Download - Parcial Antropología Cultural I
Universidad de la República
Facultad de Ciencias Sociales
SEGUNDO PARCIAL
ANTROPOLOGÍA CULTURAL I
Pedro Da Costa Rosselló 4.490.160-0
Florencia Fielitz 3.338.977-4
Felipe Maestro 3.429.420-
Montevideo 3 de noviembre de 2010
2- ¿Cómo afectó a la práctica de consumir coca entre los
indígenas andinos la situación de dominación colonial?
Para analizar las implicancias del proceso de colonización en las
prácticas culturales de la comunidad indígena del Perú, es
imprescindible pensar al otro a partir de los procesos de dominación y
explotación que la implantación del modelo de producción capitalista
en su fase imperialista produjo en las sociedades denominadas
“primitivas” entre los siglos XV y XVII. De acuerdo con Bustos Ramírez
(1984), el Estado capitalista debe cumplir dos funciones básicas y con
frecuencia mutuamente contradictorias a saber la acumulación de
capital y la reproducción de la fuerza de trabajo desde el punto de
vista económico y la legitimidad del orden político por el otro. En este
sentido, el propósito de los colonos no solo radica en la implantación
de un orden económico-material capitalista, si no también, imprimir
en la subjetividad del indígena maneras de hacer, sentir y pensar
acordes con la racionalidad del incipiente sistema.
La explotación material producto de la implantación de nuevos modos
de producción, así como también, la dominación simbólica-cultural
que perpetuó el sentido del las prácticas culturales de los pueblos
indígenas implicó la pérdida de la “posibilidad de ejercer una real
acción sobre su propia historia “es así que, “sufrió un proceso de
readaptación de los hábitos de consumo, de sus creencias y de sus
objetivos históricos”. (Mauricio Boivin, 95: 2000). El Estado
Monárquico por intermedio del uso de la fuerza física y la Iglesia a
través de la monopolización de los medios de producción de sentido,
se constituyeron como los principales agentes disciplinarios para la
fabricación de cuerpos dóciles. Esto propició la conformación de mano
de obra barata y obediente para la realización de trabajos forzados en
las minas; hecho que tiene como correlato la consecución de los
objetivos del sistema capitalista en su fase imperialista a decir, la
acumulación de capital y la legitimidad del orden político.
Si bien la práctica cultural del coqueo estaba presente en los
indígenas previo al proceso de colonización, los cambios en las
condiciones materiales de existencia producidos por el sistema
capitalista, trajeron aparejados un aumento significativo de la
masticación de la coca. Debido en gran medida, a la obligación de
realizar trabajos forzados en las minas y por otra parte a los grandes
beneficios que el gobierno colonial obtuvo del comercio de la coca.
La práctica del coqueo no es suprimida con la irrupción de los
españoles, sino que su uso, deviene conforme a las nuevas
condicionantes estructurales que el modelo de producción capitalista
impone. De este modo, se disciplina el uso de la práctica cultural
dado que se la reglamenta, tal es así, que durante las horas de
trabajo el consumo de la hoja de coca está pautado con las pausas en
la tarea según las exigencias que el modo de producción impone. Por
consiguiente, el coqueo se instrumentaliza produciéndose un
vaciamiento de sentido que otrora el indio encontraba a través de la
masticación de la hoja de coca en tanto “planta sagrada” del
imaginario cultural indígena.
Finalmente, es preciso aclarar que el uso de la fuerza física no fue el
único medio del cual se valió el conquistador para la occidentalización
del modo de vida de los nativos; dicho posicionamiento llevaría a
pensar al indio como un ser inerte que desea la condición que le es
impuesta. En contraposición, Bourdieu nos enseña que la dominación
es el ajuste resultante de la dialéctica entre los determinantes
objetivos y la interiorización de los mismos que imprime
subjetivamente en los dominados maneras de sentir (se) y pensar
(se) “configurando estructuras cognoscitivas que provienen de las
estructuras mismas de dicho mundo”. Lo anteriormente mencionado,
deviene en una aceptación dóxica por parte del dominado “que
resulta del acuerdo inmediato de las estructuras objetivas con las
estructuras cognitivas” y que, es “el verdadero fundamentote una
teoría realista de la dominación (…) de todas las formas de
persuasión clandestina, la más implacable es la ejercida simplemente
por el orden de las cosas” (Bourdieu, 120: 1995). Por consiguiente, la
violencia simbólica se constituyó en un medio sutil y violento del cual
se valieron los conquistadores para trastocar el sentido de un símbolo
–hoja de coca- y práctica –masticación- de construcción identitaria del
pueblo indígena y reconfigurarlo en un instrumento que contribuye al
ocultamiento y reproducción del sistema de desigualdad estructural al
cual se ve sometida la población nativa del altiplano peruano.
3- ¿Qué significa el “coqueo” desde una perspectiva emic?
¿Qué herramientas conceptuales y metodologías podría poner
en juego para comprender esta práctica?
