Pág.
NÚMERO 26
NOVIEMBRE 2018
Contenido:
¿Cómo rezar con
CTP?
2
Desafío del mes 3
Abordar nuestras di-
ferencias
4
El MEJ, una oportuni-
dad para vivir una mi-
sión de compasión
16
Los elegidos del Se-
ñor
32
¿Estamos condenados
a pelear?
50
www.clicktopray.org
11
clicktopray
Al servicio de la paz Que el lenguaje del corazón
y del diálogo prevalezca sobre el de las armas
Pág. 2
Pág. 3
Para que el lenguaje del
corazón y del diálogo
prevalezca siempre sobre
el lenguaje de las armas.
AL SERVICIO DE LA PAZ
Desafío del mes
Pág. 4
Para
meditar
Al hombre actual se le ha hecho habitual y ha normalizado el lenguaje de
la pelea y la confrontación. Las personas perdemos sin mucha conciencia,
la capacidad para valorar la riqueza que supone la diversidad y la diferen-
cia. Vivimos en una utopía de
control, queremos tener a las
personas, a las situaciones y a
las cosas bajo las seguridades de
nuestro mundo conocido y todo
aquello que no “encaje” en él, lo
vivimos como una amenaza y
tendemos a correrlo de nuestras
vidas o a anularlo.
Este modo de mirar al otro co-
mo amenaza a la propia vida, es
producto de un corazón herido que no ha aprendido a mirar a los demás
como dones, sino como competidores, por el simple hecho de que son di-
ferentes.
El mismo diálogo es difícil, hablamos imponiendo nuestras ideas y tratan-
do de convencer a la otra persona de la verdad de nuestros juicios y apre-
ciaciones. Nos cuesta escuchar a los demás con amplitud de mente y aper-
tura de corazón, más bien hablamos para hacer entender a los demás
nuestros puntos de vista.
María Bettina Raed
Directora Regional Red Mundial de Oración del Papa Argentina Uruguay
Co Coordinadora Internacional Click to pray
ABORDAR NUESTRAS DIFERENCIAS
Para que el lenguaje de corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas
Pág. 5
“Tenemos que educar el hábito del diálogo sincero. En el mundo se pelea
a un altísimo costo, se gastan enormes recursos para esto y se pone en
jaque la felicidad humana. Y no sólo pensemos en las guerras. También en
nuestros ambientes, las familias, las empresas, las personas individuales se
desgastan en enfrentamientos costosos que ponen en riesgo sus bienes,
su felicidad y en muchos casos la vida.
La diferencia y la di-
versidad habitan el
mundo, y esto no
cambiará. Las perso-
nas seguiremos inco-
modándonos ante tal
realidad porque conti-
nuaremos experimen-
tando inseguridad por
aquello que no con-
trolamos. Sin embar-
go, hay algo que podemos hacer diferente para evitar la confrontación:
cultivar el diálogo auténtico. Un modo de conversar en el que nos abra-
mos a la realidad del otro sin querer dominar ni convencer sino aceptán-
dolo y valorándolo como expresión de bien, verdad y belleza.
Ponernos al servicio de la paz es cultivar el diálogo y la aceptación de las
diferencias. Comencemos en nuestros ambientes y en nuestra vida cotidia-
na, con quienes tenemos cerca. Este mes el desafío es contribuir con nues-
tras vidas a que este mundo sea cada día más, un lugar en el que haya
espacio para todos.
ABO
RD
AR N
UESTRA
S DIF
EREN
CIA
S
Pág. 6
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 1
Con
Jesús por la mañana
“Dichosos serán ustedes
cuando los injurien y los
persigan, y digan contra
ustedes toda clase de
calumnias por causa
mía.” (Mt 5, 11)
Iniciamos este nuevo itinerario acompañados por
nuestros hermanos del equipo de la Red Mundial de
Oración del Papa de México que preparan este camino
orante diariamente. Junto a toda la Red del mundo
nos ponemos al servicio de la paz y pedimos para que
el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siem-
pre sobre el lenguaje de las armas. Ofrece este día por
esta intención del Papa para noviembre. Padrenuestro
DISPONIBILIDAD PARA SERVIR
A DIOS
Pág. 7
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
El momento más importante.
Haz silencio interior. Recupera la cal-
ma. Agradece un día más. Recorre
los momentos vividos desde el ama-
necer hasta ahora. ¿Cuál has sido el
momento más importante? ¿Por
qué? Trae al presente las sensaciones
corporales, las emociones y las ideas
de ese momento. ¿Cómo cierras el día?
Apunta un propósito para mañana. Ave
María
Una misión de compasión
El discípulo-apóstol de Jesús está llamado a compartir la misión de com-
pasión de Jesús por el mundo. Escucha a tu Maestro, mantén una actitud
de apertura a quienes más necesitan de tu amor. ¿Dónde has escuchado
a nuestro Señor esta mañana? ¿Qué quedó resonando en tu corazón? ¿
Cómo te gustaría continuar tu día? Frente a los retos que se te presentan
hoy, pídele a Él actuar con sus sentimientos de misericordia para ser tes-
timonio de Su amor.
Pág. 8
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 2
Con
Jesús por la mañana
“¿Por qué buscan entre
los muertos al que está
vivo? No está aquí, ha re-
sucitado” (Lc 24, 5)
“El hombre nació para vivir en paz consigo mismo,
lleno de profunda alegría. La tensión que resulta de los
problemas y del dolor es parte de un todo y, por lo ge-
neral, dirige nuestra atención al desarrollo de la vida”
(John Powell). Sonríe a quienes encuentres, la paz co-
mienza con un gesto amable. Hoy primer viernes de
mes, jornada mundial de oración de la Red Mundial de
Oración del Papa, ofrece todo lo que vivas por la inten-
ción del mes. Padrenuestro.
SEMBRAR PAZ
Pág. 9
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis deseos.
Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día. ¿Qué tienes para
agradecer? Toma contacto con tu corazón y fíjate qué deseos se han
movido dentro de ti. Los deseos mueven tu voluntad. ¿Hacia dónde
te dirigen tus deseos? ¿Qué sentimientos te despiertan? Hay deseos
que te llevan a crecer y a obrar el bien y otros no. Identifica en ti la
diferencia. ¿Qué deseos tienes para mañana? Apúntalos. Avemaría.
Llamados a la misión de Jesús
El Resucitado salió al encuentro de sus amigos, iluminando su experien-
cia de vida, transformando la mirada de la pasión vivida en esos días e
infundiendo ánimo para continuar la marcha. Encuentros que significa-
ron un “envío” a la comunidad a
anunciar que Jesús está vivo. Ese
es también tu llamado, anunciar
con tu vida que Jesús vive. ¿
Reflejan tus actitudes que crees
en un Dios de vivos o te pierdes
entre problemas, quejas y discon-
formidades?
Pág. 10
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 3
Con
Jesús por la mañana
. “El que se engrandece
será humillado, y el que
se humilla será engrande-
cido” (Lc 14, 11)
“La voluntad de Dios debe hacerse visible en nuestro
modo de comportarnos. El amor es el cumplimiento,
no la abolición, de la ley y los profetas” (Anselm Grün).
Al iniciar tu jornada, recuerda la intención del mes: “Al
servicio de la paz”. Repite en el día esta intención me-
ditando que el Evangelio te invita a practicar la humil-
dad, que ayuda a sembrar armonía en tus ambientes.
Escucha antes de hablar, no quieras tener la última pa-
labra. Ofrece el día por la intención del mes. Padre-
nuestro
AMOR Y HUMILDAD
Pág. 11
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis encuentros.
Disponte a cerrar el día. Quédate unos
momentos agradeciendo a Dios las
gracias recibidas. ¿Qué personas has
encontrado hoy? Trae a la memoria sus
rostros, sus gestos, las conversaciones
que mantuviste. ¿Cómo han sido esos
encuentros? ¿Has hecho bien a esas
personas? ¿Qué ha quedado en tu corazón
al cerrar el día? Apunta un propósito para
mañana. Ave María
De camino contigo
Jesús camina a tu lado, no es ajeno a lo que te pasa día a día. ¿Notas la
presencia del Señor en tu día? Lo que vives cada día es oportunidad para
responder a Jesús que te sumas a su misión en tus ambientes, siendo re-
flejo de su amor. Detente a revisar por un momento tu proceder. ¿
Ayudas? ¿Te ocupas de las necesidades de los demás? ¿Realizas tus ta-
reas con responsabilidad y dedicación? La misión de Jesús te espera en
tu vida cotidiana.
