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Dr. Tommy Ashcraft

© Publicaciones Monte Hebrón 2011

Publicaciones Monte Hebrón

Un ministerio de la Iglesia Bautista Monte Hebrón, A. R.

Calle: Juárez #130, El Barrial, Santiago, N. L. 6700

(81)8266-0120 | www.mthebron.net | [email protected]

Segunda Edición

Primera Publicación oficial en el 2009

Impreso en las oficinas de Publicaciones Monte Hebrón.

Todas las citas biblicas estan tomadas de la Versión Reina Valera 1960

C O N T E N I D O

Capitulo 1“Lo Necesario para la Salvación”

Página 1

TODA PERSONA NECESITA SER SALVO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

CRISTO MURIÓ POR TODOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

LA SANGRE DE JESUCRISTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5

CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .6

LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN,

EL CRECIMIENTO EN LA FE Y LA MADUREZ . . . . . . . . . . . . . . 7

CRISTO JESÚS MURIÓ EN LA CRUZ DEL CALVARIO . . . . . . . .8

CONFÍA EN CRISTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

SEA FUERTE EN LA GRACIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

CRECER POR EL OÍR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .11

COMPARTE CON OTROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .12

COMO SOLDADO DE CRISTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

SEPARATE, DISCIPLINATE, LUCHA, SIRVE . . . . . . . . . . . . . . . .18

EL PELIGRO DE LA RELIGIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19

Capitulo 2“Lámpara es a mis Pies tu Palabra”

Página 35

LA FE VIENE POR LA PALABRA DE DIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . 37

LA PALABRA DE DIOS CAMBIA LA VIDA . . . . . . . . . . . . . . . . . .38

EL APLICAR PRINCIPIOS BÍBLICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .38

NO SON SOLUCIONES INSTANTANEAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

SOLUCIÓN INSTANTÁNEA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .41

ALIMENTO ESPIRITUAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

OIGA LA PALABRA DE DIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

LAS FALTAS EN LA FAMILIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

DIOS ALUMBRA EL CAMINO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48

DIOS LE BENDECIRÁ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49

EL USO DE LA PALABRA DE DIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .49

OTROS LIBROS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

PERMANECE EN LA PALABRA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51

INSPIRACIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52

APROVECHARSE . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

LA BIBLIA ES EFICAZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

PARA LA FAMILIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54

LA PALABRA NOS AYUDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

EL APLICAR LA PALABRA DE DIOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .60

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“Lo Necesario para la Salvación”

Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo

Jesús Señor nuestro”.

En una ocasión estaba yo testificando a una persona y al estar enseñando el plan de salvación al individuo, me vino al pensamiento ¿Cuántos

versículos en la Biblia contienen el plan completo de la salvación? ¿Cuántas veces Dios pone en su Palabra todo lo necesario para que una persona sea salva?.

Uno de esos versículos es; Romanos 6:23 que dice: “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.

Desde luego, el versículo clásico es San Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se

“Lo Necesario para la Salvación”Capitulo 1

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lámpara es a mis pies tu palabra

pierda, más tenga vida eterna”. Efesios 2:8,9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Romanos 10:9 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”. Romanos 10:10, “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación”. Romanos 10:13 “porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.

La lista es interminable. Si un hombre estuviera en una isla lejos de todo el mundo y le cayera o le llegara en una botella un solo versículo de estos que acabamos de mencionar, ese hombre al leerlo, podría llegar a la realidad de su necesidad de Cristo y saber qué hacer para ser salvo.

¿Por qué es así? Porque el plan de Dios para la salvación es sencillo. Dios ha hecho el plan de salvación. El plan para redimir el alma de un individuo, lo ha reducido a términos tan sencillos que cualquiera puede entenderlos. Un gran profeta dijo: “Si pusiera a un hombre en un barril, y nada más pusiera un abertura, agujero, en el barril y se le gritara el evangelio, o el plan de salvación por medio del agujero, él podría ser salvo”.

El Antiguo Testamento está lleno de versículos semejantes a estos. Por ejemplo:

Isaías 1:18 “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como

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la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Isaías 53:4. “ Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido”. Isaías 53:5 “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”. Isaías 53:6 “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”.

Es aquí donde está el problema. A veces pensamos que una persona tiene que saber todo lo que está en todos estos versículos para ser salvo. Eso no es cierto.

Cuando le presentamos el plan de salvación a una persona le leemos; Romanos 3:10, Romanos 3:23, Romanos 5:12, Romanos 6:23, Romanos 5:8, Romanos 10:9, 10, y 13.

Pero la verdad es que con cualquiera de esos versículos una persona pudiera ser salva. Esto es porque la salvación se reduce a tres elementos.

TODA PERSONA NECESITA SER SALVO

Yo no estoy hablando de la persona que nosotros llamamos `pecador’, ni de la mujer que anda en la calle vendiendo su cuerpo, tampoco hablo del drogadicto, del homosexual, del alcohólico; del asesino: estoy hablando

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de cada persona que jamás ha nacido de nuevo.La Biblia dice: “Por cuanto todos pecaron y están

destituidos de la gloria de Dios”. Estoy hablando de la mejor persona que jamás ha nacido, o de la peor persona que vive; hablo de la persona más amable y más noble, o de la persona más mezquina. Toda persona necesita ser salva, es la condición del pecador.

Como dije antes, la salvación se reduce a tres elementos. En Primer Lugar, Una persona tiene que darse cuenta de que está separada, de que está destituida de la gloria de Dios que su pecado la tiene separada de Dios. ¿Qué es pecado? Pecado es desobediencia, rebelión; es desafío a lo que Dios dice que hagamos y cómo dice que seamos.

CRISTO MURIÓ POR TODOS

La solución es la que Dios ofrece por medio de la muerte de Cristo por los pecados. Juan el Bautista dijo en Juan 1:29 cuando estaba hablando de Cristo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. NO dijo: He aquí el Obispo Fulano de Tal -- no dijo: He aquí el Bautismo -- no dijo: He aquí la Iglesia -- no dijo: He aquí el Ministro -- no dijo: He aquí el Pastor. El dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.

Tampoco dijo Juan: He aquí el Santo Fulano de Tal; ni dijo: He aquí el Papa Juan Pablo II; ni dijo: He aquí la Virgen de Guadalupe sino que dijo: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Hay una sola cosa

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eficaz para lavar a un individuo de sus pecados y esta es la Sangre de Cristo.

Déjeme decirle algo: Dios dio a su Hijo como sustituto por el pecador en la Cruz del Calvario y Dios no toma a la ligera que alguien sustituya algo más o a alguien más para la salvación del alma de un pecador. A Dios nuestra salvación le costó la vida de su Hijo. A Dios le costó que su Hijo pasara tres días y tres noches en el corazón de la tierra, separado de su Padre, separado de todo lo que era precioso y Dios no toma a la ligera que nosotros o que alguien sustituya otra cosa para la salvación de un individuo.

LA SANGRE DE JESUCRISTO

La solución que Dios ofrece, también implica lo que dice la Biblia en 1ra. de Juan 1:7 “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. Escuchamos muy poco acerca de la sangre de Cristo hoy en día. No fue solamente la muerte de Cristo la que nos salvó, fue la sangre de Cristo. Quizás usted diga: “Ah, pero eso ya es pasado de moda, eso ya es arcaico, eso ya es de los siglos pasados; yo no quiero un evangelio sangriento”. Entonces usted tiene un evangelio ineficaz. El evangelio sin la sangre de Cristo no salva. No fue solamente la muerte de Cristo lo que nos salvó, fue la sangre de Cristo. La sangre que él derramó en la Cruz del Calvario, en ese monte Calvario. El fue llevado y presentado y rociado en el altar, en el lugar

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Santísimo del cielo ante la presencia de Dios para cubrir y para lavarnos de nuestros pecados. Esa es la solución de Dios. LA SANGRE DE JESUCRISTO

CREE EN EL SEÑOR JESUCRISTO

Creer es la respuesta necesaria del pecador. Para esto hay una sola respuesta, y esta es sencilla: FE EN CRISTO, confianza en Cristo. La salvación es el resultado de la confianza en Cristo, nada más, nada menos. No es fe, más las obras; No es fe, más el rosario -- no es fe más venir a la Iglesia -- no es fe, más asistir a los cultos del Domingo por la mañana, por la noche, y Jueves por la noche, no es fe, más el diezmo, no es fe, más dejar de pecar.

Es fe, más nada, menos nada. Es cuando una persona se da cuenta de su total incapacidad de hacer una sola cosa para rescatar su pobre alma perdida y clama a Dios en desesperación y en confianza y que diga exactamente como Pedro cuando estaba hundiéndose en las olas y dijo: ¡Señor sálvame! Luego Cristo extendió su mano y lo salvó.

Para que una persona sea salva, en primer lugar, tiene que reconocer su condición. En Romanos 3:23 dice: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. En Segundo Lugar, tiene que reconocer que Cristo hizo todo lo necesario para efectuar su salvación. En 1ra. de Juan 1:7 dice: “y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. En Tercer Lugar, tiene que aceptar a Cristo como su Salvador personal. En San Juan 1:12 dice:

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“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. El poder de la salvación está en su sencillez.

Ahora amigo, de su corazón, ore esta oración ahora: “Oh, Señor Jesucristo, Vengo a Ti como pecador perdido. Gracias porque sufriste y moriste por mi, Gracias porque derramaste tu sangre sobre la cruz por todos mis pecados, Gracias por la salvacion, - Yo te acepto como mi Salvador, yo te recibo en mi corazón ahorita, Gracias porque me salvaste, Gracias porque soy salvo! Amén!

LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN, EL CRECIMIENTO EN LA FE Y LA MADUREZ

2 TIMOTEO, 1:12 dice: “Pero no me avergüenzo porque yo sé a quién he creído y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.”

Esas dos frases, esas dos expresiones “yo sé” y “estoy seguro” son posiblemente las más importantes de toda la Biblia.

Déjeme hacerle una pregunta mi amigo, ¿Está usted seguro que cuando esté delante de Dios, todo va a estar bien y que no va a haber dudas acerca de su futuro?. En una ocasión andábamos un hermano y yo visitando y les preguntamos a tres jóvenes; ¿Están 100% seguros que van a ir al cielo cuando mueran? Y uno de ellos dijo, “sí, yo sé”, otro de ellos dijo; “No, me falta mucho tiempo todavía” y el otro no estaba muy seguro. La verdad es que ninguno de ellos estaba seguro. La única persona que dice, `Yo sí

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estoy seguro’ es la persona que recuerda el día en que puso su fe y su confianza en el Señor Jesucristo.

