Download - efectividad en la pareja
Motivo de consulta: PAREJA Categoría: Comunicación
¿CÓMO BRINDAR AFECTO A MI PAREJA?
Luego de atender varios casos de parejas en la consulta clínica me puedo dar
cuenta que lo que abundan en las relaciones de pareja luego de un tiempo de
estar juntas son los reclamos, quejas, críticas o sarcasmos. No suelen ser
frecuentes los elogios, palabras de apoyo o consuelo, de ternura o las acciones
positivas hacia el otro.
Cada persona tiene canales preferidos por los cuales recibe afectos y
reconocimiento. Estos canales hacen que las personas tengan diferentes
necesidades:
Kinestésicos. Son personas que les agrada y necesitan ser abrazados,
acariciados, que les den un masaje, les rasquen la espalda o que los toquen
frecuentemente.
Auditivas. Prefieren que se les demuestre el afecto a través de mensajes
positivos, por ejemplo: “estoy orgulloso de ti”, “eres inteligente y muy creativo”,
“me agrada pasar tiempo contigo”… También les agrada oír palabras de afecto,
por ejemplo escuchar que se les quiere o aprecia.
Verbales. Les agrada hablar, contar sobre aspectos personales y ser
escuchados. Escucharlos con atención si quieren hablar con nosotros,
haciendo contacto visual permanente durante ese tiempo es una buena forma
de que se sientan amados.
Activos. Les agrada hacer cosas y ser acompañados en ello. Desean que el
amor se les sea demostrado con acciones, por ejemplo que les ayuden a hacer
las labores de la casa o que cuiden el dinero que produce con tanto esfuerzo,
que compartan con ellos las salidas, reuniones sociales, las compras o
actividades en general, etc. Además les agrada dar y recibir obsequios o
detalles de manera de sentir que se acuerdan de él o que lo consideran
especial.
En principio, descubra cuál es el canal preferido de su pareja, puede optar por
preguntarle directamente:: “¿Qué puedo hacer para que tú te sientas más
querido (a)?”.
Muchas veces intentamos dar afecto por canales que no son los preferidos por
el otro. Por ejemplo le pago a mi esposa su gimnasio y su ropa pero quizás
ella lo que desea son palabras de afecto o quizás que me dé un tiempo para
escucharla. Quizás le digo contantemente a mi esposo que lo quiero pero él lo
que desea es que le demuestre mi afecto con acciones, por ejemplo que le
acompañe a sus reuniones sociales. Quizás si sabemos qué necesita pero nos
colocamos en una posición defensiva o de rebeldía: “Si él no me demuestra su
cariño entonces por qué yo tengo que hacerlo?”.
En la sabiduría de una versículo bíblico encontramos un buen consejo “El amor
no busca lo suyo, ni es egoísta”. Entonces ¿por qué no brindar con
desprendimiento lo que necesita y le hará bien al otro?
JUEGOS DE PODER ENTRE PADRES E HIJOS
Cada niño viene al mundo con un tipo de temperamento, hay niños tipo “angeles” que desde bebés son fáciles de llevar y de manejar. Sin embargo hay niños que desde que nacen su temperamento parece ser más bien irritable, demandante, son difíciles de complacer y con tendencias al descontrol emocional. Con estos niños a veces la relación entre padre e hijo se caracteriza por la práctica de “juegos de poder” en los que se compite por ver quién puede más si el padre o el hijo, lo que termina generando constantes discusiones, tensiones y experiencias displacenteras en casa. Aquí le brindamos algunas sugerencias para manejar a niños con temperamentos enérgicos y voluntariosos:
Haga una lista de las cualidades positivas de su hijo. Escriba sus habilidades,
características positivas de personalidad y de conducta. A veces el comportamiento del
hijo es tan negativo, que dejamos de ver y de destacar su lado positivo.
Ponga límites pero con firmeza y control emocional. La clave no es encontrar una
forma específica de castigo, pues cualquier tipo de castigo respetuoso y significativo
para el niño puede ser efectivo. La clave es su actitud. Sea firme, es decir cumpla lo que
le advirtió que pasaría si se sigue portándose mal, pero también controle sus emociones
no mostrando mucha emotividad a la hora de castigarle. Castigue al niño pero no le
muestre excesiva molestia o fastidio (en forma de gritos, sermones largos, miradas
muy despectivas o golpes excesivos) porque si no él continuará comportándose
negativamente. Sea firme y disciplínele pero luego “pase la página”, no se quede
molesto por mucho rato.
