IDI –N. 562 mayo 2017
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Roma, 25 de Marzo de 2017
Solemnidad de la Anunciación
Estimados hermanos y hermanas,
Al día siguiente del Congreso para la misión de la Orden con el que concluimos la celebración del Jubileo,
quisiera compartir con Uds. la alegría y la gratitud que expresé durante el cierre de este Congreso. Al enviarles
esta carta que retoma las conclusiones, deseo invitar a la orden entera a cosechar los frutos de este Congreso
y, más ampliamente, la gracia del Jubileo.
Alegría, al experimentar estos cuatro días de encuentro con los miembros de la Orden, descubrir hermanos y
hermanas, naciones, idiomas y culturas, generaciones diferentes, unos rostros de la iglesia muy diversos.
Alegría, en el medio de todo esto, por una experiencia de profunda unidad, una especie de « casa común» en
la que la Palabra se escucha, recoge, comparte, celebra y predica. Alegría y gratitud puesto que todo esto nos
permitió tomar aún más conciencia que se trataba de una gracia realizada por Otro. De una gracia compartida,
independientemente de la especificidad de cada una de las ramas y entidades a las que pertenecemos; una
gracia a menudo entregada en frágiles vasijas de barro, pero confiando en él, que siempre acompaña y precede
aquellas y aquellos que envía.
Este sentimiento de « casa común», nos ha llevado a todas y todos, creo, a reconocernos en un mismo rostro,
el de Domingo que guiándonos por el camino en el seguimiento del Cristo Predicador nos propone una aventura
de predicación según el modelo de la « proclamación de la buena nueva del Reino a lo largo de ciudades y
aldeas». Esta predicación no se desarrolla inicialmente en base al contraste entre el interior y el exterior de una
Iglesia ya establecida. Está más bien permeada de una tensión entre, por una parte, la imposibilidad de caminar
« sin» (sin las víctimas, sin los recuerdos heridos, sin los refugiados que son nuestros, sin los pecadores, sin
los hombres y las mujeres de buena voluntad, sin las otras búsquedas de verdad, que sean o no creyentes) y,
por otra parte, el deseo profundo de aprender a caminar con la convicción que, haciendo esto, también
aprendemos a caminar con Dios.
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Este deseo lo llevamos cada uno y de forma conjunta en un mundo que amamos, que queremos aprender a
amar, desarrollando la capacidad de contemplación. Como todo amor verdadero, es exigente. Es la exigencia
de una mirada lucida y realista que permite a la vez de leer y lamentar los estragos de una guerra mundial que
lo deforma y acumula víctimas sistémicas, y sabe identificar las oportunidades de los lugares y realidades
donde el humano manifiesta su capacidad de resistir a lo que lo disminuye, desfigura o degrada. Es un mundo
que es donde el ser humano puede descubrir la humanidad de la que es capaz; esta humanidad compartida que
le permite enfrentar las pruebas de la vida, de superarlas, a veces de invertir lo que las provoca, dejando surgir
en sí mismo la convicción que, por la humanidad del humano que precisamente hace que sea bueno, generoso,
capaz de perdonar, solidario, todo puede en última instancia terminar de una manera hermosa, quizás
inesperada pero anhelada. Es en este mundo, y también digamos para este mundo, que somos enviados a
predicar. Y en este envío vemos a lo que preserva nuestra unidad, en nosotros, todos los miembros de la Orden
de Predicadores, hermanos, monjas, laicos, hermanas apostólicas de congregaciones agregadas a la Orden,
institutos seculares, fraternidades sacerdotales y jóvenes del movimiento de la juventud dominicana, y muchos
amigos. Enviados para servir, mediante el ministerio de la evangelización en el nombre de Jesucristo, el
misterio de la gracia de la Palabra. Si, ¡mucha alegría y una profunda gratitud por pertenecer a esta familia!
Algunas convicciones
Esta « familia», esta « comunión de santas predicaciones » es animada por un cierto número de convicciones
que se expresaron a lo largo de las presentaciones y debates del Congreso. Tras este Congreso, quisiera retomar
tres de estas convicciones principales que se podrían definir como una « mística» de la predicación y un «
estilo de vida» de la predicación.
Predicación
La primera es la convicción que nuestra vocación principal es la predicación y que en esta se basa la unidad
de todos los miembros de la Orden y de la familia dominicana. Los intercambios y las reflexiones durante el
Congreso demostraron claramente que esta predicación no podría limitarse a la homilía litúrgica, sino que
abarca todos los modos con los que se puede prestar la palabra humana a la expresión de la Palabra de Dios
que quiere y viene a conversar con la humanidad. Este ministerio de la Palabra nos constituye de alguna forma
como mediadores –mediadores que no son ministros solitarios pero más bien músicos y actores con los que
nos encontramos en estos días; actores solidarios en una misma aventura de transmisión de un mensaje único.
Esta predicación tiene características que nos importan, sin borrar la diversidad y la especificidad de nuestros
estados de vida en la Orden, de nuestras culturas y nuestras Iglesias. Es la mediación de un dialogo permanente
entre la Palabra dirigida por Dios a la humanidad, y la Iglesia instituida por esta Palabra como sacramento de
salvación, en la medida en que es profética, hablando por parte de Dios y las culturas concretas e históricas en
las que se proclama la palabra. Y, cuando decimos que es proclamada insistimos en situar siempre la palabra
humana sobre Dios en una secuencia donde se suceden silencio, escucha, palabra y más silencio en
contemplación de la gracia de la Palabra que opera, alternando, como Domingo mismo lo hacía, momentos
para hablar de Dios a los hombres y otros, fundamentales, para hablar de los hombres a Dios. Esta alternancia
es lo que nos hace descubrir y vivir la aventura a la que conduce la predicación: sentir la vida que se da y que
se recibe, dar gracias por la vida que se transmite porque anima la Palabra que es él que vino a dar vida en
abundancia. Por este motivo pensamos que la palabra de la predicación siempre es al mismo tiempo palabra
de vida y de amor, palabra de misericordia que libera y cura y palabra de generación a una vida que tiene la
fuerza de transformar cada persona y el mundo.
La proclamación de esta buena nueva de la vida, de la belleza y del amor pensamos deba apoyarse en idiomas
diversos, marcados por las diferentes culturas y sus contextos. Y hemos destacado varios de estos idiomas,
además del de la conversación, del anuncio o de la explicación. Es el lenguaje del testimonio de la vida,
individual y comunitario. También es el lenguaje de la ternura, de la misericordia y del perdón. Es asimismo
el lenguaje que responde a aquellos y aquellas que en este mundo están hambrientos de palabras liberadoras.
Es el lenguaje de los gestos que plantean una necesidad de justicia, restauran el tejido social, crean dialogo
entre las instancias sociales y políticas para iniciar una trama de solidaridad. Pero también son los lenguajes
del arte bajo sus formas diferentes que se unen a la capacidad de búsqueda de belleza y de verdad fundamental
para el humano. En cualquier caso, estos lenguajes buscan desplegar una predicación calificada, poniendo en
práctica unos métodos que se ajustan a una conversación con nuestros contemporáneos que permitan salir de
todo tipo de « burbujas» en las que nos encerramos muy fácilmente. Por último, estos lenguajes siempre serán
una forma de manifestar la hermosa realidad de la encarnación que es precisamente la que asumió él que es la
Palabra. La predicación tiene en este mundo un lenguaje que, en muchas formas diferentes le brinda a la
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humanidad la alegría de « tomar cuerpo» con Dios. Lo hace porque proclama la buena nueva de la venida del
Reino por el misterio de la Encarnación. Lo hace como « santa predicación» descubriendo que en este anuncio
es llevada, acompañada y precedida por el misterio de la gracia del Espíritu.
Fraternidad
Entre estos lenguajes de la encarnación, y esto es una segunda convicción, acordamos un lugar importante al
lenguaje de la fraternidad. Ésta atestigua la amistad de la que queremos ser portadores, en el nombre de la
amistad de Dios con el mundo de la que queremos ser predicadores. Sin embargo, la fraternidad también es
una realidad de la que es capaz el ser humano, dando testimonio así del amor y gratitud mutua así como de la
pertenencia a una humanidad común: las acciones y las palabras que consolidan la fraternidad despliegan algo
semejante a un lenguaje del corazón abriendo un camino que puede conducir a Dios. Al mismo tiempo, esta
fraternidad puede afirmar que es posible construir puentes entre los seres y entre los grupos, entre las culturas
y entre los mundos contemporáneos que parecen mutuamente excluyentes, resistiendo a la segregación y la
exclusión. Predicar por medio de la fraternidad nos lleva a implicar la comunidad humana a tener confianza
en la propia capacidad de integración en la unidad de una comunión, inicialmente dada, y fundadora de la
misma posibilidad y de la riqueza de su diversidad. Convicción de la fraternidad ligada a la predicación.
Encuentro
Una tercera convicción que hemos desarrollado a lo largo de estos días es que el encuentro es la forma principal
de predicación, la forma en la que deseamos ser predicadores y proclamar el Reino. Encuentro que hace eco a
aquel del Dios de la revelación con su pueblo del que ve el sufrimiento y del que escucha el clamor de manera
que viene a caminar con ese pueblo. Pensamos que es éste Dios el que nos envía al encuentro de nuestros
contemporáneos para hablar con ellos de la buena nueva del Reino de Dios y así evangelizar en nombre de
Nuestro Señor Jesucristo. Este encuentro, afirmamos, no es solamente curiosidad o deseo de conocer algo
nuevo; tampoco es solamente apologético; es sobre todo una determinación a amar, servir y cuidar la
humanidad con la que compartimos el destino. Seguramente nos encontraremos con personas dispuestas a
escuchar y recibir; pero también con personas indiferentes, desilusionadas, incluso tal vez contrarias. En
cualquier caso, la autenticidad de la vida, la coherencia más justa posible entre lo que se dice y lo que se vive
garantizará la credibilidad del predicador y de las comunidades fraternas de predicación, al mismo tiempo que
la del mensaje. El encuentro siempre será una ocasión para un « ajuste» mutuo de comunicación entre los seres
y como en el dialogo con la samaritana o andando por el camino de Emaús, intentará dejarse guiar por la
pedagogía de Dios mismo cuando conversa con su pueblo. Expresamos el deseo que esta convicción del
encuentro nos lleve a salir de las diferentes « burbujas» en las que demasiado a menudo nos hemos acomodado
y a intentar encontrarnos principalmente con aquellos que sufren por violencia, pobreza, la exclusión y
discriminación social: ellos nos enseñan algo fundamental sobre nuestra propia vulnerabilidad. Quisiéramos
aprender algo de ellos acerca de la realidad de la promesa que se cumple cuando Dios toma cuerpo en este
mundo, se vuelve vulnerable, hasta ser subido a la Cruz para abrir el camino de vida a las multitudes.
La predicación como camino de santificación en un mundo en trabajo
Este ministerio de la Palabra para los Predicadores no es principalmente una función sino el camino hacia la
propia santificación. La predicación nos lleva al corazón del mundo porque es nuestra forma de seguir el «
Cristo-Predicador» y de anhelar vivir con él. Ella nos conduce hacia el corazón de un mundo en el que, con
él, deseamos reconocer todos los signos de la promesa de un engendramiento : un mundo implicado en un
trabajo de generación, como afirmamos. Pero de esta forma, la predicación nos lleva también al corazón de
nosotros mismos, individualmente y comunitariamente, permitiéndonos sentir la misma promesa de poder ser
generados y nacer nuevamente, ¡de ser santos!...
