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Características productivas y familiares de las explotaciones inversoras en
la producción de vacuno en Galicia *
Francisco Sineiro García, Bernardo Valdês Paços, Edelmiro López IglesiasDepartamento Economía Aplicada
Universidad de Santiago de Compostela
RESUMENSe analizan los datos de una encuesta realizada a unas 1.750 explotaciones de
vacuno sobre sus características productivas, de equipamiento y familiares. Elevando susresultados al conjunto de las explotaciones gallegas de vacuno, el 29,2% de ellas realizaninversiones por un importe equivalente al 32,0% de la producción final de leche y carnede vacuno. Las inversiones más frecuentes son la compra de maquinaria, seguidas por lasconstrucciones, tierras, cuotas y ganado reproductor.
Las explotaciones inversoras están más orientadas a la producción de leche,tienen un mayor tamaño y equipamiento, así como un titular más joven y unas mayoresperspectivas de sucesión.
Se ha realizado una clasificación de las explotaciones inversoras por medio de unanálisis de componentes principales y de conglomerados de medias utilizando lascoordenadas de los factores principales. Se han determinado cinco grupos, de los que dosson muy reducidos al agrupar tan sólo al 2,6% de las explotaciones, que se diferencian enel tamaño productivo, el nivel de intensificación, el tamaño familiar y la orientaciónproductiva.
El grupo más numeroso que comprende al 64,2% de las explotaciones estáorientado a la producción de leche con 19 vacas sobre una SAU de 12,2 ha, realizandouna inversión de 1,6 millones de pesetas. Tienen a su frente a un titular de 47 años, queparece realizar sus inversiones con base a una fuerte contención del gasto familiar paramejorar las condiciones de viabilidad de sus explotaciones ante la carencia de otrosingresos debido al reducido número de personas con otra actividad económica.
Se realiza una estimación del nivel de apoyo público en la realización de estasinversiones, que resulta ser equivalente al 16% de ellas.
Palabras clave: Explotaciones vacuno, inversiones, características productivas,características familiares.
[email protected]@[email protected]
* Este trabajo se inserta dentro del proyecto de investigación “As explotacións de vacún en Galicia:dinámica productiva e contribución á diversificación de rendas da política comunitaria dedesenvolvemento rural”, financiado por la Secretaría Xeral de Investigación e Desenvolvemento de laXunta de Galicia (Programa de Estudios Socioeconómicos y Jurídicos, convocatoria de 2000) y con unaduración de tres años (2000-2002).
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Características productivas y familiares de las explotaciones inversoras en
la producción de vacuno en Galicia *
1. INTRODUCCIÓN
Una de las mayores lagunas que se detectan en la información estadística relativa
al sector agrario gallego1 es la carencia de datos sobre la Formación Bruta de Capital Fijo
(FBCF). En este aspecto el MAPA no ha vuelto a publicar ninguna información desde
1979, y para cubrir ese vacío tan sólo contamos con las estimaciones elaboradas por la
Fundación BBV, referidas a la inversión bruta privada y la evolución del stock de capital
fijo privado de la agricultura (BBV, 1996)2.
Ese panorama hace que tengan un notable interés los datos que sobre el particular
viene recogiendo el Instituto Galego de Estatística (IGE) en su Encuesta de explotaciones
de vacuno (o Encuesta de bovino). En concreto, después de que hayan sido publicados
recientemente los resultados de 1997, contamos ya en este aspecto con una serie para el
período 1992-1997 (IGE, 1996, 1998, 2000). Estos datos no se refieren exactamente a la
FBCF privada, sino al total de inversiones o desembolsos realizados por las
explotaciones en la compra de bienes de capital fijo (incluyendo la adquisición de
* Este trabajo se inserta dentro del proyecto de investigación “As explotacións de vacún en Galicia:dinámica productiva e contribución á diversificación de rendas da política comunitaria dedesenvolvemento rural”, financiado por la Secretaría Xeral de Investigación e Desenvolvemento de laXunta de Galicia (Programa de Estudios Socioeconómicos y Jurídicos, convocatoria de 2000) y con unaduración de tres años (2000-2002).1 Con matices esto es aplicable también para el conjunto de España.2 Un análisis de esos datos para el sector agrario gallego puede encontrarse en López Iglesias, E. (2000).
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tierras). Y, por otro lado, deben ser tomados con cierta cautela, puesto que proceden de
la información suministrada por los propios ganaderos. Pero, a pesar de todo, permiten
efectuar una aproximación a la dinámica reciente de las inversiones en lo que constituye
el segmento básico del sector agrario en Galicia y aquél en el que se ha venido
concentrando la actividad inversora del sector: las explotaciones con ganado bovino.
