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  • 2da. Sección EL DIARIO DE

    NDO LA MAÑANA

    EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. — VIERNES 23 DE DICIEMBRE DE 1938.

    EL AÑO DEPORTIVO Por Arturo Gigante

    Terminando ya el ano 1938, nada más justo que hagamos un ligero comentarlo sobre los eventos "deportivos de mis importancia sucedidos en *1 mundo, y, muy a la ligera también, comentemos la labor de los distintos campeonas en las diferentes actividades atléticas del ano.

    Comenzando por el base ball nacional, encontramos que los "New York Yankees" acaparan toda la atención, tanto en juegos sensacionales

    como en entradas de taquilla, pues el equipo neo- yorquino fué admirado por no menos de dos millo- nes de personas rn sus distintos juegos de la tem- porada, cuando, después de un comienzo un poco tedioso, entraron en calor, y prácticamente no tu- vieron mayor competencia para llevarse el campeo- nato de este año. ya que su equipo contrarío en los Juegos finales, "Chicago Cubs". llegó a los mismos tras una ruda lucha en la Liga Nacional «contra los "Piratas" de Pittsburgh. y los "Yankees" lograron la hazaña de ganarle cuatro Juegos corridos, deci- diendo asi a su favor un campeonato que de ante- mano se sabia a qué equipo pertenecería.

    Hecho significativo de esta temporada d* pelota, fué la gran cantidad de lanzadores que ea uno u otro momento sufrieron dolencias en el brazo, y se

    Arturo Gigante vieron Impedidos de actuar en momentos en que sus servicios a sus distintos "equipos eran más que ne-

    cesarios. Entre éstos, contamos a Hubhel, a Dean, a Grove, a Chand- ler, a Ferrel, a Alien, a Schumacher, a Mungo, a Klinger y a La Master.

    Fué también este un año desgraciado para los apoderados de equi- pos, ya que en uno u otro momento Mickey Cochrane, Frank Frisch, Charlie Gri^m, Gabhy Street y BUrleigh Grimes, o tuvieron necesidad rl# renunciar la a ello...

    dirección de sus respectivos equipos o fueron forzados

    Dejando el base hall y entrando en el boxeo, encontramos que Joe Louia se reivinriira a los ojos de la afición, cuando al pegar terrible derechazo en las costillas de Max Schmeling, éste suelta un rugido de dolor, y queda no tan sólo fuera de combate, sino huésped de un hos- pital

    Compartiendo la aureola de gloria y la fama de hombre invencible de que hoy goza Joe Louis, encontramos a Henry Armstrong, púgil de rolor al igual que Louis, que al comenzar el año invadió los cuadri- láteros norteamericanos en calidad de boxeador de la categoría peso pluma, (128 libras), y en el transcurso del mismo, por la fuerza de sus puños, y por su decidido valor, escala no sólo el sitial de campeón de esa categoría, sino que vence a Barney Ross y a Lou Ambers, co- locándose de golpe y porrazo las coronas de campeón peso pluma, peso ligero y peso semi-mediano, sobre su orgullosa cabeza, aunqui para lo- grar esta hazaña fuera necesario tragarse alredor de un litro de su propi» sangre, cuando en su combate frente a Lou Ambers, éste ma- terialmente le convirtiera los labios en una pulpa--sanguinolenta. qUe, de haber sido vista por el arbitro, seguramente hubiese decidido la pe- lea en otra forma.

    Fuera de estas dos "sensaciones", sólo presta algún Interés al bo- xeo norteamericano la discusión campeonil que sostienen Fred Apos- toli y Solly Krieger por el campeonato peso mediano, pues mientras Apostoli es reconocido como campeón de esta categoría en un solo es- tado, (Nueva York), Solly Krieger es el campeón reconocido en el resto de la Unión, lo que lo pone en una ventaja de cuarenta y siete a uno sobre su rival. Bsta y la discusión Lou Brix-Comlsión Atlética d» Nueva York sobre el campeonato que hoy ostenta nuestro Sixto Es- cobar, ponen la nota tragi-cómica al boxeo estadunidense...