Pág. 12
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 4
Con
Jesús por la mañana
“No estás lejos del
Reino de Dios” (Mc
12, 28b-34.)
¡Dios es amor!. El se manifiesta en ti cuando vives en
actitud de servicio, ternura y respeto a los demás. Tie-
nes capacidad de comunicar la divinidad que vive en ti.
El amor necesita de ti para germinar en los demás.
Acércate con cariño y comprensión a tus hermanos,
mira, escucha, ponte en el lugar del otro. Fomenta la
cultura del encuentro. Ofrece lo que vivas por la inten-
ción del mes. Padrenuestro
LA CULTURA DEL ENCUENTRO
Pág. 13
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los más pequeños.
Recoge el día y recupera la quietud interior. Agradece lo vivido hoy. De
todas las personas que hoy encontraste ¿Quién ha necesitado especial-
mente de ti? ¿Has podido responder a esa necesidad? Revisa el amor
puesto al servicio de “los más pequeños o necesitados”. ¿Te has entre-
gado y servido con amor o has “trabajado mecánicamente”? ¿En qué
podrías crecer en adelante? Apunta un propósito. Ave María
Amar a Dios en mis hermanos
Al conocimiento de Dios nos acer-
camos cuando conocemos más a
Jesús. Y de Él sabemos por sus ac-
titudes, su amor, su cercanía con la
gente. Jesús amó a su Padre y a
sus hermanos. Y a estos los amó
con actitudes concretas de misericordia y comprensión. Tu misión es la
de Jesús, ser sembrador de misericordia con todos los hermanos. Actua-
liza el propósito de la mañana. Repite en tu interior al ritmo de tu respi-
ración: “Amo a Dios en mis hermanos.”
Pág. 14
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 5
Con
Jesús por la mañana
“No hagan nada por rivalidad o
vanagloria; sean, por el contra-
rio, humildes y consideren a los
demás superiores a ustedes mis-
mos. Que no busque cada uno
su propio interés, sino el de los
demás.” (Fil 2, 3-4)
Esta exhortación, te invita a estar unido a Cristo te-
niendo un corazón compasivo, viviendo en armonía
con tus hermanos. ¿En qué dimensiones de tu vida tie-
nes en menos a los demás y te sientes superior? Abra-
za en tu interior a quienes has menospreciado y si te
es posible acércate con una palabra de reconocimien-
to. Ofrece tu día por la intención del mes. Padrenues-
tro
HUMILDES Y SERVICIALES
Pág. 15
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los lugares.
Busca un lugar tranquilo y apártate para cerrar el día. Agradece lo que
hayas recibido hoy. Repasa los lugares que hoy has visitado. ¿Cómo te
has sentido? ¿Qué te han dejado en el corazón? Tómate un tiempo para
hablar con Dios sobre tu paso por
esos sitios y pídele a Él que te dé una
palabra sobre ellos. Apunta lo que
descubras y pide ayuda a Dios para
iniciar un nuevo día. Ave María
El camino del corazón
Durante el mes de noviembre estás invitado a orar en este momento del
día con “Una misión de compasión”, el tramo ocho del Camino del Cora-
zón, la propuesta espiritual de la Red Mundial de Oración del Papa. Los
desafíos a los que Jesús dio respuesta fueron su misión en este mundo y
hoy Él espera que tú lo ayudes con los actuales desafíos. Vive en tu día la
intención del Papa Francisco, este mes ábrete al diálogo, sé amable en
tus conversaciones, busca acuerdos con tus hermanos. Únete al desafío
de la paz.
Pág. 16
Para
meditar
Mi experiencia de Dios no ha sido lineal e inamovible. De niña me era fácil
encontrar a Dios en medio de la vida y relacionarme con él a través de las
oraciones que aprendí
en el colegio y en mi
casa. Más tarde en la
adolescencia fue más
difícil hacerlo, las ora-
ciones aprendidas ya no
eran suficientes, necesi-
taba algo más y no me
bastaba con reconocer a
Dios en la naturaleza y
en las cosas bonitas. En
esta etapa de mi vida
me di cuenta de que existía un mundo desigual, que había injusticia y su-
frimiento y me preguntaba dónde estaba Dios y qué hacía ante eso.
Me encontré con Jesús y con su manera de acercarse al dolor y a la injus-
ticia a través de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola y las
misiones de Semana Santa. Entendí que Dios camina con nosotros, se
compadece y pone deseos en nuestros corazones.
CELINA SEGOVIA SARLAT RJM
Coordinadora MEJ - México
EL MEJ, UNA OPORTUNIDAD
PARA VIVIR UNA MISIÓN DE COMPASIÓN
Pág. 17
La experiencia de Dios no es igual en la niñez que en la adolescencia y
cada persona tiene su ritmo con Jesús. Y que a Dios se le encuentra en
medio de realidades que claman, que requieren de nuestra compasión
porque Dios quiere hacerse presente y necesita de cada uno para hacerse
visible a través de gestos concretos que sostengan a otros en medio de
sus dificultades.
En el MEJ me gusta fomentar el contacto con la realidad, con la vida coti-
diana, situaciones que suelen vivir los adolescentes, con espacios de silen-
cio para que puedan encontrar a Dios en medio de ellas y así puedan ha-
cer del MEJ más que un movimiento, un estilo de vida. Cuando yo descu-
brí que Jesús se retiraba al monte a orar y no se limitaba a buscar a su
Padre en el templo, sino que lo compartía con todas las personas que lle-
gaban a él buscando acogida y consuelo… ricos y pobres, mujeres y hom-
bres, niños y adultos, enfermos y sanos, judíos y paganos… … comprendí
que esto era un regalo para compartir. Los adolescentes en el MEJ son
capaces de ir creciendo en sensibilidad para “encontrar a Dios en todas
las cosas” y, en su vivencia del silencio, descubrir el paso de Dios por su
vida. Esto genera jóvenes comprometidos con los otros.
El MEJ me ha regalado la oportunidad de ser testigo del paso de Dios en
la vida de los jóvenes y ver cómo esto los transforma, los hace compasi-
vos y transforma la realidad que los rodea. Por eso me siento orgullosa de
decir #YoSoyDelMEJ .
EL M
EJ, U
NA O
PO
RTU
NID
AD P
ARA V
IVIR
UN
A M
ISIÓ
N D
E CO
MPA
SIÓ
N
Pág. 18
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 6
Con
Jesús por la mañana
“Tengan, pues, los
sentimientos que co-
rresponden a quienes
están unidos a Cristo
Jesús.” (Lc 14, 23)
“Mientras en el mundo reaparecen diversas formas de
guerras y enfrentamientos, los cristianos insistimos en
nuestra propuesta de reconocer al otro, sanar las heri-
das, construir puentes, estrechar lazos y ayudarnos
mutuamente a llevar las cargas” (Papa Francisco). La
Paz del mundo inicia contigo. ¿Cómo escuchas a tu
prójimo? ¿De qué forma dialogas ante las diferencias
con los demás? Abre tu corazón para escuchar y con-
versar con tus hermanos. Ofrece tu día por la paz
mundial a través del diálogo. Padrenuestro
ESCUCHA Y DIÁLOGO
Pág. 19
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Las cosas.
Mira el día que termina. Agradece alguna gracia especial que hayas re-
cibido. Haz memoria de las cosas que hoy formaron parte de tu día. ¿
Cómo usas tus cosas? ¿Eres medido? Presta atención a esas cosas de
las que usas y abusas. ¿Has compartido con generosidad? ¿Has cedido
el uso de cosas a otros que necesitaban? Haz un propósito para crecer
en el uso del dinero y de las cosas, para mañana. Ave María
Agentes de paz
Jesús te invita a abrir tu corazón para entender a tu hermano y sentir con
él. ¿De qué forma has practi-
cado el diálogo constructivo
esta mañana? Pon atención
en cómo te expresas y cómo
haces silencio para que tu
hermano hable. Todo requie-
re práctica; continúa inten-
tando el resto del día. Repite
al ritmo de tu respiración:
“Señor, dame tu paz.”
