u n a , r e n u n c i ó e n edad

t e m p r a n a á l as c o m o d i d a d e s y p l a c e r e s q u e l e b r i n d a b a su e l e ­

v a d a p o s i c i ó n s o c i a l , p a r a d e d i c a r s e c o n a h í n c o á la i n v e s t i g a ­

c i ó n d é l a m e t a f í s i c a t r a n s c e n d e n t a l , á ! a i n v e s t i g a c i ó n d e lo que,

e n t é r m i n o s t eo s ó f i c o s, se l l a m a O c u l t i s m o , ó se a á l a s l e y e s de

la N a t u r a l e z a t o d a v í a n o e x p l i c a d a s p o r l a c i e n c i a v u l g a r . S u a f á n de saber l a h i z o v i a j a r á t r a v é s de u n o á o tr o c o n t i n e n t e , y

e n e s t o s v i a j e s t r a b ó c o n o c i m i e n t o c o n H o m b r e s q u e le e n s e ñ a ­

r o n lo q u e co n t a n t o e m p e ñ o b u s c a b a , y e r a c a p a z de a p r e n d e r y a s i m i l a r s e , al m i s m o t i e m p o que le i n d i c a r o n l a a l t a m i s ió n

B L A N C O

202[JumoLCMfclA

que debía llevar á cabo entre los hombres, esto es, la de servir de vehículo para transmitir á la humanidad una pequeña par e de las eternas é inmutables leyes de la Naturaleza.

Mad. B la v a ts k y fué, pues, una enviada de los basta hace poco tiempo generalmente ignorados Directores de la humani­dad; fuá la enviada de una comunidad ó l o g i a ce Hombres a ta mente desarrollados que, desde que el mundo es mundo, ha existido sobre la tierra, para que, una vez más, expusiera an e los ojos de los hombres las eternas verdades que deben ser su norte y gu ía , si es que desean librarse de las miserias y penali­dades que todos experimentamos en este mundo.

Pero la misión de Mad. B lavatsky , si bien tiende al mismo objetivo que se propusieron Buddha, Jesús, Mahomay todos los demás bienhechores y salvadores que época tras época han apa­recido sobre la tierra, esto no obstante, ha sido en cierto modo distinta de la de estos últimos, puesto que ella ha tenido por objeto revelar al mundo verdades que hasta ahora sólo eran co­nocidas de nn número comparativamente reducido de Iniciados en los ocultos secretos d é la Naturaleza. Llegado el momento oportuno, estos Iniciados comisionaron á Mad, B lavatsky para que transmitiera á la generación actual lo que buenamente po­día soportar, esto es, aquellos secretos hasta ahora no revelados que una parte de la humana raza podía, hasta cierto punto, comprender y asimilarse. Con este objeto fué fundada la Socie­dad Teosófiea; y el estado relativamente floreciente en que ac­tualmente se halla, después de las diversas vicisitudes por las cuales ha pasado á través de los treinta y dos años que cuenta de existencia, prueba que la misión que estos Iniciados enco­mendaron á Mad. B la va tsky no ha fracasado La semilla Teo­sófica ha echado raíces en los corazones de algunos hombres y mujeres reducidos en número sí, pero que son lo suficiente­mente abnegados y están bastante convencidos de las verda­des que Mad. B la v a tsk y trajo al mundo, para hacer de modo que esta semilla crezca y se convierta en un frondoso árbol á cuya sombra bienhechora se cobijarán las generaciones venide­ras. A un cuando la Sociedad Teosófica desapareciera de la vísta de los hombres como cuerpo organizado, esto no obstante, de este cuerpo quedaría incólume su corazón; quedarían las ense­ñanzas que han arraigado y echado profundas idces en las men­tes y corazones de todos aquellos hombres que se afanan por

EN EL DÍA DEL LOTO BLANCO 20319 0 8 ]

descubrir los enigmas de la vida, y que son amantes del progre­so y bienestar de sus semejantes.

E l caudal de conocimientos y verdades que Mad. Blavatsky nos legó, no es conocido todavía del mundo en general; ella sa­bía y sabe bastante más que lo que pueden soportar la genera­lidad de los hombres actuales; por cuyo motivo, algunas de las verdades contenidas en sus escritos están evidentemente vela­das; y sólo aquéllos, cuya pureza de corazón y adelanto espiri­tual están suficientemente desarrollados, son aptos para com­prenderlas.

Ahora bien; para que uno pueda darse cuenta de la valía é importancia de una determinada personalidad, es menester fijar­se en la transcendencia y valor de la misión que le ha sido con­fiada. ¿Y no es, acaso, una misión transcendental y elevada la de servir de vehículo para transmitir al mundo las sublimes ver­dades que la Teosofía enseña? Los grandes Iniciados que, de acuerdo con las inmutables leyes de la Naturaleza, dieron al mundo estas verdades, necesitaban un mensajero, im mediador entre E llos y los hombres, eligiendo con este motivo á madame B la va tsk y . E sta elección debería bastar por sí sola para demos­trar al mundo en general, y á los hombres que se precian de pensadores particularm ente, la pureza y valía del ser sobre el cual recayó. Efectivam ente; no se confía una misión de tanta importancia como la que acusa el ser portador de las transcen­dentales enseñanzas que la Teosofía encierra, á una persona vulgar, sino que dicha persona debe reunir dotes especiales y méritos sobresalientes que ia coloquen por encima del común ni­vel humano. Y al decir «persona vulgar» y «común nivel huma­no», no nos referimos á lo que generalmente se da á entender por medio de estos términos, sino á lo que, á nuestro modo de ver, es verdaderamente vulgar y común. Procuraremos expli­carnos. Por punto general, el mundo entiende cuando dice per­sona vulgar y común, á la gente del pueblo, á las clases menos ilustradas, á los que, según él, no tienen ningún mérito que á sus ojos los distinga de la masa humana, á los que no poseen ningún título académico ó 110 pertenecen á ningún cuerpo ó cla­se que en lenguaje mundano se llama ilustre o distinguido; en tanto que nosotros creemos y afirmamos sin rebozo, que las per­sonas vulgares lo mismo existen entre las clases que á sí mismas se llaman elevadas, como entre lo que se llama gente del pueblo.

204 í: o <i> i a I Junio

Lo que en realidad coloca á una determinada persona por enci­ma del común nivel humano, es su pureza, su espiritualidad y su desarrollo intelectual, cuando estas dotes las coloca desinte­resadamente al servicio de sus semejantes. Esto y sólo esto es lo que da derecho á que á una persona se la pueda decir en ex- tricta justicia, que no es una persona vulgar. Todo lo demas sólo son ilusiones forjadas por nuestra mente, la cual es esclava del orgullo y la presunción.

Mad. B la va tsk y poseía la pureza, espiritualidad y desarro­llo intelectual que eran indispensables para llevar á cabo su co­metido, y por esto fue elegida. Una persona muy intelectual­mente desarrollada (como las hay á centenares en el mundo), pero sin una determinada dosis de pureza y espiritualidad, no hubiera servido para tal cometido. La intelectualidad por si sola no puede colocarnos en estado de podernos aproximar á los Maestros y grandes Iniciados, pues sólo la pureza puede ponerse en contacto con lo puro, solo la espiritualidad puede ponerse en contacto con lo espiritual.

No cabe duda, pues, que la personalidad que en esta existen­cia l levó el nombre de B la v a ts k y , eraunsér extraordinario que poseía facultades que el común de los mortales tardaremos qui­zás millones de años en poseer; facultades que empleó en bien de sus semejantes, lo cual la hace acreciera á la gratitud de) mundo entero, pues una mujer que. ocupando un lugar distin­guido en la Sociedad, abandona las comodidades que su naci­miento le habrían proporcionado, y se sacrifica para 11bvar una buena nueva á la ignorante humanidad, concluyendo por vivir casi de limosna durante los últimos años de su vida y muriendo en la miseria, bien merece que se le tribute un recuerdo de res­peto y admiración. Sin embargo, este ser, que fue bastante d ig­no para servir de vehículo á esos grandes Seres á quienes lla­mamos Maestros, se vio calumniada y perseguida por la pre­suntuosa ignorancia que á todo se atreve, y por la envidia que todo lo m ancilla y empequeñece. A la presuntuosa ignorancia le pareció que era cosa imposible todo aquello que no podía com­prender, y á la envidia, que nadie podía poseer lo que ella no poseía. L a envidia se lijó únicamente en los pequeños defectos de Mad. B la v a tsk y , sin fijarse en sus grandes cualidades y vir­tudes, L a envidia sólo se fija en lo que, como ella, es ruin y pe­queño, pues lo que es grande y noble no puede percibirlo; es

EN EL DÍA DEL LOTO I5LANCO1908I 205

como el microscopio que sólo percibe el mundo de los infinite­simales, pues lo grande le envuelve y ahoga.

U n hecho notable hay que hacer observar en la aparición de la moderna Teosofía en el mundo. Hasta aquí, por lo menos en lo que á nuestra historia contemporánea se refiere, todos los grandes importadores de doctrinas filosóficas y religiosas que hicieron profunda mella en el espíritu de la época, fueron hom­bres, al paso que la importadora de la moderna Teosofía ha sido una mujer. Este hecho es significativo; parece que va encami­nado á demostrar y recordar al hombre que él, intelectual, mo­ral y espiritualmente hablando, no es en modo alguno superior á la mujer. La Teosofía ha venido al mundo, entre otras cosas á cual más importantes, para borrar toda clase de diferencias entre los seres humanos; por cuyo motivo, proclama la igualdad de condiciones y aptitudes intelectuales, morales y espirituales de ambos sexos, y por ello, entre otras razones quizás, la impor­tadora de sus sublimes enseñanzas ha sido una mujer.

No debemos terminar esr.e artículo sin dedicar un cariñoso recuerdo á nuestro querido Montoliu. Como Mad. B lavatsky , Montoliu vio la luz envuelto entre pañales aristocráticos, y como ella renunció á las efímeras vanidades que su nacimiento le brindaba. De carácter místico y pensador, tan pronto como se dio cuenta de las verdades que la Teosofía presentaba á su espí­ritu hambriento de saber, lleno de altruismo y anheloso de ser útil a sus semejantes, estudió con un afán y ahínco de los cua­les existen pocos ejemplos. Sus escritos en los Estudio» Teosófi- eos, y sobre todo las traducciones de Isis sin Velo, la Doctrina Secreta y muchas otras, prueban su asombrosa actividad y su amor a la causa Teosófica. Cuando pienso en la prodigiosa labor que Montoliu llevó á cabo en tan corto período de tiempo, me quedo perplejo y aturdido, imaginando que desde el momen­to que conoció las verdades de la Teosofía, hasta que dejó su úl­tima envoltura, no cesó ni un solo instante de trabajar, de modo que me hago la ilusión de que ni siquiera se entregaba al nece­sario descanso que el cuerpo exige. Tanta y tan pesada fué esta labor, que me imagiuo una cosa imposible en este plano físico. Pero Montoliu tenía prisa; parece quo presentía su cercana li­bertad , y por esto se afanaba tanto para llevar á cabo el cometido que su K arm a le había encomendado; cometido que cumplió con creces, dejando tras de sí un rastro de luz y un

21 0 <I> I Azoó [Junio

ejemplo de constancia y abnegación dignos de aplauso ó im i­tación.

L a relativamente breve estancia de Montoliu en este plano físico, no estuvo exenta de pesares y amarguras, púas si bien no tuvo que sufrir quizás los ataques de la envidia, en cambio se vio perseguido por el fanatismo y la ignoraficia. Pero esta es la ley que impera entre la m ayoría de los hombres; la de corres­ponder con ingratitud á aquellos que, sabiendo más que ellos, pretenden y se esfuerzan en enseñarles lo que saben. Sin estos mártires que se sacrifican por el bien de sus ignorantes hermanos, la humanidad sufriría un número mucho mayor de males, y su progreso exigiría un número de millones de años mucho mayor; pero gracias á su abnegación, que está por enci­ma de todas las burlas, de todos los sarcasmos, de todas las per­secuciones, odios y envidias, la humanidad se ahorra este núme­ro m ayor de males y el retardo consiguiente en su progreso.

A estos mártires, á estos bienhechores de la humana raza, pertenecen B la v a tsk y y Montoliu, así como pertenecen y perte­necerán todos aquellos que on el pasado y en el futuro tengan la suficiente abnegación para dedicar las energías de sus vidas al adelanto y progreso de sus hermanos.

B la va tsk y , Montoliu, yo os saludo con toda la efusión de mi alma. A vuestra memoria dedico un vivido recuerdo de respe­tuosa admiración, y ¡ojalá! me fuera dable poder permanecer en pie ante el umbral del Templo en cuyo interior presumo ha­béis vosotros entrado ya.

Barcelona, Mayo de 1Í)0S. José

S a n S e b a s t ia n a E sp e ra n íis ía Grupo Teo so fis ía .

Oni invitas chiujn esperantistojn teosofistajn, korespondadi esperante pri aferoj rilatantaj al nia scienco,kaj ni ankau pro­ponas traduki chiujn teosofistajn artikolojn de fremdaj sami- deanoj, por ilin publikigi en la hispana remo Sophia. Ñi pro­ponas nian kunlaboradon en samespecaj fremdaj revuoj.

Grupo E sp eran tis ta T e o s ó í ic o de San S e b a stiá n .

Se invita á todos los teósofos esperantistas á corresponder en esperanto sobre asuntos relacionados con nuestra Ciencia, y también nos ofrecemos á traducir al español todos los a rt ícu ­los de extranjeros que se nos remitan en esperanto, para publi­carlos en nuestra S ophia . Colaboraremos del mismo modo en revistas extranjeras de igual especie.

ü o s C u a d r a d o sl l a m a d o s J W ó g i e o s .

Hasta hoy, que sepamos, sólo se ha abordado en la actualidad el estudio de los cuadrados mágicos, considerándolos como una curiosidad m atem ática conocida desde muy antiguo. Con este objeto, y apurando el tema desde este punto de vista, se han impreso una gran porción de obras citadas eu todas las enciclo­pedias, pero en las cuales no se encuentran más que breves re­ferencias sobre el origen y objeto que tenían estos cuadrados. De todo ello no queda más que el nombre de cuadrados mágicos, con cuya denominación se alude á las originalísimas combina­ciones que resultan de las diferentes formas en que en ellos se pueden disponer los números; combinaciones que, según su ma­yor ó menor complicación, llama Mr. J. Riollot, en su obra Les Carrés Magiques, cuadrados simples, sem i diabólicos y diabóli­cos, subdividiéndolos en ordinarios, de magia complementaria, de m agia complementaria simple, etc., etc.: nombres que de ningún modo se relacionan con el origen más ó menos proble­mático de estos cuadrados, ni con el propósito que guiaba á sus inventores; y cuyo propósito, que según las épocas ó creencias de los pueblos, era mágico, misterioso, cabalístico, sirviendo, según unos, de talismanes, y según otros, de amuletos poblados de signos enigmáticos que tienen un señalado carácter gnóstico.

