eduación virtual y constructivismo social

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EDUCACIÓN VIRTUAL Y EL CONSTRUCTIVISMO SOCIAL APLICACIONES DE LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS Y PEDAGÓGICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LAS AULAS VIRTUALES Y EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS EN TORNO AL TEMA APLICACIONES DE LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS Y PEDAGÓGICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LAS AULAS VIRTUALES Y EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS EN TORNO AL TEMA. 10/02/2011 Maria Rosa Simonelli Belkys Pereira Miriam Levin

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Aplicación de las Teorías Psicopedagógicas para la Construcción de Aulas Virtuales en Educación

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EDUCACIÓN VIRTUAL Y EL

CONSTRUCTIVISMO

SOCIAL

APLICACIONES DE LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS Y

PEDAGÓGICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LAS

AULAS VIRTUALES Y EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS

EN TORNO AL TEMA

APLICACIONES DE LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS Y PEDAGÓGICAS PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LAS AULAS VIRTUALES Y EXPERIENCIAS SIGNIFICATIVAS EN TORNO AL TEMA.

10/02/2011 Maria Rosa Simonelli Belkys Pereira Miriam Levin

EDUCACIÓN VIRTUAL Y EL CONSTRUCTIVISMO SOCIAL

La educación de hoy enfrenta una reorganización, reflejo de un gran deseo de

cambio e innovación. Por esta razón la actividad educativa necesita de herramientas que

permitan métodos y formas flexibles para la construcción de conocimientos e

instrumentos para afianzarlos.

Las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICs)

posibilitan la creación de un nuevo espacio social-virtual que propician

las interrelaciones humanas. Este nuevo entorno, se está aplicando en el área de

educación, porque posibilita nuevos procesos de aprendizaje y generación de

conocimiento a través de las redes modernas de comunicaciones.

Este entorno adquiere cada día mayor importancia debido que para ser activo en

los nuevos espacios sociales se requieren nuevos conocimientos y destrezas que

deberán desarrollarse en los nuevos modelos educativos. El espacio virtual, llamado

aulas sin paredes, no es presencial, sino representacional, no es proximal, sino distal,

no es sincrónico, sino multicrónico, y no se basa en recintos espaciales, sino que

depende de redes electrónicas cuyos nodos de interacción pueden estar diseminados por

diversos países.

Este espacio virtual no es simplemente un entorno de comunicación e

información sino que representa un escenario social que ha permitido replanificar y

diseñar nuevos modelos y acciones educativas, es decir, una política educativa

específica para el entorno cibernético.

Por otra parte si consideramos que el derecho a la educación es universal y sólo

se ha logrado plenamente en algunos países, todos los gobiernos deberían promover

nuevos espacios que propicien acciones de alfabetización e inclusión de la población al

sector educativo para lo que se requiere acciones innovadoras donde las tecnologías de

información y comunicación cumplen un papel importante

Educación Tradicional Versus Educación Virtual

Adaptar la escuela, la universidad y la formación al nuevo espacio social

requiere crear sistemas de centros educativos a distancia y en red, así como nuevos

instrumentos y métodos adaptados a la realidad actual. Esto requiere el replanteamiento

de la organización de las actividades educativas, mediante un nuevo modelo que

considere el entorno virtual.

Las tecnologías de información y comunicación han transformado los conceptos

de tiempo y espacio, dando lugar a nuevas modalidades educativas. Actualmente,

gracias al desarrollo tecnológico, estas dos coordenadas se han relativizado y están

dando lugar a situaciones de enseñanza- aprendizaje diversas.

Tradicionalmente la universidad ha ofrecido programas de formación en dos

modalidades de estudio: presencial y a distancia. Sin embargo se han venido

incorporando programas virtualizados que han ampliado en forma importante la

cobertura, reduciendo costos educativos y evitando el desplazamiento geográfico de los

estudiantes dado que pueden ingresar al campus desde cualquier terminal de un

computador conectada a la red (Peña y Avendaño, 2006).

Actualmente existen muchas investigaciones sobre la educación tradicional y la

y virtual demostrando que las universidades presenciales y virtuales presentan

debilidades relacionadas con el currículo, la calidad de la información, el tipo de tareas

propuestas, la formación y disposición de los docentes, la carencia en el manejo de

recursos en el aula, la falta de capacitación de algunos docentes a los nuevos cambios y

por el tipo de estudiante, entre otras (Verluis, 2004) citado por Peña y Avendaño (2006).

A partir de lo expuesto se puede indicar que los condicionamientos de la vida

moderna, el desarrollo tecnológico, las posibilidades de acceso a la información, la

movilidad geográfica y laboral, determinan un nuevo modelo de vida, de trabajo y, por

tanto de formación.

