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I
UN FAVOR SIGNO DE LOS TIEMPOS
A eso de las cinco de la tarde se acerco a la hacienda de Juan Francisco don
Baltasar Rejón de Meneses, este era conocido por traer noticias desde la ciudad
de Lima hasta Piura, pero como don Juan Francisco era el último en enterarse de
las noticias, realizo la conversación con una noticia acerca de un pirata que había
llegado desde Buenos Aires hasta el Callao, ya hacía varios meses atrás, pero don
Baltasar le respondió que la actitud de su visita no fue tal sino un favor que su
mujer le había pedido que este realice para una criada suya llamada Rita, don Juan
no entendiendo el pedido, pidió la explicación del caso, este le dijo que en su
Hacienda había un esclavo el cual es capaz de apechugar a todas las criadas de la
ciudad. Don Juan sorprendido por el pedido y por la noticia, respondió que tenía
entre sus esclavos un garañón llamado José Manuel, pero que este era más
reposado que inquieto. Pero don Baltasar respondió que este esclavo gozaba de su
famita de macho fuerte que muchos quisieran tenerlo para si. Bueno respondiendo
don Juan Francisco, accedió al pedido de don Baltasar, diciéndole que sus criados
se encargarían de lo pedido.
II
LA TINA
La Tina era una hacienda, construida de adobe ladrillo y paja, en 1816 no parecía
una casa para hecha para habitar, por más que en ella vivía gente de buena
condición. Los que construyeron no lo vieron con fines de vivienda sino con fines de
industria. Posiblemente este fue lo que pensó su fundador, el licenciado don Cosme
Ríos. De allí su fama de caserón sombrío, desmesurado, recio, que se encontraba
alejado de la ciudad, solitario algo así como una interrogación para los que venían
de afuera como un guardián para los que venían de adentro.
Este era un caserón al cual la industria había tomado para fabricar jabones y
curtir pieles como para la venta de cuero, se dice que era un exilio porque para
trabajar ahí se tenía que alejar de la cuidad, donde el trato feudal era más
acentuado donde el obrero era explotado, del que solo se sentía libre fuera de
estos lugares que abundaban en Piura.
Don Juan Francisco recibió de su abuelo una fábrica maltrecha y desacreditada
debido a que este no le había prestado la atención que merecía este negocio. Así
pues solo llego a recibir una fabrica encerrada entre cuatro paredes, y entre el
traspaso que se le dio, recibió una docena y media de esclavos, viejos en su mayor
parte, dos de ellos medio bozales y sin cristianizar, pero al frente de todo este
rebaño había un mulato de veintiocho años, exúbero de belleza juvenil, con vigor y
flexibilidad de pantera javanesa y mirada soberbia y firme.
Don Juan Francisco se vio en la necesidad de sacar provecho por este deteriorado
capital negro y hacerlo todo un evento productivo. Mas a pesar de los dilemas en
que se puso don Juan Francisco, este ya había aceptado a don Baltasar que le
traiga su criada y si su capataz la aceptaba por mujer, dejarla a esta al servicio de
su hija, que pensaba traer a su lado muy pronto
III
UNA LLEGADA INTEMPESTIVA
Una noche casi de improviso llego una persona con una noticia acerca de sus
familiares limeños donde le informaban sobre la próxima llegada de su hija llamada
Maria Luz, la cual llegaba con una caravana bulliciosa como la de una procesión, no
había pasado mucho rato cuando llego Maria Luz a la hacienda portando una carta,
que su cuñada le escribiera, comunicándole que debido a la presencia de piratas en
el Callao y la causa independista, hacían de Lima una ciudad caótica por la cual
vieron conveniente enviarlo más lejos de la ciudad.
Don Juan no quería que su hija se quedara en la hacienda pero tuvo que hacerla
porque el lugar a donde este quería llevarlo se encontraba un poco destartalada.
Solo días antes a la llegada de Maria Luz, Rita había sido mandada al yogamiento
con todas las recomendaciones y formalidades del caso. Pero debido a la llegada de
la hija del patrón este prohibió los apareamientos dentro de la casa.
Al día siguiente de lo ocurrido entre Rita y José Manuel, don Juan al cruzar el
patio de la fábrica, notaba que los esclavos olvidados por un momento del respeto
que le debían a su amo, parecían decirle solo con la mirada:
“¡Como se ha olvidado su merced de nosotros!, ¿Qué solo ese maldito de José
Manuel es hombre?”. Solo días después llego la hija del patrón.
