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Viernes 26 de febrero de 2016 EL UNIVERSAL E16 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Roberto Gutiérrez Alcalá [email protected] Conferencia sobre el viento del Sol Dentro del ciclo de conferencias organizado por el Departamento de Ciencias Espaciales del Instituto de Geofísica en la Facultad de Ciencias se presentará el próximo jueves 3 de marzo, a las 13:00 horas, la que lleva por título “El viento del Sol”. Lugar: Aula Magna Leonila Vázquez, de la citada facultad, en Ciudad Universitaria. Ponente: doctora Xóchitl Blanco-Cano. ESPECIAL Universitarios operan a fetos con males graves Especialistas del Instituto de Neu- robiología de la UNAM intervienen fetos con padecimientos incompa- tibles con la vida en la Unidad de Investigación en Medicina y Ciru- gía Fetal —única en el mundo— del Hospital de Especialidades del Ni- ño y la Mujer de Querétaro. Hasta ahora han realizado más de 300 operaciones exitosas, lo que impli- ca un beneficio para un igual nú- mero de familias. Y además de per- feccionar técnicas como la ablación láser de tumores pulmonares feta- les, diseñaron dos nuevas interven- ciones: la broncoscopia fetal y la in- tubación traqueal endoscópica. Nuevo método para quienes reciben un riñón Gloria Soldevila Melgarejo, científi- ca del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, intenta sustituir el método habitual de in- munosupresores que se utiliza en los trasplantes de riñón por uno más directo y natural que aprove- chará células del propio individuo y posibilitará una vida más larga y con mejor calidad. Es importante señalar que, siempre que se prac- tica una operación de esta natura- leza, hay cierto grado de rechazo del cuerpo. Por este innovador plantea- miento, la investigadora puma re- cibió el Premio Doctor Rosenkranz en la categoría Biotecnología. CORTESÍA UNAM Criptococosis: L a criptococosis es una infección causada, la mayoría de las veces, por el hongo Cryptococcus neoformans , el cual se en- cuentra principalmente en la materia fe- cal de las palomas. En comparación con otras enfermedades infecciosas, esta mi- cosis aún no representa un problema de salud pública en México, pues su preva- lencia es baja (por cada 10 mil personas hay al- rededor de 28 infectados); no obstante, sí llama poderosamente la atención de los especialistas, ya que su tasa de mortalidad es muy alta: cercana a 50%; o sea, de esos 28 infectados, 14 mueren. Desde hace varios años, Laura Castañón Oli- vares, investigadora de la Unidad de Micología del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la Universidad Na- cional, estudia la evolución de esta enfermedad en nuestro país. “Los hongos del género Cryptococcus se carac- terizan por ser levaduras (hongos microscópicos unicelulares) con una cápsula bastante promi- nente. Esto permite identificarlos fácilmente al microscopio y hacer un diagnóstico preciso de criptococosis. La infección se adquiere por inha- l a c i ó n”, dice. Palomas Las palomas han acompañado al ser humano des- de los tiempos bíblicos. En la actualidad, abundan en las grandes ciudades como la nuestra, espe- cialmente en plazas, parques y jardines; incluso no poca gente les da albergue en sus propias casas y las domestica. El problema con estas aves es que los lugares que escogen para hacer sus nidos (huecos o hen- diduras en muros de edificios, rincones de te- chos altos, torres de campanarios, etcétera) son, por lo general, inaccesibles para cualquier per- sona, por lo que resulta prácticamente imposi- ble mantenerlos limpios. De este modo, se acu- mulan en ellos sus heces que, además de C. neo- formans, contienen otros organismos, como ácaros y bacterias. “Tenemos muy poca información al respecto, pero se cree que, cuando el hongo permanece dentro de las palomas, éstas no padecen la infec- ción porque su temperatura normal, que es de en- tre 40 y 42 grados Celsius, impide que aquél se reproduzca. Pero cuando las aves depositan sus heces, C. neoformans sale junto con ellas y, ya en el ambiente, donde la temperatura baja a 25, 22 ó 20 grados