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DOSSIER DE PRENSA
COMEDIA. Comunicació & mèdia sl
Consell de Cent 433, pral. 3ª. 08009 Barcelona
T. [00 34] 933 10 60 44 · 932 95 56 34 · www.comedia.cat
Ana Sánchez · M. [00 34] 638 01 45 45 · [email protected]
1. Nota de prensa
La omisión de la familia Coleman
creación y dirección Claudio Tolcachir l Timbre 4
Teatre Borràs l 09.02.2011 - 06.03.2011
Primera temporada en Barcelona de la compañía argen tina de Claudio Tolcachir, referente del teatro independ iente
• La omisión de la familia Coleman se convirtió, tras su estreno en 2005, en un verdadero fenómeno teatral en Buenos Ai res
• Presentado en más de 30 países con éxito unánime, a caba de triunfar en el Festival de Otoño de París
• Gran éxito de la cartera madrileña en sus dos tempo radas en el Teatro Español, al que volverá en abril de 2011
� “El Festival de Otoño ya tiene su triunfo, La omisión de la familia Coleman , del argentino Claudio Tolcachir.” Brigitte Salino, Le Monde
� “ Un equipo de intérpretes que corta la respiración, maravillosamente dirigidos por el propio autor. Una verdadera fiesta teatral y una lección para estos tiempos de crisis. ” Marcos Ordóñez, El País
Por vez primera, la compañía argentina Timbre 4, referente del teatro independiente, hará
una temporada de cuatro semanas en la capital catalana. La omisión de la familia Coleman,
que llenó sus cinco únicas funciones en el Teatre Lliure en 2009, podrá verse en el Teatre
Borràs del 9 de febrero al 6 de marzo de 2011. Desde su estreno hace cinco años en la
casa de Claudio Tolcachir, sede de una emblemática sala off de Buenos Aires, esta pieza
de culto ha conquistado al público y la crítica en su extensa gira internacional por 30 países.
Acaba de completar una temporada de cuatro semanas en el Théâtre du Rond Point
(siendo calificada por Le Monde como “el triunfo” del Festival de Otoño de París) y en la
primavera de 2011 volverá al Teatro Español, donde ya estuvo en dos ocasiones,
convirtiéndose en el fenómeno teatral de la cartera madrileña.
Su director, el dramaturgo Claudio Tolcachir , transformó su casa del barrio de Boedo en
un laboratorio teatral, y durante un tiempo existió un cartel en la puerta pidiendo
encarecidamente silencio a los espectadores que acudían a la obra, para no molestar a los
vecinos. Así nació una de los referentes actuales de la escena argentina.
La omisión de la familia Coleman
La omisión de la familia Coleman obtuvo entre otros, los premios al Mejor espectáculo de
teatro off, Mejor obra argentina y Mejor dirección de los Premio ACE 2006; los premios al
Mejor actor de reparto para Lautaro Perotti y a la Melor actriz de reparto para Ellen Wolf en
los Premios Trinidad Guevara 2006; el Premio a la Mejor obra original, al Mejor espectáculo
y a la Mejor actriz para Míriam Odorico, de la Fiesta Nacional del Teatro 2006. También ha
sido premiado por la revista Teatro XXI como mejor obra en 2005 y a la Fiesta Provincial
del Teatro con el premio al Mejor espectáculo de 2005. También obtuvo los Premios Clarín
2007 al Mejor espectáculo del circuito no comercial y Premio Clarín al Mejor director.
Una familia viviendo al límite de la disolución, una disolución evidente pero secreta;
conviviendo en una casa que los contiene y los encierra, construyendo espacios
personales dentro de los espacios compartidos, cada vez más complejos de
conciliar. Una convivencia imposible transitada desde el absurdo devenir de lo
cotidiano, donde lo violento se instala como natural y lo patético se ignora por
compartido. “Todo lo que yo podría ser y hacer si yo no estuviera aquí”. “¿Podría
alguna vez no estar aquí?”. “¿Quién soy fuera de esta casa y de esta familia?”. El
proceso de trabajo se realizó a través de improvisaciones y ejercicios de composición
de los personajes, sus características y sus vínculos, llegando paulatinamente a la
concepción del texto definitivo. El espacio es realista, con detalles que hablan de las
características de esta familia, la acumulación de objetos y la superposición de
estilos. Desde lo actoral, la interpretación se instala en la natural aunque absurda
cotidianeidad de estos seres que transitan su convivencia a centímetros del público.