Pág. 20
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 7
Con
Jesús por la mañana
“Es Dios quien, más
allá de la buena dis-
posición de ustedes,
realiza en ustedes el
querer y el actuar.” (Fil
2, 13)
La gracia de Dios actúa en nosotros cuando la pedi-
mos y estamos abiertos a recibirla. En su inmenso
amor, Él está siempre dispuesto a darnos a manos lle-
nas. ¿Cómo recibes de Dios todo lo que te da? Hoy,
pon atención a tus palabras y acciones a fin de promo-
ver la hermandad, el servicio a los otros y la paz. Ofre-
ce tu día para que más personas en el mundo sean
constructores de paz dejando a Dios actuar en ellos.
Padrenuestro
ACTUAR CON DIOS
Pág. 21
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis actividades.
Haz memoria agradecida del día que termina. Repasa con deteni-
miento las actividades que has realizado desde el amanecer. ¿En qué
has aprovechado tu tiempo? ¿
Cómo te has sentido en cada acti-
vidad? Repasa los momentos de
agobio, de paz, de tranquilidad,
de aceleramiento, de inquietud,
de alegría. ¿Cómo cierras el día? ¿
Qué deseas hacer diferente maña-
na? Apunta tu propósito. Ave María
Descubrir a Dios
Dios está presente en el mundo y habita todas las cosas. La experiencia
de buscar y encontrar a Dios en tu vida cotidiana te ayudará a mirar con
buenos ojos la realidad buscando la cuota de bondad que toda la reali-
dad tiene. Mira con ojos de misericordia y actúa con compasión aún en
las situaciones difíciles y problemáticas. Tal como lo hizo Jesús estás lla-
mado poner amor en todo, porque el amor lo habita todo. Así estarás
sirviendo y ayudando a Jesús en su misión.
Pág. 22
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 8
Con
Jesús por la mañana
“Los fariseos y los doc-
tores murmuraban: Este
recibe a pecadores y co-
me con ellos.” (Lc 15,2)
“Jesús les contestó con la siguiente parábola: Si uno de
ustedes tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja
las noventa y nueve en el campo y va a buscar la extra-
viada hasta encontrarla?” (Lc 15, 3-4). Todos sabemos
que no, y allí radica la locura del amor de Dios. El amor
de Dios no tiene lógica, no se entiende, solo se recibe
y se irradia. Demuestra amor hablando con mesura, sin
levantar el tono de voz. Ofrece este día por la inten-
ción del mes. Padrenuestro
LOCURA DE AMOR
Pág. 23
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
El momento más importante.
Haz silencio interior. Recupera la
calma. Agradece un día más. Re-
corre los momentos vividos desde
el amanecer hasta ahora. ¿Cuál
has sido el momento más impor-
tante? ¿Por qué? Trae al presente
las sensaciones corporales, las
emociones y las ideas de ese mo-
mento. ¿Cómo cierras el día?
Apunta un propósito para mañana. Ave
María
Con el estilo de Jesús
Estamos rezando por la paz en el mundo construida a través del lenguaje
del corazón y por sobre el de las armas. También es tu misión en la vida
cotidiana para este mes. ¿Con qué armas combates en tu vida cotidiana?
¿Enfrentas y buscas imponer tus ideas? Mira a Jesús, escucha sus diálo-
gos, sus expresiones, tú también estás llamado llevar tu vida con el estilo
que Él tuvo. Actualiza el propósito de la mañana y repite en tu corazón:
“Con Él y como Él”.
Pág. 24
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 9
Con
Jesús por la mañana
“No conviertan la casa
de mi Padre en un
mercado” (Jn 2, 16)
“Merecen una gratitud especial quienes luchan con vi-
gor para resolver las consecuencias dramáticas de la
degradación ambiental en las vidas de los más pobres
del mundo” (Papa Francisco). ¿Qué haces tú para cui-
dar nuestra casa común? Cuidando el vínculo con tus
hermanos cuidas de la casa común. Sé paciente y no
atropelles en tus conversaciones. Busca el consenso.
Ofrece el día por la intención del mes. Padrenuestro
CUIDAR
Pág. 25
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis deseos.
Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día. ¿Qué tienes para
agradecer? Toma contacto con tu corazón y fíjate qué deseos se han
movido dentro de ti. Los deseos mueven tu voluntad. ¿Hacia dónde te
dirigen tus deseos? ¿Qué sentimientos te despiertan? Hay deseos que
te llevan a crecer y a obrar el bien y otros no. Identifica en ti la diferen-
cia. ¿Qué deseos tienes para mañana? Apúntalos. Ave María
Misión: cuidar
Cuida de ti, de tus ambientes y de
tus hermanos. Cuidar es una misión
humana, y los cristianos hemos si-
do enviados por Jesús a cuidar. La
falta de cuidado muchas veces de-
viene en vínculos fracturados, per-
sonas heridas, malos entendidos y alejamiento entre los hermanos. Lleva
esfuerzo construir. ¡Cuida tus vínculos! Actúa con paciencia, con respeto
y amor.
Pág. 26
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 10
Con
Jesús por la mañana
”Un empleado no puede es-
tar al servicio de dos seño-
res: porque odiará a uno y
amará al otro o apreciará a
uno y despreciará al otro.
No pueden estar al servicio
de Dios y del dinero” (Lc 16,
2-3)
El dinero son las “posesiones” que tienes. Luchamos
por tenerlas y no perderlas porque nos dan seguridad.
Cuando te apegas a las cosas no eres tú quien las tie-
nes sino ellas que te tienen a ti. ¡Usa las cosas y ama a
las personas! Ese es el lenguaje del corazón. Ofrece lo
de hoy por la intención del mes. Padrenuestro
PERDERSE A SÍ MISMO
Pág. 27
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis encuentros.
Disponte a cerrar el día. Quédate unos momentos agradeciendo a Dios
las gracias recibidas. ¿Qué personas has encontrado hoy? Trae a la me-
moria sus rostros, sus gestos, las conversaciones que mantuviste. ¿
Cómo han sido esos encuentros? ¿Has hecho bien a esas personas? ¿
Qué ha quedado en tu corazón al cerrar el día? Apunta un propósito
para mañana. Ave María
Rezar con la vida
¿Oramos o trabajamos? ¿Cuál es la prioridad? Se trata de ser místicos de
ojos abiertos, contemplativos en la acción, de rezar con la propia vida.
De lo contrario corremos el riesgo
de que la vida vaya por un carril
paralelo al de nuestra oración.
Necesitas integrar la vida y la ora-
ción. Ofrece la vida cada mañana,
tu trabajo puede ser oración a
Dios y lleva a tu oración lo vivido.
Esa es la misión, hacer oración la
vida y vida la oración. ¡Anímate a vivir como apóstol de Cristo en la vida
cotidiana!
Pág. 28
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 11
Con
Jesús por la mañana
“Él les dijo: ustedes pre-
tenden pasar por justos
delante de los hombres;
pero Dios conoce sus
corazones, y lo que es
estimable para los hom-
bres es detestable para
Dios” (Lc 16, 15)
“Por justicia se da al prójimo sólo lo que se le debe,
pero por caridad lo que necesita” (Teresa de Calcuta).
Comparte hoy tu tiempo o alguna cosa material con
quien necesite. Tu haber y poseer te han sido dados
para servir a los demás. El servicio y la entrega son ac-
titudes que forjan relaciones pacíficas. Ofrece el día
por la intención del mes. Padrenuestro
LA HONESTIDAD NOS DARÁ
PAZ
Pág. 29
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los más pequeños. Recoge el día y recupera la quietud interior.