Por nuestra parte, separándonos de todas aquellas especu­laciones puramente matemáticas, que tan extensamente han sido tratadas por matemáticos competentísimos, hemos querido indagar algo sobre la procedencia y objeto de estos cuadrados, cuya interpretación mística nos revelara algo del origen de aquellos talismanes, boy considerados como curiosidades ar­

queológicas .

i 0 0 1 A [Junio208

L a principal característica de los cuadrados mágicos que hasta hoy ha llamado la atención, es la de que, sumados los n ú ­meros colocados en sus casillas, siguiendo una dirección cual- quiera, ya, horizontal, vertical ó una de las dos diagonales, ya en un sentido ó en otro, siempre ha de resultar la mismo suma.

E l cuadrado mágico de menor número de casillas que reúne estas condiciones, es el de nueve, ó sean tres por lado, dispues­tas en la forma siguiente:

y en cuyos huecos se colocan las cifras del 1 al 9.Los matemáticos saben que, partiendo de este cuadrado, se

puede construir un número infinito de ellos, atendiendo á sus propiedades y al número de casillas; pero loa que construían es­tos cuadrados, revistiéndolos del carácter de talismanes, l im ita­ban su número á siete, constando cada ano del número de casi­llas, según la escala signiente: 9. 16, 25, 36, 49, 64 y 81, que no son más que los cuadrados de los números 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9, que indican las casillas que tienen por lado.

L a forma más antigua hasta hoy conocida del primer cua­drado, 6 sea el de nueve casillas, es 3a siguiente:

i-ig. 1.*

209i g o S ] LOS CUADRADOS LLAMADOS MAGICOS

E ste cuadrado es el Lo-chu chino, en el cual las cifras están representadas por medio de cuerdas con nudos. En un tratado de Astronomie Chinoise, del P . Granb i l , se encuentra esta figura y la del Ho-tu. Tam bién trata del Ilo-tu y del Lo-chu Duhakle en su Description de la Chine, pág. i 93, diciendo que el le-Kim sa­lió ó tuvo su origen del fío-tu y del Lo-chu, con lo cual este cuadrado mágico se remontaría á una antigüedad de más de 3-500 años antes de Cristo, puesto que había de ser anterior á Fo-chi.

E sta remota antigüedad de ios cuadrados mágicos es cosa admitida corrientemente, pues como veremos en el curso de este trabajo, hay arqueólogos, orientalistas, filósofos, etc., que nos hablan de haberlos encontrado desde antiguo entre los gué- bres (paréis), hindos y tibefcanos, sin contar ios hebreos, árabes, griegos y romanos, que en Europa los han hecho llegar hasta nosotros.

Substituyendo en el Lo-chu (fig. 1) los nudos por números, tendremos una forma ó disposición del primer cuadrado m ági­co, que es el mismo que luego veremos citado por Oornelio A grip p a en su obra Filosofía Oculta (1), donde aparece consa­grado á Saturno, el Padre de los Dioses.

4 9 2— --- .. —

13 5 7

8 1 C

l- 'ig . 2.

E n este cuadrado, la suma de las casillas en sentido hori­zontal, vertical y diagonal, es siempre 15. Así: 4 + 9 + 2 = lo: 4 -+- 3 -+ 8 = 15; a +- 5 +- 8 = 15, etc., etc. L a disposición de las cifras en este cuadro es única y no permite variante a lgu­na, á no ser la que resulta al presentarle de lado, boca abajo ó al revés; variaciones éstas que, en realidad, no alteran para nada el orden relativo en la colocación de las cifras. Pero como ha-

(11 Uno líe los ejemplares que- liemos tenido ocasión de consultar es el siguiente. Henrici Cor. Aí+ppae — ab Nettesheym —, de Occvlta Pililo. Parísii», es ciña Jacobi Dupuys -1567.

210 E 0 ‘1* 1 A [Junio

cemos notar, si la distribución, de las cifras no puede cambiar, la posición del cuadrado sí puede ser distinta, y , sin embargo, en cuantos documentos antiguos hemos tenido ocasión de con­sultar, siempre de una manera invariable, hemos encontrado este cuadrado en la misma posición en que aparece en el Lo~chu y en la figura 2.

Cada uno de estos cuadrados estaban consagrados á uno de los siete planetas, tan citados en los tiempos antiguos, haciendo referencia al orden en que los planetas se consignaban en las obras de A stro log ía y Astronom ía, que es el siguiente:

Saturno ft, Júpiter 9j , Marte , el Sol Q, Venus O, Mercurio $ y la Luna p.

Esto nos demuestra la íntima relación que existía entre estos cuadrados mágicos, los talismanes que con ellos se construían y la Astrología; y además, corroborando esto mismo, encon­tramos que, en los talismanes, á cada cuadrado corresponde uno ó dos signos zodiacales, que indudablemente son los lugares de exaltación y caída que á cada planeta atribuían los antiguos as­trólogos; y como consecuencia ó complemento de todo esto, im ­plica cada cuadrado una serie de nombres de divinidades, signos enigmáticos ó criptográficos, etc., etc.

S ería erróneo pretender que estos cuadrados tenían sólo un carácter numérico, pues en e-1 Lo-chu (fig. 1 .a) vemos que no son precisamente números lo que allí se representa, revistiéndole de cierto carácter simbólico. Precisamente, y aparte de las divini­dades á quienes estaban consagrados, eran representados substi­tuyendo los números por letras, en cuyo caso Cornelio A grip p a los llam a Tabula in nolis hebraicis, porque los presenta con letras hebreas. A los cuadrados con números los llama Abacos.

Nosotros únicamente hemos encontrado los cuadrados in no- tis hebraicis; pero creemos que pueden haber existido con carac­teres griegos ó romanos, pues de otro modo habría que suponer que quienes cultivaron más los cuadrados mágicos fueron los judíos, y que éstos los propagaron entre los demás pueblos que estaban en contacto con ellos, cosa que no concretan en este sentido los libros antiguos que de este asunto tratan.

Los talismanes con cuadrados mágicos que nosotros hemos visto, y de los cuales se conservan varios ejemplares en el Museo

LOS CUADRADOS LLAMADOS MÁGICOS 2111908]

Arqueológico de Madrid, no parecen remontarse á u n a gran an­tigüedad; pero, á ju z g a r por las obras en las cuales se encuen­tran referencias sobre estas medallas, deben considerarse como m uy anteriores á los siglos x v y x v i .

De todos los signos que Cornelio A grip p a asigna á cada p la ­neta y, por consiguiente, á cada cuadrado m ágico, no hemos en­contrado coincidan con los del Museo Arqueológico más que en uno ó dos casos, y precisamente en talismanes que no obsten- tan cuadrado mágico,

Desgraciadamente para nuestras investigaciones sobre esta materia, no hemos encontrado obra a lgun a donde se estudiaran estos talismanes, y esto nos induce á creer que ó hemos estado m uy desafortunados en nuestros trabajos, ó que aún no han sido estudiados por los especialistas.

Sentado esto, procederemos á la exposición de los cuadrados mágicos según los datos que nos hemos podido proporcionar, partiendo de la obra citada de Cornelio A grip p a; y señalare­mos de paso en cada uno de ellos las coincidencias, relaciones ú otros particulares que hayamos podido observar.

I. — S atoes o fi,.

Y a hemos dicho que, según Cornelio A grip p a, los cuadra dos mágicos formados con números recibieron el nombre de Ta­bula in abaco.

A sí, pues, el abaco correspondiente á Saturno es, según ya hemos expuesto, el Lo-chu representado en la figura 1 .a, coya substitución con números arábigos reproducimos aquí.

T A B U L A S A T U R N 1 I A A B A C O

(ABACO DE SATURNO)

312 S04>ÍÁ IJunio

A este abaco de Saturno corresponde la tabla en letras be- breas que sigue:

-T V n1 rr irr 1

Fiff. 4,

Como y a hemos indicado, no es otra cosa que una substitu­ción de los números arábigos por letras hebreas, á las cuales se les atribuye un valor numérico, modo que empleaban los hebreos para expresar sus cantidades (1). A nte este hecho ocurre pensar si, además de la particularidad que ofrece este cuadro, y todos los demás llamados mágicos por los antiguos, de dar una misma suma en cualquier sentido que se adicionen los números que llenan sus casillas, podrán contener ciertas combinaciones en que, substituyendo los números por letras, se puedan leer los nombres sagrados ó cabalísticos como aquellos citados en las obras gnósticas, A algo de esto hace referencia Atanasio Kir- cher en su Pohjgraphia Nova (2), donde al final de la obra pre­senta el siguiente ejemplo:

¿Enigma Stega.nogbafhvn ad

filavls ad

34

4 14 15 1

9 7 6 12

5 i i 10 8

16 2 3 13

34

L ectobem

Arcanum.

ta

ra

P|

ma am j ri

sti j erai

sa ió

dan | si gra | a

(I) Para la correspondencia y significado del alfabeto hebreo recomendamos al lector consulte la obra del difunto doctor D. J osé A. Alvarez de Peralta, kom - grttfía simbólica de los alfabetos fenicio y hebraico, Madrid, 1898.

(1) Athanasii Kirchbri. — E. Sor.. Iesv .— Polygraphia— Nova el Vnhirsa- lis ~ ex combinatoria arle detecla. — etc., etc. Romee; E i Tjpographia Vaies.j.-— MDCLXIII

LOS CUADRADOS llamados mágicos908]

Q u a ser ie a d d id e r is a tunero s, tibí s in n m a r e d ib i í .

S io u n u m in m ú lt is , s ic o m n ia in ó m n ib u s u m im .

2 i ¡

O r d e n a n d o l a s s í l a b a s y l e tr a s d e l c u a d r a d o e n el o r d e n q u e

s e l e e n l a s c i f r a s e n e l a b a c o , t e n d r e m o s :

lla'.c-ai-gra-ta-sci-um-nia-io ra-sa-era r i-a -p a n -d a n .

O l o q u e e s lo m i s m o :

«Si sé estas cosas g r a ta s , h a ré m a yo res o fren d as .»

T a m b i é n es p r e c i s o h a c e r n o t a r a q u í q u e lo s g n ó s t i c o s y h e -

h e b r e o s r e p r e s e n t a b a n c a d a n o m b r e d i v i n o ó m í s t i c o c o n e l n ú ­

m e r o q u e r e s u l t a b a d e s u m a r el v a l o r a b s o l u t o d e l a s l e t r a s q u e

c o m p o n í a n d i c h a s p a l a b r a s ; y a s í o c u r r e q u e C b r i s t o s e s i g u a l

á 8 8 8 , e) n ú m e r o d e l a s s i e t e v o c e s : 9 8 7 9 , M o i s e s = 3 4 5 , J e h o v á

5 4 3 , E l o l i i m ; A l h i m = 1 3 5 1 4 , e t c . , e t c .

E l n ú m e r o s a g r a d o ó m í s t i c o d e l c u a d r a d o d e d i c a d o á S a ­

t u r n o e s e l 1 5 , p o r q u e r e s u l t a d e s u m a r s u s c i f r a s en c u a l q u i e r

d i r e c c i ó n ; y s e g ú n C o r n e l i o A g r i p p a e n ia N o m i n a d i v i n a r e s- pondentia nunierisj d e e s t e c u a d r a d o d a a l n u m e r o 1 5 e l n o m b r e

d e Iad ú Hod.H e a q u í t o d a l a c o r r e s p o n d e n c i a e n t r e l o s n ú m e r o s y l o s n o m ­

b r e s d i v i n o s , s e g ú n C . A g r i p p a :

3 - A b ................................................................................ - s9 — H o d ... ........................... ............................................... ‘ i n

................................................................................................ ""15 — Hod............................................................................45 — Tetragrammaton oxtonsura................ K" tk? <*“ *tp

45 — Agíe-1. Inteligencia de Saturno........................ btuis45 — Zazel. Demonio de Saturno (1).......................... biSí

¿ Q u é s o n e s t o s n ú m e r o s y e s t o s n o m b r e s ? L a c o s a e s s e n c i l l a ,

s e g ú n v a m o s á v e r :

E l 3 e s e l n ú m e r o d e c a s i l l a s p o r l a d o q u e t i e n e e l c u a d r a ­

d o . E l 9 e s e l n ú m e r o t o t a l d e c a s i l l a s d e l c u a d r a d o , ó s e a 3 X 3 .

(1) Hemos de advertir para lo sucesivo que Ia palabra Demonio la empleamos eu

lugar del Dsernon latino, cuyo significado es; Espíritu, genio.

314 £ 0 <í>lA [ J u n io

E l 1 5 e s l a s u m a d e l a s c i f r a s t o m a d a s en c u a l q u i e r d i r e c c i ó n , y

e l 4 5 es l a s u m a d e t o d a s la s c a s i l l a s que h a y e n e l c u a d r a d o .

L o s n o m b r e s h e b r e o s so n p a l a b r a s c o m p u e s t a s c o n l e t r a s h e ­

b r e a s q u e , a p a r t e d e s u s i g n i f i c a d o m ís t ic o , o f r e c e n la p a r t i c u ­

l a r i d a d d e q u e s u m a d o s l o s v a l o r e s a b s o lu t o s d e l a s l e t r a s , s e ­

g ú n y a h e m o s i n d i c a d o , d a n e l n ú m e r o q u e r e p r e s e n t a n . A s i ,

p o r e j e m p l o , ate es i g u a l á 3 , p o r q u e tí va le 1 y n v a l e 2; p o r t a n ­

t o , 1 + 2 = 3 . S e n o t a n a l g u n a s v a r i a n t e s e n e s t o , p e r o c r e e ­

m o s s o n d e b i d a s á f a l t a s e n l a s t r a n s c r i p c i o n e s d e l a s l e t r a s h e ­

b r e a s , y a c o m e t i d a s p o r C o r n e l i o A g r i p p a a l c o p i a r l a s d e a q u e ­

l l o s d o c u m e n t o s q u e le s i r v i e r o n d e o r i g i n a l e s , ó y a d e l o s c a ­

j i s t a s q u e c o m p u s i e r o n su o b r a .

O t r a q u e p u d i é r a m o s l l a m a r c l a v e , p a ra l a i n t e r p r e t a c i ó n de

e s t o s c u a d r a d o s , n o s la o f r e c e n lo s Signacula. sive charaderes, t a m b i é n d e A g r i p p a . L o s q u e a t r i b u y e al c u a d r a d o d e S a t u r n o

s o n lo s s i g u i e n t e s :

Signos ó caracteres de Saturno.

Fig. 5. Fig, & Fig. i.Saturno, Inteligencia de Saturno- □emento de Saturno.

