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La Regla y Los Laicos Laicos Carmelitas La Comisión General del Laicado E-Boletín del Laicado Carmelita - II - No.1 MMXV

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La Regla y Los Laicos

Laicos Carmelitas La Comisión General del Laicado

E-Boletín del Laicado Carmelita - II - No.1 MMXV

La Regla y Los Laicos

Carta del Presidente de la Comisión General

Queridos hermanos y hermanas en el Carmelo:

Estamos muy contentos de presentar el segundo boletín electrónico para el Laicado Carmelita. En esta oportunidad compartimos distintas actividades e iniciativas de nuestros laicos y jóvenes en diversas partes del mundo, siempre con la esperanza de que sigamos consolidándonos como una gran Familia Carmelita internacional. En esta edición continuamos nuestra reflexión en la figura de San Alberto de Jerusalén, Legislador de la Orden Carmelita, cuyo VIII centenario de fallecimiento celebramos a lo largo de 2014 y que concluyó con un seminario de fin de semana en Roma.Muchas gracias por la lectura de este E-boletín y por cualquier sugerencia para la próxima ediciones del mismo.

P. Raúl Maraví, O.Carm.

Abraham Maximiliano Camino, TOC, Perú

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Una vez escuché decir a un fraile Carmelita que Dios saca provecho de lo inútil. Es así como lo místico se

puede convertir en una experiencia cotidiana; y yo pienso que esto es lo que sintió y creyó San Alberto, cuando este grupo de hombres (los primeros carmelitas) le piden que haga de sus vidas cotidianas una manera de sentir, tanto de manera personal y comunitaria, la presencia

de Dios.

La Regla de la Orden y/o las normas de vivir en comunidad, siempre han sido un estilo de vida que cualquier laico puede seguir. Esto porque fue escrita para laicos que decidieron formar una comunidad en presencia de Dios.

Ésta es la hermosura del Carmelo, la que ha permitido, y permite a cualquiera de nosotros abrazar la esencia de esta regla: “vivir en

obsequio de Jesucristo”. Y desde la opción de vida que hayamos elegido, es cómo actuamos lo que hace de nosotros “un corazón puro y una recta conciencia”.

Pero también San Alberto nos indica desde su saludo inicial: “a los hermanos que viven alre-dedor de la fuente”, la importancia de vivir alre-

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dedor, de no perder el sentido que nos “une en alrededor”. Entonces, la pregunta salta por si sola. ¿Qué nos hace congregarnos alrededor? Y la respuesta es la fuente ¿y qué significa la fuente? No es otra cosa que agua, o sea “vida”, y como le dijo Jesucristo a la Samaritana: “Si supieras quién te pide que le des de beber.”

Por lo tanto, estos conceptos de la fuente y el vivir alrededor de ella, no los podemos quitar de nuestras vidas, pues son el sentido de la espiritualidad Carmelita; vivir entorno a lo que nos va a mantener vivos.

Como miembro de la parroquia Nuestra Señora del Carmen de José Gálvez (Perú), tratamos de transmitir a los Jóvenes de la Jucar (Juventud Carmelita) que orar juntos y vivir la eucaristía dominical, se convierte en nuestro apostolado, en nuestra fuente. Y el vivir alred-edor de esta fuente es lo que nos va a sostener en nuestro servicio a los más necesitados.

Y en este camino, al igual que los primeros Carmelitas que se implicaron en la “expe-riencia que transforma” de llevar la hermo-sura del Carmelo, siendo “jardines” en tantas vidas, es necesario mantenernos en la Iglesia. Es así como se ha reconocido a la Orden del

Carmen como parte fundamental de la Iglesia, tal como lo le dijo el Papa Benedicto XVI a nuestro General: “los Carmelitas son los que nos enseñan a rezar”

Sobre el Autor:

Abraham es miembro activo de la Familia Carmelita del Perú. Está casado hace 20 años y tiene 3 hijas (Silvana, Andrea y Luciana)

Por qué me convertí en un terciario Carmelita Amos Ochieng, TOC, Kenya

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El

Carmelo no estaba en mis planes, de

hecho, antes de 1993 yo no sabía

nada de los Carmel-itas, ni siquiera había

escuchado el nombre.

En 1991 yo había recién terminado el colegio y la vida estaba, literalmente, atrás de mí. Debía tomar decisiones concretas para mi vida, y en esta “tarea”, lo que YO quería estaba, por supuesto, en el centro. La espiritualidad, por su parte, era algo que para mí no tenía mayor importancia.