Intranquilidad del mundo
En cuanto al mundo en trabajo, nos compete tomar los medios para aprender a identificar lo que hoy transforma
el rostro del mundo, intentando dar prioridad al deseo de ir allí donde el mundo trabaja, de alcanzar aquellos
que viven en el mismo, esforzarnos de comprender con ellos que sucede, lo que puede ser escuchado como
promesa y desplegar aún más lo que se deba transformar, reconstruir, reorientar y rechazar. Ir a esos lugares
de intranquilidad en el mundo; allí donde la larga historia de la conversación de Dios con los hombres que
queremos servir contribuye, junto con la historia construida por los hombres, a establecer un mundo vivido en
común, acogedor para todos y sostenible por todos.
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Es por esto que el trabajo de la proclamación de la buena nueva de la venida del Reino, la aventura de la
predicación, exige un discernimiento incansable de los signos de los tiempos, cuando los cambios pueden
presentarse como terribles peligros para la humanidad del humano, mientras al mismo tiempo pueden ser una
oportunidad, como lo dijo el poeta, para que allí donde crece el peligro también crezca lo que salva. Solo voy
a enumerar lo que ya evocamos juntos, pero que repetidas veces dijimos se debería comprender más
profundamente: ¿Acaso Domingo no envió sus primeros hermanos principalmente a « estudiar», para llegar
precisamente a estos nuevos lugares académicos donde buscaban que el hombre mismo, su mundo y su Dios
fueran más comprendidos por el ser humano? Es la realidad de los importantes movimientos de migración
forzada y sufrida de las que demasiados refugiados son víctimas hoy, que generan tanto sufrimiento, miedo,
parálisis de la capacidad humana frente a la comunión. Es la realidad de las coexistencias y cruces culturales
y religiosos – características de un mundo globalizado que sin embargo no borra (y tal vez amplifica) el
aislamiento identitario y los proteccionismos – unos cruces no siempre pacíficos, no siempre serenos, no
siempre « inteligentes» por cuanto están afectados por pasiones y recuerdos dolorosos. Son cambios profundos
en las formas de comunicación, de relaciones con los demás, de afirmación de si mismo, donde los mundos
contemporáneos hacen frente a esa paradoja cuando se afirman a la vez la necesidad de entrar en contacto con
los demás, y el riesgo de encontrarse, sin haberlo realmente elegido, encerrado con los mismos. Son los
conflictos que se multiplican precisamente en esta tensión entre globalización e identitarismo, con el pretexto
de un mercado ultraliberal, del saqueo de recursos fundamentales de tantos países, de puesta en dependencia
de poblaciones enteras – a menudo las más vulnerables y las más pobres – por conflictos de interés que no los
conciernen. Conflictos a veces animados por la memoria de la colonización o las hegemonías impuestas que
están a la raíz de las heridas de la memoria, cuyo reconocimiento y acompañamiento son urgentes ya que de
lo contrario los conflictos se reproducirán. Son las crisis políticas graves, desfiguradas demasiado a menudo
por la corrupción, la palabra falsa y manipuladora, una visión elitista del tejido social y su futuro, una
democracia privada de sus exigencias y de su sentido, donde la dignidad del ser humano y sus derechos deben
de alguna forma recuperarse para evitar que el ser humano sea nuevamente sujeto a la comercialización. Es la
crisis ecológica cuyos desafíos para la evangelización Laudato Si destacó tan claramente, hasta incluso la
puesta en peligro de los pueblos originarios, su dignidad y sus condiciones de vida. Y también, es la crisis de
vulnerabilidad donde encontramos al mismo tiempo una mayor sensibilidad a la centralidad de la
vulnerabilidad en la identidad misma del ser humano pero también un aumento de la vulnerabilidad forzada,
agravada, expuesta e instrumentalizada de las personas (trata de personas, supresión en algunos lugares de la
libertad de expresión de la mujer), así como la vulnerabilidad de las estructuras y condiciones de vida (crisis
de la tierra, del agua, de la energía). Es la crisis de los núcleos de base de las sociedades, de los núcleos
familiares pero también las células de vida social donde, durante siglos, el pluralismo cultural y religioso era
una oportunidad y una fuerza, pero ahora parece ser un riesgo, una maldición. Es, por último, la crisis de las
religiones que están nuevamente expuestas a la que podría ser su tentación fundamental: imponerse como una
autoridad única reivindicando lo sagrado, o Dios, afirmándose como promotores de identidades exclusivas,
luchando contra los demás por el dominio de los territorios o de las poblaciones. Una crisis en la que no se
puede negar la de la Iglesia católica que, en algunos lugares está desorientada por una secularización que se
impone sin que hayamos sabido o podido seguir transmitiendo la promesa como un camino de vida no
exclusivo, pero fortificante y liberador. Y sin que hayamos identificado como transformar las estructuras de
organización del territorio, por ejemplo, o la asignación de cargos y de corresponsabilidad ajustada a la
evolución en las sociedades y las culturas, permitiéndole a la Iglesia crecer en sinodalidad.
Las comunidades mismas en trabajo
Sin embargo, « allí donde crece el peligro también crece lo que salva». Muy a menudo, cuando hermanos o
hermanas citan a estas realidades como desafíos urgentes, también manifiestan que a menudo es posible
llevarles el fuego de la esperanza, de la transformación, de la generación a un destino diferente donde el dolor
y el fracaso no tendrían necesariamente la última palabra. Las experiencias concretas relatadas y los
intercambios del Congreso invitaron a resistir a la resignación. En efecto, algunos entre nosotros, algunas
comunidades y, por lo tanto, todos nosotros juntos, sabemos que muchas de estas realidades arriba
mencionadas habitan nuestras realidades comunitarias y existencias individuales (pienso en la realidad de la
migración y de la obligación de refugiarse, en la secularización, la coexistencia pluralista, en las memorias
dolorosas, en las necesidades tan frecuentes en nuestras comunidades de reconciliación entre las personas
después de conflictos latentes que envenenaron las relaciones por años…). Esta proximidad de experiencias
debe poder ayudar a mantenernos vulnerables con aquellos a los que somos enviados para anunciar la amistad
de Dios como una buena nueva. Tuvimos la alegría de escuchar testimonios de prácticas de resistencia, ya sea
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en obras llevadas a cabo por algunos entre nosotros, ya sea mediante la participación a movimientos sociales,
asociaciones, ONG, grupos de voluntarios, militancia de promoción de justicia social, solidaridad con grupos
de víctimas, prácticas de educación tan importantes al momento en que la transmisión cultural y la educación
se han vuelto en ciertos lugares tan frágiles.
A través de experiencias y testimonios, pudimos descubrir de nuevo cuanto el hecho mismo de asumir tales
compromisos constituya también una exigencia para consolidar nuestra forma de vivir, individualmente y
comunitariamente. Se trata, por un lado, de promover en nuestras realidades todo lo que pueda fomentar la
humanización de cada uno, el perdón y la reconciliación, el ajuste del ejercicio de autoridades, la práctica la
más justa posible de la democracia de la que estamos tan orgullosos en la Orden aunque a veces la ejercemos
escasamente, el pluralismo cultural sin que las identidades se excluyan mutuamente, el uso de bienes ordenado
al bien común, la puesta en común de los bienes concretamente y sin condiciones. Afirmando así la convicción
que podríamos aportar una contribución a la « salvación y la transformación» del mundo, haciendo frente en
nuestra propia casa a las dificultades semejantes a aquellas que también enfrenta el mundo. Por otro lado, se
trata de expresar como la forma de enfrentar verdaderamente estas realidades que sentimos dentro pueda llevar
a asumir unas responsabilidades específicas a favor de la paz en base a la justicia, a favor de la educación, de
la democracia, de la reconciliación en el plan social. ¿Cómo por ejemplo no entender que la atención dada a
la palabra de cada uno en una comunidad pueda consolidar el deseo de atender el derecho a la palabra de
aquellos que no tienen voz? En breve, proclamar la encarnación de la promesa nos llama a fundamentar nuestra
palabra en una actitud personal y comunitaria de oración, de contemplación, de oración por la paz, es decir de
conversión.
Este dialogo entre el discernimiento de los signos de los tiempos y el trabajo sobre sí mismo y en las
comunidades brinda entonces la posibilidad de una evaluación serena de los compromisos apostólicos;
permitiéndonos considerar, en caso necesario, de qué manera podríamos « desinstalarnos» e ir preferiblemente
hacia sitios difíciles, incómodos, donde la Palabra no es esperada y a veces tampoco recibida. Itinerancia de la
predicación para que pueda surgir en estos lugares de intranquilidad en el mundo.
Perspectivas de nuestra misión para el futuro
Al final de las celebraciones del Jubileo, el Congreso para la misión de la Orden fue una asamblea internacional
de nuestra « familia para la predicación», subrayando una vez más que esa será la mejor forma de dar las
gracias y tomar parte, hoy y mañana, en esta “confirmación” dada a la Orden hace ochocientos años. ¿Cuáles
podrían ser las líneas generales de este futuro de la predicación?
De la predicación a la teología, y viceversa
La primera perspectiva para el futuro de la misión es buscar siempre fortalecer la articulación esencial entre
predicación y teología. Este dialogo vivo entre las dos, dialogo en alguna forma entre la experiencia de la fe y
la comprensión del misterio de la Revelación, es constitutivo de la identidad de la Orden y define una « nota»
fundamental del envío de la Orden para proclamar el Evangelio, del servicio específico que la Orden está
llamada a ofrecer a la Iglesia « en acción permanente de evangelización». Necesitamos estudiar, no porque
pretenderíamos ser o convertirnos en sabios, sino porque quisiéramos hacer siempre más inteligible la
presencia de Dios en este mundo así como la obra de su gracia. Por otra parte, si predicar es responder al envío
de trabajadores a la cosecha, los predicadores son de hecho enviados como en una « tierra sagrada» (retomando
aquí la expresión del Papa Francisco en la audiencia concedida a los capitulares en el mes de agosto pasado)
donde su primera tarea será la de contemplar esta obra de gracia, captar los signos del misterio de esta
presencia, dejar que sus corazones sean habitados de una compasión por el mundo que se hace eco de la
compasión de Dios mismo que escucha su pueblo, responde a su hambre de libertad y comunión y le dirige
una Palabra de liberación y de consuelo. El trabajo de la inteligencia de la fe se basa, se alimenta y se deja
guiar por esta solidaridad en la compasión, por el deseo de ir a predicar « en el compromiso con Dios». La
búsqueda teológica en la Orden y a través de todas las colaboraciones posibles entre nosotros y con otros
investigadores y otras disciplinas, debería priorizar esta perspectiva para el mayor servicio de la Iglesia. En
este sentido, se debería crear y publicar una base de datos de « recursos teológicos» de la Orden, así como se
podrá difundir una base similar con los recursos de las experiencias de predicación. Además, se debería prestar
una atención especial por una parte a los lugares donde la creación de universidades pudiera ser particularmente
relevante (por ejemplo Nigeria) y por otra, a la importancia de dedicar esfuerzos de investigación sobre los
temas de la interculturalidad, del dialogo entre culturas y religiones, especialmente en África y Asia. Pero
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también con las culturas tecno-científicas y digitales que capturan la realidad del mundo y del ser humano de
hoy e « inventan» nuevos tipos de relaciones sociales, nuevos tipos de relaciones de cada uno con sí mismo,
pero también un nuevo tipo de relación hacia la realidad, al mundo exterior o incluso con el propio cuerpo o
psiquismo.
