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.elEN,"""C'-'L.I A->-- _ ecesió de los g aciar a respuesta al camb io Por: Bern ard Francou Glaciólogo, represen tante del iRO en el Ecuad or 42 MONTAÑA Julio 2007 ¿C uál es el problema? glaciarc' pasan p or - r lo: mejores indicadores de la ____ tendencia climá - tica. Es gracia. a ellos que , a partir d la pr imera mitad del siglo :\:IX, el concepto de "eras zlaciar e intergla- ciares" ha impu e st o y q ue ha nacido la palco- .limaro- lozía. En . ste proceso, el nomb re del cien tífico suizo Loui: Ag a ..iz(\S07-1873 e destaca entre O tro. . :'\lidi .n- do )' estudiando los gla ia- res de una manera efectiva ap artir d 1870 -- prim ro en iuiza y en Francia, lue o en Escandina ia- , se notó que lo- glaciares conor -n variaci ón . peri ód ica -: su le- ngua frontal avanza por un tiempo y luego empi za a rctroccd T. Poco a poco se trat ó de rela cion ar di 'has flucrua cic nes con la ' \-aria- cionc del clima )' así nació la glaciologia. .\ctualmcnt ', de IUa 150 glaciar on observa- dos regu larme nte en va- rios macizos alrededor del mund o, .\ pe ar de que esto con . tituye una obertura

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.elEN,"""C'-'L.IA->-- _

ecesió de los g aciara respuesta al cambio

Por : Bernard FrancouGlaci ólogo,representante del iRO enel Ecuador

42 MONTAÑA Julio 2007

¿C uál e s el p ro ble m a?

glaciarc ' pasanpor - r lo: mejoresindicadores de la

____ tendencia climá -

tica. Es gracia. a ellos que,a partir d la primera mitaddel siglo :\:IX, el concep tode "eras zlaciar e intergla­ciares" ha impuesto y q ueha nacido la palco- .limaro-

lozía. En . ste proceso, elnomb re del cien tífico suizoLoui: Aga ..iz (\S07-1873 edestaca entre Otro. . :'\lid i .n­do )' estudiando los gla ia­res de una man era efectivaa partir d 1870 --prim roen iuiza y en Francia, lue oen Escandina ia- , se not óque lo- glaciares conor -nvariaci ón . periód ica -: sule-ngua frontal avanza por

un tiempo y luego empi zaa rctroccd T . Poco a poco setrat ó de relacion ar di 'hasflucruacic nes con la ' \-aria­cionc del clima )' así nacióla glaciologia.

.\ ctualmcnt ' , de I U a150 glaciar on observa­dos regularmente en va­rios ma cizos alrededor delmundo, .\ pe ar de que estocon . tituye una obertura

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se elEc a o •••el

, .ateo

El /linao Suren /o oetlJalidaci

poco densa para obteneruna t mdc ncia gene ral, e- lared ofrc .e, .n el com extode r ca lentamiento globalde los últimos deceni os, unafuente de información extre­madamenre útil para moni­to rr-ar e l clima del planeta ,parti cu larment e en regionesremotas donde la informa­ci ón clim atológica con has 'en mediciones direc tas es

asa O in xistente,Hcmo. tra tado, en un

lihro rccic mememe publi­cado en Fran cia (Fran ouy \ incc nr, 200 I n de hac runa eintesis de esta in íor­maci ón y d presentar a UI1

amplio público no especia­lizado el pan orama de loglaciares a nivel mundial.En esle artíc ulo, sin-crnba r­go. li le limita ré a sintetiza r

1 qu hemos apre ndidd 1 estu dios hecho por

I 1RD Y dc sus contra par­tes de-de hace cas i 15 añosobre alguno' glacia res dela cordillera ecuatoriana .La prensa aporta muchasveces informaciones muyaproximativas o falsas sobrelo glaciares, por lo qu e noes in úril presen tar aquí UII

pu nto de vista basado en

ub,crvacion 's ci míticas di­recta . .

E- importante comen­za r la historia hace alguno: igln: atrás para apreciarel grado de magnitud delproceso actual de desgla­c iació n , Del mi mo modo,es interesante ver si la t .n­d .ncia qu e observa mos enel Ecuador se ve con la mis­ma fuerza en las cordilleras

Julio 2007 MONTAÑA 43

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A

de los paí ses vecinos, Perú ,Bolivia y Col ombia, do ndeexisten también semejantesprogramas glaciológico. .

La Pequeña Edad deHielo en los Andes delEcuador

Hay pocas regiones enlas cuales los glac iares e t án

tan cerca de los habitant esy tan 'expuestos a la vista detodo ' los viaje ros que rcco­rre n el gra n valle inieran di­no como en los An des ecua­torianos. Por eso mismo ,dichos glaciares han sidoseñala do s e incl uso a vecesdescritos desde los primerossiglos de la Co lon ia .

La Condamine, a me dia ­dos del siglo X VIII, evocalas "e no rmes masas de unanieve tan antigua comoel mu ndo" ¡ que recu brenlos volcanes de la entoncesReal Audiencia de Q uito.A mediados del siglo XIX,~vlo ri tz Wagn er fue el pri­mero en identificar un "ver­dadero glaciar" situa do enel Altar. Su noto riedad sedebía, sin d uda, a su mag­nitud, pues este glaciar nosolo llenaba, en esa época,todo el cent ro de la calderadel volcán, sino que tam­bién se desbo rdaba amplia­mente sobre el alto valle de

Co llanes, COIl una her ma alenzua de hielo qu e desce n­día hasta un poco men os de4.000 m de altitud . En ladécad a de l B70, los viajerosdebían cmzar los glaciaresantes de llega r a las cimas.Reís , St übel , von T hielm any \Vhymper los caminaronen tod os los sentidos, obser­vando las grie tas y las mo­rr enas. "Existen glacia resde gra ndes dim ensiones enlos Andes del Ecuador. Al­canza n su mayor tamaño enel An tisana, el Cayam he yel Ch irn borazo, y hay algu­nos de tam a ño considerableen el Alta r, el Carihuairazo,el Cotacachi, el Tl1iniza , elSara-Urcu y el Sinchola­gua'".

