dr. francisco barnés de castro

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Dr. Francisco Barnés de CastroRector

C.P. Francisco Rojas GutiérrezPresidente del Patronato

Mtro. Xavier Cortés RochaSecretario General

Ing. Gllberto Borja NavarreteVicepresidente del Patronato

Ing. Bucay FaradjiVocal

Dr. Leopoldo Henri Paasch MartínezSecretario Administrativo

Dr. Salvador Malo AlvarezSecretario de Planeación

Ing. Gerardo Ferrando BravoTesorero

Dr. Francisco Ramos GómezSecretario de Asuntos Estudiantiles

Mtro. Gonzalo Moctezuma BarragánAbogado General

Dr. Humberto Muñoz GarciaCoordinador de Humanidades

Mtro. Gonzalo Celorio BlascoCoordinador de Difusión Cultural

Dr. Francisco Bolivar ZapataCoordinador de la Investigación Científica

Page 4: Dr. Francisco Barnés de Castro

RESTAURACIÓN

El criterio de intervención considerado en el proyecto fue revisado y autorizadopor las áreas competentes de la UNAM, INAH y DDF, quedando implícito endicho criterio el rescate de la fisonomía que tuvo el inmueble en el siglo XVIII,destacando el rescate del patio central, que permitió devolver las condicioneshabitabilidad en la totalidad de los espacios. Asimismo, se reubicó la escalera enel sitio que presumiblemente ocupó en su estado original. Destaca la consolida-ción estructural que se realizó en la azotea, entrepiso del primero a segundonivel, así como en la totalidad de los muros.

El sistema constructivo adaptado fue a base de la construcción de unacadena perimetral de concreto armado, en la cual se apoya un sistema de cubier-ta hecho de viguetas de concreto y acero de alta resistencia, aligerado conbovedillas de poliestireno y amalgamado; todo esto con una capa de compresiónde concreto armado con malla de alta resistencia. En la parte inferior de losentrepisos se volvió a colocar la viguería y tablado, recuperando así el aspectooriginal en la totalidad de las áreas y torreón del inmueble.

En cuanto a l~ intervención en las fachadas, se liberaron los aplanadosno originales y en mal estado, siendo reintegrados por otros que se realizaron abase de cal y arena, reforzados con fibra de polipropileno. El acabado final fuea base de pinturas a la cal, reforzadas con resinas de vinil y acrílico, en unatonalidad acorde a la cromática del conjunto. La cantera fue sujeta a limpieza,desinfección y rejunteo; las partes que sufrían de exfoliación o disgregaciónfueron sustituidas mediante injertos del mismo material y con perfiles dernolduración idénticos a los existentes.

; La restauración del inmueble se complementó con otros traba-jos de restauración tales como la integración de una escalera metálica de caracolde fierro. Asimismo el portón principal de madera se desmontó para su restau-ración, liberándolo de algunas piezas ornamentales colocadas en épocas poste-riores a la original. La herrería se restauró eliminado las diversas capas de pin-tura óxidos y reponiendo piezas faltantes.

No obstante el enorme esfuerzo desplegado, hasta este momento, parala restauración, rescate, y aprovechamiento de este monumento histórico, seránecesaria una etapa complementaria para intervenir la planta baja, lo que vendráa redundar al rescate de uno de los inmuebles más importantes de la UniversidadNacional Autónoma de México y del Centro Histórico de nuestra ciudad.

Arq. Luis Ortiz Macedo

Page 5: Dr. Francisco Barnés de Castro

La esquina de Moneda y Seminario., sitio en el que se desplantara la pirámide deTezcatlipoca, parte fundamental del más importante conjunto urbano de la cultu--ra mexica. En este lugar, ya en el periodo virreinal, se define como el cruce delas calles de Martín López y Pedro González Trujillo, las cuales tomaron su nom-bre en razón de los propietarios de los solares de la primera etapa virreinal de laciudad. Posteriormente dichas calles cambiaron de nombre, llamándose del Ar-zobispado y SanSebastián, respectivamente.

Desde 1539, Fray Bartolomé de las Casas y las diferentes autoridadesciviles y religiosas de la época propugnaron ante la corona española por lacreación de una, universidad en la Nueva España, pero no es sino hasta\el ~_ñode 1551 cuando el rey Felipe 11 emite las Reales Cédulas para fundar, et 25 deenero de 1553~ 1 Real y Pontificia Universidad de México, primera en el conti-:nente americano, que, según algunos, se asentó inicialmente en el predio queotrora pertene .ra al conquistador Pedro González Trujillo y qúe hoy nos ocu-pa.

EL EDIFICIO DURANTE LOS SIGLOS XVII, XVIII, XIX y XX

La Ciudad de México por su carácter lacustre estaba expuesta a las constantesinundaciones, como la ocurrida el 21 de septiembre de 1629, cuyo nivel alcanzóuna altura de casi dos metros, dañando a todos los edificios, muchos de ellosllegando al derrumbe total. En lo que respecta al edificio de Moneda, éste debióhaber sido reconstruido de acuerdo a su morfología original.

Entre los años de 1852 y 1872, en la actual casona de Moneda y Semina-rio se encontraba el famoso Café del Correo, en donde se daban cita notablespersonajes. Luego se instalaría la cantina "El Nivel", llamada así Ij>or su cercaníacon el monumentohipsográfico en memoria de Enrico Martíne:I;JEI ilustre juris-consulto Ignacio Vallarta alquiló la casa a finales del siglo XIX. En la presentecenturia el edificio se registraría como propiedad federal hasta en tres ocasiones,teniendo en los intervalos algunos otros propietarios. En 1935 fue considerado'como monumento histórico por estar ubicado en el solar donde se localizó laprimera sede de la Real y Pontificia Universidad de México. En 1994, el inmueblees desincorporado del dominio público de la federación, para pasar a formarparte del patrimonio de la UNAM. Con ello se iniciaría su proyecto de restaura-ción a fin de entregarlo al Programa Universitario de Estudios de la Ciudad.

DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA

La morfología actual del edificio se apega a la que tuvo a mediados del sigloXVIII. El inmueble consta de planta baja, dos nivele~ y un torreón. Los trescuerpos principales de la fachada que da a la calle de Moneda están diferencia-dos a través de cornisamientos corridos, existiendo un ritmo discontinuo entrelos ejes de los vanos, enmarcados por cantera gris de los Remedios. Los vanoslocalizados en el primero y segundo nivel conservan los barandales de hierroforjado. En el cuerpo de la planta baja destacan el vano del acceso principal, unportón de buena ma9ufactura Y un recubrimiento de argamasa, imitan,do sillaresde piedra. También aparece en esta zona una placa realizada en cantera queconmemora un aniversario de la Universidad Nacional. Mención especial mere-ce la hornacina de cantera que se ubica en la parte superior, a la altura delsegundo nivel, la cual permanece vacía, sin existir rastro aparente de la figurareligiosa que albergó en su momento.

En el interior, el partido arquitectónko se estructura en forma de "C", entorno a un foso de iluminación y ventilación, al cual se tenía acceso por la plantabaja, a través del portón principal; ambos elementos se articulaban por medio dela escalera, en alguna época fue modificada en su ubicación y forma. Los espa-cios internos, conformados principalmente por las crujías sur y poniente, seintercomunicaban por un pasillo.

Los sistemas constructivos y materiales predominantes encontradas, através de las calas realizadas, denotaban que la cimentación y muros principalesestaban hechos a base de mampostería de tezontle con recubrimientos de diver-sos tipos de aplanado. Los entrepisos y azotea conservaban su original sistemade viguería entablado, donde predominaba el piso de duela de madera.

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PRESENTACION

En la concepcibn urbanística de las ciudades fundadas después de la conquista en

la Nueva España, durante el siglo XVI, se mezclaron la herencia de la antigüedad

griega y romana, las disposiciones medievales europeas, la influencia de los tra-

tadistas del renacimiento y, desde luego, las innovaciones que surgieron como

aportacibn cultural de las civilizaciones indígenas. En este tipo de traza, la Plaza

Mayor toma un papel preponderante.Después de la caída de T enochtit~ y sobre sus ruinas mismas, Hernán

Cortés confía al "buen jumétrico" Alonso García Bravo, la traza de 10 que sería la

capital del virreinate más importante en la América de la Corona Española. Sobre

las ruinas del recinto sagrado de los aztecas se trazb 10 que sería la Plaza Mayor

más majestuosa de las ciudades hispánicas en el nuevo Mundo y cuya imagen, a

pesar de los avatares del tiempo, sigue siendo uno de los conjuntos monumentales

más impresionantes del continente.En ~~s años ~úe siguen después de :a caída de >~ran ~ enochtitlan se inicia

la formaclon del remo de la Nueva Espana, 10 que conlleva Imponer una cultura

diferente sobre los restos de un territorio no de tribus salvajes, sino de una de las

civilizaciones más ricas y deslumbrantes del momento; había que lograr implantar

las ideas renacentistas de los humanistas españoles sobre las ruinas del Calmécac

y del Tepochcalli; así que el año de 1551, el día 21 de septiembre, Felipe 11 dirige

una cédula al Virrey en la que ordena la fundacibn de la Universidad de México

con los mismos privilegios que la de Salamanca.

y así nos dice la historia que sobre las ruinas del templo de T ezcatlipoca,

en la esquina nororiente de la Plaza Mayor de la Ciudad de México, aquella Plaza

de la que se decía en el siglo XVI "que no h~bía otra que la igualara en grandeza y

majestad", se establece la primera sede de 10 que sería la Real y Pontificia U niversi-

dad de México, y en ella, Francisco Cervantes de Salazar, latinista, catedrático de

retbrica, egresado de las aulas de Osuna y Salamanca, pronuncia la oracibn inau-

gur:al el día~3 de julio de 1553.

A decir del mismo Cervantes en sus diálogos, en el edificio que daba por

una parte a la plaza y por otra a la calle pública, enseñaban los más célebres hu-

manistas como fray Alonso de la Veracruz, y otros doctores, los que impartían

catedras de teología, filosofía, matemáticas, derecho, griego y latín.

Así durante muchos años esa esquina nororiente de la Plaza Mayor, fue

considerada como el asiento inicial de nuestra primera Universidad; su ubicacibn

la avala uno de los más valiosos intelectuales del siglo XVII, el insigne polígrafo

Don Carlos de Sigüenza y Gbngora que nos dice que: "la casa con que la cuadra

del Palacio A rzobispal se termina hacia la plaza, es la que el año de 1554 ocupaba la

Universidad".Pero la ubicacibn de un edificio hace cuatro siglos puede ser discutida y

así, en efecto, a pesar de que la sede exacta de la primera Universidad fue aceptada

durante mucho tiempo de acuerdo con la propuesta de Sigüenza, ya en el siglo

XX se emitieron opiniones antagbnicas de eminentes historiadores. A esto se

sumó la natural subdivisibn de predios y las alteraciones materiales que han sufrido

Page 7: Dr. Francisco Barnés de Castro

a través de más de cuatrocientos años los inmuebles que conforman los límites de

la Plaza Mayor de la ciudad de México.

Sin embargo, el edificio actual, ubicado en el solar donde se encontraba el

inmueble que se dice alberg6 el claustro de la primera Universidad, está presente

desde las más antiguas representaciones pict6ricas de la gran plaza de la capital; su

silueta característica con su macizo perfil en esquina,y su grácil torre6n almenado.

Dando un frente a la fachada norte del palacio de los virreyes y el otro hacia la

plaza, viendo durante el siglo xvn la torre oriente inconclusa de la catedral, y en

el XVIII en el apogeo del barroco, la fachada oriente del sagrario metropolitano,

o ya en el XIX en el apogeo de los lit6grafos extranjeros como Phillips, o en el

grabado de Fabregat, o plasmado en los trazos magistrales de Casimiro Castro

ahí sigue el edificio, ahora más nítido, más definido, con sus marcos de cantera y

sus balcones de hierro forjado y su omnipresente torre6n con su coronamiento

de arcos invertidos y sus pináculos. Ahí durante más de tres siglos de la historia

gráfica de la Plaza Mayor de la Ciudad de México, ese edificio ha estado ahí como

una idea que no se desvanece, recordándonos aquella Real y Pontificia Universidad

que inaugurara sus aulas un lejano mes de julio de 1553.

Pero el tiempo que ennoblece los antiguos edificios también es su enemigo

implacable; la casona de la antigua esquina de San Sebastián y el Arzobispado,

hoy Moneda y Seminario, fue cambiando de mano en mano y también así su des-

tino, desde solar de legendarios conquistadores y primera Universidad, hasta café,

almacén o fonda, su perfil tradicional fue cambiando, sus elementos arqui-

tect6nicos alterándose, su característico torre6n de esquina oculto y deformado

con muros' añadidos y recubrimientos superpuestos.

Afortunadamente como la culminaci6n de un ciclo, como una vuelta al

origen, hoy el singular edificio de Moneda y Seminario ha ingresado al seno de la

UniverSidad Nacional Aut6noma de México y hoy recién restaurado, forma parte

de su patrimonio inmobiliario Hist6rico y en concordancia con su simb61ica

parte del perfil urbano capitalino, van a funcionar en su interior las instalaciones

del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad.

El edificio, cuya historia nos remite a personajes como Cervantes de Salazar

o Sigüenza y G6ngora, ha sido objeto por parte de la Direcci6n de Patrimonio de

la Universidad, de una cuidadosa restauraci6n integral que actualmente lo hace

formar orgullosa parte de su acervo hist6rico inmobiliario.

Hoy, en forma destacada, este singular edificio sigue presente como ha

estado siempre en la historia de la ciudad de México, toma nuevamente su carácter

de símbolo y lo que es más importante sigue siendo una idea, la idea del conoci-

miento universitario, que forma parte de la historia misma, ya que como decía el

pensador y literato ingles H.G. Wells, la historia humana es en esencia una histo-

ria de ideas.

Ricardo Prado NúñezDiciembre de 1996

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Page 8: Dr. Francisco Barnés de Castro

INTRODUCCIÓN

El patrimonio inmobiliario hist6rico de la Universidad Nacional Aut6noma de

México constituye un invaluable acervo, testimonio de su amplia trayectoria y

tradici6n como una instituci6n comprometida con el quehacer científico y

cultural de nuestro país. De esta manera, la recuperaci6n en 1994 de la propiedad

del edificio situado en el solar que alberg6 la primera sede de la Real y Ponti-

ficia Universidad de México, antecedente más remoto de nuestra Máxima Casa

de Estudios, es sin lugar a duda un notable acontecimiento en la historia uni-

versitaria.El edificio recuperado, sin embargo, requería de una pronta restauraci6n y

asignaci6n de uso acordes con el espíritu de excelencia de nuestra Universidad.

De esta manera fue como se destin6 el inmueble como sitio para albergar el Pro-

grama Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC), y además se emprendi6

un minucioso proyecto de restauraci6n integral.

En el presente documento se hace una relaci6n del recorrido hist6rico del

edificio, así como de las diferentes modificaciones arquitect6nicas que éste ha

sufrido a través del tiempo. Con el fin de ubicar mejor al lector, también se hace

alusi6n frecuente a otros sitios aledaños de particular importancia, especialmente

el edificio del Arzobispado, cuya historia apoya en mucho al esclarecimiento de

la correspondiente a su edificio vecino, que no es otro sino el que aquí nos interesa.

Para concluir, se explica el proceso de restauraci6n emprendido con el fin de

recuperar este monumento ubicado en un sitio tan privilegiado y pleno de historia

como lo indica su proximidad al Palacio Nacional y el Sagrario de la Catedral

Metropolitana, frente a la Plaza Mayor capitalina.

La definici6n de la historia del inmueble esquinero de Moneda y Seminario

implic6, en primer término, hallar claridad respecto de la polémica en torno a la

verdad o falsedad de la ubicaci6n en su solar de la primera sede de la Real Uni-

versidad mexicana. Es a partir de la investigaci6n efectuada como se puede afirmar

que el insigne científico mexicano Carlos de Sigüenza y G6ngora siempre tuvo la

raz6n al colegir la primigenia 10calizaci6n de la instituci6n educativa colonial en

esta esquina bajo la cual se encuentra parte de los vestigios de la pirámide de

T ezcatlipoca.Otro objetivo importante de la investigaci6n hist6rica se centr6 en la

obtenci6n del conocimiento cabal de los diferentes usos y propietarios del edificio

a través del tiempo. Esto, con el fin de constituir una guía que permita al lector

ubicar mejor la relevancia del edificio no s610 dentro de la historia universitaria,

sino también en el acontecer cultural nacional, por medio de la amplia exposici6n

de su trayectoria hist6rica.

Cabe señalar que el estudio hist6rico se presenta subdividido en seis

apartados: Antecedentes prehispánicos, Los primeros años del solar luego de la

conquista, La Real y Pontificia Universidad de México, El edificio durante los

siglos XVII y XVIII, El inmueble en el siglo XIX y, por último, El edificio en el

siglo xx. A través de cada uno de estos capítulos se configura la crónica secular

del inmueble y se cuenta con información ilustrativa de su trascendencia.

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Page 9: Dr. Francisco Barnés de Castro

En lo referente a la descripci6n arquitect6nica, ésta es presentada a partir

del primer edificio construido en el solar y hasta la última modificaci6n realizada

en el inmueble, en 1991, antes de su actual restauraci6n integral. En este sentido,

cabe mencionar que la relaci6n arquitect6nica ofrecida constituye un conjunto

de antecedentes para la restauraci6n actual que busca proporcionar un entendi-

miento apropiado respecto de la configuraci6n física del edificio hasta llegar a

nuestros días.

Por último, en el apartado refere~te a la restauraci6n, se ha tenido como

objetivo hacer referencia a lo más notable respecto a la intervenci6n integral del

edificio con el fin de brindar una idea adecuada acerca de la magnitud del proyecto

realizado. En este apartado se explican las diferentes etapas de la restauraci6n, así

como los principales procedimientos efectuados.

