Transcript
  • —isssasaasssal ^—

    EL MUNDO, SAN JUAN, * *■ - DOMINGO 26 DE JUNIO DE 1931.

    Barcelona disputa a Burgos el oro del Banco de España

    Se ventila en las cortes francesas la cau- sa del oro depositado en Francia

    PARES, Junio d« 193»—Cuarenta toneladas de oro perteneciente! al Banco de España y depositadas en el tesoro del Banco de Francia, en Mont-de-Marsan. son objeto de un agrio proceso que dura ya vario*

    • l meses y que ha puesto frente a /rente, ante 1* Corte de Apelaciones de Paris, a los dos Gobiernos riva- les de España.

    Las autoridades de Burgos y las de Barcelona sostienen que el* ban- co que funciona bajo ei nombre de Banco de España, es la única ver- dadera institución de ese nombre. Tooa ahora a 1

    1 ■%«%■ L J

    mii'm ■ ^ss* " ^1 IJJ

    I a? m ^HR#. j

    BMfflÉL>

    BEMBA •MDORI A.I

    PWHCÜeX HABA 0£ 0

    los tópicos de conservación. Se pue de decir, sin exajerar, que después de la post-guerra. el mundo se lle- nó de "complejos" y "subconscl°n

    temporáneo. La armazón en que se basa la nueva Escuela, comenzó Investigando la Idea de la mente Inconsciente, y enseñó el por qué en

    tes"... El vulgo y hasta un gran la vida civilizada tenemos tantos porcentaje de la gente culta tolo deseos y esperanzas Insatisfechas entendió y aplicó la | arte adjeti- va de las teorías freudlanas y en estos últimos veinte años la "pslco-

    que no podemos cubrirlas tratando de olvidarlas. Esto no sucedería *< esas ideas no estuvieran cargadas

    análisis" más que una ciencia fué de emoción. Estas emocione» per- una moda, una manera siempre; manecen escondidas en el subcons- vistoaa, elegante de vestir a la in-' cien t • hasta que llega un instan- tellgencla. Desde este, punto de te en que se convierten en síntomas

    consiste en "golpear el inconscien- te". En su psicoanálisis descubrió un mecanismo para impedir que los sentimientos enterrados fueran li- berados; a este mecanismo lo lla- mó "censor". Represión fué el nom- bre que le dio al proceso por el cual las tendencias desagradables son "exprimidas" fuera de la mc\ te consciente. ,

    "Pslco-anállsls" consiste, por lo tanto, en algunos expedientes por medio de los cuales "el censor" pue- de ser eludido y la emoción libera- da, provocando por este medio la cura de muchos desordenes nervio- sos.

    Las flechas mortales de los indios motilones en Venezuela

    Ei la región de Maracalbo, los indios atacaban a los pelrolerra extranjeros que habían aparecido de re-

    ren le y hacían brotar un bosque de hierro a las orillas de su célebre lago , ^ Por BOB DA VIS "

    MARACIBO.— Hace veinte años, esta secdón del napa ofrec.a al visitante la vista de un gran lago rodeado de fértiles pero no muy po- bladas llanuras. Tanto de la plani- cie como del lago, el mundo no pa- recía preocuparse en absoluto. Pe- ro el descubrimiento del petróleo, en cantidades que hicieron vacilar la Industria y echar a volar la Ima- ginación de las gentes, lerrzó a la región un fermento de actividad no Igualado en la histeria de Venezue- la. De ese modo surgió el centro pe-

    cuerpos de las victimas antes de que éstas hubieran tenido tiempo siquiera de sospechar el peligra A petición de las compañías petrole- ras, que solicitaban protección pa- ra sus empleados, el Gobierno or- denó que grupos de soldados acom- pañaran siempre a las partidas que se Internaban por lugares peligro- sos. Pero a pesar de todas las pre- caur'ones, pasó mucho tiempo an- tes de que terminaran las agresio- nes.

    Los principales atacantes eran

    La "psicoanálisis" emplea la libre asociación por medio de la cual se deja a la mente vagar, decir lo que se le ocurra, y la respuesta a una lista de palabras que deben ser contestadas Instantáneamente. Si hay una laguna entre las pala- bras y la respuesta, probablemen- te existe una emoción reprimida vinculada a esa palabra.

