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II
~
Quien se alej a
soy yo
Poesía: 1991-2000
UN\VER6\OAO DEL NOR"rE
81BLIOTECA
Geffi1án Espinosa
c'c'."
~ FONDO R-- EDrroRIAL
~ UNIVERSIDADEAFrr
,
;.-
QUIEN SEALEjA sorro
Primera Edición: Junio de 2001@ Gennán F.'ipinosa@ Fondo Editorial Universidad EAFITCarrera 49 # 7 Sur- 50, Medellín
http://www.eafit.edu.coISBN: 958-9041-73-6
Dirección editorial:Le/ida Bernal ~Diseño de colección y diagramación:Alicia Calle D.
Editado en Medellín,Colombia, Sur América.
Contenido
l. Ars 9
11. Limitaciones 11
111. Yearty Reost 12
IV. Destino 13
~ Reflexión de madrugada 14
VI. El peregrino 16
VII. Von Kleist, una muerte alemana 18
VIII. Naturaleza de lo efímero 20
IX. Eimarmena 21
X. Implicaciones 22
XI. Anatomy o/ Fate 23
XII. Tránsitos 24
XIII. So Young, So Fair 25
XIV. Metempsícosis 26
xv: Retrospectiva .",.""""""",.".".."..""""""""""", 27
XVI. Ironías "".."""'.."'."".'..""'."".""""""." 28
XVII. Sulpio 29
XVIII. Sombras ".."""'.'."""""'."""""""""""'.'..' 31
XIX. In memoriam .: 32
xx. AJosé Luis Díaz Granados 33
XXI. En memoria de OIga Patricia 35
XXII. Silva, 1896 "",.",.""""",.".""""""""",.,., 36
XXIII. Mayo, 1885 37
XXIV. Santiago de Compostela, 1936 38
xxv. Postrimerí~ 39
XXVI. Derrelicción """"""""""".'.""'.""""""""""'"...40
XXVII. Ante la cisterna del Chuscal 41
XXVIII. Epitafio del solitario 42
XXIX. De doble vía , 43
xxx. Patria """"""""""""""""""""""""""" 44
XXXI. A J1JousandRoses 45
XXXII. Eróstrato 47
XXXIII. El traidor 51
XXXIV. Palimpsesto "."""""""""""""""""",."""""",...53
xxxv. Los dos hados 56
XXXVI. Taraijiná, la conquista del sol 57
XXXVII. AFrancia 59
XXXVIII. Madrugada 61
XXXIX. Al final del verano """""""""."."""""""""""", 62
XL. La mujer desnuda 63
XLI. Enofilia """""".""""""""""""""""."""" 64
XLII. Luna parisina 65
XLIII. Otoño : 66
XLIV. La procesión de l~ sombr~ 67I
XLV. Voila! """""""""""""""""""""""""""...69
XLVI. Ante la tumba de Borges 70
l. Ars.'
Latentes, mustios en la sombra insomne
mis pensamientos. Sólo un tenue ruido
me llega de la noche que cobija
todos los astros. Es tal vez el leve
rechinar del planeta que, pesado,
se moviliza inmensamente. Arcaico
ruido que, por costumbre, ya no oímos.
Deambulan por mi mente las imágenes
de lo que ya no pudo ser, las vanas :::
lecciones de la rabia y la impotencia. ~El olor de una flor jamás abierta; Z ~
la risa de unos labios agostados ijj ~tan sólo en flor; el fatigado libro O (-
que abortó la indolencia; el vals azul CJ 3
nunca bailado; el viaje que frustraron ~ ~
i las vueltas peregrinas de la vida... ES ~: Ya todo se amotina en la memoria, ~ '
me responsabiliza del vacío, S :
del no ser, de su cóncavo usufructo.
¿Y qué ha de hacer el hombre al que el recuerdo
de días inhollados ya enmohece,
sino encender la luz, irse al cansado
ámbito de la adusta biblioteca
y emborronar papel sobre la mesa
de aromático cedro, el breve espacio
9)
en que sus sueños, necesariamente,
pueden cobrar la fonDa de un destino?
1994
I
~ ¡
11. Limitaciones
No persiga otra vez mi poesía
modelos ni ilusorias perfecciones.
Solamente la púdica alegría
que existe en ministrar unas canciones.
No ambicione de Apolo la armonía
ni la flauta de Pan. Sólo los dones
sencillos que se acopian día a día
y esa otra carga de las ilusiones.
No es tiempo ya de celebrar el vano
enjambre de los dioses ni el ufano
discurrir ni la torpe y bronca guerra.