Esta restauraci6n constituye un importante ejemplo de las implicaciones

positivas que derivan de la articulaci6n entre la recuperaci6n de las cualidades

originales de un edificio hist6rico y el afán de darle a sus instalaciones un uso

congruente con las funciones sustantivas de la Universidad.

Para finalizar, cabe señalar que se ha incluido también una cronología gen-

eral del edificio para ubicar mejor al lector en las épocas referidas por los textos

presentados.

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Page 10: Dr. Francisco Barnés de Castro

HISTORIA DEL INMUEBLE Y DEL SOLAR

Antecedentes prehispánicosEn la antigua T enochtitlan, inmediatamente al sur del Templo Mayor y al norte

de las casas nuevas de Moctezuma 11, emergía la construcci6n del templo de T ezca-

tlipoca, sitio de especial relevancia dentro de la religiosidad mexica; sobre el lado

sur de esta edificaci6n se trazaría luego de la conquista la calle que hoy en día

lleva el nombre de Moneda, vía de especial relevancia por su ventajosa ubicaci6n,

alIado del Palacio Nacional y sitio donde se encontr6 desde la época colonial

hasta el siglo pasado la sede arzobispal de la ciudad.

La importancia de la pirámide de Tezcatlipoca no era s6lo religiosa sino

también estratégica, como 10 demostr6 el hecho de haber sido uno de los sitios

cuya toma más dificultades represent6 para los españoles durante sus incursio-

nes en la ciudad, debido a que desde las alturas de la pirámide, los defensores

mexicas contaban con una inmejorable posici6n de combate. Entre los conquis-

tadores, destaca el nombre de Martín L6pez, uno de los carpinteros españoles

que contribuy6 en la realizaci6n de los bergantines de Cortés y, además, particip6

significativamente en la derrota de los defensores del edificio a través del uso de

un castillo rodante con el cual se pudo realizar el ascenso al templo y su captura.

De hecho, Martín L6pez posteriormente se convirti6 en propietario del solar

correspondiente a la parte principal de la pirámide y, por tanto, ocupa un lugar

importante en la cr6nica referente a los solares distribuidos sobre la calle de

Moneda, junto con personajes tales como Rodrigo G6mez y Andrés Nuñez,

entre otros.

Las cr6nicas señalan que el templo de Tezcatlipoca, de aproximadamente

20 metros de altura, contaba con unos ochenta escalones a través de los cuales se

llegaba a la cima truncada de la pirámide, donde estaba aposentado el adoratorio,

consistente en una sala cuya entrada estaba dotada con vistosas cortinas.

Sobre la imagen con que era representado T ezcatlipoca, recurrimos a la

descripci6n realizada por Bernal Díaz del Castillo, que resulta ser bastante expresiva

del impacto provocado en el español por la imagen del dios:

tenía un rostro como de oso, y unos ojos que le relumbraban, hechos de

sus espejos... yel cuerpo con ricas piedras pegadas, según y de la manera

del otro su Huichilobos porque, según decían, entrambos eran hermanos,

y este Texcatlipoca era el dios de los infiernos, y tenía cargo de las ánimas

de los mexicanos, y tenía ceñido al cuerpo unas figuras como diablillos

chicos, y las colas de ellos como sierpes.!

Tal descripción corresponde en la imaginación del castellano a la delmismísimo diablo; sin embargo, 10 mismo se puede decir de la descripciónefectuada de Huichilobos o Huitzilopochtli, el aspecto divino que los españolescreían asociado con el bien. Al respecto, cabe señalar 10 aventurado de realizar

Berna! Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Madrid, 1933, t. l., p. 326

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comparaciones entre estas deidades y cuestiones valorativas típicamente

occidentales, puesto que la concepci6n religiosa mexica trastocaba cualquier punto

de referencia conocido por el culto judeo-cristiano. Los diferentes dioses

integrantes de los panteones de los pueblos prehispánicos en general, no s6lo del

mexica, eran expresiones de aspectos varios de una misma divinidad, que no era

otra sino el absoluto, 10 inmutable y eterno; este absoluto recibía, por ejemplo,

entre los pueblos nahuas el nombre de Ometéotl o Tloque Nahuaque, el Señor

de cerca y de junto.

Tezcatlipoca, en realidad, era el aspecto nocturno bajo el cual, según la

cosmovisi6n nahua, el universo actual fue creado. De acuerdo con esto, Ometéotl,

el absoluto, tenía dos desdoblamientos: el solar, o Tezcatlanextia (espejo que

alumbra) y el lunar o Tezcatlipoca (espejo que ahuma); bajo el desdoblamiento

nocturno fue creado el universo como ahora 10 conocemos y de ahí la importancia

que T ezcatlipoca tenía para la religiosidad mexica: representaba a la deidad

generadora de los cinco soles o etapas de la presente era.

El sitio donde más tarde estaría ubicada la primera sede de la Universidad

Real y Pontificia se encuentra localizado justo en el extremo suroccidental de la

pirámide de T ezcatlipoca, en tanto que el cuerpo principal de ésta se halla ubicado

prácticamente debajo del área hoy en día ocupada por el edificio del antiguo

Arzobispado, 10 cual provocaba que este último inmueble en sus orígenes tuviera

los aposentos más bajos localizados en su. segundo nivel, como nos dice Fray

Diego Durán:

Este templo en México estaba edificado en el mesmo lugar en que esta

edificada la casa arzobispal, Donde, si bien ha notado el que en ella ha

entrado, vera ser toda edificada sobre terrapleno, sin tener aposentos

bajos, sino todo macizo el primer suelo. Allí estaba este ídolo en su tem-

plo, no menos galano y torreado y almenado que el de Huitzilopochtli;

edificado con tanta curiosidad de efigies, tallas y revocados, que aplaciacualquiera vista. 2

A partir de esta descripci6n se puede inferir que la construcci6n en el solardonde más tarde se ubicaría la primera sede de la Real Universidad mexicanatambién habría sido realizada de forma similar a la del Arzobispado, carente deaposentos bajos y construida a manera de terrapleno.

Los primeros años del solar luego de la conquistaDurante el lapso comprendido entre 1521 y 1554, el importante solar ubicado enla esquina de Arzobispado y San Sebastián, hoy Moneda y Seminario, pasó porvarias manos. En primer lugar, el terreno, al menos hasta 1527, perteneció a unode los conquistadores, llamado Pedro González Trujillo, quien fue muerto porNuño Beltrán de Guzmán en el Pánuco. En aquella época la calle de Arzobispado(hoy Moneda) recibía el nombre de Martín López debido al personaje que poseíael solar contiguo orientalmente al de González Trujillo; en tanto que la calle deSan Sebastián (hoy Seminario) era denominada como de Pedro González Trujillo.

2 Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España, Porrúa, 1967, vol. 1, p. 49

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Page 12: Dr. Francisco Barnés de Castro

Posteriormente, el solar esquinero, colindante al norte con el solar de Pedro

de Maya -el cual, a su vez colindaba al norte con el de Hernando Alonso

Herrero-, fue propiedad efímera del padre Crist6bal Bello, capellán del factor

de la Real Hacienda Gonzalo de Salazar. Luego de que Bello falleciera en 1528, el

solar fue adquirido por el conquistador Rodrigo G6mez Dávila, quien ese mismo

año lo vendi6 a Gaspar Dávila, de quien lo adquiri6 su cuñado Hernán Sánchez

de Ortigosa; sin embargo, en 1530, debido al buen emplazamiento del sitio, el

solar ya era nuevamente propiedad de Rodrigo G6mez y en él tenía éste construidas

sus casas, las cuales con seguridad fueron el primer edificio instalado en el terreno,

pues no era fácil emprender una construcci6n en éste debido a la presencia de

una porci6n de la pirámide de T ezcatlipoca que dificultaba cualquier obra. Puesto

que Rodrigo G6mez tenía comprometida a su hija única Beatriz G6mez Dávila

en matrimonio con Juan Guerrero y Luna, también conocido como Juan Martínez

Guerrero -sobrino de Agustín Guerrero, mayordomo del virrey Antonio de

Mendoza-, la casa ubicada en Arzobispado y San Sebastián le fue concedida en

dote junto con la encomienda propiedad de G6mez en 1538. De esta manera,

Juan Guerrero y Beatriz G6mez Dávila serían los iniciadores de lo que se conver-

tiría en el Mayorazgo Grande de Guerrero, el cual se prolongaría a través del

albacea testamentario de su hijo Baltasar Guerrero G6mez Dávila como uno de

los mayorazgos de Guerrero; el. albacea era el sacerdote jesuita Bernardino Lla-

nos y el nuevo vínculo comprendi6 además de la esquina de Arzobispado y San

Sebastián, las casas localizadas en la misma cuadra pero sobre la calle del Relox,

así como otras ubicadas detrás de la Catedral, sobre la calle de Escalerillas.

En lo referente a las casas ocupadas por el primer arzobispo de la Nueva

España, Fray Juan de Zumárraga, íntimamente relacionadas con la historia del

solar que nos ocupa pues se trataba de los edificos contiguos orientalmente al

predio esquinero de Arzobispado y San Sebastián, y en mucho esclarecedoras de

la trayectoria de las construcciones aledañas, es importante señalar que éstas fueron

asentadas en las que habían sido casas de Martín L6pez y Andrés Núñez.

Ambos conquistadores recibieron estas propiedades como premio por sus

servicios prestados a la Corona en la expedici6n de Hernán Cortés a México.

Cuando se realiz6 la transacci6n por la cual Zumárraga adquiri6 sus predios, los

propietarios se encontraban en -una expedici6n a la cual habían partido desde

1529 con Nuño Beltrán de Guzmán c~n el fin de conquistar el occidente

novohispano. Así que la compra-venta fue realizada a través de un apoderado

nombrado por ambos personajes, llamado Hernando Medel, quien en aquella

época fungía frecuentemente como apoderado en materia de negocios de perso-

nas diversas.

De hecho, el dinero resultante de la transacci6n nunca lleg6 a manos de

Martín L6pez y Andrés Núñez puesto que a su regreso a la capital novohispana,

su apoderado Medel ya había fallecido sin dejar testamento. Esto trajo como

consecuencia el reclamo a Zumárraga, al menos por parte de Martín L6pez, por

la vía jurídica sobre la posesi6n de la propiedad en cuesti6n sin resultado alguno,

pues "el pleito lo perdi6 L6pez, lo cual le ocasion6 crecidos gastos, además, y sus

casas se convirtieron definitivamente en la habitaci6n del prelado de México".3

, Guillermo Porras Muñoz, Personas y lugares de la Ciudad de México, (siglo XVI), UNAM, 1988, p. 37

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Page 13: Dr. Francisco Barnés de Castro

Precisamente en el edificio donde Zumárraga se aposentaba fue que, según

cuenta la leyenda, el 12 de diciembre de 1531 Juan Diego present6 su tilma con la

imagen de la guadalupana al arz~bispoo Respecto del lugar donde había sucedido

esto, desde tiempos inmemoriales hubo una polémica referente a la ubicaci6n de

la primera casa en la que habit6 el primer arzobispo novohispano, puesto que

diversos autores opinaban que ésta se encontraba en lugares diferentes del

colindante con la esquina de Arzobispado y San Sebastián. Así, muchos pensaban

todavía en el siglo XVII, que la aparici6n había sucedido en el Hospital del Amor

de Dios o en casas aledañas; sin embargo, "quienes sostenían esta teoría no parece

que discurrieran que el hospital se fund6 varios años después de 1531 "04 De hecho,

un jesuita renombrado de la época, el padre Francisco de Florencia, afirmaba en

su obra La estrella del norte de México que la aparici6n fue en un edificio localizado

en la esquina de las calles del Relox y de Donceles, ahora correspondientes a Argen-

tina y Justo Sierra; tal edificio pertenecía en aquella época a un personaje denominado

Luis de Casti1lao El jesuita sustentaba sus argumentos en las versiones de diversos

guadalupanistas, entre ellos Luis Becerra Tanco y Fernando de Alva Ixtlix6chitl,

que se fundamentaban, a su vez, en la narraci6n oral que supuestamente indios y

españoles coetáneos al suceso guadalupano le hicieron al oidor de la Real Audiencia

de México Juan de Álvarezo Sin embargo, Carlos de Si.güenza y G6ngora en su

Pyedad Heroica, texto fundamental para entender la historia del edificio esquinero

de Arzobispado y San Sebastián que nos ocupa en este documento, dio pruebas

irrefutables de que la casa de Zumárraga ya estaba en las propiedades que habían

sido de Martín L6pez y Andrés Núñez, además de que "existe 10 que podemos

considerar como un testimonio oficial, la referencia que aparece en las actas del

cabildo a 14 de julio de 1531 ",5 en las que se afirma que el obispo vivía en las casas

que habían sido de Martín L6pezo

Es así como Fray Juan de Zumárraga aporta datos importantes respecto

del edificio que nos interesa, localizado en la esquina de Arzobispado y San

Sebastián, pues en el instrumento de la cesi6n que pretendi6 hacer del palacio

arzobispal al hospital del Amor de Dios, en 1545, manifiesta que el inmueble

esquinero aún era propiedad de Juan Guerrero, pues de acuerdo con 10 planteado

por el arzobispo, su casa lindaba con la de este último. El ilustre arzobispo dice:

En el nombre de Dios, amén. Sepan quantos esta carta vieren como

nos Don Fray Juan de Zumarraga por la gracia de Dios y de la santa

madre Iglesia, é primer Obispo de esta gran ciudad de Tenuxtitlan

Mexico de esta nueva España del consejo de su Magestad de mi grado é

buena voluntad otorgo é conosco, que doy en pura, é perfecta donacion

acabada, fecha entre vivos, i irrevocable, ahora y siempre jamas á vos

el hospital del amor de Dios donde se curan los enfermos de las bubas,

que yo hize y fundé, de que es patrón el Emperador Rey nuestro Señor,

que es en esta ciudad en la calle que va de la Iglesia mayor á frontar con

el dicho hospital, é linde de casas con los herederos de Sancho de Frias,

conviene á saber unas casas en que yo vivo las quales yo compré, e labré

.Ibídem, p. 38

, Ibídem, p. 40

14

Page 14: Dr. Francisco Barnés de Castro

y edifzqué, las quales son en esta dicha ciudad en la dicha calle que va

de la dicha Iglesia, que va á frontar con el dicho hospital, que son por

linderos de la una parte casas de Juan Martínez Guerrero, y por la otra

parte casas de Juan de Cuevas Escrivano mayor de minas é registros, é

por delante de la dicha calle real, é otra calle que va de la dicha casa del

dicho Juan de Cuevas. 6

A pesar de que esta cesión fue declarada nula posteriormente debido a queel Emperador destinó las casas que habían sido de Zumárraga como viviendapara sus sucesores, es muy claro el dato proporcionado respecto de la potestad deJuan Guerrero sobre la casa colindante al oeste con la casa arzobispal; por con-siguiente, podemos deducir que de haberse instalado la primera sede de la Real y

Pontificia Universidad en este inmueble, seguramente fue Guerrero quien prestóla casa o la alquiló para cumplir con tal cometido, y luego de mudarse la Univer-sidad a otro sitio que, como se analizará más adelante, muy probablemente fuealguna casa perteneciente al Hospital de Jesús, entonces el edificio volvió a ser

ocupado por Guerrero o alguno de sus familiares.

La Real y Pontificia Universidad de MéxicoLa fundación de la Real Universidad de México, posteriormente conocida tambiéncomo Real y Pontificia, primera en el continente americano en abrir sus puertas,aparece como un acontecimiento cultural de importancia sustantiva; por sus aulastransitarían figuras de la talla de Carlos de Sigüenza y Góngora, y Juan Ruiz deAlarcón, entre muchas otras cuya labor contribuyó significativamente al enrique-

cimiento cultural de la Nueva España.En el año de 1553, por reales cédulas emitidas en 1551 por el rey Felipe II

en la ciudad de Toro, se realizó la fundación de la Real Universidad de México en

la capital de la Nueva España. Este acto sería la culminación de un largo procesode peticiones por parte de autoridades civiles y religiosas a la Corona española enel sentido de dotar a la Nueva España de una universidad. De hecho, ya desde1539, fray Bartolomé de las Casas, bien conocido por su noble inclinación aproteger a los naturales de las tierras conquistadas, había pugnado por el esta-blecimiento de una institución de estudios superiores que dotara a los nuevosterritorios hispanos de hombres versados en el conocimiento y capaces de difundir

las expresiones más acabadas de la cultura de su tiempo.7El acto de fundación de esta Real Universidad tuvo lugar el 25 de enero de

1553, día de celebración de la conversión de Pablo al cristianismo; los asistentesse congregaron en el Colegio de San Pablo junto con el virrey y la real audiencia,y luego de haber cantado Misa solemne del Espíritu Santo, partieron en procesión

hacia el sitio destinado a funcionar como primera sede de la Universidad.Sobre el asiento de esta primera sede universitaria nos da noticia la Crónica

de México en 1554 escrita por Francisco Cervantes de Salazar; sin embargo, la

referencia de Cervantes de Salazar no especifica la situación exacta del edificio

y ésta ha quedado sometida a las especulaciones de diferentes historiadores y

estudiosos del tema.