Agradece lo vivido hoy. De todas las personas que hoy encon-
traste ¿Quién ha necesitado especialmente de ti? ¿Has podido
responder a esa necesidad? Revisa el amor puesto al servicio
de “los más pequeños o necesitados”. ¿Te has entregado y ser-
vido con amor o has “trabajado mecánicamente”? ¿En qué po-
drías crecer en adelante? Apunta un propósito. Ave María
Derribar muros
“Hay que derribar los muros de la
desconfianza y del odio, promo-
viendo una cultura de reconcilia-
ción y solidaridad” (Papa Francis-
co). Estás llamado a vivir identifica-
do con los criterios de Jesús, a per-
donar, a tender puentes, a amar sin
medida, llegando a amar a quienes
te hacen daño. Es difícil, y esta tarea empieza por los propios deseos:
desear de corazón vivir reconciliados con los demás y contigo mismo.
Actualiza el propósito de la mañana.
Pág. 30
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES12
Con
Jesús por la mañana
“Si tu hermano peca,
repréndelo; si se arre-
piente perdónalo” (Lc
17, 3)
“La reconciliación no es una palabra abstracta. Cuando
[las personas] superan la tentación de venganza, se
convierten en los protagonistas más creíbles de proce-
sos de construcción de paz. Es necesario que algunos
se animen a dar el primer paso en tal dirección, sin es-
perar a que lo hagan los otros” (Papa Francisco). Acér-
cate a quien está enemistado contigo. Ofrece el día
por la intención del mes. Padrenuestro
PERDÓN Y RECONCILIACIÓN
Pág. 31
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los lugares.
Busca un lugar tranquilo y apártate para cerrar el día. Agradece lo que
hayas recibido hoy. Repasa los lugares que hoy has visitado. ¿Cómo te
has sentido? ¿Qué te han dejado en el corazón? Tómate un tiempo pa-
ra hablar con Dios sobre tu paso por esos sitios y pídele a Él que te dé
una palabra sobre ellos. Apunta lo que descubras y pide ayuda a Dios
para iniciar un nuevo día. Ave María
Escandaliza con la ternura
Jesús instruye a sus discípulos
sobre el perdón y la reconci-
liación. Tú también eres su
discípulo y estás invitado por
Jesús. La ternura tiene que ser
una revolución, un escándalo
sin medida. Perdonar y recon-
ciliarse con el hermano siem-
pre. Lleva una palabra de amor, de esperanza, una mano amiga, una son-
risa, un gesto amable, un abrazo, apoyo en las dificultades. ¡Reparte ter-
nura y que se note!
Pág. 32
Para
meditar
“Bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5,3)
No es ésta una afirmación que goce de buena prensa. Decir que serán feli-
ces los que aprendan a vivir con poco, o que será dichosa la persona que
tenga alma de pobre porque tendrá menos problemas y estará más pen-
diente de las necesidades de sus hermanos, es afirmar en contra de la co-
rriente.
En un mundo que celebra el tener y en el que los logros materiales son
sinónimo de prestigio, carrera profesional y éxito, cuesta creer que esta
afirmación evangélica
tenga asidero en la
realidad. Y como si todo
esto fuera poco en el
mes de noviembre la
Iglesia dedica una jor-
nada especial a los po-
bres, a los que no tie-
nen lo indispensable
para vivir con dignidad.
Dos cosas podemos decir sobre la pobreza. Una cosa es la falta de recur-
sos que las personas no eligen y que les impide su desarrollo digno como
seres humanos. Este dolor y esta injusticia no sólo no es deseada, sino que
además debe ser en justicia y amor reparada y saldada. Por eso la Iglesia
nos recuerda en esta jornada a los que menos tienen, esos elegidos del
Señor a quienes nos debemos en amor y entrega personales, no sólo en
cosas materiales.
LOS ELEGIDOS DE DIOS María Bettina Raed
Directora Regional Red Mundial de Oración del Papa Argentina Uruguay
Co Coordinadora Internacional Click to pray
Pág. 33
Los pobres son quienes nos despiertan a la lógica del Reino pues son los
elegidos del Padre.
Y por otro lado la pobreza de espíritu, que es esa actitud de vida de quien
elige vivir desprendidamente, con poco o con menos, renunciando en fa-
vor de otros, compartiendo de lo que tiene para que otros alcancen lo
que necesitan. Y no se trata de no tener sino de no vivir apegados y de-
terminados por lo material. No poner el valor en las cosas, ni orientar
nuestros esfuerzos y nuestros
desvelos en poseer. Sino más
bien ordenar los deseos hacia el
compartir, no sólo los bienes ma-
teriales o espirituales, sino la
propia vida como don para los
demás.
Difícilmente se movilice nuestra
sensibilidad con los que menos
tienen si no aprendemos a vivir
con alma de pobres. Pues el
compartirnos con los que menos
tienen nace desde el interior del
corazón como respuesta a sentir
como propios el dolor y la caren-
cia de los hermanos.
Que las palabras de Jesús nos calen en el corazón y que aprendamos de la
pobreza de su corazón que compartió con los pobres.
LO
S ELEG
IDO
S DE D
IOS
Pág. 34
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 13
Con
Jesús por la mañana
“Hicimos lo que te-
níamos que hacer” (Lc
17, 10).
Jesús recomienda a sus discípulos hacer lo que se les
manda, sin esperar privilegio alguno y, por amor. Sa-
bernos amados, nos lleva a amar. Amar nos lleva a ser-
vir al prójimo más allá de las circunstancias de mo-
mento; la fortuna o las desdichas, la compatibilidad o
las diferencias, lo conocido o lo desconocido. Promue-
ve la armonía y la concordia, gestiona las diferencias
con tus hermanos como oportunidades para aprender
a escuchar, a aceptar y apreciar al otro. Ofrece lo de
hoy por la intención del mes. Padrenuestro
HACER POR AMOR
Pág. 35
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Las cosas.
Mira el día que termina. Agradece alguna gracia especial que hayas re-
cibido. Haz memoria de las cosas que hoy formaron parte de tu día. ¿
Cómo usas tus cosas? ¿Eres medido? Presta atención a esas cosas de
las que usas y abusas. ¿Has com-
partido con generosidad? ¿Has ce-
dido el uso de cosas a otros que
necesitaban? Haz un propósito para
crecer en el uso del dinero y de las
cosas, para mañana. Ave María
Ver al hermano
El modo que tenemos de ver la realidad y a los hermanos dice mucho de
nosotros mismos. ¿Qué veía Jesús en las personas que se acercaban a Él?
Jesús miraba a un hijo de su Padre a un hermano suyo, y en esa mirada
“descubría”, sacaba la cubierta, de la belleza que lo habitaba. Jesús con-
seguía con su “ver” que las personas se sintieran dignas y amadas. En
eso consistía “curar, sanar y expulsar demonios”. ¿Cómo ves tú a tus her-
manos? ¿Qué despierta tu mirada en los demás? Pide a Jesús que te dé
“Sus” ojos para ver.
Pág. 36
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 14
Con
Jesús por la mañana
"Uno de ellos, al verse
sano, regresó alaban-
do a Dios en voz alta,
y se postró a los pies
de Jesús dándole gra-
cias. Era un samari-
tano" (Lc 17, 15-16)
“Si podemos entender que todo es don de Dios, ¡
Cuánta felicidad habrá en nuestro corazón! Él es nues-
tra fuerza” (Papa Francisco). Abandona las actitudes
posesivas y confrontativas, no quieras acaparar ni te-
ner la última palabra. Construye armonía y deja pasar
las molestias. Ofrece tu día por la intención del mes y
por aquellos que necesitan una señal de paz en su vi-
da. Padrenuestro
SER AGRADECIDO
Pág. 37
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis actividades.
