dulce pajaro de juventud - tennessee williams 5

7/24/2019 Dulce Pajaro de Juventud - Tennessee Williams 5

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Dulce pjaro de juventud, Tennessee Williams nos hace reflexionar hasta qu p

mos incapaces de evitar al enemigo, el tiempo. Dirigido por Elia Kazan, esta ob

tren en 1959, en el Martin Beck Theatre de Nueva York, con Paul Newman y Gera

ge en los papeles principales.

obra Dulce Pjaro de Juventud trata sobre la vida de Carlos Carbajal, quien e

mbre joven que vuelve a su ciudad natal despus de una larga ausencia, en la qu

entado sin xito convertirse en actor de cine. Durante el camino ha conocido a Alexa Lago, una actriz ya mayor, con la que inicia una relacin, esperando que ella le ayu

nseguir un papel en una pelcula.

alojan en el hotel de la ciudad, Carbajal mientras sigue con Alexandra, va en busca d

tigua novia Celeste. Celeste es la hija del principal poltico de la regin, que en s

ig a Carbajal a marcharse, preocupado por las relaciones entre l y su hija.


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Tennessee Williams

Dulce pjaro de juventud

ePub r1.0

Titivillus 19.02.15


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Prlogo[1]

Cuando, hace unos das, fui por la maana a mi escritorio, encontr sobre mi mesa de trabata que haba escrito pero no despachado. Comenc a leerla y encontr esta oracin: Todos s

nte civilizada, lo que significa que todos somos salvajes de corazn, pero observamos unas crmas de conducta civilizada. Luego prosegua diciendo: Temo que yo observo menos noe t. Motivo? Estoy acorralado contra la pared y lo he estado durante tanto tiempo que la p

mi espalda sobre ella ha comenzado a descascarar el yeso que cubre los ladrillos y la argamaNo es extrao que dijera que la pared estaba cediendo, no mi espalda? Me parece q

guiendo esa libre asociacin de ideas, sbitamente record una cena que una vez tuve cotinguido colega. Durante el transcurso de esa comida, bastante cerca del postre, l rompi un

doloroso silencio levantando hacia m su simptica mirada y dicindome suavemente: Tenno te sientes bloqueado como escritor?.

No me detuve a pensar la respuesta; me vino inmediatamente a los labios sin que mediara niusa para planearla. Dije: Oh, s, siempre estuve bloqueado como escritor, pero mi describir ha sido tan fuerte que siempre ha roto el bloqueo y lo ha superado.

Nada falso sale de la boca con tanta rapidez. Los discursos planeados son los que contntiras o disimulos, no lo que uno barbota espontneamente en un instante.Era literalmente cierto. A los catorce aos descubr la escritura como un escape del mundoel que me senta terriblemente incmodo. De inmediato se convirti en mi lugar de retir

eva, mi refugio. De qu me refugiaba? De que me llamaran mariquita los chicos del barorita Nancy y mi padre porque prefer a leer libros en la biblioteca grande y clsica de mi abgar a las bolitas, al bisbol y a otros juegos normales de chicos, como resultado de una fermedad infantil y de un excesivo apego a las mujeres de mi familia, quienes haban lograd

lviera a tomarle gusto a la vida.Creo que no ms de una semana despus de que empec a escribir me encontr con el pqueo. Es difcil explicarlo de forma que resulte comprensible para quien no sea neurtic

entar. Toda mi vida me ha acosado la obsesin de que desear o amar algo intensamennerse en posicin vulnerable, tener todas las posibilidades, sino probabilidades, de perder lo ms quiere. Dejmoslo as. Ese bloqueo siempre ha estado all y siempre lo estar, ortunidad de obtener o lograr algo que anso siempre se ver gravemente reducida pmovible existencia de ese bloqueo.Una vez lo describ en un poema llamado Los nios maravillosos.l, el demonio, arm barricadas de estao dorado y prpura que tenan la etiqueta Mie

os ttulos augustos), sobre las cuales ellos, los nios, saltaban gilmente, siempre lanzando s su risa salvaje.Pero el hecho de tener que luchar siempre con ese adversario que es el miedo, el cual a ve

lva terror, me dio una cierta tendencia a presentar una atmsfera de histeria y violencia critura, una atmsfera que ha existido en ella desde el comienzo.

En mi primer trabajo publicado, por el cual recib la gran suma de treinta y cinco dlarento publicado en el nmero de julio o agosto de 1928 de Weird Tales, me remit a un prra

antiguas historias de Herodoto para crear un relato en el cual la reina egipcia Nitocris in


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dos sus enemigos a un lujoso banquete en un saln subterrneo a orillas del Nilo. Una vez que, en el punto culminante del banquete, la reina se excusa levantndose de la mesa y abclusas que permiten el ingreso de las aguas del Nilo en el saln cerrado, ahogando como a r odiados huspedes.Tena diecisis aos cuando escrib este relato pero ya era un escritor confirmado, pues

ntido la vocacin a los catorce aos y, si estn familiarizados con lo que he escrito desde entoes necesario que les diga que estableci la tonalidad de casi la mayor parte de mi obra posterMis primeras cuatro piezas teatrales, dos de ellas representadas en St. Louis, eran igual

lentas o ms todava. El primero de los dramas que escrib como profesional y que se puoadway fue Batalla de ngeles, que era de lo ms violento que se pueda poner en escena.Durante los diecinueve aos transcurridos desde entonces, solo escrib cinco piezas que nlentas: El zoo de cristal, You TouchedMe (Me tocaste), Verano y humo, La rosa tatuada y

media seria llamadaPerodo de ajuste, que todava se est representando en Florida.Lo que me sorprende es hasta qu punto tanto los crticos como el pblico han aceptadgo concentrado de violencia. Y creo que lo que me ha sorprendido ms que nada es la acepa alabanza de Sbitamente el ltimo verano. Cuando se estren fuera de Broadway, cre qu

ticos cubriran de brea, emplumaran y expulsaran en carreta mi pieza del teatro de Nueva Ye su nico futuro sera que la representaran traducida en teatros del extranjero, dneamente entenderan mi obra como una denuncia de la moral norteamericana, sin compre escribo sobre la violencia de la vida norteamericana solo porque no estoy tan familiarizadsociedad de otros pases.

El ao pasado pens que, como escritor, poda ayudarme hacer un tratamiento psicoanaltice. El analista, que conoca mi obra y reconoci las heridas psquicas expresadas en ellgunt, poco despus de empezar: Por qu est tan lleno de odio, rabia y envidia?.Odio fue la palabra que objet. Despus de mucha discusin y argumentos decidimos que

era nada ms que un trmino provisorio y que solo lo usaramos hasta que descubrirammino ms preciso. Pero, por desgracia, empec a ponerme inquieto y a saltar entre el divalista y algunas playas del Caribe. Creo que antes de que decidiramos terminar haba convemdico de que odio no era la palabra correcta, que haba otra cosa, otra palabra para es

dava no habamos descubierto, y dejamos las cosas as.Rabia, claro que s! Y envidia, s! Pero odio no. Creo que el odio es una cosa, un sentim

e solo puede existir cuando no hay comprensin. Es significativo que los buenos mdicos nuperimenten. Nunca odian a sus pacientes, por odiosos que puedan resultar con su incesa

naca concentracin en sus propios yoes torturados.Dado que soy un miembro de la raza humana, cuando ataco el comportamiento del hombr prjimos obviamente me estoy incluyendo en el ataque, a menos que no me considerara huo superior a la humanidad. No es as. De hecho, no puedo exhibir una debilidad humanaenario si no la conozco por padecerla yo mismo. He expuesto una buena cantidad de debilida

utalidades humanas y, en consecuencia, las padezco.Ni siquiera me considero ms consciente de las mas que cualquiera de ustedes de las suy

pa es universal. Me refiero al fuerte sentimiento de culpa. Si existe alguna zona en la qmbre puede elevarse por encima de su condicin moral que le impone con el nacimie

cho antes del nacimiento, la naturaleza de su raza, creo que se trata solo de buena volun


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nocerla, reconocer su existencia, y creo que, por lo menos debajo del nivel consciente, todfrentamos. De ah los sentimientos de culpa y de ah las agresiones desafiantes, y de ah la procuridad de la desesperacin que acecha nuestros sueos y nuestro trabajo creativo y nossconfiar a los unos de los otros.

Basta por ahora de abstracciones filosficas. Para volver a la escritura teatral, si hay ardad en la idea aristotlica de que la violencia se purga por su representacin potica enario, tal vez mi ciclo de piezas violentas haya tenido, despus de todo, una justificacin mque yo la experiment. Siempre sent que se aliviaba la sensacin de falta de sentido y de m

ando un trabajo de intencin trgica lograba, en mi punto de vista, esa intencin, aunque siera aproximadamente.Dira que hay algo mucho ms grande en la vida y en la muerte que aquello de lo que ten

nciencia (o de lo queda adecuadamente registrado) en nuestro vivir y nuestro morir. Y mra completar este desvergonzado romanticismo, dira que nuestro teatro serio es la bsqueuello que todava no se ha logrado sino que est en proceso de formacin.

T. W.


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Personajes

CHANCE WAYNE

LA PRINCESA KOSMONOPOLIS

FLY

SIRVIENT E

GEORGE SCUDDER

HAT CHER

JEFE FINLEY

T OM JUNIOR

T A NONNIE

HEAVENLY FINLEY

CHARLES ST UFF

SEORITA LUCY

EL PROVOCADOR

VIOLETA

EDNA

SCOTTY

BUD

HOMBRES EN EL BAR

BOTONES


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Sinopsis de las escenas

PRIMER ACTO

Primera escena: Un dormitorio en el Hotel Royal Palms, en algn lugar de la Costa del Gol

Segunda escena: El mismo lugar, ms tarde.

SEGUNDO ACTO

Primera escena: La galera de la casa del Jefe Finley en St. Cloud.

Segunda escena: El saln del bar y el jardn de palmeras del Hotel Royal Palms.

TERCER ACTO

El mismo dormitorio del Primer Acto.

POCA: Moderna, un domingo de Pascua, desde bien entrada la maana hasta la noche tarde

ESCENOGRAFA Y EFECTOS ESPECIALES

El teln de fondo del escenario es un ciclorama que debera dar unidad potica a la atmsfrios escenarios especficos. Hay proyecciones no realistas sobre este ciclorama, la ms impo

onstante de las cuales es un bosquecillo de palmeras reales. Casi siempre sopla viento entremeras muy altas, a veces es sonoro, a veces solo un susurro y a veces se mezcla con unsical que se identificar, cuando suene, como el Lamento. En las escenas que transc

rante el da, la proyeccin del ciclorama es una abstraccin potica de un mar y un mitropicales en una agradable primavera. De noche es el jardn de palmeras con sus ramas enrellas. Los decorados especficos se tratarn con tanta libertad y economa como las escenogra La gata sobre el tejado de zinc calienteo Verano y humo. Se los describir a medida que sel guin.


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PRIMER ACTO


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PRIMERA ESCENA

El dormitorio de un hotel anticuado pero todava de moda en algn punto de la Costa del Goa ciudad llamada St. Cloud. Lo imagino parecido a uno de esos Grandes Hoteles eededores de Sorrento o Montecarlo, ubicado en medio de un jardn de palmeras. El estgamente morisco. El mueble principal es una gran cama de dos plazas con los pies dircia el pblico. En una especie de rincn morisco, que tiene ventanas con persianas cerradas

rte trasera, hay un taburete de mimbre y dos banquetas, tambin de mimbre, sobre los cualependida de una cadena de bronce una lmpara morisca. Las ventanas llegan hasta el piso y a galera. Tambin hay una puerta practicable que se abre a un corredor: las paredes sologeridas.