Claudio Tolcachir
2. Ficha artística
La omisión de la familia Coleman
TIMBRE 4
Reparto
Abuela: Araceli Dvoskin
Meme: Miriam Odorico
Verónica: Inda Lavalle
Gabi: Tamara Kiper
Marito: Lautaro Perotti
Damián: Gerardo Otero
Hernán: Gonzalo Ruiz
Doctor: Jorge Castaño
EQUIPO ARTÍSTICO
Iluminación
Omar Possemato
Producción ejecutiva
Máxime Segué y Jonathan Zak
Asistente dirección
Macarena Trigo
Distribución España:
Producciones Teatrales Contemporáneas S.L.
Libro y dirección
Claudio Tolcachir
3. Timbre 4
A partir de un proceso de escritura basado en la improvisación, el autor y director Claudio
Tocalchir llega paulatinamente a la concepción de un texto definitivo. Un espectáculo sin
conclusiones que sugiere que las cosas nunca son lo que parecen y que todo aquello que no se
dice, acaba por sonar más fuerte…
Timbre 4 es el nombre de la escuela que dirige Claudio Tolcachir en Buenos Aires, que
comenzó a funcionar como espacio teatral en 1998. Jóvenes actores ansiosos por encontrar un
lugar propio en el que investigar y seguir creciendo como creadores, comenzaron así a cumplir
su sueño. Un sueño en el que ellos decidirían qué tipo de teatro hacer, cómo, con quién y
dónde. Timbre 4 fue desde el principio un lugar de trabajo. Hoy, diez años después, no sólo
funciona como sala teatral sino que durante toda la semana recibe alumnos de teatro que
entrenan y se forman como actores.
4. Premios y nominaciones de la obra
PREMIO ERCILLA 2009 A LA MEJOR CREACIÓN DRÁMATICA Mejor espectáculo de teatro off Premio ACE 2006 Mejor obra argentina Premio ACE 2006 Mejor dirección Premio ACE 2006 Mejor actor de reparto , Lautaro Perotti Premios Trinidad Guevara 2006 Mejor actriz de reparto , Ellen Wolf Premios Trinidad Guevara 2006 Mejor obra original Fiesta nacional del teatro 2006 Mejor espectáculo Fiesta nacional del teatro 2006 Mejor actriz , Miriam Odorico Fiesta nacional del teatro 2006 Mejor obra Revista teatro XXI Mejor espectáculo Fiesta provincial del teatro 2005 Nominación mejor actriz de reparto , Miriam Odorico y Ellen Wolf Premios ACE 2006 Nominación mejor actriz de reparto , Miriam Odorico Premios Trinidad Guevara 2006 Nominación mejor autor Premios Trinidad Guevara 2006 Nominación mejor obra de teatro circuito off Premios Clarín 2005 Nominación mejor dirección Premios María Guerrero 2006 Nominación mejor obra Premios Teatros del mundo
5. Presencia en festivales
Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá – Colombia 2008
Festival Creatividad sin fronteras – El Salvador 2008
Festival Internacional de Artes Escénicas – Panamá 2008
Festival de las Artes de Costa Rica – Costa Rica 2008
Festival Santiago a Mil – Chile 2008
Festival de Otoño de Madrid- España 2007
Festival Iberoamericano de Cadiz – España 2007
Festival Automne en normandie de Rouen – Francia 2007
Fesival Temporada Alta de Gerona- España 2007
Festival de Escena Comtemporanea de Almagro – España 2007
Festival Hispano Miami – EEUU 2007
Festival Latino de Nueva York/ New York Stage Fest – EEUU 2007
Festival Santa Cruz de la Sierra – Bolivia 2007
Festival Porto Alegre em Cena – Brasil 2006
Festival Argentino de Teatro Santa Fè – Argentina 2006
Fiesta Nacional de Teatro – Argentina 2006
Fiesta Provincial de Teatro, Buenos Aires - Argentina 2006
6. Claudio Tolcachir (autor y director)
Actor, director, dramaturgo y docente. La omisión de la familia Coleman -su primera obra como
dramaturgo- se convirtió en uno de los espectáculos mas aclamados del teatro independiente
porteño. Cuenta con una amplia carrera junto a directores tales como Norma Aleandro, Daniel
Veronese, Carlos Gandolfo o Sergio Renán.
Trabajos teatrales Como actor ha intervenido en inumerable producciones como: 2007- La noche canta sus canciones, de Jon Fosse (Dir Daniel Veronese).
