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DOVELA 19 • Rosario Díaz Fonseca, la primera aparejadora en obra en el Colegio de Asturias • La Fábrica de Armas, joya de la arquitectura industrial asturiana • El techo de Asturias, las construcciones más altas de la región Revista del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias. Segunda época. Año 2010 Bloque al Canto se ajusta al espacio y a los tiempos

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Revista del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias. Número 19. Segunda época. Año 2010

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DOVELA 19

• Rosario Díaz Fonseca, la primera aparejadora en obra en el Colegio de Asturias • La Fábrica de Armas, joya de la arquitectura industrial asturiana • El techo de Asturias, las construcciones más altas de la región

Revista del Colegio Ofi cial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos del Principado de Asturias. Segunda época. Año 2010

Bloque al Canto se ajusta al espacio y a los tiempos

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Editorial por Antonio Laborda

Número 19 • Segunda épocaDirección y coordinación: Pepe Monteserín CorralesEdita: Ediciones y Soluciones de Marketing C/ José Mª Martínez Cachero, 10, bajo D. 33013 Oviedo / Tel.: 902 100 567.

Ediciones y Soluciones de Marketing | Director: José Álvarez Llamas

Jefa de redacción: Elvira Fernández | Reporteros: Lorena Álvarez, Iris

Casaprima, Irene García, Rocío Guisado y Almudena Gutiérrez

Fotografías: Jorge Allende, Manuel Montilla, Jorge Peteiro, Alfonso

Suárez y Mario Rojas | Fotografía de portada: Alfonso Suárez

Diseño y maquetación: Pandiella y Ocio | D.L.: As-3522/90

LOS quE uN díA elegimos esta profesión lo hicimos, no porque creyéramos que fuera sencilla, sino porque planteaba ante nosotros un amplio abanico de posibilidades, mucho mayor que cualquier otra carrera profesional. Aparte de su matriz, el trabajo a pie de obra, esta profesión tenía otras posibilidades y se presentaba con un futuro importante.

Ahora, estamos atravesando unos años complicados para el desarrollo de nuestra actividad profesional y casi con toda seguridad muchos de nosotros, probablemente la mayoría, está asistiendo con preocupación a una disminución de sus encargos profesionales o a una bajada de actividad en su empresa, cuando no tristemente a una pérdida de empleo.

Esto sucede además cuando están surgiendo normativas que acarrean importantes cambios que nos afectan y que dejan grandes interrogantes, muchas lagunas aún por resolver, como son la Ley 17/2009 sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su ejercicio y la Ley de Colegios Profesionales, a través de la Ley 25/2009 «Ley Ómnibus». A ambas cabría plantearles importantes cuestiones como ¿Qué visados serán obligatorios? ¿Cuáles serán las profesiones para cuyo ejercicio será obligatoria la colegiación? ¿Cómo se establecerá un coste de visado razonable, no abusivo ni discriminatorio y público? o ¿Cómo responderán los Colegios de forma subsidiaria de los daños derivados de los trabajos visados?... Da casi vértigo… ¿O es terror? (que no miedo).

Me gusta que me llamen aparejador, también que me llamen arquitecto técnico y seguramente también me gustará que me llamen ingeniero de la edificación. Pero, más allá de una denominación u otra, lo que realmente importa y me gustaría es que no nos dejemos abatir como profesionales por los momentos que estamos pasando. ¿Cómo? Esmerándonos más, si cabe; haciéndonos valer. Tendríamos que luchar en lo posible como colectivo, no sólo para continuar con las responsabilidades que ya venimos ejercitando (adecuadas a las normas o leyes que sean precisas) sino, y no menos importante, solicitando el poder afrontar otras nuevas (como las que tímidamente ya realizamos en la custodia de los documentos del Control de Obra…) Pero hay más, académicamente debemos luchar sin miedo por una formación de calidad que nos permita abordar nuevas especialidades (máster), y por qué no, nuevas competencias. Hay que aguantar el tirón y si somos capaces de trabajar en este rumbo, saldremos reforzados en una pronta recuperación.

En tiempos duros, más esmero si cabe

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Me gusta que me llamen aparejador, también que

me llamen arquitecto técnico y seguramente también me gustará que me llamen ingeniero de la edificación. Pero, más allá de una denominación u otra, lo que realmente importa y me gustaría es que no nos dejemos abatir como profesionales por los momentos que estamos pasando»

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6 APAREJADOR CON HISTORIA. Rosario Díaz Fonseca. Fue una de las pocas mujeres que desafió la mentali-dad de una época, los 60, decidiendo ser aparejadora, una profesión que tradicionalmente era de hombres. Se convirtió en la primera aparejadora en obra del Colegio de Asturias y la segunda mujer en colegiarse.

10 ACTUALIDAD TÉCNICA. Nuevo escaparate, para los nuevos tiempos. El Colegio estrenó con la entrada de año una nueva página web más sencilla y funcional para los usuarios.

12 PIEZA CLAVE. Se la considera toda una joya. La Fábrica de Armas de Trubia es el ejemplo más representativo de la arquitectura industrial asturiana. Su aspecto ac-tual mantiene la monumentalidad y el valor artístico con los que brilló durante los siglos xix y xx.

18 FORMACIÓN. 2009 fue un año de gran actividad. La oferta formativa impulsada desde la Fundación del Colegio ha ido en aumento, con la organización de un gran número de cursos y jornadas.

22 CARAS NUEVAS. El gijonés Manuel Peña del Río, de 31 años, cuenta en este número de Dovela su expe-riencia al elegir la Universidad de Portsmouth, en el Reino Unido, para realizar sus estudios de Arquitectura Técnica.

24 OTRO ÁNGULO. Los daños en las construcciones, que pueden estar provocados por diferentes razones, son muchas veces inevitables. No obstante, existen herra-mientas de diagnóstico para detectarlos a tiempo y poder tomar la decisión más adecuada al respecto.

28 REPORTAJE. La construcción en altura es una co-rriente arquitectónica seguida por muchos y que también tiene sus ejemplos en esta comunidad. La Torre de la Universidad Laboral de Gijón, diseñada en 1946, sigue siendo hoy el techo de Asturias con sus 130 metros de altura.

34 ASESORÍA. El asesor Alberto Martín Baragaña explica a los lectores las subidas de impuestos que se están produciendo durante el año 2010.

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48 PIEZAS SUELTAS. El apareja-dor Nacho Alonso Cifuentes cuenta su viaje a Londres para disfrutar del concierto de los míticos Shadows. El Colegio presenta su calendario 2010, con la poesía de Miguel Min-gotes. La Fundación Laboral de la Construcción habla sobre la obligatoriedad en el sector de que los trabajadores se formen en prevención de ries-gos laborales. El colegiado César González Antuña acerca el sector minero hasta las páginas de Dovela. Manifestación en Madrid en defensa del visado.

62 FACETAS. Tino Burgos es, además de arquitecto técnico, un apasio-nado de temas esotéricos. En este número nos muestra su faceta como zahorí, aunque también nos muestra otras de sus aficiones como la música, la pesca, el golf, las artes marciales y el ajedrez.

66 TOMAS FALSAS por Pepe Monteserín. «Lo que pudiera pa-recer catástrofe, por culpa de una ventolera y anclaje deficiente, es tecnología punta en la edificación».

36 ÁNGULO FOTOGRÁFICO. Bloque al Canto continúa im-parable con su gira de conciertos y este año, también, participó en la edición de un CD recopilatorio. Ade-

más, el Colegio concedió su segunda beca de ayuda al estudio. El libro Teitos sigue cosechando éxitos. Y se hizo entrega de un Premio Fin de Carrera de la Licenciatura de Geología.

44 SEGUROS. El director general de Musaat, José Elías Gallegos Díaz de Villegas explica para Dovela cuáles son las claves de los seguros en construcción, así como el funcionamiento del sistema de primas.

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«Me llamaban La Señora»Desafi ó la mentalidad cerrada de los años 60 para dedicarse a una profesión que en raras ocasiones era elegida por las mujeres. Perteneció a la última promoción de aparejadores que con posterioridad pasó a denominarse arquitectos técnicos, y se convirtió en la primera aparejadora en obra en el Colegio de Asturias y la segunda en colegiarse. Rosario Díaz trabajó en distintas empresas de Asturias y Galicia hasta que se casó dedicándose por completo a la vida familiar. Rocío Guisado García 1 Manuel Montilla

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Rosario Díaz Fonseca

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ROSARIO díAz FONSECA nació en Pola de Siero un 26 de diciembre de 1945. Su padre se de-dicaba a los negocios y su madre era ama de casa. Ambos se sacrificaron para que sus cinco hijos, dos varones y tres chicas, estu-diaran una carrera a pesar de que por aque-lla época no era habitual, sobre todo en las mujeres, poder permitirse unos estudios.

Cuando Rosario era niña acudía a las monjas para que le enseñaran a coser y a bordar y no tenía pensamientos de estu-diar, pero al llegar a los once años, sus pa-dres se sentaron con ella para convencerla

y animarla a que se centrara en adquirir conocimientos, que serían imprescin-dibles para labrar su futuro. «Todos mis hermanos iban a hacer carreras y, aunque yo no quería, mis padres me dijeron que no podía ser menos que el resto y debía decidirme por algo también. Así que em-pecé el Bachiller, dos años más tarde de lo que me correspondía porque ingresé con once años, cuando lo normal era empezar con nueve. Luego hice preuni-versitario y fue cuando me em-pezó a apetecer estudiar e hice aparejador».

En su familia no existían antecedentes de esta carrera universitaria. Sus dos hermanas hicieron Medicina, y de los dos varones, uno se convirtió en ve-terinario y el último optó por Derecho. Rosario nunca tuvo claro a qué quería dedicarse hasta que no acabó los estu-dios preuniversitarios en 1964, cuando contaba con 19 años. Fue en ese momento cuando decidió que quería ser aparejadora: «Me gustaban las ciencias, el dibujo y las matemáticas y decidí ha-cer aparejador. Mi padre quería que estudiara Arquitectura pero eran seis años y tenía que irme a Madrid. Por eso opté por Apa-rejaduría, porque eran cuatro años con el selectivo y estaba en Burgos», explica.

Su decisión final se basó sobre todo en la curiosidad e interés que mostraba cada vez que veía una obra —en las que se paraba para ver lo que hacían— y en su gran habi-lidad para el dibujo: «Me gustaba mucho el dibujo lineal. En 5.º de Bachiller teníamos una asignatura que era Problemas de Di-bujo Lineal y fue ahí cuando me aficioné».

En su familia, nadie ha seguido los pa-sos de Rosario porque siempre han optado por estudiar otras profesiones, incluidos sus hijos, aunque sí se han decantado por carreras técnicas: «Mi hijo mayor es, como mi marido, ingeniero de caminos; otro es ingeniero de telecomunicaciones y la más pequeña estudió Ciencias Ambientales. El único que ha hecho lo mismo que yo es de la familia de mi marido, un sobrino que es arquitecto técnico».

Aparejadora en los 60En la época en que Rosario decidió con-vertirse en aparejadora, no era muy fre-cuente que las mujeres optaran por esta

profesión: «Lo primero porque las muje-res se decidían por Medicina, Historia del Arte o Literatura, pero en las carreras téc-nicas y sobre todo de obras como era la de aparejador, lógicamente había muy pocas que la eligiesen si no era porque les gustara el dibujo o tuviesen el gusanillo. También se estudiaban muy poco las Ingenierías».

La razón de estas decisiones y pensa-mientos se basaban, según Rosario, en la

mentalidad cerrada de aquellos tiempos: «Antiguamente pensaban que las mujeres no podían llegar como los hombres y se les decía que era muy complicado para ellas. Por eso no se decidían por estas carreras. Estar en obra era mucho más difícil para las mujeres por la educación que tenían entonces. Ahora es distinto, a veces hay hasta más mujeres que hombres que se dedican a ello», argumenta.

A pesar de esta situación, siempre contó con el apoyo y buena acogida por parte de compañeros y amigos. En el Co-legio de Aparejadores de Asturias y en las obras en las que trabajó, la trataron con admiración en todo momento: «Siempre me tenían a cuerpo de rey. Me hacía gracia porque trabajando en Galicia con tan sólo 24 años, me llamaban La Señora. El capataz

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El capataz y mis

compañeros me trataban a mí con más respeto, por ser mujer, que al resto de personas que iban a la obra»

Entrega de un ramo a Rosario Díaz en la primera reunión con el Colegio de Aparejadores de Asturias.

Rosario Díaz Fonseca en su casa de Sevilla

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y mis compañeros me trataban a mí con más respeto, por ser mujer, que al resto de personas que iban a la obra. Nunca hubo nadie que me despreciase. Mi otro compañero que estaba en el estudio de San-tiago de Compostela y que llevaba conmigo las obras, llegó a pregun-tar un día que por qué a mí me te-nían en un pedestal y a él no. Además cada vez que hacían reuniones en el Colegio de Aparejadores se ponían todos a mi lado y me pedían que les contara cómo me iba subida en una obra y qué me pasaba», dice entre risas al recordar aquellas anécdotas.

Sin embargo, confi esa que sólo durante su etapa universitaria encontró un des-prestigio a las mujeres, que curiosamente provenía de parte de sus propios profeso-res: «En la carrera éramos sólo tres mu-jeres, que estábamos muy bien vistas por los compañeros pero no por los profesores porque nos decían que íbamos a ligar y que éramos fl oreros. Cuando escuchaba esto,

me callaba y quería sacar las mejores notas para demostrar que estaban equivocados. El profesor de Cálculo cuando terminó el curso dijo estas palabras: «‘muy a pesar mío, tengo que dar la máxima nota a la señorita Rosario Díaz’. Aún así, era muy bueno enseñando Matemáticas y Cálculo».

Nada de esto desanimó a Rosario, quién continuó con sus estudios hasta que en 1968 conseguía el título de Aparejadora con tan sólo 22 años. Se convirtió en la primera aparejadora en obra en el Colegio

de Asturias y comenzó a trabajar en distintas empresas de Asturias y Galicia.

La familia lo primeroEn diciembre de 1975 se aparta del mundo laboral al contraer matri-monio. A su marido, ingeniero de caminos, lo conoció cuando éste se

encontraba haciendo una carretera de ac-ceso a Galicia, y Rosario estaba en Ourense en la construcción de unas viviendas con la empresa Guadebro.

Por el trabajo de su cónyuge cambió de domicilio en varias ocasiones. Primero se instala en Benavente, luego en Asturias. En 1980 se marcha a vivir al sur, concre-tamente a la provincia de Málaga. Fue en esta ciudad andaluza donde en 1994 reconocen la labor de Rosario Díaz, en-tregándole la medalla de oro por 25 años de profesión, premio que recuerda con gran ilusión: «Era la primera medalla que daban a una mujer en Málaga y pensé que

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Sus primeras construcciones fueron en el año 1969, cuando comenzó a trabajar en una empresa pequeña. Estaban realizando unas obras arreglando unas calles de Oviedo y al excavar para hacer la zanja encontraron huesos que pertenecían a personas fusiladas durante la Guerra y unos nichos de un cementerio. «Fue una experiencia más, a pesar de que los cementerios no los soporto y les tengo mucho respeto, pero hice de tripas corazón y tuve que tirar para adelante», admite sobre su primera experiencia en el mundo laboral.

En 1971 se marcha a la empresa Construcciones Car. Eran dos socios y Rosario llevaba todas las obras. «Hacíamos varias cosas, entre ellas, reformas de locales que a mí me gustaban mucho. Un local de lencería que reformamos en el centro de Oviedo, todavía está exactamente igual de cómo lo arreglamos. También hicimos instalaciones de Cajas Rurales, chalets, edifi cios de varias plantas con garaje, una nave industrial, un edifi cio de apartamentos, y unas viviendas cerca de Avilés que pasaba un río al lado y fue la primera vez que yo aprendí a pilotar, que consistía en meter unas barras con hierro y una maquinaria hasta que llegaban al fi rme, en vez de cimentar en superfi cie, porque estaba el terreno muy blando».

En 1973 un compañero la llama para que trabaje en la empresa Guadebro que estaba en Galicia. En esta empresa permaneció cuatro años, el primero en el Gabinete Técnico, y el resto, trabajando en obra: «Era una empresa bastante fuerte y necesitaban a una persona para llevar un estudio técnico, así que me mudé a Galicia. Al principio querían a una

persona para el Gabinete y me dijeron que sólo tendría ese puesto y no estaría a pie de obra. Pero al año, me llamó al despacho para decirme que un compañero se iba y quería que ocupara su puesto. Entonces hice muchas obras en Galicia. Estuve con mi compañero Daniel Arca en Santiago de Compostela y había otros que estaban en Ferrol, A Coruña, Lugo y Pontevedra. Llevábamos muchísimas obras. En Santiago hicimos más de cien viviendas y después me fui a Lugo sustituyendo a otro amigo, y también a Vilagarcía de Arousa».

En 1975 se casa y a partir de entonces se aparta de las obras, realizando sólo trabajos ocasionales: en Asturias se encarga de llevar una obra de un chalet familiar que había fi rmado anteriormente, en Málaga trabajó en 1990 durante un año en el Ayuntamiento de Vélez Málaga en el Gabinete para el Plan Sísmico y, a la vez, fi rmó unas naves comerciales muy grandes en el Polígono Guadalhorce para la empresa Gaybo S. A. Fue el último trabajo que realizó como aparejadora.

«Estar en obra era mucho más difícil para las mujeres por la educación que tenían entonces»

Trayectoria profesional

Primera reunión con el Colegio de Aparejadores de Asturias.

Primer carnet de Colegiada de Rosario Díaz.

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al año siguiente habría alguna más, pero tardaron tres años en dársela a otra mujer. Me encantó que se acordaran de mí y me arroparon mucho», recuerda con emoción.

En 1992, a los doce años de haber estable-cido su residencia en Málaga, surge un nuevo cambio por motivos laborales de su pareja a otra provincia también andaluza: Sevilla, donde sigue viviendo en la actualidad.

Confiesa que ama a su tierra, Asturias, que Málaga le encantó y también Sevilla, aunque reconoce que le costó adaptarse al principio. No se encuentra entre sus pla-nes volver a Asturias, puesto que sus hijos se han instalado en la capital andaluza y ve muy difícil que se trasladen y cambien de nuevo de domicilio. Aún así, Rosario y su familia viajan al norte una o dos veces al año para visitar a todos sus parientes.

A pesar de que Rosario dejó su trabajo para entregarse enteramente a su familia, siempre tuvo lugar para el aprendizaje y perfeccionamiento de la profesión que años antes había elegido: «Como no tenía

ni idea del diseño por ordenador hice un curso en Sevilla, y también otros en Má-laga, como el de Patología de las Edifica-ciones y de Sistemas de Seguridad».

Echa de menos trabajar en obra, pero siempre ha sido consciente de que tenía varias responsabilidades familiares que no podía compaginar con el trabajo. «Lo he echado de menos, pero es algo que una tiene que sopesar porque cuando me casé y tuve hijos, tenía que mudarme de un sitio a otro, así que o trabajaba de ocho de la mañana a once de la noche y me apar-taba de mis hijos, o los ponía a ellos por delante de mi profesión, y esto último es lo que hice».

Afición por restaurar mueblesEn su casa sevillana se dedica a su fami-lia y a numerosas aficiones entre las que se encuentran la pintura y la restauración de muebles: «He aprendido con un eba-nista y un restaurador muy bueno. Tengo un tresillo francés de 1800 que era de mis

APAREJADOR CON hIsTORIA ROSARIO díAz FONSECA

«Estar en obra era mucho más difícil para las mujeres por la educación que tenían entonces»

Con el nuevo plan de Bolonia la carrera, primero llamada de Aparejadores y con posterioridad de Arquitectos Técnicos, pasará a ser un Grado Medio y a denominarse, parece ser, Ingeniería de Edificación. «Los aparejadores o arquitectos técnicos, si vamos a trabajar en España no necesitamos hacer ningún Grado de Edificación porque nos van a seguir cogiendo. El problema está si una se va fuera, porque en Europa no existe ni arquitecto técnico ni aparejador y hay que llevar el de ingeniero de edificación. Pienso que nos tendrían que haber convalidado sin tener que hacer nada, al igual que a mí me hicieron la convalidación de aparejador a arquitecto técnico en 1991. Todo el mundo tendrá que hacer un curso para al final, ser lo mismo que son».

Con el nuevo sistema de estudios tendrán ventaja los que salgan con el Grado según Rosario porque «en Europa podrán trabajar sin ningún problema, pero para los anteriores es un perjuicio, cuando los años que van a poner ahora para los ingenieros de edificación van a ser los mismos que los que hemos estudiado los arquitectos técnicos o aparejadores y tenemos los mismos conocimientos que los que van a adquirir las nuevas promociones con el plan de Bolonia», defiende.

Reconoce que estudiar en la actualidad la misma profesión que ella mismo eligió hace cuarenta años, tiene una serie de ventajas como es la modernización de los recursos.

«La única diferencia de estudiar la carrera ahora respecto a mi época es que ni el diseño ni la planificación por ordenador existía y lo hacíamos todo a mano, cuando hoy el dibujo lo hacen todo a través de él. Es lo único que ha cambiado por lo que pienso que ahora no se tienen más conocimientos que los que yo adquirí».

«Tenemos los mismos conocimientos que los que van a adquirir las nuevas promociones con el plan de Bolonia»

suegros y lo restauré y también el comedor modernista que tengo en mi casa. Además, he pintado varios cuadros y ahora estoy aprendiendo la pintura en tela y en seda».

De todas las obras en las que trabajó guarda un buen recuerdo porque cada una de ellas le ha supuesto una gran ex-periencia, aunque existen algunas que se han convertido en sus preferidas: «El edificio de Santiago de Compostela era muy bonito y difícil por el terreno que tenía, ya que había que pilotar media parte y otra no. Me gustaron también las naves comerciales de Málaga, lo que hacía en Asturias que tenía que ver con la decoración, o en Cádiz, que vine con la empresa Car a encargarme de decorar una cafetería y discoteca».