O b s e r v a n d o l a f i g u r a 5 y e l c u a d r a d o de l a f i g u r a 3 , v e r e m o s

q u e l a s c i f r a s e s t á u c o l o c a d a s e n el orden q u e s i g u e n l a s l í n e a s

d e l d i a g r a m a . N o o c u r r e lo m i s m o c o n los s i g n o s r e p r e s e n t a d o s

e n l a s f i g u r a s 6 y 7 , n i h e m o s e n c o n t r a d o e n e l c u a d r a d o , s i ­

g u i e n d o los r e s p e c t i v o s d i a g r a m a s , lo s n o m b r e s d e Agiel y Zazel q u e p a r e c e l e s c o r r e s p o n d e n , lo c u a l era i m p o s i b l e , p u e s t o q u e

e n e l c u a d r a d o d e s i g n o s h e b r e o s , f igu ra 4 , f a l t a n s i g n o s q u e

e n t r a n e n l a f o r m a c i ó n d e e s t o s d os n o m b r e s . E n c a m b i o , e l

s i g n o f i g u r a 7 p a r e c e , a u n q u e i n v e r t i d o , el h o y e m p l e a d o e n a s ­

t r o n o m í a p a r a r e p r e s e n t a r e l p l a n e t a S a tu rn o .

A e s t e c u a d r a d o , d e d i c a d o á S a t u r n o , le v e r e m o s e n l o s d o c u ­

m e n t o s a n t i g u o s a c o m p a ñ a d o d e l o s signos v s , C a p r i c o r n i o , y A c u a r i o .

E S P R O N C E D A , M Í S T I C O

La m í s t i c a e s e l n e r v i o d e l a l í r i c a . ¿ C ó m o no h a b i a d e s e r m í s ­

tico e l p r i n c i p e d e l a l í r i c a e s p a ñ o l a ?

L a C i e n c i a , e s a m a g n a l í r i c a d e l a H u m a n i d a d c o m o u n T o d o -

v i v o , a r r a n c a , t r o z o á t r o z o , s u s s e c r e t o s a l M i s t e r i o ; p e r o e l

Misterium magnutn, q u e d i r í a P a r a c e l s o , e s t á e n e l h o m b r e m i s ­

m o , y e l G e n i o , e l S a t á n h u m a n o , a s p i r a c o n l a m í s t i c a á r e s o l ­

v e r d e g o l p e , e n lo s c o r t o s m o m e n t o s - d e su p a s o s o b r e la T i e r r a ,

a q u e l M i s t e r i o q u e a c a s o d é r e s u e l t o l a C i e n c i a e n su p o s t r e r o

d í a , e l d í a d e s u a p o t e o s i s t r i u n f a l , e l d í a e n q u e se u n i f i q u e c o n

lo d i v i n o .

L a s e n d a d e l a C i e n c i a es d e t o d o s . P a r a la c a r r e r a t r i u n f a l

d e l a H u m a n i d a d , p o r e l l a t o d o s a p o r t a m o s u n i n f i n i t e s i m a l e s ­

f u e r z o . E m p e r o l a s e n d a m í s t i c a es ¡ a y ! d e c a d a u n o ; y e l v a l e ­

r o s o p a l a d í n q u e la r e m o n t a , s i m b o l i z a d o e n t o d o s l o s S a t a n e s y

P r o m e t e o s , e n t o d o s lo s h é r o e s r e l i g i o s o s c u a n t o d e l o s i n c o m ­

p r e n d i d o s l i b r o s d e C a b a l l e r í a , p u e d e t e n e r l a s e g u r i d a d d e q u e

i r á s o lo , e s p a n t o s a m e n t e s o lo , y d e q u e l a N a t u r a l e z a l e s e r á

h o s t i l , y l a H u m a n i d a d l e s e r á e n e m i g a , y l e a b a n d o n a r á n lo s

s e r e s q u e r i d o s , y le c o m b a t i r á su p r o p i o c u e r p o , y h a s t a e l P a d r e

C e l e s t i a l v e r t e r á s o b r e s u f r á g i l c á l i z y d e s d e a l t u r a s o l í m p i ­

c a s , c a t a r a t a s d e h i e l e s , l a v a f u n d i d a q u e l e a b r a s e s i n c o m p a ­

s i ó n a l g u n a ; p o r q u e l a d i n á m i c a d e l U n i v e r s o es l e y d e f u e r z a s ,

t o d o l o q u e s u e s t á t i c a es l e y d e i n e r c i a s y n o e n v a n o p r e t e n d e

e l e s f u e r z o m í s t i c o , v e n c i e n d o t o d a s l a s i n e r c i a s , p r e c i p i t a r

u n a m a r c h a e v o l u t i v a d e g r a n r a d i o y p a r a t o d o s , m a r c h a q u e

p r e c i s a p a r a l a H u m a n i d a d k a l p a s i n f i n i t o s .

H a y v a r i o s m o m e n t o s s o l e m n í s i m o s e n l a e v o l u c i ó n d e l

m í s t i c o .

E l p r i m e r m o m e n t o e s é p i c o : c i f r a t o d o en la c o n t e m p l a c i ó n

d e l a N a t u r a l e z a , e n s u s c i e l o s , e n s u s i r i s , e n s u s p a i s a j e s ; e n

s u m a , e n s u g r a n d e z a . C h i s p a d i v i n a e l h o m b r e , q u i e r e a t e s ó -

2 I Ó i O 4* 1 A | Junio

r a r l a e n s í , a p o d e r a r s e d e e l l a . . . : p e r o ¡ a y ! su vaso es f r á g i l y

p e q u e ñ o p a r a a b a r c a r t a n t a s u b l i m i d a d . A d e m á s , en l a N a t u r a ­

l e z a t o d o c a m b i a , s e d e s t r u y e t o d o ; y lo q u e cam b ia y se d e s ­

t r u y e p u g n a s i e m p r e c o n e s a í n t i m a p e r s u a s ió n q u e t i e n e el

h o m b r e d e q u e s u e s e n c i a es p e r m a n e n t e y sup erio r á l a o b j e t i ­

v i d a d q u e l e c e r c a . ¿ A q u é f i a r s e , p u e s , d e lo que s i e m p r e c a m ­

b i a ? ¿ P a r a q u é l l a m a r c o n l á g r i m a s , c o n g a l la r d ía s , c o n v a n o s

c o n a t o s t a u m a t ú r g i c o s á lo q u e n o r e s p o n d e , á lo q u e , e n su i n ­

c o n s c i e n c i a c i c l ó p e a , n o d i s t i n g u e d e g r a n d e s n i p e q u e ñ o s , d e

h é r o e s n i c o b a r d e s , d e j u s t o s n i d e i n j u s t o s ? . , . ¡Parla!, le d i c e e l

m í s t i c o a l a N a t u r a l e z a c u a l M i g u e l A n g e l á su e s t a t u a . P e r o l a

N a t u r a l e z a p e r m a n e c e m u d a ; e l m í s t i c o l l o r a su i n s i g n i f i c a n c i a

y , b a j a n d o s i l e n c i o s o d e l a c u m b r e o b j e t i v a , se r e t i r a v e n c i d o .

Y b e a q u í e l s e g u n d o m o m e n t o , e l m o m e n t o d r a m á t i c o , a q u e l

e n q u e e l p a r a m í s t i c o b u s c a e n l a H u m a n i d a d lo que n o h a l l a r a

e n l a N a t u r a l e z a . L a H u m a n i d a d , a l m e n o s , le r e s p o n d e ¡ y

c u a n f u e r t e m e n t e ! c o n e l s e s o e n t o d a s s u s div in as g r a n d e z a s

c r e a d o r a s y t o d a s u g r o s e r a a n i m a l i d a d . M a s , una v e z p a s a d o e i

a m o r o s o d e l i q u i o , v i e n e e l h a s t í o , e l r e s u r g i r más p o t e n t e d e l

d e s e o , e l a n s i a i n f i n i t a de p o s e e r p o r s i e m p r e lo que t a m b i é n e s

d o l o r o s a m e n t e t r a n s i t o r i o , m a y á v i c o . . . E l c o r a z ó n d e l m í s t i c o ,

q u e se a l e g r a s e u n p u n t o a l v e r q u e s u s a n h e lo s h a l l a r o n e c o y

f a l s a s a t i s f a c c i ó n d e u n d i a , s u f r e u n s e g u n d o g o lp e , a ú n m á s

a m a r g o q u e a q u e l o t r o q u e l e d e s c a r g a s e e l y e r t o m u t i s m o d e l a

N a t u r a l e z a . P a r a m a y o r d o l o r , t o d a s l a s m is e r ia s h u m a n a s c o m ­

p l e t a n e l f r a c a s o e s p i r i t u a l d e l a m o r f í s i c o co n la l e t a l i n d i f e ­

r e n c i a d e lo s e x t r a ñ o s , c o n la s i n g r a t i t u d e s d e los a m i g o s y c o n

e s e a m b i e n t e c r u e l d e l a h u m a n a i n j u s t i c i a , q u e p a r e c e q u e r e r l e

c o r t a r s u m i s t e r i o s a c a r r e r a h a c i a lo d i v i n o , cual los f a n t a s m a s

y e n d r i a g o s á t o d o s lo s h é r o e s d e l a a n d a n t e C a b a l l e r í a . . , ¡ T a m ­

p o c o a l l í h a l l a l a p a z e l m í s t i c o !

P e r o d e e s t e r u d o c o m b a t e q u e d e j a , c u a l despojos m o r t a l e s ,

e l c i e n o y e l h a s t í o , n a c e u n f é n i x i n m o r t a l : la l ír ica . S i e s l e y

c ó s m i c a l a d e q u e n a d a se c r e a n i n a d a s e d e s t r u y e , e s t a l e y h a

d e c u m p l i r s e , y d e h e c h o s e c u m p l e , e n e l p a r a m i s t i c o . V i s t a s

d e s d e e l l a d o i n t e r i o r a q u e l l a s t a m a ñ a s d e r r o t a s , a p a r e c e n , po r­

u ñ a l e y d e s i m e t r í a g e o m é t r i c a , dos s e ñ a l a d o s t r iu n fo s . A q u e l l a

N a t u r a l e z a , i n d i f e r e n t e y f r í a e n a p a r i e n c i a , se m u e s t r a e s p l e n ­

d o r o s a e n l a s c á l i d a s e v o c a c i o n e s d e l a f a n t a s í a , v i v i f i c a d a p o r

l a s a ñ o r a n z a s d e l s e n t i m i e n t o d e l b i e n p e r d i d o . D ócil á l a m a g i a

ESPRONCEDA, MÍSTICO1908] ZI 7

i n t e r i o r , r e p r o d u c e , á v o l u n t a d d e l f e l i z v e n c i d o , t o d o s s u s c u a ­

d r o s , s i n s u j e c i ó n á o s a s t i r á n i c a s l e y e s o b j e t i v a s d e t i e m p o , e s ­

p a c i o , f o r m a , n o t a , c o l o r ó n ú m e r o . . . E l v e n c i d o e n t o n c e s se h a

t r a n s f o r m a d o en u n d i o s . A q u é l l a s u N a t u r a l e z a - M i s t e r i o l e o b e ­

d e c e , a p r i s i o n a d a p o r u n a f a c u l t a d : l a f a n t a s í a ,

P e r o e l t r i u n f o d i s t a m u c h o d e s e r c o m p l e t o , p o r q u e l o h u ­

m a n o a ú n n o le h a o b e d e c i d o , q u e 110 b a s t a l a m á s f é r t i l f a n t a s í a

p a r a s o r p r e n d e r l o s r e s o r t e s d e la d i n á m i c a h u m a n a , l o s s e c r e t o s

d e l a s i n t e n c i o n e s , l o s a b i s m o s s in f o n d o d e l c o r a z ó n . . . H e a q u í

t a m b i é n l a d e c e p c i ó n d e l l í r i c o . D o l o r i d o , a m o r o s o , s u p l i c a n t e ,

m a r i p o s e a e n t o r n o d e u n p r o b l e m a q u e e s , p a r a a q u e l l a f a c u l ­

t a d , i n s o l u b l e . E l l í r i c o r a s g a lo s a i r e s c o n su d o l o r , y , l e j o s

o t r a v e z d e l Y e r b o q u e , d e s c o n o c i d o , le a n i m a r a , c a n t a c o n el

i l u s t r e a g u s t i n o :

¿ Y d e ja s , pastor santo, tu g r e y e n este v a l l e ho n d o , obscuro, con s o le d a d y l lan to ?¿Y tú, rom |j ¡ e n d o e 1 p u r o aire, te, vas al inmortal seguro?

Y v i e n e y a e l c u a r t o e s t a d o , el d e la l í r i c a s i n p a l a b r a s , e l

d e a q u e l l a v i s i ó n e n l a c i u d a d d e l o s e t e r n o s c i e g o s , q u e d e c í a

S c h i l l e r : la d e l c o l o r i s t a á q u i e n le h a b l a e l m a t i z ; l a d e l m a t e ­

m á t i c o á q u i e n le c a n t a n lo s n ú m e r o s ; l a d e l m ú s i c o q u e a l c a n z a

á c o l u m b r a r c r i s t a l i n a s c a s c a d a s d e c o l o r e s e n l o s p o e m a s s i n f ó ­

n i c o s y d u l c e s e s f u m a d o s d e m e l o d í a ; l a d e l p o e t a , e n f in , c u y o

r i t m o i n t e r i o r , r o m a n z a s i n p a l a b r a s , j a m á s f u é f i e l m e n t e v e r ­

t i d o p o r l a t o s c a p l u m a . ..

Y v i e n e d e s p u é s u n q u i n t o e s t a d o e n q u e n o y a l a s c o s a s ,

s i n o l a s f u e r z a s d e l C o s m o s , p a r e c e n t o m a r e n n u e s t r a v i d a i n ­

t e r i o r a s p e c t o s o b j e t i v o s , y e n q u e s o n t r a n s p a r e n t e s l o s p e n s a ­

m i e n t o s a j e n o s y c e r a m a l e a b l e l o s p e n s a m i e n t o s p r o p i o s , y e n

q u e p a r e c e q u e lo s s e n t i d o s s e t r a s t r u e c a n , y se p i e n s a , a f i n a n d o ,

c o n lo s o í d o s , y s e g u s t a n , p a l p a n , d e s n u d a n y p e n e t r a n la s c o ­

s a s c o n ía v i s t a , y s e t o c a n y a r e a l i d a d e s i n t e r n a s p e r m a n e n t e s

e n l a s q u e lo o b j e t i v o y l o s u b j e t i v o s e i d e n t i f i c a n . E n t o n c e s se

h a c e s i l e n c i o e n e l h u m a n o c i e l o d u r a n t e m e d i a h o r a o m e d i o

s i g l o , q u e d i r í a e l A p o c a l i p s i s .Y v i e n e d e s p u é s u n s e x t o e s t a d o e n q u e s e t r a s t r u e c a n t a m ­

b i é n l a s f a c u l t a d e s i n t e r n a s ó, m e j o r d i c h o , s e i d e n t i f i c a n e n u n a

d e s c o n o c i d a , y se e s b u e n o p a r a s a b e r , y s a b i o p a r a a m a r , y v o -

2 I 8 Ü O <f> I A ¡Tunjo

l u n t a r i o s o d e i n d o m a b l e e n e r g í a p a r a c o n q u i s t a r de a n a v e z e l

M i s t e r i o c o n e s a p o d e r o s a t e t r a d a d e l a V o l u n t a d , el B i e n , l a

V e r d a d y l a B e l l e z a s i n d i c a d a s y t r a n s c e n d i d a s h a s t a l l e g a r , e n

f in , t r a s t a n d o l o r o s í s i w a c o m o l e n t a p e r e g r i n a c i ó n , á e s o s m i s ­

t e r i o s I n e f a b l e s , E p ó p t i c o s ; l o s m i s t e r i o s q u e , al d e c ir d e P l a t ó n ,

se e n s e ñ a b a n e n e l m a s r e c ó n d i t o A d y t a d e los T e m p lo s m u y d e

t a r d e e n t a r d e , y d e los q u e e l g r a n P l o t i n o só lo d i s f r u t ó s e i s

v e c e s e n s u v i d a . . . M i s t e r i o s c o l u m b r a d o s t a m b i é n por l a s g r a n ­

d e s e s c u e l a s e s p a ñ o l a s , c r i s t i a n a , á r a b e , l u l i s t a , k a b a l í s t a y a l q u i m i s t a .

