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HHrrooeess ddee PPiieeddrraass RRoojjaass
Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
Dedicatoria. 1 Agradecimientos. 2 Crditos. 3 Introduccin. 4
Situacin problemtica y problema de la investigacin. 4 Objetivos. 6 Hiptesis. 6 Mtodo de trabajo. 7 Aportes. 8 Estructura por captulos. 8
Captulo I. Cooperativas de Vivienda. Antecedentes, experiencia internacional y claves del xito de su aplicacin en Uruguay.
1.1. Marco terico. 10 1.1.1. Definiciones y conceptos. 10 1.1.2. Variables objeto de estudio. 12
1.2. Breve resea del origen del Movimiento Cooperativo. 14 1.2.1. Los precursores. 14 1.2.2. Origen. 17 1.2.3. Tipos de cooperativas. 18
1.3. Experiencia internacional en cooperativismo de vivienda. xitos y fracasos.
20
1.3.1. Marco legal y normativo. 20 1.3.1.1. Propiedad. 22 1.3.1.2. Marco institucional. 25
1.3.2. Financiamiento. Sectores de escasos recursos econmicos. 25 1.3.2.1. Fuentes de financiamiento. 27 1.3.2.2. Caractersticas de financiamiento para cooperativas con escasos
recursos econmicos. 29
1.3.2.3. Transparencia en el manejo de los recursos de las cooperativas. 30 1.3.3. Organizacin del proceso. 31
1.3.3.1. Autonoma e independencia. 31 1.3.3.2. Participacin. 32
1.3.3.2.1. Autogestin. 33 1.3.3.2.2. Ayuda Mutua. 34
1.3.3.3. Actores y roles. 35 1.3.3.4. Cuadro resumen de la participacin, actores y roles. 44
1.3.4. Capacitacin y asesoramiento tcnico. 45 1.3.5. Pilares del modelo uruguayo de cooperativas de vivienda. 47
1.4. Conclusiones parciales. 50 Captulo II. El Salvador. Poblacin, vivienda y cooperativismo de vivienda.
2.1. Caractersticas generales de El Salvador. 54 2.1.1. Medio fsico. 54 2.1.2. Economa. 58
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ndice.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
2.2. Vivienda y pobreza. 62 2.2.1. La Vivienda de inters social en El Salvador. 65 2.2.2. La Vivienda rural de inters social en El Salvador. 71 2.2.3. Poltica salvadorea de Vivienda. 75
2.3. Cooperativismo de vivienda en El Salvador. 76 2.3.1. Marco Legal y normativo. 78
2.3.1.1. Propiedad. 80 2.3.1.2. Marco Institucional. 81
2.3.2. Financiamiento. 82 2.3.3. Organizacin del proceso. 84
2.3.3.1. Autonoma e independencia. 84 2.3.3.2. Participacin. 85
2.3.4. Actores y roles. 85 2.3.5. Capacitacin y asesoramiento tcnico. 86
2.4. Conclusiones parciales. 87 Captulo III. Hroes de Piedras Rojas. Primera experiencia salvadorea en cooperativismo de vivienda.
3.1. Antecedentes. 89 3.1.1. La comunidad de Santa Marta y la cooperativa. 91 3.1.2. Situacin actual de Santa Marta y la cooperativa. 102 3.1.3. Vivienda construida por la cooperativa. 106 3.1.4. Expectativas de los cooperativistas. Resultados de la consulta colectiva. 108 3.1.5. Principales problemas enfrentados actualmente por la cooperativa.
Resultados de la consulta colectiva. 111
3.2. Aplicacin del cooperativismo de vivienda bajo un modelo autogestionario.
112
3.2.1. Marco legal y normativo. 114 3.2.1.1. Propiedad. 115 3.2.1.2. Marco institucional. 116
3.2.2. Financiamiento. 116 3.2.3. Organizacin del proceso. 117
3.2.3.1. Autogestin. 119 3.2.3.2. Ayuda Mutua. 120
3.2.4. Cuadro resumen de participacin, actores y roles. 123 3.2.5. Capacitacin y asesoramiento tcnico. 123 3.2.6. Solucin tcnica. Diseo y construccin. 124
3.3. Evaluacin y Diagnstico. 126 3.4. Criterios tcnicos de diseo y construccin. Taller de diseo participativo. 128 3.5. Recomendaciones para la apropiacin del modelo. 139 3.6. Conclusiones parciales. 140
Conclusiones generales. 143 Referencias bibliogrficas. 143
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ndice.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
Figuras.
1. Edificios fbrica textil New Lanark. 15 2. Plan de New Harmony, Indiana, Estados Unidos. 16 3. Vistas actuales de New Harmony, Indiana. 16 4. Vistas actuales de New Harmony, Indiana. 16 5. Vistas actuales de New Harmony, Indiana. 16 6. Falansterio de Fourier. 17 7. Vista interior del familisterio de Guisa. 17 8. Planos arquitectnicos del familisterio de Guisa. 17 9. Saln comunal para usos mltiples construido por cooperativa uruguaya. 23 10. Biblioteca construida por cooperativa uruguaya. 23 11. Policlnico construido por cooperativa uruguaya. 24 12. Escuela construida por cooperativa uruguaya. 24 13. Viviendas construidas por COVIITU 78. Compuesta por familias en condiciones de pobreza extrema. 27 14. Ayuda mutua en Uruguay. 47 15. Solucin de vivienda colectiva por cooperativismo de vivienda en Uruguay. 47 16. Edificio rehabilitado por COVIRAM en el Centro Histrico de Montevideo, Uruguay. 48 17. Viviendas construidas por cooperativa cuyos miembros tienen discapacidades fsicas. 48 18. Solucin de vivienda colectiva con tipologa compacta, construidas por cooperativas uruguayas. 48 19. Solucin de vivienda colectiva con tipologa compacta, construidas por cooperativas uruguayas. 48 20. Situacin geogrfica de El Salvador en el mundo. 54 21. Situacin geogrfica de El Salvador en Centroamrica. 55 22. Mapa de El Salvador. 55 23. Erupcin volcn Ilamatepec, Santa Ana, El Salvador. 56 24. Deslizamientos provocados por terremotos de 2001 en Santa Tecla, municipio de La Libertad, El Salvador. 56 25. Daos provocados por el huracn Stan en Santa Tecla, municipio de La Libertad, El Salvador. 57 26. Razn del quintil ms rico y ms pobre de la poblacin salvadorea. 60 27. Edificios multifamiliares, Mejicanos, municipio de San Salvador, El Salvador. 65 28. Vivienda popular producida por la empresa privada. 67 29. Unicentro, centro comercial localizado en Soyapango, municipio del Gran San Salvador, El Salvador. 67 30. Plaza Mundo, centro comercial localizado en Soyapango, municipio del Gran San Salvador, El Salvador. 68 31. Autoconstruccin espontnea en El Salvador. 70 32. Autoconstruccin asistida por ONGs en El Salvador. 70 33. Evolucin de la vivienda campesina en El Salvador. 74 34. Localizacin de los proyecto piloto en El Salvador. 78 35. Localizacin de Cabaas en El Salvador. 91 36. Localizacin de Santa Marta en Cabaas, El Salvador. 92 37. Dibujos infantiles sobre la historia de Santa Marta. 93 38. Casa en Santa Marta, antes del operativo militar. 93 39. Ataque militar a la poblacin civil. 93 40. Destruccin de las casas. 93 41. Guinda hacia Honduras. 93 42. Persecucin, cruce del ro Lempa y ahogados. 94 43. Campamento en La Virtud, Honduras. 94 44. Vista area del campamento. 95 45. Campamento. Disposicin compacta de las tiendas. 95 46. Campamento. Relacin directa entre vecinos. 95 47. Servicios sanitarios colectivos. 95 48. Campamento. Campo de ftbol. 95 49. Campamento. Escuela popular. 96 50. Campamento. Equipo mdico. 96
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
51. Campamento. Presencia militar. 96 52. Campamento. Asamblea general custodiada por militares. 97 53. Primer retorno a Santa Marta, 10 de octubre de 1987. 98 54. ltimo retorno a Santa Marta, marzo de 1992. 98 55. Casas del retorno. 99 56. Croquis de Santa Marta. 103 57. Comparacin del IDH a nivel nacional y por departamento. 104 58. Equipamiento de Santa Marta. Iglesia. 106 59. Equipamiento de Santa Marta. Cancha de ftbol. 106 60. Equipamiento de Santa Marta. Cantn Valle Nuevo. 106 61. Planta arquitectnica y elevaciones de las viviendas construidas por la cooperativa. 107 62. Progresividad espontnea de la vivienda de Olivia. 108 63. Mquina para producir ladrillos de suelo cemento. 111 64. Ladrillera, centro de produccin de ladrillos y bodega de materiales de construccin. 111 65. Pablo, presidente de la cooperativa en labores administrativas. 120 66. Ladrillera que cumple la funcin de bodega durante la ejecucin de las obras. 120 67. Una de las 15 viviendas en el da la inauguracin de las viviendas. 121 68. Ayuda mutua con participacin predominantemente femenina. 122 69. Diferentes ubicaciones de puertas y ventanas a travs del diseo participativo. 125 70. Taller de diseo participativo. Cooperativistas elaborando programa de espacios. 132 71. Taller de diseo participativo. Cooperativistas elaborando un proyecto. 132 72. Rudy explicando al pleno el proyecto. 132 73. Planta arquitectnica del proyecto. 133 74. Asentamiento semiurbano en Paran, Brasil. 134 75. Una de las viviendas del asentamiento en Paran, Brasil. 134 76. Vivienda rural de descanso. 135
Cuadros.