2006- ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, de E. Albee (Dir:Luciano Suardi).
2006- Cinco Mujeres con el mismo vestido, de Alan Ball (Dir Norma Aleandro).
2005- La profesión de la Señora Warren, de Bernard Shaw (Dir: Sergio Renan).
2004- En casa en Kabul, de Tony Kushner (Dir: Carlos Gandolfo)
2004- Un hombre que se ahoga, de Daniel Veronese
Versión de Las tres hermanas, de A. Chejov.
2003-04 Romeo y Julieta, de W. Shakespeare (Dir: Alicia Zanca).
2002- De rigurosa etiqueta, de Norma Aleandro (Dir: Norma Aleandro).
2001- El juego del bebé, de Eduard Albee (Dir: Roberto Villanueva).
2000/01- Orfeo y Eurídice, de Jean Anouilh (Dir: Claudio Tolcachir).
2000- La Dama Duende, de Calderón de la Barca (Dir: Daniel S. Marsal).
1999- Long Play, de Jorge Leyes (Dir: M. Salas).
1998/99- Chau Misterix, de Mauricio Kartún (Dir:Claudio Tolcachir).
1997- Traje de Sastres, de Darío Lucheta (Dir: Silvina Katz).
1997- Sueño de una noche de verano, de W. Shakespeare (Versión J. Daulte) (Dir: Diego
Kogan).
1996- 1789, (Dir: Alejandra Boero y Julio Baccaro).
1995- Ah, Soledad, de E. O´Neill (Dir: Agustín Alezzo).
1994- Lisístrata de Aristófanes (Dir: Eduardo Riva y Rita Armani).
1994- Maiacovsky Circus, de V. Maiacobsky. (Dir: José María Paloantonio).
1994- Medea, de Jean Anouilh (Dir: Eduardo Riva).
1993- Juana de Lorena, de M. Anderson. Proyecto “Los que vienen” ( Dir: Alejandra
Boero).
Como director de teatro : en estos momentos se está representando en Argentina su última
creación: Tercer cuerpo (su segundo texto propio). Además ha dirigido: Agosto, Osage County
de Tracy Letts, Atendiendo al Sr. Sloane, de Joe Orton; Lisístrata, de Aristófanes (versión
Rodolfo Roca); Orfeo y Eurídice de Jean Anouilh; Chau Misterix, de Mauricio Kartún; Palabras
para Federico, sobre textos de Federico García Lorca y Arlequino, de Enrique Pinti.
Otros
En cine, protagonizó el largo Buenos Aires me mata, de Beda Docampo Feijoo y en televisión ha
trabajado como actor en varias series como por ejemplo: Chiquititas; Buenos Vecinos; Mi Ex;
Mamitas; Desesperadas por el Aire; Las Chicas de Enfrente (co-protagonista); Los Machos o
¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?
Desde 1998, dirige el espacio de preparación, laboratorio y exhibición teatral, Timbre 4.
Claudio Tolcachir durante un ensayo
7. Resumen de prensa
EL PAÍS Marcos Ordónez
22 de noviembre de 2008
REPORTAJE: PURO TEATRO
La lección de Tolcachir (y familia)
La omisión de la familia Coleman es una auténtica f iesta escénica. El joven director
argentino la creó a partir de las experiencias de l a escuela de actores que montó en su
casa.
He visto tres espectáculos en Madrid. Ya he olvidado el primero, Warum Warum, de Peter
Brook, en la Abadía. Empecé a olvidarlo mientras lo veía: una colección de lugares comunes
sobre el mundo del teatro, con una actriz, Miriam Goldschmidt, incurriendo en la misma
grandilocuencia que pretende criticar. Un trabajo muy menor del maestro; casi un "detente
mientras cobro", a años luz de la intensidad de El gran inquisidor, su entrega del año pasado. El
domingo me zampé las ocho horas de Factory 2, la zambullida de Krystian Lupa y sus
monstruos del Stary Teatr en el universo de Warhol. Espectáculo excesivo por definición, con
dos partes extraordinarias y una tercera un tanto prescindible, pero que arroja una suma de
altísimo teatro: les hablaré en breve. El sábado, el día de Warum, salvé la velada gracias a
Claudio Tolcachir y La omisión de la familia Coleman. Me la había perdido dos veces, en
Temporada Alta y en el anterior Festival de Otoño, y felizmente he podido pillarla en la sala
pequeña del Español, porque es una auténtica fiesta teatral y una lección para estos tiempos de
crisis. Tolcachir tiene treinta y pocos años. Es, por así decirlo, el benjamín de la formidable
generación de Daulte, Spregelburd y Tantanian. En Argentina, el teatro siempre es "el magnífico
enfermo", como decía George Kauffmann: nunca hay dinero, pero las ganas no faltan. Harto de
llamar a las puertas de siempre, Tolcachir convirtió su casa en escenario. Y en escuela. Una
escuela de actores, cuentan, sin horarios, sin apertura ni cierre: se estudiaba por la noche o de
madrugada, cuando todos se habían liberado de sus quehaceres alimenticios. Así nació Timbre
4, en Boedo 640, en un piso grande y destartalado, al final del pasillo de una casa de vecindad.
