educación básica canina

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Educación Básica Artículo Resumen Leído s Adjunta r fichero Publica do El Manoseo El autor publica este árticulo en Julio del 93 en la Revista de la Canina de Valencia, como fruto de las experiencias acumuladas por los trabajos en educación canina realizada sobre cachorros de todas las razas, entre los 2 y los 6 meses de edad. Autor: Pascual Boronat 2500 0 31/5/200 3 La socialización del cachorro Comienza una semana después de la adquisición del cachorro (a la edad de 8 o 9 semanas)..... Autor: Anónimo 1841 0 31/5/200 3 La estimulación temprana El empleo de la estimulación temprana y una correcta socialización pueden dar como resultado un perro mejor adaptado, más sano e inteligente. 1741 0 31/5/200 3

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Educación Básica

 

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El Manoseo  El autor publica este árticulo en Julio del 93 en la Revista de la Canina de Valencia, como fruto de las experiencias acumuladas por los trabajos en educación canina realizada sobre cachorros de todas las razas, entre los 2 y los 6 meses de edad. Autor: Pascual Boronat

2500 0 31/5/2003

La socialización del cachorro 

Comienza una semana después de la adquisición del cachorro (a la edad de 8 o 9 semanas).....Autor: Anónimo

1841 0 31/5/2003

La estimulación temprana 

El empleo de la estimulación temprana y una correcta socialización pueden dar como resultado un perro mejor adaptado, más sano e inteligente.Autor: Sergio Grodsinsky

1741 0 31/5/2003

¿Realmente es necesario el castigo en el adiestramiento? 

En el adiestramiento tradicional se ve el castigo como una herramienta esencial para lograr la obediencia, el "respeto" del perro y los adiestradores aplican toda clase de acciones, gritos, empujones,

1408 0 31/5/2003

zarandeos, tirones de la correa, etc. convencidos de que es el modo más eficaz de erradicar un comportamiento no deseado ¿Pero es realmente necesario? ¿Realmente funciona?Autor: Benigno Paz Ramos, febrero de 2002

Reforzamiento del vínculo alimentario 

El reforzamiento del vínculo alimenticio constituye una manera natural de establecer una ligadura positiva entre el hombre y el perro y de modificar a nuestro favor competencias y jerarquías, es, además, muy fácil de implantar. Está basado en la utilización de una de las necesidades primarias más fuertes relacionadas con la supervivencia, tal como es la de alimentarse, y en aprovechar la dependencia que tienen de la madre, durante largo espacio de tiempo, los animales evolucionados.Autor: Amalio Lasheras, julio 2002

1020 0 31/5/2003

¿Cómo conseguir que mi cachorro se convierta en un adulto educado? 

Mordiscos, gruñidos, suelo orinado, puertas arañadas, calcetines rotos… Éstos son los problemas con los que se encuentran cada día los nuevos propietarios al volver en casa después de un duro día de trabajo...Autor: Alberto Zafra,

1895 0 29/4/2004

febrero 2004

El Manoseopor Pascual Boronat

INTRODUCCIÓN.

El autor publica este árticulo en Julio del 93 en la Revista de la Canina de Valencia, como fruto de las experiencias acumuladas por los trabajos en educación canina realizada sobre cachorros de todas las razas, entre los 2 y los 6 meses de edad. Dichas practicas se realizaron en primer lugar por mí y a continuación por su propietario una vez a la semana en mi consulta y el resto de los dias de la semana por el mismo y en su propia casa. En la actualidad, son más de 1000 perros a los que se les ha practicado el MANOSEO, en el Centro de Educación Canina de Misana y otros tantos los guías que han apredido a realizar de forma rutinaria dicha actividad. El seguimiento de la conducta del perro, ante las manipulaciones, ha sido comprobada hasta que el perro ha terminado sus enseñanzas en la escuela, un porcentaje elevado a los 14 meses y una minoria a los 24 meses de edad, presentando siempre una alta estabilidad emocional y un adecuado comportamiento. No he tenido constancia de que ninguno de los ejemplares presentara problemas de conducta en el veterinario o exposiciones, a lo largo de toda su vida.

CONSIDERACIONES INICIALES.

Si bien cada perro es único en su forma de ser, cada sexo tiene sus diferencias, y en cada edad tiende a presentar unas determinadas conductas, sobre todo en su etapa de cachorro, cada raza determina, en rasgos generales unas determinadas tendencias. Por ejemplo, los propietarios de un Rottweiler de exposición son conocedores de su reticencia a dejarse ver los dientes ante el Juez de Belleza. Así como los Belgas evitan el toqueteo de sus cataplines o de su rabo. Lo cual no quiere decir que existan Rottis que no se dejen tocar sus atributos masculinos así como pueden existir Belgas que no se dejen ver la boca.

En general a ningún perro le gusta que le exploren o a no ser que haya aprendido mediante refuerzos positivos a sufrir una invasión de ciertas zonas de su cuerpo.

LA INNOVACION.

¿Qué se puede aportar al mundo del perro que no haya sido ya utilizado? Poco, pero muy interesante y útil.Vamos a ver: todo el mundo toca a su perro, le acaricia pero de poco le sirve cuando intenta que se esté quieto mientras le pone unas gotas de colirio en sus ojos. Todos los expositores veteranos tienen unos perros super estáticos mientras estan en el ring o en la mesa de peluquería, pero emocionalmente sosos o apagados. Incluso los etólogos clínicos se han dado cuanta de la utilidad de estas prácticas recomendandolas desde la más temprana edad del perro, pero se han olvidado de una cosa muy importante: del PREMIO. Quizá consideren que la voz sosegada del dueño, las caricias y el empezar la habituación en el 2º mes de la vida del perro son motivo de éxito. Aunque según mi experiencia el éxito es mayor cuanto mayor sea la recompensa y el premio que vamos a utilizar es el refuerzo un instinto primario, de supervivencia: EL AGUA.

OBJETIVO

Habituación del perro a ser tocado por su dueño.

Mantener el estado emocional estable a pesar de las manipulaciones que realicemos en su cuerpo.

VENTAJAS

Estabilidad emocional en su presentación en Exposiciones Caninas y Test de carácter o socialización.

Facilita la labor en la clinica veterinaria (exploraciones, curas, vacunas...) y en la peluquería canina.

Garantiza la dominancia del dueño sobre el perro sin ningún traumatismo para nuestro amigo de 4 patas, diferiendo sobre la producida por la técnica del Dominance-Down.

EDAD IDEAL DE INICIO.

Al principio de la etapa de socialización, en la mayoría de razas caninas, a partir del día 19º de su nacimiento. Lo normal es empezar las prácticas al adquirir el cachorro, NUNCA en la 9ª semana de vida.

ESTABILIDAD EMOCIONAL SEGÚN SU PERFIL CANINO.

Coincidiendo con las observaciones de Daniel F. Tortora, especialista en conducta, clasifico la estabilidad emocional de diversas razas en:

Muy Inestables: Cocker Spaniel, Doberman, Bobtail.

Inestables: Afgano, Pastores Belgas, Collie, Teckel, Pastor Alemán, Caniche Enano, Yorshire Terrier, Podenco Ibincenco, Perro de Aguas Español, Pequinés, Gos d'Atura.

Estables: Akita Inu, Airedele Terrier, Alaska Malamute, Beagle, Boyero de Flandes, Boxer, Chow Chow, Fox Terrier, Pointer, Labrador Retriever, Rottweiler, Schnauzer, Siberian Husky, Perdiguero de Burgos.

Muy Estables: Basset Hound, Gran Danés, Mastín Español, Mastín de los Pirineos, Setters, Bulldog Inglés.

¿DÓNDE REALIZAREMOS EL MANOSEO?