Celsius, dependiendo del lugar, es ca- paz de multiplicarse. Así, una vez que las heces de las palomas se secan, las corrientes de aire levan- tan las partículas infectantes y algunas personas y otros animales pueden inhalarlas”, indica Cas- tañón Olivares. Supresión inmunológica Debido a que el hongo es inhalado, la criptoco- cosis se inicia en los pulmones, donde puede cau- sar muy pocos síntomas o incluso ninguno. Ahora bien, para que esta enfermedad se desarrolle es muy importante la condición inmunológica de la p ers ona. Si en ese momento ésta pasa por un periodo de supresión inmunológica por una terapia con an- tibióticos o corticoesteroides, o por una enferme- dad debilitante temporal, C. neoformans pue de establecerse en sus pulmones y causarle algunos síntomas de tipo gripal. En cambio, si su respuesta inmunológica es buena, en no más de una sema- na estará en perfectas condiciones de salud y nunca se enterará de que tuvo criptococosis. “Si el periodo de supresión inmunológica per- siste en esa persona, sus células no podrán eli- minar el hongo de sus pulmones, lo que ocasio- nará más signos y síntomas, hasta que aquélla no logre respirar. En este punto es donde la cripto- cocosis resulta confundible con la tuberculosis pulmonar. C. neoformans podrá seguir su camino a través de los vasos sanguíneos e infectar el sis- tema nervioso central. Entonces aparecerán sig- nos y síntomas relacionados con una infección neurológica, como meningitis, dolor de cabeza, pérdida de la percepción espacio-tiempo e inclu- so inmovilidad en una parte del cuerpo. O sea, dependiendo del sitio del cerebro que haya sido afectado, serán los signos y síntomas que presen- tará el paciente.” Sistema nervioso central Como otras micosis, la criptococosis no es una en- fermedad infecciosa de notificación obligatoria ante la Secretaría de Salud del gobierno federal. Por eso no hay datos oficiales sobre ella. Los datos de su prevalencia y tasa de mortalidad arriba mencionados fueron recabados por Castañón Oli- vares y sus colaboradores en un estudio que rea- lizaron el año pasado en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía. “¿Por qué lo hicimos ahí? Porque, a pesar de que, como ya dije, C. neoformans ingresa al cuerpo humano por inhalación y los pulmones son las primeras estructuras anatómicas a donde se va, la mayor parte de la sintomatología se da cuando ataca al sistema nervioso central. De ahí que mu- chos pacientes con criptococosis sean atendidos en el Instituto Nacional de Neurología y Neuro- c i r u g í a”, señala la investigadora. El sector de la población más susceptible a esta enfermedad es el de los pacientes con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), cuya in- munosupresión es bastante severa (en los indi- viduos que tienen el virus de inmunodeficiencia humana —VIH—, pero que todavía no han de- sarrollado SIDA, las posibilidades de que puedan infectarse con C. neoformans son bajas si sus de- fensas están equilibradas). “Para que alguien enferme de criptococosis, su cuenta de linfocitos CD4 debe ser menor a 250 por milímetro cúbico. Los pacientes con SIDA sufren una inmunosupresión de esta naturaleza.” También las personas sometidas a tratamien- tos con medicamentos inmunosupresores o a corticoterapias muy prolongadas porque tienen cáncer o alguna enfermedad autoinmune como lupus o artritis reumatoide son vulnerables a la criptococosis. La razón de esto es que, con dichos medicamentos y terapias, las defensas del orga- nismo disminuyen. Dentro de la población global, los grupos de edad más afectados por la criptococosis son los que están entre la tercera y la quinta década de vida. En cuanto a los niños mexicanos, sí ha ha- bido reportes de casos en el Hospital Infantil de México, si bien han sido pocos, pues es una en- fermedad de adultos, sobre todo, al menos en nuestro país. Antimicóticos En México se dispone de dos antimicóticos para combatir la criptococosis. Uno es el fluconazol, que tiene la capacidad de pasar la barrera hema- to-encefálica. Esto es fundamental, pues la infec- ción se aloja en el sistema nervioso central. Por