Esa es la forma, esa es la única manera de estar seguro. Si usted está dependiendo de su religión, de sus buenas obras, de su propia astucia, usted está engañado. Si usted es de las personas que dicen, “A ver como me va”, usted es necio. Es ignorante de la Palabra de Dios, de las consecuencias de negar y abandonar y hacer caso omiso de lo que Dios dice. Pablo empieza el capítulo 2 hablando a su hijo en la fe diciendo, “Tú pues, hijo mio, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”.

Haremos un contraste aquí. Pablo dice, Estoy seguro en lo que Cristo ha hecho por mí. Estoy seguro de la sangre que Cristo derramó para perdonar mis pecados. Estoy seguro de la eficacia de la muerte sustituto que Cristo sufrió en la cruz del calvario. Más adelante Pablo habla de la resurrección de Cristo. En otro pasaje Pablo dice que somos justificados por su resurrección.

CRISTO JESÚS MURIÓ EN LA CRUZ DEL CALVARIO.

MUERTO! Todas sus funciones biológicas cesaron. !Estaba muerto! No estaba desmayado ni inconciente, estaba muerto y al tercer día resucitó. ¿Porqué resucitó? Porque fue Dios en la carne. Ahora, Pablo dice, Timoteo, pon toda tu confianza en lo que Cristo hizo por ti.

Tú no puedes hacer una sola cosa para ser salvo. Mi amigo, si usted cree que hizo algo para ser salvo, está

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equivocado, ¡no es salvo! La salvación no consiste en lo que `yo hago para Dios. La salvación consiste en lo que Cristo hizo por mí. Yo puedo decir que estoy 100% seguro que voy a ir al cielo cuando muera pero mi seguridad no está en lo que yo he hecho. Mi seguridad está en lo que Cristo ha hecho. Si el hombre hace algo para ser salvo, no es salvo porque “la salvación es del Señor” dijo Jonás. Cristo Jesús dijo, “Yo soy el camino, y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mi.” Juan 14:6.

También dice Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos”.

CONFÍA EN CRISTO

En el capítulo 1 de Timoteo Pablo está diciendo, “Timoteo, pon toda tu confianza en eso”. Y está diciendo esto: Tu salvación no depende de tu esfuerzo, tu salvación depende de la obra terminada de Cristo en la Cruz del Calvario. Hermano, esa es seguridad. Porque lo que Dios hace, lo hace perfecto y lo hace completo. Cuando Cristo murió dijo: “consumado es”. El estaba diciendo: “El plan de redención ya está completo”, “no falta una cosa más”. Ahora, nuestra salvación, ¿de quien depende?: de Cristo. ¿Depende de mí? !No! ¿Qué porcentaje de mi salvación depende de mí? Cero (nada) ¿Qué porcentaje de mi salvación depende de Cristo? ¡100%! Todo depende de El. Lo único que yo puedo hacer es lo que hizo Lázaro cuando

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Cristo dijo: “Lázaro ven fuera”. Lo único que yo puedo hacer es responder. Cuando Cristo me llama, lo único que yo puedo hacer es RESPONDER.

SEA FUERTE EN LA GRACIA

Pero en el versículo 1 del capítulo 2 dice: “Tú, pues, hijo mío esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús”. Esfuérzate en la gracia”. Aquí hay dos cosas. Primero Pablo Dice: Tu salvación depende de lo que Cristo hizo. Segundo, le está diciendo: tu crecimiento depende de lo que tú haces. Tú no puedes hacer nada para ser salvo, pero lo que tú haces determina si tú creces. Mi esfuerzo no es para ser salvo. Mi esfuerzo es para crecer en la gracia. En 2 Pedro 3:18 dice, “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. Aquí hay un mandamiento de crecer. El problema es que no podemos crecer cuando estamos muertos. Un muerto no crece. Y la Biblia dice: “y El os dio vida cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. Efes. 2:1 Pero Dios nos dio vida, nos avivó, nos dio vida nueva. Cristo dijo, “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”. (Juan 10:10). La vida comienza en el momento en que recibimos a Cristo como nuestro Salvador. Lo qué hagamos con la vida que recibimos depende de nosotros.

CRECER POR EL OÍR

Hay cuatro cosas que Pablo dice que son indispensables

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para que un cristiano crezca. En el versículo 2 dice, “Lo que has oído de mi”. En el primer lugar para que un cristiano crezca tiene que oír. “La fe es por el oír y el oír por la Palabra de Dios” Romanos 10:17. Mi hermano, su crecimiento está ligado directamente con la porción o la cantidad o la abundancia en que usted oye este Libro. No hay crecimiento aparte del oír la Palabra de Dios. Usted no puede crecer sin alimento y el alimento espiritual es la Palabra de Dios. Dijo Pablo, “Lo que has oído de mi ante muchos testigos”. ¿Dónde habrá oído Timoteo lo que oyó de Pablo? Dice que ante muchos testigos. Pero éstos no son los (testigos) de Jehová. ¿Cuáles testigos?: Otros cristianos, otros creyentes. ¿Donde se juntan los creyentes? En la Iglesia.

La primera cosa es oír la Palabra de Dios, la segunda es crecer por el oír en La Iglesia. Primero Pablo dice: Si tú quieres crecer, tienes que oír la Palabra de Dios.

¿Dónde se oye la Palabra de Dios? En la Iglesia. Quizá usted diga, `Oh, Pastor, yo puedo crecer igual en mi casa que en la Iglesia’. Entonces, ¿por qué no lo está haciendo? Hermanos, la Iglesia local, Bautista, Fundamental, Independiente es el cuerpo de Cristo. No la Iglesia Universal. (La Iglesia, es una congregación de gente, por fe son salvos y que aceptan que la Biblia es la Palabra de Dios y que no hay ninguna otra autoridad sobre ella).

La Biblia no habla de la Iglesia Universal. Esa Iglesia donde usted es miembro es el lugar donde usted debe ir

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para escuchar la Palabra de Dios. Quizá usted diga, `Oh, Pastor, yo puedo leer la Biblia en mi casa’. Yo no estoy hablando de leer la Biblia, yo estoy hablando de oír la Biblia. Claro que usted debe leer la Biblia todos los días en la casa. Pero hay algo que un cristiano recibe en su Iglesia local de parte del Pastor ungido por el Espíritu Santo de Dios, que no se recibe en el radio, en la televisión, en cintas, en revistas, en libros, o en nada más. Cristo fundó la Iglesia. Cristo amó a la Iglesia. El murió por la Iglesia. Y si usted no es parte de la Iglesia de Cristo, usted es un miembro amputado y se va a morir porque no hay crecimiento fuera del cuerpo de Cristo.

COMPARTE CON OTROS

En tercer lugar Pablo dice: “Esto encarga”. Esto es compartirlo. Eso es dárselo a otro. Cristo dijo, “De gracia recibisteis, dad de gracia” El cristiano que no está dando no está creciendo. No hay crecimiento aparte del dar. El que simplemente recibe y no da, no crece. Hermano, por eso es que en esta Iglesia hay 17 oportunidades en la semana para que usted comparta lo que Dios le ha dado.

El ministerio de autobuses, la escuela dominical, dos servicios de Iglesias infantiles, predicación en las calles, programa de ganar almas de damas, de jóvenes, de varones, club de pescadores, los sordomudos, predicaciones en los hospitales. Todo esto es porque queremos que nuestra gente esté compartiendo para crecer, ¿para que la Iglesia

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crezca?, para que crezcan los cristianos. Por eso en cada culto se recoge la ofrenda. Esto es para que los cristianos crezcan por medio del dar. El cristiano que no está dando, no está creciendo. No hay crecimiento sin dar, sin compartir. El que simplemente recibe y no da, NO CRECE.

Pablo dice, “Esto encarga a los fieles para que ellos también sean idóneos para enseñar también a otros”(v.2). Es una cadena continua. A propósito ese es el plan de Dios de Evangelismo. Mi responsabilidad es ganar a otro y enseñarle a él a ganar a otro. Yo recibí de un hombre la Palabra de Dios. Yo fui salvo. ¿Qué debo hacer ahora?.

Pablo dice a Timoteo: “Lo que has oído de mi ante muchos testigos (en la Iglesia), esto encarga a hombres que sean fieles para que sean idóneos para enseñar también a otros”. La cadena es continua. Así debe crecer la obra de Dios. No debe de ser un hombre predicando y gritando y que la gente esté viniendo a oírlo, y todos sentados ahí como pajaritos en el nido recibiendo. ¡NO! Es para que éste reciba y se lo dé a otro, y éste se lo dé a otro y así sucesivamente.

ESE ES EL PLAN DE DIOS. Entonces, para crecer en la gracia, debe usted

oir Palabra de Dios de parte del varón de Dios En La Iglesia y después

encargarlo ó compartirlo.

Los cristianos maduros son los que comparten. Los cristianos inmaduros son los que se sientan. ¿Quién da

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de comer en la casa? ¿El niño? ¡NO! El niño consume. El papá trabaja y provee. La mamá prepara y da. Por eso los cristianos maduros son los que comparten. Los cristianos enanos son los que se sientan. No hacen NADA. Hermano, tal vez, usted no está creciendo y tal vez cada prueba que viene a su vida lo tumba y lo deja aplastado, porque no está creciendo. Y tal vez no está creciendo porque no está compartiendo.

COMO SOLDADO DE CRISTO

Lea el versículo 3 que dice: “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. En los versículos 3, 4, 5, y 6, Pablo usa tres ilustraciones para describir la vida cristiana. Usa el soldado, el atleta y el labrador. Hay tres conceptos en esas tres ilustraciones que completan lo que estoy enseñando acerca del crecimiento. En primer lugar dice, “Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo”. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado”. Dice que no se enreda en el mundo. El soldado cristiano, el soldado que crece, no se enreda en el mundo. Hermano, si usted no está sirviendo a Dios y no está creciendo es posible que es porque su vida está enredada. Yo trabajo con personas cada semana; qué triste e increíblemente han complicado sus vidas. Están enredadas. ¿Así se siente usted algunas veces? ¿Dice usted: mi vida está

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enredada y se ha complicado?.Bueno, Jesucristo es el gran simplificador. A veces

necesitamos que Dios desenrede nuestras vidas. Pero en ocasiones para desenredar la cuerda hay que cortarla. A veces los nudos están tan apretados que no se pueden deshacer y hay que trozarlos mejor. El hilo ya no sirve y hay que trozarlo. A veces eso es lo que Dios tiene que hacer con nuestras vidasw. Dios tiene que tomar su bisturí de cirugía espiritual y decir; “Esto no te sirve, vamos a sacarlo”. Poco a poco, Dios va desenredando nuestras vidas.

