Download - ANUARIO HIDROGRAFICO
ANUARIO HIDROGRAFICO
DE LA
MARINA DE CHILE
TOMO 46
AÑOS 1987 A 1990
VALPARAISO
SERVICIO SIDROCRAFICO 1994 Y ILANDERAtIcO o CORSO HASTA 3 10CT. 2009
ARPSADA DA CHILE
Impreso y publicado por el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile. 1994, Es propiedad.
“Todos los derechos reservados, Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por eserito del editor.?*
“Al rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored or transmitied, in any form or by any means, electric, chemical, mechanical or opiical, including photocopy, recording, or any information entry, storage or retrieval system, withou! permission in writting from the publisher.'*
PREFACIO
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile
entrega a la publicidad el tomo N” 46 del “Anuario Hidrográfico”, el
que abarca los años 1987 a 1990, ambos inclusive.
Esta publicación, como ya es tradicional, contiene todo el
quehacer técnico y científico derivado de trabajos hidrográficos,
investigación oceanográfica, estudios profesionales y viajes realiza-
dos por buques de la Armada de Chile; todo lo cual constituye un
valioso material histórico y científico relacionado con la geografía
náutica de nuestro país.
Al igual que los tomos N% 39, 40, 41, 42, 43, 44 y 45, la prepara-
ción de esta versión ha sido realizada por el Vicealmirante don
Guillermo Barros González, a quien el Servicio Hidrográfico y Ocea-
nográfico se complace en agradecer su inestimable colaboración en
la elaboración de estos anales de la Armada de Chile.
Valparaíso, julio de 1994.
HUGO GORZIGLIA ANTOLÍN! CAPITAN DE NAVIO
DIRECTOR
CONTENIDOS
CAPITULOS:
|.- ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN HIDROGRAFIA,
EDICION DE PUBLICACIONES NAUTICAS Y OCEANOGRAFIA
ESTUDIOS PROFESIONALES Y CIENTIFICOS
VIAJES Y EXPLORACIONES
MISCELANEA
INDICE.
CAPITULO |
ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN HIDROGRAFÍA, EDICION DE
PUBLICACIONES NAUTICAS Y OCEANOGRAFIA
1.1 RELACION DE TRABAJOS HIDROGRAFICOS EFECTUADOS
DESDE ARICA AL TERRITORIO CHILENO ANTARTICO:
no
o
o
no
CARTAS Y PUBLICACIONES EDITADAS POR EL SHOA:
1.2.1 Cartas especiales y reglamentos
1.22 Cartas náuticas de la costa de Chile
1.23 Publicaciones náuticas
1.2.4 Publicaciones del Comité Oceanográfico Nacional
(CONA)
OCEANOGRAFIA:
1.3.1 Condiciones oceanográficas básicas para la construc-
ción de una marina en punta Osas (Las Salinas)
1.3.2 Niveles base de hidrocarburos aromáticos policíclicos
dispersos/disueltos en agua de mar superficial, en el
área de San Antonio
Zonas de protección especial
Características morfológicas del subsuelo marino
adyacente para el área oceánica frente a Papudo ....
CAPITULO 11
ESTUDIOS PROFESIONALES Y CIENTIFICOS
METODO “MEGER” PARA CALCULAR EL AZIMUT VERDADE-
RO DE UN ASTRO
Por el Capitán de Fragata (R) Sr. Jaime Germain Gajardo.
EL ARCO DE SCOTIA. SEPARACION NATURAL DE LOS
OCEANOS PACIFICO Y ATLANTICO
Por el Vicealmirante Sr. Guillermo Barros González.
METODO DE DETERMINACION DEL DATUM DE LA CARTA
PARA REDUCCION DE LA BATIMETRIA
Por el Teniente 1? Sr. Jorge Pereira Libor.
CAPITULO 111
VIAJES Y EXPLORACIONES
ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN LAS COMISIONES AL
TERRITORIO CHILENO ANTÁRTICO POR BUQUES DE LA AR-
MADA:
Año 1987
Año 1988
Año 1989
Año 1990
XXXIl VIAJE DE INSTRUCCION DEL B. E. "ESMERALDA”, AÑO 1987
CAPITULO IV
MISCELANEA
4.1 CUERPO DIRECTIVO DEL SHOA (1987 - 1990). coomncocccionccocnoss
42 LAGRAN TAREA DE ESTA GENERACION ES LA OCUPACION
EFECTIVA DE NUESTRO MAR Por el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Sr. Jorge
Martínez Busch.
CAPITULO |
ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN HIDROGRAFIA, EDICION
DE PUBLICACIONES NAUTICAS Y OCEANOGRAFIA
1.1 RELACION DE TRABAJOS HIDROGRAFICOS EFECTUADOS DESDE
ARICA AL TERRITORIO CHILENO ANTARTICO.
1.1.1 AÑO 1987
LOCALIDAD TRABAJO COMANDANTE Y/O AUTOR
Árica : Determinación línea de playa Empleado Técnico
L = 18% 27" $. en playa “El Chinchorro”. E. Valdés F.
G= 70% 19 W :
Bahía Iquique Observación de olas. Empleados Técnicos
L = 20% 12' S. A. Vera V,
G= 70% 09 W. Posicionamiento de balizas. J. Pieringer
Puerto Tocopilla Sondaje y apoyo geodésico. Empleado Técnico
L = 22% 05 S, Y, Saldías A.
G= 70% 12 W,
islas San Félix Observación doppler. Empleado Técnico
y San Ambrosio A. Vera Y.
L = 26%? 15 $.
G = 80% 05' W.
Pto. Chañaral de Sondaje de comprobación. Osorno Cap. de Corbeta Lt
tas Animas : L. Torres
L = 26" 20' 5.
G= 70 39 W.
Puerto Caldera Observación de olas. Empleado Técnico
L = 27% 039" S. A. Aldunate H.
G= 70% 50" W.
12
LOCALIDAD TRABAJO BuUQue COMANDANTE Y/O AUTOR
isla de Pascua
L= 27% 09 $,
G = 109 26' W.
Carta Bahía y
Pto. Valparaíso
Rada El Algarrobo
L = 33% 21" S. G= 71% 41 W,
Ba. Concepción
L = 36% 35 S.
Carta Ba. Concepción
Pto. Talcahuano
L = 36% 42' S.
G= 739% 06" W.
Cartas Bahías Lota
y Coronel, y Caleta
Colcura
Lago Llanquihue
L = 41? 10' S,
G = 72% 45 W.
Carta Río Maullín
Carta ista Butachau-
ques a isla Talcán
Ensenada Chaitén
L = 42% 54' S,
G = 72” 46' W,
Sondaje oceánico. Esmeralda
Observación doppler. :
Sondaje y apoyo geodésico en
punta Osas.
Sondaje.
Levantamiento taquimétrico.
Sondaje y rebusca bajos fondos
al norte de la bahía.
Observación de mareas y medi-
ción de olas en Penco, Tomé y
Lirquén.
Posicionamiento geodésico.
Sondaje, apoyo geodésico y
observación doppler.
Nivelación y batimetría.
Posicionamiento de balizas.
Sondaje y nivelación. Lautaro
Sondaje. Araucano
Cap. de Fragata
J. Wichmann G.
Empleado Técnico
A. Cisternas A.
Teniente 1?
B. Preusser C.
Empleados Técnicos
V. Saldías A.
Y. Guerra
Cap. de Corbeta
M. Arcil G.
Teniente 1?
F. Mingram L.
Empleado Técnico
A. Vera V.
Empleado Técnico
A. Cisternas A.
Cap. de Corbeta
M. Arcil G.
Emp. Técnico
E. Valdés F.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
Empleado Técnico
F. Lecaros
Cap. de Corbeta
R. Soria-Galvarro D.
Cap. de Navío
R. Maldonado B.
LOCALIDAD TRABAJO
13
COMANDANTE Y/O AUTOR
Carta Seno Holloway
Cartas Golfo de
Penas a Estrecho
Nelson
Carta Canal Oeste
Carta Canal Jerónimo
Rada Pta. Arenas
Río de los Ciervos
= 53% 11' S.
G= 70% 54” W
Carta Canal Beagle. -
Carta Ba. Honda a
Pto. Navarino
Sondaje.
Observación doppler, batime-
tría y observación de mareas.
Observación de mareas, apoyo
geodésico y batimetría.
Sondaje.
Taquimetría y observación
doppler.
Sondaje, geodesia e identifica-
ción de faros.
Levantamiento batimétrico.
Lautaro
Yelcho
Lautaro
Yelcho
Castor
Lautaro
Cap. de Corbeta
R. Soria-Galvarro D.
Teniente 1?
L. Salgado l.
Cap. de Fragata
R, Camacho O.
Teniente 19
F. Mingram L.
Cap. de Corbeta
A. Andonaegui Á.
Empleado Técnico
V, Saldías A.
Cap. de Corbeta
R. Soria-Galvarro D.
Teniente 1?
L. Salgado |.
Cap. de Corbeta
A. Andonaegui Á,
Teniente 1?
F. Mingram L.
Teniente 1?
F. Mingram L.
Teniente 2"
S. Bidart L.
Cap. de Corbeta
R. Soria-Galvarro D.
Teniente 1?
F. Mingram L.
14
1.12 AÑO 1988
LOCALIDAD : TRABAJO COMANDANTE Y/O AUTOR
Bahía Iquique
L = 20% 17 S.
G = 70% 09 W.
Caleta Patillos
L = 20% 45 S.
G = 70% 12 W.
Isla Sala y Gómez
Lo= 26% 27" S.
G= 105% 21 W.
ista de Pascua
L = 27% 09 $,
G= 109 26' W,
Bahía y Puerto
Valparaíso
L = 33% 07 $S.
G = 71? 37 W.
Cartas Cabo Carranza
a Golfo de Arauco
Pto. Talcahuano
L = 36% 42' $S.
G= 73% 06" W,
isla Mocha
L = 38% 22'
G= 73% 55
Pto. Montt
L = 41% 29
G= 72 58'
Sondaje sitios portuarios.
Sondaje y apoyo geodésico.
Determinación coordenadas
geográficas.
Rebusca bajo fondo en área
oceánica. Sondaje canalizo
Hanga Oiko.
Posicionamiento geodésico
cancha calibramiento. Apoyo
geodésico Pta. Usas.
Sondaje sitio Foxtrot y apoyo
geodésico.
Sondaje punta Gruesa y apoyo
geodésico.
Sondaje y apoyo geodésico.
Posicionamiento geodésico
cancha calibramiento.
Sondaje.
Clasificación de campo.
Lautaro
Empleado Técnico
V. Saldías A.
Empleado Técnico
G. Piñeiro Y.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
Empleado Técnico
S. Acevedo P.
Empleado Técnico
G. Pinetro Y.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Teniente 1?
F. Mingram L.
Empleado Técnico
S. Acevedo P.
Cap. de Corbeta
R. Thornton McVey
Empleado Técnico
Y. Saldías Á.
Empleados Técnicos
L. Otárola G.
y. Silva S.
LOCALIDAD TRABAJO
15
COMANDANTE Y/O AUTOR
Carta isla Butachau-
ques a isla Taicán
Carta Canal Messier
Cartas Seno Eyre,
Exmouth y Estero
Falcon
Punta Arenas
L = 53% 10' S.
G = 70% 55 W,
Cartas Estrecho de Magallanes y
Ba. Woodsworth
Carta Cabo Froward
a Paso Tortuoso
Caleta Ardley
L = 62% 17 S,
G = 58% 53 W.
Bahía Chile
L = 62% 29' $8.
G = 59 38" W,
Rada Covadonga
y Ensenada Unwin
L = 63% 19 S,
G=57* 55 W,
Sondaje.
Sondaje y apoyo geodésico,
Sondaje y observación doppler.
Sondaje y apoyo geodésico, Yelcho
Posicionamiento cancha cali- SHOA
bramiento.
Sondaje y apoyo geodésico. Pardo
Yelcho Sondaje.
Observación doppler,
Sondaje y apoyo geodésico.
Sondaje y apoyo geodésico.
Cap. de Fragata
R. Vargas B.
Teniente 19
A. Youlton B.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Teniente 19
F. Mingram L
Cap. de Corbeta
J. Chacón P.
Empleado Técnico
J. Pieringer V.
Cap. de Corbeta
4. Chacón P.
Teniente 1*
A. Youlton B.
Empleado Técnico
S. Acevedo P.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Teniente 1?
A. Youiton B.
Cap. de Corbeta
Y. Chacón P.
Teniente 1?
Á. Youlton B.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Teniente 19
A. Youlton B.
Cap. de Corbeta
A. Andonaegui A.
Teniente 12
A. Youlton 8.
Cap. de Fragata
L. Maldonado F.
Teniente 3%
Á. Youlton B.
16
1.13 AÑO 1989
LOCALIDAD TRABAJO COMANDANTE Y/O AUTOR
Bahía [quique
L = 20% 17 $,
G = 70% 09" W.
Carta Tocopilla -
Antofagasta
Bahía Tongoy
L = 30% 16" S.
G = 71% 35 W.
Bahía y Pto.
Quintero
L = 32% 47 S.
G = 71 33" W,
Carta Concón -
Valparaiso
Bahía y Pto.
Valparaíso
L = 33% 02 S.
G= 717 37 W
Pto. San Antonio
L = 33% 35 $.
G= 712 37 W
Carta Lagos Llan-
quihue y Todos tos
Santos
Bahía Chinquihue
L = 41% 32 S.
G= 737 02 W
Cartas Seno Aysén
a Laguna San Rafael
Carta Seno Aysén
Sondaje de precisión en muelle
naval.
Vinculación geodésica.
Determinación línea de playa.
Sondaje playa Papagallo.
Apoyo geodésico pista aero-
puerto Torquemada,
Sondaje sitio F.
Sondaje muelle Barón.
Sondaje de precisión muelle
Policarpo Toro.
Sondaje.
Determinación línea de playa.
Posicionamiento de faros y ba-
lizas.
Sondaje.
Empleado Técnico
J. Pieringer Y.
Empleado Técnico
A. Vera V.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
Empleado Técnico
L. Calderón A.
Empleado Técnico
G. Piñeiro Y.
Empleado Técnico
A. Cisternas Á.
Empleado Técnico
G. Piñeiro V.-
Curso Oficiales Hidró-
grafos
Empleado Técnico
F. Araya M.
Empleado Técnico
A. Cisternas A.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
Teniente 2%
S, Alvarez S,
Teniente 29
S. Alvarez $.
LOCALIDAD TRABAJO
17
COMANDANTE Y/O AUTOR
Carta Senos Pengúin
y Jarpa :
Carta Estrecho de
Magallanes. Pasos
Tortuoso y Largo
Carta Seno Otway
Carta Canal Ballenero
Caleta Ardley
L = 62% 12 S.
G = 58% 53 W.
Bahía Chile
L = 62% 29 S.
G = 59% 38' W,
isla Decepción
L = 62% 58' $.
G = 60” 35" W,
Sondaje y apoyo geodésico.
Sondaje.
Rebusca de bajos fondos al sur Yelcho
de isla Vivian.
Geodesia en islas Stewart y
Londonderry.
Sondaje.
Sondaje muelle península Gue-
salaga.
Sondaje.
Cap. de Corbeta
S. Murphy R. Empleado Técnico
E. Valdés F.
Cap. de Corbeta
S. Murphy R.
Empleado Técnico
E. Valdés F. -
Cap. de Corbeta
S. Murphy R.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
Cap. de Fragata
J. Marchant O.
Empleado Técnico
R. Johnson H.
Cap. de Fragata
J. Marchant Q.
Teniente 1?
L. Salgado l,
Cap. de Fragata:
J. Marchant O.
Teniente 1?
L. Salgado |.
Cap. de Fragata
J. Marchant O.
Teniente 1?
L. Salgado 4.
18
1.14 AÑO 1990
LOCALIDAD TRABAJO BUQUE COMANDANTE Y/O AUTOR
Cartas Caletas Vítor,
Camarones, Buena y
Patache
Bahía Coquimbo
Paso interior lte.
Pájaros
L = 29% 58' S,
G=71P 21” W,
Bahía Coquimbo
L = 29% 56' S.
G= 71% 21 Y,
Pto. Pichidangui
L = 32% 07 S,
G =71% 33 W.
Carta Ba. Coquimbo
a Ba. Valparaiso
L = 32% 25 S,
G= 72" 15" W.
Carta Bahía y Pto.
Valparaiso -
Isla Robinson Crusoe,
Arch. Juan Fernández
Lo = 33% 37 S.
G= 78% 49 W,
Pto. Talcahuano
L = 36” 42' $.
G = 73% 06” W,
Carta Bahía Coronel
y Lota
Sondaje. Lautaro
Rebusca bajo fondo. Lautaro
Sondaje cercanías de playas.
Sondaje y apoya geodésico. Lautaro
Rebusca bajo Dayot. Lautaro
Sondaje y determinación línea
de playa en Pta. Osas.
Sondaje playa San Mateo.
Geodesia. Chacabuco
Sondaje de precisión malo Qui-
nientos.
Determinación de línea de
playa en playa Negra.
Cap. de Corbeta
J, Olguín P.
Empleado Técnico
L. Calderón A.
Cap. de Corbeta
J. Olguín P.
Empleado Técnico
L. Calderón A,
Teniente 19
R. Núñez G.
Cap. de Corbeta
Y. Olguín P.
Empleado Técnico
L. Calderón A.
Cap. de Corbeta
J. Olguín P.
Sargento 1* Serv.
C. Quiñones $.
Empleado Técnico
F. Araya M.
Empleado Técnico
G. Piñeiro Y.
Curso Oficiales Hidró-
gratos
Cap. de Corbeta
A. Herrmann H.
Empleado Técnico
R. Aldunate H.
Empleado Técnico
A. Cisternas Á.
Empleado Técnico
E. Valdés F.
LOCALIDAD TRABAJO BUQUE
19
COMANDANTE Y/O AUTOR
Esteros Peel, Asia,
Calvo y Amalia
L = 50% 51' S.
G= 73% 55 W.
Punta Árenas
L = 537 10 S.
G =70* 40" W.
Estrecho de
Magallanes
L = 539 47 S,
G =71 52 W.
Bahía Cook
L = 55% 15 S.
G = 70? 20" W.
Bahía Paraiso
L = 64* 51' S.
G = 62% 55 W,
Carta Canal Neumayer
(Isla Anvers)
Sondaje. Yelcho
Sondaje de precisión en muelle
fiscal. . Yelcho
Rebusca bajo fondo altura Ba.
Andrés.
Sondaje.
Sondaje.
Sondaje.
Cap. de Corbeta
J. Valdivia $.
Teniente 2*
P. Carrasco H.
Cap. de Corbeta
J. Valdivia S.
Empleado Técnico
F. Araya M.
Cap. de Corbeta
J. Valdivia S,
Teniente 2?
P, Carrasco H.
Cap. de Corbeta J. Valdivia S.
Empleado Técnico
F, Araya M.
Cap. de Corbeta
J. Valdivia S. Empleado Técnico
L. Pereira L.
Cap. de Corbeta
J. Valdivia S.
Empleado Técnico
L. Pereira L. .
1.2 CARTAS Y PUBLICACIONES EDITADAS POR EL SHOA
N?* DE TITULO ESCALA AÑO DE
LA CARTA EDICION
1.2.1 CARTAS ESPECIALES O REGLAMENTOS:
4 Resumen Gráfico de Clasificación de Nubes.
19 Chile en el Continente Antártico. : 20.000.000
9 Carta de Variación Magnética. : 15.000.000
16 "Chile en el Océano Pacífico. : 20.000.000
1.2.2 CARTAS NAUTICAS DE LA COSTA DE CHILE:
56 Isla Diego de Almagro a Islas Diego Ramírez. : 1.000.000
Rada El Algarrobo. : 10.000
Bahía Coronel. : 10.000
Lago Villarrica. : 40.000
Acceso a Rio Maullín. : 20.000
Canal Jerónimo y Paso Tortuoso. : 65.000 Paso Largo. : 130,000
Cabo Cooper Key - Punta Arenas. : 260.000
Paso Pelícano y Bahía Laredo. : 20.000
Bahía Gente Grande. 30.000
Bahía Iquique. : 10.000
Isla de Pascua e |, Sala y Gómez. : 2.500.000
Puertos Caldera - Calderilla y Bahía Inglesa. : 20.000
Islas Desertores e islas Guaitecas. . : 200.000
Estrecho de Magallanes. : 100.000 Punta Arenas a Cabo Froward.
Rada y Puerto Arica. : 25.000
Bahías Coquimbo y Herradura de Guayacán. : 15.000
Bahía Puerto Montt. 1: 10.000
Zona Portuaria. : 5.000
Canal Smyth. Isia Cutler a isla Richards. : 30.000 Paso Summer. : 15.000
Puerto San Antonio. : 10.000
Canal Jerónimo. : 50.000
1.23 PUBLICACIONES NAUTICAS:
3005
3010
3020
3001
3908
3006
3030
3103
3002
3008
3014
Derrotero de la Costa de Chile. Volumen Y. Tierra del Fuego y
canales e islas adyacentes.
Tablas de Distancias.
Manual de Cinemática Naval.
Derrotero de la Costa de Chile. Volumen |. De Arica a Canal
Chacao.
Anuario Hidrográfico. Tomo 44. Años 1976 a 1980.
Derrotero de la Costa de Chile. Volumen YI. Territorio Antártico.
Manual de Navegación. Volumen 1.
Instrucciones Hidrográficas N? 3. Determinación de Nombres Geo- gráficos.
Derrotero de la Costa de Chile. Volumen ||. Desde Canal Chacao
hasta el Golfo de Penas.
Radioayudas a la Navegación en la Costa de Chile.
Instrucciones Generales sobre el Sistema Nacional de Álarma de
Maremoto.
Instrucciones Hidrográficas N* 7. Especificaciones Técnicas para 1990
Sondaje Oceánico.
Tablas de Marea de la Costa de Chile y Puertos de la Costa Anual
Sudamericana.
Almanaque Náutico. Anual
Noticias a los Navegantes. Boletín
quincenal
1.2.4 PUBLICACIONES DEL COMITE OCEANOGRAFICO NACIONAL (CONA]:
Revista “Ciencia y Tecnología del Mar”
Volumen N* 10 1988 Volumen N? 11 1989 Volumen N* 12 1990 Volumen N? 13 1991 Volumen N* 14 1992
Boletin Informativo “Mar Chileno”
N* 7 Mayo 1987 N* 8 Abril 1988 N? 9 Abril 1989
“Plan Oceanográfico Nacional” 1987 - 1997
1.3 OCEANOGRAFIA
1.3.1 CONDICIONES OCEANOGRAFICAS BASICAS PARA LA CONSTRUCCION DE UNA MARINA EN PUNTA OSAS (LAS SALINAS).
INTRODUCCION
Este trabajó describe las condiciones oceano-
gráficas básicas en el área de punta Osas de playa Las Salinas, bajo la orientación de la pro-
bable construcción de una marina en este sec-
tor. Para ello, se entregan antecedentes sobre
mareas, y se analizan datos de viento, olas, co-
rrientes y batimetria én el lugar de interés.
ANTECEDENTES PRELIMINARES
Punta Osas está ubicada en el extremo norte
de la bahía Valparaíso y está constituida por una
prolongación rocosa de características blandas que se interna en el mar, en dirección hacia el
oeste (Figura 1). Esta conformación ha dado ori- geñ a la playa Las Salinas, debido al rebalse de
arenas que se desplazan paralelamente a la tos-
ta en dirección hacia el norte y que provienen de
la desembocadura del estero Marga Marga. De'
esta forma, la playa Las Salinas no es otra cosa
que el rebalse de arenas que logran sobrepasar
a punta Osas; asi lo demuestran la calidad de las
arenas y su menor granulometría (*%. Porotra par-
te, el sector norte de la Playa de Las Salinas está
constituida por salientes rocosas de mucha ma-
yor dureza, las que conforman el limite natural del
delta del estero Marga Marga por su parte nonte.
METODOLOGIA
Mareas
Para el caso de punta Osas, las alturas de
mareas, para todo efecto práctico son las mis-
(*) H. Vergara y Y. Hickmann. (1982). Fluctuación anual de
la Morfología y Sedimentación, de la Playa Las Salinas, Viña
del Mar, Y región. 3er Congreso Geológico Chileno.
mas que para el puerto Valparaiso, por lo tan-
to, se utilizó aqui la información proveniente de las Tablas de Marea, preparadas por el Servi-
cio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada
de Chile.
Vientos
Para la determinación del viento de diseño,
se ha contado con vientos medidos en la ba-
hia Valparaiso durante 15 años consecutivos,
entre 1968 a 1982, ambos años inclusive. El
procesamiento de la información se ha realiza-
do según el método Weibull, obteniéndose una
estadística gráfica, así corno la determinación
de períodos de retorno, tanto en forma mensual
como anual. os
Olas
En base a una medición de olas efectuada
para la bahía Valparaíso, se han establecido las condiciones de ola de agua profunda. A partir de ello, se han calculado por extrapolación, y
utilizando el método de Weibull, los periodos de
retorno de alturas de olas para diferentes fre- cuencias.
Corrientes
Entre los días 18 de noviembre y 20 de di- ciembre de 1986, se efectuó una medición
correntométrica, realizada con un corren-
tómetro marca Anderaa, modelo 4/S, el que
registró la magnitud y dirección de la corriente
cada 10 minutos. La ubicación del instrumen- to fue: latitud 32” 59' 02" S, longitud 71* 33' 02 VW; mientras la profundidad fue de 8 m bajo la superficie (Figura 1).
24
A, partir de los datos obtenidos cada 10 minu-
tos, se obtuvo una serie continua de datos hora-
rios, los que fueron corregidos respecto a la des-
viación magnética. Con estos valores se obtuvo
el diagrama vectorial progresivo y las componen-
tes norte y este de las corrientes. Una vez elimi-
nada la media y tendencia de las componentes
norte y oeste de las corrientes, éstas fueron fil- tradas mediante el filtro Hanning a fin de aplicar-
les análisis espectral, y conocer asi cuáles son
tos ciclos más energéticos.
Batimetria
Durante los días 20 y 21 de noviembre de 1986, se realizó un sondaje batimétrico en el
sector de playa Las Salinas. Para ello se contó
con un bote Zodiac, enel cual se instaló un
ecosonda Elac. El posicionamiento horizontal se
realizó por la intersección de angulos medidos
con dos teodolitos, en tanto que el
direccionamiento de la embarcación se obtuvo
mediante un tercer teodolito. Los vértices
geodésicos utilizados corresponden al de “OPE-
RACIONES”, situado en la Escuela de Operacio-
nes de la Armada y "OSSA”, ubicado en Punta
Osas. Estos vértices están vinculados al dátum
S.A.D. 69. A partir de los vértices mencionados,
se generaron dos estaciones de sondaje deno-
minadas, “MURO” y "CASA”, las que tienen las
siguientes coordenadas planas, vinculadas al sis-
terna U.T.M.:
MURO: N=6.347.098,18 E=262.111.04
CASA: N=6,347.403,96 E = 262.055,59
Los vértices “MURO" y "CASA" tienen una al- tura de 10,48 y 11,44 m sobre el nivel medio del
mar, respectivamente. En total se obtuvieron 489
sondas independientes, entre las cuales se rea-
lizaron interpolaciones necesarias para la correc-
ta definición del fondo. La totalidad de esta infor-
mación fue procesada computacionalmente para
obtener la posición horizontal, además de reali-
zar las correciones por marea y calibración del
instrumento. : :
- RESULTADOS
Mareas
El efecto de las mareas es poco significativo en
el contexto de la influencia que como fenómeno
puro puede tener sobre el proyecto en cuestión,
sin embargo, sí es importante en cuanto dice re-
lación a la elección de los niveles de coronamien- to de las defensas marinas que se realicen. Para
el caso de punta Osas, los principales valores de
alturas de mareas estarían dados por el nivel de
reducción de sondas que se encuentra ubicado
a 0,91 m bajo etnivel medio del mar, entanto que
la máxima amplitud de la marea es de 1,7 m.
Un fenómeno que normalmente afecta las ma-
reas, se produce en conjunción con la ocurren-
cia de fuertes temporales con vientos provenien-
tes del primer y cuarto cuadrante, lo que en
algunos sectores tiende a producir una anoma-
lía en el nivel de las aguas.
Vientos
El viento predominante es de la dirección SW prácticamente durante todo el año, con excepción de los meses de invierno, donde es importante
ta ocurrencia de vientos del N y NE, los que ob-
viamente son asociádos a la presencia de tor-
mentas de tipo ciclónico (Figura 2). El viento SW
presenta una ocurrencia de:73,88% y el S de un
15%. Los vientos N, NE y NW. reúnen un porcen- taje de 11,12% del total de casos. En general, los meses de viento más intenso corresponden des-
de septiembre a enero; mientras que desde abril
a agosto los vientos suelen ser más débiles. Las
mayores intensidades observadas corresponden
a 40 nudos para el caso del viento N y 46 nudos
para el caso del SW; no obstante, el mayor nú-
mero de casos dentro del ciclo anual, fluctúa
entre valores de 25 a 30 nudos.
Olas
Las mayores alturas se concentran en torno al período de 12 segundos, observándose olas
de hasta sobre los 12 m; este periodo corres-
ponde fundamentalmente a olas características de temporal en condiciones de inviemo. Se ob-
serva también que las olas de largo período, 20
a 24 segundos, tienen alturas nada desprecia-
bles, extendiéndose en un rango entre 5,36 a
9,39 m. Estas últimas son características de las
marejadas provenientes de la dirección S y SW
durante el verano (Figura 3).
De los diagramas de refracción de olas, pue-
de observarse, que para olas con dirección ini-
cial del tercer cuadrante tienden a llegar en for-
ma aproximadamente perpendicular a punta
Osas, mientras que las provenientes del cuar-
to cuadrante conservan siempre una desviación
relativamente mayor que las dei tercero, de
acuerdo a la dirección desde donde vienen, NW
(Figuras 4 y 5, respectivamente).
Corrientes
Del diagrama vectorial progresivo se aprecia
una corriente residual con una dirección media
hacia el SE (1745) y una velocidad también me-
dia de 0,034 nudos (Figura 6). De la descom-
posición ortogonal de los vectores de corrien-
tes, se observa que éstas tienen una fuerte
preponderancia hacia el tipo de corrientes
rotatorias (Figura 7). Mediante el análisis
espectral se determinó que la energía se en-
cuentra concentrada en las frecuencias bajas.
Para el caso de la componente norte
especificamente, la energía estaría en el ran-
go que va desde 4,1 a 1,3 días aproximada-
mente, mientras que para ta componente este
ios valores más energéticos están en torno a los 4,1 días y alrededor de 1 día (Figuras 8 y 9).
Batimetria: Condiciones geomorfológicas.
La playa Las Salinas podria haber llegado a un nivel de equilibrio entre el aporte de arenas
desde el sur y la migración de arenas hacia el
norte de dicha playa, lo que es posible apreciar
por el nivel de estabilidad del talud de la playa
de muy poca pendiente, como puede apreciar-
se en el plano batimétrico, no adjunto aquí de-
bido a sus dimensiones.
25
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los vientos predominantes a lo largo del año
corresponden a los del SW con intensidades
máximas en torno a los 46 nudos. Durante el
invierno son importantes los vientos con com-
ponentes del norte, los que están asociados a
tormentas ciclónicas, alcanzando intensidades
del orden de 40 nudos.
A
Las olas de mayor altura — en tomo a los 12
m — tienen periodos de 12 segundos, corres-
pondiendo a condiciones de temporal en época
de invierno. Durante el verano se aprecian olas
de largo periodo — 20 a 24 segundos —, Carac-
terísticas de las marejadas provenientes del SW.
Los bajos valores de velocidad de corrientes
muestran en forma clara que el proceso de for-
mación de la playa Las Salinas no es producto
de las corrientes más afuera de la zona de rom-
piente, y que es fundamentalmente la corrien-
te litoral, asociada al fenómeno del oleaje, la
variable más significativa de la acumulación de
arena suficiente para la formación de la playa.
Por otra parte, el bajo valor de velocidad hacia
el sur, a la distancia de la costa en la cual fue
fondeado el correntómetro, hace suponer que
el flujo inmediatamente en la orilla frente a pun-
ta Osas tiene que tener una dirección opuesta,
capaz de compensar el flujo hacia el sur sin va-
raciones en los niveles de equilibrio del siste-
ma de migración de arenas.
De acuerdo a tos resultados del estudio de
batimetria:
a) Es conveniente prever las implicancias de
las alteraciones geomorfológicas que tendría el
establecimiento de un sector de aguas quietas,
en donde se podría producir, en un lapso no de-
terminado, una zona de embancamiento que in-
utilice la dársena de protección, generándose un
crecimiento de la playa Las Salinas hacia el sur.
b) Para este propósito, es necesaño efectuar
un estudio del transporte sedimentario litoral en
el área, que determine la dirección y cantidad del flujo sedimentario costero.
26
c) Si mediante el mencionado estudio, se de-
terminara un cierto flujo de material
sedimentario litoral en dirección hacia el nor-
te, sería necesario asegurar la mantención de éste, en forma continua desde el sur hacia el
interior de la dársena, lo que podria realizarse
mediante un muelle transparente en su parte
más costera, por un tramo de 15 a 20 metros.
d) Esta solución tiene el inconveniente de
brindar una menor protección para el oleaje pro-
veniente del SW (condición característica de verano), pero por otra parte garantizaría la uti-
lización de la dársena.
CORRENTOMETRO
A qe 327 59' S
$
PUNTA OSAS
Figura 1.- Área de estudio, donde se incluye la posición del correntómetro.
FIGURA 2.- Vientos predominantes para el periodo 1968 - 1982 en la Bahia de Valparaiso
ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT
SW SW SW SW SW SW SW SW SW
SW SW SW SW SW SW SW SW SW
SW SW SW SW NE N SW SW SW
5 Ss Ss 5 Ss Ss SW SW SW
sw 5 Sw $5 SW N SW SW SW
SW SW SW SW NN SW SW SW SW
SW SW SW SW sw SW SW SW SW
SW SW SW SW SW SW SW SW SW
SW SW SW SW Sw SW SW SW SW
S5W SW SW SW S5wW NW SW SW 3wW
SW SW SW SW sw N SW 5 5
SW SW SW SW Sw SW SW SW SW
5WY Ss SW ON S N SW 5 SW
S Ss SW SW NN S Sw
SW SW SW SW * $
FIGURA 3.- Periodo de retorno de olas para Valparaíso calculado por el método de Weibull.
PERIODO ALTURA ESPERADA (METROS) RETORNO
AÑOS 85SEG —-. 125EG 16 SEG
2 6,10 8,13 6,73
5 6,72 9,07 7,41
40 7,20 9,80 7,93
20 7,68 10,55 8,46
30 7,97 10,99 8,77
>0> 8,33 11,56 9,16
70 8,57 11,94 9,42
8,83 12,35 3,70
AAA TAE ETE LEE EEL
o
COCOAAXELTTIT]
CIOTTTTIA TAATLTT
TAE
ÉbTTTLII
LIT EEE
TETERA
TT
CIENTO
LAA
AT
TA
== ITA ATANASIO
DIAGRAMA DE REFRACCION DE LA LOCALIDAD DE PUNTA OSAS
| IZA
AOELOTT
Cana Número: O Dirección: 225
Periodo 18 segundos Cada 1 crestas Crestas cada 1L. O. Escala: 1/13,33
Fecha: 15/Jun/87 .
INSTITUTO HIDROGRAFICO DE LA ARMADA DEPTO. DE OCEANOGRAFIA - CENDOC
Figura 4.- Diagrama de refracción de olas para Pta. Osas Playa Las Salinas. Dirección inicial igual 225* y período de
18 segundos.
E
Ll
AAA
|
|
AAA AAA AAA AAA AAA AAA
o
OCA
LIIIOL
AL AAA
EEE
OTI
HT
I
1 ETT AAA EL LEE EAAEEEAAAEAOETAATEAOAA OA AOTTT
DIAGRAMA DE REFRACCIÓN DE LA LOCALIDAD DE PUNTA OSAS
Carta Número: O Dirección: 315 Período 18 segundos Cada 1 crestas Crestas cada 1L. O, Escala: 1113,33
Fecha: 15/Jun/87
INSTITUTO HIDROGRAFICO DE LA ARMADA DEPTO. DE OCEANOGRAFIA - CENDOC
Figura 5.- Diagrama de refracción de olas para Pta. Osas Playa Las Salinas. Dirección inicial igual a 315" y periodo de 18. segundos.
MILLAS
18/11/86
Distancia X = 2.78
Distancia Y = 27.07 Velocidad Promedio = 0.0366
Dirección Promedio = 174%
Figura 6.- Diagrama de vector progresivo (PVD) para los datos del correntómetro Punta Osas.
'SESO EJUng
CoJjauIojualos je
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s0 00
AA
(SO0NN) vIVIS3
S3LNABLOD
30. UYOIDOTZA
YOLIZA
Nudos
Xx 10%
Amplitud ESPECTRO DE FOURIER
COMPONENTE NORTE
46 8 10 12 ta 16 18 20 22: 24, 26-28 30 32-34 36 38 0 42 44 dé 48 50 52 5% 56 58 60
a ad . Hara 2 in Ta A 7 no - - - a
Frecuencia (ciclos Moras) Xx 107 .