Hasta los 5 meses subiremos al cachorro en una mesa estable, desaconsejamos los bancos donde pueda refugiarse en la pared. Para jóvenes y adultos que se inicien en este ejercicio utilizar una sólida mesa.

Realizaremos las prácticas en una habitación tranquila y sin visitas. A partir de los 6 meses en cualquier lugar con distracciones o en el

club de trabajo.

¿CUÁNDO REALIZAREMOS EL MANOSEO?

Hasta el 5º mes:

Después de mantener una relación agradable con el cachorro y haberle "quemado" parte de su exceso de energía, mediante los juegos de pelotas o mordedores.

Al volver después de un largo paseo por el campo. ¡Cuidado con el agua!

Para jóvenes y adultos novicios: Tras las practicas de trabajo, paseo en bicicleta, después de un fuerte ejercicio físico.

¿CÓMO REALIZAREMOS EL MANOSEO?

Subiremos en brazos al perro a la mesa, capturandole, y no llamándole para que venga. Le daremos un mini trago de agua y le diremos: Prou (en valenciano: bastante) que te la terminarás, el agua no, la sed. Retirándole a continuación el bebedero que lo dejaremos en un banco adjunto y no encima de la mesa.

Empezamos el manoseo en el siguiente orden:

Cogiendo su cabeza como si fuera un sandwich formado por nuestras manos dejando libres nuestros 2 pulgares. Con habilidad si hace falta nos podemos auxiliar de la correa o el collar. Bajar el párpado inferior, si la coloración de la mucosa es rosada o roja el perro está normal, si es blanca o pálida puede sufrir algún tipo de anemia. Al comprar el perro observar si existe entropión (pestañas que contactan con el globo ocular) o ectropión (caso inverso). En las primeras prácticas no quitarle ni las legañas.

Reteniéndole de la parte inferior del cuello con una mano, con la otra observaremos cada una de las orejas. Tener la precaución que aconsejan los otorrinos: no meter en el interior de la oreja nada más pequeño que el codo. Podemos limpiar el pabellón externo de la oreja, por su cara interna, con toallitas que existen ex profeso en el mercado. No utilizar bastoncillos. En las primeras prácticas no arrancar los pelos internos, si nuestro perro es del colectivo de razas en que es aconsejable realizar dicha función.

Sujetar con firmeza con una de nuestras manos, la piel de la parte inferior del cuello, en el punto donde debajo de la boca del perro se inicia la papada. Con la otra mano, no abrirle la boca, sino levantar los belfos laterales uno a uno y por último la zona de la trufa para ver sus incisivos. CUIDADO en no ejercer presiones en la nariz, aplastarle los pelos del bigote produce dolor sobre todo en las razas de perros que tienen cerdas duras.

En las primeras prácticas no limpiarle la suciedad de su trufa, de restos de comida o tierra.

El cachorro debe permanecer de pié sobre sus cuatro patas, si se sienta, debemos colocar una mano en su ingle, frontalmente, de manera que la palma de nuestro mano contacte con la cara interna su muslo, de inmediato se levantará, con la mano que nos queda libre acariciarle el dorso, grupa, flancos y rabo. Después pasarle una carda o manopla de goma sin grandes afanes de limpieza.

Los perros no tienen clavícula y sus brazos entroncan con su caja torácica mediante tendones, es lógico que recelen de que se les provoque alguna lesión. Si toleran que levantemos y doblemos sus metacarpos, muñecas hacia atrás para explorar sus membranas interdigitales, buscando espigas del campo, garrapatas. Después de las prácticas iniciales podremos aplicar ceras endurecedoras o aceites para curar sus grietas.

Traccionar sus piernas hacia atrás podremos observar las almohadillas plantares, al tocarle con nuestros dedos produciremos cosquillas, algunos ejemplares dan coces.

Es la prolongación de la columna vertebral, por lo tanto una zona sensible, debe tratarse con delicadeza. No levantar en exceso, duele. Dialogar con el Dr.Veterinario para evitar introduzca el termómetro para comprobar su temperatura o para comprobar si tiene parásitos, a no ser que sea imprescindible. Es probable que al observar la estabilidad de nuestro cachorro opte de realizar exploraciones excesivas.

En el 6º mes de vida del cachorro, deben de haber descendido hasta el escroto, comprobar si hay dos. Practicar a encontrarlos mediante la utilización del dedo pulgar, índice y corazón. No hace falta verlos, con tocarlos con rapidez y suavidad, sobra.

En las primeras sesiones utilizar un pulverizador, después pasaremos al uso del ruidoso spray. No pulverizar ni en la cabeza ni en el pecho. Cepillar todo su cuerpo con una carda suave, primero por el envés y después por la parte correcta de la carda, donde están las púas.

Utilizar un premio al que ningún perro puede renunciar: EL AGUA. Destribuirla puntualmente: Primero al subirle a la mesa y después de cada manipulación de cada una de las partes del cuerpo darle un pequeño sorbo de agua, de forma que al perro le quede sed, que podrá saciar cuando estemos realizando la última intervención. mientras pulverizamos y cepillamos su cuerpo.

El hecho de satisfacer la necesidad de beber permite al perro deducir que el manoseo es positivo y agradable, incentivándole a colaborar en dicha actividad.

OBSERVACIONES

A las dos semanas de prácticas, antes de bajarle de la mesa y después del último trago de agua, colocarle en "stat" unos 5 segundos, bajarle en brazos y mostrarle nuestra alegría palmoteando nuestras manos.

Si el cachorro se resiste a ser manipulado, hay que fatigarle más en los juegos o paseos y realizar el manoseo con mayor brevedad "mordiendole" con nuestra mano izquierda, debajo del cuello, en la parte alta de la papada. Cuando cesen sus devaneos darle un trago de agua, acariciarle cualquier parte del cuerpo no conflictiva y paciencia. El cachorro necesita comprobar que no vamos a causarle ningún daño. No gritarle NUNCA.

No practicar el manoseo mientras come. Todos los objetos que utilicemos en la manipulación le serán

presentados con anterioridad para que los huela. Al principio ser breves, podemos realizar el manoseo en tres

minutos. No es conveniente practicar los ejercicios en la novena semana de

vida del cachorro, nuestro can necesita disputar su jerarquía, si le vencemos quedará muy hundido moralmente y si perdemos tendremos que cambiar de lugar de prácticas, incluso necesitaremos de alguien que nos ayude.

Si a nuestro perro no se le ha manoseado , empezar los ejercicios como si fuera un cachorro, subirle a la mesa un rato, darle de beber y empezar desde el principio, hasta realizar las prácticas en el suelo.

Al terminar la sesión del manoseo, comprobar en que medida le ha afectado a nuestro amigo, el realizarle este ejercicio: si quiere jugar con nosotros podremos aumentar las manipulaciones, si por el contrario nos

huye y se esconde dejarle solo. Procurar que en la siguiente sesión que tenga una mayor sed, mayor fatiga y más breves en el manoseo.

La primera práctica vale por un millón, luego mentalizarse que vais a trabajar, tener todos los preparativos y actuar metódicamente. Suerte.

NOTA FINAL.

El autor autoriza la reproducción de este artículo siempre que se cite la fuente.

AUTOR

Pascual Boronat [más sobre el Autor]E-Mail: [email protected]: Centro de Educación Canina Missana

La socialización del cachorropor Anónimo

Comienza una semana después de la adquisición del cachorro (a la edad de 8 o 9 semanas), llévelo un día a una nueva situación que nunca antes haya visto. Esto lleva alguna planificación, pero merece la pena el esfuerzo.