A principios del sigloXX. Han s M eyer fue el pri ­mer geógrafo en demos tra rqu e lo glaciares ccuatoria ­le ' comprenden, tal comoen los Alpes, una parte supe­rior ba nante grande consii­tu ida por nieve dura , llama­da neviza, y un a parte bajacompuesta exclusivamentede hie lo. Ce rca del frente ,el hielo suele esta r cubie rtode escombros rocosos quea veces se confunden conlas morrenas circu nda ntes.La "línea de ncviza" , q uelimita entre la parte alta delglaciar y la pa rre baja, fue

correctamente interpretadapor Han s M cycr como ellími te inferior de la nieveperma nente. Trein ta añosdespu és de Reiss y Sriibcl,en 190 :3, M eyer obse rvó laposición, en altitud , del lí­mite de la ncviza en los An­des ecuatorianos. Este límiteva ria , a nivel de las co rctille­ras , de acu erdo con la expo ­sici ón a los I1l~jOS húmedosque llegan de la Am azon ia.Según él, la línea de nevizaestá 200 a 300 metro : másabajo en la vert iente este dela Cordillera O riental, m uyhú med a, de lo qu e está enla vertiente del Pacífico, másseca.

El límite de la nieve per­man cille tam bién varía enel tiempo ba jo el efecto delcam bio climático ); en cier­to sentido, consti tuye su tra­zador. Los relatos y la icono­grafía dej ad os por quienesviajaron a través de la nievey los glaciares son de granint erés pa ra los cientilicos".Pero, ¿qué nos dicen?

Gracias a La Condarnineya H umbold t, sabemos quecumb res tan bajas como elCorazón (4.787 m) e inclusoel Guagua Pichincha (4.794111) estuvieron pe rmanen te­ment e cubiertas de nieve enlos años I HO y todav ía enI B02. "El 20 de j ulio, fui-

mos a rea liza¡' elcxpcri mc n­to del ba rómetro l...Jsobreel pico mismo del Corazón,cuya pu nta está siempre cu­bierta de nieve y sob repasacon cuarenta toesas el límitesobre el cual la nieve no sefunde jamás'" .

A mediados del sigloX\ III, La Condamine yBouguer de terminaron queel límite in ferio r de la nievese encontra ba a 4. 750 m );cincuenta mios más tarde,H umboldt la ubicó a 'I.BOO111, sin que sea posible paranosotros saber si ese lími­te subió en 50 años o si ladiferencia viene de incerti­dum bre en las medicion es.De acue rdo co n los archi­vos muni cipa les de Q uito,q ue datan de principios dela Colonia, parecería que ellímite de las nieves perma­ne ntes en el volcán Pichin­cha ya se ace rcaba a esaalti tud a comienzo ' del sigloXVI. Aunque las condicio­nes de una capa de nievepermanente fueron señala­das por Morirz \Vagner res­pecto al Guagua Pich inchahacia 1858, los testimoniosde Reiss y Stübel (1870­187+) y, posteriormente, deWbymper (1880) Y M eyer(1903), hacen pensar quela nieve se había vuelto es­porádica . En lo referente

La caldera de ElAltar,vista por RudoJf Reschreiter, en 1903 (acuarela, colec­ción particular).

44 MONTAÑA julio 2007

La caldera de ElAltar, fotografiada en 2000. desde una perspectiva semejantea la de la pintura de Reschreiter.

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al Corazon, lodos 1m te-s­tim onios co ncuerd an enq ue. durante la mayo r parted,,1 sig:lo XIX . hahía nie­ves permanente-s. ¡X'ro esascondiciones ya hahiau ram­hiado al come-nzar el sigloXX. cuando )' I"yt'r visitóla lona. Para entonces. la snieves pcrmallt'lItt's ya sehabían reducido y se limita­han a los jugares más p ro­re-gidos. " El Corazón. CU~:1

almud e-s de ·t,787 m. "1""

leva nta p rccisem- nte tilmacuanto el límite climático dt'la nieve en la Cordillera Oc·cidenr al fa .J- .8LKJ rn , de ma­ru- ra qu e puede te-ne- r- al~o

de nieve en algunos lugare~

pn>It"~dos. pero. dentr o dr­poco tiempo, perderá esteúltimo resto de nieve y hielor...l. Su vecino Rumiñah ui.c'uya cima mide ·1.7.')7 m. haquedado ya rlehajo del limi­le dt' la nevisca y est á. por loramo. desnudo:" .

l..o s glaciúlog-os conu'lIl­poním 'os sal* n f)tI" t'ntr('los sig-Ios XYI y XIX . Yenmuchos ca:\>Osdrsd.. ¡·I.mien·lOS d..1 siglo XI\ : cxisti..runa ni\'e1 mu ndiil l glar ia n.-smucho mas ..xten !'O,> quelos qu .. t'Xislen hoy; Es lal ~coincide ncia dt' ..sla t'xpa n­sio n d.. los glaci are s 1'11 lama yur parte de los mild..:osll\o1l1ailOSOSdd planeta queeM)S seis siglos son co noci­dos com o la Peq u<'il a EdaddI' Hielo. Esa mayor t"Xten·sion dt' los gladarl' s tamb ii-nera palpable en d Enladorg:-racias a t"lmai{·iones másfa\l .rab ll's de capa d... ni..v('y tempe ra tum. El lím ile dela n i('\~ pe rmanentl' p,;l re­el' hal)('f"S(' simado sil'mp ......du ralllt" eSili siglos. entre·U OO y 4.800 m. es decir.

unos tre scientos metros pordebajo de su nivel ac tual.