¿ Q u e m o m e n t o s d e é s t o s p u e d e n d e t e r m i n a r s e en l a o b r a d e E s p r o n c e d a ?

E l p r i m e r o , e l m o m e n t o é p i c o , se e v i d e n c i a en l a m a y o r í a d e

s u s c a n t o s , p e r o e s p e c i a l m e n t e e n la i n t r o d u c c i ó n a l Diablo Mundo, q u e s ó l o p o d r í a i n s t r u m e n t a r u n W a g n e r . E l s e g u n d o ,

e l d e a m o r h u m a n o o r l a d o c o n t o d a s l a s g a l a s de l a f a n t a s í a , e n

e l Canto á Teresa y e n o t r o s c i e n d e e n o j o s a é i m í t i l c i t a , E n

c u a n t o a l t e r c e r m o m e n t o , e l v e r d a d e r a m e n t e l í r i c o , n o c o n o z c o

n a d a m e j o r q u e A Jarifa en una orgía.S é a m e p e r m i t i d o d e t e n e r m e e n é l , p u e s le creo t a n g r a n d e ,

t a n e x c e l s o , c o m o l a p r o p i a o d a d e F r a y L u i s , s e g u r o de n o o f e n ­

d e r c o n e l l o s e n t i m i e n t o s p i a d o s o s ,

E s p r o n c e d a p i e n s a e n lo i n m a n e n t e ; l u c h a c o n t r a el m i s t e r i o

d e l v i v i r , que t r a n s f o r m a a l q u í m i c a m e n t e e n d o lo r e s lo s p l a c e -

r e s > 7 i e n l o q u e c i d o , f a l t o a ú n d e la i n s p i r a c i ó n m í s t i c a , p i d e

a u x i l i o a T a r i f a , l a h a s t i a d a c o m o el d e f a l s o s p la c e r e s ;

Trae Jarifa , trac tu mano-, ven y pósala en mi fronte, que en un m ar do lava hirvióme mí cabeza siento ardor.Ven y ¡unta con mis labios osos labios que me irritan, donde aun los besos palpitan de tus amantes de ayer.

E l p o e t a a p a r e c e v e n c i d o e n l a h u m a n a l u c h a , y e l a s e o 4 i os

e l e m e n t o s i n f e r i o r e s s u r g e e n e l m o m e n t o d r a m á t i c o d e l a i n i ­c i a c i ó n m í s t i c a . P o r e s o e x c l a m a ;

ES PRO N CEDA, MÍSTICO 2191908]

¿Qué la virtud, la purezaí ¿Qué la verdad y el cariño':'Mentira, ilusión de niño r|iie halagó mi juventud.

N o d i j o o t r a c o s a e l S a b i o : « v a n i d a d d e v a n i d a d e s ; y i o d o e s

v a n i d a d , m i s e r i a y a f l i c c i ó n d e e s p í r i t u s .

E l p o e t a , v e n c i d o u n a v e z m á s , b u s c a en v a n o l a b u i d a , y

c l a m a p o r la m u e r t e , l a g r a n p a c i f i c a d o r a :

Dadme vino: cu él se ahoguen mis recuerdos: aturdida, sin sentir, h uyala vida; paz me traíga el ataúd.El sudor mi rostro quema, y en ardiente sangre, rojos brillan inciertos mis ojos, se me salta el corazón,

Y c u a l e l m í s t i c o a u t o r d e l Desprecio d las cosas del mundo,

c o n t i n ú a ;"Huye, mujer; te detesto.

Siento tu mano en la mía. y tu mano siento fría y tus besos hiel o son.

S e g u ro y a de la m iseria y m e n t ira de los estados p a sio n a le s tran sitorios , com prende , como el E b a g a v a d - P í t a , ia i lu soria

n a tu ra le z a de los p laceresj por eso dice;

¡Siempre igual! Necias mujeres: inventad otras caricias, otro inundo, otras delicias, ó maldito sea el placer.Vuestros besos son mentira, mentira vuestra ternura, es fealdad vuestra hermosura, vuestro gozo es padecer.

N o d i j o m á s n i g ú n P a d r e d e l a I g l e s i a , n i a l c a n z ó á m á s e n

s u s a n h e l o s d i v i n o s l a m í s t i c a D o c t o r a d e A v i l a , q u e E s p r o n c e d a

e n s u s e x c e l s a s a n s i a s ;

Yo quiero amor, quiero gloria, quiero un deleito divino como en mi monto imagino, como en el mundo no hay.

320 £ 0 4> 1 A ¡Junio

Y os la luz de aquel lucero que engañó mi fantasía, fuego fatuo, falso guía que errante y ciego me tra.y.

E s el m ism o a lie n to del F a u sto «buscando lo no sabido, por no b a sta r á n u estro ser lo con ocid o*. E s el mismo deliqu io h a ­cia el «Esposo D iv in o» , que re p itió en S an ta Teresa la eterna fáb u la-sím b o lo de P siq u ís ce leste . E s el anhelo hacia lo id e a l, lo in m a rce sib le , lo su p rem o, lo etern o , lo in ab&condito, la Luz In­terior, en fin , a lim en to e s p ir itu a l de sabios, filósofos, m ísticos, m úsicos y poetas.

P siq u is h a vo lad o á los cie los: del p o eta sólo queda la carne fe rm en tescib le ; él ve , com o los sa n to s, cu ál se apoderan de sn cuerpo los gusan os; h a quedado solo, tr is te y ciego, com o q u e ­d aran los del hondo v a lle a l desap arecer la radiosa nube, y , p a ­rafrase an d o a l p rop io J o b , llo ra :

¿Por qué murió para el placer mi alma, y vive aún para el dolor impío?¿Por qué si yazgo en Indolente caima siento, en lugar de paz, árido hastío'?¿Por qué este inquieto, abrasador deseo'?¿Por qué este sentimiento extraño y vago, que yo mismo conozco un devaneo, y busco aún su seductor halago?¿Por qué aún fingirme amores y placeros, que cierto estoy de que serán mentira?¿Por qué en pos de fantásticas mujeres necio, tal vez, mi corazón delira?¿Si luego en vez de prados y de llores hallé desiertos áridos y abrojos, y en sus sandios ó lúbricos amores fastidio sólo encontrarán y enojos?

L a in flu en cia de F r a y L u is es tan gra n d e en el fondo como en la fo rm a que recu erd a en los dos ú ltim o s versos aq u ello de:

«¿Qué m irarán los ojos que vieron de tu rostro la hermosura que no les cause enojos?»

L u e g o viene en e ste d e sg a rra rs e m ístico del alma del poeta aqu ella in tu sp ección , a q u e lla tr is tís im a ojeada retrospectiva en la que se re v e la todo el racconto de una vida pasional que abru-

ESPRONCEDA, MÍSTICO 2211908 J

m a á la con cien cia , ab rién d ola los ojos á la realid ad su p rem a, c i­fra d a en la d estru cción de las form as:

Yo me arrojé cual rápido cómela, en alas de mi ardiente fantasía-, doquier mi arrebatada mente inquieta dichas y triunfos encontrar creía.Yo me lancé con atrevido vuelo fuera del inundo, cu la región etérea, y bailé la duda, y el radiante cielo vi convertirse en ilusión aérea.Luego, en la tierra, la virtud, la gloria busqué con ansia y delirante amor, y hediondo polvo y deleznable escoria mi fatigado espíritu encontró.

E s ta fe t id e z , esta d e le zn ab le escoria de una re in a que an tes fu e ra h erm osa, son las que co n virtiero n en santo al g a lla rd o

D u q u e de G an d ía .Á la m an era como la n ieve purísim a de la m on tañ a se con ­

vierte en cien o bajo n u estra s p lan tas g ro se ra s, e l p o eta ve to r­

n a rse cien o la b e lle za fem en in a:

Mujeres vi de virginal limpieza entre albas nubes de celeste lumbre; yo las toqué, y cu humo su pureza trocarse vi. y en lodo y podredumbre.Y encontré mi ilusión desvanecida y eterno é insaciable mi deseo; palpé la realidad y odié la vida.: sólo en la paz de los sepulcros creo.Y busco aún, y busco codicioso,y aún deleites el alma finge, y (quiere: pregunto, y un acento pavoroso “¡ay!—me responde— desespera y muere. Muere infeliz: la vida es un tormento, un engaño el placer; no h ay en la tierra paz para ti, ni dicha ni contento, sino eterna ambición y eterna guerra, que así castiga Dios al alma osada que aspara loca, cu su delirio insano, de la verdad para el mortal velada á, descubrir el insondable arcano».

Son acen to s de re b e ld ía estos ú ltim os m u y p rop ios de v a le n tía s de un verdadero m ístico que com prende cóm o to o se vu elve en los cie los y en la tie rra co n tra el osado qne asp ira a

Y 0 <f> IA2 - 2 ¡Junio

ra s g a r et V e lo de Isis, eu c ie g a an sia por la verdad, cu este lo que cu este.

R ep asad la vida de los in fin itos Santos que fu era n viciosos en su ju v e n tu d an tes de ca m b iar sus carnales am ores por el G ran d e A m or In co rru p tib le . S i reproducís m entalm en te la es­cen a de su co n v ersión , os co n ven ceréis deque ellos pen saron ni m ás ni m enos que lo que rim a ra espléndido e l va te e x tre m e ­ño, quien de este m odo sin tió como sin tiera San A g u s t ín .

P o r le y p s ic o ló g ic a in d iscu tib le , entre la nocbe de la d eses­p eración de un a lm a co m b atid a y el día de su fe, suele m ediar un crepú sculo m ás ó m enos la rg o de escepticism o. T a m b ién se ve este estado de e q u ilib rio in e sta b le cuando signe:

¡Oh! Cesa. No, yo no quiero ver más ni saber ya nada; liarta mi alma y postrarla, sólo anhela descansar.Eu mí muera el sentimiento, pues ya murió mi ventura; ni el placer ni la tristura vuelvan mi pecho á turbar.

Job tam b ién m ald ijo así, cuando quiso raer de en tre los d ías «1 d ía aq u el en que n ació .

L le g a d o á e sta a ltu ra p avo ro sa , tam bién ve el p o eta , en la ciudad de los c ieg o s p síq u ico s, lo que éstos no lo g ra n ver. M i­rem os lo que d escrib e en verd ad era visión astral, esa de los ca ­p rich o s de G o y a , ó de las vision es de S an Antonio, S u t p asad , p a s a d í , tien e la su blim idad de un conjuro:

Pasad, pasad eu óptica ilusoria y otras jóvenes almas engañad: nacaradas imágenes de gloria, coronas de oro y de laurel, pasad.Pasad, pasad, mujeres voluptuosas, con danza y algazara en confusión: pasad como visiones vaporosas sin conmover ni herir mi corazón.

L a b e stia h u m an a, en rie sg o notorio de desap arecer p ara siem pre, vu elve por sus fu eros y pide:

Y aturdan mi revuelta fantasía los brindis y el estruendo del festín, y huya la noche y me sorprenda el día. en un letargo estúpido y sin fin.

SO BRE LAS BRUJAS Y l.A -MAGIA. 223r 908 j

P e ro la b estia cae p ara no le v a n ta rs e m ás, abrasada por el fu e g o del m ás casto y fr a te r n a l am or. R ed im id o por su sa lva je esfu erzo el p o eta , s ien te en sí e l fu e g o d iv in o redentor; llam a á la cu itarla , en quien ve o tra e n te n e b re c id a C hispa de lo D iv in o ,

y en el más e sp iritu a l de los a m o res, ex c la m a :

Yen, Jarifa; tú has sufrido como yo; tú nunca lloras: mas, ;ay triste!, tino no ignoras cuán am arga os mi aflicción.Una misma es nuestra pena., cu vano el llanto contienes...

Y en tra m b as a lm as se fun den com o el A m or y F siq u is:

Tú también, como yo, tienes desgarrado el corazón.

E s to sólo puede decirlo un m ístico , con derecho p erfecto á ser perdon ado, com o la M a g d a le n a , por h aber am ado m ucho.

juapio h o s o de nUrífi

S O B R E I t f lS B R U J A S Y M J ÍA G IA

Al fltniu* Sf-I>* B ernardo de Sa-tidoval y Rojas C ardenal arzobispo de Toledo é inquisidor*

H a b ie n d o luido un papel impreso que contenía relación del auto de fe último que se celebró en Logroño para castigo de un gran numero de herejes y apóstatas, y más particularm ente de muchos brujos y brujas, me causó grandísimo dolor y compasión, principalm ente poi la gravísim a ofensa de Dios y por los abominables delitos y torpezas ho­rrendas en que por nuestros pecados y sus justos juicios Dios Nuestro Señor ha permitido caer tanto número de personas en provincias tan católicas y que son la fuente y origen principal de la nobleza de estos reinos; y deseando que tan pernicioso cáncer se ataje, y se cubra, en cuanto salva la justic ia y la pública utilidad, una torpeza c infamia tan grande, me moví con modestia y sumisión á suplicar á "V. S. L me diese licencia para que yo le propusiese mi parecer y sentimiento en cuanto á las brujas y sus confesiones, cuya relación se lee en aque papel. Y habiéndose servido Y . S. I. de no sólo darme licencia, amo mandarme lo hiciese con toda brevedad, obedeciendo y sometí .11 orne y rindiendo mi parecer en todo á la censura y corrección de a an a

224

¿ a t o OficiÍdTk l ^ s í cnUe dra JT idle UTlÍVe,'Sal; de Y- 8 - 1 i ,lelLo p rim e ro ^ S P ro í3onS ° lo s iguiente:

ir co n fe sio n es v e r d a d e r a m e n t e « " f U*j q 'le la 1'e!aCJC' íl lJe tales delitos

™ hten tan en p J i T u Z ™ l o . BÍ «™» q w -e bllco* L o primero, por la g ¡0ria de 1) / SellttíI1Cm!, 9“ ® 8(3 k‘ejl e« PÚ~ ca í« o sus fieles oigan q u e l n inaudi 2 “ ® "" f aTem enk ofendido

en corazón humano do cometer rontea 'su Í S “ T ™ ^ ^ pensamiento, cuanto más nnr «h ■ . t ^ d r y benor ni aun por

reinos, tan paros 6 intactos de ^ ** 110111,3 de eSÍ° 3mayormente en aquellas provincias- ¡o te.rr “ ™Aonl*a en h fe> ejemplo que m ujercillas ruines, oyendo *TO>p o i*l .eB0Íadalo y m*l tales torpezas, juzgarán oue oo i q la^ muJercs que hagan

«™,, y », j u j K z s z t t * yotro pecado que no sea ser brillas- ’ V d° !)0r niñería cualquier tito humano, sabiendo que hav mó SegUn ia i ,m c mblesed del ape- transformarse y hacerse « i t e i T ^ 7 haceree ^ b L , gos, habrá quien á todo riesgo lo bu sota' y l Lf haCle" das de. em (!llemi- rece que bastaría que en las seni^n ^ K - lera C0J,Beo l!)r- Así, pa­pe rsona era condenada y eastinada k d-JeSe’ e " 80ma' ^ue aquel!a apartádose de Dios y d e L fe hP°r bn3Ja’ qUe había “P ia f a d o yP - t o , y con expreso"

en aquellas confesiones, p u e B í o ^ í e ^ ^ T r,b u n al* Porque comomezclan particnlaridadeston 1 1 1 1 £ ^ W u l a d e r a s , «epersonas, no podiendo induci.se á r f ■ J' °MÍ ÍBCreíblcs> muchas el hecho es vanidad, i]1)sión y , ' A8’ Juz^ r á n por ellas que todo

averiguación para examen d e U h s ¡ 'J o ? ™ D° ^ hecho ,a tiempos, y si oídos jam ás creídos sino fi ’ ” 1?nca, 0ldos ea ,<JS antiguos dos en cuentos c o m p u e s t o s P ^ n t l n f L " * " * ” ?