1. Rasgos de hogares pobres en Amrica Latina. 62 2. Caractersticas de vivienda y servicios bsicos de hogares en Latinoamrica. 63 3. Acceso de los hogares salvadoreos a servicios bsicos. 64 4. Comparacin de niveles de desarrollo nacional con respecto a Cabaas. 104 5. Crdito para Cooperativa Hroes de Piedras Rojas. 117
Anexos.
1. Gua para registrar experiencia, UPE, FUNDASAL. 2. Modelo de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua en El Salvador. 3. Entrevistas y consulta colectiva. 4. Aspectos tcnicos constructivos de la vivienda cooperativa en El Salvador en comparacin con el modelo uruguayo. 5. Taller de diseo participativo.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
1
A Nelson, Vilma y Caterina, mi familia, a quienes amo y debo todos mis logros.
A Alex, mi mejor amigo.
A Cuba, lugar que siempre llevar en el corazn.
Y a la Cooperativa Hroes de Piedras Rojas, por luchar de forma colectiva y solidaria por un futuro mejor.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
2
Agradecimientos
Quiero agradecer a FUNDASAL por abrirme las puertas para conocer la experiencia de Hroes de
Piedras Rojas a travs de su institucin, a la Cooperativa Hroes de Piedras Rojas por abrirme las
puertas de sus vidas para conocer su experiencia, necesidades y deseos de vivienda y de manera muy
especial a las siguientes personas por haber apoyado esta investigacin con su experiencia y
documentacin brindada, en orden alfabtico:
Arq. Claudia Blanco, Unidad de Planificacin y Estudios (UPE), FUNDASAL.
Julio Caledonio, Coordinador del EAT de FUNDASAL.
Lic. Ismael Castro, Gerente General de FUNDASAL.
Arq. Selma Daz LLera, presidenta de la desaparecida fundacin HBITAT-CUBA.
Prof. Dra. Arq. Dania Gonzlez Couret, Vicedecana de Investigaciones y Postgrados de la
Facultad de Arquitectura, ISPJAE y dedicada tutora de esta investigacin.
Gustavo Daniel Gonzlez Soto, consultor SCC.
Arq. Teresa de Hernndez, rea tcnica del EAT de FUNDASAL.
Lic. Edn Martnez, Director Ejecutivo de FUNDASAL.
Graciela Osorio, rea administrativa del EAT de FUNDASAL.
Dimas Pinto, rea legal del EAT de FUNDASAL.
Lic. Mario Quezada, rea social del EAT de FUNDASAL.
Alma Daysi, Unidad de Planificacin y Estudios (UPE), FUNDASAL.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Crditos
Instituto Superior Politcnico Jos Antonio Echeverra, ISPJAE
Rector:
Dr. Gustavo Cobreiro Surez.
Vicerrectora de Investigaciones y Postgrados:
Dra. Hayde Llanusa Ruiz
Decana de la Facultad de Arquitectura:
Dra. Ada Esther Portero Ricol
Vicedecana de Investigaciones y Postgrados de la Facultad de Arquitectura:
Dra. Dania Gonzlez Couret
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
4
Introduccin
El cooperativismo de vivienda es un movimiento que, en el contexto latinoamericano, surge hace poco
ms de un siglo, en el ao1903 en Venezuela, por la necesidad de vivienda digna y la dificultad de los
sectores populares para adquirirla.
No hay Movimiento Social que sin luchar logre sus objetivos (GONZLEZ y VIDAL Alaggia, 2004,
p.56) son las palabras de Gustavo Gonzlez, quien fue por muchos aos presidente de la Federacin
Uruguaya de Cooperativas por Ayuda Mutua (FUCVAM), que us para recordar la lucha de las
cooperativas por tierra para construir y que resume la principal clave de xito para el desarrollo del
movimiento.
Situacin problmica y problema de la investigacin.
Ante la creciente necesidad de programas para producir vivienda de inters social para los sectores
poblacionales excluidos del sistema econmico formal en Latinoamrica, se ha sistematizado la exitosa
experiencia uruguaya de produccin de hbitat popular por medio de las cooperativas de vivienda por
ayuda mutua para reproducirla en un Proyecto Regional en El Salvador, Guatemala, Honduras,
Nicaragua, Bolivia y Paraguay, una iniciativa del Centro Cooperativo Sueco (SCC) y la Federacin
Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua.
En El Salvador, para el 2004, la pobreza y la vulnerabilidad ante desastres naturales ha dejado al pas
con un dficit cualitativo de 545,000 unidades y se estima un incremento anual de 32,000 unidades
debido al crecimiento vegetativo de la poblacin (EHPM, 2004). En un pas que no cuenta con una Ley
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
5
Nacional de Vivienda y cuya Poltica Nacional de Vivienda, que cambia con el trmino de cada
perodo presidencial, mantiene las cifras del dficit sin cambios por ms de una dcada.
La produccin de vivienda de inters social para los sectores ms vulnerables, es decir, de las familias
en situacin de pobreza y extrema pobreza, ha estado a cargo de la autoconstruccin espontnea y la
ayuda mutua asistida por Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) dedicadas a este rubro con
fondos de agencias internacionales cooperantes. La primera forma de produccin, la autoconstruccin
espontnea, se caracteriza por malas prcticas y especialmente por edificar en zonas de riesgo que
aumentan el dficit cualitativo de vivienda y la segunda, la ayuda mutua asistida por ONGs, por excluir
a los habitantes y autoconstructores de las decisiones de su solucin habitacional.
La Fundacin Salvadorea para el Desarrollo y Vivienda Mnima (FUNDASAL) ha sido una de estas
ONGs que le dan atencin al sector ms vulnerable. Con la voluntad de encontrar una alternativa a las
dos formas de produccin del hbitat popular mencionados en el prrafo anterior, se convirti en la
contraparte local del Proyecto Regional del SCC y FUCVAM.
Existen 3 proyectos piloto en El Salvador y debido al gran porcentaje de poblacin rural, 40.3%
(EHPM, 2004), y la gran necesidad de vivienda en este medio, se incluy una cooperativa de vivienda
rural, aun cuando el cooperativismo de vivienda mundial ha sido una experiencia netamente urbana.
La Cooperativa Hroes de Piedras Rojas de R.L., es una cooperativa de vivienda rural en El Salvador
y es la nica de los tres proyectos piloto en haber completado un ciclo de produccin de viviendas bajo
el modelo de cooperativismo autogestionario, con el cual nace una nueva forma de producir vivienda
en el pas.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Problema de la investigacin.
Cmo se puede adaptar el modelo de cooperativismo de vivienda autogestionario al contexto rural
salvadoreo retomando la experiencia de Hroes de Piedras Rojas?
Objetivos.
Objetivo general. Identificar los factores de xito o fracaso del cooperativismo de vivienda para
la apropiacin del modelo en el contexto rural salvadoreo, a travs de la experiencia internacional y
la de Hroes de Piedras Rojas.
Objetivos especficos.
1. Definir, a travs de la experiencia internacional, los elementos que determinan el xito
o fracaso del cooperativismo de vivienda.
2. Evaluar la situacin de poblacin, vivienda y cooperativismo de vivienda en El
Salvador.
3. Documentar y evaluar la experiencia de Hroes de Piedras Rojas.
4. Proponer recomendaciones para la apropiacin del modelo en el contexto rural de El
Salvador.
Hiptesis.
A partir del estudio de la experiencia internacional y el caso de Hroes de Piedras Rojas se pueden
identificar y proponer los elementos para la apropiacin del modelo en el contexto rural salvadoreo.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Mtodo.
La experiencia de Hroes de Piedras Rojas es reciente y requiri de la recoleccin de datos de fuentes
primarias, con los actores involucrados, que fue posible a travs de una pasanta de la autora de esta
investigacin en FUNDASAL.