Don Francisco había resuelto que no ocurriese mas apareamientos por lo cual
mando a uno de sus criados Antuco que le dijera a la negra Casilda que guardara a
Rita hasta que el determinara otra cosa.
Pero con la llegada de su hija todo cambio, sus sentimientos paternales. De ahí en
adelante solo tuvo dos pensamientos el de su hija y el trabajo. Su vida giraba en
torno a estos dos ideales, que le trasmitía la belleza de su hija.
IV
EL SOL PIURANO
La tranquilidad del sol piurano no era más que un asolador para todos, este se
elevaba en la mañana como un himno triunfal, al medio día cae como plomo sobre los
seres y se prende de ellos como en un abrazo lujuriante y enervador, y en las
tardes, se retira con la pompa y la majestad de un Rey, bajo un palio de celajes
esplendentes, dejando tras de sí, mucho después de haberse ocultado un halón de
polvo de oro.
La tranquilidad que presentaba Maria Luz a la llegada no era más que aparente, ella
no estaba acostumbrada al encierro y enclaustramiento, como lo era aquel lugar,
ella era una niña de cuidad acostumbrada al bullicio que en ella había, pero ahora en
el caserón para ella parecía más un secuestro. Solo el atardecer alegraba su
espíritu, y así podía ocultarle su pesadumbre a su padre por esta especie de
encierro.
Un día Maria Luz se encontraba asomada en su balcón sorprendió a un esclavo que
la miraba con ojos negros ofídicos que la saludaron, esta no respondió el saludo y se
retiró. Le preguntó a Casilda sobre quién era ese hombre, ella le respondió que era
el capataz, que en la fabrica no se hacía cosa sin que se le consultase a ese negro
chalá. Ella le respondió que es eso de chalá, la criada le respondió que los blancos
de la hacienda lo preferían para sus esclavas. Que dices le increpo María Luz, lo
que oye le respondió la criada, que su amo las mandaba para que este mulato las
posea, para que las preñase y salgan mulatitos como José Manuel. De la misma
manera fue traída de otra hacienda Rita, pero el amo prefirió que se quedara a su
merced, le respondido Casilda. Maria luz indignada dijo que si hubiera sabido lo que
pasaba no se hubiera quedado en la hacienda, pero Casilda le respondió, que ella era
quien las preparaba, para que fueran mansitas a el, pero era solo hasta que antes
de su llegada. Pero cuando su padre se entero que usted iba a llegar mando a Rita a
su compañía hasta que llegara usted, y prohibió toda clase de apareamiento entre
los esclavos.
V
UN PASEO POR LA FÁBRICA
Maria quería conocer la fabrica por eso mando a Casilda para que le dijera a José
Manuel que la acompañare por las instalaciones. Cuando llego el negro Matalaché
Casilda le menciono a su ama pero ella le respondió que es eso de Matalaché, la
esclava le respondió que así le decían los esclavos.
Este le llevo por la curtiduría de pieles un lugar tan apestoso y lleno de mosca, que
se apostaban en las pieles recién salidas y que no permitían hablar debido al miedo
de que estas moscas se entraran a la boca, la niña Maria Luz pregunto cómo es
posible que esta gente viviera así en estas condiciones, el mulato le respondido que
era la costumbre. Luego pasaron por el depósito de charan que eran para el curtido
de pieles, donde primero las pieles pasaban por el molino para luego echarlo en los
noques. El negro le pregunto si quería ver cómo funcionaba el molino la niña le
respondió que sí, este con un silbato llamo a un negro casi chinpancesco, para que
enganchara al mulo macho para que la ama lo viera funcionar. Este hizo lo que le
ordenaron pero cada vez que hacia algo cantaba una canción como “cógela, cógela
José Manue; mátala, mátala Matalaché”, “no te la coma tú solo pití, deja una alita
siquiera pa mi”, cuando Casilda intervino diciendo que negro tan desvergonzado que
no le valdría 25 azotazos en mal, cuando la niña le hizo callar, este esclavo
respondió ¡sóplate esa!, cuando la niña escucho esto se enfureció que dijo al esclavo
que se callara sino iba a mandarlo a él dar vueltas en vez del mulo. El esclavo
pidiendo perdón a su ama se arrodillo diciendo que ya no iba a seguir así.
