edición no. 10

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Órgano de difusión de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios Edición 10. Abril de 2009 donde cabemos todos Mochila la Para nadie es un secreto que las universidades como centro universal de conocimiento e ideas, desempeñan un papel importante en la sociedad; es aquí donde los futuros actores de un país se forman desde sus respectivas disciplinas para contribuir a su desarrollo. Las universidades colombianas no han sido ajenas a esto y desde sus propias particularidades se manifiestan alrededor de lo que ellas consideran necesario y justo para Colombia. Pero en esta situación de conflicto en la que se vive, los universitarios han pasado de ser en los últimos años de simples espectadores a víctimas; actualmente no solo tienen que defenderse de políticas gubernamentales lesivas a las universidades (principalmente las públicas), sino que deben enfrentarse a nuevas formas de amedrentamiento, como son los continuos ataques de las “Águilas Negras” grupo armado al margen de la ley que busca defender el statu quo, también se suma el escuadrón antidisturbios ESMAD, que desde su creación en 1999 ha cobrado la vida de varios estudiantes. Las universidades de la Costa norte del país, sufren constantemente estos embates, las águilas negras, han logrado infiltrase en los claustros universitarios y amenazar a los jóvenes pertenecientes a las distintas organizaciones estudiantiles, casos como el de la Universidad del Atlántico revelan esta situación, las amenazas sucedidas a finales del 2006 en contra de varios estudiantes, se dieron justo después de grandes manifestaciones en contra de la reestructuración en dicha universidad, como producto de las amenazas algunos jóvenes fueron desplazados y en lo sucesivo de los años se han recibido nuevas amenazas de las águilas negras, incluso con pintas alusivas a las AUC dentro de la universidad. NUEVA GIRA EXITOSA DE LA ACEU EN EUROPA Pág. 8 LA CREACIÓN DEL PARAMILITARISMO EN COLOMBIA Pág. 4 EN LA CONSTRUCCIÓN DEL FUTURO ESTÁ LA MEMORIA HISTÓRICA Pág. 3 Por:Heydi Trespalacios ACEU - U. del Atlántico Universidad de la Guajira. (Foto de Andrea Polo) los universitarios en el camino de la paz ...Continúa pág. 2 “Tú me preguntas como fué el acoso aquel que obtuve Metes la lengua en mi cabeza, en mi pensar, en mi algo. Y bien, te dejo suponer que abandoné mi pueblo. Que huí rompiendo el crudo umbral como un puma aterrado. Pero yo te aseguro que no me han quitado nada. Puesto que de esta tierra no me podrán apartar”. Inti -Illimani El Equipaje de Destierro

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La Mochila es el organo de difusión nacional que tiene la Asociacion Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU para comunicarle y expresarle a todos los Universitarios Colombianos el estado y la actual crisis que se vive en la Universidades.

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Órgano de difusión de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios

Edición 10. Abril de 2009donde cabemos todosMochilala

Para nadie es un secreto que las universidades como centro universal de conocimiento e ideas, desempeñan un papel importante en la sociedad; es aquí donde los futuros actores de un país se forman desde sus respectivas disciplinas para contribuir a su desarrollo. Las universidades colombianas no han sido ajenas a esto y desde sus propias particularidades se

manifiestan alrededor de lo que ellas consideran necesario y justo para Colombia. Pero en esta situación de conflicto en la que se vive, los universitarios han pasado de ser en los últimos años de simples espectadores a víctimas; actualmente no solo tienen que defenderse de polí t icas gubernamentales lesivas a las universidades (principalmente las públicas), sino que deben enfrentarse a n u e v a s f o r m a s d e amedrentamiento, como son los continuos ataques de las “Águilas

Negras” grupo armado al margen de la ley que busca defender el statu quo, también se suma el e s c u a d r ó n a n t i d i s t u r b i o s ESMAD, que desde su creación en 1999 ha cobrado la vida de varios estudiantes.

Las universidades de la Costa n o r t e d e l p a í s , s u f r e n constantemente estos embates, las águilas negras, han logrado infiltrase en los claustros universitarios y amenazar a los jóvenes pertenecientes a las d i s t i n t a s o rg a n i z a c i o n e s

estudiantiles, casos como el de la Universidad del Atlántico revelan esta situación, las amenazas sucedidas a finales del 2006 en contra de varios estudiantes, se dieron justo después de grandes manifestaciones en contra de la r e e s t r u c t u r a c i ó n e n d i c h a universidad, como producto de las amenazas algunos jóvenes fueron desplazados y en lo sucesivo de los años se han recibido nuevas amenazas de las águilas negras, incluso con pintas alusivas a las AUC dentro de la universidad.

NUEVA GIRA EXITOSA DE LA ACEU EN EUROPA

Pág. 8

LA CREACIÓN DEL PARAMILITARISMO EN COLOMBIA

Pág. 4

EN LA CONSTRUCCIÓN DEL FUTURO ESTÁ LA MEMORIA HISTÓRICA

Pág. 3

Por:Heydi TrespalaciosACEU - U. del Atlántico

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los universitarios en el camino de la paz

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“Tú me preguntas como fué elacoso aquel que obtuveMetes la lengua en mi cabeza,en mi pensar, en mi algo.Y bien, te dejo suponer queabandoné mi pueblo.Que huí rompiendo el crudoumbral como un puma aterrado.