Tiene admiración por varios arquitec-tos e ingenieros como Norman Foster «del que me encanta un edificio que hizo para la Vela en Valencia y por varias construc-ciones como las de la Exposición Universal de Lisboa». O

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LA dIRECCIÓN es la misma: www.coaatastur.es y, sin embargo, quien acceda ahora (o lo haya hecho desde que comenzó el año 2010) se encontrará con algo distinto a lo que estaba acostum-brado. Y es que la página web del Colegio ha experimentado una profunda renovación, perceptible ya a primera vista. El objetivo de este cambio no es otro que el hacerla más sencilla y funcional para los usuarios.

Lo primero que llama la atención es que su imagen ha cam-biado por completo, tanto en los colores utilizados, como en la distribución de los elementos que en ella aparecen, haciéndola más atractiva con un diseño más moderno y minimalista. Con

menos elementos, disminuye la posibilidad de que el internauta se pierda por las distintas secciones o que incluso llegue a des-animarse al no encontrar rápidamente lo que busca. Esto es lo que se pretende y se logra con la nueva distribución planteada.

Al acceder a la portada de la web lo primero que se encontrará el usuario serán directamente las noticias más importantes. En ella se incluirán los eventos más próximos o las novedades que se consi-deren de mayor interés para los profesionales del sector. Además, también desde el inicio se puede uno mover por las distintas sec-ciones de la web, a través de los enlaces a cada una de ellas, que se encuentran a la izquierda de la pantalla (información del colegio,

El nuevo escaparate on-line del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos

del Principado de Asturias ya está en funcionamiento. Con el nuevo año llegó también

su renovación para hacer de la web una herramienta más sencilla y funcional

para los usuarios. Redacción

Renovación on-lineActualidad técnica

El Colegio estrena página web, más sencilla y funcional

Su imagen ha cambiado por completo, tanto en los colores utilizados, como en la distribución de los elementos que en ella aparecen

Portada de la nueva página web del Colegio.

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la fundación, los servicios colegiales…). Tam-bién desde la portada se accede al directorio de colegiados, cuyo enlace se encuentra justo debajo de las secciones y a toda la legislación a través de Construmecum.

Desde la portada, asimismo, se llega a la zona de colegiados desde la parte supe-rior derecha y a los eventos, a través de un calendario (las fechas marcadas indican las actividades). Se ha incluido además un ac-ceso a la anterior web, por lo que la infor-mación contenida hasta ese momento no se ha perdido (el acceso se encuentra bajo el calendario) y se han añadido accesos directos también desde el inicio a Control de Calidad, con la revisión de febrero de 2010, donde se presenta una información muy útil mostrando qué materiales llevan la marca CE. Completa la portada una llamada para ir al Estudio Básico de Seguridad y Salud. Todo ello, accesible, como se ha indicado, desde la propia portada de la nueva web.

Un aspecto que diferencia este nuevo escaparate virtual con el que se venía contando desde el año 2000 es que ya no se di-vide en dos páginas independientes en función de si el usuario es un colegiado registrado o no. Ahora, es una única página y la mayor parte de los contenidos son de acceso público. No así cuestiones de carácter más interno como el acceso a las

circulares, al visado digital (que, por cierto, no se ve afectado por los cambios en la web,

sino que mantiene el mismo diseño mostrado en el anterior número de Dovela)… Estos apartados son sólo visibles para usuarios registrados.

Pero hay más, para que el usuario tenga mayores facilidades aún para moverse por los contenidos disponibles, se ha incluido un potente buscador. Eso sí, hay que tener en cuenta que para los usuarios registrados el ámbito de búsqueda será mayor, puesto que incluirá las zonas restringidas para los colegiados. No así para el resto, para los que la búsqueda se limitara a los espacios de acceso libre. O

Una de las principales novedades que presenta la nueva página es la creación de un blog técnico, en el que fi guran las novedades técnicas y legislativas que, en este sector, son continuas.

Aunque esta información también se va recogiendo en la parte legislativa que se encuentra en Construmecum, se considera que el blog es una buena forma de recordar y hacer hincapié en cuestiones imprescindibles de conocer para el ejercicio profesional. Y es que, desde el Colegio tienen bien claro que «hoy en día mantenerse informado es de vital importancia, teniendo en cuenta el momento de incertidumbre en que nos encontramos, que hace que sea casi imprescindible actualizarse a diario». Para acceder al blog hay que hacerlo, por el momento, desde el espacio en que se encuentran las distintas secciones, en el apartado de servicios colegiales al público, aunque pronto contará con un enlace propio de mayor tamaño, desde la portada.

Cabe recordar también que se mantiene activo el foro que ya se encontraba en funcionamiento en la anterior página. Asimismo, está previsto incluir en las próximas fechas un buzón de sugerencias para que quien lo considere oportuno pueda ponerse en contacto con el Colegio para plantear dudas o propuestas. El nuevo espacio on-line contará también con un tablón de anuncios en el que los colegiados puedan vender o manifestar su interés de comprar algún objeto, o cualquier información que quieran transmitir a sus compañeros.

Desde el Colegio insisten en la gran importancia que tiene hoy día para los aparejadores y arquitectos técnicos el estar informados de todas las novedades que afecten al sector. De este modo, está previsto que, a través de la web, se vaya informando mensualmente a los colegiados sobre la situación actual del Colegio; esto es, se informará de la entrada de visados, de la llegada de trabajos… para que se conozca la situación real del Colegio y sirva como seguimiento de la crisis actual.

presenta una información muy útil mostrando qué materiales sino que mantiene el mismo diseño mostrado en el anterior

Blog técnico

desde el Colegio tienen bien claro que «hoy en día mantenerse informado es de vital importancia, teniendo en cuenta el momento de incertidumbre en que nos encontramos»

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La fachada principal, las casas econó-micas del barrio de Junigro, las escuelas realizadas por Juan Miguel de la Guardia, el ateneo obrero, el mercado cubierto, el economato, el taller de artillería, el de acero y el casino son algunos de los rescoldos que dejó el esplendor del con-junto arquitectónico más emblemático de la arquitectura industrial asturiana: la Real Fábrica de Armas de Trubia; una industria decadente que no ha perdido

el valor artístico que la hizo brillar en los siglos xix y xx. Es el conjunto más sobre-saliente de cuantos integran el patrimo-nio arqueológico industrial de Asturias, y el culpable del crecimiento demográ-fico e industrial de la localidad trubieca. Empezó a funcionar en 1797, aunque el periodo de máximo esplendor llegó en 1844 de la mano del coronel Francisco de Elorza, considerado el auténtico padre de la fundición.

La monumentalidad de la Fábrica de Armas de Trubia reside en sus magnífi-cas fachadas, construidas con la mejor arquitectura pública y privada del mo-mento: piedra sillar en la que fue labrada la secuencia de nobles arcadas de medio punto que iluminan el interior de la fábrica y homogenizan el alzado del conjunto, así como los frontones que rematan la fa-chada de los talleres extremos, entre los que se intercala la bóveda de chapa que,

La Fábrica de Armas de Trubia, inaugurada en 1797, es el conjunto

más representativo de la arquitectura industrial asturiana y mantiene

la monumentalidad y el valor artístico con los que brilló en su época

de esplendor durante los siglos xix y xx. Lorena Álvarez 1 Mario Rojas

Joya arquitectónica

Pieza ClaveARQUITECTURA

INDUSTRIAL

LA FÁBRICA DE ARMAS DE TRUBIA

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hace años, cubría el taller de artillería. En-tre 1914 y 1919, se reorganizó el proyecto de la Fábrica, presidido por tres ventanas longitudinales que aún hoy corren en el sentido del río Nalón, y se construyeron la práctica totalidad de los talleres que hoy sobreviven, pero en ningún caso perdió el esplendor arquitectónico que aún puede contemplarse entre las ruinas de una fá-brica que ya no es lo que era.

Todos los elementos que forman el con-junto arquitectónico de la Real Fábrica de Armas de Trubia fueron construidos con mano de obra militar. Cientos de soldados trabajaron durante años bajo las órdenes del Teniente Coronel Ignacio Muñoz, que en 1794 llegó a Trubia para sustituir al cesado Fernando Casado de Torres, al que el Gobierno de España no perdonó su fracaso en las obras de canalización del río Nalón, vía de aprovisionamiento de carbo-nes y de salida de la producción hacia los arsenales. Ignacio Muñoz se puso manos a la obra y el 9 de agosto de ese mismo año

envió un proyecto al Conde del Campo de Alange denominado Plano de oficinas, edi-ficios y demás obras necesarias para plantear la Fábrica de Municiones sobre las aguas del río Trubia, arreglado al proyecto del Ingeniero-Director de Marina, don Fernando Casado de Torres que supuso el comienzo de las obras para levantar el emblema más importante de la arquitectura industrial asturiana: la Fábrica de Armas de Trubia. «En aquella época, los ingenieros militares eran los en-cargados de levantar las construcciones civiles y militares. No existían las figu-ras de arquitecto y aparejador tal y como hoy las conocemos», explica el trubieco Roberto Suárez Menéndez, autor del li-bro Fábrica de Trubia. 1794-1987. Historia y producción artística.

Pero, ¿por qué el Gobierno de Carlos IV decidió abrir una fábrica de armas en Trubia? La respuesta es sencilla: para atender las necesidades de material bélico del Ejército español y para suplir las defi-ciencias que presentaban otros estableci-

mientos por su proximidad a la frontera pirenaica. Antes de 1794, las fábricas reales de municiones se encontraban en el País Vasco, pero la guerra contra los franceses hizo patente lo inadecuado del emplaza-miento dada la cercanía de la frontera con Francia (ese mismo año fueron destruidas las factorías vascas de Eugui y Orbaiceta) y obligó al Gobierno de Carlos IV a bus-car una nueva ubicación. Nació entonces la conocida, en aquel tiempo, como Real Fá-brica de Municiones y Armas portátiles de Trubia, especializada en objetos santuarios y armamento, estableciéndose entre 1794 y 1796; el testimonio más temprano de la in-dustrialización asturiana. La Fábrica, en sus primeros tiempos, contaba con unos altos hornos de carbón, talleres, forjas, y, den-tro del mismo recinto cercado, siguiendo el modelo de fábrica-poblado autosuficiente, las casas de los militares, las viviendas de los obreros con sus huertos y una capilla.

En 1808, la Fábrica de Armas de Tru-bia cesó su producción ante la entrada

Joya arquitectónicaLA FÁBRICA DE ARMAS DE TRUBIA

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PIEzA CLAVE LA FÁBRICA dE ARMAS dE TRuBIA

en Asturias de las tropas francesas, que llegaron al Principado con el objetivo de destruir la fábrica. El parón duró hasta 1844. Francisco Antonio de Elorza, direc-tor de la Fábrica hasta 1867, se ocupó de su reapertura dándole un extraordinario empuje. Diversificó la producción con la elaboración de cañones y piezas de hie-rro colado, ornamentos, bustos y estatuas. Duplicó el suelo fabril, donde levantó nue-vos altos hornos y talleres. Junto a los des-aparecidos talleres del Príncipe Alfonso y de fundición de cañones, se construyó el de artillería, a finales de la década de los cuarenta del siglo xix. Éste, de estilo isabelino, destaca por sus grandes arcadas de medio punto y su cubierta de chapa de

El Casino, rehabilitaciónEl Casino, que data de 1918, se construyó en su momento para el Círculo de Obreros de la Fábrica de Armas y sus planos están firmados, el tres de abril de 1918, por el Coronel Director Luis Hernando. El paso del tiempo había provocado en el inmueble, hecho con madera y piedra, un deterioro y estado de ruina parcial que dificultó las obras de rehabilitación llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Oviedo y que lograron respetar al máximo la edificación original. El proyecto municipal fue dirigido por el arquitecto José Rivas Rico y el Casino, reconvertido en Centro Social, se reinauguró el diez de junio de 1998.

En la actualidad, el Casino cuenta con un teatro con doscientas butacas y cabinas de proyecciones, además de talleres, cocina, biblioteca, sala de lectura y sala de televisión, así como varias aulas educativas. La sala de lectura, situada en la quilla del edificio, tiene un balcón que mira a la plaza principal de Trubia y una escalera de caracol que la comunica con la terraza del edificio; uno de los elementos más característicos del antiguo Casino y que el arquitecto José Rivas Rico se empeñó en conservar.

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hierro. Se abrió, además, una sala de dibujo y la primera escuela de aprendices de Es-paña. Asimismo, Elorza se ocupó de una serie de infraestructuras importantes para el desarrollo de la fábrica: un puente sobre el río Nalón y otro sobre el Trubia, y varios caminos carreteros para el abastecimiento de coque y hierro. También se construye-

ron en este período cuarteles para opera-rios, pabellones para oficiales, el Palacio del director, un cementerio, una cantina, paseos arbolados, jardines y plazas, y más casas para los obreros, como el barrio de Junigro, que aún hoy sigue en pie.

Con la introducción de nuevas técni-cas en la fabricación de artillería, como

la metalurgia del acero, se reformaron nuevamente las instalaciones, y en 1900 se levantó un taller de acero, construido exclusivamente con hierro y cristal, donde se instalaron los hornos Siemens. El esta-llido de la I Guerra Mundial hizo que la fábrica viviese un momento de gran auge productivo que se alargó hasta 1919. El

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La fachada principal de la fábrica, de piedra sillar y marcada por una valiosa secuencia

de arcos de medio punto, la barriada de Junigro y el Casino, hoy reconvertido en Centro Social, mantienen un incalculable valor artístico»

RR Taller de fabricación de cañones. Sección transversal, de 1861. R Exterior del taller de construcción de artillería. [De Fábrica de Armas de Trubia 1794-1987. Historia y producción artística]

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aumento de producción trajo consigo una reorganización del espacio: se sacaron fuera del recinto las viviendas y los edifi -cios de servicios, y se levantaron nuevos talleres que todavía siguen en pie. En esta época surgieron nuevos talleres de fragua, de carpintería y de proyectiles, así como el edifi cio administrativo, de planta alar-gada. También se erigieron nuevos chalets y residencias de ingenieros y ofi ciales, así como nuevas viviendas para los operarios y se construyeron la capilla, el casino y el parque. Precisamente, el casino es una de

las joyas artísticas más importantes de la Fábrica de Armas y uno de los elementos que mejor se conserva en la actualidad.

«La Fábrica de Trubia fue un hijo tar-dío del proyecto político intervencionista

adoptado en el siglo xviii para impulsar la reconstrucción y la industrialización del país, pero su valor artístico es aún hoy en día incalculable», afi rma Roberto Suárez.

CrecimientoEl empuje de la Fábrica de Armas de Tru-bia con la llegada a la dirección en 1844 de Francisco Antonio de Elorza hizo cre-cer a la factoría hacia al otro lado del río Nalón y provocó la construcción de los primeros bloques de viviendas obreras. «El Parque Residencial de la Fábrica de Armas es de un incalculable valor histó-rico», asegura Covadonga Álvarez Quin-tana, autora del libro Arquitectura Indus-

trial en la Fábrica de Armas de Trubia: naves y espacio de trabajo (1794-1936). La opción de fábrica-poblado que se adoptó en Trubia no constituía una excepción en-tre las factorías de la Corona, si bien es

R Vista de la fábrica de Trubia hacia 1860 P Espalda del Palacio Casa del director de la fábrica. [De Fábrica de Armas de Trubia 1794-1987. Historia y producción artística]

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cierto que la mayoría prefirió el esquema de fábrica-edificio, una mole de grandes dimensiones y número de dependencias, como las de Eugui y Orbaiceta. Al princi-pio, se trataba de pabellones aislados de cometido productivo (talleres y almace-nes) y social (viviendas y equipamientos para abastecer las necesidades de la po-blación llegada al establecimiento). Eso sí, no les faltaba de nada: capilla, cemen-terio, abasto, lavadero, fuente, retretes y hasta huertas familiares que servían a los obreros para autoabastecerse.

El Parque Residencial de la Fábrica de Armas de Trubia creció, al mismo tiempo que la producción de la factoría, hasta crear zonas residenciales como la de Ju-nigro, un barrio residencial proletario, em-brión del actual centro urbano de Trubia. Destaca, entre todas las viviendas, el Pala-cio del director, inspirado en la morada se-ñorial del Antiguo Régimen. El edificio es

un poliedro de planta rectangular de algo más de 450 metros cuadrados, dos alturas y cubierta a cuatro vertientes. La caja de muros que se muestra al exterior exhibe un tipo de fachada desnuda que sobreviviría en las construcciones no fabriles de la Fá-brica de Armas durante más de cien años y que se caracteriza por utilizar como únicos recursos compositivos del muro de mam-postería cargada y pintado con lechada de cal, cadenas de sillares dispuestas en la embocadura de los vanos, las esquinas y la línea de impostas.

Desde los talleres, hasta la fachada principal, pasando por el Casino, las vi-viendas obreras o el Palacio del director, la Real Fábrica de Armas fue, es y será todo un ejemplo de la arquitectura industrial asturiana, y un referente nacional del arte industrial del siglo xix. Más de doscientos años después, las paredes de la Fábrica de Armas de Trubia aún hablan.

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O

Arte a golpe de bronceCandelabros, campanas, cruces de cementerio, jarrones, mesas redondas, capiteles para columnas y hasta alguna escalera de caracol. Es la producción artística más desconocida de la Fábrica de Armas de Trubia, forjada en el taller de molderías inaugurado, junto a los altos hornos, el 30 de marzo de 1846. Sin embargo, la producción artística de la factoría trubieca alcanzó su máxima

expresión con los bustos y estatuas de bronce fundidos, a petición del propio Ejército, para el adorno de Palacios, reconocimientos públicos,

organismos oficiales o el Museo de Artillería, entre otros; bronces o hierros de numerosas personalidades de la realeza, la milicia, la política

y la intelectualidad del siglo xix. Agustín Argüelles, María Cristina de Borbón, Luisa Fernanda de Borbón, Luís Daoíz, Baldomero Fernández Espartero, Francisco Franco, Isabel II, Gaspar Melchor de Jovellanos, Carlos O’Donnell, Jacinta Martínez de Sicilia, Alejandro Mon o Pedro Velarde, entre muchos otros. Todos fueron realizados por los obreros de la Fábrica de Armas de Trubia. Aunque, eso sí, el busto más repetido es el que recuerda a la figura del General Elorza. Le siguen dos de los héroes del dos de mayo: Luís Daoíz y

Pedro Velarde, con nueve bustos cada uno. A continuación, Isabel II y José María Queipo de Llano con siete, y Francisco Javier Castaños y

Tomás de Morla con seis.En la actualidad, algunas de esas esculturas están expuestas en el Museo

de Bellas Artes de Asturias, en el Museo Militar del Ejército, en el Museo Antón de Candás o en colecciones privadas. Si nos referimos a los periodos productivos de estatuas y bustos en Trubia, cabe hablar de dos etapas claramente diferenciadas: la primera comprende los años 1846-1856, en la que se fundieron la gran mayoría de las piezas conocidas; más tarde, la factoría pasó a un periodo de relativo abandono de la fundición artística, en el que tan sólo se fundió una de las esculturas de Pedro Velarde y en el que los obreros trubiecos ayudaron a la Fundación de Artillería de Sevilla a elaborar los leones del Congreso de los Diputados; el resto de las piezas se fundieron ya en el siglo xx con motivo de la visita de Francisco Franco al Museo del Ejército.

Busto de Isabel II, uno de las personas más reproducidas en los bustos. [De Fábrica de Armas de Trubia 1794-1987. Historia y producción artística]

«La producción artística de la

Fábrica de Armas de Trubia es una de las facetas más desconocidas de la factoría trubieca: candelabros, lámparas, capiteles o jarrones, y centenares de estatuas y bustos de bronce que hoy ocupan las vitrinas de algunos de los Museos más importantes de la región. Es el balance artístico de una fábrica que ya no es lo que era»

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MANTENERSE al día en las novedades y pro-ductos que van surgiendo en el sector, pero también adquirir nuevos conocimientos son dos aspectos esenciales en el desarro-llo de la carrera profesional de un apare-jador. Desde la Fundación del Colegio lo saben y por ello, continúan trabajando en la promoción de seminarios, cursos y jornadas técnicas, que puedan resultar de utilidad a los colegiados.

Durante el año 2009, explica el miembro de la comisión de Formación José Antonio

Fernández Laborda, «aumentó el número de actividades formativas organizadas y se notó que ha ido apuntándose también más gente, respecto a años anteriores». Asegura que «hay un interés creciente en la forma-ción continua y se cubren todas las plazas de los cursos y jornadas». Es más, incluso en ocasiones la demanda es tan grande que algunos interesados se tienen que quedar en lista de espera.

Algunas de las actividades del pasado año, además, contaron con un grado de

interés tan alto que llegaron a organizarse segundas e incluso terceras convocato-rias, como sucedió en el caso del curso impartido sobre Proyectos de > (pág. 21)

Crece la actividad formativa impulsada desde la Fundación del Colegio Las actividades formativas que promueve la Fundación del Colegio tienen cada vez mayor

demanda entre los colegiados. El año 2009 fue de gran intensidad en este sentido.

Se organizaron un gran número de cursos y jornadas, con 176 asistentes en los primeros

y 321 en las segundas. Iris Casaprima 1 Alfonso Suárez

CURSOS, JORNADAS Y SEMINARIOSFORMACIÓN

R Curso sobre Proyectos de acondicionamiento y reforma de locales comerciales adaptados al Código Técnico de la Edificación, impartido por José Manuel Beltrán Ortuño, en marzo de 2009.

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Actividad formativa

FORMACIóN CRECE LA ACTIVIdAd FORMATIVA IMPuLSAdA dESdE LA FuNdACIÓN dEL COLEGIO

Curso Ponente Fecha Inscritos

Seminario sobre Patologías de las humedades en edificios

Reed Business Information Enero 2009 59 participantes (16 en lista de espera)

II Jornada Informativa de la titulación de Ingeniero de la Edificación

Universidad Europea de Madrid

Marzo 2009

Curso técnico en Prevención de riesgos laborales EsM Jornada informativa marzo 2009

22 personas hicieron el Máster en seguridad en el Trabajo, 5 la especialidad de Ergonomía y Psicosociología Aplicada y 4 en higiene Industrial

Curso sobre Proyectos de acondicionamiento y reforma de locales comerciales adaptados al Código Técnico de la Edificación

José Manuel Beltrán Ortuño

Marzo y abril 2009

42 participantes (105 en lista de espera)

Jornada técnica de Redacción de estudios y planes de gestión de residuos

Construbit Mayo 2009 144 asistentes

Jornada técnica sobre Sistemas de aislamiento térmico por el exterior

Webber Junio 2009 40 asistentes

Curso de Proyectos de acondicionamiento y reforma de locales comerciales. 2.ª convocatoria

José Manuel Beltrán Ortuño

Junio y julio 2009

44 personas (62 en lista de espera)

Curso de Certificación energética de edificios Enernalón septiembre 2009

15 asistentes (38 en lista de espera)

Curso de Certificación energética de edificios. 2.ª convocatoria

Enernalón Octubre y noviembre 2009

14 asistentes (29 en lista de espera)

Jornada técnica sobre Energía geotérmica Vaillant Noviembre 2009 57 personas (34 en lista de espera)

Jornada técnica sobre Protección contra el rayo según el Código Técnico de la Edificación

Aplicaciones Tecnológicas s. A.