Sobre la gran cama se ven dos figuras, una mujer dormida y un hombre joven despierto, see lleva pantalones de pijama de seda blanco. El rostro de la mujer dormida en parte est cur un antifaz negro de satn sin agujeros en los ojos para protegerla del resplandor matinal. Re mueve en la cama como si estuviera en medio de una pesadilla. El joven est encendienmer cigarrillo del da.

(Del otro lado de las ventanas se oyen los suaves y urgentes chillidos de los pjaros, el batir s. Luego un mozo de color, Fly, aparece en la puerta del corredor, trayendo un servicio de des

ra dos. Golpea. Chance se levanta, se detiene un momento frente a un espejo ubicado en la cred para pasarse un peine por su cabello rubio ligeramente ralo, antes de ir a abrir la puerta)

CHANCE. Ah, bien, djelo ah.

FLY. S, desde luego.

CHANCE. Deme el bromo primero. Mejor me lo mezcle usted, estoy

FLY. Tiene las manos temblorosas esta maana?

CHANCE. (estremecindose despus de beber el bromo). Abra un poco las persianas. Eh, d

co, no mucho, no tanto!

(Cuando se abren las persianas, lo vemos claramente por primera vez: tiene cerca de treinta

nque su rostro aparenta un poco ms de edad; se la podra describir como una cara vastada y, sin embargo, todava es excepcionalmente buen mozo. Su cuerpo no muestra seaclinacin; es el tipo de cuerpo para el que estn hechos, o deberan estarlo, los pijamas denca. Suena la campana de una iglesia y desde otra iglesia ms cercana un coro comienza a c

Aleluya. Esto lo atrae a la ventana y mientras cruza el cuarto dice:).

No saba que era domingo.

FLY. S, desde luego, es domingo de Pascua.

CHANCE. (inclinndose hacia adelante un momento, con las manos aferradas a las persia


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, aj

FLY. Es la Iglesia Episcopal donde estn cantando. La campana es de la Iglesia Catlica.

CHANCE. Incluir su propina en la cuenta.

FLY. Gracias, seor Wayne.

CHANCE. (mientras Fly se dirige a la puerta). Un momento, cmo sabe mi nombre?

FLY. Era mozo en el Gran Saln de Baile cuando ust iba a los bailes del sbado a la noch

a chica realmente bonita con la que bailaba tan bien, la hija del seor Jefe Finley.

CHANCE. Te voy a aumentar la propina a cinco dlares a cambio de un favor: que no recu

e me reconociste ni nada de todo eso. Tu nombre es Fly fuera, Fly. Cierra la puerta sin do.

VOZ AFUERA. Solo un minuto.

CHANCE. Quin es?

VOZ AFUERA. George Scudder.

(Breve pausa. Fly se va).

CHANCE. Cmo supiste que estaba aqu?

(Entra George Scudder: un joven buen mozo y de apariencia fresca, con aspecto de homb

gocios, que podra ser el presidente de la Cmara Junior de Comercio, pero que en realidad dico joven, de unos treinta y seis o treinta y siete aos).

SCUDDER. El subgerente que te registr anoche en el hotel me llam esta maana para de

e habas vuelto a St. Cloud.

CHANCE. Y viniste en seguida a darme la bienvenida a casa?

SCUDDER. Esa seora amiga tuya hace unos ruidos que parece que estuviera saliendo d

estesia.

CHANCE. La princesa tuvo una noche dura.

SCUDDER. Te enganchaste con una Princesa? (Burlonamente). Caramba.

CHANCE. Me he estado moviendo mucho.

SCUDDER. Ni siquiera menciono nombres en la carta.

CHANCE. Sobre qu era la carta?


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SCUDDER. Sintate aqu, as no tengo que hablar en voz alta de esto. Ven ms cerca. No p

blar en voz alta de esto. (Scudder le indica la silla ubicada junto al taburete. Chance crucenario y pone un pie sobre la silla). En esa carta solo te deca que cierta chica que conocba pasado por una experiencia horrible, una ordala trgica, debido a las relaciones que ido contigo en el pasado. Te deca que te pona al tanto de eso solo para que no se te oculver a St. Cloud, pero se te ocurr i.

CHANCE. Te dije que no recib la carta. No me hables de cartas pues no recib ninguna carta

SCUDDER. Te estoy repitiendo lo que te deca en esa carta.

CHANCE. De acuerdo. Est bien. Dime lo que me decas, pero no me hables co

viramos un cdigo secreto en comn. Qu me decas? De qu ordala hablabas? De qu ce Heavenly? De Heavenly, George?

SCUDDER. Veo que es imposible hablar de esto con calma, de manera que

CHANCE. (levantndose para bloquearle el camino a Scudder). De Heavenly? Qu ordala

SCUDDER. No vamos a mencionar nombres, Chance. Vine corriendo esta maana apen

er de que estabas de vuelta en St. Cloud, antes de que el padre y el hermano de la chica puderarse de que habas vuelto, para disuadirte de que intentes ponerte en contacto con la chica yarte de aqu. Eso es absolutamente todo lo que tengo que decirte en este cuarto y enmento Pero espero haberlo dicho de manera tal que te des cuenta de la urgencia vitaplica, as te vas

CHANCE. Dios mo! Si algo le pas a Heavenly, por favor, podras decirme qu fue?

SCUDDER. Dije nada de nombres. No estamos solos en este cuarto. Ahora, cuando baje,

blar con Dan Hatcher, el subgerente l me dijo que te habas registrado aqu y le direres irte, de manera que ms vale que prepares a la Bella Durmiente y te prepares t para ems, te sugiero que sigas viajando hasta que hayas cruzado la frontera del Estado

CHANCE. No vas a salir de este cuarto hasta que me hayas explicado lo que diste a enten

blar de mi chica de St. Cloud.

SCUDDER. Hay muchas ms cosas vinculadas con este asunto que sentimos que no mentarse con nadie y menos que nadie contigo, ya que te has convertido en un crigenerado, el nico trmino adecuado para ti. Pero , Chance, creo que tengo que recordarte quz, hace mucho, el padre de esta chica escribi una receta para ti, una especie de receta mtracin. Ms vale que pienses en eso, pues te privara de lo nico que tienes para s

breviviendo. (Avanza hacia los escalones).

CHANCE. Estoy acostumbrado a esa amenaza. No me ir de St. Cloud sin mi chica.

SCUDDER. (desde los escalones). No tienes ninguna chica en St. Cloud. Heavenly y yo va


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arnos el mes que viene. (Se va abruptamente).

hance, sacudido por lo que ha odo, se da vuelta y descuelga el telfono, arrodillndose en el p

CHANCE. Hola? St Cloud 525. Hola, ta Nonnie? Es Chance, s, Chance. Estoy en el

lms y yo qu pasa, le ha ocurrido algo a Heavenly? Por qu no puede hablar ahora? Gudder estuvo aqu y Ta Nonnie? Ta Nonnie?

(Cuelgan del otro lado. La mujer dormida de pronto grita y se despierta. Chance deja caer ela horquilla y corre hacia la cama).

CHANCE. (inclinndose sobre ella mientras lucha por salir de la pesadilla). Princesa! Prin

, Princesa Kos! (Le quita el antifaz: ella se sienta jadeando y mirando trastornada alrededor)

PRINCESA. Quin es usted? Socorro!

CHANCE. (sobre la cama). Tranquila, tranquila

PRINCESA. Oh tuve un sueo horrible.

CHANCE. Est bien. Chance est contigo.

PRINCESA. Quin?

CHANCE. Yo.

PRINCESA. No s quin es usted!

CHANCE. Pronto lo recordars, Princesa.

PRINCESA. No s, no s

CHANCE. Pronto lo recordars. Qu ests buscando, mi vida?

PRINCESA. El oxgeno! La mscara!

CHANCE. Por qu? Te falta el aire?

PRINCESA. S! Me falta el aire!

CHANCE. (buscando la valija que corresponde). En qu valija est tu oxgeno? No p

ordar en qu valija lo guardamos. Ah, s, el maletn de cocodrilo, el que tiene la cerradurmbinacin. No era cero el primer nmero? (Vuelve a la cama y busca una valija en el exs lejano).

PRINCESA. (como con su ltimo suspiro). Cero, cero. Dos ceros a la derecha y luego de v


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CHANCE. Cero, tres ceros, dos a la derecha y el ltimo a la izquierda

PRINCESA. Rpido! No puedo respirar, me estoy muriendo!

CHANCE. Lo estoy buscando, Princesa.

PRINCESA. Rpido!

CHANCE. Aqu est, lo encontr

(Saca del maletn un pequeo cilindro de oxgeno y una mscara. Pone el inhalador sobre laa boca de ella. La Princesa cae sobre la almohada. Chance le coloca la otra almohada bbeza. Despus de un momento, su respiracin aterrada cede y le grue).

PRINCESA. Por qu cuernos lo metiste en ese maletn?

CHANCE. (de pie junto a la cabecera de la cama). Dijiste que pusiera todas tus cosas de va

maletn.

PRINCESA. Me refera a mis alhajas y lo sabes, cretino!

CHANCE. Princesa, no pens que volvieras a tener esos ataques. Cre que tenindome co

ra protegerte se acabaran esos ataques de pnico, yo

PRINCESA. Dame una pldora.

CHANCE. Qu pldora?

PRINCESA. Una rosa, una rosadita, y vodka

(l pone el tubo de oxgeno en el suelo y va hasta el bal. Suena el telfono. Chance le ddora a la Princesa, toma la botella de vodka y va al telfono. Se sienta con la botella entdillas).

CHANCE. (sirviendo un trago, con el auricular sostenido entre el hombro y la oreja). Hola

la seor Hatcher Qu? Pero seor Hatcher, anoche cuando nos r egistramos aqu no nos do y la seorita Alexandra Del Lago

PRINCESA. (gritando). No uses mi nombre!

CHANCE. est agotada, no se siente nada bien, seor Hatcher, y no est en condicion

jar Estoy seguro de que usted no querr asumir la responsabilidad de lo que le pueda pasaorita Del Lago

PRINCESA. (gritando de nuevo). No uses mi nombre!

CHANCE. si intentar irse hoy en el estado en el que se encuentra o s?


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PRINCESA. Cuelga! (l lo hace. Va con su trago y con la botella hacia la Princesa). Q

vidarme de todo, quiero olvidar quin soy

CHANCE. (alcanzndole el trago). Dijo que

RINCESA. (bebiendo). Por favor cllate, estoy olvidando!

CHANCE. (sacndole el vaso). De acuerdo, sigue olvidando. No hay nada mejor que eso,

pudiera hacerlo

PRINCESA. Yo puedo, lo har. Estoy olvidando estoy olvidando

(Se recuesta. Chance va hacia los pies de la cama, donde parece ocurrrsele una idea. Dtella en el suelo, corre hasta la cmoda y toma un grabador. Lo lleva hacia la cama y lo poneo. Mientras lo enchufa, tose). Qu pasa?

CHANCE. Estoy buscando mi cepillo de dientes.

PRINCESA. (arrojando la mscara de oxgeno sobre la cama). Por favor, te llevaras esto?CHANCE. Ests segura de que aspiraste suficiente?

PRINCESA. (rindose sin aliento). S, por amor a Dios, llvatelo de aqu. Debo verme espa

n eso puesto.

CHANCE. (tomando la mscara).No, no, solo se te ve extica, como una princesa de Marte

an insecto ampliado.