Pero yo te aseguro que no mehan quitado nada.Puesto que de esta tierra no mepodrán apartar”.

Inti -Illimani El Equipaje de Destierro

Secretaría de Comunicaciones

DIRECTORA: COMITÉ DE REDACCIÓN: COLABORADORES: DISEÑO:

CONTACTO:

Ivonne R. Romero Brito / Guillermo Baquero, Andrés Paredes, Jefferson Corredor, Camila Salazar, Heidy Trespalacios, Juan Carlos Albarracín / Jorge Virviescas / Juan Carlos Albarracín ([email protected]) / www.aceucolombia.org - [email protected]

Editorial2

Pensamos esta edición hace varias semanas, en la perspectiva de mostrar, discutir y reflexionar sobre la situación actual de las universidades colombianas y la ofensiva paramilitar de la cual son blanco, amenazas constantes al movimiento universitario, en un año en el que apenas en su tercer mes los grupos paramilitares han amenazado a miembros de la comunidad universitaria en las universidades del Cauca, Cartagena, Antioquia, Caldas y UIS. Y el asesinato del estudiante Eder Sierra de la Universidad de la Guajira.

Definitivamente no podemos decir que dichos hechos son eventos aislados al interior de estas instituciones, sino de un ataque directo, sistemático y planificado a la universidad, donde “coincidencialmente” en algunas se adelantan procesos de elecciones para el gobierno universitario o se t ienen representaciones estudiantiles de carácter democrático.

Por: Ivonne Rocío Romero [email protected]

Un aspecto a tener en cuenta en esta agresión a la Universidad, son los constantes señalamientos por parte del Gobierno del señor Álvaro Uribe Vélez, acusando a las diferentes organizaciones de ser colaboradoras de grupos guerrilleros, lo cual ha propiciado un ambiente para que los grupos paramilitares justifiquen su accionar desde esta perspectiva. Ya sabemos que este gobierno aplica la regla de que el que no está conmigo está contra mí.

Q u e d a n m u c h o s i n t e r r o g a n t e s y preocupaciones… ¿Hasta cuando la universidad colombiana tendrá que soportar estas agresiones? ¿Cómo pensarnos la academia y la investigación en medio de estas condiciones?. Si bien muchas cosas no se hacen evidentes, los desplazamientos de estudiantes que son víctimas de amenazas no cesan, muchos se ven obligados a abandonar a sus familias y sus carreras por estas situaciones. Vale la pena reafirmarnos y decir que seguimos luchando por una universidad crítica, creadora y transformadora.

En la Universidad de Cartagena se presenta esta situación, sucesivas amenazas de los grupos paramilitares son dirigidas a los universitarios, intensificadas estás después de la participación en el (CRES) Consejo Regional de Educación Superior, de un grupo de estudiantes pertenecientes a la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU), donde ocurrió el particular debate del estudiante Guillermo Baquero con el presidente Álvaro Uribe Vélez, inclusive algunos de ellos se vieron obligados a desplazarse de la ciudad temporalmente. Es por esto que uno de los mayores aportes de los estudiantes cartageneros en la búsqueda de la paz en Colombia, tiene que ver con los derechos humanos, ellos han logrado institucionalizar en la universidad un Foro de DDHH y el funcionamiento de un comité dentro de la universidad, que se propone denunciar cualquier tipo de violación de los derechos humanos al interior del alma mater.

La Universidad de la Guajira también presenta esta serie de problemas con los grupos paramilitares, a través de amenazas telefónicas amedrantan a los estudiantes para que detengan sus actividades de protestas, como son las tomas y demás; aunque las amenazas no se las atribuyen directamente a los paramilitares, pintas a nombre de las “Autodefensas gaitanistas” son encontradas en las paredes de la universidad y a pesar de las sucesivas denuncias ante las respectivas instancias, ninguna de estas ha prosperado, quedando en la total impunidad.

Otro blanco de ataques es la Universidad de Sincelejo, frecuentemente acechada por amenazas, que al igual que con los estudiantes de la Universidad de la Guajira, se realizan por medio de llamadas telefónicas dirigidas a los líderes estudiantiles; amenazas que aumentan principalmente en los días cercanos a las elecciones de los representantes estudiantiles logrando con esto el desplazamiento permanente de varios estudiantes.

En la región al igual que en el resto del país todos estos estudiantes son tachados de “terroristas, guerrilleros, etc.” Ante la indiferencia de la sociedad en general y en particular de La Fiscalía y los propios directivos de las universidades, que muy pocas veces se pronuncian al respecto y que capturados hasta el momento por estos hechos no ha hay ninguno. Esta actitud resulta perjudicial para la vida de los estudiantes, en un país donde la polarización cada día es más mayor, los jóvenes son estigmatizados por sus afinidades ideológicas y políticas. Inclusive los medios de comunicación con mayor sintonía solo hablan de los estudiantes universitarios cuando

estos protestan empleando algún tipo de violencia, marginando totalmente de los medios espacios no violentos construidos por los estudiantes como lo f u e I V C O N G R E S O N A C I O N A L D E E S T U D I A N T E S UNIVERSITARIOS, que se dio en la ciudad de Cartagena en mayo de 2008, con la asistencia de más de 1000 estudiantes de todo el país se discutió la universidad que todos quieren, “Una Universidad para la Democracia” (eslogan del congreso).