A los lugares de intranquilidad del mundo
Esta actitud supone que intentemos alcanzar siempre más y siempre mejor, y en sinergia los unos con los otros,
los lugares donde el mundo está «en trabajo de él mismo». Durante décadas, la Orden, a través de los grandes
momentos de su historia, por las intuiciones de las hermanas y hermanos más celebres o anónimos, así como
mediante las orientaciones formuladas por nuestros capítulos, ha señalado prioridades y puntos de vista
privilegiados según los cuales desarrollar el ministerio de la evangelización y de la predicación. Los encuentros
durante el Congreso manifestaron que ahora se trata de llevar a cabo un constante cuestionamiento crítico de
las realidades de la predicación intentando responder a estas dos preguntas: allí donde llevamos a cabo la
predicación, ¿cómo profundizar aún más la calidad y la precisión de la evangelización del nombre del Señor
Jesucristo? Al hacerlo, ¿qué contribución específica pensamos deber aportar como « familia de la predicación»
a la tarea de evangelización para la que la Iglesia se vuelva lo que es llamada a ser? En cada región, este trabajo
de discernimiento podría ser la oportunidad para una reflexión conjunta entre las diferentes entidades
miembros de la Orden, o para tomar decisiones y definir nuevos proyectos de colaboración apostólica.
Contribuir a hacer surgir la alegría de la evangelización a partir de esos lugares de intranquilidad, como del «
otro lado del mundo».
En formación permanente
Una tercera línea de fuerza para el futuro del despliegue del « Propositum » de Domingo en nuestros diferentes
contextos sociales, culturales y eclesiales, es la de prestar atención al hecho de que el mundo, por una parte, y
nuestra vocación (nuestro « envío»), por la otra, están constantemente « obrando», en un proceso de generación
de sí mismos. En cierto modo, queremos también decir que nuestra identidad de predicadores se convertirá en
lo que es llamada a ser, siempre y cuando esté atenta a la evolución del mundo. Por esta razón, durante el
Congreso se insistió mucho en las necesidades de una « formación permanente» que debe ser un elemento
fundamental en la vida de las comunidades y de la predicación. Esta atención a la formación permanente
debería ser nuestra forma privilegiada de ejercer mutuamente la vigilancia para promover la vocación de todos.
Al final de este Jubileo, podríamos transmitir todas las necesidades de formación identificadas a nuestras
instituciones, pidiéndoles que organicen, a su medida, unos momentos, unos lugares, unos tiempos o ciclos de
propuestas de formación conjunta. Por ejemplo, las Instituciones de enseñanza y de investigación que
dependen directamente del Maestro de la Orden serán llamadas a ser, en base a la propia misión principal
respectiva, lugares de formación para la familia dominicana donde podríamos tomar los medios y el tiempo
de comprender lo que hace que este mundo « en crisis» sea un mundo en vía de nacimiento y de generación.
Lugares de promoción del compromiso de los hermanos, de las hermanas y de los laicos de la Orden en este
trabajo de formación, de puesta en marcha, uniendo el esfuerzo de inteligibilidad del mundo y el de
consolidación del ministerio de la predicación a la que estamos “totalmente dedicados”, enviados. Se
evidenciaron en particular algunos temas para esta formación permanente: escuelas de predicación (dando una
real prioridad a los laicos); conocimiento de la tradición de la Orden en el ámbito de derechos humanos;
conocimiento de las religiones y los desafíos de lo interreligioso; ecología; política ciudadana;
acompañamiento de las heridas de la memoria; promoción de la vida). Por lo tanto, una dinámica de formación
permanente ayudará a entender que nada es fijo, nada es definitivo ni establecido una vez por todas, todo está
“en camino”. Como en el Evangelio, es “en el camino” que somos generados para la predicación.
Una « familia», al centro de las comunidades eclesiales
En este camino pensamos que es fundamental aportar nuestra contribución de hermanos y hermanas de la
Orden de Predicadores para la construcción de una Iglesia en comunión, empezando por la promoción de
comunidad en esta Iglesia. Esta última se encuentra tal vez en una etapa de su historia en la que su construcción
y la consolidación de su realidad comunitaria, por la que es comunión de comunidades de fe, deberán priorizar
la garantía de un lugar pleno y adecuado para los laicos en la Iglesia. A ellos también, y en primer lugar, el
envío para evangelizar se debe proponer como un « camino» para convertirse en creyentes, un camino para
construir la Iglesia como comunidad de creyentes. Como tal, la Orden de Predicadores está especialmente
llamada a escribir una página nueva de su historia “en pleno centro de la Iglesia” ofreciendo y promoviendo
los laicos de la Orden de Predicadores y sus Fraternidades en su lugar pleno y adecuado en la respuesta de la
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Orden para salir a predicar. Aquí es necesario destacar la promoción de una renovación de la implicación del
laicado en la predicación de la Orden a través de las Fraternidades laicas, el Movimiento de la Juventud
Dominicana, las iniciativas diversas del Voluntariado Dominicano, las diferentes y enriquecedoras
colaboraciones en los proyectos de las Instituciones educativas de la Orden. En esta misma línea, la Orden está
llamada a identificar el servicio específico que puede aportar a esta construcción de la Iglesia como comunión
de comunidades a partir de su propia tradición comunitaria que puede contribuir a promover la realidad de las
comunidades eclesiales en las Iglesias particulares: comunidades internacionales, « escuela de vida cristiana»,
colaboración entre religiosos/laicos, hermanos/hermanas,… al servicio de la comunión, etc.
En camino de « tradición»
Esto lleva a identificar una quinta perspectiva que se debe privilegiar para construir el futuro: reavivar en
nosotros el deseo de la tradición, es decir de la transmisión y de la educación. Se trata aquí de enfatizar la
atención que todos debemos prestar a la promoción de las vocaciones para la familia dominicana, una
promoción que se debe articular continuamente con la promoción de la vocación de cada uno. Se trata también
de enfatizar más ampliamente el papel que la Orden puede desempeñar en la tarea de discernimiento y de
promoción de las vocaciones de cada uno y en el desarrollo y consolidación de la complementariedad de todas
las vocaciones que en su diversidad conforman la Iglesia. Una vez más, la Orden de Domingo debe sin duda
buscar como brindarle a la Iglesia el legado de su propia tradición al centro de la cual se afirma una convicción
con respecto a la pedagogía del Evangelio: la proclamación de la buena nueva del Reino es el camino para ser
creyentes. Aquí, se debe prestar una atención especial a los proyectos educativos llevados a cabo por los
hermanos, hermanas y laicos de la Orden. ¿Cómo fomentar colaboraciones o proyectos conjuntos que permitan
superar la simple preocupación del mantenimiento de las instituciones? ¿Cómo atribuirles a nuestros lugares
universitarios una especificidad « dominicana» y establecer un lazo vivo entre todas esas instituciones? ¿Cómo
contribuir para fortalecer en todas las formas posibles esta convicción que el mundo crece cuando transmite
sus conocimientos y sus culturas, sus valores y su capacidad de inteligencia critica, sus tradiciones y su historia,
su búsqueda de sentido y su fe?
Proceso de Salamanca: ¿no somos todos humanos?
Quisiéramos que este camino, con la Iglesia, en el mundo, contribuyera a transformar el mundo y a menudo
hemos destacado cómo el proceso llamado « de Salamanca» (cf. el Congreso « Dominicos y Derechos
Humanos»), poniendo en dialogo la reflexión teológica y la experiencia de la predicación en aquellos lugares
donde lo humano está en peligro, daba todo su peso al papel de la palabra predicada en la transformación del
mundo y esto debía ser prioritario en nuestro servicio a la Palabra. Nos referimos aquí a una transformación
del mundo, no guiada por una ideología, sino por el amor y el deseo de estar presentes y solidarios en esos
lugares del otro lado del mundo donde se encuentra Aquel que nos enseña la alegría de la vida dada, cuyas
huellas quisiéramos seguir. Esta preocupación por la transformación del mundo debe permanecer al centro de
la vocación de los Predicadores puesto que es una « dimensión constitutiva de la predicación del Evangelio»
(Justitia in mundo, 1971, nº 7). En este ámbito, la presencia de la Orden en diferentes instituciones
internacionales y ONG y especialmente la Delegación permanente de la Orden en la ONU en sus diferentes
sedes, representan oportunidades para desarrollar, a partir de las experiencias vividas en el terreno, reflexiones
realizadas en dialogo con las víctimas, prueba de una comunión fraterna que se afirma como signo de
contradicción frente a las lógicas de fracturas y de divisiones. Entrar en dialogo con las Naciones y, en el
contexto actual, traducir la intuición que fue la de la Escuela de Salamanca y de Francisco de Vitoria. Esta
intuición fundamental debe ser incesantemente fortalecida, siendo también una oportunidad de colaboración
en la investigación teológica y de predicación entre todos nosotros.
Prioridades para las colaboraciones
La última línea prioritaria es una insistencia en la importancia imprescindible de la colaboración mediante la
cual la Orden en sus diferentes ramas se volverá una « familia de la predicación», memoria narrativa al centro
de la Iglesia, llevando la Iglesia a convertirse en lo que es « proclamando la buena nueva del Reino de Dios».
Cada rama de esta familia ya tiene sus propias formas de promover la colaboración entre sus miembros. En
muchos lugares también podemos alegrarnos de hermosas iniciativas de predicación a través de las
colaboraciones entre los miembros de la Orden. En esta perspectiva de colaboración, las redes de trabajo e
investigación apostólica iniciadas en Atrium son llamadas a fortalecerse y a establecer los lazos necesarios con
el conjunto de la Orden. Además, el Congreso para la misión de la Orden en el futuro permite también
identificar cuatro áreas que deberían representar una prioridad en la puesta en marcha de colaboraciones nuevas
y sólidas entre nosotros:
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- El mundo de los jóvenes, y en particular mientras se prepara el próximo sínodo de obispos sobre el
tema « Los jóvenes, transmisión de fe y discernimiento de vocaciones» de manera que, en el nombre de la
pedagogía de la predicación o de la predicación como pedagogía, se les dé un lugar y una palabra al centro de
la Iglesia y de la Orden;
- la cultura digital, de manera que el cuerpo y la palabra estén presentes, escuchando en este nuevo
continente la llamada a contextualizar en el mismo la proclamación de la promesa de alianza que se cumple en
el misterio de la Encarnación, fundamento de la comunión fraterna de la que el mundo es capaz;
- las migraciones, de las que y a las que vamos para dar el testimonio de la promesa de una comunión
que transforma el mundo no permitiendo que se definan « desde arriba» los criterios de coexistencia de
diversidades, sino uniéndonos a la realidad de una comunión ya establecida por la venida del « Muy bajo»
hasta el revés del mundo y desarrollando con los refugiados una solidaridad a partir de la que se anuncie,
siempre y más, el cumplimiento de esta promesa de un mundo dado a los hombres en responsabilidad y llamado
a ser un mundo acogedor para todos y sostenible por todos.;
- el estudio: colaborar sin descanso para estudiar y estudiar aún, con el propósito del dialogo y de la
investigación teológica, prestando atención a los mundos contemporáneos (algunos temas de estudio fueron
especialmente enfatizados: ¿qué renovación de una « teología de la misión» hoy? ; ¿análisis del peso de los
colonialismos y del imperialismo ideológico occidental sobre la misión de evangelización? ; teología del
dialogo intercultural e interreligioso; enfoque teológico del pluralismo; reflexión teológica sobre la relación
con la verdad; mayor inteligibilidad de las violencias contemporáneas; reflexión sobre lo político y la forma
de educar el opresor, de curar las heridas y las memorias, de levantar el hombre caído, el lugar de las víctimas
en la reflexión teológica). En la tradición de la Orden, el estudio, así llevado a cabo juntos, constituye
comunidades con el propósito de establecer comunidades en las que el trabajo de vigilancia mutua del corazón
y de la razón hunda sus raíces en la contemplación y conduzca hacia la predicación. Comunidades, para
predicar.