Figura 8.- Amplitudes de los coeficientes de Fourier para la componente Norte. Mm de la velocidad de corrientes.
os Corientómetro Ptá Osas.' - . .
Nudos : 7] x 10?
Amplitud
ESPECTRO DE FOURIER COMPONENTE ESTE
0.024 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 26 25 30 32 34 396 398 40 42 44 45 48 50 52 54 56 58 60
Frecuencia (ciclosfhoras) X 10*
Figura 9.- Amplitudes de los coeficientes de Fourier para ta componente Este (U) de la velocidad de carrientes.
Correntámetro Punta Osas.
1.3.2 NIVELES BASE DE HIDROCARBUROS AROMÁTICOS POLICICLICOS DISPERSOS/DISUELTOS EN AGUA DE MAR
SUPERFICIAL, EN EL AREA DE SAN ANTONIO
Christian BSonertt Anwandter
Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada
Departamento de Oceanografía
INTRODUCCION
La determinación del nivel base de un contaminante y su distribución espacial es condición necesaria para una adecuada
evaluación y regulación de su vertimiento en
el medio ambiente. Contar con esa informa-
ción podría. evitar, en muchos casos, la apli-
cación innecesaria de medidas extremas,
tales como prohibir totalmente su vertimien-
to, con el consiguiente efecto socioeconó- mico o, por el contrario, no tomar medida
alguna hasta que él daño en el medio am-
biente sea evidente y en algunos casos irre-
parable.
Las áreas seleccionadas para estudios de
esta naturaleza, son lugares de alto riesgo de
vertimiento o zonas altamente sensibles a los
componentes del contaminante. Por lo tan- to, las áreas costeras ubicadas frente a zonas
urbanas e industriales son preponderantes
en el estudio y control de la contaminación.
En el caso del petróleo, zonas de tráfico
marítimo y de faenas portuarias, entre otras,
son consideradas lugares potenciales de con- taminación. Las principales denuncias sobre contaminación marina en áreas portuarias corresponden a vertimientos de petróleo
crudo y sus derivados (aceite diésel, petróleo diésel, petróleo bunker, aceite lubricante y otros), superando en gran medida a las de
«residuos industriales.
De los componentes del petróleo y sus deriva-
dos, los hidrocarburos aromáticos policíclicos
(HAP) son uno de los más interesantes de estu- diar, tanto desde el punto de vista de la salud
humana, como desde una perspectiva
ecológica. Muchos de estos compuestos tie-
nen propiedades cancerogénicas, mutagé- nicas y teratogénicas, siendo además, muy estables en el ambiente.
En la provincia de San Antonio, el mayor
riesgo de contaminación por hidrocarburos lo
constituye su puerto artificial, con una superficie
total de 85 hectáreas, debido a los vertimientos voluntarios e involuntarios de las naves que en él
recalan. Sin embargo, dicho puerto se caracte- nza por registrar pocas denuncias sobre derra-
mes de petróleo.
Teniendo en consideración tales antece-
dentes, se escogió esa área a fin de hacer una evaluación cuantitativa de los hidrocar-
buros policiclicos aromáticos disueltos y/o dispersos en agua de mar y su distribución
superficial. El objetivo de este trabajo es eva-
luar el nivel base de HAP en el área circun-
dante al puerio de San Antonio.
METODOLOGIA ANALITICA
En cada campaña se efectuaron 15 esta- ciones de muestreo distribuidas en forma de
cuadrícula, según se señala en la figura 1. La etapa de terreno estuvo comprendida entre
“marzo de 1989 y noviembre de 1990. --
Las muestras de agua de mar para determi-
nación de HAP fueron tomadas en superficie
con botellas de vidrio color ámbar de 2,5 litros cada una.
Las muestras de agua obtenidas en cada
campaña fueron tratadas según las recomen-
daciones propuestas por la Comisión Ocea-
nográfica Intergubernamental (COI, 1984).
36
La cuantificación se efectuó en. un |
espectrofotofluorimetro. SHIMADZU, mode- *, lo RF-540, midiendo la intensidad. de la emi- .
sión de los HAP del petróleo a 360 nm, con la excitación fijada en 310 nm y las ranuras -
del monocromador. a 5nm..
Las concentraciones fueron expresadas
en microgramos equivalentes de criseno por litro de agua de mar (ug/l).
RESULTADOS Y DISCUSION pos
El puerto de San Antonio (33 34' S y 71?
37" W) está ubicado a cuatro kilómetros al norte de la desembocadura del río Maipo, y fue construido. aprovechando-la defensa
natural que ofrece el cerro :Panul por el norte, cerrándose por él-sur con un extenso molo de abrigo de 1.600 «metros :de: longi- tud, dándole la: formá de herradura.
Las isóbatas de la carta de navegación SHOA N*'501, muestran una plataforma
continental estrecha frente «al puerto de San Antonio, rasgo morfológico normalmen- te asociado, en el litoral norte/tentro de
Chile, a la ausencia de una cuenca sedimentaria (Thomburg, 1984). Los estu- dios geofísicos han' demostrado que di- chas áreas submarinas no són favorables para la formación de petróleo (Tissot y
Welte, 1984). Por to tanto, la presencia de
hidrocarburos en ese medio ambiente es
atribuible 'a' procesos biogénicos y/o activi-
dades' antropogénicas. - o
«Con excepción de - algunas microalgas y
plantas, es escasa la contribución de -orga-
nismos marinos en el contenido de HAP del
medio. Generalmente, estos compuestos tie-
nen su origen en pirófisis. de altas tempera-
turas y/ó vertimientos causados por el hóm- bre (Saliot, 1979). De esta manera, aquellas
áreas con vertimientos crónicos de petróleo presentarán porciones de superficie con alto
contenido de HAP, dentro de un' medio con
concentraciones bajas y homogéneas,
Los valores de las concentraciones de
..HAP del área de estudio, registraron una
media aritmética (MA) de 0,65 ¡g/l y una desviación estándar (0) de 2,03 g/l. El va- lor s fue similar al determinado en un estu- dio del contenido de -HAP en las bahías de
Valparaiso y Concón (IHA, 1989). En ambos casos, la MA ha demostrado ser poco re-
presentativa como medida centralizado-
ra, debido a la presencia de valores :extre-
madamente grandes. En estudios estadísti-
cos de simulaciones. con muestras conta-
minadas. ha quedado en evidencia que la
mediana (2), es más efectiva que la MA
como estimador de una tendencia central
(Zurita, 1987). El valor de Z, para el área de
San Antonio, es.0,24 g/l, notablemente más bajo que la correspondiente MA. De
esta manera, la alta dispersión de las
concentraciones de HAP se puede consi-
derar como un claro indicio de la presencia
de petróleo disperso/disuelto de origen
antropogénico. : .
Observando la tabla de concentracio-
nes promedio de HAP por estación (tabla
1), se aprecian valores bajos comparados
con otras áreas oceánicas. En efecto, zo-
nas reconocidas por. su alto grado de con-
taminación, como las señaladas en ja ta-
bla 2, presentan en algunos. casos,. valores
Superiores a-100 g/l de hidrocarburos
disueltos dispersos/disueltos, cifra
“notablemente más alta que las obtenidas en el área de «estudio.
. Las máximas concentraciones de HAP.
determinados: durante el: periodo de .estu- dio, corresponden a dos muestras. de. agua
de mar tomadas en marzo de 1989 y junio
de 1990, ambas. en la estación 8, ubicada
al sur de la zona de espera de prácticos
figura 1). Las concentraciones determina-
das son 14,52 y 20,52 g/l, respectivamente.
Analizando el gráfico de barras de la figura 2, se aprecia que el intervalo com-
prendido entre 0,0 y 1,5 g/l abarca el 95%
de la distribución de frecuencias de las:
estaciones, mostrando una mayor tenden- cia para agruparse en el intervalo compren- dido entre 0,0 y 0,5 ugfl. .
En el trazado de las isolineas de concentra-
ción para la distribución superficial de HAP, se
interpoló linealmente entre estaciones con
niveles normales (concentraciones' menores
que 0,5 ug/h) y logaritmicamente entre esta-
ciones con resultados mayores a dicho valor,
Considerando que la dispersión de una “man-
cha” de sustancias particuladas, como las
HAP, tiene un comportamiento logarítmico
en el tiempo (Bowden, 1983), es posible obte-
ner una distribución superficial sinópticamente más representativa.
Durante el periodo de muestreo, se observa-
ron pequeñas áreas con niveles superiores a
1,5 g/l. Sin embargo, en las campañas de
marzo de 1989 y junio de 1990 (figuras 3 y 4) se
destacan las estaciones con altas concen-
traciones de HAP (mayores a,10 ¡1g/1). Las aguas superficiales enmarcadas en dichas
"leo disperso/disuelto - antropogénico.
CONCLUSIONES
Las: concentraciones de HAP en el área
de San Antonio presentan una media arit-
mética de 0,45' g/l y una mediana de 0,24
g/l. Sin embargo, la desviación estándar (2,03 g/l) demuestra una gran dispersión de los datos, caracteristica de áreas con ocurrencia de verftimientos antropogénicos
de petróleo. Bajo estas condiciones, se es-
tima la mediana como medida más repre- sentativa de la tendencia central.
El nivel base máximo de HAP pára el área
en estudio, se determinó en 1,5 yq, límite superior del intervalo que: abarca, la mayor
parte de los valores de concentración ob- servados (0,0 a 1,5 ug/h).
En cuanto a la distribución superficial de
HAP, durante el periodo de estudio se identi-
ficaron en dos oportunidades áreas contami-
nadas por petróleo, ubicadas al sur de la
zona de espera de prácticos. áreas se presentan contaminadas por petró-
BIBLIOGRAFIA
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ZURITA, G. (1987). La robustez de la media aritmética y la mediana como estimador de la media
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PUERTO DE SAN ANTONIO HIDROCARBUROS
MA
.
% de
Sa
n Amonio
Es De
pa:
Pia. Panul
SAN ANTONIO
15 ¿Pta O [santo |.
Domingo (.: . L z
71 38 W
. Vera , AN N
Ni CARTAGENA
Dispersos/Disueltos
139 34 5
Figura 1.- Posición de estaciones de muestreo de hidrocarburos dispersos/disueltos.
Número
de ca
sos
I ! I
1.15 2 25 3 35 4 45 5 55 6.
tal (equivalentes de criseno)
PUERTO DE SAN ANTONIO Pra. Vera. SN HIDROCARBUROS CARTAGENA Dispersos/Disuelos Sy] : DN
0 500 1000m UA
- 30-MAR-89
Q >
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de
San
Amonio
Ero,
Pta. Panul MI e :
Ns WN
See . ge A
se
719 38 W
Figura 3.- Distribución superficial de higrocarburos aromáticos policíclicos dispersos/disueltos en agua de mar (Wg/l equivalentes de criseno) frente a San Antonio, 30 de Marzo de 1989.
IN . Vera E CARTAGENA
AA NN PUERTO DE SAN ANTONIO
HIDROCARBUROS : -
Dispersos/Disueltos 2 -
E-
o 500 +000mn E Lili
E
A
y
26-JUN-90
33" 341 S
a A
1.50 * CIA 150/ 5.00
/ .
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> AÑ
719 38: W'”
dispersosídisueltos en ' agua de mar hidrocarburos aromáticos policiclicos superficial de
(g/l equivalente. de criseno)- frente a San Antonio, 26 de Junio de 1990. Figura 4.- Distribución
TABLA 1
Promedios por estación de la concentración de hidrocarburos aromáticos
policiclicos dispersos y/o disueltos en agua de mar superficial,
frente a San Antonio,
Estación Hall
equi. criseno
0,75 0,56 0,53 0,23 0,28 1,36 0,59 3,14 0,26 0,24 9,33 1,11 0,40 0,23 0/25
0 0) qn
2 dd
0240NA0
TABLA 2
Concentración de hidrocarburos aromáticos policiclicos dispersos y/o disuel-
tos en agua de mar superficial en diferentes ambientes marinos, expresados
en equivalentes de criseno por litro.
Areas Concentración Referencia
HAP
Pta. Blanca (Ecuador) 10 - 180 Valencia (1986)
Bahía Habana (Cuba) 4,55 - 5,00 Martínez et al. (1987)
Mediterráneo, Weste 10-123 Faraco y Ros (1979)
Golfo de México 0,4-66,8 Marchand et al, (1982)
1.33 ZONAS DE PROTECCION ESPECIAL
(Ref.: OMI, 29* período de sesiones del Comité de Protección del Medio Marino (CPMM) )
1. GENERALIDADES
El Comité de Protección dei Medio Mari- no (CPMM), dependiente de la Organiza-
ción Marítima Internacional (OM), terminó
de elaborar, en su 29” período de sesiones,
una pauta de criterios para la designación
de "Zonas Especiales” (ZE) y la determina-
ción de “Zonas Especialmente Sensibles” (ZES). Esto en atención a que las disposicio-
nes generales sobre organización del tráfico
maritimo carecen de los criterios ambienta- les concretos para la protección del medio
ambiente.
La CPMM asigna las siguientes definicio-
nes a estos tipos de áreas a evitar:
ZE: "Extensión de mar en la que, por razo- nes técnicas reconocidas en relación con
sus condiciones oceanográficas y
ecológicas y con el carácter particular de su tráfico, se hace necesario adoptar procedi-
mientos especiales obligatorios para preve-
nir la contaminación del mar, ocasionada según el caso, por hidrocarburos, sustancias
nocivas líquidas o basuras.”
- En esta zona marina se podrían, si no
fuese especial, efectuar descargas de sus-
tancias perjudiciales.
ZES: "Esta es una zona que requiere que la
OM! tome medidas de protección especial en atención a la importancia que tiene por
motivos ecológicos, socioeconómicos o cientificos reconocidos, y que puede sufrir
daños como consecuencia de las activida-
des marítimas.”
Chile es un país que posee uno de los
litorales más extensos del mundo que lo
hace un país costero por excelencia, en el
cual existe una gran diversidad de ambien-
tes marinos ubicados entre los más produc- tivos del planeta. Además del sector conti- nental americano, cabe recordar que existe
el litoral antártico, caracterizado por una
abundante biomasa, y el de las islas
oceánicas —Archipiélago Juan Fernández,
Salas y Gómez e Isla de Pascua— que, si
bien tienen una extensión reducida, po-
seen una enorme diversidad.
2. ZONAS A EVITAR EN EL MAR CHILENO
En la designación de las Zonas Especia-
tes y Zonas Especialmente Sensibles para el
mar chileno (Tablas 1 a 4), se han conside-
rado los criterios de selección indicados por
ia CPMM,
3. FUNDAMENTACIÓN
Se indica a continuación una funda-
mentación para los criterios considerados
en la designación de ZE y ZES.
3.1 AREAS DE SURGENCIA
La circulación superficial en el océano
Pacífico Sudeste está estrechamente liga- da a la circulación atmosférica, la que en esta región está dominada por el giro
anticiclónico del Pacifico,
La predominancia de los vientos de la
componente sur, hace que se produzca, al
norte de 40” S, el fenómeno de surgencia
costera, mecanismo que origina ascenso
de aguas subsuperficiales, más frias, ricas
en nutrientes, que crean las condiciones
44
para una gran productividad del océano.
E! consiguiente efecto biológico sobre los
organismos vivos,.. ha hecho: de la activi- -
dad pesquera una de las principales fuen-
tes de recursos económicos para el país,
La pesca extractiva actual de Chile se
basa en alrededor de 100 especies mari-
nas nativas, las que conforman tres clases
de pesquerías diferentes: pelágica, demersal y bentóánica.
La actividad pesquera pelágica es la
principal en el país y se basa principalmen-
te en la extracción intensiva de tres espe-
cies de peces: Sardina Española (Sardinops
sagax), Jurel (Trachurus murphyi), y
Anchoveta (Engrauniis ringens). Estas tres
especies constituyeron en 1988 el 93,8% de
la captura total de peces y mariscos del
pais. Históricamente, más del 90% de la
pesca pelágica industrial se reduce a hari-
na y aceite de pescado. Como resultado
de esta actividad, Chile es el primer exportador de harina de pescado en el
mundo, con un volumen de 925.000 tons., que al precio de 1988 alcanzó a US$ 460 millones, pasando a ser el segundo rubro
que más divisas aporta a la economía
nacional, después del cobre.
Sin embargo, ninguno de los subsectores
pesqueros extractivos del pais escapa al problema de la sobreexplotación. Es ac- tualmente sabido en Chile que detrás del
marcado incremento de las actividades
pesqueras, se esconde un panorama in- cierto en el que existe un elevado riesgo de
colapso de importantes pesquerías. Esto
ha motivado la declaración, por parte. de las autoridades pesqueras, de “pesquerías en plena explotación”, especies que por
encontrarse en un frágil equilibrio. de sobrevivencia, requieren que nó se efec-
túen más faenas extractivas sobre ellas. La
distribución geográfica de las men- cionadas especies se ubica preferente- mente entre los 18? y 32* sur y entre los 36*y
38” sur.
32 AGUAS INTERIORES
La región de la costa chilena ubicada al sur de la isla de Chiloé (43* 5), muestra una configuración característica de las zonas
de fiordos.
En ella es posible encontrar un predomi- nio de aguas frias, de origen subantártico, con una notoria estratificación de tempe-
ratura y salinidad durante todo el año; una marcada influencia de las aguas continen-
tales en la frafija costera y un flujo perma- nente de aguas en dirección sur en la fran-
ja oceánica. Aquí es factible esperar tasas
reducidas de dispersión y en algunos secto-
res condiciones extremas de hielo..
- La surgencia en esta zona prácticamen- te no existe, siendo reemplazado su efecto
fertilizador por los aportes de nutrientes de
las aguas interiores. Por este motivo, en los
últimos años esta área ha sido objeto de intensa explotación mediante la instala- ción de cultivos marinos, los que han tenido
un gran desarrollo, transformándose en zonas de reproducción y cría de distintas especies marinas. Además, en esta zona la influencia del oleaje es casi nula,.lo que ha
permitido instalar con tranquilidad balsas, jaulas, etc. '
3.3 TERRITORIO CHILENO ANTARTICO
Como toda región biogeográfica, la
Antártica se halla rodeada por barreras de
carácter físico, que hacen muy difícil el
intercambio de sus componentes vivos con
las zonas vecinas. El perimetro completo de esta región. se halla demarcado por la
convergencia antártica, barrera que se ve reforzada por la presencia de la corriente
fría del paso Drake de circulación. este-
oeste. La presencia de esta frontera favo- rece la integridad de esta zona.
Evidentemente, el rasgo ecológico más relevante de este continente es el clima
frío. Las temperaturas permanecen duran-
te todo el año bajo 0*C, en tanto que la
pluviosidad es a su vez en gran parte sólida.
- Por consiguiente, ante esta rudeza de
las condiciones ecológicas, la vida en el
continente helado es escasa (condiciones
extremas de shielo). Las infecundas costas
cubiertas de nieve ofrecen condiciones
casi imposibles para el desarrollo de la vida
vegetal, El equilibrio ecológico es muy frá-
gil, por lo que se considera una zona de alta
vulnerabilidad. Sargazos, algas y millones y
millones de organismos como el krill
(Euphausia. superba), minúsculos y
unicelulares, constituyen la flora y fauna
marina. Las limitadas especies de fauna existen sólo a lo largo de las costas en los
mares circundantes, y corresponden a aves
y mamiferos marinos preferentemente. Por
otra parte, este ambiente es de -una mar-
cada singularidad, no existiendo otro con-
tinente helado en el planeta, -lo que lo
hace lugar propicio para ta investigación y la: educación.
3.4 ISLA DE PASCUA
Esta pequeña isla tiene una extensión
de 166 km? y se ubica aproximadamente .a
3.600 km dei puerto de Caldera, en la costa
de Chile. Por su aislamiento biogeográfico,
la isla representa uno de los lugares del
Pacífico en el que existe la más baja posibi-
lidad de arribo de especies y por consi-
guiente de poblamiento natural, tanto por
plantas como por animales terrestres. De
tal manera, ésta es una entidad ecológica efectiva que se mantiene por si misma (n-
tegridad).
En la ista se registra cuna diversidad
ecológica extremadamente baja, que
habitualmente se atribuye a la acción
degradadora de la alta población huma-
na allí existente, por lo que su vulnerabili- dad es alta. Sin embargo, hay fundadas
razones que indican que la escasa .canti-
dad de especies de flora y fauna y la
simplicidad de la trama trófica que las liga
45
entre sí, ha sido característica normal de su
desarrollo, que se explica por la. posición geográfica de la isla, a gran distancia de
los archipiélagos o masas continentales que
pudieran ser fuentes de dispersión de plan-
tas y animales.
La población de la isla tiene una gran
singularidad en su cultura y tradición, den-
tro de las cuales la isla juega un rol esencial
en la satisfacción de estas necesidades
(dependencia humana).
La ista tiene un valor histórico y arqueo-
lógico, ya que se le considera el museo más
grande del mundo al aire libre. Por este
mismo motivo, la isla tiene un interés cientí- fico de relevancia que amerita una sosteni- da investigación de sus caracteristicas fisi-
cas e históricas. Además, por su ubicación
dentro del Anticiclón del Pacífico, se en- cuentra en una excelente posición para
monitorear cambios ambientales (estudios
básicos y de vigilancia).
Durante el periodo estival, los vientos
dominantes son desde “el este, mientras
que en invierno es variable, con predomi-
nio de componentes W, aspecto: que se
debe tener presente al considerar la direc-
ción de propagación de posibles derrames
de hidrocarburos en el área.
3,5 ARCHIPIELAGO DE JUAN FERNANDEZ
La vulnerabilidad de este territorio es
alta. Esta constituye una de las zonas más
devastadas del territorio chileno sudameri-
cano. Más del 15% de la isla Robinson Crusoe
se halla atacado por una erosión avanza-
da, presentando en esos lugares caracte-
res casi desérticos. Tal situación debe ser
atribuida al progresivo deterioro que ha
venido experimentando la cobertura ve-
getal de la isla, como consecuencia de la
corta- indiscriminada de algunas de sus es-
pecies arbóreas y arbustivas autóctonas y
de la introducción de especies vegetales y
animales exóticos, que con el tiempo han
46
llegado a convertirse en factores decidi-
damente alteradores del equilibrio ecoló-
gico insular. En el presente siglo, hombres y animales están arruinando la vegetación y
el suelo de estas islas al desencadenar
rápidos procesos erosivos.
3.6 ISLAS SAN FELIX Y SAN AMBROSIO
A diferencia del Archipiélago Juan Femández, la influencia antrópica en estas
islas es escasa, por lo que tiene un alto grado
de pureza. El conocimiento de la naturaleza
de este archipiélago es aún precario, a pe-
sar del interés cientifico en su flora y fauna
marina y terrestre,
La flora es particularmente abundante
en San Ambrosio, cuya cumbre, estacio-
nalmente en el periodo lluvioso, permite
recolectar un porcentaje alto de especies
endémicas.
La fauna marina es relativamente abun-
dante y muestra afinidades con la del ar-
chipiélago de Juan Fernández, conservan-
do elementos. endémicos. Peces y langostas
son explotados comercialmente en forma
esporádica.
San Félix podría constituirse en una base
científica importante para hacer prediccio-
nes confiables sobre las condiciones ocea- nográficas y meteorológicas en el Pacífico
sudeste, Se ha detectado que estas islas se
ubican en una excelente posición para
monitorear la zona de transición entre las
masas de agua subtropicales y subantárti-
cas (estudios básicos y de vigilancia).
3.7 BOSQUES DE NEBLINA
Tanto en la región semidesértica como
en ta de clima de tendencia mediterránea
de Chile sudamericano existen reductos
florísticos de vegetación boscosa, similar a ta de las regiones con mayor humedad del
país (higrófitas). Algunos de éstos son con- siderados como relictos de vegetación
boscosa, producto de migraciones de pro-
cedencia austral, ocurridas durante las gla-
ciaciones pleistocénicas. Tales bosqueci-
llos son los conocidos como los de Fray
Jorge y Talinay, de Huentelauquén, en Pi-
chidangui y del fondo Palo Colorado, en la
región de Coquimbo. En la región de
Aconcagua se citan el de la quebrada El
Tigre, en Zapallar, y el de Córdoba. A su vez, en la región de Valparaiso, están los bos- ques de quebrada El Roble, de Quintero, de Mantagua, del cerro Mauco y de
Peñuelas. La característica común de es-
tos relictos es su localización en áreas
costeras de abundante neblina y con de-
sarrollo de suelos pantanosos. El bosque
más maduro e interesante desde el punto
de vista geológico y botánico es el de Fray
Jorge y Talinay, declarado Parque Nacio-
nal, que se ubica en una región árida y ha sido un centro de permanente interés cien-
tífico nacional e internacional con enor-
mes perspectivas para la investigación. Por
su Ubicación, es el bosque nativo más sep-
tentrional de Chile con características hi-
grófitas, ya que es el primero que se en-
Cuentra en la costa del Pacífico al sur de la región central del Perú. Así, este Parque Nacional es un ambiente de gran singulari-
dad y representativo de un tipo de hábitat
que sólo se da en otras latitudes.
38 AREAS CON IMPORTANTES PROBLE- MAS DE CONTAMINACION MARINA
En los sitios que se señalan en la tabla 3,
existen problemas de contaminación mari- na que: van de un grado moderado a seve-
ro. Las perturbaciones impuestas a estos
ambientes con el carácter de “severo”, ha-
cen presumir que la zona se recuperará
parcialmente o quedará totalmente destrui-
da, habida cuenta que el conocimiento
científico acerca de la "capacidad
asimilativa” del océano se renueva día a día
y los avances en el campo tecnológico po-
drían indicar en que forma optimizar el lanza-
miento de los desechos. De manera, las
áreas señaladas muestran una alta vulnera-
bilidad ante la incorporación de nuevos de-
sechos, los que podrían llegar a sobrepasar
la “capacidad de carga” del sitio afectado.
De los lugares allí indicados, Valparaiso y
Concepción-Arauco son los que muestran
grados de contaminación más altos en todo
el territorio nacional. Como ejemplo, el canal El Morro (Talcahuano-Concepción) está con-
siderado uno de los cinco focos más conta-
minados del planeta.
3.9 AREAS PROTEGIDAS.
Algunos sectores del planeta se desti-
nan actualmente como lugares de preser-
vación de los ecosistemas naturales en su
estado original, con el objeto de proteger-
los, para fines de recreación, de conserva-
ción de la estética, de educación o de investigación del medio ambiente.
La clasificación de los distintos tipos de
áreas protegidas en Chile se ajusta a la
señalada en la “Convención para la pro-
tección de la flora, la fauna y las bellezas
escénicas naturales de América”, siendo
las más utilizadas en nuestro pais:
- Parque Nacional (P.N.): Area general-
mente extensa, donde existen diversos am-
bientes naturales únicos y representativos de la diversidad ecológica de Chite, no altera-
dos significativamente por la acción huma-
na, capaces de autoperpetuarse y cuyos
recursos naturales, culturales y escénicos son
de especial interés educativo, cientifico y
recreativo.
- Reserva Nacional (R.N.): Area de extensión
vamñada cuyos recursos naturales es necesario
conservar y utilizar con especial cuidado, por la
susceptibilidad de éstos a sufir degradación o
por su importancia relevante en el resguardo
del bienestar de la comunidad,
- Monumento Natural (M.N.); Area gene-
ralmente reducida, donde se protegen y
conservan especies nativas de flora y fauna
47
o existen sitios geológicos y recursos natura-
les relevantes desde el punto de vista
escénico, educativo o científico.
- Area de Protección (A.P.): Area constituida
principalmente por terrenos particulares de gran
valor escénico y turístico, en tos que CONAF
reglamenta la corta de árboles y adopta medi-
das para proteger los recursos naturales.
- Santuario de la Naturaleza (S.N.): Area
terrestre o mañna cuyos recursos naturales son
de tal relevancia que ofrecen especiales posi-
bilidades para la investigación científica.
3.110 RUTAS DE AVES MIGRATORIAS.
Nuestro pais se encuentra inserto en la
ruta migratoria de diversas aves marinas,
algunas de las cuales también nidifican en
nuestras costas. Ésto hace que dichos ani-
males tengan dependencia en relación con
nuestra costa. Algunos ejemplos de estas
aves que efectúen vuelos continentales son:
a) Gaviotin ártico (Stema paradisea), cuya
nta va desde el Ártico a la Antártica, siguiendo
la costa ceste sudamericana, incluyendo de
este modo a nuestro país.
b) Gaviota de Franklin (Larus pixpican), que
recorre desde México hasta el Cabo de Homos,
siguiendo la costa sudamericana.
c) Zarapito (Numenius phaepous), que
también migra desde Alaska al Cabo de
Hornos y viceversa, con nidificaciones en
nuestras costas.
311 SITIOS DE INTERES TURISTICO Y OTROS
Á lo largo de toda la costa de Chile, es
posible encontrar una gran cantidad de
sitios de relevante interés turístico, que no
han sido considerados en esta clasifica-
ción de zonas a evitar, de la misma manera
que aquellas rutas migratorias de mamífe-
ros marinos, que tampoco han sido consi-
derados.
o FIGURA 1
ZONAS ESPECIALES
L SAN FELIX l. SAN AMBROSIO
A
ISLA DE PASCUA
E Ú
l. SALAS Y GOMEZ
ARCHO. JUAN - - FERNANDEZ
TERRITORIO
CHILENO
ANTARTICO
Areas de Surgencia : -
Aguas Interigres
Territorio Chileno Antárico
Rulas de aves Migralorias.
"FIGURA 2
“ZONAS ESPECIALMENTE SENSIBLES
1 de Pasa
|
l. Says y Gánez
MM s020s Comprinedas
Marcos Prolé pias
Temor Efateno Arima.
ls San Félix isa an ames
TERRITORIO CHILENO
ANTARTICO
TABLA 1
ZONAS ESPECIALES: CRITERIOS SELECCIONADOS PARA SU DESIGNACION
CONDICIONES
OCEANOGRAFICAS
ECOLOGICOS
Áreas de surgencia Surgencia
(pto. 3.1)
Aguas interiores Largo tiempo de (pto. 3.2) residencia de las
aguas
Condiciones extremas
de hielo
Región antártica Condiciones extremas (pto. 3.3) de hielo
Línea de costa
(pto. 3.10)
Alta productividad
natural
Hábitat crítico para diferentes recursos
marinos
Zonas de reproduc-
ción y cría de impor- tantes especies marinas
Rutas de aves
migratorias.
TABLA 2
ZONAS ESPECIALMENTE SENSIBLES: CRITERIOS SELECCIONADOS PARA SU DESIGNACION
ECOLÓGICOS SOCIALES, CULTURALES Y ECONOMICOS
CIENTIFICOS Y EDUCATIVOS
OTROS
Isla de Pascua
(pto. 3.4)
Archipiélago de Juan Fernández (pto. 3.5)
Islas San Félix y San
Ambrosio
(pto. 3.6)
Fray Jorge y Talinay (pto. 3.7)
Áreas contaminadas
(Tabla 3, pto. 3.8)
Áreas protegidas (Tabla 4; pto. 3,9)
a) Parque Nacional
b) Reserva Nacional
c) Monumento
Nacional
d) Santuario de la
Naturaleza
Territorio Chileno
Antártico
(plo. 3.3)
- Vulnerabilidad
- Integridad
- Vulnerabilidad
- Pureza
- Representatividad
- Singularidad
- Vulnerabilidad
- Representatividad
- Vulnerabilidad
- Vulnerabilidad
- Integridad
- Singularidad
- Dependencia
humana - Investigación - Area protegida - Valor histórico
- Estudios
básicos de
vigilancia
- Area protegida
- Estudios básicos y de
vigilancia
- investigación - Área protegida
- Recreo - Investigación
- Educación
- Investigación - Educación
- Investigación
- Investigación
- Educación
- TABLA 3-
AREAS CON IMPORTANTES PROBLEMAS DE CONTAMINACION MARINA
CALIFICACIÓN COMENTARIO
Arica Moderada Industrias pesqueras
Iquique o “Severa Desechos domésticos, industriales
Taltal Severa Embancamiento y toxicidad
Tocopilla “Severa Relaves de cobre
Huasco Severa Embancamiento
Chañaral - Severa Relaves de cobre, embancamiento y
toxicidad
Coquimbo Moderada Desechos domésticos y relaves de
cobre.
Concén Moderada Refineria de petróleo y desechos
varios del río Aconcagua
Valparaiso Severa Desechos domésticos e industriales
Constitución Moderada Desechos domésticos e industriales
Concepción-Árauco - Severa . Desechos domésticos e industriales,
eutroficación, contaminación
por metales pesados, desechos pesqueros, de petróleo, celulosa y otros.
Estrecho de Magallanes Moderada Contaminación por petróleo
1.- 2 3- 4.- 5.- B.- >
7.-
8.-
9.-
10.-
11.-
12.-
13.-
14.-
15.-
16.-
17.-
18.-
19.-
20.-
TABLA 4
La Portada
Pan de Azúcar isla de Pascua
Pingúino de Humboldt Fray Jorge y Talinay Isla Cachagua ' Arch. Juan Fernández Laguna de Torca Isla Mocha
Isla Chiloé Las Guaitecas-
Isla Guamblin
Cinco Hermanas
Isla Magdalena
Laguna San Rafael Katalalixar Bernardo O'Higgins
Alacalutes
Alberto M. de Agostini
Cabo de Hornos
AREAS SILVESTRES PROTEGIDAS EN EL LITORAL CHILENO
Monumento Nacional
Parque Nacional
Parque Nacional Reserva Nacionai
Parque Nacional Monumento Nacional
Parque Nacional
Reserva Nacional
Reserva Nacional
Parque Nacional Reserva Nacional
Parque Nacional Monumento Nacional
Parque Nacional Parque Nacional
Reserva Nacional
Parque Nacional
Reserva Nacional
Parque Nacional
Parque Nacional
Fuente: CONAF. Folleto “Sistema' Nacional de Areas Protegidas de Chile”.
BIBLIOGRAFIA
- ARANA P. 1977. Desarrollo pesquero y conservación de recursos marinos. En: Política Oceánica. F. Orrego (Ed.) Universidad de Chile. pp. 122-158
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Oceánicas Chilenas: conocimiento cientifico y necesidades de investigaciones. J. €. Castilla (Ed.) Ediciones Universidad Católica de Chile. pp. 85-100.
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- QUINTANILLA V. 1983. Biogeografía. Toma lll Geografía de Chile. Ed. Instituto Geográfico
Mititar. 230 pp. : :
- WEBER C. y A. GUTIERREZ. 1985. Areas silvestres protegidas. En: Medio Ambiente en Chile.
CIPMA. Fernando Soler. Ed. Univ. Católica de Chile. pp. 141-163.
1.3.4 CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS DEL SUBSUELO MARINO ADYACENTE PARA EL AREA OCEANICA FRENTE A PAPUDO, 1990
1. INTRODUCCION
Geomorfología costera frente a Papudo
Chile, así como todo el continente Sud-
americano, se encuentra situado sobre la placa Americana. Placa, geológicamente hablando, se define como la o las porcio-
nes de corteza terrestre que conforman la
masa superficial de la tierra. Aunque la for-
ma y tamaño de las diferentes placas
tectónicas son variables, en términos gene- rales existen siete grandes placas que con-
forman la superficie del planeta (figura N*
1). Existen sectores de la Tierra donde se
está formando nueva corteza (dorsales oceánicas) y.otros en donde diferentes pla-
cas convergen. En los sectores de conver- gencia de placas, la morfología de la cor-
teza adquiere características especiales
que junto a la dinámica asociada a ellas, producen efectos que finalmente caracte-
rizan a las áreas geográficas dei planeta desde el punto de vista geofísico. Algunos de estos efectos son los sismos y el volcanismo.
El territorio continental chileno se en- cuentra sobre la placa americana y casi
todo el territorio marítimo proyectado por
él se encuentra sobre la placa-de Nazca,
que forina parte del suelo marino del océano Pacífico (figura N” 2). Este en- cuentro de. placas conforma el margen continental, tipo que caracteriza geomor-
fológicamente a nuestro litoral y al suelo y
subsuelo marino adyacente (figura N? 3).
Los fenómenos naturales que normal-
mente ocurren en Chile, producto de la di- námica de interacción entre los medios que conforman nuestro medio ambiente, no son
técnicamente bien conocidos ni comprendi-
dos por el promedio de la pobiación, si bien existe en su defecto un conocimiento intuitivo
de todo ello, especialmente de aquellos fenó-
menos recurrentes y que causan alarma públi-
ca: sismos, tsunamis y erupciones volcánicas. Á lo largo de su historia, incluido el presente siglo,
los chilenos hemos sufrido la ocurrencia de fe-
nómenos sismicos (Valparaiso: 1906, 19/73 y 1985)
y de erupciones volcánicas (Villarrica: .1984;
Lonquimay: 1989), sólo por nombrar algunas de re-
ciente data y que aún pueden estar en la memeria
de muchos. Asítambién, informaciones sobre fenó- menos que nunca han ocurrido y que tampoco tie-
nen probabilidad de ocurrencia, han causado pre-
ocupación y alterado el diario vivir de la población en el pasado, en el presente y seguramente ocurrirán
también en el futuro. A medida que seamos capa- ces de tomar conciencia de nuestra geografía, po-
dremos reaccionar adecuadamente ante la ocurren- cia de fenómenos que forman parte de nuestra vida y también sabremos actuar ante informaciones in-
fundadas sobre aquellos fenómenos que no pue-
den ocurrir en nuestro medio ambiente.
