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7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
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,
SEMIOTICA
E INFORMACION
Eduardo Zapata
Saldana
l.
lntroducci6n
ll.
La informaci6n
en
un
solo
sentido:
Procesos
Transmisivos
lll.
Etapas
de
un
proceso
informativo
Notas
,,,/
EL
SIGNIFICADO
Carlos
L6pez
Degregori
t.
lntroducci6n
ll.
Definici6n
analftica
o
referencial
del
significado
lll.
Definici6n
operacional
del
significado
lV.
Denotaci6n
y
Connotaci6n
Notas
EL PROCESO
DE
I.A
COMUNICACION
Teresa
t.
il.
ilt.
Notas
Mouchard
lntroducci6n
Elementos
del
proceso
comunicativo
Factores
de perfeccionamiento
y
degradaci6n
de
la comunicaci6n
Y
j
PAGINA
L
]
X
P
Q
R U
@
@
Q
@
@
U
U Q
@
U U
@
@
@
U
Q
@
,
R
v
C
~
x
-
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EL
LENGUA.JE
COMO
TECNOLOGTA
Juan Biondi
Shaw
L lntroducci6n
ll.
Lenguaje,
realidad
y tecnologfa
lll.
Lenguaje
y
apropiaci6n
del mundo
lV.
Lenguaje
y
escritura
V.
Adquisici6n
de los signos
Notas
LAS FUNCIONES
DEL
LENGUAJE
Carlos
L6pez Degregori
L
lntroducci6n
ll. Funciones
del
Lenguaje
seg0n B0hler
lll.
El
modelo de Roman
Jakobson
Notas
slgnos,
lniormacl6n y
Lenguafe,
recoge
trabajos preparados
especialmente
por
los profesores
Eduardo
Zapata,'
Teresa
Mouchard,
Juan
Biondi
y
Carlos
L6pez
Degregori.
En
primer
lugar,
se
pretende
introducir
al
lector
en
una
reflexi6n
sobre
la
importancia
de
ra
informaci6n
en
ra
sociedad
contempor6nea
a
partir
de
la
disciprina
semi6tica
o
estudio
de
los
signos.
con
un
crilerio
sistematico
se presenta
ermundo
de
la
informaci6n,
poniendo
particular
6nfasis
en
ros
procesos
informativos
que,
careciendo
de
intencionalidad
significativa,
alimentan
a
los
individuos
con
multiplicidad
de inforriaciones.
Se propone,
luego,
un
modelo
de
an6lisis
operativo
de
los
elementos
que
intervienen en
elproceso
de
comunicaci6n,
Este
modelo permite
identificar
los
factores
que
intervienen
para
el
perfeccionamiento
y
degradaci6n
de
los
procesos
comunicalivos.
lgualmente
se presentan
las
distintas
posibilidades
de
abordar
elsignificado
planteando
las diferencias
entre
significado
referencialy
operacional,
asfcomo
la
distinci6n
entre
denotaci6n
y
connotaci6n.
Por
0ltimo,
partiendo
de
ros
conceptos
b6sicos
de
la
ling,tstica
general,
se plantea
el concepto
del
lenguaje
corio
una
tecnologla,
en
tanto
creaci6n
humana para
talpiopiaci6n
de ra
realidad.
Esto,
dentro
del panorama
general
de
la
competencia
existente
entre
er
-
renguaje
y
olros
sistemas
sfgnicos,
competencia
que
afecta
ra
apropiaci6n
de
ros
signol
y
su
manejo.
Universidad
de
Lima
117
121
123
124
127
135
6
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Eduard o
Zapata
Saldarla
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Cuando se
califica
a nuestro
tiempo como
una
6poca signada por
la
informaci6n,
de inmediato
imaginamos
al
hombre
y
su
mundo
envueltos en
noticias
provenientes
veloz
y
simult6neamente
de
todas
partes
del
planeta.
Pensamos
en
computadoras,
sat6lites,
imAgenes
de
televisi6n
y
propuestas
publicitarias.
Y
para
referirnos a
todo ello
utilizamos
palabras.
De manera
que
la
informaci6n
aparece
en una
primera
instancia
como vinculada
necesariamente
a una
R
@
@
O
-
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fuente
emisora intencional, y
reductible -a
firr de cuenta-
al
empleo
de
signos
linguisticos.
Sin
embargo,
los datos, las noticias,
la
inforrnaci6n
que
el ser
humano
extrae y
procesa
no
proviene
0nicarnente
del
mundo
de
lo
intencional
y
menos
exclusivamerrte
del mundo
clel
lenguaje.
ALn
cuando
nos
cueste
percibirlo
con
claricJad
porclue
culturalmentc
estamos
predispuestos
a sLlponer
que
cjetr.ls
de
la
infornraci6n
hay alguien
que
quiere
decirnos
algo,
aun
cuando
nos cueste
admitirlo
-deciamos-
los
cJatos
y
noticias
con
los
que
trabajamos
cotidianarncnte
provienen
indiscriminadanrente
de
est[mulos
cieliberadantente
producidos
para
informar,
pero
tambi6n
de
estlmulos
ajenos
en
el origen
a
toda voluntad
significativa.
Observemos,
por
ejemplo,
un dfa de
nuestra
vida.
y
detengdmonos
a
ensayar
una
clasificaci6n
provisoria
de
la
informaci6n
que
hentos
extra[do
y
procesado
clurante
las
horas
de ese
dia.
Si
somos alumnos
universitarios
scrd
,,natural,,
que
primero
vengan
a
nuestra
mente
informaciones provenientes
de
Ios diferentes
cursos
o
12
UNIVERSIDAD DE LIMA
asignaturas
que
la
Universidad
nos ha
ofrecido;
identificarernos
la informaci6n
con
libros,
apuntes,
avisos,
oi'ientaciones.
Pero
si
seguimos
clasificando
los
datos
obtenidos
reconstruiremos
informaciones aprehendidas
del
estacjo
del
tiempo,
del 6nimo
de
nuestros
familiares,
de
nuestra
propia
habitaci6n,
de la
calle,
de
nuestra
ciudad,
en
fin, de
todo un
universo
de
estlmulos
carentes
de
una
fuente
emisora,
pero
que
sin
embargo
nos conducen
a
la
captaci6n
de datos,
noticias,
informaciones.