    SI salimos del boxeo pata entrar en la hípica norteamericana, aquí encontramos que "Sea Biscuit" es la sensación del año, sumando sus sanancias la respetable cantidad de $340.480 hasta estos dias, y que para colmo de honores, al vencer a "War Admlral", su más cercano rival, en la sensacional carrera efectuada en la pista de Pimlieo, el "Birrorho" recorrió la milla y tres dieciseisavos en el brillante tiempo d» 1 minuto 56 segundos y 3;5 de segundo, manteniéndose en la de- lantera durante casi toda la carrera.

    "Lawrln", vencedor en el "Kentucky Derby", fué una de esas cosas no esperadas por los expertos, y la victoria de "Stagehand" en el "Santa Anita Handicap" fué una hazaña gloriosa de Earl Sande, su maravilloso pilólo, que logró vencer a "Sea Biseuit" por una nariz, en la referida carrera.

    En foot hall encontramos que. a pesar de no reconocerse campeón alguno, cinco equipos salieron invictos de la temporada: Tennessee, Texas Tech , Texas Christian. Oklahoma y Duke, y q^e muchos depor- tistas Insisten en que este honor debe corresponder al equipo de la Universidad dé Notre Dame a pesar de su derrota a manos del U. S. C.

    En tennis. Donald Budge es la figura sobresaliente, y en deportes Glenn Cunningham corrió la milla en 4:07.2 minutos, por decir algo da los deportes menores.

    Quedan, naturalmente, Infinidad de actividades Fonsito de recibir de- rrotas Inexplicables. - las mis de illas—, y dindose perfecta cuenta sus componentes de su propia for- taleza, estin decididos en hacer un 'comeback', como en su oportuni- dad lo hizo el San Juan. Y lig- rimos derrotas inexplicables, por- que rebuscando los records de ha- teo de las novenas, comentábamos admirados Emilio Huyke y este cu- ra, el hecho de que el Caguas, has- ta el domingo, ha sido la nov.?na que más ha bateado...

    La última vez que los capitale- ños vieron actuar en su parque al Caguas, fué frente al UTM para ganarle los dos desafíos. El UTM para aquel entonces era la novena campeona del.norte, m'.»ntras el Caguas estaba en un "slump" que, para sacarlo de él, sólo pudo 1» amenaza de su manager de disol- ver el conjunto si no vencía al teem de la capital. Y lo venció decisivamente; y después M divi- dió los honores con el Humacao y ganó también al Ponce Don Q, tras reñidos encuentros...

    La impresión que dejaron los mu- rhachos de Sola entre la fanatlca- da de la capital fué buena en ex- trema hasta el punto de que és- tos acudían en gran número al par- que de Caguas para ver a los tu- rabeños actuar, cuando huérfanos estábamos de pelota en el Escam- brón. Las derrotas d e 1 Caguas frente a los mejores teams, en n*» da han afectado esta opinión de los sanjuaneros. Sabemos de la agresividad de los contendientes y queremos ver en acción a Burgin y Ellis, porque siempre recordamos esta perfecta batería qiv? nos visi- tara durante la última temporada.

    El San Juan ya ha salido de su 'slump' sacudiendo la mala suerte a costa de dos derrotas infliglda- les al Ponce y Mayagüez. Si bien perdió en el Castilla no fué sin an- tes hacer r^sar su fortaleza de no- vena championable. Porque no hay quien me diga que el San Juan no está en posición de cargar con el 'pennant'. Quizás si serán delirios

    de rapitaleño neto, pero como to- davía faltan doce remanas...

    En fin, que ya pasada la Noche- buena y todavía con los humos en la cabeza, surgirán las amistosas discusiones y hasta si habri algu- no que estando en el parque no vea K>s desafíos... ;,Y qu!én le discute después las jugadas?

    • * • Ponce, después de haber vivlto

    por sus fueros la pasada semana, todavía no se encuentra del todo curado a pesar de la fuerte Inyec- ción de Hunter. Los muchachos

    ¡ se han dado cuenta, por experten- cla. de que para jugar bien hay que practicar. Se desquitaron de las palizas que le infligiera el San Juan, pero les falta ahora desqui- tarse de las del Guayama. Varias remanas han esperado para ello, varias semanas de tortura mental discutiendo las posibilidades de ven cer al trabuco cuayamés que los bajó del pináculo; y por fin toca la hora de la "vendeta" en su pro- pio terreno... ¡Qué no harán los piratas de don I^eo por zurrar a los brujos de don Paco!...