Durante meses, Tolcachir y sus alumnos se impusieron la dura pero gozosa tarea de construir el
retorcido árbol genealógico de la familia Coleman y de ese modo brotó su primera obra
dramática, una pieza de una apabullante madurez. Crearon la familia y vivieron como familia, y
en aquel piso se estrenó, en agosto de 2005, para convertirse en un fenómeno teatral: cincuenta
personas por sesión, apiñadas en el comedor, durante cuatro años. La omisión de la familia
Coleman se llevó todos los premios de Buenos Aires, y giró por media Suramérica, y fue a
Nueva York, y a Miami, y recaló en Cádiz, en Almagro, en Girona, en Madrid, siempre con
críticas ditirámbicas.
Comienza la comedia y durante los diez primeros minutos creemos pisar un territorio demasiado
conocido: el grotesco porteño, primo hermano de nuestro esperpento. Personajes al límite,
situaciones absurdas, diálogos delirantes. Otra familia desorbitada, pensamos, como en La
nona, o Esperando la carroza, o Postales argentinas, o La escala humana, o Mujeres soñaron
caballos. También cuesta un poco rastrear las reglas del juego de los Coleman, definir sus
vínculos. En la primera parte, el juego consiste en atrapar las esquivas pistas de una historia
pasada y secreta. Una vez recompuesta la foto familiar con todas sus zonas de sombra,
veremos cómo se desintegra de nuevo ante nuestras narices. En la foto hay una abuela, una
hija y cuatro nietos, pero el suelo de la casa se ha movido. La abuela (Araceli Dvoskin) ocupa el
lugar de la madre. La madre, Memé (Miram Odorico), es una niña absoluta, que parece vivir en
su propia fantasía. Hay dos mellizos, Damian y Gabi. Damian (Diego Faturos) calza en el hueco
oscuro del padre ausente: violento, alcohólico, ladrón. A Gabi (Tamara Kiper) le ha tocado el rol
de la madre ideal: es la única que trabaja y trae dinero a una casa que se hunde. Los dos
hermanos mayores se encuentran en los polos opuestos del arco. Vero (Inda Lavalle) vive una
vida aparte: escapó de la telaraña; se casó, prosperó. Y Marito (Lautaro Perotti) encarna, nunca
mejor dicho, todo el dolor de lo no dicho: su trastorno mental es hijo directo de la omisión titular,
de la decisión fatal que dividió a la familia. Contado así parece un furibundo melodrama de Torre
Nilsson, entre gótico y freudiano. Nada más lejos de la realidad. Macarena Trigo, que firma el
prólogo del texto, clava la mariposa: "En la función no hay espacio para la melancolía. Un
perfecto equilibrio entre drama y humor negro, que persigue la veracidad sentimental, revelará lo
mejor y lo peor de cada personaje". La carcajada da paso al calambrazo amargo y viceversa, y
a cada nuevo dato, a cada giro de la trama, los protagonistas ganan en complejidad: nuestra
simpatía pasa de uno a otro y hemos de reevaluar cualquier conclusión provisional. Tolcachir
muestra, no juzga. Memé puede ser encantadora y un monstruo de egoísmo e irresponsabilidad,
casi la versión desglamourizada de Blanca, la madre de Nunca estuviste tan adorable, de
Daulte. La todopoderosa abuela, aparentemente hosca y sarcástica, es la que más sabe, la que
más comprende, la que más ama: el verdadero cemento del grupo. Tampoco Vero es la pija fría
y calculadora que parece ser, ni están pintados de un plumazo los "externos", el doctor (Jorge
Castaño) y Hernán (Gonzalo Ruiz), ese visitante-observador, presunto bobalicón (muy
jardielesco, como la función misma) que aterriza en el epicentro del conflicto. Y todos los
códigos, todos los apriorismos saltan por los aires ante el extraordinario personaje de Marito, el
que más sufre y el que más ve a través de su locura, cumpliendo una función similar a la de
Leopoldo María Panero en El desencanto (y en la vida). El tapiz argumental es muy denso, pero
en ningún momento da la impresión de recargamiento, ni siquiera cuando recurre a las
duplicidades simbólicas (los dos padres ausentes, los dos mellizos, los dos amantes, los dos
hijos pequeños de Vero), gracias a unos diálogos elípticos pero en constante efervescencia, y,
desde luego, a un equipo de intérpretes que cortan el hipo, maravillosamente dirigidos por el
propio autor. Por cierto: Tolcachir acaba de estrenar en Buenos Aires su nueva obra, Tercer
cuerpo. Ya estamos tardando en verla, señores.