Aun cuando, entonces, asociemos
informaci6n
con
intencionalidad
expresada
especialmente
a
trav6s
del
uso
del
lenguaje,
una
reflexi6n primaria
nos
dice
que
infornraci6n
no
supone
por
fuerza
intencionalidad
y
no
se
reduce
al consumo
de
palabras.
Pensemos
en
una
situaci6n
de
competencia
informativa.
Los
libros
escolares
y
los
medios
de
comunicaci6n
nos
proporcionan
datos
sobre
un
"deber
ser,,
en
referencia
a la
relaci6n
individuo/medio
ambiente:
el
equilibrio
ecol6gico.
Pero
junto
a
este
"deber
Sr>,
l
propio
,,ser),
de
nuestra
existencia
cotidiana
nos
lleva
a
13
-
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aprehender
datos
y
noticias
sobre
la consideraci6n
red
que
la
sociedad en la
que
vivimos
tiene, respecto
a ese
tenra.
N6tese a travtis
de este caso
que
el
lrecl-ro
de
que
una
informaci6n sea
tral:ajada sistem6ticarnente
para
que
sea
entendida
y
aceptada
no
garantiza per so
resultados.
Porque
lo
que
nos
,,dice,,
nuestro entorrro
compite
para
bien
o
para
mal,
con
aquello
que
nos
ha sido
planteado
intencionalmente.
Y
yendo
al
plano
del
efecto
de
la
informaci6n
sobre
la
conducta:
LserA
la
informaci6n
intencional
la
que
alcanzarf resultados
o, en
la
competencia
signica,
ser6 la informaci6n no
intencional
la
que
movilizar6
nuestro
comportamiento?
De todo esto
resulta
que
al
considerar
la
informaci6n,
no
solo hay
que
considerar
la
informaci6n
deliberacla
o no
deliberada, sino tomar en
cuenta tambi6n
que
los elementos
significativos
que portan
esta
informaci6n compiten entre s[
por
st.r
efectividad. De tal
forma
que
si
se
quiere
estudiar
los
procesos
informativos
en
una sociedad no basta
con determinar como
objeto de
estudio
los
signos
intencionalmente
producidos
para
significar,
no basta con
aislar los
signos
linguisticos
conlo
14
UNIVERSIDAD DE LIMA
objeto
de
estudio,
sino contemplar en su
conjunto
"la
vida
de
los signos en
el
seno de
la
vida social".(1)
Para
reflexionar
sobre
la
informaci6n,
por
lo
tanto,
es
rndispensable
que
distingamos
entre
el
conocimiento
cotidiano,
que
como
ya
vimos
puede
inducir a error
(considerar que
toda
informaci6n
es
intencional)
y
el
conocimiento
cientifico.
Y en este deslinde se hace
necesario
introducir dos
conceptos:
el
concepto
de
Metalengua
y
el concepto de
Lengua-objeto.
cQu6
es
la
Lengua-ob.ieto?,
La
delimitaci6n
de
nuestro objeto
de
estudio,
el
universo sobre el
cual
nos
interesa una
reflexi6n
cient[fica.
En nuestro caso, como
ya
serialamos,
ese
universo es el
de
la
informaci6n sustentada
en
la
observaci6n del
funcionarniento
de
los signos en
la
sociedad.
Pero
para
realizar
una
observaci6n
cientifica
y
no
basada en impresiones subjetivas
se
requiere tener
claro
el
concepto
de Metalengua. cQu6
es
la
metalengua? cQu6
supone hablar del
nivel
metalingulstico
de
una ciencia?
El
i
@
@
@
@
@
@
15
-
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Metalenguaje,
denominado
asi
porque
es un lenquaje
formulado
para
hablar
de otro
lenguaje
(por
escr
Mdralengua: m5s
allS
de la lengua),
es
el conjunto
sistemAtico
de
conceptos"
de
los
cuales
se
vale
una
disciplina
para
dar
cuenta de
su objeto
de
estudio.
Asiel nivel
de
Lengua
obieto
en la
psicologia (objeto
de
estudio)
serfa
la conducta,
cuya
explicaci6n
cientifica
requiere de un aparato
conceptual
otrecido
por
la cicncia
psicol6gica.
En
esta
necesidad
de
precisiones la
palabra
mercado,
para
ia
Economia,
se
refiere
al
punto
de
encuentro de
la
oferta
y
la
demanda
y
no a
lo
que
el
conocimiento cotidiano
nos
puede
hacer
suponer.
Y as[,
en
diferentes
ciencias,
pensemos
en
conceptos
que
tienen
validez
dentro
del aparato
conceptual
de
esas ciencias.
Las
palabras palanca y
fusi6n en
Fisica,
los
t6rminos
lengua
y
arliculaci6n
en
la
Linguistica,
el
concepto
de
elemento
en
Quimica,
etc.
Si
nuestro nivel
de
lengua-objeto
es el
universo
de
la informaci6n,
como
lo anunci6barnos
anteriormente,
requeriremos,
para
su anSlisis,
del
aparato
conceptual
o
It)
UNI
ERSIDAD DE LIMA
metalenguaie dado
por
una disciplina
capaz
de
ofrecernos
los
instrumontos
de
reflexi6n
requeridos.
Esa
disciplina
se16
la
Semiologla
o
Semi6tica,
que
es
la
disciplina
encargada
de
estudiar la
vida
de
los signos
en
el seno
de
la
vida
social.
AsftendrramOsi
METALENGUAv
LENGUA\
OBvETO
610NOS EN LA
30CIEDA0
Esta disciplina, la
semiologfa
o
'semi6tica,
fue
esbozada
por
Ferdinand
de
Saussure en
las
clases
dictadas
por
estB linguista ginebrino y
recogidas
en
el
Curso
de
Ungufstica
General
publicado
por
sus disclpulos
en
1915.