Mtodo: Anlisis - sntesis. Etapas Captulo Contenido Tcnicas
I Experiencia internacional ilustrada con casos latinoamericanos.
Marco terico
II El Salvador, poblacin y vivienda.
Anlisis documental. Anlisis comparativo.
Anlisis documental. Anlisis comparativo. Instrumento de registro de experiencia proporcionado por FUNDASAL. Entrevistas. Observacin. Medicin. Consulta colectiva.
Diagnstico y propuesta
III Experiencia de Hroes de Piedras Rojas.
Taller de diseo participativo.
Instrumento de registro de experiencia Hroes de Piedras Roja FUNDASAL.
La pasanta consisti principalmente en la elaboracin del registro de la experiencia de Hroes de
Piedras Rojas con el instrumento de FUNDASAL (anexo N1), los resultados sern usados por la
institucin para sistematizar la experiencia de 3 proyectos piloto sobre cooperativismo de vivienda.
Para esta investigacin se recogieron los insumos para el desarrollo del captulo tres adaptados a las
variables de estudio.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Aportes.
Ordenamiento metodolgico de variables que determinan el xito o el fracaso de la
experiencia del cooperativismo de vivienda en Latinoamrica.
Evaluacin y diagnstico de la experiencia de la Cooperativa Hroes de Piedras Rojas.
Criterios tcnicos, de arquitectura y construccin, para soluciones de vivienda de la
Cooperativa Hroes de Piedras Rojas como resultado del taller participativo.
Recomendaciones para la apropiacin del cooperativismo de vivienda en el contexto rural
salvadoreo.
Estructura por captulos.
Captulo I. Cooperativas de Vivienda. Antecedentes, experiencia internacional y claves del xito
de su aplicacin en Uruguay. En base a experiencias exitosas, se reproduce hoy en da el
cooperativismo de vivienda autogestionario como modelo de produccin de vivienda en El
Salvador y otros pases de Latinoamrica, donde nunca se haba puesto en prctica.
Desgraciadamente, a lo largo de la historia del cooperativismo de vivienda tambin hay un
cmulo de fracasos que no pueden repetirse, para ello en el captulo I se documentan los
factores que determinan el xito o fracaso del movimiento, ilustrados con casos reales.
Captulo II. El Salvador. Poblacin, vivienda y cooperativismo de vivienda. En
este captulo se caracteriza la situacin de la poblacin ms pobre de El Salvador respecto a la
vivienda, para conocer el escenario en el que se desarrolla la nueva experiencia de produccin
de vivienda.
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Introduccin.
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Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Captulo III. Hroes de Piedras Rojas. Primera experiencia salvadorea en
cooperativismo de vivienda. En este captulo se documenta la experiencia de Hroes de
Piedras Rojas, primer proyecto piloto de cooperativas salvadoreas de vivienda rural que logra
construir unidades habitacionales bajo el nuevo modelo, para conocer las claves de su xito y
recomendaciones para la apropiacin del cooperativismo autogestionario en el contexto rural
salvadoreo.
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Cooperativas de vivienda.
Hroes de Piedras Rojas
Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Captulo 1. Cooperativas de Vivienda. Antecedentes, experiencia internacional y
claves del xito de su aplicacin en Uruguay.
1.1. Marco terico.
1.1.1. Definiciones y conceptos.
Con el fin de unificar criterios conceptuales se introducen, en este primer acpite, trminos clave del
estudio con el fin de unificar criterios conceptuales.
Autoadministracin. Manejo de recursos materiales, econmicos y humanos para obras de construccin
por una poblacin beneficiada con financiamiento para un proyecto determinado.
Autogestin. Sistema de organizacin segn el cual los habitantes participan en todas las decisiones y
procesos de produccin de sus viviendas (DAZ, 2004). El verbo gestionar significa hacer diligencias
conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera (MICROSOFT, 2004). Para los
cooperativistas de vivienda, estas diligencias son la bsqueda de los beneficios a los cuales tienen
derecho de las diferentes instituciones pblicas o privadas (DE HERNNDEZ, 2005) con el fin de
conseguir financiamiento, servicios, equipamiento, tierras, exenciones de impuestos y asesora tcnica,
entre otros, para la construccin de viviendas.
Ayuda Mutua. Es un mtodo de construccin de vivienda colectiva para familias de recursos limitados,
organizadas y que se ayudan mutuamente en grupos de trabajo (PAULA, 1983) con asesoramiento
tcnico brindado por ONGs y otras instituciones dedicadas a la atencin de comunidades. La ayuda
mutua representa un porcentaje del financiamiento para la construccin de sus viviendas.
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Cooperativas de vivienda.
Hroes de Piedras Rojas
Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Cooperativas de vivienda por ayuda mutua. Nombre propio del cooperativismo autogestionario de
vivienda uruguayo.
Cooperativismo autogestionario de vivienda. Movimiento formado por cooperativas de vivienda que
construyen sus viviendas a travs de la autogestin y la ayuda mutua. En este documento las
expresiones cooperativismo de vivienda y movimiento cooperativo se refieren a lo mismo. Se
enfatiza el carcter autogestionario porque a pesar de que el cooperativismo en general es, por sus
principios y valores, un sistema autogestionario, han habido malas prcticas donde instituciones
externas a la cooperativa han cogestionado, gestionado y administrado las actividades cooperativas.
Dficit cualitativo de vivienda. Las variables que determinan el dficit cualitativo de vivienda en El
Salvador son: materiales de construccin precarios, acceso a servicios y el hacinamiento.
Estado. Conjunto de los rganos de gobierno de un pas soberano. Gobierno central.
Gobiernos locales. Gobierno de una jurisdiccin municipal. Ayuntamiento.
Vivienda adecuada. "disponer de un lugar donde poderse aislar si se desea, espacio adecuado,
seguridad adecuada, iluminacin ventilacin adecuadas, una infraestructura bsica adecuada y una
situacin adecuada en relacin con el trabajo y los servicios bsicos, todo ello a un costo razonable
(prrafo 7 de la Observacin General Nm. 4 del Comit de Derechos Econmicos, Sociales y
Culturales de la Organizacin de las Naciones Unidas, ONU).
Vivienda colectiva. Solucin habitacional concebida, planificada, producida y gestionada desde sus
orgenes, no aisladamente, sino integrada en un conjunto con otras.
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Cooperativas de vivienda.
Hroes de Piedras Rojas
Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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Vivienda digna. Que cumpla con las caractersticas de vivienda adecuada y cuyo diseo se haga
considerando las necesidades especficas de cada familia.
1.1.2. Variables objeto de estudio.
Luego de un anlisis comparativo de las experiencias de cooperativismo de vivienda internacional,
uruguayo y su implementacin en El Salvador se abstrajeron aspectos que se repiten en todas ellas y se
identificaron como variables para el objeto de estudio, estructuradas de la siguiente manera:
Marco legal y normativo. Permite la existencia de las organizaciones cooperativas.
o Propiedad. La forma de propiedad impacta en el financiamiento, explotacin de las
viviendas, la convivencia y desarrollo de los cooperativistas.
o Marco institucional. Son las instituciones con las cuales las cooperativas gestionan los
recursos necesarios para construir sus viviendas.
Financiamiento. Es un factor universal, determinante del xito o fracaso del movimiento
cooperativo, ya que permite o impide que se desarrolle el cooperativismo que surge en un
marco legal determinado. El financiamiento debe estar en correspondencia con la normativa,
cuando sta exista.
Organizacin del proceso. El proceso se organiza segn los actores de la experiencia, sus
caractersticas, roles y relacin entre ellos. En este sentido se identifican las siguientes variables:
o Autonoma e independencia. Es un principio fundamental del cooperativismo
determinante del xito o fracaso de una empresa cooperativa.
o Participacin. La participacin popular en el diseo y construccin de soluciones
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Cooperativas de vivienda.
Hroes de Piedras Rojas
Una experiencia para la apropiacin del modelo de cooperativismo autogestionario de vivienda como medio de produccin de vivienda rural en El Salvador.
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habitacionales es una caracterstica imprescindible de los procesos sustentables tanto
para identificar y proponer soluciones consecuentes con los problemas reales de la
poblacin, como por los ahorros que implican las siguientes variables de participacin:
Autogestin.
Ayuda mutua.
o Actores y roles.
Capacitacin y asesoramiento tcnico. Toda experiencia exitosa de cooperativismo cuenta con
la debida capacitacin en cuanto a los siguientes aspectos:
o Organizacin
o Tcnica (diseo y construccin)
o Administracin y financiamiento
o Aspectos legales.