Primero, Pablo dice, “El que milita no se enreda con las cosas de este mundo”. Esto habla de separación. Hay algunas cosas en las cuales no le conviene a ningún cristiano enredarse en su vida. Hay unas actividades unas diversiones, unas cosas en las cuales simplemente no nos conviene enredarnos porque complican nuestras vidas.

Segunda, la cosa que veo ahí es la lucha. El soldado es para luchar. Supuestamente el oficio de un soldado es luchar. Déjame prevenirte de esto, la vida Cristiana es una lucha. Hay una lucha entre la carne y el espíritu. Es una lucha entre el mundo y el hombre espiritual. Es una lucha entre el deber y el deseo. La vida cristiana es una lucha. Usted necesita prepararse y estar conciente de que es una lucha constante. A duras penas yo he aprendido esto. Yo antes cuando estaba en una lucha o en una batalla, decía: “Gloria a Dios, nada más pasando esto y ya puedo descansar”.

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Pero ¡no! ¿Sabe usted cuándo vamos a descansar? Cuando lleguemos al cielo. En esta tierra no hay descanso. No hay alivio. De este ejército no hay retiro. El soldado de Cristo siempre está en alerta roja. ¿Por qué? Porque el enemigo nunca descansa. Satanás nunca duerme, el nunca descansa. Constantemente está buscando cómo atacar. “Vuestro adversario el diablo, es como león rugiente, que anda alrededor buscando a quién devorar;” (1 Pedro 5:8). Y lo hace incansablemente. Exactamente cuando bajamos la guardia es cuando Satanás mete su arma y nos deja heridos.

El soldado, en primer lugar, se desenreda de la vida. Se separa del mundo. EN segundo lugar, LUCHA. Y en tercer lugar, el soldado vigila constantemente. Sed sobrios y velad. Una y otra y otra y otra vez en la Biblia encontramos estas palabras, “SED SOBRIOS Y VELAD”.

Mi hermano, vele, no se duerma. Vele por sus hijos, Vele por su propia vida espiritual. Vele por su mente. No deje que el mundo meta cualquier basura y suciedad en su mente. Vele por su propia mente.

Luego, en el versículo 5 dice: “Aquél que lucha como atleta no es coronado si no lucha legítimamente”. Hay una cosa que es indispensable en la vida de un atleta. En cualquiera que sea el deporte, lo que todo atleta o deportista tiene que tener es condición y esto se consigue solo con disciplina. A los cristianos nos llaman discípulos. La palabra discípulo viene de disciplina. Pablo dice; “Si tú

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vas a crecer necesitas disciplina”. ¿Qué es disciplina? Le voy a dar una definición Bíblica de disciplina. Disciplina es someter los deseos al deber. Es hacer lo que debo hacer antes de lo que quiero hacer. Eso es disciplina. Hermano, usted se levanta de mañana y va al trabajo porque es disciplinado. Aunque usted quisiera ir a pescar, usted se va al trabajo porque es disciplinado.

Como no está jubilado, tiene que trabajar. Usted tiene que hacer lo que debe hacer. El estudiante que progresa y que sobresale en el estudio lo hace porque es disciplinado. El crecimiento en nuestra vida cristiana depende de nuestra disciplina. Depende de que sometamos nuestros deseos al deber. ESTA ES LA OBRA DE DIOS.

Cuando uno aprende a someter sus deseos al deber, el deber llega a ser deseo. Cuando usted hace lo que usted debe hacer con suficiente frecuencia, lo que usted debe hacer llega a ser lo que usted quiere hacer. ¡Esto es bueno!, pero cuando usted hace nada más lo que usted quiere hacer, llega un momento cuando usted no puede hacer lo que debe hacer.

Lo que pasa cuando hacemos lo que queremos, una y otra y otra vez y nos sometemos y vivimos como esclavos a nuestros deseos, -- llega un momento en que no podemos hacer el deber. La gente en el mundo ve a los cristianos como “ellos no fuman, no bailan, no van a los cines, tienen una sola mujer, no se emborrachan” y nos juzgan como locos. Pero déjeme decirles algo, los locos son ellos. Nosotros

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hemos encontrado lo bueno. Y la verdad es que hay miles de personas que quisieran vivir vidas disciplinadas.

SEPARATE, DISCIPLINATE, LUCHA, SIRVE

La última cosa está en 2 Timoteo 2:6, que dice: “El labrador para participar de los frutos debe trabajar primero”.

En primer lugar, la vida del cristiano es la vida del soldado. Vida de separación.

En segundo lugar es vida de disciplina como atleta. Es la vida de una persona que somete sus deseos a su deber.

En tercer lugar es una vida de lucha.En cuarto lugar es vida de servicio. Cristo dijo; “El

Hijo del hombre no vino para ser servido sino para servir”. Cristo tomó en sí la forma de siervo. Cristo dijo; “El mayor de vosotros será vuestro siervo”. El hombre más grande del mundo no es el que tiene más siervos, sino el que sirve a más gente.

La persona más triste del mundo es la persona que vive para sí. Cristo dijo; “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, permanece solo, pero si muere produce mucho fruto”. (Juan 12:24) Pablo dijo; “Ningún hombre vive para sí y ningún hombre muere para sí”. La vida más feliz del mundo es la vida de siervo.

“ES LA VIDA DE SERVICIO”.Hermano, cuide estas cosas. El crecimiento depende

de OÍR la Palabra de Dios de parte del varón de Dios

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ante muchos testigos que es la Iglesia. Para encargarla a otros quiere decir; `compartir’ que significa evangelizar o GANAR ALMAS. Tú, pues, sufre como el soldado. El soldado no se enreda y, lucha. Además usted debe ser como el atleta. El atleta se disciplina y somete sus deseos a su deber. Por último, el labrador sirve lleva una vida de servicio.¿Es usted salvo? ¡Qué bendición!

La salvación depende de Cristo. Esto es 100% “TODO”. PERO SU CRECIMIENTO DEPENDE DE USTED, Y SU MADUREZ DEPENDE DE USTED.

EL PELIGRO DE LA RELIGION”

Lucas 18:18-23 “Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

En Romanos 3:10 La Biblia dice: “No hay justo, ni aun uno”. El joven rico, aquí en Lucas 18:18, le llama a Jesús

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“Maestro bueno”. Y Cristo le dice: “¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios”. A veces decimos acerca de cierta persona; “Ella es buena gente”. Ahora mismo puedo pensar en muchas personas a quienes yo considero buenas personas.

En otras ocasiones comentamos de cierto individuo y decimos: “Es muy buena persona”. Y en verdad, en ciertos sentidos hay personas que tú y yo consideramos buenos. Pero la Biblia enseña que no hay bueno; No hay justo, ni aun uno. La Biblia dice que todos somos pecadores.

Ahora, ¿Dónde está la discrepancia? ¿Dónde está el mal? Sí hay buenas personas. Y si empezara a mencionar a las personas que yo considero buenas personas, no terminaría. Pero el problema es este: Cuando nosotros decimos “bueno”, lo que queremos decir es “amable”. Y la verdad es que hay muchas personas muy amables. Yo he visitado las casas de muchos hermanos, me reciben con tanta amabilidad, me dan la mejor silla, me ofrecen un refresco o un café. Los más “espirituales” me ofrecen pay (pastel) de nuez.

Tiempo atrás, andaba visitando y entré a una casa de unos Hermanos y ellos me dijeron: “Oh, Hermano; que honor es tenerlo en nuestra casa”. Yo le dije: “La verdad es que es un honor para mí visitar su casa”. Y en verdad quisiera poder visitar todas las casas de mis hermanos porque me tratan tan amablemente.

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SOLO DIOS ES BUENO. La realidad es que no hay ninguno bueno sino Dios. El es el único que puede llamarse correctamente bueno. En Romanos 7:18 el Apóstol Pablo dice: “Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo”. En Romanos 7:21 dice: “El mal está en mi”.

Quiero tomar este pensamiento para hablarle del peligro de la religión. Ningún ser humano puede considerarse bueno y justo. `Ninguno’. Sólo Dios es bueno.

En el Primer Libro de Samuel 16:7 dice: “El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. Es Jehová quien examina y escudriña los corazones de todos los hombres, y luego mira y de una vez y de un solo instante ve, y mide los corazones de todos los hombres y dice: “No hay justo, ni aun uno; no hay bueno; no hay quién busque a Dios”. Nuestra debilidad es que nosotros solamente podemos ver lo que está por fuera. La superficie. Dios es el que mira el corazón.

Ahora, he aquí el gran peligro de la religión. La religión sí puede hacer que una persona sea amable, pero no puede hacer que sea buena. La religión puede convertir a una persona en una persona amable, o casta, o tal vez puede convertirla en una persona cumplida pero no puede hacer que una persona sea buena. Hay mucha diferencia entre amable y bueno.

Para ti, y para mí, no hay mucha diferencia porque las

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manifestaciones son muy parecidas. Si nosotros pensamos en una persona buena, entonces pensamos en su actitud; pensamos en su comportamiento; pensamos en su trato. Y la verdad es que la verdadera conversión resulta en un cambio de actitud; produce buen comportamiento; produce cambios en nuestros gustos y en nuestras preferencias, pero la salvación no consiste en esas cosas, esas son simples manifestaciones de la salvación.

LA CONVERSIÓN. A propósito, a veces vemos a una persona que ha hecho una profesión de fe en Cristo, es una persona que profesa que ha sido salvada pero no vemos cambio. Y a veces tenemos la tendencia de juzgar a esa persona y decir: “No fue sincero; no fue en serio; fue una decisión, no un conversión”.

La verdad es que en la mayoría de nuestras vidas la conversión viene después de la salvación. En algunos casos la salvación viene simultáneamente junto con la conversión. Ciertamente, cada persona que ha sido salva, que ha aceptado a Cristo como su Salvador personal debe buscar la conversión.

Cuando Cristo habló con Pedro, le dijo: “Pedro, cuando te hayas convertido, cuando seas vuelto, cuando hayas dado la media vuelta, y cambiado, fortalece a tus hermanos”. Cristo estaba indicando que la conversión; viene después de la salvación.