Hace ochocientos años Domingo recibía la confirmación de la Orden de
Predicadores. Una confirmación que se nos ha transmitido a lo largo de los
siglos y encomendada para que, por nuestra parte, confirmemos esta misma
alegría de ser llamados, en el corazón de la Iglesia, una familia por la
predicación…
“Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí
le veréis” (Mt 28,7)
“Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes”. (Mt 28,19)
Feliz Pascua de Resurrección.
Vuestro hermano:
fr. Bruno Cadoré, O.P.
Maestro de la Orden
La Provincia del Santísimo Nombre de Jesús celebra la reunión inaugural de sacerdotes
diocesanos
En la tarde del 25 de abril, 2017, el Convento de San Alberto en
Oakland, California, dio la bienvenida a cuatro sacerdotes
diocesanos que habían respondido a la invitación a descubrir la
gracia de la espiritualidad dominicana en el contexto concreto del
sacerdocio secular. El Promotor Provincial de vocaciones, Fray
Stephen María López, OP, organizó la reunión, que era el primer
encuentro de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús para la
creación de una Fraternidad Sacerdotal Dominicana.
La asamblea comenzó con una breve introducción de cada uno de
los sacerdotes: el P. Joseph Illo de la diócesis de Stockton; el P.
Anthony García de la Archidiócesis de Los Ángeles, y los Padres
Jeffrey Keyes and Loren Allen de la Diócesis de Santa Rosa en California. A continuación tuvo lugar la
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presentación de las Fraternidades Sacerdotales de Santo Domingo a cargo del Promotor General de la Orden,
Fray Florentino Bolo, Jr., OP. Entre los asistentes al encuentro, se encontraba el Prior Provincial Fray Mark
Padrez, OP, que manifestó claramente estar a favor de esta rama de la Orden al expresar su intención de
nombrar un fraile para que ayude a su desarrollo. Él acababa de regresar de la reciente reunión de los
Provinciales del Norte de América, en la que constató la falta general de conocimiento sobre las Fraternidades
Sacerdotales Dominicanas. Manifestó además su ardiente esperanza de que más sacerdotes diocesanos se
animarían a seguir el espíritu evangélico de Santo Domingo a través de estas fraternidades sacerdotales.
Después de la reunión, los sacerdotes se unieron a los hermanos para la celebración de la Eucaristía, que
presidio el Provincial, quien precisamente celebraba ese mismo día su Día de Fiesta. A través de la tarde, los
sacerdotes experimentaron la vida común, no sólo con los cantos melodiosos de los frailes del Convento y de
la comunidad de estudiantes en la liturgia, sino también al compartir fraternalmente historias, anécdotas
durante la comida. El encuentro concluyó con el rezo comunitario de las Completas. Terminadas las
Completas, los sacerdotes se despidieron manifestando anticipadamente su deseo ardiente de la próxima
reunión en julio, y con la promesa de traer con ellos otros sacerdotes que compartan semejante interés en las
Fraternidades Sacerdotales Dominicanas.
La Orden de Predicadores tiene una presencia permanente en la Comisión de Derechos Humanos
de la ONU
Uno de los proyectos sin duda más interesantes que la Orden de
Predicadores tiene en el ámbito de los Derechos Humanos y de la
Justicia y la Paz es la Oficina o Delegación en Ginebra de la ONG
Dominicans for Justice and Peace, con representación en la sede de
Naciones Unidas de esa misma ciudad.
Esta institución fue creada en 1998 por la Orden de Predicadores,
como una presencia permanente en la Comisión de Derechos
Humanos de la ONU, que se reúne cada año en Ginebra en sesión
ordinaria, amén de en otras sesiones con carácter extraordinario.
Los dominicos en la ONU
Esta oficina o delegación de Dominicans for Justice and Peace se concibió inicialmente como un proyecto al
servicio de la predicación del Evangelio en las fronteras, para prestar una atención especial a los desafíos de
la justicia y la paz en el mundo. Hoy es una contribución al discurso profético de la Orden sobre la justicia
social y la violación de derechos humanos y un foro abierto a los diferentes miembros de la Familia
Dominicana que trabajan en diferentes lugares en la defensa y el acompañamiento de las víctimas de las
violaciones de derechos humanos, ante Naciones Unidas.
Desde la oficina ofrecen a los frailes y hermanas que piden su ayuda:
•Una plataforma a nivel internacional que sirve como una extensión de su trabajo local en pro de la justicia y
que les permite proclamar la verdad acerca de situaciones de violación de los derechos humanos.
•Una presentación ante la ONU y sus agencias y ante misiones diplomáticas y otras ONG internacionales
acerca de su preocupación local, así como una declaración oral y escrita ante el Consejo de Derechos Humanos
de la ONU.
•Una promoción activa de sus propuestas de reformas y recomendaciones para mejorar la situación de los
derechos humanos en diversos países.
•Información acerca de tratados internacionales y acerca de temas que pueden asistir a los frailes y hermanas
en su trabajo a nivel local.
•Una acogida a delegaciones Dominicanas en Ginebra para facilitarles el establecer lazos efectivos con
delegaciones gubernamentales y con otras ONG.
La actividad de la Orden en el ámbito de los derechos humanos es de tradición muy antigua. Ya en el siglo
XVI fray Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca establecieron los fundamentos teóricos de la
problemática moderna de los derechos humanos. En la misma línea Fr. Bartolomé de las Casas y Fr. Antón de
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Montesinos acompañaron la defensa de los indígenas en Latinoamérica. Hoy, Dominicans for Justice and
Peace en Ginebra se siente heredera de esta tradición secular y quiere continuar esta senda en el siglo XXI.
Desde enero del 2002 Dominicans for Justice and Peace tiene como ONG un estatuto especial consultivo en
el ECOSOC, es decir el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas - órgano que escucha a
determinadas ONG allí reconocidas, antes de presentar sus informes a la Asamblea General de la ONU-. Este
reconocimiento permite que la voz de la Orden de Predicadores pueda llegar hasta la Comisión de Derechos
Humanos, con derecho de palabra aunque no de voto.
Actualmente fray Michael Deeb es el Promotor General de Justicia y Paz y el Delegado Permanente para las
Naciones Unidas.
Acto de “Huellas de esperanza”, reinserción social y servicio ideados por la hermana dominicana
Pauline Quinn
Se realizó en el Centro de Detención Federal de Mujeres
Unidad 31 de Ezeiza, la entrega de un perro adiestrado
para que luego oficie de asistente a una persona con
discapacidad.
El Programa Huellas de Esperanza, dedicado al
adiestramiento canino en cárceles, entregó una perra de
compañía a una joven discapacitada. Este programa
creado en el ámbito del Servicio Penitenciario Federal,
busca la reinserción socio-laboral de los internos a través
del entrenamiento de perros de asistencia y servicio para
personas con discapacidades motrices, visuales y/o
auditivas.
La Unidad 31 de Ezeiza fue escenario del acto, que contó con la presencia del secretario de Justicia, Santiago
Otamendi, y el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Juan Mahiques. También estuvieron presentes el
Director del Servicio Penitenciario Emiliano Blanco, y la hermana Pauline Quinn.
El programa consiste en brindar a un grupo de internos capacitación en entrenamiento canino, dictada por
veterinarios, entrenadores diplomados, psicólogos, trabajadores sociales y médicos clínicos. Los internos
conviven y tienen a su cargo a los animales durante los dos años que dura el entrenamiento. Cuando concluye
el proceso, los perros son entregados gratuitamente a personas con discapacidad.
“Este proyecto implica una posibilidad concreta de reinserción de los internos, que no solo aprenden oficios
sino que gestan un puente de solidaridad maravilloso. Planeamos extenderlo en todas las cárceles federales”,
señaló Otamendi.
Por su parte Mahiques felicitó y agradeció la labor del equipo del Programa, a la vez que explicó que el trabajo
que desarrolla conforma “un circulo virtuoso, donde opera la reintegración y se ayuda verdaderamente a la
comunidad”.
Huellas de Esperanza busca la capacitación de los internos en un oficio en el que puedan emplearse una vez
que recuperan su libertad. Desarrollan rutinas de trabajo que requieren responsabilidad y compromiso, como
así también promueve una mayor concientización respecto de las necesidades ajenas y la discapacidad. A su
vez, esto fomenta la interacción social y el trabajo en equipo, lo que redunda en una reducción de la violencia
dentro de los institutos carcelarios y una convivencia armónica entre los internos.
En la República Argentina, y a partir de los esfuerzos realizados desde la Subsecretaría de Relaciones con el
Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios y la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Federal, el
Programa funciona en tres unidades penitenciarias: la Colonia Penal de Ezeiza Unidad 19 (de seguridad
media), el Centro de Detención Federal de Mujeres Unidad 31 (de seguridad media-máxima) y el Complejo
Penitenciario Federal de Marcos Paz (seguridad máxima).
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Huellas de Esperanza reconoce su origen en los programas de adiestramiento en cárceles (conocidos como
“Prison Pet Partnership”) desarrollados en Estados Unidos de América, que fueran ideados por la hermana
Pauline Quinn, quien dedicó hoy unas sentidas palabras a las internas.
Los animales conviven con los internos mientras dura el entrenamiento, quienes tienen a su cargo su cuidado
y alimentación. Luego de ello, son entregados a personas con discapacidad en forma gratuita
A su vez, esto fomenta la interacción social y el trabajo en equipo, lo que redunda en una reducción de la
violencia dentro de los institutos carcelarios y una convivencia armónica entre los internos.
La primera experiencia se implementó en 1981 en la unidad penitenciaria Washington Correction Center for
Women (WCCW), ubicada en Gig Harbor, Washington, EEUU, y desde ese entonces funciona en otros quince
estados de ese país incluyendo California, Florida y Nueva York.
Actualmente, en Argentina se encuentra a estudio su implementación en tres unidades más; la Colonia Penal
de Santa Rosa La Pampa (de seguridad media), el Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza –Módulo III- (de
seguridad máxima) y en una unidad penitenciaria del sur del país, a ser definida.
En el año en curso, y por las dimensiones que hasta el momento poseía el programa, hay un total de veinte (20)
internos participando en las tres unidades en el que se está implementando; siendo que desde que se inició han
transcurrido alrededor de ochenta y cinco (85) individuos.
Es importante resaltar que la tasa de reincidencia de los participantes ha sido sólo del 0,012% y que sus
testimonios dan cuenta del significativo impacto que tuvo el programa.
Jubileo por los 400 años del tránsito de Santa Rosa de Lima
La Provincia San Juan Bautista del Perú se apresta a celebrar los
400 años del tránsito de Santa Rosa de Lima con un gran jubileo.
Para ello la comisión organizadora definió una serie de
celebraciones litúrgicas, peregrinaciones religiosas y actividades
culturales.
La primera celebración tendrá lugar el 30 de abril con la Eucaristía
e inauguración del retablo de los Santos Peruanos en la Basílica del
Santísimo Rosario de Lima (Convento de Santo Domingo de Lima),
a las 19 horas.
El 22 de mayo, en el mismo lugar, se llevará a cabo un concierto de
flauta japonesa a las 20 horas.
Paralelamente, el 21 de mayo comenzará un ciclo de formación permanente para los frailes en la Casa de San
Martín de Porres.
La Eucaristía Solemne en el Tránsito de Santa Rosa será el día 24 de agosto, al cumplirse los 400 años del
fallecimiento de la santa (a los 31 años de edad), en la Basílica del Santísimo Rosario, a las 17 horas.