El Sincholazua (.J- .89301 \ ~ el Coracarh¡ {.J-.939rn., montañas cuya al turasupera la almud del Pichin­rha o del Corazón. perdic­ro n sus glaciares un pllCIIm ás tarde. durante el sigloX.X. Wbyntpt'r escaló esasmontañas por primera \'C":en IBBO. de-cnbiéndolascomo cubiertas de hermo­sos glaciares. LMS lenguasglaciart's aun estaban P""'·senn-s cuand o Hans ).Icvcrpasó pl.r ahí y Raf.·w l Tro­ya o Rud olf Re-schreircr [asp lasmaron ..n sus cuadros.)' l inúsn Ilos resto> d.. hieloperduraron ..n 1"1 Sinchola­gua y el COI.1Cachi hasta losaños ¡o. pt'm a inicios de ladécudn de 1990 llldo vesti­gio de glal·jares había des­aparecido compl-tamen«­de esas cumbres.

En otro macizo. ElAltar;1"1 gran .~lae iar IJII" clI"upa bala enorme caldera s..guÍi\

sit'ndo mu y ,igon ,sll ('lIan­do T nlya [o pintó en 1872,¡\Un cuande) su láminaya estah;! ("n retroceso ..n¡-ompa rae ión nm su ex­It"nsión máxima. Tal co moapa.....("1" ("n las ac uarelas deRI'schreiter pmd uó das en1903, el ¡.::Iac ia r había ft".trocedid o más. aunque se­guia n1h riendo la tOlalidaddc la caldl'ra. akanlillldolocalm..ntl' 100 Illt'lros dc'I'spesor. En t·1 cllrso del sigloXx.. d glacia r fU e .gradual­nlt'nte liberando la ("aldera .dejando lugar. en su ecmm.a una hermosa laKtma, laLagun a Amari lla . Aunqueésta lodad a ("ra minúsculaen 1956, st" fue a~randa.ndo

y t'n 1963 cubría un a supe r-

CIENCIA

fir il' equivalen te a la miradde la qu l' tie-ne ahora. U I'­~o a su máxima exte-nsión(.J-35 ha ) al final de la d é­cada d.. 1980 . una ve z IIU"los glaciares abandonaro ndefin itivamente el fondo dela calde-ra y st" replegaronhacia la pane alta del s-in-o,a la sombra de las paredesrocosas. En ese entonces yaI'r;1 la lagu na glaciar m.15¡(randc de l Ecuador.

).l i-lrlfios modernos mi­lizan "arios indi cadorespilr..l reconstruir las áreasocupadas po r los e:laeia ft"~

1'11 ( 'UfSO del tiempo. U node ellos consisn- ...n datarla, morrenas dejadas po r1'1I0s. la'> cuales p..rmiten . almismo tiem po y bajo ciertasco nd iciones. calcular las anotiguas sup erficies y volume­IW S ocupados por el hielo.Eslas d.nacioncs utilizan unliquen del g<'Jwrn RhiZ(I('/Ir­ptl lI t't'Q,f!rrlph irtlll/. b ien rc¡m ··sl'ntado I'n lod os 1m .\ nd(·s.cuyo Cfecimi..mo , bien ca lj·bradcf a pa rtir d(' sup..rfici(·s(·on edad('S('o lll'l'idas sobreIa.s ('uilles csta preSt"nll', ¡x'r·mil c cstim ar un rango dI'fechas d("1 depós ito de loshlolJul's incorporados a t's."lSmOITl'nilS. e n modelo esta­dísti(( l adecuado ]lrtlpon'io­na una fecha para la co us­tru ct'ion de las morn'nas.con ulla im"{'rcidumun' dt'[;1 orcll'l1 dd der t'nio. L'tili­..:ando esl.. 1Tl(·'lOdo . in\,('stj·gadnrt"s del l RD'; Imdil"wnesta blecl'r flut" , en Bo livia.P..rú y Ecuador. 1m glaria­re'> alea nLamn su mayor ex·tellsiim ent re 1600 ~ 17:J0.cs dl'or. dUri¡llIe uno d(" [osPt"ri{lfios más fríos d<" la Pe·'l udia Edad dI' H ielo . qul'fuI' lamhi¿'n húmeda to n lus

Ande-s o- rurales. Estos avan ­re-s fin-ron contempor áneosde much o- otros a ni\...1mundial. Después d.. estedespliegue máx imo. emll{'·l ci un progresivo I... mx-esoque fue- interrumpido porIIn avance, hien marcad oen e-l Ecuador, durante lospri me-ros decenios (\1'1 sigloXIX. Este pe-riodo. cmrel HOO y 1820. es conocidopor haber sido frío a nivelmundial. Parerr- que, {'II losAndes r r-rnrales. ..1 n-trec e­so de los glacia res fue nota­ble sólo duram.. los do s úhi­mes dece-nios del sido XIX.probablemente dehido a unmarcado n-cale nramic mod..1 i'ad fico ecuatorial y ddr-lirna de esas r..gion('s tropi­cales, a partir de la di-cad ade 1880. Estimamo~, cmon­('..s. flue el fin de la Peq ueñaEdad de Hielo se produjoen los Andes centrales ulre­d"dor del ailo l SR!). ¡'lIa ndola rt'ct"sióll dI' los g:laeiaresI"mJlt'7.ó a suceder a un ril­mo an·lf'rado .