En efecto, las explotaciones de vacuno conforman el núcleo productivo de la
agricultura gallega, siendo esta situación en gran parte común a las restantes
Comunidades de la Cornisa Cantábrica y las zonas de montaña próximas. Así, las
producciones bovinas (leche y carne) aportan el 45,5% de la Producción Final Agraria en
Galicia, elevándose este porcentaje hasta el 64,0% para el resto de la Cornisa3 (MAPA,
1999). La leche es la principal producción de la agricultura gallega con el 32,5% de la
PFA, seguida de lejos por la carne y ganado vacuno con el 13,0% (CA, 2000); lo que se
explica por la mayor especialización y censo de vacas de leche y la venta de terneros
jóvenes, en especial los procedentes de las vacas lecheras, para su cebo en otras zonas
del Este y Centro de España.
Las 82 mil explotaciones con ganado vacuno contabilizadas por la Encuesta sobre
la Estructura de las Explotaciones Agrarias de 1997 equivalen al 71,5% del total (INE,
2000). Las explotaciones gallegas especializadas en vacuno de leche, carne o mixtas, que
están incluídas en las orientaciones técnico-económicas 41, 42 y 43 de la Encuesta de
Estructuras de 1997, comprenden el 32,9% de las explotaciones, gestionando el 53,6%
de la SAU y aportando el 59,4% del Margen Bruto Total. De ahí su importancia en los
tres ámbitos económico, social y ambiental en la gestión del territorio.
3 Asturias, Cantabria y País Vasco.
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Las explotaciones de vacuno han experimentado aquí un intenso proceso de
reestructuración, en especial en las dos últimas décadas, con una fuerte desaparición de
unidades productivas y un incremento del tamaño de buena parte de las explotaciones
supervivientes. En concreto, su número se redujo a una tasa anual del –2,2% entre 1962
y 1982, elevándose esa tasa hasta el –5,2% entre 1982 y 1997 (INE, 1965, 1985, 2000).
Aunque el número de vacas por explotación se incrementó a unas tasas anuales del 2,6%
y 6,5% para esos mismos períodos, este tamaño medio sigue siendo muy reducido con
sólo 8,5 vacas/ explotación (INE, 2000), estando limitado por los derechos de
producción y por la reducida base territorial de las explotaciones.
Buena parte de las explotaciones bovinas han mejorado su estructura productiva
en las dos últimas décadas mediante los programas de apoyo a las inversiones (en las
diversas partidas de capital fijo excepto la compra de tierras) que fueron inicialmente
establecidos a comienzos de la década de los ochenta con el Reglamento Estructural de la
Producción Lechera y el de mejora de la ganadería extensiva, y han sido continuados
mediante la aplicación del Reglamento CEE 797/85 y subsiguientes de “mejora de la
eficacia de las estructuras agrarias”. A estas inversiones se han añadido en los últimos
años las relativas a la adquisición de derechos de producción (cuota) de leche y primas de
vacas nodrizas. En concreto, las explotaciones de vacuno absorbían el 87,3% de los
planes de mejora aprobados en Galicia en los años 1989-1991 y el 90,4% de su inversión
(CA, 1992).
La fuente manejada en este trabajo (la citada encuesta del IGE) confirma el
elevado dinamismo inversor que estas explotaciones han mantenido durante la década de
los 90. Concretamente:
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-El número de explotaciones bovinas que realizaron alguna inversión en bienes de
capital fijo (incluída la tierra) osciló en los años 1992-1996 entre las 20,8 y las 26,7 mil,
con una ligera tendencia decreciente en sintonía con la progresiva reducción de las
unidades productivas del sector. Ello implica un porcentaje sobre el total de
explotaciones que varía según los años entre el 22% y el 27%, con una media del 23,9%.
En definitiva, el porcentaje anual de unidades que invierten se sitúa alrededor del 25%
(IGE, 1996, 1998; IDEGA, 1999).
-La cuantía global de las inversiones presenta, por su parte, una tendencia
creciente. Tendencia creciente en cifras absolutas (de unos 20 mil millones de pesetas en
1992 a algo más de 30 mil en 1996); y también en relación con el valor de la producción
final de leche y carne de vacuno: este ratio (inversiones/ valor de la PF), que ofrece una
aproximación grosera a la tasa o esfuerzo inversor, supera en todos los años el 21% y
tiende a elevarse ligeramente (IDEGA, 1999).
Las explotaciones con vacas de leche y carne, en especial éstas últimas, están
incluidas en el grupo de explotaciones con los valores más reducidos en la rotación de su
capital fijo, debido a unas mayores inversiones por unidad de producto y a la longitud de
su ciclo (Hulot et al, 1990). Por ello la adecuada planificación y selección de inversiones
juega un papel relevante en la competitividad y viabilidad de estas explotaciones.