Promueva un tiempo grato y de calidad con el niño. Este tiempo hará que él concluya
que puede encontrar su atención de otra manera más positiva (juego, conversaciones,
actividades compartidas). Elogie y reconozca a su niño por todo buen comportamiento
por más pequeño que parezca. “Atrape a su hijo haciendo lo positivo, no solo lo
negativo”.
Abrácele cuando esté descontrolado como primera opción, los niños que tienden al
descontrol necesitan contención externa, pues a veces les cuesta controlarse por sí
mismos. Un abrazo que transmita control y seguridad, sin ser acompañado de muchas
palabras puede ayudar en algunas ocasiones.
Revise su actitud frente al niño. En el fondo un padre que entra en estos juegos de
poder con su hijo puede sentirse incapaz de manejar a su hijo, por eso a veces se
descontrola emocionalmente y ante ello el niño percibe debilidad en la autoridad. El
niño puede concluir “nadie puede conmigo, ni mis padres ni yo mismo”. Hoy en día
muchos se sienten incapaces como padres, como si inconscientemente sintieran que el
éxito no está destinado ellos como padres.
Entienda que si Dios y la vida le dio ese hijo, entonces le dio también la sabiduría y la capacidad para manejarlo, para criarlo y para ser un padre exitoso. Repítase constantemente “yo puedo con mi hijo”, “tengo la capacidad de ayudar a mi hijo a controlarse”, “puedo ser un padre exitoso”, “aprenderé lo que me falta poco a poco”. Un cambio de pensamiento genera un cambio de actitud.
Motivo de consulta: PSICOLÓGICO Categoría: Stress
EL MANEJO MENTAL DEL ESTRÉS
¿Qué hacer si nos sentimos estresados o preocupados por muchos factores a la vez. Aquí le brindamos cuatro pasos para manejar el estrés. Primero. Construya una jerarquía de situaciones de malestar emocional. De la que le produzca mayor grado de malestar emocional hasta la que menos le incomode. Asígnale un puntaje de 100 hasta 0. Por ejemplo: -Que me despidan del trabajo………………………………….100 Grado de Miedo -Que no me alcance el dinero para pagar la casa………………80 Grado de Miedo -Que otros no les guste mi exposición del viernes……………...60 Grado de Miedo -Que mi hijo no me prefiera a mí…………………………….......40 Grado de Miedo -Que mi hijo no pase un curso del colegio…………………...….30 Grado de Miedo -Que mi hija adolescente salga embarazada…………………....20 Grado de Miedo -Que mi suegra me diga que soy mala ama de casa…………….10 Grado de Miedo Segundo. Ahora sitúese en un lugar y posición cómoda, cierre los ojos y pase mentalmente la película de la escena que implica la situación de menor malestar hasta la que te genera mayor malestar. Si ya pasó por esta situación entonces recuerde cómo fue la última vez que sucedió o si no ha pasado por esta situación imagínese con detalles cómo sería. Por ejemplo si el temor es hacia una presentación que Ud. tiene que hacer imagínese su temor a la máxima expresión, por ejemplo una persona burlándose de Ud. en su cara. Imagínese y escenifique lo que más teme en el fondo de Ud.
Tercero. Repita estas escenas pero ahora afrontándolas con éxito, pregúntese cómo podría enfrentar estas situaciones de manera de que el final de la película sea un final feliz o por lo menos un final que implique una solución al problema. Por ejemplo si el temor es que otros se burlen de mi presentación o exposición puedo imaginarme que otros se burlan de mí pero yo respondo enfrentándome a ellos, diciéndoles firmemente: “que pena que piensen eso de mí, yo no pienso eso, yo sé que hice un buen trabajo” (o cualquier otra solución que se le ocurra). También puedo imaginarme un final de éxito, me imagino dando mi presentación y al público con caras interesadas, satisfechas y cordiales. Al final de la presentación vienen los aplausos o elogios hacia mi trabajo. De esta manera empiezo a contar con herramientas tanto para enfrentar el éxito como la pérdida y me siento más capaz de enfrentarme a la situación real. Cuarto. Seleccione pensamientos de afrontamiento y tráigalos a su mente frecuentemente. Por ejemplo: -“Poco a poco lograré dominar esta situación” -“Puedo controlar mis sentimientos” -“Qué sería lo peor que pueda pasar?. Eso también lo puedo enfrentar”. -“Ya sabía que esto podía ocurrir, puedo dominarlo”. -“Ya he pasado por momentos difíciles y he logrado salir de ellos”.