“Pero en la búsqueda da la paz, los universitarios por su carácter crítico, siempre han estado al frente y ya sea cual sea el tipo de manifestación, expresamos nuestra opinión y posibles soluciones a los problemas del país. En todas las universidades del Caribe, es constante la realización de foros, conferencia, etc. Eventos que directa o indirectamente buscan el progreso para Colombia, y es que por medio de nuestras propias reivindicaciones, como son educación pública y gratuita para todos, mayor presupuesto para las universidades, entre otras, e incluso temas como la equidad de géneros, la libertad sexual, etc. los estudiantes pretendemos lograr un ambiente donde todas las ideas puedan confluir, un país con mayor justicia social, que evite las desigualdades y de esta forma la violencia”. Expreso el joven universitario Gary Martínez, líder estudiantil de la Universidad del Atlántico perteneciente a la ACEU.

los universitarios en el camino de la paz ...Viene de pág. 1

Toma universidad de la Guajira (Foto: Omar Matos)

Derechos Humanos 3

El perdón se entiende como la evasiva de reconocer los hechos y las responsabilidades en los actos violatorios con fórmulas como la decisión de los victimarios de “perdonarse a sí mismos”, esta fórmula solo se puede entender como una abierta invitación al olvido. Esto justifica que si se olvida el pasado violento, la memoria de éste podría desencadenar odios y retaliaciones. De esta manera, se pretende hacer creer que las heridas pueden ser sanadas ignorándolas y tapándolas, o que una sociedad puede construir un futuro pacífico sobre el desconocimiento de su historia; Ninguna de estas visiones es aceptable.

El olvido es un ataque más contra las víctimas. Es una admisión a los crímenes que aniquilaron su vida y dignidad y negaron todos sus derechos, extiende en el presente y hacia el futuro la estigmatización de las víctimas, de sus proyectos históricos, de

sus sueños y utopías. El olvido facilita enormemente la manipulación de la identidad por parte de las instancias de poder e implica censuras a formas de pensar y a proyectos histórico sociales distintos a los oficiales. Este compromete el futuro a un modelo de sociedad diseñado por los victimarios, ya que olvidadas las víctimas con sus proyectos y sueños, solo se afirma como posible el proyecto histórico de quienes lograron eliminarlas, los cuales no quedan ilegitimados socialmente gracias al olvido.

Estos pueblos que tras sufrir profundas guerras y después de periodos de desconocimiento de su historia han tomado como su bandera la Recuperación de la Memoria Histórica como una tarea. La Memoria es constructiva, concede perspectiva y permite ver las complejidades de una situación. El carácter constructivo de la memoria no la desvaloriza sino que la humaniza. La confrontación de memorias individuales y de registros documentales permiten acercarse aún más a la realidad de los eventos pasados y adquieren dimensión política, como la dinámica de un ideal de sociedad que trata de proyectarse sobre las experiencias del pasado y del presente, proteger la memoria histórica de las víctimas implica actuar a contra-corriente de la sobrevaloración de lo nuevo y la desvalorización del pasado.

El sistema dominante no solo amenaza el legado de las víctimas mediante el silencio, el olvido y la estigmatización, sino también mediante la instrumentalización y la usurpación de la memoria. Los vencedores tienen el poder sobre la forma de escribir la historia, definiendo los sitios de recuerdo y los objetos e imágenes que hacen referencia al pasado. Sin embargo, esos mismos recuerdos podrían tener una mirada crítica, como búsqueda de un significado emancipatorio de la memoria que desmonten la idea de un progreso ininterrumpido y que desnuden la violencia de las catástrofes y enfoquen a los responsables. La preservación de la memoria se apoya en la convicción de que la derrota de las víctimas no es definitiva, de que la injusticia es reversible, y de que el pasado es redimible.

Por: Camilo PuertaUN Sede Medellín

EN LA CONSTRUCCIÓN DEL FUTUROESTÁ LA MEMORIA HISTÓRICA

En países que en un pasado reciente vivieron tiempos de terrorismo de Estado, la mejor maniobra que el Estado ha elegido para culminar este período ha sido la del "Perdón y Olvido"; Colombia no ha sido la excepción en la ejecución de esta política, aun en el marco de un conflicto social y armado no reconocido, donde se siguen presentando casos de violación a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario.

Derechos Humanos4

la creación del paramilitarismo en colombia. su legalidad y su ilegalidad en el trascurso de la historia.