En el presente informe, se compila y ana-
liza información histórica de las característi-
cas geomorfológicas de nuestro litoral e in- formación oceanográfica e hidrográfica de campo obtenida recientemente por la Ar- mada, en el área "oceánica frente a Papudo en la Y región, con el objeto de verificar la conformación morfológica del
suelo marino del área.
2. INFORMACION Y DATOS UTILIZADOS
Batimetria
De los datos disponibles en el Centro Na-
cional de Datos Oceanográficos (CEN-
DOC), se seleccionó y compiló toda la
56
batimetria incluida en un area de 30 x 30 .
millas náuticas, cuyos vértices se muestran - .
en la figura N* 4. Con esta información se
preparó una grilla de interpolación bati-
métrica, para obtener una sere de vistas
gráficas tridimensionales que permiten ¡a
interpretación visual de ia morfología del
sector de interés. Esta grilla batimétrica fue
complementada con los datos obtenidos
por el patrultero “Lautaro”, con un sonda-
je que cubrió el tercio sur de esa área, lo
que se muestra en la figura N” 5. Con esta información se prepararon las vistas tridi-
mensionales que se muestran en las figuras N*s., 6,7 y8.
Perfilaje sísmico
De la información geofísica disponible, 'se
seleccionó un perfil sísmico realizado en el año 1967 por D. W, Scholl, J. 8. Ridion y R.
Von Huene, el cual cubre diagonalmente
en sentido SE-NW, el sector bajo estudio. En la figura N* 9 se muestra el perfil indicado, identificado como D-28. De este perfil se derivó una interpretación geomorfológica,
to que permitió preparar en una escala con-
veniente la figura N” 10, con las caracterís- ticas del suelo marino del sector desde la lí- nea de costa hasta un punto situado en
Latitud 32% 20' S y Longitud 73" 47' W.
Batitermografía
De la base de datos oceanográficos del S.H.O.A., se seleccionó un perfil de tempera- tura versus profundidad promedio, para la es-
tación de invierno (figura N* 11), representati-
vo del sector bajo estudio. Estos datos se completaron con tres perfiles obtenidos por el
PP “Lautaro” en las estaciones que se muestran en la figura N* 10. Los perfiles ob-
tenidos “in situ", se muestran en las figuras N*s. 12, 13y 14,
Densidad
En los mismos lugares donde se efectua-
ron las observaciones de temperatura (fi-
gura N* 15), se obtuvieron muestras de
agua a tres niveles de profundidad (10, 30
¿y 50 mts.). De estas muestras se separaron
dos submuestras, por estación, las primeras
selladas al vacio para someterlas a análisis
en el laboratorio de ta Empresa Nacional
del Petróleo en su Refinería de Con Con,
con el objeto de determinar la presencia de gases y las segundas, para determinar
salinidad y densidad en el láboratorio fisico- químico del S.H.O.A. Los resultados del aná- lisis de presencia de gases fueron negativos,
de acuerdo a lo informado por la RPC-ENAP
y los análisis de salinidad y densidad se pre-
sentán en la Tabla N* 1.
3. ANALISIS Y RESULTADOS
Aspectos Geofisicos
Varias teorías'se han desarrollado en el
presente siglo, para explicar los fenóme-
nos geofísicos de la Tierra. Los más signifi-
cativos del último tiempo son la de “Deri- va Continental” y ta de “Tectónica de Placas”. El desarrollo científico ha sido acompañado por un lento, pero sostenido
aumento de la obtención de información, especialmente de los océanos, que sin ser
espectacular, ha permitido ampliar y
completar el conocimiento descriptivo, primero, y de modelaje, después de la
masa superficial de nuestro planeta.
El muestreo sistemático de las áreas oceánicas mediante el empleo de diversas técnicas y métodos de alta tecnología, han
servido para establecer caracteristicas espe- cíficas de la geomorfología costera y oceánica. James P. Kennett en 1982, publicó un excelente libro, que explica con detalle y
exactitud to que hasta el final de la década de los seténta se había desarrollado. Hasta hoy,
no ha habido grandes variaciones a su escri-
to y lo fundamental se mantiene inalterable.
Tal como Kennett lo describe, el margen
continental chileno es uno de los tres tipos de
margen continental chileno que caracterizan
geomorfológicamente al océano Pacífico. En la figura N* 3, se puede visualizar caracterís-
ticas topográficas típicas de este tipo de mar-
gen. El fenómeno más significativo asocia-
do a este tipo de margen es la actividad
sísmica, producto del mecanismo de acu-
mulación y liberación de energía, debido al proceso de subducción de la placa
oceánica bajo la continental.
Otro fenómeno característico, producto de! choque de placas en esta área, es el
volcanismo continental, el cual en
Sudamérica se extiende a lo largo de la
cordillera de los Andes y que se presenta
alrededor de casi todo el océano Pacifi-
co. Por esta razón, el borde del Pacífico se denomina comúnmente el Cordón de Fuego. A diferencia de la sismicidad que se genera bajo la superficie de la corteza,
especificamente a lo largo de la superficie de contacto entre las dos placas, el
volcanismo en esta zona es exclusivamen-
te continental. Volcanismo submarino se presenta en aquellas zonas donde se ge-
nera o se ha generado corteza oceánica;
lugares con estas características apare- cen.donde actualmente se situan los cor-
dones -de islas de Pascua, Salas y Gómez y
de Juan Fernández, los cuales en la actua-
lidad no son de volcanismo activo, debido
a que se encueniran alejados de la zona de generación de nueva corteza por el
proceso de deriva de piacas. El subsuelo
«marino correspondiente a la placa conti-
nental entre la fosa y la línea de costa, no
presenta volcanismo.
La figura N” 10 presenta un perfil sísmico
que permite visualizar las caracteristicas
topográficas submarinas del sector com-
prendido entre la salida desde Valparaíso y
un punto situado en Latitud 32*20" S y Longi-
tud 73%47' W. Este perfil cruza diagonalmen- te el área bajo estudio en su totalidad y
muestra claramente los rasgos geomorfoló-
gicos del margen continental chileno. Des-
de derecha a izquierda, se aprecian la pla-
taforma, el talud, la fosa y finalmente la
planicie abisal correspondiente al suelo
oceánico de la placa de Nazca. En este
caso, se puede apreciar que el talud conti-
nental es un poco más extenso que su pro-
medio, conteniendo una pequeña cuenca
sedimentaria en mitad de él y situada
57
geográficamente entre Valparaiso y
Papudo.
Esta cuenca contiene capas sedimen-
tarias con una data inicial de aproximada-
mente veinte millones de años. El contenido
orgánico de esos sedimentos podría gene-
rar una actividad bioquímica de descom-
posición, con una probable generación de
metano, anhidrido carbónico y otros gases
de menor relevancia (Shipley Didyk, 1981),
los cuales quedan atrapados en la cuen-
ca sedimentaria. Una alteración al régi-
men térmico del contorno, podría «producir una liberación espontánea de estos gases, los cuales saldrían a la super-
ficie disolviéndose parte de ellos en el pro-
ceso de ascenso y resto escapando a la
atmósfera. Este fenómeno eventual, es
sólo detectable directamente “in situ” y afecta a un área restringida del mar, lo
cual hace poco probable su observación
visual.
La batimetria conocida de la plataforma
y talud continental en esta zona, presenta
un rasgo geomorfológico tipo meseta a
profundidades algo superiores a 2.300 me-
tros, en la cual se encontraría la depo-
sitación sedimentaria señalada en el
acápite anterior. Las figuras 6, 7 y 8 mues-
tran una vista general de la morfología su-
perficial del área bajo estudio, en las cuales se puede apreciar claramente la meseta del talud continental asociada a la cuenca
sedimentaria ya descrita. Junto.a esto, se
aprecia la ausencia total de otro tipo de
rasgo topográfico diferente a lo descrito. No
se aprecian profundidades menores a los
2.000 metros en todo el sector.
Las corridas de sondas obtenidas por el
PP Lautaro confirman la existencia de esta
cuenca de una profundidad media de
alrededor de 2.500 metros, y son coinci-
dentes con la información batimétrica
evaluada anteriormente (Figura 5). En el
área sondada no se registró ninguna pro-
fundidad inferior a 2.300 metros.
En la figura 11 se muestra un perfil
58
batitermográfico promedio para la esta-
ción de invierno, representativo para el
area bajo estudio, ef cual no presenta dife- rencias con los valores de temperatura ob-
tenidos mediante termómeiros de inversión
por el PP "Lautaro" (Tabla N* 1). Se detectó
una isoterma de 12%C a 40 metros de pro- fundidad; sin embargo sobre ella la varia-
ción de temperatura es mínima, indicando
una probable ausencia de termoclina. Simi-
lar situación se observa en los registros de
XBT (figuras 12, 13 y 14), los que se caracte-
rizan por una pendiente de inclinación
constante, evidenciando la ausencia de
termoclina. Esta situación corresponde a lo
normal y esperable para el área y la época
en que se efectuaron las observaciones, de
acuerdo a los registros históricos evaluados.
Los valores de salinidad observados en las
mismas estaciones de registro batitermográfico, se
presentan dentro de tos rangos observados en otras muestras obtenidas en el área en
similar período. El rango promedio de salinidad para la época invernal a 50
metros de profundidad fluctúa entre 34,30 y
34,50 partes por mil, registrándose en esta
oportunidad un valor mínimo de:34,431 y un valor máximo de 34,527. .
Con respecto a la densidad, las isopicnas
se inclinan hacia lá superficie ál acercarse a
«la costa, debido al aporte de aguas profun-
das más densas hacia la superficie, lo que
puede interpretarse cómo ocurrencia de
surgencia.
De acuerdo a la información histórica dis-
ponible, comparada con los datos obteni-
dos durante el crucero de investigación
efeciuado por el PP “Lautaro” en el área de
interés, no se detectó anormalidad topo-
gráfica submarina, ni tampoco de las varia-
bles térmica y de densidad.
4. CONCLUSIONES
1.- La información histórica disponible, asi
como la obtenida por el PP “Lautaro” per-
miten confirmar la descripción de las carac-
terísticas geomorfológicas del margen con-
tinental chileno, especificamente del área
situada frente a Papudo entre la costa y los
74” de longitud W. Tanto la plataforma
como el talud y la fosa presentan rasgos
normales, ya descritos por diferentes autores
en el transcurso del tiempo.
2.- De los fenómenos naturales asociados
a este tipo de margen continental, el más
significativo es la actividad sismica, la cual
ha estado y estará siempre presente en
nuestra geografía. Otro tipo de actividad
geofísica, como el voicanismo, no se pre-
senta en nuestro ditoral. El volcanismo en
nuestro país es de carácter continental y está asociado a la actividad de la cordiile-
ra de los Andes.
3.- La cuenca sedimentaria situada en el talud. continental frente a Papudo, puede
eventualmente dar origen a. fenómeno de
carácter bioquímico, los que producirian
presencia de gases en la superficie del mar
en áreas muy pequeñas y no afectan el
medio ambiente en escala significativa en
términos de espacio y sólo en periodos muy cortos mientras dure su ocurrencia.
4.- Las condiciones oceanográficas histó-
ricas para el área y las derivadas de las ob- servaciones realizadas por el PP “Lautaro”,
son concordantes y representan una situa-
ción normal para la época del año. -
TABLA NP 1
ESTACION N? 1 ESTACIÓN N* 2 ESTACION N* 3
POSICION 32" 43,73 S 72" 13,11 W
32” 43875
72 98,73 W
32* 43,045
72” 03,09 'W
04/07/90 04/07/90 04/07/90
VIENTO VELOCIDAD 6 NUDOS 6 NUDOS 5 NUDOS
PARAM. PROFUN
SIGMA-T
T TEMPERATURA *C Ss SALINIDAD (PARTES POR MILES)
SIGMA-T DENSIDAD
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PLACA DE COCOS 1 PLACA PACÍFICA
OCEANO PACIFICO
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PLACA DE NAZCA SURAMERICANA
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CORD; LL ERa CH. E
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PLACA ANTARTICA
FIGURA 2.- Distribución de placas y margen continental de América del Sur según David E. James, 1973. La Ex
clusión de los Andes. Scientific American, 2da. Edición 1976.
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- FIGURA9.- Situación de perfiles sismicos observados por D. W. Scholl, R. von Huene y y. B. Cialoco en 1967.
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072 122 W
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= 415 FIGURA 11.- — Perfil típico de temperatura para el Marsden 415, estación invierno,
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Tectónica de placas, Selecciones de Scientific American, 2a. Edición, Editorial Blume, Ma-
drid, 1976.
CAPITULO Il
ESTUDIOS PROFESIONALES Y CIENTIFICOS
2.1 METODO “MEGER” PARA CALCULAR EL AZIMUT VERDADERO DE UN ASTRO
Desarrollado por el Capitán de Eragata (A) Sr. Jaime Germain Gajardo,
profesor de Navegación de la Escuela de Operaciones de la Armada de Chife.
Propuesto por su autor en enero de 1990, fue declarado por la Dirección
de Educación de la Armada método oficial para el cálculo del azimut
de un astro, de acuerdo a lo resuelto por dicho organismo
el 17 de mayo de 1991.
A continuación, se explica este procedimiento, su aplicación y cálculos,
en la misma forma que aparece en el Almanaque Náutico editado
por el SHOA pera el año 1992
SOLUCION DEL TRIANGULO DE POSI- CION Y EXPLICACION DEL METODO ME- GER
1. INTRODUCCION
La solución del triángulo de posición permite obtener la altura calculada (Ac) y el azimut verdadero (Azv) de un astro en el
instante de su observación. Los valores
geográficos y astronómicos involucrados son: el punto estimado del observador
(Pe); el ángulo al polo del astro (P) y la declinación corregida del astro (Dc).
El método MEGER se desarrolla a partir del punto estimado (Pe), entregando el va- lor exacto del azimut verdadero (Azv) con
alta confiabilidad, sin necesidad de inter-
polaciones y en un lapso inferior a 2 minu-
tos. La altura calculada (Ac) también se
obtiene fácilmente y aunque se prefiera el
método de punto adoptado (Pa), se explica
también para la comprensión global de!
nuevo método oficializado.
Las fórmulas a emplear en este nuevo método fueron deducidas de las relacio- nes trigonométricas fundamentales en un
triángulo esférico cualquiera y en un trián- gulo esférico rectángulo.
La aplicación del método propuesto se aclara ampliamente con la solución de cin- co ejemplos originales. Los datos astronó-
micos, tales como, el AHGr y D de un cuer- po celeste, son obtenidos de las páginas diarias del Almanaque Náutico vigente.
78
2. ANALISIS DEL TRIANGULO DE POSI- En el triángulo PS, Z, A, los elementos
CION conocidos son:
meridiano
(90? - Le) = Co- Latitud
P = Anguio al Polo
Á Distancia Polar
Calcularemos:
Z = Angulo al Zenit
Dz = Distancia Zenital = (90 - Ac)
3. CALCULO DE 2:
Aplicando la fórmula de los cuatro elementos consecutivos, A, P (90* - Le), Z.
ctg Á sen (909 - Le) = ctg ZsenP + cos (90 - Le) cos P ctg Á cos Le = ctg Z sen P + sen Le cos P
ctg Z sen P= ctg Á cos Le - sen Le cos P
cos P (> A cos Le - sen Lo ) cos P
_ ctgAcosle cos P
- sen Le
ctgK (1) Siendo K elemento auxiliar
cos K cos Le ctg Ztg P = ctg K Le - = -—_—_—_——- g Z tg ctg K cos Le - sen Le sen K sen Le
ctg Z tg P= cos K cos Le - sen K sente _ cos (K + Le)
sen K sen K
entonces, tg Z = tg P sen K sec [K + Le)
siendo K = tg* (tg A cos P) De (1)
-Z = tg? [sec (K+Le) sen K tg P]
4. CALCULO DE Ac
Aplicando la fórmula del coseno de un lado:
cos Dz = cos (90? - Ac) = cos (90* - Le) cos A +sen[(90? - Le) sen Á cos P
sen Ac = sen Le cos Á + cos Le sen Á cos P
sen Ac = cos A (sen Le + cos Le tg Á cos P)
como tg A cosP =tgK, resulta
sen Ac = cos Á (sen Le + cos Le tg K)
cos K
sen Le cos K + cos Le sen K cos Á ( )
cos K
sen (K+Le)
cos K sA
entonces, sen Ác = cos Á sec K sen (K+Le)
siendo K= tg? (tg A cos P)
Ac = sen? [sen (K + Le) sec K cos A]
80
5. EJEMPLOS:
a) Le y Dc igual signo A = (90? - De)
Calcular el azimut verdadero Azv y la altura calculada Ac del Sol para el 21 de enero de 1992, siendo UT: 14” 217 14* en la posición estimada Le: 26? 19,6" S; Ge: 81" 28,7" Y.
Solución por Método Meger:
K = tg? (tg A cos P) Z = tg" [sec (K+Le) sen K tg P]
Ac = sen” [sen (K+Le) sec K cos Al
279 12,1 D 19 59,1 S
05” 18,5" (d 0,5") - 0,2"
= 32% 30,6' De = 199 58,9 S 81% 28,7 W A 70% 01,1
48” 58,1' E K 61,018878"
Le 26,326667” S
(K+Le) 87,3455457
Z = 87,362076* E
Azv = 092,6?
Ac = 44,790405* = 44* 47, 4'
b) Le y De distinto signo A = (90% + Dc)
Calcular el azimut verdadero Azv y la altura calculada Ac del Sol para el 12 de agosto de 1992, siendo UT: 22? 19" 48* en la posición estimada Le: 289 39,5" S; Ge: 86" 42,3" W.
AHGr 148? 47,0" D = 14” 41,0' N c = 04% 57,0" (d 0,7") - 0,2'
AHGrc 153% 44,0" De = 14” 40,8 N Ge 86" 42,3 W A 104? 40,8'
Pp = 67017 W K 123,87142" Le 28,65833" S
152,52975%
114,36917" W
294,49
12,107655* = 12% 06,5'
81
c) Calcular el azimut verdadero Azv y la altura Ac de Júpiter para el 3 de noviembre de 1992, siendo UT: 12" 107 21* en la posición estimada Le: 25* 40,4' S; Ge: 91? 31,5" W.
AHGr = 38” (4,8" D = 00? 54,5” S
(v 2,0") 0,4 (d 0,2) 0,0"
02? 35,3"
Dc 00% 54,5" S
407 40,5 A 89” 05,5"
919 31,5" W K 88,561472"
50% 51,0" E Le = 25,673333" S
114,234805*
Z = 108,48407" E
071,52
Ac 35,1571719 = 35% 09,4'
d) Calcular el azimut verdadero Azv y la altura calculada Ac de Canopus para el 21 de
febrero de 1992, siendo UT: 05” 267 18% en la posición estimada Le: 23? 27,0" S; Ge: 151% 30,8' W.,
ARGr y = 225” 23,0" = 529 41,75
c = 06” 35,6' 37” 18,3
AHS = 264” 02,9" 36,288499"
A = 23,450000% S
2 = 496” 01,5' HA
136% 01,5" = 59,738499%
Ge 151? 30,8" W 18,027013” E
Pp = 15 29,3'E 162,09
58,467906” = 58” 28,1'
e) Calcular el azimut verdadero Azv y la altura calculada Ac de una astro cuando:
AHGr = 53% 00,0”; De = 15 00,0” S; Le = 32 00' N; Ge = 16% 00" W
AHGr 537 00,0' De = 15” 00,0” S
Ge = 16% 00,0" W Á 105 00,0'
P = 377 00,0" W K 108,54705?
Le = 32,00000% N
140,547057
137,22394% W
222,8"
31,134603* = 31” 08,1'
2.2 EL ARCO DE SCOTIA
SEPARACION NATURAL DE LOS OCEANOS PACIFICO Y ATLANTICO
Por el Vicealmirante Sr. Guillermo Barros González
(De la “Revista de Marina” N* 777, Marzo - Abril de 1987)
INTRODUCCION
A medida que ha ido progresando el co- nocimiento del relieve submarino, junto
con las propiedades de las aguas y sus
relaciones geográficas, la delimitación de mares y océanos por medio de rectas, cur- vas convencionales o imaginarias ha sido paulatinamente rechazada, desde un pun-
to de vista científico.
Así, aplicando doctrinas pertenecientes a connotados oceanógrafos, podemos mencionar — en general— que los dos cri- terios modernos más importantes, en lo referente a delimitación de grandes áreas oceánicas, aceptados mundialmente, son:
— el que indica la conveniencia de consi-
derar el relieve submarino y en especial los cordones sumergidos, a profundi-
dades cercanas a los 4.000 metros, y
el que considera, además de la batime-
tría, la distribución de las propiedades de las aguas y de los seres vivos, las
corrientes marinas, los regímenes de mareas y demás aspectos naturales que se verifican en la zona de confluen-
cia de los mares y océanos,
Las aguas del paso Drake, que se inter-
nan hacia el E formando el mar de Scotia, están vinculadas directa y estrechamente
al océano Pactfico, participando de todas sus características e influencias. Á su vez,
el mar de Scotia está configurado por las
islas, islotes y otros accidentes geográtl- cos que constituyen el conocido arco de
las Antillas del Sur, el cual separa en forma natural los océanos Pacífico y Atlántico,
cumpliéndose para ello todos los requisi- tos exigidos por la ciencia moderna.
Los tratados vigentes entre Chile y Ar- gentina no señalan en parte alguna que sea el meridiano del cabo de Hornos u otra línea imaginaria la separación entre am- bos océanos, circunstancia que también se analiza en el presente trabajo, el cual sólo tiene el propósito de dar a conocer los fundamentos técnicos y científicos que es- tablecen que el Arco de Scotia es la sepa- ración natural de los océanos Pacífico y
Atlántico, lo que ha sido comprobado a través de numerosas investigaciones
oceanográficas, geológicas, meteorológi- cas, biológicas y otras realizadas por un
considerable número de científicos de di- versos países.
PONENCIA DE CHILE ANTE LA U.G.G.l.
Durante la X Asamblea General de la Unión de Geodesta y Geofísica Internacio- nal, realizada en Roma, Italia, entre el 14 y 29 de septiembre de $954, la delegación de
Chile presentó a consideración de la Aso- ciación de Oceanografía Física la ponencia
sobre “delimitación natural entre los océanos Pacífico y Atlántico Sur por el Ar-
co de Escocia”, expresada en la siguiente forma:
“El arco de las Antillas del Sur es el límite natural entre el océano Pacífico y el océano
Atlántico sur. Pasa por la isla de tos Estados,
el banco Burdwood, las rocas Cormorant, las rocas Black, las islas Georgias del Sur,
las islas Sandwich del Sur, las islas Orcadas del Sur, para topar el extremo noreste de la península Antártica, llamada Tierra de
O'Higgins por Chile (Tierra de Palmer por EE.UU. de Norteamérica y Tierra de Graham por Gran Bretaña y otros)”.
Las recomendaciones hechas por Chile
estuvieron basadas en:
a) La conexión geológica entre Suda- mérica y la península Antártica;
bj) La batimetríia; c) Lagran corriente del Pacífico sur y las
características de sus aguas; y d) La vida marina.
La ponencia chilena no alcanzó a ser de- batida ampliamente, pero fue expuesta a
la consideración de los delegados de dis- tintos países.
Posteriormente, en la Xl Asamblea Ge- neral de la Unión de Geodesia y Geofísica Internacional, efectuada en Toronto, Ca- nadá, entre el 3 y el 14 de septiembre de
1957, Chile volvió a inscribir la misma po-
nencia, la que fue tratada por la Asamblea durante el desarrollo de la conferencia, sin que se llegara a una resolución definitiva.
En la actualidad, los fundamentos cien- tíficos en que se basó la ponencia chilena de 1954 y 1957 han mejorado sustancial-
mente, ya que las numerosas investiga-
ciones efectuadas a contar de 1962, tanto nacionales como por buques oceanográfi-
cos de diversos países, han contríbuido a
un mayor esclarecimiento y comprensión
de los fenómenos geológicos, físicos, quí- micos, meteorológicos, biológicos y otros
83
que suceden en esa zona del Pacífico, co-
nocida como paso Drake y mar de Scotia. Portal razón, Chile debería insistirante los organismos internacionales sobre esta delimitación natural.
REGION ANTARTICA Y SUS CARACTERIS- TICAS
El continente antártico, ubicado en el ex-
tremo sur terrestre, presenta una forma casi circular, con la excepción de la gran
península Tierra de O'Higgins, accidente geográfico que avanza notablemente ha- cia el noreste, uniéndose al continente su-
damericano (cordillera de los Andes) a tra-
vés de las islas, islotes, rocas y bajos que
forman el arco de Scotia o de las Antillas
del Sur.
Las distancias que lo separan delos con- tinentes cercanos son, aproximadamente:
— América del Sur, Chile, cabo de Hor-
nos: 800 km. o 430 millas náuticas. — Australia, Tasmania: 2.500 kilómetros.
— Africa, cabo Buena Esperanza: 4.100 ki- lómetros.
Sus costas limitan a los tres océanos, a
saber:
a) Con el océano Pacífico, en el sector comprendido entre los 147" E y 26? W de longitud;
bj Con el océano Atlántico, en el sector que corresponde a las longitudes entre 26? W y 20% E; y
c] Con el océano Indico, entre los 20? E y 14? E de longitud.
El continente antártico presenta las si- guientes características generales:
METEOROLOGICAS
Cinco zonas depresionarias rodean la
periferia de la Antártica con una alta pre-
sión en el centro, cuyas condiciones jue-
84
gan un importante papel en la circulación antártica, dejándose sentir su influencia en la circulación atmosférica del hemiste- rio Sur.
Hacia el norte de los 65” de latitud sur, los vientos predominantes son del oeste,
Tres tipos clásicos de depresiones ha-
cen sentir sus efectos frontales:
a) Procedentes del noroeste; b) Con centro en el paso Drake; y c) Con centro al sur de la Tierra de
O'Higgins.
Circulación superficial
Al norte de la convergencia antártica
(609 S a 659 S de latitud), las aguas circulan hacia el este con una componente norte,
constituyendo así la corriente circumpolar
antártica, que afecta directamente al paso Drake y al mar de Scotia, donde distintas investigaciones científicas han medido ve- locidades que varían entre 50 cm/seg y
100 cm/seg (1 a 2 nudos).
Al sur de los 65? S de latitud, las aguas se
mueven hacia el oeste, siguiendo en gene-
ral la línea de la costa muy cercana a ella,
denominándose corriente costera antártica.
Deriva de hielos
Los grandes témpanos de la Antártica, corno los tabulares, por ejemplo, al orien-
te de Sudamérica tienen un desplazamien-
to hacia el norte alcanzando límites que
llegan hasta los 35? S de latitud; en cam- bio, los que se desplazan hacia el occiden-
te de Sudamérica no sobrepasan la latitud
507 S ya que la corriente del cabo de Hor- nos, que fluye hacia el sureste, obstaculiza
un avance mayor hacia el norte.
Agua antártica superficial y de fondo
Se manifiesta al sur de la convergencia
antártica, la cual se ubica aproximada- mente entre los paralelos 60% S y 65% S de
latitud,
La superficial tiene temperaturas cerca- nas a las del punto de congelamiento y su salinidad es del orden de 34%o a 34,5%o.
El origen del agua superficial se encuen- tra en la masa de agua profunda que surge en la convergencia antártica.
Después de desplazarse hacia el conti- nente antártico, por efecto de la convec-
ción se hunde cerca de la costa dando ori- gen al agua de fondo.
Esta agua de fondo se extiende entre
profundidades mayores de 2.500 metros,
con una temperatura de alrededor de -0,4€ y una salinidad cercana a los
34,66%, y se mueve en dirección norte ten-
diendo a homogeneizar las características de las aguas de los océanos del mundo.
Agua circumpolar profunda
Esta capa de agua que proviene del nor-
te se extiende por debajo de los límites del agua superficial antártica y tiene una im- portante componente vertical ascendente
en las cercanías de la Antártica.
Sometida a los efectos de la corriente circumpolar antártica, tiene un desplaza- miento hacia el E con una temperatura ge- neral superior a los 0,5%€ y una salinidad no mayor de 34,7%o.
LA CORDILLERA SCOTIA
El arco antillano o cordillera de Scotia es la prolongación de la cordillera de los An- des que se sumerge en cabo San Diego para aflorar en la isla de Los Estados, ban-
co Burdwood, rocas Shag y Black, islas Georgias del Sur, Sandwich del Sur y Or- cadas del Sur, entrando al continente an- tártico a través de la gran península Tierra
de O'Higgins y de las islas Shetland del Sur.
La presencia de esta cordillera equivale a una gran barrera que trata inútilmente de detener la influencia de las aguas del páso Drake, relativamente comprimidas
entre el cabo de Hornos y la Tierra de O'Higgins, cuyo impresionante volumen
de agua —en su desplazamiento hacia el E— afecta fundamentalmente al Atlántico, a pesar de haberse estrellado antes en la
cordillera de Scotia.
De esta manera, el arco antillano es el accidente geográfico más notable e im- portante cercano a la Antártica, y a lo largo de él se forma el enlace estructural entre América del Sur y la avanzada del conti- nente antártico.
Eminentes geólogos, vulcanólogos y sismólogos han coincidido en sus opinio- nes en el sentido de que el arco antillano
corresponde a un segmento de la cordille- ra de los Ándes, ya que tiene todas las características del tipo Pacífico, a diferen- cia de las del tipo Atlántico donde —entre
otras— sus costas están libres de sismos y
volcanes, además de importantes diferen- cias mineralógicas.
En cuanto a la batimetría que se observa
en la cordillera de Scotia, la cartografía actual —fruto de un inmenso número de
mediciones— muestra claramente que su
profundidad media es de 1.600 metros, a
diferencia de la que se encuentra en el mar de Scotía (3.000 a 4.000 metros).
De esta manera, el arco de Scotia forma
una verdadera dorsal o cordón montaño-
so —en gran parte sumergido- cuyas
cumbres son el límite natural entre las
aguas de este mar y las del Atlántico.
Finalmente, desde un punto de vista neta-
mente geográfico, todos los autores y geó- grafos están de acuerdo en sostener que
85
existe continuidad fisiogrática entre el relie- ve andino, el que forma el arco antillano y el
de la cordillera de la gran península Tierra de O'Higgins, de modo que la continuidad y vinculación orográfica entre el continente americano y el continente antártico se efec-
túa a través del arco de Scotia.
CORRIENTES EN EL PASO DRAKE
El océano Pacífico, que se encuentra en constante movimiento debido a los vien- tos, rotación de la Tierra, diferencias de densidad y otros factores físicos, químicos e hidráulicos, presenta —entre los 40% S y 607 $ de latitud— una corriente general y permanente hacia el este, a cuya parte norte y central se le conoce con el nombre de Deriva del Oeste, y la parte sur está formada por la corriente circumpolar an- tártica, que se hace sentir en el paso Drake con una dirección general hacia el noreste, internándose hacia el mar de Scotia.
La Deriva del Oeste, que alcanza las cos- tas de Chile entre la isla de Chiloé, y el golfo de Penas, se divide en dos ramas: una, que se dirige hacia el norte, con el
nombre Humboldt, y otra, que recurva ha-
cia el sur contorneando nuestro extremo austral en dirección sureste y este, y to- mando el nombre de corriente del cabo de Hornos continúa hacia el noreste.
De esta manera, las aguas del paso Dra- ke son en su totalidad del tipo circumpolar profunda, caracterizándose por un bajo contenido de oxigeno disuelto, una tem- peratura relativamente alta y una salini-
dad también relativamente alta (34,7%o).
Es interesante señalar que este conside-
rable flujo hacia el este no está solamente reducido a la superficie, sino que es conti- nuo hasta el fondo, de manera que no hay
peso de agua de origen atlántico hacia el Pacífico. Su velocidad media es de dos nu- dos en superficie y cerca de un nudo en
profundidades de 2.000 metros.
86
En el paso Drake, la corriente circumpo- lar antártica se acelera, transportando ha- cia el mar de Scotia un volumen tal de agua que los científicos han calculado en 124 millones de metros cúbicos por se-
gundo.
EL MAR DE SCOTIA
Recibe este nombre la gran masa de agua que se extiende hacia el este a conti- nuación del paso Drake, y que queda ro-
deada por el arco antillano, a través del cual sus aguas pasan al Atlántico.
Sus profundidades varían, en general, entre los 3.000 y 4.000 metros, consti-
tuyendo un cuerpo natural de agua bien
definido por sus características tanto mor-
fológicas como físico-químicas y rasgos de la vida que alberga, y sus aguas provie- nen absolutamente del Pacífico, arrastra- das por la gran corriente circumpolar an- tártica.
Asi, este mar es considerado por los científicos como un mar marginal del océano Pacífico, toda vez que la cordillera de Scotia constituye una verdadera barre- ra que lo separa de las aguas del Atlántico.
A lo anterior habría que agregar que el análisis de muestras de fondo del mar de Scotia comprueba que los sedimentos acumulados en dicho mar están constitui- dos por arcilla roja de origen abiótico, a diferencia del cieno de globigerinas y de- pósitos bióticos propios del Atlántico, ha- cia el norte y este del arco antillano.
En cuanto a las mareas, es bien sabido
que el régimen del Atlántico (costas de Argentina) obedece a los componentes se-
midiurnos; en cambio, los correspondien- tes al Pacífico (costas de Chile) resuitan de factores componentes diurnos y semidiur- nos, constituyendo las "mareas mixtas”. Como los estudios realizados en el mar de Scotia y las costas de las islas del arco
antillano demuestran que las mareas ob- servadas siguen las mismas leyes genera- les y regímenes que las producidas en el océano Pacifico, resulta en forma irrefuta- ble que el mar de Scotia es un mar depen- diente del Pacífico, toda vez que sus ma- reas avanzan hacia el E después de atrave- sar el paso Drake. Este es, pues, otro argu-
mento más que se suma atodos los demás que indican claramente que la delimita- ción natural entre los océanos Pacífico y Atlántico es el arco de Scotia.
MERIDIANO DEL CABO DE HORNOS
En 1616, los célebres navegantes holan- deses Le Maire y Schouten, descubridores
de la isla de Los Estados, marcaron en sus
cartas y mapas, con toda claridad, que el océano Atlántico llegaba hasta dicha isia.
Tres años después, arriba a nuestras cos- tas la expedición de los hermanos Nodal, navegantes españoles que anotan en sus relatos de viaje que “una vez cruzado el
estrecho de Le Maire entraron al Mar del Sur”, denominación que posteriormente se cambió a Pacífico.
Las cartas náuticas de Le Maire, los No- dal y muchos otros famosos expioradores, fueron aceptadas y usadas en la geografía universal, de manera que no es dificil veri- ficar en la cartografía antigua que el océa- no Atlántico llegó siempre hasta la isla de Los Estados.
Así también lo entendió la República Ar- gentina, que en 1885 editó el mapa oficial de ese país como consecuencia del Trata-
do de Límites con Chile, de 1881. En dicho
mapa oficial no figura la división oceánica en el meridiano del cabo de Hornos; por el contrario, en la lámina XXVll indica clara-
mente que el océano Atlántico baña la par- te oriental de la Tierra del Fuego hasta la
isla de Los Estados, y las aguas que bañan
la zona del cabo de Hornos y sur de la isla
de Los Estados aparecen en el mapa ar-
gentino como océano “Antarctico”.
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88
De esta manera, este atlas oficial de Ar-
gentina señala en forma irrefutable la ver-
dadera delimitación de los océanos Pacífi-
co y Atlántico, reconociéndalo así oficial- mente a pocos años de firmado el Tratado de Límites de 1881.
La teoría del meridiano del cabo de Hor- nos fue esgrimida por la República Argen- tina aprovechando que en 1919, en una conferencia oceanográfica en Londres, se fijó exclusivamente para asuntos de orden cartográfico y facilidad en la descripción de costas, faros, mareas, etc., la separa-
ción de los dos océanos en el citado meri- diano.
Hacemos resaltar que este acuerdo téc-
nico no tiene —por supuesto— otro alcan- ce que el que corresponde a una división convencional de áreas marítimas para fi-
nes exclusivos de navegación.
Al respecto, es interesante mencionar que en la Conferencia Hidrográfica de Mó- naco, de 1952, el delegado chileno insistió en este punto, obteniendo que en la publi-
cación SP-23 del Bureau, sobre límites de mares y océanos, quedara establecido ofi-
cialmente que Chile no reconocía esta li- mitación oceánica y que dicha división no tenía consecuencias políticas limitrofes.
Así, pues, desde un punto de vista geo-
gráfico e histórico, se concluye que el
océano Atlántico alcanza sólo hasta la isla de Los Estados; sin embargo, a través de los años la República Argentina desarrolló y sostuvo una posición politico-jurídica in- consistente a! aplicar a la controversia del
Beagle la mal llamada tesis bioceánica o principio de atlanticidad, la que apoyó con la errónea división de los océanos en el
meridiano del cabo de Hornos*.
En cumplimiento a las disposiciones de! Tratado General de Arbitraje de 1902 entre Chile y Argentina, la conocida y larga con- troversia del canal Beagie terminó con la
promulgación del Laudo Arbitral de S.M.