L o segundo, dtoo oue amia! a .-j- ° enimiento 7 fábula.M i « p a c e , y MMta J ^ 6‘ “ pe' “ " “qnier genero de herejía v apostasío y d a ? ” l a j ° r 1 ue ot™ ^ n i-qnier manera que ee cometió annone 1* ^ “ t!“ ° Ca8tig0 ea eua1'f iab iesen puesto en ejecución rt J ° rpezf B’ mUertes y daños nodose en imaginación y sueño aim >bánTi° qU° d a d ° Ga deseo y cumplí- muchas veces antes y después v o n e r i / 0 * * 7 ' l e i e ] t a n d o s e e a hacerlas f mñ,1elidad y en la^ cautivida/dd d em ° p e s e v e r a r en la apostasía ¡on acontecer muchas veces con Pn» - ' , 1 ‘ir‘1Ue Ja8 íleroJías sue-m según ciencia, como dice San P a í l o V ' i ° d e/ )Í08’ 110 andadero guicndo á la Iglesia como á error rmer ^ ! ' teD tin ]os judíos persi- cubierto y por pacto determinado se ° COntra su 1<vy- kei u que á des-y declararse por su enemigo pasándose «i* ^ h° mb,'e aI)artar de Dios

bo, pasándose al remo y campo contrarío del

! / f J . _ SOBRE LAS B ROJAS V LA MAGlA , , ,

mandóse Sata^nVsTn á n ^ d e r ^ - ' ^ ban(íe,'as> í’ éatu no íl'iinsfnr- dad sino 7 01 « P i n t a n d o dulzura v divinéV n r i ó n d i " ! * “ 1,glI,'a fV!ÍSÍma ? torp/HÍma, con hediondeces

e x c e d f ’ " " POiiÍCÍÓn á t0d0 cavidad y luz. estoZ ™ Z Z T < \ * ° daS ,as do los idolatro, Mr-taies m iem bro" * d mf re<;‘ endo cualquier castigo y que se cortenY se ataie el * P° ” °8 7 bodlollíks del cuerpo sano de estos reinos 7 p a t a j e el cáncer a 8angre y fueg0 BÍU di]acidn

niuchris^eO f’ en CUa,lt<> a las Controversias que lia habido y hay entre estriew le ^ ' ^ i 7 ocí;ores antiguos y modernos acerca de la magia,

niéndoló peTr'Tmposibte ’ v ^ t C1'ey¿ndob todo> otl'03 nt"ár!lk!oí te"cierto v r Pi ‘ b y 7 ot a,s medias opiniones, presupongo por ministerio, £ f úngeles malos y apóstatas, de cuyov tpntaniA ’ ^ , m '* J u n t a d usa Dios para castigo de los malosSanto j r i/* 7 Pl° a°!tm tk los buenos, como consta por la historia del torios sa J ÍT* ■ ° S magos dc ^ucaon, nigromancia de Saúl y otras his- tervia no’ a ^ Y mucbas f ’ asi “ fiue suria error ó temeridad ypro- tmeden n ! T ° ; 7 qUe ° S íle,aonios permitidos y con licencia de M ob ¡ Z Z Z T * " * " » raiíí* " » > Pero Sí cobbb maravillosas,apli- eañandn l a ^ ‘‘iStViS> usando de ligereza, presteza ó invisibilidad, en- f itn °S ^ demátí sentidos con apariencias vanas. Conforme á son mi*!, j6 j UG 6 negar ser posible, así tí los ángeles buenos, cuando reiernna ° S’ 1301110 a los malos cuando son permitidos, arrebatar los tratisfi-ir. 6yai i°S ei> J n'ev]'s' n!0 tiempo por el aire sin que sean vistos,der h 8 ri ar8e 7 railwfo m iarlos en varias figuras aparentes, no verá a- ve l í 7 ?> 8e 'ae de Saa ^ t í n y de otros doctores. Esto es lo uni- JícítA v * °^ma> Per0 en lo particular del hecho, en cada caso es muy j.„r i / aUn ? rU en 6 7 dobido, el dudar en las cosas que pueden acon- aup se r 11f UC^ maneras, é inquirir de cuál de ellas aconteció la de mana ^ i presu®c,° 11 Gstá siempre por ¡a vía ordinaria, hu- , , 7 fla Ura ’ 110 averiguándose con los requisitos necesarios mila­gro o exceso sobre lo natural y com ún.

sníififjí 01Aaiko *a m ateria de brujas, tomando en junto todos los casos mana ° 8’ S0f la Cur‘osldad sola y contienda disputar en cuál de las Dor bi'™ !^ 081 ttSi bay an Pasado; pero tomando cada caso particular de o. • ? ^ qUG • . ?U los jweces sabios y prudentes entraren laaveri-

J ’ 8111 P^J111010 ni opinión anticipada de que hava de ser de la Dreo-n f qU- G ° S 8*enferi' -Perqué en procediendo así, ordenarán las P guutas a aquel fin, y siendo las personas, reos y testigos, tan vulga-víptuía ^ i 7 P,erver^doa con falsas opiniones é imaginaciones vanas, y v á o 08 JUeces <l ue los pueden matar ó librar, inclinados ft probar desñaTi6 8t!|1 Uj a Cl>Sft’ Por lisonja y pretendiendo gracia y salvación, ó De.,j- di*8 08 0 u lus por llevar tras sí muchos á infamia, muerte y P ion, demeutados y enfurecidos de la bestia fierísima y padre de

22Ó X O <b 1 A f Junio

mentira, el demonio, dirán mi! Taludados increíbles; y aun es de enten­der que entre las verdades mezclan ellos y su maestro aquellos desati­nos para quitar el crédito á todo, y que sean tenidos por locos, y por sueños é im aginaciones lo que confiesan como hechos. No es cosa muy de extrañar que cosas falsísimas en sí, concurriendo las personas y consideraciones dichas, se comprueben con gran número de testigos conformes, pues se sabe que en las persecuciones de la iglesia opusic- ron los Emperadores gentiles y sus Présides á los mártires santos que en sus juntas y vigilias sagradas mataban y comían niños y se m ezcla­ban hombres y mujeres á obscuras para torpezas y otros delitos ho­rrendos, y se los probaban todos con los dichos de los lapsos que apos­tataban y con los esclavos de los mismos cristianos, que lo declaraban por complacer y librarse de m uerte. Como lo dicen las Iglesias de L o n ­dres y Y ie n a , de Francia, en su epístola á las Iglesias de Asia y F rigia dándoles cuenta do lo que padecieron en la persecución do Vero.

Tratando, pues, de solo el caso presente, considerado lo que con­tienen y en lo que convienen estas confesiones, ac proponen tres ma­neras de verificarlas ó componerlas para que parezca haber pasado en hecho.

ü n a manera es del todo humana, no sin sugestión é intervención m uy grande de los espíritus de maldad, pero invisible como en todos los pecados, usando y moviendo los apetitos humanos y cegando los entendimientos: Que ruines hombres, para cometer fornicaciones, adulterios y sodomías, hubiesen intentado estas juntas secretas, en que uno, el mayor bellaco, se fingiese Satanás y se compusiese con aquellos cuernos y traje horrible de suciedad y obscenidad y, ó naturalmente, ó con algún miembro hechizo, corrompiese ias mujeres, y toda la demás impuridad fuese también postiza, las idas sin maravilla ni invisibili­dad, sino que cada uno fuese y volviese por sus pies; las muertes de niños con veneno, y todo naturalmente y por obras y manos humanas. Para este intento se presuponen las apostasías y rendimiento ó suje­ción al demonio, lo uno para prepararse á tan desvergonzadas y des­almadas torpezas, pospuesto todo temor ni reverenciad Dios; y lo prin­cipal que siempre han usado los que acometen tan graves delitos, m e­ter en ellos muchos cómplices para que sea conjuración poderosa, y á éstos prendarlos con la complicidad de las más feas maldades y más indignas de perdón y merecedoras de mayores castigos que ser puedan, para que asi cada uno calle por sí y no espere remisión confesando y descubriendo la conjuración.

Han acontecido caso» m uy notables de estes en el mundo, y ordi­nariam ente los cubren con nombre do religión y de misterios. E n ge­neral, entiendo y entienden los doctores santos que cubrían torpezas de éstas los misterios Eleusínos, de descubrir verenda; y en los do Baco se mostraba el J}hallo, que llamaban, que era ua pudendo viril hechizo

SOBRE L S EKL'JAS Y MAGIA 2 211 90SJ

m ayor que el natural (1). Toda la fiesta do lo que llamaban Bacanal parece, por Eurípides y otros escritores griegos y latinos, que eran unas jun tas por la mayor parte de mujeres, que debajo de que sallan á reverenciar y sacrificar al dios Baco, comían y bebían hasta furor 7 em briaguez; y con hábito extraordinario, sueltos los cabellos por lo; hombros, vestidas con pieles de fieras, particularmente de tigres y de ciervos, y ceñidas con culebras, con tirsos en las manos, discurrían haciendo movimientos alocados, hiriendo y matando cuanto ganado Y personas se les ponia por delante, pisando y destruyendo las semente­ras, plantas y hortalizas; particularmente se dice que arrebataban les niños de pecho á sus madres y los despedazaban: por estos furores, á estas Bacas les llam an Ménades, locas furibundas. Queriendo encare­cer estos ímpetus con)o sobrenaturales v milagrosos, los gentiles dicen que las Bacas eran llevadas sublimes por los aires, despedazaban toros con las manos y hombree si los cogían, todo lo cual se hacía con furor humano y con la muchedumbre de manos. Véase lo que cuenta en Eu­rípides al B ey de Tebas, .Pentheo, que quería castigar esto y prohibir las juntas do las Bacas, un pastor, pretendiendo espantar al Bey y que se abstuviese como de cosa superior y divina:

Nosotros, con presteza nos libramos, huyendo ios desgan os de las Bacas; mas, con desmidas manos y sin hierro, ellas acometieron los becerros.Viérase allí que alguna arrebataba una gruesa ternera, y con gran fuerza, bramando, alta riel suelo la tenía; otras despedazaban las novillas, y vieras arrojarlas heehaB piezas por alto y por el suelo: aquí un brazuelo, un pie por acullá, y quedar colgados los miembros en las ramas, destilando la reciente sangraza; pues los toros, soberbios antes, y que con sus cuernos pudieran resistir al mis valiente, caían en la tierra derribados con millares de manos de doncellas, rendidos y arrastrados con violencia, que más presto do earne los despojan que tú pudieras, Key, cerrar los ojos.Parten de allí cual aves levantadas con ligera carrera por los campos:

(1) Mullí uros in Ijtú nnyn Mroís. H y ro f] r> t.. lili. TI. 121. .FrioCo.* YéT'-j.f] y u í,,íriaceum, q-uod post.ua e\- rubro torio virilo verrnduni re fe ronde. Foc oivcíi ooUuoi aP ponsum aut ínter .ío inora gestantes, üalr aljaM. in liyoiii.síiü in Bacdtii honor^m*

Magia uaturalia, venofioi phanníxkoi, Nota marginal.)

228 11 O $ I A [Junio

unas por las riberas del río Esopo las toballas espigas derribando; otras los campos Elíseos y los ralles, por bajo el Cicerón, tienen poblados, y cual bravos guerreros enemigos, acometiéndolo, destruyen todo, arrebatando niños de las casas.Y los despojos, tino en los hombros cargan, no les caen, aunque ellas no los atan; llamas llevan ardiendo en los caballo*, pero ellos no se queman ni se ofenden.