Estas nuevas opciones están orientadas a la noción de aprendizaje permanente

que refleja la necesidad de formar, a un individuo capaz de aprender a aprender, para

seguir aprendiendo durante toda la vida. En este contexto se inscribe la educación

permanente que viene a considerarse como nueva frontera de la educación y rasgo

definitorio del panorama educativo actual. Por ello, los organismos internacionales de

educación la han convertido en un tema prioritario en sus recomendaciones porque, en

efecto, desde hace años todos quieren aprender a lo largo de toda la vida.

Visto de esta forma, la necesidad de combinar educación y trabajo, con el fin de

adaptarse a los constantes cambios culturales, sociales y tecnológicos, requieren otra

modalidad de formación que no exija la permanencia en el aula.

Las estructuras formales de educación no podían dar respuesta a tantas

necesidades de adaptación progresiva a este mundo a una sociedad con creciente

demanda de educación. Por otra parte, tanto los individuos, desde una aspiración de

formación personal, mejoramiento cultural o actualización profesional, como los grupos

que tienden a una mejora y bienestar social demandan nuevas formas de educación que

no requirieran la sistemática asistencia en grupo a un aula de formación.

En atención a esta situación la educación virtual se concibe como un espacio de

interacción integrado por múltiples recursos que no implica la simulación electrónica

del aula convencional mediante realidad virtual.

El diseño de los ambientes virtuales de educación requiere, por tanto, de un

estudio previo del contexto sociocultural en el que se desarrollará con apoyo en las

teorías psicológicas y pedagógicas de aprendizaje.

Teorías de Aprendizaje y Entornos Virtuales

Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecen diversidad

de medios y recursos para apoyar la enseñanza, sin embargo no es la tecnología

disponible el factor que debe determinar los modelos, procedimientos, o estrategias

didácticas. La creación de ambientes virtuales de aprendizaje debe inspirarse en las

mejores teorías de la psicología educativa y de la pedagogía.

El simple acceso a buenos recursos no exime al docente de un conocimiento

riguroso de las condiciones que rodean el aprendizaje, o de una planeación didáctica

cuidadosa. Leflore (2000) propone el uso de tres teorías de aprendizaje para orientar el

diseño de materiales y actividades de enseñanza en un entorno virtual: la Gestalt, la

Cognitiva, y el Constructivismo.

Desde la perspectiva más general cada teoría explica el aprendizaje en forma

distinta y en consecuencia se derivan estrategias y métodos distintos. Actualmente con

el diseño de los ambientes virtuales de aprendizaje las teorías juegan un papel

importante, ya que va dirigido a la construcción de un conocimiento autónomo,

participativo y colaborativo.

Al respecto Henao (2002) señala que la Gestalt orienta el diseño visual de los

materiales; el cognoscitivismo orienta el manejo conceptual y el diseño de estrategias

que mejoran la elaboración de los conceptos, y por lo tanto la codificación en la

memoria (Anderson, 2001).

En cuanto a la teoría constructivista según Díaz y Hernández (1998), este agrupa

diversos tópicos entre ellos la genética, el desarrollo, el aprendizaje verbal significativo,

el procesamiento de la información, socio cultural y del aprendizaje y resalta la

importancia de la interacción social en el aprendizaje. Además considera el aprendizaje

significativo como un proceso de revisión, modificación, diversificación, construcción,

desconstrucción y reconstrucción de nuevos aprendizajes, basados en esquemas de

conocimientos.

En esta discursividad se desea destacar, que el diseño de aulas virtuales debe de

tener en cuenta los aportes de cada teoría sin ignorar sus diferencias, incluso cada

componente de aula debe estar sustentado desde una teoría distinta; lo cual significa que

no se pueden diseñar aulas arbitrariamente sin un basamento de teorías psicológicas y

pedagógicas.

Teoría de la Cognición Situada en el Aprendizaje Significativo

Los hallazgos de investigaciones nos aproximan a verdades provisionales sobre

las teorías de aprendizajes significativos, como un intento de resolver el vacío teórico o

epistemológico en el aprendizaje que se desea generar en el aprendiz mediante el diseño

de las aulas virtuales; los principios del paradigma de la cognición situada vinculan al

enfoque sociocultural vigotskiano que afirma que el conocimiento es situado, es decir,

forma parte y es producto de la actividad, el contexto y la cultura. Destaca la

importancia de la mediación, la construcción conjunta de significados y los mecanismos

de ayuda ajustada.

Desde una visión vigotskiana el aprendizaje implica el entendimiento e

internalización de los símbolos y signos de la cultura y grupo social al que se pertenece,

los aprendices se apropian de las prácticas y herramientas culturales a través de la

interacción con miembros más experimentados. De ahí la importancia que en esta

aproximación tienen los procesos del andamiaje del enseñante y los pares, la

negociación mutua de significados y la construcción conjunta de los saberes, o la

interacción con otros.