Noviembre 2009 25 asistentes

Curso teórico-práctico de perfeccionamiento técnico en patologías, reparación y refuerzo de edificaciones

Universidad de Valladolid Enero 2010 51 personas, 7 no colegiados.

Jornada técnica sobre Arquitectura sostenible: la madera en el exterior

Visendum Febrero 2010 48 personas (16 en lista de espera)

Curso sobre Revestimientos técnicos en fachadas. Tendencia hacia la construcción sostenible

Trespa Febrero 2010 53 personas (36 en lista de espera)

Jornada técnica sobre la Calidad del aire interior y equipos de ventilación

siber Febrero 2010 54 personas (40 en lista de espera)

Curso de Coordinadores de seguridad y salud en obras de construcción, semipresencial

Alberto Paramio Paramio y Minerva Espeso Expósito

Marzo 2010 8 colegiados

Jornada técnica sobre Protección y color en fachadas

Jotun Ibérica Marzo 2010 Al cierre de este número, aún no estaba cerrada la asistencia

Curso de Proyectos de acondicionamiento y reforma de locales comerciales. 3.ª convocatoria

José Manuel Beltrán Ortuño

Abril 2010 Al cierre de este número, aún no había datos de inscritos

Jornada técnica para la Presentación de la gama de aislamientos reflectivos tripomant

Marta Vales Alonso Padreiro s. L.

Abril 2010 sin datos de inscritos al cierre de este número

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FORMACIóN CRECE LA ACTIVIdAd FORMATIVA IMPuLSAdA dESdE LA FuNdACIÓN dEL COLEGIO

LA uNIVERSIdAd dE VALLAdOLId acercó hasta Asturias el curso teórico-práctico de perfeccionamiento técnico en Patologías, reparación y refuerzo de edificaciones que, hasta ahora, nunca había salido de la propia institución vallisoletana donde se imparte y que desde la Fundación del Colegio negociaron para que fuera posible realizarlo en Oviedo. Se consideró que el tema tenía un gran interés para los colegiados y se negoció con la citada Universidad, que accedió a organizarlo en Asturias para hacer llegar a los aparejadores asturianos esta acción formativa de gran relevancia en el momento actual. «La rehabilitación de viviendas es una actividad básica ante la falta de suelo en las grandes ciudades y los impedimentos

para el desarrollo de obra nueva», señala la directora del curso, María del Pilar Alonso Montero, quien también resalta que «la novedad y rasgo esencial que define a estas jornadas es su carácter eminentemente práctico».

El objetivo de este curso era «el análisis de diversos aspectos relativos a la patología del edificio, mostrar distintas alternativas para prolongar la vida útil de las edificaciones, mediante técnicas preventivas, de reparación, de refuerzo y rehabilitación, y descubrir la puesta en obra de refuerzos estructurales, tanto tradicionales como los basados en nuevas tecnologías que emplean materiales compuestos».

En el curso se explicó que la patología estructural es «la ciencia dedicada al estudio sistemático de los daños que aparecen en las edificaciones, analizando el origen y consecuencias de los mismos, a fin de seleccionar las medidas preventivas o correctivas apropiadas». Se trata de un ámbito de creciente interés, debido a que siempre, a pesar de los grandes avances que se van dando en la materia, se producen lesiones, fallas y degradaciones en los edificios, por cuestiones como «malas decisiones de proyecto, inadecuada puesta en obra, carencias en el posterior mantenimiento o envejecimiento de los materiales». Este tipo de cuestiones y la búsqueda de métodos para paliar estos deterioros fueron abordados durante las sesiones formativas que resultaron de gran interés para los asistentes.

El curso, que se desarrolló en el salón de actos del Colegio los días 18, 19, 25 y 26 de enero, tuvo como ponentes a los responsables de Acciona Juan Carlos Llorens Alcón; Manuel Llorens Alcón e Ignacio González Martín, de Sika Construcción; Javier Díaz de Güemeses,

de BASF; Alberto Álvarez Barrera y Juan Gutiérrez Gómez; así como la propia directora del curso, María del Pilar Alonso Montero, de la Universidad de Valladolid. Se trata de una actividad organizada por el Departamento de Construcciones Arquitectónicas e Ingeniería del Terreno y enmarcada en las normativas para la Inspección Técnica de Edificios que regulan la conservación de los inmuebles en diferentes provincias y la necesidad, cada vez mayor, de profesionales facultados para llevar a cabo dichas inspecciones. En total, fueron 51 personas las que asistieron al curso, siete de ellas no colegiadas.

La rehabilitación de viviendas es una actividad básica ante la falta de suelo en las grandes ciudades»

V María del Pilar Alonso Montero. W Asistentes al curso teórico-práctico atienden con interés.

El deterioro de un edificio puede ser consecuencia de «malas decisiones de proyecto, una inadecuada puesta en obra, de carencias en el posterior mantenimiento o del envejecimiento de los materiales»

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FORMACIóN CRECE LA ACTIVIdAd FORMATIVA IMPuLSAdA dESdE LA FuNdACIÓN dEL COLEGIO

< (pág. 18) acondicionamiento y reforma de locales adaptados al Código Técnico de la Edificación, a cargo del arquitecto técnico y catedrático de Dibujo en el Instituto Po-litécnico de Alicante José Manuel Beltrán Ortuño, al que Dovela dedicó la sección de Formación del anterior número, donde éste transmitió a los alumnos la impor-tancia de que los aparejadores abran sus miras y extiendan su campo laboral hacia la redacción de proyectos. José Antonio Laborda resalta la dificultad y compli-

cación que supuso para la Fundación el conseguir que el ponente dedicara varias fechas para volver a Asturias, debido a la gran demanda y aceptación que por toda España está teniendo el citado curso.

Varias convocatoriasEl responsable del área formativa de la Fundación del Colegio explica que han sido numerosas las actividades desarro-lladas y destaca, de entre los cursos cele-brados a lo largo de 2009, por su interés e

importancia, el de Certificación energética de edificios, impartido por Marta Vírseda Hernández, de Enernalón, y del que tam-bién se organizaron dos convocatorias debido a la gran demanda. Menciona también el curso sobre Energía geotérmica impartido en noviembre por Silvia Fer-nández Salinas, de Vaillant y para el que algunos interesados tuvieron que quedar en lista de espera al haberse cubierto todas las plazas. Y destaca asimismo la relevancia del curso desarrollado, ya más recientemente, sobre Patologías, repara-ción y refuerzo de edificaciones, impartido por la Universidad de Valladolid.

En total, durante 2009, fueron 176 los asistentes a los cursos impulsados por el Colegio y 321 a las jornadas técnicas de-sarrolladas. Además, cabe destacar que entre los inscritos en las actividades for-mativas se encuentran aparejadores de todas las edades y sexo. Tanto hombres como mujeres, jóvenes y mayores, son conscientes de la necesidad de reciclarse en conocimientos para seguir siendo com-petitivos en un mercado laboral cada vez más voraz.

V Raquel García López, de Construbit, durante la jornada.

R Jornada técnica de Redacción de estudios y planes de gestión de residuos, impartido en mayo de 2009.

Q Jornada técnica sobre Sistemas de aislamiento térmico por el exterior, impartido por Webber, en junio de 2009.

Algunas de las actividades del pasado año, contaron con un grado de interés tan alto que llegaron a organizarse segundas e incluso terceras convocatorias

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SE EMBARCÓ en una experiencia distinta y abrió camino para otros. Hizo la maleta igual que el resto de jóvenes asturianos que deciden hacer de la aparejaduría su futuro, aunque con un destino diferente. El gijonés Manuel Peña del Río escogió la Universidad de Portsmouth, en Ingla-terra, para hacerlo. «Tenía más amigos estudiando allí, la carrera es mucho más práctica que en España y así aprendía tam-bién un idioma». Estos fueron algunos de los alicientes que este joven aparejador, ahora con 31 años, señala que motivaron su decisión. Una decisión que fue para él todo

un reto que, sin embargo, al poco tiempo logró superar. Y es que reconoce que el inglés no era precisamente su fuerte. Y su familia lo sabía. Por eso recuerda que, a pesar de que se pusieron muy contentos cuando transmitió la idea de seguir los pa-sos de su padre en su profesión, el que qui-siera hacer sus estudios en Inglaterra «no lo veían claro». «Nunca se me dio bien el inglés y es más, nunca me gustó», confiesa.

Pero todo eso cambió para él y la vida lo llevó a estudiar y hacer su día a día pre-cisamente en ese idioma que, digamos, se le había atragantado. Como en todo, los

«Decidí irme a estudiar fuera porque la carrera en Inglaterra es mucho más práctica que en España»

El gijonés Manuel Peña del Río tomó la decisión de seguir los pasos de su padre y convertirse en aparejador. Eso

sí, quiso hacerlo con el añadido de titularse fuera de España, en Inglaterra. El sistema más práctico que allí se

sigue y el poder aprender un idioma fueron dos de los alicientes que le animaron, convirtiéndose además, según

nos dice, en el primer español que tomaba la vía de hacer esta titulación en el Reino unido y convalidarla en

España, según le transmitieron desde el Consejo General de Colegios de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de

España. Tras él, otros jóvenes repitieron experiencia. Irene García 1 Jorge Peteiro

comienzos nunca son fáciles: «Al principio tenía que ir traduciendo, tenía un nivel muy bajo, pero en torno a los tres meses noté que algo cambió y, de repente, ya no necesitaba traducir, sino que ya lo iba comprendiendo bien en inglés». Cabe apuntar aquí que an-tes de empezar con sus estudios, este joven gijonés pasó cinco meses en Inglaterra con el objetivo de «tener una primera toma de contacto con el lugar y el idioma, antes de estudiar la carrera íntegramente en inglés».

En Inglaterra estuvo después cinco años, los tres que dura la carrera, que los pasó en Portsmouth, y dos más de pe-

Caras nuevas

Manuel Peña del RíoTitulado en Portsmouth

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Dovela 23

riodo de prácticas, obligatorio en ese país antes de poder colegiarse, y que los hizo en Londres. Estos dos años adquiriendo experiencia los realizó en la empresa Construction Developments, dedicada a la construcción de edificios de viviendas. Manuel Peña sostiene que este periodo formativo, a pie de obra, es muy impor-tante para los jóvenes que acaban de ter-minar los estudios. Entiende que «el tener que hacer estos dos años prácticos antes de poder firmar obras, da un cierto rodaje para luego poder hacerlo con cierto crite-rio y sabiendo lo que se hace».

También destaca que el proyecto de fin de carrera tuvo que hacerlo de un modo

muy exhaustivo y completo. El suyo con-sistía en la construcción de un complejo deportivo y de salud, allí denominados health centres, y tuvo que «hacerlo desde el principio, teniendo en cuenta los costes, la viabilidad del proyecto, buscar el solar, pedir los permisos… Había que desarrollar toda la parte del aparejador, pero también más toda la gestión del proyecto», apunta.

Cuando Manuel Peña se fue a estudiar fuera aún no se hablaba del Plan Bolonia, que ahora pretende equiparar las titulacio-nes universitarias europeas; no obstante, él cree que este sistema «aunque se supone que estará mejor que lo que había hasta ahora, se queda a medias». A su entender, «acabar la universidad y poder colegiarse y empezar a firmar obras es un atentado para la gente nueva». «En Inglaterra hay ese rodaje previo, antes de poder firmar se pasa más tiempo en obra, mientras aquí la gente acaba y se pone a firmar cualquier cosa sin apenas conocimiento». Por eso,

aun si este sistema de grados que ahora está arrancando ya hubiera estado en marcha entonces, Manuel asegura que habría hecho exactamente lo mismo y se habría ido igual; también «por practicar el idioma, por estar fuera… por todo». «Fue una experiencia muy positiva». Ma-nuel abrió camino y tras él, al menos que conozca, ya han sido dos más los que se aventuraron a hacer lo mismo.

Más prefabricadoEn el tiempo que este aparejador pasó en In-glaterra, pudo observar cómo el sistema de trabajo es distinto allí del que se desarrolla en España. «Hay mucha diferencia», asegura, explicando que «allí la mano de obra es muy cara, los sueldos son el doble, por lo que hay una planificación mayor y se trabaja mas rá-pido; se usa más prefabricado de pladur para que las construcciones sean mas rápidas».

Terminar el instituto e irse a estudiar fuera de casa, con la independencia que

eso aporta, es algo que motiva a muchos jóvenes a la hora de elegir estudios. Ma-nuel, además, se iba con otros amigos, que estudiaban Arquitectura. Su alojamiento en tierras británicas fue siempre una ha-bitación propia en una casa compartida con otros estudiantes, algunos de ellos, sus amigos de Gijón. Estaba «casi como en casa» y asegura que, aunque siempre hay de todo, «la convivencia fue muy buena».

Fueron tres años en Portsmouth y dos en Londres, dos lugares diferentes de los que guarda gratos recuerdos. «Portsmouth es más pequeña y económica que Londres, pero cuando terminé me apetecía ir a una ciudad más grande», señala. Por eso se tras-

ladó a la capital inglesa para adquirir la expe-riencia necesaria para la colegiación. Explica que esta ciudad «para estudiar costeándolo es muy cara, y sobre todo de aquella, cuando la libra estaba por las nubes». No obstante, asegura que «como experiencia, Londres es una pasada». Aunque pudo comprobar cómo allí se lleva un ritmo de vida mucho más aje-treado y acelerado, de mayor densidad de tráfico, atascos, estrés... No cabe duda que para él, la experiencia mereció la pena.

Un país diferente, mayor responsabi-lidades, costumbres distintas… Sin em-bargo, a Manuel no le costó demasiado adaptarse. Sí le llamó la atención alguna cosa como la jornada laboral que funciona allí en el sector de la construcción. «Es un sistema diferente y por la mañana se en-tra más pronto que aquí, pero es mucho mejor porque hay una hora para comer, a la una de la tarde, y listo, para las cinco ya se termina. Es prácticamente una jornada completa», resalta.

CARAs NUEVAs

Allí la mano de obra es muy

cara, los sueldos son el doble, por lo que la planificación es mayor y se usa más prefabricado de pladur para hacer construcciones más rápidas»

En el estudio de su padreDesde siempre los planos, los proyectos, las obras… le fueron algo muy familiar. su padre es aparejador y Manuel siguió sus pasos. siempre le gustó lo que él hacía y, en lo que podía, le iba ayudando hasta que, finalmente, al titularse, ya pudo incorporarse oficialmente, como uno más, al estudio que su padre tiene en Gijón. Padre e hijo trabajan allí, mano a mano, desde hace unos cuatro años.

Comenzar a trabajar, tras haber hecho la carrera en un país extranjero, también tiene sus ‘vueltas’, al menos en lo que a tiempo se refiere. Manuel lo sabe bien puesto que, desde que terminó y se colegió hasta que pudo ejercer su profesión de pleno derecho, tras homologar su titulación, pasaron unos ocho meses. «Fue un poco lento, tocó un cambio de Gobierno y había un poco de desorganización», explica. Aunque, tarde o temprano, todo llega y finalmente pudo ponerse manos a la obra.

sin duda, Manuel Peña pasó una gran época estudiando y adquiriendo experiencia en Portsmouth y Londres, algo que le encantó y le marcó, aunque eso sí, siempre tuvo claro que iba a volver de regreso a Gijón para desarrollar su carrera laboral. sí se planteó el quedarse más o menos tiempo en Inglaterra, pero que su futuro estaba de regreso en España lo tenía bastante asumido desde el principio. Y así lo pudo hacer.

O

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dIAGNOSTICAR supone sencillamente anali-zar los problemas asociados a la construc-ción de un edificio, o de un conjunto de ellos en un momento determinado. «Algo similar a lo que hace un médico con un paciente», señala Juan Monjo, catedrático de Arquitectura de la Universidad Politéc-nica de Madrid (UPM) desde 1987.

El diagnóstico de un edificio supone es-tudiar el estado del mismo desde el punto de vista histórico, funcional y constructivo para conocer su situación y decidir cuáles son las intervenciones que precisa. Un diagnóstico, defiende este catedrático, se lleva a cabo cuando el edificio ha sufrido algún problema constructivo o funcional, o cuando debe cambiar de uso y, para que sea fiable, debe estar basado en técnicas de caracterización de materiales y sistemas. En cuanto a la evolución de las mismas, los especialistas discrepan. Para Monjo, las innovaciones más significativas se encuentran en las técnicas no destructi-vas y en la monitorización. Las primeras implican prescindir de la tradicional cala del edificio y auscultarlo con la ayuda de ultrasonidos, endoscopias o tomografías

Son inanimados, pero tienen ángeles custodios que velan por su salud y por su vida útil. De viviendas, administrativos, milenarios o modernistas, los edificios sufren, como las personas, el paso del tiempo. Ellos también son diagnosticados y pasan por el taller. Almudena Gutiérrez

El diagnóstico de un edificio es similar a lo que hace un médico con un paciente»

DIAGNOSTICAR EDIFICIOS

OTRO ÁNGULO

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que sustituyen a técnicas antiguas «y me-nos fiables» como el esclerómetro. En este apartado, los antiguos testigos de yeso han sido sustituidos por comparadores mecánicos o electrónicos para conocer la movilidad y las causas que provocan las grietas. La monitorización, por su parte, utiliza también sistemas no destructivos que permiten hacer un seguimiento de la integridad y funcionalidad del edificio a lo largo de su vida. «Una especie de diagnós-tico continuo y al instante», precisa.

Fuera del ámbito universitario, el in-geniero y director técnico del centro de análisis y diseño de estructuras CADESA de Oviedo, Luis Ángel Capín, considera que el método de trabajo no difiere mu-cho del utilizado hace décadas, aunque los aparatos de análisis han evolucionado y los cálculos son más rápidos y sofisticados.

La actividad, que puede prolongarse desde las tres semanas a los tres meses en función de la complejidad del diagnós-tico, requiere formación en materiales, elementos y sistemas constructivos de la arquitectura y su deterioro e instru-mentos científicos y técnicos para los

análisis. La necesidad de instalaciones similares a las de control de calidad hace que muchas veces en el diagnóstico parti-cipen laboratorios de materiales. A estos recursos, Luis Ángel Capín, radicado en Asturias suma la práctica. A su juicio, es similar a la actividad de un médico re-

cién licenciado que «difícilmente puede diagnosticar algo diferente a una gripe, porque se confunden síntomas de cosas parecidas que no tienen nada que ver y que se diferencian por los matices».

En España, en la formación universita-ria de grado se imparten conocimientos

QQ Agrietamiento por asiento de cimentación en Barriada de Ventanielles.

R Agrietamiento por asiento de cimentación en Barriada en Pumarabule.

W Agrietamientos por asiento de cimentación en Barriada en Carrocera.

P Otros agrietamientos por asiento de cimentación.

El diagnóstico de un edificio supone estudiar el estado del mismo desde el punto de vista histórico, funcional y constructivo para conocer su situación y decidir cuáles son las intervenciones que precisa

OTRO áNGULO dIAGNOSTICAR EdIFICIOS

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OTRO áNGULO dIAGNOSTICAR EdIFICIOS

MANuEL MORALES es el aparejador jefe del área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo, al que se incorporó en 1972. Junto a él, siete profesionales trabajan repartidos en los departamentos de Urbanismo y Licencias, Seguridad Ciudadana, Policía Administrativa y Patrimonio para velar por la seguridad de la vía pública y de los ciudadanos. En su área operan en colaboración con Policía y Bomberos, quienes a menudo les trasladan las alarmas que ellos diagnostican y derivan al área de Policía para que abra el pertinente expediente. Lo primero ante un aviso, asegura, es presentarse en el lugar para «ver, sentir y tocar lo que hay allí».

Entre otros casos, recuerda el desprendimiento el pasado invierno de un alero con estructura de madera en un edificio de mediados del siglo pasado del barrio de la Tenderina, que invadió la acera y en el que afortunadamente no hubo daños personales. Al respecto, señala que la responsabilidad del mantenimiento de los inmuebles es del propietario y la Administración solo interviene en caso de denuncia o alerta. A su entender, el «gran problema» con el que deben enfrentarse cada día es la

ausencia de una ordenanza unificada que regule el mantenimiento y la conservación de los inmuebles. Un asunto que por el momento recae en la voluntad de las comunidades de vecinos y propietarios para ajustarse a las buenas prácticas que recogen los libros sobre conservación de edificios que editan los Colegios profesionales.

Por su experiencia, asegura que en Oviedo las lesiones más frecuentes son las relacionadas con los revestimientos y los aleros. En el casco antiguo se suman la putrefacción de la madera de las balconadas y el deterioro de las piedras calizas con las que están construidos numerosos inmuebles. «Las fachadas que más sufren son las que están al gallego (oeste)», precisa. Muchos de estos problemas se agravan cuando se acometen obras en edificios

colindantes, que conllevan «multitud de denuncias».