Prosiguiendo el paseo por la fábrica, pasaron por la pellejera llena de pieles
separadas y clasificadas comercialmente. Pasaron luego por el patio donde estaban
las tinas llenas de cera caliente. Y luego por un cuarto un poco oscuro que el negro
no pudo responder pidiendo este retirarse, la niña un poco extrañada le respondió
que si. Pero se quedo con la duda y le pregunto a Casilda de cómo se llamaba ese
lugar esta le respondió que se llamaba Jesús Maria y José, esta extrañada por la
respuesta, agrego como es la cosa de Jesús Maria Y José, ella le decía que ese
lugar era el empreñadero donde el negro Matalaché, hacia el mandado de los amos.
VI
LA SIESTA
La siesta era entonces como lo sigue siendo para muchas familias piuranas una
necesidad fisiológica como espiritual. Allí Maria luz desnuda en su habitación no
descansaba ni dormía, lo que hacía era pensar en la sombría necesidad y el
calenturiento meditar acerca de de lo que le había contado Casilda. Así de estas
tardes de ensoñación y voluptuosos delirios Maria Luz salía vencida por el deseo
naciente e inconfesable, que le gritaba desde aquella tarde del paseo por la fabrica
sus ojos no podían olvidar, y sus oídos no odian callar de escuchar las voces
angustiosas del sexo desencadenado que ocurría en aquel lugar. Aquel deseo le
hablaba de la igualdad entre las almas ante el amor, de la caprichosa razón de los
prejuicios raciales, de la libertad de elegir, de disponer cada uno de un destino.
Llamo a Rita para que le ayudase a vestirse como esta se había quedado dormida
llego presurosa y un poco somnolienta, la niña Luz le pregunto acerca de lo ocurrido
con José Manuel y ella le contó todo lo sucedido aquel día que le trajeron para que
pasare la noche con él, que donde todos piensan que había sucedido algo no paso
nada, la niña le pregunto cómo que no paso nada, Rita le contesto que cuando ella
llego allá por Casilda no quería entrar pero la Casilda la empujo y entonces adentro
ella se envalentonó y no quiso que el negro la tocase ella le contó que José Manuel
no le presiono sino mas bien que le dijo que si no quería no la iba a obligar porque
así mulato como era también tenía pensamiento y sentimiento. Así que me dijo si
me quiero ir que me valla pero adónde iba ir si no conocía el lugar así que me
recosté por ahí no mas, luego de un rato se escucho una vos que decía “mátala,
mátala, matalaché, cógela, cógela José Manue” y el negro de dos pasos salió de
cuartucho y afuera se escucho golpes y gemidos luego un silencio, que tuve que
cerrar la puerta para que el negro no volviera. La niña le pregunto si el negro volvió,
Rita le respondió que escucho empujones y pasó en la puerta pero no la abrió
porque no quería arriesgarse, así se quedo dormida hasta que amaneció cuando
Casilda la recogió. Y el tigre no le hizo nada al venado.
VII
EL MILAGRO DE MARIA LUZ
Debido a la llegada de Maria Luz un sentimiento de humanización comenzó a
extenderse por todos los ámbitos de aquel caserón semipresidio. Para don Juan la
vuelta de su Hija no fue más que la llegada de la felicidad y el enriquecimiento de
su vida y de la libertad de la prisión en donde vivía. Con ella don Juan se
enternecía, todo esto pasaba por la imaginación del señor de La Tina que su hija lo
salvo del borde del suicidio donde se encontraba. Para José Manuel encontrar algo
inaccesible, pero bello de admirar, su inteligencia creció, la oscuridad de aquel
mundo donde vivía desde que nació comenzó a desvanecerse hasta dejarle ver los
horizontes de la vida y la luz que le habían sido arrebatados a todos los negros. Su
corazón empezó a sentir y comprender en su mente que la igualdad entre las razas
puede darse. Este fue el milagro del cual Maria no solo con su llegada a la Tina
causo a los dos protagonistas sino también a todos los esclavos de ese lugar.
VIII
MATALACHÉ
Era el negro menos negro de todos los esclavos de la tina. Su porte, poseía cierto
orden e iniciativa y un marcado sentimiento de altivez que lo diferenciaban de
aquellos negros, pues no era muy negro lo cual lo consideraban un agravio y un poco
oscuro para considerarlo blanco.