El día anterior está prevista una serenata de música peruana en el Claustro del Convento de Santo Domingo de
Lima a las 19.30 horas.
Además, durante el Jubileo, habrá un ciclo de conferencias bajo el título “Santa Rosa, Historia y Actualidad”,
se publicará material de formación como ser un libro didáctico y sencillo con ilustraciones sobre la vida de la
santa del Padre Guillermo Álvarez, un guión fotográfico y álbum informativo de la escultura italiana “Tránsito
de Santa Rosa” de Melchiore Caffa (siglo XVII), un compendio de las mejores obras de arte y representaciones
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iconográficas de la Santa, una radio novela producida por el “Día del Pueblo¨(1975); y publicaciones con
materiales para celebraciones, recursos pastorales, lapiceras, llaveros y otros sobre el Jubileo.
Estos materiales se pueden conseguir contactándose por correo electrónico con
Las reliquias de la santa peregrinarán por distintos lugares. La primera visita será el 6 y 7 de mayo a la Familia
Carmelita de Lima, y entre el 15 y el 22 de mayo se realizará el primer recurrido sur donde están presentes
frailes, hermanas de vida apostólica y monjas de clausura de la Orden.
La Comisión Organizadora del Jubileo está constituida por Fr. Juan José Salaverry Villarreal OP, Prior
Provincial; Fr Richard Manrique Díaz OP, Socio del Prior Provincial y Priores y Superiores.
La Comisión Central está conformada por el Prior Provincial y su Socio, Sara Midolfo Mujica, Presidenta
Nacional de Fraternidades Seglares y Lisbeth Ártica Poma, Coordinadora Nacional del MJD.
Aquí toda la programación del JUBILEO
EI I Congreso Internacional de Marketing Religioso concluye con 150 participantes de Europa y
América
Carlos Luna Calvo, director del congreso ‘REinspira’,
destacó que “es un momento histórico” y “el marketing ha
llegado a la religión para quedarse”
El I Congreso Internacional de Marketing Religioso
‘REinspira’, celebrado en Madrid, completó ayer su
andadura con 150 participantes de siete países de Europa y
Latinoamérica. El evento fue organizado por los Laicos
Dominicos, en especial por Carlos Luna Calvo, profesional
del marketing premiado en varias ocasiones por sus
campañas sociales. En la clausura, Luna destacó que “es un
momento histórico” en el que dos realidades hasta hace muy
poco extrañas, como son el marketing y la religión, comienzan a conocerse. “El marketing religioso ha llegado
para quedarse”, afirmó.
Entre los ponentes se contaban destacados profesionales del área del marketing y la comunicación. Por
ejemplo, Beatriz Navarro, elegida en 2016 mejor profesional del marketing de España y directora de esa área
en FNAC, que en su intervención explicó cómo la Iglesia podría utilizar el ‘Big Data’ para conectar mejor con
la gente. “Ahora que mi hijo va a hacer la primera comunión y voy a tener que acompañarle, me encantaría
que el sacerdote se me acercara y se interesara por mi situación”, puso como ejemplo de una posible estrategia
para que la Iglesia pueda retomar el contacto con gente que perteneció a ella y un día se fue.
Uno de los conferenciantes estrella fue el periodista radiofónico Javier Nieves, famoso por su labor en el
programa ‘Buenos días, Javi y Mar’ de Cadena 100, quien defendió la importancia de buscar historias
personales y saber contarlas. En este apartado, destacó el ejemplo del papa Francisco. En el congreso intervino
también Javier Elzo, catedrático de sociología, que abogó por una Iglesia más horizontal y que explicó con
datos demográficos cómo la secularización de la sociedad no es sólo cosa de los jóvenes, sino que se estaba
produciendo en todas las franjas de edad.
Los 150 congresistas, procedentes de España, Italia, Argentina, Colombia, Paraguay, Urugay y Perú,
representaron una amplia diversidad dentro de la Iglesia. Laicos, religiosas y sacerdotes pertenecientes a una
gran variedad de congregaciones, como Jesuitas, Salesianos, Claretianos o Maristas; hasta delegados de varias
diócesis, como Buenos Aires o Sevilla; pasando por miembros de nuevos movimientos eclesiales nacidos en
el siglo XX. También acudieron los responsables de algunas de las webs católicas con más impacto, como
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‘RezandoVoy’ (400.000 descargas diarias) o ‘Catholic-Link’ (445.000 me gusta en su versión en español en
Facebook).
‘REinspira’ es una iniciativa de la Orden de Predicadores (Dominicos). Su director, el laico dominico Carlos
Luna Calvo, es también director creativo de la Agencia PuedesMásMarketing, ganadora en 2016 de la mejor
estrategia de marketing social, de la mejor campaña de publicidad social en 2012, profesor en la Universidad
Francisco de Vitoria y autor del libro ‘Sé más persuasivo’ (ESIC 2016).
Jean-Jacques Pérennès, op: “Buscar la verdad es estar en minoría”
Jean-Jacques Pérennès, director de la Escuela Bíblica y Arqueológica de
Jerusalén. Tengo 68 años: vivir es tan apasionante que me rejuvenece. Soy
bretón, país pobre de emigrantes, marinos y misioneros. Siempre he vivido
entre musulmanes y ahora en Jerusalén: hoy una ciudad muy triste y un
nudo por deshacer para lograr la paz. Soy premio Memorial Cassià Just al
diálogo interreligioso
¿Por qué se hizo dominico?
Soy bretón y Bretaña es un país de emigrantes, marinos y misioneros. En
casa eran muy católicos, pero tenían miedo a la modernidad. Entonces
empezó el concilio Vaticano II y yo quise saber más.
¿Cómo?
Leí mucho y vi que los dominicos siempre habían estado en el centro de los debates sobre la fe. Así que, a los
18 años, me hice dominico, porque para aprender hay que debatir.
¿No podía aprender en otra orden?
Cuando los monasterios aún estaban en el campo, alejados de todo, los dominicos ya estaban discutiendo de
todo con los grandes intelectuales en Oxford, Salamanca, Bolonia o París, porque la fe nunca teme la
inteligencia.
También los dominicos fueron los paladines de la Inquisición.
Grave error, sí. Porque sólo es violento quien no está seguro de lo que es. Cuando tu identidad y tu fe es firme,
no tienes miedo y, por lo tanto, no tienes por qué agredir ni prohibir nada a nadie.
¿Por qué eligió usted los países árabes?
Los eligió el ejército por mí. Como no quise empuñar las armas en el servicio militar, me enviaron a Argelia
de cooperante extranjero.
¿Qué le atrapó del mundo musulmán?
Quien busca la verdad siempre está en minoría, por eso siempre me ha gustado estar en los países musulmanes,
donde un monje cristiano está en franca minoría siempre.
Allí en Argelia asesinaron a muchos.
Entre ellos a mi amigo el obispo de Orán, monseñor Claverie, en 1996. Fue terrible.
¿Por qué los integristas iniciaron aquella oscura guerra civil argelina de los años 90?
Tras su independencia, Argelia inició un periodo socialista que dejó a los ciudadanos en precario. Tras
Boumédiène, el régimen no supo satisfacer las demandas de la ciudadanía y mientras los países del Golfo
enviaron y financiaron profesores wahabíes que capitalizaron el descontento e iniciaron la guerra.
¿Por qué las monarquías del Golfo apoyan una y otra vez a los integristas?
En aquellos desiertos vivían tribus beduinas y, al retirarse los británicos, la visión de Ibn Saud, el patriarca
saudí, fue unirlas mediante la religión, el wahabismo, una versión rigorista del islam. Y lo consiguió.
¿Por qué logró exportarlo?
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Si no hubieran encontrado petróleo, los wahabíes serían hoy cuatro beduinos de los que nadie hablaría. Pero
con el petróleo y su pacto de mantener el grifo abierto para Occidente se convirtieron en una potencia
plutocrática que financió a los Hermanos Musulmanes y a los movimientos integristas.
¿Y así hasta Bin Laden?
Esa contradicción de Occidente, que necesita a los saudíes pero sufre a los integristas que financian, explica
nuestra historia reciente. En 1917, las potencias europeas liquidaron sus imperios trazando fronteras arbitrarias.
El integrismo encontró terreno abonado para expandirse en el malestar subsiguiente.
¿Y usted qué hizo después de Argelia?
Viví en Egipto, tal vez la nación árabe con más identidad propia; Marruecos también la tiene, y Argelia, pero
más insegura. El resto –Irak, Libia, Siria...– sólo podía unificarse con poderes autoritarios. Líbano es un caso
aparte: son prósperos ciudadanos del mundo.
¿Qué hacía usted en Egipto?
Custodiar nuestra gran biblioteca del Instituto de Estudios Orientales en El Cairo. Recuerdo que vino un
estudiante musulmán con un amigo a pedirme un libro sobre protestantismo. Tenemos 155.000 volúmenes, así
que le dije que alguno habría para él. Y entró, pero le dijo al amigo que si no volvía al anochecer, llamara a la
policía. Hoy es un respetado imán y teólogo doctorado en la Sorbona y somos amigos.
¿Siguió usted en el mundo musulmán?
Y también trabajé en las grandes crisis humanitarias en Ruanda, Afganistán, Haití, Irak...
¿Ha pasado miedo?
No, porque evito el peligro en lo posible y mis hermanos me ayudan a no arriesgarme.
¿Y miedo intelectual?
De ese paso muchísimo. Las culturas musulmana y cristiana hoy se alejan o se enfrentan.
Tristemente: en plena era digital.
Es una tragedia para todos. Hubo momentos en los que supimos entendernos. En Egipto, por ejemplo, Taha
Hussein en 1920 fue un gran ministro que leía a los clásicos árabes y a los occidentales, por eso hoy los
integristas le odian.
Maalouf me explicó que los árabes se ensimismaron al ver a Occidente superarlos.
Los más avanzados iniciaron la Nahda, un movimiento árabe regeneracionista para unirse al progreso
occidental, pero se estancó por falta de libertad para el debate intelectual.
¿Y ahora qué tal vive usted en Jerusalén?
Echo de menos las risas de El Cairo, donde todos se ríen de los dictadores y de todo. Jerusalén es una ciudad
triste y cada día me veo obligado a pasar tres veces por un control militar.
¿El futuro?
Si se aplicaran los acuerdos de Oslo y hubiera, por fin, dos estados y se creara uno palestino –el israelí ya no
se discute–, los occidentales podríamos recuperar el diálogo con los musulmanes, pero la derecha israelí ha
conseguido que lo ya pactado parezca imposible de realizar.
¿Tan importante es Jerusalén?
Es el nudo de todas las tragedias y esperanzas para las tres religiones.
Lluís Amiguet
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Curso de Dominicanismo en junio
Convento Santo Domingo en Caleruega
Del 18 al 25 de junio de 2017 se desarrollará el Curso de Dominicanismo
a cargo del Prior de Caleruega, Fr. Julián de Cos OP.
El curso de 8 días de duración, se desarrollará visitando desde Caleruega
los lugares dominicanos de Castilla, comenzando y finalizando en
Madrid.
Se ofrecerá a grupos de entre 20 y 55 personas.
Plazo límite de inscripción: 4 de junio de 2017.
Precio: 495 €.
Inscripción: [email protected]
Programa:
Domingo 18: Madrid y Caleruega.
Lunes 19: Haza y Peñafiel.
Martes 20: Monasterio de Silos, Lerma y Gumiel de Izán.
Miércoles 21: Monasterio de La Vid, El Burgo de Osma y Peñaranda.