íjstaa maravillas de Baco y de sus Bacas cuentan de entonces de los principios de los Bacanales muchas, y aunque son falsas y fingidas por ios poetas, hase de entender que el vulgo creía que Baco podía hacer y hacia en los que se consagraban á él por sus misterios cosas semejantes; particularm ente, le atribuían transformaciones, como lo que cuenta Ovidio de los navegantes tirrenos que convirtió en delfi- nes, y de di dicen que se aparecía en carro tirado de linces y cubierto de pieles de tigre, y que todas éstas eran visiones vanas para espantar con aquellos vanos espectros sitnulacraque inania lyncum, silenos, sá­tiros y demás acompañamiento como de demonios en ia figura que hoy los pintamos. Después se hicieron estos misterios más mansa­mente y se usaban y se redujeron á congregación religiosa entre los griegos, y eran los celebrados Bacanales legítimos y ordinarios, en los cuales y en los misterios Eleusinos y en todos los de los griegos parece, sin duda, que había torpezas carnales para gusto, porque si esto no fuera, ¿para qué habían de hacerlos tan secretos y para qué algunos mancebos nobles, y particularm ente Alcibiades, d más noble y más travieso y lascivo de los griegos, los habían de profanar haciendo mís­tenos particulares en sus casas, siendo cosa que tenia pena de muerte y la que más castigaba el Areópago? Yéase Tucidides y algunas ora­ciones de Andocides y P lutarco en la vida de Alcibiades. Materia es la de los misterios de los griegos digna de saber, y que yo deseo ver tra­tada por algún hombre docto. A lo menos, en los Bacanales extraor-

m arios introducidos con delito es cierto que había torpezas y m alda­des nefandas. Léese un ejemplo de esto m uy notable en Tito Bivio y m uy igno de ser considerado todo ei cuento y su suceso de todos loe jueces, y mas en el Tribunal de la Inquisición, para recato y pruden­cia. Dice que un griego, hombre bajo y sin letras, mas de adivino v eacer o e, vino á la Toscana, el cual no profesaba al descubierto su religión y dootnaa; para pervertir ios ánimos y henchirlos de error decía ser sacerdote de secretos sacrificios. Unos misterios eran éstos que primero los enseñó á pocos, después comenzaron a tenderse entre

os hombres y mujeres; añadiéronse á ia religión gustos de vino y ban-

SOERE L A S BRUJAS Y L A MAGIAI 9 0 8 J SOERE L A S BRUJAS Y L A MAGIA *s 9

quetes con que los ánimos se cebaban. P or el vino y la noche y el esta r

revueltos hombres y mujeres, los de tierna edad con los mayores, be­bían quitado todo respeto y distinción de vergüenza. C o m e n z á r o n s e

al principio luego corrupciones de todas suertes, porque cada uno l>a' liaba á la mano el deleite á que era más inclinado. Xo era un género de delitos, estupros revueltos de varones libres y de m u j e r e s ; niaa eran los estupros de los varones unos con otros que con mujeres;91 algunos no querían padecer ó eran tardos en acometer, no tenían su nada matarlos por sacrificio, antes juzgaban este hecho el más r e l i ­

gioso y meritorio. Que los hombres como fuera de sí, con meneos a r­cados del cuerpo, adivinaban ó recitaban versos; las matronas, en bu* bitos de Bacas, sueltos los cabellos, con hachas ardiendo corrían hasta el T ibris y metían las luces en el agua y las sacaban encendidas, por­que eran hechas de azufre vivo con cal. Con ciertas máquinas arreba­taban los hombres y los tiraban á hoyoso cuevas soterrabas, de donde no salían más; así, decían que los arrebataban los dioses en castigo de no haber querido conjurarse con ellos ó ser cómplices en las maldades, ó no consintieron el estro: que de dos aÜOB acá se había ordenado que no se recibiese en estas juntas ninguno mayor de veinte años, buscán­dolos de edad conveniente para ser engañados y para las deshonestas torpezas. Habíanse edificado Bacana les ó templos para estas juntas ®n Bom a y en toda Italia en mucho número, y los consagrados y conjn- rados eran ya más de 7 ,000, Descubrió esto la diligencia de Postunuo,cónsul en el año de......por delación de Publio Ebiicio é llispala Fa-cenia; estos dos fueron premiados por el Senado y castigados los de­lincuentes conforme á las culpas y edad. Es muy digna de que se lefl toda la historia en T ito L iv io . Tam bién salían de la misma oficina tes­tigos falsos y escrituras, testimonios y sentencias; de allí salían junta­m ente venenos y m uertes secretas y caseras, tanto que ni aun parecían los cuerpos para ser sepultados. Mucho de esto se cometía con engan° y astucia, lo más por fuerza; y cubría las fuerzas que con los aullidos y gritos, ruidos de panderos y címbalos, no se podían oir las voces de los que se quejaban en los estupros y muertes.

E l contagio de este mal dicen que pasó de Toscana á Boma, y principio, la grandeza de la ciudad, donde caben mejor y se sufren más tales maldades, las encubrió, descubriéndose por esta vía: PubU° Ebucio, un mancebo romano, muerto su padre, quedó único á su ma­dre Duronia; ésta se casó segunda vez con un Tito Sempronio Butilio, que temiendo dar euenta de la hacienda del entenado por haber admi­nistrado mal la tutela, determ inó, de acuerdo con su mujer, de nía tarlo ú obligarlo así con algún vinculo. Para esto lo pretendieron ffie ter en estos misterios B acanales— que así los llam aban— , y Ia 111:1 dijo á Ebucio que ella lo había prometido á ellos estando enfermo; que era preciso que guardase castidad diez dias, después de los cuales, ha

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hiendo cenado y Invádese, lo llevarían al sagrario y junta de las Bacas. Ebucio tenía amores con H íspala Fecenia, mujer de amores m uy céle­bre en Roma, que había sido esclava y era libre, y ella Je veras estaba aficionada al mancebo; á ésta dijo él que no le diese pena que dejase de venir á dormir con ella por diez noches, que no eran nuevos amo­res, sino religión, porque se quería consagrará los Bacanales. L a mu­je r oyendo esto so turbó mucho, y le dijo que no hiciese tal, que más le valia morir, que ella habia entrado allí una vez con su señora siendo esclava, que después de ser libre nunca había ido allá; contóle las m al­dades, estupros y muertes que se hacían. Prom etióle secreto Ebucio y que no iría á aquellos sacrificios; de que vuelto á casa dijo á su madre y padrastro que no se quería iniciar, ellos se enojaron ásperamente y lo echaron de casa. Fuese á casa de una su tía y contóle por qué lo habían echado de la suya; la tía le aconsejó que diese cuenta al cónsul Postum io, y él le dio cuenta dieiéndole como Ebueia, su tía, le había aconsejado. El cónsul dijo á Sulpicia, su suegra, si conocía á Ebueia, que vivía en el Aventino; dijo que sí. y que era mujer muy honrada. Mandóle que la hiciese llam ar á casa; vino sólo como á ver á Sulpicia, y estando ambas entró el cónsul como acaso y preguntóle por su so­brino. A Ebueia se le salieron las lágrimas y comenzó á lastimarse del pobre mozo, que, después de haberle quitado su haciéndalos que m e­nos debieran, lo habían echado de casa porque no quería ir á uuos sa­crificios obscenos, y que ella lo tenía en la suya. A o le preguntó más Postum io, y despidió á Ebueia, teniendo por bastantemente abonado al mozo con esto. Luego, la misma Sulpicia envió á llamar á H íspala por orden de Postumio, que declaró cómo había «ido iniciada é ido allí con su ama; pero que doH años había no iba allá ni sabíalo que pasaba. Regaba todo lo demás, y que por desviar á Ebucio había fingido lo de las muertes y estupros; apretóle ol cónsul, diciendo ella que tem ía la ira de los dioses cuyos misterios declaraba.

Cosa será indigna de prudentes y de cristianos creamos á los gen ­tiles que en aqnellos sus Bacanales había más que delitos y torpezas de hombres y de mujeres, sin ninguna magia ni eficiencia visible del demonio, que no se la permitió Dios por no hacerles excusables sus idolatrías y supersticiones, sino que se fuesen unos hombres tras otros engañados con falsa doctrina ad muta dmulacra, que ni se veían mo­ver, hablar, comer ni hacer cosa con que diesen testimonio de viv ien ­tes, cuanto menos que pareciese por maravillosa, sobrenatural y di­vina; y de esto otra vez se puede tratar, que no es concluyente en to­dos casos, y tieue falencias y ejemplos contra sí la Sagrada Escritura.

Considérese, pues, cuán grande semejanza tienen estas juntas ó aquelarres de noche en los campos con los Bacanales, y cuán m ani­fiestos indicios dan las confesiones de que, así como el comer y beber, pasa todo lo demás que allí se hace humana y naturalmente, pues di-

SO BRE L A S BRUJAS Y L A MAGIA 23I1908]

cen que Tan en cuerpo y padecen en él uo sólo las torpezas, sino tam- bién que les alcanzan palos; que si fueran llevadas del demonio coa aquella ligereza que él puede, no fueran tan fáciles de alcanzar, pues dicen se convierten en liebres y que no les dan alcance los galgos: también es prueba manifiesta de esto el venir cansadas de andar, que llevadas así tan en volandas no se habían de cansar nada ó muy poco. Más evidente se hace esto por las vueltas por sus pies cuando las deja en seco el demonio, desapareciendo todo el teatro con haber nombrado alguno el nombre de I 1ÍS ó hecho la cruz; entonces dicen que cada uno vuelve á casa de mal quebranto visible y caminando, como es de entender que fué. Y aquí es muy de notar que van declarando con lisonja y queriendo agradar á los oídos píos y cristianos con decir que tiene tan superior virtud el santiguarse, el santo nombre de IH S, la cruz, el bendecir la mesa y lo demás, todo lo cual se debe tener por falso y supersticioso, pues ni los exorcismos instituidos por la Iglesia en que se invoca y nombra á Dios tantas veces son de tan necesaria é instantánea eficacia para ahuyentar al demonio. Con el mismo intento de complacer parece que dicen aquello de que todo el tiempo que son brujos y mantienen el pacto con el demonio no ven el Santísimo Sa­cramento del A ltar.

L a segunda manera de entender, recibida y afirmada (le muchos, y dicen que confirmada con experiencias, es que sea verdad la entrada d é la s brujas en la conjuración inducidas unas por otras, apostatando y entregándose al demonio por pacto que hacen y prendas que dan á la persona que las indujo, de la cual son enseñadas á hacer venenos, un­güentos y todo lo demás; pero que no ven demonios ni son llevados ni van corporal monte á la jun ta, ni por su pie ni por el demonio, sino que con intención de ir y de hacer y padecer todo aquello, se untan con los ungüentos mágicos, que causan poderosísimo sueño, y luego el demonio, acudiendo ai pacto, representa en sueños uniformes á todos estos sus durmientes la juu ta y los actos de ella, con tan vehemente impresión en la im aginativa, que ellos quedan persuadidos de que les haya pasado en verdad; se complacen de ello y desean procurar volver á lo mismo. Y asi, los delitos se pueden tener por verdaderamente co­metidos para culpa y castigo, aunque no hayan habido las muertes de criaturas y otros dafios en los ganados y campos, todo lo cual sueñan hacer éstos, pero no lo hacen, sino el demonio á sus solas, si no es que también las brujas despiertas den venenos naturales y ahoguen alguna criatura, como lo hicieran sin pacto ni magia ninguna. Cuentanse pruebas que hau hecho en inquisiciones mandando ungirse y caminar por los aires, como solían, á brujas presas, que untadas se han que­dado dormidas, habiéndoseles hecho señales con fuego sin despertar, y que después del sueño cuentan con gran aseveración que fucion y vieron é hicieron y quo les fué forzoso volver á la cárcel.

2 O $ 1 A232 j Junio

El doctor Lagun a, médico del Pontífice Julio III , de feliz recuerdo, sobre un lugar de Dioscórides, en el libro I V , cap. 75, que trata de una especie de solano ó yerba mora, dice de su raíz que bebida con vino en cantidad de un dracm a, representa ciertas imágenes Tanas en la fantasía, gustosas, que deleitan. Cuenta que en el ano de 1545, curando él al D uque Francisco de Lorena, fueron presos dos brujos, marido y m ujer, ermitaños de una erinitilla junto á Nancy, y se les halló un bote de ungüento verde, que él conjeturó ser compuesto de yerbas frías y que causan sueño, como de cicuta, solano, beleño y m an­dragora, del cual usó eu una m ujer de un verdugo de allí que estaba frenética y no podía dormir, untóla toda con aquel ungüento y ella durmió treinta y seis horas, que apenas con ventosas vatros remedios vehementes la pudo despertar. Despierta ella, se quejó mucho de que le hubiesen quitado sus gustos, que dijo había estado eercada de los mayores placeres del mundo y holgádose deshonestamente con un mancebo de m uy buen talle. E ste módico, aun los sueños también y lo que en ellos se representa, parece querer darlos á virtud natural de las yerbas y no á cuidado y sugestión extraordinario del demonio, y parece que se consigue de la verdad de este hecho más que de otras experiencias que refiere el P . del Río de esta suerte, porque aquéllas son hechas en brujas que se untaban debajo de pacto y mala intención; pero en ésta, que el médico untó dormida, ni precedió pacto ni volun­tad de cum plirlo ó de que se lo cumpliese. Pero parécenme muy e x ­traños y muchos y m uy conformes en los cuentos de brujos para que, admitiendo que no les acontecen más q u eeu sueños ó imágenes vanas, se pueda pensar que resulte naturalm ente de las unciones, sin que el demonio se las componga y obre cómo concurran todos los brujos de una jun ta en soñarse juntos y yer unas mismas cosas que puedan con­testar teniéndolas pur pasadas en verdad. Tan gran componedor de falsedades ó ilusiones vanas como el demonio es menester para ésto, y m uy fáciles oyentes para creer todas aquellas testificaciones y que no tengan más palpables fundamentos ni nos certifiquen de ningún hecho.

Favorecen con todo á esta opinión dos consideraciones: una, que los que padecen frenesí y otras enfermedades melancólicas se les sue­len representar visiones é imaginaciones falsas, tan vivas y presentes para ellos, que les mueven con no menor fuerza á pasiones de gusto y disgusto, ira ó afición, y se despeñan tras ellas con mayor ímpetu que los sanos, por el furor y falta del freno de la razón-, á esta enfermedad piensan algunos que llama Catulo morbum imaginosum, y hay buen ejemplo de él en el furor de Orestes, que im aginaba que le perseguían las F u rias ó demonios vengativos por haber él muerto á su madre, y daba voces como que las veía. L a otra consideración se junta con ésta para ayudar con alguna verosimilitud que las confesiones de los brujos

SOERE LAS BRUJAS Y l,A MAGIA1908] 233proceden de cosas que les pasen no sólo entre sueños, sino velando, y que entonces también por enfermedad ú obra del demonio, ó por en ­trambas cosas, vean y se apasiouen con imágenes vanas y que tras ellas se vayan á hacer hechos desvariados y delitos perniciosos, como también los hacen los locos. Porque también en ios misterios de los griegos, en que habían bailes, fiestas, tímpanos y ruidos, cuales son los Bacanales que dijim os y los de Rea ó madre de los dioses y de los Co­mbantes, los qne se consagraban ó dedicaban á ellos oían tímpanos, música, veían bailes y danzas y diferentes fantasmas ó visiones vanas, y siguiéndolas, ó para verlas, salían á los montes juntos en comuni­dad y hacían meneos y jactaeiones con todo el cuerpo alocadamente, de la manera que las cuentan de algunas brujas, particularm ente de Italia y reino de Hapoles, provincia antiguamente habitada do griegos y llamada por eso Magna Qrecia, A sí lo dice Dionisio Ilalicarnasio de aquellos iniciados, que ora. fuesen incitados con ciertos olores ó perfumes, ora con ruidos, ora con el mismo espíritu de los dioses, con­cebían muchas y varias imaginaciones y se apasionaban y hacían como que verdaderamente viesen lo que pensaban ver. Dion Crisóstomo, en la cuarta oración De Regno, dice también que los que andaban á ju n tar iniciados ó consagrados á H ecate, que es Proserpina, mujer dePlutón, rey del Infierno, les prometían que tendrían contenta y favorable esta diosa, la cual solía enviar terribles fantasm as, que ellos contaban en particular, contra los qne estaba irritada. Pleton y Pselo, comentado­res de los oráculos mágicos, dicen que en estos misterios se les apare­cían á los que se iniciaban visiones ó fantasmas de perros y figuras extrañas, qne veíau fuego, luces y rayos. Inducen estas cosas á que se niegue del todo el crédito á los que cuentan eficiencias maravillosas y diabólicas en las juntas de las brujas; pero obligan también á ex a ­minarlas con prudencia y no adm itir las mentiras que ei padre de ellas añade y pone en ia boca de los que son de su bando, por honrarse en ­careciendo y engrandeciendo sus hazañas.