Británica, de 1977, cuya sentencia fue la decisión de una Corte Arbitral que ambos paises solemnemente habian acordado
cumplir como definitiva, inapelabie y obli- gatoria.
Finalmente, en el Tratado de Paz y Ámis-
tad suscrito por Chile y Argentina, el 29 de
noviembre de 1984, como resultado de la Mediación de $S.S. el Papa Juan Pablo ll, se
fijó definitivamente las jurisdicciones ma-
rítimas de ambos países; en su artículo 99
se establece que “/as Partes acuerdan de-
nominar Mar de la Zona Austral al espacio
marítimo que ha sido objeto de delimita- ción en los dos articulos anteriores”.
De esta manera, sin pena ni gloria, el océano Atlántico continúa donde siempre ha estado; lisa y llanamente, sin sobrepa-
sar más al sur de la isla de Los Estados.
CONCLUSIONES
El resultado de las numerosas investiga- cionés efectuadas a través de los años en el paso Drake y mar de Scotia, ejecutadas
por un gran número de buques oceano- gráficos de diversos países, permite esta- blecer lo siguiente:
9 El esclarecimiento de los fenómenos geológicos, físicos, químicos, meteoroló- gicos, biológicos y otros que suceden en esa zona del océano Pacífico, contribuye
categóricamente a reafirmar que el arco de Scotia es la separación natural entre los
océanos Pacífico y Atlántico, ya que:
* No se analiza mayormente el principio argentino de atlanticidad, o bioceánica, por corresponder a un tema político-
jurídico.
a) La corriente circumpolar antártica su- fre en el paso Drake una fuerte contracción
debido al estrechamiento del paso, lo que
produce un aumento de su velocidad y
caudal de agua, transportando hacia el
mar de Scotia un considerable volumen de
aguá con características exclusivas del ti- po Pacífico.
b) La cordillera de Scotia es una barrera
natural que frena al océano Pacífico, de
penetrar con mayor facilidad hacia el nor- te y este, constituyendo —además-— la continuidad orográfica entre América del
Sur y la Antártica.
c) Las aguas del mar de Weddell se hun- den y fluyen hacia el norte por el este de la cordillera de Scotia, manifestándose sus
efectos sobre el océano Atlántico.
d) La influencia de la fauna del Pacífico
alcanza hasta el arco de Scotia.
e) Alo largo de toda la parte sur de Chile y sobre la costa argentina, hasta las cerca-
nías de las istas Falkland, predominan en superficie las aguas de la corriente del ca-
bo de Hornos, distintas de las que se en- cuentran en el Atlántico.
B9
f) La superficie abisal del paso Drake y mar de Scotia corresponden a una conti-
nuación de tos rasgos morfológicos de ti- po Pacífico.
g) El régimen de mareas del mar de Sco- tia y el arco antillano siguen las mismas leyes que rigen este fenómeno en las cos-
tas sudorientales del Pacífico.
O En los tratados vigentes entre la Repú- blica de Chile y la República de Argentina no existe línea alguna que sirva de límite entre ambos océanos. La delimitación que figura en la publicación SP-23 de la Orga- nización Hidrográfica Internacional, co- rresponde sólo a una separación conven- cional de áreas marítimas para fines exclu-
sivos de navegación.
0 Dado el interés científico para indivi-
dualizar los océanos en forma natural, se aprecia la necesidad y conveniencia de
que Chile insista ante los organismos in- ternacionales competentes en la ponencia de que la delimitación natural de los océa-
nos Pacífico y Atlántico es el arco de Sco-
tia.
2.3 METODO DE DETERMINACIÓN DEL DATUM DE LA CARTA PARA REDUCCIÓN DE LA BATIMETRIA.
Examen de Especialidad para optar al Título de Subespeciatista en Hidrografía del Teniente 1? Sr. Jorge Pereira Libor (1989).
PROLOGO
El dátum de la caría o Nivel de Reducción de Sondas (N.R.S.), es un nivel de referencia que corresponde al mayor descenso de la marea, en un lugar cualquiera. De las obser- vaciones pueden derivarse diversos planos de marea, y a cada uno se le designa con un nombre distinto; como por ejemplo: Nivel medio del mar, Nivel medio de las mayores
bajamares, Nivel de la pieamar media, etc.
En razón a que —como se dijo— el N.R.S. es un nivel de referencia, y considerando además la universalidad de su utilización, existen normas iniernacionaies que lo tratan y definen. Mas, el definirio es tan sólo el paso inicial, ya que, como se verá en el desarrollo de este trabajo, su cálculo lleva implícito en sí mismo una permanente obser- vación, análisis y readecuación de los datos,
por pertenecer ellos a un sistema dinámico, como es el mar. Por diversas razones de índole técnico, económico y otras, el trabajo de observación en diversas regiones, no siempre tiene la continuidad requerida, la cual ha sido fijada, en base a estudios astro- nómicos de la materia, en 19 años julianos (Cicio de Metón), por ser éste ei periodo dentro del cual se registra la repetición de las distintas fases lunares.
En este punto es donde, con el fin de aproximarse lo más fielmente posible a la definición internacional, la solución surge del campo de las probabilidades y estadísticas, de tal modo de inferir para el N.R.S. un valor lo más certero posible, en base a las mues- tras discretas de datos que son ias observa- ciones de marea instrumentales.
INTRODUCCION
El establecimienio de niveles mareográficos de referencia cartográficamente adecuados, que sean esiables en el tiempo y además analíticamenie mensurables, ha sido uno de los probiemas fundamentales a los cuales se ha visto enfrentado el hombre desde el primer momento en que se dedicó al estudio del mar.
El movimiento vertical del nivel del mar, esto es el fenómeno de la marea, ha obliga-
do a definir diversos niveles de referencia para la resolución de problemas oceanográfi- cos e hidrográficos. Principalmente, estos probiemas se circunscriben a:
a) Determinar el dátum de la caría para reducir los valores batimétricos en ella conte-
nidos,
b) Determinar un plano de referencia para la predicción de marea.
c) Determinar el plano vertical de conirol al cual referir alturas geodésicas y topográficas.
El presente trabajo centra su atención en los punios enunciados en a) y b), dado que, como se verá, su estudio y tratamiento están
indefectiblemeníte ligados.
Considerando el enunciado dei trabajo, su objetivo y los antecedentes disponibles, el tema será expuesto de acuerdo al siguiente orden:
1? Experiencias de otros paises.
2* Experiencias de Chile. 3” Recomendaciones para la resolución del problema.
En el primer capítulo se analizan las expe- riencias de otros países respecto al tema, las cuales servirán para ampliar la visión y, en base al trabajo realizado por entidades hidro- gráficas congéneres, analizar los diferentes cursos de acción que nos lleven a la resolu- ción del problema planteado. En este capítu- lo también se incluyen las especificaciones y resoluciones referentes al tema, que la Ofici- na Hidrogrática Internacionai mantiene vigen- tes en la actualidad.
Posteriormente, en el capítulo 2 se analiza el camino seguido por el Instituto Hidrográfi- co de la Armada, para definir los planos de referencia en las costas de Chile, sus resul- tados y conclusiones.
En base a todo lo presentado en los capí- tulos 1 y 2, en el capítulo 3 se proponen los criterios y procedimientos para fijar un plano de referencia, que cumpla con las normas internacionales en uso y satisfaga las necesi- dades nacionales.
EXPERIENCIAS DE OTROS PAISES
1.1. ANTECEDENTES
A nivel mundial, y en materias relacionadas con el estudio del mar, exisien países que tienen, junto con los medios más avanzados, una vasta experiencia; razones más que suficienies como para ser considerados países reciores en el tema que aquí se analiza.
Bajo las condiciones ya enunciadas, varios son los que podrían ser elegidos, pero, con el propósito de no alargar innecesariamente este trabajo, se han seleccionado sólo tres, a saber: Canadá, Estados Unidos e Ingiate- rra. Interesante resuítará conocer sus realida- des, para arribar en el siguiente capítulo a la
91
solución particular y definitiva para Chile. Y dado que dicha solución no puede apartarse de las normas y recomendaciones oficiales de la O.H.!, además se ha agregado un extracto de lo que este organismo ha publi- cado como resoluciones y recomendaciones.
1.2. CANADA
En gran parte de la cariografía canadiense se ha adopiado como dátum, el nivel de la "mayor bajamar de onda mayor", pero se ha conservado el término "menor marea nor- mal", dado que él abarca una variedad de otras opciones para el dátum de algunas cartas antiguas. Como se verá más adelante, Estados Unidos usa como dáium de la carta el nivel medio de las mayores bajamares, plano de referencia distinto al de la mayor bajamar de onda mayor. Se ha acordado que en aquellas carías que involucren aguas de ambos países se usará el dátum de Canadá en el lado canadiense y el dátum estadouni- dense en el vecino, sin importar qué país publique la carta. Esta norma causa una
discontinuidad en el dátum a lo largo del límite fronterizo, pero preserva el principio de que las cartas de las mismas aguas debieran todas tener el mismo dátum cartográfico, y que debería ser el mismo dátum que se utilice para las predicciones de marea dentro de esas aguas.
Los términos más usados en Canadá, que dicen relación con el tema del dátum de la
carta, son:
— Mayor Bajamar de Onda Mayor (M.B.O. May.): Media de las más bajas bajamares, que se determina al tomar una por cada uno de los 19 años de predicciones y calcular el promedio.
— Mayor Bajamar de Onda Media (M.B.O. Med.): Promedio de todas las mayores baja- mares de 19 años de predicciones.
— Mayor Bajamar de Onda Normal (M.B.O. Nor.): En la actualidad se le utiliza como un
NIVELES MAREOGRAFICOS CANADIENSES
MAYOR PLEAMAR DE ONDA MAYOR
MAYOR PLEAMAR DE ONDA MEDIA
NIVEL MEDIO DEL MAR EN EL MOMENTO
DATUM NIVEL MEDIO DEL MAR GEODESICO
Amplitud
de
|Mar
ea
Media
Amplitud
de
Marea
| Mayor
Sonda
no
Corregida
MAYOR BAJAMAR DE ONDA MEDIA
DATUM
DE SONDAJE Roca
qu
e af
ío
en
Bajamar
DATUM Á MAYOR BAJAMAR DE ONDA MAYOR DE LA CARTA
Sond
a ——.
Reducida
Pm —
Roca
Sumergida
término sinónimo a M.B.O. May., pero en las cartas más antiguas puede referirse a una variedad de dátum cartográficos de bajamar.
— Mayor Pleamar de Onda Mayor (M.P.O. May.): Promedio de las más altas pleamares, que se determina al tomar una por cada uno de los 19 años de predicciones y calcular el promedio.
— Mayor Pleamar de Onda Media (M.P.O. Med. ): Promedio de todas las mayores plea- mares de 19 años de predicciones.
— Nivel Medio del Mar (N.M.M.): Promedio de todas las alturas horarias del periodo de tiempo disponible en un registro.
De los niveles definidos, el N.M.M. es el
Único cuyo valor es determinado mediante la estricta aplicación de la definición, El resto son calculados mediante el uso combinado del análisis empírico y matemático de las constantes armónicas de las constituyentes de onda mayor. La capacidad tecnológica actual permite la generación de 19 años de predicciones de marea, y la aplicación de las definiciones dadas sin mayores dificultades. Otro camino es el de generar sólo un año de predicciones, siendo ése un año donde la Luna experimenta sus movimientos promedio en declinación (factores nodales, cercanía), y tomar los promedios y extremos apropiados
a partir sólo de ese año de predicciones. En estos momentos, Canadá mantiene bajo análisis estas dos opciones; mientras tanto continúa usando el método de pronosticar para 19 años.
Ya que existe una estrecha relación entre el Reino Unido y Canadá, este último país ha debido poner mucha atención a lo definido por el Almirantazgo Británico, relacionado con el dátum de la carta. Así, ya que los
británicos han adoptado como nivel de referencia la mayor bajamar astronómica (L.A.T.), y dado que es éste un nivel de difícil determinación, Canadá ha definido que su dátum puede estar hasta 0,1 metro sobre el
93
nivel riguroso de L.A.T. También se da el caso de que en muchas cartas del Almiran- tazgo Británico --que incluyen aguas cana- dienses— se utiliza corno dátum la media de las bajamares de sicigias, cuyo valor se determina en base al cálculo de promedio de todas las observaciones de bajamares dispo- nibles en períodos de sicigias.
1.3. ESTADOS UNIDOS
La marea sobre la costa del Pacífico de Estados Unidos es marcadamente mixta, con
una pronunciada desigualdad diurna en las bajamares, razón que indujo al Servicio Oceanográfico de ese país a elegir como dátum del Pacífico a la media de las mayo- res bajamares.
Distinto es el caso que se da a lo largo de la costa Atlántica, donde la marea es de preferencia semidiurna, con una desigualdad diurna relativamente pequeña en las bajama- res. Para esta costa se fijó como dátum la bajamar media, elección lógica para un. tiempo en que la seguridad en la navegación no justificaba una distinción entre la mayor de las bajamares y el promedio de ellas (año 1807).
Donde la situación bien podría ser catalo- gada al menos como confusa, es a lo largo de la costa del Golfo de México. Allí la marea cambia su régimen desde ser predominante- mente mixta en ciertas zonas a predominan- temente diurna en otras. Sumado a esto está el hecho de que, históricamente, en esa área
las observaciones siempre han sido escasas y a menudo de un lapso insuficiente como para obtener una muestra válida, que sirva para emitir un juicio definitvo acerca del régimen de marea de cada localidad y, por consiguiente, del dátum mareográfico a utilizar.
Como resultado de esto, el dátum de la
costa del Golfo evolucionó en forma bastante
irregular. En áreas de predominio diurno, fue calculado como la media de las mayores
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bajamares, pero se le llamó "bajamar media”. En áreas de predominio semidiurno, el dátum fue calculado como media de las más balas bajamares, pero siempre llamándolo bajamar media,
A fines de la década de los setenta, co- menzó a tomar forma la idea de definir un dátum completamente nuevo para el área del Golfo, llamándolo "dátum de bajamar del Golfo", y que fue definido como la media de las Mayores bajamares a lo largo de su costa.
Como anteriormente se explicó, .el dátum de la costa del Pacífico ya estaba determina- do en ese nivel, pero faltaba aún definir un nuevo dátum para la costa del Atlántico, con
el fin de lograr un nivel de referencia común para todo el país.
En 1979, se presentó una oportunidad única para resolver este problema. Estudios realizados en ese año, demostraron que el
nivel del mar había tenido un ascenso relati- vo, hasta un punto donde se hacía necesaria una actualización de época del Ciclo de Metón. Al actualizar la época del Ciclo, se
produciría un incremento en la elevación del dátum, casi igual en término medio a un
descenso de la elevación del mismo, al ser
llevado desde la bajamar media a la media de las mayores bajamares. Por consiguiente, el dátum de la carta podía ser descendido si- multáneamente sin cambiar ningún valor numérico de sonda o veril en alguna carta de la costa Atlántica.
En la convención del dátum mareográfico
nacional de 1980, Estados Unidos inició las acciones para adoptar un único y continuo dátum a lo largo de todas sus costas, el cual ahora está determinado por la media de las mayores bajamares,
En su gran mayoría, dichas acciones ya
han sido cumplidas, faltando tan sólo termi- nar la actualización de la época del dátum desde 1941-59 a 1960-78, y completar en la
95
costa Atlántica, y algunas áreas del Caribe, el descenso del dátum. desde el nivel medio de bajamar al plano de la media de las mayores bajamares.
En la actualidad, Estados Unidos utiliza tas siguientes definiciones relacionadas con planos de mareas:
— Bajamar Medía: Es un dátum mareográfico, y corresponde al promedio de todos los valores de bajamar observados dentro de un ciclo de marea. En lugares con series más cortas, se efectúan comparaciones de obser-
vaciones simultáneas con un Puerto Patrón para obtener un valor equivalente para una predicción de 19 años.
— Ciclo de Marea Nacional: Es un período específico de 19 años, adoptado por el Servicio Oceanográfico Nacional, como el segmento de tiempo oficial dentro del cual son tomadas las observaciones de marea y
reducidas para obtener los valores medios de
los dátum de marea. Es indispensable su definición para estandarización, debido a las tendencias aparentemente seculares y perió- dicas en el nivel del mar. El ciclo de marea nacional actual está definido entre los años
1960 al 1978. Es examinado anualmente y cada 25 años debe considerarse su total revisión.
— Dáturmm de la Carta: Dátum al cual están referidas las sondas y veriles en una carta náutica o mapa batimétrico.
Usualmente corresponde al plano de baja- mar de la marea.
— Mayor Bajamar. La más baja de las baja- mares de cualquier día, debido a los efectos -
declinacionales de la Luna y el Sol.
— Media de las Mayores Bajamares: Es un dátum mareográfico, que corresponde al promedio de las mayores bajamares obser- vadas de cada día, dentro de un ciclo de
marea.
96
— Nivel de la Marea Media: También llamado
Nivel de Media Marea. Es un dátum mareo-
gráfico determinado en la medianía entre la media de pleamar y la media de bajamar.
— Nivel Media del Mar : Dátum mareográfico que corresponde a la media aritmética de las alturas horarias del mar, observadas dentro
de un Ciclo de Metón. Las series de tiempo más cortas son diferenciadas por su nombre (Nivel Medio del Mar Mensual y Anual).
— Pleamar Media: Es un dátum mareográfico,
definido como el promedio de todas las pleamares observadas dentro de un ciclo de marea (Ciclo de Metón). En lugares con series más cortas, se efectúan comparacio- nes de observaciones simultáneas con un Puerto Patrón para derivar un valor equiva-
lente para 19 años.
1.4, REINO UNIDO
Para los ingleses, el nivel de referencia pára predicción de marea en los puertos patrones, hasta donde es posible, tiene su origen en observaciones continuas de a lo menos un año de duración; en tales casos,
los cambios promedio del nivel medio del mar —debidos a cambios en las condiciones climáticas para el año en cuestión— son calculados y están incluidos en los pronósti- cos de las Tablas de Marea. Aun cuando estos cambios no se repiten exactamente de año en año, el Almirantazgo Británico ha estimado conveniente observar y analizar estos cambios en períodos no inferiores a tres años, práctica que ha sido fuertemente incrementada en los análisis más modernos.
Las Tablas de Marea británicas han sido confeccionadas considerando condiciones climáticas medias, y cuando tales condicio- nes cambian, la marea real puede diferir de la pronosticada. Las variaciones en las altu- ras de la marea son provocadas, pnncipal- mente, por vientos fuertes o de larga dura-
ción y por presiones barométricas inusual-
mente bajas o altas.
Al respecto, interesante es destacar el fenómeno que los ingleses denominan "Storm Surges" el cual, según su teoría, influye en el comportamiento de las mareas cuando los vientos, al soplar a lo largo de la costa, tienden a levantar largas olas que se
trasladan de un lugar a otro, levantando el nivel del mar en sus crestas y bajándolo en
sus senos.
Gran Bretaña sostiene que el dátum para las predicciones de marea debe ser el mismo utilizado para los sondajes (dátum de la
carta).
Aun cuando están plenamente conscientes que los niveles ajustados como dátum en los puertos patrones varían ampliamente, no hay uniformidad al respecto; los británicos última- mente han adoptado el criterio de establecer como dátum primario el nivel de la Mayor Bajamar Astronómica (L.A.T.] o, a lo menos, calcularlo en sus cercanías. Por lo anterior, las Tablas de Marea del Almirantazgo con- tienen, para los puertos patrones, los princi-
pales dátum que ellos usan en la actualidad.
Dado que es sabido de que la L.A.T. será
ocasionalmente alcanzada dentro de un curso normal de acontecimientos, este país ha seguido la política de ir gradualmente ajustando sus dátum para aproximarlos lo más posible a la L.A.T. (nivel adoptado por la O.H.I. como dátum de la carta y recomenda- do como tal a sus países miembros).
Como ya fue mencionado, existen varia- ciones estacionales en el nivel medio del mar, las cuales afectan, por supuesto, al nivel que se fije como dátum. Al respecto, el Almirantazgo sigue el criterio de que, cuando la máxima variación sobre el valor medio es inferior a 0,1 metro, los cambios son conside-
rados como despreciables.
MAYOR PLEAMAR ASTRONOMICA
MEDIA DE PLEAMARES SUPERIORES
MEDIA DE PLEAMARES INFERIORES
NIVEL MEDIO DEL MAR DATUM GEODESICO
MEDIA DE BAJAMARES INFERIORES
A MEDIA DE BAJAMARES SUPERIORES
A MAYOR BAJAMAR ASTRONÓMICA DATUM DE LA CARTA
MAYOR PLEAMAR ASTRONOMICA
MEDIA DE LAS PLEAMARES DE SICIGIAS
MEDIA DE LAS PLEAMARES DE CUADRATURAS
NIVEL MEDIO DEL MAR DATUM GEODESICO
MEDIA DE LAS BAJAMARES DE CUADRATURAS
A MEDIA DE LAS BAJAMARES DE SICIGIAS J
MAYOR BAJAMAR ASTRONÓMICA /
DATUM DE LA AS
NIVELES MAREOGRAFICOS DEFINIDOS POR INGLATERRA
PARA PUERTOS CON UNA GRAN DESIGUALDAD DIURNA
98
En cuanto a los diferentes planos de marea
definidos por el Reino Unido, todos ellos son
referidos al dátum de la carta de mayor
escala existente del área, y son los siguien-
tes:
— Mayor Pleamar o Bajamar - Astronómica:
Plano correspondiente a la más alta y la más
baja marea, respectivamente, que pueden
ser pronosticadas, bajo condiciones meteoro-
lógicas promedio y cualquier combinación de
condiciones astronómicas. Estos planos no
serán alcanzados todos los años y se debe
tener presente que no son los niveles extre-
mos, dado que fenómenos meteorológicos
pueden causar niveles considerablemente
más altos y más bajos.
— Media de la Bajamar Inferior: Se define
como la media de las más bajas bajamares
ocurridas diariamente dentro de un largo
período. Cuando sólo se registra una baja-
mar diaria, ella es tomada como la más baja
o inferior.
— Media de la Bajamar Superior: Es la media de las más altas bajamares, ocurridas diaria- mente dentro de un largo período. Cuando sólo se registra una bajamar diaria el régi-
men pasa a ser considerado como diurno.
— Media de la Pleamar Inferior: Corresponde a la media de las más bajas pleamares,
extraídas de las dos mareas de este tipo
ocurridas diariamente, dentro de un largo período. Si sólo se registra una plea diaria el
régimen es denominado diurno.
— Media de la Pleamar Superior: Media de las más altas pleamares, tomadas de las dos mareas de este tipo ocurridas diariamente, dentro de un período considerable. Cuando sólo se registra una plea, ella es considerada como la más alta o superior.
— Nivel Medio del Mar: Es el nivel promedio
del mar dentro de un largo período, preferen-
temente de 18,6 años, o el nivel medio que
existiría sin marea.
— Pleamar Media de Cuadraturas y Bajamar Media de Cuadraturas: La altura de la plea-
mar media de cuadraturas es la media —du-
rante las fases lunares denominadas cre-
ciente y/o menguante— de las alturas de las
dos pleas y dos bajas sucesivas durante
esos días (aproximadamente una vez cada
15 días) cuando la amplitud de marea es la
más pequeña.
— Pleamar Media de Sicigias y Bajamar
Media de Sicigias: Corresponde a la media
—durante los períodos de fase lunar llena o
nueva— de dos pleas sucesivas ocurridas durante esos días (aproximadamente una vez cada 15 días), cuando la amplitud de la
marea es la más grande.
La altura de la media de bajamar de sici- gias, es el promedio de alturas de las dos
bajas sucesivas, ocurridas durante esos
mismos periodos.
Nota: El valor promedio de la pleamar y
bajamar media de sicigias y de las pleas y bajas superiores e inferiores, varían de año en año, dentro de un ciclo aproximado de
18,6 años.
1.5. ORGANIZACION HIDROGRAFICA INTERNACIONAL (O.H.l.)
Con el fin de universalizar los procedimien- tos y criterios a aplicar por todos los países que conforman la O.H.!., en el empleo y producción de cartas y documentos náuticos,
dicha entidad ha publicado los documentos "Resoluciones Técnicas y Administrativas” y "Especificaciones Cartográficas”.
De estos documentos oficiales se han
extractado los puntos más importantes que dicen relación con el tema de este trabajo,
los que a continuación se transcriben textual- mente:
1.5.1. "Resoluciones Técnicas y Administrati- vas"
En el capítulo A, sección 2, Temas de Aplicación General; Documentos Náuticos, el
pto. A.2.5. dice:
"A.2.5. Dátum y marea de nivelación"
1.- "Se ha resuelto que las alturas en la costa deberán referirse al nivel medio del
mar”.
2.- "Se ha resuelto que el nivel medio del mar será el dátum sobre el cual deberá
darse las alturas de las Juces".
3.- 'Se ha resuelto que el dátum de las predicciones de marea sea el mismo que el dátum de la carta (nivel de reducción de sondas), y deberá ser un plano tan bajo que la marea rara vez descienda bajo él”.
4.- "Se ha resuelto que el dátum de la carta (nivel de reducción de sondas), el dátum de predicción de marea y otros planos de refe-. rencia de marea, siempre deberán conectar- se con el dátum general del levantamiento terrestre y, además, con una marca de nive- lación prominente y permanente ubicada en las cercanías".
1.5.2. "Especificaciones Cartográficas"
En la sección 400, Hidrografía y Ayudas a la Navegación, el punto 405 establece:
"405 Dátum de la carta*
"Dátum de la carta (CD) es el. plano de referencia al cual están referidas todas las profundidades y alturas que descubren en bajarnar. En zonas de marea, se elige para mostrar la profundidad mínima de agua en un lugar cualquiera bajo condiciones meteo- rológicas "normales"; según definición de la
99
O.H.[. (TR.A.2.5.), "será un plano tan bajo que la marea raramente descienda bajo'él". Variará de lugar en refación con el dátum del levantamiento terrestre o nivel medio del mar”,
"405.1 La uniformidad de fórmulas para establecer el CD en las diferentes naciones sería difícil de lograr y en la práctica no es esencial. En las cartas a escala 1:500.000 y mayores, en las notas explicativas cerca del título de la carta, se incluirá una leyenda general acerca del dátum empleado".
"405.2 Cuando la amplitud de la marea no sea apreciable, por ejemplo, menor que 0,3 metros, el CD puede ser el nivel medio del
mar". :
"405.3 Cuando la amplitud de ia marea sea apreciable, el CD podrá ser la marea de predicción más baja (Marea Astronómica más Baja: L.A.T.), la bajamar de sicigias en la India, o un dátum de bajarnar de sicigias. Debido a que L.A.T. es el menor CD de aplicación universal, por el mérito adicional de eliminar todos los valores negativos en las tablas de marea, se recomienda su adopción
como objetivo a largo plazo, para ser consi- derado cuando surja la oportunidad de un cambio".
"405.4 En algunas áreas mar adentro de la costa, para la reducción de sondas (en nuevos levantamientos) y CD, pueden em- plearse las cartas de líneas cotidales y atla- ses; por ejemplo, cartas cotidales para el mar del Norte, compiladas bajo el auspicio de la Comisión Hidrográfica del Mar del Norte. En profundidades mayores de 200 metros no es necesano la reducción por marea".
"405.5 Tablas de Marea y dátum de la carta: cualquiera que sea el CD establecido, es esencial que sea el mismo empleado en las Tablas de Marea oficiales. Después de un período largo de tiempo, los dátum experi- mentan variaciones que deben ajustar al L.A.T., lo que también sucederá debido a
100
variaciones en el Nivel Medio del Mar. Por
ello deberá mantenerse, en lo posible, una
estrecha coordinación para regular estos
cambios en las Tablas de Marea y las cartas
afectadas".
"405.6 La relación entre el dátum de la carta
y los dátum del levantamiento terrestre,
normalmente no se mencionará en las car-
tas, debiendo aparecer en las Tablas de
Marea nacionales para referencia de topó-
gratos e ingenieros".
2. EXPERIENCIA DE CHILE
2.1. ANTECEDENTES
Remontándose en el tiempo hasta el año
1956, se puede establecer que el «Boletín
Informativo del Instituto Hidrográfico de la
Armada N* 44 de dicho año, es el primer esbozo de un método analítico para la deter- minación de niveles de referencia de la marea en Chile. En él se definieron los principales valores no armónicos de la marea y se oficializó su método de cálculo.
Posteriormente, en el año 1962, fue publi-
cado por el instituto Hidrográfico de la Arma- da el documento "Instrucciones Hidrográficas N? 2 - Método oficial para el cálculo de los valores no-armónicos de la marea” que reemplazó al Boletín del año 56, al tomar como base su contenido medular, actualizan- do sus datos y mejorando su estructura general de-presentación.
Actualmente esta publicación, junto con la N* 3.013 "Glosario de Marea y Corrientes”, del año 1969”, son la base de sustentación mareográfica oficial, sobre la cual Chile publica sus Cartas Náuticas y Tablas de Marea.
Si bien es cierto que el método y defini- ciones establecidos en estas publicaciones
( Segunda edición, 1992, corregida y aumentada
son, en líneas generales, correctos, se hace
necesario actualizar y reformular ciertos
procedimientos y conceptos, que permitan a
Chile mantenerse a la par de las naciones
científicamente desarrolladas en materias
hidrográficas y oceanográficas.
2.2. DETERMINACIÓN DEL N.R.S. HASTA
EL ANO 1985
Como observaciones a este método de
determinación del dátum se pueden mencio-
nar:
1.- No consideraba como ciclo básico para el pronóstico, el período de 19 años julianos (Ciclo de Metón).
2.- Al no poseer observaciones de largo período y determinar el N.R.S. a partir de muestras discretas (1 año o menos), no entregaba el proceso una seguridad en cuanto a que, analíticamente, se pudieran determinar porcentajes de confiabilidad para los pronósticos de marea calculados.
3.- Al no poseer observaciones de 30 días o más, se aplicaba un criterio subjetivo y con una sustentación matemática poco sólida, al determinar el N.R.S. sumando un 10% a la semiamplitud observada.
2.3. DETERMINACION DEL N.R.S. DES- PUES DE 1985
2.3.1. Basada en una serie de 19 años
a) Del archivo de alturas horarias de la marea, se determinan las 5 menores alturas de marea para cada año del período en análisis.
b) En los mareogramas que contienen la información original, se ubica la mayor baja- mar de las seleccionadas en el punto aj), verificando si efectivamente esa bajamar
DETERMINACIÓN DEL N.R.S. HASTA 1985
ESTADISTICA . MAREAS PASICA
OBSERVADAS DE KARZA
DETERMINACIÓN
BE RM,
EX15TE OBSERVACION
+ 38 DIAS
H.R.S, = HAYOR W.R.S.= MAYOR
DAJAMAR . SEMTAMPLITUS
REGISTRADA + 10%
A
VERIFICAR
OCURRENCIA EN
REGISTRO ORIGIMAL
LECTURA CORRECTA
OBTENCIÓN DEL N.RS.
RESPECTO AL N.M.A,
AL CERO DE LÁ ESCALA
Y A LAS COTAS FIJAS DE MAREA
DETERMINACION DEL N.R.S. A (CONTAR DE 1985
MAREAS ESTADISTICA ——— A
OBSERVADAS BASICA DE MAREA
PERIODO 5, DETERHINACIÓN DE
MAYOR O IGUAL PERIODO CONTENLO MATOR
A 19 ANOS DE 38 DIAS
DETERMINACIÓN EJECUTAR
OBSERVACIÓN
NA, DE MARTA si
DETERMINACIÓN TAE ARMONICAS
FAYOR BAJAMAR EE PART
á A
VERIFICA OCURRENCIA PREDICCIÓN PARA
MAYOR BAJAMAR DE SICIGIAS UN PERIODO
EN REGISTRO: ORIGINAL DE 19 AROS
LECTURA DETERMINACIÓN
CORRECTA : DE MAYOR BAJANAR
PRONOSTICADA sl 4 rn
1
OBTENCIÓN DEL M.E.S,
RESPECTO AL NM.
AL CERO DE La ESCALA Y A
LAS S0TAS PLJAS DE MAREA
ocurrió en sicigias con perigeo lunar o en su proximidad.
c) Determinada la mayor bajamar, ésta se refiere en primer término al cero de la escala de marea, para luego, referirla al N.M.M. y a una cota fija de marea.
d) Considerando que por definición el N.R.S. es el plano que pasa tangente al límite inte- rior de la curva descnta por la mayor baja- mar de una localidad y que el periodo anali- zado corresponde a.un Ciclo de Metón, se adopta la mayor bajamar detectada, como el N.R.S. buscado.
2.3.2. En base a una serie corta de observa-
ción
a) El período mínimo para determinar un N.R.S. es de 30 dias de observación de la
marea en forma continua,
b) La serie es sometida a análisis armónico, para determinar las constantes armónicas del lugar y en base a ellas obtener un pronóstico de 19 años de alturas y horas de pleamar y bajamar. Dentro del año pronosticado debe quedar comprendido el período de observa- ción.
c) Se determina la mayor bajamar pronosti- cada, debiendo ser ésta controntada con su homóloga observada, con el objeto de con- trolar la exactitud del pronóstico. Para la determinación del N.R.S. se siguen los pasos descritos en el punto 2.3.1. c).
2.3.3, Comentarios
El método de determinación del N.R.S,, antes descrito, entró en funciones a contar de 1985. Las mayores diferencias, con res- pecto al proceso vigente hasta ese entonces,
radican en lo siguiente:
a) Se desechó el concepto de periodo base mayor o igual a un año, estableciéndose definitivamente el Ciclo de Metón como
103
medida óptima de observación, para asegu- rar con ello la captación de todos los posi- bles casos de ocurrencia.
b) Se consideró corno norma el hecho de no realizar predicciones con períodos de obser- vación inferiores a 30 días.
c) Ante la no existencia de una serie de 19 años, se utilizó la Marea Astronómica más
baja de un pronóstico de 19 años, procedi- miento acorde con las especificaciones de la
0.4.
Estos cambios hicieron adquirir al proceso un mayor peso en lo conceptual, dado que se hizo maternáticamente más exacto y, por consiguiente, operacionalmente más confia-
ble.
3. PROPOSICION DE NUEVO PROCESO PARA DETERMINACIÓN DEL N.R.S.
3.1. SITUACION DE PUERTOS PATRONES DE CHILE
Con el fin de conocer la realidad actual de los principales parámetros de los puertos patrones del país, se ha confeccionado un cuadro representativo que permite apreciar,
principalmente, las diferencias que existen entre el N.R.S. en uso, la mayor bajamar calculada por análisis armónico y la observa- da. El cuadro contiene ías observaciones pertinentes para cada localidad en particular.
Los registros de marea disponibles en los puertos patrones de Chile, en su gran mayo- ría se concentran en las últimas tres déca- das, faltando sólo actualizar la información
de bahía Orange, cuyos registros de obser- vación son del siglo pasado. Esta situación, actualmente, se encuentra en vías de solu-
ción con la nueva estación de mareas insta- lada recientemente en las cercanías al cabo Ross (extremo norte de isla Woliaston). Esta nueva estación permitirá, en un piazo relati- vamente breve, disponer de observaciones buenas y actualizadas, que hagan posible
CUADRO COMPARATIVO N.R.S. PUERTOS PATRONES DE CHILE
LOCALIDAD PERTODO OBSERVACIONES
DISPONIBLES
ARS.
TABLA
NAS. BAJO
N.M.M,
No.
ARMONICAS
ARPL. DEN.
EX SIC,
OBSERVACIONES
ARICA IQUIQUE ANTOFAGASTA CALDERA HANGA PIKO COQUIMBO VALPARAISO - SAN ANTONIO TALCAHUANO ROCA REMOLINO PUERTO MONTI ANG. INGLESA PUNTA ARENAS CTA. PERCY PTA. DELGADA PIO. WILLIAMS * BA. ORANGE PTO. SOBERANIA JADA COVADONGA
01-ENE-66 - A5-ENE-6?
81-NOV-58 - 85-80U-59
B1-ENE-63 - B5-ENE-64
M1-ENE-68 - 04-ENE-69 -9-
01-ENE-82 - 31-DIC-82
B1-ENE-69 - 04-ENE-69 -p-
B1-ENE-76 - B4-ENE-7 =p.
03-ABR-88 - A7?-ADR-81 -p-
B1-JUL-53 - B4-JUL-69
23-N0U-61 - B3-0CT-62
96-HAY-82 - 12-JUL-82 -0-
1882 - 1883
de-MAR-84 - 12-HAR-95
38-DIC-74 - 31-DIC-75
8.80
8,20
8,83
B.84
B.45
8.98
8.91
8.81
8.92
3,08
3.68
1,16
1,22
1,3
5.0
1,40
1.3
1,58
1.35
0.87 (P)
8,67 (P)
8,83 (R) -p-
-p-
9.9 (1)
8.96 (P) -q-
1.83 (P) -9-
3,78 (P) -p-
1,48 (8)
1.69 (1)
5.16 (P) -p-
1,24 (P)
1.3 (0
2.86 (P)
9%
%
3
% -q-
88
% -0-
% -o-
y -q-
7
68
76 -p-
25
%
9%
1,48
1,50
1.68
1.18
8.75
1.56
1.66
1.21
1,88
5.15
6.58
1.78
2.84
2.19
7.62
2,41
2.06
1.9
2.04
-p-
ARS PRONOST. = NRS 025.