Déjeme hacer otra observación. Usted no diga: “El Pastor dice que yo no tengo que ser convertido en

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el momento que soy salvo; que yo puedo ser salvo y en uno, dos o tres años después, yo puedo ser convertido”. Pero, ¿Por qué desperdiciar todo ese tiempo? ¿Por qué una persona va a gastar todas las bendiciones de Dios y seguir viviendo en la maldición del pecado? ¿Por que una persona va a saborear, probar lo que Dios ofrece y regresar al mundo? ¿Por qué una persona va a comer del basurero del mundo cuando podría agasajarse del banquete que Dios le ofrece?

DIOS MIRA EL CORAZÓN. La verdad es que, tendemos a juzgar a una persona por la forma en que esa persona nos trata a nosotros. Decimos: “Es buena persona”. ¿Por qué? Porque a mí me trata bien. Si me trata bien a mí, entonces es buena persona. No sé cómo trata a los demás, pero conmigo se porta muy bien, y por lo tanto es muy buena persona. ¡Qué hipocresía!

Dios no es así. Dios mira los corazones. El sabe cómo somos. El realmente nos conoce. No podemos engañarlo a él. El que escribió la Biblia discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. La amabilidad no impresiona a Dios. El trato ameno y agradable no afecta el pensamiento de Dios acerca de un hombre o de una mujer.

Muchas personas han sido convertidas en buenas personas por alguna reforma religiosa, pero no han sido justificadas ante Dios por la sangre de Cristo. Romanos 5:1 dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para

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con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Usted puede tratarme a mí como usted quiera. Puede hacer todo lo que quiera para impresionarme a mí; pero eso no es lo que cuenta para la salvación.

Nicodemo era un fariseo, era un maestro y un principal entre los Judíos. Probablemente fue amigo de este joven rico, del que leímos al principio del mensaje en Lucas capitulo 18.

Nicodemo fue, un hombre que cuidaba su vida y su testimonio; un hombre, de mucha rectitud personal, de mucha estima delante del público. El fue, un hombre de quien usted y yo diríamos que fue muy buena persona; sin embargo Cristo le dijo: Nicodemo, no importa lo bueno que tú eres; lo bien que te portas; no importa lo amable que eres, si tú quieres tener la seguridad de ver el reino de Dios, necesitas `nacer de nuevo’. Necesitas ser salvo.

El peligro de la religión es éste:A veces la religión deja la impresión de que lo que salva

es `el cambio de vida’. No es así. El cambio de vida no produce salvación. La salvación supuestamente produce cambio de vida.

Usted no es salvo porque es bueno. Usted es bueno porque es salvo. La justificación no viene antes de la fe, viene después de la fe. El ser justificados delante de Dios no tiene qué ver con su obra, sino que tiene que ver con la obra terminada de Cristo en la cruz del Calvario.

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LAS PUERTAS DE LAS RELIGIONES. La religión dice que hay muchas puertas para ir al cielo. La religión habla de la puerta de la sinceridad. Algunos dicen: “Yo soy sincero y por eso me va a ir bien con Diosito”. Pues en primer lugar no hay “diosito”. El Dios de la Biblia no es “diosito”, el Dios de la Biblia es Dios, Jehová De Los Ejercidos. No es “diosito”, eso es una maldición. Esa palabra no debe formar parte de su vocabulario. La única ocasión en que yo la uso es cuando la condeno. Esta es la puerta de la sinceridad.

También algunos dicen: “Al cabo que Dios sabe”. !No! Dios busca la sangre de Cristo. Cuando usted esté delante de Dios, Dios no le va a preguntar por su sinceridad, Dios le va a preguntar: “¿Que hiciste con mi hijo Jesucristo?”

La Biblia dice: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (San Juan 1:11,12). Aquí no dice a los sinceros, aquí dice a los que recibieron a Cristo.

Hay otra puerta que es la de las buenas obras. Pero Efesios 2:8,9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. La religión de obras es una religión que condena. La religión de obras es una religión peligrosa. La religión que dice: “Tu haz esto y entrarás al cielo”, es religión falsa y es religión peligrosa.

También está la puerta del ejercicio piadoso.

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Esta es la puerta que dice: “Tu asiste cierta cantidad de veces a la Iglesia” o “da cierta cantidad de limosna”. Aquí nosotros en nuestra Iglesia no recibimos limosna, aquí recibimos diezmos y ofrendas. Haz ciertos sacramentos. Quizá también diga: “Tú haz ciertas buenas obras y todo estará bien”. Esa es religión peligrosa. Puede que también diga: “Bautízate”, pero el bautismo es obra. Este bautisterio que tenemos aquí en la Iglesia jamás ha salvado a nadie, nunca. Usted no es salvo porque es bautizado, usted es bautizado porque es salvo. El bautismo no viene para la salvación, el bautismo es manifestación de la salvación, es un testimonio de la salvación. La participación en la Santa Cena del Señor, o participar del fruto de la vid y del pan que son símbolos de la sangre y del cuerpo de Cristo, no salva. ¿Por qué? Porque esas son obras y no es por obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho.

CRISTO LA ÚNICA PUERTA. No hay muchas puertas al cielo. Cristo dice:

“Yo soy la puerta” (San Juan 10:9). También dice: “Yo soy el camino, y la

verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (San Juan 14:6).

La religión puede hacerte amable pero no puede hacerte bueno. La religión puede abrir muchas puertas en la tierra pero sólo la sangre de Jesucristo y la fe en él puede abrir la puerta al cielo.

La amabilidad y el trato ameno y agradable podrá influenciar y ayudar a muchas personas pero el requisito de Dios para la vida eterna es: “Porque por gracia sois

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salvos por medio de la fe” (Efesios 2:8,9).El peligro de la religión es que sí puede producir

muchos cambios exteriores. Sí puede puede producir buen comportamiento. Sí puede efectuar mucha bondad exterior pero sólo la fe en Cristo puede transferir nuestra carga de pecado y maldad a Cristo y la justicia de Cristo a nosotros y así obtener el perdón de Dios.

HACER COSAS BUENAS. La religión puede enseñarte a hacer muchas cosas buenas pero no puede enseñarte a ser bueno. Puede enseñarte a tratar bien con tu prójimo pero no puede relacionarte debidamente con Cristo. Lo único que puede hacer eso es el nuevo nacimiento, la salvación, poner tu fe en la obra redentora de Cristo efectuada en la Cruz del Calvario; darte cuenta de que eres un pecador, sin esperanza, y sin futuro y arrojarte a los pies de Cristo diciendo: “Dios, ten misericordia de mi que soy pecador”.

LA IGLESIA Y BUENAS OBRASEl mundo mira a una Iglesia, a una denominación o

a una religión y mide su efectividad en el bien exterior que está haciendo. El mundo cuenta los hospitales, los orfanatorios, las clínicas y las obras benéficas que una Iglesia está haciendo y decide así si es una buena religión o no.

No hay nada malo en que una Iglesia o que un

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movimiento ponga un hospital, un hogar de niños, o un albergue para niños maltratados, no hay nada malo en eso. En el predio de nuestra iglesia hay una clínica.

Precisamente esta Iglesia donó el terreno donde está ubicada la clínica del gobierno del Estado que queda ubicada detrás de nuestro auditrio. Aquí enfrente está otra clínico donde se reciben a personas que no pueden pagar una consulta en otro lugar.

En efecto, nuestra relación con Cristo debe hacernos sensibles a las necesidades físicas y materiales de otros. Una persona que anda con Dios, que lee y conoce la vida de Cristo, esa persona es sensible a las necesidades de otros; su corazón es tocado y es conmovido con misericordia cuando ve a una persona necesitada.

LAS BUENAS OBRAS NO SALVAN

Pero el alivio del dolor físico es secundario para introducir a una persona a Cristo. El mundo no necesita mas religión; el mundo necesita más de Cristo. El mundo no necesita más gente amable; necesita a más gente lavada por la sangre de Cristo, perdonada, regenerada y justificada.

La religión puede producir reformación pero no puede producir regeneración. La religión puede producir amabilidad, pero no puede producir justicia. La religión puede producir una cierta medida de nobleza, pero no puede darle a la persona vida eterna. Lo que el mundo

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necesita no es una religión, necesita salvación en Cristo Jesús.

¡Gracias a Dios por las buenas Iglesias! Pero usted no necesita lo que ésta o cualquier Iglesia puede darle tanto como lo que Cristo y sólo Cristo puede darle. Usted necesita a la Iglesia después de ser salvo, pero lo único que la Iglesia puede hacer antes de que usted sea salvo es introducirle al que puede salvarle.

¡Que gran privilegio para mí es pastorear esta Iglesia. Pero usted no necesita lo que yo puedo darle, necesita lo que Cristo puede hacer. Cuando quitamos nuestros ojos de Cristo y los ponemos en la religión estamos en peligro.

ISRAEL Y RELIGIÓN

Ese fue el problema de Israel. Si usted estudiara cada ejercicio religioso de Israel en el Antiguo Testamento; cada fiesta, cada ofrenda, cada detalle acerca de la vestidura de los sacerdotes; cada pieza de mobiliario en el Tabernáculo; la cubierta de las pieles de cabras del Tabernáculo; los asientos de plata de los muros; si usted estudiara cada una de esas cosas se daría cuenta que en cada faceta y en cada detalle hay un mensaje acerca de la persona y la obra de Jesucristo. Pero una vez que Israel dejó de ver a Cristo en las ofrendas, en los sacrificios y en las fiestas, entonces se volvió idólatra.

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EL BAUTISMO

¡Gloria a Dios! Porque tenemos semanas y semanas; meses y meses y años de bautizar por lo menos a una persona cada semana. ¿Porqué?, ¿Porqué tenemos ese anhelo?, ¿Porqué tenemos esa meta? ¿Porqué nos esforzamos?: ¡Para ganar almas y para bautizar gente! ¡Por eso existimos! Por eso existe esta Iglesia, para alcanzar a los pecadores. Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores.

“El Hijo del hombre vino a buscar y salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10).

El bautismo es un evento en la vida del creyente. Es importante. Cuando una persona es sumergida en el agua en el bautismo, esto simboliza la muerte, la sepultura y la resurrección de Cristo. También significa la muerte del creyente al pecado, su separación del mundo y su resurrección para andar en vida nueva. Pero es un símbolo. Y la contaminación de la religión viene cuando el símbolo sustituye la sustancia; y la sustancia del mensaje de la Biblia no es el bautismo, es Cristo.

