Download - Karen Avila
Para las soluciones muestra A y E se realizó la prueba de solubilidad con
ácido sulfúrico, se inició agregando gota a gota un mililitro de ácido a la solución A
agitando constantemente hasta que se visualizó una sola fase de aspecto turbio y
espeso, repitiendo el mismo procedimiento para la solución E en la que se observó
un leve cambio en la consistencia de la solución, debido a que no ocurrió turbidez.
Se sabe que la muestra A correspondía a un alcohol anhidro a grado reactivo,
mientras que la muestra E era un alcohol grado industrial por lo que la pureza de
la muestra A era mayor que la pureza de la muestra E.
El comportamiento de los alcoholes al momento de agregarse pequeñas
cantidades de ácido presentó visualmente una aceptable solubilidad en cada una
de las soluciones estudiadas con la diferencia de que la solución A por ser un
alcohol anhidro no presenta rastros de agua observándose indicios de ser un
alcohol terciario por su mayor rapidez de reacción a comparación de la solución E,
sin embargo debido al hecho de que se encuentra a grado reactivo puede decirse
con seguridad que se trata de un alcohol secundario.
Se llevó a cabo la prueba de Lucas, para la cual se colocó 1 mL de muestra
A en un tubo de ensayo seguidamente se incorporaron 3 mL de reactivo de Lucas,
lo que generó una reacción casi inmediata dando un aspecto de turbidez a la
solución, igualmente se colocó 1 mL de muestra E en un tubo de ensayo y 3 mL
de reactivo de Lucas, lo que reaccionó con mediana lentitud igualmente
generando turbidez y precipitado blanco identificado como cloruro de alquilo en la
solución al cabo de aproximadamente 2 minutos.
En base a la diferencia de reactividades entre cada tipo de alcohol y el
tiempo que tardó cada muestra en reaccionar, así como teniendo presente que el
reactivo de Lucas es soluble únicamente para alcoholes de no más de 6 carbonos
es posible determinar que la muestra E corresponde a un alcohol secundario con
una cadena de carbonos menor de 6. Con respecto a la muestra A es necesario
analizar más que el tiempo de reacción y la apariencia de la solución resultante
debido a que se encuentra a grado reactivo y se trata de un compuesto anhidro,
como primera instancia se puede aseverar que se trata de un alcohol terciario
debido a la rapidez con la cual se llevó a cabo la reacción, sin embargo se debe
tomar en cuenta que la prueba de Lucas para alcoholes secundarios anhidros se
da con mayor rapidez que para un secundario con más alto contenido de
impurezas y agua, tomando en cuenta lo anterior se puede decir que la muestra A
es correspondiente a un alcohol secundario.
Se realizó la prueba de acidez con sodio metálico para las soluciones de
alcohol A y E, esta prueba se llevó a cabo colocando un trozo pequeño de sodio
metálico a dos tubos de ensayo que contenían solución A y E respectivamente. Al
ser agregado el sodio metálico a la solución A no se observó ningún cambio de
coloración y el sodio no se disolvió en el alcohol a diferencia de la solución E en la
cual el sodio se disolvió a una velocidad moderada tornándose de un color
blancuzco, la reacción de estas soluciones con el sodio metálico, se debe a que
los alcoholes en esta situación se comportan como ácidos débiles lo cual permite
que el sodio desplace al hidrogeno del hidroxilo para formar un alcóxido.
Las diferentes velocidades de reacción de alcoholes con el sodio metálico
se debe a la cantidad de átomos de carbono que tenga cada alcohol pues esta
prueba es factible y positiva únicamente para alcoholes con ocho o menos átomos
de carbono. Esta prueba se utilizó para la clasificación de las dos soluciones de
alcohol con las que se contaba, siendo ambas soluciones alcoholes secundarios,
sin embargo pero radica una diferencia de velocidades de reacción entre ambas
dado que la solución E reacciono a una velocidad mayor que la velocidad de
reacción de la solución A, esto debido a que el alcohol correspondiente a la
solución A se encuentra anhidro y en grado de reactivo y el alcohol E se encuentra
en grado industrial.
Se aplicó la prueba de yodoformo a la solución A y E. Se inició con la
solución A, a la cual se le añadieron 10 gotas de NaOH al 10% y se añadió gota a
gota yodo en yoduro de potasio, al agregar la sexta gota la solución A se tornó
muy turbia y precipitó solido amarillo. Se siguió el mismo procedimiento para la
solución E, con la diferencia que se observó un cambio hasta añadir la quinceava
gota de yodo en yoduro de potasio, la solución final E fue muy distinta a la
solución A, ya que no se observó turbidez y se generó muy poco precipitado
amarillo. Ambas fueron positivas, confirmando que se trató de soluciones
alcohólicas isopropílicas.
La solución A fue muy reactiva al aplicarse la prueba de yodoformo,
mientras que la solución E no reaccionó con la misma intensidad. Al añadir gota a
gota el yodo en yoduro de potasio se sustituyeron los hidrógenos de los metilos de
cada solución, oxidándose para formar el precipitado amarillo de yodoformo.
Se observó que la solución A fue más reactiva que la solución E, esto
debido a que la solución A fue 2-propanol anhidro en grado reactivo, y la solución
E fue alcohol isopropílico en grado industrial. El grado de pureza de cada alcohol
determinó la reactividad que cada solución experimento durante las pruebas de
Lucas, yodoformo y sodio metálico. Ya que la solución A era de grado reactivo
(mayor pureza), su comportamiento altamente reactivo dio indicios de que se
trataba de un alcohol muy reactivo mostro características correspondientes a un
alcohol terciario, sin embargo al analizar dichas características fue posible
determinar que se trataba de un alcohol secundario, por otro lado la baja
reactividad de la solución E ayudo a identificar y confirmar con mayor rapidez que
dicho alcohol era secundario (grado industrial, menor puereza). Para no alterar
futuras pruebas de identificación se recomienda utilizar soluciones con un grado
normal de pureza y evitar soluciones de grado industrial.