Jueves 22: Palencia.
Viernes 23: Segovia.
Sábado 24: Salamanca.
Domingo 25: Ávila y Madrid
Redescubrir, reconstruir… Resucitar
Para poder hacer el resumen de estos días lo mejor es dividir el
texto en los diferentes días que hemos pasado tanto en Ciruelos
de Cervera (lugar donde estaba nuestra comunidad), Briongos (el
pueblo donde doblábamos celebración) y Caleruega (donde nos
reuníamos todas las comunidades para hacer los talleres
conjuntos).
Día 1: La llegada
Era mi primera Pascua Joven y admito que iba un poco sin saber
qué ocurriría en un pueblo de Burgos, por tanto, era un momento
de incertidumbre, aunque dicha incertidumbre se me pasó en el mismo momento que conocí al grupo que iría
en mi coche, José Alberto, Mónica, Sonia y Belén (mi novia, que gracias a ella y a su conexión con Selvas
pudimos disfrutar de esta Semana Santa). Un viaje que aprovechamos para conocernos y saber un poco más
unos de los otros, el primer contacto.
Al llegar a Caleruega, nos fuimos juntando todos los grupos que después nos dividirán en comunidades, iban
llegando más y más jóvenes, todos presentándose y cada uno de un sitio diferente de España, Valencia, Oviedo,
Bilbao, Pamplona, Valladolid. Hasta ser un grupo de 42 jóvenes…
Una vez asentados fuimos a ver a las Madres Dominicas para rezar la oración de envío, nos abrieron sus puertas
en par en par y pudimos entrar en su oratorio, una zona reservada para ellas y que como ocasión especial
pudimos acceder. Fue un momento de oración y de envío de fuerzas para poder hacer nuestra misión de la
mejor forma posible. También nos contaron la historia del pozo que hay en el convento, del cual bebimos para
descubrir nuestra verdadera vocación.
Una vez realizada la oración de envío y bebido del pozo, fuimos a cenar y nos dividieron en comunidades,
segundo momento de incertidumbre, ¿con quién conviviría durante estos días?
Dia 2: La comunidad
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Es Jueves Santo, día del amor fraterno, y que mejor día para conocer a la que sería nuestra comunidad, todos
diferentes, cada uno con su forma de ver las cosas.
Iniciamos el día con un taller sobre el amor fraterno, en el cual tuve que sacar mis dotes interpretativas haciendo
un musical, y darme cuenta de las ideas tan originales del resto de grupos, gracias a ello pude entender más el
Jueves Santo y el significado de Amor.
Después del taller comenzamos a preparar el primer oficio y todo parecía salir rodado. Participamos en las
lecturas, las peticiones, los cantos, hasta Belén y Teresa se atrevieron a hablar en la homilía.
Fue también un primer contacto con los dos pueblos y empezamos a notar el cariño de la gente de allí, tanto
de Ciruelos como de Briongos. Incluso en la hora Santa, en la cual participó gente del pueblo y nos
acompañaron en ese momento de oración frente al Monumento.
Dia 3: Recogimiento
Viernes Santo, seguimos con la dinámica de los talleres por la mañana y las celebraciones de los oficios por la
tarde, esta vez el taller nos lo da Jesús Espeja, unos de los mejores teólogos en lengua castellana que hay en el
mundo, y nos da una visión particular y moderna de la Semana Santa.
Cada vez noto más la cercanía de los pueblos y nos sumergimos más en sus tradiciones y vamos adaptándonos
a su día a día, también me doy cuenta que no solo estamos para ayudar en la Misa, sino para algo mucho más
completo, vivir la Semana Santa.
Por la noche era la noche de la Penitencial, perfectamente organizada por ESNALAR, y volvieron los
sentimientos, al principio de miedo, duda, pero que se transformaron en paz y tranquilidad, fueron unos
momentos de recogimiento muy especiales y que creo que todos vivimos con total profundidad.
Dia 4: Comenzar de cero
Sábado Santo, el día de la Vigilia Pascual, momento de esperanza y felicidad, este día me toco preparar un
texto para la homilía y así sentirme un poco predicador, como buen dominico, al principio no sabía bien que
decir, pero Fer dio en la tecla y me dijo que contara simplemente lo que había sentido durante esos días y eso
fue lo que hice.
“En esta Vigilia Pascual, después de haber vivido estos días de dolor y soledad, empezamos de cero, pasamos
a la esperanza que nos ha la resurrección del Señor.
En cierto modo, ya comencé de cero al llegar aquí, y comenzar una Pascua diferente, pasar de un entorno de
ciudad a un entorno rural, vivir en comunidad con gente que acabas de conocer y que después de estos días ya
son como una familia, cada uno diferente, lo que da lugar a una pluralidad que te hace crecer exponencialmente.
Han sido unos días de recogimiento, pensamiento, pero no solo se ha quedado ahí, ha ido mucho más allá, han
sido días de compartir emociones, vivencias, experiencias, en general creo que hemos crecido todos un poco,
y cada persona de la comunidad ha puesto su granito de arena, para mí comenzar de cero nunca había sido tan
gratificante.”
Día 5: Despedida
El ultimo día llegó, y parecía que acababa de llegar, nunca se me habían pasado tan rápido una Semana Santa
centrada en la oración y en la comunidad, esta vez no doblamos en Briongos porque Vicente nos dio permiso
para descansar pero sí que celebramos la Misa en Ciruelos, con la procesión del encuentro como colofón a esta
semana, hombres y mujeres separados, el cristo y la virgen con las tradicionales rosquillas que se sortearán
después de Misa (tradición que dura desde tiempos de las abuelas de las más mayores del pueblo).
La despedida de las más calurosas que he tenido en mi vida, la gente siempre con una sonrisa y diciendo que
el año que viene volvamos, pero no de forma políticamente correcta, sino de verdad con el corazón, al menos
yo lo noté así, además no creo que fuera un adiós sino un hasta pronto.
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Como final a esta crónica quiero agradecer a los integrantes de la comunidad, Vicente, Asier, Javi, Marta,
Álvaro, Teresa, Sonia, Mónica, Belén y Fer como última incorporación, que como dije en el texto de la homilía,
todos habéis aportado un granito de arena estos días, y habéis conseguido que el año que viene quiera repetir
con vosotros.
José Marie Torres – Madrid/Cartagena
Reflexión para el Domingo de Pascua de da Resurrección del Señor
¡Aleluya, Aleluya, Aleluya! ¡El Señor ha resucitado! ¡Aleluya,
Aleluya, Aleluya!
Hoy es el día más importante en la liturgia de la Iglesia. Celebramos
el hecho salvífico más importante en la historia de la humanidad.
Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho el regalo de la
Resurrección, que hace realidad la promesa de vida eterna. “Si Cristo
no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (1 Cor 15,14). La
Resurrección, y el encuentro con el Resucitado, fueron los eventos que
hicieron comprender a los apóstoles todo lo que el Señor les había
anunciado pero que ellos no habían comprendido a cabalidad.
Y para este día la liturgia nos propone dos lecturas evangélicas alternas
(Jn 20,1-9 y Mt 28,1-10). Ambas nos presentan la versión de cada evangelista de lo ocurrido en aquella mañana
gloriosa en que Jesús resucitó. El año pasado reflexionamos sobre la versión de Juan, así que hoy
comentaremos sobre la narración de Mateo.
Nos narra Mateo que las mismas mujeres que estuvieron presentes en la sepultura (María Magdalena y “la otra
María”) se dirigieron a visitar el sepulcro, y al llegar al lugar fueron testigos de cómo un ángel del Señor hizo
rodar la piedra que lo cubría.
“El Ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: ‘Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado;
no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho. Venid, ved el lugar donde estaba. Y ahora id enseguida a
decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis».
Ya os lo he dicho.’ Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia
a sus discípulos. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: ‘¡Dios os guarde!’ (otras versiones dicen “Paz
a ustedes”). Y ellas, acercándose, se asieron de sus pies y le adoraron. Entonces les dice Jesús: ‘No temáis. Id,
avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán’”.
Este pasaje nos presenta los dos signos de la Resurrección, el negativo (el sepulcro vacío) y el positivo (la
aparición de Jesús). No hay duda, ¡Jesús ha resucitado! Lo que el ángel les había anunciado de palabra (¡no
está aquí, ha resucitado!) ellas lo comprueban al ver el sepulcro vacío, y esa certeza se reafirma en el encuentro
con el Resucitado.
Jesús ha vencido la muerte. De ese modo el Padre no permitió que su cuerpo experimentara la corrupción (Cfr.
Hc 13,37; Sal 16,10). La muerte no tendrá más poder sobre nosotros. Lo que aparentaba ser una derrota fue
utilizada por Dios para convertir la oscuridad de la noche de aquel primer Sábado Santo en el glorioso amanecer
del Domingo de Resurrección. Y si creemos en Jesús y creemos en su Palabra (i.e., tenemos fe), tenemos la
certeza de que nosotros también hemos de resucitar tal y como Él lo hizo (Cfr. Jn 5,28-29).
Todos somos llamados a ser testigos de la Resurrección. Por eso en la celebración eucarística exclamamos:
“Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven Señor Jesús!” Y al igual que aquellas mujeres
partieron presurosas a comunicar la buena noticia de la Resurrección a los discípulos, nosotros tenemos que
salir de allí a proclamar nuestra fe pascual a toda la humanidad.
No está aquí; ha resucitado. ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
Héctor L Marquez, op
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Conferencia Interprovincial de los Dominicos de América Latina y El Caribe (CIDALC)
Del 30 de marzo al 4 de abril del 2017, se ha llevado a cabo en
el Convento Santo Domingo de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia,
el Encuentro Intermedio de los priores provinciales,
viceprovinciales y vicarios provinciales de la Conferencia
Interprovincial de los Dominicos de América Latina y El Caribe
(CIDALC). Siguiendo la trayectoria de los Encuentros
Intermedios de Bogotá en 2011 y de La Habana en 2014, estas
reuniones más pequeñas representan una oportunidad para que
los miembros de la Conferencia Interprovincial compartan más
profundamente sus ideas e inquietudes, así como para dar
seguimiento a los acuerdos de la Asamblea y el Capítulo
General anteriores.
Entre otros asuntos, este Encuentro Intermedio estuvo particularmente interesado en el tema de la formación
inicial y los estudios de los frailes más jóvenes. Por ello, y respondiendo a una petición de la XVIII Asamblea
General de 2016, se invitó a Fr. Julián de Cos, experto en Espiritualidad y prior del Convento Santo Domingo
de Caleruega, para ofrecer una charla formativa sobre la Espiritualidad Dominicana en el período de formación
inicial. Asimismo, estuvo como invitado Fr. Vivian Boland, Socio del Maestro para Europa Occidental y
Canadá y quien ha liderado los trabajos para redactar la recién aprobada Ratio Formationis Generalis de la
Orden (ACG Bolonia 244). Fr. Vivian presentó y discutió la Ratio con provinciales y vicarios, así como la
misión del nuevo Socio para la Vida Fraterna y la Formación también aprobado por el Capítulo General de
Bolonia (n. 306).
Las jornadas de trabajo dieron comienzo compartiendo la vida. Cada prior provincial o vicario expuso a los
demás hermanos una alegría y una preocupación de su entidad. Varias de las alegrías de la vida de la Orden
en nuestra región que se compartieron fueron: la unión de los vicariatos de Cuba y la República Dominicana
en el Vicariato Fray Pedro de Córdoba, y la reestructuración del Vicariato en Paraguay y Uruguay bajo el
patronato de Fray Antón Montesinos; el nuevo impulso para la Provincia de Santiago de México que representó
la recientemente celebrada Asamblea preparatoria al Capítulo Provincial; la realidad de una nueva entidad
unificada para los frailes en Venezuela y en el Perú; el aumento de vocaciones en Brasil, México y Argentina;
y las misiones de la Familia Dominicana en Chile, entre otras.