ARS PRON.= 8.68 - NRS 0BS.= 8,83
NO HAY DATOS SUFICIENTES
NO HAY DATOS SUFICIENTES
NES PRONOST, MAS ALTO QUE NAS 0BS, -p-
NO HAY DATOS SUFICIENTES -p-
NO HAY DATOS SUFICIENTES -q-
NO HAY DATOS SUFICIENTES
NAS PRONOST. MAS BAJO QUE NAS 08S.
NES PRON,= 1.36 - NAS 0ES.= 1.69
NO HAY DATOS SUFICIENTES
NO HAY DATOS SUFICIENTES
ARS PRON.=1.24-NRS 085. =N0 HAY DAT
NAS PRON.= 1.42 - NES 085.= 1.73
NAS PRÓN,= 2.86 - NRS 0BS.= 1,97
NOTA EXPLICATIVA: P = PRONOSTICADO.
R = REAL OBSERVADO.
NAS TABLA ES El NIVEL ACTUALMENTE EN USO DETERMINADO EN BASE A PROCEDIMIENTOS NORTEAMERICANOS.
NAS (P) DETERMINADO POR SECCION MAREAS Y CORRIENTES EN BASE A METODO CANADIENSE,
AL NO HABER DATOS SUFICIENTES OBSERVADOS EN TERRENO NO SE PUEDE ESTABLECER UNA COMPARACION ENTRE LO OBSERVADO Y LO PRONOSTICADO
establecer un nuevo N.R.S. para los muchos puertos secundarios que cubren hoy bahía Orange.
Por otro lado, y con el objeto de fijar crite- rios en base a un estudio estadístico que será analizado en detalle más adelante, se ha estudiado el comportamiento de la marea en dos puertos patrones que se eligieron por la continuidad y calidad de las series de observaciones de marea allí efectuadas, así es como se escogieron los puertos de:
Antofagasta : Amplitud de marea en sicigias 1,60 metro.
Talcahuano : Amplitud de marea en sicigias 1,80 metro.
Se estimó también necesario incluir en el análisis un puerto patrón ubicado en zona de canales, razón por la cual se eligió Punta Arenas: Amplitud de marea en sicigias 2,04 metros; aún cuando la continuidad de las
observaciones disponibles es sólo satistacto- ria.
Para el estudio estadístico antes mencio- nado, se realizó un programa computacional que permitió extraer, desde las cintas mag- néticas donde se guarda la información de marea, las mayores bajamares mensuales en cada año, desde 1958 hasta 1988. Junto con las mayores bajamares, también se analizó el comportamiento del nivel medio del mar, dentro del mismo período. Lógicamente, este programa entregó un extenso listado de datos, el cual se apreció poco práctico incluir en este trabajo, más aún si se piensa que los datos están disponibles para el usuario con la utilización de un adecuado programa de computación.
Se ha estimado eso sí muy útil, incluir los cuadros y curvas comparativas que se deri- varon como resultado de la observación de los listados.
La elección de un espacio muestral de 31 años está fundamentada en observar con la
105
mayor fidelidad posible los siguientes con- ceptos:
1) El espacio muestral debe ser de una magnitud, lo suficientemente grande como para darle al usuario la confianza necesaria
en que los resultados obtenidos son seguros.
2) El ciclo básico de marea (19 años) es el periodo ideal que debe considerar el estudio del fenómeno marea.
Por lo tanto, dado que en los puertos analizados no se reúnen 19 años ininterrum- pidos de observaciones de mareas, se esti-
mó necesario ampliar la muestra a 31 años, nivel que se consideró bueno para compatibi- lizar los anteriores conceptos.
Las conclusiones obtenidas del análisis efectuado a los datos muestrales de Antofa-
gasta, Talcahuano y Punta Arenas, deben ser analizadas junto con los gráficos y cua- dros, que para este efecto se han confeccio- nado, y son las siguientes:
3.1.1. Mayores bajamares observadas, pro- nosticadas y N.M.M. (mensuales).
En los tres puertos no se tabularon los datos de los 31 años seguidos, ya que se
requerían observaciones completas (12 meses por año). En Antofagasta se conside- raron 26 años, en Talcahuano 25 y en Punta Arenas 11, señalandose al pie de cada cuadro estadístico cuáles fueron esos años.
Es conveniente señalar que en Punta Arenas, además de la causa mencionada en
el párrafo precedente, no se consideró en la muestra el periodo comprendido entre 1970 y 1981, debido a que hay discontinuidades en los valores de las cotas fijas de marea.
En base a ta curva obtenida para las me- dias mensuales de las mayores bajamares observadas, se puede concluir que, en Ánto- fagasta y Talcahuano los valores más bajos se producen en los meses de agosto, sep- tiembre y octubre. Asimismo, se aprecia que
ESTADISTICAS MENSUALES
LUGAR —:; ANTOFAGASTA
PERIODO : 1958 - 1988 (SOLO AÑOS CON OBSERVACIONES COMPLETAS)
HEDTR DIFERENCIA
HEDIR HATORES FACTOR MENS.
NUMERO] HAYOS 1 MATORES EAJAMARES
DATOS |SAJAñAR | EAJANARES «57, | PRONOST. [N,1.5. [RETROS
A. 2365 8.1823 [0.756 [0,49%
8,2434 | 6,0829 | 0,1758 [8,754 ¡0,5106
a.cdid | 6,265 [ 0,4752 10,733 [9.5119
0.2328 | 8,0783 | 0,1922 [0,729 [0,991
0,2619 | 0,0956 | 0,2211 [0,721 [0,4591
0.2461 | 6,0458 | 0,2692 |0,723 [0,4769
e.cids | 0,0653 | 0,1746 10,712 |0,5001
a.1611 | 0,0643 | A,1669 [|M,679 [0,5479
A,1699 ( 0,9529 | 8.1664 [6,673 |M,5002
Der 9,1814 | ALB530 | 0.1215 [0,676 [0,4349
8,2287 | 0,05% | 6.2082 [9,693 [9,4723
Die 6.2495 | 0,0692 | 0,2088 [0,724 [0,9744
FR0ñ. 6.2219 2.1993 [0,7150/0,4230
DESU,ST 8,0344 2.0139 [0.8220/0,9185
AÑOS CONSIDERADOS EN LA MUESTRA: 1958-59-60-61-62-63-64-65-66
1968-69-7/2-73-74-70-76-77-78-79
1981-82-839-89-86-87-88
ESTADISTICAS MENSUALES
LUGAR —: TALCAHUANO
PERIODO : 1958 - 1988 (SOLO AÑOS CON OBSERVACIONES COMPLETAS)
REDIA DIFERERCIA
MEDIA MAYORES FECTOR MENS,
HONERO! MAYOR | HATORES SAJAMARES |
DATOS BAJAMAR|BAJAMARES|DESU,ST, | FROROST, [N.H.%. ¡HETROS
A,05 | 8,2199 (9,1004 | 0,145 ] 0,€540
8,07 | B,2056 | 0,0864 | BLÍGSZ 0.5034
a, 2124 | 0,1255 | 0,1334 6.333€
64 | 0,0884 | 2,1568 a,63?
A.2368 | 0,0961 | 0,1852 0,873
0.2770 [0,0994 | 0,17% 9,8934
2,2364 | 0,1376 | 0,1436 |1, 0,9266
0,1788 | B.1192 | 0.1124 ]1, 0925215
0,16% | 6,0982 | 0,103 . 0,9024
0,1359 | Bd1234 | 0,128 . 0,575
02408 | 6,1034 1 0,4075 [£, 0.9562
2069 | 0,0256 ; 0.1616 [£. 0,3743
r
E
4 +
m -
9,0473] 6,2174 8,147 0,6954
2,ñ324| 6,0332 8,0232 0,0220
AÑOS CONSIDERADOS EN LA MUESTRA: 1958-59-60-61-62-63-64-65-66-67-68
1970-71-73-74-76-77-78-80-81-82
1983-85-86-97-88
ESTADISTICAS MENSUALES
LUGAR —: PUNTA ARENAS
PERIODO : 1958-1966 Y 1981 - 1988
(SOLO AÑOS CON OBSERVACIONES COMPLETAS)
. DIFERENCIA
MEDIA FACTOR MENS,
NUMERO] BATOR | MATORES
DATOS|BAJAMAR | BAJANARES|DESU,ST, [N.M,B. [RETROS|]
11 30.23 ¡ 8,4736 | 0,1333 J1,7297/1,2561
11 3033 10,4 0,1119 [1,.6562/1, 1682
12 $0.45 ¡ 0.3927 | 0,4553 1,5922 /4,205
112 [0,06 | 0.3561 | B,1344 11,6323/1,2792
li [0.005 | 0,2572 | 0,0951 ¡4,5971/1,39394
11 [6.17 | A.3172 | 0,1101 |1,6671[1,3499
11 [0.05 | 0.3653 | 0,1192 ¡1,6569/1,3005
AGO 11 [0,28 | 0,3410 | 9,896 [1.6061[1.2643
5 114 [0,85 | 0,25 0.1361 [1,604 f1,314
0cT 114 [98,01 | 0,2609 | 6,4448 |1,583211,3823
KOU 11 [811 8,32 0,1256 |1,€076/1.2276
Di 11 9,3145 | 0,1384 [1.6135/4,2991
IA 129 ¿ 0,3487 1,6307
BESU,ST 0 0,0687 a, 6424
AÑOS CONSIDERADOS EN LA MUESTRA: 1958-59-60-62-63-65
1969-84-86-87-88
existen meses del año en los que, tanto el N.M.M. como el nivel de las mayores baja- mares observadas, aumenta respecto a sus
medias; este incremento se hace bastante
evidente en Talcahuano entre los meses de
abril a junio, y en Antofagasta entre abril y mayo y entre noviembre y enero.
Las curvas de las medias mensuales de Antofagasta y Talcahuano son bastante
parecidas, pudiendo por tanto establecerse que en ambos puertos existe una misma tendencia ascendente y descendente. Este fenómeno puede obedecer a expansiones y contracciones de volumen que experimenta el agua del mar, conforme su temperatura se incrementa en los meses de verano o des- ciende en los de invierno, y al que se deno- mina normalmente “fenómeno estérico". En Punta Arenas, en cambio, la curva obtenida
no se asemeja mucho a la de los dos prime- ros puertos, observándose que tan sólo entre julto y diciembre las tendencias de los tres puerlos están relacionadas.
Se puede concluir entonces que:
1? El "fenómeno estérico" observado en Antofagasta y Talcahuano, no se da de la misma forma en Punta Arenas, puerto donde, con seguridad, esta característica está afec- tada por otros factores, derivados principal- mente del hecho de estar situado en zona de canales.
2? Estos valores mensuales obtenidos, per-
miten configurar, para cada puerto, curvas de
tendencias aperiódicas, cuya utilidad reside en el hecho de poder extraer de ella valores de corrección históricos para cada mes, a partir del N.M.M. Estas correcciones se anali- zarán en detalle más adelante, en la aplica- ción de los procedimientos, y han sido inser- tados como valores tabulares, en cada puer- to estudiado, bajo el título de "Diferencia factor mensual", que corresponde a la dife- rencia mensual en metros, entre el N.M.M. y
la media de las mayores bajamares.
109
3” Como complemento a las conclusiones ya planteadas, interesante es hacer presente que, a modo experimental, se intentó mode- lar la curva de las medias mensuales de Antofagasta, dándole la conformación de una curva cosenoidal, pero el resultado permitió concluir que, por tratarse de un fenómeno aperiódico, no es aconsejable asumir un comportamiento de este tipo para las curvas
analizadas, ya que quedarían muchas zonas que serían un reflejo distorsionado del com- portamiento real de ellas. Por consiguiente, para los tres puertos se trabajaron los datos en base a la curva real, obtenida del analisis netamente empírico.
3.1.2. Mayores bajamares observadas (a- nuales).
Se consideraron en la muestra 31 años, (1958 a 1988) en forma continua con el fin
de analizar una posible tendencia o fluctua-
ción de las mayores bajamares registradas.
En las primeras dos décadas, esto es,
entre 1958 y 1978, en Antofagasta se obser- va una tendencia a la disminución en los valores de la media anual, fenómeno que tiende a revertirse en los años posteriores, con la cual, a lo largo de los 31 años, la
tendencia general es a aumentar. En Tal- cahuano el fenómeno es similar, ya que, en
términos generales, la tendencia es a ascen-
der, hecho que queda manifiestamente claro en los valores registrados a contar de 1976 en adelante. Asimismo, existe una coinciden- cia entre ambos puertos en el año de la media más alta, que es 1983, pero no suce-
de así con la media más baja (en Antofagas- ta se registra en 1973 y en Talcahuano en 1962).
Punta Arenas, por su parte, muestra una curva de características distintas, observán- dose que tan sólo entre 1981 y 1988 las tres curvas describen tendencias similares. Al respecto, es necesario tener presente que en
Punta Arenas los datos disponibles son
—SVN38V
V1UNMd-—=— ONVNHVITvWL
——>3—
VISVDVIOLNV ——
SISINAN
MO. AON
190 d3S
O9VY INT
NNF AVIAN
Yy8v yv
934 T
T r
r
SOYLIMN
(SyN “Tv
Svdly3334)
SIIVASNIN
SIAVIAVPFV8
SIHOAVIA
SV1 30
VIOJN
bastante discontinuos, existiendo tres perío-
dos en los cuales definitivamente se produ- cen lagunas, por falta de registros. No obs- tante, en líneas generales, Punta Arenas también muestra una tendencia histórica ascendente.
Con el fin de cuantificar las tendencias, se dividió los 31 años en dos períodos, el prime- ro desde 1958 a 1976 (19 años) y el segun- do desde 1977 a 1988 (12 años), y se calcu- ló el promedio de las medias anuales, obte- niéndose los siguientes resultados:
Medla ter. Media 2do.
Pertodo Perfodo
Tendencia
0,2300 mit.
0,2797 mt.
0,3921 mt.
Ascendente + 0,0215 mi.
Ascendente + 0,0975 mm.
Ascendente + 0,0620 rri.
Antofagasta 0,2085 mt
Talcahuano 0,1822 mt.
Punta Arenas — 0,3301 mt.
El solo hecho de observar estas tendencias en la muestra considerada, no constituye un fundamento lo suficientemente fuerte para concluir de que ella se vaya a mantener en el tiempo, ya que, en un nivel comparativo de siglos, el espacio muestral disponible es
demasiado pequeño; y por otra parte no debe despreciarse la hipótesis de que exis- ten cambios de muy largo período, los cuales aún no han sido estudiados en profundidad, y que pueden a futuro revertir esta situación que ahora se aprecia en aumento.
Por lo tanto, este fenómeno es conveniente
tenerlo presente en el sentido de que, para la adopción de un nivel de referencia, se deberán considerar posibles cambios que a largo plazo tengan una influencia gravitante sobre el mismo, pero sin asumir a priori de que el ascenso, observado en esta muestra
de 31 años, sea permanente y sostenido en el tiempo. Para una conclusión más definitiva al respecto es preciso contar con datos pertenecientes a un espacio de tiempo supe- rior, que podría ser tres Ciclos de Metón continuos, o en su defecto sólo un ciclo actualizado permanentemente cada 3 años.
111
3.1.3. Curvas de distribución de rmmayores balamares observadas.
En base al listado general de datos, obteni- do del archivo de cintas, se confeccionaron para cada puerto curvas en las cuales se representa el número de casos que se dan por intervalo de altura, y, aun cuando el número de datos total analizado varía de un puerto a otro, se puede concluir que el mo-
delo más representativo para los tres puertos es el de la curva de distribución normal.
3.1.4. Curvas de observación y pronósticos mensuales
Con el propósito de analizar el comporta- miento de los pronósticos de las Tablas de Marea, se obtuvo, para Antofagasta y Tal- cahuano, un gráfico donde están representa-
dos los promedios mensuales de las mayo- res bajamares pronosticadas y las observa- das. Se observa en dicho gráfico que las tendencias son equivalentes en ambos ca- sos.
Lo anterior lleva a concluir que el proceso actual de pronósticos de marea permite obtener valores ajustados a la realidad, ya que su tendencia histórica es prácticamente idéntica a la real, faltando sólo adecuar apropiadamente los factores de corrección necesarios, que lo hagan aún más exacto. Por otro lado, y en relación también con
estas correcciones, se concluye que es muy recomendable que ellas incorporen en su determinación, las tendencias históricas observadas en los registros.
3.1.5 Curvas de promedios anuales del N.M.M.
Al igual que con las estadísticas de los promedios anuales de mayores bajamares (punto 3.1.2.) se verificó en los tres puertos
ESTADISTICAS MAYORES BAJAMARES ANUALES
LUGAR PERIODO :
ANTOFAGASTA
1958 - 1988 (CONTINUO)
ANO NUMERO DATOS
MAYOR BAJAMAR
OBSERVADA
MEDIA MAYORES BAJAMARES
ANUALES DESV. ST.
1958
1959
1960
1961
1962
1963
1964
1965
1966 1967
1968
1969
1970 1971
1972
1973 1974
1975
1976 1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983 1984
1985
1986 1987
1988
12
12
12
12 12
12
12
12
12
11 12
12
11
09
12 12
12
12
10 12
12 11
09
12 12
12
12
12 12
12 12
0,16
0,19
0,15
0,18 0,12
0,17
0,16
0,15
0,08 0,07
0,11
0,13
0,01
0,09
0,16
— 0,008 0,01
0,08 0,11
0,18
0,13
0,16
0,09
0,04
0,18 9,14
0,11
0,17
0,16
0,10 0,007
0,2641
0,2408
0,2283
0,2716
0,2116
0,2525 0,2091
0,2533
0,1591
0,1736
0,1933
0,2108
0,1518
0,1966 9,2141
9,1251
0,1893
0,1833
0,2350 0,2210
0,2033 0,2000
0,2088
0,2258
0,2825
0,3050
0,2291
0,2325 0,2425
9,2341
0,1755
0,0790
0,0396
0,0565
0,0626
0,0547
0,0359 0,0339
0,0521
0,0821
0,0732
0,0597
0,0501
0,0660
0,0801
0,0545 0,0767
0,0817
0,0578 0,0684
0,0324
0,0447
0,0529
0,0566
0,0737
0,1019 0,1049
0,0717
0,0437
0,0435
0,1383
0,0827
PROM.,
DESV. ST. 0,1157
0,0573 0,2168
0,0389
ESTADISTICAS MAYORES BAJAMARES ANUALES
LUGAR —: TALCAHUANO
PERIODO : 1958 - 1988 (CONTINUO)
MEDIA MAYOR MAYORES
NUMERO BAJAMAR BAJAMARES AÑO DATOS OBSERVADA ANUALES DESV, ST.
1958 12 0,0085 0,1765 0,1176 1959 12 0,09 0,1650 0,056 1960 06 0,12 0,19 0,045 1961 12 0,06 0,15 0,081 1962 12 0,01 0,1275 0,0714 1963 12 0,07 0,1925 0,0983 1964 12 0,11 0,1683 0,0661 1965 12 0,09 0,2033 0,0875 1966 12 0,04 0,1708 0,0925 1967 12 0,08 0,1941 0,0858 1968 12 0,14 0,2225 0,0601 1969 07 0,08 0,2371 0,1952 1970 12 0,07 0,1583 0,0732 1971 12 0,01 0,17 0,0867 1972 10 0,02 0,2322 0,0928 1973 12 0,05 0,1833 0,1062 1974 12 0,02 0,135 0,0907 1975 11 0,006 0,1787 0,1071 1976 12 0,15 0,2075 0,0490 1977 12 0,11 0,2183 0,0434 1978 12 0,07 0,2416 0,0809 1979 08 0,07 0,2475 0,1179 1980 12 0,09 0,2533 0,1444 1981 12 0,12 0,2683 0,0944 1982 12 0,14 0,3566 0,1331 1983 12 0,08 0,3233 0,1543
1984 10 0,18 0,299 0,1097 1985 12 0,20 0,2883 0,0767 1986 12 0,20 0,3091 0,0543 1987 12 0,19 0,355 0,138 1988 12 0,07 0,1966 0,0712
PROM. 0,0885 0,2199
DESV. ST. 0,0568 0,0618
ESTADISTICAS MAYORES BAJAMARES ANUALES
LUGAR
PERIODO :
PUNTA ARENAS
1958 - 1988 (CONTINUO)
ANO
NUMERO DATOS
MAYOR BAJAMAR
OBSERVADA
MEDIA MAYORES BAJAMARES
ANUALES DESV. ST.
1958
1959
1960 1961
1962
1963
1964
1965
1966 1967
1968
1969
1970 1971
1972
1973
1974
1975
1976 1977
1978
1979
1980 13981
1982
1983 1984
1985
1986 1987
1988
12
12
12
10 12
12
07
12
05
NO
06 12
12
12
12
11
NO
NO
06 10 NO
NO
NO
08
11 11
12
05 12
12 12
0,23
0,005
0,23
0,03 0,17
0,01
0,01
0,27
0,23 HAY
0,05
0,15 0,14
0,04
0,00
0,18 HAY
HAY
0,19
0,008 HAY
HAY HAY
0,06
0,29
- 0,19
0,16 0,23
0,13 0,15
0,09
0,3699
0,1996
0,3750
0.3918 0,3628
0,2200
0,2969
0,491
0,42
DATOS
0,2553
0,3215
0,28
0,2913
0,2275
0,3827
DATOS
DATOS
0,4066
0,3548
DATOS
DATOS
DATOS
0,3095 0,4327
0,4436
0,4216 0,465
0,4083 0,361
0,333
0,1217
0,0947
0,0703
0,1692 0,1071
0,1402
0,2161
0,1125
0,1723
0,1654
0,1220
0,1069 0,1414
0.1673
0,1071
0,1281
0,1381
PROM.
DESV. ST. 0,129
0,092
0,3524
0,0779
SVN3Y8V
VLINMd -—e— ONVNHVITVL
SONV
SOYLIN
(SUN Tv
SVdlY3438)
SIIVANV
SIYVIAVWFVg
SIYOAVIN
SV1 30
VIOSIN
116
analizados la tendencia histórica del N.M.M.,
obteniéndose los siguientes resultados:
Medla periodo Medla período Tendencia
1977 a 1988 Ascendente
0,7224 mi. + 0,0127 mt.
ANTOFAGASTA 1958 a 1976
0,7097 mt.
1977 a 1982 Ascendente
1,1625 mt. + 0,0933 mt. TALCAHUANO — 1958 a 1976
3,0692 mi.
PUNTA ARENAS 1958 a 1965 1,7482 mt.
1966 a 1976 Ascendente
1,8251 mt. + 0,0769 mt.
1984 a 1986 Ascendente
1,1353 mil + 0,1261 mt.
1977 a 1983
1,0092 rnt.
Los puertos de Antofagasta y Talcahuano
fueron divididos en dos períodos iguales
(1958 a 1976 y 1977 a 1988); en cambio
Punta Arenas, debido a discontinuidades en
las nivelaciones de las cotas de marea, fue
necesario dividirlo en cuatro períodos de
menor duración.
Los resultados obtenidos permiten con-
cluir que el N.M.M., históricamente, tiene una
variación en altura muy similar a la variación
determinada para los promedios anuales de
mayores bajamares, y que, en líneas genera-
les, indica una tendencia ascendente del
nive! del mar. Las observaciones menciona- das en el punto 3.1.2. tienen igual validez para la tendencia del N.M.M., en el sentido de no esperar que ésta siempre se manten-
ga con la misma tendencia y considerar su
estudio permanente y con mayor profundi-
dad, para extraer conclusiones más definiti-
vas al respecto.
3.1.6. Test de la distribución de "Student" o
Habiéndose asumido que las mayores bajamares observadas tienen el comporta- miento de una distribución normal, y con el fin de comprobar que los valores calculados como medias mensuales eran estadística- mente buenos, se sometió la muestra al test
de "Student".
Se sabe que para toda distribución normal existe una media calculada y también se
supone la existencia de una media de la
población completa, a la cual se le da el
nombre de media poblacional o hipotética,
porque no existe la posibilidad matemática
real de llegar algún día a determinarla en
forma definitiva.
Teniendo, entonces, una media calculada X
y una media real Xo, el test consiste en
rechazar una de dos hipótesis. La primera
consiste en plantear que X = Xo, asumiendo
para Xo el valor cero, y la segunda (hipótesis
alterna) es decir que X% Xo, asumiendo para
Xo cualquier valor distinto de cero, Se esta-
blece para esto el siguiente criterio:
a) Se calcula un valor t = Y n (X - Xo)
SX
donde:
n = N* de datos
X = Media calculada
Xo = Media real
SX = Desviación estándar
asignando a Xo el valor cero, con el objeto
de rechazar o aceptar la hipótesis nula. Tal
hipótesis se rechaza si y sólo si:
t(1-01/2) (n- 1 <t< - (1 - 1/2) (n - 1)
donde:
(1 - 1/2) = Nivel de significancia
n - 1 = Grados de libertad
b) El término "nivel de significancia” se fija en forma arbitraria y está dado en función a la probabilidad deseada para descartar una hipótesis nula verdadera. Su nombre se debe a que la diferencia entre el valor hipotético y
el resultado se considera "significativo", o sea demasiado grande para atribuirlo al azar.
Para este trabajo, se analizaron todos los valores, presentándose como ejemplo el mes de enero en Antofagasta y Talcahuano, con un nivel de significancia de 99% :
En Antofagasta :
Siendo
Xo=0:t= 26 (0,2569 -X*%) = 16,94
0,0773
-+ (0,995) (25) = - 2,787
t (0,995) (25) = + 2,787
Por lo tanto, al sert> 1 (1 - 0/2) (n-1) se rechaza la hipótesis nula, y se acepta la hipótesis alterna de que X + Xo y tiene cualquier valor distinto de cero. Al usar un nivel de 99%, se dejó sólo un 1% de riesgo de que la hipótesis nula fuera cierta. Ahora, si se utiliza para Xo cualquier valor distinto de cero, por ejemplo el promedio general de las medias anuales (0,2168):
t= Y 26 (0,2569 - 0,2168) = 2,64
0,0773
Es decir que t cae dentro del rango fijado como probable para la media real. No es posible rechazar la segunda hipótesis.
En Talcahuano :
Siendo
Xo=0:t=VY 25 (0,21 - X*%) = 10,45
0,1004
117
Dado que los valores extremos del rango
de significancia son +1 (0,995) (24) —H 2,797, se rechaza la hipótesis nula.
Suponiendo para Xo el valor 0,2199 (media general anual):
t=VY 25 (0,21 - 0,2199) = -0,493
0,1004
Por lo tanto, tampoco es posible rechazar
la hipótesis de que Xx Xo
Finalmente, habiendo analizado todos los valores tabulados como media de las mayo- res bajamares mensuales, las tres muestras
comprobaron ser representativas de la pobla- ción, según el Test de Student.
3.2. CRITERIO A APLICAR PARA LA ELEC- CIÓN DEL DATUM
3.2.1. Considerando:
aj Que, aun cuando el dátum de la carta
(N.R.S.) es un "nivel definido en forma arbi- traria", debe ajustarse a las siguientes consi- deraciones básicas:
1% Debe ser lo suficientemente bajo como para que el nivel de agua rara vez descienda por debajo de él, y a la vez dé al navegante la certeza de que tendrá a lo menos el nivel de agua mostrado en la carta.
2" Debe no ser tan bajo como para que dé una idea pesimista indebida acerca de bajos fondos inexistentes, y
3” Debe estar en armonía con los dátum de áreas adyacentes, o sea que tiene que variar en forma gradual de una área a otra y de
una carta a otra, para prevenir discontinuida-
090 5580
050 SyvO
OvWD SED
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oL0 500
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1550 100
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040 S90
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is90 1090
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122
des significativas. Esto último cobra especial relevancia en las áreas limitrotes con Perú y Argentina.
b) Que, la selección de un dátum es una cuestión de criterio y de compromiso entre las normas internacionales sobre la maieria, y los casos particulares que cada área pre- sente, conforme a sus caracteristicas geográ-
ficas e hidrográticas propias.
c) Que, como ya se menciono, el N.M.M. varía con el paso del tiempo, debido a la acción de olas, marea, factores meteorológi- cos, variaciones climáticas de largo período y otras más de origen geofísico cuyos funda- mentos y efectos aún están en estudio.
Estudios ingleses sobre la materia demues- tran que el N.M.M. puede variar como mucho hasta 0.3 pie por año; por lo que recomien- dan, para tener pronósticos confiables, calcu- lar el N.M.M. a partir de un registro continuo de al menos tres años seguidos y preferente- mente cinco.
d) Que, determinar la tendencia del N.M.M. y por consiguiente también del N.R.S.,, es una tarea que lleva implícita en si misma un targo tiempo de observación y análisis, du- rante el cual se debe asegurar la confiabili- dad y estabilidad del nivel que se fije como dátum, mediante la adopción de criterios de calidad o exactitud.
€) Que, es de especial necesidad contar con Puertos patrones para los cuales se hayan efectuado determinaciones primarias de los principales planos de marea, a fin de obtener buenos valores medios de una serie corta.
f) Que, del análisis realizado a las medias mensuales de las mayores bajamares, en Antofagasta y Talcahuano, se concluye que
existe un desfase de tiempo, que lleva a
pensar que el fenómeno estérico, menciona-
do en el punto 3.1.2., se repile para todos los puertos con el mismo modelo, pero en distin-
tas estaciones, según su ubicación geográfi- ca sea más sepienirional o más meridional.
g) Que, seguramente estudios como éste u otros que a futuro se desarrollen. conducirán a efectuar modificaciones al N.R.S..
h) Finalmente que, el estudio acabado de la situación de los niveles mareográficos en todos los puertos patrones de Chile, en
primer lugar es un irabajo de larga duración
y ademas los registros disponibles son mu- chas veces cortos y discontinuos.
Se propone:
a) Cambiar el actual concepto del N.R.S., como "correspondiente al nivel de la mayor bajamar de sicigias”, por el siguiente:
N.R.S. es el nivet de la mayor bajamar de sicigias, observada o calculada dentro de un Ciclo de Metón (19 años), y corregida según el comportamiento histórico del mar en cada localidad.
b) Determinar cuál es la tendencia del N.M.M. a lo largo de la costa chilena, con el
fin de acortar fechas, dentro de las cuales se
deba establecer un nuevo dátum.
c) Fijar ciertos puertos patrones "representa- tivos”, en ios cuales se obtengan y analicen observaciones de largo periodo, que permi- tan estudiar el comportamiento de los distin- tos planos de marea por zonas. Se estima
que sería de gran valor estudiar los puertos
de Antofagasta, Talcahuano, Puerto Montt y Punta Arenas, dado que, por su ubicación geográfica, representan cuatro puntos clara-
mente diferenciados del litoral chileno y cubren la totalidad de! mismo. Lo anterior por supuesto sin perjuicio de que, conforme pase el tiempo, se vayan efectuando estos estu- dios hasta completar la totalidad de los puer- tos patrones de Chile, situación idea! hacia ta cual deben dirigirse los esfuerzos,
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d) Modificar el proceso de determinación del N.R.S. aplicando fundamentalmente criterios de selección que permitan asegurar que, aún con la ocurrencia de fenómenos impredeci- bles, como son los movimientos telúricos,
fenómeno "El Niño”, efecto invernadero y otros, el dátum adoptado no perderá su vigencia.
e) Al momento de iniciar el cambio de N.R.S. considerar su inserción en las Tablas de
Marea con la debida observación acerca de
los valores de corrección, a lo menos hasta
que toda la cartografía oficial esté referida al nuevo dátum.
f) Mantener bajo observación los movimien- tos relativos de los astros, que mayor influen- cia tienen sobre el fenómeno marea (Luna y So)), con el fin de, al igual que actualmente realiza Canadá, investigar la calidad de los pronósticos anuales resultantes a partir de un
año promedio en cuanto a sus factores nodales, declinación y cercanía a nuestro planeta. Es una alternativa digna de ser analizada comparativamente con la genera- ción de 19 años de pronósticos, a partir de
un periodo cualquiera de observaciones.
g) Finalmente, aún cuando es un hecho largamente reconocido, es conveniente señalar que la calidad y continvidad de las observaciones de mareas en los puertos patrones, son los pilares fundamentales sobre los cuales descansa el establecimiento de un buen N.R.S. En consecuencia es de vital importancia observar fielmente el cumpli- miento de los procedimientos técnicos esta- blecidos para la recolección y procesamiento de los datos de marea, para mantener y aumentar la confiabilidad del dátum de la carta.
3.2.2. Nuevo proceso
En líneas generales el proceso propuesto
a continuación conserva la misma estructura del que actualmente se utiliza (ver adjuntos), excepto por las siguientes modificaciones:
125
a) Se ha subdividido el proceso de cálculo en tres flujos paralelos, que diferencian los distintos períodos de observación que permi- ten llegar a determinar el N.R.S. Estos tres criterios son: Observación continua de 19 años; período mayor o igual a un año e inferior a 19 años y observación de un perío- do inferior a un año, pero nunca menos de 15 dias continuos.
b) Para cualquier caso en que la observación disponible sea de un período inferior a 19 años, se ha establecido el procedimiento de comparar la mayor bajamar pronosticada con la observada en el periodo de muestra. Con esto quedan delineados dos posibles cursos de acción: en caso de ser la observada más baja que la pronosticada se adopta el valor de la primera; y en caso contrario, la segun- da, aplicando en cualesquiera de los dos casos las correcciones necesarias, según el período del cual se trate.
Lógicamente el período con más correc- ciones es el más corto (15 días a un año) ya que en él se consideran la corrección men- sua!l, anual, por amplitud de marea y la tendencia de largo periodo. El periodo inter- medio (1 a 19 años) considera corrección anual, por amplitud de marea y la tendencia
de largo período. Y, por último, si los datos disponibles son de un período continuo igual o superior a 19 años, sólo debe aplicarse la corrección por tendencia de largo período y por amplitud de marea en sicigias del puerto.
3.2.3. Procedimientos
El problema de determinar finalmente un nivel de referencia o dátum de la carta que ofrezca seguridad, debe ser acotado de una forma tal que, cualquier usuario que desee calcularlo, tenga a su disposición distintos procedimientos alternativos, según sea el tamaño del ciclo de datos de que disponga.
Según esto, se ha concluido que el N.R.S. puede ser determinado a partir de las si- guientes fuentes de información, las cuales
PSA PAIGDO
TRABAJO DE CESEMVACION ERIODO DE OBSERY > 1ANO p 15 Di28
€ MA ANOS CONTINUOS,
MAREAS
SE DEER, EFECTUAR
OBSERVACIÓN DE AL MEROS +5 DIAS
CONTINUOS
DETESIMIMACIÓN DE CTES DETERAIRACIÓN DE CTES,
AUMONICAS DE MAREA ARUICHICAS DE MEREA
ESTADISTICA l | BASICA DE MARES i
T PAEDICUION PARA Lin PREDICCIÓN PaRA UN 4 PERIJOO DE 19 AROS PZAIODO DE 12 AMOS J
DETEFLU NACION ; ! DEL NM L
BAJA FRONOSTICADA 48 34'0 FRONOSTICADA VS MAYOR RGJA OBSERVADA MAYOR BAJA DBSEFVADA
DETERMINACIÓN DEL PERIODO MUESTAAL DEL. PERIODO MUESTRAL MAYOR BAJA Mar
»| COMPARACIÓN DE MAYOA COMPARACION DE MAYOR
y
PRONOSTICO PRONOSTIZO VERIFICA OCU- < OBESER + DESER PRENCIA mAarYGa 7? > BaJA4taR DZ Sir
GIAS Ex AEGIS: TAO DAIGINAS £
APUCAR FACTOA DE SFECT soe 7 a . APLICAR FACTOR DE EFECTUAR CORAECCIÓN SSECTUAR COSAECCION CORRECCIÓN o MENSUAL DE ACUERDO A MENSUAL DE ACUERDO A Ab SUN , . ESEAYADO _ ANUAL SEGUN ANUAL SEGUIA. MES. PRONOSTICADO MES OESEAVAD
AÑO DEL PRONOSTICO HRO ANOS OASEAWSDOS
: 1 :
(TRaLS 13
ARICA macros CE APLICAR FACTOR DE
COHRECCIÓN .
ANUAL SEGUN COSRECCION
MBO. AÑOS CASERVADOS ANAL SEGUN NAO AÑOS PRONOS TICADOE
-O
en RESTAR % DE VAREECION
POR TENDENCIA L£AGO
PERIODO
ESTAR "e EN SROPORCION a DER DEL PIO
1
TETERRUNECIÓN DEL 1495
AESPEETO A
HAcIA AL CERO ESCALA Y ALAS
COTAS FIJAS DE MARES
se enumeran en orden de importancia, de
mayor a menor:
Fuente número uno : Observaciones de marea de un ciclo de 19 años o superior.
Fuente número dos : Observaciones de marea de un periodo inferior a 19 años, pero supeñor a un año.
Fuente número tres: Observaciones de
marea de un periodo inferior a un año, pero
siempre superior a 15 días.