PRINCESA. Gracias, controla el cilindro, por favor.

CHANCE. Para qu?

PRINCESA. Controla el aire que qued; hay una vlvula en el cilindro que indica la presin

CHANCE. Sigues respirando como un perchern que ha corrido una milla entera. Ests s

que no necesitas un mdico?

PRINCESA. No, por amor a Dios no!

CHANCE. Por qu te dan tanto miedo los mdicos?

PRINCESA. (con voz ronca y rpidamente). No los necesito. Lo que ocurri no es nada. Me p

nudo. Algo me perturba me entra adrenalina en la sangre y me quedo sin aire, eso es todtodo lo que pasa Me despert, no saba dnde estaba ni con quin, me dio pnico eso renalina y me qued sin aire

CHANCE. Ahora ests bien, Princesa? Eh? (Se arrodilla sobre la cama y la ayuda a estir

mohadas).


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PRINCESA. No del todo todava, pero lo estar. Lo estar.

CHANCE. Ests llena de complejos, doa regordeta.

PRINCESA. Cmo me llamaste?

CHANCE. Doa regordeta.

PRINCESA. Por qu me llamas as? Acaso he descuidado mi silueta?

CHANCE. Aumentaste unos buenos kilos despus de esa desilusin que tuviste el mes pasad

PRINCESA. (golpendolo con una almohada). Qu desilusin? No recuerdo ninguna.

CHANCE. Puedes controlar a tal punto tu memoria?

PRINCESA. S. He tenido que aprender. Dnde estamos, en un hospital? Y t, qu er

fermero?

CHANCE. Te cuido pero no soy tu enfermero.

PRINCESA. Pero eres mi empleado, no es cierto? Para hacer qu exactamente?

CHANCE. No me pagas un sueldo.

PRINCESA. Qu arreglo tenemos? Solo te pago los gastos?

CHANCE. S. Pagas las cuentas.

PRINCESA. Entiendo. S, entiendo.

CHANCE. Por qu te restriegas los ojos?

PRINCESA. Tengo tan borrosa la vista! No uso anteojos, no tengo ningn par de anteojos

CHANCE. Tuviste un pequeo accidente con tus anteojos.

PRINCESA. Qu pas?

CHANCE. Te caste de boca con ellos puestos.

PRINCESA. Se rompieron del todo?

CHANCE. Se quebr un cristal.

PRINCESA. Bueno, haz el favor de darme lo que qued. No me importa despertarme en situ

ima con alguien, pero me gusta ver quin es, para poder hacer cualquier ajuste que me pacesario


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CHANCE. (levantndose y yendo al bal, donde enciende un cigarrillo). Sabes cmo soy.

PRINCESA. No, no lo s.

CHANCE. Lo sabas.

PRINCESA. Te digo que no recuerdo, he olvidado todo!

CHANCE. No creo en la amnesia.

PRINCESA. Yo tampoco. Pero uno tiene que creer en lo que le ocurre.

CHANCE. Dnde pusiste tus anteojos?

PRINCESA. No me preguntes a m. T dijiste que me ca con ellos puestos. Si estaba e

ado no es probable que sepa dnde est nada de lo que llevaba encima. Qu pas anoche?

(l ha tomado los anteojos pero no se los ha dado a la Princesa).

CHANCE. Te pusiste fuera de combate.

PRINCESA. Dormimos juntos?

CHANCE. S, pero no te molest.

PRINCESA. Tengo que agradecrtelo o acusarte de defraudacin? (Se re tristemente).

CHANCE. Me gustas, eres un lindo monstruo.

PRINCESA. Tu voz suena joven. Eres joven?

CHANCE. Tengo veintinueve aos.

PRINCESA. Cualquier hombre de esa edad es joven, excepto un rabe. Eres muy buen moz

CHANCE. Sola ser el muchacho ms buen mozo de esta ciudad.

PRINCESA. Qu tamao tiene esta ciudad?

CHANCE. Bastante grande.

PRINCESA. Bien, me gustan las buenas novelas de misterio, las leo para dormirme y, si n

cen dormir, es seal de que son buenas: pero esta es un poco demasiado buena para que me moda. Ojal que encontraras mis anteojos

(Chance se acerca a la cabecera para alcanzarle los anteojos. Ella se los pone y lo mira. Luica que se acerque ms y toca su pecho desnudo con la punta de los dedos).

Bueno, podra haber elegido mejor, pero Dios sabe que lo he hecho peor.


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CHANCE. Qu ests haciendo, princesa?

PRINCESA. El acercamiento tctil.

CHANCE. Lo haces como si estuvieras palpando un pedazo de gnero para ver si es

ntica o falsa

PRINCESA. Parece seda. Autntica! Este detallecito s que lo recuerdo: me gustan los cu

vello, dorados y suaves como la seda!

CHANCE. Respondo a esos requisitos?

PRINCESA. Pareces responder a esos requisitos. Pero sigo teniendo la sensacin de que al

sido satisfactorio en nuestra relacin.

CHANCE. (apartndose de ella). T has tenido tus experiencias, yo las mas. No puedes es

e todo se arregle de entrada Dos experiencias diferentes de dos personas diferturalmente ciertas cosas tienen que arreglarse entre ellas antes de que haya un acuerdo total.

PRINCESA. (arrojando los anteojos sobre la mesa). Saca de aqu esta lente astillada antes d

me meta en el ojo.

CHANCE. (obedece la orden dejando caer con fuerza los anteojos contra la mesa de luz). Te

r rdenes, no es cierto?

PRINCESA. Es algo a lo que parezco estar acostumbrada.

CHANCE. Qu te parecera obedecerlas? Ser esclava?

PRINCESA. Qu hora es?

CHANCE. Mi reloj est empeado en alguna parte. Por qu no miras el tuyo?

PRINCESA. Dnde est el mo?

(l se estira perezosamente sobre la mesa de luz y se lo alcanza).

CHANCE. Est parado a las siete y cinco.

PRINCESA. Seguramente es ms tarde ahora, o ms temprano, no es ninguna hora cuando y

CHANCE. Platino, no?

PRINCESA. No, apenas oro blanco. Nunca viajo con nada de valor.

CHANCE. Por qu? Te roban mucho? Eh? A menudo te enrollan?

PRINCESA. Me qu?


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CHANCE. Te enrollan. No es una expresin de tu vocabulario?

PRINCESA. Dame el telfono.

CHANCE. Para qu?

PRINCESA. Te dije que me dieras el telfono.

CHANCE. Ya lo s. Y yo pregunt para qu?

PRINCESA. Quiero averiguar dnde estoy y quin est conmigo.

CHANCE. Tmatelo con calma.

PRINCESA. Me das el telfono?

CHANCE. Tranquila. Te ests quedando sin aire de nuevo

(La torna de los hombros).

PRINCESA. Por favor, sulteme.

CHANCE. No te sientes segura conmigo? Recustate. Recustate contra m.

PRINCESA. Qu me recueste?

CHANCE. As, as. Ah

(La rodea con sus brazos. La Princesa descansa en ellos, jadeando un poco, como un c

apado).

PRINCESA. Te da una horrible sensacin de estar atrapada este, este bloqueo de la memo

e siento como si alguien que amaba hubiera muerto hace poco y no quiero recordar quinber sido.

CHANCE. Recuerdas tu nombre?

PRINCESA. S, lo recuerdo.

CHANCE. Cmo te llamas?

PRINCESA. Creo que hay algn motivo por el cual prefiero no decrtelo.

CHANCE. Bueno, ocurre que lo s. Te registraste bajo un nombre falso en Palm Beach, pe

scubr el verdadero. Y me lo reconociste.

PRINCESA. Soy la princesa Kosmonopolis.

CHANCE. S, y se te conoca como


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PRINCESA. Para mirar afuera.

CHANCE. Te puedo describir la vista.

PRINCESA. No estoy segura de confiar en tu descripcin. Bien?

CHANCE. De acuerdo, arriba joyita.

PRINCESA. Dios mo! Te dije que me ayudaras, no que me arrojaras sobre la alfombr

ancea un momento, mareada, aferrndose a la cama. Luego toma aire y se dirige a la ventana)

(La Princesa hace una pausa mientras mira hacia afuera, entrecerrando los ojos anplandor del medioda).

CHANCE. Bueno, qu ves? Dame tu descripcin de la vista, Princesa.

PRINCESA. (enfrentando al pblico). Veo un jardn de palmeras.

CHANCE. Y una carretera de cuatro carr iles del otro lado.

PRINCESA. (entrecerrando los ojos y protegindoselos). S, veo eso y una zona de play

istas y, despus, una extensin infinita de agua y (Grita quedamente y se aparta de la venta

CHANCE. Qu?

PRINCESA. Oh, Dios, recuerdo lo que no quera recordar. El maldito fin de mi vida!

(Aspira profunda y temblorosamente).

CHANCE. (corriendo a su lado). Qu ocurre?

PRINCESA. Aydame a ir a la cama de nuevo. Oh Dios, claro que no quera recordar, n

guna tonta!

(l la ayuda a llegar a la cama. Hay una inequvoca simpata en los gestos de l, por supee sea).

CHANCE. Oxgeno?

PRINCESA. (dando otro suspiro profundo y tembloroso). No! Dnde est la merca? La d

el auto?

CHANCE. Ah, la merca? Bajo el colchn. (Se mueve hacia el otro lado de la cama y sac

lsita).

PRINCESA. Un lugar estpido para guardarla.

CHANCE. (sentndose a los pies de la cama). Qu tiene de malo debajo del colchn?


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PRINCESA. (sentndose al borde de la cama). En el mundo existen mucamas, por ejemplo

cen la cama y encuentran cosas bajo el colchn.

CHANCE. Esto no es marihuana. Qu es?

PRINCESA. No sera lindo? Un ao en la crcel, en una de esas prisiones modelo para a

tinguidos. Qu es? No sabes lo que es, hermoso y estpido jovencito? Es hashish marroqjor.

CHANCE. Oh, hash! Cmo lo pasaste por la aduana cuando volviste para tu rentre?

PRINCESA. No lo pas por la aduana. El mdico del barco me dio inyecciones mientra

rca volaba sobre el ocano rumbo a un joven caballero lleno de maas, que pens que antajearme por eso. (Se pone las chinelas con un gesto vigoroso).

CHANCE. No pudo?

PRINCESA. Claro que no. Le desarm el plan.

CHANCE. Te diste inyecciones mientras venas?

PRINCESA. Con la neuritis que padezco tuve que hacerlo. Vamos, dmelo.

CHANCE. No quieres que te lo arme bien?

PRINCESA. Hablas demasiado. Haces demasiadas preguntas. Necesito algo en seguida.

(Se levanta).

CHANCE. Soy nuevo en estas cosas.

PRINCESA. Estoy segura, si no, no discutiras el tema en un cuarto de hotel

(Ella se vuelve hacia el pblico e intermitentemente cambia el centro de su atencin).

Durante aos, todos me dijeron que era una ridiculez ma pensar que no poda volver a la pal escenario para encarnar a mujeres maduras. Me dijeron que era una artista, no solo una es

ya carrera dependa de la juventud. Pero en lo ms profundo de mi corazn yo saba que la leAlexandra Del Lago no poda separarse de un aspecto juvenilNo hay conocimiento ms valioso que saber el momento exacto para irse. Yo lo supe. Me fumento en que haba que ir se. Me retir! A dnde? A qu? A ese planeta muerto llamado lunNo hay otro lugar donde retirarse cuando uno se retira del arte, porque, crase o no, en una fui realmente una artista. As que me retir a la luna, pero la atmsfera de la luna no tiene ox

mpec a sentir que me faltaba el aire en ese pas marchito y que todo lo marchita, donde el tnscurre sin sentido, y as descubr Todava no lo armaste?

