neo que " tiene en sí muy diversas for mas: desde su extens ión superficial ramificadas en todos sentidos. hasta suconcreción en bulbos y tubérculos" . Nohay en El ser que va a morir versosárbol conectados a una raíz articulante.Desema izados. " desterritor iaIizados" .estos versos se mueven -tiran líneashacia afuera de sí mismos. Viven en unmundo de palabras que. imantadas. semantienen todas juntas. pero en la superf icie . No hay incorporación . nada se .come a nada: ningún encuentro deviene. metáfora. Así. sin nudos. sin compromisos definitivos. aparecen tambiénlas rupturas repentinas y las unionesnuevas. (Versos que se desdoblan acoplándose con otros. forman la nuevasociedad en un terreno gramatical común .)
Un punzón, un insecto en las palabras)) lentas. empalmadas ((entre lasgrietas .las cesuras. en las bridas. Súbitos ylascivos las concentran -Suvoz: separándolo. abriéndolo. eligiendo -ciñen y cohabitan en losfilos espejeantes)) huecas; su costraopaca (íentre los gritos. las vernejas.los resquicios. Estar:))
Los paréntesis dobles que cierran loque nunca se abrió. el verbo estar quese 'abre hacia los dos puntos. lo que.abierto. vive aprisionado entre guiones: .son ligazones. coágulos . engarces. líneas de fuga. Son esos bulbos y tubérculos que. agazapados en lo oscurode la ramificación. la iluminan con supresencia concreta.
Cuerpo sin vientre. el de El ser queva a morir se niega a comer . Así. lánguido. carente de reservas calóricas. sejuega su mortalidad como libro autosu fic iente . Conectado ya a los libros quele sucederán. prefiere sobrevivir ali mentándose de un impulso venidero :" el deseo es un creador de realidad.produce . y se mueve mediante rizomas". Deseosa de las palabras. la infati'gable Coral Bracho seguirá enhebran-
. do ese largo collar. uno de los más costosos -caros. difíciles de hacer- de lajoven poesía mexicana. Joya que en elmercado recibe el nombre de "vanguardia" y que es fruto de un traba jo lento ysin apuro que. sin embargo. se adelantaa su época.
Tamara Kamenszain
CEREMONIADE UN ADIÓS ATEO
La ceremonia del adiós es -parafraseando lo que anuncia su propio prefacio- el ' primer libro de Simane deBeauvoir. y " sin duda el único". queSartre no podrá conoce r antes de quepase por la imprenta: ni después de quecircule públicamente. "Le está entera mente consagrado pero no le atañe ." Eltítulo de una lacónica glosa -romántica. irónica. dramática. existencial- quehace Simane de Beauvoir de lo que unavez le dijera Sartre con motivo de unperiodo de viajes que los distanciaría
.durante algún tiempo.Yaunque la viven-cia profundamente subjetiva del distanciamiento definitivo. eterno. " no puededecirse. no .puede escribirse. no puedepensarse : se vive .es todo" (p. 1Ol.Ia prosa de la autora acierta a transformar suceremonia privada en una vívida crónicade los últimos diez años (1970-1980) deSartre. Lo hace al reunir la menudenciaíntima del transcurrir de una decrepitudgradual y dolorosa y los detalles nimiosde la vida diaria. para amplificarlos -unpoco a la manera técnico-literaria delarte biográfico de Marcel Schwob- enuna imagen sugerente. por medio de unadescripción cruda. realista y atrevida.Quizás el fragmento siguiente ilustre. amanera de ejemplo. la osadía de eseestilo directo. así como la tón ica general dela narración :
Un sábado cenamos con Sylvie en elDominique. y Sartre bebió mu~ho
vodka . De vuelta en mi casa. se quedó amodorrado y después se durmiócompletamente. dejando caer el ci garrillo. Lo ayudamos a subir a suhabitación. Al día siguiente. por lamañana. parecía en perfecto estado.y se marchó a su casa. Pero cuando.dos horas más tarde. Sylvie y yo fuimos a buscarlo para ir a comer. estaba golpéandose contra los muebles.Al salir de La Coupo!e. aun habiendobebido muy poco . . se .tambaleaba.(. .. ) Se sentía vacío . no tenía ganasde trabajar por el momento. Ya continuación. m irándome ansioso y casiavergonzado dijo: - ¿No recobraré
• Simone de Beauvoir : La ceremonia deladiós I Conversaciones con Jean·Paul Sartre.Ed. Hermes. México. 1983.