Haz memoria agradecida del día que termina. Repasa con detenimiento
las actividades que has realizado desde el amanecer. ¿En qué has apro-
vechado tu tiempo? ¿Cómo te has sentido en cada actividad? Repasa
los momentos de agobio, de paz, de tranquilidad, de aceleramiento, de
inquietud, de alegría. ¿Cómo cierras el día? ¿Qué deseas hacer diferente
mañana? Apunta tu propósito. Ave María
Las ventanas del
alma
Los ojos son las ven-
tanas del alma. A tra-
vés de ellos vemos
pero detrás de ese
ver, apreciamos o
ponemos en valor
determinadas cosas. Presta atención a cómo miras, en qué pones el én-
fasis cuando miras. ¿Recuerdas el pasaje en que Jesús va a comer a Casa
de Simón y entra una pecadora pública? (cfr. Lc 7, 36-50). Contempla la
escena y fíjate qué ve Jesús y que ve Simón en la mujer. ¿Qué resuena en
ti?
Pág. 38
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 15
Con
Jesús por la mañana
“El reino de Dios no
vendrá de forma es-
pectacular, ni se po-
drá decir: “Está aquí,
o allí”, porque el reino
de Dios ya está entre
ustedes” (Lc. 17, 20-
21)
“Sé para los demás un signo tangible de la presencia
del Reino de Dios; anticipo del júbilo eterno del cielo”
(Papa Francisco). “Felices los que trabajan por la paz
porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9). Tus ges-
tos cotidianos pueden ser signos de paz, sonríe, ponle
buen humor a las dificultades, perdona un mal trato.
Ofrece tu día por la intención del mes. Padrenuestro
¿DÓNDE ESTÁ EL REINO?
Pág. 39
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
El momento más importante.
Haz silencio interior. Recupera la calma.
Agradece un día más. Recorre los mo-
mentos vividos desde el amanecer has-
ta ahora. ¿Cuál has sido el momento
más importante? ¿Por qué? Trae al pre-
sente las sensaciones corporales, las
emociones y las ideas de ese momento.
¿Cómo cierras el día? Apunta un pro-
pósito para mañana. Ave María.
Aquello que nos habita
Cuando hay perdón dentro de nosotros, podemos juzgar bien. Cuando
nosotros hemos experimentado el amor incondicional, podemos amar
sin exigencias, cuando nos hemos sentido aceptados sin reclamos pode-
mos aceptar y recibir a los demás. Sólo cuando hemos experimentado la
compasión por nuestras propias miserias, seremos compasivos con los
demás. ¿Cómo es tu experiencia de sentirte perdonado para perdonar a
tus hermanos?
Pág. 40
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 16
Con
Jesús por la mañana
“El que intente salvar
su vida, la perderá”
(Lc 17, 33)
“Pensemos: cuántos padres y madres, cada día, ponen
en práctica su fe ofreciendo concretamente la propia
vida por el bien de la familia” (Papa Francisco). Da de
tu tiempo, tu energía, tu afecto, tu trabajo para otro
que lo necesite. Toma la tarea que otros dejan y hazla
con amor y con entrega. El desprendimiento es condi-
ción para la armonía y la paz. Ofrece tu día por la in-
tención del Papa. Padrenuestro
ENTREGA TU VIDA
Pág. 41
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis deseos.
Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día. ¿Qué tienes para
agradecer? Toma contacto con tu
corazón y fíjate qué deseos se han
movido dentro de ti. Los deseos
mueven tu voluntad. ¿Hacia dónde
te dirigen tus deseos? ¿Qué senti-
mientos te despiertan? Hay de-
seos que te llevan a crecer y a
obrar el bien y otros no. Identifica
en ti la diferencia. ¿Qué deseos
tienes para mañana? Apúntalos. Ave María
La belleza nos habita
Para descubrir la belleza que habita a los hombres y mujeres del mundo
de hoy, es necesario tener unos ojos renovados y un corazón reconcilia-
do. El mundo entero está repleto de la belleza del Señor, pero sólo quie-
nes han descubierto su propia belleza interior podrán mirar el afuera con
ojos nuevos. Jesús le dijo a Nicodemo que era necesario nacer de nuevo.
Y hoy nos lo repite a nosotros, a ti y a mí. Renueva la mirada, nace a una
vida vivida desde la compasión y la misericordia.
Pág. 42
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 17
Con
Jesús por la mañana
“Y el Señor añadió: Fíjense en lo
que dice el juez injusto. ¿No ha-
rá, entonces, Dios justicia a sus
elegidos, que claman a él día y
noche? ¿Los hará esperar? Yo les
aseguro que les hará justicia in-
mediatamente. Pero, cuando
venga el Hijo del hombre ¿
encontrará fe en la tierra?” (Lc
18, 6-8)
Sé paciente con las fragilidades de tus hermanos, es-
pera y no te apures, prioriza el corazón y el diálogo.
Guarda silencio si no tienes nada bueno para decir.
Ofrece lo que vivas por la intención del mes. Padre-
nuestro
FRAGILIDADES
Pág. 43
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis encuentros.
Disponte a cerrar el día. Quédate unos momentos agradeciendo a
Dios las gracias recibidas. ¿Qué personas has encontrado hoy? Trae a
la memoria sus rostros, sus gestos, las conversaciones que mantuviste.
¿Cómo han sido esos encuentros? ¿Has hecho bien a esas personas? ¿
Qué ha quedado en tu corazón al cerrar el día? Apunta un propósito
para mañana. Ave María
Amor gratuito
Todos necesitamos sentirnos amados de modo incondicional, más allá
de nuestros logros y conquistas. Sentir que nos aman cuando nuestras
máscaras están caídas y las fragilidades quedan al descubierto es la ex-
periencia sanadora que nos permite
ponernos de pie. Sembrar compa-
sión y misericordia es estar y perma-
necer junto al hermano al que el pe-
cado se le nota. Toma consciencia de
cuál es tu actitud con esa persona
que tus amigos juzgan, desprecian,
critican y marginan por sus conoci-
dos fallos. ¿Qué hubiera hecho Jesús?
Pág. 44
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 18
Con
Jesús por la mañana
“El cielo y la tierra pa-
sarán, pero mis pala-
bras no pasarán” (Mc
13, 31)
“No caminamos hacia la nada y el vacío. Jesús nos sal-
drá al encuentro. Nos espera el abrazo con Dios, el Pa-
dre bueno” (J. A. Pagola). En la medida de la profundi-
dad de tu experiencia de Dios, serás capaz de com-
prender lo que Él te dice a través del día y cómo se
manifiesta, te encuentra y te abraza. Permanece en la
presencia de Dios hazte consciente de su mirada a lo
largo del día. Transmite esperanza ante las dificultades.
Ora por la intención de este mes. Padrenuestro
ESPERANZA
Pág. 45
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los más pequeños.
Recoge el día y recupera la quie-
tud interior. Agradece lo vivido
hoy. De todas las personas que
hoy encontraste ¿Quién ha nece-
sitado especialmente de ti? ¿Has
podido responder a esa necesi-
dad? Revisa el amor puesto al
servicio de “los más pequeños o necesitados”. ¿Te has entregado y servi-
do con amor o has “trabajado mecánicamente”? ¿En qué podrías crecer
en adelante? Apunta un propósito. Ave María
Signo de esperanza
Tu paso por este mundo debe ser el reflejo de la presencia de Jesús en tu
vida y te compromete a ser signo de esperanza entre tus hermanos. Tú
puedes llevar esa palabra oportuna que ayuda a tu hermano a recobrar
la confianza en sí mismo ante las dificultades. Alienta a los demás a sen-
tirse personas en construcción en manos de Dios el Alfarero. Respeta sus
procesos y estimúlalos a que sigan dando pasos aún en medio de tor-
mentas. ¡Siembra esperanza!
Pág. 46
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 19
Con
Jesús por la mañana
“¡Jesús, Hijo de David,
ten compasión de mí!
Los que iban delante
lo reprendían para
que se callara, pero él
gritaba más fuerte”
(Lc 18, 38-39)
“Aun cuando nos encontremos limitados por la enfer-
medad o restringidos físicamente, aún cuando nos sin-
tamos incapaces de cambiar las estructuras injustas de
nuestra sociedad, participamos de esta misión hacien-
do nuestra la mirada compasiva de Dios hacia nuestro
prójimo” (Camino del Corazón, n. 8). La persona es el
centro de toda actividad. Saluda con cordialidad, son-
ríe a quienes encuentres. ¡No actúes con indiferencia!