La s e t a pas d e l retroce ·so de los g laciares e nlo s Ande s e c ua t o ri a no sd u r a nte e l siglo X X y e lproc e so de a celeracióndesde hace tre inta años

Cu riosanwf\lt' . ellln' laeXI*diciún de 1I,11l S ). It"~~r

y los a ños SO. no SI' ha po­dido has ta ahora \('II.. r 1111

re~islro pn'ciso y I'on tinllode las flllrllla,ion ('s dI' losgliKiare s en nUl"stro paí ~.

Hay que saltar hilsta las fo­lngralias árca~ del InstitullJGeográfin) ).Iilililr lomad"l~

il panir de lIlediildos de ladt-('ada de 19:)0 para dis­pn nl'r de doc um" llIc", ex­plotables. .\llll a~í. dichas

·~~ de la Condamone.joumdw~ «>( /XIf~ W RDo b rfq.JQ'~ (.•l-Pn. 17;1.' ECNard~per. Trt»'els ClI'I'IOI'IgSf r;r,. GtMr:ArIIhof!l'lO Ea.o:lor. LO"dorl. 1892,,Ai~ de los doc~()S ""fendos pueoen~ el' M. Gar-c~ & B F>TICOU. El~~ lc'I~ E<looones lJbri M...-.d>. QuIto. 2002• Char1es-Mane de L.l Conctirn.ne, op- CItAM.ogUII ""'IlodLla toe!.)c~. -1,95 m.

Han:; M~.1r; tle~ f.tod>.A'IIkn, E>erll~. 1907• A R.1.b.ltet V }omoolIi. PN....,aLlB,Francou & D,Gr.n~ D<llJ"l1 o(Lrrr¡" hA~ f".JCl!J<ltoom ., ,M~ rrorocol Ande~ ÜI<lrqu ... gloc",l'$, Bol"",. 16OS- C A..Geosc"""'~ , 337,2005,pp. 1311-1 322.

]uho 2007 MONTAÑA 45

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CIA

Estegráfrco muestra el retroceso delglaciar de 1976 a 1997.

cobert uras a éreas son e ca­sas (una cada diez añ os, nomucho más) y no enfocad asa l estudio de los glaciar es.En 1975, cuando StcfanH astenr at h", de la Univer­sidad del \ Visconsin, reco­rr ió los Andes ecuatorianos,los glaciares parecen hab ertenido su línea de equilib rioentre 4.900 y 4.950 m comop romedio. Los pequeñoglaciares residuales. comolos del . incholagua y el Co ­tacachi. esta ba n ya reduci­dos a peque ños montículosde hie lo y amenazados po rdesap arecer por co mpletoen algunos año s.

. e sabe, por estud ioshechos en el Perú , parti cu­larmente en la Cordiller aBlanca, que después delretiro rápido de la I nguasglaciares de los dos último.decenio del iglo X IX y delos primeros años del sigloXX, una pausa suce de en­tre 1910 y 1930, marcadapor ava nce ign ificat ivos alprincipio de los años 20. , inembargo. luego, en la Cor­diller a Blanca del Perú, lasexpediciones austro -alema ­nas descr iben un ma rcadoretroc eso de los glac iarea partir de 1930 y d ura ntelos ~1I10S 19+0. Desde prin-

Foto reciente del glaciar del Cotopaxi.

ipios de los a ño 1950 has­la 1975, como en muchootros macizos del mundo,ocurre una nueva pausa enel proceso le recesión de losglaciares, con avances delenguas de algunas decenasde me tro s, par ticular me n teen 1956. 1963 Y 1974-75.En el Coropaxi, al compa­rar las fotos aé reas de 195Gy de 1976. no T pudo veruna diferen cia marcada enlos límites de lo glaciares. loque comp rob ab a qu e la gla­ciac ión man ifestó ahí tam­bién una cierta esta bilida dUordan y otros, 2005).

Las cosas cambian radi­calme n te en todos los Andestropi cale a partir de 1976­1980. Estudios anuales,efectuados por el IRD, elTNAMHI Y la E:\ IAi\ P-Qsobre la vertie n te al.' te del• nrisa na, de muest ra n qu elos glac iarc han retroce­dido consid -rablementcen los últim os 50 años".Clara mente visible des­de Pap allacta y vecino delglacia r G uagrayalina y delglac ia r Los C respos, el gla­ciar 15. qu e fue visitado enel pasad o por H umb oldt,Bou singa uli, Reis , Stübcl,\ Vhymper y M eyer, ha per­dido 36% de su superficie

entre 19 -G Y 20059 • Estaregresión, que era, en 1993.del 17% desde 1956, se du ­plicó estos 12 últimos mi os.En el Cotopaxi, el ri tmo deretroceso a pa rti r de la lotode 197G es pa recido, conuna disminuci ón del 30oÁ,

de la superficies glacia rcentre 1976 y 1997 lú

• Des­ele esta fecha hasta el 200G,a ño en que fu e fo tografiad onuevamente, el Cotopaxisiguió pe rdiendo su hielo aun ritmo ca i similar, llegan­do a un a disminución de un40% de su áreas glaci a rc

• - 11en lrell1ta anos .Tal situa ción se relaciona

con la del glaciar 15 en elAntisana, donde se ha me­dido anualment e el balancede m asa de la lengua alfa.con un d éficit promedioan ua l de un poco más de60 cm de equivalente agua .Repentinamente, el límitepromedio de la nieve pcr­ma ncnre .n esta parle dela Cordillera Oriental su­bió a un poco más de :J.100m . Por lo tan to. este límite.(' ubica aho ra 300 metrosm ás alto que cuando Reissy St übe l visitaron la zon a en1873. A pesa r de que el li­mite de la nieve per ma nen­te ca mbie de un lado a otrode la cordillera, así como ,de un a manera conside ra­ble, de una vertie nte a ot rade una mi ma mon taña esraz onable ento nces dec irque la altura a la cual losglaciares hoy en día empie­zan a conserva r la nieve querec iben anualmente se hadesplazado unos 300 m másarriba re peto a los siglos dela Peq ue ña Edad de Hielo.