COLOMBIA Y SU INVENTO PARA- ESTATAL:

Los grupos paramilitares constituyen el elemento más importante de la violencia en Colombia. Según Américas Watch, se trata de “unidad ofensivas diseñadas para identificar y eliminar la oposición política percibida como una amenaza contra los intereses creados. Inicialmente organizadas p o r t e r r a t e n i e n t e s y l u e g o p o r narcotraficantes, operaban como ejércitos privados de sus patrocinadores. Reciben su nombre por la colaboración directa (a manera de participación activa), o indirecta (por su c o m p l i c i d a d ) d e l a s f u e r z a s gubernamentales”(1). En efecto desde ya hace varios años la sociedad colombiana, especialmente en el campo, ha venido sufriendo en carne propia el accionar propio de los grupos paramilitares existentes en el país, a los cuales, por los demás, se les sindica como autores de muchos de los más sonados crímenes. (El asesinato de Luis Carlos Galán), así como gran parte del exterminio del partido político Unión Patriótica UP (partido político surgido del acuerdo de paz firmado por la guerrilla de las FARC con el gobierno de Belisario Betancur), al igual de las horrendas masacres más conocidas en el mundo y han enlutado la sociedad colombiana, como las masacre de La Rochela, Urabá, Segovia, la mejor esquina, etc.

Entre los factores que dieron surgimiento y desarrollo de los grupos paramilitares en Colombia debemos señalar principal dos factores:(2)

Si supierasQue el río no es de aguaY no trae barcosNi maderosSolo pequeñas algasCrecidas en el pechoDe los hombres dormidos.

Andrea Cote

A. En primer lugar la “debilidad estructural del Estado” como lo señala Estanislao Zuleta “aun después de viraje centralista de 1886, no ha logrado nunca funcionar como un garante de un consenso social capaz de contener en los límites de la propia legalidad el conjunto de los conflictos civiles”.(3) Esta debilidad se manifiesta principalmente en relación con el fenómeno paramilitar en dos direcciones:

En primer término como agotamiento relativo de los recursos institucionales en mano del Estado para hacerle frente a la violencia generalizada y, en especial al fenómeno de la impunidad, lo cual ha producido en la población civil un desamparo y desprotección, sobretodo en la población rural y en todas aquellas zonas exclusivas o de relativo control guerrillero.(4) Ello explica que algunos de los grupos paramilitares de hoy surgieran precisamente como grupos de (autodefensas) en un momento en que la guerrilla, por sus necesidades de expansión pero por sus dificultades de financiación, empezó a encontrar en el secuestro y la extorsión sus mayores posibilidades de ingresos, delitos de los cuales fueron victimas inicialmente, los grandes agricultores y ganaderos.

En segundo lugar aunque indisolublemente ligado a lo anterior, la debilidad del Estado se manifiesta también en la incapacidad estatal para imponer en las elites regionales un marco de conductas democráticas para la resolución de conflictos sociales.(5) Desde los inicios el Estado Colombiano el poder

real, pensado en términos de coerción (violencia), consenso y legitimidad, ha residido, como lo explica la socióloga antioqueña María Teresa Uribe: “en los notables y patricios de las localidades, independientemente de que tuviesen o no una función administrativa, representativa o legal en el orden institucional del Estatal, el control y la dirección de la vida política se ejercía mas desde las formas de legitimidad reales que desde el aparato institucional legal…”.(6) De ahí, en consecuencia, que las practicas privadas de control social y poder real de las localidades frente al poder formalista y legalista del Estado – Nación condujeran de alguna manera a la debilidad de lo publico y a la privatización de funciones que un estado moderno le competen exclusivamente al aparato estatal.(7)

B. El otro factor, y sin duda el mas importante, que contribuyo al surgimiento de los grupos paramilitares en Colombia se relaciona directamente con la política contrainsurgente. En efecto, aunque el auge del Paramilitarismo comienza a darse solo a comienzos de la década de los ochenta, ya desde mucho antes habían sido concebidos dentro de la política de contraguerrilla por parte de las fuerzas armadas, lo cual nos brindan un dato de especial importancia para entender la realidad del fenómeno paramilitar en Colombia, así los gobiernos de nuestro país se empeñen en negarlo: desde sus inicios los grupos paramilitares han sido coordinados por el ejercito, como en

.Por: Jeferson O. Corredor UyabánACEU- Santander

Viene de la pág. 4 5reiteradas ocasiones lo han denunciado diversos organismos de Derechos Humanos. Según Amnistía Internacional, por ejemplo “los oficiales al mando de las brigadas del ejercito y de las unidades de inteligencia adscritas a las brigadas y batallones de las zonas de conflicto reclutaron, armaron y apoyaron a los grupos paramilitares de (autodefensas) al tiempo que los grandes terratenientes, los empresarios, los políticos regionales y, mas adelante, los traficantes de drogas, les prestaban apoyo económico”.(8)

En un comienzo los grupos paramilitares estuvieron legalmente amparados por el estatuto orgánico de Defensa Nacional (decreto 3398 de 1965 y la ley 48 de 1968), que permitió la formación de las autodefensas campesinas, consistentes básicamente en grupos privados de individuos, armados por el gobierno con el propósito de defenderse de las guerrillas de izquierda, pero que a lo largo de los años se convirtieron en ejércitos privados que han pasado a cumplir un papel ofensivo y no defensivo, y que en todo ello han contado con el pleno respaldo de las fuerzas armadas.(9)

No obstante, como ya se dijo, es solo en la década pasada, que los grupos paramilitares toman verdadero auge en el país, lo cual puede ser explicado en gran parte por las luchas contrainsurgentes y por la entrada en escena de los traficantes de drogas.

