BIOMAVIDA AL SUR DE LA TIERRA

MENSAJES DEL PASADOArte rupestre de río HurtadoCARGA ANIMAL EN EL SALAR DE TARA Desierto de Atacama

Andes central

GLACIAR COLGANTEEl Morado

REVISTA

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ENERO 2013

BIOMAVIDA AL SUR DE LA TIERRA

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EN ESTA EDICIÓN

241606MENSAJES DEL PASADO, Arte rupestre de Río Hurtado El Chile semiárido que conocemos guarda secretos en sus laderas y valles, que si bien, se pueden ver a simple vista, aún no se logran entender.El norte chico se extiende desde la latitud 27º S a la 32º S y contiene la hidro-grafía de los ríos Elqui, Limarí, Choapa, Huasco y Copiapó...

CARGA ANIMAL EN EL SALAR DE TARA, Desierto de Atacama. Durante los años 2010, 2011 y 2012, la Corporación Nacional Fores-tal (CONAF), en conjunto con la Universidad de Chile, apoyados con fondos del Proyecto Darwin - Alianza Gato Andino, generaron información robusta para la toma de decisiones sobre el uso del territorio...

GLACIAR COLGANTE DEL MORADO... Santiago aun duerme cuando salimos en dirección hacia el Cajón del Maipo, 00:04 AM y parece que el amanecer está muy lejos de presentarse.Curiosamente no hace frío y las aguas de las vertientes de montaña que encontramos en el camino no están heladas como de costumbre...

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EDITORIAL

Ciertamente vivimos en un país fascinantemente diverso en su geografía, lo hemos visto en otras ediciones, pero creemos que uno de los hitos más sorprendentes para no-sotros son los glaciares.En Chile hay aproximadamente 1835 glaciares con una superficie que so-brepasa los quince mil kilómetros cuadrados de hielo, sin embargo hay más territorio que no esta inventaria-do lo que significa que Chile posee más de veinte mil kilómetros cuadra-dos, más que ningún país de Suda-mérica.Se extienden desde las solitarias cum-bres del altiplano hasta el extremo austral de nuestro continente. Su imponente presencia no tiene igual, su morfología clasificada y existente en nuestro territorio llega hasta doce tipos distintos de glacia-res que se diferencian por tamaño, naturaleza, características físicas o de comportamiento.La Glaciología es la ciencia que estu-dia a estas manifestaciones geofísi-cas de nuestro planeta. Vela por sus

variaciones de masa, las dinámicas de flujo, estudia su relación con el cambio climático, etc.Se trata de temas nuevos en las aulas y en la mente de las personas. Pro-ducto de que los efectos de nuestra industrialización se ven en estas últi-mas décadas medibles recientemen-te con los avances en las técnicas de investigación como el GPS, el eco-sondaje, la altimetría láser o la espec-trografía etc.Es verdad que conocer un glaciar de cerca requiere de grandes esfuerzos ya sea físicos o económicos. Pero queremos invitarlos en la presente editorial de Revista BIOMA, que, a propósito de estos meses estivales de vacaciones, intente conocer nuestros glaciares esa será la oportunidad de vivir una experiencia inolvidable con la naturaleza, de maravillarse o de sentirse pequeño ante ella.Pero también puede ser la oportuni-dad de reflexionar sobre lo que suce-de a nuestro planeta hoy y como eso se verá reflejado en el futuro.

CHILE PAÍS DE GLACIARES

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Santiago aun duerme cuando salimos en dirección hacia el Cajón del Maipo, 00:04 AM y parece que el amanecer está muy lejos de presentarse.

Curiosamente no hace frío y las aguas de las vertientes de mon-taña que encontramos en el ca-mino no están heladas como de costumbre, como cuando uno introduce sus manos y el hielo causa hasta dolor. Minutos des-pués pasamos bajo el cerro Are-nas (4.360 m.s.n.m) por el valle de mismo nombre, Hernán y Alejandra nos acompañan, él es un montañista de larga tra-yectoria y ella es una experta en ecoturismo.

Nos guían hacia el Glaciar colgante del Morado (3200 m.s.n.m) un interesante trek-king que nos permite por un lado extasiarnos con la belleza escénica del lugar, y por otro lado tener la oportunidad de entender la naturaleza de los glaciares.

Luego de un inclinado ascenso por una Morrena(1) del glaciar,

Andes central

GLACIAR COLGANTE, El Morado

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se aprecia una laguna rema-nente de la antigua ubicación de esta masa de hielo terrestre, que de acuerdo a su física fluía pendiente abajo deformada por su estructura interna y cier-tamente por el deslizamiento de su base.

Apretado por las cumbres del Morado principal y Morado sur la fuerte pendiente de este Gla-ciar de montaña más allá de su vertiginosa y deslumbrante puesta en escena demuestra su serio estado de retroceso, que es independiente de su comportamiento dinámico de avance y retroceso variable de

acuerdo a las temporadas del año.

El tiempo pasa lentamente en este hábitat y sentados en una roca sentimos como el silencio de la montaña sólo se ve inte-rrumpido por el constante des-prendimiento de hielo y detri-tos(2) en el frente de la lengua del glaciar, lo preocupante de esto es que ese proceso puede afectar su balance de masa y su dinámica.

Por eso lo anterior llama parti-cularmente nuestra atención, por que la clasificación térmica del glaciar colgante del Morado

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es de tipo frío, es decir inferior a 0º (existen otros tipos de glaciar como los temperados y los politermales) por lo que el efecto de ablación(3) es generalmente poco usual y generado por eventos más calidos, lo que nos da indicadores de alarma a los que se debe prestar atención.