8 semanas

Un paseo (suelto de la correa) en un prado o dehesa con la hierba medianamente alta. Deje que le acompañe, sólo con la voz. Anímele para que suba sobre algún pequeño montón de tierra o sobre algún leño. Elogie sus esfuerzos por hacer algo que nunca había hecho antes. Camine a un paso tal que no le haga fatigarse por mantener un ritmo demasiado alto. A esta edad el deseo de quedarse junto a usted es muy acuciado. Básese en eso. El paseo no debe de durar más de 20 minutos.

9 semanas

Otro paseo, este vez en los bosques. Hay hierba más alta y maleza. Debe de subir de vez en cuando sobre los troncos pequeños (Lo suficientemente grandes como para constituir un desafío). Que suba y baje cuestas, sobre las piedras, sobre un banco pequeño. Una situación perfecta podría darse al atravesar un riachuelo. Le cubrirá por el pecho. Bregará hasta la orilla para seguirlo. Cruza por una alfombra espesa de hojas que crujan cuando sea pisada. Elógielo continuamente. Alábelo por enfrentarse al desafío. El paseo durará aproximadamente 20 minutos.

10 semanas

Igual que a la edad de 9 semanas pero un poco más difícil. De vez en cuando escóndase un momento de él cuando esté distraído en los bosques. Mírelo. ¿Se da cuenta de que usted ha desaparecido? Si lo hace, y empieza a buscarlo, aparezca de repente y alábelo profusamente. Si no lo busca, lance una piedra para hacerle notar que usted ha desaparecido. Luego llámelo desde su escondite. Cuando empiece a buscarlo, usted aparece y lo alaba. Esto le enseñará, tras repetirlo una y otra vez, a ir pendiente de usted cuando camine por los bosques, en lugar de tener que estar usted pendiente de donde él se encuentra. Esto le hace tomar la responsabilidad de quedarse con usted. Juegue a este juego una y otra vez durante muchas semanas hasta que no pueda esconderse de él sin éste se de cuenta. Esto sólo será necesario trabajarlo mientras sea joven.

11 semanas

Llévelo a nadar. Sosténgalo donde el agua le llegue a usted por las rodillas. Enfílelo hacia la orilla y permítale ir suavemente. Asegúrese de que levanta la cabeza y se dirige hacia la orilla. Tenga alguien en la orilla para que lo anime de una manera positiva. Otra estrategia para esto es entrar en el agua e incitarlo y animarlo para que le siga. ¡No tire de él! Cuando haya terminado llévelo fuera, lo seca y se marcha a casa. No permita que se enfríe.

12 semanas

Haga un viaje a la granja. Permítale ver vacas, caballos, pollos y cualquier otro animal que usted pueda encontrar. Es el momento de sujetarlo con la correa. Asegúrese de que está a salvo de los animales y permítale acercarse lo bastante como para olfatearlos. Esta excursión puede llevar 20 o más minutos. Tenga una actitud positiva con respecto a los animales. Sea indiferente a todos, como si fuera esto lo que suelen hacer todos los cachorros de 12 semanas.

13 semanas

Llévelo a la ciudad sujeto con la correa. Paséelo por una calle principal donde haya circulación. Él verá y oirá los automóviles, camiones y tráfico pesado de la calle. Verá pasar de largo muchos peatones, bicicletas y repartidores con carritos de mano, etc. Ésta debe ser una excursión corta, aproximadamente de 10 minutos. Elógielo abundantemente por el comportamiento positivo. Muéstrese indiferente y esperanzado Cuando vuelva al automóvil, alábelo de nuevo por su proeza admirable y valor.

14 semanas

Un viaje a la playa o a algún otro lugar especial donde nunca haya ido. Quizás un viaje al colegio local, cuando todos los niños estén saliendo.

Permita a los niños que se detengan y lo acaricien. Permítale a él que vea y esté en la muchedumbre.

15 semanas

Otro viaje a la ciudad.

16 semanas

La edad principal para la mayor parte del aprendizaje de su cachorro ha concluido. Usted de la proporcionado con ilusión una amplia gama de experiencias. Si ha realizado todo esto fielmente, le habrá enseñado lo más importante de todo lo que hay que aprender y lo mantendrá el resto de su vida, permitiéndole seguir aprendiendo en lo que le queda de ésta.

17 a 21 semanas

Éste es un mal momento para someter a su cachorro a un stress tal como viajar en avión, una visita al veterinario, acercarse a una perrera o cualquier otra situación amenazante. Muchos cachorros actúan de manera muy temerosa a esta edad. Éste debe ser un momento tranquilo en sus vidas.

Condicionamiento a la orden "Ven"

Esto significa enseñar a su cachorro a acudir a su llamada sin vacilación en el momento en que oiga la orden "Nombre ven".

Comience a usar este método tan pronto adquiera su cachorro. Funciona tanto mejor cuanto más pronto comience en cachorros muy jóvenes. Cuente con perder unos minutos diarios en esto durante varias semanas. Consiste en construir una respuesta condicionada a la palabra 'Ven' como ocurre en un perro adulto. Se procede de la siguiente manera:

Empiece cuando el cachorro esté en su casa cerca de usted, por ejemplo en la cocina. Tome un pedazo pequeño de queso o salchicha o cualquier otro obsequio que a su perro le pueda gustar. Póngase rápidamente en cuclillas y diga "Nombre ven" con mucho entusiasmo. En cuanto el cachorro llegue a usted, dele inmediatamente el obsequio y elógiele mucho. Luego regrese a lo que estaba haciendo. Unos minutos después repita el proceso.

Durante el primer día puede hacer esto 4 o 5 veces. La última vez que lo realice él acudirá rápidamente. Al día siguiente, no se acuclille y el resto del ejercicio es de la misma forma. Cuando lo realice correctamente, aumente la distancia, el resto del ejercicio es el mismo. Con el tiempo conseguirá realizar el ejercicio cuando el cachorro se encuentre en otro cuarto. Luego pruebe este ejercicio cuando ambos se encuentre en el jardín.

Después de aproximadamente 2 o 3 semanas de hacer esto, dele el premio una de cada dos veces de las que acuda, y elógiele abundantemente el resto. Utilice la recompensa cuando se encuentre en una de sus excursiones. Llámele siempre con, "Nombre ven". Si no viene en alguna

ocasión vuelva al lugar donde obedeció la última vez que usted le llamó y posteriormente lo elogia. No le permita nunca escaparse o negarse a venir. Esto es lo más importante que puede enseñar a su perro. Cuando usted dice "Nombre ven", él debe acudir siempre. ¡Sin excepción! Utilice cualquier otra palabra o expresión para que acuda cuando no es tan urgente que venga. Por ejemplo, yo uso "Nombre ven aquí" u otra frase parecida. Esto es para la vida diaria, cuando lo llama casualmente. Use "Nombre ven" cuando es esencial que el perro acuda a usted.

Nunca llame a su perro para castigarlo. Si se porta mal y necesita una corrección atrápelo y corríjalo. Si corre de usted, vuélvase en silencio, mirándolo fijamente todo el tiempo. Él comprenderá que no es un juego si lo hace silenciosamente mientras lo mira fijamente. Si no puede hacerle esta manera y hay el peligro de que se aleje y se pierda, llámelo para que regrese, elógielo y olvídese del castigo.

Cuando use este método para enseñar la llamada, no permita. que el cachorro sepa cuando usted tiene el obsequio y cuando no. Debe ser una sorpresa. A medida que pasen las semanas y realice el ejercicio 3 o 4 veces por semana recompense al perro cada tres veces más o menos, dependiendo de la respuesta de cada perro. Cuando alcance los 5 meses aproximadamente, debe de ser muy fiable en el ejercicio de la llamada, acudiendo desde cualquier distancia y con distracciones. Más tarde será adiestrado más en serio en la llamada de obediencia, sin las recompensas y se condicionará siempre a acudir, con lo cual podría algún día salvar su vida.