El mundo craso no tolera ínfulas;
nos quedan el amor, la oscura tierra,
el cielo, el mar, la luna, el sol, las nínfulas.
Cartagena, 1996-~
l~1
111. Yearly Beast
Lo dice China: un animal patriciosegún el año se incorpora al hombre
como emblema fatal, y no te asombre
si el tigre regentó tu natalicio.
Siempre apreciaste al tigre; fue propicio
a los vaivenes de tu albur su nombre;fue la enseña feral de tu renombre ,¡
y la dentada rueda de tu oficio.
Un tigre habita en ti: bestia ermitaña
de uñas de hierro y corazón de esmalte.
No ignores el poder de la alimaña
y domeña tu tigre con voz fuerte
y ademán circunspecto, antes que salte
de la maraña el tigre de la muerte.
t1992 ¡
~
Iv: Destino
I10 presiente el viandante: ni la bruma
de los sueños ni el fuego de su entraña
podrán remontar nunca la montaña
que desde el fondo del dolor lo abruma.
La estela de sus días se arrebaña
en sórdida ceniza y en espuma.
La tarde misteriosa ya se esfuma
en la lenta oración de la espadaña.
En la luz imperfecta, penumbrosos
pájaros incesantes lo reclamancon chillidos insomnes y oficiosos.
No son ellos tan sólo, ni es la hora,
mas las estrellas mismas las que llaman
al seno de la noche adoradora.
1991
l~
v Reflexión de madrugada
Piensa Petrus de Mira: Que nunca aprendí a ser
tolerante conmigo mismo,
aunque sí (y en exceso) para con los demás,
es algo que ha tiempos me dijo
con duras palabras
Ambrosius Goethsius.
Es -encareció -una forma de la soberbia.
Yo la juzgo tan sólo
una faceta de la timidez.
y nunca dije al otro:
-Caerá sobre ti la espada
-porque vi ciega la espada
y podía caer sobre ambos.
Hoy, a la edad de cincuenta y siete años,
aunque la espada sobre nadie caiga,
temo ser yo el filo 1Ivindicativo y súbito. I
Nadie me acusó nunca
de estrechez espiritual,
frecuenté los campos dorados
donde el sol derramaba mi sombra,
supe coronar de rosas
mi soledad,
recorrí sin gemir
el oscuro humedal de la pena, ¡vi al cuervo negro f
~ ~
volar desde la hierba rota,
dejé mi frente iluminarse
en la claridad de un jardín;
pero he ejercido sobre míuna fanática autoridad
cual si debiese expiar
el universo.
Acaso sea hora
de no hacer nada en el camino
para no ser
ya nadie. Acaso
sea hora de acudir \~a la "ímproba sirena". 1-
Entonces podré ver ~
alterarse ~ 5la placidez de las rosas ~ ~
sin tener que agitar O 6
trágicos cascabeles. C3 JEntonces ill I!l.
podré exigir a los demás que hagan ffi ~lo que es posible esperar de ellos. ?¿ r'
Porque no seré más el Héroe ni el Mártir, ::3sino un hombre falible.
Granges-paccot (Suiza), 1995
1~
VI. El peregrino
GOtt lebt nicht ohne michoIch Weij:, daj: ohne mich GOtt nicht ein Nun kan leben
Werd' ich zunicht er muj: von Noht den Geist auff geben.
A!\IGF1.USSn.&1US
Al sol de Eckhart discurre Juan Scheffler:
-Sin mí no vive Dios. Soy tan inmenso
como Él y como Él tan diminuto.
Dios está en mí y yo en Él. El fuego es Dios
en mí y en Él soy brillo. Eternidad
seré cuando abandone el tiempo. Nunca
aprehendemos a Dios. Él es la pura
Nada y es lo que ignora aquí y por siempre.
Es elusivo como el pez de plata
o como la serpiente. Es la impotencia
que nada tiene o sabe o quiere o ama.
Sólo la voluntad muerta domina;
doy el modelo a Dios y así la meta.
En Dios no hay voluntad, Él es la eterna
quietud, pero yo rezo en la alta noche.
Quiero ser esencial: hablo callando.
Renunciaré del todo a la palabra.-
Dios salve al místico alemán que estaba
ebrio de Él y que bebió Su sangre,
Dios salve al que lo llama como el niño
destetado a la madre que no encuentra,
~
,
al vidente crucial y atonnentado
que es despojo del éxtasis.!