, Carlos de Sigüenza y Góngora, Piedad Heroyra de Don Fernando Cortés. Porrúa, Madrid, 1960, pp. 62-63'Raúl Carrancá, La UniversidadMexirana, F.C.E., México, 1969, p. 9

Page 15: Dr. Francisco Barnés de Castro

Según interpretaci6n realizada en el siglo XVII por Carlos de Sigüenza y

G6ngora del texto de Cervantes de Salazar en su Piedad Heroyca de don Fernando

Cortés, publicada entre 1691 y 1693, la primera sede estuvo localizada en la esquina

de las calles de Arzobispado y San Sebastián, hoy Moneda y Seminario respecti-

vamente. Sigüenza y G6ngora nos dice al respecto:

Síguese de estas señas {las proporcionadds por Cervantes de Salazar],

que la casa con que la cuadra del palacio A rzobispal se termina hacia la

plaza, es la que el año de 1554, ocupaba la Universidad, y que preci-

samente fuese la de la esquina, se prueba, así por lo que dijo de sus

ventanas al poniente, como porque también la sitúa en la calle delrelox {la calle del relox es la de Seminario]. 8

La opini6n de Sigüenza y G6ngora fue aceptada sin reservas durante mucho

tiempo; de hecho, historiadores del siglo XIX como Joaquín García Icazbalceta

y Lucas Alamán apoyaron esta interpretaci6n y la respaldaron con sus propios

argumentos. Sin embargo, en el presente siglo, otro historiador, el profesor

Alberto María Carreño, fundamentado en un plano de la plaza mayor diseñado

entre 1562 y 1566, dio una interpretaci6n contradictoria respecto de 10 planteado

por Sigüenza y G6ngora.En tal plano, localizado en el archivo hist6rico de Sevilla, aparece justo en

el extremo norte del solar hoy ocupado por la catedral un edificio marcado en su

ángulo norte con la siguiente referencia: "ESTAS SON LAS ESCUELAS". A

partir de esto, Carreño argument6 un supuesto error en situar la ubicaci6n de la

primera sede de la Universidad en las calles de Moneda y Seminario. Otro estudioso

del tema, George Kubler, se sum6 a la opini6n de Carreño y en su libro A rqui-

tectura Mexicana del siglo XVI, diseñ6 incluso un croquis de la planta del edificio.

Sobre 10 que consideraba como un error de interpretaci6n de Sigüenza y G6ngora,

Carreño dice:

Responsable del error, por no haber conocido los planos que nosotros

conocemos, fue el ilustre universitario don Carlos de Sigüenza y

Góngora; error que por la misma causa y por haber seguido al primero,

sostuvieron y difundieron otros dos ilustres mexicanos: don Lucas

Alamán y don Joaquín García Icazbalceta... Naturalmente, si el

celebrado autor de la Piedad Heroica y del Triunfo Parténico hubiera

tenido los dos planos de que nosotros disponemos, ni por un momento

habría dudado de la verdadera localización, no solamente porque las

ventanas que daban al poniente y a que se refiere el diálogo primero

eran con seguridad las del segundo piso de las casas de Francisco Flores;

no solamente porque éstas daban a la plaza y también '~ la calle

pública "; no solamente porque hacia la parte sur que (sic) daba espacio

para ampliar el edificio como lo sugería el interlocutor Gutiérrez; sinoporque el plano dice" Estas son las Escuelas ". 9

.Carlos de Sigüenza y Góngora, ap. Cit.. p. 57, Albeno Mana Carreño. La RealyPontificia UniversidaddeMéxico 1536-1867, UNAM, 1961, pp. 122 Y 124.

16

Page 16: Dr. Francisco Barnés de Castro

Ante ambas versiones de la 10calizaci6n de la Real y Pontificia cabe señalar

que si bien es discutible la interpretaci6n de Sigüenza y G6ngora, también lo es

-e incluso más-la de Carreño, pues el plano en el que fundamenta este último

su versi6n no data propiamente de 1553, sino de algÚn año entre 1562 y 1566, Y

bien pudo haber sido que en ese lapso de nueve o más años la Universidad cambiara

de domicilio en diversas ocasiones, hip6tesis que es reforzada por el hallazgo de

un recibo de 1561 firmado por el mayordomo del Hospital de Nuestra Señora de

la Concepci6n y Jesús Nazareno (Hospital de Jesús), extendido al rector de la

instituci6n por concepto del arrendamiento de unas casas que sirvieron como

asiento para la Universidad.Por otra parte, cabe mencionar que en la relaci6n hist6rica que hiciera el

Doctor Fray Marcelino de Solís y Haro de los domicilios de la Universidad en el

pr610go a la segunda edici6n de las Constituciones de la Universidad, editada en

1639, aparece el comentario de no haber encontrado registro en el archivo de la

instituci6n acerca de su primer domicilio; sin embargo, De Solís y Haro habla de

la carta de pago hallada en un libro antiguo de 1561, dada al Rector por el

Mayordomo del Hospital de Nuestra Señora por el arrendamiento de ciertas

casas, de lo cual De Solís y Haro infiere que en ellas tuvo su primer domicilio la

instituci6n, aunque no tiene certeza de ello.!oEs indudable el carácter efímero del primer asiento de la Universidad, pues

segÚn datos proporcionados por el mismo Solís y Haro, en 1589 ya se había

instalado la Universidad de manera provisional en las casas viejas del Marqués del

Valle de Oaxaca, en lo que ahora corresponde al Nacional Monte de Piedad, y no

fue sino hasta 1594 que la Universidad se traslad6 al sitio frente a la Plaza del

Volador, al sureste de la Plaza Mayor, donde permanecería en funciones hasta

1865, año de su supresi6n definitiva. Este solar había sido propiedad también de

Cortés y le fue comprado por la suma de cuatro mil pesos para dar en él asiento

definitivo a la Universidad, pues el solar confiscado a Alonso de Ávila que por

Cédula real del 10. de junio de 1574, destinado con antelaci6n a la Universidad,

se comprob6 que no era adecuado para albergar la insti-

tuci6n, segÚn lo afirma Solís y Haro. Pero antes de mudarse

a este sitio de asiento definitivo, la Universidad se traslad6

en octubre de 1589, de manera provisional, a una secci6n

de las casas viejas de Cortés, hoy Nacional Monte de Piedad,

"por haberse caído parte de las casas en que se leían las

Cátedras".!!Ahora bien, luego de estudiar detenidamente el trayecto

seguido por los personajes del diálogo segundo del texto de

Cervantes de Salazar, y de acuerdo con la configuraci6n de la

Plaza Mayor mostrada por el plano de 1562-1566 -el más

pr6ximo a 1554 existente hasta el momento-, la ubicaci6n

que aparece más factible para la primera sede de la Universidad

es la correspondiente a la interpretaci6n de Carlos de Sigüenza

y G6ngora, como se verá a continuaci6n. Plaza Mayor, 1562-1566

10 Fray Marcelino de Sollas y Haro, Prólogo a las ConStituciones de la Real y Pontificia Universidad de México,2a. edición de 1775, en Homenajea la Uni'lJerSiJadNacionaldeMéxú:o, Univ. Veracruzana, Xalapa, 1951, p. 24

\\ Ibídem, p. 34

17

Page 17: Dr. Francisco Barnés de Castro

En principio, hay que tomar en cuenta que en 1554 no estaba todavía

construido el solar más septentrional de las casas nuevas de Cortés (lo cual es

mencionado por uno de los interlocutores participantes en la cr6nica de Cervantes

de Sal azar, y es confirmado por el plano de 1562-1566), y que el terreno ahora

ocupado por la Catedral estaba también desocupado puesto que el antiguo edificio

se hallaba ubicado en un área más occidental, pr6xima a las casas viejas de Cortés.

De esta manera, en el área cercana a la intersecci6n entre Arzobispado y San

Sebastián había una amplia plaza que prolongaba la Plaza Mayor hacia el noreste.

Así, podemos afirmar que en la cr6nica de Cervantes de Salazar, los paseantes

para visualizar la calle de Arzobispado hacia sus interiores, no necesariamente

tendrían que estar ubicados justamente en el área pr6xima a su esquina con San

Sebastián; de hecho, 10 más probable por la forma de aludir a los detalles de la

calle es que los paseantes estén situados en algún punto en el interior de la Plaza

Mayor, localizado hacia el norte de ésta, de manera tal que alcanzan a ver diversos

edificios de la calle de Arzobispado aunque no el fondo de la vía. Lo anterior se

confirma por el desarrollo de los siguientes parlamentos de la Cr6nica:

Alfaro.- ...¿Qué iglesia es esa que se ve en medio de la plaza? [Para ver

la catedral antigua en medio de la plaza tendrían que estar los

paseantes en algún punto en el interior de ésta.]

.Zamora.- Es la catedral, dedicada a la Virgen María...[parte en la que

se abunda respecto de la catedral antigua.]

Alfaro.- ¿Adónde va a dar esa calle tan ancha, que desde el palacio

del Marqués no tiene casas y viene a acabar en plaza? [La plazaen la que venía a acabar la calle aludida, que no es otra sino

la de Arzobispado, era la formada por el solar que más tarde

se destinaría a la catedral nueva y por el solar norte sin ocupar de

las casas nuevas de Cortés. Hay que notar que el interlocutor

pregunta por la calle no como quien está situado frente a su entrada,

sino más bien en un lugar cercano desde el cual es visible la vía y

algunas edificaciones, aunque permanecen ocultos los detalles de

sus interiores. Cabe recordar también que en aquella época la

calle de Arzobispado era bastante corta y terminaba poco más

atrás de las casas nuevas de Cortés, en una laguna cercana al

Hospital del Amor de Dios, fundado por Zumárraga (hoy edificiode la Antigua Academia de San Carlos); por lo tanto, de haber

estado localizados los interlocutores inmediatamente en la entrada

de Arzobispado, hubieran visualizado muy próximamente dicho

hospital y, de esta manera, también el final de la calle, lo cual

haría inútil la pregunta de Alfaro respecto del sitio adonde va a

dar la calle.]

Zuazo.- Al hospital de los enfermos del mal venéreo, edificio no

despreciable como obra de arte. {De aquí puede inferirse que no veían

propiamente el edificio, pues de lo contrario la alusión a éste sería

18

Page 18: Dr. Francisco Barnés de Castro

más directa e incluso, ya que se trata de un edificio no despreciable

como obra de arte, sería de esperarse que entraran en detalles

acerca de él, lo cual, a su vez, reafirma la versión de que los pasean-

tes no estaban ubicados en la esquina de Arzobispado y San

Sebastián como algunos autores han señalado, sino en algún empla-

zamiento más al interior de la plaza mayor.]

Al/aro.- ¿De quién es aquella elevada casa a la izquierda, con elegantes

jambajes, y cuya azotea tiene a los extremos dos torres, mucho más

altas que la del centro?

Zuazo. -Es el palacio arzobispal, en el que hay que admirar aquel primer

piso adornado de rejas de hierro, que estando tan levantado del suelo,

descansa hasta la altura de las ventanas sobre un cimiento firme y sólido.

Alfaro.- Ni con minas le derribarán. Pero sin salir de esta misma acera,

¿qué es aquella casa última junto a la plaza, adornada en ambos pisos

por el lado del poniente, con tantas y tan grandes ventanas, y de las que

oigo salir voces como de gentes que gritan?

Zuazo.- Es el santuario de Minerva, Apolo y las Musas: la escuela

donde se instruyen en ciencias y virtudes los ingenios incultos de la

juventud; los que gritan son los profesores. [Es importante notar que

Alfaro hace una alusión a la fachada poniente del edificio de la

Universidad inmediatamente después de haber mencionado que

el edificio del Arzobispado se encuentra a su izquierda, lo cual

confirma que se trata del inmueble ubicado en la esquina de

Seminario y Arzobispado, pues si el edificio de la Universidad

fuera, como Carreño y Kubler argumentan, el localizado entre

1562 y 1566 al norte del solar de catedral, sería imposible que los

paseantes vieran su fachada poniente y al mismo tiempo

contemplaran la calle del Arzobispado a menos que estuvieran

ubicados exactamente en la esquina suroeste de este mismo

inmueble, lo cual entraría en contradicción con el hecho de aludir

al edificio de la Universidad como c~... aquella casa última junto

a la plaza, adornada...?", pues de esta referencia se entiende que

los paseantes están a cierta distancia de la Universidad y no

colocados justo alIado de ella..}

A !faro.. ¿ y de dónde viene esa acequia que corta la calle?

Zuazo. -Es la misma que corría por la de T acuba. Pero antes de montar

a caballo, contempla desde aquí cuán anchas y largas son las dos calles

que en este lugar se cruzan [de esto se deduce que los paseantes se han

desplazado a la intersección entre Seminario y Tacubaj. La de

T acuba, que pierde aquí su nombre, va siguiendo la línea recta del

canal, hasta la fortaleza, que llamamos A tarazanas, y tanto se alarga

19

Page 19: Dr. Francisco Barnés de Castro

que ni con ojos de lince puede vérsele el fin. Esta otra, no menos ancha

y larga, que corre por la plaza, delante de la Universidad y del palacio

del Marqués [necesariamente, por tanto, el primer emplazamiento

de la Universidad estaba situado en algún lugar de Seminario;

así, al referirse Alfaro a la fachada poniente de la Universidad,

no podría estarlo haciendo a la de un edificio en alguna otra

esquina en los interiores de Arzobispado; por otra parte, Alfaro,

al preguntar por el edificio, se refirió al de la Universidad como

"aquella casa última junto a la plaza"; la única esquina en el área

próxima que cumple con los requisitos hasta aquí expuestos y que

además se encuentra junto a la plaza es precisamente la de

Arzobispado y Seminario, pues se trata del sitio más cercano a la

amplia plaza conformada por los solares desocupados todavía del

norte de las casas nuevas de Cortés y por el solar reservado para

la construcción de la catedral nueva, en aquel entonces desocupado

también], y pasando por un puente de bóveda, se prolonga hasta mucho

más allá del hospital del Marqués, dedicado a la Virgen, ostenta enambas aceras las casas de... 12

Así es como la interpretaci6n de Carlos de Sigüenza y G6ngora de que la

esquina entre Moneda y Seminario, antes. Arzobispado y San Sebastián, fue la

que dio albergue a la primera sede de la Universidad Real y Pontificia aparece

como la más congruente con la descripci6n efectuada por Cervantes de Salazar y

los datos que se tienen respecto de la configuraci6n de la plaza mayor en 1554.

En el plano del Archivo de Indias de Sevilla correspondiente al periodo

comprendido entre 1562 y 1566, que caus6la polémica sostenida por Carreño y

Kubler, al norte del solar donde más tarde se ubicaría la catedral de la Ciudad de

México aparece ciertamente, como se ha mencionado, un edificio con la inscripci6n

"ESTAS SON LAS ESCUELAS"; se puede considerar que ya en esta época, la

Universidad se había trasladado muy probablemente a este sitio, habiendo pasado

antes, incluso, por otros domicilios. De hecho, es probable, como sostienen

algunos autores como Artemio de Valle Arizpe y Salvador Novo, que se haya

tratado del segundo domicilio universitario; también podemos establecer la

hip6tesis de que se trataba de un inmueble arrendado al Hospital de Jesús ya por

ese entonces, como hace suponer el recibo de 1561 aludido por fray Marcelino de

Solís y Haro.En el plano citado, la esquina correspondiente a Arzobispado y San Sebastián

aparece marcada con "hachuras" y con una inscripci6n al pie que dice "Ju Garcés".

Según interpretaci6n de Manuel T oussaint, este señalamiento pudiera indicar

que se trataba de un lugar sometido a litigio por un personaje denominado Juan

Garcés, 10 cual provoc6 el envío del plano al Consejo de Indias, aunque cabe

aclarar que tal hip6tesis no ha sido comprobada aún y parece poco probable pues

si desde 1538 la propiedad pertenecía a Juan Guerrero, entonces no pareciera

haber causa alguna por la cual ésta pudiera haber sido motivo de conflicto jurídico;

sin embargo, esto último también es incierto pues en el lapso de 1545 -año del

" Francisco Cei"vantes de Salazar, México en 1554 y Túmulo Imperial, Ed. Porrúa, México, 1978, pp. 47-48

20

Page 20: Dr. Francisco Barnés de Castro

que se tiene la última noticia de pertenencia del edificio a Guerrero- y 1562-66pudieron haber acontecido muchos sucesos no consignados históricamente.Aunque lo que sí es cierto es que posteriormente el edificio continuó bajo lapotestad del mayorazgo de Guerrero, como se verá más adelante.