Pero este mulato era el único que entre los negros podía mandar porque tenía la
capacidad y la madures que los otros no tenían. Pero casi toda su vida él vivía en
una sombría vida. Solo la llegada de Maria Luz cambio su forma de pensar y ver la
vida y fue la única etapa de su vida donde fue realmente feliz.
IX
UNOS PIES DIVINOS Y UNAS MANOS HABILES
Cuando un día don Juan y su hija se disponía a salir a cabalgar ella observo las
monturas y extrañado su padre de cómo observaba este redijo que era José
Manuel el quien había hecho dichas monturas pues era un esclavo con hábiles manos
y que su antiguo amo le hizo aprender y al cabo de un año este ya sabía más que el
propio maestro, las talladuras en cuero de los sillones fueron hechos por él. Ahí la
niña le dijo que le iba a mandar llamar su padre extrañado pregunto para qué
motivo y la niña le respondió que cuando el valla le iba a indicar. Aquel día José
Manuel subió hasta la habitación de la niña, a la quien tantas veces había
contemplado desde lejos, una vez dentro la niña pidió a Casilda que los dejara solos,
luego ella le pidió que le hiciera un frontal mucho mejor que el que tenia, pero este
le dijo que si se podía pero había un inconveniente la herramientas necesaria el no
las tenía y tenía que prestarlo pero era mejor traerlos desde Lima. Así después de
esto ella le pregunto si sabía hacer otras cosas, así es le respondió. Entonces le
pidió que le hiciera unos zapatos, pero él con modestia vil, le dijo que tenía que
molestarla desde ahora porque necesitaba la medida del pie o si prefería que una
esclava se la tomara. Maria accedió un poco anonadada por el respetuoso actuar del
esclavo, para este era como una profanación de algo divino. Los dos se pusieron
nerviosos como si la pasión naciente entre estos dos se encendiera como el mismo
infierno, pero aun así con la delicadeza con la que un artista sabedor de la guitarra,
pudo este medir el suave pie de la niña. Después de este fugaz encuentro pero
eterno para aquel esclavo, salió presuroso al no poder esconder el nerviosismo que
ambos presentaban.
X
EL CUARTO DE HORA PRECURSOR
Luego de aquel encuentro entre esclavo y ama lo único que dejo entre estos dos fue
una incesante pasión, debido al naciente amor que hacía que ambos se portaran de
una manera diferente lo cual pudo ser percibida por Casilda. Maria quedo
ensimismada, por aquellas palabras de grandeza que un esclavo le pudiera decir.
Casilda con un aire inquisidor quería saber que le sucedía a José Manuel, y para que
la ama le había llamado. Ella le respondió que para que le haga un par de calzados,
ella respondió que para esas cosas el si tenía habilidad. Pero luego intuyo que el
mulato tenia problema de corazón, la niña le pregunto por quien, ella le respondió
que no sabía por quien por el era muy reservado. La niña quiso averiguar más pero
sabía que José Manuel también sentía algo por ella así que le dijo a Casilda que ella
estaba enamorada de José Manuel, y era el único al quién podía entregarle su
corazón. ASCII que con Casilda prepararon un plan para que pudieran encontrarse
José Manuel con ella pero era que ella iba a estar disfrazada de una negra como lo
era la Rita, para así el no pueda distinguirlas. Así se retiro Maria Luz a su mirador
a pensar quizá en la imposible locura que sucedería.
XI
PROMESAS CUMPLIDAS
A las cuatro semanas de encargado el pedido a José Manuel este ya había
terminado el trabajo en el cual había puesto toda su inventiva y habilidad cual
señor entrega su obra maestra a la sociedad, aquella obra iba hablar de el y de su
capacidad, el lo presentía. Así que cuando se lo entrego este le dijo que el trabajo
había sido simbólico personal y sincero. El sabía que en ese trabajo su corazón
estaba en cada parte de las zapatillas, y que la sangre de su corazón partido por
las flechas de cupido había hecho que la escultura de su trabajo por fin finalizara.
Ella lo recibid diciendo ¡que lindos! ¡Qué lindos! Con tanta pasión como si se
entregase al amor de una persona tan enamorada del autor de dicha obra.
