e8 el milenio y el estado eterno
TRANSCRIPT
… y el Estado Eterno
EL MILENIO Y EL ESTADO ETERNO
ESCATOLOGÍA
VIII
Sucesión de Eventos:
- Señales en el Medio Oriente
- El Rapto o Arrebatamiento
- Juicio ante el Tribunal de Cristo
- La Pequeña y Gran Tribulación
- El Retorno de Cristo con sus Santos
- El Juicio a las Naciones
- El Reino Milenario
- La Última Rebelión y el Juicio Final
- El Estado Eterno
La palabra 'milenio' se refiere al período de mil años del reino de Cristo sobre la tierra. Seis veces se menciona en el capítulo 20 del libro del Apocalipsis.
Antecedentes
El milenio será un período durante el cual Satanás será atado en el abismo: “Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años” (Ap. 20:2).
Los santos de la iglesia y los de la tribulación reinarán con Cristo en su reino milenial: “Y vivieron y reinaron con Cristo mil años” (Ap. 20:6b).
Existen 3 posiciones teológicas res-pecto al milenio:
Posiciones Teológicas
(2) Amilenial: espiritualizan todas las referencias al milenio y la aplican al gobierno de Dios en el corazón del creyente. La iglesia reemplaza a Israel y todas las profecías y prome-sas hechas a Israel, se cumplen ahora para la iglesia. No habrá milenio y nunca existirá un esperanza futura para el estado de Israel. Lo que Pablo enseña acerca del olivo en Romanos 11 contradice la interpretación espiritual o figurativa respecto a Israel.
(1) Postmilenial: la iglesia vencerá al mal en el mundo y logrará la paz y la justicia social, después de lo cual vendrá Cristo; 2 guerras mundiales y el actual yihadismo lo desmienten.
(3) El Premilenial: Nosotros abrazamos esta posición, que interpreta las Escri-turas de manera natural o literal. Cree-mos en las profecías del AT y NT res-pecto al milenio, y cuando Jesús vuelva establecerá un reino de paz y justicia.
Creemos en un reinado literal de Cristo en el trono prometido de David, cuando Jesús, junto con los redi-midos de la era de la iglesia, reinaremos con el rema-nente de Israel a las sobrevivientes de las naciones gentiles. El premilenialismo no confunde a Israel con la iglesia, ni la era de la iglesia con la era del milenio. Será un reino literal de mil años, con Jesús gobernan-do desde Jerusalén a toda la tierra.
Posiciones Teológicas
Israel tendrá el lugar de prominencia durante el milenio (Isaías 61, 62, 66, Rom 11:13-28). “Sus hijos serán co-nocidos entre las naciones y todos los que los vean reconocerán que son el linaje bendito del Señor” (Is 61:9).
El Milenio
Habrá naciones gentiles sobre la tierra en el milenio (Ap 20:7, 8; Is 21:1-5; 11:5-10; 60:15; Zac 14:16-21). Fue revelado a Daniel, que Cristo tendría dominio sobre un reino que incluiría a todas las naciones (Dn 7:13-14). “Y se le dio el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido” (Dn 7:14).
Las naciones serán pueblos terre-nales; y aunque vivirán bajo las condiciones ideales de una tierra librada de la maldición, tendrán cuerpos mortales y seguirán con ocupaciones terrenales normales.
Habrá paz, justicia y santidad universal a causa del reino soberano de Cristo, pero no habrá absoluta perfección en los habitantes terrenales (Is 11:4; 65:20; Zac 14:10-17).
El Milenio
La iglesia que vino con Jesús goberna-rá y reinará con Él (Ap. 2:26, 27; 3:21; 5:9, 10; 20:6). Tendremos cuerpo glorificados semejantes al de Jesús (Ap 19:6-14; Mt 22:30, 31; Lc 20:35, 36).
“Aquel hombre dijo: ¡Bien hecho! Eres un buen siervo. Puesto que en lo poco has sido fiel, vas a gobernar 10 ciudades. Otro llegó y dijo: “Se-ñor tu dinero ha producido 5 veces más. Y también le dijo: Tú vas a gobernar 5 ciudades” (Lc 19:17-19).
“Pero los que sean dignos de alcanzar el mundo veni-dero y la resurrección de los muertos, no se casarán ni se darán en casamiento, porque no podrán morir, sino que serán semejantes a los ángeles…” (Lc 20:35-36).
El Milenio
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor” (Mt 25:21).
1. El milenio estará caracterizado por la justicia y rectitud (Jer 23:5, 6; Is 11:3-5; 52:1, 16; Sal 72:1-8).
Condiciones Durante el Milenio
3. Habrá paz entre las naciones durante el milenio (Sal 72; Is 2:4; 9:5, 6; 32:1, 17, 18; Mi 5:4, 5).
2. La tierra estará bajo el gobier-no de Jesús; quien desobedezca será disciplinado (Zac 14:16-21).
4. Habrá alegría y gozo (Is 9:2-4; 25:6-9; 35:10).5. Se gozará de salud y longevidad (Is 35:5-6; 65:20-22).
6. Habrá gran prosperidad material (Sal 72:15-16; Am 9:13-15; Zac. 3:10; 8:12).7. Los animales salvajes perderán su ferocidad (Is 11:6-9; 65:25; Ez 34:25, 28; Os 2:18).