    Freud, gran buceador de concien- cias para quien los túneles de la intimidad humana no ofrecían se- cretos, se dio cuenta de que su nombre no serla ni reverenciado, ni amado. Por eso su Irreductible apego a la ciudad donde comenzó su vida de estudios y su audaz ex- ploración a lo desconocido.

    La antigua capital de la desapa- recida Monarquía Dudal y que un tiempo fuera uno de los más Im- portantes centros políticos, comer- ciales, financieros, industriales y artísticos del mundo; le ofrecía a este humilde hijo de un tendero Ju- dio, una especie de tranquilo y asoleado refugio.

    En viena resistió los primeros embates en contra de su apostasia; allí formó su hogar, su biblioteca su Imprenta. Hasta no hace mucho tiempo, cada mañana atravesaba el Danubio y regresaba de la Univer- sidad como Academus, rodeado de discípulos, Jovial en su ancianidad.

    El inventor de la Idea de los Im- pulsos oprimirlos habla horroriza- do al mundo de la pre-guerra. I.a post-guerra le deparó odiosidades más egoístas y singulares; los or- gullosos catedráticos de la Sorbona no aceptaban la sabiduría de un ex-enemlgo. Janet desde su pulpi- to de la Sorbona guillotinaba dos veces por semana al "parvenú" de la ciencia. Su ascendencia judia no le deparó la simpatía del pue- blo germano.

    Freud fué el primero que trato los problemas sexuales con rara franqueza, y al hacerlo demostró la parte importante que nuestros instintos tienen en la salud y en las enfermedades. Hizo de los sue- ños el camino real del "inconscien- te", y en un libro de 386 páginas del cual vendió 180.000 ejemplares -«récord' de difusión en los libros científicos— se metió a averiguar la exactitud del poema caldero- niano: "es la vida sueño"... o son los sueños muchas vidas.

    A los 82 años de edad —cuan le- jos aparece su nacimiento en es» oscuro pueblo de la Moravla en 1856— llegó a la casa de su hijo. Ernest Freud. en "St John Wood, London N. W.'\ después de un via- je con pernoctada en Paris en el Palacio de la Princesa George de Gracia, "rué Adolpho Yvon".

    En ese 8u itinerario "a la muer-

    trolero más prósoero o«« se cono-t \os indios motilones, diseminados a ce. y Venezuela se co^ró en el se- i |0 largo de la vertiente andina en-

    Qlostbra • Señora i De todas manera», ya . que Ud. acostumbre usar un peinado completamente Uso, ondeado o rizado (natural o permanente), Glostora ea la preparación que Ud. necesita para real- zar la belleza da su cabello.

    • Todo lo que Ud. nene que nácar ea poner una* pocas gotas da Gloseora en La palma da la mano y pasárselas suave- mente por el caballo, anua de petnatfe u ondearlo. Su caballo quedará al ins- tante lustroso y suave, dócil y

    gundo lugar entre las n-'dones pro- ductoras del mundo.

    Los capitales se pusieron en mo- vimiento y pronto no fueron sola- mente exploraciones, sino también embarques. Por último se Instala- ron refinerías y un verdadero ejer- cí to de expertos, procedentes de otros países petroleros, apareció en Maracalbo, para perforar la tierra, establecer* tuberías, e Instalar tan-

    tre Colombia y el país del petróleo. Hasta hace poco tiempo esa región era Impenetrable y estaba domina- da por aquellos habitantes primi- genios que hablan hecho del arco y de la flecha sus armas mortífe- ras. Permaneciendo en lo abrupto de la selva que los protege de los rayos del sol tropical, la piel de los motilones es pálida. Dichos indios poseen mayor habilidad con el arco

    ques y depósitos. A la paz y quiue- que cualquiera otra tribu de los An tud de la tierra, arribó de repente el traqueteo de la maquinarla, el ronquido de los camiones, el esta- llido del progreso. Buques petrole- ros, procedentes de todos los países echaron ancla en el golfo, frente a Maracalbo, recogieron sus cargas preciosas de combustible negro y partieron hacia las refinerías de Curazao y Aruba, mientras los con- cesionarios continuaban exploran- do nuevos territorios.