En lo que tiene que ver con la política contrainsurgente, hasta el gobierno de Turbay Ayala (1978 – 1982) la misma estuvo marcada por el recurso al estado de sitio (con base en el articulo 121 de la constitución política de 1886 que otorgaba poderes prácticamente ilimitados al ejecutivo en el control del orden publico), por lo que se trataba de una represión mas centralizada, institucional hecha abiertamente a nombre del estado y fundamentada en normas legales; como lo explica Uprimny y Vargas, se trataba ante todo de decretos de estado de sitio, de dudosa constitucionalidad y juridicidad y que sin duda violaban los pactos de derechos humanos suscritos por Colombia, pero que tenían la característica de la publicidad de toda norma estatal.(10) De hay entonces que en la década de los setenta mientras casi totalidad de países latinoamericanos estaban bajo dictaduras militares, Colombia mantenía un <<estado de derecho>>, así fuera de manera formal y muy particular, pues el recurso permanente del estado de sitio hacia que en la práctica no rigiesen los principios constitucionales sino una legalidad de excepción que restringían las libertades publicas.(11)

Lo que pretendemos resaltar es que durante esta época la gran mayoría de las acciones represivas fueron realizadas directamente por agentes de estado, hasta el punto que el 90 por 100 de las violaciones de derechos humanos conocidas durante aquella época tuvieron dicho origen.(12) Pero a partir de 1978 dicha situación comienza a variar por diversos motivos, pero especialmente por la aparición de nuevas expresiones de la protesta social (los llamados paros cívicos) o huelgas generales, por la creciente perdida de legitimidad de las fuerzas militares tanto a nivel nacional e internacional, en razón de la crecientes denuncias de que venían siendo objeto como responsables de torturas, detenciones ilegales y otras violaciones de derechos fundamentales; al tiempo, comenzaba a presentarse las primeras denuncias por desapariciones en el país y se multiplicaban las denuncias por asesinatos políticos. Esta tendencias de la represión estatal se consolidad a partir de 1982, durante el proceso de paz iniciada por el presidente Betancur. En efecto, el levantamiento del estado de sitio, la creación de una comisión de paz, la proclamación de una amnistía que permitió la salida de las cárceles de algunos de los mas importantes lideres guerrilleros, el dialogo con los grupos armados y la firma del acuerdos de paz con la mayoría de los mismo modifico de esta manera notable el marco político y jurídico precedente, pues la represión ya no podía llevarse a cabo por medios institucionales, abierto y legales.(13)

Esta época coincide con la consolidación de la guerra sucia y la represión paraestatal, pues comenzó a ser patente la correlación entre el numero cada vez menor de presos políticos y detenciones (legales e ilegales) por razones políticas, el numero cada vez mayor de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas “si en 1980, el

numero de detenciones políticas fue de aproximadamente 6800 con 92 asesinatos y 6 desapariciones, en 1983, en pleno proceso de paz, únicamente se contabilizo 1325 detenciones pero el numero de desapariciones fue superior a 100 y hubo unos 600 asesinatos políticos”(14). Es importante destacar igualmente que ya en estos momentos la mayor parte de las acciones represivas se llevan a cabo no por autoridades oficiales sino por grupos (privados); y por otra parte, que todavía en 1987 un memorando del ministro de defensa señalaba a sus subalternos que “organizar, instruir y apoyar las juntas de autodefensa debe ser objeto permanente de las fuerzas militares donde la población es leal y se manifiesta agresiva contra el enemigo”(15).

A comienzos de los ochenta comenzaron a generalizarse entonces las acciones paramilitares, las cuales le permitían al estado mostrar al estado una fachada limpia hacia el exterior, pues ya los responsables de las graves violaciones de derechos humanos eran los grupos paramilitares y no los agentes del estado, subrayando de esta forma como lo destaca Palacio y Rojas quienes dicen que los que los paramilitares han logrado integrarse a lo que constituye la característica del régimen político colombiano, cual es “la combinación necesaria entre un cascarón democrático con formulas altamente represivas de control social y político. Antes directamente por las fuerzas armadas con un soporte institucional llamado estado de sitio. Ahora a través del apoyo y encubrimiento de grupos armados que hacen el trabajo del ejercito sin que orgánicamente se vincularan a el”(16).

El cambio de actitud, al menos en lo legal, del gobierno nacional frente al fenómeno paramilitar solo se logra con entrada en escena y el aparente cambio de bando de que hasta entonces constituida un incomodo pero importante aliado: el narcotráfico. Los empresarios de la cocaína, de acuerdo con los autores anteriormente mencionados hablan de la intervención de tierras, no solo convirtiéndose en terratenientes sino que comenzaron también a compartir la política de los terratenientes tradicionales; luego, no solo crearon sus propios grupos sino que estuvieron dispuestos a trabajar con el ejercito y viceversa: “actuando en complicidad del ejercito, por lo general, no combatieron directamente a los grupos guerrilleros sino que adoptaron una táctica terrorista de amedrentamiento de la población: lideres sindicales, campesinos y populares, además de activistas y militantes de grupos políticos (la Unión Patriótica a la cabeza) pero

Viene de la pág. 56

también el frente popular y otros militantes, además de importantes luchadores de la causa de los derechos humanos. Estas operaciones no se restringieron a una labor selectiva. Fue terrorista, en la medida en que combino verdaderas masacres colectivas con el despliegue de listas de personas que fueron potenciales blancos de esa acción “anónima”.(17)