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nunca la vista ? -Temo que no -lerespondí. Fue tan desgarrador queestuve llorando toda la noche. (pp.
17 Y 90)
El recuento cronológico que se nosofrece descubre a un Sart re absorbidotanto por la redacc ión de sus ensayos(los póstu mos) como por una intensaactiv idad polít ica - coronación. "necesaria" según creía. de su periodo inicial
más prop iamente filosófico-literario- .tanto por el gozo simple de la experiencia presente. inmediata . como por laspenosas calamidades del deterioro tí.sica. Para desarrollar más satisfactoriamente su trabaj o intelectual y su militancia política. Sartre recurr ió al usosistemático de estimulantes diversosque. sin emb argo , habrían de incrementar su extenuación física y acelerar violentamente su muerte " Sartre estabacansado . Un absceso en la boca . unaamenaza de gripe. Pero entrego jubilo- .samente a Gallimard. el 8 de octubre(de 1970) el eno rme manuscrito sobreFlaubert" . (p. 18) Enemigo de la pasiv idad -es decir. del fácil abandono a lacontingencia del mundo natural- . elcompañero de toda la vida de Simonede Beauvo ir no dejaba de "pensar contra sí mismo". de firmar manifiestos. deprotestar enérgicamente. de exhortar a .la lucha común. de reflexionar sobre elproblema polít ico que desde el puntode vista teór ico más le preocupaba : lafunción del intelectual en su sociedad("Hace cincuenta años -decía- que elpueblo y los intelectuales están separados; aho ra es necesario que los dossean uno solo " . p. 19). Pero el desencadenamiento fatal de la crisis traslucíacontradicciones anímicas. que tal vezno fueran en el fondo -es una hipótesis- sino rasgos oscuros de una fuertepersonalidad. en ocasiones curiosa- .mente enigmática. como cuando a lapregunta de Jane Friedman sobre quéera lo más importante en su vida respondió: No lo sé. Todo . Vivir. fumar.(p.124) Recuerdo eso porque me ayudaa decir que sus actitudes contrastabanconstantemente unas con otras . que suánimo oscilaba - según el momento'que viviera- entre la voluntad de autodeterminación y la resignación. entre elvacío y el humor. entre la indiferenCia yla vitalidad. entre la satisfacción por.elpasado y la relativa inconformidad conel presente. entre su apego a la vida ysu despreocupación por I~ muerte. Pre:
cisamente. interrogado sobre si experimentaba cierto temor a la muerte. con - .testó :' " - Sí. algunas veces. Los sábados por la tarde cuando tengo que ver aCastor (S. de B.) ya Sylv ie. me digo quesería estúpido sufr ir un accidente ," (.. .)" No había pensado en la muerte - comenta Simone de Beauvo ir-. sino . enrealidad. en verse privado de la velada " .(p. 48) Yen otra ocasión dec laró : " Hicelo que tenía que hacer .. . Escribí. viví.no me arrepiento de nada (. ,.) No tengoel sentimiento de la vejez (... ) Hay po cas cosas que me exciten, Estoy unpoco por enc ima de todo," (p.11 5)
Sartre. por otra parte . atravesaba porperiodos de dócil adaptab ilidad a lascircunstancias. como por otros de pro funda desesperación; en real idad . serestablecía temporalmente sobre elfondo implacable de su decadencia cor -
poral. Como observa Simone de Beau voir. " lo que Sartre tuvo de extraord inario y de desconcertante para su entornoes que. desde el fondo de los abismos.donde se le creía hundido para siempre.resurgía alegre. intacto." (p. 52)
Resulta particularmente interesanteel dramático conflicto entre el compromiso ideológico-ético-político y elpadecimiento de una enfermedad y unasenil idad irremediable. conflicto queplasman con fidelidad las minuciosasobservaciones de la autora del diario.Así. por ejemplo. cuando una espec ie deamnesia nubló temporalmente la memoria de Sartre haciéndolo divagar. frecuentemente manifestaba su inquietudpor cumplir a toda costa sus citas concertadas con ' obreros. ' compromisosque en verdad eran pura imag inería(responsabilidad moral como trasfondo
subconsciente de su decrepitud física).