� La carcajada da paso al calambrazo amargo y viceversa, y a cada giro de la trama, los
protagonistas ganan en complejidad.
� Todos los apriorismos saltan por los aires ante el extraordinario personaje de Marito, el
que más ve a través de su locura.
ABC JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN
21 de noviembre de 2008
El grillo del hogar / La omisión de la familia Cole man
“Lo que convoca Claudio Tolcachir sobre el escenario es tan real y tan fantástico como la vida
misma, la imagen de un caos en equilibrio y en pijama. […] Ocho actores se conjuran para
ofrecer con intensidad febril esta ceremonia de horror fascinante, que divierte tanto como
desazona. Un gran trabajo de intérpretes, y un soberbio texto del también director Claudio
Tolcachir, que utilizando los mecanismos de la improvisación ha amasado un espectáculo
magnífico que comenzó representando en el salón de su propia casa y cuyo éxito lo ha hecho
internacional. Estará sólo hasta este domingo en el Español; si logran una entrada, no se lo
piensen.”
EL PERIÓDICO CÉSAR LÓPEZ ROSELL
22 de diciembre de 2009
Comèdia negra de molts quirats
La omisión de la familia Coleman, de Claudio Tolcac hir, commou el públic
Teatre Lliure
De la casa i escola teatral de Claudio Tolcachir a Buenos Aires, al món. La commovedora
comèdia negra La omisión de la familia Coleman acaba d’aterrar a l’Espai Lliure, en el tercer any
de visita consecutiva de l’obra a Espanya i després d’haver triomfat a diversos països. El
muntatge de Timbre 4 es va presentar fa dos anys al Temporada Alta, festival al qual a l’octubre
va tornar el jove autor i director amb la seva també exitosa peça Tercer cuerpo. Teatre en estat
pur, elaborat amb un exquisit procés de creació. Durant els nou mesos que va durar el part,
Tolcachir i els seus actors van formar una família i van viure com a tal a casa seva. Mentre això
succeïa, l’autor observava els comportaments personals i en treia conclusions per redactar el
text. Aquest mètode ha donat com a resultat l’hiperrealista i fresc retrat de la patètica
quotidianitat d’una família en la frontera de la dissolució. La convivència està plena de violència i
només els llaços de sang sostenen unes relacions impossibles. Tolcachir aconsegueix que
l’espontaneïtat dels seus personatges atrapi l’espectador. I aconsegueix un rítmic equilibri entre
drama i humor negre. L’autor no editorialitza ni deixa lloc per a la melancolia. Simplement
mostra les contradiccions dels éssers humans d’aquest complex univers. Al principi costa situar-
se en l’enrevessat entramat, però tot acaba quadrant en aquest microcosmos familiar que
encapçala l’àvia (enorme Araceli Dvoskin), arbre fort en què es recolzen tots. Si les seves arrels
es podreixen, tot caurà. Memé és una mare infantiloide i irresponsable (una gran Miriam
Odorico) que ha donat vida a quatre fills, entre ells els bessons Damián (Diego Faturos),
cleptòman i alcohòlic com el pare absent, i Gabi (Tamara Kiper), l’única que treballa.
TRIPIJOCS/ Marito (magnífic Lautaro Perotti), el trastornat i violent germà gran, focalitza l’acció.
I Vero (Inda Lavalle) és la germana que ha aconseguit prosperar vivint fora d’aquest nucli.
Sembla classista i distant però acaba ajudant quan l’àvia és internada i fins i tot cedeix al
xantatge de la seva mare. Les escenes al voltant del llit hospitalari, en què es dibuixen els
tripijocs i egoismes de tots, són de les millors de la funció. I la cantada desintegració arriba amb
la desaparició de l’àvia. Un remat a l’altura d’aquest ja clàssic contemporani.