(Chance se pone de pie y va hacia ella con el cigarrillo que ha estado armando).


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Descubr esto! Y otras prcticas como esta para adormecer el tigre que ruga en mis nervor qu el tigre insatisfecho? Por qu en la selva de mis nervios? Por qu siempre hay algdas partes, insatisfecho y rugiendo?

Pregntale a algn mdico. Pero no creas en su respuesta porque no es la respuesta Loyo hubiera sido vieja pero, sabes, no era vieja

Simplemente no era joven, haba dejado de ser joven, joven. Simplemente ya no era joven

CHANCE. Ya nadie es joven

PRINCESA. Pero sabes, no poda envejecer con ese tigre todava rugiendo dentro de m.

CHANCE. Nadie puede envejecer

PRINCESA. Las estrellas retiradas a veces dan clases de actuacin. O se dedican a la pi

ntan flores en jarrones o paisajes. Podra haber pintado los paisajes del pas sin fronterchito en el que vagaba como una nmade perdida. Si pudiera pintar desiertos y nmaddiera pintar ja, ja, ja

CHANCE. Shh, shh, sh

PRINCESA. Lo lamento!

CHANCE. Fuma.

PRINCESA. S, fumar! Y despus los amantes jvenes

CHANCE. Yo?

PRINCESA. T? S, finalmente t. Pero vienes despus de mi rentre. Ja Ja La gl

ntre, cuando me convert en una idiota y volv La pantalla es un espejo muy ntido. Hasa llamada primer plano. La cmara avanza y t te quedas quieta y tu cabeza, tu cara, queda prmarco del cuadro con una luz resplandeciente sobre ella y toda tu terr ible histor ia gr ita minres

CHANCE. Cmo lo sabes? Tal vez no fue un fracaso, tal vez solo estabas asustada, hech

lina, Princesa ja, ja, ja

PRINCESA. No un fracaso despus de ese primer plano jadearon La gente jade

Los o susurrar, susurros conmocionados. Esa es ella? Esa es ella? Ella? Comet el errar un vestido muy complicado para el estreno, un vestido con una cola que tuve que reando me levant de la butaca y comenc la interminable retirada de la ciudad en llamas, adeelante, adelante por el pasillo insoportablemente largo del cine, jadeando para no quedarme y siempre aferrando la regia cola blanca de mi vestido, adelante por la longitud eternsillo, y detrs de m un hombrecito desconocido que intentaba agarrarme exclamando qu

dese! Por fin llegu a lo alto del pasillo, me di vuelta y le pegu, luego dej caer la col


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vid de ella y trat de correr por las escaleras de mrmol. Por supuesto que me tropec, ca yd como la puta borracha de un marinero hasta el ltimo escaln Unas manos, unas pianos sin rostro me ayudaron a ponerme de pie. Despus de eso? La huida, solo la nterrumpida hasta que me despert esta maana Oh Dios, se acab

CHANCE. Djame armarte otro. Eh? Te armo otro?

PRINCESA. Djame terminar el tuyo. No puedes retirarte con el corazn aullante de una

dava aullando en tu cuerpo, en tus nervios, en tu, qu? Corazn? Oh, no, ese se acab, eseCHANCE. (va hacia ella, le quita el cigarrillo de la mano y le da uno nuevo). Aqu tienes, te

o Princesa, te arm otro

(Se sienta en el piso, recostndose contra los pies de la cama).

PRINCESA. Bueno, ms tarde o ms temprano, en algn momento de tu vida, pier

andonas aquello por lo que has vivido y entonces mueres, o encuentras otra cosa. Esta es msa (Se acerca a la cama). Y generalmente tomo las precauciones ms fantsticas para que n

scubran (Se sienta sobre la cama, luego se recuesta de espaldas, con la cabeza hacia losca de la de l). No logro comprender qu se apoder de m para contarte esto. Sabiendo tan

bre ti como parezco saber.

CHANCE. Sin duda te inspir bastante confianza.

PRINCESA. Si es as, me he vuelto loca. Ahora dime algo. Qu es esa extensin de agu

r, del otro lado del jardn de palmeras y la carretera de cuatro carriles? Te lo pregunto pora recuerdo que giramos hacia el oeste desde el mar, cuando tomarnos aquel camino lla

eja Carretera Espaola.

CHANCE. Volvimos al mar.

PRINCESA. Qu mar?

CHANCE. El Golfo.

PRINCESA. El Golfo?

CHANCE. El golfo de malentendidos entre t y yo

PRINCESA. No nos entendemos? Y estamos aqu fumando esto?

CHANCE. Princesa, no olvides que este hashish es tuyo, que me lo diste t.

PRINCESA. Qu ests tratando de demostrar? (Doblan campanas de iglesia). Los domingo

uy largos.

CHANCE. No niegas que era tuyo.


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PRINCESA. Qu era mo?

CHANCE. Lo entraste en el pas, lo entraste de contrabando a Estados Unidos a travs

uana y tenas una buena provisin en ese hotel de Palm Beach de donde nos pidieron quramos antes de que estuvieras dispuesta a hacerlo, porque su aroma se col en el pasillo una brisa.

PRINCESA. Qu ests tratando de demostrar?

CHANCE. No niegas que me iniciaste en su consumo?

PRINCESA. Chiquito, dudo mucho de tener algn vicio en el que tenga que iniciarte.

CHANCE. No me llames chiquito.

PRINCESA. Por qu no?

CHANCE. Suena condescendiente. Y todos mis vicios los tom de otras personas.

PRINCESA. Qu ests tratando de demostrar? Ahora ha vuelto mi memoria y con dema

ridad. Esta prctica compartida fue lo que nos acerc. Cuando entraste en mi cabaa para a de esas friegas con crema de papaya, oliste, sonreste y dijiste que te gustara fumararrillo.

CHANCE. Eso es. Conoca el olor.

PRINCESA. Qu ests tratando de demostrar?

CHANCE. Me preguntaste cuatro o cinco veces qu estoy tratando de demostrar, la respueda. Solo me estoy asegurando de que ahora se te ha aclarado la memoria. Entonces recuerdentr en tu cabaa para darte esa friega de crema de papaya?

PRINCESA. Claro que s, Carl!

CHANCE. Mi nombre no es Carl. Es Chance.

PRINCESA. Dijiste que te llamabas Carl.

CHANCE. Siempre llevo un nombre extra en el bolsillo.

PRINCESA. No eres un criminal, no es cierto?

CHANCE. No, seora, no lo soy. T eres la que cometi una transgresin federal.

(Ella lo mira un momento y luego va a la puerta que lleva al corredor, mira afuera y escara qu hiciste eso?

PRINCESA. (cerrando la puerta). Para ver si haba alguien plantado detrs de la puerta.


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CHANCE. Todava no confas en m?

PRINCESA. En alguien que me da un nombre falso?

CHANCE. T te registraste bajo un nombre falso en Palm Beach.

PRINCESA. S, para evitar enterarme de cualquier cosa sobre el desastre del que estaba huy

que me dieran condolencias. (Cruza hacia la ventana. Hay una pausa seguida por el Lames que no hemos llegado a ningn acuerdo?

CHANCE. No seora, no a uno completo.

(La Princesa le da la espalda a la ventana y lo mira desde all).

PRINCESA. Cul es la artimaa? El enganche?

CHANCE. El habitual.

PRINCESA. Cul es?

CHANCE. Acaso no todos se ofrecen por algo?

PRINCESA. Es decir que te ofreces por algo?

CHANCE. Aj

PRINCESA. Qu?

CHANCE. Dijiste que tenas una gran cantidad de acciones, ms de la mitad, de una espe

udio de segunda categora en Hollywood y que podas contratarme. Dud de tu palabra. reces a ninguna farsante que haya conocido antes, pero las farsantes vienen en todos los timaos. As que me ofrec, incluso despus de que cerramos la puerta de tu cabaa para las f

crema de papaya Mandaste un telegrama pidiendo unos papeles que firmamos. Tres exte encontr en un bar fueron testigos y los certificaron.

PRINCESA. Entonces por qu sigues ofrecindote?

CHANCE. No tuve mucha fe en el asunto. Sabes, puedes comprar esos papeles por tres cen

tiendas de chascos. Me han engaado y estafado demasiadas veces para que confe en cualqsa que pueda ser falsificada.

PRINCESA. Eres astuto. Sin embargo, tengo la impresin de que ha habido cierta intimidad

sotros.

CHANCE. Cierta. Nada ms. Quera retener tu inters.

PRINCESA. Entonces calculaste mal. Mi inters siempre aumenta con la satisfaccin.


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CHANCE. Entonces eres poco comn tambin en ese aspecto.

PRINCESA. En todos los aspectos soy poco comn.

CHANCE. Pero supongo que el contrato que firmamos est lleno de escapatorias.

PRINCESA. Honestamente, s, lo est. Podra no cumplirlo si quisiera. Y tambin el es

ienes algn talento?

CHANCE. Para qu?

PRINCESA. Para actuar, querido, actuar!

CHANCE. No estoy tan seguro como lo estaba antes. He tenido ms oportunidades de la

edo contar con los dedos y cada vez casi lo logr, pero no del todo. Algo siempre me bloquea

PRINCESA. Qu? Qu? T sabes qu es? (l se pone de pie. El Lamento se oye

edamente). Miedo?

CHANCE. No, miedo no, terror si no fuera as crees acaso que sera tu maldito cuid

nducindote por el pas? Levantndote cuando te caes? Te parece? Si no fuera por ese blou sera sino una estrella?

PRINCESA. Carl!

CHANCE. Chance Chance Wayne. Ests volada.

PRINCESA. Chance, vuelve a tu juventud. Deja de lado esta falsa y desagradable dureza y

CHANCE. Y que me engae cada estafador con el que me cruzo?

PRINCESA. Yo no soy una farsante, creme.

CHANCE. Est bien, qu es lo que quieres? Vamos, dilo, Princesa.

PRINCESA. Chance, ven aqu. (l sonre pero no se mueve). Ven aqu y consolmonos u

o. (l se pone en cuclillas junto a la cama; ella lo rodea con sus brazos desnudos).

CHANCE. Princesa! Sabes algo? Toda esta conversacin ha sido grabada en cinta.

PRINCESA. De qu ests hablando?

CHANCE. Escucha. Te la voy a pasar. (Descubre el grabador; se acerca a ella con el auricul

PRINCESA. Cmo conseguiste eso?

CHANCE. Me lo compraste en Palm Beach. Dije que lo quera para mejorar mi diccin

(Presiona el botn reproducir del grabador. Lo que se dice en la columna de la izquierda


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sarse por altoparlantes o suprimirse).

(Reproduccin).

PRINCESA. Qu es? No lo sabes lo que es, hermoso y estpido jovencito? Es ha

rroqu, el mejor.

CHANCE. Oh, hash! Cmo lo pasaste por la aduana cuando volviste para tu rentre?

PRINCESA. No lo pas por la aduana. El mdico del barco.

PRINCESA. Qu avivado eres.

CHANCE. Qu se siente al estar sentado sobre una bomba?

(l apaga el grabador y recoge las cintas).

PRINCESA. Esto es chantaje, no es cierto? Dnde est mi estola de visn?

CHANCE. No te la rob[2].

(Se la arroja despectivamente desde una silla).

PRINCESA. Dnde est mi alhajero?

CHANCE. (tomndolo del piso y arrojndolo a la cama). Aqu.