En esas con d iciones. se

cnticnd por qu é los glacia­res más peque ños, ubicadosa menos de 5.100 m, e ­t án desap areciendo po co apo o. Dichos glaciarc está nirremediab lemente en des­equ ilibrio con en clima ac­tual y 110 p ueden recuperarma sa , ex ipto en algu nospocos años que combinantemper at ura s más frías yprecipi taciones m ás abu n­dante . co mo 1999 y 2000.Expuestos permant~lllemen­

te a condicio nes de ablac iónsobre la mayor pan e de suup crficic, los glacia res "re­

siduales" qu e permane cenen el lliniza Su r, en e! . araUrcLI y en el Cari huairazovan a desap a recer toralmen­le en un plazo de algunosa ños, o uno o do s deceniossi la con dicione climá ticaspermanecen iguales.

¿Se deber á esto a tem­pera turas más altas o a unamo dificación del rég ime nde precipitacion es? Lasraz ones de este ret rocesoestán siendo estudiada so­b re " glaciares pilotos" enlos qu e e ha n concentradoobservaciones e instr umen ­tales.

El clima responsable ,pero ¿cómo?

n glaciar es un objetohidrol ógico qu e recibe af:,TlJasólida y la conserva en supa rle de arriba , la zona deacumulac ión. El exceso dehielo formado ahí escurreluego por gravedad haciauna altura donde condicio­ncs de temperatura m ás al­tas altera n su conse rva .i ón:es la zona de ablación. Eltiempo durant e el cual seefectúa la tran sferen cia de!

• S. Hastervatn, 1981. Losdatos del lobrose exnonen al inal del articulo., B. Francou. E. Rarmrez, B.Cáceres & J. Mendoza.)..Glader e'lOlu ~'on m the ~'Opicol Andes dunng /he losedecades o{ the 20th cenWry,Chaca!wya, BolIvia ondAnllsonu. ECJJodor,Ambio, vo lu-nen 29. 2000., Según B. Caceres y otros. Informe del lRD y del INAMHI por pubhcarse en 2007oE. Jordan. L.Ungerecrns, B. Cáceres.A Peñafiel & B,Francou, 2005.Los datos del artfculo se exponen al final del artículo.I Según Cad.e:- y otros. 2007. Los datos del al' ículo se exponen al final del dl'tículo.• Hecto-Pascales o milibares., Sonprotuberancasde hie'o que dan una fuerte IlTCgu1andad 3 la suoerfkie del glaCiar.Son agudas,miden generalmente entre SOOTI Yun metro de altura.y se levantanvertxalmente en las reglones tropicales.Un campo de perntentes evoca lasprocesones de lascongregaciones españolasdurante la Semana Santa.

46 MONTAÑA julio 2007

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Los gladares Humboldt.en la cara sur del (himborazo. cubiertos de cenizaen octubrede 2006. después de la violento crisis eruptiva delTungurahua, enagosto, Es indiscutible que la ceniza, al modificar el albedo,ha acelerado larecesión de los glaciares de este nevado y delCarihuayrazo,

hie lo entre ambas zon as de­p ende de la forma dd la­cia r. u tam a ño , la tcmp ­

ratu ra del hielo en u base(la cual pu ed e encont ra r ea temperatura de fu ión oa temperatura negarivn), dla geometría d I lecho ro­coso (cmpinado/ uave, ru­goso /Iiso, an h / tr ho,regular/Irregular; etc.) y dela cantidad de agua que flu­ye en tre el lech o y el hieloa su base. La re 'pue ta deltérmino inf .rior del glacia r(su fren te) -avance, retro­ceso o esta bilidad- dep en­de de la masa de hi lo queviene de 'de arriba y d la:con d icion de ab lación queexi ten en ese punto. Por lotanto. un avan e o un retro­-eso de la 1'ngua en la pan..frontal no e, un indicadorinm ediato de la evoluc i óndel volum en o de la "ma a"de hielo, pero existe un pla­zo más o m 'nos largo, de unaño a má. de un decenio,entre e! efecto del clima (delcual dcp nde que la ma arezra o di minuya) y la r "'­

puc ra din ámi 'a del glaciar.e puede decir que son lolacia r relativame nte más

conos (d.. me nos de un ki­lóm etro de la rgo) y empina­dos los qut' responden másrápida mente a un cambiode masa (uno o do años). El"halan e de masa" (o "ba-

lance neto especifico"), qUt'on i t en e timar I au ­

me nto o la di minuci ón delvolumen de! glac ia r y qu e seexpresa en metros, cen tim c­tro o milímetros de agu aequivalcnt ga nada o perdi­da 'obre toda u uperficiedurante un tiem po dado.es una medición m ' p ni ­neme que las Iluctuacioncde longitud par.l rela ionarun glaciar con u clima.