Para terminar lo referente a esta polémica, cabe resaltar lo que nos diceCarreño respecto de la pertenencia del edificio a mediados del siglo XVI:

Todavía existen dos circunstancias más contra la suposición de SigüenZA:

la casa que hace esquina a las calles del A rzobispado y de San Sebastián

no termina la plaza, ni el plano Torres Lanzas, Paso y Troncoso

muestra espacios vacíos donde pudiera ampliarse la Universidad, ni

entonces era de Martínez Guerrero; sino que el otro plano levantado

muy poco después que aquél, y que muestra las casas arzobispales, muy

de acuerdo con la descripción de Cervantes de Salazar, tiene una

inscripción al pie de la esquina, asentando que es de Rodrigo Gómez

Dávila conquistador de México. Juan de Guerrero la adquirió con

posterioridad, según la escritura de compra-venta de las casas de Cortés

hoy Palacio Naciona/.13

Acerca de estas afirmaciones, podemos comentar lo siguiente: en cuanto ala suposici6n de que la esquina de las calles de Arzobispado y San Sebastián notermina en plaza, basta con echar un vistazo minucioso al plano aludido porCarreño, del cual hemos aquí hablado con abundancia, para darnos cuenta de laimprecisi6n de su afirmaci6n, puesto que en realidad. tal esquina sí termina enplaza. Ésta, como ya se ha mencionado, era formada tanto por el solar vacío queocuparía más tarde la catedral, así como por el costado septentrional del Palaciode Cortés, en aquel entonces todavía desocupado. Sobre la aseveraci6n de nohaber espacios vacíos donde pudiera ampliarse la Universidad, también se tratade algo cuestionable, puesto que, en el plano analizado, la traza de la manzanadonde ésta pudiera haberse localizado no ubica con precisi6n los propietarios delas porciones construidas aledañas a la esquina de Arzobispado y San Sebastián, ybien pudo ser que el edificio esquinero fuera mucho más grande en fondo de loque representa la fachada trazada en el plano; además, en este mismo sentido,existen datos sobre la distribuci6n en los primeros años de la conquista de lossolares al norte del que es aquí objeto de estudio, y la divisi6n que se hizo de esamanzana s610 comprendía tres solares, de mayores dimensiones por supuestoque las actuales, sobre la acera de San Sebastián, en aquel entonces denominadacomo calle de Pedro González Trujillo; por tanto, el edificio esquinero deArzobispado y San Sebastián bien pudo ser de dimensiones muy superiores a lashoy en día presentadas. Respecto de la negaci6n de que la casa haya pertenecidoa Juan Guerrero antes de 1594, ésta queda desmentida por el instrumento decesi6n que el arzobispo Zumárraga pretendi6 realizar de su domicilio al Hospitaldel Amor de Dios. En tal documento, como se ha analizado antes, se estableceque el lindero oeste de la casa arzobispal era propiedad de Juan Guerrero. Esteinstrumento corresponde al año de 1545, así que en esta fecha Guerrero ya era

" Alberto María Carreño, Op. Cit., p. 124

21

Page 21: Dr. Francisco Barnés de Castro

propietario de la esquina. Carreño habla de un plano trazado muy poco después

que el plano Torres Lanzas-Paso y Troncoso; se trata del levantado en 1594 (fecha

atribuible al documento por incluirse en él la representaci6n de la fachada del

edificio universitario ya localizado en la Plaza del Volador, hecho que no aconteci6

sino hasta 1594) y en él, efectivamente, la esquina en cuesti6n aparece señalada

con el nombre de Rodrigo G6mez; sin embargo, Carreño no toma en cuenta que

este plano es unos treinta años posterior al documento en que sustenta su

argumentaci6n, correspondiente a algún año entre 1562 y 1566; además, hay que

recordar que Juan Guerrero era yerno de Rodrigo G6mez y, de hecho, recibi6 de

éste último como dote por casarse con su hija el inmueble esquinero de

Arzobispado y San Sebastián; no es improbable que al levantarse el plano de

1594, haya sido usado el nombre del conquistador G6mez como simple referencia

de la esquina por haber sido éste un distinguido propietario del lugar, emparentado

a través de su hija con el relevante mayorazgo con potestad sobre el área en

cuesti6n. Después de todo es más factible pensar esto último que aceptar la opini6n

de Carreño respecto de G6mez como propietario del lugar todavía en 1594, sobre

todo si pensamos que uno de los expedicionarios acompañantes de Cortés en la

conquista, como fue Rodrigo G6mez, en 1594 ya estaría cumpliendo aproxima-

damente una centuria de edad, hecho algo inusitado en ese momento hist6rico,

cuando el promedio de vida era de unos 40 6 50 años.

En este sentido, es necesario recordar que los mayorazgos en la Colonia

estaban integrados por diversas propiedades inmobiliarias que formaban el

patrimonio familiar; así, el mayorazgo de Juan Guerrero incluía nuestra esquina

junto con otras propiedades, y no necesariamente tenía que haber establecido

éste de manera permanente su sitio de residencia en el edificio de Arzobispado y

San Sebastián. A pesar de que tal inmueble fuera de su propiedad, era factible que

lo usara para alquilarlo o prestarlo con fines diversos, como pudo haber sido el

caso de ser destinado para albergar la primera sede de la Real y Pontificia

Universidad, o bien para funcionar, alrededor de 1594, como casa complementaria

del mayorazgo, mejor conocida por haber en ella habitado alguna vez el conquis-

tador Rodrigo G6mez Dávila.

Como puede observarse las afirmaciones del profesor Alberto María

Carreño en cuanto a la primera ubicaci6n de la Real y Pontificia Universidad

ofrecen poco sustento y, de esta manera, su opini6n respecto del error de Sigüenza

y G6ngora carece de argumentos adecuados que la respalden. Por tanto, a manera

de recapitul~ci6n, podemos proponer que la primera sede de la Real Universidad

efectivamente estuvo en 1553 en la esquina de Arzobispado y San Sebastián, hoy

Moneda y Seminario, en casa propiedad de Juan Guerrero, y que posteriormente,

alrededor de 1561, encontr6 asiento en edificio perteneciente al Hospital de Jesús,

al norte del solar destinado para la Catedral, esquina entre Escalerillas y San

Sebastián (hoy República de Guatemala y Seminario, respectivamente); también

es factible afirmar que en 1589 se traslad6 a una parte de las casas viejas de Cortés

(hoy Monte de Piedad), para luego ubicarse definitivamente en el edificio de la

Plaza del Volador (plaza inexistente hoy en día pues su solar lo ocupa la Suprema

Corte de Justicia), donde permanecería en funciones hasta 1865, cuando fue

suprimida, en tanto que el edificio que la albergaba todavía perdur6 hasta 1908,

año de su desafortunada demolici6n. Por supuesto que debido al carácter provi-

Wi,' ;11 ~'" -'T',u I :¡ i ¡

~I."':~-,..'. i. 1; '.-, -.

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III

~.~Plaza Mayor, 1594

22

Page 22: Dr. Francisco Barnés de Castro

sional de la estancia de la Universidad en cada uno de los sitios mencionados

después de su primer asiento y antes del definitivo, es viable que ésta haya ocupado

de manera efímera otros lugares no documentados; sin embargo, a grandes rasgos,

ésta es la trayectoria hist6rica seguida por la Universidad mexicana durante la

segunda mitad del siglo XVI.

El edificio durante los siglos XVII y XVIII

Como puede observarse en un plano realizado alrededor de 1575 por Alonso de

Santa Cruz y localizado en la Universidad de U psala, la traza urbana de la Ciudad

de México ya se encontraba bastante bien configurada en esta época. De hecho,

al comparar este plano con el levantado en 1628 por Juan G6mez de Trasmonte,

maestro mayor de la catedral a partir de 1630, apreciamos la perseverancia de la

traza urbana original, además de que seguían conservándose las principales acequias

existentes desde la vieja T enochtitlan. Una de las principales dificultades que encon-

traba el crecimiento de la ciudad era el hecho de estar rodeada por lagos, así como

las frecuentes inundaciones que esto ocasionaba en temporada de lluvias, las cuales

deterioraban significativamente las casas integrantes de la urbe, si no es que las

arrasaban por completo, pues sus cimientos se debilitaban hasta provocar su caída.

Detalle del plano de Alonso de Santa Cruz, 1575

Un año que marc6 una profunda transformaci6n en la Ciudad de México fue

el de 1629 pues los constantes problemas de desbordamiento fluvial padecidos desde

el siglo XVI culminaron con la más grande inundaci6n que se hubiera padecido en

la historia de la ciudad. E121 de septiembre de este año, debido a una lluvia torrencial

que azot6la regi6n durante treinta y seis horas, los ríos de Cuauhtitlán y las avenidas

de Pachuca se desbordaron dejando a la ciudad inundada. Las aguas cubrieron toda

la regi6n y alcanzaron una altura de dos metros.

Respecto de la inundaci6n, nos dice Gil González Dávila:

En el año de 1629, fueron tan grandes las aguas en México, que se diopor

acabada. y considerando el arzobispo (Manso y Zúfíiga) el peligro

23

Page 23: Dr. Francisco Barnés de Castro

de su gente, socorrió con caridad a sus ovejas. Sobrevino una peste, y

mandó hacer siete hospitales, que fue el remedio total para tantos daños...

En carta que el arzobispo... escribe a su Majestad... de octubre de 1629,

le hace una representación del gran daño que había hecho la inundación

de la laguna; y dice: Que murieron 30,000 indios, y de 20,000 familias

españolas, no le habían quedado a México cuatrocientos vecinos,quedando aquella parte como un cadáver muerto. u

Por su parte, Javier Alegre refiere:

La desolación y abandono de los muchos pueblos, campos y huertas que

proveen la ciudad, junto con el gran número de indios y gente desvalida,

que a ella se había acogido encarecían los alimentos. A la hambre siguió,como suele suceder, la epidemia. 15

Los edificios de la ciudad fueron severamente dañados y muchos de ellos

hubieron de ser totalmente reconstruidos, entre ellos el del Arzobispado. A pesar

de no existir datos contundentes al respecto, podemos inferir que el edificio de la

esquina de Arzobispado y San Sebastián también recibió daños significativos

debido a esta inundación y, muy probablemente, hubo de ser reconstruido; ello

en virtud de que el edificio del Arzobispado, vecino de nuestro inmueble, tuvo

que ser totalmente reedificado, a pesar de tratarse de una casa con carácter

eclesiástico, razón por la cual con seguridad estaba mejor construida que un edificio

civil como el que nos compete.

El edificio esquinero debió haber sido reconstruido en un periodo no muy

distante de la inundación, que se puede ubicar en la década de 1630, pues se

trataba de una propiedad del importante mayorazgo de los Guerrero y sería

impensable que hubieran dejado en ruinas por mucho tiempo una construcción

localizada en una esquina tan estratégica de la Plaza Mayor de la ciudad. El nuevo

"Gil González Dávila, Teatro eclesiástico de la primitiva iglesia de la Nueva España en las Indias Occidentales,1, pp. 92 Y 93, citado en Jorge Gurna lacroix, El desagüe del valle de México durante la época novohispana, UNAM,

1978,pp.llOy 111." Javier Alegre, Memorias para la historia de la provincia que tuvo la compañía de Jesús en Nueva España,

México, Tipográfica Modelo, 1940,1, pp. 244 Y 245, citado en en Jorge Gurna lacroix, El desagüe del valledeMéxicodurante la época novohispana, UNAM, 1978, p. 110

24

Page 24: Dr. Francisco Barnés de Castro

edificio debió haber buscado semejar la morfología del edificio original levantado

por Rodrigo Gómez, aunque con seguridad no se trató de una construcción muy

bien plantada pues, un siglo después, como se verá más adelante, ya presentaba

problemas estructurales; esto último nos lleva también a establecer la hipótesis

de que, luego de la inundación, no se reconstruyó totalmente el edificio y se

conservaron elementos estructurales de la vieja casa de Rodrigo Gómez, de tal

manera que ya en el siglo XVill la casa, debido a la acción del tiempo, una vez

más se encontraba arruinada.

En cuanto a otros datos del siglo XVII sobre el edificio, es importante

señalar que de acuerdo con datos proporcionados por Carlos de Sigüenza y

Góngora en su Piedad Heroyca de Don Fernando Cortés, es posible deducir que el

edificio pertenecía a Gabriel Guerrero alrededor de 1691 y 1693, pues la obra fue

redactada precisamente en esta época y en ella el autor señala que la casa localizada

en Arzobispado y San Sebastián pertenece a este integrante de la familia Guerrero.

No hay datos concretos acerca del uso exacto dado al edificio, pero es muy posible

que haya sido utilizado como fuente de recursos para el mayorazgo, como ya se

ha especulado, a través de su arrendamiento.

En lo tocante al siglo XVill, existen dos planos de esta centuria particular-

mente interesantes por la nitidez con que retratan la morfología de la ciudad en

la época; así, en ellos aparece con especial claridad la configuración de la manzana

donde se encuentra ubicado el edificio esquinero de nuestro interés; tal cuadra,

delimitada al norte por Escalerillas, al sur por Arzobispado, al oriente por Santa

Teresa y, por último, al occidente por Seminario.

El primero de tales documentos es el plano diseñado por Pedro de Arrieta

en 1737, en tanto que el segundo es el dibujado por Carlos López en 1749. Mientras

que el primero ofrece una perspectiva de occidente a oriente, el segundo la muestra

a la inversa, de oriente a occidente. En ambos planos, en primera instancia, se

tiene la impresión de que toda la manzana en cuestión presenta unidad arqui-

tectónica y, por ende, que el Arzobispado en aquella época ocupaba toda el área;

sin embargo, no existen datos que corroboren tal interpretación que haría pensar

que la esquina de Moneda y Seminario hubiera formado parte integral en algún

momento del Arzobispado y, por el contrario, se tiene noticia de que en la tércera

década de ese siglo Agustín Moctezuma era poseedor del mayorazgo de Guerrero

y, por tanto, de la esquina en cuestión.

25

Page 25: Dr. Francisco Barnés de Castro

Debido a que las diversas fincas del mayorazgo estaban muy deterioradas,

Agustín Moctezuma pidió autorización a la Real Audiencia para reconstruirlas.

Estas casas integrantes del mayorazgo se localizaban tanto en Arzobispado y San

Sebastián como en las calles de Escalerillas y del Relox. Sin embargo, Moctezuma

no contó con los recursos necesarios para emprender tal obra y ésta se vio

pospuesta hasta 1743 cuando se emprendieron los trabajos de reedificación gracias

a un préstamo obtenido de la Provincia de San Agustín por José de Moctezuma

Guerrero Dávila, en ese momento poseedor del Mayorazgo. Tales obras

nuevamente incorporaron la característica torre que ya existía en la casa de Rodrigo

Gómez del siglo XVI, aunque las dimensiones del edificio fueron mucho menores

en su ángulo norte que las del edificio original, puesto que en esta área septentrional

se realizaron otras edificaciones. El inmueble que hasta la fecha se conserva

seguramente data de este año, puesto que sus cualidades arquitectónicas

corresponden al siglo XVIII.

Diego Moctezuma Guerrero Dávila y Ana Sánchez Cant, hijo y viuda de

José de Moctezuma respectivamente, alquilaron el 7 de junio de 1751 la finca a

Manuel de Vergara; como una de las condiciones para este arrendamiento, De

Vergara tenía que construir en la casa una pieza alta de mampostería.

Pero retornando 10 referente a los planos del siglo XVIII en que aparece

nuestro edificio, tiene particular interés el documento fechado en 1793 y realizado

por el teniente coronel de dragones Dieg? García Conde, en el cual se muestra

claramente delimitada la zona correspondiente al Arzobispado respecto del resto

de edificios en la cuadra. Este plano es particularmente útil para comprender la

evolución de la Ciudad de México desde las últimas décadas del siglo xvm y el

transcurso del XIX, además de que nos da una idea cabal de

la distribución de espacios en la manzana donde se localizan

nuestro edificio y su vecino del Arzobispado.

A este respecto cabe añadir el hecho de que otro plano

grabado en el siglo xvm muestra en su parte inferior

izquierda un detalle del atrio de la Catedral Metropolitana,

y en él se alcanza a percibir la esquina de Moneda y Semi-

nario como un edificio separado e independiente. Otro

plano más, también del siglo xvm muestra la esquina

perfectamente diferenciada del Arzobispado; su principal

interés consiste en que tal documento debe ser previo a la

regencia episcopal de Alonso Núñez de Haro y Peralta,

pues en él aparece todavía la torre en la esquina oriental del

edificio que luego de 1770 desaparecería definitivamente.

El inmueble en el siglo XIXEl 7 de agosto de 1823 el Congreso Constituyente declarólibres los bienes vinculados a través del régimen de mayo-razgo. De esta manera, el teniente Severiano GuerreroMoctezuma quedó como sucesor del denominado Mayo-razgo Chico de Guerrero, que incluyó bajo su potestad lacasa de Arzobispado 10 y la existente en el número 13 delas Escalerillas. La primera no es otra sino la que después se

26

Page 26: Dr. Francisco Barnés de Castro

convertiría en Moneda 2, esquina con Seminario y objeto del presente estudio.

Esta casa tuvo como último propietario antes de Severiano a Manuel Guerrero

Moctezuma, cuya viuda y albacea Rosa María Moctezuma renunció a los derechos

sobre la finca.

Severiano Guerrero vendió la propiedad el 2 de julio de 1836 a la señorita

María de Jesús Ariscoreta, quien a su vez la enajenó por veinte mil quinientos

pesos a un peninsular llamado Gaspar Alonso de Ceballos, con fecha 27 de julio

de 1842. La finca era arrendada en aquel entonces por diversos comerciantes, entre

ellos unos zapateros poblanos y el señor Joaquín Villazana.

Luego del fallecimiento de Alonso de Ceballos en 1845, sus herederos

tomaron posesión de la casa. Posteriormente, ese mismo año, quedó como pro-

pietaria la señorita Guadalupe García Obeso de la Riva, quien antes de morir, en

1852, determinó vía testamentaria la venta de sus bienes en almoneda pública.

Sus albaceas fueron Juan Hanty Gult, médico austriaco y vecino de la ciudad, así

como el presbítero licenciado Ignacio Velázquez de la Cadena, canónigo de la

Catedral.

De manera previa a la venta, el arquitecto agrimensor Vicente Casarín, con

fecha 6 de junio de 1852, hizo un avalúo de la casa en el cual se consigna una amplia

descripción, que citaremos posteriormente, del edificio. El precio de venta de la

propiedad fue de veintiocho mil pesos.

La venta, finalmente, se realizó e12 de mayo de 1855 a Andrés Baric, quien

puso la finca bajo la potestad de su hija, Rosa Baric de Gult, esposa de Juan Hanty

Gult, albacea de la señorita García Obeso. Al fallecer en 1866 Rosa Baric, quedó

como propietaria su hija Emilia Gult de Moreno.

Aproximadamente a partir de 1852 y hasta 1872, resalta la presencia en el

edificio del famoso Café del Correo, sitio ampliamente concurrido por fun-

cionarios de la época. La ventajosa ubicación del inmueble, junto a dos relevantes

sitios públicos como son el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, lo

convertía en un lugar codiciado para la instalación de lugares propicios para los

intercambios sociales; así pues, no es de extrañar que esta esquina haya servido a

27

Page 27: Dr. Francisco Barnés de Castro

través de un sitio como el Café del Correo, como lugar de encuentro entre

personajes notables, donde éstos seguramente sostuvieron intensos debates y

charlas referentes a los asuntos políticos más relevantes de la época.

Contigua al Café, en la esquina norte de la fachada occidental del edificio y

también en la planta baja, existía una relojería; se trataba del mismo sitio que a

mediados del presente siglo y hasta la década de los setenta fue ocupado por la

marisquería denominada "La Bocana".

