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DRACOLOGÍA
DANIEL BENÍTEZ
A TRAVÉS DE
LA IMAGINACIÓN
De entre colonias coralinas y verdes algas
Salado perfume y efervescentes aguas
Asoma sus escamas de salitre pringadas
Rompe la quietud de la pacífica mar
Su batir de alas, su preludio a volar
Llena de estrépito el entonces ambiente
Formidable ser, el dragón de mar.
Por rocas frías y espigadas astas
Húmedas tierras y abundantes plantas
En inciertos y mudables climas abrumado
Este, de los rincones soberano
Que entre piedras se arrastra
Y troncos escurre
Vive sombrío si acechar es su diario.
DANIEL BENÍTEZ
De profundas raíces a través,
Penetrando el obscuro subsuelo
Su vaho es inventor de tinieblas a lo lejos
De horridas pesadillas meritorio es
De pasajes inhóspitos padre
En el vientre del mundo se regocija
Este impresionante ser, de grutas hijo.
En lo más profundo del bosque
Junto a los lagos, sobre los árboles,
Con corona de fresno
Brillando a la luz de una luna resplandeciente,
Escamas de hojarasca
Con el aliento cálido de un bosque frondoso
De la selva protector es
Abrazado se encuentra por sorprendente vegetación
Por húmeda atmósfera envuelto
De fieros animales su legión es compuesta
Y su colérico ascenso por temblor
de árboles es acompañado
En pájaros reposados su vuelo desencadena
Y a sus madrigueras diminutos
animales huyen
Por el sofoco de un día agobiadas
Tierras áridas y ardientes son gestadas
En cuyas, magnífica fiera es encontrada
Quebrantando la tranquilidad
de aquél arenal desértico
Cuando esta bestia sublime
el vuelo remontando se halla
De ventarrones con polvo acompañado es;
manifiesto Hacedor de dunas, del ardor, rey
Cobijado por nubes y por el viento arrullado
Cuando sosegado descubierto es
Tal, magnífica criatura
Que, en tanto su cólera despierta
Su accionar digno es de cualquier vendaval
Corrientes sulfurosas de viento conducido
Acompañan su hazaña del mismo viento alcanzar
En por poco inhóspitas y desérticas llanuras
Por prominentes riscos y helados pasajes
Sobrevuela como velando por las tierras ya suyas
Por su esplendor imperante en este lugar
Escoltadas sus fauces por carámbanos a medio colgar
Por el gélido ambiente escarchadas sus escamas
Avalanchas va engendrando con su resoplar