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Teniendo como fondo ese contexto, el objetivo de esta comunicación es
profundizar en el estudio de la actividad inversora de esas explotaciones, examinando los
tipos de inversiones realizadas y las características productivas y familiares de las
unidades que las llevan a cabo. Todo ello en base a una explotación original de los datos
de la mencionada Encuesta correspondientes a 1997.
2. METODOLOGÍA
La base del análisis está constituída por los datos de las 1.793 explotaciones
incluídas en la Encuesta de Bovino de 1997 realizada por el IGE; datos cedidos para su
explotación en el proyecto de investigación en el que se inserta este trabajo4. El universo
de la encuesta es el conjunto de las explotaciones de bovino que cuentan al menos con
una vaca, siendo el marco de muestreo el directorio de la campaña de saneamiento
ganadero de la Consellería de Agricultura. Partiendo de ese universo, se realiza una
estratificación por tipos de explotaciones según la clase de ganado dominante (vacas de
leche, vacas de carne o cebo) y por intervalos de tamaño -número de animales-; fijándose
la dimensión de la muestra con el objetivo de tener un error máximo de muestreo del
1,0% en el número total de vacas. Esto hace que en la muestra exista una presencia de las
explotaciones de mayor tamaño superior a su peso en el conjunto5.
La fecha de referencia de la información es el 1 de diciembre, excepto para las
inversiones donde fue el año 1997, incluyéndose además una previsión de las que las
explotaciones tenían pensado realizar al año siguiente; finalmente, los datos sobre la
4 Ver la nota inicial.5 Por lo que los resultados directos (sin proceder a la correspondiente elevación estadística) no sonexactamente representativos del conjunto.
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producción de leche y la cuota disponible corresponden al año 1996, y las previsiones de
evolución del rebaño a los seis meses siguientes.
Las variables que hemos seleccionado para el análisis se refieren a:
-el rebaño y la superficie
-establo, instalaciones y maquinaria
-las inversiones realizadas en 1997: importe por tipos (tierra, construcciones,
maquinaria, ganado reproductor y cuota de leche)
-la familia: edad del titular, otros miembros de la familia con más de 16 años, número de
personas con otra actividad, en alta en la Seguridad Social o perceptoras de pensión, así
como las perspectivas de sucesión.
De la muestra inicial de 1.793 explotaciones se han eliminado las 43 que en el
momento de la recogida de la información no tenían vacas, quedando 1.750 que se han
clasificado en dos grupos según que hubiesen o no realizado inversiones en el año 1997.
Para las explotaciones inversoras, que ascendían a 746, se ha realizado un análisis
estadístico multivariante por medio del paquete estadístico SPSS 9.0 para Windows.
En primer lugar se ha utilizado el análisis de componentes principales sobre un
total de 17 variables, que ha permitido encontrar cuatro factores, con autovalores
superiores a la unidad, que explican el 72,4% de la varianza. Después se ha realizado un
análisis de conglomerados de medias, que clasifica las explotaciones en grupos disjuntos,
usando sus coordenadas para esos cuatro factores. Finalmente se han establecido los
indicadores medios de las variables de rebaño, superficie, producción de leche,
inversiones y características familiares para cada grupo, comprobando las diferencias
entre grupos mediante un análisis de varianza de un factor.
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3. RESULTADOS Y DISCUSION
3.1. Características generales de las inversiones: volumen y composición
Aunque el análisis de los resultados se ha realizado para el conjunto de la
muestra, sin estratificar por tamaños, comenzamos presentando los datos globales
corregidos por los correspondientes coeficientes de elevación, según el peso relativo de
cada tipo de explotación (leche o carne) y estrato de tamaño en el censo de la campaña de
saneamiento de 1996, al objeto de indicar la importancia relativa de las unidades
inversoras (cuadro 1).
Cuadro 1. Distribución de las explotaciones inversoras y el volumen de inversiones porestratos de tamaño
Tamaño (nºde vacas) 1 -9 10-19 >=20 TotalTotal de explotaciones (%) 71,2 18,3 10,5 100,0% de explotaciones inversoras 18,6 51,8 61,0 29,2Inversión/ explot. (miles depts)
619 1.820 3.339 1.610
Inversion total (millones depts)
6.865 14.520 18.023 39.408
Inversión total (distribución en%)
17,4 36,8 45,8 100,0
Fuente: Elaboración propia a partir de IGE (2000)
De acuerdo con estos datos el 29,2% de las explotaciones realizaron alguna
inversión en 1997, con un valor medio de 1,61millones de pesetas, elevándose el importe
total a 39.408 millones. Las inversiones están concentradas en las explotaciones de
mayor tamaño. Así, las que poseen más de 20 vacas, que equivalen sólo al 10,5% del
total, realizan el 45,8% de la inversión; en este estrato efectuaron alguna inversión el
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61,0% de las unidades productivas, con una cuantía media de 3,34 millones de pesetas.