Solucin tcnica (diseo y construccin). Para las cooperativas, cumplir satisfactoriamente el
sueo de vivienda digna es su mayor logro y debe reflejarse en la calidad de las soluciones
constructivas y el diseo de las viviendas. Esta variable se aplica solo en casos de estudio por
su carcter especfico.
o Planeamiento.
o Diseo.
o Tecnologa y materiales de construccin.
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1.2. Breve resea del origen del Movimiento Cooperativo.
1.2.1. Los precursores.
La cooperacin espontnea ha existido en todas las culturas desde que el ser humano tuvo la necesidad
de agruparse para sobrevivir. Sin embargo, no es sino hasta el siglo XIX que surgen las cooperativas
como una alternativa econmica, necesariamente moderna, legal y estructurada, como respuesta ante
los cambios radicales en la forma de vida de las personas que trajo la industrializacin durante ese
siglo (QUINTANA, 2001, 1).
Los socialistas utpicos, Roberto Owen y J. A. Godin, y el idelogo conservador, Francisco Mara
Carlos Fourier, fueron los precursores tericos del cooperativismo. Owen y Godin pusieron en prctica
sus teoras de transformacin con xito econmico y social, mientras que Fourier no logr hacer
realidad sus ideas. La experiencia de Owen ocurri en 1879 cuando adquiere, junto con otros socios,
la fbrica textil New Lanarck, Escocia; convirtindola en una fbrica modelo, introduciendo
maquinaria moderna, horarios moderados, buenos salarios, viviendas higinicas, construyendo cerca
de la fbrica una escuela elemental y la primera guardera infantil en Francia. Estas mejoras no le
impiden obtener grandes beneficios (BENVOLO, 1994, p.180). La experiencia de Godin comenz en
1859 con la creacin del falansterio de Guisa, Francia, para los obreros de la fbrica de estufas de la
cual era copropietario (QUINTANA, 2001, 1). Su experiencia se bas en los planos y teora de Fourier,
con modificaciones propias (BENVOLO, 1994).
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Figura 1. Vista actual de los edificios restaurados de la fbrica textil New Lanark de Owen, declarada por la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura1 Patrimonio de la Humanidad. Fuente: http://media.cosmopolitan-hotels.com/media/Local_Attractions/NewLanarkWorldHeritageSite.jpg
Los diseos de ciudades y barrios de los precursores fueron hechos con mucho detalle: la vivienda, la
produccin industrial y agrcola, as como los equipamientos y servicios, estaban concebidos como una
unidad de convivencia social (QUINTANA, 2001, 1). Las experiencias precursoras de cooperativismo
se diferencian del sistema cooperativo por haber sido proyectadas, financiadas y construidas por
idelogos que no pertenecan a la comunidad que las habitara.
Owen, el precursor y utopista ms ambicioso, pudo llevar a la realidad uno de sus sueos, como se
mencion en prrafos anteriores, con gran xito en Inglaterra. Sin embargo tambin tuvo que enfrentar
el fracaso en Estados Unidos. La autora atribuye el xito de la primera experiencia a que la teora
utpica fue adaptada al contexto real sin cambios radicales, ya que lo que se implement fue una
mejora sustancial a las condiciones de vida y laborales de los trabajadores, proveyndoles del
equipamiento y servicios necesarios.
1 La Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) naci el 16 de noviembre de 1945. El objetivo que la Organizacin se ha propuesto es construir la paz en la mente de los hombres mediante la educacin, la cultura, las ciencias naturales y sociales y la comunicacin.
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Figura 2. Plan para New Harmony, Indiana, Estados Unidos. Pueblo de armona y cooperacin diseado por Owen. La forma arquitectnica del pueblo construido no corresponde al paralelogramo terico. "Fracasa como comunidad autosuficiente y se convierte en un centro de servicios (BENVOLO, 1994, p.182) para el rea en proceso de colonizacin. Fuente: Benvolo, 1994, p. 182.
Figuras 3 5. New Harmony, Indiana en la actualidad. Fuente: www.ulib.iupui.edu/ kade/newharmony/home.html
Por otro lado, la autora atribuye el fracaso de la experiencia en New Harmony, Indiana, Estados
Unidos, en parte a que Owen quiso repetir el xito que tuvo en Inglaterra sin dar lugar a una
apropiacin, planificada o espontnea, del modelo en el Nuevo Mundo sin tomar en cuenta las
condiciones encontradas. El intento retom el carcter sectario de la comunidad religiosa, liderada por
el Reverendo George Rapp, a quienes Owen compr la tierra para construir su sueo y al no integrarse
al nuevo ambiente, New Harmony se convirti en un centro de servicios para los colonizadores del
Nuevo Mundo (BENVOLO, 1994).
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Figura 6. Falansterio de Fourier. Diseado para 620 individuos. Vida como de hotel con servicios e instalaciones colectivas. Nunca realizado. Fuente: http://web.tiscali.it/icaria/urbanistica/owen/owen.htm.
Figuras 7 - 8. Vista interior y planos del familisterio de Guisa. Diseado por Godin, inspirado en el proyecto del falansterio de Fourier. Fuente: http://web.tiscali.it/icaria/urbanistica/owen/owen.htm.
1.2.2. Origen.
El Movimiento Cooperativo se inicia como tal, a nivel mundial, en 1844 con una cooperativa de
consumo a consecuencia de una huelga de los obreros textiles en Rochdale, ciudad inglesa
principalmente textil que tena unos 25.000 habitantes y en cuyos alrededores vivan cerca de 40.000
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personas ms (QUINTANA, 2001, 1).
El movimiento se extendi rpidamente en todo el mundo y fue absorbido muy fcilmente por las ms
diversas culturas y circunstancias. Muchas cooperativas fueron fundadas alrededor del mundo por
inmigrantes europeos que posean profunda comprensin de la accin cooperativa y otras surgieron por
la apertura mundial a la industrializacin y a los mercados internacionales (QUINTANA, 2001, 1).
Los modestos inicios del cooperativismo en Amrica Latina datan desde principios del siglo XX,
precisamente en el ao 1903, en Venezuela (QUINTANA, 2001, 2) pero fue expandindose a tal
nivel que para finales del siglo XX ya se podan encontrar cooperativas de todo tipo en la mayor parte
de pases de la regin (CUDECOOP, 1996).
1.2.3. Tipos de cooperativas.
Segn la Alianza Cooperativa Internacional (ACI)2, "una Cooperativa es una asociacin autnoma de
personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones
econmicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y
democrticamente controlada" (ACI, 2005). La Confederacin Uruguaya de Entidades Cooperativas
(CUDECOOP)3 agrega, ... las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad,
2 La Alianza Cooperativa Internacional (ACI), es una organizacin no gubernamental independiente que rene, representa y sirve a organizaciones cooperativas en todo el mundo. Fundada en Londres en 1895, sus 226 miembros son organizaciones cooperativas nacionales e internacionales de todos los sectores de actividad y de 89 pases. En total representan aproximadamente 800 millones de personas en todo el mundo. Su sede se encuentra en Ginebra, Suiza. 3 La Confederacin Uruguaya de Entidades Cooperativas (CUDECOOP), es la organizacin de representacin y defensa gremial del movimiento cooperativo uruguayo. En 1988 se constituye formalmente despus de la llamada Mesa Nacional Intercooperativa (INM). CUDECOOP es una asociacin civil sin fines de lucro, concebida como la organizacin cpula del movimiento cooperativo uruguayo. La Confederacin nuclea a la totalidad de las instituciones representativas de los sectores cooperativos existentes en Uruguay, lo que la convierte en una organizacin con una amplsima base, integrada por personas de las ms
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democracia, igualdad, equidad y solidaridad siguiendo la tradicin de sus fundadores, los miembros de
las cooperativas creen en los valores ticos de la honestidad, transparencia, responsabilidad social y
preocupacin por los dems (CUDECOOP, 2005).
Desde que surgieron las primeras cooperativas se han desarrollado innumerables tipos que, segn
Maurice Colombian4, pueden agruparse en cuatro grandes categoras (COLOMBIAN, 1956)5:
a. Cooperativas de consumo: para satisfacer las necesidades de alimentacin, vestido, enseres
domsticos, entre otras.
b. Cooperativas de vivienda: entre las cuales unas construyen viviendas para alquilarlas o
cederlas a sus socios, y otras (cooperativas de crdito para la vivienda) ponen a disposicin de
sus socios los crditos necesarios para la compra o la construccin de viviendas.
c. Cooperativas profesionales: las constituyen las cooperativas urbanas de crdito, cooperativas
artesanas, cooperativas de pescadores, entre otras.
d. Cooperativas Agrcolas: las constituyen las cooperativas de crdito, de compra (abonos,
semillas, forraje, equipos), de venta (con o sin transformacin del producto) y multitud de
cooperativas que prestan diversos servicios (seguro, mecanizacin, riego, y otros).