Para comprender el objeto de estudio a saber, la significación cultural
de la práctica del coqueo en la población indígena del altiplano
peruano desde una perspectiva emic; es necesario remitirse a los
aportes conceptuales presentes en la obra de Clifford Geertz “La
interpretación de las culturas”, más precisamente al enfoque
semiótico de cultura dado que de acuerdo con el autor: ayuda a
lograr el acceso al mundo conceptual en el cual viven nuestros
sujetos, de suerte que se pueda en el sentido amplio del término,
conversar con ellos. El presupuesto epistemológico que subyace a la
concepción de cultura planteada por el autor, posee implicancias
metodológicas-conceptuales en tanto exige por parte del antropólogo
un posicionamiento que interprete el papel de la práctica cultural del
coqueo en la vida social indígena.
El sentido que se le atribuya a la práctica cultural de coqueo está
fuertemente imbricado al posicionamiento epistemológico-
metodológico desde donde el sujeto cognoscente intenta aprehender
su objeto de conocimiento. Considerar la totalidad histórica social en
la cual el hecho cultural se concretiza, así como también, el plano
microscópico en donde las maneras de sentir, hacer y pensar se
objetivan, contribuye a desentrañar e iluminar las estructuras de
significación productoras de sentido de las prácticas culturales de la
comunidad indígena del altiplano.
A lo largo del texto, se pretende fundamentar el consumo de la hoja
de coca por parte de la comunidad indígena del Perú a partir de un
“mapeo incorpóreo”de variables explicativas que van desde la
relación que guarda el hombre con el medio, argumentando que el
consumo es producto de una necesidad fisiológica que las
condiciones geográficas-ambientales de la región imponen a la
comunidad para su aclimatación. Otro factor que relaciona
causalmente a la práctica del coqueo son las condiciones de trabajo y
nivel de vida de los indios, una de las labores más comunes entre
dicha población es el trabajo en las minas, donde se acentúa el
consumo de la coca en tanto estimulante para poder desarrollar la
tarea. Finalmente otra causa que explicaría eventualmente el
consumo de coca es la subalimentación que padece dicha población,
la cual acusa no sólo un hambre cualitativa sino cuantitativa, donde
el uso de la coca está asociado con la inhibición de la sensación de
hambre que su consumo produce. Dichos intentos de aproximación
cuantitativa al objeto de estudio a través de la operacionalización de
conceptos traducidos en variables resulta insuficiente para
aprehender al objeto de estudio en su singularidad dado que se
prescinde de sus cualidades en pos de realizar generalizaciones de
las regularidades entorno a la práctica del coqueo.
No se pretende aquí abrir el debate entorno al viejo -y tan presente-
debate en Ciencias Sociales entre la metodología de la investigación
cuantitativa y la metodología cualitativa dado que se entiende que la
elección de una u otra se fundamenta en las exigencias que el propio
objeto de estudio exige para su comprensión. Es así, que para
“reducir el enigma” de la significación cultural de la práctica del
coqueo para los indígenas del altiplano peruano resulta
imprescindible indagar la realidad de dicha población desde una
metodología de investigación etnográfica que desentrañe “(…) la
jerarquía estratificada de estructuras significativas atendiendo a las
cuales se producen, se perciben y se interpretan” (22: 1973) la
práctica del coqueo. Por consiguiente, para comprender densamente -
parafraseando a Clifford Geertz- la práctica del consumo de la hoja de
coca en tanto signo de expresión cultural, no puede ni debe ser
reducida a una serie de variables abstraídas de la particularidad
histórica-social en donde se produce y se expresa el acto singular.
La práctica del coqueo adquiere diferentes significaciones según el
devenir histórico social en la cual se enmarca; es así que en la época
incaica el coqueo desempañaba un papel religioso en la vida del indio
con un importante valor ceremonial. En la actualidad, el coqueo
conserva esta cualidad simbólica-cultural dado que no hay
acontecimiento social que no se ha de celebrar con chaccheo
considerado como signo externo de afecto y solidaridad. En este
sentido, el uso de la hoja de coca para la comunidad indígena se
constituye en un signo de construcción identitaria que contiene y
expresa el sentido colectivo de la historia de un pueblo originario que
resiste a los embates homogeneizantes impulsados por la supuesta
luminosidad de la razón moderna que engulle toda práctica que
opaque la idea de progreso sobre la cual se edifica y justifica los
procesos de dominación cultural y explotación material de las
minorías étnicas.
La perspectiva emic posiciona “al otro” –objeto de conocimiento-
como sujeto significante de su realidad en tanto interpreta el coqueo
desde la visión del mundo que tienen los nativos, con una mirada
desde lo real, donde el antropólogo intenta adquirir el conocimiento
de las características y reglas necesarias para actuar y pensar como
un nativo y de este modo evitar caer en una mirada etnocéntrica del
objeto de estudio. El coqueo tiene una significación cultural
importante que se refleja en el cotidiano de los indios. Es importante
aclarar que en las tierras andinas del Perú el consumo de la hoja de
coca se da en los indios, raramente los mestizos mastican la coca; lo
que sustenta y refuerza la idea de la práctica como símbolo de
construcción identitaria.
Bibliografía
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Montevideo 1999.