Pero en el otro extremo existe también un 18,6% de las explotaciones con menos de 10
vacas que invierten una media de 0,62 millones (cuadro 1). El volumen global de
inversiones del sector equivale al 32,0% del valor de la producción final de leche y carne
de vacuno, continuando de este modo ese ratio en niveles similares o superiores a los de
los últimos años (en el período 1992-1996 este índice osciló entre el 21,1% y el 31,3%,
alcanzando un valor medio del 24,7%) (IDEGA, 1999).
Cuadro 2 . Distribución de las explotaciones inversoras según el volumen de inversión6
Inversión(millones pts.)
% explotaciones % inversiones Inversión media(millones pts.)
<1 43,2 6,3 0,4071 a 2 16,5 8,3 1,3872 a 4 18,4 19,2 2,8954 a 6 12,1 21,3 4,8906 a 10 7,0 19,1 7,60310 a 14 3,6 15,1 11,536>=14 1,7 10,7 17,016total 100,0 100,0 2,612
La explotación inversora media realiza 1,6 tipos de inversión, habiendo un 9,1%
con tres o más que concentran el 24,2% de las sumas invertidas (cuadro 3). La más
frecuente es la adquisición de maquinaria, que efectúa el 56,6% de las explotaciones y
absorbe el 39,8% del importe; seguida por la compra de ganado reproductor, realizada
por el 41,7% de las unidades pero con sólo el 11,3% de la inversión (cuadro 3). Por el
contrario, la adquisición de tierras es la menos frecuente, pero alcanza el mayor volumen
medio con 2,7 millones. La adquisición de derechos de producción de leche (cuota), a
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pesar de ser un capítulo nuevo que comenzó a desarrollarse a partir de 1994 al desligarse
en la práctica la compra de cuota de la transferencia de la explotación, representa ya el
12,8% de las inversiones habiendo sido efecuada por el 20,2% de las unidades
inversoras. Por otro lado, esta rúbrica muestra una fuerte expansión en los años
recientes, de tal modo que la inversión de 1997 multiplica por 2,2 la de 1995 (IGE, 1998,
2000).
Cuadro 3. Distribución de las inversiones por tipos
% de lasexplotaciones
inversoras
% del totalde
inversiones
inversión media en cadacapítulo
(millones pts/ explot.)maquinaria 56,6 39,8 1,838construcciones 23,1 18,4 2,081ganado 41,7 11,3 0,711cuota 20,2 12,8 1,651tierra 16,9 17,7 2,734total 158,4 100,0con >= 3 tipos 9,1 24,2
En relación con la composición de las inversiones, conviene apuntar algunas notas
adicionales:
-Examinando su evolución en el período 1992-1997 se observa una constante: el
mantenimiento siempre en un destacado primer lugar de las compras de maquinaria, que
aborben en todos los años el 40% o más de las sumas invertidas. Del mismo modo,
tiende a mantenerse estable en conjunto el porcentaje correspondiente a las
construcciones (en torno al 20%). En los restantes capítulos, en cambio, se constatan
modificaciones significativas, con dos fenómenos a resaltar: la progresiva pérdida de
6 Todos los cuadros que figuran a continuación son de elaboración propia a partir de los datos de la
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importancia de las compras de ganado; y el peso creciente de las inversiones en cuota
láctea y también -con menor claridad- en tierras (IDEGA, 1999, pp. 97-99).
-El otro hecho a destacar son las diferencias que presenta esa composición según el
tamaño de las unidades productivas (IDEGA, 1999, pp. 100-101):
• Las explotaciones de mayor dimensión (por encima de las 20 vacas) priorizan
en mayor medida los capítulos de construcciones, otra maquinaria (distinta de
los tractores) y compra de cuota (por lo que parecen ser las más beneficiadas
por la reasignación de cuota efectuada vía mercado).
• En el extremo contrario, las más pequeñas (menores de 10 vacas) destacan por
su acento relativo en la compra de tractores (dotación de maquinaria básica) y
tierras (ampliación de una base territorial en general muy reducida).
• Por último, en el estrato intermedio (10-19 vacas) es donde recibe mayor
atención el incremento o mejora de la cabaña ganadera (compra de ganado).
Al margen de la racionalidad global de las inversiones del sector, cuestión en la
que no vamos a extendernos aquí7, esas diferencias ponen claramente de manifiesto a
nuestro entender los distintos estadios de desarrollo en el que están los diversos
segmentos de explotaciones, y las diferencias consiguientes en sus prioridades. Pudiendo
considerarse éstas bastante lógicas o racionales.