' in em bargo. la rela iónentre el balance de masa yel clima es suficienteme nteornpleja para nece ,ita r un

análisi: ti ico de la: prcci­pitacione y de lo di tin ­tos flujo ' de energía queintercambian entre la at ­m ósfera y la superficie d Iglaciar, Digamo . para . irn­plificar, que la uperficie delgla iar recibe. por un lado.flujos radiat ivo (la ene rzíaque vicn del sol) de dis­tinta lon gitudes de onda,lo: cualc r presentan lacantidades de energía másimportante qut' recib , ~:

por otro lado. flujo, no ra ­diativo llamado ' turbulen­to ), qU(' est án ligado: a latem pera tura de l ai re en mo­virni cnto ya lo. cambios defase del agua: ublimaci ón(pasa je del agua sólida al va­por de azua. que representauna p érdida de en rgía ) ycondensaci ón pasaje del

vapor de agua al agua líqui­da . ólida, que repre . ernaun aport de ene rgía).

En el tr ópico, a lo 5.000m o más, la en ergía radiati­va de onda corta es el flujoclaramc nt dominante el ­bido a la po a inclina iónde lo rayos solares y a lad n idad d ébil d I aire, conuna arm ó fcra cuya pI'" i óne al rn no . la mitad d laqu e exi: te a nivel del mar(- 500 hPa 'Z). El ba lancede onda larga e siemp renegativo, ya que el glaciarpierde m ás de esta energíade lo qu e recibe. un d ificittodavía más fuerte cuandola nubo idad diurna / no ­turna e d 'bit como. porejemplo, en temperad:cea . con l..mp raturas de

fin de no he que pu ed enalcanzar lo ' _1 00 C. El flujoturbul 1110 de calor 'en .iblc[transmi ión del calor porel aire cuando hay viento)es poco importante, debidotambi én a la den idad débildel ai re. que no puede alma­e nar mucht calorías a e aaltura. Por su parte, I flujoturbulento de calor latente.ligad o a lo cambio: de f:. edel agua, pu ede ser impor­tante cua ndo hay viento ycuando el aire no es sat u­rado de humed ad. qu e ezc ncralme nte el caso en la:cumbre del Ecuador du ­rante el p riodo junio-ago ­to. Esre flujo prO\oca unafuerte ub lirnaci ón. la cualcontribuye a la forma .i ónde pen itente 13 de hielo o­bre la superfic ie del glaciar.

in embargo como la u­blirnaci ón con um e mu chaenergía (8.5 vece rná qu ela fu i ón). la mi ma contri­buye a di minuir la ab la ióny la tem pemtura del aire enlos primero cenrimetro dela uperficie del hielo.

En el ba lance ener 'éticode la 'uped icie del glaciar.lo que imp orta emonce esel balance de Aujo de onda

corta . i stá eleva do , qu ie­r d ir que la up rficieabsorbe la energía y queesta en zrzia va a la fusi ón,

i es pequ .ño, q uiere decirque la ma yor parte de estaene rgía qu e vien e del 01refleja y vu -lvc a la a trnós­fera , E te bala n e depcnddel alb edo, e: el' ir, del po­der r 'H xivo de la up rficicdel gla iar; lo cual dep nd ,a u vez, de su color: conun color gris (p resencia depolvo o de ceniza), el glaciarab orbe entre 40% y 60 0;',

d esta ene rgía; con un colormu y blanco. como despu ésde una n vada, el ~la iarpuede reflejar ha la e! 0%de esta energía. Por lo tamo.el albedo e un factor clavque controla la fusi ón,

Ahora bi n, ¿cómo pu e­d d ieriorarse el albedo?Lo m ás frecuente es porfalta de n evadas, sea por­que predomine un tipo eletiempo ceo. con fuerte 01.durante el cual e precip itan

n Ia up rfi ie de! zlaciaraerosoles orgánico' o mi­n -ral , ' ea porque la pre ­cipitaciones caen en formaliquida (lluvia , nieve a tern ­pe ra tu ra d fusión, granizomojado). . ve. entone es,

qu e la temperatura atrnos ­fi'rica interviene: temp era­turas d mas iado el vadaün á de _10 .) dificultan laexisten i, sobre e! glaciar dun manto de nieve continuoy durable a fuerte albed .La importancia de la ubidade la temperat ura en el ba ­lan ce de energía intervienemás a trav és del albedo queprovocando di rcc tamen u- lafu i ón p r contacto del hie­lo COIl el aire del ambient(flujo de calor cnsiblei,

En el Ecuad or. comoro CLO del aum mo de la

tem peratura atmo félicade de hace alguno dece­nios, cs 'ilm ificati, 'O \'cr qu elos cerro ubi cad os a lo4.700-'1.900 m , que ha ce

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CIENCIA

150 anos llevaban glac ia n's(d C orazón . el Pichincha, elSincholagua, el Cotacachi.erc.), cada vez tiene-n me nosposibilidades de mantenerun manto de nieve más deun a semana en su rnmhre.So lo lo, n e-vados de más de5,000 o 5.1 00 m tie-ne-n ('stacapacidad.

Consideramos. en tonces.rJllt" e-l desplazamien to dellimite de la nic'"\'e /Umú es(,1 fartor principal de la su­bida en altura de la l ona dt"eq uilibrio de los glaciares enel Ecuador. :'\0 existe e\ i­rk-nria de que las p recipita ­ciones hayan d ismi nuido r-n

la altura. pero este factor delclima rnerr-re est udios máscompletos.

¿Q ué se sabe de la evo­lución actual de lasprecip itaciones y de lastemperaturas en la al­tura d e lo s glaciares?