Ora por la intención del mes. Padrenuestro
COMPASIÓN
Pág. 47
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los lugares.
Busca un lugar tranquilo y apártate para cerrar el día. Agradece lo que
hayas recibido hoy. Repasa los lugares que hoy has visitado. ¿Cómo te
has sentido? ¿Qué te han dejado en el corazón? Tómate un tiempo para
hablar con Dios sobre tu paso por esos sitios y pídele a Él que te dé una
palabra sobre ellos. Apunta lo que descubras y pide ayuda a Dios para
iniciar un nuevo día. Ave María
Amor que da confianza
Nosotros podríamos interrogarnos
sobre nuestro modo de amar. Si es
gratuito o “a condición de…”. De-
beríamos estar más atentos a
nuestras palabras y acciones para
saber si logran devolver la con-
fianza a aquellos que han fracasa-
do o si por el contrario los termi-
namos por hundir o humillar más
aún. Nuestras palabras tienen la capacidad de edificar o desmoronar, de
construir o derrumbar. ¿Cómo conversas? ¿Cómo son tus diálogos?
Pág. 48
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES20
Con
Jesús por la mañana
“Jesús miró hacia arriba y le
dijo: Zaqueo, baja pronto,
porque hoy tengo que alo-
jarme en tu casa. Zaqueo
bajó rápidamente y lo reci-
bió con alegría” (Lc 1, 5-6)
Es el relato de un encuentro, del diálogo de dos cora-
zones. Jesús amante de los hijos de su Padre y Zaqueo
seducido por el Señor. De este encuentro surgió la
transformación de Zaqueo. El encuentro, el diálogo, la
compasión triunfó sobre la falta de amor. Recibe a tus
hermanos en tu vida, hazles lugar y estarás recibiendo
a Jesús. Ofrece tu día por la intención del Papa. Padre-
nuestro
SER INCLUSIVOS
Pág. 49
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Las cosas.
Mira el día que termina. Agradece alguna gracia especial que hayas reci-
bido. Haz memoria de las cosas que hoy formaron parte de tu día. ¿
Cómo usas tus cosas? ¿Eres medido? Presta atención a esas cosas de las
que usas y abusas. ¿Has compar-
tido con generosidad? ¿Has cedi-
do el uso de cosas a otros que
necesitaban? Haz un propósito
para crecer en el uso del dinero y
de las cosas, para mañana. Ave
María
Revolución interior
Jesús revolucionó el corazón de todos a quienes encontró a su paso. Las
personas sentían que su corazón se zarandeaba en esos encuentros, que
su existencia se desempolvaba y recobraba vida. Jesús pasó transforman-
do vidas a base de ternura, alegría, perdón, misericordia y entusiasmo.
Estás llamado a continuar esta misión de sembrar vida. Jesucristo necesi-
ta de tus manos que abracen, de tus ojos que miren con amor, de tus
pies que acompañen a los hermanos. Súmate a seguir revolucionando
corazones para el Señor.
Pág. 50
Para
meditar
A lo largo de nuestra historia hemos ido definiendo categorías donde, cual
caja de herramientas, vamos ubicando los distintos fenómenos con que
nos encontramos.
Todas y cada una de estas clasificaciones surgieron para dar respuesta a
alguna necesidad concreta y como tales fueron buenas y fundamentalmen-
te útiles en su momento. Sin embargo, las herramientas son útiles para
“algo” y no para todo.
Una de esas categorías, referida por William L. Ury en su libro Alcanzar la
Paz, divide las cosas en dos grupos, aquellas sobre las que puedo influir y
aquellas sobre las que no puedo influir.
Durante siglos se ubicaron las enfermedades y las epidemias en la segun-
da categoría, es decir entre las que no podemos influir. Hoy la tecnología
aplicada a la salud
nos permite afirmar
que sobre muchas
de ellas sí tenemos
influencia podemos
prevenir y curar en-
fermedades.
¿ESTAMOS CONDENADOS A PELEAR?
Fernando Ianchina RMOP Argentina Uruguay
Equipo CTP en español
Pág. 51
Algo parecido nos sucede con la “paz” y la buena convivencia entre los seres
humanos. Es cierto, que nuestros miedos e inseguridades nos impulsan mu-
chas veces a establecer relaciones en competencia, que es casi como decir
relaciones en conflicto.
Pero no es cierto, que no tengamos capacidad de influir para prevenir y curar
conflictos. Y es una posibilidad bien concreta puesta a disposición de cada
uno de nosotros.
Concretamos nuestra posibili-
dad de prevenir conflictos y
peleas, cuando comenzamos el
encuentro con un desconoci-
do, con una sonrisa; cuando
saludamos con amabilidad;
cuando no nos sentimos ata-
cados cuando nos desconcier-
tan las respuestas; cuando
aceptamos que la otra persona padece miedos e inseguridades similares a las
nuestras; cuando nos interesamos por los demás, tanto como por nosotros
mismos. En fin, cuando tratamos como deseamos ser tratado con indepen-
dencia de cómo los demás hayan iniciado el encuentro.
Que haya paz entre los hombres, depende mucho más de cómo nos trate-
mos entre nosotros que de las decisiones de los gobiernos. La paz entre los
seres humanos es el resultado del tipo de relación que cada uno de nosotros
construimos con los demás.
De ti depende, ¿qué mundo quieres?
¿ESTAM
OS C
ON
DEN
AD
OS A
PELEAR?
Pág. 52
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 21
Con
Jesús por la mañana
“Como la gente seguía es-
cuchando, añadió una pa-
rábola, porque estaba cer-
ca de Jerusalén y ellos
pensaban que el Reino de
Dios iba a manifestarse in-
mediatamente” (Lc 19, 11)
“El hombre de la parábola representa a Jesús, los sier-
vos somos nosotros y los talentos son el patrimonio
que Dios nos confía. ¿Cuál es el patrimonio? Su Pala-
bra, la eucaristía, la fe, su perdón... Este patrimonio es
no sólo para custodiar, sino para multiplicar” (Papa
Francisco). Desarrolla tus talentos y ponlos al servicio
con la ayuda de Dios. Ofrece tu día por la intención del
Papa. Padrenuestro
LOS DONES RECIBIDOS
Pág. 53
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis actividades.
Haz memoria agradecida del día que ter-
mina. Repasa con detenimiento las activi-
dades que has realizado desde el amane-
cer. ¿En qué has aprovechado tu tiempo?
¿Cómo te has sentido en cada actividad?
Repasa los momentos de agobio, de paz,
de tranquilidad, de aceleramiento, de in-
quietud, de alegría. ¿Cómo cierras el día?
¿Qué deseas hacer diferente mañana?
Apunta tu propósito. Ave María
Buscar el bien de los demás
Quien se experimenta profundamente amado por Dios, se siente movido
a desear, a buscar y a cuidar el bien de sus hermanos. El amor fraterno
nos impulsa a trabajar para que el hermano llegue a ser su mejor versión
de sí mismo, lo que Dios sueña para él. Jesús se encarna en cada her-
mano y desde allí nos cuida ¿Qué habrías hecho por la Sagrada Familia? ¡
Hazlo con tus hermanos! En cada persona de este mundo habita Dios
encarnado y lanzado a vivir.
Pág. 54
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 22
Con
Jesús por la mañana
“¡Si en este día com-
prendieras tú también
los caminos de la paz!
Pero tus ojos siguen ce-
rrados” (Lc 19, 42)
“La reconciliación se concreta y consolida con el apor-
te de todos, permite construir el futuro y hace crecer la
esperanza. Todo esfuerzo de paz sin un compromiso
sincero de reconciliación será un fracaso” (Papa Fran-
cisco). ¿De qué manera ayudas a crear paz en tus am-
bientes cotidianos? ¿Cómo contribuyes al diálogo fra-
terno y restas las discusiones violentas? Sé consciente
de tus acciones y ofrece tu paz a aquellos que la nece-
sitan. Ofrece tu día por la intención del mes. Padre-
nuestro
CREANDO PAZ
Pág. 55
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
El momento más importante.