3.2. Diferencias entre las explotaciones inversoras y no inversoras
muestra citada.7 Pero no podemos dejar de señalar el sobreequipamiento en ciertos tipos de maquinaria que presentaglobalmente la agricultura gallega, y la baja productividad que registra en conjunto el capital fijo delsector. Lo que lleva a cuestionar los resultados del elevado esfuerzo inversor que están realizando lasexplotaciones, en particular (como se ilustra en este trabajo) en las ramas bovinas. Sobre este tema
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Se han analizado las diferencias existentes entre las explotaciones inversoras y el
resto para varias caracerísticas productivas, de equipamiento y familiares. El análisis
muestra que las explotaciones inversoras tienen una mayor superficie y tamaño del
rebaño, superando en 7,6 hectáreas y 14,3 vacas a las no inversoras; así como una mayor
especialización láctea y una tendencia más expansiva del número de animales (cuadro 4).
Cuadro 4. Superficie y rebaño de las explotaciones
Superficie/expl. (has.)
Vacas/ explotación Evolución rebaño(% de las explotaciones)
Total SAU leche carne aumentan reduceninversoras 23,1 17,5 21,5 4,9 56,3 2,9no inversoras 15,5 10,1 7,9 4,2 24,7 18,3
Esas explotaciones cuentan también con una mayor dotación de maquinaria de
recolección de forrajes y en su inmensa mayoría han reformado el establo, mientras que
el 37,2% de las no inversoras mantienen un establo tradicional (cuadro 5).
Cuadro 5. Maquinaria y establo (% de las explotaciones que cuentan con cada tipo deequipamiento)
Maquinaria EstabloTractor
Recol.forraje tradicional reformado
inversoras 95,2 74,1 11,1 88,9no inversoras 83,1 49,0 37,2 62,8
Las explotaciones inversoras difieren así mismo en la edad del titular, que es 6,4
años más joven, y en la mayor proporción de ellas que, teniendo un titular de 55 o más
años, manifiestan contar con sucesión asegurada (cuadro 6). Por el contrario, no se
consultar López Iglesias, E. (2000).
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encuentran diferencias significativas en otras características familiares, como el tamaño,
el número de miembros con otra actividad o la cifra de pensionistas.
Cuadro 6. Tamaño de la familia, edad del titular y perspectivas de sucesión
Tamaño de lafamilia
Edad mediadel titular
Titular >=55 años
(nº de personas) (años) % del total deexplotaciones
% con sucesión
Inversoras 2,5 46,5 26,4 44,7No inversoras 2,4 52,9 49,0 20,9
El 81,4% de las explotaciones inversoras son de leche, registrando además éstas
una mayor inversión media; mientras que en el resto ese porcentaje desciende al 59,1%
(cuadro 7). Dentro de las explotaciones lácteas existen diferencias en la producción y el
equipamiento, de tal modo que las inversoras cuentan con una producción que duplica la
de aquéllas que no han realizado inversiones. Además parecen disponer de un mejor nivel
tecnológico, del que pueden ser indicativos la mayor proporción de explotaciones con
control de mamitis o que pertenecen a un núcleo de control de la producción (cuadro 8).
Cuadro 7 . Explotaciones inversoras por orientaciones productivas (leche y carne);rebaño medio y cuantía de la inversión
Total vacas Vacas leche %explotaciones
Inversión media(millones pts)
InversorasExplot.leche 27,1 26,3 81,4 2,781Explot.carne 23,4 0,8 18,6 1,873No inversorasExplot.leche 13,6 13,2 59,1Explot.carne 9,9 0,1 40,9
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Cuadro 8. Producción, equipamiento y nivel tecnológico de las explotaciones de leche (%de las explotaciones y producción en miles de litros)
producción refrigeración control mamitis núcleo controlInversoras 127,2 96,2 89,0 42,2No inversoras 57,9 69,5 70,5 18,5
En suma, pues, el dinamismo inversor aparece claramente relacionado con el
tamaño de la explotación y la edad y perspectivas de sucesión del titular. Presentando
también una fuerte correlación con la orientación productiva (es mucho mayor en las
explotaciones lácteas que en las de especialización cárnica) y el nivel tecnológico.
3.3. Clasificación de las explotaciones inversoras
El análisis de componentes principales para el conjunto de las explotaciones
inversoras permite identificar cuatro ejes que en conjunto explican el 72,4% de la
varianza, utilizándose para su denominación el grupo de variables con las que están más
correlacionados (aparecen resaltadas en negrita las que sirven para determinar cada uno
de ellos) (cuadro 9 ).
El primer factor explica el 34,3% de la varianza, utilizándose la denominación de
tamaño de la explotación por estar correlacionado positivamente con las variables de
tamaño (el número de vacas y la superficie), teniendo también una correlación elevada
con el volumen de producción de leche.