En realidad. poco. pueslas estar-ion e-s nn-n-oroló­zicas que se cncuomran am;is de los 4 ,000 metros sonescasas, y las que cxivenfuncionan d esde solamenteunos 10 <liios, Sin emban;o,un estudio n-r-ie-nte de cli­mat ólogos no rteamerican osqlll:' uti lizaron datos de unalarga mue"tra cle estaó ol1esubicadas t"JI lo, Ande s cen­Ir" k s l:'llI re el 1°::\ Yt" l 23° Sy a una altura inferio r a losglaciart's ha d~moslrado

que la lemptTalur a ha au ­mentado dl:'sde mediadosde los atlo~ 70 en -O.3V·por decenio. A e~tf' ritmo.el limite al cl1<11 l a~ p rl:'ci­p ila, iones dr líquidm se\'uelw"n sólidas hu bil:'ra po­d ido ~uhir unos 100 melrosen 30 a tlOs'''. Aeerca de lalenden('ia p luri-dt"cf'nal delos montos de pn 'cip itac iúnanuales. ninguna conclusiónclara es posibl~ anualmt'lltt'

para la parte alta -andina(4- ,000 m y más a rr iba) dcbi­do a la escase-z de estudios yla faha de d ala s confiables.Segú n estu dios basado , so­bn- simulaciones climáticasnurnéri t-as, la tendencia delas prccipiracione-, debe-rlaa umentar en la parte ecua­tori al de los Andes. pt'nJ lasOhSl:' l'\'.u-it llles demuestransolo una variabilidad muygrande dt' un all 'l a otro.

Concl uimos. entorn-es.e¡ llt' en el Ecuador el au­mento de la Wmpl:' ralllraaunodérica y su efecto so­bre la altura cid limite nie­ve/lluvia debe ser, por suefecto sohre el dl:'w riono delalh- do. la ca usa má s proba­hk de la sub ida de la lineade eq uilibrio de los ghóa­res. asi co mo de su recesión ,Sin em bargo. e-n el estadoac tual de la investigación.no se puede excluir el e!f-{'tode la variación de la prcc i­piración, en cuanto a su fre­cuencia y a los montos acu ­mulados sohre los glaúart"s.pero este erecto no puedeser rorn-ctamenn- aprecia­do por falta de datos.

El rol de l PacíficoEstos últ imos años he­

mos logrado relacionar lat"\ 'oluciún de los g-laciares dt"los Andes u"mr;¡!l:'s co n lalempe ratura superficial deln 'mm del Parí fin l eruato­lial (Fr ancou v ot ros. 2003- 200 ~ .1. Por ej emplo, (-¡¡eJ¡!\-f'Z que en c,ta región ,de ­nominada :'\i llo-.,j. \-ubi\"adaa 1m allTdedores de la Poli­nt'sia franresaj suct"de unaanomalía positiya de t('m­{'('ratura !con un mar mascálido l, la ablación au men­ta muy sig:nifiral i\-amentesobre el g-Iaciar del Antisa­na, Al itl\'t'No, cuando e~la

anomalía es neg-ativa (tem­pe ra lura del mar má~ fria ),

la ablación disrninuvr- y elg-laci'lr se acerca al e-qu i­lihrio. La rt'spuesla de losglacia r" del Ec uador a esasan omalías del Pacifico ocu­rre después de un lapso deucmpo ópti mo de tres me­ses, C uando 1;1 anomalía detemperatu ra superficial delPacífico e-c-uatorial pasan uncierto um bral. llegamos asituaciones c-onoc-idas r omofenómenos El :,\it-IO ¡Pacífi­( 'O anurmalm-n«- rálido) Il

L. Xiña .Pacffico anormal­me-me Iriof. Los glaciares.cuyas r('Spul'stas al r-lirnason inmediatas co moel glaciar Amisana 15- ,están así afectados por Eli\i tl o /La Xiñ a : su lenguaterminal avanza o retrocededt'spu¡:;s r¡ue estos e-vernosocurre n , En el caso del gla­ciar Ami-ana 15, L1. :'\ ill ade 1999-2000 interrumpi óuna secuenc ia de variosañ os de retroceso. en partede bidos a eventos El Niñolargos o fuertes, y p m \'ol'óun avance espectacular ycasi inm ediato de unos --\-0met ros en do, años,

Delimitar cuáles ha nsido los roles resp ectivosdd Pacífico e-cuatorial y delp rnet",o de recalentamie ntoatmosf¡:; r ico a nivel mundiale11 el rc uoccso de los glacia­res tle los .\ ndes f'cuawria­11 0 '> de esos últimos dl'rt'niosno es fáci l. Es un hecho q uela ace!c rac'ión del retro('esodt' los glaciares coin cidió .<lquí ,amo en los otros ma­\' izus de los Andes centrales.con l;¡ tende nóa al re(-alell­ta miento m<lrcado que mo s­tró l:'1p lant'ta a partir dI' losarlos 70: y que, igualme n­tt', los lenómenos El :'\iñoh an sido más rrec uentes apartir dl:' 1976. incluye ndolo~ e\ 'ellla s muy fucrtes de1982-1983 y 199 7-1998, Yel muy largo de 199 1-1995,

Al contrario. el pe-riodo prt' ­cedente (194 7- 19 75 : habíasido ma rcado p or una u-m­!wratu ra global mas Fria.así como también por IIIl

l 'acifu-o ec ua to rial más fríoYmarcado por eve-ntos fríosILa .'\ iña ) predomi namos.Según alguno, es tudios. lacontribució n del Pacifico alrecalentamiento de los An­tIes cen trales podría habersido de SO% (l más , Lo res­tante se debería al aumentod e la te-mpe-ratura global.Sin embargo. rube notarqUl:' no es cosa simple de­limita r la contribución de ll' .u-íllco a la evolució n delclima m undial. Sabemosque este- océano y sus varia ­ciones pe ri ódicas {El Xiño­O scilación Sur) tien en nrn ­plins repercusiom-, a nivelglobal.