¿COMUNIÓN?. Cuando tomamos la Cena del Señor; cuando tomamos el jugo de uva sin fermentación y comemos el pan sin levadura, estamos simbolizando nuestra recepción y nuestra aceptación de la sangre derramada y el cuerpo inmolado de nuestro Señor Jesucristo como el único sacrificio agradable a Dios. Pero cuando dejamos de ver la sustancia en la cena del Señor y ponemos nuestra

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confianza en la sombra o el símbolo, entonces convertimos ese símbolo en el objeto de la religión falsa.

Quizá usted diga: “Pastor, usted está predicando contra éste y contra aquel grupo”. ¡Pero no! yo estoy hablando de personas que juzgan el bien que Cristo hace en términos visibles y manifiestos. Claro que hay que buscar manifestaciones, y claro que hay que esperar cambios y conversión y transformación.

Yo le doy Gracias a Dios por las personas que están aquí en esta Iglesia que han sido transformados por el poder de Dios. Pero usted no fue salvo porque fue transformado, usted fue transformado porque fue salvo. El peligro de la religión es poner nuestros ojos y nuestra mirada en las manifestaciones y no en la sustancia.

LA SEGURIDAD. Yo no sé que yo soy salvo porque yo ya no hago ciertas cosas. No baso la seguridad de mi salvación en el hecho de que me abstengo de ciertas cosas, tampoco en el hecho de que yo hago ciertas cosas o en el hecho de que yo participo en ciertos ejercicios religiosos. Mi salvación está basada en el hecho de que un día me di cuenta de que era un pecador, condenado, merecedor del infierno. Pero un día alguien me enseñó el precioso plan de salvación y me dijo que si yo solamente aceptaba el sacrifico que Cristo había hecho por mí, podía ser salvo. Hasta hoy, yo recuerdo el día, el lugar, y la hora en que Cristo me salvó. Es por eso que no baso mi salvación en el

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hecho de que hago o no hago ciertas cosas.¿Sabe por qué usted tiene inseguridad de su salvación?

Porque desde que fue salvo ha vuelto a hacer algunas de esas cosas de las cuales usted creía que Cristo lo había salvado. Entonces viene el Diablo y le dice: `Tú no eres salvo’. Lo que sucede después es que usted mismo dice: “Yo ya no soy salvo”. Entonces se va de lleno al pecado.

NO POR COMPORTAMIENTO. Mi salvación no está basada en que yo fuí cambiado, ni tampoco en lo que yo hice. Mi salvación está basada en lo que Cristo hizo por mí, y en el hecho de que yo acepté lo que Cristo hizo por mi. ¿Sabe qué sucede? Que hay muchos pecadores muy amables. Hay mucha gente que no ha sido salva, que no es cristiana pero que es amable. Yo tengo vecinos que son amables pero no son salvos y yo oro por ellos. Yo trato con gente todos los días que son amables y corteses y nobles pero no son salvos. A propósito, hay muchos Cristianos que no son amables. Hay mucha gente que es mala, mezquina, mal hablada, mal pensada, y mal portada, pero son salvos. Quizá usted diga: “Oh no, no puede ser”. Pero sí, así es. Sí hay gente salva que no es buena.

La Biblia registra varios ejemplos de ellos. Por ejemplo Lot. Lot vivió en Sodoma y Gomorra. Estas ciudades fueron el San Francisco de nuestros días. Ahí era la capital del homosexualismo y de la perversión sexual; una fosa séptica moral. Aún así la Biblia se refiere a Lot como el

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“Justo Lot”. Otro ejemplo es el de David. David cometió adulterio y luego asesinó para cubrir su pecado.

LAS DUDAS. A veces por las cosas que hacemos empezamos a dudar de nuestra salvación; pero la Biblia dice que lo que no es de fe es pecado. Y si no tenemos cuidado terminaremos viviendo como si no fuéramos salvos. Ese es el peligro de la religión. El peligro de la religión es confundir la manifestación de la salvación con la sustancia de la salvación. La salvación no consiste en el comportamiento, sino que consiste en la fe en Cristo. El comportamiento es el resultado o la manifestación de la salvación.

SALVOS PERO SINCAMBIOS. Me estoy dirigiendo a varias clases de personas. Me estoy dirigiendo a las personas que han sido salvas pero que su salvación no se está manifestando en su vida. Quizá usted es salvo pero usted no ha sido convertido, usted no ha sido cambiado y no está disfrutando su salvación; y no va a disfrutar de su salvación hasta que no sea convertido.

También me estoy dirigiendo a las personas que son lo que yo llamaría una “buena persona”. Son personas nobles; y si yo tratara con usted, me impresionaría con su trato y con su comportamiento, pero usted no es salvo y está dependiendo de su amabilidad, de sus buenas obras y de su buen comportamiento para ser salvo.

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Ahora, Usted puede tener la seguridad de la salvación. Puede decidir confiar sólo en El Señor Jesucristo para darte vida eterna, y no confiar o creer en la religión jamás.

Ahora amigo. ¿Cual es su decisión? Si ha decidido creer sólo en Jesucristo, vuelva al primer estudio de éste librito y repasarlo y ore la oración en la página 7.

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“Lámpara es a mis pies tu Palabra

SALMOS 119:5-8. “Ojalá fuesen ordenados mis caminos para guardar tus estatutos! Entonces no

sería yo avergonzado, cuando atendiese a todos tus mandamientos. Te alabaré con rectitud de corazón cuando aprendiere tus justos juicios. Tus estatutos

guardaré; no me dejes enteramente”.

He aquí un pasaje de la Biblia que contiene tan altamente elevada importancia de la Palabra de Dios como encontramos en 176 versículos

del Salmos 119. En cada uno de estos versículos hay cuando menos una referencia a la Palabra de Dios. Cuando menos una.

En el Salmos 119 encontramos varios términos que describen la Palabra de Dios. Palabras como, “La Ley, Testimonios, Caminos, Mandamientos, Estatutos,

“Lámpara es a mis pies tu Palabray Lumbrera a mi Camino”

Capitulo 2

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Justos Juicios, Palabra, Dichos, Juicios de tu boca, Tus Testimonios, Tus Juicios, Tu Palabra”.

Quiero decirle que las referencias hechas en el Salmo 119 a la Palabra de Dios, se aplican a cada Palabra de la Biblia. Cada palabra de este bendito Libro (La Biblia) es LA PALABRA DE DIOS, y toda la Palabra de Dios, está contenida en este Libro. No hay una sola palabra de este Libro que no sea la Palabra de Dios, y no hay una sola palabra fuera de éste Libro, La Biblia, que sea la Palabra de Dios.

En Salmos Capítulo 119 el versículo 105 dice, “Lámpara es a mis pies tu Palabra, Y lumbrera a mi camino”. Yo no tengo una nueva verdad; ni tengo una cosa extraordinaria que yo le voy a decir para impresionarlo con mi conocimiento de la Biblia. Solamente quiero recordarle algunas cosas que a veces desentendemos. Unas cosas que a veces olvidamos.

La Biblia no es un libro cualquiera. Este es más que un libro. Es una biblioteca. Es maravilloso porque se dirige a cada circunstancia posible de la vida del ser humano. Usted va a notar esto varias veces en el transcurso de este mensaje. La Palabra de Dios se dirige a cada aspecto de la vida del ser humano. Usted no puede tener una dificultad, un quebranto de corazón, o una situación difícil que no se haya cubierto por La Palabra de Dios.

Dios lo ha diseñado a usted y ha diseñado la Palabra de Dios de tal manera que cada cosa en su vida esté cubierta

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por la Palabra de Dios. Desde la cuna, hasta la sepultura, Dios ha hecho provisión en su Palabra para guiar nuestras vidas. Cada paso, día tras día, paso tras paso, necesidad tras necesidad, problema tras problema, Dios pone algo en su Palabra para dirigirse a cada aspecto de nuestras vidas. Usted no puede tomar un sólo paso sin ser alumbrado por la Palabra de Dios.

LA FE VIENE POR LA PALABRA DE DIOS

Algunas personas se refieren a la fe como un disparo en las tinieblas. Eso no es cierto. Algunas personas dicen que la fe es creer en algo que no existe. Nada podría ser más lejos de la verdad. La fe está basada en evidencia. La fe está basada en sustancia. La fe está basada en indicaciones claras. Y la fe, (si usted tiene por lo menos una sola gota de verdadera fe) provino de este Libro. La fe no es un disparo en las tinieblas.

Cada paso que usted tome en su vida -- cada situación que encuentre, cada problema que encuentre -- cada enemigo con que luche -- cada dolor que padece -- cada quebranto de corazón que le entristece -- cada carga que usted lleve -- cada necesidad que tiene -- cada decepción que encuentre -- cada pérdida que sufre -- cada duda que le atemorice, cada inquietud que le moleste, todo; y más que eso está tratado y cubierto. Si solamente nos valemos del tesoro más grande que Dios le ha dado al hombre después de su Hijo Jesucristo, que es su Palabra escrita.

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LA PALABRA DE DIOS CAMBIA LA VIDA

Estoy diciendo que su vida emocional puede ser tratada con la Palabra de Dios, su economía puede ser reparada por sus principios. Estoy diciendo que sus problemas físicos pueden ser ayudados por la aplicación en su vida de los principios biblicos. También su matrimonio; sea cual sea, sea del tamaño que sea, puede ser tratado por los principios de la Palabra de Dios. Su inteligencia puede ser aumentada por los principios aplicados de la Palabra de Dios. No hay nada, nada, nada en su vida que no pueda ser tocado por un principio de la Palabra de Dios.

Un mundo de libros no serían suficientes para describir lo que este, y solamente este Libro bendito significa. Quiero decirle: Hay un principio bíblico que se aplica a cada situación de su vida.

EL APLICAR PRINCIPIOS BÍBLICOS

Hermanos, no es cuestión de esperar a que la situación llegue a un punto desesperante para correr a la Palabra de Dios y buscar el principio que se aplica a su situación para que le pueda curar el mal. No, así no es. Aquí es donde erramos.

Una de las tragedias que yo encuentro y con quien yo lucho cada semana es cuando viene gente conmigo buscando ayuda y buscando soluciones cuando ya es demasiado tarde. No espere hasta que la situación se ponga desesperante para buscar ayuda.

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Es increíble cómo somos. Esperamos hasta que la máquina truene para revisarle el aceite. Prendemos la máquina y está, ta, ta, ta, ta, ta, tronando. Y en lugar de revisarla pensamos: Al rato la reviso. Aunque le está saliendo humo y está aventando pistones por el tubo de escape y hasta entonces la llevamos a un taller de diagnósticos y le decimos al encargado: “A ver, dele una afinadita”. Pero no, ¡ya tronó! Ya necesita reparación general. Hermanos, no hacemos esto con el carro (coche), con las dos toneladas de fierro viejo. Nada mas empieza a hacer un ruidito o algo indebido y luego, luego, le revisamos el aceite y el agua.