PRINCESA. (abrindolo y empezando a ponerse algunas joyas). Cada pieza est asegur

scripta en detalle en el Lloyds de Londres.

CHANCE. Quin es una tipa avivada? Ahora quieres tu billetera para poder contar tu dine

PRINCESA. No llevo dinero conmigo, solo cheques de viajero.

CHANCE. Ya me di cuenta de eso. Pero tengo una pluma fuente con la que puedes firmarlos

PRINCESA. Jo, jo!

CHANCE. Jo, jo!. Qu risa ms falsa; si as es como finges una risa, sin duda no estuvist

tu pelcula de rentre.

PRINCESA. Hablas en serio de este intento de chantajearme?

CHANCE. Ms te vale creerlo. Hiciste un negocio sucio y ests cubierta de mugre, Prin

tiendes ese lenguaje.

PRINCESA. El lenguaje del albaal lo entiende en cualquier parte quien hay cado en l.

CHANCE. Ah, entonces s que entiendes.


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PRINCESA. Y si no cumplo con esta orden tuya?

CHANCE. Sigues teniendo un nombre, sigues siendo un personaje, Princesa. Te gustar

a de estas cintas grabadas llegara a Confidencial o Chimentos o Rumores partamento de Narcticos del F. B. I.? Y voy a hacer un montn de copias. Eh? Princesa?

PRINCESA. Ests temblando y sudando ves, este papel no te sienta, simplemente no lo

n, Chance (Chance pone las cintas en una maleta). Me molesta pensar qu tipo de desesper

ha llevado a tratar de intimidarme. A m? Alexandra del Lago?, con esa ridcula amenaza.tan tonto que resulta conmovedor, directamente adorable, me hace sentir cerca de ti, Chancebuena familia, no es cierto? Una familia de buena raza surea, decente por tradicin, con

a desventaja: una corona de laurel en la frente, que te pusieron demasiado pronto, sin quenaras con el suficiente esfuerzo Dnde est tu lbum de recortes, Chance? (l avanza hama, saca una libreta de cheques de viajero de la cartera de ella y se la extiende). Dnde eum lleno de pequeas noticias teatrales y fotos que te muestran con el teln de fondo de?

CHANCE. Vamos! Vamos! Empieza a firmar o

PRINCESA. (sealando el bao). O qu? Ve a darte una ducha de agua fra. No me gust

erpos calientes y transpirados en clima tropical. As es, quiero y aceptar, sin embargortas condiciones que te dejar bien en claro.

CHANCE. Toma. (Arroja la chequera sobre la cama).

PRINCESA. Saca eso de ah. Y tu pluma fuente que chorrea Cuando un monstruo se enc

n otro monstruo, uno de los dos tiene que ceder -y nunca ser yo-. Tengo ms tiempo

unto Pero mira, ests poniendo un poco el carro delante del caballo. Los cheques firmadoa forma de pago, primero viene la entrega de la mercadera. Sin duda puedo afrontarlo, pducirte de impositiva como mi guardin, Chance, recuerda que antes fui una estrella, andes impuestos y tuve un marido que era un prncipe de las finanzas. Me ense a manen el dinero Mira, Chance, ahora presta suma atencin mientras te cuento las condicionespeciales bajo las cuales te mantendr empleado despus de tu error de clculo

Olvdate de la leyenda que fui y de la ruina de esa leyenda. Tenga o no una enfermedarazn que pone un fin prematuro a mi vida, ni palabra de eso, ni la menor alusin jams. Ni

ncin a la muerte, nunca, nunca una palabra sobre ese tema odioso. Me han acusado de tenseo de muerte, pero creo que lo que deseo terrible y desvergonzadamente es la vida, ecunstancias que sea.Cuando digo ahora, la respuesta no debe ser ms tarde. Tengo una sola forma de olvid

sas que no quiero recordar: hacer el amor. Es la nica distraccin confiable, de manera que cgo ahora, porque necesito esa distraccin, tiene que ser ahora, no ms tarde.

(Se dirige a la cama. l se levanta del lado opuesto de la cama y va a la ventana. Ella obserrada mientras l mira por la ventana. Pausa: Lamento).

PRINCESA. (finalmente con suavidad). Chance, necesito esa distraccin. Es hora de que ave


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eres capaz de drmela. No debes aferrarte a tu pequea idea idiota de que puedes aumentar tujndote y mirando por la ventana cuando alguien te desea Yo te deseo Digo ahora y qcir ahora, despus de eso y no antes voy a llamar abajo para decirle al cajero del hotel que len joven con algunos cheques de viajero para que me los cambie por efectivo

CHANCE. (dndose vuelta lentamente desde la ventana). No te da vergenza, al men

quito?

PRINCESA

. Claro que s. A ti no?CHANCE. Ms que un poquito.

PRINCESA. Cierra las persianas, corre las cortinas. (l obedece las rdenes). Ahora bus

co de msica suave en la radio, ven aqu, conmigo, y hazme casi creer que somos una parantes jvenes que no tienen nada de vergenza.


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SEGUNDA ESCENA

(Cuando se levanta el teln, la Princesa tiene una pluma fuente en la mano y est firmeques. Chance, ahora con pantalones oscuros, medias y mocasines a la moda, est ponindmisa y habla mientras se alza el teln).

CHANCE. Sigue escribiendo, se sec la lapicera?

PRINCESA. Empec por la parte de atrs de la chequera, donde estn los grandes.

CHANCE. S, pero te detuviste demasiado pronto.

PRINCESA. Est bien, uno ms de adelante de la chequera como muestra de cierta satisfa

e cierta, no completa.

CHANCE. (levantando el telfono). Operador Deme con el cajero por favor.

PRINCESA. Para qu haces eso?

CHANCE. Tienes que decirle al cajero que me envas abajo con unos cheques de viajero

mbiar.

PRINCESA. Tienes que? Dijiste tienes que?

CHANCE. Cajero? Un momento. La Princesa Kosmonopolis. (Le entrega el telfono

lencia).

PRINCESA. (hablando por telfono). Quin es? Pero no quiero hablar con el cajero. Mi re

r y quiero saber la hora exacta Las tres y cinco? Gracias dice que son las tres y cuelga y le sonre a Chance). No estoy dispuesta a quedarme sola en este cuarto. Ahora neemos ms por cositas como esta, ahorremos nuestra fuerza para las grandes. Har que te cacheques apenas me haya puesto la cara. No quiero quedarme sola en este lugar hasta que me

esto la cara con la que enfrento al mundo, querido. Tal vez cuando lleguemos a conocernos, s pelearemos por cositas, las peleas se acabarn; tal vez ni siquiera peleemos por grandes erido. Abriras un poco las persianas, por favor? (l no parece escucharla. Se oye el Lame

voy a poder verme la cara en el espejo Abre las persianas, no voy a poder verme la carapejo.

CHANCE. Quieres verla?

PRINCESA. (sealndolo). Desgraciadamente tengo que hacerlo! Abre las persianas!

(Lo hace. Se queda junto a las persianas abiertas, mirando mientras contina oyndoamento).

CHANCE. Nac en esta ciudad. Nac en St. Cloud.


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PRINCESA. Es una buena forma de empezar a contar la historia de tu vida. Cuntame la hi

tu vida. Me interesa, realmente me gustara conocerla. Hagamos que sea tu audicin, una eprueba cinematogrfica para ti. Puedo verte por el espejo mientras me maquillo la cara. Cuhistoria de tu vida y, si retienes mi atencin con la historia de tu vida, sabr que tienes talentndar un telegrama a mi estudio de la Costa diciendo que estoy viva y rumbo all cchacho llamado Chance Wayne que me parece mandado a hacer para ser un gran galn.

CHANCE. (avanzando hacia el proscenio). Esta es la ciudad donde nac y donde viv hasta

z aos, St. Cloud. Era un beb normal y sano de cinco kilos, pero con cierta cantidad de X ngre, un deseo o una necesidad de ser diferente Los chicos con los que crec estn casi todotienen una posicin, como se dice: tienen ocupaciones importantes, se casaron y estn cros. El grupo al que perteneca y del que era la estrella, era el de la gente bien y paqueta, loan apellidos y dinero. Yo no tena ni lo uno ni lo otro (La Princesa emite una suave risa zona penumbrosa donde est). Lo que tena era (La Princesa se da vuelta a medias, con el ce tiene en la mano iluminado por un dbil y polvoriento rayo de luz).

PRINCESA. Belleza! Dilo! Dilo! Lo que tenas era belleza! Yo la tena! Lo digo con or

margen de lo triste que resulta que ahora se haya desvanecido.

CHANCE. S, bueno los otros (La Princesa contina cepillndose el cabello y el sbito

luz fra que la iluminaba se vuelve a apagar). ahora son todos miembros de la gran socven de aqu. Las chicas son jvenes matronas, que juegan bridge y los muchachos pertenecemara Junior de Comercio y, algunos de ellos, a clubes en Nueva Orlens, como el Rex y el C

desfilan en las carrozas del Mardi Gras. Maravilloso? No, aburrido yo quera, esperaba, trlograr algo mejor S, y lo hice, lo consegu. Hice cosas con las que esa banda de tarados

. Demonios, cuando ellos todava estaban en primer ao de la Universidad de Tulane o L. Se Miss, yo cant en el coro del musical ms espectacular de Nueva York, en Oklahoma, y saos mas en Life vestido de cowboy y arrojando un sombrero enorme por el aire. Yipi-iiii! Y al mismo tiempo avanc en mi otra vocacin

Tal vez la nica para la que estaba verdaderamente dotado, acostarme con mujeres Me an la Gua Azul de Nueva York! Con viudas y esposas de millonarios y con hijas recin presensociedad que tenan apellidos tan famosos como Vanderbrook, Masters, Halloway y Conna

ellidos mencionados cotidianamente en columnas de Sociales y cuyas tarjetas de crdito so

stros yPRINCESA. Con qu te pagaban?

CHANCE. Le daba a la gente ms de lo que tomaba. A las maduras les devolva una sensac

ventud. A las chicas solitarias? Comprensin, valoracin! Una exhibicin de csolutamente convincente. Mujeres tristes, mujeres perdidas? Algo de luz y de xcntricas? Tolerancia, incluso cosas raras que anhelaban

Pero siempre, justo en el momento en que poda obtener algo que resolvera mi propia nece

e era grande, de elevarme a su nivel, el recuerdo de mi chica me haca volver a esta ciuda


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ando vena a casa a visitarla, la pucha, s, la ciudad zumbaba de excitacin. Te lo aseguroda, y entonces lleg ese asunto en Corea. Estuve a punto de que me chuparan en el Ejrcitor en la Marina porque el uniforme de marinero me sentaba ms, el uniforme, era lo nico q

ntaba, sin embargo

PRINCESA. Aj!

CHANCE. (burlndose de ella). Aj. No poda soportar la maldita rutina, la disciplina

No paraba de pensar y eso paraliza todo. Tena veintitrs aos, era la cima de mi juventud ye mi juventud no durara mucho. Para cuando saliera, vaya uno a saberlo, poda estar cerca inta! Quin se acordara de Chance Wayne? En una vida como la ma, no puedes detenerte, puedes tomarte tiempo entre cada paso, tienes que ir derecho de una cosa a la otra; una ve

es, la vida te deja y se va sin ti, te barre de un plumazo.

PRINCESA. Me parece que no s de qu ests hablando.