De acuerdo
a
Saussure
los
signos
lingulsticos
eran s6lo
una
parte
de los
signos
que
ss entretejlan
en
una
sociedad,
y
en
ese
sentido
si
bien
existfa
un
metalenguaje
lingulstico
para
dar
cuenta
del
lenguaje,
se requerla
de otra
disciplina
capaz
de explicar
ol
comportamiento
de los
17
[IttLv
-
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signos
on
general.
Asf so
plante6
la necesidad de
la
serriologfa,
do
la cual la
lingufstica
sorfa
s6lo
un
capltLrlo(a
Entro
Metalengua
y
Lengua-objeto
hay
necesariamente
una
relacl6n
de
interdependencia.
Es
decir,
no
hay nada en el metalenguaje
que
no est6 referrdo
a
una
delimitaci6n
conceptual
del nivel
de
Lengua-objeto
y
viceversa:
no hay nada a nivel de Lengua-objeto
que
antes
no haya
sido
conceptualizado
a nivel
del
Metalenguaje. Asf,
el
hombre
como
realidad independiente
de una
disciplina
cientilica
es el
mismo
que
sirve
de
objeto
de
estudio
a
disciplinas
como la
Antropologia
o la Psicolog[a.
Pero cada
una
de
estas
ciencias lo concib
peculiarmente
singularizando algunas do las dimensiones de su
quehaccr
y
precisando
esa
dimensi6n como objeto
de esludic.
El
avance
del
Metalenguaje
de
una
disciplina
supondrA
mayores
delimitaciones
y
precisiones
en el
nivel
de
Lengua-objeto,
y
evidentement
la
identificaci6n
de
estas
mayores
precisiones
enriquecerS el
aparato conceptual
metaling0[stico
UNIVERSIDAD DE LIMA
Ahora estamos
en
condiciones de retomar el mundo
de Ia informaci6n, de recordar
que
6sta
no se
sustenta
rjnicamente
en
estirnulos
voluntariamente
producidos para
significar
y de
reafirmar
que
los
signos
lingulsticos
no
son
los
0nicos
portadoi'es
de
informaci6n. Y
si
todas
estas
observaciones
las
vinculamos
con
Ia
constataci6n de
que
los diferentes signos
que
se entl etejen en una
sociedad
compiten entre sl
por
su
efectividad,
nos
enfrentamos al
nivel de Lengua-objeto de la semi6tica: su
preocupaci6n
por
los
signos
en
general.
Bequeriremos,
por
tanto
y
en
virtud
de
la
interdependencia
ya
senalada,
de
un
metalenguaje
que
nos
proporcione
conceptos
capaces de
asegurarnos
un
estudio autocoherente,
exhaustivo
y
simple.(3)
Nuestro comOn impulso
por
.dar
sentido"
a
todas
y
cada
una
de
las
cosas
y
ocurrencias
se
enriquecerS con
un mayor manejo conceptual
sobre
la
vida
de
los
signos.
La
semi6tica no s6lo
es un ejercicio cientifico e
intelectual
que
se ageta
en
la
disciplina
misma,
sino
que
debera
posibilitar
un enriquecimiento de
nuestra condici6n
de
generadores y
consumidores
de
informaci6n.
Cuanto
m6s
l
.t
18
e
I
19
-
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9/21
sistemetico sea
nLrestro
conocimiento
respecto
a la
informaci6n,
nos alejaremos
-con
certidumbre
cierrtffica-
de
los
"me
parece",
"creo
que"
y
transitaremos
con
seguridad
en
el
descubrimiento
cle
elementos, estructuras
y
funciones.
l-labrd
cJe interesarnos,
pues,
el
caracter
sistem6tico
de
la informaci6n. La referencia
de
nucstros
conocimientos
a
un
sistema
perntiti16
que
nuestros
continuos avances conceptuales
sobre
la informaci6n
posean puntos
de referencia
estables
capaces
de
permitirnos.dar
un
sentido,,
cientiflco
-y
por
eso humano-
a
nuestra
existencia.
ll. LA INFORTVIACION EN
UN
SOLO
SENTIDO:
PROCESOS
TMNSMISIVOS
lmaginemos
una
situaci6n
cl6sica:
las
caracterfsticas
del sonido
de una moneda
al impactar
sobre
el
piso
pueden
evocar en
nosotros muchas
sensaciones
y
reflexiones.
Un
r6pido
reconocimiento
del
sonido
nos hace
irnaginar casi de inmediato
el tamafro,
peso y
probable
UNIVERSIDAD DE LIMA
valor. El
posible
color
del
metal, la
forma,
la
distancia
que
ha recorrido
antes de impactar,
la
rapidez
de
la
caida
misma.
En
fin,
la
caida de la
moneda
(y
su impacto)
"nos
dir5"
sobre
si vale
la pena
el
esfuerzo de
recogerla.
La
cantidad
de datos
o
noticias recogidos
en
la
situaci6n descrita
nos sit0a ante la
necesidad de
intentar
contribuir
a
que
el
metalengua.je
semi6tico,
es decir los
t6rminos formales
de
esta disciplina,
permitan
una
descripci6n
de fen6menos
andlogos. Porque
la experiencia
interactiva
nos dice
que
cuanto m5s
sistematicemos
nuestras
ideas
y
conocimientos
en
torno a estos
proceso$
"en
un
solo sentido",
que
por
ahora
seflalaremos
s6lo
como
no comunicatlvos,
estaremos
en mejores condiciones
de asumir
conductas
predictivas.
cExiste,
de veras,
lo
que
como
"lenguajes
de
la
naturaleza"
podriamos
denominar
o,
aun,
de
"las cosas"?
Responder a esta sencilla
pregunta
nos
pone
frente
a la
necesidad
de
establecer delimitaciones
en
el
comportamiento
signico
de los elementos
de una
sociec.lad.
20
21
-
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10/21
Y
nos
obliga,
entonces,
a
emprender
una
experiencia
que,
con
ayuda de los
conceptos
provenientes
de la semi6tica,
nos
permita
las respuestas
que
el conocimiento
cientifico
habr6
de
proveernos.
Empecemos
por preguntarnos
si habla la naturaleza.
Hoy
nos
parecerA
extrario,
pero
es claro
que
el
honrbre
,,primitivo"
nos hubiese
dicho autom6ticamente
que
s(,
que
no solo habla, sino
que
lo hace en
nombre de
la divinidad.