lo regular, el fluconazol no ocasiona reacciones se- cundarias en el paciente. Su única desventaja es su costo alto. Pero está dentro de la lista de me- dicamentos utilizados en los tratamientos básicos de la mayoría de los hospitales en México. El segundo es la anfotericina B, uno de los me- dicamentos a los que más se recurre para tratar micosis sistémicas en México, porque con él los hongos generalmente no hacen resistencia. “Se ha encontrado resistencia de C. neoformans al fluconazol. Cuando esto sucede, no queda más que aplicarle al paciente la anfotericina B, que sí causa reacciones secundarias porque es un me- dicamento tóxico. Junto con su administración se debe vigilar la función renal del paciente, ya que puede deteriorarse. Sin embargo, si hubiera una cepa del hongo que también fuese resistente a la anfotericina B, tendríamos un problema porque no disponemos más que de estos dos antimicó- ticos para luchar contra C. neoformans ”, afirma Castañón Olivares. Registro La criptococosis también es causada por el hongo C. gattii. De hecho, en México hay personas in- fectadas con él. La investigadora universitaria y sus colaboradores han llevado a cabo estudios ambientales en México para tratar de descubrir cuál es el ambiente natural de esta especie, pero no lo han logrado. “En otros países como Australia, Colombia y Brasil se ha aislado C. gattii de eucaliptos y al- mendros, lo cual nos ha hecho pensar que en Mé- xico debemos buscarlo en lugares no tan pertur- bados por el humano como Ciudad Universitaria, la cual está reforestada con eucaliptos. Nosotros hicimos en CU un muestreo en unos 300 euca- liptos y no encontramos ese hongo. Pero CU es una zona completamente urbanizada y las con- diciones en que crecen sus eucaliptos son muy distintas de, por ejemplo, las condiciones panta- nosas en las que lo hacen los eucaliptos de Aus- tralia en los que se encontró C. gattii.” Es oportuno comentar que C. neoformans se ha aislado no sólo de las heces de las palomas, sino también, en un porcentaje muy bajo, de produc- tos lácteos (cremas), frutas (cítricos) y verduras. Sin embargo, como las personas no inhalan esos alimentos, sino se los comen, el hongo no resiste la acidez gástrica ni la acción de las enzimas del estómago, y muere. “Es decir, aunque se haya encontrado en dichos alimentos, tampoco sabemos si en realidad éstos son su hábitat natural o se contaminaron en algún momento por la acción del aire o por la mani- pulación de que fueron objeto”, agrega Castañón Olivare s. De acuerdo con la investigadora de la UNAM, el hecho de que más de la mitad de los pacientes que cursan con criptococosis mueran, debe ser un motivo suficiente para que las autoridades sani- tarias tomen en cuenta esta enfermedad y esta- blezcan la necesidad de llevar un registro de cuán- tos enfermos ingresan en las diferentes institu- ciones del país. “Sería muy bueno que se registrara a los que llegan al Hospital General de México y al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), donde la criptococosis puede ser confundida con cualquier otra infección. En el INER, por ejemplo, se podrían hacer algunos estudios de tamizaje. A veces, a los pacientes que ingresan en esa insti- tución se les practica una baciloscopía. ¿Por qué, entonces, no sembrar la misma muestra en me- dios específicos para hongos y ver si su infección no es debida realmente a C. neoformans? De esta manera, nosotros podríamos evitar que esos pa- cientes tuvieran consecuencias más graves.” b “Para que alguien enferme de criptococosis, su cuenta de linfocitos CD4 debe ser menor a 250 por milímetro cúbico. Los pacientes con SIDA sufren una inmunosupresión de esta naturaleza” LAURA CASTAÑÓN OLIVARES Investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM una enfermedad que llega con el aire El sector de la población más susceptible a ella es el de los pacientes con SIDA. Su prevalencia es baja; pero su tasa de mortalidad, muy alta ESPECIAL Es causada, la mayoría de las veces, por el hongo Cryptococcus neoformans, el cual se encuentra principalmente en la materia fecal de las palomas.