Un modelo de enseñanza situada, resaltarán la importancia de la influencia de

los agentes educativos, que se traducen en prácticas pedagógicas deliberadas, en

mecanismos de mediación y ayuda ajustada a las necesidades del alumno y del contexto,

así como de las estrategias que promuevan un aprendizaje colaborativo o recíproco.

La contribución de Vygotsky ha significado que ya aprendizaje no se considere

como una actividad individual, sino más bien social. Se valora la importancia de la

interacción social en el aprendizaje. Se ha comprobado que el estudiante aprende más

eficazmente cuando lo hace en forma cooperativa.

De acuerdo con Claus y Ogden (1999), los principios educativos que permiten el

facultamiento de un aprendizaje, está situado en los términos de un aprendizaje activo y

centrado en experiencias significativas y motivantes (auténticas), el fomento del

pensamiento crítico y la toma de conciencia.

Asimismo, involucra la participación de procesos como el diálogo, la discusión

grupal y la cooperación, siendo estos centrales para definir y negociar la dirección de la

experiencia de aprendizaje. Y finalmente, el papel del enseñante como postulador de

problemas para generar cuestionamientos relevantes que conduzcan y enmarquen la

enseñanza.

A continuación en el siguiente esquema se evidencia la importancia de los

principios educativos que conducen al aprendizaje participativo, colaborativos y al

pensamiento crítico, entre otros., a fin de generar el aprendizaje facultativo, producto de

estos principios , que a su vez se deben de considerar en el diseño de las aulas virtuales.

Principios educativos del “facultamiento” (Claus y Ogden, 1999)

Aspectos Fundamentales Sobre el Constructivismo Social y la Educación en Línea o Virtual

¿Qué es el constructivismo social? Es una posición epistemológica que explica

el origen del conocimiento, da cuenta de la evolución de los procesos en la construcción

del conocimiento, tiene un sustento epistemológico y se manifiesta en las formas de

aprender de una persona en sociedad. El problema es que existen varios tipos de

constructivismo y algunas veces no hay una base epistemológica que sustente la

aplicación del mismo (Hernández, 2001).

La epistemología define el saber y los conceptos que se relacionan con los

criterios, y los distintos tipos de conocimiento, además del grado en que resultan ser

verdaderos; en síntesis, estudia la naturaleza del conocimiento, da respuesta a la

pregunta sobre cuál es la relación del hombre con los objetos de conocimiento. Los

seres humanos vivimos esta relación todos los días y, a pesar del hecho cotidiano, los

epistemólogos no han logrado llegar a un acuerdo sobre lo que sucede cuando

conocemos algo para definir con certeza el constructivismo.

Moshman (1982), citado por Woolfolk (1998), clasifica el constructivismo en:

a) Constructivismo exógeno. El sujeto reconstruye su realidad elaborando redes

conceptuales a través de representaciones precisas. Se construyen estructuras mentales

exactas que reflejan la realidad desde el contexto del sujeto.

b) Constructivismo endógeno. Se moldea el mundo externo a través del conocimiento

que se construye en las estructuras cognoscitivas, las cuales se vuelven útiles para el

desarrollo cognoscitivo del sujeto. Su principal representante es Piaget.

c) Constructivismo dialéctico. Admite que el conocimiento se construye como

resultado de las relaciones entre factores de carácter: interno y externo, ambientales y

sociales. Las bases de su desarrollo se deben a Vigotsky.

Y si bien el constructivismo es un concepto para el cual no existe ninguna

definición clara ni los teóricos se ponen de acuerdo en lo que se refiere a su tipología,

los educadores virtuales debemos asumir una postura teórica formal que sustente el

aprendizaje cooperativo en la educación virtual.

El constructivismo social, se fundamenta en el aprendizaje cooperativo y una de

sus características es el trabajo en pequeños grupos, el cual favorece que los estudiantes

no se sientan solo, actividad esta, que se ha demostrado en los procesos de la educación

tradicional. El constructivismo tiene que nacer de una postura epistemológica, que en la

práctica actual a veces se reduce a proclamar que “hay que construir el conocimiento”.

Resulta conveniente tratar los siguientes conceptos: a) conocimiento, b)cognición, c)

aprendizaje y d) cooperativo y mediado en línea. El conocimiento “es un proceso

mediante el cual el ser humano construye y reconstruye en su conciencia la realidad

donde se encuentra inmerso, lo que le permite la posibilidad de explicarla y/o

comprenderla, y controlarla o transformarla, transformándose en esta interacción

dialéctica a sí mismo” (González, 1993).

La base teórica del constructivismo es que “la mente esté activa durante la

internalización del conocimiento y que la observación requiere de la conclusión

epistemológica” (Chadwick, 2004) citado por González (1993). “El conocimiento es la

fundación de cómo el individuo crea significados a partir de sus experiencias” (Jonassen

citado por Ertmer y Newby, 1993).