Existirán casos en los que se registren o se calculen alturas de marea inferiores al nivel de N.R.S. disponible (tablas de marea). Ante esta eventualidad, se ha fijado un criterio de
selección de acuerdo al porcentaje de la amplitud de marea en sicigias, que la diferen-
cia de valores implique; por consiguiente, si
la altura registrada o calculada sobrepasa un tanto por ciento máximo aceptable, deberá
cambiarse el N.R.S. del puerto, sí no enton-
ces el cambio se considera despreciable y se continúa usando el valor tabulado. Este
criterio es similar al utilizado por lo ingleses,
al despreciar variabilidades inferiores a 0,1 metro en el N.M.M. (Ver capítulo 1, punto
1.4)
Por lo tanto, de acuerdo a cual sea la
fuente de origen de la información, el N.R.S. se calculará de la siguiente manera:
a) Periodo de observaciones de 19 años o más:
17 Observar la estadistica básica de mareas y determinar N.M.M. y la mayor bajamar observada en el periodo.
2? Calcular qué porcentaje de la amplitud de
marea, representa la tendencia (ascendente o descendente). Esta corrección se aplicará sólo cuando sea descendente, en caso de
ser ascendente se corregirá en aquellos
casos en que el valor de corrección sea igual
127
o sobrepase el porcentaie minimo admisible de variabilidad, segun la Amplitud de Marea del lugar.
3 También conforme a la amplitud de marea del lugar, se determinará cual es elporcenta- je mínimo significativo, que es importante tener en consideración, por una posible variación en el N.R.S,, debido a causas del todo impredecibles y que no bueden determi- narse con mediana certeza como la tenden- cia de largo período. Estos porcentajes han sido fijados en la siguiente forma:
% Mínimo
Sligniticativo
Magnitudes máximas
Amblitud de márea de vartablildad
< 1,0 mts hasta 10,0 cms 10,0 %
101235 ms de 9,5 a 23,5 cms 95%
3,01 a 5,0 mis de 22,5 a 37,5 cms 7.5%
£,01 a 7,0 mis de 27,0 a 38,5 cms 55%
2 7,01 mis hasta 40.0 eras 35%
4* Se efectuará la suma de las dos magnitu-
des calculadas en base a los porcentajes de los puntos 2%y 3”, resultado que deberá ser finalmente restado a la mayor bajamar obser- vada si ésta es positiva y sumado si es negativa, este valor se utilizará para referirlo al N.M.M. y cotas fijas de marea y determinar así el N,R.S, del puerto considerado,
b) Período de observaciones superior a un
año e inferior a 19:
Ante esta alternativa, existen dos posibles cursos de acción: El primero es tomar la mayor balamar observada, por ser más baja
que cualquiera pronosticada para 19 años; y
el segundo es adoptar la mayor bajamar
pronosticada por ser ésta más baja que la mayor observada del periodo.
En cualesquiera de los dos casos enun- ciados, el primer factor a considerar en esta
alternativa es el que se ha denominado
"factor de corrección anual”, cuyo concepto genera! es el siguiente:
128
Conforme el período de observación de marea sea más pequeño, la posibilidad de que exista una bajamar más baja en un Ciclo de Metón es más alta que sí, por el contrarto, el periodo observado es más prolongado, Si por ejemplo, se dispone sólo de un año de datos, existirán 18 de 19 posibilidades de que exista una bajamar mayor que la dispo- nible, durante el ciclo; si son dos años las
posibilidades son 17 de 19, y así disminuyen gradualmente hasta ser por supuesto cero una vez completado el ciclo completo. Este rango de posibilidades ha sido tabulado como sigue:
TABLA NH” 1
Posibilidad Factor de
de varlación corrección
Perlodo de
observación (años)
19/19 0,947 47/19 0,894 16/19 0,842 15/19 0,789 14/19 0,736 13119 0,684 12119 0,631 41/19 0,578 10/19 0.526 aro 0,473 er19 0,421 79 0,368
Ev19 0,315
519 0,263 amo 0,210 319 0,157 2r19 0,105 1/19 0,082
1
2
3 á
5
6
Y
a 5
En consecuencia el procedimiento será el siguiente:
1* Determinar, a partir del espacio muestral disponible y por medio de análisis armónico, 19 años de predicciones de marea.
22 Efectuar comparación entre la mayor bajamar observada y la mayor bajamar pronosticada.
3? En caso de ser más baja la observada,
multiplicar la magnitud de esa baja por el factor anual que le corresponda, según el número de años que abarque la observación (Tabla N*1). Ante la eventualidad de ser más
baja la pronosticada, multiplicar la magnitud de esa baja por el factor que le corresponda, de acuerdo al año para el cual dicho pronós- tico sea dado (Tabla N” 1).
4* Finalmente, en cualesquiera de los dos casos, deberá aplicarse además las mismas correcciones ya descritas para un período de observaciones de 19 años o más.
c) Período de observaciones interior a un año y superior a 15 dias.
En estos casos el factor de mayor impor- tancia a considerar, es la variación mensual experimentada por el nivel del mar a lo largo del año. Estas variaciones ya fueron explica- das en el punto 3.1.1., por lo cual no será necesario desarrollarlo nuevamente, pasando de inmediato a aplicar su concepto.
Se ha fijado como nivel de referencia el N.M.M., plano desde el cual, en cada puerto analizado, se ha obtenido las diferencias mensuales existentes entre éste y la media de las mayores bajamares observadas. Dichas diferencias, traducidas a porcentajes de amplitud de marea del puerto considerado son finalmente el "factor de corrección men- sual" a aplicar en el cálculo,
Por lo tanto, el procedimiento de cálculo del N.R.S. será el siguiente:
1? Determinar cual es la mayor bajamar del período observado, y en que mes del año se registra, determinando también el N.M.M. y
verificando el registro original.
2? Efectuar el pronóstico para 19 años en base al espacio muestral tomado y comparar
la mayor bajamar observada con la mayor
pronosticada.
3? Si la observada es mayor que cualquiera pronosticada, entonces, deberá efectuársele la corrección mensual, de acuerdo al mes cuando fue efectuada la observación.
4% Esta corrección deberá ser calculada efectuando la diferencia entre el N.M.M. y la media de las mayores bajamares, para el mes en cuestión (valores históricos disponi- bles), llevando posteriormente este valor a tanto por ciento de la amplitud de marea en sicigias del puerto. Este porcentaje se resta a la mayor bajamar observada.
5” Una vez calculado lo anterior se le aplica- rá, además, a la bajamar analizada el "factor de corrección anual", "factor de corrección por amplitud" y la "corrección por tendencia", vistos ambos en los puntos anteriores. El valor así determinado se adopta como N.R.S.
6” En caso de ser alguna bajamar pronosti- cada más baja que la mayor observada, se procederá de igual forma, aplicando por supuesto las correcciones a la mayor baja- mar pronosticada.
324 Aplicación práctica de los procedi- mientos
Con el propósito de ofrecer una prueba tangible de que los procedimientos estableci- dos en el punto precedente son perfectamen-
te aplicables a la realidad, a continuación se
analizan una serie de ejemplos, tomados todos de observaciones reales efectuadas en Antofagasta y Talcahuano.
Ejemplo N? 1 - Período de observación igual o superior a 19 años en Antofagasta.
DATOS:
Puerto : Antofagasta Período observado: 1958 a 1976 Mayor bajamar observada: -0,008 mt. (bajo el N.A.S. existente) Tendencia de largo periodo: 0,0215 (ascen- dente) Amplitud de marea en sicigias: 1,60 mt. Porcentaje significativo proporcional a A.de M.: 9,5%
CALCULO:
1) Una vez conocidos los datos de entrada, se calcula qué porcentaje, de la amplitud de marea, representa la tendencia:
1,6 A 100 0,0215. ————_———— X
X = 1,3437 %
1a. corrección (tendencia de largo periodo)
- 0,0080 - 0,0001 (1,3437 % de 0,008)
- 0,0081 mt.
Z
Por ser la tendencia ascendente, no .se
modifica el valor original.
2) El segundo cálculo consiste en determinar el porcentaje fortuito de variabilidad, que la mayor bajamar observada podría tener, en función de la amplitud de marea del puerto:
- 0,0080 - 0,0007 (9,5% de 0,0081)
- 0,0087 mt. (Valor final)
3) Considerando que en este caso se han obtenido valores negativos (por debajo del N.R.S.) es preciso analizar la magnitud implicada, con el fin de decidir si se modifica o no la duración del N.R.S. Para esto se toman los porcentajes fijados como significa- tivos en una variabilidad fortuita, siendo para 1,6 mt. de amplitud de marea 9.5%. Por lo tanto, dado que el valor obtenido es inferior al 9,.5% se asume igual a cero y se refiere al N.M.M., al cero de la escala y a las cotas fijas de marea.
Ejemplo N” 2 - Observación de marea ¡igual o superior a 19 años en Talcahuano.
130
DATOS:
Puerto : Talcahuano Período observado: 1958 - 1976 Mayor bajamar observada: 0,006 mt. Tendencia de largo período: 0,0975 mt. fascendente) Amplitud de marea en sicigias: 1,.80 mt. Porcentaje significativo proporcional a ampli- tud de marea : 9,5%
CALCULO:
1) Se efectúa la corrección por tendencia de largo período.
1,8 mt 22 100
0,0975 mt... ————__— X J
X = 5,416 %
a. corrección (tendencia de largo período)
0,006
- 0,0003 (5,416 % de 0,006)
0,0057 mt.
También en este caso se conserva el valor inicial por ser la tendencia ascendente.
2) Finalmente, se determina el 9,5% de
variabilidad según la amplitud de marea en Talcahuano.
0,006 - 0,0005 (9,5 % de 0,0057)
0,0055 mt. (Valor final)
, 3) Este valor se refiere al N.M.M. y a las cotas fijas de marea.
Ejemplo N? 3 Observación de marea de un año en Antofagasta.
DATOS:
Puerto : Antofagasta Periodo observado: Áno 1988 Mayor bajamar observada: 0,007 mt.
CALCULO:
Dado que se dispone sólo de un año de datos, de acuerdo a la tabla N* 1 se aplica el factor 0,947:
0,007 x 0,947 = 0,006629
A este valor se le resta sólo la proporción a la amplitud de marea, ya que la tendencia
es ascendente.
0,006629 - 0,000629 (9,5 % de 0,006534)
0,006000 (Valor final)
Por lo tanto, el valor 0,006 mi. es el que
se adopta para referirlo al N.M.M. y a las cotas fijas de marea.
Ejemplo N? 4 Observación de marea de un ano en Talcahuano.
DATOS:
Puerto : Talcahuano
Período observado: Año 1988 Mayor bajamar observada: 0,07
CALCULO:
Factor anual: 0,07 x 0,947 = 0,06629
Se efectúa corrección por proporción de
A. de M,
0,06629 - 0,00629 (9,5 % de 0.0627)
0,06000 (Valor final)
Este valor se refiere al N.M.M. y a las cotas fijas de marea.
Ejemplo N* 5 - Periodo de observación de 15 días en Antofagasta.
DATOS:
Puerto : Antofagasta Período observado: 16 al 31 de octubre de 1988
Mayor bajamar observada: 0,.12 mt. el 16 de octubre Tendencia de largo periodo: 0,0215 mt. fascendente) Amplitud de marea en sicigias: 1,60 mt. Porcentaje significativo proporcional a ampli- tud de marea: 9,5%
CALCULO:
1) Según los datos históricos calculados, que se encuentran en la tabla de las mayores bajamares medias mensuales, en el mes de octubre en Antofagasta existe una diferencia promedio entre el N.M.M. y la media mensual de bajamar 0,4949 metro.
2) Llevando esta magnitud a porcentaje de la amplitud de marea se llega a 30,93% (ver tabla), entonces:
0,12 m.. ————— 100 %
Xx AAA 30,939 % |
X =0,0371
ta. corrección (mensual)
0,12
- 0,0371
0,0829 mit.
3) Una vez efectuada la corrección mensual se debe aplicar al valor obtenido el factor de corrección anual, que en este caso es el correspondiente para un año (ver tabla).
2a. corrección (anual)
0,0829 x 0,947 = 0,0785
4) La corrección por tendencia de largo periodo no se aplica por ser ésta ascenden- te, conservándose entonces 0,0785 mt.
5) Una vez efectuadas las correcciones derivadas de cálculos empíricos, se procede a efectuar la última, que es el porcentaje de variabilidad debido a causas impredecibles o fortuitas.
3a. corrección (proporción de la amplitud de marea)
0,0785 - 0,0074 (9,5% de 0,0785)
0,0711 (Valor final)
6) Por lo tanto, el valor definitivo que se considera para referirio al N.M.M. observado, cero de la escala y cotas de marea es 0,07 metro,
Ejemplo N* 6 - Periodo de observación de 15 días en Talcahuano.
DATOS:
Puerto : Talcahuano
Período observado: 16 al 30 de septiembre de 1988 Mayor bajamar observada: 0,07 Tendencia de largo período: 0,0975 (ascen- dente) Amplitud de marea en sicigias: 1,80 mt. Porcentaje significativo proporcional a ampli- tud de marea: 9,5%
CALCULO:
1) De los datos históricos se tiene que para Talcahuano en septiembre, la diferencia entre el N.M.M. y la media mensual de baja- mar es 0,9014 mt., o 50,07% de la amplitud
de marea (ver tabla):
100 % 2) Stendo la tendencia de largo periodo para 50,07 % Talcahuano 0,0975 mt. ascendente no se
aplica esta corrección.
X = 0,035 %
3) Dado que para una amplitud de marea de 1,8 mt. el porcentaje de variabilidad imprede- cible es 9,5%, entonces:
1a. corrección (mensual) 3a. corrección (proporción de la amplitud de marea)
0,07 - 0,035 0,0331 —————— 0,0031 (9,5% de 0,0331)
0,035 mt.
0,0300 mt.
2a. corrección (anual) 4) Por lo tanto, el valor final que se considera para determinar el N.A.S., refiriéendolo al
0,035 x 0,947 = 0,0331 N.M.MM. es 0,03 metros.
BIBLIOGRAFIA
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— Glosario de Marea y Corrientes - Publicación |.H.A. N* 3013 - 1969,
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— Glossary of Oceanographic Terms - U.S. Naval Oceanographic Office - 1966.
— Tidal Datum Planes - U.S. Coast and Geodetic Survey - 1951.
— Admiralty Manual of Tides - Doodson and Warburg - 1961.
— Admiralty Tidal Handbook N* 2 - Hydrographic Department of the Admiralty - 1960.
— Canadian Tidal Manual - Department of Fisheries and Oceans of Canada. Warren D. Forrester - 1983,
— Paper "The National Tidal Dátum Convention of 1980" - U.S. Department of Commerce - Presentado en Santiago de Chile en 1982.
— Paper "Determinación de Planos de Referencia de Mareas" - Servicio Geodésico Interamericano - 1964.
— Tablas de Marea del Almirantazgo Inglés.
— Tablas de Marea de Estados Unidos,
— Tablas de Marea de Chile - Publicación |,H.A. - Anual.
— Resoluciones Técnicas y Administrativas de la O.H.l. - Traducido por el 1. H.A. - 1983.
=- Especificaciones Cartográficas de la O.H.l. - Traducido por el LH.A. - 1983,
— Hydrographic Dictionary Part | - O.H.! - 1974,
— Estadística - Lincoln L. Chao - 1978.
CAPITULO 1li
VIAJES Y EXPLORACIONES
3.1 ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN LAS COMISIONES AL
TERRITORIO CHILENO ANTARTICO POR BUQUES DE LA ARMADA
AÑO 1987
El 7 de diciembre de 1986, en Punta Are- nas, se constituyó el Grupo de Tarea An- tártico, de la siguiente manera: Comandante del GTA, Capitán de Fragata Sr. Jorge Muratto González y desde el 29 de diciembre el Capitán de Fragata Sr. Ro- dolfo Camacho Olivares. AP “Piloto Pardo”, Comandante Capitán de Fragata Sr. Jorge Muratto González y desde el 29 de diciembre el Capitán de
Fragata Sr. Rodolfo Camacho Olivares. AGS “Yelcho”, Comandante Capitán de Fragata Sr. Fernando Gaete W. y desde el 8 de enero de 1987 el Capitán de Corbeta Sr. Alfredo Andonaegui Alvarez.
La XLI Operación Antártica se llevó a cabo hasta fines de febrero de 1987 con el propósito de: — Proporcionar apoyo logístico de trans-
porte hacia y desde las Bases Antárti-
cas. Efectuar el relevo de la dotación de ta
base naval Arturo Prat'” y desarrollar las actividades de su mantenimiento.
Participar en el programa de celebra-
ción del cuadragésimo aniversario de
la base “Prat”.
Realizar tareas de mantención de la se-
ñalización marítima.
Dar apoyo a las labores científicas del
¡NACH.
— Proporcionar ayuda meteorológica y de glaciología del área.
Las actividades que desarrollaron las
unidades del GTA, la efectuaron a través
de dos viajes al Territorio Chileno Antárti-
co.
AP “PILOTO PARDO"
El 7 de diciembre de 1986, en ¡a tarde, el
buque zarpó desde Punta Arenas hacia el
Territorio Chileno Antártico, fondeando
en bahía Chile el día 13, procediendo a
reaprovisionar la base “Prat”,
Entre los días 15 y 23 reabasteció a las
bases “Tte. Marsh” y “O'Higgins”, regre- sando al continente el 23 de diciembre para
fondear en Punta Arenas el día 27.
El 27 de enero de 1987 zarpó hacia el Territorio Chileno Antártico, conduciendo
al C. J. de la lla, Zona Naval, autoridad
naval que presidió los actos de celebra- ción del 40% aniversario de la base “Arturo Prat”.
El 2 de febrero reabasteció la base
“Marsh” y elC.J.lHa.Z.N. regresó a Punta Arenas por vía aérea.
El día 10 recaló en bahía Margarita, pero
se encontró un campo de hielo pesado
134
(8/10) que detuvo el avance del buque im- pidiendo acercarse a menos de 50 mitlas
de la base “Tte. Carvajal””. Regresó al nor-
te y procedió a reabastecer la base “O'Hig- gins”,
Durante las navegaciones se reaprovi- sionó y reencendió los faros Islote Guesa- laga, Isla Lautaro, Islote Useful y baliza Viña del Mar.
En el mes de febrero, la acción meteoro-
lógica prevaleciente fue de inestabilidad
con pasos eventuales de sistemas fronta-
les con vientos del N/NW de 35 a 45 nu-
dos. El estado del hielo en el mar fue nor-
mal para la época, presentándose las ba- rreras de hielo un poco al norte de bahía
Margarita.
El día 18 zarpó hacia el continente. Des- pués de recalar en Puerto Williams, fon-
deó en Punta Arenas el 23 de febrero dán- dose por finalizada la comisión.
AGS "YELCHO”
El 7 de diciembre de 1986, zarpó de Pun- ta Arenas hacia el Territorio Antártico Chi- leno, recalando en Puerto Williams para
rellenar combustible y aguada. E! día 9, continuó viaje a bahía Fildes.
Entre el 12 y 19 de diciembre, recorrió
los faros Punta Prat, Cabo Morris, Punta Armonía e islote Montrave! y las balizas
Punta Negra, Isla González, Istote Bulnes e Isla Kopaitic y aprovisionó las bases “Tte. Marsh”, “Prat” y “O'Higgins”. Regresó al continente fondeando en Punta Arenas el
- 21 de diciembre al mediodía.
El 28 de enero de 1987, inició el segundo viaje al Territorio Chileno Antártico.
Entre el 31 de enero y el 13 de febrero, se cumplieron las tareas siguientes:
— Participó en la ceremonia de celebra-
ción del 40* aniversario de la base “Ar-
turo Prat”,
Reabasteció las bases “Tte. Marsh” y
“Prat”. Visitó y reconoció la sub-base “Yel- cho”, bahía Paraíso, canales adyacen-
tes e isla Decepción.
El día 14, inició el desplazamiento hacia el continente vía estrecho Inglés, paso Lautaro. Fondeó en Punta Arenas en la no- che del 16 de febrero, dándose por finali- zada la comisión antártica.
AÑO 1988
El 16 de noviembre de 1987, se consti- tuyó el Grupo de Tarea Antártico de la si- guiente manera:
— Comodoro del Grupo, Capitán de Navío
Sr. Adolfo Cruz Labarthe. AP “Piloto Pardo”, Comandante Capitán de Fragata Sr. Rodolfo Camacho O. y desde el 27 de diciembre de 1987 el Capi- tán de Fragata Sr. Luis Maldonado F. AGS “Yeicho", Comandante Capitán de Fragata Sr. Alfredo Andonaegui A. y desde el 6 de enero de 1988 el Capitán
de Fragata Sr. Jorge Chacón P.
La XLIl Campaña Antártica se efectuó entre el 16 de noviembre de 198? y el 26
de febrero de 1988, desarrollando acti- vidades de transporte marítimo y
apoyo a las bases institucionales, de
levantamientos hidrográficos y señali- zación marítima.
Las tareas fueron cumplidas con tres
desplazamientos de las unidades del Grupo de Tarea en la forma siguiente:
AP “PILOTO PARDO”
El buque zarpó desde Valparaíso el 23 de noviembre de 1987, recaló en Punta Árenas el día 30 y continuó viaje al Te-
rritorio Chileno Antártico el 3 de di-
ciembre.
Permaneció en el Territorio Chileno
Antártico hasta el 18 de diciembre,
donde:
Aprovisionó y reabasteció las bases permanentes “Prat”, “O'Higgins” y “Marsh”, dándoles atención médica y dental.
Efectuó el retevo de las dotaciones an-
tárticas. Proporcionó apoyo meteorológico y glaciológico. Se reabasteció y reencendió los faros: Punta Prat, Punta Armonía y Racón
Montravel. Se pintaron las balizas cie- gas: islote Bulnes, islote González, Pun- ta Negra e Islote De la Fuente.
La navegación del paso Drake hacia la Antártica se vio afectada al principio con vientos del NW/W de 20 a 30 nudos con mar gruesa, y después con vientos del E.
En los primeros 7 días en la Antártica se experimentaron vientos del E y SE, y pos- teriormente hubo una cuña anticiciónica con vientos del W y mar llana en bahías.
La travesía del paso Drake hacia el norte se efectuó bajo una cuña anticiclónica con vientos W/SW de 10 a 20 nudos con bue- nas condiciones de mar.
El estado de hielos en el mar, en gene- ral no dificultó las operaciones y la mayor cantidad de témpanos reunidos, se obser- vó en el estrecho Bransfield, en tas cerca- nías de rada Covadonga y en el paso Drake próximo al estrecho Nelson.
E! regreso al norte se inició el 18 de di-
ciembre y se fondeó en Punta Arenas en la
mañana del 22.
La segunda etapa se inició con el zarpe de Punta Arenas en la noche del 8 de enero
135
de 1988. Después de recalar en Puerto Wi- lliams el día 10, se continuó en demanda
de bahía Chile donde arribó el 13 de enero
para reabastecer la base “Prat”.
El día 14, en ista Livingston, desembarcó al personal del INACH en cabo Shirretf y
peninsula Byers.
En isla Elefante, en la costa norte, fue instalado un monolito y busto recordato- rio del Piloto 19 Luis A. Pardo V. igual acti- vidad se cumplió en bahía Fildes y puerto Soberanía.
Entre los días 16 y 19 de enero, se rea- bastecieron las instalaciones en bahía Fil- des y se dio apoyo al trabajo hidrográfico realizado por el “Yeicho” en bahía Chile.
El buque regresó a! norte recalando en Puerto Williams el día 21 para fondear en Punta Arenas el 24 de enero de 1988.
La tercera etapa se inició el 3 de febrero
de 1988, zarpando hacia el Territorio Chile- no Antártico, fondeando en caleta Ardley
(bahía Fi!ldes) el día 8.
A través de los estrechos De Gerlache y
Bismarck, se navegó hacia la base *Car-
vajal” en bahía Margarita (ista Adelaida) para reabastecerla de combustible. En
bahia Margarita se encontró la mayor can- tidad de témpanos aglomerados hacia la costa interior.
Se regresó el día 13 a bahía Fildes, don- de se fondeó el 15 de febrero.
En bahía Chile, base “Prat”, el buque participó en la celebración del 40% aniver- sario de la visita oficial al Territorio Chile- no Antártico realizada por el Ex-Presidente de la República Don Gabriel González Vi-
dela.
El día 18, en rada Covadonga, participó en la ceremonia aniversario de la base
136
“O'Higgins”, y se efectuaron trabajos hi- drográficos de sondaje y geodesia.
Se regresó al norte el día 19, fondeando en Punta Arenas el 23 de febrero de 1988,
dándose término a la Comisión Antártica.
AGS “YELCHO”
El 4 de diciembre de 1987, en la mañana, zarpó de Punta Arenas; recaló en Puerto Williams el día 5 y continué viaje a bahía Chile donde fondeó el 7 de diciembre.
Permaneció en la Antártica Chilena has- ta el día 16, en cuyo periodo procedió a
reabastecer las bases *““Prat'”, “O'Hig- gins”, “Marsh” y la sub-base “Yelcho”.
De regreso al norte, arribó a Punta Are- nas el 22 de diciembre.
La segunda etapa se inició con el zarpe de Punta Arenas el 10 de enero de 1988
con destino'a bahía Chile, donde fondeó el
día 13, a través del estrecho Nelson.
Del 14 al 19 de enero se llevó a cabo el trabajo hidrográfico en bahía Chile, con- sistente en sondaje y geodesia con el obje- to de actualizar la carta náutica de dicha
bahía.
Regresó al norte el 20 de enero, después de efectuar el reconocimiento de bahía Sur en isla Livingston y bahía Foster en isla Decepción.
Fondeó en Punta Arenas el 24 de enero.
La tercera etapa comenzó con el zarpe de Punta Arenas el 7 de febrero a las 16.00
horas. Después de recalar en Puerto Wi-
iliams se continuó a bahía Chile donde
fandeó a mediodía del día 10.
El desplazamiento del “Pardo” a bahía Margarita se apoyó fondeado en Pto. Artu- ro los días 11, 12 y 13 de febrero. El día 14,
recaló en bahía Paraíso, fondeando en
bahía Fildes posteriormente.
Después de reabastecer de combustible a las bases “O'Higgins”, “Marsh” y “Prat”, se regresó a Punta Arenas, donde fondeó el 21 de febrero de 1988, dándose por terminada la comisión antártica.
AÑO 1989
En noviembre de 1988, quedó confor-
mado el Grupo de Tarea Antártico, de la siguiente manera:
— Comodoro, Capitán de Navío Sr. Enri- que Caselli Ramos.
— AP "Piloto Pardo”, Comandante, Capitán de Fragata Sr. Luis Maldonado F. y desde el 18 de diciembre de 1988 el Capitán de
Fragata Sr. José Marchant O. AGS “Yelcho”, Comandante, Capitán de Fragata Sr. Jorge Chacón P. y desde el 20 de diciembre de 1988 el Capitán de Corbeta Sr. Santiago Murphy R.
Entre el 28 de noviembre de 1988 al 28
de febrero de 1989, se realizaron tres des-
plazamientos al Territorio Chileno Antárti- co, en los cuales se cumplieron, en gene- ral, las tareas siguientes:
- Apoyo logístico de transporte, manten- ción, relevo de dotaciones y reabasteci- miento de las bases permanentes y sub-bases,
— Trabajos hidrográficos y de señaliza- ción marítima.
— Apoyo meteorológico y glaciológico.
AP “PARDO”
El 29 de noviembre de 1988, zarpó de Punta Arenas con destino al Territorio Chi- leno Antártico. Recaló en Pto, Williams el
30 de noviembre y el mismo día tuvo que fondear en caleta Lennox en espera de mejores condiciones para atravesar el pa-
so Drake, lo que se hizo el día 1? de diciem-
bre con vientos del NE/E de 20 a-30 nudos.
El 3 de diciembre, fondeó en bahía Chile y entregó abastecimientos a la base “Prat”, y al día siguiente recaló en bahía Fildes y aprovisionó base “Marsh”.
Las malas condiciones glaciológicas no permitieron acercarse a rada Covadonga y el día 5 la dotación de base “O'Higgins”
tuvo que ser relevada por vía aérea.
Desde el 6 de diciembre, la situación me- teorológica presentó una depresión del W,
y el día 9 un nuevo margen frontal afectó el área.
El 13 de diciembre se zarpó a Punta Áre- nas, cruzando el paso Drake con una cuña
anticiclónica y vientos del SW/W de 15 a
20 nudos.
Las condiciones de hielo en el mar que
se tuvieron en esta etapa fueron, en gene- ral, las siguientes:
— Bahía Chile: abundante brash en cale- tón Iquique (60%).
Caleta Ardley: 3 témpanos grandes y 2 chicos con congelamiento parcial de la caleta.
Estrecho Bransfield: se mantuvo un
bandejón de pack-ice compacto desde isla D'Urville hacia SW, lo que impidió el acceso a rada Covadonga.
Se fondeó en Punta Arenas en la maña-
na del 17 de diciembre.
La segunda etapa, se inició con el zarpe del buque desde Punta Arenas el 10 de enero de 1989 en demanda de bahía Fildes para fondear el día 14 en caleta Ardley, pro- cediendo a reabastecer a la base “Marsh”.
La base “O'Higgins” fue abastecida el día 15, dejando operativo el racon de islote
Montravel,
137
Entre el 20 y 22 de enero, realizó el son-
daje interior y exterior de isla Decepción en conjunto con el “Yelcho”, efectuando, también, trabajos de geodesia.
El día 24 zarpó con destino a Punta Áre- nas, donde fondeó el 1% de febrero.
La tercera etapa se inició el 6 de febrero,
zarpando de Punta Arenas con destino a
bahía Fildes donde arribó el día 10. Se aprovisionó la báse “Marsh” y se comple-
tó el trabajo hidrográfico de caleta Ar- dley.
El día 12 reaprovisionó base “Prat” y
continuó a puerto Arturo donde fondeó en
la tarde del 13 de febrero. Regresó a isla Decepción para completar el trabajo hi- drográfico de sondaje y geodesia en puer-
to Foster, cateta Péndulo y acceso a Fue-
lles de Neptuno. |
El día 19 se fondeó en caleta Ardley para
terminar los reaprovisionamientos, y des- de bahía Chile zarpó al continente el 21 de
febrero.
Las condiciones meteorológicas y gla-
ciológicas fueron las normales a la época
del año.
El 25 de febrero de 1989, fondeó en Pun-
ta Arenas, dándose término a la comisión
antártica.
AGS “YELCHO”
El 29 de noviembre de 1988 se inició la
primera etapa de la comisión antártica,
zarpando a bahía Fildes con recalada en Puerto Williams.
El cruce del paso Drake se efectuó en
condiciones adversas de mar y viento,
fondeando en caleta Ardley el 3 de diciem- bre. Reabastece la base '“Marsh” de com- bustible y continúa viaje para abastecer
las bases “Prat” y “O'Higgins”.
138
Las malas condiciones glaciológicas del estrecho Bransfield impidieron acercarse
a rada Covadonga, regresando a reencen-
der los faros Prat y Cabo Morris. Hasta el 8 de diciembre dio apoyo a la base “Prat” y regresó a! continente el día 14, fondeando en Punta Arenas el 16 de diciembre.
La segunda etapa se inició con el zarpe
desde Punta Arenas el 10 de enero de 1989,
Se recaló en caleta Ardley el día 14, des- pués de cruzar el paso Drake con buenas condiciones meteorológicas.
Reabasteció las bases “O'Higgins” y “Marsh”, y los días 17 y 18 efectuó un sondaje en bahía Chile para completar los datos de la carta náutica. Igual tarea cum- plió en isla Decepción los días 19 y 20,
zarpando a rada Covadonga y caleta Ar-
dley. Regresó a isla Decepción el día 22
para efectuar el sondaje exterior de la isla.
El 24 de enero se zarpó de regreso al continente, navegando el paso Drake con excelentes condiciones de tiempo.
Fondeó en Punta Arenas el 27 de enero de 1989.
La última etapa de la comisión antártica se inició el 3 de febrero de 1989, al zarpar
de Punta Arenas con destino al Territorio
Chileno Antártico con recalada en Puerto
Williams.
Á través del estrecho Boyd se arribó a puerto Árturo donde fondeó en la tarde del
día 6, procediendo a cumplir tareas de descontaminación en el mar a raíz del va-
ramiento del ARA “Bahía Paraíso”.
El día 9 fondeó en caleta Árdiey, regre- sando a puerto Arturo el mismo día.
Arribó a bahía Chile el 15 de febrero y el día 16 reabasteció base “O'Higgins”, don-
de participó el 18 de febrero en celebra-
ción de un nuevo aniversario de dicha ba-
se.
El 21 de febrero en la tarde se zarpó a Puerto Williams donde recaló el día 24, continuando viaje a Punta Arenas donde fondeó el 25 de febrero dándose por termi-
nada la comisión antártica.
AÑO 1990
El 22 de diciembre de 1989 quedó consti- tuido el Grupo de Tarea Antártico por:
Comodoro, Capitán de Navío Sr. Enri- que Caselli Ramos. AP “Piloto Pardo”, Comandante, Capi- tán de Fragata Sr. José Marchant O. y desde el 19 de enero de 1990 el Capitán de Fragata Sr. Walter Berlinger L. AGS “Yelcho”, Comandante, Capitán de Fragata Sr. Santiago Murphy R. y desde el 19 de enero de 1990 el Capitán de Corbeta Sr. José Valdivia S. ATF “Galvarino”, Comandante, Capi- tán de Fragata Sr. Sergio Minoletti O. y desde el 20 de enero de 1990 el Capitán
de Corbeta Sr. Fernando Pérez U.
Se realizaron 3 desplazamientos al Te- rritorio Chileno Antártico entre el 26 de
diciembre de 1989 y el 28 de marzo de
1990, en los cuales se desarrollaron las
actividades siguientes:
— Apoyo logístico a las bases, transporte
marítimo, relevo de las dotaciones an- tárticas y mantención especial a la base naval “Arturo Prat”. Trabajos hidrográficos en el área y de señalización marítima.
Apoyo de información meteorológica y glaciológica. Apoyo a las tareas desarrolladas por el INACH.
AP "PILOTO PARDO"
E! 25 de diciembre de 19839, en la noche,
se zarpó con destino al Territorio Chileno Antártico con recalada en Puerto Williams.
Después de cruzar el paso Drake en bue- nas condiciones de mar y viento, fondeó en caleta Ardley el día 29. Continuó viaje a bahía Chile, donde fondeó el 1% de enero
de 1990, entregando la carga y materiales para la base "Prat". Permaneció en bahía
Sur el día 2 y luego en caleta Ardley el 5 de
enero, entregando los abastecimientos para la base “Marsh”.
Los días 6 y 7, en el estrecho De Gerlache,
se construyeron las bases de las nuevas es- tructuras de los faros Guesalaga y Lautaro, y el día 8 permaneció en Puerto Arturo.
El día 9 recató en bahía Chile y continuó a rada Covadonga y a las islas Piloto Par- do, donde no pudo efectuar los trabajos del faro Yelcho debido a las malas condi- ctones meteorológicas.
Después de cruzar el Drake con malas
condiciones de mar y viento, recala a Pto. Williams el día 13, continuando a Punta Arenas, donde fondea el 16 de enero de
1990.
El 25 de enero, en la mañana, zarpó de Punta Arenas con destino al Territorio Chi-
leno Antártico. Recaló en isla Clarence el
día 28, donde efectúa la construcción de la base de cemento del faro Escampavía Yel-
cho.
El día 30, en el estrecho Inglés, dio térmi- no a la construcción de los faros Cabo Mo-
rris y Punta Prat.
En bahía Chile efectúa el reaprovisiona-
miento de base “Prat”, e igual tarea cum- ple en base Marsh” el 31 de enero.
El 2 de febrero, en el estrecho De Gerla-
che, se terminó la construcción del faro
Islote Lautaro, continuando a bahía Paraí-
so para efectuar un levantamiento hidro-
139
gráfico que se extendió hasta el canal Neu-
mayer.
Junto al ATF “Galvarino” entrega carga y abastecimientos en rada Covadonga, y el
día 9 regresa a bahía Paraíso paraterminar los trabajos hidrográficos.
En el estrecho De Gerlache da término a la construcción del faro Islote Guesalaga.
El 11 de febrero se desplazó a bahía Mar- garita, soportando vientos del NW de 35 a
40 nudos y mar gruesa a arbolada lo que dificultó el arribo a la base “Tte. Carvajal”. Las condiciones glaciológicas y meteoro-
lógicas fueron tan desfavorables que el día 14 se regresó a bahía Paraiso. De re- greso en bahía Chile, salió al Drake a tra- vés del estrecho Nelson el 17 de febrero para regresar al continente.
Fondeó en Punta Arenas el 20 de febrero
de 1990.
La última etapa se inició con el zarpe del buque desde Punta Arenas el 28 de febrero de 1990.
El paso Drake se navegó en condiciones adversas de tiempo, debido al paso de un sistema frontal frio muy activo. El 5 de
marzo se trató de instalar la nueva estruc-
tura del faro Escampavía Yelcho en isla
Clarence, pero las malas condiciones me-
teorológicas obligaron a postergar esta ta-
rea y continuar con el reabastecimiento de
tas bases “Marsh”, “Prat” y “O'Higgins”.
Entre el 15 y 18 de marzo se realizó el sondaje en los estrechos De Gerlache y
Bismarck.
El día 22, a través del estrecho Nelson
salió al Drake con destino al continente; y
fondeó en Punta Arenas el día 28, dándose
por terminada la comisión.