Haz silencio interior. Recupera la calma. Agradece un día más. Recorre
los momentos vividos desde el amanecer hasta ahora. ¿Cuál has sido el
momento más importante? ¿Por qué? Trae al presente las sensaciones
corporales, las emociones y las ideas de ese momento. ¿Cómo cierras el
día? Apunta un propósito para mañana. Ave María
Oferta de paz
Jesús tiene una oferta de paz para
el mundo. Él nos invita a vivir desde
la compasión como actitud funda-
mental de vida. La compasión resu-
me el amor que recibimos de Jesús
y el que estamos llamados a dar a
los demás. Tres son las disposicio-
nes para tomar la oferta de paz: aceptación, compasión y mente abierta.
Contempla a Zaqueo (Lc 19, 1-10) Había ganado enemistades por sus
actitudes y no vivía en paz. Mira el corazón de Zaqueo y desde mañana,
te propongo que él nos ayudará a rezar.
Pág. 56
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 23
Con
Jesús por la mañana
“Dame, Señor, tu amor
y tu salvación conforme
a tu promesa. Así res-
ponderé a los que me
insultan, porque confío
en tu Palabra” (Sal 118,
41-42)
“Debemos hablar, gritar contra las injusticias, tener
confianza, pero no tener miedo. Proclamemos los prin-
cipios de la Iglesia, el reinado de la caridad, sin olvidar,
como sucede algunas veces, el de la justicia” (Beato
Miguel Pro sj). ¿Actúas con justicia? No retengas lo
ajeno, no exijas lo que no te pueden dar, respeta el es-
pacio vital de los demás. Estarás contribuyendo a la
justicia y a la paz. Ofrece tu día por la intención del
mes. Padrenuestro
CONTRIBUCIÓN COTIDIANA
Pág. 57
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis deseos.
Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día. ¿Qué tienes para
agradecer? Toma contacto con tu corazón y fíjate qué deseos se han
movido dentro de ti. Los deseos mueven tu voluntad. ¿Hacia dónde te
dirigen tus deseos? ¿Qué sentimientos te despiertan? Hay deseos que te
llevan a crecer y a obrar el bien y otros no. Identifica en ti la diferencia. ¿
Qué deseos tienes para mañana? Apúntalos. Ave María
Aceptación
Necesitamos aprender de los fracasos, sin
acallarlos. No podemos vivir sólo preten-
diendo alargar los buenos momentos, el
fracaso y la frustración son parte necesaria
de la vida. Zaqueo acalló sus malas deci-
siones acumulando riqueza mal habida, y
ganó muchas enemistades. Hasta que la mirada del Señor le transformó
el corazón. Y desde la aceptación de su mal obrar, brotó la generosidad
que lo llevará a construir nuevos vínculos. ¿Qué te dice la aceptación de
Zaqueo para tu vida? Apunta lo que descubras.
Pág. 58
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
SÁBADO 24
Con
Jesús por la mañana
“Dios no es un Dios
de muertos, sino de
vivos, porque todos
viven por él” (Lc 20,
38)
Jesús afirma que la resurrección no es una simple con-
tinuación de la vida, sino una vida nueva y distinta; una
vida de plenitud. Descubre la vida en los pequeños de-
talles del día. Un saludo, el canto de un pájaro, un ami-
go, el trabajo, la sonrisa de alguien querido. La resu-
rrección todo lo invade. Contempla la vida que te ro-
dea, alégrate por ella y contagia buen humor en tus
ambientes. La paz se construye en la cotidianeidad.
Ofrece tu día por la intención del mes. Padrenuestro
DIOS DE VIVOS
Pág. 59
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis encuentros.
Disponte a cerrar el día. Quédate unos momentos agradeciendo a Dios
las gracias recibidas. ¿Qué personas has encontrado hoy? Trae a la me-
moria sus rostros, sus gestos, las conversaciones que mantuviste. ¿Cómo
han sido esos encuentros? ¿Has he-
cho bien a esas personas? ¿Qué ha
quedado en tu corazón al cerrar el
día? Apunta un propósito para ma-
ñana. Ave María
Compasión
No es fácil dejarnos «primerear» por Jesús en el amor sin pretender que
nos ame por nuestros méritos. Sin embargo, la bondad de nuestro ser
está en la capacidad de recibir amor gratuito, inmerecido. Necesitamos
aceptar con humildad los errores, y que Jesús nos ama incondicional-
mente. Zaqueo dejo que fuera el Señor quien lo juzgara y lo hizo pidién-
dole alojarse en su casa. ¿Qué errores oscurecen tu conciencia y te qui-
tan alegría? Si no eres compasivo contigo no lo serás con tus hermanos.
Pág. 60
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
DOMINGO 25
Con
Jesús por la mañana
“Todo el que pertene-
ce a la verdad escu-
cha mi voz.” (Jn 18,
37)
Hoy, pueblos enteros experimentan inseguridad, an-
gustia y sufrimiento cuando su futuro parece no tener
salida ante la violencia, el caos y el desplazamiento de
su gente. Hoy vuelve a ser necesario escuchar la voz
del Padre y contagiar la confianza en Él. ¿Qué haces tú
para transmitir la confianza en Dios? Ten palabras de
aliento para los que te rodean. Cambiando tu entorno,
cambia el mundo. Ofrece tu día por la intención del
mes y por tantos hombres y mujeres que trabajan por
la paz. Padrenuestro
ESCUCHAR SU VOZ
Pág. 61
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los más pequeños.
Recoge el día y recupera la quietud interior. Agradece lo vivido hoy. De
todas las personas que hoy encontraste ¿Quién ha necesitado especial-
mente de ti? ¿Has podido responder a esa necesidad? Revisa el amor
puesto al servicio de “los más pequeños o necesitados”. ¿Te has entrega-
do y servido con amor o
has “trabajado mecánica-
mente”? ¿En qué podrías
crecer en adelante? Apunta
un propósito. Ave María
Una mente abierta
Zaqueo reconoció el momento oportuno para iniciar una nueva vida, y
prometió con firmeza reparar con creces el daño realizado. El tiempo del
amor es el presente, la única oportunidad para amar es el momento que
vives. Vive en el presente, abandona diálogos infecundos con el pasado
o con las ilusiones del futuro. Necesitas aprender a vivir en el Amor que
es Presente, aquí y ahora, así, como eres en tu realidad y plenamente con
todo tu ser. ¿Qué has aprendido de la compasión y de la paz del corazón
con Zaqueo estos días?
Pág. 62
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
LUNES 26
Con
Jesús por la mañana
“Ella ha echado desde
su pobreza todo lo
que tenía para vivir.”
(Lc 21, 4)
“Cada uno reproduce en su relación con Dios los ca-
racteres de su relación con los otros: posesividad u
oblatividad, agresividad o confianza. Crecer en la fe es
crecer en el amor” (Jaime Roig, sj.) ¿Cómo te relacionas
contigo, con tu prójimo, con Dios? ¿Eres agradecido
por tanto bien recibido? Que este día sea marcado por
la donación confiada, entrega tu tiempo, tu energía, tu
alegría y más, a quienes lo necesiten. Ofrece lo que vi-
vas por la intención del mes. Padrenuestro
SER GENEROSO CON DIOS
Pág. 63
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Los lugares.
Busca un lugar tranquilo y apártate para cerrar el día. Agradece lo que
hayas recibido hoy. Repasa los lugares que
hoy has visitado. ¿Cómo te has sentido? ¿
Qué te han dejado en el corazón? Tómate
un tiempo para hablar con Dios sobre tu
paso por esos sitios y pídele a Él que te dé
una palabra sobre ellos. Apunta lo que
descubras y pide ayuda a Dios para iniciar
un nuevo día. Ave María
Donarse a otros
Haz una pausa y trae a tu corazón la generosidad de la anciana del Evan-
gelio de hoy. Trata de imaginar su rostro y su corazón. ¿Qué habría senti-
do al colocar tan poco a la vista de los demás? ¿Qué habría sentido Jesús
en esos momentos? Tu donación puede saciar necesidades de escucha,
afecto, respeto, amor y llenar de vida a tus hermanos. Agradece por
quienes donan su tiempo, su energía y su amor contigo, ellos ayudan a
tus necesidades. De donarse se trata la misión de compasión.