LA VANGUARDIA Joan-Anton Benach
20 de diciembre de 2009
Cruel retrato familiar
Después de ser una de Las tres hermanas chejovianas, se fue amistosamente de la compañía
de Daniel Veronese, con los secretos que la han hecho famosa, y ahí está: Claudio Tolcachir. Él
y su grupo nos sirven un eco del maestro, aunque con muy singulares coloraciones. La omisión
de la familia Coleman es creación de Tolcachir, pero su labor directora ha consistido en orientar
una improvisación de sus ocho enormes intérpretes, compinchados para ofrecer una imagen
familiar en patética descomposición. No crean, hay mucho humor, negro y menos negro. Sin
embargo, me resisto a afirmar que los Coleman andan metidos en una tragicomedia porque hay
una corriente de crueldad implacable que los destruye, uno a uno. Las risas sólo son la máscara
de un tiempo irremediablemente hostil.
El epicentro de esa familia tormentosa lo ocupa Meme, una inquietante mujer de mirada
asustadiza, una personalidad complicada. Ella es la madre, una figura frágil, infantil, oprimida
entre sus cuatro hijos adultos, irritables, irrespetuosos y dominantes, y la autoridad moral de la
abuela, un monumento a la serenidad y la sensatez. Meme - insuperable Miriam Odorico-
polariza la tensión dramática de un grupo en el que se advierten severas lesiones psíquicas y
donde el percance más nimio arruina el precario equilibrio, convirtiendo la extraña asamblea en
un violento y electrizado guirigay.
No hay un texto discursivo ni grandes episodios entrelazados en La omisión... La abuela, Meme
y los hijos: la hechura triangular de la situación se diluye simplemente por incidentes clínicos y la
historia, con un punto final sobrecogedor, puede apreciarse como un extraordinario ejercicio de
estilo. Con él queda ratificado lo que en alguna otra ocasión se señaló en esta sección, a saber,
que el mejor teatro naturalista en lengua castellana se produce en Argentina. En esta
oportunidad, como en tantas otras, dicho lenguaje no alcanza a la puesta en escena, dado que
el doble espacio de la acción - la casa de los Coleman y una habitación de hospital-se escoge,
alternativamente, con acentos de los focos. El director se muestra del todo punto indiferente al
hecho de que en las penumbras resultantes el espectador pueda ver las trampas del montaje. Y
ello es así por cuanto la ficción trágica de La omisión... mantiene inalterable toda su fortaleza
gracias al trabajo soberbio de actores y actrices, dictando unos y otras una lección magistral de
naturalismo interpretativo.
Vale la pena una mención de todos los actuantes. Junto a la citada Miriam Dorico, los cuatro
hijos: Diego Faturos, Tamara Kiper, Lautaro Perotti y Inda Lavalle; la abuela Araceli Dvoskin; el
médico Jorge Castaño y el amigo Gonzalo Ruiz. No todos trabajan por igual, pero todos
muestran por igual su gran oficio. La compañía se llama Timbre 4. Y es que tiene su sede en un
inmueble de Buenos Aires, de esos cuyos rellanos tienen un largo pasadizo con varios
minúsculos apartamentos. El Timbre 4 es el último de uno de los pisos. Donde se demuestra
que, en teatro, las cosas más grandes se producen con frecuencia en los lugares más
pequeños.
TEATRE BORRÀS
Plaza Urquinaona. Barcelona
Espectáculo en castellano.
Duración: 1h. 40' sin pausa.
Entradas ya a la venta en ServiCaixa.
Precios de 20 a 28€.
HORARIOS
De martes a viernes a las 21 h.
Sábado a las 19 y a las 21.30 h.
Domingo a las 19 h.
DISTRIBUCIÓN
Producciones Teatrales Contemporáneas, S.L.
Ana Jelín – Lola Graiño – Olvido Orovio
C/ Viriato 20 –3º-F - 28010 MADRID
Tel. 34-91 445 68 08 Fax 34-91 446 9754
E.mail [email protected]
www.ptcteatro.com
PRENSA EN BARCELONA
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Marc Gall · Ana Sánchez
Consell de Cent 433, pral. 3ª. 08009 Barcelona.