No falta para el lector la comicidad:" , . . no había ninguna anomalía en sucerebro. Sin embargo. a veces . se le escapaban palabras extrañas. Una mañana. al darle la medicina. me dijo : -Esusted una buena esposa." (p. 88) Simone de Beauvo ir registra otro detalle curioso : " .. .Ie dije que habría que leer unaobra sobre Louise Colet. - Lo haré cuan do vuelva a París -me respondió. Después rectificó (pues justamente se encontraba en París. su lugar de trabajo) :-Cuando me instale en mi vida. " Ip .89) Su delirio de hombre relativamenteaislado del mundo exterior. por sus pro - .pias deficiencias fisiológicas. 16 ubica ba. pues. en una especie de periodo indefinido de vacaciones vacuas y tormentosas.
Pero Sartre eligió su muerte ; tuvo la
libertad de planearla y de elegirla -loque por supuesto es coherente con suñlosofía en general. con su ontologíadel hombre y de la libertad- y asimismo la acogió con una serenidad estoi ca. Anticamusiano en este punto. comoen otros muchos. "la rebeldía contra undestino que no podía modificar. le parecía vana" . (p. 164) Por su parte. Simone de Beauvoir . fiel a los principios sartrianos y a sus convicciones prop ias. nose hace ilusiones: " Su muerte nos separa. Mi muerte no nos unirá. Así es: yafue hermoso que nuestras vidas hayanpodido estar de acuerdo durante tantotiempo." (p. 168) Adiós orgullosamente ateo. Solidaridad desinteresada : fini ta pero total.
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Durante agosto-sept iembre de 1974. ycomo un recurso para distraerlo de laprofunda depresión en que lo sumía sufalta de visión. Simone de Beauvoir lepropuso a Sartre grabar unas conversaciones que. dedicadas a él. versaranfundamentalmente sobre literatura y filosofía. aunque sin descuidar tanto lapolítica como algunos aspectos de suvida privada. No puedo estar de acuerdo con Simone de Beauvoir en que lasconversaciones "no aporten revelaciones inesperadas de Sartre" ; a ella.quien mejor y más de cerca conoc ió aSartre. probablemente no. pero a quienes sólo han podido admirarlo a la lejanía se les revelarán perfiles recónditos eintimidades muy probableménte ignotas. Creo sinceramente que pocos serían quienes contestar ían afirmativamente (acertando) si se les preguntarasi Sartre acostumbraba tocar en transcripc ión al piano la célebre Sinfonía enRe menor de C. Franck (o bien. piezasde Bach y Chopin) o si boxeaba regular mente con sus alumnos de filosofíacuando impartía clases en Le Havre.por escoger ejemplos sencillos .
Los diálogos. cuya grabación seefectuó sobre el tumultoso fondo de lascampanas veraniegas de Roma primeroy sobre el murmullo sosegado del otoñoparisino después. resucitan la humanidad y el genio de Jean-Paul Sartre . Porsu parte . la inteligente interlocutora noretrocede ante lagunas o trazos confusos del razonamiento; reitera . acecha.cuestiona. incluso critica. de maneraque le queda al lector la grata impresiónde que las entrevistas están rigurosa-
RESEÑAS
mente selladas por el epígrafe de Aris tóteles: " Soy amigo de Platón. peromás lo soy de la verdad."
"No será. ni mucho menos. mi intención en lo que resta de esta nota pretender resumir del todo un material temático rico. var iado y frecuentementepreñado de complicaciones argumentativas. Las conversaciones -libres. despreocupadas. naturales y fluidas. comoes característico de la plática cotidiana- no sólo giran en torno de los librosque Sartre escribió sino también de losque no escribió (o no publicó. conservando borradores voluminosos) ; de loque Sartre pensó y dejó de pensar. Sólode paso recordaré -entre lo que dejaréde lado en el comentario- sus profundas consideraciones sobre el tiempo(tanto del tiempo como condic ión esencial de la existencia humana. como deltiempo literario. es decir. del flujo temporal que entraña el relato y que es profundamente hostil a toda descripciónque por su extens ión detiene el objetoque describe y al que es inherente latemporalidad. la acción); su contundente justificación filosófico-moral de supropio rechazo categórico del institucional y arbitrario Premio Nobel de Litera tura ; el interesante inventario de su tratoasiduo y su relación en diversos planoscon las mujeres; curiosidades como ladescripción de su relación subjetiva consigo mismo desde una perspectivafilosófico-vivencial o físico-moral. o. enfin. como sus observaciones acerca delalcohol y los estimu lantes como medioseficaces para desprender y desmenuzarlas ideas que en estado normal existíanya pero en una aglomeración indiferenciada y ambigua ("todo sin análisis").