Berlín, 1991
IV
VII. Van Kleist, una muerte alemana
,,,
Porque sabías bien que la paciencia
se transfonna a la larga en razonable
sinónimo de la resignación, llevaste
a Henriette Vogel a las casuales márgenes
de un lago cerca a Postdam y allí ambos,
frente al agua rizada por el aire inquieto de la noche
que era límpida como la inmensidad,
se volaron la tapa de los sesos.
Quizá en las aguas trémulas hallaron
bajo la negra lámina del cielo
un yenno ilimitado,como en el Monje junto al mat; de Gaspar
David Friedrich, en el que se escucha
el grito solitario de los pájaros.
¿No encaró así la muerte por tragarse
con pavorosa obstinaciónun vital papelucho Michael Kohlhaas
por un sórdido pleito de caballos?
Tú la habías olfateado en las columnas
de infantería prusianas, entre los adustos
tomos jurídicos de Francfort del Oder, entre los
archivosde la administración de Konigsberg, en la prisión
napoleónica, en las olorosas páginas de Pbobus,
en la ruina del Berliner Abendbliitet;
al igual que en tu axial Pentbesilea.
~ ~
¿Cómo no olerla ahora, no aspirarla
más desnuda y fragante, en las antiguas
aguas del Havellander Luch, bajo la luna
de pestañas postizasdel firmamento romántico?
Henriette te fue leal: ella sabíaque la muerte en sí misma no era nada
para ti, mas que odiabas encontrarte
quién sabe dónde solo, sin las ásperascadenas de la vida. Fue contigo-no acaso como amante, sólo como una amiga -
y contigo marchó, serena, hacia la sombra.
Berlín, 1991
I\
)
19)
VIII. Naturaleza de lo efímero
En el principio, el tiempo. Su maderano diverge de aquélla de los sueños. 191Su decurso es elástico. Pequeños ., !
Y vastos lapsos fingirá la artera
esfera del reloj. La pasajera
vida después, de ilógicos empeños:
al par largos y cortos sus diseños
~ se antojarán y el orbe de su esfera.¡:
Ir Sumergida en el tiempo, nuestra vidar mucho más ardua de explicar que el mismo
tiempo deviene, débil, suspendida
entre dos negras bocas del abismo.
Cada extremo de ella es una herida.
Nacer, morir, dos formas de lo mismo.
1998
, 1(::
, .c,. ,;¡ :..1 ;;;::;¡¡JIJ
': ..j.lj,,'¡i¡::;
~ -
IX. Eimannena rl
No es ilusión el tiempo. El claroscuro
telón del porvenir tus desengaños
y júbilos preseIVa sin apaños,tan nítidos como un recuerdo puro.
En sueños vio Descartes su futuro
y Juan Bosco, al frisar los nueve años,soñó su vocación. Aun más extraños
designios vieron tras el torpe muro
los ojos de Isak Borg. Nada es fortuito.
Ni el infortunio ni el destino esclavo
ni las transmigraciones populosas. "
í
: 1\1 suerte ha menester ese finito
sendero de rutinas para, al cabo,
reincorporarte al alma de las cosas.
1992
2t>
X. Implicaciones
Si el rojo ardiente el amarillo augura
y en el azul el negro ya porfía,si el bosque entraña ya la melodía
del pájaro variable en su espesura,
si en la piedra, latente, la escultura
se encuentra y en las cuerdas la armonía,
si hay en la noche una porción de día
y hay una gota en él de noche pura,
si en todo treno funeral se advierte
una brizna de júbilo escondida,
no será vanidad gastar la ardida
flor del tiempo, que en polvo nos convierte:
si latente en la vida está la muerte,
¿presunta en ésta no estará la vida?
1992
~ ~
XI. Anatomy 01 Fate
Tal como el arenal de los desiertos
muda de fonDa y borra toda huella,
en el yenDO difuso de los muertos
se disipan las almas y su estrella.
Mas no es que en tales funerales puertos
la nave paire al fin. La nave aquélla
aún tiene rumbos a su azar abiertos
y opciones mil en la vital querella. :-::(t:O
Es sólo que ese aliento ensombrecido z <1:
tiene que hacer un alto, en paz y calma, i:i:I ~para beber el agua del olvido. O (-
DO« -Después, cumplida la sapiente nonna, ~ ~como la arena del desierto, el alma, ~ ca
.tb .1 "t W ./
Viva y le n, renovara su lanDa. > .