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1. Nota de prensa
La omisión de la familia Coleman
creación y dirección Claudio Tolcachir l Timbre 4
Teatre Borràs l 09.02.2011 - 06.03.2011
Primera temporada en Barcelona de la compañía argen tina de Claudio Tolcachir, referente del teatro independ iente
• La omisión de la familia Coleman se convirtió, tras su estreno en 2005, en un verdadero fenómeno teatral en Buenos Ai res
• Presentado en más de 30 países con éxito unánime, a caba de triunfar en el Festival de Otoño de París
• Gran éxito de la cartera madrileña en sus dos tempo radas en el Teatro Español, al que volverá en abril de 2011
� “El Festival de Otoño ya tiene su triunfo, La omisión de la familia Coleman , del argentino Claudio Tolcachir.” Brigitte Salino, Le Monde
� “ Un equipo de intérpretes que corta la respiración, maravillosamente dirigidos por el propio autor. Una verdadera fiesta teatral y una lección para estos tiempos de crisis. ” Marcos Ordóñez, El País
Por vez primera, la compañía argentina Timbre 4, referente del teatro independiente, hará
una temporada de cuatro semanas en la capital catalana. La omisión de la familia Coleman,
que llenó sus cinco únicas funciones en el Teatre Lliure en 2009, podrá verse en el Teatre
Borràs del 9 de febrero al 6 de marzo de 2011. Desde su estreno hace cinco años en la
casa de Claudio Tolcachir, sede de una emblemática sala off de Buenos Aires, esta pieza
de culto ha conquistado al público y la crítica en su extensa gira internacional por 30 países.
Acaba de completar una temporada de cuatro semanas en el Théâtre du Rond Point
(siendo calificada por Le Monde como “el triunfo” del Festival de Otoño de París) y en la
primavera de 2011 volverá al Teatro Español, donde ya estuvo en dos ocasiones,
convirtiéndose en el fenómeno teatral de la cartera madrileña.
Su director, el dramaturgo Claudio Tolcachir , transformó su casa del barrio de Boedo en
un laboratorio teatral, y durante un tiempo existió un cartel en la puerta pidiendo
encarecidamente silencio a los espectadores que acudían a la obra, para no molestar a los
vecinos. Así nació una de los referentes actuales de la escena argentina.
La omisión de la familia Coleman
La omisión de la familia Coleman obtuvo entre otros, los premios al Mejor espectáculo de
teatro off, Mejor obra argentina y Mejor dirección de los Premio ACE 2006; los premios al
Mejor actor de reparto para Lautaro Perotti y a la Melor actriz de reparto para Ellen Wolf en
los Premios Trinidad Guevara 2006; el Premio a la Mejor obra original, al Mejor espectáculo
y a la Mejor actriz para Míriam Odorico, de la Fiesta Nacional del Teatro 2006. También ha
sido premiado por la revista Teatro XXI como mejor obra en 2005 y a la Fiesta Provincial
del Teatro con el premio al Mejor espectáculo de 2005. También obtuvo los Premios Clarín
2007 al Mejor espectáculo del circuito no comercial y Premio Clarín al Mejor director.
Una familia viviendo al límite de la disolución, una disolución evidente pero secreta;
conviviendo en una casa que los contiene y los encierra, construyendo espacios
personales dentro de los espacios compartidos, cada vez más complejos de
conciliar. Una convivencia imposible transitada desde el absurdo devenir de lo
cotidiano, donde lo violento se instala como natural y lo patético se ignora por
compartido. “Todo lo que yo podría ser y hacer si yo no estuviera aquí”. “¿Podría
alguna vez no estar aquí?”. “¿Quién soy fuera de esta casa y de esta familia?”. El
proceso de trabajo se realizó a través de improvisaciones y ejercicios de composición
de los personajes, sus características y sus vínculos, llegando paulatinamente a la
concepción del texto definitivo. El espacio es realista, con detalles que hablan de las
características de esta familia, la acumulación de objetos y la superposición de
estilos. Desde lo actoral, la interpretación se instala en la natural aunque absurda
cotidianeidad de estos seres que transitan su convivencia a centímetros del público.
Claudio Tolcachir
2. Ficha artística
La omisión de la familia Coleman
TIMBRE 4
Reparto
Abuela: Araceli Dvoskin
Meme: Miriam Odorico
Verónica: Inda Lavalle
Gabi: Tamara Kiper
Marito: Lautaro Perotti
Damián: Gerardo Otero
Hernán: Gonzalo Ruiz
Doctor: Jorge Castaño
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Producciones Teatrales Contemporáneas S.L.