    Desde los bosques cercanos, las tribus de Indios que viven entre la frontera de Colombia, al oeste, y laa colinas al pie de los Andes, al este, se maravillaban de ver aquel otro bosque de hierro que se Iba levantando a la orilla del lago, cu- yo significado no podían compren- der. ¿Quiénes eran aquellos activos visitantes que hablan Invadido el paisaje —ae preguntaban loa abori- génes— y cuáles aus propósitos?

    A su debido tiempo, Investigado- res y geólogos, unas veces a caba- llo y otras a pie y siempre buscan- do nuevos dominios para las com- pañías petroleras, comenzaron a in- filtrarse en lo que los Indios consi- deraban terreno prohibido. Y un día llegó a Maracalbo la notlda de que una pequeña partida de explo- radores habla sido victima de una emboscada de los indios, que ha- blan asesinado a todos sos miem- bros con una andanada de flechas. Casi al mismo tiempo, otros casos de -eslstencia fueron reportados, sobre los cuales no podían obtener más detalles que el hecho de que las flechas hablan perforado los

    des, aparte de ser físicamente su- periores a los demás. Los motilo- nes usan muy poca ropa o no la usan en absoluto, viven en casas comunales y mantienen la integri- dad de la tribu.

    Puede decirse que hasta el adve- nimiento del avión dichos Indios fueron Invisibles; pero los aviado- res han tenido la oportunidad de verlos en pequeños grupos, sor- prendidos en el campo abierto. Por supuesto, inmediatamente se escon- den, y se dice que no ha habido una persona que no pertenezca a la tribu que haya tenido el más mí- nimo contado con ellos.

    Los arcos que usan, hechos de bebev.ru y otras maderas elásticas del pais, tienen un largo de cinco a siete pies y requieren el uso de la pierna izquierda para hacerlos alcanzar todo su poder. Una dis- tancia de doscientas yardas es con- siderada por un motilón como exce- lente para hacer blanco mortal en el enemigo con unas flechas que en ocasiones tienen seis pies de lon- gitud x plumas en la punta. Dichas flechas están construidas con tal arte que cuando alguna de ellas se pone a la venta alcanza prados prohibitivos. Los archivos que re- gistran el floredmiento alcanzado por la arquería medioeval, que se estima como la mejor que ha exis- tido, no registran un caso de ar- cos con más fuerza o poder de pe- netración que esos usados por es- tos indios de los Andes. Loa arque- ros modernos que han tratado de usar los arcos de los motilones, han

    DA ELEGANCIA Y ESPLENDOR Al CABELLO

    SOLICITE LOS JUEYES

    Puerto Rico Ilustrado LA REVISTA DEL HOGAR

    ¿"STA USTED LISTO EN CASO DE INCENDIO

    Los extinguidores que no funcionan eficaz- mente resultan INÚTILES. Proteja sus propio- dado* cumpliendo con los reoofíiros do los compartios do seguro. Podemos inspeccionar su extingui.'or y car- garlo con material seguro y efectivo.

    CARLOS R. ROSSI Son José 7

    Son Juan, P. R.

    encontrsdo imposible la tarea, da- l« en paz1 con un pequeño "Inter- das sus proporciones.

    Entre las historias más auténti- cas que se cuentan de las agresio- nes de los indios contra los emplea- dos de las compañías petroleras que se adentran en sus dominios en busca de combustible negro, está el caso de un topógrafo que se dedi- caba a hacer planos en ud punto de la reglón de Maracalbo. Ella sir- ve para ilustrar la habilidad del motilón con el arma que le sirve para defenderse, al par que para procurarse el sustento.

    La escena de la tragedla habla sido escogida por la victima como lugar seguro, donde, en otras oca- siones, habla realizado su trabajo sin peligro. Se trataba de una gar- ganta o desfiladero donde se habla instalado una pequeña cabana que contenía todos los elementos nece- sarios para realizar su labor. Con- fiado en que el topógrafo no seria molestado, el Jefe de la expedición lo dejó entregado a su trabajo y continuó hacia adelante, donde de- bía realizar otras investigaciones. Al día siguiente, por la tarde, pa- sarla a recoger a su confecciona- dor de mapas.