XII
UNA APUESTA ORIGINAL
Apenas se dio comienzo al tertulio los invitados comenzaron a preguntarle a Maria
Luz acerca de las zapatillas que ella llevaba puesta esta les respondió que fue un
esclavo de la hacienda el cual había realizado dicho trabajo. Que a su vez era un
gran guitarrista, el señor Sota no se quedaba atrás pues poseía un esclavo llamado
Nicanor quien era conocido como el mejor guitarrista de todo el norte del Perú, así
entre tantos dimes y diretes llegaron a un acuerdo que se realizara un concurso del
cual de ellos era el mejor guitarrista de Piura, quedaron en apostar hasta mil pesos
para luego duplicarlas, pero nada mas de eso. Lo cual se realizaría a la semana
siguiente pero después de esa semana tendrían n mes para practicar al final del
cual se enfrentarían por la apuesta, uno de los premios sugeridos fue de la libertad
del negro ganador, una vos casi apagada dijo porque una rosa de oro pero los demás
dijeron que ya no porque no era un concurso literario.
XIII
UN CORAZON QUE SE ABRE Y UNA PUERTA QUE SE CIERRA
Ya había pasado lo de la tertulia cuando Maria Luz decidió dar paso a su imposible
locura de hacerse pasar por Rita y hacer llamar a José Manuel para acceder a su
petición de poseerla en el cuarto de los empreñaderos, donde por fin confirmaría
su amor al mulato. Cuando este llego le pregunto para que lo había llamado a este
lugar si a ella no le gustaba, pero la niña preguntándole porque ya no quería estar o
poseerla, el le respondió que ya nunca más haría cosa alguna pues tenía su corazón
con alguien que era inalcanzable para el pero aun así el respetaría sus sentimientos
y no volvería a tocar a otra mujer. Ella le pregunto acaso es la Maria Luz, no es
parte que a ti te incumba respondido el mulato, pero al verse despreciada Maria
Luz y que no le había reconocido por estar pintada del color de Rita, esta niña se
abalanzó sobre él diciéndole quien era y que ella también lo amaba, y lo quería.
Matalaché no pudiéndose contener al igual que Maria Luz dieron rienda suelta a la
pasión que en el cuarto alumbraba cual infierno rojo de lujuria.
XIV
UN DIA SOLEMNE, UNA FIESTA BRILLANTE Y UNA MANO PERDIDA
Como el día de la apuesta llego fueron invitados todos los personajes ilustres de
todo Piura como algunos invitados traídos desde Lima y otro de Buenos Aires, pero
como se sabe quién era el más cuerdo de todos y el mas diestro de los participante
tuvo que ganar la competencia que fue nada más que Nicanor.
XV
LA TENTACION
Dos mujeres giraban afanosas alrededor del lecho de Maria Luz, la Casilda y la
Martina, pues no sabían el mal que aquejaba a su ama, pues ella no hacía más que
llorar desde la fiesta ocurrida ya hace tres meses. Su padre también impaciente
por una enfermedad que no daba brillo y parecía no tener término, y su hija la que
era tan fuerte no podía tomarse la cosa tan apecho.
XVI
EL ÚLTIMO JABON DE LA TINA
Pasaron por el centro de la Tina dos figuras opacas pero alumbradas con un poco de
luz hacia el centro de la Tina donde se encontraban las tinas de cera. Sabes porque
estas y que te voy a hacer aquí le dijo don Juan a José Manuel, este le respondió lo
que el cuchillo hace a la carne humana. Pues no pues tú no te lo mereces por
desleal, ingrato y canalla, cualquiera que sea mi muerte lo recibiré con resignación
pues me lo merezco por una deuda contraída con usted, ya he rezado como buen
cristiano pues la oración consuela y purifica el alma. Don Juan le respondió
desgraciadamente no te puedo cobrar la deuda de otra manera pero tu eres peor
que un perro, le dijo; soy tan hombre como usted José Manuel piensa y siente como
usted, pero que se puede esperar de los blancos si todos son así, increpo José
Manuel. Enfurecido por la respuesta del mulato hizo que lo levantaran para poder
tirarlo adentro al fondo de la tina de cera hirviendo, va a hacer jabón conmigo, si le
respondió don Juan; entonces que sirva para que la niña Maria Luz lave a ese niño
que le dejo, que seguramente va a ser más generoso y noble que usted, dicho esto
fue arrojado, con el pavor del alarido que se escucho.