Pág. 64
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MARTES 27
Con
Jesús por la mañana
“Estén atentos para que
no los engañen.” (Lc 21,
10)
Muchas noticias diarias del mundo pueden alarmarnos
y angustiarnos. El engaño sucede cuando pensamos
que no podemos hacer nada para resolver conflictos y
guerras, desfalcos y abusos, pobreza y desesperanza.
Estar atento es mirar alrededor, sentir compasión por
el que nos necesita y ayudar la necesidad. La compa-
sión sana cuerpo, mente y alma. Es desde nuestros
hermanos cercanos que podemos cambiar el mundo. ¿
Cómo te involucras en las necesidades de los demás?
Ayuda al que necesita. Ofrece lo de hoy por la inten-
ción del Papa. Padrenuestro
ESTAR ATENTOS
Pág. 65
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Vivir la compasión
Como cristianos, somos invitados todos los
días a vivir la compasión con nuestros her-
manos desfavorecidos que nos rodean. Las
necesidades son numerosas; desde una mo-
neda o un abrazo, hasta invitar a alguien o
escucharlo; conocer el nombre del mendigo
que cruzas, sonreír al que está triste. Puedes estar atento a estos gestos
sencillos y vivir la compasión cotidianamente. Observa y actualiza el pro-
pósito de la mañana. Entrégate a vivir para los demás.
Las cosas.
Mira el día que termina. Agradece alguna gracia especial que hayas reci-
bido. Haz memoria de las cosas que hoy formaron parte de tu día. ¿
Cómo usas tus cosas? ¿Eres medido? Presta atención a esas cosas de las
que usas y abusas. ¿Has compartido con generosidad? ¿Has cedido el
uso de cosas a otros que necesitaban? Haz un propósito para crecer en
el uso del dinero y de las cosas, para mañana. Ave María.
Pág. 66
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
MIÉRCOLES 28
Con
Jesús por la mañana
“Si perseveran, se sal-
varán.” (Lc 21, 19)
“Nada hay de lo hecho por los hombres que no sea
destruido por la vejez, o derribado por la fuerza, o
consumido por el fuego. Sin embargo, hay otro tem-
plo, el que se encuentra en cada uno de nosotros, que
se destruye cuando falta la fe…” (San Ambrosio). La fe
es una forma de vida, que espera y confía en la pro-
mesa de Dios mientras trabajas con fidelidad. ¿Qué ac-
ciones concretas dan cuenta de tu fe? Confía en medio
de dificultades y continúa con tus propósitos. Ofrece
tu día por la intención del Papa. Padrenuestro
PERSEVERANCIA
Pág. 67
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis actividades.
Haz memoria agradecida del día que termi-
na. Repasa con detenimiento las activida-
des que has realizado desde el amanecer. ¿
En qué has aprovechado tu tiempo? ¿Cómo
te has sentido en cada actividad? Repasa
los momentos de agobio, de paz, de tran-
quilidad, de aceleramiento, de inquietud,
de alegría. ¿Cómo cierras el día? ¿Qué
deseas hacer diferente mañana? Apunta tu
propósito. Ave María
La globalización de la indiferencia
No sólo el hambre, la violencia o la marginación producen dolor. Tam-
bién la indiferencia. Nuestros ambientes están enfermos de indiferencia
“naturalizada”, esa que produce acostumbramiento. Valoramos poco la
presencia del otro, sonreímos poco en los encuentros con los que ama-
mos, no nos damos cuenta lo que al hermano le pasa. La vorágine coti-
diana nos absorbe y vamos dejando de lado el cuidado de nuestros
vínculos. Cuidar con amor cotidiano a las personas es signo de compa-
sión.
Pág. 68
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
JUEVES 29
Con
Jesús por la mañana
“Verán venir al Hijo
del hombre en una
nube, con gran poder
y majestad” (Lc 21,
27)
“Al mundo de hoy le falta llorar; lloran los marginados,
lloran los que son dejados de lado, lloran los despre-
ciados, pero aquellos que llevamos una vida más o
menos sin necesidades no sabemos llorar” (Papa Fran-
cisco). El poder de Dios nos sostiene en las circunstan-
cias más dolorosas de nuestra vida. Te invito a sentir
profundamente; conecta el corazón con lo que pasa a
tu alrededor. ¡Empatiza! Ofrece lo que vivas por la in-
tención del mes. Padrenuestro
DIOS VIENE A TÍ
Pág. 69
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
El momento más importante.
Haz silencio interior. Recupera la calma.
Agradece un día más. Recorre los momen-
tos vividos desde el amanecer hasta ahora.
¿Cuál has sido el momento más importan-
te? ¿Por qué? Trae al presente las sensacio-
nes corporales, las emociones y las ideas de
ese momento. ¿Cómo cierras el día? Apun-
ta un propósito para mañana. Ave María
La compasión comienza en tu corazón
Es en tu corazón donde habitan la bondad, el bien y la belleza. Para que
ellas puedan mostrarse en tus actitudes tienes que ser consciente de
ellas y descubrirlas en el silencio interior, para dejarlas salir en el trato
con tus hermanos. Es necesario entrar en el silencio del corazón y hacer-
te consciente de lo que pasa en él. Tómate un momento para meditar lo
vivido hasta ahora y lo que pasa por tu corazón. Apunta lo que descu-
bras. La compasión es una actitud del corazón.
Pág. 70
Padre bueno, sé que
estás conmigo.
Aquí estoy en este
nuevo día.
Pon una vez más mi
corazón
junto al corazón de tu
hijo Jesús.
Que se entrega por
mi
y que viene a mí en
la Eucaristía.
Que tu Espíritu Santo
me haga su amigo
y su apóstol disponi-
ble a su misión. Pon-
go en tus manos
mis alegrías y espe-
ranzas,
mis trabajos y sufri-
mientos.
Todo lo que soy y ten-
go.
En comunión con mis
hermanos y herma-
nas de esta red mun-
dial de oración.
Con María, te ofrezco
mi jornada por la mi-
sión de la iglesia y
por las intenciones
del Papa para este
mes.
Ofrecimiento
Diario
VIERNES 30
Con
Jesús por la mañana
“Ellos, dejando la bar-
ca y a su padre, lo si-
guieron.” (Mt. 4, 20)
Jesús nos llama a seguirle, a ser discípulos. Toma con-
ciencia de lo que implica. Elegir es tomar la decisión
de imitar a Jesús en sus actitudes sin soltarte de su
mano, con la confianza de que Él es el camino, dejan-
do a un lado lo que te aleja de su propósito divino.
Descubre a Dios en tu día, escucha su voz, en la pala-
bra amiga, en la letra de una canción, en un consejo.
Abandona lo que te aleja de Dios y déjate encontrar
por Él. Ofrece lo de hoy por la intención del mes. Pa-
drenuestro
CONFIAR EN DIOS
Pág. 71
CO
N J
ES
ÚS
D
UR
AN
TE E
L D
ÍA
CON JESÚS POR LA NOCHE
Mis deseos.
Busca un sitio tranquilo y comienza a cerrar el día. ¿Qué tienes para
agradecer? Toma contacto con tu corazón y fíjate qué deseos se han
movido dentro de ti. Los deseos mueven tu voluntad. ¿Hacia dónde te
dirigen tus deseos? ¿Qué sentimientos te despiertan? Hay deseos que te
llevan a crecer y a obrar el bien y otros no. Identifica en ti la diferencia. ¿
Qué deseos tienes para mañana? Apúntalos. Ave María
Invitado a la misión de compa-
sión
A lo largo del mes de noviembre he-
mos orado en este momento de la
tarde, con Jesús y su misión de
compasión. Tú has sido invitado a
sumarte y colaborar con Él. Tómate
unos momentos, reflexiona y apunta
¿Qué novedades descubriste? ¿Dónde está puesto el énfasis o el acento?
¿Qué relación tienen contigo, tu vida, tu historia? Agradece la invitación
a la misión. Jesús espera por tu respuesta.
Pág. 72