    Lo que ocurrió después que el Infeliz se quedó solo, es materia de conjeturas, por lo menos en lo que se refiere a los detalles, toda vez que no hubo testigos que relata- ran el drama. Nada, pues, se pue- de afirmar, acerca de las circuns- tancias en que se aproximó el ene- migo o desde qué direcdón lo hi- zo. Lo cierto es que cuando la ex- pedición regresó a la cabana, el si- lencio más absoluto fué la única contestación a las llamadas de los que se aproximaban a ella. Uno de los de la partida abrió la puerta y se encontró al topógrafo tendido en el suelo, boca abajo, con los bra- zos en cruz y con el cuerpo atrave- sado por una enorme flecha. Esta- ba muerto y un charco* de sangre coagulada le servia de lecho.

    Un examen cuidadoso de los al- rededores llevó a los miembros de la expedidón al convendmlento de (Continúa en la página 15, Col. 2."

    LA CERVEZA DE DISTINCIÓN

    Freiría Hnea. * (Jo. Agentea

    mezzo" en el cual piensa terminar su análisis de la Biblia, donde ex- plica "las esperanzas y temores sub- conscientes del pueblo elegido", el Profesor vienes llegó a Victoria Statlon con un sombrero y traje gris, un abrigo de viaje, un bas- tón, algunos libros y manuscritos, y muy pocos marcos. En Viena su fortuna fué incautada, su bibliote- ca e imprenta destruidas.

    Stephan Zwselg no ha podido es- cribir aún los útllmos capítulos de la vida de Slgmundu Freud; cuando esto se haga se podrá aplicar al cabio de la psicoanálisis la espar- tana frase de los virtuosos ostra- clmos: "salló con lo que llevaba pues- to"... un sombrero gris, y un bas- tón...

    La indiferencia extranjera motiva críticas en China

    Lá esposa de Chiang Kai-Shek ve a su país abandonado por las democracias

    Meiling Sung Chiang

    Mme. Chiang Kai Shek WUCHANG (China).—En donde

    quiera que hayan estado los Ja- poneses, han dejado en nuestro país las huellas de su paso. Han deja- do cicatrices en nuestra tierra, en nuestros corazones y en nuestra memoria; cicatrices Indelebles, cica- trices que jamás podrán curarse o desaparecer. Me pregunto si «l pue- blo japonés se da cuenta ■ de ello. Deberla hacerlo cuanto antes, si es que tiene la esperanza de volver al- gún día a recobrar aunque sea la sombra de su prestigio en la China; o en el resto del mundo. Las mirla- das de fantasmas que han creado exigirán largo tiempo para regre- sar a sus tumbas: fantasmas de hombres, mujeres y niños; de an- tiguas-ciudades, pueblos y aldeas; de talleres y de fábricas: de los pe- queños tálleres familiares, donde estaban entregadas millones de per- sonas a sus pacificas laborea.

    Nunca se ha visto tan monstruo- sa criminalidad. Y sin embargo, en este año de gracia de 1938, en este periodo qu« llaman avanzado de la civilización, no hay una ley ni na- ción o naciones que detengan o castiguen al criminal; no hay nin- gún medio internacional que pueda aplicarse. ¡Pensad en ello! Este nuevo estilo de guerra sin declara- ción, que permite todo género de Inhumanidades sin freno, ha reem- plazado a todas laa decencias. Sólo quede la metafórica espada. "Quien a hierro mata, a hierro muere", di- rán muchos. ¿Qué esperanza-podría cifrarse en eso? Quizás ofreciera ese pensamiento algún consuelo. Muchos son los que ruegan por que no se quiebre el acero de nuestra espada.

    En cuanto cesen de tronar los ca- ñones, nos habrá llegado el momen- to de reconstruir por completo ciu- dades, pueblos y aldeas. Tendremos qu« reconstruir la nación entera.

    Bombas y ruinas Las bombas no sólo han cortado

    vidas y destruido edificios; han sa- cudido ei armazón mismo de núes* tra administración nacional a tal punto que, 'cuando tengamos que inidar la tarea de la reconstruc- ción, deberemos poner en práctica un plan totalmente nuevo, del que salga un edificio nacional que al gún día nos dé un puesto altivo en el concierto de las naciones.

    En mi opinión, nuestro destino nos llama hacia las democracias, porque nuestro pueblo es por na- turaleza democrático. Si logramos sobrevivir, tendremos la oportuni- dad de convertirnos en una gran de. moeracia, bien organizada. Esto es, claro está, si la democracia mis- ma logra sobrevivir.