El estratégico emplazamiento del inmueble es ampliamente ilustrado por

su aparici6n frecuente en litografías e imágenes fotográficas del primer cuadro de

la Ciudad. Entre estas imágenes, es particularmente interesante el proyecto

presentado en 1843 por Lorenzo de la Hidalga para efectuar modificaciones sustan-

ciales en la Plaza Mayor capitalina. De la Hidalga era un notable arquitecto español

apoyado por Santa Anna y algunos hombres de negocios, quien proponía instalar

en el centro de la Plaza un monumento a la Independencia, así como dos fuentes

de grandes dimensiones; otra de sus propuestas consistía en modificar arqui-

tect6nicamente la fachada principal del Palacio Nacional al incluir en ella elementos

de corte neoclásico. La ilustraci6n del proyecto fue realizada por Pedro Gualdi,

y en ella aparece la esquina de Moneda y Seminario con la configuraci6n que le

fue propia a 10 largo del siglo XIX, con su característica torrecilla esquinera de

un solo cuerpo y remate superior almenado. A pesar de que no tuvo éxito en su

momento la propuesta de De la Hidalga, de manera muy postrera, a principios

de este siglo, en el México porfirista y con m~tivo de la celebraci6n del centenario

de la independencia nacional, se dio inicio a la colocaci6n del z6calo que serviría

para sostener el monumento de la independencia; tal obra qued6 inconclusa debido

a la agitaci6n política del país en la época y el z6calo fue retirado luego. Sin em-

bargo, queda como testimonio de este proyecto nunca realizado la denominaci6n

como Z6calo de la ciudad con la cual se conoce popularmente a la Plaza Mayor

todavía en nuestros días.

De manera correspondiente, con seguridad, al buen emplazamiento del

inmueble, el 23 de julio de 1872, fue inaugurada en el sitio antes ocupado por el

renombrado Café del Correo la cantina que es considerada tradicionalmente como

la primera en nuestra naci6n, no tanto porque efectivamente halla sido la primera,

sino debido a que fue la que ostent6 la licencia número 0001 concedida por el

gobierno federal; así pues, se trat6 de la primer cantina con reconocimiento oficial.

Este expendio de licores posteriormente tomaría el nombre de El Nivel,

sitio que desde su apertura sería también frecuentado por ilustres personajes. Su

nombre 10 tomaría a partir de 1878, cuando fue colocado el monumento hipso-

gráfico al poniente del edificio de Moneda y Seminario, justo frente a la cantina

yal oriente del sagrario de la Catedral Metropolitana. El monumento fue instalado

por el Ministerio de Fomento con el fin de señalar el plano de comparaci6n de

2,268 metros entre la marea media de Veracruz y el nivel de los lagos de T excoco,

Xochimilco y otros. Tal obra también cumpli6la funci6n de honrar la memoria

del célebre ingeniero Enrico Martínez, quien luego de las inundaciones sufridas

por la Ciudad de México en la primera década del siglo XVll, fue contratado por

el virrey Luis de Velasco, marqués de Salinas, para construir un túnel que contri-

buyera a desalojar el agua de los lagos pr6ximos a la ciudad; tal obra tendría 6

ki16metros de largo y serviría para dar salida al agua.

28

Page 28: Dr. Francisco Barnés de Castro

A pesar de los esfuerzos de Enrico Martínez y de los padres jesuitas que 10apoyaron en la empresa, en 1629 ocurri6 la inundaci6n más terrible de que sehalla tenido noticia en la Nueva España, de la cual ya hemos hablado ampliamentecon ante1aci6n. Esto provoc6 el descrédito del ingeniero e incluso suencarcelamiento durante 5 años. Posteriormente, la misma historia 10 reivindic6,y la construcci6n del monumento denominado popularmente como "El Nivel"fue un intento por desagraviar su nombre.

El monumento fue levantado durante la administraci6n de la Secretaría deFomento de Vicente Riva Palacio, quien...

...quiso que se fijara de una manera clara y precisa la altura de los

diversos planos de comparación que sirvieron en los últimos años para

los estudios hidrográficos de la ciudad y valle de México, erigiendo en

la intersección del meridiano que pasa por la esquina austral de la

fachada del Palacio y del paralelo que corresponde a la esquina que

forman las calles del Seminario y A rzobispado, un monumento bastante

sólido para impedir, con el hundimiento, la alteración de los nivelesque en él se iban a marcar". 16

La realización de la escultura colocada sobre el pedestal del monumento

estuvo a cargo del célebre escultor Miguel Noreña, quien representó a la patria

con una figura femenina de semblante juvenil cuyo estilo escultórico corresponde

al usado por los romanos para honrar a personajes importantes.

Un hecho curioso es la ausencia en el monumento de la tradicional águila y

el nopal representativos de la nacionalidad mexicana. Tal omisión en la obra da

la impresión de ser originada por el hecho de que su autor puso más énfasis en el

carácter neoclásico del monumento que en la recuperación de los símbolos patrios

comúnmente usados. Así, la obra se convierte en alarde de toda suerte de recursos

formales propios de la estatuaria grecorromana.

De esta manera, los inicios de la cantina localizada al pie del edificio de

Arzobispado y Seminario, estaría estrechamente ligada con del monumento que

posteriormente sería trasladado al extremo sudoccidental de la Catedral

Metropolitana.Desde los alrededores de 1870 y hasta comienzos del presente siglo, el edificio

también albergó la vivienda tanto de la familia Moreno Gult y su ejército de sir-

vientes, como la de la familia Vaal, en la que figuraba un renombrado impresor

llamado Cipriano Vaal. En las postrimerías de ese siglo, en 1899 para ser más

exactos, el almacén en la planta baja de la finca, en su extremo oriental sobre la

calle de Arzobispado y colindante precisamente con la antigua sede episcopal,

fue rentado a Juan Gutiérrez Vargas, quien lo siguió arrendando hasta 1915.

El edificio en el siglo XXDifícilmente alguien imaginaba en los albores del nuevo siglo en México, loscambios radicales que comenzarían a ocurrir una década después; el régimen

porfirista parecía más fuene que nunca a pesar de los brotes sociales que ya

l' Manuel Rivera Cambas, México pintoresco, artístico y monumental, Ed. Valle de México, pp. 190-191

29

Page 29: Dr. Francisco Barnés de Castro

comenzaban a perturbar la aparente calma reinante en el país. De hecho, las

diversas transformaciones políticas se verían reflejadas no sólo en el acontecer

social de la nación, sino también en el uso y destino de los edificios que habían

marcado toda una época en el panorama urbano y, de hecho, llevaron al barón

de Humboldt a calificar a México como la Ciudad de los Palacios.

No fue la excepción el edificio esquinero de Arzobispado y Seminario,

puesto que, como veremos más adelante, es durante este siglo, y de manera acorde

con la expansión comercial y de profesiones característica de la época, que se

vuelve más diverso que nunca su uso y destino y, además, forma varias veces

parte del patrimonio inmobiliario federal.

La última dueña de la finca durante el siglo XIX, la señora Emilia Gult de

Moreno, murió en 1905 y quedaron como herederos del inmueble la señora

Alma Deguetau y el Ing. Juan Navarro, quien fungió como su albacea testa-

mentario. Debido a que la primera falleció poco después, el Ing. Navarro quedó

como propietario absoluto del edificio luego de comprar su parte al marido de la

señora Degueteau, el señor Manuel Gómez Pliego. Sin embargo, poco sería el

tiempo que el Ing. Navarro tendría bajo su potestad el inmueble, pues 10 vendió

por la cantidad de ciento ochenta y un mil doscientos setenta y cuatro pesos, al

Gobierno Federal, el 15 de mayo de 1907.

No es difícil imaginar el destino corrido por la fmca en la crítica década de

1910; época de conflicto intestino en el país y de constantes tiroteos en las calles de la

Ciudad de México, el edificio fue testigo silencioso del ir y venir de diferentes personajes

públicos; entre ellos, los que ocupaban una silla presidencial que generalmente

terminaba por costarles la vida o el destierro; ya sean Francisco l. Madero y Venustiano

Carranza, o bien, el usurpador Victoriano Huerta. Así, la fmca siguió como sitio de

estancia de la cantina El Nivel, que todavía en aquel entonces ocupaba prácticamente

toda la planta baja del edificio, en tanto que, como se ha afirmado, Juan Gutiérrez

Vargas rentaba hasta 1915 como almacén la porción del restante del edificio en su

planta baja, colindante con el antiguo Arzobispado. Con toda seguridad, los niveles

superiores del inmueble eran subutilizados como bodegas gubernamentales, o bien

carecían de uso específico y eran dejados en el abandono.

30

Page 30: Dr. Francisco Barnés de Castro

De particular interés resulta la historia de la placa que por orden guberna-

mental fue realizada en cantera en 1919 para conmemorar el aniversario de la

Universidad Nacional, la cual tuvo como destino de colocación la fachada sur del

inmueble.

En aquella época, bajo la presidencia de Venustiano Carranza, Jorge Enciso

era el inspector de Bellas Artes y Monumentos Artísticos. De hecho, Enciso pidió

licencia en oficio del 19 de septiembre de 1919 al director de Obras Públicas del

Distrito Federal para realizar e instalar la placa en el lugar aludido.

La placa fue realizada bajo la supervisión directa de Enciso, con el apoyo

del arquitecto Manuel Ituarte y del dibujante Valerio Prieto. Su ejecución tuvo

lugar en la sede del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología, dirigido

en aquel entonces por el señor Luis Castillo Ledón, en tanto que su costo estaba

presupuestado en doscientos pesos. Sin embargo, al parecer, la inscripción de la

placa incluye un error de redacción en latín, lo cual se puede inferir de oficios

enviados tanto por el rector de la Universidad Nacional como por Enciso.

Resulta que en oficio del 9 de octubre de 1919,17 el rector de la Universidad

transcribe para el inspector de Bellas Artes y Monumentos Artísticos una carta

recibida del director del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología.

En este comunicado, Castillo Ledón dice que Enciso fue "quien en verdad se

encargó de dirigir la obra... pues el Museo no tuvo que ver en tal asunto mas que

facilitar el lugar y manera de que trabajaran los canteros, permitiéndoles velar

dos noches en el interior del Establecimiento". Añade que al iniciarsé el trabajo,

Enciso se presentó alarmado porque el conocido historiador presbítero Jesús

García Gutiérrez había encontrado defectuosa la inscripción en la placa y, por

tanto, con el fin de evitar un ridículo a la Universidad, sería necesario reformarla.

El director termina diciendo al rector que tanto él como Enciso procedieron

"con la mayor buena voluntad y buena fé, lamentando solamente la premura del

tiempo y la precipitación con que hubo que hacer las cosas".

En responsiva de Enciso al rector de la Universidad, con fecha del 14 de

octubre de 1919,18 contesta que en realidad consultó al director del Museo sobre

la conveniencia de modificar la leyenda, ante lo cual éste estuvo de acuerdo y,

por tanto, se comenzó a grabar la inscripción; de hecho, afirma que Castillo

Ledón fue el iniciador de la idea de la lápida conmemorativa y quien proporcionó

el original de la inscripción; añade: "fue por eso que a él me dirigí para modificar

la redacción, y además por no ser hora de oficina y por tener que emprender el

trabajo esa misma noche y no serme posible consultar el caso con la Rectoría".

Sea como fuere, lo anterior evidencia la existencia de un error en la redacción

de la placa conmemorativa hoy en día colocada en la fachada sur del edificio, en

el área de la planta baja, comprendida entre el segundo y tercer vanos, de occidente

a oriente. Tal equivocación, sin embargo, no deteriora la importancia de la

presencia de la placa en el edificio, pues éste efectivamente se encuentra colocado

en el solar donde tuvo su primer asiento la Universidad Mexicana y, por tanto,

cuenta con una relevante presencia en la historia de la Universidad Nacional

Autónoma de México de nl,:lestros días.

Archivo Histórico del Instituto Nacional de Antropologla e Historia.Ibldem.

31

Page 31: Dr. Francisco Barnés de Castro

Luego de la turbulencia de la segunda década del siglo, en 1924 el edificio

fue rematado en almoneda pública a las señoras Trinidad Scholtz y Piedad Iturbe

de Hohenlohe y Landemburg; sin embargo, como no procedi6la operaci6n por

realizarse a partir de un crédito inexistente contra el Gobierno Federal, entonces

nuevamente se remat6 el edificio el 12 de diciembre de ese mismo año por doscien-

tos mil pesos a Martín Urrutia Escurra y su esposa Carmen Lanzagorta.

El 4 de diciembre de 1925, el Gobierno Federal adquiri6 nuevamente el

inmueble, debido a los trabajos de reparaci6n a realizarse en el edificio del Antiguo

Arzobispado; de esta manera, el señor Martín Urrutia recibi6 como pago la canti-

dad de doscientos mil pesos.

El 30 de agosto de 1929, el Partido Nacional Revolucionario report6 la

finca como de su propiedad; de hecho existe un documento donde se pide auto-

rizaci6n para la colocaci6n de un r6tulo luminoso adosado al balc6n del edificio

con un retrato al centro del Ing. Pascual Ortiz Rubio. Aunque ese mismo año,

en el mes de septiembre, La Urbana, S.A, Compañía Constructora, tom6 posesi6n

del edificio por concepto de débitos gubernamentales a su favor. El 12 de

noviembre de 1930, esta misma compañía conseguiría la licencia para la colocaci6n

de una pantalla anunciadora de gran tamaño en la azotea con la leyenda "Quaker

Oats fortalece"; r6tulo que no duraría mucho tiempo pues la oportuna inter-

venci6n de Jorge Enciso en 1931, como director de Monumentos Coloniales y de

la República, evit6 que se siguiera empleando la azotea del inmueble como sitio

de emplazamiento de vistosa propaganda comercial contraria al carácter hist6rico

de la Plaza Mayor de la ciudad.

Ya en 1931, la Compañía Negociadora de Bienes Raíces, S.A. se convirti6

en propietaria del inmueble y su apoderado Fernando Marcín cuestionaba a Enci-

so sobre la posibilidad de hacer en él modificaciones sustanciales, ante 10 cual

recibi6 como respuesta que cualquier obra en el edificio tendría que apegarse a

las restricciones fijadas por el Decreto declaratorio sobre el conjunto de la Plaza de

la Constituci6n. De hecho, el 9 de febrero de este mismo año, el inmueble fue

declarado monumento hist6rico; 10 cual fue confirmado en 1935 por Jorge Enciso,

al hacer del conocimiento de Fernando Marcín que laconstrucci6n se trataba de

un edificio cuyo solar se consideraba como el que alberg6 la primera sede de la

Real y Pontificia Universidad de México y, por tanto,

se encontraba sujeta a la Ley de Monumentos. Por esta

misma fecha, destaca la presencia en el edificio, en su

segundo nivel, del Instituto de Ciencias Sociales, Eco-

n6micas y Administrativas.

En 1940, Enriqueta H. de Jáuregui compr6 la

propiedad a través de su hijo y apoderado Antonio

Jáuregui, quien pidi6 autorizaci6n a Jorge Enciso,

todavía director de Monumentos Coloniales, para re-

formar las fachadas del inmueble restituyéndoles su

aspecto del siglo XVIII. Como respuesta, recibi6

instrucciones para recuperar las cualidades originales

de la construcci6n; sin embargo, tales obras no se

llevaron a cabo, aunque durante el primer lustro de la

década de los cincuenta, la cantina El Nivel redujo sus

32

Page 32: Dr. Francisco Barnés de Castro

instalaciones significativamente, pues hasta entonces había ocupado prácticamente

toda la planta baja del inmueble hacia el poniente del acceso principal, ubicado

sobre la calle de Moneda. A partir de ese momento, la cantina comenzó a ocupar

el espacio donde actualmente halla asiento, con acceso por el segundo vano de

izquierda a derecha sobre Moneda. Los locales ubicados en el extremo poniente

del edificio sirvieron para albergar nuevos comercios.

Al menos hasta 1965 existió en el edificio, en el primer piso,

hacia el extremo poniente, un consultorio médico especializado en

enfermedades venéreas. De hecho, existe un documento en el cual

se da la orden de retirar dos rótulos alusivos al dueño del estable-

cimiento, el doctor Gustavo Chousal Silicio, y el tipo de enfermeda-

des tratadas en éste; tales rótulos a la letra decían: "Venéreas" y "Dr.

Chousal". Se dictaminaba su retiro debido a que infringían el regla-

mento vigente en aquel momento para este tipo de anuncios.

En esta misma época, en la planta baja del edificio, en su esquina

norponiente existía un establecimiento de mariscos denominado

como "La Bocana". Tal local data al menos desde 1942, año en el que

un documento hace constar la existencia del rótulo que tenía por

leyenda el nombre de este comercio, y que atentaba contra las

estipulaciones en la materia. El sitio dejó de funcionar al principio de la década

de los setenta cuando el lugar fue traspasado con el fin de convertirse en un

expendio de tortas y restaurante todavía existente.

El restaurante El Cardenal se convirtió ya en el presente siglo en otro de

los sitios de concurrencia pública importantes que ocupó el edificio. Su antecedente

lo encuentra en el año de 1969, cuando en el mes de abril es abierto un local de

tacos al carbón en la planta baja del edificio, en el extremo oriente, sobre la calle

de Moneda, con vecindad al poniente con el acceso a los niveles superiores al

edificio y la cantina El Nivel; así como con colindancia hacia el este con el inmueble

vecino del Ex-Arzobipado. Se trataba del mismo lugar ocupado hasta 1915 por el

almacén de Juan Gutiérrez Vargas. El último uso dado a este espacio con superficie

de 60 m2, antes de instalarse la taquería, había sido el de un bazar donde se realizaba

el comercio de todo tipo de chucherías.

En tanto esto ocurría, en el primer nivel del edificio, justo arriba del local

de tacos, ya se encontraba ubicado un taller dental que tenía vecindad al poniente

con un consultorio dental que venía funcionando aproximadamente desde 1936.

Sin embargo, el antiguo local de tacos pronto se convertiría en el restaurante El

Cardenal y expandiría sus instalaciones, en 1978, al primer piso, al área antes

ocupada por el taller dental, el cual se trasladó al segundo piso a la esquina oriente,

en tanto que el consultorio dental continuaba ocupando la misma área que en

1969. Durante este mismo año, El Cardenal también ocup6 el patio de

distribuci6n, rellano del inmueble, localizado en el primer piso.