Según Hernández (2001), la cognición es el proceso de construcción del

conocimiento que involucra las potencialidades del desarrollo y las relaciones que

establece el estudiante entre lo que ya conoce y su contexto sociocultural.

Otros estudiosos de de la teoría del conocimiento como Cañas y otros (2001) la

clasifican en: cognición individual, donde el conocimiento se adquiere a través de

procesos perceptivos, la información se almacena en la memoria para ser recuperada

posteriormente y utilizada, y la cognición distribuida, que corresponde al estudio de

sistemas de grupos complejos en relación con sistemas informáticos y cuyo objetivo es

el estudio de la información entre las personas y las computadoras. Así, las acciones

pueden ser comunes o distribuidas, según la tarea.

Cada corriente teórica de la psicología educativa posee su propia forma de

definir el aprendizaje; los dos tipos que corresponden al constructivismo social son: el

aprendizaje cooperativo y el aprendizaje mediado. Según Hernández (2001), el primero

“consiste en la discusión académica de un problema por un grupo de participantes en

línea, con la orientación de un asesor. Todos trabajan en equipo y hacen aportaciones” .

Por su parte, Ferreiro y Calderón (2000) mencionan que el aprendizaje

cooperativo “es un proceso para aprender en grupo en el uso compartido de la

información, con el derecho de que todos aprenden de todos, el valor de trabajar juntos

y de comprometerse y responsabilizarse con su aprendizaje y el de los demás, en un

ambiente que favorece la cooperación, desarrollándose así la solidaridad, el respeto, la

tolerancia, el pensamiento crítico, la toma de decisión, la autonomía y la

autorregulación, que son las bases de la democracia”.

El aprendizaje mediado “se refiere a que un experto selecciona los niveles de

ayuda más apropiados, los filtra y los cataloga para darlos a conocer a los alumnos;

determina la aparición o desaparición de las ayudas para guiar el aprendizaje y quitarle

lo azaroso” (Hernández, 2001).

En el aprendizaje en la educación virtual o en línea los pequeños grupos se

integran en los cursos en línea, foros, chat y correo. Tal como se demuestra en este

diagrama:

En otras palabras, el principio de estos aprendizajes es la interacción social entre

el asesor y el estudiante, o entre estudiantes, y en esta situación cooperativa se puede

aprender de las experiencias de otros. En síntesis, la función principal del

constructivismo social es construir el conocimiento entre los participantes en la tarea

académica. Por lo tanto, se trabaja en el logro del aprendizaje mediado y cooperativo, en

pequeños grupos, no para alcanzar los aprendizajes que ya se consiguieron, sino por

aquellos que faltan por aprender.

Finalmente los diseñadores de programas educativos en línea deben tener

conocimiento de las bases del constructivismo social a fin de que puedan diseñar

estrategias que propicien el trabajo colaborativo, el conocimiento compartido y la

integración de grupos interdisciplinarios sin importar el lugar donde se encuentren.

REFERENCIAS

Anderson, J. (2001). Aprendizaje y memoria. 2ª edición. Un enfoque integral. México: Mc Graw-Hill.

Cañas, J; Salieron, L. y Gámez, P. (2001). “El factor humano”, en: La interacción persona-ordenador. España: Universidad de Granada.

Calderón, M. y Ferreiro, R. (2000). El ABC del aprendizaje cooperativo. Trabajo en equipo para enseñar y aprender. México: Trillas. Claus, J. y Ogden, C. (1999). An empowering, transformative approach to service. En J. Claus y C. Ogden (Eds.), Service learning for youth empowerment and social change. Nueva York: Peter Lang, pp. 69-94. Díaz, F y Hernández, G. (1998). Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. México: Mc Graw-Hill.

Ertmer, P. y Newby, J. (1993). Conductivismo, cognoscitivismo, constructivismo. Una comparación de los aspectos críticos desde la perspectiva del diseño de instrucción. Ed. Mimeo.

González, S. J. (1993), “La construcción del conocimiento metodológico en la formación de investigadores”. Investigación y futuro, número doble, pp. 3-4, CEC yT-IPN. Henao, A. (2002). La enseñanza virtual en la educación superior. Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES)-ISSN: 1657-5725.

Hernández, G. S. (2001), Evaluación de las habilidades cognoscitivas. México: Universidad de Guadalajara. Leflore, D. (2000). Theory supporting desing guidelines for web-based instruction. En: Beverly Abby (Ed) Instruccional and Cognitive of Web-Based Education. Hersley. PA: Idea Group Publishing.

Woolfolk, A. (1998). Psicología educativa. México: Prentice Hall.

Verluis, A. (2004). The Race to the Bottom. Academic Questions. Summer 17(3), 38-51, AN 15565985.