El segundo, con el 15,1% de la varianza, parece relacionarse con la extensificación
al estar correlacionado negativamente con las variables de intensificación (carga ganadera
e inversiones unitarias por vaca y por hectárea) y positivamente con el número de vacas
de carne.
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El tercer eje viene determinado por las variables relativas al tamaño familiar.
El cuarto factor toma su denominación de intensificación de las inversiones por
su mayor correlación con las inversiones unitarias que con el volumen global de las
mismas.
Cuadro 9. Componentes principales en las explotaciones inversoras
Factores Tamaño explot. Extensificación Tamaño familia Intens. inversión% varianza 34,3 15,1 12,8 10,3coeficientes de correlación
vacas 0,96 -0,01 -0,01 -0,10vacas leche 0,90 -0,25 -0,01 -0,24vacas carne 0,15 0,58 0,01 0,34prod.leche 0,88 -0,31 -0,06 -0,22SAU 0,73 0,58 -0,14 0,23sup.total 0,66 0,61 -0,15 0,25inversiones 0,55 -0,39 0,02 0,56vacas/SAU 0,31 -0,55 0,17 -0,28inversión/vaca -0,05 -0,42 0,08 0,80inversión/SAU 0,07 -0,63 0,13 0,65prev.invers.98 0,59 -0,21 -0,02 -0,11edad titular -0,10 0,16 -0,03 -0,18tamaño familia 0,06 0,16 0,91 -0,03nºpers.otra activ. -0,07 0,21 0,63 0,08nºpers. Seg.Soc. 0,21 0,20 0,76 0,01nº pensionistas -0,03 0,10 0,71 -0,03
El análisis de conglomerados contiene los datos de 687 explotaciones, quedando
el resto perdidas por datos incompletos. Se distinguen cinco grupos, de los que dos son
muy reducidos al comprender tan sólo el 2,6% de las explotaciones (cuadro 10). Todas
las variables incluídas en el análisis son significativas.
El primer grupo de explotaciones de leche de tamaño mediano es el más
numeroso con el 64,2% de las unidades inversoras. Está compuesto por explotaciones
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especializadas en leche, con 19 vacas de media y unas inversiones reducidas (media de
1,56 millones pesetas). La producción de 71 mil litros de leche, que excede en 4,6 mil
litros la cuota disponible, se sitúa al nivel del umbral de viabilidad económica a corto
plazo (Zeddies, 1991), tal como fue estimado para explotaciones gallegas (Sineiro y
Valdês, 2000). Pueden hacer frente a los costes externos pero son incapaces de retribuir
los factores aportados por la familia
Cuadro 10. Conglomerados de medias
Grupos 1 2 3 4 5 Totalnº de casos 441 148 80 12 6 687% de las explotaciones 64,2 21,6 11,6 1,7 0,9 100,0Valor medio de las distintasvariables
signif
vacas 19,1 23,4 20,1 87,7 152,5 **vacas leche 17,0 18,9 18,3 45,9 152,5 **vacas carne 2,1 4,5 1,8 41,8 0,0 **sup.total (has) 16,7 18,0 14,9 119,7 43,0 **SAU (has) 12,2 13,9 10,1 98,8 39,1 **vacas/ ha SAU 1,8 2,1 2,3 1,0 7,2 **prod. Leche (miles de litros) 71,22 92,73 91,37 178,25 811,00 **cuota (miles de litros) 66,59 89,33 93,49 176,58 735,17 **inversiones (millones pts) 1,560 2,054 7,601 4,280 9,785 **inversión/ ha SAU(milespts)
141,5 178,6 920,7 53,5 401,2 **
inversión/ vaca (miles pts) 83,6 97,7 475,1 44,2 67,0 **previsión invers.98 (mill.Pts)
2,004 2,392 3,388 5,355 28,268 **
edad titular (años) 47,4 45,4 42,1 49,5 45,0 **tamaño familia (nº personas) 1,99 4,36 2,25 2,25 1,50 **nº personas con otraactividad
0,08 0,74 0,18 0,33 0,00 **
nºpersonas en alta Seg.Social 1,09 2,38 1,23 1,67 1,17 **nº pensionistas 0,10 1,14 0,19 0,08 0,17 **
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El segundo grupo, de explotaciones de leche de tamaño mediano con familias
numerosas, que incluye al 21,5% de las explotaciones, se caracteriza por su mayor
tamaño familiar, que duplica a los restantes grupos con 4,4 personas. De ellas 0,7 tienen
una actividad económica fuera de la explotación, 2,4 son trabajadores en alta en la
Seguridad Social y 1,1 son perceptores de una pensión; lo que hace de este el tipo con
una mayor importancia de los ingresos exteriores. Estas explotaciones son algo más
intensivas que las anteriores, generando una producción de leche superior en unos 21,5
mil litros, debido sobre todo a una mayor producción unitaria, 4,9 mil litros por vaca que
supera en un 17% al anterior, y también a la mayor carga ganadera por hectárea de SAU.