Al siguiente año, en 1979, El Cardenal continu6 con su expansi6n y en esta

ocasi6n se extendi6 al área del primer piso orientada hacia la calle de Moneda. En

virtud de esto, ocupaba tanto el área donde originalmente se encontraba el local

de tacos, así como la totalidad del primer piso, excepto el lugar donde permanecía

el consultorio dental, el cual se mantuvo en este sitio hasta fines de los ochenta,

cuando el área donde éste se hallaba qued6 vacía.

33

Page 33: Dr. Francisco Barnés de Castro

Trascendente fecha para el inmueble es la marcada por 1982, pues luego del

13 de octubre de este año, con fundamento en el decreto presidencial en materia

de edificios históricos, el inmueble comenzó a formar parte del dominio público

de la Federación, ya que fue adquirido por la SAHOP, posteriormente SEDESOL,

a su anterior propietario, Antonio J áuregui, quien al fallecer su madre, quedó como

dueño de la construcción. Cabe señalar que los diferentes locales con carácter comer-

cial instalados en el edificio no fueron desalojados y continuaron funcionando

como habitualmente 10 hacían, debido a que la crisis económica de 1982 impidió

la actuación gubernamental en muchos de los edificios adquiridos por el Estado.

En 1989 la distribución de los diversos espacios del edificio se encontraba de la

siguiente manera. En la planta baja, el local en el extremo norponiente del inmueble,

sobre la calle de Seminario, era ocupado por un restaurante, en tanto que el área

contigua a éste hacia el sur funcionaba como tortería. Sobre la calle de Moneda, el

pequeño local en el extremo poniente 10 ocupaba un expendio de cigarros, contiguo

a la cantina El Nivel al oriente, la cual, a su vez, era vecina también al oriente de una

juguería. A la derecha de la puerta de acceso al edificio, se encontraba la cocina del

restaurante El Cardenal, en el espacio donde había sido fundada la taquería en 1969.

Por otra parte, en el primer piso, El Cardenal ocupaba prácticamente todas

las áreas, excepto el sitio donde había estado antes la clínica dental, con ventanas

hacia Moneda, donde ahora se ubicaba una bodega de la Secretaría de Desarrollo

Urbano y Ecología (SEDUE).

El segundo nivel, predominantemente presentaba oficinas de la SEDUE,

en toda el área poniente del edificio. Un laboratorio dental ocupaba todo el es-

pacio en el extremo oriente del nivel, vecino al Arzobispado, en tanto que entre el

laboratorio y las oficinas de la SEDUE, con vista hacia Moneda, e inmediata-

mente arriba de las bodegas de la SEDUE en el primer nivel, había oficinas de la

Constructora Edycon, S.A.

Por último, en el tercer nivel, el antiguo torreón del edificio junto con el

cuarto anexado ya en el presente siglo, servía como vivienda del conserje del

inmueble. Lo restante era la azotea de la construcción.

El 28 de agosto de 1992 fue cerrado el restaurante El Cardenal en cumpli-

miento de las disposiciones federales respecto del uso del inmueble, y éste quedó

en espera de uso y destino; sin embargo, aún permanecieron en el edificio otros

locales comerciales, entre los cuales se encontraba la histórica cantina El Nivel.

Es importante señalar el proyecto gestado por la Fundación Herdez, A.C.,

para rehabilitar el edificio y ubicar en él diversas instalaciones del Fomento a la

Investigación y el Desarrollo Alimentario, así como del Instituto de la Cultura

Alimentaria Mexicana. De esta forma, se buscaba dar nueva vida al inmueble; sin

embargo, la preeminencia tenida por la UNAM sobre la construcción, llevó a que

la Fundación cediera a ésta la realización de su restauración y definición de destino.

Finalmente, en 1994, el inmueble fue desincorporado del dominio público

de la Federación para comenzar a formar parte del patrimonio universitario, en

cumplimiento del decreto del 18 de noviembre de ese mismo año, en el cual se

reconocían las prerrogativas de la Universidad sobre el edificio por la relación

histórica del solar con nuestra institución. El patrimonio cultural universitario

se vio de esta manera enriquecido con la presencia de esta construcción en su

acervo inmobiliario.

34

Page 34: Dr. Francisco Barnés de Castro

A partir de este decreto se estableci6 también la necesidad de asignar aledificio un uso acorde con las funciones inherentes a la UNAM. A ello respondeprecisamente la actual restauraci6n del inmueble, así como la determinaci6n deutilizar sus instalaciones para dar cabida al Programa Universitario de Estudiossobre la Ciudad (PUEC). Sin embargo, podemos aseverar que más allá de los

espacios potenciales provistos por el edificio, el significado especial con que éstese halla dotado lo convierte en uno de los símbolos más representativos de losorígenes de la Universidad y, por ende, en uno de sus más preciados edificios convalor hist6rico-estético.

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Page 35: Dr. Francisco Barnés de Castro

DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA

En lo referente al primer edificio que albergó la Universidad en 1554, Cervantesde Salazar se refiere a él a través de Alfaro, uno de los interlocutores de sus fa-mosos diálogos, como una casa de dos pisos adornada con muchas y grandes

ventanas, descripción que, como se verá más adelante, coincide con la con-figuración del edificio mostrada en el plano de 1594 donde es señalada la pro-piedad con el nombre de Rodrigo Gómez, aunque para esta época, el edificioya pertenecía al mayorazgo de Guerrero, como se analizó en la historia delinmueble. Sin embargo, Gómez, con seguridad, fue el primero en construir enel solar, alrededor de 1530, debido a que, como se ha visto con antelación, setrataba de un sitio de difícil edificación por hallarse arriba de una porción delcu dedicado a T ezcatlipoca.

En la crónica especial sobre la Universidad, también de Cervantes de Salazar,

se especifica más acerca de las cualidades arquitectónicas del primer edificio de la

naciente institución educativa.

En primer término se dice que el zaguán es ancho y muy espacioso, adjetivos

aplicables también a los corredores tanto del primero como del segundo pisos. Se

menci.ona, asimismo, la presencia de un amplio patio donde tiene cabida la

numerosa concurrencia de estudiantes. Ante esto, se podría argumentar que si el

edificio que albergó la primera sede de la Universidad hubiera estado localizado

en la esquina de Moneda y Seminario, éste no hubiera contado con el espacio

necesario para tener el amplio patio descrito por Cervantes de Salazar; sin em-

bargo, a ello podemos responder que es muy factible el hecho de que el edificio

en aquella época tuviese mucho mayor profundidad que aquella con la que

actualmente cuenta, lo cual es confirmado por el plano de 1628 de Juan Gómez

de Trasmonte.

36

Page 36: Dr. Francisco Barnés de Castro

Al observar con detalle la esquina en cuestión representada en tal plano, sepercibe que el edificio esquinero de Arzobispado y San Sebastián ocupa una su-perficie bastante mayor que la que le es característica en la actualidad, de talmodo que conforma una amplia construcción. Esto se ve confirmado al analizarel plano de distribución de solares en la colonia y encontrar que Rodrigo Gómezdesde 1530 era propietario no sólo del solar que nos ocupa, sino que también delque era contiguo a éste septentrionalmente, así como del ubicado al oriente yvecino de este último. Así, el edificio original bien pudo extenderse 10 necesariocomo para ajustarse espacia1.mente con suficiencia al inmueble descrito porCervantes de Salazar.

Al respecto habla con amplitud Artemio de Valle Arizpe, distinguidohistoriador que alguna vez fuera cronista de la Ciudad de México:

"La Universidad se fundó en una casa muy grande 'que formaba una

torre', vínculo del mayorazgo Gonzalo Guerrero, hombre muy plei-

teante, la cual estaba situada en la esquina que forman las calles del

Seminario y A rzobispado, pero, el tiempo andando, resultaron sus aulas

bien estrechas para contener la gran cantidad de alumnos que acudían

a oír lecciones, y entonces pasó esa casa de estudios a ocupar un local

más extenso y adecuado en la misma manzana en la que después se

erigió la Catedral nueva. Daba su frente hacia la calle de las Escalerillas,

la que entonces todavía no se llamaba as4 pues que apenas se estaban

abriendo los vastos cimientos de la iglesia cuando se hizo este necesario

cambio de lugar ".19

La casa de Rodrigo G6mez, como puede inferirse a través del plano de

1594, tenía un cimiento elevado respecto del nivel de la calle y contaba con dos

plantas y una torrecilla ubicada en el extremo superior de su esquina suroeste. La

puerta de entrada al edificio se localizaba sobre la calle de Arzobispado y dos

hileras de ventanas aparecen por encima de ésta, la primera de ellas con tres vanos

-el del centro más grande que los laterales-, en tanto que la segunda con cuatro

vanos. La torrecilla también aparece con una ventana. La altura del edificio, como

es perceptible en la imagen, es inferior a la correspondiente al arzobispado, a

pesar de que ambos inmuebles contaban, en apariencia, con el mismo número de

niveles.

Con el paso del tiempo, el edificio sufri6 diversas transformaciones. De

hecho, a causa de los estragos provocados por la inundaci6n de 1629, el edificio

con seguridad tuvo que ser reconstruido posteriormente, como se menciona en

la historia del inmueble y su solar. Sin embargo, el edificio conservadQ actualmente

data del siglo XVIII, pues es en 1743 que se reconstruye el inmueble y, así, adquiere

la apariencia general que 10 caracterizaría hasta nuestros días.

En cuanto al vecino edificio del Arzobispado, con importante relaci6n con

nuestra esquina, sufri6 modificaciones sustanciales durante el siglo XVIII. La

relevancia de tales modificaciones en relaci6n con el edificio esquinero de Moneda

y Seminario se refleja en 10 siguiente: existen diversos planos del siglo XVIII,

" Artemio de Valle Arizpe.. Por la vieja calzada de 11acopan, 2a. ed.., Compañía General de Ediciones,

México, 1954, p. 22

37

Page 37: Dr. Francisco Barnés de Castro

pero en dos de ellos -el de 1737, de Pedro de Arrieta, y el de 1749 de Carlos

Díaz- se aprecia particularmente la configuraci6n de la cuadra del Arzobispado

y nuestro edificio. En ambos planos, como se ha visto en el apartado correspon-

diente a la historia del inmueble, se aparenta la unidad arquitect6nica entre las

dos construcciones, aunque ésta no haya sido real. En el de 1737, podemos observar

una morfología de nuestra esquina -con vanos, torrecilla y niveles- que segura-

mente correspondía a la casa que Agustín Moctezuma, poseedor del mayorazgo

de Guerrero en la tercera década del siglo XvIll, reportara a la Real Audiencia

como en pésimo estado, pidiendo autorizaci6n para su reconstrucci6n. En el caso

del plano de 1749, el aspecto del inmueble -aunque no sea totalmente explícito

debido al ángulo de orientaci6n del documento, en el que no es visible el detalle

de las calles de Moneda y Seminario- puede ser inferido sobre todo por la torrecilla

almenada y rematada con pináculos que ya aparece ilustrada. Aunque ambos

documentos no dejan claro si nuestro edificio form6 o no parte del Arzobispado,

como se ha visto en la parte referente a la historia de éste, no hay lugar a dudas de

que siempre se trat6 de una construcci6n independiente; sin embargo, es de

pensarse que si las obras de reforma sustancial Arzobispado se realizaron entre

1730 y 1747, Y las de nuestro edificio en 1743, haya existido alguna relaci6n

arquitect6nica entre ambos inmuebles como lo refleja el estilo de realizaci6n de

los vanos de puertas y ventanas, así como el tipo de aplanados en las fachadas.

A través de litografías y fotografías antiguas es posible determinar algunas

pequeñas variaciones en nuestra construcci6n, luego del siglo XVIII. Sin em~

bargo, en imágenes correspondientes a diferentes momentos del siglo XIX, es

apreciable la permanencia de una sola presencia arquitect6nica general: el edificio

conservaba su torre6n esquinero almenado con tres pináculos como remate en

sus dos lados externos, en tanto que el lado interno oriental, almenado también,

s6lo presentaba -según fotografía de 1850- dos de los tres pináculos corres-

pondientes, pues al parecer el tercero, el más septentrional, había sido desprendido

de su lugar; el lado interno norte carecía de almenamiento y pináculos. Dos

cornisas que corrían a 10 largo del edificio dividían la fachada en tres cuerpos. Las

cornisas bordeaban el remate superior de los vanos existentes en la planta baja y

el primer nivel. En el caso de los vanos del segundo nivel, los remates estaban

marcados por cornisas individuales sin prolongaci6n más allá del área delimitada

por cada vano. Los vanos del torre6n carecían de cornisa o molduraci6n alguna.

Es importante mencionar el hecho de que la fachada tenía una pigmentaci6n

clara en aquella época, puesto que ya a principios de este siglo la fachada cambiaría

significativamente al sobreponerse sobre ella aplanados de barro imitativos del

tezontle. Los vanos, en' la fachada sur hacia la calle de Arzobispado o Moneda,

eran cinco por nivel, aunque un vano cuadrangular de pequeñas dimensiones se

abría en la planta baja para conformar una ventana localizada entre el primero y

el segundo vanos mayores de oriente a occidente. Los vanos presentes en la fa-

chada poniente, hacia la calle de San Sebastián o Seminario, eran dos por nivel,

excepto en la planta baja, donde se abrían tres vanos: uno aislado hacia la esquina

con Moneda y dos colocados juntos y con proximidad al edificio contiguo

sobre Seminario.

Menci6n especial merece la hornacina de cantera presente en el inmueble.

Localizada en su segundo nivel y abierta justo en el ángulo de esquina de Moneda

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Page 38: Dr. Francisco Barnés de Castro

y Seminario se halla vacía, sin presentar rastro alguno de la figura religiosa que

alberg6 en su momento.Dicha hornacina presenta un front6n truncado y cerramiento conchiforme;

su estilo corresponde al siglo xvn y con seguridad fue anexada al edificio re-

construido después de la inundaci6n de 1629, puesto que se trat6 precisamente

de la época en que estos elementos arquitect6nicos fueron incorporados a diver-

sas construcciones en la.Nueva España como rastro del santo patrono tutelar del

área, además de servir como punto de referencia para los transeúntes pues en

aquel momento se carecía de una nomenclatura por calles basada en la numeraci6n

de las casas. Es de pensarse que cuando se reedific6 el inmueble en 1743, la hor-

nacina se haya conservado como elemento ornamental en la esquina de la

construcci6n.Todavía en los alrededores de 1852, cuando en el pie del inmueble estaba el

Café del Correo, el torre6n no contaba con el anexo que posteriormente se

integraría a su estructura en su parte norte, el cual ya es apreciable en imágenes

correspondientes a 1878, cuando se instal6 el monumento hipsográfico frente al

edificio, aunque todavía no aparece éste en imágenes correspondientes a la década

de 1850, por lo cual podemos deducir que fue instalado entre 1860 y el primer

lustro de 1870. Tal anexo, que comenzaría como una pequeña construcci6n con

techumbre en declive e integrada por tejas y con una ventana pequeña hacia la

calle de Seminario, aparecería de manera postrera en fotografías de principios del

presente siglo como una prolongaci6n cuadrangular del torre6n ya carente de

almenas y pináculos. Podemos suponer que esta modificaci6n se hizo aproxi-

madamente en 1907, cuando el Gobierno Federal por primera vez tom6 posesi6n

del inmueble, pues en imagen de 1910, la construcci6n ya aparece con el anexo al

torre6n de que se hace referencia.

En cuanto a los interiores del edificio, la construcci6n original presentabaun patio central en torno al cual se encontraban organizadas las diversas habi-

taciones que la componían; además, existían vanos de accesos interiores que

posteriormente fueron cerrados. Al respecto, la descripci6n realizada del inmueble

en 1852 por el arquitecto agrimensor Vicente Casarín nos parece la más indicada

para brindar una idea clara de los interiores del inmueble, que si bien distan un

siglo respecto de la reedificaci6n del inmueble, son los datos más fidedignos con

que se cuenta acerca de su distribuci6n inicial:

...Piso bajo. Se compone de 5 accesorias; la letra A con acceso por la

calle del A rzobispado, tiene el piso entablonado y el techo en buen estado

y una ventana con reja de fierro para la calle; la letra B igualmente de

una pieza, con todo lo anterior; la letra C se diferencia de las otras dos

por tener el piso enlozado y cubierto de asfalto; la que forma la esquina

con dos puertas, una para la calle del A rzobispado y otra hacia la plaza;

sigue otra para la plaza con la letra B y está dividida en dos partes por

medio de un tabique de madera, teniendo cada una su puerta para la

plaza, así como los pisos entablonados. Por el zaguán se entra a un

vestíbulo con portón interior y el patio que está enlozado, en éste hay

dos pilastras que sustentan dos corredores; una caballeriza, con tapanco

para pajar; una escalera de dos tramos, de los cuales sólo uno cubierto,

39

Page 39: Dr. Francisco Barnés de Castro

con escalones de loza labrada y montada sobre madera; una covacha

bastante amplia y un pozo de pileta.