Los glaciares observa­dos e n Perú y e n Bolivia

Lo s estudios n-cirnn-sIwdlOs por el l R D Y suscotll raparte s nacionales ,1

nive-l de los Andes trópica­les han d-mo-trudo q Ut' loque OCUlTe en el Ecua dor'>r produce tam bié n en 1motros macizos do nde gtac ¡a­res han sido monuoreudo-.Lo s glaciares de la C ord ille­ra Real de Boli, i a , los de laC ord illera Bla nca del Perúv los dt, Colombia m uest ranla misma tendencia, Sin (lUt'existan inyt'nt ari m actuali ­zados de glaciares en est<lsn-gitlllt's, P ( ,d(' 1ll0 S e'limar.por rcrerencia a esludiospartirulart's, que un prome­d io del 30"/0 dt' las árt'as deglacia res ha n desap,t recidoestos últimos trt'il1la años.Sin embarg'o, esta cifra pue­de cambiar en lu nción dt"1m rna(-izos, Lo s glaciaresque están ubicados a me llosde .1.400 m - C h acal taya rC h¡trCluini l:'n Boli\i a , Bm -

• "" tra'C. d.. una e'>¡¡'uaoón muy aproxlmati.a No '" de=rtd Gut! eo;\eIm ,t" l1ay¡ pod >do Sl.Or ,..,As' h.~ "ntre 1,1 ~ 1,1 melro' rn, h.,lo,

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Agradecimientos:\ Eri c Cadier, qu e dirige actualment e el pro grama .RCAT ICE pa ra el IR D en el

Ecuador. También a Bolívar C áceres, responsable de las mediciones de balance de masa.y Luis Maisincho, respon sabl e del pro gram a de meteorología sobre lo gla iares; ambos,inge niero en el Instituto ~acional de :\ lereorologi a e Hidrología del Ecuad or. en QuiLO.

1\

1I

ggi. Yanamarev y Pasiorurien el Perú. y el Carihuaira zoen el Ecuad or, para citar lo 'qu e han sido objeto de es­tudios segui do e t án porde apa rece r con pérdid asde e 'Pe ' 0 1' de un promediode m á o men os un metrode azua por a ñc !' . Comoson glac ia re qu e han perdi­do su zona de acumulaciónpermanente, su evolucióndepe nde d I valor promediode la ablación anual y de lareserva de hielo existent e.

Pocos glacia res de estetipo tienen más de 16-20metros e1t" espesor promed io,lo q ue significa qu e podríandesaparecer; al ritmo ac tualde u déficit acumulado. enun plazo de l O a 20 años.Chacahaya, en Bolivi a . queten ía un e. peso r máximode 15 met ro- en 1998. seha fraccion ad o en vari osped azos para el 2004. Esopedazos . e habrá n a ab adototalmente dentro de do ' otres ,¡lOS. El Carihua irazoconocerá la misma evolu­ción, así cómo los glaciaresde la ca lde ra del Altar y dellliniza uro

En cua nto a lo ' gla ia rcqu e e extiende n sobre unra ng o de altitud más am­plio y tienen una zona eleacumulación importante ami de 5. 100 m. podemosespe ra r una respu esta dife­rente, au nque tienen qureajustarse a la subida de sulinea d eq uilibrio co n unaredu cción de su úrea. Conel clima act ual, e os gla­ciare .. randes" pierden ,de 'de alzunos decenios, unprom edio de 0,4 a 0,6 mde agua cada a ño (m á omen o la mitad de la. pér­did as de lo "peque ños").

egún el clim a ac tual emantcnga sin ca mbiar o laten dencia al recalentamicn­to siga o e acel ere. esosglaciares pod rían persistirvarios decenios m ás, Pa raaberlo, habría que conoce r

la tenden cia clim ática qu eno espera en el fu turo - locual pu ed en proporcionarlo mo d '10 climá ticos bajola forma de e cenarios po-iblc a nivel re!!ional- y

proceder a una modelaciónde la re pue ta din ámi ca dedicho laciares al reaju ­le pro gresivo de 'u líneade equilibrio irnpuc to p rdicha tende ncia clim ática,Eso, in em bargo, requi erede una base de informa­ción glaciológica qu e noexiste tod avia 'obre nin gúnglaciar de los Andes. Por lotanto, roda clase de e 'pe­cula i ón o d decl araciónperentori a c¡ue repercutala pr en sa sobre la desapari­ción de los glaciare dentrode tal o cua l lapso de tiempono tien e base científica.

on todo . e evident eqUt" la simple »arapolació nde la tenden cia climáticade lo últimos trein ta a ñosa los pr óximo s decenio efatal para muchos glaciares:particu larmente pa ra lo,pequeñ os, lo cualc son lorn á de equilibrado: rt"spec­lOal lima ac tua l.

Lo m ás importan te parasaber el futuro de nues tro sglaciares y el impacto qu epodría tener Sil reducciónsobre el recurso agua esmantener y al mismo tiempoampliar la. redes d ob er­vaci ón cxi lente: sobre ellos.Solo e, te tipo d ba es dedatos pueden permitir desa­rrolla r lo aná lisis y simularel fururo c¡ut' nos espera enun mun do más cálido.

El lRO (In tilla de Rcchcrche llOur le D évcloppc­mcn t), a trav és de su progra ma C rear Ice (C laciers

et Ressources en Eau d'A lrirude), inici ó, en 19( l. convaria institucion es andina. nacionale , la construcciónde una red perman ente de obse rvación de glaciares queabarca actualmente 12 glaciare. de los ndes tropica­les: entre Bolivia y Colom bia. E na red está relacio nadaal i tem a de observac ión Ira n ; de glaciare G LA­CIO ' Ll ~d, que in luy el monitoreo de glaciare enlos Alpc (Francia), en el Himulaya (Garwhal, Indi a) yen la Antártica (TeITt" Ad élie, Dom e C).

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