Una vez interpuesta la queja, el Ayuntamiento evalúa y presupuesta, y, en caso de peligro manifiesto, acomete la obra y pasa el cargo. Menos frecuentes y más «delicadas» son las declaraciones de ruina, de las que se registran en Oviedo una media de dos anuales. La composición del suelo compromete también la seguridad de las estructuras como ejemplifican casos como el del Palacio de Deportes. La obra, recuerda Morales, tuvo que ser cimentada dos veces, porque la primera vez las corrientes de agua del subsuelo «se llevaron el hormigón» y hubo que utilizar cementos especiales. La construcción del aparcamiento ocasionó además que se cambiara la dirección de las aguas, con el riesgo de que «pueda volver a pasar».

básicos sobre la patología y los estudios patológicos de los edificios. Con frecuen-cia, estos contenidos se abordan en los últimos cursos, cuando el alumno tiene conocimientos suficientes de materiales y sistemas constructivos. A nivel de pos-grado, las escuelas de arquitectura y arqui-tectura técnica y la mayoría de colegios profesionales de arquitectos y arquitec-tos técnicos imparten conocimientos técnicos y científicos suficientes para especializarse en el diagnóstico y la re-habilitación de edificios. En la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid se dicta anualmente un máster en Patología de la Edificación (mpe) que en la actualidad dirige Juan Monjo.

«Falta una ordenanza municipal unificada»

P Instalaciones de la empresa CADESA, en Oviedo.

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Procesos patológicos asociados al climaLuis Ángel Capín explica que las lesiones, entre otras variables, están relacionadas con aspectos climatológicos como la hu-medad o el frío, así como con las carac-terísticas del terreno. Por ello, deterioros como la corrosión de armaduras del hor-migón aparecen con mayor frecuencia en áreas costeras. En el Principado de Asturias, por ejemplo, los pocos centros dedicados al control y a la asistencia de edificios construidos afrontan con fre-cuencia estos problemas de corrosión en las armaduras y en el hormigón en núcleos como Gijón, Avilés, Llanes y Luarca. A estos fallos se suman lesiones como la pudrición de la madera, asientos de ci-mentación asociados al terreno y otras relacionadas con defectos de cálculo o de ejecución. Además, existen también problemas asociados a las instalaciones y acabados (climatización, saneamiento, fallos en baldosas, parqués…) donde las intervenciones de estos técnicos son me-nos frecuentes y no suelen comprometer la seguridad ni entrañar altos riesgos, pero sí molestias a los usuarios.

A diferencia de otras competencias como la redacción de un proyecto que

OTRO áNGULO dIAGNOSTICAR EdIFICIOS

debe estar necesariamente vinculada a un arquitecto, el diagnóstico no es una acti-vidad reglamentada y puede ser realizada por técnicos de distintas especialidades. De hecho, apenas hay legislación en la materia y las condiciones para la evalua-ción estructural de edifi cios ya existen-tes se recogen en un anejo del Código Técnico de Edifi cación; una normativa de obligado cumplimiento en materia de edificación. En el texto, se habla de un proceso de evaluación por fases que incluye la defi nición de objetivos, la re-copilación de información, el análisis estructural, la verifi cación, la evaluación cualitativa y las medidas a adoptar.

Para Luis Ángel Capín se trata de un vacío legal lógico porque «es fácil determinar cómo se diseña un edificio, pero es prácticamente imposible legis-lar cómo debe investigarse lo que le está pasando».

Dramas humanos

W Corrosión de armaduras en vigas.

P Corrosión de armaduras en pilar y rotura del hormigón por expansión del acero.

CuriosidadesEl término patología se utiliza frecuentemente como sinónimo de lesión o deterioro, de forma incorrecta. La patología constructiva es el estudio de los problemas constructivos de un edifi cio o el conjunto de ellos, pero no cada uno, de forma individualizada.

EN NuMEROSAS OCASIONES casos de procesos patológicos saltan a la primera plana de los diarios por tragedias humanas o culminan con problemas que acaban resolviéndose en los tribunales. En Oviedo, por ejemplo, 362 viviendas tuvieron que ser desalojadas y demolidas hace algunos años en el barrio de Ventanielles. Un auto judicial determinó entonces que el fatal desenlace se produjo por causas exclusivas de su propia construcción, como las cimentaciones y la aluminosis, y no por las obras de un aparcamiento subterráneo encargado por el Ayuntamiento.

Hace apenas un año, en julio de 2009, el Ayuntamiento de Siero encargó un informe técnico al centro que dirige Capín sobre las grietas que aparecieron en las viviendas del barrio de Pumarabule, en Carbayín Bajo. La empresa, de capital privado, identifi có grietas en los muros de carga longitudinales que achacó a deformaciones en la cimentación del edifi cio y al asiento de la manzana. Los ocupantes de las 18 viviendas afectadas tuvieron que ser realojados en hoteles.

Afortunadamente, otras actuaciones, acometidas tras las pertinentes labores de diagnóstico, han supuesto la restauración, rehabilitación o adaptación a nuevos usos de edifi cios como el de La Laboral, en Gijón; los teatros Jovellanos y Campoamor, las plazas de toros de Oviedo y Gijón y las mejoras en las facultades de Ingeniería Industrial, Medicina y Geología de la Universidad de Oviedo. O

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LOS 130 METROS de altura de la Torre de la Universidad Laboral de Gijón y su espec-tacular reloj de cuatro metros de diámetro, cuyo valor artístico es —además— incalcu-lable, siguen conformando la construcción más alta del Principado. El skyline asturiano se ha elevado con el paso de los años, pero —de momento— ningún edificio le ha po-dido hacer sombra a la obra de Luis Moya. En Oviedo, la visera del Palacio de Congre-sos de Santiago Calatrava alcanza los 75,87 metros de altura y se ha convertido en la construcción más alta de la ciudad, más que

la torre de la Catedral, que mide 72 metros; la torre de Cajastur en Teatinos, que alcanza los 70 metros; y el edificio de La Jirafa, que apenas supera los 60. Por detrás queda la torre de los Carmelitas, en la calle Santa Susana, con 55.

Gijón se acerca al cielo más que el resto de ciudades asturianas aunque —si no fuera por la Torre de la Universidad Labo-ral, inspirada en el Faro de Alejandría— la media de los edificios más altos sería si-milar a la de Oviedo. En la actualidad, la villa de Jovellanos tiene 32 edificios resi-

denciales de entre 15 y 22 pisos de altura. La torre de Bankunión, en Álvarez Garaya, es — desde 1959— el techo urbanístico gijonés: mide 70 metros, exactamente lo mismo que la torre de Cajastur en Oviedo y, por su localización, pegado a la iglesia de San José, el rascacielos es perfectamente visible desde la punta de Liquerique, la playa de Poniente o El Musel. El edificio de Bankunión es el máximo exponente del de-sarrollismo de la década de los años sesenta y setenta; una época caracterizada por una absoluta indisciplina urbanística que, según

el TECHO de AsturiasREPORTAJE

ALTuRAS

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recuerda el arquitecto Ramón Fernández-Rañada (autor de todos los Planes Genera-les del concejo, excepto el último), tuvo sus años de plomo entre 1967 y 1975: «Los edifi-cios se construían en contra de la normativa urbanística y los promotores pagaban por exceso de altura con la connivencia de algún arquitecto municipal». Por ejemplo, el gijo-nés barrio de Pumarín cuenta con las seis torres de Sedes, con quince pisos cada una; en la Plaza Piñole está el segundo edificio más alto de Gijón, con 21; en la avenida de Pablo Iglesias, en la esquina con Ramón y

Cajal, hay otro gigante de 18; en la avenida de Torcuato Fernández Miranda hay torres de 15 pisos; y en Menéndez Pelayo, se alza el edificio Marlux, que alcanza los 19.

En los últimos años, las obras civiles también se han apuntado a la moda de construir en altura. En noviembre de 2010, el Viaducto de Artedo, en la Autovía del Cantábrico, sobrevolará las proximidades de la playa de la Concha de Artedo, en Cu-dillero, a 109 metros del suelo en la parte más elevada del que será el viaducto más alto y largo de Asturias. Sólo la Torre de la

Cuando en 1946, el arquitecto madrileño Luis Moya

Blanco diseñó la Torre de la Universidad Laboral de Gijón,

por encargo de la Junta del Patronato de la Fundación

José Antonio Girón (por aquel entonces, ministro

de Trabajo), no podía imaginar que su colosal obra

revolucionaría, desde entonces, la arquitectura asturiana.

Hoy, 65 años después, la Torre de la Laboral

—inspirada en el Faro de Alejandría— sigue siendo

el techo de Asturias. Gijón mira al cielo más cerca que el

resto de localidades asturianas, pero hay otros edificios

que también compiten en altura. Lorena Álvarez 1 Alfonso Suárez

REPORTAJE

el TECHO de Asturias

Universidad Laboral Los 130 metros de altura de la Torre de la universidad Laboral de Gijón y su espectacular reloj de cuatro metros de diámetro, cuyo valor artístico es, además, incalculable, siguen conformando la construcción más alta del Principado.

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REPORTAJE EL TECHO dE ASTuRIAS

Universidad Laboral de Gijón, con sus 130 metros, superará en la región la altura de la autovía en su punto más elevado. Otra joya de la arquitectura de altura en el Prin-cipado es el Viaducto Pintor Fierros, en el tramo Novellana-Cadavedo de la carretera nacional 632 de Ribadesella a Luarca. El ele-mento principal del viaducto, el Arco de la Regenta Ana Ozores, se eleva 105 metros sobre el fondo del valle; una espectacular obra que en 1996 ganó el Premio Interna-cional Puente de Alcántara. La construc-ción, a cargo de la empresa Ferrovial, del Arco de la Regenta, que cruza la garganta del río Cabo, supuso un punto de inflexión en la obra civil asturiana después de varias décadas denostando a los puentes-arcos de hormigón como estructuras sólidas en sustitución de los dinteles, que constituían soluciones evolutivas en las que, a lo largo del todo proceso constructivo, la parte del puente ya construida era capaz de sopor-tarse a sí misma, así como a las sobrecargas de las obras y a la fase siguiente del propio tablero.

La seguridadEn este tipo de construcciones, la seguri-dad se convierte en un elemento vital: «a la hora de diseñar los planos y de calcular las dimensiones, los coeficientes de seguridad deben de ser muy elevados. Y, además, hay que tener muy en cuenta las pruebas de seguridad», afirma Gonzalo Díez. Para el aparejador ovetense Pedro Carcedo hay muchas diferencias entre la construcción de una obra civil y un rascacielos, pero am-bas soportan cargas enormes, por lo que la «seguridad a la hora de hacer las pruebas de fuerza es muy importante». Y el apare-jador gijonés José Alberto González Lago cree que elementos como los arneses o los puentes de fijación son «imprescindibles» en la construcción de obras como el Via-ducto de Artedo. «Al margen de los con-troles convencionales se instrumentaron una serie de secciones. Se medían y pro-cesaban en tiempo real y con las tensiones en los tirantes, los axiles en los puntales y las tensiones en el tablero y en las dovelas. Los datos se comparaban constantemente», explica Juan José Arenas de Pablo, uno de

los arquitectos que diseñaron el Viaducto Pintor Fierros y el Arco de la Regenta. El paso del tiempo y el avance de las tecnolo-gías han facilitado la tarea a los arquitectos, a los aparejadores y a los técnicos, pero en el fondo «se construye igual ahora el Viaducto de Artedo que hace cincuenta > (pág. 33)

En noviembre de 2010, el Viaducto de Artedo sobrevolará las proximidades de la playa de la Concha de Artedo, en la autovía del Cantábrico, a 109 metros de altura en su parte más elevada, y se convertirá en el viaducto más alto y largo de Asturias

Viaducto de Artedo En noviembre de 2010, el Viaducto de Artedo, en la Autovía del Cantábrico, sobrevolará las proximidades de la playa de la Concha de Artedo, en Cudillero, a 109 metros del suelo en la parte más elevada del que será el viaducto más alto y largo de Asturias.

«El Calatrava»En Oviedo, la visera del Palacio de Congresos de Santiago Calatrava alcanza los 75,87 metros de altura y se ha convertido en la construcción más alta de la ciudad, más que la torre de la Catedral, que mide 72 metros; la torre de Cajastur en Teatinos, que alcanza los 70 metros; y el edificio de La Jirafa, que apenas supera los 60.

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REPORTAJE MOdERNISMO EN GIJÓN

Materiales imprescindiblesPero, ¿qué hace falta para que esta construcción en altura sea una realidad? Principalmente, «materiales elásticos que resistan grandes esfuerzos y estructuras metálicas o de hormigón que no sean rígidas al 100% y cuya característica principal sea la elasticidad», explica el aparejador ovetense Gonzalo Díez, que asegura que «la construcción de obras civiles no tiene nada que ver con la de los rascacielos».

Para construir, por ejemplo, un viaducto como el de Artedo, el ciclo constructivo es el siguiente: realización del conjunto de dovelas, lo que exige disponer de dos tirantes inclinados adicionales que amarran las secciones intermedias y que son desactivados y desmontados después de poner en carga el tirante principal de la siguiente fase; tensado inicial de las dovelas de la

serie; después, se levanta la pila de hormigón que nace del nudo formado por el eje del arco y el tirante que se acaba de poner en carga; y, a continuación, se prolonga el tablero construido mediante una grúa automóvil. En ese momento, el tablero está preparado para soportar el nuevo esfuerzo de tracción que va a introducir el tramo siguiente del viaducto cuando se reinicie el proceso constructivo. Como elemento auxiliar de construcción, suelen emplearse dos grandes grúas torre (aunque el número depende de la obra), que discurren sobre una vía carrilera, montada sobre los tramos de cajón metálico ya colocados sobre las pilas. Es importante también destacar el papel decisivo que durante todo el proceso desempeñan los estribos finales, que amarran en horizontal al tablero.

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REPORTAJE EL TECHO dE ASTuRIAS

El futuro mira al cieloEl futuro asturiano mira al cielo. En la actualidad, son muchos los proyectos que tienden a construir en altura y el Principado no se queda atrás. Sobre la mesa, varios proyectos que se encuentran en ejecución, o que se ejecutarán en los próximos años, que elevarán el skyline asturiano.

A finales de 2010, el Ministerio de Fomento y el Gobierno del Principado inaugurarán el Viaducto del Regueirón, en las proximidades de Salas, que forma parte de las obras de la autovía Oviedo-La Espina y que alcanzará, en su parte más elevada, 86 metros de altura.

En Gijón, la construcción en altura resurgirá en los próximos años con el desarrollo urbanístico del suelo liberado por el soterramiento de las vías. El plan de Jerónimo Junquera, que ya ha iniciado su tramitación municipal, incluye en su propuesta un total de siete torres, con una altura media de 23 plantas. De esas siete nuevas moles, una de ellas será la pieza principal del hotel de lujo en forma de espiral diseñado por Alejandro Zaera, con 22 plantas y 80 metros de altura; y otra, la torre Campanile, que marcará —con sus 19 pisos y 68 metros de altura— la nueva puerta de entrada a la ciudad por la calle Sanz Crespo. La más alta de las torres alineadas a lo largo de la Avenida de Juan Carlos I, con 27 plantas, fijará el nuevo techo urbanístico de la ciudad en 96,5 metros, sólo dos menos que la Giralda de Sevilla. En los próximos años, el Ayuntamiento de Gijón construirá la melliza de la torre Pléyades en la avenida de Oviedo, en los terrenos ocupados por el club Horóscopo. También está en fase muy avanzada el edificio Puerta del Sol, junto a la rotonda de Foro. El consistorio gijonés también está estudiando otros cuatro proyectos: dos torres en Nuevo Gijón, a ambos lados de la calle Dolores Ibárruri; y otras dos en El Cerillero, en la zona de Crady.

En Oviedo, las futuras torres de San Lázaro, diseñadas por el arquitecto Patxi Mangado, marcarán el nuevo techo urbanístico de la capital del Principado con sus 70 metros de altura. Dos torres de cristal, madera y aluminio, que tendrán la misma base, harán olvidar el fallido proyecto de las trillizas que el Ayuntamiento de la ciudad pretendía levantar en los terrenos de la antigua Estación del Vasco.

La construcción en altura es un nuevo estilo arquitectónico al que no son ajenas las urbes asturianas. «Las ciudades no pueden estancarse. Si la tendencia es construir hacia arriba, quedará muy bien en ciudades como Oviedo o Gijón», asegura el aparejador ovetense Gonzalo Díez. Aunque también tiene detractores. Para el gijonés José Alberto González Lago, es necesario hacer antes «un estudio sobre la sociedad y la cultura de cada ciudad. Hay que tener cuidado con el urbanismo descontrolado porque sino las ciudades serían un caos». El modernismo y la innovación aplicados a la arquitectura tendrán la última palabra.

Viaducto Pintor Fierros Otra joya de la arquitectura de altura en el Principado es el Viaducto Pintor Fierros, en el tramo Novellana-Cadavedo de la carretera nacional 632 de Ribadesella a Luarca. El elemento principal del viaducto, el Arco de la Regenta Ana Ozores, se eleva 105 metros sobre el fondo del valle; una espectacular obra que en 1996 ganó el Premio Internacional Puente de Alcántara.

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< (pág. 30) años la Torre de la Laboral. Nos basamos en los mismos principios», asegura el ovetense Gonzalo Díez. «Antes, las técnicas eran más rudimentarias y los cálculos matemáticos se hacían mental-mente; ahora, las nuevas tecnologías y las matemáticas nos han facilitado el trabajo», explica Díez. Y si siguen en pie «será por algo», confiesa Pedro Carcedo.

Hace 125 años, más de cincuenta ar-quitectos realizaron durante veinticuatro meses más de 5.300 dibujos para construir la Torre Eiffel, y cada una de las 18.038 pie-zas de hierro que se alzan sobre el río Sena posee —aún hoy— su propio esquema des-criptivo. Para hacer realidad aquel enorme mecano, que hoy es el símbolo de la capital parisina, hicieron falta «grúas de pivotes fijadas a los ascensores, andamiajes de ma-dera, vigas de setenta toneladas, arneses de seguridad… Lo mismo que cualquiera de nosotros utilizaría en la actualidad», afirma

el ovetense Pedro Carcedo. La historia ha simplificado las técnicas, pero no ha mo-dificado los principios matemáticos, de belleza y sobriedad sobre los que se alzan las construcciones más altas de Asturias, y del mundo. Al fin y al cabo, los rascacielos, los viaductos y los puentes más altos del planeta son el emblema de nuestra civiliza-ción y el símbolo del poder técnico y eco-nómico que la sociedad ha conquistado en los últimos años.

La torre de Bankunión, en Álvarez Garaya, es —desde 1959— el techo urbanístico gijonés: mide 70 metros, exactamente lo mismo que la torre de Cajastur en Oviedo y, por su localización, pegado a la iglesia de San José, el rascacielos es perfectamente visible desde la punta de Lequerique, la playa de Poniente o El Musel.

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EN EL IMPuESTO sobre la Renta de las Per-sonas Físicas (irpf) ha desaparecido la re-ducción de 400 euros por rendimientos del trabajo y actividades empresariales y pro-fesionales. Esta supresión supone de facto una subida de la recaudación impositiva y ya ha tenido su efecto, aunque reducido, en los sueldos y los rendimientos de los empre-sarios individuales y profesionales.

Se han incrementado igualmente las retenciones por rendimientos del capital mobiliario e inmobiliario y su tributación final en el irpf. Este aumento ha tenido efecto en los cobros de intereses, de di-videndos y en los contratos de alquileres de naves, oficinas y locales industriales. Como en variaciones anteriores de tipos de retenciones, son numerosas las oca-siones en que los retenedores no ajustan

La subida de impuestos en 2010

En el presente artículo se exponen brevemente determinadas consideraciones y aspectos prácticos sobre las distintas subidas de impuestos que se están produciendo en 2010. Alberto Martín Baragaña (Astureco PFS Asesores, S. L.)

sus recibos de alquiler y se ven obligados a rectificar sus facturas.

La subida de impuestos en los intereses no es pequeña, pues aunque la retención ha subido en términos absolutos un 1%, la tributación de estos rendimientos en la declaración anual por irpf sube en térmi-nos absolutos un 3% para cuantías supe-riores a los 6.000 euros percibidos. Esta elevación de impuestos ya dio lugar a que determinados repartos de dividendos de empresas se adelantasen a finales de 2009 para evitarla.

Mucho más importante en la recauda-ción puede ser la subida en el Impuesto sobre el Valor Añadido (iva). La subida es considerable, pues estamos hablando de un incremento en términos absolutos de dos puntos en el actual tipo normal

del 16%, que quedará en el 18% y de un punto en términos absolutos en el actual iva reducido, cuyo tipo actual hasta julio es del 7% quedará fijado en el 8%.

Este aumento del iva ha sido muy cri-ticado, primero porque se considera que puede ser perjudicial para la reactivación económica, pues si la subida de impuesto se traslada por los vendedores a los precios (algo muy probable y que dependerá sin duda del tipo de producto y de los márge-nes de su venta), la subida de los precios provocaría una reducción del consumo y por tanto de la actividad económica. En segundo lugar, por afectar más a quién menos renta tiene, pues en términos re-lativos consume más y por tanto soporta más este impuesto (aspecto regresivo de esta tributación). Y, finalmente, se le cri-tica pues se duda mucho sobre el efecto recaudador efectivo que la medida puede tener, ya que la recaudación por iva puede no incrementarse aunque aumente el tipo si se produce finalmente una reducción del consumo, y por tanto, de la base sobre la que se aplica el tipo.

La subida de este impuesto nos exige mucho cuidado en el iva que debemos aplicar, pues debe aplicarse el vigente en la fecha del devengo de la operación co-rrespondiente y no cuando se realice físi-camente la factura.

IVA incluidoCuestión especialmente importante es lo que ocurre cuando se firma un contrato con la previsión iva incluido, como puede ser el caso de contratos privados de com-pra de inmuebles. Cuando se pacta un contrato con esas condiciones, debe en-tenderse que los impuestos serán los que se encuentre vigentes en el momento de la operación definitiva (es decir, no cuando se firma el contrato privado, sino cuando se produce el devengo de la operación con la puesta a disposición, que en el caso de la compraventa de inmuebles se presume

ASESORÍA SITUACIÓN TRIBUTARIA

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con la firma de la escritura y la consiguiente entrega de llaves.

Sólo en aquellos casos en los que expre-samente el vendedor haya incluido en el contrato que se hará cargo de las subidas tributarias, procedería que éste asumiese dicha subida. Realizándose en todo caso la repercusión al tipo vigente en la entrega del inmueble.