Este método no le llevará mucho esfuerzo. Es simplemente cuestión de no olvidar hacerlo una o dos veces todos los días. El resultado compensa sin duda alguna el esfuerzo.

AUTOR

Documento en Inglés obtenido de la red no recordamos el link, pero decía que el autor es anónimo.

Traducido por : corbyE-Mail: [email protected]

La estimulación tempranapor Sergio Grodsinsky

El empleo de la estimulación temprana y una correcta socialización pueden dar como resultado un perro mejor adaptado, más sano e inteligente.

Recordemos que las diferencias de capacidades entre individuos - humanos y perros - no se basan solamente en raíces genéticas: La mayoría parece disponer y provenir de aquellas habilidades ejercidas, y no de los dones que no se practican. Los investigadores han estudiado este fenómeno y buscan nuevas vías para estimular en pos de acrecentar las habilidades propias y naturales.

Algunos métodos producen efectos hasta el final de la vida, y muchas de las diferencias entre individuos encuentran explicación en el uso sistemático de la estimulación temprana. La clave consistiría en agregar una justa cantidad de stress  cuando joven, en plena formación, ni demasiado ni poco.

Al nacer, los ojos y oídos del cachorro se hallan cerrados; su sistema digestivo tiene limitada la capacidad, requiriendo periódicamente del estímulo materno (La progenitora lo lame a fin de promover la digestión y evacuación). En esta edad, el individuo canino sólo es capaz de oler, mamar y arrastrarse hacia la fuente protectora. La temperatura corporal depende del contacto cercano con su madre o del agruparse, en montón, con los demás cachorros de la lechigada.

Durante estas primeras y pocas semanas de inmovilidad -o casi-, los estudios determinaron que por su inmadurez y mínimo desarrollo intelectivo, los caninos son sensibles a una limitada clase de estímulos: los táctiles, los t&eacut;rmicos (temperatura) y los de movimiento (posición corporal). Otros mamíferos, como las ratas y los ratones, probaron una sensibilidad similar a dichas estimulaciones primarias.

Estudios intencionales demostraron que retirando del cubil (paridera) por tres minutos al cachorro, una vez diaria y durante los primeros 5 a 10 días de nacido, se produce un descenso de temperatura corporal por debajo de la normal. Esta simple forma de tonificación fue suficiente para estimular el sistema hormonal del cachorro, así como su adrenal y pitituario. Y más tarde, ya adultos, eran más capaces de resistir el stress que otros perros no expuestos a similares ejercicios de estimulación temprana.

Sabemos que el electroencefalograma (EFC) se utiliza a fin de medir la actividad eléctrica del cerebro y, por añadidura, determinar los cambios producidos por emociones, stress, tensión muscular y variaciones respiratorias. Lo cierto  es que el EFC muestra -en cachorros caninos y felinos incentivados con estimulación temprana- un porcentaje de maduración mayor y una mejor perfomance en la resolución de test de inteligencia, activa y pasiva, respecto a ejemplares nunca estimulados.

Se carece aún de información acerca de la óptima cantidad de estímulos necesarios para lograr animales psicológicamente superiores; no obstante, todos los científicos coinciden en el real aporte de la estimulación temprana.

Aplicación militar

El ejército de los EE.UU. desarrolló una metodología aplicada que sirve de modelo adaptable. En un esfuerzo por mejorar el rendimiento de los perros

empleados con fines militares, se diagramó un programa, denominado Bio-Sensor, al que el público después conocería como el "Sistema Súper Perro".

Basándose en años de estudios, los militares norteamericanos descubrieron que los ejercicios de estimulación neurológica temprana inciden favorablemente en la vida adulta del can y otras especies.

Las observaciones confirmaron que existen períodos específicos de tiempo en los recién nacidos donde la estimulación obtiene ventajosos resultados. El primero va del 3ro. al 16vo. día de vida, lapso de un veloz desarrollo y crecimiento neurológico. Como resultas de estos estudios, se obtuvo una serie de ejercicios que afectan positivamente al sistema neurológico e incrementan las capacidades intelectivas de los individuos.

Cinco beneficios ocurren en perros expuestos al programa del Bio-Sensor:

mejoramiento cardiovascular; en consecuencia, latidos más potentes, glándulas suprarrenales más eficientes, resistencia al stress, mayor inmunidad a las enfermedades.

En actividad de aprendizaje, según el test, los cachorros estimulados probarían mayor movilidad y respuestas, más curiosidad y actitudes exploratorias que sus hermanos ajenos a la experiencia del Bio-Sensor, pero, además, fueron los dominantes en situaciones competitivas. Un solo problema de resolución de pasaje por un laberinto mostró diferencias notorias: Los cachorros estimulados se comportaron con más calma en este test ambiental, cometieron pocos errores y dieron un solo ocasional signo de angustia, en tanto que loso tros se estresaron bastante, gimieron e incurrieron en muchos errores.

Socialización y Estimulación

A medida que cada animal crece, factores externos influyen en su desarrollo como individuo. La estimulación temprana actúa sobre la primer etapa; la segunda corresponde a la socialización, pero ésta también posee una limitada ventana para actuar. Cuando el etólogo Konrad Lorenz escribió por primera vez (en 1935) acerca del referido proceso se refería al imprinting (1)

y su importancia en el desarrollo posterior del animal. El imprinting sucede en la vida temprana, toma paso muy rápidamente  y parece conseguir resultados muy duraderos.

Estudios de socialización confirman que el período crítico para el establecimiento socioconductal de los caninos se produce entre la 4ta. Y 16va. Semana de vida. Durante ese lapso dos cosas pueden resultar negativas:

insuficientes contactos sociales consiguen afectar el justo desarrollo emocional, perjudicando el buen vínculo con sus congéneres y/o el humano;

a sobreprotección materna, en ocasiones impide la suficiente exposición a otros individuos y a situaciones que tienen influencia en el desarrollo y crecimiento.

De hecho, la falta de adecuada estimulación social, tal como el manoseo humano, y la sobreprotección materna, así como la carencia de contacto con otros seres humanos y caninos, indefectiblemente afectan al desarrollo psicológico del cachorro.

La mayoría de los estudios coinciden que en todas las especies una falta de adecuada socialización deviene en conductas inaceptables, agresiones indeseables, miedos, trastornos sexuales e indiferencia hacia sus compañeros.

El actual estilo de vivir y las tiránicas ocupaciones, a menudo se traducen en descuido para con nuestras mascotas. Les dedicamos apenas un ocasional paseo y a sitios donde rara vez hay congéneres o personas extrañas. En muchos perros, el aislamiento y el hastío los mal dispone, manifestando conductas agresivas hacia ellos mismos en forma de mordiscos. O atacando a la gente e incluso a las  cosas, y haciendo pozos, por mencionar algunas conductas indeseables.

Es indudable el beneficio de la estimulación temprana y la adecuada socialización; el riesgo reside en desconocer el umbral del mayor o menor estímulo, del apropiado. Del mismo modo, los intentos de resocialización en adultos dan pocos resultados (Lo que confirma el concepto de la ventana oportuna en la estimulación temprana y en las socializaciones; ésta se abre una vez y, luego de cerrada, los efectos son mínimos).

Enriquecimiento para toda la vida

La tercera y etapa final en el proceso de crecimiento intelectivo y desarrollo recibe el nombre de Enriquecimiento. A diferencia de los dos estadios anteriores, este período no posee una ventana límite de oportunidad. Enriquecimiento significa la suma positiva de experiencias que tiene un efecto acumulativo sobre el individuo.

Las típicas experiencias enriquecedoras implican la exposición a una vasta variedad de intereses, nuevas y excitantes vivencias con oportunidades de investigar, manipular e interactuar con el entorno.