E l tercer modo con que estos hechos y juntas de los brujos se cuen­tan y creen haber pasado, es el más prodigioso y más comúnmente recibido y tenido por llano y conforme á las testificaciones y á la con­formidad de ellas entre sí y al intento del demonio, que es de hacer y de qne los hombres hagan lo más torpe y peor, y él sea reverenciado por ellos en persona con tan obscenas é infames acciones como lasque confiesan. Convencidos algunos escritores, y últimamente el P. del Río en sus Disquisiciones Mágicas, con las experiencias alegadas en favor del segundo modo— y con las que yo alegaría de mejor gana en favor del primero, qne éstas manifiestan que van en persona y aquéllas que ven y padecen sueños y visiones im aginarias— , las jun tan ambas y dicen que se ha de creer, pena de porfiada y obstinada contención eincredulidad, que una3 veces son arrebatadas e n persona y otras veces

*

234 2 O 4> IA [Junio

in fu n d ié n d o le s su e ñ o y re p r e s e n tá n d o le s fantasmas, todo por o b ra d e l

d e m o n io y e n fu e r z a del pa cto , y n o p o r naturaleza de los u n g ü e n to s

n i d e otros m edios, q u e no son sino s ig n o s vanos para otra cosa que p a r a profesión d e l p a cto . E n esta o p in ión se juntan los in c o n v e n ie n te s

y p e r p le j id a d de e n tr a m b a s , y p a r a su confirmación en am bas partes a le g a n lo p o s ib le a l d em o n io , s ien d o p e rm it id o , y la s confesion es y

te st i f ica c io n e s d e m u c h e d u m b r e de p e rso n a s de todos sexos y ed a d es

e n todas la s p r o v in c ia s d e E u r o p a y la autoridad de los T r ib u n a l e s

q u e , s e g ú n e l la s , han s e n te n c ia d o y h ech o castigos m u ch o s y g r a ­

vís im o s.P o r c a d a p a r te se o frece ó c u a lq u ie r h o m b re que te n g a e n t e n d i ­

m ie n to m e d ia n o ta n to y ta n fu e r te q u e o p on er, que no ser ía d em á s p e n s a r q u e h a y m u c h o s re s u e lto s de no c re e r á cuentos se m e ja n te s n i

a u n á s u s m ism o s o jos , y q u e están ta n le jo s de tener esto p o r t e m a

c o n tra la v e r d a d y la e v id e n c ia , q u e antes la juzgan, p o r p r u d e n te i n ­

c r e d u l id a d , m u y p r o v e c h o s a y a co n s e ja d a por el Espíritu S an to y m a n ­

d a d a por C r is t o y por sus A p ó s t o le s en el particular de fa ls o s C r is to s , fa lsos A p ó s to le s , fa lso s P r o fe ta s fa lsos m i la g r o s é i lusiones de a q u e l

p ia l va d o , cujus est advenías secundum operationem Satanae, in omni virtute et signis et prodigiis mendacibm et in omni sedurtione imqidtaíis iis gui pereunt, eo quod charitatem veritatis non receperunt, ut saivi fie- rent. Ideo miitet illis Deus operationem erroris ut credant tnendacio. P a r a esta p r u d e n t e c a u t e la p r o p o n d r é las dificultades que en los dos

m odos, s e g u n d o y te rcero , c a d a u n o d e p o r sí se me o frecen , y m á s en

los dos j u n t o s , q u e v ie n e n á ser com o j u e g o de corregüela: q u e s i se

a le g a n e x p e r i e n c i a s y p r u e b a s c o n t ra el u n o , respóndese con e l otro , y a l contrario ; y se fvu stan to d a s las p r u e b a s , se c ierra l a p u e r t a á

d esca rg o s m a y o r e s y m en o res , y n i b a s ta p r o b a r negativa c o a rta d a ni

b g y r e m e d i o , s in o q u e todo e l m u n d o está expuesto á p e l ig ro d e fa ls a Sedación, e n q u e r ie n d o e l d e m o n io r e p r e s e n ta r falso esp ectro de c u a l­

q u ie r in o c e n te en la s j u n t a s de los b ru jo s ó en sus sueños; ó sin n ad a

d e esto, en q u e r ie n d o g e n te tan i n fa m e y mentirosa co n certa rse p a ra

te sti f ica r c o n t ra e l q u e con v e n e n o n o p u d ie r e n matar, p u e s p ro fe sa n e n e m is ta d y g u e r r a d e n u n c ia d a , com o va s a l lo s del d e m o n io , c o n tra todos los d e l b a n d o d e C ris to . P o r q u e ¿qué evasión le r e s ta r á a l i n o ­

c e n te si le im p o n e n q u e se h a l ló en l a j u n t a d e tal noche, y sea l a de N a v id a d ó R e s u r r e c c ió n ? . . . « E s tu v e en m i c a s a ó en m a it in e s , donde

m e v ie r o n todos los d e l l u g a r ; e r a v u e s tr a fantasm a, co n q u e s u p l í a el

d e m o n io v u e s tr a a u s e n c ia m ie n tr a s vo s e s t a b a is en e l a q u e la r r e . E s ­

tu v e d o r m id a con m i m a rid o y m is c r ia d a s é hijos a lr e d e d o r de m i, c e r ra d a s to d a l a n o ch e p u e r t a s y v e n t a n a s . O era v u e s tr a f ig u r a , ó q u e d a n d o v o s d o r m id a , en tre sueños v is te s y gozastes de la c o n g r e g a ­c ió n , h a b ié n d o o s u n g id o p a r a e l lo .»

A d v i é r t a s e q u e esta o p in ió n , p o r a p r e ta r y no dejar e v a s ió n a lg u n a

soeite LAS BRUJAS Y LA MAGIA1908]23S

á los acusados, se vino á hacer argumentum cormdam y concluir tam ­bién, por la parte contraría, en absolución de todos los reos, por la ra­zón de los académicos y de todos los filósofos en tales casos. Que ai de dos cosas en substancia se nos representa visión ó fantasía sim ilina é indistinguible quo no haya con qué averiguar la diferencia, para no ser precipitado y temerario el asenso, se ha de retener dudando y no asentir ni afirmar á que sea ésto ni aquéllo; y si Pedro y Juan fuesen tan totalmente semejantes (como ha acontecido en gemí nos y se repre­senta en comedias) y el uno hubiese hecho un delito, no pudiéndose averiguar cuál fué de los dos, so deben quedar ambos sin castigo antes de castigar al inocente on duda. Esto es, sin duda, en derecho. Y que estemos en este caso cada vez según la dicha opinión, es claro por lo dicho; pero más claro volvamos á poner el ejemplo en apología como antes se puco en acusación. Acusa el fiscal á una mujer de bruja, di­ciendo que testifican contra ella 50 cómplices. Responde: esas cosas es común opinión que pueden pasar ó en sueño é imaginación ó en repre­sentaciones de imágenes fantásticas que haya representado el demonio en esas jun tas. E l está declarado por mi enemigo capital, convencido por el padre y autor de la mentira; llevó allá mi espectro por infa­marme y hacerme m al, estando yo en mi cama ó en mi retreto, rezan­do quizás; mis puertas y ventanas no se abrieron en toda esa noche, como fingió Stesícoro que lo hicieron sus dioses con H elena. Esto cuando yo no quiera tachar más que al demonio; pero los testigos, por muchos que sean, ¿son tales cuales ellos dicen? ¿Quién habrá en el mundo que condene á esta mujer? A un al mantener sospechas contra ella tengo por juicio tem erario. Júntese con esto lo que referimos arriba para afirmar m ultitud de testigos contestes, tales cuales y con las circunstancias de los que mataban y comían niños y que en la Ig le­sia se juntaban á vig ilias para torpezas entre hombres y mujeres. ¿Quién de los jurisconsultos antiguos no creería entonces que los m ár­tires padecían muy justam ente, convencidos por el testimonio de sus mismos esclavos y de los do su fe y profesión que por temor del m ar­tirio negaban la fe y se volvían á la gentilidad, que llam arían conver­tirse á la antigua religión de sus padres?

Responden el P del Río y otros que no perm itirá Dios que el de­monio haga eso contra el inocente, y que si lo perm itiere hasta prisión y otras molestias, no se lo permitirá para condenación, sino que des­cubrirá antes la verdad. Yo replico que estos autores m uy menos que otros pueden usar de esta respuesta: «no lo permitirá Dios»; porque ellos presuponen las más duras permisiones que jamás se han oído de la divina bondad, como luego diremos. E n cosa tan importante yo me hallo obligado á no callar cosas de las que juzgare por convenientes al verdadero juicio, y los superiores á quien toca, deben advertencia y paciencia, si pareciere y aun si fuere prolijo.

236 V 0 q, r A ¡Junio

A lo p r im e ro , pues, que se alega cuanto á l a po ten cia n a t u r a l del d em o n io , com o de ángel, ya k h e n ^ p resu p u esto y c o n c e d id o . E n

cu an to á la perm isión de ]>ios fle representan m ontes de d if icu lta d es .

L a p r im e r a — que es común doctrina de los S a n to s , e sc r ita s por m u ­

chas h o ja s y con grande elocuencia p o rc a d a u n o , com o cosa m u y e se n ­c ia l p a r a confirm ación de la fe y gloria d e C r i s t o — q u e , v e n c id o , c o n ­

denado y derribado de la tiránide que te n ía en los h o m b re s p o r la

v ic to r ia y tr iu n fo de Cristo, en efecto f ué e ch a d o fu e r a , com o lo p r o ­

m etió el m ism o Señor: Princeps huías mundi jam indicahis est; que h u y e r o n al In fiern o las partes adversas y q u e d e a h i a d e la n te , y m ás

e v id e n t e m e n te después que la iuz del E v a n g e l i o se tendió por el m u n ­

do, q u e d ice E n s e b io fué en los tiempos del E m p e r a d o r A d r i a n o , no se

lo p e rm itió tanto a l demonio como hasta a l l í se Je h a b ía p e rm it id o ;

q u e d e s a m p a r ó los oráculos donde antes so lia dar r esp u e sta s ; q u e c e s a ­ro n la s co stu m b re s bárbaras aun entre las n ac io n e s b á r b a r a s ó infie les,

a n te s de su conversión; que después del E v a n g e l i o n o consin tió D io s q u e en p a r te a lg u n a se sacrificase como antes so lían h o m b re s al d e m o ­

n io n i q u e é l h ic iese apariencias de m ilagros p a r a i lu s ió n y sed u c c ió n d e las g e n t e s y confirmación de la id o latría . E n e sta razón c i ta n E use-

hio y S a n f e o d o r e t o una insigne confesión del m ism o P o rf ir io en los l ibros q u e escr ib ió contra la cristiana r e l ig ió n , q u e á la letra d ice así:

#Y a d m ír e n s e ahora duque du re tantos años la e n fe r m e d a d en la c iu d a d , no v in ien d o ya A visitarla E s cu la p io ni los d em ás dioses. P o r ­

q u e d esp u és q u e es reverenciado I I I S n in g u n o h a sen tido p r o v e c h o a lg u n o p ú b lico de los dioses.»

E s to d i j o — a ñ a d o San le o d o re t o — n u estro m a y o r e n e m ig o , P o r f i ­

r io , y confesó abiertamente que, creído I H 8 , h izo d e s v a n e c e rs e y d es­

a p a re ce r los dioses; porque n acida la luz, e n v ió á las t in ie b la s , com o á m u r c ié la g o s , toda la bandada de ellos. M u c h a s h o ja s p u d ie r a h e n ­c h ir de dichos sem ejantes de los Santos.

C o m p a r e n , pues, ahora los leídos en los a u to r e s a n t ig u o s si en todo el t ie m p o d e la gentil idad y de la m a y o r s o ltu ra d e l dem o n io se h a l la

que h ic ie se j u n t a s de muchedumbre de ge uto y se m a n ifestase en e l la s en esp ec ie v is ib le y pidiese allí q u e b la s fe m a se c o n t ra el D io s q u e croó

c ie lo y t ie r r a y que lo reconociesen á él p o r v e rd a d e r o D io s , señor y

g o b e rn a d o r del m un do , y que con ta n in fa m e s y obscen as a cc io n es le

a d o ra sen y profesasen vasallaje, y quo pa ra co n firm ació n d e éste su p o d er se le p e rm itie se hacer m aravillan , a r r e b a t a r en b re v e t iem p o

ta n tas personas por e l aire, darles poder de h a ce rs e in v is ib le s , a br ir

p u e rtas y e n tr a r sin ser sentidos, m a tar á su s e n e m ig o s y ser señ ores

e as v id a s de todos y , cu fin, an d a r com o dioses ó á n g e le s e n tr e los

om res; y q u e so d ig a que todo esto le p e r m ite D io s p a r a q u e con m a y o r e s p rem io s pueda en gib ar n iñ os y m u j e r e s f laq u ís im as , y q u e con a m en o r tentación de intereses do u n rea l la s p u d ie r a e n g a ñ a r

SOBRÉ t.AS BRUJAS Y I A MAGIAtí>oSJ 237

p a ra p e ca d o y c o n d e n a c ió n , q u e es toda su g a n a n c ia , y q u e eBtn ludi­b rio le sea co n ced id o p a r a c o n t ra p u e b lo s crist ia n o s tos m á s cató licos y

m á s a r r a ig a d o s e n la fe q u e se con o cen e n el m u n d o , n o só d ó n d e t i e ­

n e n la d o c tr in a , la p ie d a d y l a r e v e r e n c i a de l a d iv in a b o n d a d y el

odio, d e sp re c io y a b o m in a c ió n del d e m o n io los q u e esto a f irm a n y d e ­

f ien den y co n n o m b r e d e g r a n d e p ie d a d y v i t u p e r a n d o con nom bro de i m p í o a fec to a los q u e no se lo q u ie re n c r e e r . Y o , á lo m en o s , no quiero

creer á lo s q u e le h an h ech o e l re c o n o c im ie n to q u e confiesan ni á la

boca con q u e lo h ic ie ro n q u e s u P r ín c ip e , e l d e m o n io , h a y a hecho

a q u e lla s m a r a v i l la s , a u n q u e sean apa re n te s , p a r a e n g a ñ a r á los que no

las p u e d e n d is t in g u ir de v e rd a d e r a s , m o n ta n tanto; c u a n to m á s que

d ice q u e el v o la r y dar los d e le ite s p r e s e n t e y v e rd a d e ro es. D e más

cré dito son m u ch o s a u to r e s g e n t i le s , g r i e g o s y la t in o s , q u e yo h e le ído,

y te n g o p o r -curiosidad y p a ra d o c tr in a j u n t o s m u c h o s m ila g ro s q u e

c u e n ta n de sus d ioses, y á c u a lq u ie r m i l a g r o de a q u e llo s le l la m a n