Asi,
el sol, el rayo, las
ntaTeas,
un eclipse
o
una
sequia
serian
-desde
esta perspectiva- una manera
de
hablar
de
los
dioses,
constituiri'an
-entonces-
su
"lenguaie".
Y,
ciertamente, hoy desdenaremos
esta
creencia,
sonreiremos ante la
"mentalidad
primitiva,'
que
confiere
al
rayo un signi{icado divino,
pero
nos
persignaremos
ante
el
primer
remez6n
que
indique
un temblor
de
tierra.
Sin
embargo,
la ciencia
nos
ha
dado
una
respuesta
base.
La
naturaleza,
con sus
leyes
y
elementos, no
obedece a la divinidad; la naturaleza
es, estA
y
ocurre,
pero
esta ocurrencia
es ajena a
toda intencionalidad.
22
Nl
ERSIDAD DE LIMA
Pero decir
que
la naturaleza
no
nos
habla, ni
por
si
ni
como
mediadora, no implica
que
los hechos, elementos
o
procesos
de la naturaleza
no signifiquen. Porque,
para
usar una
designaci6n de Umberto
Eco, hechos, elementos
o
procesos
de
la naturaleza
constituyen un tipo
de
"signos
naturales"
que,
en
cuanto
tales,
nos
proveen
de
informaci6n
sobre el entorno
natural.
Y
iun
estornudo, un
bostezo,
un tic nervioso, el
enrojecimiento
del rostro ante una
situaci6n
embarazosa?
En fin,
todo
ese
mundo
de
actos
inconscientes
que,
siendo
producidos
por
el hombre,
escapan
a su voluntad,
deliberaci6n
o
inteligencia...
cTambi6n
significan?
Todos
lo
sabemos. Tanto
que
regulamos
nuestra
conducta
a
partir
de esa
observaci6n.
El
profesor
acorta
la
clase
ante
Ias
expresiones
de agotamiento
del
alumno,
este toma
sus
providencias
si el
gesto
del
maestro
traduce enojo;
por
ltimo,
quisi6ramos
desaparecer
cuando
nuestro
rostro
se
enrojece
y
revela
asi
la incomodidad
ante
una
situaci6n
que
nos
parece
ridicula.
Se
trata,
por
tanto,
de otro tipo
de
signos
naturales,
porque
debajo
de
ellos
tampoco
identificamos
la
presencia
de
una
voluntad
o
deliberaci6n.
23
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
11/21
Hasta
aqul
hemos
aludido
a
la
existencia
de
signos
naturales
y
a una
rjistinci6rr
de dos
tipos
de
estos'
Pero,
y
auna
licuadora,
una
tostadora,
un horno
de microondas,
un
autom6vil, una casa, una
ciudad
limpia
y
ordenada?
No
podemos clecir
que
se
trata
de
signos
naturales
porque
se
sLlstentan
en
fen6menos
que
han
derivado
de
la
inteligencia
hunran
a. LY
tambi6n
significan?
Aun
cuando
se
trate
de
creaciones
humanas
formuladas
para
satisfacer
una
serie
de necesidades
humanas
no
significativas,
es
evidente
que
.rodos
obtenemos
informaci6n
a
partir de
estos
elementos.
En estos
0ltimos
casos,
iante
qu6
tipo
de
signos
estamos?
sierrrpre
con
Eco,
se trata
obviamente
de
signos
artificiales
(que
implican
inteligencia
y voluntad),
pero
signos soportados
en
estlmulos
creaclos
por
el
hombre
para
satisfacer
una
funci6n
no
significativa
en
el
origen.
De
alllsu
nombre:
signos
artificiales
producicios
como funci6n.
Pero
cqu6
tienen
en
com0n
todos
estos
signos?
Proponemos
llamar
procosos iniormatiros
transmisfvos
a
24
UNIVERSIDAD DE LIMA
todos
aquellos
procesos
de
extracci6n
de
informaci6n en
los cuales el
individuo, ante la
presencia
de un estimulo
no
significativo
en su
origen,
interpreta
dicho
estlmulo a
partir
de su
programa
de
experiencias, le
confiere un significado
y
crea
-con
ello- un signo, donde
inicialmente
s6lo existfa
un estfmulo neutro desde
la
perspectiva
de la
significaci6n.
Los
procesos
transmisivos, entonces, est6n basados
en:
a)
Signos
naturales,
sean
aquellos identificados
con
cosas,
elementos
o
procesos
de la naturaleza, o
aquellos
generados
inconscientemente
por
el
hombre;
y
b)
Signos
artificiales
producidos
como
funci6n.De
donde:
PROCttSOS TRANSMiSiVOS
X
6stImulo
lntor
pro
ta
y
atrlbuyo
slgnlf lcado
cre a
31ono
25
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
12/21
Obse,.vamos,
entonces,
que
en
el
tejido social
hay
una serie de
procesos
de extracci6n de iniormaci6tr
o
pTocesos
infornrativos
carentes cje
[.]na
intencionalidad
significativa.
Y
no
solo
por
su
cantidad,
sino
por
su
pertinencia
cultural,
requerimos
delimitarlos
y
conceptualizarlos cientlficamente. De
alli
que
aludamos
a
estos
procesos
con el t6rmino
especifico de
procesos
transmisivos,
y
de
alli
qr-re precisemos
los
tipos de signos
que
constituyen su
materia
prima.
Es
claro
que
junto
a
estos
procesos
inforntativos
transmisivos
existe
otro tipo
de
procesos
informativos:
los
procesos
comunicativos.
En
ellos
nuestra
propia
experiencia
nos
lleva
a
abstraer
sus
rasgos
relevantes. Son
procesos
en los
qtre
media una intencionalidad
significativa
en el
origen;
procesos
que
suponen,
por
tanto,
la
presencia
de
un
Emisor
(alguien
que quiere
decir
algo)
y
procesos
que
se soportan en
signos artificiales
producidos
expresamente
para
significar.
En estos
procesos,
a
diferencia
de
Io
que
sucede en los
procesos
transnrisivos,
la informaci6n fluye en doble
sentido, es bidireccional
1
UNIVERSiDAD DE LIMA
porque
el
Emisor atribuye
significado al estimulo
propuesto
y
el Receptor tambi6n
lo
hace.