Merecen destacarse . tal vez. conalgo más de 'detalle. las opiniones deSartre con respecto a otros temas dediscusión. Las Conversaciones t ienen.desde el punto de vista meramentebiográfico-documental. la doble ventajasobre Las palabras (esbozo autobiográfico escrito por Sartre en 1964) de. poruna parte . sacrificar el esmero en el estilo literario -preocupación central deSartre en Les mots- por una información más directa y precisa -ademásdecomplementaria-. y. por otra parte. dehaberse realizado diez años despuésque la obra citada. Diez años después.cuando seguramente Sartre había renovado un poco su postura frente a unaproblemática diversa . Porque una cons-
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tante de la trayectoria de Sartre comopensador y como hombre fue la de reincidir con un espíritu crítico y tenaz sobre sus propias teorías ; el hábito teórico de revalorar y recuest ionar sus propias ideas. Justamente. las Conversaciones ilum inan. de costado pero enfocando con precis ión telescópica. eltránsito de Sartre por distintas épocasde su mentalidad y sus intereses.
El " primer" Jean-Paul Sartre expresaba su anhelo de llegar a ser " Spinozay Stendhal a la vez" . No por un lado unfilósofo y por otro un escritor. sino unasola y misma cosa. porque precisamente Sartre encontraba en la filosofía elvasto conoc imiento del mundo. la ciencia. el instrumento con el que daría fondo a su literatura :
. .. .pensaba que si me especializabaen filosofía . conocería el mundo entero del que debería hablar en la literatura . Era. por decirlo así. la mate- oria. (. .. ) Sí; un escritor debía ser unfilósofo. A partir del momento enque supe qué era la filosofía. me pareció normal exigírsela a un escritor.(. .. ) Lo que tenía que decir. era elmundo . Como todos los escritores.creo. Un escritor sólo tiene un tema :el mundo. (. .. ) No hay duda de queel tema de La náusea. ante todo. esel mundo. (pp. 184. 185. 267)
Desde sus primeras composicionesliterarias. se dejaba traslucir un contenido filosófico que era lo verdaderamente importante. lo sustancial. el sostén del relato. "En el fondo-dice encierto momento Sartre- . mi críticabuscaba la metafísica que había en unaobra a través de la técnica . Y cuandohabía encontrado esa metafísica. entonces. me sentía contento. Realmenteposeía la total idad de la obra." (p. 272)Ésteera además. según Sartre. el senti do y la tarea auténtica de la crit ica literaria: dejar entrever los métodos. lastécnicas del autor. que a su vez descubrirían la metafís ica de su obra. El mundo -objeto de la filosofía. "ser metafísico" - habría de ser rescatado del fondomás recóndito del relato ; es el trasfon- .do argumentativo. la totalidad subyacente al movimiento de los personajesy de sus situaciones. (Esto vale tantopara las obras sartr ianas del primer periodo como para las correspondientesal periodo más señaladamente políticode la literatura ideológicamente corn-
prometida.) En este sentido técnicodebe posiblemente entenderse la afi ción de Sartre por las novelas policia cas y las narraciones épicas y de aventuras. cuyo esencial valor de acción . ycuyo arraigado carácter situacionalpero a la vez cosmopolita. lo dispon drían estilísticamente para comprenderlas tlimensiones de la novela realista ypara hablar en ella de el mundo entero .buscando afanosamente. a través de lahistoria. la verdad cósmica . " Procuré
• comprender -declaraba Sartre- loque era un verdadero ambiente. con lasverdaderas relaciones que las personastienen entre sí. es decir. reaccionando oresignándose : eso lo ignoraba." (p.184)