Al mensurar perros adultos, los resultados demuestran que animales criados en ambientes ricos, interesantes, disponen de la tendencia a ser más inquisitivos y capaces para realizar tareas dificultosas.. Observaciones realizadas por los conductistas caninos Jhon Paul Scott y Jhon Fuller, entre otros, mostraron que los cachorros receptores de baja estimulación han de convertirse, en individuos miedosos, los cuales prefieren la 'seguridad' a investigar.

Paseos regulares al parque, clases de adiestramiento, son algunos ejemplos de Enriquecimiento.

Descriptas las tres etapas, cabe detallar el método Bio-Sensor (2).

El método Bio-Sensor

Este método debe realizarse entre los tres y los dieciséis días de edad. Para su buen resultado requiere del manejo de cada cachorro individualmente, una vez por día, y realizando cinco ejercicios (3), los cuales estimulan a los perritos de una manera que ellos jamás conseguirían a tan temprana edad. Cada ejercicio demanda de 3 a 5 segundos.

La práctica es la siguiente:

Estimulación táctil.

El guía, sosteniendo al cachorro en una mano, ha de realizar un cosquilleo suave en una de las manos o pies del perrito (sólo en una/o), puntualmente, entre sus dedos y mediante un Q-tip. No es indispensable repetir el ejercicio en todos los miembros.

Contener la cabeza erguida

El instructor, usando ambas manos, pondrá vertical al cachorro, sosteniendo derecha su cabeza, de tal forma que ésta quede por encima del tronco.

Poner la cabeza hacia abajo.

Después de tomar el cachorro firmemente con ambas manos, la cabeza será apuntada hacia abajo, en dirección al suelo.

Posición supina

Se toma al cachorro de tal modo que su espalda, repose en las palmas de las manos del guía; allí se le permite que duerma o luche hasta acomodarse a gusto.

Estimulación térmica.

El instructor, utilizando una toalla húmeda y enfriada en el refrigerador durante cinco minutos, apoya al cachorro sobre ella, situándose con los pies hacia abajo. Si quisiera salir de la toalla, deberá contenerlo.

 

NOTA: Se reitera que estos ejercicios no se repetirán, realizándose una sola vez por día, ni se extenderán más de lo recomendado. La experiencia demostró que algunos cachorros se oponen a ciertas pruebas; en tal caso, proceder suavemente, intentando no estresar al pequeño, pues la sobre estimulación del sistema neurológico podría producir resultados negativos.

Referencias en el texto:

(1) Aquí la palabra inglesa imprinting, traducible como impresión y que alude a impreso (copia de una matriz de imprenta), no sólo se refiere al comportamiento denominado troquelado, sino y específicamente a la impronta.

(2) El autor de este artículo ha puesto en práctica este método en varias camadas nacidas en su criadero, pero, debido a su acción sobre la fisiología de los cachorros, aconseja no emplearlo sin la correspondiente consulta con su veterinario y bajo su responsabilidad.

(3) El orden de realización de los ejercicios no incide en la metodología.

BIBLIOGRAFÍA:

Biología del comportamiento, K. Lorenz; revista Gazette, Mayo 1995;

Estudio de activación, FFAA de los EEUU; J. Bohutoul.

Fotos: Cathy Lew, SoftMaple Curlies.

Este artículo fue publicado por primera vez por el autor en la revista Cans & Cat's Nº 13, Julio-1996.

AUTOR

Sergio Grodsinsky [más sobre el Autor]E-Mail: [email protected]: http://personales.ciudad.com.ar/sergiogrod/

¿Realmente es necesario el castigo en el adiestramiento?por Benigno Paz Ramos, febrero de 2002

En el adiestramiento tradicional se ve el castigo como una herramienta esencial para lograr la obediencia, el "respeto" del perro y los adiestradores aplican toda clase de acciones, gritos, empujones, zarandeos, tirones de la correa, etc. convencidos de que es el modo más eficaz de erradicar un comportamiento no deseado ¿Pero es realmente necesario? ¿Realmente funciona?

Podemos definir el castigo como: la acción o suceso desagradable o aversivo del adiestrador o del entorno que se presenta al mismo tiempo que un comportamiento que realiza nuestro perro y que hace que dicho comportamiento desaparezca o reduzca su frecuencia. Se disminuye la probabilidad de que la respuesta instrumental/el comportamiento que se ha corregido/castigado se repita en el futuro.

Como nos dice Karen Pryor en su libro "¡No lo mates…enséñale!". Un castigo ejemplar sería "matar", desprenderse del animal ("muerto el perro se acabo la rabia") y nos muestra otros modos de modificar la conducta sin llegar a estos extremos. Sin duda con este planteamiento se erradica el comportamiento al desprendernos del animal que lo realiza. Es una corrección ejemplar y definitiva pero en absoluto práctica con nuestros animales de compañía. Veamos un ejemplo de las soluciones radicales que normalmente adopta la gente: si el perro se sube al sofá, regalan el perro y

de ese modo el sofá es todo para ellos, o bien le impiden el acceso a la habitación donde se encuentra el sofá, manteniendo al perro en el jardín, por ejemplo. Personalmente considero que estas "soluciones infalibles" no son aceptables, no son soluciones verdaderas, aunque lamentablemente son las que muchos propietarios, en su frustración, terminan adoptando con sus perros.

Con demasiada frecuencia en el adiestramiento tradicional el adiestrador centra su atención y energía en castigar el comportamiento no deseado ignorando el comportamiento correcto del perro. Se crea un círculo de trabajo en negativo que deteriora la relación amo-perro, reduciéndose la motivación y la predisposición al aprendizaje del animal.

El castigo es una potente herramienta de trabajo de la que se abusa, en el adiestramiento tradicional, en el intento de conseguir resultados rápidos, y en la mayor parte de las ocasiones sólo sirve para descargar la frustración del "maestro". Debemos recordar que hace mucho tiempo que se ha superado aquello de que "la letra con sangre entra" y el aprendizaje de todos los animales se rige por los mismos principios, y por eso el castigo tampoco es necesario en el adiestramiento.

Aunque en algunas ocasiones el castigo puede ayudar a controlar el comportamiento del alumno el castigo no le enseña nada al perro ni facilita su disposición al aprendizaje. Creo que todos deberíamos recordar esto antes de corregir a nuestro perro.

El adiestramiento debería ser una actividad divertida para perro y amo.

¿Por qué se sigue insistiendo en la utilización del castigo en el adiestramiento

Cuándo los métodos positivos son más fáciles de aplicar, dan mejores y más rápidos resultados y son mucho más agradables para perro y amo?

Por ejemplo el adiestramiento con el clicker hace posible comunicarle al perro que es lo que deseamos reforzar en el preciso instante en que ejecuta la acción y permite que tanto el adiestrador como el perro centren su energía en aquellos comportamientos que se refuerzan positivamente. Tan sencillo y tan elemental como eso.

Si hay algo que define a los perros es su gran capacidad de supervivencia. Su habilidad para observar, analizar el entorno, para sobrevivir. Esto puede explicar el porque pese a que hemos estado aplicando las técnicas inapropiadas de adiestramiento han logrado aprender los comportamientos que deseamos. Pero ha llegado ya la hora de adaptar nuestras técnicas de adiestramiento para mejorar los resultados.