As[ tenemos
que
en
estos
procesos:
PnOCESOS COMUNICATIVOS
g9
t
Imuio
(EFE)
jnlrpr6l6
lntorprota
Y
atrlbuye
y
8lr ibuyo
llcado
slonlllcado
Nos interesa aqui
referirnos
particularmente
a
la
informaci6n
"en un solo sentido",
a
los
procesos
informativos
transmisivos,
a
esa dimensi6n
de la
informaci6n
a la
que
muchas veces
se suele
dejar
de
lado
como
objeto
de
estudio,
como
Lengua-objeto.
Decfamos
que los procesos
transmislvos
suponian
unidireccionalidad:
que
ante la
presencia
de un
estimulo no
significativo
en el
origen
era
el
receptor
de dicho
estimulo
26
27
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
13/21
el
que
le atribuia
-dcscje
su proq;rama
de experiencias-
un
valor
significativo.
ZC6mo
se
produce
esta
atribLjci6n
de
significado?
En
su
Proyocto
do
Semi6tica,
Corrado
Maltese nos
dice"
"La experiencia
cotidiana
confirma
que
la
atribuci6n
del
valor
de
signo
a
un
Ien6meno y
la
ulterior
atribuci6n
de
un
srgnificado
al
signo
mismo
depende
del
recepior,
es
mas, es
-
en cierta
medida- creaci6n
suya,,.(4)
cPor
qu6
Ia
restricci6n
"en
cierta
medicla,,?
porque
la
atribuci6n
de
significado
que
realiza
el
receptor
est6
condicionada
por
la
existencia
de
un
c6digo
social
(cultural)
de
interpretaci6n, que
la
sociedacl
ofrece
a
sus
individuos.
Y es esto
lo
que
determina
que
si bien la
atribuci6n
de significado
a
un fen6meno
X sea
mla, no
sea
en
t6rminos
absohrtos
una
creaci6n.
Porque
la comunidad,
a traves
de
la
cultura,
ofrece
a ios inciividuos
un
sistema
previo
de
claves
para
la interpretaci6n.
Como
bien dice
Kenneth
Pike "hay
que
tener en
cuenta que
las
estructuras
conductivas
poseen
unidacjes
ao
UNlERSIDAD DE LIMA
6unicas, es
decir, aqueilas
que
son
parcialmente
relativas
a
cada culiura
particular, y
parcialmente
determinadas
por
caracterfsticas
humanas
innatas
y
por
Ia relaci6n
de la
comunidad
con su porci6n de mundo
circundante".{q
De
modo
que
no
s6lo los
procesos
comunicativos,
no
s6lo los
procesos
de extracci6n
de informaci6n
basados
en signos
artificiales
producidos
expresamente
para
significar,
y
obviamente
no s6lo el
lenguaje,
constituyen ese
mundo
de
informaci6n
que
Ia
sociedad
ofrece
a
sus
individuos.
Todas
las
estructuras conductivas -todos
los
procesos
informativos,
sean
transmisivos o
comunicativos-
son
podadoras
de
las
relevancias
culturales
de
una
sociedad.
Sociedad
que
revela
su modo
de ver el
mundo
a trav6s
de
diferentes
registros
de
su
quehacer.
Vemos
aqui, una vez
m6s, la
importancia
de los
procesos
informativos
transmisivos
para
un
grupo
humano.
Porque
el
modo de
interpretar
los
estimulos
quJ
tienen los
individuos
pertenecientes
a
una comunidad
dada
no va a
,/
estar
condicionado
s6lo
por
los
procesos
comunicativos,
o
por
la estructura
misma
de
la lengua,
sino
tambien
por
el
29
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
14/21
clnrulo
de
procesos
de
extracciOn
de
informaci6n
,,en
solo
sentido' -procesos
transmisivos-
que,
junto
a
comunicaci6n,
constituyen
la
propuesta
de signos
que
colectividad
ofrece
a
sus
irrdividuos.
De todo
esto
resulta:
UNIVERSIDAD DE LIMA
Umberto
Eco
a
prop6sito
del
diser'ro
de
la
semi6tica
general,
Porque conviene
precisar
a0n
m6s
la
operatividad
del c6digo social
y
el
c6digo
individual
en esta conversi6n.
Como
ya
vimos,
las
diferentes comunidades
codifican
formas de
expresi6n
y
contenido
que
ofrecen a
sus
individuos.(6)
De suerte
que
estos
individuos
constituirAn
sus
c6digos
do
aprehensi6n a
partir
de la
propuesta
social
y
en
su
interacclon
con la
experioncia
inanalizada,
con
los
resultados
de
conducta
ocurridos.
As[,
si
bien
la
atribuci6n
de
significado
en
los
procesos
transmisivos la
realiza
el
hombre
desde
un
c6digo
individual,
se debe
admitir la
existencia
de
un
condicionamiento
social.
Condicionamiento
que
ser6
m6s
o
menos intenso en
orden
al n6mero,
calidad
y
ordenamiento de
experiencias
aprehendidas
en la
interacci6n.
De
allf, la importancia
para
el
hombre
de
enrlquecer
su
programa
do experiencias
o c6digo individual,
de
incrementar
permanentemento
lo
aprehendido
y
sistematizarlo
adecuadamente.
Debemos
recordar
que
un
la
la
En los
procesos
transmisivos, por
tanto,
la
atribuci6n
dg
significado
es
en
un solo
sentido
con
los
condicionamientos
implrcitos
en
la
propuesta
social.
De
alli'
que,
como
senala
Dufrenne,
mientras
en
el
sistema verbal
"el
signo
se
convierte
en
cosa,,,
en
los
sistemas
no
vei-bales
"la
cosa
se
convierte
en signo,,.
Y esta
conversi6n
en
signo
nos lleva
otra vez
al
terreno
de
la
producci6n
de
lcs
signos
reclamado por
3o
31
@
b
c6diQo
J
sx
pcrtencta
iodividuAt
I
inanalizada
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
15/21
nu.stras
experiencias
no
estan
almacenadas
inorg6nicamente
en nuetro
cerebro,
sino constitLryendo
un
sistema,
es
decir,
se encuontr.rn
ordonadas.