Pero en cuanto a nuestras vidas espirituales, al matrimonio, a nuestro trato con los hijos, a la voluntad de Dios, esperamos hasta que la cosa ya se pone desesperante. Y, entonces decimos: “¡Ay! Pastor, por favor, ayúdeme”. Hermano, sí, yo sí le voy a ayudar. Si usted viene conmigo, yo sí voy a hacer todo lo que pueda para ayudarle pero ayúdeme a ayudarle. Deme chanza, ¡Téngame paciencia! A veces hay gente que viene cada semana y dice: “¡Oh Pastor, ayúdeme, ayúdeme!” Yo le digo: “Haga esto, esto y esto”. ¿Sabe qué sucede? En cuanto la cosa se compone un poquito, ya no lo veo por otros seis meses. Lo veo hasta que la cosa se pone otra vez desesperante. Aun así, Hermano, venga, yo lo ayudo. No tenga vergüenza. Con confianza, venga conmigo, búsqueme. Pero por el amor de Dios, ¡Abra los ojos! ¿Ve usted esa bola que está ahí arriba

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de sus hombros? (La cabeza). Cuando estaba rasurándose, ¿La vio? ¿Si vio esa bola que está ahí? Pues no es para colocar el sombrero nada más, eso Dios se lo dio para que usted lo usara.

Si nuestra casa empieza a gotear, rápido reparamos el techo o arreglamos las láminas o le ponemos chapopote. Pero nuestra casa espiritual puede estarse cayendo alrededor de nosotros y ahí estamos como si nada. Frescos, guapos y chulos. ¡No hacemos NADA!

NO SON SOLUCIONES INSTANTANEAS

La Palabra de Dios, la Iglesia, el Pastor, el ministerio, la vida cristiana, el Espíritu Santo, no son varitas mágicas. No es un TRIN, TRUN, TRAN o uno, dos, tres y ya. Asunto arreglado, váyase contento.

¿Sabe qué sucede? Viene gente nueva a esta Iglesia, cada Domingo. Y gracias a Dios por los visitantes. Pero solo vienen y se asoman y escuchan a un hombre chino y guapo ahí predicando. Sólo se asoman y dicen: No, eso no me gusta. Y ya no regresan. ¿Así se aprendería a leer? Un día se va a la escuela primaria y no le gusta y ya no regresa. ¿Usted cree que se llegará a ser médico así? Con ir a la facultad de medicina un solo día. Se asoma y dice: ¡Ya soy médico! Otras veces los visitantes vienen una o dos veces y porque no hay un cambio total o dramático en su vida dicen: “¡Ay! esto no funciona”. O vienen con el Pastor y le piden y el Pastor les da un consejo. Entonces dicen:

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“Ah, el consejo de ese Pastor no sirve”. Pero vamos con el médico y si dice el médico, “tome esta medicina y venga en 8 días”; entonces sí, ahí estamos otra vez. El médico nos dice: “Ahora tómese esto y venga en otros 8 días.” Y ahí estamos otra vez; y regresamos y regresamos. Lo que estoy diciendo es que no es cuestiona de uno, dos, tres y ya. Ya se arregló el problema!

La mayoría de los problemas que usted tiene en su vida no sucedieron ayer, sino que son el resultado de un proceso acumulativo. Los problemas que tiene en su vida son problemas acumulativos. No estoy hablando de los pleitecitos o riñas que todos tenemos a diario, como que se levanta de malas pero luego se abrazan y se besan y ya todo está bien. No estoy hablando de eso. Estoy hablando de esos conflictos profundos y arraigados que usted tiene en su vida, y que son el resultado de semanas o meses o años de descuido. Hermano, esos problemas no se van a resolver de la noche a la mañana.

Las soluciones que son los principios de los que estoy hablando, que se encuentran en la Palabra de Dios, no son soluciones instantáneas.

SOLUCIÓN INSTANTÁNEA

La única solución instantánea que Dios ofrece es la solución al pecado. Eso sí que es instantáneo. Inmediatamente que una persona reconoce su pecado; que se convence de su pecado; y al reconocer diga: “Yo soy

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pecador”. Porque, la Biblia dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios”. (Romanos 3:23). Cuando esa persona recibe a Cristo como su Salvador y es convencida de su pecado entendiendo que Cristo murió por esos pecados, en ese instante es convertido en Hijo de Dios.

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. (Juan 1:11-12) Es así, nacen en un instante en la familia de Dios. Inmediatamente se convierte en hijo de Dios.

Mi Hermano, también en su propia vida cristiana, si usted es ya salvo pero hay pecado en su vida, el perdón de Dios es inmediato. Lo único que usted tiene que hacer en verdad es reconocer su pecado y recibir el perdón. “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. (1ra. de Juan 1:7) Pero el tratamiento de los resultados del pecado son un proceso. Yo lo siento, pero yo no tengo la solución instantánea para el conflicto que hay entre usted y su mamá, o entre usted y su papá, o entre usted y su hermano. No lo tengo. Pero la Palabra de Dios tiene unos principios y esos principios no se aplican como una pomada mágica.

ALIMENTO ESPIRITUAL

Déjeme decirle cómo se aplican. Cristo dijo: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. (Mateo 4:4) Este es el pan de vida. El pan no

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se come solamente cuando el cuerpo ya no aguanta más, o ya no soporta más sin alimento.

El cuerpo se alimenta diariamente, !Gloria a Dios! Frecuentemente. Se alimenta de nutrimentos equilibrados como vitaminas, minerales, y sustancias que poco, a poco van desarrollándose en el cuerpo físico y fortaleciendo su cuerpo. Y así como la alimentación del cuerpo físico es un proceso constante, todos los días y varias veces al día, la alimentación del espíritu del hombre, con la Palabra de Dios es un proceso. Es todos los días y varias veces al día. Es así como el efecto acumulativo va fortaleciendo al hombre interior día tras día. Así, que cuando viene la prueba, la tentación, la decisión, o la pérdida, ahí está; la reserva de fortaleza, de información, de virtud, de determinación que esa persona necesita. La Biblia es alimento sólido, que ingerido y digerido a través del tiempo en cantidades apropiadas, me fortalece para lo que tengo que hacer.

LA PRIMER COSA que quiero decirle es que la Biblia contiene principios aplicables a CADA ASPECTO DE SU VIDA. Hermano, cuando usted esté leyendo la Biblia, busque esos principios. Cuando usted esté leyendo la biografía de un hombre en la Biblia, busque esos principios. Piense, y diga: “Bueno, esto ¿Por qué sucedió? ¿Qué principio violó este hombre para que le sucediera esta tragedia?”. O piense: “¿Qué principio siguió para que Dios le diera esta prosperidad?”.

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Esto es lo que dice el Salmo 1: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.” ¿Porqué prosperará? Porque está plantado junto a la fuente de alimento de información de principios que pueden afectar su vida. Por eso no hay madurez instantánea, espiritualidad instantánea. Existe perdón instantáneo. Existe salvación instantánea pero no existe la madurez instantánea porque esto es un proceso.

LA SEGUNDA COSA que quiero decirles, es que así, como hay un principio específico aplicable a Cada Situación que cada ser humano puede encontrar, hay ciertas cosas que la Biblia dice que tenemos que hacer todo el tiempo para mantenernos dentro de lo que Dios requiere para nuestras vidas. Hay ciertos linderos y límites que Dios nos ha dicho: “Mientras te mantengas dentro de éstos límites; puedes esperar que yo obre en tu vida.” Pero al salirnos de esos linderos ya estamos en peligro.

Esto es lo que quiere decir el Salmo 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”. Esto está diciendo que Dios alumbra nuestro camino; pero si se sale del alumbrado usted estará en las tinieblas. Dios alumbra nuestro camino. La Palabra de Dios nos dice: “Vente por

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aquí”. La Palabra de Dios arroja luz sobre el camino que él quiere que sigamos; y le dice que mientras esté en este camino, que mientras esté donde la Palabra de Dios le esté alumbrando, todo estará bien. Pero sálgase de la luz de la Palabra de Dios, remuévase de los linderos o los límites que Dios ha puesto para nuestra vida, y estará en peligro.

Como la oveja que se extravía de su pastor. Como el niño que a escondidas sale de la casa y se expone a múltiples peligros, así también, el cristiano que se sale de los límites que Dios pone para su vida, se expone al peligro de ponerse fuera de la protección, y la bendición de Dios.

“Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino” pero Hermano, si se sale de esa lumbrera, de esa lámpara o de esa luz, usted estará en peligro. Mientras el hijo está en la casa, todo está bien, pero si se sale de la casa, estará en peligro.

Romanos 8:28 es ejemplo de esto, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Lo que está diciendo es que las promesas de Dios son condicionales. Se engaña la persona que piensa que puede vivir su vida, que puede dirigir su vida como quiera, que puede seguir sus gustos, y sus deseos. Que dice: “Yo voy a hacer lo que quiero, voy a hacer las decisiones de mi vida que yo quiero hacer; voy a determinar lo mío”. Ya esta persona se está saliendo de la luz. Se está saliendo del camino, y mas vale que tenga cuidado. Sí, todas las

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cosas nos ayudan a bien, si estamos dentro de los límites establecidos por Dios ya que Dios nos ha llamado.

En Romanos 8:28 encontramos que no es para todos. Algunos dicen: “Oh, ni modo, al cabo que todo sucede para bien”. Pero no es así, esto es nada más a los que son llamados conforme a su propósito. Esto es solo a los que aman a Dios. Cristo dijo: “Si me amas, has lo que te diga”. Esta promesa es nada mas para los que hacen, lo que Dios dice que hagan.

Si mañana voy a la ladrillera y les digo: “Oiga, yo quiero mi cheque por favor”. Ellos me van a decir: ¡Ba! ¿Usted quién es? Si yo les digo: Pues yo vengo porque ahí afuera dice: “Pagos los Lunes de 8:00 a 12:00 del día”; Así que aquí estoy, para que me paguen. Luego ellos me dirían: Sí, pero eso es para los que trabajan aquí. Que novedad sería eso. ¿Verdad?