Entresuelo; presenta un corredor de dos tramos cubiertos, por el princi-

pal se entra a una pieza con dos balcones para la calle del A 7Zobispado,

ésta se comunica con otra que tiene balcón para la misma calle y con

otra igual, sigue otra medio obscura por tener luz secundaria comu-

nicada por el corredor y otra pieza dividida por un tabique en comedor

y cocina, y que se divide del corredor por un tabique de vidrios, con el

cual se comunica; en el corredor que da al norte hay alIado de la cocina

un lugar común con sus derrames, en buen estado; al mismo entresuelo

(aunque están divididas por una puerta tapiada) pertenecen otras dos

piezas de las cuales una forma la esquina que tiene dos balcones para la

plaza y calle del A 7Zobispado, y la otra con un balcón para la plaza,

estas dos piezas se comunican por un escotillón con una accesoria de la

casa contigua.Piso alto. Inmediatamente después de la escalera de dos tramos cubiertos

y montados sobre madera, que a él conduce, hay un corredor de dos

tramos de los cuales sólo uno cubierto, por el que se entra a la sala que

tiene dos balcones para la plaza y otra para la calle del A 7Zobispado; de

ésta sigue otra pieza con balcón para la misma calle; otra con balcón, lo

mismo otra que sirve de comedor con balcón como la anterior, con una

alacena; una cocina con brasero de mampostería, carbonera, una alace-

na; y puerta para la azotehuela, en ésta hay lugares comunes con derrame

de plomo para los de igual clase del entresuelo, un lavadero con pileta cuyo

derrame se efectúa por un caño de plomo para los mismos comunes y un

cubo cubierto en que está fo1mada una escalera de madera de dos tramos

que conduce a la azotea y bajo dicha escalera una covacha. La azotehuela

está dividida por un tabique del corredor descubierto con el cual secomunica. Por fin en la azotea hay una pieza amplia de mampostería. 20

Al comparar estos interiores con los presentados por el edificio en laactualidad, encontraremos muchos cambios; de hecho, el patio interior del in-mueble desapareció ya durante este siglo y fue cubierto con losas de concretocon tragaluz a partir de bloques de vidrio. Además, se incorporó una escalera degranito que alteraba el trazo original y varios nuevos accesos fueron abiertos so-bre los muros originales, en tanto que también se agregaron nuevos murosprincipalmente en la planta baja. Por ejemplo, en este último sentido, cabe señalarque, durante este siglo, cu~ndo la familia J áuregui comenzó a tener en propiedadel inmueble, la cantina El Nivel dejó de ocupar la superficie total en la que sehallaba antes, la cual se prolongaba hasta las accesorias por la calle de Seminario.De esta manera, el segundo vano de izquierda a derecha sobre la fachada deMoneda, ocupado primero por una ventana, se convirtió en la nueva puerta deentrada a la cantina. Para separar la cantina de los nuevos locales con acceso porla calle de Seminario, entonces se incoporaron nuevos muros divisorios. También

fue entonces cuando el patio interior fue cubierto.

20 Archivo Histórico del INAH.

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Page 40: Dr. Francisco Barnés de Castro

Las alteraciones en la distribuci6n interior pueden ser ubicadas princi-

palmente en el presente siglo. Su sentido fue principalmente el de alojar los varios

locales comerciales que principalmente comenzaron a encontrar cabida en todos

los niveles del inmueble a partir de 1940.Al hacer un breve recorrido por las modificaciones en el edificio, encon-

traremos que ya en el presente siglo, con fecha 6 de septiembre de 1929, el Ing.

José R. Benítez, inspector general de Monumentos Artísticos e Hist6ricos concedi6

licencia al Arq. Pablo Lozano para realizar la amp1iaci6n de un claro en el edificio,

propiedad en aquel entonces de la Urbana, S.A., Compañía Constructora. Por

esta misma época fue que se cubri61a fachada con los aplanados de barro imitativos

del tezont1e, ya que es a partir de fotografías del inmueble correspondientes a

1930 en que éste aparece con estos elementos, en su primer y segundo niveles, así

como en el torre6n de la azotea, en tanto que su planta baja muestra en su fachada

aplanados imitativos de sillares de cantera.

Afortunadamente, la gesti6n de Jorge Enciso como Director de Monu-

mentos Coloniales y de la República en la década de 1930, incluso hasta 1940,

impidi6 la realizaci6n de más modificaciones en el inmueble, de lo cual brindan

amplio testimonio sus responsivas ante las peticiones de licencias para realizar

modificaciones en interiores y fachadas. De hecho, en 1940, ante petici6n de

Antonio J áuregui, apoderado de la propietaria Enriqueta J áuregui, en el sentido

de reformar la fachada, Enciso gir6instrucciones de realizar esto de acuerdo con

un proyecto, que no se llev6 a cabo, consistente en cubrir el aplanado imitativo

de tezontle con pasta de cal con 10% de cemento y color marfil, así como realizar

la restauraci6n del pretil y la limpieza de los elementos de cantería. Tal inter-

venci6n no se efectu6.En 1957, es importante señalar que fue concedida una licencia para quitar

de un claro de la fachada un muro de tabique de 28 cms. de espesor.

E129 de agosto de 1973 fue autorizada la realizaci6n de trabajos de limpieza

y pintura en el edificio debido al deplorable estado por éste presentado, de 10

cual brindan amplio testimonio las imágenes fotográficas de la época existentes.

Tales trabajos serían ejecutados con presupuesto del Departamento del Distrito

Federal por haberse declarado el propietario incapaz de absorber los gastos por

ellos implicados.Un citatorio para la presentaci6n del proyecto de modificaciones interio-

res del edificio fue emitido e16 de septiembre de 1977, Y e114 de septiembre de este

mismo año, se autorizan diferentes reparaciones a efectuar por los propietarios

del restaurante El Cardenal, Jesús Briz Infante y Oliva Garizurieta de Briz. Las

obras consistirían en el retiro de aplanados con el fin de colocar nuevos, cambiar

2 puertas de madera, renovar falso p1af6n, quitar piso de tarima y colocar loseta

de barro, abrir un claro sobre la losa para la escalera colocando un trabe para su

apoyo; así como la co10caci6n de tiro1 y pintura en algunos muros.

E19 de marzo de 1978 se efectu6 una inspecci6n del edificio, a raíz de la

cual se recomend6 emprender la restauraci6n de la fachada e1minando los agregados

a puertas, quitar el aplanado que simula sillares de piedra, y rehabifitar el inmueble

en cuanto a su uso. Estas obras no se realizarían en aquel momento.

Después de una nueva inspecci6n al edificio en 1980, se informaría del

estado general guardado por el inmueble. Se determinarían como los principales

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Page 41: Dr. Francisco Barnés de Castro

problemas, la presencia de humedad y grietas en los muros, así como el severo

deterioro de las vigas de madera.

Con fecha 6 de noviembre de 1981 se dio una licencia al propietario de la

cantina El Nivel para la adaptación de un baño en la que era su bodega de refrescos.

Luego de los sismos de 1985 se elaboró un reporte del estado general

guardado por el edificio y en una ficha de diagnóstico para determinar los daños

existentes, no se reportaron contingencias. A pesar de esto, en 1989, al efectuarse

otro informe sobre el edificio, con fecha de 21 de junio, se registró la presencia de

un ligero desplomamiento de l~ fachadas, deterioro de los v~nos de la planta

baja, viguería deteriorada y con filtración en el área del laboratorio dental; también

se indicó el hecho de que sólo se hallaba con un adecuado estado de conservación

el área ocupada por el restaurante El Cardenal.

Es en 1991 que a partir de la colaboración entre los propietarios del restau-

rante y la instancia gubernamental SEDESOL se realizaron obras de restauración

en el inmueble, en las áreas encontradas en uso por El Cardenal, consistentes en

la eliminación del yeso que cubría los vanos de cantera de la fachada hacia la calle

de Seminario, así como la limpieza de las vigas de madera y el cambio de las

duelas del piso.

.42

Page 42: Dr. Francisco Barnés de Castro

RESTAURACION

Descripción del proyecto de restauraciónUna vez incorporado al patrimonio inmobiliario de la: universidad, se determinóque el edificio tuviera un nuevo uso como sede del Programa Universitario deEstudios sobre la Ciudad.

En base al programa arquitectónico de intervención, se determinó que eranecesario contar con diversas áreas de oficinas, archivo, espacio para acervo yconsulta, totalmente compatibles y acorde con las características e importanciadel monumento.

43

Page 43: Dr. Francisco Barnés de Castro

!

)sI

levantamiento de la planta baja antes de la restauraci6n.Se observa el emplazamiento de la escalera y la invasi6n del patio central.

Trabajos previosA fines de 1995, se efectuó una etapa inicial de limpieza y exploración con el fin

de contar con datos para apoyar las primeras propuestas de reutilización del

edificio, y permitir la realización de un levantamiento arquitectónico a detalle,

fundamental para desarrollar el proyecto de restauración.

En esta etapa los trabajos comprendieron calas superficiales en muros, retiro

de muebles sanitarios e instalaciones en mal estado, y desalojo de basura y

escombro acumulados en los diferentes niveles del inmueble.

Criterio de intervención.Una vez desarrollado el proyecto de restauraci6n y sometido a la consideraci6ny autorizaci6n del INAH, quedaron establecidos los criterios generales deintervenci6n, consistentes básicamente en la recuperaci6n del carácter del sigloXVIII, rescatando el patio central, reubicando la escalera principal, y liberando

Vista de la fachada sur, antes de la intervención.

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Page 44: Dr. Francisco Barnés de Castro

mta baja del proyecto, recuperando el patio central y reubicando la escalera

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Page 45: Dr. Francisco Barnés de Castro

TRABAJOS DE RESTAURACIÓN ARQUITECTÓNICA

Fases de la intervenciónSe decidió realizar dos grandes etapas de restauración; la primera comprende unaparte de la planta baja y la totalidad del primer y segundo niveles, el torreón y laazotea que será utilizada como terraza. La segunda; contempla la recuperacióntotal del patio central y su escalera en planta baja y los locales restantes en esenivel, ubicados hacia la esquina del edificio, actividades que se desarrollarán

posteriormente.

Primera etapa

LiberacionesSe procedió a eliminar los muros no originales y elementos parásitos, demoliendo

la escalera de fábrica actual que resultaba ser poco funcional por haberse desa-

rrollado en un espacio muy corto dificultando la ejecución de los trabajos.

Una vez realizadas calas de exploración con mayor precisión, se encontraron

en el primer nivel, algunos vestigios de pintura decorativa original, realizándose

los trabajos de protección para su posterior restauración.

46

Page 46: Dr. Francisco Barnés de Castro

Se retiró la totalidad de los aplanados y recubrimientos

por encontrarse en mal estado y no ser originales, y con el fin

principal de exponer los deterioros existentes en la estructUra.

En este momento se ubicaron diversos vanos tapiados;

ventanas y puertas que en su mayoría datan del fines del siglo

pasado.Esta exploración a detalle permitió conocer con toda

precisión la conformación de la estructura portante, que en su

gran..mayoría es de muros construidos con materiales pétreos.

Igualmente se eliminaron acabados de pisos contemporá-

neos sin ningún valor arquitectónico y diversas instalaciones

eléctricas e hidrosanítarias en desuso.

El torreón presentaba un adosamiento hacia su parte norte,

consistente t:n un cuarto de principios de este siglo, cuya techum-

bre se encontraba a punto de desplomarse. Este cuerpo fue

demolido, recuperándose la volumetría original.

Las losas de concreto con bloques de vidrio existentes en

la parte correspondiente al patio central se encontraban so-

portadas con viguetas de acero estructural colocadas a mediados

de este siglo. Se procedió a demoler la parte central, dejando

únicamente las áreas perimetrales correspondientes a los co-

rredores, Sin retirar la estructura de acero ya que se determinó la

posibilidad de aprovecharla y evitar, por otro lado, posibles

deterioros ocasionados por las operaciones de eliminación de

empotres.

Consolidación estructural.

Ubicado sobre un terreno altamente compresible sobre los vestigios de diferentes etapas

y épocas constructivas,el edificio presenta deformaciones que son perceptibles a simple

vista y que son características de todas las construcciones circunvecinas.Considerando

que no era necesario emprender un trabajo de recimentación de gran escala, en virtud

de que la estructura, en principio no lo requiere, se definió un proyecto de reestructu-

ración que contempla esencialmente la consolidación y aflanzamiento de la estructura,

recuperando la capacidad de trabajo de muros y reforzando algunas zonas específicas.

Al término de los trabajos de liberación, que básicamente constituyeron

una exploración profunda, se hicieron evidentes una gran cantidad de afectaciones.

Múltiples grietas en los muros de mampostería, muros con secciones

heterogéneas y con materiales disgregados, putrefacción y pérdida de capacidad

de trabajo de la viguería en entrepisos y cubierta, llevaron a plantear un proyecto

de reestructuración de gran escala con el fin de garantizar la adecuada preservación

del inmueble y la seguridad de los usuarios.

Para los muros, se defInieron los procedimientos de consolidación en base a

inyecciones por gravedad con mortero adicionado con estabilizador de volumen, y en

algunos casos críticos, refue17.o con malla elearosoldada y reposición de materiales pétreos.

A fin de proporcionar refuerzos adicionales se construyeron castillos, trabes

y columnas de concreto armado, principalmente en la zona de la nueva escalera,

y en los muros sujetos a mayor concentración de solicitaciones.

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Page 47: Dr. Francisco Barnés de Castro

En los marcos de cantera originales también se realizaron algunas inyecciones

y rejunteo de sillares, respetando sus deformaciones.

Los muros medianeros, correspondientes a las colindancias norte y oriente,

presentaban complicaciones derivadas de la diferencia de secci6n entre los

diferentes niveles del edificio, y de las condiciones en que se desarrolla la repartici6n

de esfuerzos de los edificios colindantes, en virtud de que la carga de los entrepisos

de las construcciones vecinas confluye en un solo muro, sometiéndolo a un trabajo

considerable, por 10 que el tratamiento en estas áreas se tuvo que realizar con

gran cuidado, combinando los tres sistemas de consolidaci6n ; inyecci6n, remam-

posteo y refuerzo con malla de acero.

El sistema de entrepisos y cubierta a base de viguena y terrados, presentaba

una serie de deformaciones inducidas por el comportamiento del subsuelo y sus

repercusiones a la estructura del inmueble, así como las afectaciones derivadas de

la perdida de capacidad de carga de algunos de los miembros de madera.

En estos elementos estructurales se realiz6 una substituci6n total, mediante

un sistema a base de viguetas prefabricadas y bovedillas de poliestireno con su

correspondiente capa de compresi6n de concreto. Esta operaci6n implicó el retiro

de los rellenos de tierra, 10 cual permiti6 eliminar una gran cantidad de peso,

beneficiándose de manera importante la estructura.

La substituci6n de este sistema estructural fue un proceso complicado,

siendo necesario realizarlo por secciones para evitar dejar libres los muros de so-

porte, ya que en caso de algún sismo durante el proceso de obra, dichos muros, al

no tener ninguna restricci6n de movimiento podrían llegar a colapsarse.

Retirando el piso de duela y eliminando el relleno, se trabaj6 definiendo

tableros en forma alternada, y de arriba hacia abajo, evitando, el tener que construir

una compleja y costosa obra para el troquelado de los muros de fachada.

Para recibir el nuevo sistema estructural, se colaron dalas de concreto armado

en todo el perímetro con el fin de obtener una mejor distribuci6n de esfuerzos.

De esta forma, el nuevo conjunto estructural proporciona la rigidez suficiente a

la totalidad del edificio, con elementos que al interactuar en conjunto evitan que

las vigas de madera trabajen y se obtenga un mejor comportamiento sísmico con

materiales de mayor resistencia y capacidad de carga como son el acero y el

concreto.

Se respet6 el aspecto original de la viguena, eliminando las piezas inservibles,

dado su estado de afectaci6n por la polilla y humedad, realizando por otro lado,

la desinfecci6n pór inmersi6n de una gran cantidad de vigas originales, aplicando

aceite de linaza y volviéndolas a colocar junto con el tablado, totalmente nuevo,

que qued6 aparente y sirvi6 como cimbra muerta protegiéndolo con polietileno

para recibir la nueva estructura.

Tanto las vigas nuevas, así cómo el tablado fueron entintados para obtener

una coloraci6n uniforme y similar a la de la madera antigua.

En la azotea se redefinieron las pendientes de escurrimiento del agua plu-

vial y se aplic6 una impermeabilizaci6n de alto desempeño, a base de un manto

prefabricado de alta calidad, protegido por el enladrillado sellado con un sistema

tradicional a base de jab6n y alumbre.

Una vez liberado el torre6n también se retir6la cubierta que en esta área

era a base de vigas y ladrillo posiblemente del primer cuarto de este siglo, tanto

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Page 48: Dr. Francisco Barnés de Castro

por el tipo de sistema constructivo así como por la existencia de una inscripci6nsobre el dintel de su puerta :"1924".

En este caso también se coloc6 un sistema de vigueta y bovedilla y sereconform6 el pretil recuperando los arcos invertidos a manera de almenamientocolocando sus respectivos pináculos.

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Page 49: Dr. Francisco Barnés de Castro

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visuales indeseables.Se eliminó la totalidad de los recubrimientos no originales, substituyéndolos

con aplanados a base de cal y arena reforzados con fibra de polipropileno para un

mejor comportamiento.

Page 50: Dr. Francisco Barnés de Castro

Para la pintura, se seleccionó un color acorde a la gama cromática de laépoca, respetándose las disposiciones normativas del INAH, y utilizando pin-tura a la cal reforzada con resinas vinil-acrílicas, aplicando previamente un fondopigmentado, también a base de cal, para lograr una mayor uniformidad y

duración.Toda la ventanería fue substituida con piezas nuevas, ya que la existente,

cuya fabricación data de mediados de este siglo, se encontraba sumamente

deteriorada.

Otros trabajos de restauraciónSe encontró en el edificio una antigua escalera desarmada, de caracol, realizada

con fierro colado, que aunque carecía de algunas piezas, fue posible recuperarla yutilizarla para acceder del segundo nivel al torreón.

La escalera tuvo que ser limpiada, estabilizando el metal con ácido tánico,reponiendo piezas faltantes, fabricándolas en el mismo material y realizando las

adaptaciones funcionales necesarias.El port6n de madera ubicado en la fachada sobre la calle de Moneda, se

desmont6 para su restauraci6n total, retirando elementos decorativos colocadosen alguna época anterior, para lograr un carácter más acorde con el edificio.

La herrería original, a base fierro forjado fue restaurada eliminando pinturay 6xido, colocando piezas faltantes con material de secci6n similar.