Cuidado:
no
bien
o
mal,
sino ordenadas. Por ello
la
imperiosidad
del
incremento
cuantitativo de
experiencias, pero
tambi6n
la
necesidad
de su ordenaci6n.
No
olvidemos
que
este
programa
opera
por
oposiciones
y
combinaciones
y que
si
yo
leo
S[ lo
entiendo
conro
No-No;
que
cuando
percibo
CASA entiencio
NO
EDlFlClO, etc.
y que
esto nos
obliga
a
conferir
particular
cuidado
al
orden
o
sistema
con el
que
operamos.
De
nada
valdrfa
un
gran
n0mero
de
experiencias
(la
lectura,
por
ejemplo)
si el
individuo
no
remite
la informaci6n
a los casilleros
corresponclientes.
Si
yo pretendiese
jugar
ajedrez,
por
ejemplo,
,,corriendo
el
programa"
de
mis experiencias
como
tenista,
es altamente
probable
que
se
plantee
una
situaci6n
operativa
grotesca;
rgual
ocurrirS
si
pretendo
abordar
un an6lisis
semi6tico
(que
implica
una clarificaci6n
entre
Metalengua y
Lengua-
objeto)
con
criterios
de
una ciencia
ajena,
',corriendo
el
programa"
de
la
sociologfa.
Cierlamente
podr6
hacer un
an6lisis,
pero
deber6
clarme
cuenta
de
que
el sistenta
empleado
no
eTa
ol
pertinente.
y
que,
por
tanto,
mi
aa
NIV[RSIDAD DE LIMA
interpretaci6n
tend16 tal vez validez
sociol6gica
(si
el
sistema empleado
fuese correcto
desde esta
perspectiva),
pero
no
se
tratar6 de un
an5lisis semi6tico.
Si no
me diera
cuenta del
desfase,
querrfa
decir
que
mi sistema matriz a
nivel del
c6digo individual estarfa
deficientemente
constitui'do.
iPara
qu6
enriquecer
el
programa
de experiencias?
Porque en
Ia
producci6n
del signo
dicho
programa
cuntple
dos
roles:
a)
La creaci6n
del signo
depender6 del rol del
programa
de
experiencias
en
tanto umbral
cultural
de
percepci6n
(o
filtro) respecto
a
la
experiencia
inanalizada.
b)
La
creaci6n del
signo
depender6
del rol del
programa
de
experiencias
en
tanto
umbral
cultural
de
percepci6n
(o
filtro) respecto
al
c6digo
social.
El
primer
rol
significa
que
a
mayor
programa
de
experiencias
el individuo
tendr6 un
mayor umbral
cuitural
de
percepci6n
(limites
de cornprensi6n
del
mundo
en
un
momento
ciado),
y
consecuentemente
podr6
captar m6s
33
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
16/21
in{ormaci6n.
El segundo
rol
implica
que
a mayor
programa
de
experie:ncias
el
indivicluo
usar6
su
umbral
comc
filtro
para
valorar
los
condicionamie
ntos
interpretantes
proveidos
por
el
c6digo
social.
Asi
es
claro
que
cuanto
m6s
y
nrejor
sepa
yo
de
economia,
estar6
en
mejores
condiciones
para
percibir
y
"leer"
ciertos
fen6menos
econ6micos;
pero
es
claro
tambi6n
que
si
nri umbral
no me
perrniti6 distanciarme
del
c6digo
social
para valorar
su
propuesta,
mi
producci6n
de
signo ser6
tal
voz
correcta,
pero
en
el contexto
dc
un
fen6meno
que
denontinaremos
"percepci6n
de
individualidad
vacia
I
0
1",
porque el
c6digo
social
asume
y
expropia)
el
rol
del c6cligo
individual.
Reparemos
en
la
importancia
que
tiene,
para
nosotros'
este
concepto
de
"percepci6n
de
individualidacj
vacia
141",
porque
un
individuo
signado
por esta
percepci6n
inhibe
su
capacidad
de conocer e
inhibe,
as[,
su
desarrollo
personal
Conviene
tener
claro,
entonces,
que
"veT
no
s6lo
es
orientarse
sobre
el
plano
{isico,
sino
tambi6n
sobre
el
plano
humano.
EI
caos
es insoportatrle
para
el
hombre
en
su
vida
.A
UNIVERSIDAD DE L MA
emotiva o
intelectual. tanto
como lo es en
su
exislencia
biol69ica".o
Y conviene,
por
lo tanto, entender
que
la
concepci6n
de los
procesos
transmisivos
como procesos
de
extracci6n
de
informaci6n
en
un
solo
sentido
no
nos
pone
en
la
pista
de una arbitraria
interpretaci6n
de
estimulos,
sino en
la
necesidad de admitir
que
el signo transmisivo depende del
juego
sutil
entre
el
c6digo
social
y
la
experiencia
inanalizada.
y
que
en
ese
juego
nuestro
programa
de
experiencias
-como
iormulador
del
signo-
actia
como
mediador.
[] :
cOdl0,o
*
umorOl
6
ocl6l
ln6n
lliad6
la importancia
de
la
informaci6n
en
un
pna quo
los
procesos
transmlsivos
Considerando
solo
sentido,
vale
la
35
-
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17/21
exlan ceda
voz
mes
utlu
mayor
proocr-rpaci6n de
la
ssmi6tlca.
De esta
proccupaci6n
brotar6n
no solo
m6joros
critorlos
para
entondor
los
procesos transmlsivos'
sino
-in
absntiae-
los
sistemas slqnlcos
comunicativos
y
la
compst6nds
informativa
ntrs
ambos.