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Page 1: E S P EC I A L una enfermedad - DGCS: · 2016-03-05 · gÌa Fetal /Ùnica en el mundo /del Hospital de Especialidades del Ni - Ðo y la Mujer de QuerÈtaro. Hasta ahora han realizado

Viernes 26 de febrero de 2016 EL UNIVERSALE16 CU LT U R A

PROYECTO UNAMTexto: Roberto Gutiérrez Alcalá

ro [email protected]

Conferencia sobre el viento del SolDentro del ciclo de conferencias organizado por el Departamento de CienciasEspaciales del Instituto de Geofísica en la Facultad de Ciencias se presentaráel próximo jueves 3 de marzo, a las 13:00 horas, la que lleva por título “El vientodel Sol”. Lugar: Aula Magna Leonila Vázquez, de la citada facultad, en CiudadUniversitaria. Ponente: doctora Xóchitl Blanco-Cano.

E S P E

C I A L U n i ve rs ita r i os

operan a fetoscon males gravesEspecialistas del Instituto de Neu-robiología de la UNAM intervienenfetos con padecimientos incompa-tibles con la vida en la Unidad deInvestigación en Medicina y Ciru-gía Fetal —única en el mundo—delHospital de Especialidades del Ni-ño y la Mujer de Querétaro. Hastaahora han realizado más de 300operaciones exitosas, lo que impli-ca un beneficio para un igual nú-mero de familias. Y además de per-feccionar técnicas como la ablaciónláser de tumores pulmonares feta-les, diseñaron dos nuevas interven-ciones: la broncoscopia fetal y la in-tubación traqueal endoscópica.

Nuevo métodopara quienesreciben un riñónGloria Soldevila Melgarejo, científi-ca del Instituto de InvestigacionesBiomédicas de la UNAM, intentasustituir el método habitual de in-munosupresores que se utiliza enlos trasplantes de riñón por unomás directo y natural que aprove-chará células del propio individuoy posibilitará una vida más larga ycon mejor calidad. Es importanteseñalar que, siempre que se prac-tica una operación de esta natura-leza, hay cierto grado de rechazo delcuerpo. Por este innovador plantea-miento, la investigadora puma re-cibió el Premio Doctor Rosenkranzen la categoría Biotecnología.

CORT

ESÍA

UN

AM

C r i pto co cos i s :

La criptococosis es una infección causada,la mayoría de las veces, por el hongoCryptococcus neoformans, el cual se en-cuentra principalmente en la materia fe-cal de las palomas. En comparación conotras enfermedades infecciosas, esta mi-cosis aún no representa un problema desalud pública en México, pues su preva-

lencia es baja (por cada 10 mil personas hay al-rededor de 28 infectados); no obstante, sí llamapoderosamente la atención de los especialistas, yaque su tasa de mortalidad es muy alta: cercana a50%; o sea, de esos 28 infectados, 14 mueren.

Desde hace varios años, Laura Castañón Oli-vares, investigadora de la Unidad de Micología delDepartamento de Microbiología y Parasitologíade la Facultad de Medicina de la Universidad Na-cional, estudia la evolución de esta enfermedaden nuestro país.

“Los hongos del género Cryptococcus se carac-terizan por ser levaduras (hongos microscópicosunicelulares) con una cápsula bastante promi-nente. Esto permite identificarlos fácilmente almicroscopio y hacer un diagnóstico preciso decriptococosis. La infección se adquiere por inha-l a c i ó n”, dice.

Pa l o ma sLas palomas han acompañado al ser humano des-de los tiempos bíblicos. En la actualidad, abundanen las grandes ciudades como la nuestra, espe-cialmente en plazas, parques y jardines; inclusono poca gente les da albergue en sus propias casasy las domestica.

El problema con estas aves es que los lugaresque escogen para hacer sus nidos (huecos o hen-diduras en muros de edificios, rincones de te-chos altos, torres de campanarios, etcétera) son,por lo general, inaccesibles para cualquier per-sona, por lo que resulta prácticamente imposi-ble mantenerlos limpios. De este modo, se acu-mulan en ellos sus heces que, además de C. neo-formans, contienen otros organismos, comoácaros y bacterias.

“Tenemos muy poca información al respecto,pero se cree que, cuando el hongo permanecedentro de las palomas, éstas no padecen la infec-ción porque su temperatura normal, que es de en-tre 40 y 42 grados Celsius, impide que aquél sereproduzca. Pero cuando las aves depositan susheces, C. neoformans sale junto con ellas y, ya enel ambiente, donde la temperatura baja a 25, 22 ó20 grados Celsius, dependiendo del lugar, es ca-paz de multiplicarse. Así, una vez que las heces delas palomas se secan, las corrientes de aire levan-tan las partículas infectantes y algunas personasy otros animales pueden inhalarlas”, indica Cas-tañón Olivares.