y por lo que se refiere al problema dela verdad del mundo. resulta curiosa mente paradójico que el filósofo francés se esforzara más. como él mismo loconfiesa. por conocer esa verdad experimentando con el lenguaje -que refle ja la realidad-. que contemplando directamente la realidad misma : "Combinando palabras. obtendría cosas reales" (p. 186). decía tranqu ilamente.Singularmente paradójico. porque setrata del mismo Sartre que degradabael significado de las imágenes poét icas-al cons iderar la imaginación como unrecurso secundario del pensamientoy que manifestaba su desinterés por labelleza como atributo literario; el mismo. sin embargo. que. como puedeapreciarse por la breve frase antes citada. taladraba palabras mágicas. operando casi a la manera surrealista. paraobtener sorpresivamente un productofilosófico : la verdad del mundo . Por supuesto que existen excepciones conrespecto a la ut ilización de este orig inalmétodo de trabajo: el teatro -cuyo carácter vital. siempre fresco y actual.obligaba a Sartre a elaborar y madurarmentalmente extensos argumentosque rondaban largo tiempo en su cabezaantes de ser registrados por escritoy el ensayo -que. para ser conceb idopor vía simple. exige rigor. manejo correcto y natural de una cierta term inología básica . buena factura formal ; lascomplacencias retóricas al redactar unensayo de aspiraciones filosóficas sobrepasan el límite de la corrección estilística y van en detrimento del rigor y lacalidad del ensayo: "S. de 8 : ¿Yen quéconsiste para usted la elegancia de unensayo? J- P.S: Oh. en unas ideas muy
cartesianas: soltura. claridad. necesidad". (p. 273)
También despierta la sensación deparadojicidad -paradojicidad del destino el extracto de diálogo que sigue: "S .de B: Brevemente. si algu ien le dijera :"Usted es un gran escritor. pero. comofilósofo. no me convence " . lo preferiríaa otro que le dijera : " Su filosofía es formidable. pero como escritor es ustedun rollo" . J - P.S: Prefiero la primerahipótesis. (p. 208) Contra la voluntadde Sartre. pero como él mismo parecíapredecirlo (cf. p. 221). su nombre generalmente remite antes. y preeminentemente. a una importante personalidadfilosófica. que a un novelista y autordramático peculiar.
No obstante. la subordinación de lafilosofía a la literatura a manera demero ingrediente de fondo parece felizmente disolverse . encontrando ampl iacompensación en la frase: " La filosofíaes la unidad de lo que hago." (p. 38)Así. aun cuando el tráns ito de El ser y lanada a la Crítica de la razón dialécticaconlleve serias modificaciones teóricometodológicas -tal vez en esencia reductibles a algo tan distintivo y determinante como la asunción de un modode pensar dialéctico-. el marco dela acción de Sartre continuó siendo lafilosofía. Pruebas de esto son ciertasconstantes de su vida y obra. como lasensación de que la violencia regía lasrelaciones interpersonales. o como laidea de la contingencia esencial delmundo (cuyo gestación vívida describeSartre. de manera fascinante. como lahonda impresión del contraste entre eldesarrollo inexorable. fatal. necesario deuna película cinematográfica y la arbitrariedad cotidiana de lo real: " Era la necesidad de las películas la que me hacíasentir. a la salida. que no había necesidad en la calle" (p. 189). o como la ideade libertad. Auroirnponiéndose la cond ición previa y necesaria de observar (quequiere decir no descuidar) estas constantes en aras de un mejoramiento doctrinal. Sartre buscaba la conciliación entre el existencialismo y el marxismo. entre lamoral y la política :
S. de B: A partir de 1952. se pusoa leer muchísimo sobre el marxismo.y la filosofía se conv irt ió (.. .) en algopolítico . J-P.S: Sí. Para Marx. lafilosofía debe ser suprimida. Yo no loveía de ese modo . Veía la filosofíapersistiendo en la ciudad futura.