CHANCE. Estoy hablando del desfile. EL desfile! El desfile de los chicos que triunfan, d

oy hablando, no de un desfile de marineros sobre una cubierta mojada! Y entonces una maans el peine por el pelo y not que ocho o diez pelos se quedaron prendidos en l, una severtencia de futura calvicie. Mi cabello todava era espeso. Pero lo sera en cinco aos, inclus? Cunto tardara en terminar la guerra, esa idea me asustaba. Empec a tener malos susadillas y sudores fros de noche, tena palpitaciones y cuando sala de licenciborrachaba y despertaba en lugares extraos con rostros que nunca haba visto en la almohalado. Cuando me miraba al espejo, mis ojos tenan una expresin salvaje se apoder de a de que no sobrevivira a la guerra, que no regresara, que toda la diversin y la gloria dance Wayne se volveran humo en el momento en que entraran en contacto mi cerebro y un pacero caliente que, por casualidad, estaba en el aire en el mismo momento y lugar qu

beza ese pensamiento no me consolaba nada. Imagnate toda una vida de sueos, ambicioperanzas disolvindose en un instante, borrada como un problema de aritmtica escrito arrn al que se le pasa una esponja hmeda solo por un pequeo accidente como una bauiera apuntada a ti sino disparada al espacio, y entonces me derrumb, mis nervisquiciaron. Me eximieron del servicio por problemas mdicos y volv a mi ciudad natal vestil; en ese momento me di cuenta de lo diferentes que se haban vuelto la ciudad y la ducados? S, pero no cordiales. Nada de titulares en los diarios, solo una notita que med

ntmetros en el fondo de la pgina cinco, diciendo que Chance Wayne, el hijo de la seora ayne de la calle North Front haba sido eximido honrosamente del servicio en la Marina nsecuencia de una enfermedad y estaba en casa para recuperarse Entonces fue cuando Heavolvi ms importante para m que cualquier otra cosa

PRINCESA. Heavenly es el nombre de la chica?

CHANCE. S, Heavenly es el nombre de la chica que tengo en St. Cloud.

PRINCESA

. Heavenly es el motivo por el cual nos detuvimos aqu?


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CHANCE. Qu otro motivo para detenernos aqu se te ocurre?

PRINCESA. As que me estn usando. Por qu no? Hasta un caballo de carrera muerto s

ra hacer cola. Es linda?

CHANCE. (alcanzndole una instantnea a la Princesa). Es una foto con flash que le

snuda, una noche en Cayo Diamante. Es un pequeo banco de arena a media milla de la costeda cubierto por el agua cuando hay marea alta. La tom cuando suba la marea. El agu

pezando a lamer su cuerpo como si lo deseara tanto como yo lo deseaba y sigo desendmpre lo desear, siempre. (Chance vuelve a tomar la instantnea). Se llama Heavenly. Comnombre le sienta[3]. Aqu tena quince aos.

PRINCESA. Fue tuya tan chica?

CHANCE. Yo tena solo dos aos ms, as que fuimos uno del otro tan chicos.

PRINCESA. Gran suer te!

CHANCE. Princesa, en este mundo la gran diferencia entre la gente no se da entre los ricosbres o entre el bueno y el malo, la mayor de todas las diferencias de este mundo es entre lozan o gozaron del amor y los que no gozan ni han gozado del amor, sino que lo han miradvidia, envidia enfermiza. Los espectadores y los actores. No me refiero al placer comn o al ede comprar, quiero decir el gran placer, y nada de lo que nos haya ocurrido a m o a Heasde entonces puede anular las muchas y largas noches sin dormir en que nos dbamos tanto pel amor como muy pocas personas pueden recordar en su vida

PRINCESA. Ninguna pregunta que hacerte, sigue con tu historia.

CHANCE. Cada vez que volva a St. Cloud volva a encontrar su amor

PRINCESA. Algo permanente en un mundo de cambios?

CHANCE. S, despus de cada desilusin, de cada fracaso en cualquier cosa, volva a ella

me internara en un hospital.

PRINCESA. Pona vendas limpias en tus heridas? Por qu no te casaste con esta pe

dica que era Heavenly para ti?CHANCE. No te dije que Heavenly es la hija del Jefe Finley, el factotum poltico

portante de esta zona del pas? Bueno, si no lo hice comet una seria omisin.

PRINCESA. l lo desaprobaba?

CHANCE. Se figuraba que su hija se mereca alguien cien, mil por ciento mejor que yo, C

ayne La ltima vez que volv, ella me llam desde la tienda de refrescos y me dijo quedando hasta Cayo Diamante, que ella me encontrara all. Esper mucho, casi hasta la cada da marea comenz a subir antes de que oyera el ruido de una lancha con motor fuera de bord


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acercaba al banco de arena. El sol estaba detrs de ella y yo tuve que fruncir los ojos. Llevaje de bao de seda hmedo y los abanicos de agua y niebla formaban arco iris a su alrededorso de pie en el barco como si estuviera haciendo esqu acutico, y me grit cosas mientraseltas alrededor del banco de arena, una y otra vez.

PRINCESA. No baj al banco de arena?

CHANCE. No, solo daba vueltas a su alrededor, gritndome cosas. Yo nadaba hacia el

aba a punto de alcanzarlo y ella se escapaba, lanzando arco iris de niebla, desapareciendo en mlos arco iris y despus volviendo a girar alrededor y a gritarme cosas

PRINCESA. Qu cosas?

CHANCE. Cosas como, Vete, Chance. No vuelvas a St. Cloud. Chance, eres un menti

Estoy harta de tus mentiras, Chance!. Mi padre tiene razn respecto de ti!. Ya nonvenido, Chance. Chance, qudate lejos de St. Cloud. La ltima vez que rode el banna no grit nada, solo se despidi con la mano y enfil la lancha de nuevo hacia la costa.

PRINCESA. Es ese el final de la historia?

CHANCE. Princesa, el fin de la historia es cuestin tuya. Quieres ayudarme?

PRINCESA. Quiero ayudarte. Creme, no todos quieren lastimar a todos. No quiero lastim

uedes creerme?

CHANCE. Puedo si me lo demuestras.

PRINCESA. Cmo puedo probrtelo?CHANCE. Tengo algo en mente.

PRINCESA. S, qu?

CHANCE. De acuerdo, te har un rpido esbozo del proyecto que tengo en mente. Apenas

blado con mi chica y le haya mostrado mi contrato, t y yo nos vamos de aqu. No lejos, soloeva Orlens, Princesa. Pero basta de escondernos, nos registramos all en el Hotel Rooseveltexandra Del Lago y Chance Wayne. En seguida te llaman del diario y das una conferencnsa

PRINCESA. Qu?

CHANCE. S! Mi idea, en resumen, es un concurso local de talentos para encontrar una par

venes desconocidos que acten en una pelcula que ests planeando hacer para mostrar tu feventud, Princesa. Organizas el concurso, invitas a otros jueces pero tu decisin es l

enta!

PRINCESA. Y t y?


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CHANCE. S, Heavenly y yo lo ganamos. La sacamos de St. Cloud y vamos juntos a la

ste.

PRINCESA. Y yo?

CHANCE. T?

PRINCESA. Te has olvidado, por ejemplo, de que lo que menos quiero en el mundo es atr

ncin pblica?

CHANCE. Qu mejor recurso para demostrarle al pblico que eres una persona con inte

e van ms all de lo personal?

PRINCESA. Oh, s, s, pero no es cierto.

CHANCE. Podras fingir que es verdad.

PRINCESA. Si no despreciara fingir!

CHANCE. Comprendo. El tiempo es el culpable: endurece a la gente. El tiempo y el mundo

e has vivido.

PRINCESA. Que es el que quieres para ti mismo. No es eso lo que quieres? (Ella lo mira,

fono, luego habla). El cajero?

Hola cajero. Habla la Princesa Kosmonopolis. Le envo un joven para que me cambieeques de viajero. (Corta).

CHANCE. Y quiero que me prestes tu Cadillac un rato

PRINCESA. Para qu, Chance?

CHANCE. (adoptando un aire afectado): Soy pretencioso. Quiero que me vean en tu auto p

les de St. Cloud. Quiero manejar por toda la ciudad en l, haciendo sonar esas largas boteadas y vestido con la ropa fina que me compraste Puedo?

PRINCESA. Chance, eres un niito perdido al que realmente me gustara ayudar a encontrar

CHANCE. Pas la prueba cinematogrfica!

PRINCESA. Ven aqu, bsame, te amo. (Enfrenta al pblico). Dije eso? Lo quise d

espus a Chance con los brazos extendidos). Qu nio eres Ven aqu (l se agacha debabrazos de ella y escapa hacia la silla).

CHANCE. Quiero este gran despliegue. Un gran despliegue falso en tu Cadillac por to

dad. Llevar un fajo de plata para refregrselos en la cara y me pondr la ropa fina qumpraste.


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PRINCESA. Te compr ropa fina?

CHANCE. (tomando su saco de la silla): La ms fina de todas. Cuando dejaste de sentirte

usa de mi compaa en ese Hotel Palm Beach, me compraste la de mejor calidad. Ese es elra esta noche: har sonar esas bocinas plateadas y pasear lentamente en el Cadillac convera que me vean todos los que pensaron que estaba liquidado. Tambin llevar mi contrato, fardadero, para ponrselo debajo de las narices a varias personas que me consideraban termie es el trato. Maana tendrs el auto de vuelta y lo que quede de tu dinero. Esta noche es todo

enta para m.

PRINCESA. Cmo sabes que no voy a llamar a la polica apenas salgas de este cuarto?

CHANCE. No haras eso, Princesa. (Se pone el saco). Encontrars el auto en el estacionam

hotel y la plata que haya sobrado estar en la guantera del auto.

PRINCESA. Dnde estars t?

CHANCE. Con mi chica o en ninguna parte.

PRINCESA. Chance Wayne! No era necesario todo esto. No soy una farsante y quera

iga.

CHANCE. Vuelve a acostarte. Por lo que s no eres una mala persona, pero implemente es

oc mala compaa.

PRINCESA. Soy tu amiga y no soy una farsante. (Chance se da vuelta y va a los escal

undo te ver?

CHANCE. (en lo alto de los escalones): No lo s tal vez nunca.

PRINCESA. Nunca es un tiempo muy largo, Chance, esperar. (Ella le arroja un beso).

CHANCE. Adis.

(La Princesa se queda de pie mirndolo mientras las luces pierden intensidad y cae el teln).


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SEGUNDO ACTO


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PRIMERA ESCENA

La terraza de la casa del Jefe Finley, que es una construccin de madera de estilo gtoriano, est sugerida por un marco de puerta a la derecha y una sola columna blanca. Como as escenas, no hay paredes y la accin se desarrolla contra el ciclorama de cielo y mar.El Golfo est sugerido por el brillo y los chillidos de las gaviotas, como en el Primer Acto

y muebles esenciales de galera, de mimbre victoriano pero pintados de color blanco hueso

mbres tambin deben usar trajes blancos o crema: el cuadro es todo azul y blanco, tan severo a tela de Georgia OKeefe.

(Cuando sube el teln, el Jefe Finley est de pie en el centro y George Scudder junto a l).

JEFE FINLEY. Chance Wayne posey a mi hija cuando ella tena quince aos.

SCUDDER. Tan chica.

JEFE. La posey cuando tena quince aos. Sabes cmo lo s? Le sacaron unas fotos con

snuda, en Cayo Diamante.

SCUDDER. Chance Wayne?

JEFE. Mi nenita tena quince aos, recin salida de la infancia cuando (llamando fue

cena). Charles

(Entra Charles).

JEFE. Llame a la seorita Heavenly

CHARLES. (de inmediato): Seorita Heavenly. Seorita Heavenly. Su pap quiere verla.

(Charles se va).