~I ~1992 f
2V
XII. Tránsitos
Si el aliento del hombre no se apaga
y a cortas pausas una vida estrena
y es el protagonista de una saga
que va mudando su vistosa escena,
¿seré mañana alguno que divaga
! por Singapur, por México, por Viena1"
I!! y habré olvidado esta apariencia aciagaI
11; que nació el treinta y ocho en Cartagena?..
¿O seré el torpe semental? ¿O el huésped
de algún cubil en la maraña umbría?
¿O el áspid que se arrastra sobre el césped?
No sé qué sino el karma me resguarde.
Por lo que ya conozco, sentiría
que era superfluo y que he llegado tarde.
Ciudad de México, 1993
~
XIII. So Young, So Fair
Los pueblos de la laca, el té y el sable
y otros que huellan la agrietada ruta,
enseñan que el espíritu transmuta
y que la juventud es renovable.
y antes que el tiempo agite y desentable
el tinglado en que vives, ya tu astuta
mente en sus espejismos ejecutala ilusión de ese sueño indeclinable. I
¡
IVolver a descubrir la nieve ardiente i
de las carnes amadas, el lejano
sabor del mar, el susto y el arcano
de abrir los versos de Villon; lo mismo
tornar a ser el ser evanescente
con un pie en Thule y otro en el abismo.
1993I
2V
XN Metempsícosis
La Qábbalah, maestra del judío,
habla de los Gilgulim o períodos
de la reencarnación, en los que todos
mudamos ciegamente de atavío.
No debe haber en ello descarrío.
Mas muestra cuál, por sensoriales modos,
pueden verse esos sabios acomodos
entorpecidos por el albedrío.
¿Qué karma -me pregunto -cumplo en esta
encarnación de hoy, de cuya fiesta
o cuyo drama es poco lo que intuyo?
¿Qué habré hecho en ella de mi recta ruta,
mas tomarla nugaz e irresoluta?
¿O qué habré hecho del Kavvanah tuyo?
1992
~
xv: Retrospectiva:li!(;r
El movible querer y el desatino 91
hicieron de mi vida una aventura
y de mis años mozos una dura
urdimbre de fracasos. Un ferino
deseo inepto de retar el sino
y la obsesión de la literatura,
bastaron a tejerme la atadura
que me fijó en mitad del torbellino
de un existir arduo y menesteroso
que se hurtaba a los dones. No comprendo
cómo salí con bien de aquel horrendo
vórtice del pavor y del acoso.
(En la linde oriental va oscureciendo.
El crepúsculo allega su reposo.)
1.994
1! ;
27)
XVI. Ironías ; :'..
Dios, que es el gran bromista de bromistas,
ha dejado que el karma determine
cómo en la vida, de ímprobas aristas
(en que, como en los libros o en el cine,
las lecciones del tiempo están previstas),
es fuerza que el final no subordine
toda la acción y que tampoco incline
en su favor a los protagonistas.
No extrañe que a menudo se presenteel desenlace sólo a medias riente
y a medias sólo infausto. La cronida
robó un pedazo de su espalda a Pélope
y un hilo en la madeja de Penélope
quizá a Ulises no amó, sino a la vida.
1995
~ _C
XVII. Sulpio
A Ricardo Ve1ez Pareja
El corredor, que omaban los helechos
en la profunda estancia de la nona,
miraba sobre un patio jaquelado
de buganvillas y de veraneras.
Allí jugaba solo (yo, que nunca
había tolerado el colegaje)
y mis límites eran, en el día,
el cielo ardiente y Thálassa, la próxima.
En la noche nacían los endriagos
que hacían mi universo más estricto:
bestiones bifrontales y demonios
dementes me acosaban en el lecho.
En la mañana nació, en cambio, Sulpio,
la sombra que accedía a acompañarme,
un compañero de humo y de extravío
que demoraba a veces hasta el alba.
Con Sulpio había de emprender, andando
los días, los empeños del arrojo:
combatimos corsarios y libramos
a la ciudad de un forajido turco.
Sulpio venció a los monstruos y a los diablos;
me enseñó los abismos y los ápices;
sacó, de mí, vórtices prodigiosos;mas nunca me ádvirtió sobre los seres
2V
que comen, día a día, el pan del odio
o del llanto o del celo que los fUgan.
y ahora que mis noches ya no cargan
endriagos ni demonios, le suplicoen vano a Sulpio, al viejo Sulpio, al vago
cofrade, con su arrojo adamantino,me enseñe a precavern1e del incógnito
ser que un día cifrara, en la Beocia
de nieblas y de cárcavas, la Esfinge,
y que yo no descifro, maguer todas
las soledades que con él comparto.
Carta,Rena, 1995