Aunque es cierto que me refería a lafilosofía marxista . (p. 229)
Especialmente significativa es la gé-nesis del segundo concepto sartrianode libertad. La acumulación de experiencias. cuyo asentimiento modificapaulatinamente las ideas. condujo aSartre a cambiar su antigua aversiónhacia la humanidad por un abierto altruísmo y un filantropismo extremo. amudar el dicho " el infierno son losotros" de A puerta cerrada por el " Nosotros" de Socialismo y libertad. su ori ginaria "estét ica de oposición" (anhelode una política irreal afincado en el placer de encontrar el mundo detestable)por un cierto socialismo (distinto delsoviét ico y cercano al pract icado por losmaoístas). su pasajero ideal de supervivencia literaria por la necesidad delmensaje presente e inmediato (" . . .laposteridad se convirtió en una especiede cosquilleo. en una vaga fosforescencia que acompañaba siempre lo que escribía esencialmente para mis lectoresde hoy" (p. 2271. su individualismoarraigado. en suma. en una conc ienciade clase. Determinante en esta conversión ideológica -que implica. en su núcleo. la reformulación crítica de la noción de libertad humana- fue la guerramundial y la opresión nazi que lo involucraron coartándole radicalmente lalibertad individual. Este hecho fundamental proyectó sin más su libertadpropia hacia la de los otros y le abrióbrutalmente la dimensión históricopolítica-situacional en que se hallabainmersa su subjetividad.
. . ,Me convertí en socialista en aquella época -recordaba Sartre-o Poruna parte. porque nuestra vida de prisioneros. en general. era un tr iste socialismo. pero era una vida cot idiana.una comunidad. No había dinero. lacomida era distribuida (... ) Vivíamosen grupo. apiñados . nos tocábamostodo el tiempo y recuerdo haber escrito que. en mi primer día de libertad en París. quedé extrañad~ al vera la gente sentada en un café a talesdistancias. Aquello me parecía unespacio desperdiciado. (pp. 487 Y485)
De una inicial concepción estoica dela libertad -que establecía la libertadabsoluta e incondicional. por naturale za. del ser humano- . Sartre pasó a ad-
Luis Ignacio Helguera
... Manuel Altolaguirre : Poesías completli;.Cátedra . M adr id . 1982. 399 pp.
ALTOLAGUIRRE,LECTOR DE SÍ MISMO
el infi nito. y el hombre enfrentadocon ella ten dría que trabajar para sat isfacerla. Se t rata siempre. pues . deuna relació n consigo mismo. de unarelación absurda consigo mismo.pero inmensa y exigente. Esa relación es la que hay que suprimir. porque no es una relación auténtica. Laverd adera relación es la que se establece con lo que somos. no con loque vagamente hemos construido anuestra semejanza. ( oo . ) Yo no necesito a Dios para amar a mi prójimo,Es una relación directa de hombre ahombre. no tengo necesidad algunade pasar por el infinito. (p. 549)
ss $ ss, SSSSSS$SSS %
De todos los poetas de la generacióndel 27 . Manuel Altolagu irre es probablemente. junto' con Emilio Prados.quien menos atención ha recibido porparte de la críti ca. No se trata . por supuesto. de un hecho casual ; entre loshistoriador es de la lite ratura españolacontemporánea desde hace t iempo prevalece la idea de que Altolaguirre es.efect ivamente. un " poeta menor" . Sinembargo. el poeta ha ten ido sus defensores. algun os de ellos muy distinguidos. La defensa hecha por Luis Cernudafue part icularmente apasionada. ParaCernuda . Altolaguirre era otra víctimamás del fanatismo y la ignorancia desus com patri ot as. qu ienes. por razonesde baja polít ica literaria. habían callado"al poeta admirable que en él hubo"(cf.su poema " Supervivencias tr ibales enel med io literario" ). Pero. a pesar de to - 'do. Cernud a confi aba en que los lectores del futuro repararían la injusticia.Así. en sus Estudios sobre poesía española . llegó a predec ir "el encuentro maravillado" que algunos lectores venideros hab rían de expe rimentar al enfrentarse con los versos de este poeta . ¿Se •equivocaba con respecto al valor deesta obra? ¿Era exagerada su fe en lasgeneraciones ven ideras? Ahora . después de más de veinticinco años desdeque Cernuda hizo esta profecía . el tiern-
Dios es una imagen prefabricada delhombre. el hombre multiplicado por