No
olvidemos,
con
Kepes,
que
"cada
lenguale
deja
un
trabajo
incompleto
para
ser
seguido
por
otros
lenguajes"
y
que
todo
esto
no
hac8
sino
reafirmar
qtre
un
solo
ssntido
no
es
sin6nimo
de
arbitrariedad
andrquica
o
totalitaria,
sino
de
di6logo
culturai
en
el
sentido
profundo
de
la expresidn
III ETAPAS DE
UN
PBOCESO
INFORMATIVO
Toclo
proceso
de
oxtracci6n
de
informaci6n
slrF-rone
necesariamente
lres
taPas:
a)
Energia
Ffsica
cle Entrada
(EFE)
b)
Transducci6n
sensorial
c)
Actividad
intercurrento
(intorvontiva)
del cerebro
a)
Ss
Energfa
Ffsice
de
Entada
donomina
enorgta
f[sica
ds
ontrada
(EFE)
a todos
aquellos
aspoc-tos
Bstirnulantos
de
la energla
capaces
cle
UNIVERSIDAD DE LIMA
impresionar
los
sentidos.
Es claro
quo
no
toda
la
enorgfa
fisica existente
es
capaz
de
ser
aprehendida
por
el
ser
humano.
Es
decir,
no toda
la energla
tfsica
puede
ser
considerada
como
energfa ffsica
de
entrada.
Hay N
cantidad
de
fen6menos
de
energia fisica
qua
resultan no
perceptibles para
el
hombre
por
medios
naturales.
En el momento
que
usted est6 leyendo
sste
texto se est6n
produciendo, por
ejemplo,
una
serie
de
mutaciones
fisico-
quimicas
en
su
organismo,
que
escapan
a
la
aprehensi6n
sensorial.
E
igualmente
existe
una
gran
cantidad
de
energia fisica
en
el
medio
incapaz d estimular
nuestros
sentidos.
EI
hombre
posee
un
umbral sensorial de
percepci6n,
es
decir, limites
-fisiol6gicamente
condicionados-
de
aprehensi6n
sensorial.
Este umbrat,
que
opera a
manera
de
un filtro respecto
a
la
energla
ffsica,
determina
nuestra
posibilidad
de
convertir
energfa fisica
en energia
fisica
de
entrada.
36
37
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
18/21
sErdloTlcA
E
INFOB\4AcloN
56lo
aquella
energfa
que
es
capaz
do
vencer
nuestro
unlbral
serlsorial
do
pcrcepci6n
reciblr/i'
entonces'
la
denominaci6n
c1e
errergla
fisica
de
entrada
(EFE)'
Hay
dos
tipos
de
EFE:
la
energia'
fisrca
de
entrada
externa
y
la
energia
fisica
de
entrada
interna'
La
primera, como
su
nombre
lo
indica'
es
aquella
que
proviene
del
mecjio
ambiente
circundante
y
para cuya
captaci6n
el ser
hunrano
tiene
volcaclo
hacia
el
exterior
un
aparato perceptor
constitr'riclo
por
los
cinco
sentidos
cl5sicos:
vista,
oido,
olfato,
gusto,
tacto'
Pero no
toda
la
energ(a
lfsica
de
entrada
es
externa'
El
hombre
recibe
estinrulaciones
cle
su
propio
cuerpo
llay'
pues,
una
energ(a
fisica
cie
entrada
intei'na'
para
cuya
captaci6n
el
ser
htlmano
posee
un
aparato
perceptor
volcado hacia
s[
mismo
y
constituido
por
tres
sentidos
b6sicos"
el
sontido
dnest6sico,
que
nos
va a
proporcionar
noticias
y cjatos
sobre
nuestro
propio movirniento;
al
sontido
vastibular,
que
permitirA
aprehender
inforn-iacicnes
sobre
los
estacios
do
equilibrio
y
clescquilibrio
de
nuestrtl
.Q
UNW ERSIDAD DE LIMA
cuerpo;
y,
flnalmente,
o
srrtido
org6nlco, capaz de
ofrecernos
informaciones
y
noticias
sobre
aheraciones
f
isico-qulnricas
ocurrentes en nuestro
organismo.
Si
bien
es
cierto
que
el
umbral
sensorial de
percepci6n
inhibe nuestra aprehensi6n
de
gran
cantidad
de
fen6menos
de
energia {isica,
podemos
comprobar,
en
cambio,
que
ese mismo umbral
sensorial de
percepci6n
permite
al
hombre trabajar a
parlir
de
un
gran
universo do
fen6rnenos
de
EFE
sumamente
0tiles
para
su ulterior
afirmaci6n
de
dominio
con el
mundo interno
y
elterno.
b) Transducci6n
Sersorial
El origen de
la
palabra
transducci6n
nos
pone
en
la
pista
de
lo
que
significa
esta etapa.
Dicha
palabra
viene
del
latin trans,
que
significa a
trav6s
y
ducore
que
significa
conducir.
Esta es
Ia
etapa,
por
lo
tanto, de
la conversi6n
de
la energia
fisica
de
entrada
en
un
tipo
de
energla capaz
de
'Viajar"
por
nuestro
sistema nervioso;
es decir es la
etapa.de
la
conversi6n de
la EFE
en energfa
sensorial
y
de
la conducci6n
de esta,
a
trav6s
del sisrema
nervioso,
rumbo
al corebro.
39
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19/21
c)
ActMdad
lrtsrglnBnte
dsl
cerobro
enriquecer6
nuestro
Programa
de experiencias
sino
Una
vez
clue
Ia
energfa
sensorial
llega
al
cerebro,
supondr6 la
ampliaci6n
de
nuestro umbral
natural
de
dicha
energia
ser6
procesada
por
el
sor
humano
de
percepci6n,
y por
Io
tanto
mejores
perspectivas
para
acuerdo
a
su
programa
de
experiencias,
obteni6ndose
nuestra
adaptaci6n al
mundo externo e
interno.
finalmente
el
dato,
la
noticia
Esta
es, entonces,
la
etapa
l
que
cierra
el
proceso de
extracci6n
de
inlormaci6n,
etapa
en
la cual
la
intervenci6n
del
cerebro
permite al
ser
i
humano la
identificaci6n
de
la informaci6n.
.'