¿Por qué es necesario que haya un reino terrenal? ¿No recibió Jesús su herencia cuando resucitó y fue exaltado en el cielo? Jesús tiene que ser triunfador en la misma arena donde aparentemente fue derrotado.
El Milenio y Jesucristo
Así será cuando regrese de nuevo para gobernar este mundo en justicia. Él ha esperado largo tiempo por esta herencia; pronto la recibirá.El salmo 2, prometió a Jesús autoridad para gobernar la tierra con justicia. Él no vio esto cumplido en su 1ra venida, aunque pagó el precio con su vida. En Ap 5 se le declara digno de tomar el libro sellado, abrirlo, y re-cibir la herencia que le pertenece. Esto se cumplirá cuando venga de nuevo (Ap 11:15).
“¡Fíjense bien! ¡Ya estoy creando nuevos cielos y nueva tierra! De los primeros, nadie volverá a a-cordarse, ni los traerá más a la memoria. Al con-trario, ustedes se alegrarán y regocijarán siempre en lo que voy a crear. Estoy por crear una Jeru-salén alegre y un pueblo gozoso. Yo me alegraré con Jerusalén; me gozaré con mi pueblo, y nunca más volverán a oírse en ella voces de llanto ni de clamor. No habrá en ella niños que mueran a los pocos días, ni ancianos que no cumplan sus años de vida; los niños morirán a los cien años de vida, y los pecadores que lleguen a vivir cien años se-rán malditos. Edificarán casas, y las habitarán; plantarán viñas, y comerán las uvas…”
Isaías 65:17-21
“… No volverán a edificar casas para que otro las habite ni plantarán nada para que otros se coman los frutos. La vida de mi pueblo será semejante a la vida de los árboles; mis elegidos disfrutarán del tra-bajo de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz hijos que estén bajo maldición, porque ellos y sus descendientes son un linaje bendecido por el Señor. Antes de que me pidan ayuda, yo les res-ponderé; no habrán terminado de hablar cuando ya los habré escuchado. El lobo y el cordero descan-sarán juntos, el león comerá paja como el buey, y la serpiente se alimentará con el polvo de la tierra. En todo mi santo monte no habrá aflicción ni nadie hará daño a nadie. Yo, el Señor, lo he dicho”.
Isaías 65:22-25
“Al cabo de los mil años, Satanás fue puesto en libertad de su prisión, y sa-lió a engañar a las naciones... a fin de reunirlas para la batalla. ¡Su número era incontable, como la arena del mar!” (Ap 20:7-8).
La Última Rebelión
“Y subieron por todo lo ancho de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero del cielo cayó fuego y los consumió. El diablo, que los había engañado, fue lanzado al lago de fuego y azu-fre, donde estaban la bestia y el falso profeta. Y allí serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Ap 20:9-10).
Los redimidos no pasaremos por el juicio, pues Jesús ya pagó nuestra salvación con su muerte. Nosotros viviremos eternamente con Dios y para servirlo (Ap 21:3-4; 22:3-5). El cielo es simplemente vivir con Dios.
El Estado Eterno
Los muertos no redimidos de todos los tiempos, serán resucitados al final del reinado milenial a fin de que comparezcan ante el ‘Gran Trono Blanco’ en un juicio que los sentenciará a todos ellos al lago de fuego (Gehenna o infierno). Lo que hace que el infierno sea infierno, no es la presencia del diablo, sino la ausencia de Dios por lo eternidad.
El Juicio ante el ‘Gran Trono Blanco’ se-rá para los inconversos. “Vi entonces de pie, ante Dios, a los muertos, grandes y pequeños. Unos libros fueron abiertos, y después otro más, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados con-forme a sus obras y conforme a lo que
El Estado Eterno
estaba anotado en los libros” (Ap 20:12).
“El mar entregó los muertos que yacían en él; también la muerte y el Hades entregaron los muertos que yacían con ellos, y cada uno fue juzgado conforme a sus obras. Luego la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda. Todos los que no tenían su nombre registrado en el libro de la vida fueron lanzados al lago de fuego” (Ap 20:13-15).
La enseñanza del cielo y del infierno es real y clara en las Escrituras. “E irán estos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mt 25:46). “Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás” (Jn 10:28). “En llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a
El Estado Eterno
Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesu-cristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tes 1:8, 9).Los justos disfrutarán de vida eterna y gozo en la pre-sencia del Señor; los impíos sufrirán castigo eterno y separación del Señor. El justo irá el cielo (1 Cor 5:1; 1 Pd 1:4) y el impío al infierno (Mr 9:43, 44; Ap 20:14).