JEFE. (a Scudder). Chance Wayne? Quin carajo se te ocurre sino? Las vi. Las hizo reve

estudio de Pass Christian que hizo ms copias que las que Chance orden y esas fotos circus he visto. Esa fue la primera vez que le aconsej al hijo de puta que se las picara de St. Cloud en St. Cloud precisamente ahora. Te digo

SCUDDER. Jefe, djeme hacerle una sugerencia. Suspenda esa reunin poltica, quiero de

ervencin en ella, y tmese las cosas con calma esta noche. Salga en su yate, hagan un cero en el Starfish con Heavenly

JEFE. No pienso empezar a cuidarme. S, ya lo s, as voy a ganarme un problema coron

xcitarme. Pero no me echar atrs porque Chance Wayne haya tenido el increble tup de voCloud. (Llamando fuera de escena:). Tom Junior!

TOM JUNIOR. (desde fuera de escena): S, seor !


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JEFE. Ya se fue?

TOM JUNIOR. (entrando): Hatcher dice que llam a su cuarto en el Royal Palms y Chance W

ntest el telfono y Hatcher dice

JEFE. Hatcher dice quin es Hatcher?

TOM JUNIOR. Dan Hatcher.

JEFE. Detesto demostrar mi ignorancia, pero el nombre Dan Hatcher no tiene ms sentidoque el nombre Hatcher, es decir absolutamente ninguno.

SCUDDER. (suavemente, con deferencia): Hatcher, Dan Hatcher, es el subgerente del Hotel

ms y el hombre que esta maana me inform que Chance Wayne estaba de vuelta en St. Cloud

JEFE. Es este Hatcher un charlatn o puede mantener la boca cerrada?

SCUDDER. Creo que le dej bien claro lo importante que es manejar esto con suma discreci

JEFE. Con suma discrecin, como manejaste esa operacin que le hiciste a mi hija, con

crecin que cualquier provocador montas me hace preguntas a gritos sobre el tema en rtes que hablo.

SCUDDER. Fui hasta extremos increbles para preservar el secreto de esa operacin.

TOM JUNIOR. Cuando pap est enojado golpea al que tenga cerca.

JEFE. Solo quiero saber Se fue Wayne?

TOM JUNIOR. Hatcher coment que Chance Wayne le dijo que esta vieja estrella de cine c

e anda enganchado

SCUDDER. Alexandra Del Lago.

TOM JUNIOR. No est en condiciones de viajar.

JEFE. Est bien, t eres mdico, llvala a un hospital. Llama una ambulancia y scala a t

Hotel Royal Palms.SCUDDER. Sin su consentimiento?

JEFE. Di que tiene algo contagioso, tifus, peste bubnica. La sacas de all y le enchufas un

cuarentena en el cuarto del hospital. As los podemos separar. Podremos alejar a Chance WayCloud apenas alejemos a esta seorita Del Lago de Chance Wayne.

SCUDDER. No estoy seguro de que sea la forma correcta de manejarlo.

JEFE. Est bien, entonces piensa t la forma. Mi hija no es una puta, pero hubo que hacerl


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eracin de puta despus de la ltima vez que l la posey. No quiero que Wayne pase otra nocCloud. Tom Junior.

TOM JUNIOR. S, seor.

JEFE. Quiero que maana no est aqu y maana comienza a la medianoche.

TOM JUNIOR. S qu hacer, pap. Puedo usar el yate?

JEFE. No me hagas preguntas, no me digas nada

TOM JUNIOR. Puedo usar el Starfish esta noche?

JEFE. No quiero saber cmo lo hars, solo hazte cargo del asunto. Dnde est tu hermana

(Charles aparece en la galera, le seala al Jefe a Heavenly recostada en la playa y sale).

TOM JUNIOR. Est tirada en la playa como un cadver arrojado por el mar.

JEFE. (llamando): Heavenly!

TOM JUNIOR. Georgie, quiero que esta noche me acompaes en ese viaje en yate.

JEFE. (llamando): Heavenly!

SCUDDER. S lo que quieres decir, Tom Junior, pero no puedo verme mezclado en es

uiera puedo estar enterado del asunto.

JEFE. (llamando nuevamente). Heavenly!

TOM JUNIOR. Est bien, no te comprometas en el asunto. Hay un mdico muy honorabl

rdi su licencia por ayudar a una chica a salir de un problema y no ser tan jodidamente remimo para negarse a hacer esto que es absolutamente justo.

SCUDDER. No cuestiono la justificacin moral, que no presenta la menor duda

TOM JUNIOR. S, no presenta la menor duda

SCUDDER. Pero yo soy un mdico con buena reputacin y no he perdido mi licencia. Soy jrsonal mdico en el gran hospital creado por tu padre

TOM JUNIOR. Lo dije, no quieres saber nada del asunto.

SCUDDER. No, seor, no quiero saber nada del asunto (El Jefe empieza a toser). No p

ontarlo y tampoco tu padre

(Scudder va a la galera mientras escribe una receta).

JEFE. Heavenly! Ven aqu, dulce. (A Scudder). Qu ests escribiendo?


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SCUDDER. Una receta para esa tos.

JEFE. Rmpela y trala. He carraspeado y tosido toda mi vida y seguir carraspeando y tos

sta que me muera. Pueden estar seguros de eso.

(Se oye la bocina de un auto).

TOM JUNIOR. (pega un salto a la galera y empieza a irse): Pap, es l, est pasando en un a

JEFE. Tom Junior.

(Tom Junior se detiene).

TOM JUNIOR. Est loco Chance Wayne?

SCUDDER. Si un criminal degenerado est cuerdo o loco es una pregunta que muchos tribu

han podido dejar en claro.

JEFE. Lleva el caso a la Corte Suprema y te entregarn un fallo sobre esa pregunta. Te dir

criminal degenerado joven y buen mozo como Chance Wayne es mental y moralmente igalquier hombre blanco del pas.

TOM JUNIOR. Se ha detenido frente a nuestra entrada.

JEFE. No te muevas, no te muevas, Tom Junior.

TOM JUNIOR. No me estoy moviendo, pap.

CHANCE. (fuera de escena): Ta Nonnie! Eh, ta Nonnie!JEFE. Qu est gritando?

TOM JUNIOR. Est llamando a ta Nonnie.

JEFE. Y ella dnde est?

TOM JUNIOR. Corriendo por la entrada como un conejo perseguido por un perro.

JEFE. l no la sigue, no?

TOM JUNIOR. Nones. Se ha ido.

(Ta Nonnie aparece delante de la galera, terriblemente agitada, revolviendo su cartera en algo, aparentemente ciega a los hombres que estn en la galera).

JEFE. Qu ests buscando, Nonnie?

NONNIE. (detenindose sobresaltada): Oh no me di cuenta de que estaban, Tom. Busca

ve.


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JEFE. La puerta est abierta, Nonnie, est abierta de par en par, como la puerta de una igles

NONNIE. (riendo): Oh, ja, ja

JEFE. Por qu no le contestaste a ese muchacho buen mozo que te llam desde el Ca

nnie?

NONNIE. Oh. Esperaba que no lo hubieran visto. (Aspira profundamente y sube a la ter

rrando su cartera blanca). Era Chance Wayne. Est de vuelta en St. Cloud, alojado en el ms, est

JEFE. Por qu lo despreciaste as? Despus de todos estos aos de devocin?

NONNIE. Fui al Royal Palms a aconsejarle que no se quedara aqu pero

JEFE. Estaba exhibindose en ese tamao Cadillac blanco con bocinas en forma de trompet

NONNIE. Le dej un mensaje, yo

TOM JUNIOR. Qu deca ese mensaje, ta Nonnie? Carios y besos?

NONNIE. Solo: Chance, vete de inmediato de St. Cloud.

TOM JUNIOR. Se va a ir, pero no en ese Cadillac cola de pescado.

NONNIE. (a Tom Junior): Espero que no aludas a nada violento (volvindose hacia el Jefe

Tom? La violencia no resuelve los problemas. Nunca resuelve los problemas de la gente jovdejaran en mis manos, lo hara salir de St. Cloud. Puedo y lo har, lo prometo. No cre

avenly sepa que est de vuelta en la ciudad. Tom, sabes, Heavenly dice que no fue Chance el ce que no fue Chance.

JEFE. Eres igual a tu difunta hermana, Nonnie, tan crdula como lo era mi esposa

onoces una mentira aunque te tropieces con ella en la calle en pleno da. Ahora ve all y avenly que quiero verla.

NONNIE. Tom, ella no est los suficientemente bien para

JEFE. Nonnie, eres responsable de muchas cosas.

NONNIE. Ah s?

JEFE. S, claro que lo eres, Nonnie. Favoreciste a Chance Wayne, lo alentaste, lo ayudast

tigaste a corromper a Heavenly a lo largo de mucho, mucho tiempo. Ve a buscarla. Sin dudponsable de muchas cosas. Eres responsable de un montonazo de cosas.

NONNIE. Recuerdo que Chance era el chico ms fino, hermoso y dulce de St. Cloud y

sta que t, hasta que t


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JEFE. Ve a buscarla, ve a buscarla!

(Nonnie se va por el extremo ms lejano de la terraza. Despus de un momento, se oye smando: Heavenly? Heavenly?).

Es algo curioso, poderosamente curioso, cun a menudo un hombre que se eleva a losgos pblicos es derribado por quienes alberga bajo su techo. l los alberga bajo su techo y

cen que el techo caiga sobre l. Todos y cada uno de ellos.

TOM JUNIOR. Eso me incluye a m, pap?

JEFE. Si el zapato te queda bien, clzatelo.

TOM JUNIOR. En qu sentido me queda bien ese zapato?

JEFE. Si te aprieta el pie, solo hazle un tajo a los costados y te quedar cmodo.

TOM JUNIOR. Pap, eres injusto.

JEFE. Qu puedes decir en tu favor?

TOM JUNIOR. He consagrado el ao pasado a organizar los clubes La Juventud a favor de

nley.

JEFE. Llevo a Tom Finley Junior en mi lista.

TOM JUNIOR. Es una suerte para ti tenerme en ella.

JEFE. Por qu te figuras que es una suerte que te tenga en ella?

TOM JUNIOR. En los ltimos seis meses aparec ms en los diarios que

JEFE. Una vez por manejar borracho, otra vez por una festichola para hombres solos que

Capitol City y que me cost cinco mil dlares silenciar!

TOM JUNIOR. Eres tan injusto, que

JEFE. Y todos saben que te arrastraste por la escuela como una mula sudada que arrast

do cuesta arriba y te expulsaron de la universidad por sacarte notas solo justificables ardado mental.

TOM JUNIOR. Volvieron a admitirme en la universidad.

JEFE. Por mi insistencia. Por medio de exmenes falsos y respuestas provistas de antem

tidas en tus bolsillos. Y tu promiscuidad. Mira, estos clubes La juventud a favor de Tom Fison prcticamente ms que bandas de delincuentes juveniles que usan insignias con mi nomfotografa.


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TOM JUNIOR. Y qu pasa con tu bien conocida promiscuidad, pap? Qu pasa con tu se

cy?

JEFE. Quin es la seorita Lucy?

TOM JUNIOR. (rindose tan fuerte que se tambalea): Quin es la seorita Lucy? Ni siq

bes quin es esa mujer que mantienes en una suite de cincuenta dlares por da en el Royal Pp?

JEFE. De qu ests hablando?

TOM JUNIOR. De la mujer que maneja por la carretera del Golfo con una escolta de motoci

e hacen sonar sus sirenas como si la Reina de Saba fuera a Nueva Orlens por el da. Para usentas de gastos all. Y t preguntas quin es la seor ita Lucy? Ni siquiera habla bien de ti. Dics demasiado viejo para amante.