Supresión inmunológicaDebido a que el hongo es inhalado, la criptoco-cosis se inicia en los pulmones, donde puede cau-sar muy pocos síntomas o incluso ninguno. Ahorabien, para que esta enfermedad se desarrolle esmuy importante la condición inmunológica de lap ers ona.

Si en ese momento ésta pasa por un periodo desupresión inmunológica por una terapia con an-tibióticos o corticoesteroides, o por una enferme-dad debilitante temporal, C. neoformans pue deestablecerse en sus pulmones y causarle algunossíntomas de tipo gripal. En cambio, si su respuestainmunológica es buena, en no más de una sema-na estará en perfectas condiciones de salud ynunca se enterará de que tuvo criptococosis.

“Si el periodo de supresión inmunológica per-siste en esa persona, sus células no podrán eli-minar el hongo de sus pulmones, lo que ocasio-

nará más signos y síntomas, hasta que aquélla nologre respirar. En este punto es donde la cripto-cocosis resulta confundible con la tuberculosispulmonar. C. neoformans podrá seguir su caminoa través de los vasos sanguíneos e infectar el sis-tema nervioso central. Entonces aparecerán sig-nos y síntomas relacionados con una infecciónneurológica, como meningitis, dolor de cabeza,pérdida de la percepción espacio-tiempo e inclu-so inmovilidad en una parte del cuerpo. O sea,dependiendo del sitio del cerebro que haya sidoafectado, serán los signos y síntomas que presen-tará el paciente.”

Sistema nervioso centralComo otras micosis, la criptococosis no es una en-fermedad infecciosa de notificación obligatoriaante la Secretaría de Salud del gobierno federal.Por eso no hay datos oficiales sobre ella. Los datosde su prevalencia y tasa de mortalidad arribamencionados fueron recabados por Castañón Oli-vares y sus colaboradores en un estudio que rea-lizaron el año pasado en el Instituto Nacional deNeurología y Neurocirugía.

“¿Por qué lo hicimos ahí? Porque, a pesar deque, como ya dije, C. neoformansingresa al cuerpohumano por inhalación y los pulmones son lasprimeras estructuras anatómicas a donde se va, lamayor parte de la sintomatología se da cuandoataca al sistema nervioso central. De ahí que mu-chos pacientes con criptococosis sean atendidosen el Instituto Nacional de Neurología y Neuro-c i r u g í a”, señala la investigadora.

El sector de la población más susceptible a estaenfermedad es el de los pacientes con el Síndromede Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), cuya in-munosupresión es bastante severa (en los indi-viduos que tienen el virus de inmunodeficienciahumana —VIH—, pero que todavía no han de-sarrollado SIDA, las posibilidades de que puedaninfectarse con C. neoformans son bajas si sus de-fensas están equilibradas).

“Para que alguien enferme de criptococosis, sucuenta de linfocitos CD4 debe ser menor a 250 pormilímetro cúbico. Los pacientes con SIDA sufrenuna inmunosupresión de esta naturaleza.”

También las personas sometidas a tratamien-tos con medicamentos inmunosupresores o acorticoterapias muy prolongadas porque tienencáncer o alguna enfermedad autoinmune comolupus o artritis reumatoide son vulnerables a lacriptococosis. La razón de esto es que, con dichosmedicamentos y terapias, las defensas del orga-nismo disminuyen.

Dentro de la población global, los grupos deedad más afectados por la criptococosis son losque están entre la tercera y la quinta década devida. En cuanto a los niños mexicanos, sí ha ha-bido reportes de casos en el Hospital Infantil deMéxico, si bien han sido pocos, pues es una en-fermedad de adultos, sobre todo, al menos ennuestro país.

A nti m i có ti cosEn México se dispone de dos antimicóticos paracombatir la criptococosis. Uno es el fluconazol,que tiene la capacidad de pasar la barrera hema-to-encefálica. Esto es fundamental, pues la infec-ción se aloja en el sistema nervioso central. Por loregular, el fluconazol no ocasiona reacciones se-cundarias en el paciente. Su única desventaja essu costo alto. Pero está dentro de la lista de me-dicamentos utilizados en los tratamientos básicosde la mayoría de los hospitales en México.