© Benigno Paz Ramos

Instructor de movilidad con perros guías

www.knsediciones.com

Bibliografía:

"Introducción al adiestramiento con el clicker" (Karen Pryor, Kns ediciones)"¡ No lo mates…enséñale!" (Karen Pryor, Kns ediciones)"Coerción and its fallout" (Murray Sidman, Authors Cooperative)"How to teach a new dog old tricks" (Ian Dumbar, James & Kenneth Publishers)"El lenguaje de los perros: las señales de calma" (Turid Rugaas, Kns ediciones)

AUTOR

Benigno Paz RamosE-Mail: [email protected] Web:

Reforzamiento del vínculo alimentariopor Amalio Lasheras, julio 2002

Original en : http://personales.mundivia.es/amalio

ANTECEDENTES

El reforzamiento del vínculo alimenticio constituye una manera natural de establecer una ligadura positiva entre el hombre y el perro y de modificar1 a nuestro favor competencias y jerarquías, es, además, muy fácil de implantar. Está basado en la utilización de una de las necesidades primarias2 más fuertes relacionadas con la supervivencia, tal como es la de alimentarse, y en aprovechar la dependencia que tienen de la madre, durante largo espacio de tiempo, los animales evolucionados. Cuando digo alimentario me refiero tanto a la comida sólida como a la líquida, a la necesidad de comer, pero también a la de beber, ya que la sed es con mucho una necesidad más perentoria de satisfacer que el apetito. Convenientemente utilizado jerarquiza al hombre, con respecto al perro, como un componente superior de la manada, y en un plano distinto. En realidad nunca conseguiremos que nos vean totalmente como a alguien no competitivo, ya que el perro es, y siempre seguirá siendo, un animal jerárquico. Durante toda su vida va a tratar de demostrárnoslo, lo que pasa es que, si la jerarquía está bien establecida a nuestro favor, lo hará con un lenguaje tan sutil que nos pasará desapercibido.

El vínculo alimentario es una de las relaciones más mencionadas en todos los capítulos que se refieren a la conducta canina, pero nadie ha desarrollado una metodología apropiada sobre el tema. Simplemente se menciona como si se tratara estrictamente de dar de comer al animal y... basta. No es así.

Ésta dependencia es tanto menos fuerte cuanto más precoz sea una

especie. Por el contrario, en las especies altriciales y, por lo tanto muy indefensas durante la infancia, como es el perro, se da el caso, de que el desamparo y la dependencia hacia los padres es tanto mayor cuanto mayor sea el nivel evolutivo alcanzado, y... el perro es un animal muy evolucionado. Entre los mamíferos, la dependencia alimentaria se manifiesta inicialmente desde el cachorro hacia la madre por razones obvias: el padre no posee la capacidad de producir leche.

Esta dependencia del cachorro hacia su madre para alimentarse, crea una relación de dominancia que se establece sin necesidad de ningún tipo de agresión ni violencia, es un tipo de dominancia de tipo matriarcal3.

Por otra parte los perros domésticos conservan durante toda su vida una serie de características físicas y mentales infantiles, lo cual es una de las características que más los diferencian de los cánidos salvajes. Nosotros vamos a fomentar esta capacidad de neotización a favor de una mejor convivencia, prolongando la dependencia del animal lactante y estableciendo un nexo con la de la alimentación sólida y utilizándola para reforzar nuestra preeminencia al sustituir a la madre como proveedores de la comida durante toda la vida del perro.

Es una manera intensiva de socializar, que no emplea, ni produce, ningún tipo de traumatismo, ni físico ni psíquico, y que no interfiere con ningún otro tipo de manipulación, ni socialización, ni imprinting4, más bien es complementario. Crea la base para que el carácter del perro se desarrolle de una manera sana y equilibrada, pues es previo o simultáneo a cualquier otro tipo de maniobra. Debe continuarse durante la vida entera del animal.

El perro utiliza sus sentidos para relacionarse socialmente, para ello recurre al olfato, al oído, a la vista, al tacto, a las sensaciones térmicas..., ahora nos centraremos en el apetito y la sed. Conforme un animal está más alto en la escala evolutiva, es menos propenso a las impregnaciones, en cambio aumenta su capacidad para socializarse o, en el caso del perro, para dejarse acondicionar, esta socialización no tiene que ser necesariamente con un único sujeto o especie, sino que puede hacerse con varios al tiempo o sucesivamente. Tenemos que conseguir trabajar para hacernos líderes a la manera de una madre adoptiva y con un carácter heterocrónico que nazca y muera con el animal. Con respecto al hombre, tenemos que conseguir que el perro sea siempre un cachorro dependiente5.

Las agresiones hacia humanos aparecen, generalmente, en contextos competitivos: por quitar la comida, o algún juguete o posesión al perro, por molestarle mientras come o descansa, por quitarlo de su rincón favorito, por celos, por castigarlo física o mentalmente, por someterlo a una gran presión o establecer un duelo de miradas con él. En el común de las razas se presenta entre el primero y el segundo año de vida y, principalmente, en machos. Por eso es elemental empezar lo más pronto posible, aunque hemos podido experimentar con pleno éxito con perros adultos.

Al acostumbrar a comer y beber juntos a varios perros se consigue forzar su socialización. Ésta socialización está controlada por el dueño, que actúa como moderador. Ésta relación de perro con perro dulcifica sus relaciones, pues se educa para evitar las agresiones clásicas en uno de los momentos de mayor tensión: durante la alimentación. Evitado lo máximo, es muy

improbable que se produzca lo mínimo.

OBJETIVOS

Si se efectúa la técnica correctamente se prolongará la relación de subordinación que existe durante la época de lactancia hacia el proveedor del alimento, la madre, durante toda la vida del animal, sustituyendo a la madre por un nuevo sujeto: el hombre. El perro aprenderá a convivir con las personas sin necesidad de recurrir a sometimientos ni adiestramientos, los hombres no serán considerados Alfas ni Súper-Alfas, sino una especie de Alfa materno, por fuera y por encima de las consideraciones de competencia. No hacemos más que prolongar una característica de neotización, como tantas otras, que permanecen en el perro doméstico durante toda su vida.

En concreto: la alimentación no constituye más que el instrumento por medio del cual mantenemos la relación existente entre madre e hijo durante toda la vida de éste. El objetivo es sustituir a la madre por el ser humano y conseguir que éste vínculo, que normalmente es efímero, dure toda la vida del manipulado. El sujeto puede ser un solo individuo, una familia o, por extensión, toda la especie humana. Depende de cómo realicemos las maniobras.

A mi modo de ver expongo las dos situaciones de jerarquización hombre-perro que se dan normalmente, siendo para mí la primera la normal y deseable y, la segunda, una conducta indeseable.

El perro puede ver, efectivamente, un Súper-Alfa o, en este caso, un dominante de tipo matriarcal, en la especie humana, pero no súper en el sentido solamente de superior, sino también de diferente6. Es la conducta ideal a buscar entre dos o varios seres de especies tan distintas y con relaciones tan peculiares. Es una conducta totalmente deseable y correcta. En ella no se da ninguna fricción jerárquica, pues los protagonistas se relacionan por medio de una dominancia de tipo no agresivo.

Algunos perros, con carácter que debería ser excepcional, imaginan al ser o, a los seres humanos, como a alguien de su especie, lo que se identifica con la visión de los naturalistas románticos. Es una conducta anómala y enfermiza, aunque por desgracia demasiado corriente, que genera una serie de problemas que pueden llegar incluso a la agresión por parte del perro hacia el ser humano al entrar éste en su esfera de dominancia y en la lucha por el liderato, son casos de una dominancia que puede llegar a ser agresiva. Todos los perros que nos hacen padecer su dominancia agresiva pertenecen a este segundo grupo.

Por explicarme más claramente extrapolo el tema a la especie humana y con un par de ejemplos:

Nos situamos en una sociedad humana con sus clases sociales bien establecidas, en la cual, como es natural, se dan los clásicos movimientos de ajuste. Esta sociedad es <> de alguna religión, monoteísta o politeísta, da lo mismo. Ese Dios o esos dioses serían los Súper-Alfas y su estatus no entraría en conflicto con los de los humanos. El hombre, o los hombres, volviendo a los perros, serán como el Dios, o los dioses, de esos seres humanos, bajo el punto de vista de los animales del primer grupo.