JEFE. Esa es una jodida mentira. Quin dijo que la seorita Lucy dice eso?

TOM JUNIOR. Lo escribi con lpiz de labios en el espejo del bao de damas del bar del Rlms.

JEFE. Escribi qu?

TOM JUNIOR. Te lo citar textualmente. El Jefe Finley, escribi, est demasiado viejo

gar al marcador.

(Pausa: los dos padrillos, el viejo y el joven, se miran de frente, jadeando. Scudder se ha re

cretamente a un extremo lejano de la galera).JEFE. No creo esa histor ia!

TOM JUNIOR. No la creas.

JEFE. Sin embargo, la voy a verificar.

TOM JUNIOR. Yo ya la verifiqu. Pap, por qu no te deshaces de ella, eh?

(El Jefe Finley se da vuelta herido, desconcertado: mira hacia el pblico con sus viejoectados en sangre, como si creyera que alguien le ha gritado una pregunta que no alcanzn).

JEFE. Ocpate de tus jodidos asuntos. He aqu un hombre con una misin, a la que con

grada, y por cuyo impulso se eleva a un alto cargo pblico crucificado de esta fblicamente, por su propio hijo. (Heavenly ha entrado a la galera). Ah, aqu est, aqu esquita. (Deteniendo a Heavenly). Qudate aqu, mi vida. Ms vale que ahora todos ustedes meolas con Heavenly, eh s (Tom Junior y Scudder salen). Ahora, mi vida, te quedas aqu. Q

er una conversacin contigo.


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HEAVENLY. Pap, no puedo hablar ahora.

JEFE. Es necesario.

HEAVENLY. No puedo, no puedo hablar ahora.

JEFE. Est bien, no hables, solo escucha.

(Pero ella no quiere escuchar y empieza a irse. l la habra retenido a la fuerza si en ese mo

viejo sirviente de color, Charles, no hubiera salido a la galera. Lleva un bastn, un sombrerquete envuelto para regalo. Los pone sobre la mesa).

CHARLES. Son las cinco en punto, seor Finley.

JEFE. Eh? Oh gracias

(Charles enciende un farol que hay junto a la puerta. Esto marca una divisin formal en la escambio de luz no es realista; la luz no parece venir del farol sino de una irradiacin espectr

lo, que inunda la terraza).

(El viento marino canta. Heavenly levanta su rostro al orlo. Esa noche, ms tarde, tal vementoso, pero ahora solo hay una frescura que viene desde el Golfo. Heavenly siempre mira Golfo, de manera que la luz del Faro alcanza su rostro con su repetida y suave caricia de clari

(En su padre revive una sbita dignidad. Mirando a su hija, que es tan hermosa, se vuelvjestuoso. Se acerca a ella, apenas el hombre de color vuelve a entrar, como un cortesano de ed

ercara con deferencia a una Princesa Heredera o a una Infanta. Es importante que su actituda no revele un sentimiento incestuoso crudamente consciente, sino solo los sentimientos natu

casi cualquier padre envejecido por una hija joven y hermosa que le recuerda a su esposa mueen dese intensamente cuando ella tena la edad de su hija).(En este punto, puede orse una frase musical majestuosa, mozartiana, que sugiera una

rtesana. La terraza embaldosada puede aludir a la pista de parquet de un saln de bailevimientos de los dos actores pueden insinuar los movimientos formales de un baile cortesano d

oca; pero si se usa este efecto, debe ser solo una sugerencia. El paso hacia la estilizacinntrolarse).

JEFE. Sigues siendo una hermosa muchacha.

HEAVENLY. Lo soy, pap?

JEFE. Claro que lo eres. Mirndote nadie supondra que

HEAVENLY. (re): Los embalsamadores deben de haber hecho un buen trabajo conmigo, pap

JEFE. Tienes que dejar de hablar as. (Luego, viendo a Charles). Hgame el favor de vo

rar! (Suena el telfono).

CHARLES. S, seor, solo estaba


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JEFE. Vaya adentro! Si ese llamado es para m, solo estoy para el gobernador del estad

sidente de la Empresa Petrolera Tidewater.

CHARLES. (fuera de escena): Es de nuevo para la seorita Heavenly.

JEFE. No est en casa.

CHARLES. Lo lamento, no est en casa.

(Heavenly ha avanzado por el escenario hacia el parapeto bajo o muralla que separa el patirque de la playa. Es el comienzo del atardecer. El farol ha arrojado una extraa luz sobcenario de estilo neorromntico; Heavenly se detiene junto a un jarrn de adorno contenieno helecho que el salado viento del Golfo ha dejado casi desnudo. El Jefe la sigue desconcertad

JEFE. Mi vida, haces y dices cosas en presencia de extraos como si no tuvieras en cuenta

nte tiene odos para orte y lengua para repetir lo que oye. Y as te conviertes en tema.

HEAVENLY. Me convierto en qu, pap?

JEFE. En tema, tema de conversacin, de escndalo cosa que puede arruinar la misin qu

HEAVENLY. No me vengas con tu discurso sobre la Voz de Dios. Pap, hubo un tiempo e

dras haberme salvado, dejndome casar con un chico que todava era joven y decente, pembio lo echaste, lo echaste de St. Cloud. Y cuando volvi, me sacaste a m de St. Cloud y trataligarme a casarme con un viejo r icachn de cincuenta aos de quien queras conseguir algo

JEFE. Bueno, querida

HEAVENLY. y despus otro y otro, todos ellos tipos de los que queras conseguir algo. Yba ido, as que Chance se fue. Trat de competir, de hacerse importante como esos r icachonque me queras casar por conveniencia. Se fue. Lo intent. No se abrieron las puertas adecuaonces entr por las erradas y Pap, t te casaste por amor, por qu no me dejaste ha

ando todava estaba viva por dentro y l todava era limpio, todava era decente?

JEFE. Ests reprochndome por?

HEAVENLY. (gritando): S, eso es, pap, eso es. Te casaste por amor, pero no me dejaste ha

ems, aunque te casaste por amor, le rompiste el corazn a mam, la seorita Lucy ha sante

JEFE. Quin es la seorita Lucy?

HEAVENLY. Ah, pap, fue tu amante desde mucho antes que mam muriera. Y mam era so

hada para ti. Puedo entrar ahora, pap? Puedo entrar ahora?

JEFE. No, no, no hasta que haya terminado contigo. Qu cosa terrible, terrible que mi b

ga eso (La toma en sus brazos). Maana, maana por la maana, cuando en las tiendas com


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gran liquidacin posterior a Pascua voy a mandarte a la ciudad con una escolta de motocirecho a la Maison Blanche. Cuando llegues a la tienda, quiero que vayas directamente a la o

seor Harvey C. Petrie y le digas que te d crdito ilimitado all. Despus baja y equpate couvieras comprando un ajuar para casarte con el Prncipe de Mnaco Cmprate toardarropa, pieles incluidas. Total, las dejas en depsito hasta el invierno. Vestidos de noche?atro, cinco, los ms lujosos. Zapatos? Demonios, pares y pares. No un solo sombrero sincena. Acabo de ganar un montn de plata en un negocio vinculado con la venta de derechoplotacin del petrleo submarino y, bebita, quiero comprarte una alhaja. Ahora, en cuanto

jor le dices a Harvey que me llame. O mejor an, que la seorita Lucy te ayude a elegirla. Es mo una rata de albaal cuando se trata de una piedra te lo aseguro Ahora, dnde compoche que le regal a tu mam? Te acuerdas del prendedor que le compr a tu mam? La sa que le regal antes de que muriera saba que se estaba muriendo cuando le compr ese bo compr por quince mil dlares sobre todo para que pensara que iba a curarse Cuandond en el camisn que llevaba puesto, la pobrecita empez a llorar. Dijo, Por amor a Dios

u hace una mujer que se est muriendo con un brillante de semejante tamao?. Le dije, a, mrale el precio. Qu dice la etiqueta del precio? Ves las cinco cifras, ese uno y ese ci

os tres ceros ah? Entonces, querida, piensa un momento. Si estuvieras murindote, si huuna oportunidad de que te murieras, te parece que yo invertira quince billetes grandes ndedor de brillantes para abrocharlo en el cuello de una mortaja? Ja, ja, ja. Eso hizo qdre riera. Y se sent en la cama radiante como un pajarito luciendo el broche de brillibiendo visitantes todo el da y riendo y charlando con ellos, con el broche de brillantes pue

muri antes de medianoche, con el broche de brillantes en el pecho. Y hasta el ltimo minuto e los brillantes eran la prueba de que no se estaba muriendo. (Se dirige a la terraza, se quita lampieza a ponerse el saco del smoking).

HEAVENLY. La enterraste con l?

JEFE. Enterrarla con l? Demonios, no. Lo devolv a la joyera a la maana siguiente.

HEAVENLY. Entonces, despus de todo, no te cost quince billetes grandes.

JEFE. Caray, acaso me importaba lo que me cost? No soy un hombre mezquino. N

bra importado un pito que me costara un milln si en ese momento hubiera tenido esa foel bolsillo. Hubiera valido ese dinero ver la sonrisa que el pajarito de tu mam me hizo la m

da que muri.HEAVENLY. Supongo que eso demuestra, prueba muy claramente, que despus de todo tien

an corazn.

JEFE. Quin lo duda? Quin? Quin lo dud alguna vez? (Se re).

(Heavenly empieza a rerse y luego llora histricamente. Empieza a irse hacia la casa. Eroja al suelo su bastn y la aferra entre sus brazos).

Un momento, seorita. Basta. Basta. Escchame, voy a decirte algo. La semana pasada, en


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thesda, cuando estaba hablando sobre la amenaza de la integracin racial para la castidad jeres del Sur, un provocador de la multitud grit: Eh, Jefe Finley!, qu me cuenta de suu me cuenta de esa operacin que le hizo hacer a su hija en el hospital Thomas J. Finley oud? Se puso de luto como duelo por su apndice?. El mismo provocador, la misma preando habl en el Coliseo de la capital del estado.

HEAVENLY. Qu le respondiste?

JEFE

. En ambas ocasiones lo sacaron del saln y le dieron una paliza afuera.HEAVENLY. Pap, tienes una ilusin de poder.

JEFE. Tengo poder, lo que no es una ilusin.

HEAVENLY. Pap, lamento que mi operacin te haya causado esta vergenza, pero eres cap

aginrtelo, pap? Me sent peor que avergonzada cuando averig que el cuchillo del dorge Scudder haba cortado la juventud de mi cuerpo, me haba convertido en una vieja sinca, fra, vaca como una vieja. Siento que tendra que crujir como una via muerta y seca cupla el viento del Golfo, pero, pap no te avergonzar ms. He decidido algo. Si me lo permme aceptan, entrar en un convento.

JEFE. (gritando): No vas a entrar en ningn convento. Este estado es zona protestante y q

a entrara en un convento me arruinara polticamente. Ya lo s, adoptaste la religin de tu mrque internamente siempre quisiste desafiarme. Mira, esta noche me voy a dirigir a los clubeventud a favor de Tom Finley en el saln de baile del Hotel Royal Palms. Mi discursoitirse por la red nacional de televisin y, seorita, va a entrar al saln de baile tornada de mi

s vestida del blanco inmaculado de una virgen, con un distintivo de La juventud a favor denley en un hombro y un ramillete de lirios en el otro. Vas a estar en el estrado del

dulce pajaro de juventud - tennessee williams 5

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