í - i s a v a 0ííüv, a p a r ic ió n ó m a n ife s ta c ió n de los d ioses, con q u e se

m a n ife s ta b a n poderosos y eficaces; y con sor cosas m uy m e n o r e s , sin

co m p a ra c ió n con las q u e d icen estas b r u ja s , no se las cre o , y te n d r ía

p o r v a n id a d y o fe n sa de D i o s el d a r le s cré d ito . P o r d e s v e r g o n z a d o s

q u e sean lo s d e m o n io s , só q u e creihtnt & contremhcunt; c re e n y t ie m ­b la n del O m n ip o te n te ; y que ni los será d ado ni e l lo s , s ién d o les , se a t r e ­

verían á l la m a r s e c re a d o r e s en op osición y c o m p e te n c ia d e l ú n ico y

v e rd a d e r o S e ñ o r C re a d o r . T a m b ié n sé de D io s , por boca de otro A p ó s ­

to l s u y o , q u e es fiel y q u e n o s u fr ir á q u e los flacos, n iñ o s y m u jeres

f ie les sean te n ta d o s con m a r a v i l l a s e x t r a o r d in a r ia s y con fu e r z a s tan

e x tr o r d in a r ia s y con fu e r z a s tan d es ig u a le s d e l dem o n io p a r a q u e él los

v e n z a sin r es is te n c ia y á su sa b o r. ¿ Y q u é h a ce n e n to n ces los án g eles

d e g u a r d a y los san tos a b o g a d o s usa n d o y a el c o n tra r io , no de g u e r r a

in v is ib le n i d e e n g a ñ o s y e s t r a ta g e m a s a stu ta s , q u e es lo q u e le es

d a d o , sino d e p o d e r y v io le n c ia ? ¿ H á n lo d e d e ja r pasar así y no o p o ­

n e r l e ta m b ié n e l lo s su fu e rza ? ¿ D io s h a b r ía de so lta r a s í a l d em on io

y a tar á lo s á n g e le s b u en o s y santos pa ra q u e no puedan r e s is t ir y si­

q u ie r a m o s tra rs e ta m b ié n m a n if iesto s p a r a d e s e n g a ñ a r y a d h o rta r á

p e rs e v e ra r en la fe? ¿ E s p o s ib le quo no le bastan a l d e m o n io todas las

a rm a s de n u estro s a p e t ito s y v ic io s y v ié n d o le D io s d e s a r m a d o y á

nosotros m u y fu e r te s le c o n c e d e u s a r d e a r m a s a v e n ta ja d a s ? P u e s

c u a n to á n u e s tr a f laq u eza cad a u n o se la s a b e , y es m u y d e te m e r de

c u a lq u ie r h o m b re , aun de loa que v i v e n ju s t a m e n t e , lo q u e tem e P l a ­

tó n (Repub. d ia l . Ü): q u e si se les d iera p o d e rs e h a c e r in v is ib le s con e l a n il lo de G ig e s q u e c u e n t a H e ro d o to , q u e no so h a l la r í a n in g u n o

ta n d ia m a n t e q u e p e r s e v e r a s e en la j u s t i c i a y q u e a ca b ase consigo de a b s t e n e r l a s m a n o s de lo a je n o y no tocar á n ad a , p o d ie n d o to m a r l i b r e ­m e n te y s in te m o r de la p l a z a c u a n to q u is ie se , y en tran d o en las casas j u n t a r s e con q u ie n le p a r e c ie r e , m a ta r y so lta r de las p r is io n es a l q u e

*sB l ’ O ^ I A fJUN[0

Jl. d iese gu sto y h a c e r to d a s otras cosas, com o q u e e n tr e h o m b re s a n ­

d u v ie se ig u a l q u e D io s . É sto d ic e P la t ó n en p e rs o n a de G la u c o . M u ­cho m a y o r p o d e r q u e e l d e l a n i l lo y de l a in v i s i b i l i d a d e s el q u e c o n ­ced e esta m a g ia , a d e m á s de in v i s i b i l i d a d y tra n sfo rm a ció n e n y e g u a s

)' P e b re s , y si q u is ie re n p u lg a s , e l a b r ir y c e r ra r p u e rta s sin r u id o ni

sen tim ien to a lg u n o , e l v o l a r por los a ire s . . . No o b sta n te todo esto, m á s p a d e c e n que h a ce n : In óren lo s co n p a lo s y esco p eta s n o h u r t a n un

pan ni se v a n d e la s c á r c e le s , ni l ib r a n á sus a m ig o s de e l la s , n i a u n

los v a n á c o n s o la r c u a n d o éstán p re s o s ó l l e v a r a l l í toda Ja c o n g r e g a ­

c ió n . E a r e s p u e s ta e s t á e n l a m ano: q u e no se lo p e r m i t e D io s . Y y a será m e n e s t e r q u e se lo p r o h íb a , q u itan d o la l ib e rta d del a lb e d r ío ,

p o rq u e u n a v e z co n ced id o el e n tr a r y te n e r la ocasión en l a m a n o , esta

g e n t e c i l l a d e b u e n a g a n a h a r ía lo dem á s. P e r o á la te n ta c ió n , d igo q u e lo s e r á t e r r ib le p a r a m u je r e s y h o m b re s de todos estados si se les

p ro p u s ie s e p o d e r v o la r in v is ib le s á c u m p l ir sus deseos, y q u e n adie t e n d r ía la m u j e r ni la h i ja s e g u r a en casa , n i a u n las m o n ja s y f r a i le s

en lo s m o n aster io s ; y r e c ia cosa es q u e en q u erie n d o h a c e r e l pacto la m u j e r de u n h o m b r e m u y h o n ra d o y m u y c r is t ia n o se le p u e d a ir por

esos a ire s co n todo s los d ia b lo s y co n todos los h o m b re s , q u e no h a y a

re c a to n i g u a r d a q u e b aste á e s t o r b a r lo , y lo q u e es peor, q u e e n tr e ­ta n t o le q u e d a a l p o b r e h o m b r e á su la d o , en su c a m a , e l d e m o n io en f ig u r a d e m u j e r , y q u e sea s ú c e u b o sin é l q u e r e r ni te n e r p acto n i c u lp a . B r a v a in ju s t ic ia i n c l u y e esto. D ir á n los c o m p o n ed o res q u e por otros pecados. C o m o q u ie ra es p e r ju d ic ia l p e rs u a s ió n ésta p a r a el l ib r e uso del m a tr im o n io , los h o m b r e s te m erá n easarse , y casados les d a rá

i m a g in a c ió n á a lg u n o s de si es el d e m o n io el c u e r p o de su m u j e r que t ie n e n c a b e s í y h u i r á n com o del d ia b lo . O tro a g r a v io de los buenos:

q u e se le dó á los m a lo s ta n d e s ig u a l v e n t a ja q u e p u e d an v e n i r v o la n d o

com o á g u i la s ó g r i fo s y m a t a r lo s in v is ib le m e n t e , s a c a r le s los h i jo s de la s casas y a p o s e n to s c e r ra d o s y de las c a m a s p a r a l l e v a r lo s á sa cr if ica r

a l d e m o n io y h a c e r de e l lo s u n g ü e n to s ; a b r ir la s ig le s ia s y d e s e n te rr a r los cu erp o s de los f ie les d ifu n to s . ¿ C o n c e d ió j a m á s D io s a l d em o n io

co n tra in d io s q u e c o m ía n h o m b re s n i co n tra eg ip c io s que a d o ra b a n a jo s y ce b o l la s ta l in f a m ia y s u p e r io r id a d co m o la q u e le dan estos cu en to s de m a la s v ie ja s co n tra crist ia n o s cató licos? ¡ Y q u e se d r a q u e

es h o n ra de D io s c r e e r es to , p o r q u e d icen q u e es señal d e crist ia n o c re e r q u e h a y d em o n io s y s e ñ a l de q u e n o c re e n q u e los h a y e l t e n e r

p o r b u r la c u a n ta s cosas se c u e n ta n de sus d e s a p a r ic io n e s efectos y m a n ifesta c io n es! C r e e r que h a y d e m o n io s ó á n g e le s m a lo s n o sólo los

cris t ia n o s c a tó l ic o s lo cre em o s, s in o todo s los h e r e je s , los j u d í o s y los

m o ro s , y lo e n te n d ie r o n a s í m u ch o s fi lósofos g e n t i l es y e l v u l g o de

los g e n t i le s en g e n e r a l , m a y o r m e n t e los r o m a n o s . E s to no es m e n e ste r

p r o b a r lo , q u e se pu e d e h a c e r u n g ra n libro de so las a le g a c io n e s y es

ig n o r a n c ia m u y fea para c u a lq u ie r h o m b r e d e le tr a s el d u d a r d e ’ esto

1 9 °S ] MOVIMIENTO TEOSIJFICO 2 3 9

A sí, que no se tome por señas de católico la facilidad de creer esto, que antes los moros son los que más atribuyen de poder al demonio, y él se honra do ello y quisiera que le atribuyesen más y más, porque es soberbio y mentiroso, y de estos dos vicios se compone la fanfarria y jactancia que él tiene por extrem o. Solamente es muestra de no ser ateísta el darse á esto, Pero porque haya políticos epicúreos y lucia- nistas que no dan crédito más que á las cosas corpóreas y naturaleza que experim entan en la vida ¿será bien que por huir este extremo y mos­trarnos m uy grandes fieles nos dejemos llevar no solamente de todas las consejas de las viejas, sino de todas las fábulas gentílicas y halle­mos cómo puedan haber sido ciertas todas las transformaciones de Ovidio?

Pedvo de VALtEfiClflCSe conolutji). (1 5 5 5-1 6 3 )

m o o i m i e n f o T e o s ó p i c o

C o m o p r e v i a m e n t e se a n u n c i ó , e l 1 7 y 18 de A b r i l ú l t im o t u v o l u g a r e n G e n o v a e l V i l C o n g r e s o d e la Sección I t a l i a n a . A e s t e C o n g r e s o a s i s t i ó u n g r u p o n u e v o t i t u l a d o «H, P . B l a - v a t s k y » , c o n r e s i d e n c i a e n M i l á n , b a i o la P r e s i d e n c i a d e l d o c ­t o r A l f r e d o P i o d a .

C o m o P r e s i d e n t e d e l C o n g r e s o f u e n o m b r a d o n u e s tr o p a r t i ­c u l a r a m i g o e l c a b a l l e r o D e c i o C a l v a r i , u n o d e los m ie m b r o s m á s a n t i g u o s d e la S e c c i ó n y r e p r e s e n t a n t e d e l G r u p o de R o m a .

E l C o n g r e s o h a a p r o b a d o , e n p r i n c i p i o , l a i d e a de c o n v o c a r e n 1 9 1 1 , e n R o m a , e l V I C o n g r e s o i n t e r n a c i o n a l de la F e d e r a ­c i ó n d e l a s S e c c i o n e s e u r o p e a s , q u e c o i n c i d i r á c o n la E x p o s i ­c i ó n m u n d i a l q u e h a y p r o y e c t a d a e n R o m a p a r a el m is m o año.

H a q u e d a d o c o n s t i t u i d o e l C o m i t é E j e c u t i v o p a r a el añ o 19 0 8 -9 e n l a f o r m a s i g u i e n t e :

S e c r e t a r i o g e n e r a l , O , P e n z i g .T e s o r e r o , R . G , M a c b e a n .

. M i e m b r o s r e s i d e n t e s e n G e n o v a : T e r e s a F e r r a r i s , M a r g h e - n t a R u s p o l i , W i l l i a m H . K í r b y .

M i e m b r o s n o r e s i d e n t e s e n G e n o v a : O l i v . B o g g i a n i , C a r i o P i l l a , D e c i o C a l v a r i , A l d o d é M a g n y y A u g u s t o A g a b i t i .

E l 1 2 d e A b r i l d e 1 9 0 8 b a q u e d a d o c o n s t i t u i d o el p r im e r G r u p o t e o s ó f i c o d e E g i p t o e n e l C a i r o , c o n e l n o m b r e de «E l ­i a s m e t E l - K a d i m » , c o n l a P r e s i d e n c i a de E ía d . la C o n d e s a D i g a d e L ó b e d e f , p u d i é n d o s e d i r i g i r l a c o r r e s p o n d e n c i a a l S e ­c r e t a r i o A r c h i v e r o L e ó n C h a r l e s O l t r a m a r e , boíte póstale,N . 5 0 1 , C a i r e .

2 4 0 - 0 4» 1 \ [JL_Ni0

E l nom bre del nuevo grupo «E l-H ikm et E l-K a d ím » , s ig n if i­ca «La F ilo s o fía A n tig u a» ,— M. T.

E n el lo e a l de la Sociedad Teosófiea en P a r ís se ha em p eza­do el l . ° d el co rrien te un curso g ra tu ito de E sp eran to .

P o r un acu erd o del Consejo G-eneral, t o d o s J o s m iem bros que resid an dentro de los lím ites t e r r i t o r i a l e s de una Sección d eberán a filia rse á la misma, eu lu g a r de e sta r a g re g a d o s á la S e c re ta r ía de A d y a r .

C O R R E S P O N D E N C I A

Lima (Pera) 10 de fibrU de 1908.

EL 3 Y EL 7

S res. R e d a cto re s de S o p h i a ;

E n el núm ero correspondiente a l m es de F eb rero ú ltim o de esa im p o rtan te publicación , p ág , 74 (1), en cu en tro en el ar­tíc u lo « M ovim iento Teosófico» nn p á rra fo en el que se tra ta del v ia je e fe ctu a d o por su P residente el S r , JT. X . , llam án d o se la aten ció n á la rara circu n stan cia de que en las fech as, h o ras, n ú ­m ero de a co m p a ñ a n te s , e tc ,, se en cu en tran siem pre los n ú m e­ros 3 y 7 , b ien sean m ultiplicándose por sí m ism os, en tre e llo s, deducidos unos de otros ó com binados en a lg u n a fo rm a.

M e p arece que el S r. J. S. P . se sorpren de de cosa bien n a ­tu ra l, p u esto que:

E l núm ero 1 es ig u a l á 7 menos 3 , m enos 8.> 2 » » 3 veces 3 , m enos 7 .

3 » > > 3 .4 * » 7 menos 3 .

> » 0 » £ » 3 veces 3 , más 3 , m enos 7 .ti * » 3 m ás 3 .

7> 7 » S » 7 .Tt » 8 » » » 7 más 7 , m enos, m enos 3 ,

9 > * 3 veces 3 .> » 0 » 3 » 3 m enos 3 ,

P o r l o tan to , las sorpresas del S r . J . S . P . n o ten d rán lím ite , pues en todo núm ero encontrará com binadas las c ifra s 3 ó 7.

E l en tusiasm o por lo desconocido debe ser tem p erad o por la fr ia ld a d en el raciocinio, p ara no caer en la obsesión.

D e V eis , m u y a t t o . y s. s.,Ua suscriptor de Lima.

(I ! El comunicante ha sufrido un pequeño error, pues es la pág. 7 5.— L a R e ­d a c c i ó n .

Artes Gráficas; J. Palacios. Arenal, 3Í.