140
ATF “GALVARINO”
El 26 de diciembre de 1989 zarpó de Pun- ta Árenas recalando en Puerto Williams el día 27. Después de cruzar el paso Drake con buenas condiciones meteorológicas, cumplió tareas de reabastecimiento en ca- leta Ardley, rada Covadonga y puerto So- beranía. Regresó a Puerto Williams el día 4 de enero de 1990 a rellenar combustible, volviendo al Territorio Chileno Antártico, donde fondeó en caleta Ardley el 8 de ene- ro.
Procedió a entregar combustible en bahía Chile, rada Covadonga, caleta Ar- dley y puerto Arturo.
Regresó al continente el día 13, fondean- do en Punta Arenas el 16 de enero.
La segunda etapa se inició el 30 de ene- ro, zarpando de Punta Arenas hacia el Te-
rritorio Chileno Antártico, donde reabas- teció las bases “Marsh”, “Prat” y “O'Hig- gins”, regresando al continente el 10 de febrero.
Fondeó en Punta Arenas el 12 de febrero
de 1990, dándose por terminada la comi- sión antártica.
AGS “YELCHO”
El 25 de enero de 1990 zarpa de Punta Arenas, recalando en Puerto Williams el
día 26 y continúa al Territorio Chileno An-
tártico, fondeando en bahía Fildes el día
28. Reabastece la base “Marsh” y presta apoyo a la Comisión de Bienes Nacionales en isla Decepción y bahía Yankee.
Del 3 al 6 de febrero realiza trabajos hi- drográficos en elárea bahía Paraíso - canal Neumayer. Regresa a bahía Chile hasta el
día 9, para luego volver al estrecho De Ger- lache y estrecho Bismarck a continuar los trabajos hidrográficos, los que duran has- ta el 15 de febrero.
Regresa al continente y fondea en Puer- to Williams el día 18, continuando a Punta Arenas donde fondea el 20 de febrero.
El 28 de febrero zarpó de Punta Arenas,
iniciando la última etapa de la comisión antártica.
Después de cruzar el paso Drake con ma-
las condiciones de tiempo, el 4 de marzo fondea en rada Covadonga para reabaste- cer base “O'Higgins”.
El día 5 recala al área de bahía Paraíso
para continuar los trabajos hidrográficos,
regresando a rada Covadonga el día 9.
Entre fos días 16 y 20 de marzo efectúa el sondaje del área bahía Paraíso - canal
Neumayer, y el día 21 se da por terminado el levantamiento hidrográfico realizado. Fondea en bahía Chile el 22 de marzo, cru- za el paso Drake fondeando en Puerto Wi- lliams el día 24, continuando a Punta Are- nas donde fondea el 27 de marzo de 1990, poniéndose término a la comisión antárti-
ca.
3.2 XXXI! VIAJE DE INSTRUCCION DEL BUQUE ESCUELA “ESMERALDA”, AÑO 1987
El domingo 8 de febrero de 1987, el B.E. “ESMERALDA”, al mando de! Capitán de Fragata Sr. Juan Wichmann Goldman, zar- pó de Valparaíso, iniciando así su XXXil Crucero de instrucción para Guardiamari-
nas y Marineros. El cual tiene como propó- sito contribuir a la preparación profesio-
nal y formación integral de oficiales y gen- te de mar, como asimismo difundir en el extranjero la realidad nacional.
Durante el mes de enero, el buque cum-
ptió un período de alistamiento, en el cual se realizaron todas las actividades necesa-
rías de entrenamiento y preparación de este viaje que recorrió el océano Pacífico
recalando en Isla de Pascua, Pear! Harbor, Kobe, Kure, Shanghai, Singapur, Bangkok,
Papeete, Isla de Pascua, Isla Robinson Cru-
soe y Valparaíso.
Á.- RELACION DE OFICIALES Y CURSO DE GUARDIAMARINAS
Dotación:
C.F. Sr. Juan Wichmann Goldman, Co- mandante.
C.C. Sr. Hugo Hinrichsen Hills, 22 Coman- dante.
C.C. Sr. Arturo Ojeda Zernott, Jefe Curso
Gamas. €.C. Sr. Carlos Gómez Larraín, Oficial Inge- niero.
C.C.RLSr. José Zenteno Olguín, Capellán.
C.C. SN Sr. Jorge Navarrete Segura, Of. Sanidad Naval. C.C. SD Sr. Rolando Droppelman Berna- beu, Of. Sanidad Dental. C.C. AB Sr. Alfonso Parodi Ruiz, Jefe Dep-
to. Abastecimiento. A Tte. 1? Sr. Miguel Ciorba Vinz, Jefe Depto. Maniobras.
Tte. 1% Sr. Marcelo Asenjo Boegel, Jefe Depto. Operaciones.
Tte. 1? Sr, Francisco Eskenazi Rojas, Ofi- cial Nav. y Met.
Tte. 1? Sr. Alvaro Aguirre Barrientos, Jete Estudio Grumetes.
Tte. 19 41M Sr. Wilfredo Olivares Pizarro,
Jefe Curso Gamas IM. Stte. Sr. Gonzalo Maldonado Valdés, Ayud. 2” Comdte.
Stte. Sr. Jean-Paul Fresard Curti, Of. El. y
Of. CRA. Stte. Sr. Luis Preus Levancini, Ayud. Jefe Curso Gamas. Stte. Sr. Mario Folch Verdugo, Ayud. Jefe Curso Gamas. Stte. Sr. Marcelo Mahuzier Delgado, Ayud. Jefe Curso Gamas. Stte. Sr. Alejandro Gutiérrez Marambio, Ayud. Jefe Curso Gamas.
Tte. 22 LT Sr, Mauricio Flores Zelaya, Jefe
Curso Gamas litoral. Stte. AB Sr. Marcelo Carmona Concha, Je- fe Curso Gamas Abastecimiento. Stte. AB Sr. Jorge Piñeiro Valencia, Of. Cargo Mantención.
Invitados extranjeros:
Subtte. de Sudáfrica Sr. Nicholas Ronald
Carpenter Frank.
Subtte. de Tailandia Sr. Adoong Pan-1 Am.
Subtte. de EE.UU. Sr. Robert Marin Guada- lupe.
invitados de FF.AA.:
Alférez de Ejército Sr. Osvaldo Vallejos
Martínez.
Alférez de Aire Sr. Francisco Javier Korff
Pfeiffer.
Subtte. de Carabineros Sr. Patricio Alejan-
dro Rodríguez Bass.
142
Subtie. de Carabineros Sr. Jorge Alejan- dro Serrano Espinosa.
Curso de Guardiamarinas:
Sr. Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
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Sr.
Sr.
Sr.
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Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr.
Sr
Quijarro Santibánez, Leonardo. Fernández Morales, José Luis, Echeverría Parragué, Eduardo Andrés. Schnaidt Mecklenburg, Carlos Alberto. Vera Morris, Enrique Eduardo. Baasch Barberis, Ronald Christian. Quezada Ojeda, René Eduardo. Jara lraguen, Mario Eduardo.
Barbieri Farías, Cristian Andrés. Coca Herrera, José Miguel. Keyer Fuentes, Jorge Felipe. González Buljan, Marco Antonio. Navajas Santini, Ramiro. Tomicic Reboltedo, Andrés Mauricio. Christiansen Pescio, Lars. Alarcón Pott, Andrés Hernán. Jara Jara, Pablo Andrés. Kauer Tapia, Harold Héctor. Gutiérrez Marambio, Gustavo.
Alviña Sánchez, Rodrigo Antonio. Sepúlveda Peñaranda, Pedro Rodrigo. Erazo Wiegand, Claudio Arturo.
Sandoval Del Río, Sergio Orlando. Roehrs Dilhan, Walter Pablo. Argandoña Lazo, Mauricio Antonio. Faret Casas-Cordero, Álvaro Adrián. Hernández Soto, Luis Duberli Enrique.
Mahuzier Delgado, Gustavo Javier. Piraíno Ortiz, Eduardo José. Balmelli Puente, Juan Horacio. Kantor Brucher, Carlos Emilio Tomás.
Rivadeneira Chamorro, Carlos Felipe.
Besa Salas, Renato Alfredo. Jacome González, Fernando Alfredo. Huber Vío, Carlos Ernesto.
Muñoz Díaz, Claudio Iván. Lledo Moraga, Fernando Alberto. Saldivia Fuentes, Francisco Javier. González López, Francisco Javier.
Vidal Gaona, Ignacio Guillermo. Ossa Vergara, Hernán Alfonso. Cuneo Arenaldi, Juan Carlos.
Rapaz Candia, Jorge Francisco.
Sr. Toledo Labatut, Germán Jorge. Sr. Campos Ponce de León, Roberto Jaime. Sr. Farías Quezada, Rodrigo Eduardo. Sr. Curotto Cademártori, David Mario. Sr. Maturana Bravo, Claudio Esteban.
Curso de Guardiamarinas Infante Marina:
Sr. Vuchetich de Cheney Chirino, Jorge. Sr. Gahona Henríquez, Eduardo Ramón, Sr. Acuña Montt, Ari Eduardo. Sr. Abrego Martínez, Juan Pablo. Sr. Abrego Martínez, Pedro Horacio. Sr. Von Auger Thauby, Erich Andrés. Sr. Cabrera Einersen, Rodrigo Andrés. Sr. Frugone Hayes, Edwin Antonio. Sr. Vargas Heinrich, Luis Alberto. Sr. Calderón Fravega, Cristian Pablo.
Curso de Guardiamarinas Abastecimiento:
Sr. Calderón Carrizo, Miguel Enrique. Sr. González Romero, José Ignacio, Sr. Abarca Guerrero, Alberto Atejandro. Sr. Reyes Bubert, Carlos Patricio.
Sr. Vergara Holmstróm, Eric Leonardo Á.
Curso de Guardiamarinas Litoral:
Sr. Riffo Hutinel, Marcos Ántanio. Sr. Zapata Cataldo, Erick Eduardo.
Sr. Figueroa Lizama, Claudio Moisés. Sr. Rojas Todorovich, Rubén Darío. Sr. Vattuone Garcés, Rodrigo Andrés.
B.- DESCRIPCION DE LA NAVEGACION
DE VALPARAISO A ISLA DE PASCUA
A las 15.30 horas del domingo 8 de fe- brero de 1987, se zarpó de Valparaíso na- vegando a vela a corta distancia de la cos- ta a lo largo de los balnearios de Viña del Mar, Las Salinas, Reñaca y Concén.
Se navega hacia el W siguiendo la ruta ortodrómica con vientos favorables del S
y SE, fuerza 5, y desde el día 15 con viento del E, fuerza 4.
A las 08.23 horas del 23 de febrero, se
fondeó en las cercanías de la costa norte
de isla Salas y Gómez, continuando viaje a motor al mediodía hacia Isla de Pascua.
Á las 15.53 horas del 24 de febrero, se
fondeó en caleta Anakena, después de ha-
ber sondado en el track de navegación desde 400 millas de Isla de Pascua.
Al día siguiente, se navegó alrededor de la isla y sefondeó en Hanga Roa a las 09.47 horas del dia 26.
Distancia navegada: a vela = 782,0 2 motor = 1.150,0 mixto = 212,9
Total = 2,144,9 millas en 16 días y 11
horas.
DE ISLA DE PASCUA A PEARL HARBOR
El domingo 1” de marzo a las 09.12 ho- ras, se zarpó con destino a islas Hawaii,
siguiendo la ruta loxodrómica.
Se navegó a motor efectuando un son- daje oceánico en el track de navegación hasta 400 millas al NE de Isla de Pascua. Los vientos fueron desfavorables hasta el
día 7, en que se comenzó a navegar a vela con vientos débiles del W y, posteriormen- te, se tuvo la influencia de los alisios de SE-E.
La instrucción de guardiamarinas y ma- rineros continuó de acuerdo a la progra-
mación, intensificándose el entrenamien- to velero.
Los días 26 y 27 se navegó por el W de ista Hawaii, y el 28 en la mañana se fondeó
en caleta Olowalu con el objeto de amanti-
llar y pintar el buque.
143
A las 09.45 horas del 30 de marzo, se continuó viaje por los canales Auau y Ka-
lohi para recalar en Pearl Harbor y atracar al muelle de la Base Naval en la mañana
del día 31.
Distancia navegada: a vela = 1.418,3
a motor = 2.133,5 mixto = 636,3
Tota) = 4.188,1 millas en 27 días, 13
horas y 57 min.
DE PEARL HARBOR A SHANGHAI
El domingo 5 de abril a las 15.00 horas, se zarpó con destino a las costas de Japón, efectuándose una demostración velera frente a las playas de Waikiki a corta dis- tancia de la costa.
La navegación se efectuó por la ruta si-
guiente: 1
— desde Pearl Harbor con rumbo general W hasta la isla Wake;
continuando a un rumbo 285? v, pará pasar 10 millas al norte de isla lwo Jima
y, finalmente,
seguir al rumbo 330% v. para entrar a aguás interiores de Japón por el paso
Kii-Suido.
En general, las condiciones de viento
fueron favorables, lo que permitió prácti-
camente durante toda la navegación tener
cazado el aparejo.
El 12 de abril, a medianoche, se hizo el cambio de fecha, después de haber cruza- do el meridiano 180%, lo que significó que no se vivió el día 13.
La isla Wake se navegó por su parte nor- te el 16 de abril en la tarde y el día 24 se pasó frente a la isla lwo Jima a 10 millas al
norte,
144
El 29 de abril se recaló en la bahía de
Osaka y se fondeó al sur de la isla Artificial del puerto de Kobe para amantillar y pintar
el buque.
Se recaló a Kobe a las 10.52 horas del 2
de mayo atracando al sitio N* 4,
El día 6 se zarpó de Kobe a Kure, donde fondeó el 7 de mayo en la manana.
Terminada la visita al puerto de Kure, se zarpó con destino a Shanghai el 12 de
mayo a las 08.50 horas.
La navegación en el mar oriental de la
China se efectuó alternativamente en con-
dición mixta y a motor, de acuerdo a las condiciones de viento. El día 14 se experi-
mentó el cruce de un sistema frontal con
viento SW de hasta 45 nudos, el cual se
soportó sin problemas, aprovechando de
practicar la cazada del aparejo de capa.
El 16 de mayo, en la mañana, se recaló a la entrada del río Yangtze y se remontó el río siguiendo aguas a un barreminas Chi- no, para atracar al muelle Militar Flotante,
en pleno centro de la ciudad de Shanghai,
el 17 de mayo a las 09.04 horas.
Distancia navegada:
a vela = 476,9
a motor = 1.975,6
mixto = 2.753,9
Total = 5.206,4 millas en 29 días, 02 horas y 57 min.
DE SHANGHAI! A GUADALCANAL
A las 07.40 horas del 23 de mayo, se
zarpó de Shanghai con destino a Singa-
pur. Se navegó el río Yangtze escoltado por un barreminas chino. La ruta seguida
se efectuó a través del estrecho de Formo- sa y del Mar Meridional de la China.
En toda la etapa se experimenté viento desfavorable del S y SW con una intensi- dad media de 15 nudos.
Debido a los denuncios en los últimos 10 años de una creciente piratería marítima en el sudeste Asiático, con más de 400 casos conocidos, se efeciuó durante este tramo de navegación el entrenamiento adecuado a la dotación en zafarranchos de defensa del buque, de día y de noche, con el propósito de repeler cualquier eventual acción de piratería en contra del buque.
El 7 de junio, en la mañana, se fondeó a 16,5 millas de la costa de Malasia, frente a bahía Jason, con el objeto de amantillar y pintar el buque.
En la tarde del día 3, se continuó viaje a través del estrecho de Singapur el 9 de junio a las 08.14 horas. Al día siguiente, en la mañana, se cambió de fondeadero atra- cando al muelle de Keppel Harbour.
Terminada la visita a Singapur, se zarpó con destino a Bangkok en la mañana del 15 de junio.
La travesía del golfo de Tailandia se efectuó con vientos favorables del S que permitió efectuar prácticas diarias de virar por avante con participación directa de los
oficiales y guardiamarinas.
Á las 08.32 horas del 22 de junio, se atra- có al muelle de la Escuela Naval, después de remontar el río Bangkok y haber perma- necido el día anterior fondeado en las afueras del río para amantillar el buque.
Finalizada la visita al puerto de Bangkok, se zarpó el 28 de junio en la tarde para aprovechar la marea, con destino a Gua-
dalcanal. Se siguió la ruta siguiente: golfo de Tailandia, mar meridional de la China, estrecho de Balabac, mar Sulú, estrecho de Basilan, golfo Moro, mar Célebes, costa sur isla Mindanao pasando por el norte de
islas Talaud y desde este punto hacia las islas Salomón.
Se continuó con maniobras veleras, de
hombre al agua y maniobra con embarca- ciones.
Los estrechos de Balabac y Basilan se
navegaron el 6 y 8 de julio respectivamente.
A las 08.14 horas del 28 de julio, se fon-
deó en el puerto de Honiara, capital de las islas Salomón, y e1 30 de julio en latarde se atracó al muelle.
Distancia navegada: a vela = 2.322,3 a motor = 4.144,9
mixto = 1.253,14
Total = 7.720,6 millas en 51 días, 10
horas y 59 min.
DE GUADALCANAL A PAPEETE
El track de navegación en esta etapa
consistió en navegar por el norte de las
islas Fiji, 75 millas al sur de las islas Samoa y, finalmente, en rumbo general E, hacia Tahíti.
E! viernes 31 de julio a las 07.45 horas, se
zarpó desde el muelle de Honiara.
Se pasó en las cercanías de diferentes
islas y atolones, para que el curso de guar-
diamarinas practicara navegación coste- ra. Así, el 1? de agosto se pasó a 7 millas al
sur de isla San Cristóbal del Grupo Salo-
món; el 4 y 5 de agosto navega al sur de
islas Vanikolo y Tikopia y, finalmente, des-
de el 10 de agosto navega las islas de la
Sociedad.
Hasta el 12 de agosto los vientos fueron desfavorables, para luego rolar al sur pu-
diendo darse la vela.
Al mediodía del 22 de agosto, se recaló a
145
bahía Cook, con el objeto de amantillar y
pintar el buque, para luego recalar en Pa-
peete el día 25 atracando al muelle a las
08.26 horas.
Distancia navegada: a vela = 336,9 a motor = 1.953,9
mixto = 814,1
Total = 3.104,9 millas en 23 días, 05
horas y 55 min.
DE PAPEETE A VALPARAISO
El domingo 30 de agosto a las 16.00 ho- ras, se zarpó con destino a Isla de Pascua.
La navegación se desarrolló, en general, en condiciones variables de vientos de
ESE y después de SW.
El 3 de septiembre se pasó en las cerca-
nías del atolón de Mururoa y el día 7 se
recaló en la isla Pitcair, donde permaneció 3 horas para continuar la navegación cum-
pliendo el programa de instrucción.
Desde 420 millas de Isla de Pascua se
inició un sondaje oceánico hasta fondear en caleta Anakena a las 10.28 horas del 17 de septiembre en espera de que mejoraran las
condiciones de mar y viento. Se cambió de
fondeadero al día siguiente, fondeando en Hanga Roa a las 07.01 horas.
El 19 de septiembre, en la mañana, se
zarpó en demanda de Valparaiso, conti- nuando con el sondaje oceánico hasta 420
millas de Isla de Pascua, hacia el sector SE.
Desde a!lí se continuó rumbo al archipiéla- go de Juan Fernández.
El 23 de septiembre se soportó en bue- nas condiciones un mal tiempo, con vien- tos de WSW hasta 48 nudos con mar grue- sa y arbolada.
!
El día 28 se recaló por algunas horas en
rada Colonia de la isla Alejandro Selkirk,
146
continuando a bahía Cumberland donde se fondeó a las 09.12 horas del día siguien- te. En este tramo de navegación se efectuó el ejercicio de supervivencia en la mar por
el curso de Guardiamarinas.
En la noche del día 29, se zarpó con des- tino a Laguna Verde donde se recaló en la tarde del 2 de octubre para amantillar y pintar el buque. En la mañana de ese mis- mo día el curso de Guardiamarinas efec- tuó un segundo ejercicio de supervivencia en la mar.
La última navegación del Crucero de Ins- trucción, 1987, se realizó de Laguna Verde
a Valparaiso el día 4 de octubre, entre las
09.25 y 12.30 horas. Revistaron el buque
en la mar el Sr. Comandante en Jefe de la
Primera Zona Naval y el Director de Ins- trucción de la Armada. El buque atracó
finalmente al sitio N” 7, después de haber
navegado 27.064,0 millas.
Distancia navegada: a vela = 558,4
a motor = 2.577,6 mixto = 1.563,6
Total = 4.699,6 millas en 29 días, 14
horas y 42 min.
C. INSTRUCCION
Durante el periodo de alistamiento, el
Departamento de Instrucción se abocó ini- cialmente a la instrucción y organización del curso de Marineros en lo referente a maniobras veleras, guardias y división.
Á mediados de enero de 1987, se inició
la instrucción del curso de Guardiamari-
nas en lo referente a maniobras veleras,
organización, guardias y reglamentación.
Durante el viaje de instrucción, tanto en la mar como en puerto, se dio cumplimien- to a la totalidad del programa de instruc- ción de la superioridad, que, en general, consistió en:
(1) Guardiamarinas
La enseñanza se intensificó a través de clases y conferencias. Diariamente se practicaron maniobras de velas y zafarran-
chos generales.
Durante la navegación se efectuaron las
observaciones astronómicas y otros cál- culos de requisito.
Se completó el programa de instrucción
mediante conferencias de carácter históri-
co, geográfico y cultural de los paises a
visitar.
Durante la estadía en diferentes puertos
se efectuaron visitas profesionales, activi- dades sociales y otras.
(2) Marineros 2?
Desarrollo del programa de enseñanza de acuerdo a las directivas de instrucción
de la D.1.A.
Desempeño a bordo en guardias de mar y puerto.
Práctica diaria de zafarranchos genera-
les.
Participación en las diferentes manio-
bras con velas y embarcaciones.
D. ACTIVIDADES EN PUERTO
Además de las propias del buque que corresponden por ceremonial, se cumplie- ron las siguientes:
(1) En Isla de Pascua
— Recepción conjunto folklórico de l. de
Pascua.
Visita al volcán Rano-Kau.
Visita a la fábrica de sombreros en
Tahai.
Retreta de ta banda instrumental en
gimnasio Koro-Paina.
— Visita a la playa Anakena. — Visita al museo de Tahai.
(2) En Pearl Harbor
— Visita a la Base Naval.
Colocación de ofrenda floral en el Ari-
zona Memorial.
Visita a! Centro Meteorológico de Pearl Harbor.
Invitación al International Hospital Cen- ter.
Visita al USS. “Goldsborough” (DDG-
20).
(3) En Kobe y Kure — Tour por las ciudades de Osaka y Kyoto.
Visita a monumentos históricos de Hi-
roshima.
Tour a la isla de Miyajima,
Visita al D.E. “Yoshino”,
Visita a la Escuela Naval de Japón.
(4) En Shanghai Visita a buques de la Armada China.
Colocación ofrenda floral en el monu-
mento a los “Héroes del Pueblo”.
Tour por la ciudad de Hangzhou. Acto conmemorativo del 21 de mayo a
bordo de la “Esmeralda”.
(5) En Singapur — Cadetes de la Escuela Naval de Singa-
pur efectuaron una visita a la “Esmeral- da”. Visita profesional a los Astilleros de Keppel.
Visita a Industrias Militares. Visita profesional a la Escuela Naval.
(6) En Bangkok — Visita a la Escuela Naval.
147
— Ofrenda floral al monumento a la Victo-
ria.
(7) En Papeete = Ofrenda floral ante el monumento “A
los caidos” y desfile del batallón de pre- sentación.
Visita al Centro Oceánico de Vairao. Visita al Centro Oceánico '*Fremer””.
Tour alos alrededores de la isla Tahíti.
Retreta de la banda del buque ofrecida
a la ciudadanía en la plaza frente al muelle de atraque y en ta explanada de
Fare Manihini.
(8) En Isla de Pascua — Serealizó a bordo la ceremonia conme-
morativa de los 177 años de la Indepen-
dencia Nacional.
Participación del Batalión de Presenta-
ción en una ceremonia cívico-militar
realizada en la cancha municipal de Hanga Roa, con motivo del Aniversario Patrio.
. DURACION Y TERMINO DEL VIAJE
El XXXI Crucero de Instrucción del B.É.
“Esmeralda”, que se cumplió entre el 3 de
febrero y 4 de octubre de 1987, tuvo una
duración total de 238 días, de los cuales el
buque estuvo en la mar 177 días y 11 ho-
ras, navegando una distancia de 27.064 millas.
Con el arribo de la “Esmeralda” a Valpa-
raíso, al mediodía del 4 de octubre de
1987, finalizó este viaje de instrucción en
el cual se cumplió integramente el progra-
ma dispuesto por la Superioridad Naval.
CAPITULO IV
MISCELANEA
4.1 CUERPO DIRECTIVO DEL SERVICIO HIDROGRAFICO Y OCEANOGRAFICO DE LA
Capitán de Navío
Capitán de Navío
Capitán de Navío
Capitán de Navío
Capitán de Fragata
ARMADA
(1987 - 1990)
DIRECTORES
Fernando Espinosa Simonetti
Carlos Bari White
Rodolfo Camacho Olivares
SUBDIRECTORES
Carlos Bari White
Hugo Gorziglia Antolini
Dic. 1985 a Jul. 1987
Jul. 1987 a Dic. 1988
Diciembre 1988 — — —
Feb. 1986 a Jul. 1987
Jul, 1987 — —= —
JEFES DEPTO. LEVANTAMIENTO HIDROGRAFICO
Capitán de Fragata
Teniente 1?
Teniente 1?
Teniente 2”
Capitán de Corbeta
Teniente 1?
Capitán de Corbeta
Hugo Gorziglia Antolini
Fernando Mingram López
Allan Youlton Bascur
Patricio Carrasco Hellwig
Sep. 1982 a Dic. 1987
Año 1988
Año 1989
Año 1990
JEFES DEPTO. DE CARTOGRAFIA
Luis Salgado lbánez
Jorge Pereira Libor
Nov. 1986 a Mayo 1990
Mayo 1990 - - -
JEFE DEPTO. DE OCEANOGRAFIA
Félix Espinoza Rivera Años 1987, 1988, 1989, 1990
JEFES DEPTO. INFORMACIONES A LA NAVEGACION
Capitán de Fragata (R)
Teniente 1%
Carlos Rivera Martinic
Rolando García Rodríguez
Empleado Civil Técnico Sergio Urbina Guerrero
Ago. 1982 a Dic. 1987
Años 1988 y 1989
Año 1990
JEFES DEPTO. ABASTECIMIENTO Y CONTABILIDAD
Capitán de Corbeta
Capitán de Fragata
Capitán de Corbeta
Teniente 1?
Capitán de Corbeta '
Héctor Donoso Astorga
Jorge Ortega Rojas
Jaime Pelayo Cea
José María Solar Kusanovic
Michel Gatica Costa
Dic. 1984 a Feb. 1987
Feb. 1987 a Ago. 1987
Ago. 1987 a Dic. 1988
Dic. 1988 a Abr. 1989
Abr. 1989 — — —
4.2 LA GRAN TAREA DE ESTA GENERACION ES LA OCUPACION
EFECTIVA DE NUESTRO MAR
Clase Magistral dictada por el Comandante en Jefe de la Armada,
Almirante Don Jorge Martínez Busch, con motivo de la inauguración
del Mes del Mar, año 1990
INTRODUCCION
El tema central elegido para el Mes del Mar del presente año, “La gran tarea de esta generación es la ocupación efectiva de nuestro mar”, le brinda a quien les ha-
bla, una excelente oportunidad para ex-
presar ideas y posibilidades para Chile, desde el punto de vista de su ámbito mari-
timo y oceánico.
Pretendo plantear, sobre hechos con-
cretos del presente, una estructura con- ceptual que contribuya a diseñar el futuro
de nuestra Patria.
s Y frente al diseño del futuro, no tengo
temor en formular nuevos enfogues, con
la esperanza que ellos caigan en terreno
fértil de la comunidad nacional. Estos nue-
vos enfoques constituyen una invitación a que todos se sumen con ideas, y también
con acciones, en la construcción del futuro oceánico de Chile.
El intento colectivo de diseñar nuestro
futuro, surge de una profunda concepción
de pertenencia a una comunidad nacional,
de raigambre hispánica y de definido ori- gen cristiano. Las ideas que se expondrán
a continuación tienen siempre en vista el bien común, y están basadas en un con-
cepto integral del desarrollo y del creci-
miento del Estado, corno un ente organiza-
dor; cuya única razón de concebirse y de
existir es el bien de la persona humana, y
no el poder en sí mismo ni la búsqueda de
la hegemonía.
Para avanzar en estas ideas, es necesa- rio recordar que la geografía es ciencia de
imágenes y de concebir distancias, como
también de viajes y de observación de pai- sajes. Es una ciencia del espacio terrestre.
Corresponde a un estudio científico y me-
tódico, aplicado únicamente a nuestra Tie-
rra. No quiero decir que en los años por
venir no existirá un equivatente a ella en la
Luna, Marte o Venus; pero allá no existirá
como geografía. Será tal vez lunagrafía,
martegrafía, venusgrafía o sólo una cien-
cia que abarque a todos los planetas, y en
ese caso la llamaremos, pienso, planeta-
grafía. Este marco lo considero fundamen-
tal, ya que en nuestra realidad social poco
se estudia la geografía en sus diferentes
relaciones espaciales. Podría ser ésta una
de las causas básicas del porqué no existe una percepción generalizada en los chile-
nos, acerca de la vinculación natural entre el auge del ámbito marítimo y el del país
como un todo; esto es, una conciencia ma-
rítima poco generalizada en la nación chi-
lena. Si no se conoce la geografía, ¿cómo se conocerá lo que significa el mar?
Lo anterior explicará también porque es
la Armada la que ha asumido, desde que
152
existe como Institución tundamental de la
República, la tarea primordial de conven- cer a los chilenos de la importancia que
tiene el mar para el destino nacional. No sólo porque ella realiza su acción en el
mar, lo que desde ya justifica toda su preo-
cupación por este medio físico, sino que
también porque lo recorre en todas sus latitudes y longitudes; entregando asi, a sus marinos de guerra, la visión espacial
necesaria para comprender mejor el signi-
ficado de este medio fisico.
Pero esto, hoy día, no es ya propiedad sólo de la Armada; lo es de todas las per-
sonas relacionadas con la actividad mariti-
ma, y está al alcance del resto de la ciuda-
danía a través de los medios de comunica- ción social, tanto en la prensa como en la
radio y televisión. Sino se viaja personal-
mente, a lo menos la imagen puede llegar
ala persona y enriquecer así su conoci-
miento de la geografía.
Esta exposición se desarrollará, tratando de llevar a la mente de los asistentes la di- mensión de un espacio físico especial: el
Océano Hemisférico Austral (Ver Fig. N* 1).
UNA VISION HISPANO-CHILENA DEL ESPACIO MARITIMO
“La condición geográfica esencial de Chi- le, de ser un país marítimo y encontrarse
en una situación privilegiada para gravitar sobre las rutas marítimas que unen los
océanos Atlántico y Pacífico, ha sido perci- bida como de la mayor importancia desde su descubrimiento hasta el presente. La
aplicación de las conclusiones derivadas
de esta realidad no son nuevas para Chile
y reflejan una continuidad histórica en ac-
ciones y pensamientos que, en lo básico,
no han variado desde el año 1520 en ade- lante (Ver Fig. N* 2).
Desde el descubrimiento de Chile por
Hernando de Magallanes y, con ello, del
Pacífico sudoriental, la Corona española
evaluó correctamente la significación de todo el océano Pacífico para la seguridad de sus conquistas en tierras americanas,
concibiendo este espacio oceánico como
un “mare claustrum"”. Esta concepción la
tratará de mantener, aplicando su poder imperial, en todos los campos de la vida internacional! hasta fines del siglo XVIII.
Al respecto, sorprende observar la rapi-
dez con que se captó la importancia de la
posición de Chile en este sistema oceáni-
co. La posibilidad de alcanzar por tierra el estrecho de Magallanes fue una ¡dea fija
en la mente de Pedro de Valdivia, quien se
encontraba decidido a montar una expedi- ción hacia el Estrecho, cuando lo sorpren-
dió la muerte. En el siglo XVI esta decisión
estará presente en los esfuerzos de los
conquistadores. Incluso, a pesar del trági-
co fin del viaje de Pedro Sarmiento de
Gamboa, con su fallido intento de faortifi- car el estrecho de Magallanes con la fun- dación de Nombre de Jesús y Rey Don Felipe, seguiría considerándose una nece-
sidad vital establecerse en dichas tierras
para impedir el paso de los enemigos de
España al mar Pacífico.
Tendrá quetranscurrirtodo el siglo XVII,
y gran parte del XVII!, para que el virrey Manuel de Amat y Junyent haga realidad
esta concepción del “mare claustrum”, al
completar unproyecto imaginado dos si-
glos antes, cuando la España imperial de
Felipe Ill establece dos líneas defensivas:
una en la ribera oriental, costa del conti-
nente americano; la otra, en la frontera
marítima occidental del Pacifico, repre-
sentada por la línea defensiva Filipinas- Marianas, en el borde asiático de este
océano.
Dotado de una extraordinaria visión
geopolítica, el virrey Amat desarrolla y
ejecuta una extensa línea de castillos y
fortalezas en la costa oeste de América del
Sur. Ambas acciones darán protección a
los lugares de significación estratégica en
la costa austral del Pacífico sudamericano,
llegando a definir al territorio de Chiloé, en
donde se incluye al estrecho de Magalla- nes, como el “antemural del Pacífico”. Es-
ta percepción lo llevó a que, finalmente en
1768, dejara a Chiloé bajo el gobierno di- recto del virreinato del Perú. Es necesario
recordar que fue dicho Virrey quien orde-
nó la expedición del capitán Felipe Gonzá-
lez de Haedo para que buscara la tierra de
Davis, hoy isla de Pascua, dejando expre- sa relación de que esta isla se encontraba
en la jurisdicción del reino de Chile, en la
latitud de Copiapó. No sólo la defensa de los puertos y desembocadura de los ríos constituyó el sistema de seguridad del Pa-
cífico; también los buques independien-
tes, o agrupados en flotas o armadas, que le dieron movilidad a las estáticas defen- sas de la costa. Con ello se estableció, en
definitiva, una concepción dinámica de.to-
do este sistema defensivo: bases y bu-
ques.
La seguridad deseada pretendía mante-
ner la paz de los conquistadores y el co-
mercio de las colonias, en su esfuerzo de incorporar las tierras y su gente a la obra civilizadora de España, obra que estuvo
permanentemente amenazada por las
otras potencias europeas. Se perfeccionó
asi el sistema general de seguridad del Pacífico sudoriental.
La materialización de este “mare c/aus-
trum” hispánico, en la práctica, fue un he- cho concreto:en los siglos XVI y XVI!, caso
único de un océano cerrado en la historia
mundial.
Esa visión hispánica del espacio mariti-
mo, como un elemento de seguridad, que-
dó señalada profundamente en lasideas y en las acciones de los Padres de la Patria.
El capitán general Bernardo O'Higgins Ri- quelme aporta todo un conjunto de con-
cepciones geopolíticas, apoyado en la im-
portancia del mar para la seguridad de Chile. La creación de la Primera Escuadra
153
Nacional, la idea de que Lord Cochrane operara contra las islas Filipinas, la toma
de Valdivia, la Expedición Libertadora del
Perú, y la contenida en aquel murmullo final de “Magallanes” cuando ya —en una postrer visión de futuro— entregaba su al-
ma a Dios, no constituyen hechos aislados
sino una cadena de acciones coherentes.
Dichas acciones muestran una firme vo- luntad de aplicar úna concepción mariti- rmha, en la búsqueda de la seguridad que
permite a la República crecer y vivir en
paz, sin la zozobra de una reconquista que eche por tierra todo lo realizado y en don-
de la soberanía, y con ella el concepto de
libertad, desaparezca junto al Estado.
¡Y qué decir de Diego Portales Palazue-
los! Es el estadista contemporáneo de O'Higgins que, comprendiendo la impor- tancia del mar para la naciente República,
pone todo su empeño en crear una idea
chilena de estrategia maritima y naval,
adelantándose a los estadistas y pensado-
res de su tiempo de todo el continente
americano.
Para Portales, Ministro de Guerra y Ma- rina, la estrategia nacional pasa, sin la me- nor duda, por la amplia utilización del mar
como parte del sistema de seguridad y co-
mo factor de desarrollo de la República.
No otra cosa demuestra su'empeño en re-
crear una escuadra poderosa y una marina
mercante que se extienda por él océano Pacífico. La guerra contra la Confedera- ción Perú-Boliviana, el rechazo práctico a
la Doctrina Monroe, la guerra del Pacífico y la guerra civil de 1891, asi lo confirman.
Este ideario, en torno a la importancia de este océano, se ha ido consolidando con el aporte de pensadores y estadistas
contemporáneos. El que fuera Comandan- te en Jefe del Ejército, general Ramón Ca- ñas Montalva, percibió con gran claridad la stgnificación del Pacífico, después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Sus ideas, y en especial sus "Reflexiones
154
geopolíticas sobre el presente y el futuro
de América y de Chile” y su planteamiento
de la Era del Pacífico, establecen sólidos
fundamentos de tales ideas.