saparecer. pero son los elementosque constituyen la felicidad. ( oo .) Lamuerte. sin embargo. como algo serio que aparece en un momentodado y que yo espero. no me causamiedo y me parece natural. Natural.en oposición al conjunto de mi vidaque ha sido cultural. En últ ima instancia. ·es la vuelta a la naturaleza yla afirmación de que yo era naturaleza (pp. 524 y 534)
Estas intuiciones simples y transparentes son el fruto de un largo recorridopor el problema religioso. cuyo puntode partida fue la germinación instantánea de la voluntad ateísta . nacida de unincidente trivial de la infancia. y cuyaculminación doctrinal sería una fort if i cación formal. del mismo ateísmo inic ial.que superó un sesgo idealista para enclavarse en uno materialista ."J - P.S: . . .10 que me parecía eraque una gran filosofía atea . realmenteatea. faltaba en la f ilosofía . Uno debíaesforzarse en trabajar en esa dirección .S. de B: Es decir. en resumen. que usted quería hacer una filosofía del hombre. J ':'-P.S: Sí. hacer una filosofíadel hombre en un mundo material " . (p.539) Pero a Sartre -y este es un puntomuy interesante- le parecía inevitable.yen cierto sentido positiva. la interpolación de ciertas sem illas o elementos dela idea de Dios que residen en el hombre "aun si no se cree en Dios ( ... ) yque nos hacen ver el mundo con aspectos divinos" . (p. 541) Por eso. argu menta Sartre. podemos tener la impresión favorable de no habitar .el mundopor mera casualidad. sino para cumplirun elevado cometido moral. y construirteóricamente. así. una ética de la responsabilidad y de la libertad. donde lasnociones divinas de bien y mal se inscr iban en el rango de relativos absolutos: de este modo elude Sartre elrelativismo moral que suele acechar atodo ateísmo. Estas conclusiones co-
, munican naturalmente -rasgo de todopensamiento un~orme y sistemáticocon las de las conversaciones prece dentes. cuando Sartre señala como primera desalienación necesaria del hombre -aunque sea sólo parcial- la deabandonar la esperanza en Dios paravolver la mirada al semblante de losotros.
J - P.S: Cualquier cosa. Un hermoso cielo mat inal : entonces contemplo las cosas bajo el cielo y hayun momento de perfecta satisfacción : las cosas están ahí. bajo el cielo. que yo contemplo; soy únicamente eso. algu ien que contempla el cielo al amanecer. S. de B: ¿Y la música -a usted le gusta mucho lamúsica- le produce casi -el mismoestado (de inmediatez placentera).algunas veces? J-P.S: Sí. si nosoy quien la interpreta. (... ) Son. siusted quiere. relaciones con la fel icidad. No es ciertamente la felicidad.porque son instantes que van a de-
No es admis ible ni concebible -nosdeja dicho Sartre- que un hombresea libre si otros no lo son . Si la liber tad es negada a los otros. deja de seruna libertad. Si los hombres no respetan la libertad ajena. la libertadque alumbró en ellos es destruida inmediatamente. (. . .) Pensé que la libertad podía aniquilarse en ciertascircunstancias y podía unir a loshombres entre sí. en el sentido deque cada uno. para ser libre. necesitade la libertad de todos. (pp. 448 449)
Las últ imas conversaciones estándestinadas al tratamiento de una temát ica que podría calificarse más bien demetafísica -e inclusive de ¿"teológica"? - . en tanto 'que diversas cuestiones relat ivas a Dios. a la vida. a la muerte. se pasean de una voz a otra. pero invariablemente devueltas por la de Sartre bajo la forma de réplicas originales ysut iles. En esta sección final. Sartre expresa su intensa adhesión humana a lavida presente -de la que el pasado noes sino una especie de sombra turbia ysuspendida que sólo por instantes seman ifiesta. por fuerza propia. en la vidapresente. en forma de recuerdos- .pero como no contrapuesta forzosa mente a la tranqu ila e indiferente recepción que de antemano le tiene preparada a la muerte :
mitir la idea de una libertad naturalmente relativa. condicionada fuertemente por motivos ideológicos y políticos. para propugnar sobre ella una lucha política cuyo fin sería la orientaciónde la soc iedad rumbo a una libertad colectiva que. siendo tal. no obstante. nosupr im iera la libertad individual.
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