SÉPTIMO HÁBITO
Principios de autorrenovación equilibrada
Renovación de cuatro dimensiones personales
La dimensión física
Consiste en cuidar afectivamente de nuestro cuerpo; comer bien y ejercitarlo de manera
regular
Si se actúa sobre la base del valor del bienestar físico, se fortalece la autoestima, auto confianza
y seguridad
La dimensión espiritual
Es la dimensión que proporciona liderazgo a nuestra propia vida y está relacionada con el hábito de "empezar con un objetivo en mente"
La dimensión espiritual es nuestro núcleo, nuestro centro, el compromiso con nuestro sistema de valores.
La dimensión mental
El desarrollo mental proviene de la educación formal. Sin embargo, cuando nos liberamos de la escuela dejamos que la mente se atrofie pues no leemos, escribimos o pensamos en forma crítica
Leer, visualizar, planificar y escribir son formas de renovación mental.
La dimensión social / emocional
Se centra en los principios de liderazgo interpersonal,
comunicación empática y cooperación creativa.
Las dimensiones social y emocional están ligadas entre sí porque nuestra vida emocional se desarrolla primordialmente a partir de nuestras relaciones con los otros, y en ellas se manifiesta.
Programando a los otros
"Trate a un hombre como es y permanecerá como es. Trate a
un hombre como puede y debe ser y se convertirá en lo
que puede y debe ser"
Goethe
Equilibrio en la renovación
En una organización, la dimensión física se expresa en términos económicos. La dimensión mental o psicológica
tiene que ver con el reconocimiento, el desarrollo y el empleo del talento. La dimensión social/emocional es la de las relaciones humanas. La dimensión espiritual se refiere a la búsqueda de un sentido o propósito y la integridad de la
organización
La sinergia en la renovación
La renovación equilibrada es sinérgica. Lo que uno hace para afilar la sierra en cualquiera de las dimensiones tiene efecto positivo en los otros,
porque están altamente interrelacionados
La espiral ascendente
La renovación es el principio y el proceso que nos permite ascender en una espiral de crecimiento y cambio, de perfeccionamiento continuo.