En otras sociedades, como en la antigua Roma y en muchas otras, se podía deificar al dirigente máximo. Esto no impedía que en un momento dado, y si este gobernante no cumplía las expectativas, o si se quería cambiar de líder, se recurriera al asesinato de este dios-hombre. Tenemos muchos ejemplos de esto en la historia. Éste es el segundo caso: el hombre considerado por el perro como un Alfa, es decir como alguien de su manada y, por lo tanto, como dominante o como objeto de dominio, mediante la lucha jerárquica.

Objetivos con el hombre: El principal consiste en conseguir que el perro considere al hombre como un Súper-Alfa, o un matriarca, fuera, por consiguiente, de las competencias por el poder y eliminar todas las fricciones que puedan surgir en la lucha por la jerarquización.

Con los perros: El objetivo secundario es crear una sociedad canina sin fricciones de subordinación ni preeminencia entre congéneres.

QUIÉN LO DEBE HACER Y CUANDO SE DEBE COMENZAR

Contemplamos dos etapas muy definidas:

1.- Desde el comienzo de la alimentación sólida, aproximadamente al mes de edad, hasta la entrega del cachorro al propietario. Es muy importante, pues, que el criador comience a sustituir a la madre en el momento de cambiar a la alimentación sólida.

Esta etapa es responsabilidad exclusiva del criador El plazo más importante es el comprendido entre la desde la sexta

hasta la decimosegunda semana de vida7. En éste período de tiempo parece ser el ideal para una correcta socialización

Es tan importante para mejorar la relación entre los hermanos de camada, como para preparar la futura relación con otros perros, como, también, con las personas, aunque por motivos diferentes

El manipulador mete la mano en el recipiente donde comen los cachorros, les da la comida con su mano y, muy importante: está atento para calmar a los más agresivos8, siempre con suavidad, pero con firmeza, si fuera necesario cambiando de lugar y tranquilizando al más agresivo y, riñéndole si es necesario. ACTUANDO SIEMPRE COMO ALGUIEN QUE DA, QUE CALMA Y QUE CONTROLA, NUNCA COMO ALGUIEN QUE COMPITE

Por esta causa, y por otras que no hacen al caso, conviene entregar el cachorro a su nuevo propietario antes de los tres meses de edad

Es responsabilidad del criador aleccionar debidamente al nuevo propietario para que siga maniobrando con el cachorro, sobre todo si el perro va a tener que convivir con una familia o con otros perros

2.- La segunda etapa es responsabilidad directa del dueño. Comienza desde que el animal entra en la nueva casa

Desde el primer día hay que comenzar a dar de comer al nuevo perro con la mano. En su recipiente, pero con la mano, acariciando y calmando, procurando no molestar, que nos huela la mano, que nos vea, hablándoles con suavidad, acariciando sin importunar... sin incomodar nunca

Hay que evitar totalmente cualquier tipo de roce y competencia con el perro, todo tiene que transcurrir con entera suavidad y armonía... sin ningún tipo de pique

En cuanto el perro se haya hecho a la nueva situación se debe intentar que comparta comida con otro u otros perros, sí los hay en la casa. Siempre, claro está, que el perro, o los perros, adultos estén acostumbrados a comer juntos

Seguramente será el cachorro el que intente gruñir o disputar la comida, hay que calmar inmediatamente, con suavidad, pero con firmeza, al rebelde, darle un ligero azote; que no se note animado, reconvenirle. Antes de esto ambos tienen que estar acostumbrados a su mutua compañía, sobre todo el adulto, por el peligro que puede entrañar para el cachorro

Si un perro adulto agrede a un cachorro es que no está bien socializado o que tiene alguna anomalía genética de conducta. De todas maneras es el propietario el que debe prever como puede reaccionar el adulto

Si el otro, o los otros perros, son de su misma edad, hay que repetir la maniobra tal como se hacía en la primera etapa con los hermanos

Siempre hay que estar pendiente de los perros a la hora de comer y hacerlo de una manera personal. Este es un proceso que se debe seguir toda la vida

Las situaciones críticas, como la comida o las montas, no deben dejarse nunca en manos de niños sin acompañamiento de adultos9

Si queréis que un niño haga la maniobra de manipular la comida, debéis llevar su mano, guiarle, y actuar conjuntamente con él, protegiéndole. Nunca dejarlos solos, los niños son impredecibles e irresponsables y hay que evitar situaciones que podrían resultar críticas

Con una persona desconocida tenéis que actuar también de la misma manera, tal como hicisteis con el niño y con extremado tacto

Al principio, y luego de vez en cuando, no hay que servirle la comida de golpe, hay que darla poco a poco, gradualmente, e intentando que el perro comprenda que tú eres el proveedor. Se trata de que él aprenda a esperarla de ti y comprenda de quién viene: que viene de un dios y... que ese dios eres tu

Esta técnica es indispensable en perros que estén destinados a ser perros de compañía, sobre todo si tienen que convivir con niños, enfermos, o personas muy mayores

No impide la práctica de ninguna función, como la caza, la guarda, el deporte, estas maniobras solamente pretender fomentar el equilibrio

en el perro y establecer una relación sin competencias con el ser humano y con otros perros

En determinadas razas, donde se repiten los casos de dominancia, este tipo de maniobras son indispensables

La técnica moderna, con sus comederos y bebederos automáticos, impide reforzar éste vínculo por falta de contacto personal

Con el agua

Aprovechar el momento en que el perro esté sediento, por ejemplo: después de hacer ejercicio. En este momento le daréis algo de agua, no toda de golpe, repetir en dosis cortas hasta que haya satisfecho su sed, pero sin hacerle sufrir en ningún momento

Al poco tiempo observareis que el perro, cuando tiene sed, va directamente al recipiente del agua, que debe estar vacío, y se queda expectante hasta que se la servís. Aprenderá a pedírosla y ese es un signo muy positivo de que sabe de donde viene el agua, o la comida

Eso no quiere decir que hagáis padecer al animal hambre o sed, aprovechar los momentos propicios

Si efectuáis estas maniobras correctamente aumentareis las expectativas de convivencia con vuestro perro. Por medio de ésta vinculación conseguiréis que el perro se baje del sofá o de la cama sin rechistar, que no os gruña ni dispute nada... todas estas situaciones proceden de estímulos menores que los relacionados con necesidades primarias, como la necesidad de comida o bebida

Hecho correctamente podréis eliminar también la competencia entre vuestros perros. La convivencia entre macho con hembra, o con hembras10, o con cachorros, o de hembras con hembras, o con cachorros, no deben constituir problema. Una excepción son los machos adultos entre sí. Es aconsejable separarlos cuando uno de ellos cumpla, o esté a punto de cumplir, siete u ocho meses11. Los machos adultos que viven juntos en el mismo espacio, y más aún si hay hembras con ellos, inevitablemente tienen que desarrollar formas jerárquicas agresivas, por eso deben separarse.