Entre las preocupaciones, los hermanos compartieron sobre las difíciles realidades políticas y económicas en
Paraguay, Venezuela, Ecuador y Puerto Rico; las deportaciones de inmigrantes que se esperan hacia México
como hacia todo Centroamérica; las catástrofes naturales en el Perú y en Colombia; el envejecimiento y
fallecimiento de muchos hermanos sin que haya un relevo generacional. Durante este intercambio contaron
con la presencia de Mons. Jorge Saldías OP, Obispo Auxiliar de la Paz, quien cerró ese momento con una
interesante charla sobre la realidad socio-política y eclesial de Bolivia. Fue una verdadera bendición que Mons.
Saldías presidiera la Eucaristía de bienvenida del Encuentro Intermedio.
Las jornadas de trabajo permitieron que los priores provinciales, viceprovinciales y vicarios provinciales
lograran establecer unos criterios regionales para la colaboración interprovincial en formación inicial y
estudios; revisar los criterios para la implementación del programa de colaboración académica entre CIDALC
y la Facultad de Teología de San Esteban de Salamanca; así como aprobar ad experimentum un nuevo
reglamento económico para la Conferencia Interprovincial. Se dialogó durante el Encuentro sobre la
conveniencia de flexibilizar y abrir aún más la gestión de las zonas en las que está organizada la Conferencia.
También se pasó lista sobre los compromisos provinciales con los Foros de Misión que han sido acogidos por
nuestra región para compartir e impulsar aún más los diversos frentes de predicación de la Orden en América
Latina y El Caribe. Así, informaron de sus gestiones la Provincia de Centroamérica sobre el Foro de
Predicación en Pueblos Originarios, la Provincia de Colombia sobre el Foro de Predicación en Parroquias, la
Provincia de México, sobre el Foro de Pastoral Universitaria, y la Provincia del Perú sobre el Foro de Radios
y Medios de Comunicación. Durante el Encuentro Intermedio se acordó que el Foro de Predicación en
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Parroquias organizará un Encuentro para frailes misionando en parroquias que se llevará a cabo en Bogotá,
Colombia en junio o julio de 2018.
Los asistentes al Encuentro Intermedio acordaron las siguientes actividades comunes para los años 2017 y
2018, a saber: Taller para Promotores Vocacionales en Asunción, Paraguay, del 13 al 17 de agosto 2017, en el
que el Vicariato Antón Montesinos compartirá la experiencia que como Familia Dominicana están teniendo
en la Pastoral Vocacional; el Encuentro de Regentes de Estudio y Moderadores en Santo Domingo, República
Dominicana, del 27 de agosto al 1 de septiembre de 2017; una nueva edición junto a CODALC del Curso para
Formadores y Formadoras que se estima sea para agosto 2018; y un Encuentro de Promotores y frailes
envueltos en Justicia y Paz que se proyecta realizar en Centroamérica antes de la Semana Santa del 2018. Este
momento de fraternidad y trabajo entre priores provinciales, viceprovinciales y vicarios provinciales dio
espacio también para que se encontraran los vicarios provinciales de la Provincia de Hispania con Fr. Franciso
J. Rodríguez Fassio, Socio del Prior Provincial, así como para que se dieran otros encuentros bilaterales con
el propósito de acordar colaboraciones interprovinciales y zonales.
El Encuentro Intermedio quiso también compartir la fraternidad dominicana con las diversas comunidades de
la Viceprovincia de Bolivia y la Familia Dominicana en Santa Cruz de la Sierra. En tal sentido, la Eucaristía
Dominical fue presidida por Fr. Luis Javier Rubio, Socio del Maestro para América Latina y El Caribe, se
celebró en “La Mansión,” Centro Católico Carismático de Evangelización que llevan los frailes desde la Casa
Santa Cruz. En la tarde, se realizó una visita a la comunidad de los frailes de la Casa Fray Bartolomé de las
Casas que misionan en el Santuario de la Virgen de Cotoca. Finalmente, se llevó a cabo un encuentro con
fraternidades laicales, jóvenes y hermanas de vida apostólica de la Familia Dominicana de Santa Cruz de la
Sierra, luego de celebrar juntos la Eucaristía en la Parroquia Santo Domingo contigua al Convento.
No hay palabras suficientes para agradecer a Fr. Yinmy Caballero Suárez, recientemente electo prior
viceprovincial de la Viceprovincia de Bolivia, por su generosísima acogida. Asimismo, CIDALC siente un
gran agradecimiento para con Fr. Lucio Vargas, prior del Convento Santo Domingo; los postulantes Luis
Aguilera y Yerko Raimondeau con su maestro Fr. Aldo Torrez Roca; y con todos y cada uno de los frailes y
colaboradores de la comunidad conventual que se desvivieron porque se dieran excelentemente momentos de
liturgia, alimentación, movilización y demás gestiones necesarias para llevar a cabo el Encuentro.
Un Dominico Colombiano en Grecia
La provincia griega fue creada en el Capítulo de Paris de 1228 presidido
por el primer sucesor de Santo Domingo, el beato Jordán de Sajonia,
convencido de la necesidad de extender la Orden hacia el Oriente cercano.
Él mismo perecerá en el intento cuando al regreso de tierra santa naufraga
el barco que lo traía frente a las costas de la actual Líbano.
Los frailes fundaron conventos en distintos lugares del imperio bizantino,
fomentando el diálogo teológico con el cristianismo ortodoxo o apoyando
la presencia cristiana en medio del Islam después de la caída de
Constantinopla y la avasalladora ocupación musulmana de las antiguas
provincias cristianas, muchas de ellas citadas en el Nuevo Testamento, evangelizadas por los apóstoles,
recorridas por san Pablo en sus viajes, cuna del monaquismo y ámbito pastoral de la mayoría de los Santos
Padres de la Iglesia.
En 1594 un obispo de la Orden crea el monasterio de Santa Catalina en Thira, bautizada Santorini por los
navegantes venecianos, quienes establecieron en la que fuera escenario de la apocalíptica erupción volcánica
del siglo XVI A.C. origen según los historiadores- de la leyenda de la Atlántida- una prospera colonia
comercial y a la vez enclave militar, a mitad de camino entre Italia y los puertos del Mediterráneo oriental.
Las monjas han estado allí desde entonces a pesar de las dificultades de encontrarse en un mundo hostil al
catolicismo romano y de que los dominicos fuimos abandonandopaulatinamente nuestros espacios en Grecia,
en Turquía, en Siria, en Palestina y en Egipto (actualmente solo hacemos presencia con la escuela bíblica de
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Jerusalén, la casa de estudios islámicos en El Cairo, una parroquia en Estambul y un arzobispo italiano
recientemente nombrado para la exigua comunidad católica de Esmirna.
La casa de Atenas si bien no ha sido cerrada canónicamente, no es habitada por los dominicos desde hace diez
años y ¡no hay señales de que se quiera reabrir! en cambios las monjas de la unión fraterna Madre de Dios,
cuya matriz está en Valladolid y cuenta con una decena de monasterios situados todos en zonas de frontera
misional no solo asumieron el reto del testimonio contemplativo en tierras helénicas, sino que se ha ganado el
aprecio y el respeto de los escasos 200 mil católicos (menos del 2% de la población del país) y de la mayoría
de la Iglesia autocéfala ortodoxa griega, dependiente del patriarcado de Constantinopla.
Como único fraile predicador en la cuna de la civilización Occidental, crisol del pensamiento filosófico y
ámbito en donde la fe cristiana entró en diálogo con el pensamiento y la cultura en la que muchos de nosotros
nos movemos, estos dos años han sido no solo un reencuentro con el ideal de Nuestro Padre que quiso depositar
en las monjas la responsabilidad de alimentar y sostener la predicación de sus hijos, sino que también me han
permitido vivir de cerca el ecumenismo práctico con las comunidades de Oriente, algo así como lo que vivió
el padre Congar cuando exiliado en Inglaterra aprendió a vivir y a saborear la espiritualidad, la liturgia y la
doctrina anglicanas.
Pero si el cielo y el mar intensamente azules en contraste con las casitas blancas recostadas sobre sus laderas
costeras ofrecen escenarios catalogados entre los más hermosos del mundo; y si cada recodo del mundo
helénico trae a la mente el nombre de un pensador inmortal, de una batalla memorable o de un Concilio
fundante para el cristianismo, la realidad social, financiera y política de la nación es de un colapso moral y
económico inatajables.
En efecto, la deuda externa alcanza el doble de PIB de este año, el recetario del FMI y sus tres operaciones de
“salvamento” han resultado desastrosos y humillantes para el gobierno y el pueblo griego y sus socios de la
comunidad europea no parecen estar dispuestos a seguir desembolsado recursos para aliviar una crisis que
lleva siete años y que ha producido hambre, desempleo, reducido la calidad de la salud y la educación y
empujado a un cuarto de la población al umbral de la pobreza extrema. Salir de la zona euro parece la única
salida, pero es una medida que nadie quiere afrontar por las consecuencias que acarrearía para el resto del viejo
Continente, traumatizado todavía por el brexit. Pero hay más, Grecia es el único país de Europa que está
lidiando con miles de refugiados que siguen llegando a sus costas huyendo del horror de la guerra en Siria, de
las matanzas de Isis y del hambre endémica en África.
Estas son razones más que suficientes para invitar a la familia dominicana que no termina de celebrar su octavo
centenarioa poner sus ojos en esta tierra entrañable, a orar por ella y porque no, a pensar que como el ave Fénix
de la mitología helenística, podamos renacer de un pasado que si en el ayer fue glorioso, en el presente es más
retador y fascinante.
Fray Carlos Mario Alzate Montes, OP - Santorini, abril de 2017
Los monjes de Blackfriar tocan la música de cámara más dulce
Qué sonido con tan pocos músicos
Lo que más me gusta de la música cristiana es que abarca cada género.
Un día presentamos pop/R&B, y el siguiente tenemos una dulce música
de cámara interpretada por monjes. Los monjes Blackfriar realizaron este
video en 2013 y los bellísimos arreglos no se nos han olvidado desde
entonces.
La canción es un antiguo himno inglés, escrito por George Herbert en
1633. En la biografía de Blackfriar se explica que este video fue
inspirado por el papa Francisco:
En este nuevo video de Blackfriar Films, el sacerdote Austin Dominic Litke, O.P., canta un nuevo arreglo del
himno tradicional inglés Come My Way, My Truth, My Life en varios lugares de Manhattan y en el Puente de
Brooklyn, vistiendo el hábito medieval dominico de su orden.
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Como informó el Christian Post en julio, durante Jornada Mundial de la Juventud en Brasil, el papa Francisco
les dijo a los jóvenes peregrinos: “Quiero que salgan a las calles. Quiero que la Iglesia salga a las calles”.
Esta versión de Come My Way contó con los arreglos de Edward David, egresado de la NYU. Los artistas que
deseen grabar la canción y los publicistas que deseen imprimir la partitura deberán contactar con George Goss
en la Dominican Foundation, que enviará las solicitudes al compositor.
En Come My Way, el sacerdote Robert Koopmann, O.S.B., toca el piano y la señora Leah Sedlacek toca el
violín (https://opeast.org/2013/09/blackfriars-music/)
Les deseamos lo mejor a los Blackfriar en su trabajo de evangelización. Esperamos que lancen más de esta
dulce música que esperamos escuchar en alguna celebración dominical.