Tan frecuentes eran las caídas que era fácil medir la cantidad de desprendimientos en el lapso de una hora, que si bien no eran grandes desmoronamientos son fuerte evidencia de que la tem-peratura causa estragos, los que a corto plazo terminarán con esta magnifica manifestación de la naturaleza.

Las consecuencias de cambio climático son cada ves más innega-bles y ciertamente más cercanas, como el caso de este glaciar que esta a solo unos kilómetros de Santiago.

Hay mucho que aprender y entender aun de los Glaciares pero también es tiempo de reflexionar.

¿Como debemos actuar frente a un mal global del cual todos y cada uno de nosotros somos responsables?

1-Morrena: Es la acumulación de piedras y tierra que un glaciar transporta y deposita producto de su avance o retroceso. 2-Detritos: Partículas que resultan de la descomposición de una roca.3-Ablación: Pérdida de masa superficial en un glaciar por fusión o sublima-ción.

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MENSAJES DEL PASADOArte rupestre de Río Hurtado

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El Chile semiárido que cono-cemos guarda secretos en sus lade-ras y valles, que si bien, se pueden ver a simple vista, aún no se logran entender.El norte chico se extiende desde la latitud 27º S a la 32º S y contiene la hidrografía de los ríos Elqui, Limarí, Choapa, Huasco y Copiapó, esta rica provisión de aguas de montaña die-ron pié al surgimiento de grupos hu-manos en la prehistoria de la zona.Mientras el viento tibio fluye y reco-rre incansablemente los recodos del valle se puede sentir el espíritu y la mística de hace 10 o 15.000 años. Sumergidos en una mezcla de sen-saciones y emociones podemos ima-ginar que este mismo viento reposó sobre las diversas culturas que gra-baban en las rocas de su entorno mensajes que hoy son un misterio para nosotros.Figuras antropomorfas, animales, mascariformes* y signos geométri-cos esparcidos por cinco sectores entre San Agustín y Chañar son re-conocidos como petroglifos de estilo Hurtado, que fueron plasmados so-bre roca granítica o de origen volcá-nico y que se han conservado hasta nuestros días gracias al clima seco de la región.¿Quienes fueron los talladores de es-tos misteriosos mensajes?Ellos fueron los Molles (300 a.C. al 800 d.C.) una cultura con rasgos andino-amazónicos que además de manifestar su arte rupestre en piedra fueron grandes ceramistas y metalur-gistas, se caracterizaban por el uso de adornos en el labio inferior he-chos de piedras llamados Tembetá.

Establecidos, buscaban zonas como los valles desde Copiapó por el norte hasta el Choapa por el sur. Sus tum-bas hablaban de una cultura con una cosmovisión profunda y mística, sus muertos eran acompañados con objetos y utensilios que deberían ser necesarios para el viaje como Tem-betás, pipas de piedra, artefactos de cobre o plata, oro y cerámica.Los petroglifos del sector del Pabe-llón -uno de los nueve sitios arqueo-lógicos de la cuenca alta de río Hur-tado- son sin duda alguna un gran enigma de nuestros tiempos. ¿Qué nos querían transmitir? ¿Fueron ellos emisarios de otras civilizaciones an-cestrales? Tal vez nos hablaban de cosas cotidianas, sus actividades de

caza, fiestas, rituales chamánicos o su relación con la tierra y la natura-leza. Las teorías son muchas, de las cua-les también varias se aventuran en el campo de lo místico o incluso lo extraplanetario. Esa es la magia de explorar y descubrir nuestros teso-ros ancestrales, es vivir la experiencia de sentir estas historias como testi-go presencial, para plantear nuestra propia percepción de lo que está ante nuestros ojos y –por sobre todo- difundir su existencia para valorar su legado.

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Capacidad de carga animal en el Salar de Tara

Durante los años 2010, 2011 y 2012, la Corporación Nacional Forestal (CONAF), en conjunto con la Univer-sidad de Chile, apoyados con fondos del Proyecto Darwin - Alianza Gato Andino, generaron información ro-busta para la toma de decisiones sobre el uso del territorio, provenien-tes de una investigación de la Capa-cidad de Carga Animal del Salar de Tara, Reserva Nacional Los Flamen-cos (RNLF), Región de Antofagasta.

El trabajo de investigación fue reali-zado la administradora de la Reserva Nacional Los Flamencos, Catalina Parra Loyola, y alumnos tesistas de la carrera de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables y Medicina Veterinaria de la Universidad de Chi-le, supervisados por el profesor del Departamento de Botánica y Con-servación de la Flora Nativa, y Beni-to González, Dr. Ciencias Silvoagro-pecuarias y Veterinarias. Ingeniero Agrónomo, Grupo Especialista en Camélidos Sudamericanos del Labo-ratorio de Ecología de Vida Silvestre.

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El presente documento constituye el informe de cumplimiento de la acti-vidad “Publicación capacidad de carga animal del Salar de Tara”, actividad programada en el Plan Operativo Anual 2012, Reserva Nacional los Flamen-cos, que resume los resultados de la investigación llevada a cabo con el ob-jeto de ordenar el uso de las praderas naturales del sector Tara del área protegida en comento.

Descarga el informe completo en www.RevistaBIOMA.cl

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Tuco tuco (Ctenomys fulvus)

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Para explorar... para descubrir... para conservar...

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