La prohibición legal de los grupos paramilitares solo se vino a producirse en 1989 mediante los decretos 813, 814, 815 y 1194 del mismo año, el ultimo de los cuales sanciona penalmente a quien promueva, financie, organice, dirija, fomente o ejecute acciones tendientes a la formación o ingreso de personas a grupos armados de los denominados escuadrones de la muerte, bandas de sicarios o justicia privada, “equivocadamente -según el decreto en mención- denominados grupos paramilitares”(18) Este viraje de la política gubernamental fue importante pues deslegitimo jurídica y políticamente a los grupos paramilitares, rompiendo el anterior silencio oficial en torno a tales actividades que habían dado lugar a una alianza del gobierno con ellos; pero, como lo señalaron algunos analistas,(19) pareció ser mas una respuesta a algunos homicidios y masacres perpetrados por los narcotraficantes y a los desafíos planteados por la creciente autonomía de los grupos paramilitares, que a una estrategia destinada asegurar plenamente la vigencia de los derechos humanos. De ahí, en consecuencia, las ambigüedades gubernamentales que perduran hasta hoy, pues mientra se prohíben los grupos paramilitares y se golpeaba algunos de ellos, especialmente ligados a los grupos de narcotraficantes, por otro lado siguen desarrollando la guerra sucia en zona como Urabá y Córdoba, entre otras, al tiempo que los organismos de derechos humanos siguen denunciando la participación de miembros de las fuerza armadas en actividades paramilitares (20).

En definitiva, el hecho de que los grupos paramilitares se encuentren hoy legalmente prohibidos y “desmovilizados” en Colombia no debe llevarnos al engaño sobre su existencia real, por un supuesto proceso de paz con ellos, situación que coincidió con la finalización de las negociaciones de paz con la guerrilla y con la tendencia a la reinstitucionalización del autoritarismo del estado colombiano.

NOTAS DE PIE DE PÁGINA:

1 Américas Watch. La olvidaba tragedia de la violencia política. Bogotá CEI de la Universidad de los Andes e IEPRI de la Universidad Nacional, 1990. Pág. 21.2 REYES POSADA, Alejandro. Paramilitares en Colombia: contextos aliados y consecuencias. En revista: análisis político. Numero 12. IEPRI Universidad nacional. Bogotá 1991. Pág. 37.3 ZULETA, Estanislao. Colombia, democracia y derechos humanos. Editorial: Altamir. Bogotá. 1991. Pág. 118.4 URIBE, María teresa. Legitimidad y violencia: Una dimensión de la crisis política en Colombia. En: Rasgando velos, ensayo sobre la violencia en Medellín, Universidad de Antioquia. 1993. Pág. 83.5 REYES POSADA, Alejandro. Paramilitares en Colombia: contextos aliados y consecuencias. En revista: análisis político. Numero 12. IEPRI Universidad nacional. Bogotá 1991. Pág. 37.6 Uribe, 1993, Pág. 56.

7 Cfr. Uribe. 1993, Pág. 57.8 Amnistía Internacional. Violencia política en Colombia. Mito y realidad. Madrid, 1994. Pág. 46.9 Américas Watch, 1990, Págs. 23 – 29, en las que se cuenta la (historia legal) de los grupos paramilitares. Pág. 13. Los reglamentos de combate de contrainsurgencia en que 1969 expresamente ordenaban la creación de estos grupos; según tales reglamentos “la junta de autodefensas es una organización de tipo militar que se hace con personal civil seleccionado de la zona de combate, que se entrena y equipa para desarrollar acciones contra los grupos guerrilleros que aparezcan en el área o para operar en coordinación con tropas en acciones de combate… (O en zonas de no combate) para prevenir la formación de grupos armados… Una red de juntas de autodefensas, controladas por el mando militar, representa un instrumento poderoso para la defensa de la nación contra los ataques exteriores o interiores. Su organización debe, por lo tanto, estar bajo dependencia militar en todo momento. /… (El ejército debe) prestar el apoyo necesario para su adquisición (de armamento) y expedición de salvoconductos. En algunos casos pueden dotarse gratuitamente… se pueden dotar de armas municiones de uso privativo de las fuerzas militares”10 UPRIMNY YEPES, Rodrigo, y VARGAS CASTAÑO, Alfredo. La palabra y la sangre: violencia, legalidad y guerra sucia en Colombia. En Germán Palacio (compilador): la irrupción del ra estado (ensayos sobre la crisis en Colombia). Bogota,

ILSA- CEREC. 1991, Pág. 111.