Las cooperativas de vivienda son el objeto del presente estudio.
diversas extracciones sociales, econmicas y polticas. 4 Quien fue, durante varios aos, jefe de la Seccin de Artesana y Cooperacin de la Organizacin Internacional del Trabajo (OIT). 5 Citado por Daz, 2004
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1.3. Experiencia internacional en cooperativismo de vivienda. xitos y fracasos.
El cooperativismo de vivienda es un movimiento social lleno de xitos y fracasos. Se han extrado de la
experiencia internacional latinoamericana los elementos, que segn la opinin de la autora, determinan
dichos xitos y fracasos, ilustrndolos a la vez con casos concretos y estructurados segn las variables
objeto de estudio. Se escogi la experiencia latinoamericana por ser la regin cultural y geogrfica a
la cual pertenece El Salvador, lugar en donde se desarrolla esta investigacin. Al final, se describirn
los pilares sobre los cuales se fundamenta el modelo uruguayo de cooperativas de vivienda por ayuda
mutua, modelo que sistematiza una de las experiencias ms exitosas de cooperativas de vivienda en el
contexto latinoamericano y que hoy en da est siendo difundido en varios pases de la regin, incluido
El Salvador, a travs de una alianza estratgica de Federacin Uruguaya de Cooperativas de Vivienda
por Ayuda Mutua (FUCVAM)6, con El Centro Cooperativo Sueco (SCC) 7, y contrapartes en cada pas
(FUCVAM, 2005, 2).
1.3.1. Marco legal y normativo.
Luego de conocer la experiencia latinoamericana en cooperativismo de vivienda, la autora ha
detectado que el movimiento cooperativo de vivienda ha tenido posibilidades de desarrollo en los casos
que han amparado sus esfuerzos en leyes nacionales, facilitadoras de la creacin de organizaciones
6 FUCVAM es la mayor y ms activa organizacin social uruguaya de accin en el campo de la vivienda popular y el desarrollo urbano. Fundada en el 24 de mayo de 1970 en Isla Mala, una pequea localidad del interior del pas ubicada en el departamento de Florida. Ms de 330 cooperativas de base, en distintas etapas de desarrollo -en trmite, en construccin y habitadas- constituyen una Federacin de alcance nacional, con presencia en prcticamente todas las ciudades de Uruguay. 7 SCC, es una organizacin no-gubernamental sueca, sin fines de lucro, creada para apoyar las iniciativas de desarrollo de autoayuda - cooperativas, asociaciones del campesinos y grupos informales - en los pases en desarrollo. Su nombre en Suecia es Kooperation Utan Grnser (Cooperacin Sin Fronteras). Este nombre tiene su origen en la primera campaa de recaudacin de fondos en 1958 - una iniciativa de las cooperativas suecas que llevaron al establecimiento del SCC como organizacin de cooperacin internacional para el desarrollo.
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cooperativas de vivienda, con normativas que garantizan el desarrollo del movimiento y el ejercicio de
los principios cooperativos. Selma Daz concluye en su libro Experiencias organizativas de autogestin
y ayuda mutua para la vivienda popular que, existen dos aspectos vinculados con la legislacin. Uno
es el sistema de normas y el otro es el amparo legal (DAZ, 2004, p. 208). La existencia de normas es
la que permite la eficiencia de cualquier legislacin, mientras el amparo legal es el que facilita el
trabajo de las organizaciones sociales. En el caso de Argentina, la ley sirvi para garantizar la
continuidad del significativo desarrollo de su movimiento cooperativista (RIAL DE MELIN, Sin fecha). En
el caso de Brasil, la ley incluida en la Constitucin de 1988 sirvi para liberar un movimiento estancado
por la centralizacin, tutela absoluta y fuerte intervencionismo de un Estado autoritario y dictatorial
(QUINTANA, 2001, 1). En Chile, la primera ley de cooperativas promulgada el ao 1924 da un
marco jurdico a las cooperativas que hasta el momento, en su gran mayora, se haban constituido
como sociedades por acciones (CONFECOOP, 1998, p. 20)8. Y en Uruguay, La construccin de
viviendas por el sistema de Cooperativas de Ayuda Mutua se implanta en Uruguay9 (luego de una
experiencia piloto llevada a cabo por tres grupos del interior del pas, con el apoyo del Centro
Cooperativista Uruguayo) al incluirse este sistema en la Ley de Vivienda aprobada por el Parlamento
Nacional en 1968 (NAHOUM, 1999, 2, p. 23). Esta Ley, que cuenta con un elaborado sistema de
normas, ampara diferentes mecanismos de produccin de vivienda, pero fue el cooperativismo de
vivienda por ayuda mutua una de las alternativas ms populares de produccin de vivienda llevndose
el primer lugar en las preferencias de la poblacin entre todos los sistemas que la Ley prevea para
8 CONFECOOP, Confederacin de Cooperativas de Colombia, es un organismo cooperativo de tercer grado, de carcter asociativo nacional, de derecho privado y sin nimo de lucro. Constituye el mximo organismo de representacin del cooperativismo colombiano. 9 En entrevista con Gustavo Gonzlez, Secretario General de FUCVAM, enfatiza que el sistema uruguayo de cooperativa de ayuda mutua autogestionario naci en FUCVAM.
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acceder a la vivienda (NAHOUM, 1999, 2, p. 28).
As como la existencia de leyes ha contribuido al xito del movimiento en algunos pases, la ausencia
de leyes, o leyes carentes de espritu cooperativo, han perjudicado el desarrollo del cooperativismo de
vivienda. Para ilustrar, la legislacin mexicana sobre cooperativismo implica demasiados controles y
dificultades, tantos que la mayora de organizaciones prefieren constituirse como Asociacin Civil y
no como Cooperativa (DAZ, 2004).
1.3.1.1. Propiedad
Tanto la propiedad colectiva como la propiedad individual pertenecen al sistema cooperativo de
vivienda. Las viviendas y urbanizaciones que se construyen en cooperativa con la modalidad de futuros
usuarios son aquellas de propiedad colectiva, administradas permanentemente por la cooperativa. Las
de futuros propietarios son aquellas en que las viviendas pasan a ser de propiedad individual. Con la
modalidad de futuros propietarios, como es la prctica tradicional en Colombia, muchas cooperativas
se han disuelto luego de terminadas las construcciones y entregados los ttulos de propiedad,
cumpliendo luego los socios, individualmente, con las obligaciones financieras contradas. De esta
forma se corre el riesgo de que las viviendas se conviertan posteriormente en objeto de especulacin, al
ser vendidas en el libre mercado inmobiliario (QUINTANA, 2001, 1). En opinin de la autora, la venta
de una vivienda construida por una cooperativa es una forma de aprovecharse de los ahorros logrados
por esfuerzos solidarios y lo que debiera conservarse como patrimonio habitacional de los sectores
populares, a travs del derecho de uso heredado, pasa a manos del mercado inmobiliario mediante
una venta especulativa. En Uruguay, al adoptar la modalidad de derecho de uso, la ley garantiza que
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la vivienda no podr ser objeto hipotecable de forma individual.
La disolucin de una organizacin cooperativa implica la prdida del sentido solidario desarrollado en
cada individuo por el trabajo colectivo. La propiedad colectiva, o de futuros usuarios, permite que la
solidaridad siga desarrollndose hasta convertirse en una conducta de vida a travs del mantenimiento
fsico de las viviendas y de ser necesario la continuidad progresiva y planificada de las obras de
construccin. La experiencia uruguaya de cooperativismo de vivienda por ayuda mutua tambin ha
recogido ejemplos positivos que validan la necesidad de garantizar la continuidad del trabajo
cooperativo ms all de la construccin de las viviendas. Las cooperativas constituidas bajo la
modalidad de futuros usuarios han construido espacios verdes, de recreacin, deportivos, salones
comunales, bibliotecas, escuelas, guarderas y policlnicos para atender no slo a sus miembros, sino
tambin a la comunidad donde se encuentran. Estas acciones slo nacen de gente que ha tomado la
solidaridad como forma de vida, muchas veces hasta asumiendo, en los barrios donde se encuentran,
responsabilidades del Estado (NAHOUM, 1999, 2). Esto demuestra la fortaleza y autonoma que puede
llegar a tener una cooperativa y la ganancia que obtiene el Estado al invertir econmicamente en este
tipo de organizaciones.
Figuras 9 y 10. Saln comunal para usos mltiples y biblioteca construidos en cooperativa. Fuente: Archivo fotogrfico del EAT, FUNDASAL.
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Figuras 11 y 12. Policlnico y escuela construidos en cooperativa. Fuente: Archivo fotogrfico del EAT, FUNDASAL.