    Hasta ahora los chinos no hemos tenido muchas oportunidades de la- brar la grandeza nacional sobre una base moderna. Hemos tenido demasiadas guerras desde 1911 pa- ra poder ser tan siquiera una repú- blica pasable. Tal vez hayamos es- tado demasiado satisfechos con vi- vir del recuerdo de nuestras glo- rias pasadas, con nuestro intelecto de Intramuros qué pretende ser Idóneo en el manejo de sistemas y problemas modernos. Tengo que de- cir "de intramuros" porque somos un pais demasiado extenso para que podamos hablar de provincianis- mo; y porque, además, está allí la muralla.

    He expresado la esperanza de que sigamos por el camino de la de-

    mocracia; pero debo mencionar que aunque la asplradón por la demo- cracia se extiende en el pala, va creciendo el número de los que sa preguntan, con impaciencia no in- justificada: ¿Qué han hecho por nosotros las democracias del-aun-

    La indiferencia demt Es esa una pregunta qtfJ^^Hsu

    explicación. Hay que reconosajáj|ue los Gobiernos de los paisas d«no- crátlcos nada tangible o priajico han hecho en la China, nljsjqulers en defensa de sus propio»/* Temen, naturalmente, q protestas se hacen dema sistentes en las circunsta tuales ello pueda llevarloía^ rra cuando las palabras no y haya que recurrir a la ac

    Aunque sea compre actitud, gran parte de n blo no puede entender Gobiernos democráticos davia dirigirse en tirm y prácticos al Japón, con. sus infamias e inhuman fin y al cabo, parece que tod democracias nos han dejado jftlos para que luchemos, como y con las escasas armas a alcance, en defensa de los principios que las democracia! plcian —la santidad del y de los acuerdos interna todo eso— como también tra propia defensa.

    Un factor desconcertí hecho de que. aunque abandonados, las demt otra parte,, parecen dispi cuchar atentamente a cias japonesas de que psj neutrales. El Japón, con aí' to de victima inocente, pldei da a gritos para destruirnos» si fuera ese pais el invadí consumido por las llamas si fuera ese pueblo el que es] do convertido en fraj los obuses de los agresor

    La investigación n¡i

    Lo trágico es que los de las democradas. han Inclinarse, desde trace " po, ante la voluntad del que le temen; porque est hipnotizados per la insl ponesa en su propia invljj

    A nosotros nos resulta' poco extraño, después de lo que han revelado diez meses de desigual combate. Empero, si el Japón prue- ba que es invencible, conquistará (con la arqulescencla y ayuda In- directas de los Gobiernos democrá- ticos) toda la China, y dejará las marcas de sus pies y de sus bombas no sólo en el suelo de la China y en las arenas del tiempo, sino tam- bién en el suelo y en la mentalidad de tierras dominadas por el mundo occidental. EM esa una ofnejusión inescapable. * «*

    Empero, Shakespeare observa que "la reputación es a menudo al- go obtenido sin el concurso del mé- rito"; y nosotros nos sentimos in- clinados a preguntarnos ai «i-Japón en realidad merece la reputación de invencible de que todavía goza. No deja de ser irónico que seamos nosotros, los chinos, los que ten- gamos que formular esa pregunta a las grandes potencias. AFtüt y si cabo, somos simples "amataurs" en cuanto se refiere a la guerra inter- nacional en gran escala...«i

    Derechos reservados a DO por North Americi

    paper Alliance. ]

    ESE DOLOR PROrtTO TERMINA

    si UD.TOMA CAFIASPIRINA/.

    Pida Ut tableta dt Caf¡aspirina pro- teridas en faftl

    CELLOPHANE.

    • Ud. no tiene por qué amargarse la vida a causa de un repentino dolor de cabeza, neuralgia o ja- queca ... si siempre lleva consigo Caf ¿aspirina. .'. La Caf ¡aspirina rápidamente alivia, reanima y *•' devuelve el bienestar. La Cafiaspirina es un pro- ducto Bayer. • Sea precavida, señora: Tenga Caf iaspirina JJ^ siempre a mano.

    alivia y reanim Caflaapirlaa no contiene acetaniUda. i


Top Related