11 Cfr. UPRIMNY YEPES, Rodrigo, y VARGAS CASTAÑO, Alfredo. 1991. Pág. 111.12 Cfr. UPRIMNY YEPES, Rodrigo, y VARGAS CASTAÑO, Alfredo. 1991. Pág. 112.13 Cfr. UPRIMNY YEPES, Rodrigo, y VARGAS CASTAÑO, Alfredo. 1991. Pág. 116.14 Amnistía Internacional. Desapariciones forzadas y homicidios políticos. La crisis de los derechos humanos en los noventa. Manuel para la acción. Madrid, EDAL, 1994. Pág. 40.15 Cfr. UPRIMNY YEPES, Rodrigo, y VARGAS CASTAÑO, Alfredo. 1991. Pág. 116. Si bien por su origen seria teóricamente posible diferenciar entre grupos de autodefensa, grupos paramilitares y grupos de asesinato a sueldo (sicarios) al servicio del narcotráfico, en la práctica ello resulta hoy en día imposible dado que sus actividades se entrelazan.16 PALACIO, Germán, y ROJAS, Fernando. Empresarios de la cocaína, parainstitucionalidad y flexibilidad del régimen político colombiano. (Narcotráfico y contrainsurgencia en Colombia). En Germán Palacio (compilador): La irrupción del

paraestado (ensayos sobre la crisis colombiana). Bogota. ILSA-CEREC, 1991

Págs.111 - 115

17 Palacios y Rojas, 1991, Pág. 96.18 Américas Watch. La olvidaba tragedia de la violencia política. Bogotá CEI de la Universidad de los Andes e IEPRI de la Universidad Nacional, 1990. Pág. 27. llamó la atención en su momento que la propia ley utilizara la expresión (equivocadamente denominados grupos paramilitares) que por consiguiente parece aceptar la existencia de otros grupos (acertadamente denominados grupos paramilitares) que por consiguiente no estarían prohibidos. No obstante, el propio presidente Barco, quien firmo los decretos mencionados, se refería a los grupos paramilitares19 Américas Watch. Estado de guerra. Violencia política y contrainsurgencia en Colombia, Bogota, tercer mundo, CEI de la Universidad de los Andes, e EIPRI de la Universidad Nacional. Págs. 44 – 45.20 Cfr. Américas Watch, 1994, Págs. 44 – 45.

BIBLIOGRAFÍA

1. Américas Watch. La olvidaba tragedia de la violencia política. Bogotá CEI de la Universidad de los Andes e IEPRI de la Universidad Nacional, 1990.

2. Amnistía Internacional. Desapariciones forzadas y homicidios políticos. La crisis de los derechos humanos en los noventa. Manuel para la acción. Madrid, EDAL, 1994.

3. Amnistía Internacional. Violencia política en Colombia. Mito y realidad. Madrid, 1994.

4. PALACIO, German, y ROJAS, Fernando. Empresarios de la cocaína, parainstitucionalidad y flexibilidad del régimen político colombiano. (Narcotráfico y contrainsurgencia en Colombia).En German Palacio (compilador): La irrupción del paraestado (ensayos sobre la crisis colombiana). Bogota. ILSA-CEREC, 1991.

5. REYES POSADA, Alejandro. Paramilitares en Colombia: contextos aliados y consecuencias. En revista: análisis político. Numero 12. IEPRI Universidad nacional. Bogotá 1991.

6. UPRIMNY YEPES, Rodrigo, y VARGAS CASTAÑO, Alfredo. La palabra y la sangre: violencia, legalidad y guerra sucia en Colombia. En German Palacio (compilador): la irrupción del paraestado (ensayos sobre la crisis en Colombia). Bogota, ILSA- CEREC. 1991.

7. URIBE, María teresa. Legitimidad y violencia: Una dimensión de la crisis política en Colombia. En: Rasgando velos, ensayo sobre la violencia en Medellín, Universidad de Antioquia. 1993.

8. ZULETA, Estanislao. Colombia, democracia y derechos humanos. Editorial: Altamir. Bogotá. 1991.

Derechos Humanos 7

¡LOS UNIVERSITARIOS MARCHAMOS CONTRA

El “MOVICE” Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado atendiendo el llamado del movimiento social Colombiano convocó para el día 6 DE MARZO una gran jornada de movilización con el fin denunciar los atroces CRÍMENES DE ESTADO producto de la implementación por parte del Gobierno Nacional de la política de la “seguridad democrática”, a lo que los medios de comunicación tergiversando la información han denominado “falsos positivos”. Para nosotros los estudiantes Universitarios potenciales víctimas, resulta paradójico que aquellos a los que la constitución les ha otorgado el deber de defender la vida de los colombianos y velar por su seguridad, sean quienes se encargan de violar los derechos humanos en forma generalizada y sistemática.

El Movimiento Estudiantil Universitario se vinculó masiva y activamente a esta jornada destacándose una importante participación de los Estudiantes de Universidades Privadas. Los Universitarios cada vez más se vienen vinculando a los debates políticos del orden Nacional, no solo expresando sus opiniones sino también vinculándose y generando iniciativas de denuncia y movilización.