Las soluciones de vivienda colectiva permiten crear una identidad del movimiento, sin importar el nivel
econmico de las cooperativas. La cooperativa uruguaya COVIITU 78, caso que se retoma en el
siguiente acpite sobre financiamiento, rechaz la solucin que el Ministerio de Vivienda,
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) promova en ese entonces, que consista en un
ncleo bsico evolutivo tipo semilla con 30.24 m2 de construccin, rechazo que no estaba respaldado
por su situacin econmica, ya que eran muy pobres, sino por el slo hecho de pertenecer al
movimiento de cooperativas de vivienda cuyas viviendas se caracterizan por dar soluciones de vivienda
digna con espacios adecuados y una imagen arquitectnica que enorgullece a sus beneficiados. La
fuerte identidad del movimiento, plasmada en la calidad de arquitectnica y constructiva de los
conjuntos de viviendas por cooperativa, los impuls a seguir negociando para lograr una mejor solucin
que consisti en un ncleo evolutivo tipo cscara con 37 m2 techados a una altura de dos niveles que
permita el crecimiento por aumento de entrepiso, hasta completar una vivienda dplex con cuatro
dormitorios para un total de 72 m2 (ver figura 13).
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1.3.1.2. Marco institucional.
Las instituciones que participan de la experiencia en cooperativismo de vivienda, con las cuales las
cooperativas hacen sus gestiones son todas aqullas que financian y regulan la vivienda y el
cooperativismo. En la experiencia internacional se mencionan los Ministerios de Economa, Vivienda,
Desarrollo Urbano y Medio Ambiente; Planificacin Fsica; instituciones de ahorro, crdito y subsidio
para la vivienda popular; ONGs; Gobiernos locales; Compaas, pblicas o privadas, prestadoras de
servicios (electricidad, agua, recoleccin de basura, entre otros); Institutos de fomento cooperativo;
federaciones de cooperativas de vivienda y agencias internacionales cooperantes.
1.3.2. Financiamiento. Sectores de escasos recursos econmicos.
La autogestin y autoconstruccin de obras y una cartera de tierras para uso social representan una
forma de financiamiento para la produccin de vivienda en cooperativa en cuanto a costos de
administracin, mano de obra, valor de la tierra y urbanizacin. Sin embargo, para producir las
viviendas se requiere de materiales de construccin y contratacin de mano de obra calificada
complementaria a la autoconstruccin, que la poblacin de escasos recursos econmicos, con ingresos
correspondientes al primer y segundo quintil de distribucin del ingreso nacional, no puede costear ya
que est excluida del sistema financiero tradicional. Esta situacin no significa que estas personas no
tengan capacidad de pago, ya que a travs de formas de financiamiento alternativas se ha
comprobado que las necesidades habitacionales de este sector pueden ser financiadas de una manera
econmicamente viable, accesible y con mtodos consecuentes para prestar servicios financieros a los
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pobres (STEIN y CASTILLO, 2003, p.5)10. Los ingresos que permiten el pago de este tipo de
financiamiento provienen de una economa informal y muchas veces de las remesas familiares.
Este tipo de financiamiento alternativo es propio de programas de vivienda para poblacin de bajos
recursos econmicos, impulsados por ONGs que trabajan bsicamente con fondos financieros
revolventes y rotativos, cuyo principio bsico es tratar de mantener el valor del capital original a travs
del cobro a plazos, con bajos intereses, en un mediano a largo plazo, para que pueda ser reinvertido
dentro del mismo estrato poblacional (STEIN y CASTILLO, 2003). El financiamiento alternativo se
complementa en muchos casos con subsidios estatales. Cabe subrayar la importancia que dichos
subsidios tienen para hacer realidad el sueo de vivienda digna de los sectores poblacionales ms
pobres.
Continuando con el ejercicio de ilustrar lo expuesto con experiencias internacionales, se tom el caso
uruguayo de COVIITU 78, una cooperativa formada por un grupo de veinte familias en extrema
pobreza, desalojadas de una pensin en la Ciudad Vieja de Montevideo. El primer paso para lograr
una solucin fue convertirse en Cooperativa de Vivienda por Ayuda Mutua. Ya organizados gestionaron
un terreno con la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) el cual les fue otorgado junto con un
subsidio de $500 en materiales por familia. Los escasos recursos econmicos obtenidos por el subsidio
no fueron impedimento para dar una solucin inmediata a los problemas habitacionales que enfrentaba
la cooperativa. Con el subsidio se construy una casa comunal con bao y cocina para todos y a su
alrededor armaron precarias, pero higinicas (debido a que contaban con servicios sanitarios y cocina
colectivos) viviendas, con materiales de desecho. Luego gestionaron un financiamiento para vivienda
10 Cita textual de DAPHNIS, F. (2002) The Housing Micro-finance Worldwide Experience, Sida, Stockholm.
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mnima a travs del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), el
cual les fue otorgado. Con este financiamiento, el del IMM, aportes extraordinarios de FUCVAM y del
vecino Colegio Lamennais, lograron construir sus viviendas en tiempos y costos similares a los de las
constructoras privadas, pero con un 125% ms de espacio habitable por vivienda (NAHOUM, 1999,
2). Si bien es una experiencia difcilmente repetible en otros pases donde no se cuenta con programas
financieros similares, es un indicador del uso eficiente y eficaz de los recursos en una organizacin
cooperativa a travs de ahorros en mano de obra por la ayuda mutua, autoadministracin del proyecto
y soluciones de vivienda que logran satisfacer las necesidades y expectativas reales de sus habitantes a
travs del diseo participativo. El caso de COVIITU 78 Tambin demuestra que las ganancias de la
inversin social a travs de subsidios o crditos para el sector informal pueden ser muy altas en cuanto
al desarrollo que puede llegar a alcanzar una comunidad en situacin de pobreza extrema.
Figura 13. Viviendas construidas por COVIITU 78. Compuesta por familias en condiciones de pobreza extrema. Consiguieron realizar su sueo de vivienda digna. Son evolutivas, tipo cscara. Fuente: NAHOUM, 1999, 2, p. 132.
1.3.2.1. Fuentes de financiamiento.
Se han mencionado diferentes formas de financiamiento que no estn disponibles en todos los pases,
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pero se organizan en el siguiente cuadro con el objetivo de aclarar las diversas alternativas para los
sectores poblacionales de acuerdo con sus ingresos, a travs de financieras privadas, estatales,
gobiernos locales y ONGs
Fuentes de financiamiento
Caractersticas Sistema
financiero formal
(bancos).
Sistema financiero
estatal para la vivienda popular.
ONGs y financiamiento pblico, a travs de instituciones estatales o gobiernos locales, para
la vivienda de inters social.
Familias con bajos ingresos econmicos
Tipo
de
fond
os
Fondos recuperables
Fondos recuperables.
Fondos no recuperables (subsidios).
Fondos revolventes y rotatorios.
Fondo de
tierras urbanas.
Ayuda mutua y autoadministracin
de obras.
Cob
ertu
ra
Sectores de la poblacin que pertenecen a la economa formal con ingresos fijos medios a altos.
Sectores de la poblacin que pertenecen a la economa formal con ingresos fijos medios a bajos.
Sectores de la poblacin que pertenecen a la economa informal sin ingresos fijos y bajos recursos econmicos.
Faci
lidad
es d
e pa
go.
Altos intereses.
Bajos intereses amortizados con las cotizaciones mensuales al fondo con el sueldo de los trabajadores, y facilidades de pago, tales como largos plazos de pago.
Sin costo que pueden presentarse en forma de financiamiento con bajos intereses o sin ellos, largos plazos de pago, montos fijos que se entregan una vez y, en el caso de financiamiento pblico, exenciones de impuestos
Bajos intereses para mantener el valor de los fondos despus del cumplimiento del plazo de pago que debe ser largo, comienzan a pagar despus de finalizada la obra por ayuda mutua.
Precios simb-licos o sin costo.
24 horas de trabajo a la semana11 (medio tiempo) para la ayuda mutua y autoadministracin de la obra.
11 En base a las diversas experiencias en ayuda mutua alrededor del mundo, con un medio tiempo de trabajo se puede programar una obra sin que represente prdidas econmicas y en tiempos adecuados.
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1.3.2.2. Caractersticas de financiamiento para cooperativas con escasos recursos
econmicos.
Del cuadro anterior se extraen las caractersticas de financiamiento adecuado para las cooperativas de
familias con escasos recursos econmicos:
Pueden ser obtenidos por los cooperativistas por medio de agencias cooperantes, ONGs,
gobiernos locales y Estado a travs de las instituciones que el gobierno destine para ese fin.