La cuantía de las inversiones es algo mayor que en el grupo precedente, pero sigue
estando por debajo de la media (cuadro 10).
El tercer grupo, de explotaciones de leche de tamaño mediano intensivas en
producción e inversiones, con el 11,6% de las explotaciones, se caracteriza por el alto
volumen e intensificación de su inversión: 7,6 millones por explotación y 475 mil
pesetas por vaca, que casi multiplica por seis la inversión unitaria del primer grupo.
Tienen al frente unos titulares algo más jóvenes, que viven de forma casi exclusiva de la
renta obtenida en la explotación (es insignificante la presencia en la unidad familiar tanto
de pensionistas como de personas con otra actividad). La dimensión productiva, medida
por la producción de leche, es en cambio similar a la del grupo precedente.
Los dos grupos restantes, integrados por un número muy reducido, se destacan
por el mayor tamaño de las explotaciones, si bien con unas características de los sistemas
productivos sumamente diferentes. Uno, el 5 de explotaciones de leche de gran tamaño e
intensivas, está formado por sólo 6 unidades, que cuentan con una media de 152 vacas
18
todas ellas de leche, 811 mil litros de producción y un excedente del 10,3% sobre su
cuota. Estas se caracterizan por una elevada intensificación productiva, con 7,2 vacas/ ha
SAU, debido a sus limitaciones territoriales, y se encuentran en pleno proceso de
desarrollo como parece indicar el elevado volumen de inversiones previstas para el
siguiente año. El otro grupo, el 4 de explotaciones mixtas extensivas de tamaño grande,
con un rebaño medio de 88 vacas, se distingue por su mayor extensificación (reflejada en
la carga ganadera de 1,0 vacas/ha SAU y en una inversión por vaca de únicamente 44 mil
pesetas), así como por su orientación mixta con la mitad de las vacas de carne (cuadro
10).
3.4. Discusión general
El proceso inversor en las explotaciones de vacuno gallegas destaca: por su
alcance, al afectar en 1997 al 29,2% de las unidades; por su volumen, que equivale al
32,0% de la producción final de leche y carne de bovino de ese año; y por su continuidad
en el tiempo, como refleja la serie temporal de inversiones realizadas en los años 1992-
1997 y las estimadas para 1998, que preveían continuar el 59,6% de los ganaderos que
las efectuaron en 1997.
Dentro del sector, el dinamismo inversor parece fuertemente condicionado por el
tamaño de la explotación y la edad y perspectivas de sucesión del titular. Presentando
también una fuerte correlación con la orientación productiva (es mucho mayor en las
explotaciones lácteas que en las de especialización cárnica) y el nivel tecnológico.
Esas inversiones vienen realizándose en un entorno de considerable
19
incertidumbre, a causa de la situación de los mercados de leche y carne de vacuno (EU,
1999), de las limitaciones en cuanto a la disponibilidad de derechos de producción (leche)
y derechos de primas (carne), y de la propia evolución de la PAC en estos sectores, ya
que las inversiones se deciden y ejecutan en los años posteriores a la reforma de 1992 y
antes de la siguiente de la Agenda 2000.
Gran parte de las explotaciones que llevan a cabo inversiones se sitúan en el
entorno del umbral de viabilidad económica e invierten unos importes modestos, que no
les van a permitir incrementar de modo considerable su tamaño productivo. Esta
situación incluiría a las integradas en el grupo 1, que comprende al 64,2% del total y se
corresponde con unidades con una nítida especialización láctea. Ello parece indicar que
se trata en estos casos de inversiones forzadas por la supervivencia de unas
explotaciones con un titular relativamente joven que carece de otros ingresos familiares
importantes, como muestra el hecho de que sólo disponen de 0,2 personas con otra
actividad o perceptores de pensión. Los grupos 2 y 3, que comprenden juntos al 33,1%
de las explotaciones, presentan una situación más favorable, por partir de un tamaño algo
más elevado, disponer de otros ingresos complementarios (como sucede en el grupo 2,
donde cada explotación cuenta con 1,9 personas con otra actividad o pensionista), o por
la realización de fuertes inversiones que les van a permitir incrementar ese tamaño (caso
del grupo 3). Tan sólo los grupos 4 y 5, que abarcan únicamente al 2,6% de las
explotaciones, tienen inicialmente una dimensión productiva elevada, tanto en términos
de superficie como del número de animales.