La Biblia dice en Filipenses 4:19: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Entonces, Ya no tengo que trabajar, nada más me tengo que esperar, a que Dios me bendiga. ¡No! No es así. Lea el resto de Filipenses y vea lo que dice. Hay condiciones ahí. La última parte de Salmos 1:3 dice: “Y todo lo que hace prosperará”. Sí se prosperará si se cumplen los versículos 1 y 2. Vivir en la Palabra, asistir a la Iglesia, orar, la mayordomía de nuestro dinero, testificar, amar a los demás, amar a Dios, ser obediente, todo esto debemos hacer, no para ganarnos la bendición de Dios;

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sino para mantenernos dentro de estos linderos.Yo no estoy hablando de que usted se gane la salvación

así. La salvación no se gana. El problema es que nosotros queremos vivir como a nosotros nos gusta y queremos la bendición de Dios también, pero eso no puede ser. Dios no hace eso. Dios sería mentiroso si hiciera eso.

Yo he estado trabajando con unas personas con problemas tan serios, pero lo malo es que no están dispuestas a tomar el primero y sencillo paso que es: asistir con regularidad a escuchar la Palabra de Dios.

OIGA LA PALABRA DE DIOS

Si usted no tiene suficiente interés en su propia vida como para simplemente asistir a la iglesia unas dos o tres veces por semana, ¡No robe tiempo buscando ayuda! Claro que usted tiene problemas. Pero si usted está viviendo en desobediencia y en desafío directo de la Palabra de Dios, ¿Cómo espera en el mundo que Dios bendiga su vida si ni siquiera está dispuesto a obedecer los mandamientos mas pequeños, mas sencillos, y mas fáciles de la Palabra de Dios? No hay forma.

Es triste ver los jóvenes desperdiciar sus vidas; sabiendo y habiendo escuchado desde el púlpito domingo tras domingo, semana tras semana lo que ellos saben que deben hacer para tener una vida decente, honrada, respetuosa y productiva.

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LAS FALTAS EN LA FAMILIA

Es triste ver a hombres jugando con los sentimientos de sus esposas menospreciándolas. Luego vienen diciendo: “¡Ay Pastor!” fíjese que mi esposa es bien rebelde”. Cuando en realidad ella debería de esperarlo el Sábado en la noche detrás de la puerta con un barrote y dejarlo con 3 o 4 bolas en la cabeza. Eso es lo que usted merece. Debe darle gracias a Dios nada más porque ella no lo hace. Y si lo hace, también dele gracias a Dios. Estoy cansado de hablar con hermanas que dicen que tienen problemas en su hogar, pero se portan como fieras en la casa. No están dispuestas a ser mansas, castas, quietas y sumisas. Vienen aquí y quieren mandarme a mí, así como mandan a sus esposos.

También es triste, es un desperdicio que usted venga Domingo tras Domingo y escuche y escuche y siga viviendo como está. Eso es un desperdicio. Hay ciertas cosas que si usted no hace, usted no tiene derecho de esperar la bendición de Dios. Un hombre que no está dispuesto de darle la triste décima parte de sus bienes a Dios, ¿Cómo espera que Dios le ayude cuando tiene apuros económicos? ¿Cree usted que le puede robar a Dios y que luego él le pueda bendecir? ¿Comprende mi mensaje?

DIOS ALUMBRA EL CAMINO.

Dios dice: Este es el camino; aquí está mi Palabra; aquí están los principios; dirígete por ellos. Nosotros nos

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salimos a las tinieblas. Después preguntamos: ¿Por qué estamos perdidos, batallando y luchando? Esa es la razón. Ahí está.

Quizá usted preguntará: Pastor, ¿Le molestan estas cosas? Sí. Esto mi da ira pero no he pecado. Estoy airado con el diablo que tiene a tanta gente pensando que puede vivir en desafío a los principios de La Palabra de Dios y que de alguna manera lo hace.

DIOS LE BENDECIRÁ

Hermano, usted no tiene idea de la riqueza que existe en simplemente vivir por los principios de este Libro. Qué bendición es estar leyendo la Biblia y aplicar lo que se está leyendo y bien que funciona. Déjeme decirle que hay personas que constantemente vienen conmigo, y me dicen, Pastor, lo que usted predicó el otro día, eso era exactamente lo que yo necesitaba; y lo practican y sí funciona. Usted también podría tener eso. Usted también podría vivir así, dentro de la luz y la lumbrera de la Palabra de Dios. Dios ha alumbrado el camino. A nosotros simplemente nos toca seguir esa luz. ¿Cuál es su decisión ahora? ¿Rechazar? ó ¿Seguir?

“EL USO DE LA PALABRA DE DIOS”

Segunda de Timoteo 3:10-17 Pero tú has seguido mi doctrina, conducta, propósito, fe, longanimidad, amor, paciencia, persecuciones, padecimientos, como

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los que me sobrevinieron en Antioquía, en Iconio, en Listra; persecuciones que he sufrido, y de todas me ha librado el Señor. Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución; mas los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Este pasaje contiene uno de los comentarios más completos acerca del uso de la Palabra de Dios. Mire lo que dice en el capítulo 2, versículo 15; “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. Este es el mensaje para usted “Que usa bien la palabra de verdad.”

Muchos predicadores citan la Biblia. Muchas sectas usan la Biblia. Muchas religiones se refieren a la Biblia. Muchos filósofos conocen la Biblia. Muchos cristianos leemos la Biblia. Pero hay mucha diferencia entre todo eso y el usar la Biblia la Palabra de Dios. Yo me canso un poco de la religión que niega la validez de la mediación

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de Cristo entre Dios y los hombres. O que niega la deidad de Cristo; que niega que Cristo es Dios. O que niega que hay un infierno. Y así niega cosa tras cosa, tras cosa, que está en la Biblia. Aún así salen con esa expresión universal “Oh, pues todos tenemos la Biblia”; al fin y al cabo todo lo que está en la Palabra de Dios es bueno. Pero los ingratos no usan bien la Palabra de Dios. La usan, pero no la usan bien. (Disculpeme por usar mis expresiones norteñas y mis tendencias violentas).

Pero la verdad es que todo el mundo reconoce y menciona la Biblia.

OTROS LIBROS

Yo una vez estaba testificando a un Señor que dijo; Yo leo la Biblia. Es más, hay tres libros que yo creo que todos debemos leer, Las Platitudes de Platón, Don Quijote de la Mancha y la Biblia. Yo dije: Por favor no mencione la Biblia en el mismo suspiro que Las Platitudes de Platón y Don Quijote de la Mancha. Cervantes no es Pablo. Platón no es Pedro, inspirado de Dios. Esos son escritos de hombres. La Biblia es la Palabra de Dios.

PERMANECE EN LA PALABRA

Mire lo que dice el versículo 14 “Pero persiste tú”. Persiste en las Sagradas Escrituras. Hermano, no hay nada más importante en su vida que persistir en las Escrituras. La palabra persistir es morar, es vivir, es permanecer, es

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tener su existencia rodeada de las Escrituras. Más que nada, eso es lo que hace que los cristianos se salgan de la voluntad de Dios. Eso es lo que causa las frustraciones, los fracasos y las desviaciones y las pérdidas en las vidas de los hijos de Dios por no persistir en la Palabra. Es por salirse de la Palabra; es hacer decisiones basadas no en la Palabra de Dios, sino en su propio criterio; en su propio pensamiento. Por eso Cristo dijo, en Juan 15:7 “Si permanecéis en mi y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho”. No hay forma de separar la oración de la persistencia en la Palabra de Dios. Es mas, si usted quiere determinar la voluntad de Dios para su vida, ore. Está bien orar, pero usted no va a encontrar la voluntad de Dios orando. Usted va a encontrar la voluntad de Dios para su vida en la Palabra de Dios. Aquí es donde se encuentra la voluntad de Dios.

INSPIRACIÓN

Lo que quiero que vea está en el versículo 16; Es bien importante este versículo. En verdad de aquí depende si este Libro que yo tengo en mis manos en estos momentos es verdad o es un mito o un cuento. Dice en 2da. Timoteo 3:16 “Toda la Escritura es inspirada por Dios”. Mire esa palabra “TODA”. Eso quiere decir que es toda, sin excluir ninguna. Eso quiere decir cada Escritura. Cada Escritura sin excluir ninguna es inspirada por Dios. La palabra “inspirada” significa soplada o respirada. Significa que

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fue hablada por Dios directamente a los hombres quienes escribieron palabra por palabra, letra por letra y ahora aquí la tenemos. A propósito, sólo la escritura es la `Palabra de Dios’. Todo lo demás escrito por bueno que sea, por útil que sea es palabra de hombre. Todo lo demás cambia. Todo lo demás está sujeto a la interpretación. Está sujeto a la obsolescencia, está sujeto a un día no ser cierto. Que lástima que los que tenemos la Palabra de Dios ( si la tenemos y si creemos que la tenemos) no la usamos. Usted no es Bautista Fundamental si usted no está convencido de que la Biblia es la Palabra de Dios. Usted es otra cosa. Usted no es un verdadero cristiano si no está convencido de que la Biblia es la Palabra de Dios. Pero qué lastima que los que la tenemos, no la usamos.

APROVECHARSE

Hermanos, de nada sirve que este bendito y precioso Libro sea la Palabra de Dios si no la vamos a usar. De nada sirve que usted crea que la Biblia es la Palabra de Dios si no la va usar. De nada sirve que usted crea que la Biblia es la Palabra de Dios si usted no la va a usar, si no la va a aplicar a su vida. De nada sirve que se quede en la mesa o en el buró de la recámara de su casa solo recogiendo polvo por no usarla usted.

LA BIBLIA ES EFICAZ

Dice ahí; “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil”, o provechosa. Esto quiere decir que le hace bien.

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¡Como quisiera poder impresionarlo con la importancia de la influencia de la Palabra de Dios en su vida!. Este Libro escrito por el mismo Dios, aplicandolo bien a su vida podría resolver cualquier problema de la existencia humana. Cada faceta de su vida, mi amigo, mi hermano, es mencionada y tratada en la Palabra de Dios. La Biblia es mas eficaz que la sicología, o la psiquiatría o la sociología. No existe disciplina científica que se compare con la eficacia de ese Libro. Este es de beneficio intelectual, emocional, familiar, físico, espiritual, económico, social, y político. No hay un solo campo en que la Palabra de Dios no sea útil y provechosa.