En 1992 el sacerdote que me había bautizado (en 1982) me buscó. Era 14 de febrero, y yo estaba en mi casa confundido acerca de la vida. Al año siguiente me consiguió un trabajo en una casa productora que había fundado en 1984, y como me iba bien en el trabajo el P. Richard

Queen (director) me sugirió que participase en un curso para jóvenes discípulos. Yo no quería ir pero tenía que hacerlo de todos modos. Por una semana fui al curso, y mi vida cambio mucho. Al final del curso empecé a sentir que necesitaba una vida con mayor profundidad Cristiana.

Mi espíritu me pedía continuamente un estilo de vida contemplativa. Quise ser monje y escaparme del mundo para sólo pensar en Dios. Hacia el final de 1993, estaba convencido que necesitaba cambiar la dirección de mi vida espiritual. Yo venía de una familia muy pobre y mi padre había fallecido 3 años antes. Antes de su muerte (en 1990) él ya había pasado 10 años con una parálisis severa, lo que hizo que mi madre luchase mucho por nosotros. Yo era el mayor de 5 hermanos, y tenía la responsabil-idad de ayudar a mi mamá. En estas circunstan-cias, ir al monasterio se hacía algo lejano, pero quería ser sacerdote y estaba 100% convencido de ello, a pesar que sabía que sería una tarea enorme para mi madre si la dejaba sola. Por esto, en agosto de 1993 le dije al Señor “hágase tu voluntad”. Para este momento yo había leído

Por qué me convertí en un terciario Carmelita

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varios libros de los santos, 2 de ellos eran “El secreto del Rosario” y “Las florecillas de San Francisco”. Aun así estaba convencido que no quería ser Franciscano, al menos no de la 3ra orden. Pero, mientras tomaba esa decisión

en secreto, el grupo de Laicos Carmelitas de mi parroquia empezó a invitarme a participar en sus reuniones, cada segundo domingo del mes en el Santuario de Consolata. Yo estaba feliz, y me era fácil participar en las reuniones. Durante todo el siguiente año, fui formándome continuamente en la espiritualidad Carmelita. Había encontrado a mi amor y lo encontré en la montaña de la Fe, era el Carmelo.

El 31 de Diciembre de 1994 fui recibido oficialmente en la Orden de Nuestra Señora del Carmen (OCARM). En el año 2005 hice mis votos perpetuos y hoy tengo 21 años como miembro de la Tercera Orden del Carmen.

Mi vida como Carmelita ha estado llena de eventos espirituales, no ha sido fácil, pero nunca perdí el foco para alcanzar mi meta spir-itual. Me di cuenta que yo tenía que conver-tirme en mi propio modelo spiritual, por eso me puse estándares, como ir a misa todos los días y tener un tiempo para mi reflexión personal.

La vida carmelita me ha animado a pensar en Dios como un amigo. Tomé la idea de la simpli-cidad en la fe y esto me ayudó a acercarme más a Dios. Ser amigo de Dios y un hijo fiel es lo

que siempre he anhelado. Pero ¿cómo puedo encontrar a Jesús? Y la respuesta siempre es: Jesús está en todas partes y en todo lo que es hermoso.

Sobre el Autor:

Amos Ochieng es miembro activo de la Familia Carmelita del Kenya. Casado con dos hijos. Trabaja en la industria de las

comunicaciones.

Perú: El pasado 5 de diciembre, en el marco de la celebración de los 800 años de la Muerte de San Alberto de Jerusalén, un grupo de Jóvenes del Colegio Parro-quial Nuestro Salvador, Carmelitas, de José Gálvez, Lima- Perú, organizó una presen-tación musical y teatral sobre los inicios de la Orden. Fue una noche artística llena de espiritualidad Carmelita, que permitió a estudiantes, profesores, padres de familia y miembros de la comunidad parroquial conocer más sobre nuestra historia.

Presentación musical y teatral sobre los inicios de la Orden

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Fundación Canónica de la Comunidad TOC: Regina Carmeli DécorFilipinas: Fundada el 19 de marzo de 2005 en la parro-

quia de Nuestra Señora del Monte Carmelo, Pulong Buhangin, Sta. Maria, Bulacan, la comunidad Regina Carmeli Décor fue erigida canónicamente el pasado 29 de noviembre de 2014. El Decreto de Erección Canónica fue leído por el Asistente espiritual de la región, Rev. P. Adriand Emmanuel Layug, OCarm. Los ritos de erección canónica fueron atendidos por toda la región de TOC de San José. Esto hace de la comunidad en Pulong Buhangin la sexta comunidad canónicamente reconocida en la región.