Otro aspecto que debe resaltarse es el efecto de la subida del iva en las denomi-nadas certificaciones de obra. En ellas, como es sabido, el devengo del iva no se produce por la simple emisión de las mismas, sino que ese devengo se produce bien por la entrega de la obra o bien en el momento del pago de la certi-ficación, pues en este último caso se produce un pago an-ticipado que determina por sí el devengo del impuesto.

Cuando estemos ante cer-tificaciones de obra debere-mos estar pues, a la fecha del pago o entrega de la obra si esta es anterior al pago, para conocer el tipo aplicable en la operación.

En el caso de que tenga-mos que hacer abonos o mo-dificaciones de facturas tam-bién nos obligarán durante un tiempo a convivir con dos tipos de iva para una misma operación, y siempre te-niendo en cuenta el momento del devengo de la operación y no el momento en el que la factura rectificativa pueda realizarse.

Vemos por tanto que las modificaciones al alza en la cuantías de los impuestos no sólo conllevan el consiguiente perjuicio de la elevación del propio pago tributario, sino que además provocan una se-rie de complicaciones que nos exigen extremar el cuidado en no cometer errores que pos-teriormente pueden dar lugar a revisiones y sanciones por la Agencia Tributaria.

La última cuestión some-tida a debate parlamentario es la intención de aplicar el principio de caja en el naci-miento de la obligación del iva; es decir, que llevaría a ingresar el iva a la Adminis-

tración Tributaria cuando las facturas se hayan cobrado y no sólo por el hecho de haberse prestado el servicio o entregada la mercancía. Esta modificación, aunque muy razonable, y sobre todo para autó-nomos, profesionales y pequeños empre-sarios, requiere del consentimiento de la Comunidad Económica Europea y plantea numerosas cuestiones formales de muy difícil aplicación, destinadas sobre todo a que esta práctica requiera un mayor con-trol de la administración. Por ello, esta medida, aunque beneficiosa, los problemas que plantea son considerados por la gran mayoría de expertos como insalvables en su aplicación a corto plazo.

Hay que tener mucho cuidado

en el IVA que debemos aplicar, pues debe aplicarse el vigente en la fecha del devengo de la operación correspondiente y no cuando se realice físicamente la factura» O

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LAS VOCES de la agrupación coral inter-pretaron para la ocasión un pasaje astur, dirigido por Óscar Allen. Se trataba de A mí me gusta la gaita / Ayer vite en la fonte, compuesto por Jesús Gavito Feliz y Ós-car Sucunza, en una actuación en la que se incluyen «melodías silbadas, palmas, gol-pes de pecho, gritos y vivas, un recitado en la voz de Carlos Rodríguez y el propio

Sucunza, al piano», tal y como destacó el pasado 22 de noviembre en el citado dia-rio, Pepe Monteserín. El coro del Colegio comparte CD con otros coros de gran re-levancia. El vocal del Colegio destaca, no obstante, de la agrupación coral de la que forma parte que es «una de las más nume-rosas y acaso más modestas, pero con su corazoncito».

El coro del Colegio, en CD recopilatorioEl coro del Colegio continúa imparable, a pesar de las restricciones económicas. El pasado 2 de octubre, tal y como ya adelantaba el anterior número de Dovela en su editorial, Bloque al Canto se trasladó hasta el Conservatorio de Música de Sama de Langreo para la grabación de un tema que fue incluido en uno de los CDs de la colección 100 Años de Música Asturiana que, por fascículos, se entregó con el periódico La Nueva España y que, en funda especial, fue regalado a los colegiados con

motivo de la celebración de la Navidad. Redacción 1 Jorge Peteiro

ángulo Fotográfico

De gira y grabación con Bloque al Canto

Una parte de los tenores del coro, en plena grabación.

O

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El coro despide a Víctor García MartínezEl coro del Colegio despidió el pasado 6 de febrero a uno de sus miembros, el barítono Víctor García Martínez, natural de Sotrondio y quien fuera uno de los fundadores del antiguo Coro de la Ópera de Oviedo. Falleció el 4 de febrero mientras se encontraba esquiando en Pajares con un grupo de alumnos del colegio ovetense de San Pedro, durante la Semana Blanca.

La capilla ardiente se instaló en el tanatorio de Los Arenales, donde Bloque al Canto y otros músicos de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias interpretaron varias piezas en su honor.

Algunos componentes de Bloque al Canto delante del conservatorio langreano.

Los equipos de sonido captan las voces de los aparejadores. Óscar Allen dirige al grupo durante la grabación.

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ces Blancas del Conservatorio Valle del Nalón y el Coro Santiaguín, así como con el tenor Pablo Mori.

Ya inmersos en fechas navideñas, el 27 de diciembre, la agrupación coral del Colegio se trasladó hasta el Archivo de Indianos, en Colombres (Ribadedeva), para participar en el festival que cada año da el pistoletazo de salida al programa de actos previsto para esas fiestas. El anfitrión Coro de Ribade-deva y Bloque al Canto fueron los encar-gados de hacerlo en esta ocasión.

Por último, el pasado 3 de enero, los aparejadores volvieron a sacar lo mejor de sus voces en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, en un emotivo concierto que se dedicó a Marisa, componente de Bloque al Canto, que había fallecido recientemente. Junto a la coral del Colegio, salieron a es-cena la del Conservatorio Valle del Nalón y la de San Vicente de la Barquera. Los dos primeros dirigidos por Óscar Allen. Francisco de Celis dirigió la actuación de la agrupación cántabra. > (pág. 41)

Redacción 1 Alfonso Suárez El coro del Colegio volvió a subirse a los escenarios durante los meses de noviem-bre, diciembre y enero. El 6 de noviem-bre lo hizo en el Teatro Filarmónica de Oviedo, en el Concierto para la Infancia, celebrado con motivo del 50 Aniversario de la Declaración Universal de los Dere-chos del Niño. Tras la lectura de los artí-culos de la declaración, tuvieron lugar las actuaciones. Bloque al Canto compartió escenario con los coros Reconquista, Vo-

Actuación en el Concierto para la Infancia, en el Teatro Filarmónica. El tenor Pablo Mori también actuó en la gala aniversario de la Declaración Universal de los Derechos del Niño.

Coro del Conservatorio Valle del Nalón, en el Teatro Filarmónica. La agrupación coral actuando en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.

Un tour de solidaridad, homenaje y espíritu navideño

áNGULO FOTOGRáFICO dE GIRA Y GRABACIÓN CON BLOquE AL CANTO

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ÁNGULO FOTOGRÁFICO

Foto de familia de Bloque al Canto, ante el Archivo de Indianos. Bloque al Canto, durante su actuación en Colombres.

Miembros del coro, cantando en la capital ribadense.

Pepe Monteserín se dirige al público del Auditorio. Óscar Allen, en plena dirección del coro, en el Auditorio de Oviedo. Coro de Ribadedeva.

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áNGULO FOTOGRáFICO dE GIRA Y GRABACIÓN CON BLOquE AL CANTO

< (pág. 38) Más recientemente, el pa-sado 2 de abril, Bloque al Canto participó en la gala benéfica que Cruz Roja organizó, en colaboración con La Asociación de Baile Filandón y la Asociación de Intérpretes de Canción Asturiana, en solidaridad con Haití, y que tuvo lugar en el Teatro Filarmónica. Además del coro del Colegio, intervinieron Josefina Argüelles, Avelino Fernández, Ós-car Fernández y la Bandina Les Campes.

Además, dentro del programa de fies-tas de El Bollo, en Avilés, las voces de los aparejadores también salieron a escena el 5 de abril en un Encuentro Coral de Habaneras junto a la Coral Polifónica de Llanera, el Coro Minero de Turón y la Agrupación Polifónica del Centro Astu-riano de Avilés.

Foto de familia de las agrupaciones participantes en el Encuentro Coral de Habaneras, en Avilés. Bloque al Canto durante su actuación en el Teatro Filarmónica.

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ÁNGULO FOTOGRÁFICO

La seguridad en MéxicoEL MIEMBRO de la Junta de Gobierno Rafael Riera ha hecho llegar a la re-dacción de Dovela una serie de foto-grafías que él mismo realizó en un viaje a México, en el que pudo comprobar la total ausencia de medidas de seguri-dad con que se trabaja en el sector de la construcción en ese país. Las imágenes hablan por sí solas.

El Colegio concede su segunda beca de ayuda al estudio

PAuLA Gutiérrez Echevarría, de 21 años y natural de Oviedo, ha sido la segunda be-neficiaria de la beca que desde el pasado año, y a iniciativa de Aquilino Reguera Arias, concede nuestro Colegio para ayudar a los universitarios con el coste de sus estudios. El 22 de septiembre, el presidente, Pedro Jiménez, entregó a la joven el cheque, por un valor de 4.000 euros, en presencia de los miem-bros de la Fundación, Faustino Iglesias y Patricia Toyos.

La estudiante becada, acompañada por su padre, Alberto Gutiérrez, no ocultaba cierto nerviosismo. Paula se decidió por estos estudios porque era algo que desde pequeña le gustó. «Mi padre es encargado de obra, le veía manejar planos y siempre me llamó la atención», explica. Primero hizo un módulo de grado superior de Desarrollo de Aplicación de Proyectos de Construcción y ahora se ha animado a iniciar los estudios universitarios. Y optó por hacerlo en Burgos «por su cer-canía». La joven estudiante se mostró «muy contenta» y agradecida por la beca que recibía.

El presidente del Colegio destacó que «la beca es una ayuda importante», pero también recordó a la futura aparejadora que quedaba ya de su mano sacar adelante los estudios. También le advirtió que en la facultad que ha seleccionado tendrá que

poner mucho de su parte. «Allí aprietan…», le indicó con una sonrisa, aludiendo a la fama de dura que tiene esa Universidad. El día en que recogió el cheque en la sede del Colegio, Paula Gutiérrez estaba de-

seando verse ya instalada en la residencia de estudiantes de Burgos en la que pasará el curso. Reconoció, no obstante, que iba «con un poco de miedo, con ganas… Con un poco de todo».

El presidente del Colegio, Pedro Jiménez, entrega el cheque a Paula Gutiérrez en presencia de Patricia Toyos y Faustino Iglesias.

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ÁNGULO FOTOGRÁFICO

El Colegio entrega un Premio Fin de Carrera de la Licenciatura de Geología

EL COLEGIO Ofi cial de Aparejadores y Arquitectos de Técnicos del Principado de Asturias volvió a entregar este año el Premio Fin de Carrera de la Licenciatura de Geología, que en esta ocasión fue para la alumna Laura Rodríguez Rodríguez.

El vocal Pepe Monteserín hizo entrega del premio a la alumna que este año resultó galardonada por sus excelentes resultados en la carrera. El acto tuvo lugar en la Biblioteca de la Universidad coincidiendo con el día de su patrona, Santa Catalina de Alejandría.

En recuerdo y agradecimiento de la concesión de este premio, el rector Vicente Gotor Santamaría hizo entrega al Colegio de un diploma acreditativo.

Teitos continúa cosechando éxitosEL LIBRO de Carmen-Oliva Menéndez, Tei-tos continúa cosechando éxitos desde su publicación. Las últimas felicitaciones han llegado desde la Biblioteca Central de Escocia, la Biblioteca Británica, de Dortmnd, Berlín… manifestando su inte-rés por esta obra, a pesar de estar escrita en español, un idioma escasamente conocido en estos países. El libro aparece además incluido en el catálogo de las Bibliotecas del Congreso y la Avery de Arquitecura de Columbia. También recibimos una carta de agradecimiento desde Bogotá.

Patrocinadores en la ceremonia de entrega de los Premios Fin de Carrera. Pepe Monteserín con la alumna premiada de Geológicas Laura Rodríguez Rodríguez.

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¿Por qué momento pasa actualmente el mundo de los seguros en la construcción?

De los cuatro principales agentes de la construcción: promotor, constructor, arquitecto y aparejador, lo frecuente es encontrar que los dos primeros sólo contra-tan un Seguro Todo Riesgo Construcción, nombre pomposo que designa a un seguro que solamente cubre, como riesgos princi-pales, los accidentes laborales y los daños a colindantes mientras la obra está viva, pero no los daños a la propia edificación cuando ésta se ha terminado. Adicionalmente, si hablamos de viviendas, el promotor está obligado a contratar el Seguro Decenal de Daños, que garantiza los daños estructura-les, prácticamente el colapso del edificio. Frente a estas coberturas parciales, los apa-rejadores cuentan con la cobertura plena de su responsabilidad civil profesional, gracias a que desde hace 26 años su mutua, musaat, les protege ante las reclamaciones de terceros. Una garantía vital para su ac-tividad profesional, que siguieron también los arquitectos con su propia mutua. Este esquema de aseguramiento de los principa-les agentes constructivos es especialmente importante en momentos como el actual,

al asegurador, y por tanto y lógicamente, mayor prima; aunque las variaciones de ésta no son proporcionales a las del pem. Es especialmente importante que el pem declarado sea el real, dado que la prima debe ser la justa para el riesgo asegurado. Si no lo fuera, podría dar lugar en el mo-mento del siniestro a la aplicación de una regla de equidad en función del pem real que se debió declarar.

¿Afecta en algo la actual crisis financiera en el coste de los seguros?

musaat es una mutua y por tanto carece de ánimo de lucro. Nuestro objetivo es por tanto equilibrar las cuentas, con beneficio cero. Así que primas y rentabilidad de las inversiones deben compensar el coste de la siniestralidad. En la actual crisis, que el sector de la construcción vive inten-samente desde septiembre de 2007, cada año ha sido peor que el anterior en activi-dad y por tanto en primas de seguro. Sin embargo, la siniestralidad se mantiene en niveles elevados. Además, estamos en mí-nimos en tipos de interés, lo que también reduce nuestra rentabilidad financiera. Coinciden todos los aspectos negativos de un ciclo bajista largo.

donde cada vez es más frecuente encon-trarse con otros agentes insolventes o en concurso de acreedores.

¿Cómo se determina el precio de un seguro en construcción?

Depende de qué agente de la construc-ción y de qué seguro hablemos. Sí nos re-ferimos a los aparejadores, es necesario es-pecificar de qué intervención profesional se trata. No es lo mismo una dirección de ejecución de una obra, que una coordina-ción de Seguridad y Salud, o una tasación. En general, el coste del seguro, la prima a pagar, depende del riesgo que represente para el asegurador esa intervención pro-fesional, pero es muy importante saber que bajo principios mutuales, en los que el asegurador ni tiene ánimo de lucro ni existe un capital que se debe remunerar, las primas son habitualmente y justifica-damente más baratas.

¿Influye el tipo de obra?Continuando con la responsabilidad ci-

vil profesional de los aparejadores, no es tan importante el tipo de obra como su ta-maño, medido a través del presupuesto de ejecución material (pem). Mayor pem, ma-yor cuantía puede tener una reclamación

MUSAAT JOSÉ ELÍAS GALLEGOS DÍAZ DE VILLEGAS

Claves de los seguros en la construcciónEl director general de MUSAAT, José Elías Gallegos Díaz de Villegas, explica para Dovela los entresijos de los seguros de construcción

Cómo funcionan los sistemas de primas, en qué medida influyen los siniestros en las subidas y las coberturas disponibles, entre otras cuestiones, son algunas de las preocupaciones que los aparejadores tienen respecto al funcionamiento de los seguros en la construcción. Para tratar de aclarar el funcionamiento de este servicio obligatorio, muchas veces incomprendido, hemos hablado con el director de la Mutua. Redacción

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¿Y en Asturias en concreto?De acuerdo a nuestros datos, midiendo

la actividad en pem de direcciones de eje-cución de obra nueva declarado por nues-tros mutualistas en toda la comunidad as-turiana, respecto a los máximos de 2006, en 2007 cayó un 19,2%; en 2008, ya con la crisis en plena intensidad cayó un 24,8% respecto a 2007; y en 2009 cayó un 45,5% respecto a 2008. Estas cifras muestran un comportamiento algo distinto del total nacional, puesto que en Asturias la crisis está siendo algo más suave que en el resto de España. Mientras tanto, la siniestrali-dad no decrece. Hablando de número de siniestros, en 2006 en Asturias los apare-jadores recibieron 76 reclamaciones, y 93, 111 y 143 en los tres años siguientes, respec-tivamente. En 2009 el número de sinies-

tros es casi el doble que tres años antes. Dentro de las zonas geográficas españolas, hablamos de un Colegio con siniestralidad sensiblemente superior a la media.

¿qué variantes se tienen en cuenta a la hora de fijar los bonus/malus?

La gran mayoría del colectivo de apare-jadores en España está en situación de bo-nificación de sus primas por no siniestrali-dad, lo que significa que cuando menos du-rante los cinco últimos años no recibieron reclamaciones de terceros por su actividad profesional. La mutua es muy generosa en sus bonificaciones por no siniestralidad, tanto individuales, que permiten hasta un 20% de descuento en prima fija, como de zona, que permite otro descuento adicio-nal de hasta el 20% en primas fijas y com-plementarias. Por el contrario, hay muy

pocos asegurados en situación de malus, no llega al 2%, pero el peso de su sinies-tralidad es quince veces mayor que su peso en el colectivo. Simplificadamente, para entendernos, para tener recargo en primas (malus) es necesario frecuencia y cuantía importante en los siniestros. Desde este año, los asegurados en malus tienen una franquicia a su cargo en futuros siniestros, aunque la mayoría ha asegurado con la mu-tua esta franquicia, alternativa ésta que ha tenido una gran acogida por los asegurados en esta situación.

¿Cuánto puede llegar a pagar un cliente de alta siniestralidad?

Los recargos por malus pueden llegar, en el peor de los casos, al 150%, pero es-tos recargos no compensan a la mutua, ni mucho menos, el déficit económico que le causan los asegurados en esta situación. Al ser una mutua, los desequilibrios que generan unos pocos los acaban pagando todos. Es importante que los asegurados en «bonus» sean conscientes de esto.

¿Cómo funcionan las bonificaciones a los asegurados sin siniestralidad?

La bonificación personal por no sinies-tralidad se consigue a partir del quinto año consecutivo sin siniestro alguno, y es el 10% de la prima fija. Si se continúa en tal situa-ción otros dos años, el descuento pasa a ser del 15%. Finalmente, a partir de ocho años consecutivos sin siniestro, el descuento es del 20% y así cada nuevo año. No es fre-cuente una bonificación en otros seguros, y menos que se tan alta, pero desde la mutua entendemos que se debe premiar especial-mente a los mejores asegurados.

¿Cuánto dura la responsabilidad de un seguro en la construcción?

Habitualmente y de manera coloquial se habla de la responsabilidad decenal, pero los aparejadores deben ser conscien-tes de que pueden recibir reclamaciones más allá de este plazo.

Conforme a la Ley de Ordenación de la Edificación, cuyas disposiciones son aplicables a las obras para cuyos proyectos se solicite la correspondiente licencia de edificación a partir de su entrada en vigor (mayo del año 2000), la principal respon-sabilidad imputable al aparejador debería ser la denominada trienal, que es la relativa a los daños materiales causados en el edifi-cio por vicios o defectos de los elementos constructivos o de las instalaciones que ocasionen el incumplimiento de los requi-sitos de habitabilidad de la citada norma manifestados en los tres primeros años desde la fecha de recepción de la obra sin

En la actual crisis, que el sector de la construcción vive intensamente desde

septiembre de 2007, cada año ha sido peor que el anterior en actividad y por tanto en primas de seguro»

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MUsAAT JOSÉ ELíAS GALLEGOS díAz dE VILLEGAS

reservas o desde la subsanación de éstas (plazo de garantía), y reclamados en los dos siguientes a la fecha en que se produzcan dichos daños (plazo de prescripción).

No obstante, la actuación profesional del aparejador como director de la ejecu-ción también le puede generar respon-sabilidades por los daños materiales que afecten a la cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, los muros de carga u otros elementos estructurales, y que comprometan directamente la resisten-cia mecánica y la estabilidad del edificio. Estos daños deben manifestarse durante los diez primeros años, con lo cual se am-plia el plazo de garantía, si bien el plazo de prescripción se mantiene en 2 años.

Al margen de la LOE, existe también la denominada responsabilidad civil ex-tracontractual propia de los daños a co-lindantes y daños personales cuyo plazo de prescripción es de un año desde el co-nocimiento por parte del perjudicado, así como la responsabilidad civil contractual inherente a las reclamaciones que recibe el arquitecto técnico del propio promotor y cuyo plazo de prescripción es de 15 años.

Por último, no debemos olvidar que a las obras anteriores a mayo del año 2000

no es de aplicación la Ley de Ordenación de la Edificación, manteniéndose en vigor el artículo 1591 del Código Civil que prevé un plazo de garantía de 10 años desde que concluyó la construcción durante el cual deben aparecer los defectos, y que pueden ser reclamados durante 15 años desde su manifestación. El citado artículo, aunque habla literalmente de ruina del edificio, ha sido objeto de un extenso desarrollo jurisprudencial que al final ha encajado dentro de dicho concepto tanto la ruina física, entendida como el perecimiento total o parcial de la edificación, como la ruina funcional que comprendería aque-llos defectos que no afectando a la estabili-dad del edificio inciden en las condiciones de habitabilidad del mismo, dejando tan sólo al margen aquellos daños calificados como simples imperfecciones corrientes.

¿La conclusión?De este amplio y confuso escenario nor-

mativo, se puede concluir que la responsa-bilidad profesional del arquitecto técnico permanece latente. Durante largos plazos, a los que hay que unir también la extensa tramitación judicial de los siniestros, pues esta vía es por la que optan el 80% de los reclamantes, tiene un efecto muy negativo sobre la suma asegurada, y la que se creía su-ficiente durante la obra resulta que después no cubre el importe de toda la reclamación. Es muy importante contar con sumas ase-guradas altas. Mi recomendación siempre es que no se queden en las mínimas, pese al enorme esfuerzo que desde musaat hemos venido realizando para que ésta sea cada vez mayor.

¿qué primas puede contratar un aparejador asturiano?