Se carece de información sobre la parte de esa inversión aportada por ayudas
públicas, pues solamente está publicado el volumen total de ayudas de los planes de
20
mejora regulados por los RR.DD.1887/91 y 204/1996 para el conjunto de explotaciones
gallegas (MAPA, 1998). Estos beneficiaron en 1997 a 3,18 mil explotaciones, con unas
ayudas de 7.052 millones de pesetas para una inversión de 15.343 millones. Se puede
realizar una estimación basada en el supuesto de haberse mantenido constante en el nivel
de los años 1989-1991 (CA, 1992) la proporción de esas ayudas que corresponde a
explotaciones de vacuno. Bajo esa hipótesis unas 2,80 mil explotaciones de vacuno
habrían recibido ayudas para sus inversiones por un importe de 6.375 millones, que
correspondería al 11,4% de las explotaciones y al 16,2% del importe de las inversiones
realizadas, según la encuesta que sirve de base a este trabajo. Aún descontando
previamente las inversiones realizadas en tierras y cuotas que no son auxiliables en ese
programa, las explotaciones que habrían accedido al apoyo público equivaldrían al 16,0%
de ellas recibiendo una ayuda equivalente al 22,2% de la inversión realizada. Se llega así a
estimar un nivel de apoyo público muy escaso por parte de este programa que pretendía
ser básico en la financiación de las mejoras de las explotaciones familiares, aún teniendo
en cuenta que incluye unos requisitos que no cumplen todas las que han realizado
inversiones.
Las dificultades de los ganaderos para financiar esas inversiones son importantes,
especialmente en los del grupo 1 (claramente mayoritario como vimos). Lo que resalta
todavía más el esfuerzo de estos productores. En concreto, extrapolando los resultados
por litro de leche en las explotaciones lácteas de 50-100 mil litros de producción en ese
año (Barbeyto, 1998), el margen neto para la retribución de los factores aportados por la
familia alcanzaba en las unidades de ese grupo una media de tan sólo 1,27 millones de
pesetas. Este es el resultado de deducir los gastos exteriores y las amortizaciones
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técnicas de construcciones y maquinaria a los ingresos por venta de leche y ganado más
la variación de inventario más el valor del autoconsumo de la familia. Y muestra el escaso
margen existente para financiar las inversiones, aun sumando a la cifra anterior el importe
de las amortizaciones técnicas, que se eleva a 420 mil pesetas por explotación. Por ello la
financiación de estas inversiones en esas explotaciones sólo puede realizarse con base a
unas restricciones elevadas en los gastos familiares y usando los limitados ahorros
acumulados de años anteriores.
4. CONCLUSIONES
1. Un 30% de las explotaciones de vacuno están manteniendo un proceso
inversor que globalmente puede caracterizarse por su continuidad en los últimos años, su
elevado volumen relativo a la producción y su realización en unas condiciones de entorno
no favorables por la situación de sus mercados, las limitaciones derivadas de los derechos
de producción y las incertidumbres derivadas de la evolución de la PAC, a las que se
suma el limitado volumen de apoyo público estimado en el 16% de las inversiones
realizadas.
2. El dinamismo inversor parece fuertemente condicionado por el tamaño de la
explotación y la edad y perspectivas de sucesión del titular. Presentando también una
fuerte correlación con la orientación productiva, siendo mucho mayor en las
explotaciones lácteas que en las de especialización cárnica.
3. Un 75% de las explotaciones (grupos 1 y 3) tiene que realizar sus inversiones
gracias a una fuerte restricción en el gasto familiar, debido al limitado volumen de las
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disponibilidades empresariales resultantes del reducido tamaño productivo, el escaso
importe de los ingresos familiares procedentes de otras actividades o de pensiones y al
bajo importe de las ayudas públicas a las inversiones.
4. La adquisición de maquinaria absorbe el 40% del importe total de las
inversiones, en unas explotaciones de tamaño medio que ya están dotadas de tractor y
maquinaria básica en la recolección de forrajes, por lo que sería recomendable una mayor
racionalidad en su adquisición o fomentar las alternativas de uso en común o de
contratación de servicios.
5. El volumen dedicado a la compra de tierras es muy reducido para superar las
limitaciones territoriales de la mayoría de las explotaciones, habiendo un 35% de
explotaciones que superan las 2 vacas por hectárea, siendo la compra de tierras la vía
principal para su ampliación debido a la escasa proporción de tierras arrendadas en la
agricultura gallega.
6. La compra de cuota supone un esfuerzo adicional para estas explotaciones a la
que dedican un importe equivalente al 70% del invertido en la adquisición de tierras.
AGRADECIMIENTOS
Al Instituto Galego de Estatística por la cesión de los datos procedentes de la Encuesta
de Bovino de 1997 que ha servido de base para este trabajo.
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