Filpinas: El pasado 23 de diciembre, el P. Christian Buenafe, O.Carm, Prior Provincial de la Provincia Beato Tito Brandsma (Filipinas) aceptó como miembros de la Juventud Carmeli-tas a las siguientes personas: Cherry Ann Loba, Diane Villaresco, Christine Jessa Santos, Blanca Mariel Gillana, Angelica Tuplano, Jovelyn Pado-jinog, Danyssa Kayogen, Erres Tapel, Michael John Siguig, Justin Jay Alcantara, John Patrick Alcantara, Juan Miguel Florentino, Nathaniel Iven Florentino y Darcy Naguit.

Se trató de una ceremonia sencilla donde se entregó el Santo Escapulario de la Bienaventura-da Virgen María del Monte Carmelo. Ésta se llevó a cabo dentro de una celebración eucarística como parte de la Novena en preparación para la solemn-idad de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

Ceremonia de Iniciación de la Juventud Carmelita en Filipinas Chocolatada Navideña JUCAR

Perú: Como es costumbre en esta época del año, los Jóvenes de la JUCAR-Perú se organizaron para realizar una Chocolatada Navideña en la localidad de El Carmen Chincha, en el Departamento de Ica, Perú.

Alrededor de 40 jóvenes llevaron no sólo regalos, panetones y gaseosas, sino también la palabra de Dios a través de la represent-ación del Nacimiento de Jesús.

Fue una bonita mañana de juegos donde más de 200 niños pudieron recibir un regalo de Navidad, y donde los jóvenes de la JUCAR compartieron la alegría del Carmelo con los hermanos más necesita-dos de esta localidad del país.

Comencé en la Tercera Orden del Carmelo hacia 1998, donde invitada por una amiga asistí a

la primera reunión en la Iglesia, y soy Carmelita profesa desde el año 2000. En noviembre de 2007, asumí la presiden-cia de la Casa de Caridad Padre Ibiapina, cargo que desde que la Tercera Orden asumió la Institución siempre ha sido ocupado por laicos Carmelitas.

La Casa de Caridad lleva el nombre y está inspirada en el trabajo del Padre Ibiapina, misionero que entre otras cosas construía casas para educar a chicas pobres orientadas a la fe, a la real-ización de trabajos domésticos y para el matrimonio. Este ejemplo se propagó, ya que desde el 2 de mayo de 1958 la Institución fundada por la Hermana Cícera Cecilia Feitosa ampara a niñas huérfanas aban-donadas, hijas de madres solteras o víctimas de familias desestructura-das.

En 1990, por la imposibilidad de estar al frente de la Institución, por su avanzada edad, la hermana Cícera buscó a la Tercera Orden de Nuestra

Casa de Caridade Padre IbiapinaMaria de Fátima Andrade Holanda Albuquerque

Señora del Carmelo para que continuase con la direc-ción y organización de la Casa de Caridad.

Como importante apoyo de la Tercera Orden Carmelita, la Casa de Caridad presenta entre sus principales actividades la educación sistemática, el refuerzo escolar, la educación religiosa, cursos de pintura y punto, nociones de informática, ballet, sala de lectura y ludoteca, además de orientación a las familias a través de palestras educativas y charlas informales. Funcionando de segunda a sexta propor-cionando tres comidas diarias: desayuno, comida y merienda.

Desde que asumí el cargo en la Casa de Caridad, hemos reformado la cocina, el refectorio, el almacén y la sala de ordenadores, en asociación con el banco HSBC y se reabrió la Escuela Hermana Pruden-cia, que funciona dentro de la Casa de Caridad en asociación con la Prefectura de Campina Grande.

Actualmente la casa atiende a unos 200 niños y adolescentes de 6 a 14 años, que estudian de 1º a 5º de educación primaria, de ambos sexos, viviendo en situación de riesgo social y personal, de las cuales, 80 niñas son atendidas en régimen de semi-internado.

La Institución recibe apoyo de la Tercera Orden de Nuestra Señora del Carmelo, así como de la Prefec-tura Municipal de Campina Grande, Gobierno del Estado de Paraíba, donaciones de contribuyentes, empresarios y comunidades.