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Por J-P Mauro
Gustavo Gutiérrez: “No creo en la teología de la liberación, creo en Jesucristo”
Los obispos de América Latina y el Caribe reflexionan sobre la Iglesia
pobre que quiere Francisco
El sacerdote dominico y teólogo peruano Gustavo Gutiérrez (88 años de
edad) ha tenido a su cargo la conferencia central de la reciente reunión
anual de los secretarios generales de las conferencias episcopales de
América Latina y el Caribe.
Con la ausencia única del secretario general de la Conferencia de Obispos
de Haití, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) realizó este
encuentro en su sede de Bogotá (Colombia) para revitalizar los lazos de comunión y colegialidad con y entre
las conferencias episcopales de cada país.
Sin nexos con la política
El episcopado latinoamericano por medio de su principal organismo hizo suyo el anhelo evangélico del Papa
Francisco: “Quiero una iglesia pobre para los pobres” y reflexionó sobre este tema, que ya había sido expuesto
en la Misa inaugural del encuentro, presidida por el nuncio apostólico de Colombia Ettore Balestrero.
Ahí, el representante del Papa advirtió que “la pobreza es la condición de la iglesia que nunca es aliada del
poder mundano. La fe no es un poder político y no se asegura a través de un poder político, si fuera así la fe
sería ahogada por el poder”.
En clara referencia a algunas corrientes de pensamiento y acción que en algún tiempo fueron vigentes en
Latinoamérica, el nuncio Balestrero señaló que “el Reino de Dios no se identifica con ninguna estructura
política. Si esto pasara la iglesia y la fe se pondrían al servicio del poder y se postrarían a sus criterios”.
Cristo, al centro
Para centrar este emprendimiento de la iglesia latinoamericana hacia la profundidad del compromiso
evangélico, el CELAM invitó al teólogo y representante del movimiento de liberación Gustavo Gutiérrez, para
hacerse cargo de la ponencia central y ofrecer un marco de iluminación, reflexión y compromiso.
Desde su experiencia, el padre Gutiérrez recalcó que la pobreza “no es *imitar* la vida del pobre; no se trata
de *imitar* al que es considerado como insignificante, sino *serlo*”. En ese sentido, subrayó, la reforma de la
iglesia impulsada por el Papa Francisco, significa que “al centro (de todas las estructuras, ser y quehacer de la
Iglesia) esté Cristo”.
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En cuanto a compromiso social, el teólogo latinoamericano indica que: “la Iglesia siempre debe tener una
palabra sobre lo social”. Y no olvidar que “la Iglesia existe para evangelizar”, por tanto “cuando se vuelve
funcionaria y no evangeliza deja de ser Iglesia”.
Pobre: el que no tiene derecho a tener derechos
Sobre la pobreza económica que produce miseria para tantos, el teólogo peruano afirmó que “la pobreza no es
voluntad de Dios, es hechura humana. Por eso es que la pobreza tiene estructuras, categorías y superioridades
establecidas. Hay causas de la pobreza”. Que pobre es “el que no tiene derecho a tener derechos”.
La pobreza se establece así: “si yo considero seres inferiores a otros, estoy estableciendo la pobreza para ellos”.
Por tanto la pobreza que somete en inframundos a tantos seres humanos “no es voluntad de Dios”, es voluntad
del hombre. “La pobreza no es solo monetaria”.
Hablando del uso de la teología de la liberación y sus escritos para cuestiones más ideológicas, el Padre
Gustavo Gutiérrez indicó que: “Yo no tengo policía personal para evitar que usen mi teología”. Colocando en
el punto preciso el lugar de la teología, recalcó que “yo no creo en la teología de la liberación, yo creo en
Jesucristo. La teología no es el fin, es el medio”.
Finalmente hablando del compromiso de la acción evangelizadora que debe llevar la vida a un mejor estado,
ha dicho que “donde quiera que nos toque hacer pastoral hay que responder a la realidad”.
Con información del Departamento de comunicación y Prensa, CELAM
Jaime Septién
DOLOR Y MUERTE: La pasión vivida HOY por los habitantes de MOCOA
Queridas hermanas, hermanos y amigos,
Mocoa es un municipio colombiano, capital del Departamento del
Putumayo, situado al sur del país, a 618 Kilómetros de Bogotá,
capital de Colombia.
Una región empobrecida, cuyos habitantes poblaban una extensa
zona de alto riesgo, que se vio sorprendida por fuertes lluvias, en las
horas de la noche del viernes 31 de marzo y la madrugada del 1 de
Abril del 2017; fue tal la fuerza del agua que provocó el
desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sancoyaco, generando
flujos de lodo en varios sectores de la cabecera municipal de Mocoa, causando la muerte de muchos de sus
habitantes, destrucción de viviendas, puentes y arrasando todo lo que encontraba a su paso.
Fueron arrasados 17 barrios de la ciudad, de los cuales 5 de ellos quedaron destruidos totalmente. Se han
reportado al menos 284 personas fallecidas y más de 400 heridas, con un número indeterminado de
desaparecidos (cifras preliminares para el 2 de abril de 2017). Ante la cantidad de heridos la red hospitalaria
colapsó. La avalancha tumbó las redes eléctricas y afectó la generadora hidroeléctrica local, dejando sin energía
a otras zonas del departamento. Las bocatomas del acueducto también fueron afectadas. El gobierno nacional
declaró el estado de calamidad en la zona.
En medio de la tragedia, el dolor y la muerte…la pobreza se hace más intensa…falta luz, comida, agua, gas y
otra cantidad de artículos de primera necesidad…pero sobre todo en el corazón hay dolor e
incertidumbre…soledad. Sin embargo no dejan de ser significativos gestos pequeños de solidaridad entre
vecinos que comparten el mismo dolor... el pobre es siempre un hermano para el pobre.
La Congregación hace presencia evangelizadora en este lugar desde Enero de 1992, cuando llegaron las
primeras hermanas para asumir la Pastoral Parroquial del Vicariato. En la actualidad las Hermanas coordinan
a nivel Diocesano el Programa de Evangelización con la metodología SINE “Sistema para la nueva
Evangelización”, la catequesis en la catedral y apoyo pastoral a nivel de la parroquia.
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De la Provincia de Bogotá, estructura a la cual pertenece Mocoa, se desplazaron al día siguiente de la tragedia
un pequeño grupo de hermanas para apoyar y ser presencia de Iglesia y Congregación en el lugar. Durante la
semana Santa así mismo viajarán otras hermanas para fortalecer y acompañar las familias del lugar.
El Señor nos está invitando HOY a vivir de manera concreta
la solidaridad con nuestros hermanos de Mocoa*
Entre el barro…la pobreza… la muerte…HA DE RENACER LA ESPERANZA ¡¡¡
*Los apoyos y donaciones se concentran en la Provincia de Bogotá. Se abrirá una cuenta para ello.
Como Congregación nos solidarizamos con la Provincia de Bogotá, la Comunidad de Mocoa y el pueblo de
esta ciudad que sufre la destrucción y la muerte
Gracias por estar junto a nosotros, continuaremos actualizándoles.
¡Contamos con sus oraciones!
Hermanas Dominicas de la Presentación
Colombia – Sud América
La última edición del Liber Constitutionum et Ordinationum (LCO)
La última edición del Liber Constitutionum et Ordinationum (LCO) ya está
disponible en formato PDF.
Esta edición contiene el texto actualizado en latín de LCO tal como quedó
después el Capítulo General de Bolonia en 2016.
Esta edición "de estudio" se encuentra actualmente disponible
electrónicamente, sin ser formalmente promulgada e impresa. Esperamos
que se publique una nueva edición impresa en 2018.
El PDF contiene enlaces : pueden pinchar en las referencias.
Si descubren errores en este texto, se invita a los lectores a informar al Procurador General
Descargue la copia PDF aquí :
http://www.op.org/sites/www.op.org/files/public/documents/fichier/lco-la_1.pdf
Los estatutos del Movimiento Juvenil Dominicano Internacional (IDYM)
Preámbulo
Santo Domingo quiso compartir su obra de predicación con gente de todas
las edades y condiciones. Los últimos capítulos generales hacen hincapié
en que los jóvenes no son solo sujetos pasivos de nuestra predicación, sino
que colaboran especialmente en ella.
Los miembros del Movimiento Juvenil Dominicano están presentes y se
han desarrollado en varios países; viven su pertenencia al Movimiento y a
la Familia Dominicana de diferentes maneras, en diálogo y compartiendo
permanentemente con la cultura de cada país o región, y con el mismo deseo de dedicarse a la predicación (cf.
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ACG Caleruega 1995, 97C; ACG Bologna 1998, 161-164). Los grupos tienen experiencia también de oración,
de estudio y de vida fraterna.
Descargue los estatutos aquí :
http://www.op.org/sites/www.op.org/files/public/documents/fichier/573_16_73_idym_spanish_03.25.17.pdf
Rome, 25 de marzo de 2017, Solemnidad de la Anunciación
Fray Bruno Cadoré OP
Maestro de la Orden de Predicadores
Fray Michal Paluch: nuevo rector del Angelicum
La Congregación para la Educación Católica ha aprobado el
nombramiento de fray Michal Paluch como rector Magnífico de la
Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino, en Roma. Fray
Michal es hijo de la provincia de Polonia y, actualmente, regente de
estudios de dicha provincia.
Nacido en Jarocin, Polonia, en 1967, estudió en la Escuela Estatal de
Música en Poznan, 1982-86, y en la Academia de Música de
Katowice (1986-87). En 1987, ingresó en el noviciado de la OP en
Poznan. Después de su primera profesión, cursó estudios de filosofía
y teología en el Estudio filosófico y teológico de Cracovia. Tras conseguir el grado en Teología, fue ordenado
de sacerdote en 1995. Desde 1995 a 1996, trabajó pastoralmente en Prudnicu, y desde 1996 al 2001 completó
sus estudios doctorales, defendiendo su tesis en teología dogmática en la Facultad de Teología de Friburgo
(Suiza), bajo la dirección de fray J.P. Torrell op.
Ha sido profesor del Estudio de Filosofía y Teología de Cracovia desde el 2001. Desde el 2002 al 2010 fue
director del Instituto Tomista de Varsovia. Del 2010 al 2013, fue rector del Estudio de Filosofía y Teología de
Cracovia.
Fray Michal ha sido miembro de la comisión de la Vida Intelectual de la Orden y fue invesatigador visitante
del Instituto para la Vida de la Iglesia en la Universidad de Notre Dame, EEUU (2013-2014). Desde el 2014,
ha estado enseñando en la Pontificia Facultad de Teología de Varsovia.
Nombramiento de Fray Bruno Esposito como Consultora de la Congregación para el Clero
El Santo Padre ha nombrado Fray Bruno Esposito como
Consultora de la Congregación para el Clero. Fray Bruno es hijo
de la provincia romana de Santa Catalina de Siena y desempeña
como profesor en la Facultad de Derecho Canónico de la
Pontificia Universidad Santo Tomas (Angelicum) en Roma.
Desde 2012 ha estado trabajando en la misma congregación como
Comisario de la comisión especial encargada de los casos de
dispensa del ejercicio del sacerdocio y del diaconado. Fr. Bruno
es también Consultor y Comisionado de la Congregación para la
Doctrina de la Fe y Secretario Legal de Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
Fr. Bruno nació en Terracina, Italia. Ingresó a la Orden Dominicana e hizo su primera profesión en 1980. Fue
ordenado sacerdote en 1986.