    Choque de gigantas. Batalla pre- histórica, precisamente con las mis mas armas que usaron nuestros ca- vernícolas antepasados. Esos se- rán los dos desafios de Pascuas en» tre guayameses y ponceftos.

    • » • Sa'.?n los indios del oeste a buscar

    camorra a Humacao. Como la pasa- da semana declamos del Caguas, es- tán ahora ellos en la obligación de ganar. Ya se ha eliminado, a fuerza de disciplina, la mala que inyectara Pearson entre los cam- peones 'amateur*:. Cualquiera que tome las riendas de la novena lo hará m.»jor, porque conocen a nues- tros peloteros. Porque no hay ra- zón de tener a un Manolo García y un Alberdeston en el banco en los juegos pasados. Eso, señores, no tiene perdón de Dios... En el juego de la tard.» el mismo Alber- deston nos da la razón, cuando a última hora lo pusieron de 'pinch', ¡y cómo respondió! Pues sencilla- mente recibiendo una base por bo- las, robándose la segunda para se- guir a tercera aprovechando un error que solamente la ligereza de

    (Continúa en la pág. 21 col. 4)

    CRÓNICAS DE MUÑOZ COLON

    ¿Qué ha: pasado-en Ponce, caba- lleros? •

    Pues, en Ponce, amigos; ocurrie- ron muchísima* cosas buenas, o, por mejor decir, superiores.

    En la ciudad que, en vez de ser bañada por el "Portugués", se ve inundada por sus aguas en cuanto al rio le llueve en su nacimiento; un rio que tiene muchísima seme- janza con esos borrachos que, tras unas cuantas curdas de marca, per- manecen en descanso, completa- mente secos, para desbordarse lue- go, sin aviso previo; en esa ciu- dad, decimos, ocurrieron, el do- mingo último, o más bien, desde la noche del sábado, cosas extra- ordinarias.

    La gentileza de los ponceños, (yo deberla dejar esto para que lo dijera otro); la gentileza de los ponceños, digo, que es un hábito, tuvo su culminación el domingo por la noche. Que lo digan, si no, Combas Guerra, #1 "tornero"; Teó- filo, el presidente de la Comisión de Recreo y Deportes Públicos, y el numeroso grupo de capitalenos que allá se fueron para ver lidiar el club "San Juan" con los "corsa- rios" de Juan Luis Boscio.

    De Boscio tengo que ocuparme mis adelante, cuando esta crónica vaya entrando en calor y mi cale- tre se vaya recuperando del abota- gamiento de los "enredos" en que me viera envuelto y que me han dejado desquiciado. ¡Ufl, lo que pe- san los anos!... '

    • • • Hagamos, pues, historia y di-

    gamos que, desde que nuestra3 tiernas plantas se posaron en tie- rra ponreña, ya no hubo reposo ni tregua para nuestros molares: des- de el manso cabrito en fricasé, el sábado por la noche, en la nueva residencia de Ptpo y de su esposa Ana, hasta la Inundación de obse- quios, luegn.de terminado el jue- go de la tarde del domingo, en el auiosco "Cofres!", de la firma Mon- Uor y Boscio. quienes agasajaron esnléndidamente a la novena capí- talefta y a sus acompañantes, sin que faltara en la fiesta la más alta y genuina representación de la ciu- dad, el alcalde Tormo* Diego, que presidia y prestigiaba la mesa, 'larga como una noehe pasada a la intemperie), y en la. que ocupa-

    i ron sitio no menos de 75 comensa- les para saborear un riquísimo "asopao" de pollo con que se epi-

    ' logaba la obsequiosa Invitación de i la reputada firma.

    Si algún pesar restaba en el áni- mo de los jugadores capitaleftos,

    j por las dos derrotas, y en el de i sus más fervientes mantenedores !y admiradores, ese sentimiento de- bió disiparse ante la hospitalidad

    ! rumbosa y cordialfsima de que fue- I ron objeto los muchachos de la ca- ¡ pital por esos deportistas que son i Juan Luis Boscio y don Leo Vene- ! gas, con cuyo proceder se eslable- cen. o mejor, se consolidan, los miis firmes lazos de amistad y de con-

    ! fraternidad entre las dos ciudades < más deportistas de la isla.

    Yo me habla prometido ocupar- . me, al correr de la pluma, y con la preferencia que el hombre mere-

    ¡ ce,


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