La ACEU “Asociación Colombiana de Estuantes Universitarios” invita a todos los estudiantes Universitarios a que sigamos siendo participes de espacios donde se critique, se debata y se propongan salidas alternativas a la problemática Universitaria y Social que vive nuestro país. Guiados bajo la consigna que orientó el desarrollo del IV Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios “POR UNA UNIVERSIDAD PARA LA DEMOCRACIA”

El lunes 23 de marzo de 2009, el compañero JOSE CUENCA SAENZ, estudiante de Derecho cursaba tercer semestre en la universidad la Gran Colombia, nos ha abandonado físicamente d e b i d o a u n a c c i d e n t e automovilístico, a pesar del reciente proceso de construcción que ha tenido la A.C.E.U. en la universidad Gran Colombia, el c o m p a ñ e r o J O S E l o g r ó destacarse por un alto nivel de conciencia el cual le permitió tomar la decisión de colaborar en la organización del colectivo Gran Colombiano, vinculándose a las movilizaciones del 6 de marzo contra los falsos positivos y e l referendo del agua demostrando su voluntad por la búsqueda y aportes para lograr una Colombia con equidad social, paz y democracia, igualmente en el proyecto de universidad crítica, creadora y transformadora, lamentamos el h e c h o s u c e d i d o y n o s comprometemos con mantener viva su memoria con el constante trabajo en la elaboración democrática de una nueva universidad. La A.C.E.U. lamente lo sucedido y brinda respaldo a los familiares.

Comunicado

.Por: Amaury GómezACEU- Universidad Autónoma de Colombia

LOS CRÍMENES DE ESTADO!

nueva gira exitosa de la ACEU en Europa

Por: Diego Fernando Marín RiosRefugiado Político en Noruega, Ex Lider de la ACEUEx Representante Estudiantil en el CSU de la UN.

La solidaridad con la lucha de los estudiantes colombianos aumenta a la par que se fortalece el trabajo internacional de la ACEU. Una vez más invitada al Festival Internacional de los Estudiantes en Trondheim Noruega (ISFIT 09), como ganadores del premio de paz de los estudiantes en el 2005, la ACEU tuvo la oportunidad de poner en evidencia la difícil situación del estudiantado colombiano y aumentar la presión sobre el gobierno colombiano.

Durante el festival, realizado del 21 de febrero al 1 de marzo, en varios de los grupos de trabajo Diego Marin, representante de la ACEU en Europa, tuvo la oportunidad de compartir con muchos de los 400 asistentes, de 100 países distintos, sus opiniones sobre el papel del estudiantado en la lucha por los cambios y mostrar la difícil realidad de los estudiantes Colombianos.

Con el arribo el 25 de febrero de Guillermo Baquero se completo la delegación de la ACEU que además jugó un papel importante en el desarrollo de la “Conferencia de Paz”, escenario en el que por cuatro días estuvieron reunidos los seis ganadores del Premio de Paz de los Estudiantes. Como resultado de esta conferencia y a partir de la propuesta presentada por la ACEU se constituyo una iniciativa a través de la cual los ganadores del premio de paz actuaran como un cuerpo representativo de la lucha mundial de los estudiantes por la paz, que tendrá la misión de solidarizarse con estas luchas en cualquier parte del mundo, garantizando el apoyo y acompañamiento a partir de las oportunidades que ofrece el mencionado galardón.

Esta no es solo la oportunidad para garantizar un seguimiento permanente a la situación colombiana por parte de la comunidad internacional, sino que también es la oportunidad para que la ACEU aporte a la lucha de otros estudiantes y se nutra de sus experiencias.

Luego del ISFIT 09 y hasta el 8 de marzo se adelanto una intensa agenda con distintas organizaciones sociales y de derechos humanos de Noruega y Suecia, partidos políticos y organizaciones estudiantiles donde cabe resaltar: el fortalecimiento en las relaciones de la ACEU con las organizaciones nacionales de los estudiantes universitarios de

Noruega y Suecia, la ampliación del campo de acción de la ACEU en Noruega ahora con la vinculación más fuerte a la lucha contra el tratado de libre comercio entre Colombia, Noruega y Suiza, la construcción de nuevos proyectos de cooperación entre algunas ONG's y la ACEU y sobre todo el fortalecimiento del acompañamiento y la solidaridad por parte de los estudiantes de Noruega y Suecia a la causa de los estudiantes colombianos.

Por delante quedan aún las reuniones de la Unión Europea de Estudiantes donde se espera se apruebe una declaración sobre el caso de Colombia, el congreso de los estudiantes secundaristas noruegos donde la ACEU está invitada, el desarrollo del nuevo proyecto de cooperación con Red Colombia de Suecia, la conformación final de la Brigada Internacional de Solidaridad que visitará a Colombia en Octubre que promete ser la más grande y más cualificada de todas las habidas hasta el momento y la lucha contra el TLC Colombia-EFTA, entre las tareas normales del tema internacional y las relacionadas con la nueva iniciativa de los ganadores del premio de paz.

Un muy buen inicio de año para la ACEU en el campo internacional que promete arrojar resultados muy concretos para el fortalecimiento de la organización y la solidaridad con la lucha de los estudiantes colombianos. Gracias a todos aquellos que colaboraron con esta primera tarea internacional del año, a las organizaciones que nos abrieron sus puertas en Noruega y Suecia y a todos ellos que contribuyen con su grano de arena en el campo internacional para el cambio necesario de la situación en Colombia.

Ganadores del Premio de Paz reunidos con la Premio Nobel de Paz. De izquierda a derecha, Guillermo Baquero, ACEU, ganadora en 2005, Shang Tong 2007, Premio Nobel de paz, ZINASU 2003, Rabab Amidalen 2009, 2001 y Antero da Silva 1999.

Diego Fernando Marín (Izq) y Guillermo Baquero (Der) minutos previos a la ceremonia de entrega del premio de paz ISFIT 2009

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