Los restos de pictografía del siglo XVIII encontrados en el primer nivelfueron liberados, retirando las diferentes capas de pintura que los ocultaban,empleando bisturí tanto en seco c6mo con el auxilio de agua y alcohol etílico yremovedor. Se procedi6 al riveteado y consolidaci6n de los subestratos medianteinyección, reponiendo los faltantes de aplanado. Se plantea la reintegraci6n totalde la capa pict6rica y para una segunda etapa, recrear los motivos ornamentales

en otras zonas del edificio.

Instalaciones y acabadosEn lo referente a instalaciones, se colocaron sistemas hidrosanitarios, eléctricos y

de telefonía totalmente nuevos. Se instaló un núcleo de sanitarios completo en el

segundo piso, realizando todas las canalizaciones ocultas.El edificio contará con una red de cómputo, con cableado a través de un

zoclo apropiado para este fin.En cuanto a los acabados interiores, se colocaron aplanados a base de cal y

arena bruñidos, terminándolos con pintura del mismo tipo que se utilizó en los

exteriores del edificio.Los corredores y escalera se recubrieron con chiluca y para los núcleos de

sanitarios se emplearon azulejos hechos a mano.

Todos los pisos son de duela de encino y con el fin de absorber las diferencias

de nivel provocados por las deformaciones del edificio, se generaron diversos

escalonamientos, congruentes con el uso de cada local.

La herrería nueva, colocada en el área de los corredores, se hizo con fierro

forjado, conforme a una sección de barandal original encontrada en el edificio.

El patio central quedó techado con una cubierta translúcida, realizada con

una estructura metálica ligera.

51

Page 51: Dr. Francisco Barnés de Castro

Segunda etapaEn esta etapa, se contempla principalmente la recuperaci6n del patio central en

planta baja, así como la liberaci6n de espacios en los locales localizados en la

esquina sur poniente del edificio, eliminando agregados y realizando trabajos de

exploraci6n, consolidaci6n de muros y algunas acciones locales de refuerzo en la

cimentaci6n, desarrollando para esto último los trabajos de prospecci6n necesarios.

Las cortinas metálicas existentes serán eliminadas y se redefinirán los vanos

originales, reponiendo ventanería y herrería, restaurándose los elementos de

cantera, afectados por el intemperismo así como por la colocaci6n de toldos y

otros agregados.

I!:.

El primer piso, restaurado.

Segundo piso, conforme al proyecto de restauración.Se puede observar el emplazamiento de la escalera de caracol recuperada. (esquina inferior izquierda)

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CRONOLOGÍA

Siglo XVI

1521-27 El solar pertenece al conquistador Pedro González Trujillo.

1527 El propietario es el sacerdote Crist6bal Bello.

Rodrigo

GÓrnez Dávila adquiere el solar, posteriormente lo compraGáspar Dávila, quien, a su vez, 10 vende a Hernán Sánchez de Ortigosa.

Nuevamente

el solar es propiedad de Rodrigo Gómez y en él construye

su casa. Este mismo año, Fray Juan de Zumárraga, primer arzobispo

de la Nueva España, compra por la cantidad de ochocientos pesos oro

las casas de Martín López y Andrés Núnez; las casas eran colindantes al

poniente con el edificio esquinero de Arzobispado y San Sebastián.

También este año, el 8 de julio, se hace la compra a Manuel Flores de la

finca que éste poseía contigua a la casa compr~da originalmente a Medel.

El 30 de mayo de este año, adquiere el arzobispo la finca de Diego de

Soria, también contigua a la casa comprada a Medel..

Juan MartínezGuerrero recibe la propiedad de Rodrigo Gómez comodote. Comienza así la formación del que se conocería como MayorazgoGrande de Guerrero.

Según noticias dadas por Z umárraga, la finca sigue perteneciendo a Juan

Guerrero.

De

acuerdo con la interpretación de Carlos de Sigüenza y Góngora deltexto de Francisco Cervantes de Salazar México en 1554, al menos hasta1561, año del que data el recibo de arrendamiento de unas casas delHospital de Nuestra Señora para la Universidad, las casas ubicadas en laesquina de Arzobispado y San Sebastián (hoy Moneda y Seminario)funcionan como asiento provi~ional y primera sede de la UniversidadReal y Pontificia.

1562-66 En plano correspondiente a este periodo, la esquina de Arzobispado y

San Sebastián aparece marcada con "hachuras" y con una morfología no

muy precisa; sin embargo, en el solar localizado al norte de donde más

tarde se ubicaría la catedral, aparece una construcción con la inscripción:

ESTAS SON LAS ESCUELAS, con lo cual se infiere que en esta época,

la Universidad ya se encontraba en este lugar.

Según el plano de Upsala, el solar aparece con una construcción queseguramente era la misma levantada por Rodrigo Gómez.

La Universidad se traslada provisionalmente a parte de las Casas viejasde Cortés, hoy Monte de Piedad.

El solar aparece en plano de esta época con una leyenda a su pie que serefiere a Rodriga Gómez y en él se encuentra una construcción de dos

55

Page 54: Dr. Francisco Barnés de Castro

plantas .con una torrecilla esquinera. La Universidad ya está instaladaen la Plaza del Volador.

Siglo XVII

1628 De acuerdo con el plano de Juan Gómez de T rasmonte de esta fecha, el

edificio ocupa un espacio mayor al actual; en una aproximación al área,

realizada en el plano, se aprecia que el inmueble tiene un fondo dos

veces más grande, al menos, que el presentado en la actualidad.

1629 Ocurre una devastadora inundación en la Ciudad de México, la cual pro-

voca importantes daños tanto en el edificio esquinero de Arzobispado y

San Sebastián como en los inmuebles vecinos. Muchos edificios tales como

el Arzobispado, al ser sepultados por el lodo, hubieron de ser reconstruidos.

1630-40 El edificio es reconstruido.

1691-93 El solar y el edificio construido en él pertenecía a Gabriel Guerrero en

vínculo de mayorazgo.

Siglo XVIII

1720 El arzobispo José Lanciego y Eguiluz promueve la ampliación del

edificio del arzobispado y manda construir la cárcel eclesiástica.

1730-47 El arzobispo Vizarrón y Eguiareta efectúa la reedificación total del

edificio arzobispal.

1736 AgustÍn Moctezuma, poseedor del mayorazgo de Guerrero, pide

autorización a la Real Audiencia para reconstruir el edificio esquinero

de Arzobispado y San Sebastián.

1737 En el plano de Pedro de Arrieta aparece la configuración de la cuadra

de ubicación de la esquina que nos ocupa y del Arzobispado, limitada

por Escalerillas al norte, Santa Teresa al oriente, Arzobispado al sur y

San Sebastián al occidente. En la esquina de Arzobispado y San Sebastián

se aprecia la imagen del edificio reconstruido en el siglo XVII.

1743 José de Moctezuma Guerrero Dávila, nuevo poseedor del mayorazgo,

reedifica la construcción.

1751 Diego Moctezuma Guerrero Dávila arrenda el inmueble a Manuel de

Vergara.1760 De acuerdo con el plano dibujado por Carlos López, se confirman las

cualidades arquitectónicas del edificio en la esquina de Seminario y San

Sebastián, conservadas hasta la actualidad.

1793 El edificio aparece claramente delimitado respecto del Arzobispado.

En esta época, el último todavía contaba con el área trasera correspon-

diente a la cárcel eclesiástica.

Siglo XIX1823 Severiano Guerrero Moctezuma es poseedor del Mayorazgo Chico de

Guerrero, que incluía la esquina de Arzobispado y Seminario.1836 Adquiere la casa la señorita María de Jesús Ariscoreta.1842 El edificio es comprado por Gaspar Alonso de Ceballos.1843 Lorenzo de la Hidalga, un renombrado arquitecto español apoyado

por Santa Anna y algunos hombres de negocios, proyecta en este año

56

Page 55: Dr. Francisco Barnés de Castro

la realizacibn de modificaciones sustanciales en la Plaza Mayor. En

ilustracibn del proyecto, realizada por Pedro Gualdi, aparece la esquina

de Moneda y Seminario con la configuracibn que le fue propia desde el

siglo XVIII, con su característica torrecilla esquinera de un solo cuerpo

y remate superior almenado con pináculos.

Muere Gaspar Alonso de Ceballos y sus herederos toman posesibn del

edificio. Guadalupe García Obeso de la Riva queda luego como única

propietaria.Se localiza en el edificio el famoso Café del Correo, ampliamente con-

currido por los funcionarios de gobierno de la época. En este año fallece

Guadalupe García Obeso de la Riva.

El edificio es adquirido por Rosa Baric de Gult y queda como heredera

de éste su hija, Emilia Gult de Moreno.

En el pie del edificio se localizaba una tienda de abarrotes propiedad de

Manuel Lozano.

Inauguracibn en la planta baja del edificio de la cantina que, cuando se ins-

tala el monumento hipsográfico de la Ciudad de México frente a ella, toma

el nombre de El Nivel. La inauguracibn se realiz6 el 23 de julio de este año.

Instalacibn del monumento hipsográfico de la Ciudad de México,

tradicionalmente conocido como Nivel de la Ciudad, frente a la esquina

correspondiente a Moneda y Seminario.

Habitan en el edificio la familia Moreno Gult, así como la familia de

Cipriano Vaal, maestro impresor.

Se arrenda el almacén de la planta baja a Juan Gutiérrez Vargas.

Siglo XX

1905 Fallece Emilia Gult. Quedan en propiedad del edificio sus herederos

Alma Deguetau de Gómez Pliego y el Ing. Juan A. Navarro. Este mismo

año, el último queda como propietario absoluto del inmueble.

El Gobierno Federal compra el edificio y hace modificaciones en el

torreón de la azotea.

Juan Gutiérrez Vargas deja de arrendar el almacén en la planta baja.

Se realiza la placa conmemorativa del aniversario de la Universidad que

es colocada sobre la fachada sur del inmueble.

Adquieren el edificio Trinidad Scholtz y Piedad Iturbe; posteriormente,

lo compran Manín Urrutia Escurra y su esposa Carmen Lanzagona.

El Gobierno Federal vuelve a comprar el inmueble.

El Panido Nacional Revolucionario repona el edificio como de su

propiedad en el mes de agosto. El 6 de septiembre de este año se con-

cede la licencia para la realización de una obra interior en el edificio; se

trata de la ampliación de un claro. Este mismo año, La Urbana, S.A.,

Compañía Constructora se conviene en dueña del edificio.

La compañía constructora Urbana, S.A. es todavía propietaria del

edificio, aunque ya el 29 de agosto de este año, la Compañía Negociadora

de Bienes Raíces, S.A. se conviene en la dueña del inmueble. En el

segundo nivel del edificio se halla presente el Instituto de Ciencias

Sociales, Económicas y Administrativas.

19151919

19251929

57

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1936

1970

1971

Con fecha 10 de marzo, se informa sobre la existencia de un rótulo de

lámina con la leyenda peluquería sobre las jambas de cantería de una

puerta.Jorge Enciso, director de la Oficina de Monumentos Coloniales de la Re-

pública, hace del conocimiento de una compañía de bienes raíces que el

edificio fue considerado como monumento histórico por estar ubicado

en el solar donde se localizó la primera sede de la Real y Pontificia Uni-

versidad de México.

El 24 de julio se da a conocer la colocación de un rótulo que anunciaba

la presencia de una clínica dental, de dimensiones mayores a las fijadas

por el Reglamento.

EnriquetaJáuregui adquiere el edificio. Su hijo, Antonio Jáuregui pide

la autorización para restaurar parcialmente el edificio; a pesar de que

ésta fue concedida, la intervención no se realizó.

Existe un rótulo adosado al muro que infringe el Reglamento, cuya le-

yenda dice: La Bocana.

Con fecha 15 de octubre se reporta la presencia de un rótulo adosado al

barandal y que cubre elementos de cantería de la fachada infringiendo el

Reglamento. Tal rótulo presenta la siguiente leyenda: Unificación de vete-

ranos de la Revolución.

Se concede una licencia para quitar de un claro de la fachada un muro

de tabique de 28 cms. de espesor.'

El 13 de febrero se da una licencia para la colocación de 2 rótulos de lá-

mina con fondo blanco y letras negras, en los claros de las ventanas del

primer nivel, con la leyenda Dr. Chousal y Venéreas .

En el mes de abril se abre en la planta baja del edificio, en el extremo

oriente, sobre la calle de Moneda, con proximidad al poniente con la

cantina El Nivel, un local de tacos al carbón que sería el antecedente del

restaurante El Cardenal (antes había un bazar). En el primer piso del edi-

ficio, justo arriba del local de tacos, está ubicado un taller dental, y

contiguo a él, al poniente, hay un consultorio dental.

Se da la orden de retirar un rótulo que dice Tacos al carbón ellO de fe-

brero; sin embargo, el 30 de abril se da licencia para que prosiga el

letrero en su lugar.

Se autoriza la permanencia de un rótulo con la leyenda Vitrinas para

exhibir muestras dentales.

El 29 de agosto se autoriza la realización de trabajos de limpieza y

pintura en el edificio, efectuados por el Departamento del Distrito

Federal.

El6de septiembre se emite un citatorio para la presentación del proyecto

de modificaciones interiores del edificio. Con fecha 14 de septiembre,

se autorizan diferentes reparaciones en el inmueble.

El antiguo local de tacos que se había convertido en el restaurante El

Cardenal, se expande al primer piso, al área ocupada antes por el taller

dental; este último traslada sus instalaciones a la esquina oriente del

segundo piso. El consultorio dental sigue en el mismo espacio que

ocupaba en 1969. Durante este mismo año, El Cardenal también ocupa

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1979

19801981

1982

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1989

1991

1992

1994

el patio de distribución, rellano del inmueble, localizado en el primerpiso. El 9 de marzo de este mismo año se efectúa una inspección del

edificio.En este año, El Cardenal vuelve a ampliar sus instalaciones; ahora,hacia el área del primer piso que da a la calle de Moneda. El consultorio

dental permanece ocupando su mismo lugar.Se realiza una nueva inspección al edificio.Con fecha 6 de noviembre se da una licencia al propietario de la cantina

El Nivel para adaptar un baño en la que era bodega de refrescos.Luego del 13 de octubre de este año, debido al decreto presidencial enmateria de edificios históricos, el inmueble comienza a formar parte deldominio público de la Federación, después de ser adquirido por la

SAHOP, a su anterior propietario, Antonio Jáuregui.En una ficha de diagnóstico para determinar los daños ocasionados por

los sismos de septiembre en el edificio, no se reportan contingencias.En informe sobre el estado general del inmueble, realizado el 21 de

junio, se indican diversos daños.Se realizan obras de restauración en el edificio, a partir de la colaboraciónentre los propietarios del restaurante El Cardenal y SEDESOL.El 28 de agosto de este año es cerrado el res~aurante El Cardenal en cum-plimiento de las disposiciones federales respecto del uso del inmueble.El edificio es desincorporado del dominio público de la Federaciónpara comenzar a formar parte del patrimonio de la UNAM, en cum-plimiento del decreto del 18 de noviembre del mismo año, en el cual sereconocen las prerrogativas de la Universidad sobre el inmueble por la

relación histórica del solar con la institución educativa.Se firma el contrato para la restauración integral del edificio con fecha29 de abril. El proyecto contempla el acondicionamiento del inmueblepara albergar el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad.

1996

59

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BIBLIOGRAFÍA DE TEXTOS HISTÓRICOS

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Valle Arizpe, Artemio de, Por la vieja calzada de Tlacopan, 2a. ed.., Compañía

General de Ediciones, México, 1954.

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ESTUDIOS y APOYOS ESPECIALES

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXIco

Lic. Miguel Martínez MaestreDirector General de Patrimonio

Lic. Luis Mosqueira Pérez SalazarSubdirector de Promocibn, DGP.

Arq. Zoraida Gutiérrez OspinaJefa del Departamento de Bienes Artísticos y Culturales, DGP.

Arq. José María Gutiérrez TrujilloDirector General de Obras y Servicios Generales

Arq. Jorge Campuzano Fernández

Director de Proyectos, DGOySG

Ing. Héctor García MartínezDirector de Conservación, DGOySG

Dr. Carlos Chanf6n OlmosMiembro de la Junta de Gobierno

Lic. Guadalupe Ferrer AndradeDirectora de TV UNAM

Lic. Albino Alvarez GómezSubdirector de Produccibn TV UNAM

lNsTrruTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORJA

Arq. Salvador Aceves GarcíaCoordinador Nacional de Monumentos Hist6ricos

Arq. Agustín Salgado AguilarDirector de Apoyo Técnico de la Coordinación

Nacional de Monumentos Históricos

Arq. Raúl Salas EspíndolaDirector de Licencias, Inspección y Registro de Monumentos Históricos

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RESTAURACIÓN

Coordinaci6n general y supervisi6n de trabajosZoraida Gutiérrez OspinaJulio Valencia NavarroLuis Mosqueira Pérez Salazar

Inmueble

ProyectoLuis Ortiz Macedo

Proyecto estructuralColinas de Buen, S.A.Luis Fernández Arteaga

ObraRicardo Prado NúñezEnrique Güenez García

SupervisiónCarlos Cruz Rodea

Apoyos EspecialesAldo Francisco Cárdenas FarfánVÍctor Hernández Juárez

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EDICIÓN

Coordinaci6nLuis Mosqueira Pérez SalazarZoraida Gutiérrez Ospina

Textos históricosEmilio Coral García

Texto de restauraciónJulio Valencia Navarro

Apoyo TécnicoMiguel Ángel BahenaFernando Castillo BonillaBeatriz Gurza GonzálezConcepción Ortiz MacedoFelipe Sánchez LópezLuis Roberto Torres Escalona

FotografíaArchivo Fotográfico del INAHArchivo General de la NaciónCentro de Estudios Sobre la UniversidadDirección General del PatrimonioCarlos Osorio PadiernaJuan Manuel Patiño Donnadieu

Diseño GráficoCarlos del Castillo Negrete

ImpresiónEstampa Artes Gráficas

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