El financiamiento pblico o privado destinado para las cooperativas de familias con
escasos recursos econmicos debe tomar el modelo que opera con fondos revolventes para
que su recuperacin sirva para financiar de forma sostenida otros proyectos de
cooperativas bajo las mismas condiciones favorables de pago.
La cooperativa funciona como persona jurdica, a la cual se le debe hacer un perfil socio
econmico independiente del de cada miembro de la cooperativa, siendo la cooperativa la
que deber demostrar su capacidad de pago, de ahorro e ingresos mensuales fijos.
Perodo de gracia para iniciar el pago del crdito mientras se construye por ayuda mutua,
tal como sucede en Uruguay (NAHOUM, 1999, 2).
Para el sector ms pobre son necesarios los subsidios que pueden ser destinados en las
cooperativas para diferentes fines. Las instituciones subsidiarias pueden favorecer los largos
plazos de pago, montos fijos que se entregan una vez y, en el caso de financiamiento
pblico, exenciones de impuestos. Estos subsidios pueden ser otorgados por el Estado a
travs de las instituciones pertinentes, Gobiernos locales y ONGs.
La ayuda mutua y autoadministracin de las obras se tomar en cuenta como porcentaje
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del financiamiento total.
Una cartera de tierras para construir en cooperativa como parte del financiamiento pblico,
manejada a nivel estatal o gobiernos locales, quienes donarn o vendern las tierras a
precios mdicos.
1.3.2.3. Transparencia en el manejo de los recursos de las cooperativas.
Cuando las leyes contemplan mecanismos concretos de financiamiento para las cooperativas de
vivienda, stas adquieren responsabilidades con los diferentes sistemas financieros, ONGs, el Estado,
Gobiernos locales y la sociedad en general, al hacer uso de subsidios, exenciones fiscales y crditos
provenientes de fondos pblicos. Adems, los cooperativistas adquieren la responsabilidad consigo
mismos de hacer uso eficiente de los recursos, al tener que cumplir con el objetivo principal de una
cooperativa de vivienda, proveer de alojamiento adecuado y estable a sus asociados, mediante la
construccin de viviendas (NAHOUM, 1999, 2, p. 36).
Para lograr un uso eficiente y transparente de los recursos deben contar, en palabras de Carlos
Altoberro12, con controles estrictos de gastos y plazos, de manera de no exceder las estimaciones
previstas y evitar retardos en la culminacin de las obras que encarecen la solucin final al postergar el
retorno de los capitales invertidos. (NAHOUM, 1999, 2, p. 82).
1.3.3. Organizacin del proceso.
El proceso de gestin de las viviendas construidas por cooperativa se organiza de acuerdo al rol de
12 Subgerente Tcnico del Banco Hipotecario del Uruguay.
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todos los actores involucrados en la experiencia, la manera de cumplirlos, integrarlos y las
caractersticas que deben tener.
1.3.3.1. Autonoma e independencia.
El cooperativismo, sin importar su tipo, se basa en 7 principios (ACI, 2005) que son:
Primero: Membresa abierta y voluntaria.
Segundo: Control democrtico de los miembros.
Tercero: La participacin econmica de los miembros.
Cuarto: Autonoma e independencia.
Quinto: Educacin, entrenamiento e informacin.
Sexto: Cooperacin entre cooperativas.
Sptimo: Compromiso con la comunidad.
El cumplimiento de todos estos principios depende de la voluntad de los cooperativistas excepto el
cuarto principio del cooperativismo, la autonoma e independencia, que ha sido histricamente
irrespetado por gobiernos y Organizaciones No Gubernamentales, comnmente conocidas como
ONGs, que al proveer de financiamiento y/o permisos para los proyectos cooperativos no dan lugar a
que los cooperativistas gestionen sus propios proyectos. Esto no quiere decir que el movimiento puede
prescindir de la participacin del Estado y ONGs, pero que estas organizaciones deben estar
concientes de su rol de facilitadores, apoyo y protectores legales de los derechos de los cooperativistas
y limitarse a ese importante papel. El Estado y las ONGs no son, ni deben confundirse con ser,
cogestores, o en el peor de los casos, gestores absolutos de los proyectos de las cooperativas. Cuando
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dichas instituciones asumen esos roles que no les corresponden, violando el cuarto principio del
cooperativismo, el esfuerzo cooperativo puede llegar a ser intil, tal como lo ilustra el caso de Brasil,
donde el cooperativismo de vivienda no rindi frutos sino hasta que fueron reformadas las leyes para
desvincular el movimiento de la tutela del Estado (QUINTANA, 2001, 1). Cabe mencionar que este
legado paternalista gubernamental fue promovido, a principios del siglo XX, por Reino Unido, Francia y
Alemania, quienes fomentaban la gestin de cooperativas de arriba hacia abajo para cumplir con
intereses gubernamentales o empresariales (CUDECOOP, 1996).
1.3.3.2. Participacin.
Existen ONGs que, sin juzgar sus intenciones, han producido soluciones de vivienda por medio de la
autoconstruccin, pero prescindiendo de los habitantes en las tomas de decisiones. Esta prctica falta a
los principios de equidad social y desarrollo sostenible ya que las instituciones estatales o privadas
deben elaborar programas sociales considerando que, para lograr sustentabilidad econmica, los
procesos locales deben generarse de abajo hacia arriba y de adentro hacia fuera (GONZLEZ
Couret, 2003, p. 42).
Desde Hbitat I13, la participacin popular es reconocida como indispensable, se concibe como el
protagonismo de los pobladores en el diagnstico, diseo e implementacin de soluciones, as como en
el control y administracin de los procesos. Participacin plena en asociacin con las autoridades
gubernamentales, tomando decisiones de conjunto, compartiendo con el Estado la responsabilidad
solidaria en la cohesin social, coherencia urbana, prestacin de servicios pblicos, superando el papel
13 La Conferencia Mundial sobre Asentamientos Humanos (HBITAT I) tuvo lugar en Vancouver, Canad, en 1976.
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de simples beneficiarios de las medidas gubernamentales y medios para reducir costos. Lograrlo
requiere de un largo trabajo de base, de promocin y organizacin social dentro de un modelo de
participacin que, adoptado por los pobladores, cuestiona la simple lgica de eficiencia. (MESAS y
ROMERO, 1999, p. 8).
1.3.3.2.1. Autogestin.
Como se defini en el marco terico de esta investigacin, la autogestin del hbitat es un sistema de
organizacin en el que sus miembros participan en la toma de decisiones y procesos de produccin de
sus viviendas. En el caso del cooperativismo de vivienda los miembros de las cooperativas tienen que
realizar las diligencias necesarias para conseguir financiamiento, servicios, equipamiento, tierras,
exenciones de impuestos y asesora tcnica, entre otros, que junto a su esfuerzo de construccin por
ayuda mutua, hacen posible la construccin de sus viviendas. La lucha de los cooperativistas no termina
al conseguir estos beneficios ya que al involucrar instituciones gubernamentales y no gubernamentales
en la experiencia, stas podran atribuirse la toma de decisiones arbitrarias en cuanto al diseo de la
vivienda, traducidas en soluciones habitacionales que se producen sin considerar las necesidades y
expectativas reales de vivienda de los cooperativistas. La autogestin es un derecho de los
cooperativistas que les permite participar en la toma de decisiones en cuanto al diseo de su vivienda
(porque nadie mejor que ellos conoce sus necesidades y expectativas), soluciones tcnicas y
organizacin de la ayuda mutua. Un resultado de la exclusin de los habitantes en la toma de
decisiones en los programas gubernamentales y no gubernamentales es el incremento del dficit
cualitativo de la vivienda.
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1.3.3.2.2. Ayuda Mutua.
Como se defini al principio de la investigacin, la ayuda mutua es un mtodo de construccin para
familias organizadas y que se ayudan mutuamente en grupos de trabajo con asesoramiento tcnico
brindado por ONGs y otras instituciones dedicadas a la atencin de comunidades. La ayuda mutua es
una modalidad de la autoconstruccin, que segn Vctor Sal Pelli (Citado por DAZ, 2004, p. 10) se
plantea la inclusin de los habitantes en el proceso de produccin de su propia solucin habitacional.
Esta definicin distingue la autoconstruccin de cualquier tipo de gestin del hbitat que excluya al
habitante del proceso e incluye la ayuda mutua, que tiene como particularidad la organizacin de un
conjunto de familias para un logro colectivo.
La autoconstruccin abarca prcticas negativas donde caben la marginacin, la ilegalidad y, tambin
en el caso de la ayuda mutua puede producirse la imposicin de soluciones de vivienda donde el
habitante participa como simple mano de obra (PELLI, 2001). Los cooperativistas de vivienda, bajo un
modelo de cooperativismo autogestionario, no deben permitirse formar parte de prcticas negativas que
pongan en riesgo la sostenibilidad del movimiento, ya que el esfuerzo colectivo se valida logrando ms
que con esfuerzos individuales aislados.