,i,
Como
ya
vimos,
todo
ser
humano
posee
un
i,
progr"aa
de
experiencias
Es
decir,
un
conjunto
I
organizado
de
experiencias
que
le
van
a
permitir
Procesar
f"
energia
sensorial
e
identificar
Ia
informaci6n'
Y
le van
a
i
permitir,
tambi6n,
poseer
un
umbral cultural
de
percepci6n'
A
un
programa
de
experiencias
dado,
por
tanto'
corresponde
un
umbral
cultural
de
percepci6n dado
A un
estadio de
organizaci6n
de
experiencias
corresponder6
.
,n"
determinada
actitud
y
aptitud
para
comprender
el
mundo.
Dedonderesultaclaroquetodoconocimientodel
papel
que
juegan
los
signos
en
el
tejido
social
no
s6lo
I
41
-
7/26/2019 Semitica e Informacin_Zapata
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sEl,fl
ol-lcA
E
lN FOt-iMACloN
UNIVERSIDAD DE LIMA
El
conocinriento
cientffico
en
su
b0squeda
cjo
la
objetividacl
debe
contar
con
Lrn
Metalenguaje
adecuado.
Y este
Metalengtraje
debe estar
regulado
por
tres
principios
fundamentales:
ser
autocoherente,
exhaustivo
y
simple.
Autocoherente,
o
sea libre
de
contradicci6n interna;
exhaustivo,
es
decir,
tratar
de dar
cuenta
del
mayor
n0mero
de
fen6menos,
y
simple,
lo
que
implica el
empleo
del
menor
n0mero
de
conceptos posible.
La
autocoherencia
prima
sobre
la
exhaustividad
y
la
exhaustividad
sobre
la simplicidad.
MALTESE,
Corrado..
Somiologfa
dol
Messaggio
Oggettuale, (p.ei).
Milano,
Murcia,
1970.
Para estos conceptos, v6ase
la
obra
de
Kenneth
Pike.
En especial,
El lenguajs
sn
relad6n
a
una
teorfa
unificada
del
comportamlento
humano.
Conviene
recordar
con
Louis
Hjelmslev
que
en
la
estructura
del
signo
existen
dos
planos:
el
plano
de
la
expresi6n y
el
plano
del
contenido.
Mientras
el
prinrero
corresponder(a
gen6ricamente
a
los
t6rminos
significante,
imagen,
nombre
o
cara
externa
del signo,
el contenido
corresponderfa
a lo
que
diferentes
linguistas
han
denominado
como
"significado",
"concepto",
"sentido,,,
o,,idea".
En
cada
plano,
la
Glosemdtica
distingue
entre
sustancia y
forma.
As[existirfa
una
EF
(forma
do
la
expresi6n)
y
una
CF
(forma
del
contenido).
En el
signo
iingufstico,
ontonces,
ser6
forma
de la
expresi6n
el
aspecto
relovante
del
sonido
quo
cada lengua
NO"TAS
1)
Para
una
rnejor
comprensi6n
de
los
alcances
de la
,
semiolog[a,
v6ase
Ferclinand
de
Saussure:
Curso
de
Ung0fstLa
Gonoral,
LJnrl-rerto
Eco:
l,-a Estructura
Ausents,
iioland
tJartl-res:
Elemontos
de
Semlologfa'
Enrilio
Gerrroni:
Proyocto
de
Semi6tica'
2)
Una
lectura
comprensiva
cJel
Curso
do
Ung0(stica
General
perrnite
establecer
que
dentro
del
pensamiento
de
Saussure
La necesaria
autonomfa
requerida
por
una
disciplina
cient(fica
ha
llevado a
la
Semiologfa a independizar
su
metalenguaje
respecto
a
la
psicologfa'
independi.rndo
u
la
ve7-
un
objeto
do
estudio
propio:
los
signos,
independlentemente
de
los
mecanismos
psicol6gicos
de
producci6n
y
recepci6n.
O
I..EI{GUA
-
OBJETO
4)
5)
6)
METALENOUA
Paloologte
Oonrrll
Conduoir
Prloologll
8oolel
42
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estructurB;
entonderemos
como
sustancia
del
.."i*iO.
lo
'sigrri{icablo",
aquello
de
Io
cual
se
ouede
Irablar,
y ontondercnlos
como
rol
ma
(rel
I".*niO.
la
organizaci6n
particular
qtre cada
lenoua
confiere
a esa
sustancia
l
oda
lengua'
por
iunio,
a"
presenta inmediatamente
como
un
sistenra
O" aigno.,
es
decir,
como
un
sistema
de
unidades
de
eipresi6n
a
las
que
va
unido
un
conlenido
(sentido)".
La
estructura
del
signo
lingUlstico
*rii"rii,
pues,
una
relaci6n
de
evocaci6n
recfproca
;;lr;;;;;"
de
la expresi6n
v
iorma
del
contenido'
oue
"se
clefinen
solo
por
su
solidaridad
mutua'
y
;;;r;"
de
ellas
puode
identificarse
de
otro
rnodo''
Ahora
bien.
Si
extrapolamos
los
conceptos
de
forma
Je
ta
expresi6n
y forma del contenido
y
los
signos
transmisivos,
los
cuales,
como
indicamos'
no
constituyen
datos
previos,
tendremos:
Es
claro
entonces
que
mientras
la
lorma
de
expresi6n
y
contenido,
en
los
signos
transmisivos'
;;
una
atribuci6n
qLro
realiza
el
individuo
unilateralmontB
respecto
a
lo
percibido'
la
sustancta
de
ambos
planos corresponde
a
la
expertencta
inanalizada.'Ua
IEF
I
estarA
constituida
oor
las
C
UNIERSIDAD DE LIMA
propiedades
sobresalientes
de lo aprendido, la
]CF
]
comprometere
la organizaci6n
conceptual de..
lo evocado.
Asi,
si
percibimos
una silla,
la
IEF
I
ser6n los
rasgos
pertinentes
que
me
permiten
aislar
la silla
del
continuo
inanalizado
en
que
se
halla
inmersa, mientras
la
ICF
I
serA
la
pertinencia
conceptual a la
que
lleg6
("para
sentarse", "para
una
sola
persona",
etc.)
en virtud de la
asociaci6n
con la
expresi6n.
KEPES,
Gyorgy;
II
linguaggio
della
visionne.
(p.18),
Bari, Dedalo Libri,
1971
.
44
45
SEMIOTICA E INFORMAC10N