El segundo es la anfotericina B, uno de los me-dicamentos a los que más se recurre para tratarmicosis sistémicas en México, porque con él loshongos generalmente no hacen resistencia.

“Se ha encontrado resistencia de C. neoformansal fluconazol. Cuando esto sucede, no queda másque aplicarle al paciente la anfotericina B, que sícausa reacciones secundarias porque es un me-dicamento tóxico. Junto con su administración sedebe vigilar la función renal del paciente, ya quepuede deteriorarse. Sin embargo, si hubiera unacepa del hongo que también fuese resistente a laanfotericina B, tendríamos un problema porqueno disponemos más que de estos dos antimicó-ticos para luchar contra C. neoformans”, afirmaCastañón Olivares.

Re g i st roLa criptococosis también es causada por el hongoC. gattii. De hecho, en México hay personas in-fectadas con él. La investigadora universitaria ysus colaboradores han llevado a cabo estudiosambientales en México para tratar de descubrircuál es el ambiente natural de esta especie, perono lo han logrado.

“En otros países como Australia, Colombia yBrasil se ha aislado C. gattii de eucaliptos y al-mendros, lo cual nos ha hecho pensar que en Mé-

xico debemos buscarlo en lugares no tan pertur-bados por el humano como Ciudad Universitaria,la cual está reforestada con eucaliptos. Nosotroshicimos en CU un muestreo en unos 300 euca-liptos y no encontramos ese hongo. Pero CU esuna zona completamente urbanizada y las con-diciones en que crecen sus eucaliptos son muydistintas de, por ejemplo, las condiciones panta-nosas en las que lo hacen los eucaliptos de Aus-tralia en los que se encontró C. gattii.”

Es oportuno comentar que C. neoformans se haaislado no sólo de las heces de las palomas, sinotambién, en un porcentaje muy bajo, de produc-tos lácteos (cremas), frutas (cítricos) y verduras.Sin embargo, como las personas no inhalan esosalimentos, sino se los comen, el hongo no resistela acidez gástrica ni la acción de las enzimas delestómago, y muere.

“Es decir, aunque se haya encontrado en dichosalimentos, tampoco sabemos si en realidad éstosson su hábitat natural o se contaminaron en algúnmomento por la acción del aire o por la mani-pulación de que fueron objeto”, agrega CastañónOlivare s.

De acuerdo con la investigadora de la UNAM,el hecho de que más de la mitad de los pacientesque cursan con criptococosis mueran, debe ser unmotivo suficiente para que las autoridades sani-tarias tomen en cuenta esta enfermedad y esta-blezcan la necesidad de llevar un registro de cuán-tos enfermos ingresan en las diferentes institu-ciones del país.

“Sería muy bueno que se registrara a los quellegan al Hospital General de México y al InstitutoNacional de Enfermedades Respiratorias (INER),donde la criptococosis puede ser confundida concualquier otra infección. En el INER, por ejemplo,se podrían hacer algunos estudios de tamizaje. Aveces, a los pacientes que ingresan en esa insti-tución se les practica una baciloscopía. ¿Por qué,entonces, no sembrar la misma muestra en me-dios específicos para hongos y ver si su infecciónno es debida realmente a C. neoformans? De estamanera, nosotros podríamos evitar que esos pa-cientes tuvieran consecuencias más graves.” b

“Para que alguien enfermede criptococosis, su cuentade linfocitos CD4 debe ser menora 250 por milímetro cúbico.Los pacientes con SIDA sufrenuna inmunosupresión de estan at u ra lez a”LAURA CASTAÑÓN OLIVARESInvestigadora de la Facultad de Medicinade la UNAM

una enfermedadque llega con el aireEl sector de la población más susceptible a ella esel de los pacientes con SIDA. Su prevalencia es baja;pero su tasa de mortalidad, muy alta

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Es causada, la mayoría de las veces, por el hongo Cryptococcus neoformans, el cual se encuentraprincipalmente en la materia fecal de las palomas.