El mayor xito de una cooperativa de vivienda es un hbitat digno para todos sus miembros. Para que
exista una autoconstruccin apropiada, Daz cita una serie de condiciones planteadas por Pelli (DAZ,
2004, p. 12), que se sintetizan en esta investigacin de la siguiente manera:
1. Los pobladores deben ser los principales protagonistas de las decisiones y los procesos de su
solucin habitacional.
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2. Los pobladores no pueden ser los nicos protagonistas de las decisiones y responsabilidades,
puesto que, de ser as, los sectores externos quedaran como puros aportadores de recursos. La
gestin habitacional debe estar en manos de una mesa de negociacin o articulacin de los
actores sociales inevitablemente involucrados, pero esta "mesa" requiere ser planteada desde
una distribucin de poder equitativa, favorable al logro de posiciones de igualdad en la
discusin por parte de los habitantes.
3. La gestin de vivienda no debe ser planteada como una finalidad puramente funcional, sino
que debe incluir en el diagnstico y solucin la situacin conflictiva relativa a la insercin
social y la necesidad de modificarla, como condicin para que la solucin habitacional sea
apropiada, aceptada, y experimentada por los habitantes y la ciudad en un proceso de
evolucin (DAZ, 2004).
1.3.3.3. Actores y roles.
La participacin es un proceso interactivo entre los diversos actores y cada uno debe conocer y cumplir
su papel para lograr un buen entendimiento y resultados que garanticen un sistema de produccin
sostenible de vivienda. Entonces quines son los actores y cul es el papel de cada uno?
El Estado.
Un Estado, entendido como el conjunto de los rganos de gobierno de un pas, verdaderamente
preocupado por resolver la problemtica de vivienda debe incorporar en su poltica la autogestin de la
vivienda como alternativa sustentable de produccin de vivienda. El Estado de Uruguay, en 1968 ante
la crisis de vivienda, propuso un proyecto de ley que tena por objetivo principal impulsar el sector
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privado de la construccin en el cual se logr incluir el sistema cooperativo de vivienda a travs de una
negociacin. El sistema cooperativo apareca como un captulo marginal, integrado al proyecto14 ms
para facilitar su trnsito parlamentario que para apoyar verdaderamente en l un intento serio de
solucionar los problemas habitacionales..., pero dicho sistema termin tomando el primer lugar en las
preferencias de la poblacin entre todos los sistemas que la Ley prevea para acceder a la vivienda
(NAHOUM, 1999, 2, p. 28). As, promovido por casualidad, demostr ser la alternativa ms eficaz
para contribuir a la solucin del dficit de vivienda de la poca. Esta experiencia no slo demuestra la
eficacia del movimiento, sino tambin que el apoyo del Estado es necesario, aunque en este caso se
diera casi por accidente. Un sistema eficaz merece recibir un apoyo, amparado en una ley que asegure
su sostenibilidad, ms all de un perodo gubernamental.
Otro ejemplo de la importancia y claridad del papel estatal en cuanto a las cooperativas de vivienda se
encuentra en Chile, donde las cooperativas mantienen una relacin con el Estado en tres aspectos
generales: el control de su existencia y funcionamiento, el rgimen tributario a que estn sometidas y el
financiamiento que puedan obtener de instituciones estatales o semi estatales (DAZ, 2004). Este tipo
de relacin en un Estado como el de Chile, que desde 1990 con el retorno de la institucionalidad
democrtica, se ha caracterizado por la autonoma del sector cooperativo en relacin con el Estado
(RED UNIVERSITARIA DE LAS AMRICAS EN ESTUDIOS COOPERATIVOS Y ASOCIATIVISMO,
2003)15, ha demostrado ser positiva y necesaria, ya que la nueva Ley General de Cooperativas,
14 Se refiere a un proyecto de ley impulsado por los representantes en la Cmara del sector privado de construccin que propulsaban la construccin de viviendas por el rgimen de Promocin Privada (crditos estatales para inversionistas privados) o por el Sistema Pblico (proyectos administrados por el Estado que implica la construccin por empresas privadas) aprobado en 1968. 15 La Red Universitaria de las Amricas en Estudios Cooperativos y Asociativismo, tiene como objetivo principal establecer un vnculo interactivo, dinmico y sustentado entre las universidades de Amrica. Propiciando la transferencia tecnolgica y de
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aprobada el 4 de noviembre de 2002, flexibiliza una serie de barreras burocrticas que entrapaba la
creacin y funcionamiento de las cooperativas. En el marco de esta nueva ley, a instancias del
Ministerio de Economa, se ha recreado un Comit Pblico - Privado de Desarrollo Cooperativo -, que a
contar de fines del ao pasado (2002) ha llenado un espacio de falta de dilogo entre en el sector
pblico y el sector cooperativo, prcticamente cortadas en los ltimos 30 aos... la nueva Ley establece
entre las nuevas funciones del Departamento de Cooperativas el fomentar el sector cooperativo,
mediante la promocin de Programas destinados al desarrollo de la gestin y capacidad empresarial en
las cooperativas. (RED UNIVERSITARIA DE LAS AMRICAS EN ESTUDIOS COOPERATIVOS Y
ASOCIATIVISMO, 2003, p. 52).
La participacin estatal en ambos casos ha sido seria y ha contado con mecanismos claros de apoyo al
movimiento sin comprometer el cuarto principio cooperativo.
Las cooperativas de vivienda son, adems, una oportunidad para que las instituciones gubernamentales
de planeamiento urbano y vivienda lleven a cabo planes habitacionales que requieran de soluciones
de vivienda colectiva.
Los gobiernos locales.
La estrecha relacin de los gobiernos locales, con la poblacin en tanto que los primeros son los
encargados de atender las necesidades ms inmediatas de la ltima, permite que la relacin entre
conocimiento, intercambiando permanentemente las experiencias, promoviendo la formacin de recursos humanos calificados, con vistas de apoyar el movimiento cooperativo y asociativo. Fundada en 1997 durante la reunin de la Alianza Cooperativa Internacional de las Amricas, en Ciudad de Mxico, la Red congrega actualmente a 22 Universidades, todo esto en 14 pases, que actan en forma conjunta para cooperar con eficacia econmica, social y ambiental. La Red universitaria permite mejorar los conocimientos del fenmeno cooperativo y asociativo, a nivel del continente y adems, mejorar la calidad de la formacin y de los servicios de extensin especializados en cooperativismo.
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gobiernos locales y cooperativas de vivienda sea estratgica. As, dichos gobiernos tienen la
oportunidad de conocer los problemas de una muestra poblacional, pero organizada, facilitando la
tarea de conocer las necesidades y llevar a cabo estrategias y actividades municipales efectivas,
orientando su papel en relacin con las cooperativas.
El apoyo ms grande que un gobierno local puede dar al desarrollo de las cooperativas es a travs de
la creacin de una cartera de tierras municipales en zonas urbanizadas para uso social y la
contribucin en cuanto a la urbanizacin de stas. Para dar una idea del valor que puede alcanzar este
tipo de ayuda municipal, se puede hablar de los porcentajes de urbanizacin y valor de la tierra en el
precio final de una vivienda. Segn un estudio realizado por el Grupo Consultor Rodrguez Ventura
para la Cmara Salvadorea de la Industria de la Construccin (CASALCO)16, los costos de tierra y
urbanizacin son los ms altos. En El Salvador, la urbanizacin representa un 19% y el porcentaje del
costo del lote, un 6% en relacin al costo final de una vivienda de inters social ubicada en lotes
perifricos (RODRGUEZ VENTURA, 2003). Sin embargo, en los proyectos autogestionados el
porcentaje de estos costos es ms alto por el ahorro en costos de comercializacin, mano de obra y
administracin de la obra, de esta manera, la tierra y urbanizacin podra representar el mayor aporte
del financiamiento pblico. En el proyecto piloto de la Asociacin Cooperativa de Vivienda 13 de
Enero de R.L17, el costo de urbanizacin representa un 32% y el costo del terreno un 22% del costo
16 La Cmara Salvadorea de la Industria de la Construccin (CASALCO). Fundada en San Salvador, El Salvador, el 3 de noviembre de 1964, por un grupo de empresarios, con el objetivo de integrar, unificar y coordinar esfuerzos que les permitieran la superacin gremial y defensa de los intereses de la Industria por ellos representada. Desde esa fecha CASALCO, se crea como una institucin de utilidad pblica, de conformidad con los lineamientos establecidos en el captulo treinta del Cdig