Cada vez que sienta temor traiga a su mente las escenas de éxito y pensamientos positivos, esto generará una expectativa positiva en Ud.
Motivo de Consulta: FAMILIA
Categoría: HIJOS
ESTILOS DE CRIANZA EN EL HOGAR
A continuación podrá revisar tres diferentes tipos de crianza que asumen los padres
comúnmente.
EL PADRE AUTORITARIO:
Controla el comportamiento de sus hijos. Lo que más valora es la obediencia incondicional.
Imponen normas de disciplina sin tomar muy en cuenta la edad del niño. No toma en cuenta los sentimientos del niño, minimizan las emociones del niño y los
acontecimientos que condujeron a la emoción. Por ejemplo si el niño está triste se le dice con frecuencia: “No actúes como un bebé” o “Pareces una niña cuando lloras”.
Puede ser muy crítico o severo con el niño. Puede ser sobreexigente, si el niño sacó 18 puntos, se le dice: ¿Por qué no sacaste 20? Castigan de forma enérgica sin dar explicación alguna.
Efectos de este estilo sobre los hijos:
Los niños aprenden que sus sentimientos no son importantes o no validos por lo que aprender a reprimirlos (olvidarlos) o negarlos.
Presentan baja autoestima.
No toma decisiones por miedo al fracaso o tienen mucho miedo a equivocarse.
Pueden ser muy rebeldes (oposicionistas) por el exceso de presión de los padres o sino demasiado sumisos (miedosos).
Pueden ser socialmente fríos, distantes o agresivos con niños de su edad.
EL PADRE PERMISIVO
Acepta libremente toda expresión emocional por parte de su hijo. No fija límites. No ayuda a los hijos a resolver problemas, tiende a darle todo hecho al niño. No castigan ni controlan al niño. Advierten la disciplina pero no la cumplen. Preocupación o nerviosismo cuando el niño hace algo sin ayuda o supervisión.
Efectos de este estilo sobre los hijos
No aprenden a regular sus emociones. Socialmente pueden ser retraídos y no tener suficientes habilidades.
Son niños inmaduros o “abebados”.
Se muestran inseguros o se sienten incapaces para enfrentar retos por sí mismos.
Pueden tender a ser desobedientes
No pueden calmarse a sí mismos cuando están enojados, tristes o ansiosos.
EL PADRE DEMOCRÁTICO
Presta atención a sus problemas y los escucha atentamente. Toman en cuenta su opinión.
Corrige dando razones lógicas, no usando un castigo físico excesivo ni amenazando constantemente.
Enseña capacidades para resolver el problema. Respeta las emociones de los hijos, no las juzga. Pone límites anticipándole las consecuencias de una conducta negativa. Es firme y
cumple el castigo que advierte. Fijan su atención en los elementos más positivos de la conducta. Destacan lo positivo
en sus hijos frecuentemente. Elogian esfuerzos y logros. Ignoran pequeños errores.
Efectos de este estilo sobre los hijos:
Buen rendimiento escolar, ya que se le dedican tiempo en la realización de sus tareas, les aclaran las dudas, recompensan las conductas buenas.
Son niños seguros de sí mismos y competentes socialmente.
Toman decisiones de acuerdo a los que le convienen o desean obtener.
Muestran ser niños independientes con elevado autocontrol.
Presentan una adecuada autoestima
Son capaces de tolerar la frustración, manejar errores y deficiencias.
Mientras nos acerquemos más a este estilo de crianza democrático los efectos
serán más positivos para nuestros hijos.