La prima es indivisible y así lo especifica el contrato de seguro. No obstante, como facilidad de pago, se fracciona en prima fija, en dos pagos, y primas complementarias por cada intervención profesional. Parece justo que cada intervención profesional ge-nere una prima, pues incorpora más riesgo a la mutua. Cada intervención profesional visada tiene su correspondiente prima, en

En 2009 el número de

siniestros en Asturias es casi el doble que tres años antes»

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función de dicho riesgo. Es lógico que la de una tasación sea mucho menor que la di-rección de ejecución material de una obra. Pero este sistema es sólo una forma prác-tica de facilitar el pago de una prima anual y, como decía, indivisible. Esta naturaleza de prima indivisible tiene muy importantes consecuencias que los aparejadores deben tener presentes, como se indica en la póliza: la primera, que todas las primas fijas y com-plementarias tienen que estar pagadas para que la cobertura esté en vigor; y la segunda, que no estamos ante un seguro de obras, sino ante un seguro en base a reclamacio-nes, por lo que, para que exista cobertura, debe estar pagada toda la prima del año en que se recibe la reclamación.

¿qué quedaría fuera de cobertura en la contratación de un seguro?

Toda póliza tiene alguna exclusión, por-que de lo contrario serían tantos los posi-bles siniestros que la prima tendría que ser altísima, inabordable. Siempre tiene que

haber un equilibrio entre prima y cober-turas. Nuestra póliza cubre la gran mayo-ría de las reclamaciones que reciben los aparejadores, que son las que provienen de su ejercicio profesional y se manifiestan con un daño material o personal. Este año incluso tienen disponible una cobertura adicional, de contratación voluntaria, para extender aquellas coberturas a los errores de replanteo. Y estamos preparando una garantía voluntaria adicional más, que cubrirá la defensa jurídica en supuestos excluidos de la póliza principal, que espe-ramos tener muy pronto disponible. In-tentamos día a día mejorar más, si cabe, las coberturas, teniendo claro que algunas reclamaciones puramente patrimoniales, tales como las desviaciones en certifica-ciones, es imposible asegurarlas.

Hablando del futuro, ¿se prevén encareci-mientos de las primas?

Estamos en una mutua que, como de-cía, tiene que equilibrar primas y siniestra-

Buzón de los asegurados: musaat ofrece a los asegurados resolver sus dudas a través de la revista. Los colegiados deberán remitir sus consultas por escrito a: Rafael Riera Cadavieco, vocal de Mutua y Seguros. C/ Principado 8, principal dcha. 33007 Oviedo.

lidad, entendida esta última como el valor económico de las reclamaciones recibidas por los aparejadores. El día a día nos in-dica que el número de reclamaciones sigue creciendo, pero todo nuestro esfuerzo se dirige a gestionar lo mejor posible los si-niestros, reduciendo su coste. Existe, no obstante, un factor que en gran medida se escapa de nuestro control: la insolvencia de otros agentes, básicamente promotores y constructoras con las que trabajó el apa-rejador. En un régimen legal de solidaridad en las condenas, esta situación sólo nos causa perjuicios. Así que la futura evolu-ción de las primas depende de algunos fac-tores sobre los que podemos actuar, pero también de otros muchos sobre los que musaat no tiene influencia alguna y nos vienen dados.

¿desea finalizar con algún mensaje para los aparejadores asturianos?

Simplemente terminar recordando las enormes ventajas del modelo de asegura-miento de musaat en la Responsabilidad Civil Profesional de los aparejadores, algu-nas de las cuales ya he ido mencionando. La primera es que pueden sentir la compañía como propia. Estamos muy cerca de sus problemas e inquietudes y nos tienen muy cerca en la gestión. Además, nuestro seguro tiene otras muchas ventajas. Por citar sólo algunas: los asegurados disponen de una suma asegurada por siniestro, no por año; que disponemos de una experimentada red de letrados en derecho de construcción y seguros; que desde hace más de un cuarto de siglo, la Mutua viene garantizando la responsabilidad civil profesional de los aparejadores de manera ininterrumpida, constante y estable, lo que es especialmente importante en este ámbito, donde la dura-ción de las garantías legales más la de los propios siniestros es prolongadísima; que ofrecemos gratuitamente cobertura para jubilados, incapacitados y herederos; y fi-nalmente, que con unos gastos de gestión bajísimos y sin la necesidad de retribuir al capital, nuestros mutualistas pagan las me-nores primas posibles.

¿En qué escenario se mueve el aseguramiento en esta provincia?La gran mayoría del colectivo de aparejadores, en Asturias y en toda España, está asegurado en musaat. No debe constituir una sorpresa para nadie, pues somos la única opción aseguradora que viene ofreciendo cobertura estable y continuada a los aparejadores durante más de 26 años. Algunos otros aseguradores han venido, y seguro que vendrán, atraídos por los cantos de sirena que para ellos son las altas primas, algo de lo que somos bien conscientes en musaat. Los aparejadores, como en su mutua los arquitectos, pagan altas primas. Pero es que la siniestralidad es mayor aún. Cuando otro asegurador descubre esto, quizás han pasado dos o tres años, y se pega el batacazo, del que con frecuencia solo ve una forma de salir: no renovar la cartera de pólizas. Podría mencionar muchos ejemplos de esta historia, que tozudamente se repite en el tiempo. Los que han aprendido bien esta lección son los Colegios, y de ahí su fidelidad a la Mutua. Ellos fueron quienes, junto con el Consejo General, promovieron la constitución de la Mutua, hartos de lidiar con un mercado que huía de este colectivo.

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la entrada, aunque ahorramos en el avión, que fueron 90 euros y en el hotel, que era bueno, barato y estaba en el centro», señala. Pero es que otros amigos que también viaja-ron al concierto, como eran Alberto Hevia (El Pele), cantante de Los Juniors, y Carlos Abeledo, pagaron menos de la mitad por su entrada, unos 80 euros, «y se apuntaron a última hora», apostilla Alonso Cifuentes. Pero la ocasión, merecía el esfuerzo.

«Ver las manos de Marvin, que siguen tocando como los ángeles, en un vídeo

«YO CREO que los descubrí en un guateque, en una casina de Cimadevilla, y me colgué de aquel Marvin, feo, con gafas, que tenía algo y que tocaba la ‘Fender’ como nadie, y lo sigue haciendo como ninguno». De este modo recuerda el aparejador Nacho Alonso Cifuentes la primera vez que escu-chó a Los Shadows. «Marvin y ‘Fender’ ha-cen un dúo inseparable, como Armstrong y la trompeta, Elvis y el rock o el Gordo y El Flaco», resalta, mientras asegura que a este grupo lo sigue «toda la gente de la

música de los 60-70 desde que teníamos 15 años». «Fueron antes que Los Beatles y to-dos los grupos de aquella época, ingleses y no ingleses, los tenían como referencia del buen hacer», apunta. Por eso, consciente de la importancia de la banda, quiso ser previsor a la hora de preparar su viaje del pasado octubre, cuando iba a disfrutar en directo de la música de mítico conjunto.

Con dos o tres meses de antelación se puso a preparar la experiencia. «Nosotros, listos y previsores, pagamos 200 euros por

El aparejador Nacho Alonso Cifuentes viajó a Londres el pasado 23 de octubre para asistir al

concierto de los míticos Shadows junto a varios amigos, miembros de grupos musicales de las

décadas de 1960-1970, en una memorable experiencia. Irene García

Piezas sueltas

Londres, a ritmo de LOS SHADOWSViaje al rock de los 60

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aunque reconoció que Richards le impre-sionó «por su personalidad y fuerza, voz perfectamente modulada y ese ‘puntín’ de estrella de los 60 que derrocha».

¿Y si tuviera que elegir una canción de este grupo, cuál sería? «Me > (pág. 51)

previo al concierto en el que se ponía una muñequera y se veían con arrugas y manchas de vieyu» fue algo que encantó a Nacho Alonso. «Cosas de la edad», consi-dera. Era la primera vez que iba a ver a Los Shadows en directo. Antes sólo los había visto en vídeos, por televisión… Y, tras haberlos disfrutado ya sobre el escenario, este aparejador destaca «el sonido, lim-pio, exacto pulcro» de su actuación. Gran amante de la música, este aparejador ha asistido a muchos conciertos a lo largo de

su vida, algunos de grandes estrellas como Los Beatles, Los Rollings, Ray Charles, Animals… y lo tiene claro: «Nunca oí un sonido tan limpio y claro como el de ese concierto».

Cliff RichardsEl concierto estuvo dividido en dos par-tes, una en la que actuaba Cliff Richards acompañado por Los Shadows y otra, del grupo ya solo sobre el escenario. Al apa-rejador asturiano le gustó más la segunda,

Fueron antes que los Beatles y todos los grupos de aquella época, ingleses y no ingleses, los tenían como referencia del buen hacer»

Londres, a ritmo de LOS SHADOWS

El grupo, a las puertas del Cavern Club; de izquierda a derecha, Nacho Alonso, Luis Cuervo, Fernando, Miguel Escalada, Escotet y Carlos Miranda.

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EN sU INTERIOR algo le impulsaba hacia la música. Siempre sintió una gran atracción por ella. Es una afición que le viene de siempre y no está exento de pequeños traumas. Tal es así que recuerda «de niño, cuando vivía en el Coto San Nicolás en Gijón, la envidia que pasaba al ver a Patricio (un amigo suyo) y a otros ir a dar clase de guitarra, violín… con José Rodríguez Lana (hermano de Manuel, Marola, gran pintor asturiano)». Él dice que no sabe por qué circunstancia no podía ir. También recuerda «cuando cantaba al estilo Joselito o algo parecido y me subían a la mesa de algún chigre al que iba con mis padres y me hacían cantar una colombiana o La Campanera». Estos fueron sus primeros pinitos artísticos.

Ya con 15 años empezó a tocar la guitarra, siendo autodidacta. «En aquel tiempo no hacía falta ni profesor, ya que por cualquier esquina del colegio o del instituto salía alguna conversación de música, acordes…». Fue entonces cuando crearon el primer grupo Los Pipper, teniendo como cantante a Luis Cuervo, con el que aún hoy sigue compartiendo escenario con Los de Siempre. También formó parte de Los Gritos y se unió con Botamino a Los Blues. Cuando se fue a Burgos a estudiar Aparejador tocaba ya esporádicamente durante el verano o las Navidades.

Eso sí, hace unos diez años, más o menos, se decidió a empezar a tocar otra vez y formaron Los Sonys, al que siguió Los de Siempre, con el que aún sigue. Y, lejos de aquellos días en que se subía a las mesas para demostrar su habilidad vocal, ahora lo hace como un miembro más de Bloque al Canto, el coro del Colegio de Aparejadores. Fue uno de los iniciadores, a petición de Luis Cano.

Nacho Alonso se reconoce muy a gusto en el arte y asegura que le encanta la pintura. Además, su habilidad con el dibujo le ayudó en su vida profesional y en sus estudios. «Curiosamente, luego profesionalmente y por alguna extraña circunstancia, me especialicé en el cálculo de estructuras, que parece lo opuesto a la expresión artística, aunque a veces se mezclan esas facetas cuando me toca calcular con arte o interpretar música o diseños cuadriculadamente», apunta. Actualmente participa en un estudio de arquitectura con un arquitecto, un perito, delineantes… Prácticamente su trayectoria se ha desarrollado como profesional liberal aunque, asegura que «en la actualidad, me doy cuenta de que esta estructura se acaba y llega el momento de cambiar de modelo haciendo no sé qué y olvidándome, a mi pesar, de instituciones rígidas que, poco a poco, y como pasa con algunas otras cosas, van perdiendo el norte».

PIEzAs sUELTAs LONdRES A RITMO dE LOS SHAdOwS

Nacho Alonso frente a los estudios de Abbey Road.

De clara vocación musical

En aquel tiempo no hacía falta ni profesor, ya que por cualquier esquina del colegio o del instituto salía alguna conversación de música, acordes…»

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Dovela 51

< (pág. 49) encanta la de Won-derful Land y me pone los pelos de punta la suavona e insupera-ble Sleep Walk. Y qué decir de Ni-vram…», responde, al tiempo que cuenta cómo en el concierto se «hicieron versiones acústicas de Estremécete, con Cliff Richards exagerando gestos en plan mimo, y encontré canciones de esas que suenan de toda la vida, como la mú-sica del programa Protagonistas, de Luis del Olmo, de la que su versión más conocida de siempre es de Los Shadows».

El concierto se desarrolló en el estadio Wembley Arena, en el que Nacho Alonso no había estado hasta entonces y al que considera «perfecto para conciertos por su acústica y capacidad». Y lo describe: «Es rectangular y no destaca por su arquitec-tura: la típica nave a dos aguas en la que el escenario está en el lado corto. Pero al final esa simplicidad, y seguramente la dis-posición que se lleva, hace sentirse a uno cómodo en su interior».

Nacho Alonso fue acompañado de distintos miembros de grupos de las décadas de 1960-1970. Fue-ron en torno a una decena, entre ellos Carlos Miranda (de Los A-2 y luego Los Bríos), Miguel Esca-lada (locutor de radio, presenta-dor de Qué noche la de aquel día), Luis Cuervo (apodado El Ma-riñan, cantante de Los Surcos), Escotet (cantante de Los Espec-tros, de Oviedo) y Fernando (El Pipas, un gijonés muy querido en el ambiente musical). Además, se encontraron ya en Londres con otro grupo con el que estu-vieron prácticamente todo el tiempo en-tre los que se encontraban los hermanos Del Campo, Felipe y Tomás (del grupo A-2 y Los Bríos, Felipe se unió también más tarde a Botamino).

Algo de turismoEl viaje fue organizado expresamente para asistir al concierto. No obstante, hubo tiempo para conocer mucho de Londres, ya que su estancia se prolongó durante siete días, de los que uno lo de-dicaron a conocer el Liverpool de Los Beatles. Visitaron el museo dedicado a ellos, «perfecto para el que quiera cono-cer la historia y vida del grupo. Son 43 salas que empiezan cuando Paul vio a Lennon tocando en un colegio de mon-jas para colegiales y decidió hablar con él

para empezar a tocar juntos». También realizaron el viaje en el autobús Magical Mistery Tour II «visitando las casas de

todos ellos, la zona donde juga-ban, las calles que dieron nombre a canciones famosas como Penny Lane…». Y visitaron también el Ca-vern Club, el famoso local donde Los Beatles tocaban.

No faltaron en el viaje las anéc-dotas. Como no podía ser de otro modo, yendo de camino al con-cierto y al pasar por el histórico es-tudio donde Los Beatles grabaron su famoso Abbey Road, no pudie-ron evitar la tentación de hacer la foto, ya típica, cruzando la calle por

el paso de peatones, igual que hizo en su día el grupo. Eso sí, «todo a cachinos, porque venían coches y hay que espabilar, aunque luego nos dimos cuenta de que los ingle-ses son muy ingleses, paraban y esperaban, pues debe ser cosa de todos los días».

Ya cerca del estadio, tras bajarse del metro, recuerda Nacho: «Vimos un matri-monio con bastón, agachaínos, y en broma comentamos: ‘Mira, irán al concierto’. Cuando nos acercamos a ellos… Llevaban una camiseta con la frase I love Shadows. Iban para allá».

Y una vez en la cola, fruto del aburri-miento, el grupo con el que iba se puso a cantar «aquello de Años jóvenes» y toda la cola se unió susurrando y moviéndose, demostrando el buen ánimo que traían». Y es que, añade el aparejador, «hay que ver que la media de edad era de 70 años, nosotros éramos neños». «Había muletas, sillas de ruedas, progres de los 60 y de más años, joyas, jóvenes, vaqueros, trajes, bombines… Y toda la gama entre quincea-ñeros raros y octogenarios también raros», describe. Todo un cóctel explosivo para un concierto memorable.

Nacho Alonso pudo ver a Los Shadows en este viaje, pero aún tiene pendientes algunas actuaciones que no se querría perder. «Otro grande al que sí espero ver es a Eric Clapton, gran guitarrista». Sin embargo, se ha quedado con las ganas de disfrutar de otros. Así, menciona a Freddy Mercury y los Queen. «Me hubiera gus-tado y se me pasó», lamenta.

PIEzAs sUELTAs LONdRES A RITMO dE LOS SHAdOwS

R Estadio Wembley Arena, de Londres.

El Wembley Arena es

rectangular y no destaca por su arquitectura: la típica nave a dos aguas en la que el escenario está en el lado corto»

QT Marvin, con su guitarra ‘Fender’ durante el concierto y la «juventud exaltada durante la actuación, la canción era lenta», bromea el aparejador.

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MIGUEL MINGOTES plasma su poesía en el calendario del ColegioEl almanaque, creado por el poeta Miguel Mingotes junto a

la fotógrafa Nuria Villemur, transforma la profesión en poesía

visual a través de doce imágenes con recurrentes textos para el

disfrute y la reflexión. Irene García 1 Alfonso Suárez

Piezas sueltas

dOCE MESES, 365 días; es decir, un año. El ser humano ha estado siempre preocu-pado por el transcurrir del tiempo, por definirlo, organizarlo y tratar así de con-trolarlo. El calendario es buena muestra de ello. Cada 1 de enero se tiran los viejos almanaques y se deja en la cartera, en las mesas de la oficina y en las paredes de las casas y despachos, el hueco para los del año que comienza. En este 2010, en el que ya nos encontramos inmersos, los colegia-dos pueden presumir de toda una obra de arte. El Colegio de Asturias quiso dar un

valor añadido a su calendario y apostó esta vez por la poesía para adornar los doce me-ses del año. El artista gijonés Miguel Min-gotes y la fotógrafa Nuria Villemur fueron los encargados de tal cometido, contando también con el trabajo de los diseñadores Helios Pandiella y Victoria Ocio. El pasado 2 de diciembre tuvo lugar la presentación

oficial, a cargo del vocal Pepe Monteserín, quien disculpó la ausencia del presidente, Pedro Jiménez, que se encontraba de viaje. En la presentación también participaron los artistas, en un acto lleno de simpatía y buen humor desde el primer momento, donde no faltaron anécdotas de todo tipo.

Todo fueron halagos. «Es el poeta más grande que conozco», resaltó Monteserín nada más empezar sobre Miguel Mingo-tes. «No sé si lo habéis visto de pie», añadió con un guiño de humor en clara alusión a la altura del artista, quien no pudo evitar la tentación de interrumpir y contar una anécdota personal: «En una ocasión mi so-brina, que tiene ahora doce años, cuando tenía seis o siete vino del colegio hablando de Antonio Machado y le dijeron que era el poeta más grande de España, a lo que yo le dije: Machado puede ser el mejor, pero ¿el más grande? Ése, yo». Los asistentes se rieron, con una mueca que mantendrían prácticamente durante todo el acto. Pepe Monteserín continuó describiendo al ar-tista gijonés: «Es ético, estético, lúcido, crítico, defensor de los pobres y desfavo-recidos y en su trabajo se puede atisbar que es muy asturiano, muy playu».

De su obra, Pepe Monteserín leyó unos versos: «Tengo pájaros en la cabeza / tienen la jaula abierta». Resaltó que los poemas de Mingotes «son brevísimos, en muchos casos sólo imágenes» y lo calificó como «poesía vi-sual, además de objetual, en la que junto a la palabra forma tres, cuatro y hasta cinco dimensiones». «Cuida cada palabra y las economiza al máximo de una manera ab-solutamente obsesiva», resaltó el vocal del Colegio asegurando que «su obra como su vida, está llena de humor y es minimalista. Curiosamente minimalista — dijo— algo que no aparenta como decíamos antes». «Del tamaño de sus manos, que me llaman la atención, son sus caricias…» «No lo cuen-tes todo», volvió a interrumpirle Mingotes,

R Acto de presentación del almanaque en el salón de actos del Colegio. P Asistentes a la presentación oficial del calendario.

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antes de que el vocal del Colegio pudiera terminar la frase en la que se refería a sus «caricias literarias». La sala rompió en car-cajadas. «Es muy tozudo en sus empeños, altruista, sensible y vulnerable», concluyó. Tampoco olvidó mencionar a la fotógrafa Nuria Villemur de quien resaltó el «excelente trabajo» realizado.

El cómo se hizo«La idea del almanaque fue una de muchas que me vienen y para mí fue una ilusión enorme poder colaborar con Mingotes y que el Colegio se implicara en una obra de arte, ya que no deja de ser un poemario so-bre nuestro colectivo», explicó Pepe Mon-teserín, quien también estuvo encargado de poner al artista a pie de obra y transmitirle qué son los aparejadores, en qué ámbito se mueven. «Enseguida captó la idea y mes a mes refl ejó a nuestro colectivo», apuntó.

La fotógrafa Nuria Villemur, por su parte, insistió en que «la obra es de Mi-guel Mingotes» y que su papel fue el de hacer las fotografías. Ella fue la encargada de explicar el cómo se hizo, comenzando por

asegurar que hay muchísimas más fotos de las que fi nalmente se han dedicado al calendario. «Al fi nal seleccionamos estas trece porque tuvimos en cuenta distintos criterios, sobre todo Miguel, que fue el que decidió, pero podríamos hacer otros muchos calendarios con lo que quedó fuera». Manifestó asimismo que «esta pro-fesión está ligada con muchísimas cosas, mu-

Miguel Mingotes: «Afronté el reto, sobre todo, con mucha ilusión»En su cabeza todo un engranaje en funcionamiento. El necesario para hacer que ideas e imágenes fl uyeran acompasadas en armonía evocando lo que él quería transmitir. Tarea nada fácil, completada gracias a edifi cios en obras, juegos de construcción de madera que algún niño que dejó de serlo abandonó, material de ofi cina… Objetos que a simple vista para cualquier otra mirada apenas serían eso, simples cosas que Miguel Mingotes convierte en arte. Y ése fue su reto, hacer de la arquitectura técnica, poesía.

¿Cómo afrontó el reto de llevar su poesía a un calendario y más aún de un sector tan concreto?

Sobre todo con mucha ilusión. Ya había hecho hace años algún calendario para el Real Instituto de Estudios Asturianos (Ridea), eran calendarios de mesa, pequeños y con temas más amplios. Tenía más libertad y podía salir por muchos sitios. Cuando es algo tan específi co pienso: ¿Se me ocurrirá? ¿No se me ocurrirá? ¿Me quedará un mes ahí que no salga? Pero bueno… Al fi nal salió.