Al respecto, ya en 1908, Karl Haushofer
había escrito:
“Un espacio gigantesco se está exten-
diendo ante nuestros ojos, con fuerzas
que afluyen a él, las cuales fríamente obje- tivas, esperan el alba de la Era del Pacífico,
sucesora de la vieja etapa del Atlántico y .
de la caduca del Mediterráneo y de la pe- queña Europa.”
Casi al término del siglo XX podemos observar que este pensamiento ya há sido
sobrepasado por los hechos.
El esfuerzo constante y atodo nivel prac-
ticado en el último decenio por quien fuera
Comandante en Jefe de nuestra Armada, Almirante José T, Merino Castro, al inau-
gurar el Mes del Mar con una clase magis-
tral dedicada a difundir sus pensamientos, han ¡do dando cuerpo a un conjunto de
doctrinas en torno al mar y a su importan-
cia para Chile que, en sí, constituyen una verdadera declaración de “Principios geo-
políticos contemporáneos chilenos”, úni- cos en nuestra historia.
A estos esfuerzos se han sumado inves-
tigadores, politólogos, Institutos de estu-
dio y centros universitarios que muestran
que la percepción en la sociedad chilena
del significado del Pacífico se está exten- diendo y consolidando como en ninguna otra sociedad en el continente americano.
LA GEOPOLÍTICA Y LA OCEANOPOLITICA. EL DESAFIO OCEANICO.
La geopolítica, como ciencia que rela-
ciona a la política con la geografía, unién- dose ambas en el efecto que esta última tiene en las decisiones de los gobernantes
—la realidad terrestreen donde se ejerce el gobierno y se relacionan las soberanias—, corresponde a una creación netamente europea. 5e origina en los estudios y con-
clusiones de Federico Ratzel, quien elabo- ró ciertos conceptos fundamentales, en los que posteriormente se inspiraron geo-
politólogos tales como Kjellen, Haushofer,
Mahan, Mackinder, Spykman y otros.
Estos autores, que plasmaron los princi-
pales conceptos de la geopolítica, se basa- ban en una concepción del mundo influen- ciada por la imagen que les da la región
norte de Europa (Ver Fig. N* 3). Con la excepción de Mahan, centran sus ideas en torno al efecto del dominio terrestre para acceder a la hegemonía mundial. Mahan, en cambio, concibe sus ideas en torno al contro! de las rutas marítimas que encie- rran a las potencias terrestres. Todos son
pensadores que eran parte de los intelec- tuales que asesoraban a las elites gober- nantes de las grandes potencias que en-
tran en conflicto por la hegemonía mun- dial. Podríamos plantear que es una visión occidental! de la influencia de la geografía terrestre en la política.
Por otra parte, podría pensarse que no existe una visión soviética de la geopolíti- ca. Sin embargo, ésta se puede deducir de las acciones que ha desarrollado la Unión Soviética en los últimos cincuenta años. Sobre la base de seguir las líneas estable- cidas por la Rusia de los Zares y buscando las salidas a los océanos, ha pretendido alcanzar fa hegemonía mundial, utilizando la combinación de la fuerza militar, naval y marítima, con una ideología política.
La geopolítica clásica, así establecida,
plantea como objetivo final el poder mun- dial por medio de la hegemonía que se obtendrá ocupando el espacio terrestre del hemisferio norte. La aplicación prácti- ca gira en torno a la masa euroasiática y a la isla continente de Norteamérica. Es im- portante visualizar que su objetivo es el
poder mundial y, por lo tanto, el resultado
es la hegemonía global. Su centro es el corazón o núcleo vital de Europa (Ver Fig. N? 4).
La geopolítica, así originada, centra
prácticamente todo su quehacer en torno
al dominio de la tierra. En lo fundamental,
sólo considera al mar como una vía expe-
dita de comunicaciones.
Lo anteriormente expresado induce a
pensar que sólo existe una geopolítica
mundial, a nivel global. Sin embargo, el concepto de geopolítica es más amplio,
puesto que se refiere, en general, a las relaciones espacio-poder. Este concepto
está relacionado directamente con el po-
der nacional del Estado, Es un concepto de
realismo geográfico, político, económico,
social, cultural, histórico y militar que co-
rresponde a cada Estado. Y es este mismo
realismo el que hace plantear que hay ni- veles continentales, regionales, naciona-
les e incluso locales de geopolítica; no ya
en las relaciones políticas entre Estados,
sino que en el espacio interior de cada
Estado.
La geopolítica, en cualesquiera de sus
niveles, es esencialmente dinámica en su
accionar. Su relación con el poder nacio- nal la hace estar sujeta, no sólo alos valve-
nes de la situación internacional, sino tam- bién a los altos y bajos de la situación in- terna de los Estados.
Ahora bien, volviendo a la geopolítica
originada en Europa, podemos apreciar
que ella plantea una realidad válida para el
hemisferio norte. Es un problema de espa-
cio en el que las tierras son el centro de la
acción.
En el hemisferio austral, en cambio, la
situación es opuesta. Nuestra realidad
geográfica es que pertenecemos a un he-
misferio oceánico por excelencia. Si Euro-
155
pa se puede unir al Asia por un continuo de
tierras; en el hemisferio sur, necesaria-
mente, debemos utilizar el medio oceáni-
co (Ver Fig. N* 1).
Basta observar el hemisferio austral,
desde el ecuador terrestre hacia el sur. Ca-
si no hay tierras; lo que predomina es el
océano, que podriamos denominar Océa-
no Hemistérico Austral, con los tres gran- des mares: Pacífico, Atlántico e Indico.
Las tierras australes, con excepción de
algunos sectores del continente antártico,
están todas bajo soberanías absolutas. Sin embargo, queda un gran espacio he-
misférico, caracterizado por una situación
particular en cuanto a su división jurídica y
á la potestad que los Estados pueden ejer-
cer sobre él. Me refiero, concretamente, a
los espacios oceánicos.
Es conveniente recordar que el mar, en
cuanto a frontera, es una convención jurí-
dica. No me refiero a las aguas interiores, aquéllas ubicadas entre las líneas de base
rectas y las tierras. Estas tienen el mismo
tratamiento jurídico que es aplicable a las tierras. Me refiero a las otras aguas, aqué-
llas que partiendo de las líneas de base, están hacia el océano. Estas, por conven-
ción entre los Estados, se dividen en consi-
deración a las distancias y de acuerdo con
el grado de potestad que tienen los Esta-
dos sobre los espacios marítimos que así
se crean. Me refiero, específicamente, al mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva, la alta mar, la plata-
forma continental y los fondos marinos.
Más allá de nuestra zona económica ex- clusiva está la alta mar; zona de tratamien- to jurídico especial, en donde los Estados
no ejercen soberanía.
El desafío del hemisferio austral es la
alta mar y sus fondos marinos, al tratarse
de espacios de grandes dimensiones y vir-
tualmente vacíos.
156
El espacio geopolítico del hemisferio
austral, como área de atracción, es enton- ces el mar más que la tierra. La alta mar
"representa un espacio lleno de potenciali- dades de todo tipo, y que, hasta el presen-
te, ha permanecido prácticamente aban- donado.
Un dimensionamiento de las superficies oceánicas y terrestres en el hemisferio, ha- cen percibir que, en general, nada puede
hacerse o dejar de hacerse, sin que tarde o
temprano se genere un efecto en el mar que baña las costas de los países ribere-
ños. Chile es especialmente dependiente de esta realidad. (Ver Fig. N* ?).
La influencia de los océanos es, por lo tanto, permanente en los Estados que he
señalado ¿Valdría en ellos aplicar los con- ceptos clásicos de la geopolítica de con-
cepción europea, correspondiente al he-
misterio norte?
¡Sostengo firmemente que no! Nuestra realidad no €s la tierra, es el Océano He- misférico Austral. Es por ello que el mar debe estar siempre presente en la mente
de los gobernantes. Ellos tienen el deber de considerar, al formular sus políticas, la presencia del océano y su influencia en el
entorno geográfico del país. De este modo podrán contribuir, en mejor forma, a su
desarrollo y crecimiento y, por ende, a al-
canzar la finalidad específica del Estado:
el bien común.
A esta consideración de la existencia del
océano en el entorno geográfico y de la
influencia que esta existencia tiene sobre
las decisiones políticas, la he denominado
“oceanopolítica”
La oceanopolítica debe permitiralos qo-
bernantes la búsqueda del bien común,
considerando al mar y a los espacios oceá- nicos como un espacio de desarrollo y cre-
cimiento del Estado.
Quiero plantear que la oceanopolítica
no es igual al concepto de política maríti- ma (o politica oceánica). Esta última trata
de resolver el problema de! desarrollo del espacio terrestre por medio del espacio
maritimo, mirado desde la concepción
geopolítica clásica —como vía de comunicaciones— y centrada en los aspec-
tos relativos al desarrollo de los espacios
marítimos contiguos al continente.
La oceanopolítica, en cambio, lleva a
ocupar el espacio oceánico como verdade-
ro espacio de desarrolio y crecimiento del Estado. Esta concepción es un paso más
allá de la conciencia marítima.
Podríamos establecer un proceso inte-
lectual que construya este pensamiento,
diciendo que a la geografía chilena le se- guirá la conciencia marítima y a ésta, la oceanopolítica.
Á la geopolítica clásica, la respuesta es
ta oceanopolítica, propia del hemisferio
austral.
Y al igual que su similar, la oceanopolíti-
ta es esencialmente dinámica y sujeta, en
sus acciones, a los vaivenes del poder r na-
cional.
Siendo el propósito fundamental de la oceanopolítica lograr que la gestión políti- ca considere al océano en el desarrollo del
Estado, podemos plantear algunos princi-
pios generales de ella (Ver Fig. N* 5):
1) Considera al ámbito oceánico como el espacio natural para el crecimiento y
desarrollo futuro del Estado.
2) Debe ser una consideración nacio-
nal. No puede dejarse sólo a la gestión del
gobernante, sino que debe estar incorpo-
rada en el acervo cultural de todo ciudada-
no, cualquiera sea su grado de participa-
ción en la vida nacional.
3) Requiere un nivel de desarrollo pre- vio. La ocupación e incorporación de los
espacios oceánicos obliga a tener un alto grado de avance científico y tecnológico
para que sea eficiente.
4) Essensibte alos períodos de decreci-
miento y detención del desarrollo del Esta-
do. La actividad en el medio oceánico será, antes que cualquier otra, la que primero se
detenga y abandone; justamente por la
complejidad técnica que significa estar en dicho medio.
5) Concibe al espacio como un volumen en cuatro niveles de ocupación y acción:
superficie, masa oceánica, suelo oceánico y subsuelo oceánico,
6) Demanda una regulación jurídica del espacio oceánico, nacional e internacio-
nal, que permita su explotación en la for- ma más eficiente y segura posible.
7) Conceptualiza al medio oceánico co- mo un recurso no renovable en cuanto a
su contextura física, química y biológica; y que es posible de ser descompuesto y de-
gradado. Si se requiere un nivel tecnológi-
co avanzado para su explotación, igual o mayor nivel se requiere para su conserva-
ción, limpieza y recuperación.
8) Demanda el establecimiento de un
código ecológico, en donde tenga parte importante el tema de la contaminación, y que prevenga los efectos que ésta pueda
producir en las aguas sometidas a la juris-
dicción y soberanía de los Estados ribere- ños.
9) Requiere modernizar y adaptar la or- ganización de la administración del Esta-
do, para hacer más eficiente la utilización
de los recursos en el espacio oceánico.
10) Exige integrar, ala educación nacio- nal, todas aquellas materias que permitan
157
incorporarelocéano a la conciencia indivi- dual de cada uno de tos chilenos.
Pero la oceanopolítica no debe ser una
idea que mire únicamente a Chile. Su ac-
ción también se extiende a otros Estados
del hemisferio austral. Esto significa que se debe ampliar el poder colectivo, para
llegar a una defensa y conservación del océano que sea realmente hemisférica. De
este modo será posible establecer, a nivel
mundial, normas que cautelen mejor los intereses de los Estados que confían su
desarrollo en el mar.
Como es posible apreciar, la oceanopo-
lítica noes sólo una realidad, sino también
una necesidad para poder alcanzar el de-
sarrollo integral del Estado.
Si la percepción del poder nacional es alta, entonces, con mayor propiedad, las
ideas pensadas deben realizarse y concre- tarse.
Chile está en esta situación ¡Aceptemos el desafio!
LA RESPUESTA DE CHILE AL DESAFIO OCEANICO
La respuesta de Chile al desafío oceáni-
co debe surgir de una apreciación oceano- política, que nace de la necesidad de esta-
blecer qué acciones se pueden efectuar
para que el espacio oceánico que está
frente a nuestras costas, sea efectivamen-
te un espacio de desarrollo y crecimiento
para el Estado.
La conciencia oceanopolítica nacional seguirá —al igual que todas las percepcio-
nes- un proceso que se inicia en forma
lenta, pero que se irá acelerando a medida
que esta conciencia se vaya adquiriendo.
Podríamos decir que se trata de un proce- so autogenerado, para buscar mejores y
más eficaces concepciones que respon-
dan a la realidad.
158
Al respecto, es preciso señalar que “el
proceso chileno de toma de conciencia
oceanopolítica ya comenzó”, Este aserto
puede ser claramente demostrado en el
campo jurídico; campo en el que, quizás, se aprecie en mejor forma la marcha o el desarrollo de dicho proceso. Al efecto, se- ñalaré algunos de los hitos más importan- tes:
1) La fundación del Fuerte Bulnes, en 1843, en el estrecho de Magallanes (Ver Fig. N? 6).
2) La creación del concepto de zona con- tigua, en el Código Civil Chileno del año 1855, entre las tres y las doce millas mari-
nas.
3)Laincorporación de isla de Pascua a la República, el 9 de septiembre de 1888, es- tableciéndose de esta forma el vértice más oceánico del Chile actual (Ver Fig. N* 7),
4) El decreto supremo N? 1.747 de 1940, que fijó los límites de la Antártica Chilena, e incorpora los mares adyacentes (Ver Fig. N? 8).
5) La declaración oficial del presidente Gabriel González Videla, del 23 de junio de
1947, sobre jurisdicción marítima, que de- claró la soberanía nacional sobre el zócalo continental e insular y sobre los mares
adyacentes a las costas de Chile, hasta una
distancia de doscientas millas marinas. Esta declaración dio origen al concepto jurídico de plataforma continental, recogi- do en la Convención sobre el Derecho del Mar de las Naciones Unidas, de 1982.
65) La Declaración de Santiago, de 1952, mediante la cual los Gobiernos de Chile,
Ecuador y Perú proclamaron, como norma
de su política internacional marítima, la
soberanía y jurisdicción exclusiva, que a cada uno de ellos les corresponde sobre el
mar que baña las costas de sus respecti-
vos países, hasta una distancia mínima de
doscientas millas marinas desde las referi-
das costas. Esta histórica declaración dio
origen a un nuevo espacio marítimo, que
hoy día conocemos como Zona Económi-
ca Exclusiva.
7) El establecimiento de las líneas de base rectas, en 1977, que fijan desde don- de se deben medir los diversos espacios marítimos y que delimitan las aguas inte-
riores chitenas entre los paralelos 41 y 56
grados de latitud sur (Ver Fig. N? 9).
8) La declaración presidencial del 10 de
septiembre de 1985, que proclamó la so- beranía sobre la plataforma continental de la isla de Pascua y de la isla Sala y Gómez, hasta una distancia de trescientas cin- cuenta millas marinas (Ver Fig. N? 10).
9) La ley N? 18.565 de 1986, que modificó en el Código Civil la extensión del mar territorial chileno de tres a doce millas ma- rinas y que incorporó a nuestra legislación
común los conceptos de Zona Económica Exclusiva y de Plataforma Continental.
Los hitos recientemente reseñados, constituyen medidas concretas que, junto a muchas otras acciones políticas y econó- micas, fmuestran la voluntad de Chile de ir avanzando hacia una acción efectiva so- bre el océano que lo baña. Estas medidas introdujeron un cambio gigantesco en la concepción y en la conciencia geográfica de Chile (Ver Fig. N? 11).
Sin embargo, no quisiera dejar de men- cionar otras acciones que, desarrolladas
en diversos campos de la vida nacional,
están mostrando en forma evidente la transformación paulatina de esta concien-
cia geográfica en una creciente, pero aún
insuficiente, conciencia oceánica:
1) El significativo aumento de la activi-
dad pesquera a lo largo de todo el litoral,
que lentamente se extiende hacia el océa-
no y que nos permite afirmar, con toda
propiedad, que nuestra economía depen- de abrumadoramente de esta actividad.
2) El desarrollo sostenido de la acuicultu- ra que —en sus diferentes cultivos— ha incor-
porado importantes avances tecnológicos
y, además, contribuido al poblamiento de nuestro territorio insular.
3) El desarrollo de los astilleros naciona- les, que hoy satisfacen ampliamente las ne- cesidades de mantención de las naves mer- cantes nacionales y extranjeras, así como
de construcción de embarcaciones pesque-
ras de alta tecnología.
4) La minería submarina, por el momen- to limitada a la prospección y extracción de hidrocarburos.
5) La creciente cantidad de estableci- mientos educacionales, de todo nivel, que
contribuyen a la formación de profesiona- les y mano de obra calificada, para las más
variadas actividades marítimas.
6) La creación de institutos y centros de estudios políticos, científicos y económicos
dedicados al análisis, investigación y difu- sión de nuestra realidad oceánica y de las actividades relacionadas con la explotación y conservación del mar y sus recursos.
7 La creciente preocupeción, de la comu- nidad nacional, por el uso y explotación ra- cional de los mares, y de la imperiosa nece- sidad de su protección y conservación.
8) La gran cantidad de publicaciones es-
pecializadas sobre estos temas.
9) La expansión comercial y el auge de
las relaciones económicas con la otra ribe-
ra del Pacífico, impulsadas por nuestra
Cancillería, por las cámaras de comercio
bilaterales y por diversas organizaciones
empresariales.
10) El notable incremento de la eficiencia
159
de los servicios portuarios y de transporte
marítimo, que ha contribuido a “acercar”
los mercados y a mejorar la competitividad de nuestras exportaciones.
11) Las investigaciones hidrográficas y oceanográficas realizadas bajo la direc-
ción técnica del Instituto Hidrográfico de la Armada, antiguo organismo naval —ya más que centenario- que en un futuro pró-
ximo cambiará su denominación por la de “Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile”; nombre que refleja
en mejor forma la intensa actividad que
realiza, en pro del desarrollo científico na-
cional.
12) La actividad naval y la presencia de la
Armada de Chile en el océano Pacífico.
Estas actividades están evidenciando,
además, un proceso de formación de una
cultura oceánica que no puede detenerse
en el futuro.
La apreciación oceanopolítica nos lleva a
establecer que el territorio continental del
país es, geográficamente, un territorio-
frontera y que el espacio oceánico es un
continuo espacial entre el continente y el
borde de las 350 millas de plataforma conti-
nental de isla de Pascua. Esta apreciación
nos permite, asimismo, establecer el con-
cepto de “territorio oceánico”, conformado
por el mar territorial, la zona económica
exclusiva y el “mar presencial”; y en don-
de, por las características jurídicas del me-
dio, la soberanía y los derechos de sobera-
nía y jurisdicción del Estado de Chile, tienen
diferentes alcances (Ver Fig. N* 12).
El término “mar presencial” requiere una explicación. A este respecto, debe se-
ñalarse que incide en la necesidad de ““es-
tar en esta alta mar, observando y partici-
pando en las mismas actividades que en
ella desarrollan otros Estados” y que, ac-
tuando dentro del estatus jurídico de la
alta mar establecido por la Convención so-
160
bre el Derecho del Mar de las Naciones Unidas, constituyan para el Estado de Chi- le una forma de cautelar los intereses na- cionales y de contrarrestar amenazas di-
rectas o indirectas a su desarrollo y, por lo
tanto, a su seguridad. Dicho concepto no
significa el desconocimiento de la alta mar como tal, sino que reconocer una continui-
dad espacial entre el territorio continental
y antártico y la isla de Pascua, derivada de la necesidad de ejercer acciones que res- guarden nuestra soberanía y, mediante
éstas, dar seguridad a la zona económica exclusiva y al mar territorial.
En otras palabras, el concepto de “mar presencial” implica estar y permanecer en
la alta mar existente entre la zona econó-
mica del continente y la del borde exterior de la plataforma continental de la isla de Pascua e isla Sala y Gómez, con el propósi- to de cautelar los intereses nacionales y, a
la vez, realizar actividades económicas que contribuyan al desarrollo dela nación. *
El análisis resultante nos entrega de es- ta manera, como elemento fundamental,
una nueva dimensión del espacio geográ- fico del Estado; al incorporar el “territorio
oceánico”, integrado por e! mar territorial, la zona económica exclusiva y el nuevo
concepto de ''mar presencial”. Este último puede ser delimitado como la alta mar
existente para la comunidad internacional
entre el límite de nuestra zona económica
exclusiva continental y el meridiano que
pasando por el borde occidental! de la pla-
taforma continental de la isla de Pascua,
se prolonga desde el paralelo de Arica (hi-
to 1) hasta el polo sur (Ver Fig. N* 13).
Tal territorio oceánico, además de plan-
tearnos la necesidad de preservarlo, ocu-
parlo y explotarlo, nos plantea un desplaza-
miento hacia el veste —fuera del continente— de la zona corazón del Estado de Chile. Ello deja como frontera al territorio continental,
insular y antártico.
Es esta proyección de la zona corazón
hacia el océano, el verdadero, profundo y
trascendente significado del traslado de la
sede del Poder Legislativo, y de la Coman- dancia en Jefe de la Armada, al puerto de
Valparaiso.
Esta apreciación oceanopolitica no se
detiene en el limite oeste de la plataforma continental que rodea a la isla de Pascua. Debe conducir más alla -—ya no como “mar
presencial” sino como “espacio de inte-
racción”—, estableciendo la existencia de un “triángulo polinésico”. El vértice norte de dicho triángulo lo constituye el archi- piélago de Hawat; el vértice sur, la isla de Nueva Zelandia; y. la isla de Pascua, su vértice chileno. En dicha área, de evidente
interés para Chi!e, nuestro país debe tener una activa y efectiva participación (Ver Fig. N? 14),
He definido el enorme espacio así ence- rrado,como “espacio deinteracción””, res-
tableciendo una influencia histórica inicia- da durante las últimas décadas dei siglo XVIH y continuada en las primeras déca- das del siglo XiX, la que debe traducirse en una creciente cooperación mutua en torno
a intereses comunes por parte detodos los
Estados comprendidos en este espacio
oceánico exterior. La existencia de intere- ses comerciales de Nueva Zelandia en Chi- le, es una acción concreta que demuestra
la realidad oceanopolítica del señalado triánguto polinésico.
Pero aún la perspectiva nos lleva más al
oeste. Se extiende hasta alcanzar las cos- tas de Australia, Indonesia, Filipinas, Chi- na, Japón y Corea, y establecer, finalmen-
te, un gran “espacio exterior de desarro- llo”. En dicho espacio, Chile podrá aplicar
su poder nactonal a través de las compo-
nentes políticas y económicas, aprove-
chando las características especiales de
los grandes mercados consumidores po-
tenciales que estos Estados presentan pa-
ra el futuro.
ELMPAPEL DEL PODER NAVAL EN LA DE- FENSA DE NUESTROS INTERESES OCEA- NICOS
En el marco de la apreciación oceanopo-
lítica descrita, establezcamos ahora el pa-
pel que le corresponde al poder naval;
aquella componente militar que el poder
nacional ejerce en el mar.
El poder naval debe estar preparado pa-
ra asumir tareas de fuerza cuando protege
las actividades económicas que se reali- zan en el territorio oceánico, efectuando vigilancia y desarrollando presencia naval en las áreas oceánicas de interés nacional. Del mismo modo, al resguardar el ecosis- tema del Pacífico sudoriental; evitando la depredación, el saqueo de la biomasa y la
contaminación; tanto en el mar presencial
como en la zona económica exclusiva.
Asimismo, el poder naval ampara la paz
interior, al controlar la irrupción de bu-
ques que efectúan contrabando de mer- cancías o narcóticos, de armas y explosi-
vos, o desembarco de individuos para al- terar el orden legítimamente constituido.
Del mismo modo, evita la recolección de
inteligencia oceanográfica, meteorológi- ca, de comunicaciones o que se efectúe bloqueo electrónico, interceptación, inter-
ferencias y transmisión de informaciones que de una y otra forma afectan a la segu- ridad del Estado. Finalmente, salvaguarda
la vida humana en el mar y protege las
comunicaciones marítimas, controlando y
dando seguridad a las rutas establecidas entre nuestros puertos y los Estados del
mundo con quienes Chile realiza su inter- cambio comercial.
Y si en estas tareas debe recurrirse al uso
racional y legítimo de la fuerza, por haber fracasado las demás componentes del po- der nacional en la conservación de la paz; el poder naval deberá tener una eficacia bélica
tal que, cumpliendo todas las operaciones
de guerra que sean necesarias, contribuya a
161
restaurar la paz en el menor tiempo posible.
Estas tareas especificas, ejecutadas pa-
ra cambiar conductas, requieren de me-
dios que correspondan a las caracteristi-
cas físicas de nuestro océano; el que se
destaca por sus fuertes vientos, gran
oleaje y enorme extensión. Esto dificulta
la permanencia y crea serios problemas de
apoyo. La respuesta de la técnica a estas
condiciones es el buque oceánico: de alto
bordo, estable y relativamente autosufi- ciente; con modernos sistemas de detec-
ción, aeronaves embarcadas y una gran capacidad ofensiva. Históricamente, el
empleo de buques de características oceá-
nicas constituye una constante en nuestra Armada, y es la mejor muestra de la adap-
tación de la Institución a las severas condi- ciones físicas del medio oceánico.
Las tareas que deben cumplir las fuerzas
navales y aeronavales entrañan —por su
diversidad, complejidad y magnitud- un elevado costo, tanto en recursos humanos
como financieros. Sin embargo, dicho costo se justifica plenamente, dada la im-
portancia que tiene el territorio oceánico
para nuestro crecimiento y desarrollo. Tal
vez su significado no sea claramente com-
prendido. No obstante, es un hecho que el
océano está ahi, y no podemos continuar mirándolo a la luz de la geopolítica tradi-
cional. De seguir así, corremos el riesgo de llegar tarde con el impulso adecuado para
ocuparlo y convertirlo en el espacio que
asegurará nuestro desarrollo futuro.
REFLEXIONES FINALES
Es necesario observar en forma global el
hemisferio austral y comprobar que la constante geopolítica del mar está presen-
te, cualquiera sea la longitud que se seña-
le. El hemisferio austral es un hemisferio oceánico. El hemisferio norte, por el con- trario, es terrestre.
El origen conceptual de la geopolítica se
162
encuentra en Europa del Norte y, por eso, en ella predomina una concepción terres-
tre del mundo. El término “geopolítica”, en sí mismo, muestra una comprensión
centrada en la interacción de las tierras
en cuanto a sus accidentes y característi-
cas- con las decisiones políticas de los
gobernantes para avanzar a niveles más
altos de desarrollo. Si esta forma de pen- sar, por supuesto que en un enfoque gene- ral, la aplicáramos al hemisferio sur, co- rreríamos el riesgo -como de hecho, his- tóricamente ha ocurrido- de olvidar el océano y replegarnos a la línea de la costa para llegar, finalmente, a abandonar el
mar. Con ello estaríamos, evidentemente,
frenando nuestro desarrollo; tanto en lo
político-estratégico, como en to económi- co, social y cultural.
Por lo anterior, y como consecuencia de
la apreciación geopolítica contemporá-
nea, sostengo que los chilenos debemos
hablar de una oceanopolítica. Esta consti-
tuye la comprensión correcta de nuestra
realidad planetaria que, haciendo un para- lelo con el significado del término geopoli- tica para el hemisferio norte, significa para el hemisferio austral “la consideración
permanente de la importancia del océano
en las decisiones políticas que tomen los gobernantes”,
Las directrices políticas del Gobierno, que orientan tanto las relaciones exterio-
res del Estado como la actividad pública y privada de los chilenos, en su territorio
oceánico, deben obedecer a una clara con- cepción oceánica.
Es preciso patrocinar actividades que
lleven a Chile a ocupar efectivamente su mar presencial. Al respecto, es necesario
concertar acciones comunes con los de-
más miembros de la Comisión Permanen-
te de! Pacífico Sur, a fin de preservar los
recursos y el medio oceánico del cuadran-
te sudoriental del Pacífico, así como el fo-
mento de las actividades comerciales o de
otra índole con los Estados de la ribera
opuesta.
Tampoco debe dejar de considerarse ta posibilidad de establecer, por intermedio
de los organismos técnicos pertinentes de la Organización de las Naciones Unidas -en aquellas zonas de gran interés biológi- co, mineralógico, oceánico u otros—, áreas en las cuales se restrinja o prohíba la ex- tracción de recursos vivos y no vivos; des-
tinándolas sólo para fines de estudio e in- vestigación y como reservas de la humani-
dad.
Chile es una potencia oceánica. Este es
el destino que se desprende de la realidad oceanopolitica de Chile. Si el brazo arma-
do del Estado que se proyecta en el océano
—el poder naval-, actúa como una efectiva
herramienta para mantener la paz, no ten-
go dudas que la función de preservación
del Estado —a la que primariamente le co- rresponde contribuir- estará asegurada. De este modo, Chile podrá moverse libre- mente en el océano Pacífico, asumiendo la
iniciativa y con la propiedad de quien es
dueño por presencia de este espacio oceá-
nico.
Pienso que en la medida en que exista la conciencia de la importancia del océano Pacífico para Chile, se comprenderá la idea contenida en los términos “oceano- politica”, “territorio oceánico” y “mar presencial”.
La oceanopolítica nos impulsa a ocupar
efectivamente nuestro mar presencial, Su
ocupación efectiva, representa un gran fu-
turo para Chile,
Esta es la gran tarea de la actual genera-
ción, la cual, con una renovada mentali-
dad marítima, plena de empuje y audacia, debe asumir el desafío que nos presenta
ese territorio oceánico, que tantas posibi- lidades nos ofrece y que nos muestra el
verdadero cámino del crecimiento y desa-
rrollo de Chile.
163
En base a las ideas anteriormente ex- al océano y por sobre nuestras diferen-
puestas y considerando los avances que, cias, con creatividad y visión de futuro—
día a día, la tecnología va poniendo a los caminos que nos conduzcan a la gran-
nuestra disposición, invito a todos los chi- deza que todos anhelamos para nuestra tenos a que busquemos — unidos en torno Patria.
Muchas Gracias,
Viña del Mar, 4 de mayo de 1990.
INDICE DE FIGURAS
Océano Hemisférico Austral.
La posición de Chile en el mundo.
Una visión desde el polo norte.
Visión geopolítica europea.
Conceptualización de principios generales de la Oceano-
política.
Estrecho de Magallanes. Fuerte Bulnes.
isla de Pascua. Vértice oceánico chileno.
Antártica chilena.
Líneas de base rectas.
Plataforma continental de la Isla de Pascua.
Chile en el océano Pacífico.
Territorio oceánico.
Mar Presencial de Chile.
Espacio de interacción - Triángulo polinésico.
Espacio exterior de desarrollo.
Glosario
OCEANO HEMISFERICO AUSTRAL
FiguraN? |.-
LA POSICION DE CHILE EN EL MUNDO
OCEANO
INDICO
Principales líneas de comunicaciones marítimas
> ¿Zona de confluencia de comunicaciones marítimas
Figura N?Z.-
UNA VISION DESDE El POLO NORTE
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< ÚU E O a O us O Z O 2 >
ATLANTICO
CONCEPTUALIZACION DE PRINCIPIOS
GENERALES DE LA OCEANOPOLÍTICA
Espacios oceánicos.
Actitud oceanopolítica nacional.
Nivel de desarrollo previo.
Sensibilidad a las variaciones del nivel de desarrollo del Estado.
Acción y ocupación en cuatro niveles.
Una regulación jurídica de las actividades en el medio oceánico.
Medio no renovable, posible de ser descompuesto y degradado.
Código ecológico.
Adaptar la administración del Estado.
Centrarse en la educación.
Figura N*5.-
ESTRECHO DE MAGALLANES
FUERTE BULNES
Figura N*6.-
170
ISLA DE PASCUA. VÉRTICE OCEANICO CHILENO
ERE TI E TM TE ME E DIA E OR TORA
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Figura N?7.-
- ANTARTICA CHILENA
FiguraN?8.-
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ENTRE LOS PARALELOS
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CHILE LINEAS DE BASE RECTAS
Figura N?9.-
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173
PLATAFORMA CONTINENTAL DE ISLA DE PASCUA
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Figura N? 10.-
CHILE EN El OCEANO PACIFICO
OCEANO GLAciAL ARTICO
AMERICA DEL SUR
o = TL DE PASCUA
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FiguraN?*11,-
TERRITORIO OCEANICO
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|. SAN AMBROSIO
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MAR TERRITORIAL 3]
ARCHO. JUAN A o .
FERNANDEZ
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ZONA ECONOMICA EXCLUSIVA
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MAR PRESENCIAL
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FiguraN?12.-
MAR PRESENCIAL DE CHILE
Figura N*13.-
ESPACIO DE INTERACCION - TRIANGULO POLINESICO
ESPACIO EXTERIOR DE DESARROLLO
CARNRNADA
ESPACIO EXTERIOR DE DESARROLLO
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ESPACIO DE INTERACCIÓN
TRIANGULO POUNESICO
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ZONA ECONOMICA EXCLUSIVA - a
MAR PRESENCIAL . E. DE MAGALLANES
L/
FiguraN*14.-
GLOSARIO
AGUAS INTERIORES: Son todas aquellas aguas que se encuentran al interior de las
líneas de base.
LINEAS DE BASE: Son las que sirven para
medir la anchura del mar territorial y de
los otros espacios marítimos; pueden ser líneas de base normal o líneas de base
rectas.
LINEA DE BASE NORMAL: Es la línea de bajamar a lo largo de la costa, tal como aparece marcada mediante el signo apro-
piado en cartas a gran escala reconocidas
oficialmente por el Estado ribereño.
LINEAS DE BASE RECTAS: Son trazados geométricos que se efectúan en aquellos lugares en que la costa tenga profundas
aberturas y escotaduras o en los que haya
una franja de islas a lo largo de la costa situada en su proximidad inmediata. El trazado de las líneas de base rectas no
debe apartarse de una manera apreciable de la dirección general de la costa, y las zonas de mar situadas del lado de tierra de
esas líneas han de estar suficientemente
vinculadas al dominio terrestre para estar sometidas al régimen de las aguas interio- res.
MAR TERRITORIAL: Es la parte del mar que se extiende desde las líneas de base
hasta otra línea imaginaria paralela a la primera, de una anchura de 12 millas mari-
nas, alo largo de las costas del Estado. La soberanía del Estado ribereño se extiende sobre el mar territorial, el espacio aéreo
sobre éste, asi como al lecho y al subsuelo de ese mar.
ZONA CONTIGUA: Es aquel espacio mari- timo que se extiende más allá del mar te- rritorial, hasta una distancia de 24 millas marinas medidas desde las líneas de base, donde el Estado ribereño ejerce jurisdic-
ción para los objetos concernientes a la prevención y sanción de infracciones de sus leyes y reglamentos aduaneros, fisca-
les, de inmigración o sanitarios.
ZONA ECONOMICA EXCLUSIVA: Es aquel espacio marítimo que se extiende más allá del mar territorial, hasta una distancia de 200 millas marinas medidas desde las lí- neas de base. En ella, el Estado ribereño ejerce derechos de soberanía para explo-
rar, explotar, conservar y administrar los recursos naturales vivos y no vivos de las
- aguas suprayacentes al lecho, del lecho y
el subsuelo del mar, y para desarrollar cualesquiera otras actividades con miras a
la exploración y explotación económica
de esa zona.
PLATAFORMA CONTINENTAL: Es aquel espacio marítimo que comprende el lecho
y el subsuelo de las áreas submarinas que
seextienden más allá del marterritorial y a
todo lo largo de.la prolongación natural del territorio del Estado ribereño, hasta el borde exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 millas ma- rinas contadas desde las líneas de base, en los casos en que el borde exterior del mar- gen continental no llegue a esa distancia. En las crestas submarinas el límite exte- rior de la plataforma continental no exce- derá de 350 millas marinas contadas des- de las líneas de base (caso de las islas de Pascua y Sala y Gómez).
ALTA MAR: Son aquellas partes del mar no incluidas en la zona económica exclusi-
va, en el marterritorial o en las aguas inte-
riores de un Estado, ni en las aguas archi- pelágicas de un Estado archipelágico.
MAR PRESENCIAL: Es aquella parte de la alta mar, existente para la comunidad in- ternacional, entre el límite de nuestra zona económica exclusiva continental y el meri- diano que, pasando por el borde occiden- tal de la plataforma continental de la isla de Pascua, se prolonga desde el paralelo
de Arica (hito número uno) hasta el polo
sur.
TERRITORIO OCEANICO: Es el concepto
de un continuo espacial conformado por el
179
mar territorial, la zona económica exclusi-
va y el mar presencial; y en donde la sobe- rania y los derechos de soberanía y juris- dicción del Estado de Chile, tienen diferen-
tes alcances.