Conclusión:

Este trabajo está basado en dos pilares básicos:

Diez años de experimentación con numerosos perros y siempre con pleno éxito

El convencimiento de que la conducta del perro sano es siempre producto del medio ambiente, en este caso la imposición de una socialización forzada

1* No se puede llegar a eliminar la jerarquía, lo que se puede llegar a hacer es modificarla, es decir, llegar a ser dominantes sobre el animal en un plano de no discursión.2* Muchas personas denominan indebidamente a la necesidad de comer como instinto. Conviene no utilizar excesivamente ésta palabra y sustituirla por la definición correcta. Un punto crítico donde pocos se ponen de acuerdo, aunque últimamente se insiste mucho y con argumentos convincentes, es la no existencia de instintos en mamíferos superiores. La palabra instinto es un cajón de sastre donde se meten todos aquellos comportamientos que no podemos explicar, pero que, bien analizados, veremos que sí se pueden explicar mediante el aprendizaje. La alimentación es una necesidad, pero no un instinto.3* Matriarcal, no materno, puesto que establece una jerarquía.4* La mayoría de los etólogos coinciden en que no existe impronta en los mamíferos superiores. En cualquier caso la impronta se refiere a un periodo crítico que después no vuelve a repetirse a lo largo de la vida del animal. En la alimentación esto no se cumple, luego no sería correcto hablar de impronta.5* Algunos técnicos piensan que es peligroso llegar a este extremo, pues estaríamos privando al animal de su desarrollo natural y podríamos crear un hiperapego que desencadenaría en graves problemas de comportamiento. Yo no los he observado. En el perro generaría, de ser esto posible, una hipervinculación con el ser humano.6* Lo llamemos como lo llamemos implica dominancia, por tanto utilizamos la jerarquía, no la hemos eliminado7* Parece que, desde el nacimiento, incluso desde el periodo fetal, la experiencias que sufre el cachorro son importantes, por lo tanto desde el punto de vista de la socialización, y aunque el periodo más crítico va desde las seis hasta las doce semanas, el ambiente de la perra preñada y, más tarde el del cachorro, junto con las manipulaciones apropiadas, deben cuidarse desde el principio.8* Hay que tener mucho cuidado, pues con ésta práctica se podría conseguir todo lo contrario, es decir, que lo interprete como un premio a esa conducta, que en ningún caso debemos premiar.9* Los niños deben intervenir en la comida; siempre acompañados de un adulto, nunca solos, ya que serán el primer objetivo en su ascenso jerárquico, y con su intervención en la comida y el consentimiento del animal le damos a entender que está por encima de él.10* Por este sistema nunca he tenido problemas jerárquicos entre hembras. No obstante conviene tener en cuenta las circunstancias particulares, como excesivo número de ellas, algunas peculiaridades de determinadas razas...11* Algunas razas son especiales en este sentido. Por su fortaleza y dureza se pueden hacer mucho daño, por hay que evitar lo evitable, pero no obstante en todas es posible la convivencia. Por filosofía propia, evito las luchas jerárquicas, pues considero que estas fomentan la agresividad. También por qué he visto a perros relegados totalmente apagados e infelices, y que revivían cuando se les permitía salir de su situación secundaria.

AUTOR

Amalio LasherasE-Mail: [email protected]: http://www.ceast.net

¿Cómo conseguir que mi cachorro se convierta en un adulto educado?

por Alberto Zafra, febreo 2004

Mordiscos, gruñidos, suelo orinado, puertas arañadas, calcetines rotos… Éstos son los problemas con los que se encuentran cada día los nuevos propietarios al volver en casa después de un duro día de trabajo. Pero, ¿es necesario pasar por este trance? ¿Se puede evitar sin hacer daño a nuestro pequeño amigo? ¿Cuánto de verdad hay en lo que dice "el vecino"? En este artículo intentaremos llegar a las claves para que la infancia de nuestro perro sea lo más agradable posible y, de paso, conservar el mobiliario. Además, si evitamos que se instaure en el perro la costumbre de hacer lo que no debe, prevenimos la aparición de problemas más graves de comportamiento y que suelen aparecer a la entrada de la edad adulta.

Los destrozos

La mejor forma de conseguir que el cachorro no haga "gamberradas", es adelantarnos a ellas. Resulta muy útil sentarse en el suelo y estudiar a que objetos delicados tiene acceso desde esa altura. Aún así, habrá cosas que correrán el riesgo de acabar rotas y será ahí donde entraremos nosotros. Al más mínimo intento de desgarrar algo, lo cogeremos fuertemente por el hocico a la vez que damos un contundente "¡¡¡NO!!!" tantas veces como sea necesario para que nuestro compañero desista.

Una vez en este punto, nos encontramos con una inevitable dificultad: tenemos un cachorro perfectamente controlado mientras estamos delante, pero que se desmadra en cuanto cruzamos la puerta. La solución es la misma que tomamos con nuestros hijos cuando empiezan a andar, deberemos buscar un parque para cachorros. Éstos consisten en varios paneles móviles de rejas que forman una zona de juego segura para el perro y para nuestros objetos de valor. En ella podrá pasar todo el tiempo que no estemos nosotros presentes para controlarlo. Además, para optimizar el resultado, podemos usar juguetes rellenables de comida (tipo pong), en los que pondremos algún alimento especialmente sabroso (como golosinas industriales). Así conseguimos que aprenda lo que no debe morder, a la vez que obtiene un premio extra al morder lo de debe.

Las necesidades

Para controlarlas, necesitaremos una herramienta más: el transportín de viaje. Este gran invento, no es más que una caja bien ventilada donde el perro puede viajar tranquilo y además usarla como guarida. Además, nos resultará útil tener en cuenta que los perros raras veces orinan en su propia cama, de modo que el camino a seguir es claro.

En los primeros días, colocaremos el transportín abierto dentro del parque,

de modo que el perro empiece a usarlo como guarida. Si al principio se asusta al intentar entrar, nunca deberemos forzarlo, bastará con colocar los kong dentro. Además, prepararemos una zona dentro del parque con la misma superficie que previamente hemos elegido como la mejor para que el perro defeque (generalmente tierra), de modo que le iremos acostumbrando a hacerlo allí. La forma de proceder es la siguiente: aprovechando que después de comer la vejiga se ve comprimida por el mayor tamaño del estómago, aprovecharemos para encerrarlo en el transportín, para unos minutos después llevarle a la zona que hemos apartado para las necesidades. Será muy poco lo que podremos esperar, y no debemos olvidar felicitarle después de haber defecado en el lugar. Con unas cuantas repeticiones, nuestro amigo buscará esa zona para orinar y defecar.

No debemos olvidar nunca de que el transportín sólo se puede usar por espacios de tiempo reducidos (no más de una hora), si necesitamos tenerlo controlado más tiempo usaremos el parque.

Los mordiscos

Quizás sea lo más sencillo de hacer, pero también lo más pesado. No debemos olvidar nunca que la firmeza en este sentido es indispensable.

La mayor parte de los mordiscos vendrán como un juego, pero no por eso debemos consentirlos. La forma de proceder será la misma que cuando muerde cualquier otra cosa, lo agarraremos fuertemente por el hocico a la vez que aplicamos el ¡¡¡NO!!! La única diferencia vendrá porque en el momento que pare le ofreceremos un juguete mostrándole que es con eso con lo que se debe jugar y no con nuestras manos.

En algunos cachorros aparecen gruñidos cuando está comiendo. Esto lo deberemos tomar mucho más en serio: estamos tratando con todo un candidato a convertirse en un perro agresivo. NUNCA deberemos dejar que esto evolucione. En estos casos, apartaremos al cachorro y le retiramos la comida. Unos minutos después se la volvemos a ofrecer, para retirársela de nuevo si persisten los gruñidos. La clave es que el perro comprenda que la comida es nuestra y, por lo tanto, le hacemos un favor dejando comerla. Generalmente mejoran a las pocas repeticiones.

Conclusión

Evitar que nuestro cachorro se convierta en una molestia es algo sencillo, que implica tan solo un poco de dedicación y que la mayoría de las veces a penas es necesario reprenderlo. Siguiendo esta guía, conseguiremos tener un perro educado, que no moleste en casa y que aprenda a permanecer solo durante periodos de tiempo prolongados.

AUTOR

Alberto ZafraE-Mail: [email protected]: http://www.ischadia.info/