¿Le costó tomar la decisión de aceptar el encargo? No, al contrario. Estaba encantado. Además, como me dijeron que iban a

pagar… (Añade con su característico sentido del humor).¿Había tenido ya algún contacto con el Colegio de Aparejadores o era un desconocido

para usted? Mi hermano me saca nueve años, él es arquitecto, y tenemos una relación

de siempre, lógicamente —bromea—, voy mucho por su ofi cina, ya que allí tengo mis libros, escribo… Aparte de eso, cuando era chavalote le hacía los recados, me pagaba algo para mis gastos y me tocaba ir al Colegio de Arquitectos, pero alguna vez también iba al de Aparejadores en Gijón, que es la ciudad donde vivo y donde mi hermano trabaja. Además, individualmente conozco a algunos miembros del Colegio como José Luis García Sambade, porque llevaba el coche al garaje que tenía mi tío y al que entré a trabajar durante casi seis años cuando se murió. También conozco a otros, alguno fue compañero de mi hermano.

Trabajó en el proyecto con la fotógrafa Nuria Villemur, ¿les resultó complicado materializarlo y decidir lo que había que hacer?

Como todas las cosas que puedan encargar y que haya que hacer cuestan, pero gusta hacerlas y, aparte, como Nuria y yo somos pareja facilita mucho las cosas. Además, ella es afi cionada desde siempre

a la fotografía, y bueno, hicimos muchas fotos sobre las mismas cosas: la goma, por ejemplo, teníamos una rosa y una verde que fue la que fi nalmente se puso; o de la grúa, que había muchas, teníamos más fotos de detalles de la construcción… Sí reñimos algún día para decidir lo uno o lo otro, pero me hacía mucha ilusión.

R Miguel Mingotes, con el calendario del Colegio, el día de su presentación ofi cial.

Al ver los agujeros de los ladrillos, semejantes a nichos, le pregunté a Pepe

si podría valer y así fueron saliendo las cosas, de enero a diciembre»

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chos oficios y profesiones, y muchos temas podrían tener relación para fotografiar».

El hecho de residir en una zona en crecimiento de Gijón donde hay muchos edificios en construcción les sirvió como escenario para algunas de las instantáneas. «Cuando íbamos a hacer las fotografías, Miguel ya tenía ideas previas, otras sur-gieron sobre la marcha en función de lo que íbamos encontrando». Para realizar el trabajo, también explicó que debían tener en cuenta que «a un particular no le permi-ten entrar a una obra». Y es que la tarea no

estuvo exenta de riesgos. «Estaba abierto», apuntó Mingotes refriéndose a una obra cercana a su vivienda donde hicieron algu-nas de las fotos. «Nuria es muy tranquila, pero yo pensé que en cualquier momento venían a detenernos porque creyeran que íbamos a llevarnos una hormigonera o algo», continuó bromeando.

Las fotos del calendario son todas origi-nales, sin montajes y fueron muchas horas de trabajo, entre junio y octubre, las dedicadas hasta lograr el resultado deseado. Miguel Mingotes no quiso olvidar tampoco el tra-

bajo de «Helios y Victoria, que realizaron la sencillez que busco casi siempre cuando hago un trabajo poético» y agradeció el entu-siasmo que encontró en el Colegio a la hora de poner en marcha el proyecto. Desde el momento en que se produjo el encargo, su cabeza no dejó de trabajar en ello hasta que fue una realidad. «Uno siempre está incons-cientemente trabajando en ello, y de vez en cuando ocurre algo, ves algo y piensas: esto puede valer», apunta el artista, quien recuerda que el primer mes en el que pensó fue en noviembre «al ver los agujeros de los

Enero: «Hecha sobre un plano en la oficina de mi hermano. En muchas casas cuando era crío, era habitual que los niños tuvieran un juego de construcción de madera. La relación con la profesión es la propia arquitectura, que es una casa, como un juego como el que me entregaron el día de Reyes».

Febrero: «Aquí, la referencia a la profesión es el trabajo de oficina, se dibuja con el ratón del ordenador y, en cuanto al mes, se celebra San Valentín y es una broma sobre eso, colocando a la compañera de Mickey Mouse, que está muy encantada con su pareja, aunque él no se expresa demasiado».

Marzo: «Es una pequeña ironía, una broma, no lo tomen como chulería pero por lo que conozco hay muchos profesionales que pasan un poco de poner el pie en una obra. De ahí el texto: ‘a pie de obra’. La relación con el mes puede ser que en marzo hay más barro».

Abril: «Es la Semana Santa, en este caso, la foto recuerda una cruz».

Mayo: «Es el mes de las flores y la referencia a la profesión es el trabajo de pavimentación. Se trata del suelo que hay justo en la puerta de la casa de Jovellanos en Gijón». «Aquí hubiera sido importante también poner que el 5 de mayo es mi cumpleaños» (bromea el artista).

Junio: «La referencia a la profesión es la herramienta, el rastrillo, y el mes en que los niños van a la playa con rastrillo y caldero».

Doce meses con mensaje Miguel Mingotes comenta, mes a mes, su obra: «La idea era que lo que transmitiera la foto tuviese fundamentalmente dos referencias, una al mundo del aparejador, a la profesión y otra que estuviera relacionada con el mes»

«Cuando íbamos a hacer las fotografías, Miguel ya tenía ideas previas, otras surgieron sobre la marcha en función de lo que íbamos encontrando»

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ladrillos, semejantes a nichos, le pregunté a Pepe si podría valer y así fueron saliendo las cosas, de enero a diciembre».

El almanaque que el Colegio quiso ela-borar para este año debía ser además lo más funcional posible. Por ello, tuvieron muy en cuenta el uso que los aparejadores pueden darle y se diseñó con el suficiente espacio libre en los días para que los aparejadores

pudieran añadir anotaciones, apuntar «días críticos» que no deben olvidarse, «apuntes de despacho»… Pero no contento con eso, Pepe Monteserín quería darle aún mayor valor añadido al almanaque y se incluyeron los patronos de las profesiones relacionadas con el sector, como San Jorge, patrón de la entrega de llaves; San Marcial, de los deco-radores; San Cristóbal, de los transportistas y palistas; Santa Clara de Asís, de los ante-nistas; San Bartolomé, de los yeseros; San Clemente, de los marmolistas y San Eloy, de los fontaneros, entre otros.

Julio: «Empieza el tour de Francia. En una de las obras en que estuvimos había un montón de estos y allí pusimos a los ciclistas. En los años sesenta siempre había obras cerca y jugábamos allí con los ciclistas».

Agosto: «Se refiere al trabajo en la oficina. El profesional puede estar tajando un lápiz y darse cuenta de que acaba de hacer una construcción: una tienda de un indio, también puede ser la referencia al mes en alusión a las casetas de la playa».

Septiembre: «Es la vuelta al colegio y la relación profesional es la goma de borrar que hay en todas las oficinas. En unas exposiciones que hice puse una goma igual sobre un cuadrado de madera blanca y el título era Alzheimer, pero para aquí hubiera sido muy duro, así que va en alusión a la escuela».

Octubre: «Llegamos al otoño y en el otoño hay setas. La imagen recuerda a unos champiñones. Luego se me ocurrió otra poesía distinta a la que pongo titulada también Otoño y que dice: ‘Dijoilo el invierno a la primavera: escoge, otoño o yo’».

Noviembre: «Me recuerda a los nichos del cementerio de Ceares (Gijón). Ésa es la relación con el mes, por el día de Todos los Santos y los Difuntos. El texto es un epitafio a un amigo, Javier del Río, es como si hablara él: Sólo estoy aquí cuando vienes a verme».

Diciembre: «En algunos sitios de España tengo entendido que se pone el ramu cuando se acaba la estructura, y en otros, cuando se acaba la cubierta. Es el fin, acaba el año, ponemos el ramu».

Doce meses con mensaje Miguel Mingotes comenta, mes a mes, su obra: «La idea era que lo que transmitiera la foto tuviese fundamentalmente dos referencias, una al mundo del aparejador, a la profesión y otra que estuviera relacionada con el mes»

«Cuando íbamos a hacer las fotografías, Miguel ya tenía ideas previas, otras surgieron sobre la marcha en función de lo que íbamos encontrando»

Q El público se divirtió con las anécdotas que surgieron durante la presentación. O

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ERRAdICAR los accidentes laborales en el sector de la construcción es el objetivo al que aspira desde su creación la Fundación Laboral de la Construcción. Una entidad que nació en 1988 gracias al acuerdo entre la patronal —Confederación Asturiana de la Construcción (cac) y la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios Urbanos de Gijón (asprocon)— y los sindicatos —la Federación Regional de Construcción Madera y Afines de ccoo de Asturias (fecoma-ccoo) y Metal, Cons-trucción y Afines de la Unión General de Trabajadores (mca-ugt)—. La colaboración entre ambos colectivos logró la creación de un modelo paritario que terminó con las relaciones conflictivas y las desconfianzas entre los agentes sociales que ha caracteri-zado al sector a lo largo de su historia.

ción del año 2006 establece que los empre-sarios deberán velar para que todos los tra-bajadores que presten servicio en las obras tengan la formación necesaria y adecuada a su puesto de trabajo o función en materia de prevención de riesgos laborales.

Una formación obligatoria según figura en el Convenio General del Sector de la Construcción (cgsc) 2007-2011, que re-coge que los trabajadores deben recibir un módulo formativo de 20 horas, cuyo contenido se ha distribuido en una parte teórica de 14 horas y una práctica de 6 ho-ras. Para poder atender la demanda for-mativa del sector, se ha considerado que la Fundación ejecute los planes y acciones de formación necesarios para el desarrollo de la prevención de riesgos laborales en el sector. El pasado mes de septiembre flc firmó un convenio con las entidades ho-mologadas que serán las encargadas de im-partir la formación teórica a unos 18.000 trabajadores del sector en la región. Toda la formación práctica (las seis horas) se realizará en las instalaciones de flc donde los simuladores de riesgos jugarán un pa-pel muy importante al permitir a los tra-bajadores conocer y utilizar los sistemas de protección individual aprendiendo a instalar con total seguridad los diferentes sistemas de protección colectiva existen-tes. A estas infraestructuras ubicadas en las instalaciones de Ribera de Arriba y Gijón, pronto se les unirán dos más en el oriente y el occidente asturiano, aunque aún no se ha precisado el enclave exacto.

De momento son ya 400 empresas y 5.000 trabajadores del sector los que se han comprometido a participar en estas actividades entre el pasado mes de sep-tiembre y todo el 2010. En este sentido, es importante destacar que el convenio firmado con las entidades homologadas garantiza, por parte de flc, la financiación íntegra del plan, con el fin de que esta for-mación resulte totalmente gratuita para empresas y trabajadores.

El carné del trabajador del sector Según el Convenio General del Sector de la Construcción, es obligatorio recibir esta formación antes del 31 de diciembre de 2011, por lo que flc está desarrollando compañas informativas al respecto. Esta formación es indispensable para que los trabajadores puedan obtener la Tarjeta Profesional de la Construcción (tpc), sin la que no podrán trabajar en el sector a partir del 1 de enero de 2012.

Los pasos que permitieron el avance se centraron en la formación y en la apuesta por los servicios y técnicas pioneras; sin embargo en este largo camino se quedó rezagado un aspecto fundamental: la pre-vención de riesgos laborales. El problema radica en que aún son muchos los trabaja-dores y empresarios que no son conscien-tes de que se juegan la vida cada vez que se suben a un andamio, se colocan mal el arnés o descuidan normas como el uso del casco de seguridad. Para corregir esta situación la Fundación Laboral de la Construcción puso en marcha en 2004 el Plan Estraté-gico de Prevención de Riesgos y Seguridad Laboral (plan preven), cuya segunda fase se desarrolla entre 2008 y 2011.

Además, la Ley Reguladora de la Sub-contratación en el Sector de la Construc-

LA CONSTRUCCIÓNobliga a sus trabajadores a formarse en prevención de riesgos laborales 5.000 empleados asistirán a estas clases en 2010 para obtener un documento sin el que no podrán formar parte del sector Fundación Laboral de la Construcción

Piezas sueltas

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La tpc es un documento personal e intransferible, que servirá para que el trabajador pueda acreditar, entre otros, la formación específica recibida en materia de prevención de riesgos laborales, así como su categoría pro-fesional y los periodos de ocupación en las distintas empresas en las que ha ejercido su actividad. Este carné puede ser solicitado por todos los profesiona-les que estén actualmente contratados por una empresa del sector, o por los desempleados que acrediten como mí-nimo 30 días de alta en empresas del sector en los últimos tres años.

La tarjeta puede conseguirse de dos formas, dependiendo del lugar de procedencia al trabajador. Si se quiere solicitar la tpc en el Principado de As-turias debe presentarse la documenta-ción en las oficinas comarcales de los sindicatos fecoma – ccoo y mca-ugt o en las oficinas de la Fundación La-boral de la Construcción del Princi-pado de Asturias de Ribera de Arriba y Gijón. Si se quiere solicitar la tarjeta en el resto de provincias, debe con-tactar con el teléfono 900 11 21 21 o en www.trabajoenconstruccion.com.

El delegado regional: una figura claveEn todo este proceso hay que des-tacar la presencia de una figura fun-damental, la del delegado regional que desde 1998 se han convertido en un importante instrumento para el sector de la construcción. Son ellos quienes elaboran los partes de vistas de las empresas y denuncian las inci-dencias ocurridas. En total son ocho delegados que hacen una media de 3.000 visitas anuales a las obras en Asturias. Una cifra que aumentará a lo largo de este año ya que adquieren nuevas competencias: la de informar y sensibilizar sobre la obligatoriedad de la formación específica, trasladar a las empresas la documentación sobre los simuladores de riesgos, su funcionamiento, la lista de entidades colaboradoras operativas y registrar los datos de la visitas en la base de datos de flc.

Un gran trabajo para transmitir una idea fundamental a todo el sec-tor: a partir de ahora el futuro de la construcción no podrá concebirse sin una buena formación en prevención de riesgos laborales. O

CON LAS RAÍCES EN LA MINA

Piezas sueltas

ES FASCINANTE el introducirse en la historia de la minería. Cuando se habla y se escribe de los mineros se cita a personajes mara-villosos en sus distintas categorías: gua-jes, maquinistas, porteadores, caballistas, ramperos, tuberos, barrenistas, artilleros picadores, vigilantes, capataces… Son vidas que fascinan. Cada persona, cada categoría, tiene su historia. Me centraré en la de los capataces. Desde que empezó la industria minera al lado del patrono; es decir, del dueño de la mina, siempre estuvo una persona que, por sus conocimientos mineros, le asesoraba tanto personal como profesionalmente en la explotación de un yacimiento, en este caso de carbón. Siem-pre gozaron de un privilegio social, goza-ban de la estima del patrono y de la consi-deración de los trabajadores, pues gracias al desempeño de su labor, las minas fun-cionaban. Puede decirse claramente que en pozo minero donde no hubiese un buen capataz, la producción nunca se conseguía y la explotación iba a la bancarrota.

En la minería, la organización de man-dos estaba formada por ingenieros, capa-taces y vigilantes, que era la cúspide de la pirámide en la categoría de empleados.

R Juan Herrerías Mora

La minería es seña de Asturias y

Asturias es casi sinónimo de minería.

El aparejador César González Antuña

es hijo de picador y artillero y yerno

del capataz Juan Herrerías Mora, a

quien rinde un especial homenaje tras

su reciente fallecimiento. ha querido

acercar además la mina a las páginas

de Dovela pues, sostiene, «esta historia

para muchos del Colegio tiene una

rabiosa realidad por ser hijos de

mineros». César González Antuña

Cuando un trabajador quería ascender a estos puestos de mando tenía la siguiente opción: a la categoría de ingeniero era prácticamente imposible acceder desde la clase trabajadora, ya que la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas no se creó hasta 1959 y su primer curso docente lo fue en 1960-1961, por tanto en su primera mitad del siglo xx no había Escuela en Asturias. La evolución en las

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categorías era: ramplero, picador, portea-dor y vigilante.

En Asturias, a partir de la segunda mi-tad del siglo xix se desarrolla la explota-ción del carbón que conduce a la creación de una escuela teórico-práctica para la instrucción de capataces. Es Guillermo Schulz quien redacta en 1854 el regla-mento de la Escuela y con él da comienzo el primer curso ofi cial 1854-1855. Años más tarde, en 1857, debido al gran desarrollo minero en la cuenca del Nalón, se traslada a Sama de Langreo, para asentarse defi -nitivamente en Mieres hacia 1875. En el reglamento se disponía que los aspirantes a capataces tenían que ser obreros de las minas, albañiles o de fragua, con edades comprendidas entre los 20 y los 36 años, careciendo de defectos físicos y con ante-cedentes de buena conducta.

En los años treinta se funda la Escuela de Vigilantes Mineros en Sama, pero de-pendiendo de la de Mieres. Cuando empe-zaron a salir titulados de Vigilantes, aparte de los conocimientos prácticos de la mina, las empresas mineras empezaron a exigir el título para darles la categoría en el de-sarrollo de su trabajo.

Por Real Decreto de 13 de noviembre de 1930 tras un examen de ingreso, cuatro cur-sos y una realización de prácticas obtenían el título ofi cial Capataz-Facultativos de Mi-nas y Fábricas Mineralúrgicas y Metalúr-gicas. Por entonces sólo había escuelas en Almadén, Bélmez, Baracaldo, Cartagena, Linares, Mieres y Huelva. En 1952 se anuló en la denominación la palabra capataz, que-dando sólo facultativo. Eran personas pre-ocupadas por su propio cultivo intelectual, a la vez que deseaban su mejoramiento, tanto personal como familiar. Claramente puede decirse que sus conocimientos eran muy elementales: la enseñanza primaria era su base y eso, si de guajes hubiesen tenido un buen maestro en la escuela de su pueblo.

Asturias, líderEn Asturias, la Escuela de Capataces de Mieres, se lleva la palma de ser líder entre todos los centros de España. El horario estaba adaptado a la gente trabajadora, no solo minera, sino metalúrgica. Las clases eran los sábados por la tarde y domingos por la mañana. El ingreso en la Escuela de Capataces consistía en un examen, en el que se pedía un correcto dictado y una simultánea de aritmética. Prácticamente igual que un examen de bachillerato. Los aprobados pasaban a cuatro cursos aca-démicos completos.

las nuevas titulaciones, ya no eran los mi-neros que hemos venido señalando y que al principio llegaban con gran sacrifi cio a estos niveles. Muchos disfrutaron poco del sacrifi cio realizado, ya que la mayoría tenían la enfermedad de la silicosis, como consecuencia de sus años de picador, pos-teador, barrenista… Y les llegaba en una situación de poca salud.

Prácticamente esta generación de capataces-facultativos hace muchos años que ha pasado a la historia. Hoy traemos a uno de ellos, porque ha signifi cado, par-ticularmente mucho para mí. Como hijo de minero he conocido a muchos de ellos. Todos deben ser recordados, pero uno tiene su corazón. Juan Herrerías Mora, nació en el pueblo de Villanueva del Río y Minas (Sevilla), el 25 de diciembre de 1922, pueblo minero por excelencia a orillas del Guadalquivir. Muerto su padre, fusilado en agosto de 1936 por ser sindicalista de ugt, y siendo el mayor de ocho hermanos, tuvo que empezar a trabajar en lo que fuera. Pero no por ello dejó los estudios. A los 17 años entró en Minas de la Reunión, propiedad

las nuevas titulaciones, ya no eran los mi-neros que hemos venido señalando y que al principio llegaban con gran sacrifi cio a

La duración de los estudios hasta la ob-tención del preciado título solía ser largo, en términos generales: ocho, diez, quince y hasta veinte años. Esto era debido a la difi cultad de estos estudiantes-obreros-mineros a combinar el trabajo con los es-tudios, así como las malas comunicaciones que había para llegar a Mieres, unos a ca-ballo y otros, la mayoría, andando desde los distintos pueblos de las cuencas. La dureza de los estudios era muy grande, de las cuatro reglas de la aritmética, se pasaba a los quebrados, a los complejos, al sistema métrico decimal, a las potencias, raíces cuadradas y cúbicas, razones y proporcio-nes geométricas, regla de tres de simple y tres compuesta. En la geometría: clase de líneas, ángulos, polígonos, todo el mundo de la circunferencia, la elipse, el óvalo y el ovoide, superfi cies y áreas de toda clase de polígonos, planos, ángulos diedros, po-liedros regulares e irregulares, el prisma, volúmenes, análisis del cono y la esfera… Pero no se rendían, su capacidad daba para esto y mucho más. Tras salir del trabajo acudían a ampliar su formación con maes-tros nacionales, sobre todo para superar los primeros cursos, porque todavía les esperaba: el álgebra, la trigonometría, sin olvidar la física y química y asignaturas de toda clase de ciencias.

Cuando estos capataces accedían a las empresas ya eran unos excelentes profe-sionales en las labores de mina, ya que ha-bían trabajado en las distintas categorías, sumado a los conocimientos técnicos que les habían dado en la escuela. El resultado fue muy positivo, tanto en la minería como en la Siderurgia, las dos especialidades que el estudiante minero escogía. Eran técni-cos con grandes conocimientos de la mina, ya que muchos de ellos, la gran mayoría, empezaron su vida profesional a los 16 años como guajes y fueron escalando cate-gorías con la práctica. Los capataces, con

Pozo minero en donde

no hubiese un buen capataz la producción nunca se conseguía y la explotación iba a la bancarrota»

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de renfe, como peón. Su madre, Remedios la lampistera, le da su primera lámpara. Con 18 años alcanza la categoría de picador. En 1942, tan solo hace tres meses de servicio militar, por ser minero.

Su formaciónEn 1948, por sus conocimientos en arit-mética y geometría, un vecino suyo le so-licitó clases particulares, ya que se quería presentar a los estudios de Capataces en Huelva. La cuestión es que en septiembre de ese año, se presentó con su alumno y aprobó el Ingreso. Tras cinco años de es-

tudios, el 30 de septiembre de 1953 sacó el título de Facultativo de Minas y Fábricas Mineralúrgicas y Metalúrgicas en la Es-cuela de Huelva. La empresa daba toda clase de facilidades para ir a recibir las clases, los sábados, domingos y lunes por la mañana. El resto de la semana tenían que recuperar las horas. Una vez termi-nada la carrera, la empresa Entrecanales y Tabora puso un anuncio en el ABC de Sevilla, solicitando técnico para trabajos en Avilés. Fue aceptado y se trasladó a As-turias. Por entonces, en Avilés se estaban realizando los trabajos de cimentación

de la futura ensidesa. La famosa Cam-pana, donde muchos, casi centenares de obreros, murieron dadas las condiciones infrahumanas con que se realizaban. Pero este trabajo no era de su agrado y solicitó otro en el Pozo de Barredos. Allí está el capataz Sabino, que le ayudó mucho en sus comienzos, los primeros meses lo hace de vigilante hasta que le suben a la categoría de capataz auxiliar.