PARA LA FAMILIA

Hermano, la solución para sus problemas matrimoniales aquí están. La Biblia enseña que en el matrimonio el hombre sea hombre y la mujer sea mujer. Una de las condenaciones de esta generación es el esfuerzo exitoso que el diablo ha tenido para romper las barreras entre el hombre y la mujer. ¿Sabe por qué hay más divorcios ahora que en toda la existencia de la humanidad? Porque el hombre quiere ser mujer y la mujer quiere ser hombre. Hace falta que en el hogar los hombres sean hombres y las mujeres sean mujeres. Hace falta que el hombre sea masculino, que sea protector, que vele por las necesidades de su familia, que sea honesto, que sea ejemplo, que discipline con amor, que dirija con cordura, con sabiduría, con madurez, que sea templado. Pero también hace falta que la mujer se calle la boca.

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En cuanto a sus problemas económicos, esos también son tratados en la Palabra de Dios. Si hiciéramos lo que la Biblia enseña acerca de la economía tendríamos nuestras necesidades suplidas. Aunque no necesariamente esto quiere decir que usted tendría 100 millones de pesos en el banco. La Biblia dice en Filipenses 4:19 “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Pero si usted lee un poquito antes en ese pasaje, usted aprenderá y descubrirá a quién se dijo eso, ya que se refiere a personas que son fieles en sus diezmos y sus ofrendas. Hermano, esa promesa no es para los ladrones.

Toda la Biblia o Escritura es inspirada por Dios y es útil, es provechosa, es práctica y es verdad. Sí trabaja, sí funciona. Nuestras vidas están desordenadas, nuestros hogares están desordenados, nuestra economía y nuestras mentes están desordenadas porque no la usamos, no la aplicamos.

Mire para qué es útil. Hay cuatro cosas mencionadas aquí. Dice que es útil para enseñar, para redargüir, para corregir y para instruir en justicia. Déjeme decirle lo que significa cada una de estas expresiones.

PRIMERO, dice que la Palabra de Dios es útil para ENSEÑAR. Enseñar quiere decir doctrinar o endoctrinar. La palabra doctrina se refiere a lo que es recto, a lo que es derecho o correcto. Junto con esto recuerde nomás una palabra que es “bien”. La Palabra de Dios nos dice, nos

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enseña, nos es útil para enseñarnos lo que está bien. Si está en la Palabra de Dios, esta bien. Si no está en la Palabra de Dios, no está bien. Lo que es de duda, lo que no es de fe, es pecado. Entonces es útil para enseñar el bien.

SEGUNDO, es útil para REDARGÜIR. Esto se refiere al mal; dice que nos enseña lo que está mal. Nos enseña adónde no debemos ir. Una de las cosas mas maravillosas de la Biblia es que cuando Dios está tratando la vida de un hombre como David o Abraham o Isaac o Jacob o Noé, Dios no rehusa descubrirnos sus errores, sus pecados, sus fracasos. Ahí lo pone todo. Dios no altera la historia. Dios nos deja ver a sus hombres. El nos descubre por ejemplo los errores de Pedro; las imprudencias de Pedro; su impetuosidad, su ambición. Esto él lo hace para enseñarnos lo que está mal. Para descubrirnos lo que no debemos hacer. Para descubrirnos cómo no debemos ser. ¿Por qué Dios puso en la historia del hijo pródigo la parte del comportamiento del hermano mayor que rehusó recibir a su hermano descarriado? Esto fue para enseñarnos como no debemos recibir a un hermano errado y arrepentido.

RESULTADO DEL MAL Entonces, al redargüirnos nos enseña el resultado del mal. Mire, el mundo no hace eso. El mundo no le enseña el resultado del mal. El mundo no pone en sus anuncios para vender la cerveza o el brandy la fotografía de un hombre revolcándose en su propio vómito y en garras. Tampoco le enseña a una prostituta en sus horas de trabajo. No le enseña la cara de un niño que ha

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sido golpeado por un hombre borracho. Nunca enseña la fotografía de dos carros que chocaron y donde murieron 5 o 6 personas porque uno de los conductores estaba ebrio. El mundo no enseña el resultado del mal. El mundo no le enseña a una muchachita toda acongojada, llorando y destruida después de una noche de pasión. Pero la Palabra de Dios sí nos enseña el resultado del mal, nos redarguye. Nos dice: No te vayas por ahí.

TERCERO, nos dice que la Palabra de Dios es útil para CORREGIR. Esto es cuando descubrimos el bien en la Biblia y decimos: Oh, eso sí está bien. Pero luego descubrimos el mal y decimos: Oh, eso está mal. Pero nos rendimos y caemos. Lo bueno es que la Biblia nos dice cómo corregirnos, como regresar, cómo volver. Nos enseña qué hacer. La Biblia es útil para corregir, que quiere decir enderezar.

Hermano, Dios nunca se da por vencido en la vida de uno de sus hijos. Dios nunca mira la vida de un cristiano joven, Señorita, Señor, o Señora y dice: “Oh, éste ya no va a poder seguir”. Mire, por más lejos que se quiera alejar de Dios, siempre estará a su alcance.

¿Qué hizo Pedro? El lo negó. El dijo: “No, yo no lo conozco, yo no sé quién es Jesús, no sé de quién me están hablando”. Tres veces lo negó, luego cantó el gallo y después lloró amargamente. Después de la resurrección, Cristo le mandó “un recadito” diciéndole; “María, dile a mis discípulos que yo he resucitado, ah, a Pedro también

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se lo dices”. Pedro probablemente pensaba que ya no era su discípulo. Pero la Palabra de Cristo le dijo; Tú todavía eres mío. Hermano, usted no puede leer la Biblia sin saber que usted todavía pertenece a Dios. Si usted anda bien, mal, adentro, afuera, arriba, abajo, animado, desanimado, obediente, desobediente, usted todavía es de Dios.

La Palabra de Dios es útil para corregir, es útil para enderezar. No importa qué tan lejos usted haya ido, no importa la distancia que se haya puesto entre usted y su Dios, todavía hay manera de regresar. No importa lo que ha dicho o lo que ha hecho, hay forma de corregir su vida; hay forma de enderezar su vida.

Una de las fallas que tenemos los Cristianos, especialmente los Bautistas Fundamentales, supuestamente separados; es que vemos a un Hermano en Cristo caer y decimos: este ya tronó, y qué bueno que yo no. Usted no debe decir, “yo no”. Usted diga, “Yo todavía no”. La verdad, mi Hermano, es que la única diferencia entre el pecado de usted y el pecado de él, es que el de usted no es tan obvio como el de él. La Biblia dice en Romanos 3:23 “Por cuanto TODOS pecaron”. Francamente yo prefiero estar en la posición de un cristiano que ha caído; que en la posición de un cristiano que critica a uno que ha caído. Hay más misericordia para aquél que ha caído y sabe que ha caído, que para el que lo critica.

¿Se ha fijado usted en el ministerio de Cristo la gente con la que él se juntaba, la gente con que obraba, la gente

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con que trabajaba y a la gente que él llamaba? Estos eran publicanos, pecadores, y prostitutas. Pero a los religiosos, y los fariseos les decía; “Generación de víboras, ¿quién os a dicho de huir del juicio venidero?” Mas a la mujer que había sido encontrada en el mero acto del adulterio le dijo; “Yo tampoco te condeno, ve y no peques más”. ¿Qué le dijo a Zaqueo? El era un publicano, un ladrón un abusador de su oficio público. Jesús le dijo; “Zaqueo desciende porque es necesario que yo pose en tu casa hoy”.

La Palabra de Dios es útil para corregir, para enderezar, es útil para regresarnos al bien cuando andamos mal. Primero, la Palabra de Dios es útil para enseñarnos el bien. Segundo, es útil para enseñarnos el resultado del mal. Tercero, es útil para corregirnos cuando andamos mal.

CUARTO, Por último punto, dice que es útil para instruir en justicia. Esto quiere decir que es útil para conservarnos en el bien cuando hemos andado en el mal. Mire, La Palabra de Dios enseña el bien, enseña el resultado del mal, corrige cuando andamos mal y nos conserva en el bien cuando hemos andado mal.

LA PALABRA NOS AYUDA

Nuestras vidas se reducen a esto. Descubrimos el bien en la Palabra de Dios; luego descubrimos el mal y tristemente a veces nos metemos en el mal, a veces escogemos el mal; después Dios nos saca del mal y él mismo nos ayuda a separarnos de este mal. El propósito de la Palabra de Dios

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en nuestras vidas es primero enseñarnos el bien. Después nos advierte del mal. Y si nos salimos del bien y escogemos el mal , nos enseña como salirnos de aquel mal.

EL APLICAR LA PALABRA DE DIOS

Esto no quiere decir que será sin pecado. Mientras estemos en esta carne es imposible vivir sin pecar, pero está diciendo que, sí podemos vivir sin el mal. Está diciendo que a causa de la presencia, el beneficio y la bendición de la Palabra de Dios, sí podemos evitar meternos en el mal.

Ya creemos la Palabra de Dios. Ya sabemos que este bendito y precioso Libro es la Palabra de Dios. Lo que necesitamos hacer es poner este Libro y sus dichos en el lugar debido en nuestras vidas.

Si usted simplemente pudiera saber del mal, de la tristeza de la pérdida que está de aquel lado del mal; en este mismo momento usted cambiaría. Usted dejaría lo que está haciendo y se metería en la Biblia, en esta Palabra. Usted regresaría de donde está; usted se sometería a todo lo que Dios tiene para usted.

Todo esto está aquí. Aquí no hay secretos. Yo no le he dicho ninguna cosa que no sea obvia al lector mas casual de este libro. Lo que hace falta es que lo apliquemos. Lo que hace falta es que lo creamos, que lo apliquemos y hagamos lo que nuestra Biblia dice.

Lo que hace falta es que cada hombre, cada esposo, cada padre decida y diga; Vamos a vivir por este Libro.

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Hace falta que cada mujer, cada hermana, cada esposa, cada madre diga; Yo voy a vivir por este Libro. Hace falta que cada maestro de Escuela Dominical, cada ganador de almas, cada predicador, cada joven, cada señorita; que en lugar de terminar como la víctima de sus caprichos, en lugar de terminar en las rocas del naufragio, someta usted su vida a lo que este Libro dice. En lugar de ser la víctima de la satisfacción, de la gratificación de sus deseos que usted mirara a su alrededor y se fijara en cómo han terminado las vidas de las personas que han rehusado o que han ignorado este Libro y que así decidiera y dijera:

“Voy a creerlo, voy a obedecerlo, voy a leerlo y voy a aplicarlo a mi vida”

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dr. tommy ashcraft · en primer lugar, una persona tiene que darse cuenta de que está separada, de...

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