En 1958, Duro Felguera, patrona de la minería en la cuenca del Nalón, tiene unos yacimientos de hierro en Almería y pide un técnico para esta explotación. Juan tiene a su última hija, un tanto delicada de salud, ya que el clima de Asturias no le sienta bien y busca en Almería remedio, aconsejado por el médico. Allí está hasta el año 1962.

En Asturias ha terminado la gran huelga de 1962 y Duro Felguera quiere reorga-nizar los mandos. Juan regresa y en esta ocasión lo hace al Pozo San Mamés de Sotrondio, donde está de capataz jefe Pe-layo Camporro. Herrerías desempeña la tarea de capataz auxiliar hasta que alcanza la categoría de jefe de Transportes en el citado pozo. Una nueva reorganización en Hunosa, le destina en 1978 al Pozo El Entrego para prejubilarse en 1981.

—Juan, ¿hay algo que le haya provo-cado especial satisfacción en su trabajo?

—Tuve siempre buenos compañeros, en el trabajo siempre hay sus más y sus menos, pero de todos guardo grato re-cuerdo. Siempre he procurado llevarme bien con todo el mundo. Respeté a los que trabajaron conmigo y les ayudé siem-pre que pude.

He aquí el comentario de un minero. Sería por el año 1962, cuando llegaron al

Pozo Villar, capataces de Andalucía, entre ellos se encontraba Juan Herrerías. Este hombre hizo cambiar las costumbres so-ciales con un trato directo con los mineros; empezó a entrar en el hogar del productor, a compartir horas de ocio y a jugar al tute con los mineros. Era lo nunca visto que un capataz del pozo se familiarizara con la clase trabajadora. Aquello causó un gran impacto entre la gente. Con 87 años se le veía pa-seando bien temprano por Sotrondio. Todo el mundo le saluda por donde vaya: Blimea, El Entrego, Barredos, Laviana, Villoria, El Condado. Antiguos mineros que se acercan a saludarle y a recordar los viejos tiempos. Lo que heredó de la mina, un día de enero de 2010 se lo llevó. O

Eran técnicos con grandes conocimientos de la mina, ya que

muchos de ellos, la gran mayoría, empezaron su vida profesional a los 16 años como guajes y fueron escalando categorías»

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Manifestación en defensa del visadoIngenieros y arquitectos técnicos se manifestaron el 7 de mayo en Madrid contra la eliminación del sistema de garantías sobre la seguridad ciudadana recogida por la Ley Ómnibus. Redacción 1 Jorge Allende

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MÁS dE 10.000 PERSONAS de toda España. Co-legios profesionales, estudiantes, trabaja-dores, escuelas, universidades, asociaciones e instituciones de Ingenierías Técnicas y Arquitecturas se unieron el pasado 7 de mayo en Madrid para protestar contra al-gunas de las cuestiones planteadas por la Ley Ómnibus, como es la eliminación del sistema de garantías sobre la seguridad ciu-dadana mediante la eliminación del visado profesional de proyectos, antes obligatorio y recientemente suprimido por la citada Ley y su desarrollo reglamentario.

Los manifestantes consideran que «la eliminación de un sistema de control pre-vio sobre la calidad de las infraestructuras

deja a los ciudadanos desprovistos de las garantías de seguridad que hasta ahora han permitido que en España las catástrofes y graves accidentes sean algo excepcional». Además, advierten de que «se abre un fu-turo incierto» para los estudiantes de in-genierías y arquitecturas.

Los profesionales de este sector sostie-nen, también, que «el actual sistema tiene un coste diez veces inferior a cualquier otro procedimiento alternativo fiable (un 0,03% del coste total del proyecto)» y critican que el Gobierno haya adoptado esta decisión «de manera irresponsable», puesto que, a su entender, «unas infraes-tructuras sin garantías nos harán perder

competitividad, además de poner en pe-ligro la seguridad y la calidad de vida de los ciudadanos».

Responsables de la convocatoria de-clararon que «la sociedad española no quiere perder seguridad ni la confianza del sistema de garantías que dicta el tra-bajo de las ingenierías y la arquitectura» y aseguraron que «los ciudadanos exigen el derecho a pasear por las calles, utilizar las infraestructuras de transportes y las redes de comunicaciones, disfrutar del medio natural y la biodiversidad, disponer de productos agroalimentarios adecuados, y utilizar infraestructuras de todo tipo, seguras y competitivas». «Quieren la cer-

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belén fernández amado aparejadores con historia

teza de que no han sido proyectadas por personas sin escrúpulos y sin acreditación profesional que, amparadas por la ausen-cia de regulación, de control técnico y por falta de la estricta supervisión profesional, pueden provocar graves accidentes, daños económicos y alteraciones en la calidad de vida de los ciudadanos», apostillaron.

Más de 700.000 profesionales fueron convocados a la cita. Desde el Colegio de Asturias se hizo un llamamiento a los co-legiados e incluso se planteó la posibilidad de fletar varios autobuses, que finalmente no salieron ya que sólo se apuntaron dos aparejadores. Algunos colegiados, no obs-tante, acudieron a la protesta a título indivi-

dual. La manifestación, que contó con una amplia participación, tuvo lugar frente al Ministerio de Economía y Hacienda.

«Por primera vez en la historia inge-nieros y arquitectos salimos a la calle para defender la calidad y seguridad de nuestro trabajo», apuntaron los representantes de ingenieros y arquitectos quienes con-tinuaron expresando su reivindicación al Gobierno «del aplazamiento de la aproba-ción del Real Decreto y la apertura de un debate bilateral entre ministerios y colegios profesionales, dada la importancia de los temas que se pretenden modificar». «Si no se produce una modificación de la situación actual nos obligarán a plantear recurso al

futuro Real Decreto que sería, consecuen-temente escalado a otros tribunales, nacio-nales e internacionales», advirtieron.

Según los ingenieros y arquitectos, desde la creación del visado, en el año 1931, toda la cadena de seguridad de la que pasó a formar parte, «ha demostrado ser un sistema de control eficaz en España, que se está atacando sin ninguna justifi-cación real». Por este motivo, exigen que las razones expuestas por los colegios profesionales en clara vocación de cola-boración con los Ministerios de Fomento, Industria y Telecomunicaciones, Vivienda y Medio Ambiente y Rural y Marino, sean escuchadas y tenidas en cuenta. O

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Va más allá de lo perceptible a primera vista. Aunque se trata de un arquitecto técnico con varias aficiones y una gran actividad, lo que más llama Facetas Tino Burgos

El esoterismo de un aparejador zahorí

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¿SE PuEdE encontrar agua con una varita de rama de árbol? ¿Y diagnosticar una enfer-medad por el movimiento de un péndulo? Algunos lo llaman el arte de sentir la ener-gía: es la radiestesia, una disciplina que se basa en la creencia de que hay energías o elementos sobrenaturales que pueden ser detectados por medio de una serie de instrumentos; y a quienes tienen la facul-tad para ponerla en práctica se les conoce como zahoríes. De esto sabe mucho un aparejador asturiano, Tino Burgos, quien entró en contacto con esta materia hace más de veinte años. Lo recuerda con gran cariño, le impresionó lo que vio y decidió investigar y profundizar sobre ello.

«Fui a trabajar en la construcción de un chalet en Toró (Llanes), tuvimos que man-dar a una empresa de sondeos gallega y con ella vino un zahorí, era un señor muy ma-yor y se puso a sondear con la rama, le pedí usarla y funcionaba». Ésa fue la primera vez que usó la varita, pero no la última. «Me creó tanta intriga el asunto que des-pués me empapé de libros sobre el tema y hasta ahora», señala.

La facultad que un zahorí tiene para localizar agua es algo que, según explica este aparejador, le ha servido en su trabajo. Incluso afirma que en varias ocasiones le reclamaron de algunas obras para desem-peñar esta tarea. Aunque haya incrédulos en este tipo de cuestiones, también hay quien confía en estos métodos. Tino Burgos quiso incluso hacer una demostración para Dovela en el jardín de su casa, en la villa de Llanes. Aunque no se llegó a cavar para comprobar la presencia del agua, el zahorí trató de mos-trar cómo la rama del árbol se comportaba de forma distinta en unas partes u otras del terreno; y, añadió, que también por su com-portamiento se puede conocer la profundi-dad y el caudal del agua hallado.

Pero la radiestesia no consiste sólo en buscar agua, sino que el captar estas ener-gías tiene otro tipo de aplicaciones. Así, Tino Burgos también practica la radiónica que «es la práctica de la radiestesia, pero para obtener información sobre el estado

de salud de una persona e incluso el trata-miento para curarla». En este campo, ase-gura que su diagnóstico resultó exitoso en casos que conoce.

Por otro lado, también estaría la telera-diestesia, «otra forma de practicarla, pero a distancia, sin que esté la persona presente, dependiendo de los niveles de evolución que se tenga en esta materia», una especialidad que, sostiene, no sólo sirve para diagnosticar enfermedades, sino también para encontrar objetos, animales e incluso personas perdi-das. Esta técnica, Tino Burgos llegó a uti-lizarla varias veces, «recientemente en la búsqueda del perro de un amigo» y recuerda cómo la vio en un viaje que hizo recorriendo Europa junto a varios amigos en un convoy de cinco caravanas. «Nos perdíamos unos de otros y tuve que utilizarlo varias veces», dice. Un péndulo y un mapa son las herramientas necesarias para este cometido. El llanisco presume, además, de tener varios péndulos, muy distintos, con los que trabaja en estas disciplinas.

La orientación de las casasUno de los aspectos en los que profundiza ahora este aparejador zahorí es en trasla-dar la radiestesia a su trabajo. Esto es, Tino Burgos quiere poner en práctica lo que se conoce como construcción biótica y que, según él mismo describe, consiste en el

concepto de vivienda sana, «ubicándola donde haya energías positivas, en espa-cios bióticamente favorables que guar-den armonía con el lugar y las personas que lo han de utilizar, teniendo en cuenta las redes telúricas (de corrientes subte-rráneas de energía)». Y es que, tal y como él mismo plantea, la orientación de las casas, los templos, las ciudades… ha sido una preocupación para algunas culturas a lo largo de la historia. «Los celtas escogían los puntos de orientación de los templos, los romanos también seguían métodos para determinar dónde había energías negativas o positivas antes de fundar una ciudad…», repasa, al tiempo que explica que esta disciplina «parte de que hay unas energías en la Tierra, en la que ya creían los chinos hace miles de años y a las que llama-ban las venas de la Tierra». Este aparejador asegura que «depende de dónde se ubique una casa o un dormitorio pueden acabar afectando estas energías provocando in-cluso enfermedades»

Para determinar dónde se encuentran estas energías, se siguen las teorías de Er-nest Hartmann y Manfred Curry, quienes, explica Tino Burgos, fueron dos investi-gadores en la materia y determinaron la existencia de una red o malla geomagné-tica compuesta por bandas de energía de 21 centímetros y separadas 2,50 metros en sentido norte a sur conocida como Red de Hartmann, así como la experimentada por Curry, cuya red va en sentido oblicuo con bandas de 40 centímetros y separaciones de seis metros. «Al cruce de ambas redes se le conoce como Punto Estrella, que son zonas especialmente geopatógenas». Esta disciplina plantea que «sobre un mapa con una cuadrícula con estas líneas y mediante el péndulo se determina dónde se encuen-tran estas energías». Y es que, manifiesta este aparejador, «la Tierra vive».

Tino Burgos sostiene que la radieste-sia no es algo complicado y que «es una percepción extrasensorial de la que dispo-nemos todos, más o menos desarrollada, pero que tenemos todos».

Va más allá de lo perceptible a primera vista. Aunque se trata de un arquitecto técnico con varias aficiones y una gran actividad, lo que más llama

la atención de Tino Burgos es su interés e implicación en materias esotéricas y,

más aún, facetas como la de zahorí o su reciente intención de trasladar las ideas

de estas disciplinas a su profesión para el diseño de las denominadas viviendas

sanas, ubicándolas «en zonas de energías positivas». Irene García 1 Alfonso Suárez

Irene García 1 María Villamuza

Depende de dónde

se ubique una casa o un dormitorio pueden acabar afectando estas energías provocando incluso enfermedades»

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Curiosidad adolescenteSu interés por el esoterismo ya viene de antes. Le llegó durante su adolescencia, en sus últimos años de instituto. «Tenía un preocupación por estas cuestiones, por toda la filosofía oriental, el tema mental. Era algo que me atraía», apunta. Aunque en esos momentos no contaba con demasiada información al respecto fue entonces cuando comenzó a leer y documentarse sobre ello.

A lo largo de su vida mantuvo contacto con algunas personas que resultaron ser para él «buenos guías y maestros» en la afición que, poco a poco, se iba arraigando en este aparejador. De este modo, recuerda la relación que tuvo con un personaje americano, muy introducido en estos temas y que dominaba la meditación, quien le ayudó a conectar con la fi losofía oriental. Y menciona a un alemán de más de ochenta años, «una persona muy interesante en los temas relati-vos a la astrología». Fue quien le en-señó a hacer cartas astrales. «Enton-ces era muy laborioso para posicionar los astros en la carta astral, mediante cálculos matemáticos y el empleo de las efemérides. Había que hacerlo a mano, no como ahora que hay progra-

mas en los que se introducen los datos de nacimiento y aparecen ya refl ejadas las po-siciones de los astros y su interpretación».

La astrología es un tema que le inte-resa mucho. Tal es así que en ocasiones no puede evitar arriesgarse a definir el signo zodiacal de la gente, acertando con bastante éxito. Y es que él asegura que des-pués de muchos años de análisis de rasgos, reacciones… observados en las personas, se obtiene un patrón de cada signo, de ahí la relativa facilidad de adivinar el horós-copo. Eso sí, reconoce que para ello «hace falta tener interés en la observación de las personas y crear datos propios», pero in-siste en que «los rasgos coinciden». De este modo, este aparejador, que vive en Llanes desde que apenas tenía tres meses de vida, asegura conocer los horóscopos de casi to-dos sus vecinos.

Tino Burgos entiende que haya gente «que no le gusten estos temas o no tenga interés y pueda pensar que es todo men-tira». Sin embargo, a él le apasiona. Se le nota en los ojos mientras habla sobre ello. «Es algo impresionante», dice.

FACETAs TINO BuRGOS

de bajista de gruposde pop al violín más clásicoNo todo es esoterismo en la vida de Tino Burgos. La música ha desempeñado siempre para él un papel importante. Ya de niño, cuando tenía doce años, formaba parte de una tuna. Pero fue en su época de instituto cuando más intensamente vivió esta afi ción. Durante este periodo fue el bajista de dos conjuntos musicales: Los Siemens, en el que tocó cuando tenía unos quince años y Los Dados 68, del que formó parte hasta que se fue a estudiar fuera. Esta etapa la recuerda con verdadero cariño. «Hicimos muchas actuaciones interesantes», asegura. No en vano, sus grupos salieron al escenario en las tres principales fi estas llaniscas: La Magdalena, San Roque y La Guía. El Teatro Calderón de Santander y Oviedo fueron otros lugares donde actuó como bajista.

mas en los que se introducen los datos de nacimiento y aparecen ya refl ejadas las po-siciones de los astros y su interpretación».

resa mucho. Tal es así que en ocasiones no puede evitar arriesgarse a definir el signo zodiacal de la gente, acertando con bastante éxito. Y es que él asegura que des-pués de muchos años de análisis de rasgos, reacciones… observados en las personas,

Durante su época popera tuvo hasta cuatro guitarras, «una me costó entonces 25.000 pesetas», apunta destacando su valor. Lamentablemente, tuvo que venderla en una época de apurón y ahora no conserva ninguna.

Ya de mayor también formó parte de una rondalla, Grupo Aguilar, y, cuando pasaba de los cuarenta empezó solfeo de piano. «Siempre fui muy tardío en las

cosas», señala con una sonrisa. Tras el piano, dio clases de violín; un instrumento que no le costó dominar. «Me resultaba fácil por haber tocado el bajo», señala. Mucha música para una vida pero, sin embargo, ahora lo tiene «bastante abandonado». La música siempre la compaginó con otra afi ción, la del deporte, y ahora va cuatro días a la semana por el gimnasio, le gusta ir a la piscina y además, se decidió

a estudiar inglés.

De arriba abajo: Tino Burgos, abajo a la derecha, en la tuna. Los Siemens El aparejador llanisco fue bajista. Los Dados 68.

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«Prácticamente llanisco»Tino Burgos nació en 1948 en Lugo-nes, aunque a los tres meses pasó a vivir a Llanes con su familia y por eso se considera «prácticamente llanisco». «Tengo unos recuerdos tremendos de mi infancia», destaca con cierta nos-talgia. El vivir en una villa marinera le ha hecho crecer con gran amor al mar. «Siempre estábamos en las rocas», re-cuerda. Y, como no podía ser de otro modo, la pesca es otra de sus grandes aficiones. «De críos íbamos a pescar a caña y como no teníamos carretes, hacíamos ovillos con botes», apunta, al tiempo que no olvida los días en que también comenzó a recoger ocle para sacarse sus primeros «durillos» para gas-tos. Terminó sus estudios en el año 1979 y empezó trabajando en una empresa que comenzaba, Los Robles, donde permaneció durante dos años, tras lo que se embarcó en la experiencia de abrir su propio estudio junto a varios compañeros. Actualmente trabaja en el Ayuntamiento de Peñamellera Alta y tiene un estudio en Llanes, con su hijo Alejandro y su nuera Carmen, ambos aparejadores y arquitectos.

Tras cumplir 21 años se fue a estudiar a Burgos, aunque reconoce que no siempre tuvo claro lo que quería hacer. «Pensé si es-

tudiar Náutica, porque me gustaba mucho la mar, pero también me planteé incluso entrar en la Policía». Con 25 años se casó con una riosellana, María del Pilar, a la que él llama Pichu cariñosamente (nombre que en su honor utilizó también para bautizar la embarcación con la que suele salir a pescar). Completan su familia, que adora, sus dos hijos Alejandro y Paula, con sus respectivos cónyuges, y sus dos nietos Lucía y Jesús, y un tercero en camino.

Artes marciales y ajedrezMantenerse en forma siempre fue una de sus preocupaciones y las artes marciales eran su preferencia. Llegó a ser incluso presidente de un club de kick boxing en Llanes, del que más tarde fue nombrado presidente honorífico.

En su época de estudiante en Burgos también practicó taekwondo. «Toda mi vida me gustó la actividad, me gusta y me mantiene en forma, que es lo importante», destaca satisfecho.

Tino Burgos hizo también sus pinitos jugando al ajedrez. Practicaba junto a su tío en la cafetería Rocamar, que sus padres abrieron en Llanes cuando él tenía unos 13 años. «Gané dos campeonatos de Llanes y quedé tercero en un torneo con profesionales, en el que vencí a dos campeones y fue para mí una ilusión tremenda». «El ajedrez es muy duro». «Tengo especial recuerdo de mi partida con Karpov en unas simultáneas que le aguanté 28 movimientos».

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Es una percepción extrasensorial

de la que disponemos todos, más o menos desarrollada, pero que tenemos todos»

«El barco y el golf son para mí una pasión»Como buen vecino de una villa marinera, Tino Burgos se reconoce todo un amante de la pesca. Empezó pescando a caña por las rocas de crío, también yendo a coger calamares… y ahora suele hacerlo a bordo de su barco por la costa llanisca. Por esta afición conoce al también aparejador José Manuel Álvarez Rueda con el que, bromea el llanisco, «hay una sana rivalidad». Tino Burgos resalta con orgullo que como pescador ha tenido «buenas capturas». Destaca una jornada en la que volvieron a puerto con cuatro atunes de enorme tamaño.

También explica una experiencia que vivió hace apenas unos meses en las costas llaniscas mientras estaba pescando en su barco acompañado de su mujer. «Vimos que había algo flotando y nos dimos cuenta de que era un calamar gigante», explica. Y tanto que gigante. El ejemplar llegó a pesar 37,400 kilos y el

presidente del Cepesma, Luis Laria, lo calificó como «un ejemplar único porque tenía los ojos intactos», recuerda el aparejador llanisco.

El amor por la pesca lo comparte también con el que siente por el golf. «El barco y el golf son para mí una pasión», confiesa. Aunque comenzó también tarde, hacia los cuarenta años, a iniciarse en el golf, es un deporte que no se le da mal y llegó a ser Campeón de Asturias de más de 35 años, una vez individual y otra en parejas. Lleva 23 años como directivo del club de golf La Cuesta, de Llanes.

Tino Burgos posa con el calamar gigante que encontró mientras pescaba. El aparejador practicando golf. El aparejador utiliza el péndulo, uno de los instrumentos para practicar la radiestesia.

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Lo que pudiera parecer catástrofe, por culpa de una ventolera y anclaje deficiente, es tecnología punta en la edificación. Se trata de construir en horizontal, con las ventajas que eso conlleva: 1) Ahorro de grúas, montacargas, andamiaje, redes y marquesinas; 2) Reducción de riesgos por accidentes, en la caída al vacío de cascotes, materiales y mano de obra, y 3) Reducción de plazos y de costes. Una vez finalizadas estructura y albañilería, con ayuda de gatos hidráulicos, tentemozos, maromas y cabrestantes, se levanta el edificio de un jalón, se aploma y se grapa bien a la finca, como se aprecia en los edificios del fondo, ya incorporados a su ser.

Tomas falsas por Pepe Monteserín

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El poeta latino Horacio pregunta en una de sus Epístolas: —¿Sabéis, oh, amigo, cuál es la gracia que pido a los deseos? Y se contesta: —Que me conserven lo poco que tengo; y, todavía, no tanto. ¡Que no me falten, jamás, los libros!

COLEGIO OFICIAL DE APAREJADORES Y ARQUITECTOS TÉCNICOS DEL

PRINCIPADO DE ASTURIAS

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