Libro y dirección
Claudio Tolcachir
3. Timbre 4
A partir de un proceso de escritura basado en la improvisación, el autor y director Claudio
Tocalchir llega paulatinamente a la concepción de un texto definitivo. Un espectáculo sin
conclusiones que sugiere que las cosas nunca son lo que parecen y que todo aquello que no se
dice, acaba por sonar más fuerte…
Timbre 4 es el nombre de la escuela que dirige Claudio Tolcachir en Buenos Aires, que
comenzó a funcionar como espacio teatral en 1998. Jóvenes actores ansiosos por encontrar un
lugar propio en el que investigar y seguir creciendo como creadores, comenzaron así a cumplir
su sueño. Un sueño en el que ellos decidirían qué tipo de teatro hacer, cómo, con quién y
dónde. Timbre 4 fue desde el principio un lugar de trabajo. Hoy, diez años después, no sólo
funciona como sala teatral sino que durante toda la semana recibe alumnos de teatro que
entrenan y se forman como actores.
4. Premios y nominaciones de la obra
PREMIO ERCILLA 2009 A LA MEJOR CREACIÓN DRÁMATICA Mejor espectáculo de teatro off Premio ACE 2006 Mejor obra argentina Premio ACE 2006 Mejor dirección Premio ACE 2006 Mejor actor de reparto , Lautaro Perotti Premios Trinidad Guevara 2006 Mejor actriz de reparto , Ellen Wolf Premios Trinidad Guevara 2006 Mejor obra original Fiesta nacional del teatro 2006 Mejor espectáculo Fiesta nacional del teatro 2006 Mejor actriz , Miriam Odorico Fiesta nacional del teatro 2006 Mejor obra Revista teatro XXI Mejor espectáculo Fiesta provincial del teatro 2005 Nominación mejor actriz de reparto , Miriam Odorico y Ellen Wolf Premios ACE 2006 Nominación mejor actriz de reparto , Miriam Odorico Premios Trinidad Guevara 2006 Nominación mejor autor Premios Trinidad Guevara 2006 Nominación mejor obra de teatro circuito off Premios Clarín 2005 Nominación mejor dirección Premios María Guerrero 2006 Nominación mejor obra Premios Teatros del mundo
5. Presencia en festivales
Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá – Colombia 2008
Festival Creatividad sin fronteras – El Salvador 2008
Festival Internacional de Artes Escénicas – Panamá 2008
Festival de las Artes de Costa Rica – Costa Rica 2008
Festival Santiago a Mil – Chile 2008
Festival de Otoño de Madrid- España 2007
Festival Iberoamericano de Cadiz – España 2007
Festival Automne en normandie de Rouen – Francia 2007
Fesival Temporada Alta de Gerona- España 2007
Festival de Escena Comtemporanea de Almagro – España 2007
Festival Hispano Miami – EEUU 2007
Festival Latino de Nueva York/ New York Stage Fest – EEUU 2007
Festival Santa Cruz de la Sierra – Bolivia 2007
Festival Porto Alegre em Cena – Brasil 2006
Festival Argentino de Teatro Santa Fè – Argentina 2006
Fiesta Nacional de Teatro – Argentina 2006
Fiesta Provincial de Teatro, Buenos Aires - Argentina 2006
6. Claudio Tolcachir (autor y director)
Actor, director, dramaturgo y docente. La omisión de la familia Coleman -su primera obra como
dramaturgo- se convirtió en uno de los espectáculos mas aclamados del teatro independiente
porteño. Cuenta con una amplia carrera junto a directores tales como Norma Aleandro, Daniel
Veronese, Carlos Gandolfo o Sergio Renán.
Trabajos teatrales Como actor ha intervenido en inumerable producciones como: 2007- La noche canta sus canciones, de Jon Fosse (Dir Daniel Veronese).
2006- ¿Quién le teme a Virginia Woolf?, de E. Albee (Dir:Luciano Suardi).
2006- Cinco Mujeres con el mismo vestido, de Alan Ball (Dir Norma Aleandro).
2005- La profesión de la Señora Warren, de Bernard Shaw (Dir: Sergio Renan).
2004- En casa en Kabul, de Tony Kushner (Dir: Carlos Gandolfo)
2004- Un hombre que se ahoga, de Daniel Veronese
Versión de Las tres hermanas, de A. Chejov.
2003-04 Romeo y Julieta, de W. Shakespeare (Dir: Alicia Zanca).
2002- De rigurosa etiqueta, de Norma Aleandro (Dir: Norma Aleandro).
2001- El juego del bebé, de Eduard Albee (Dir: Roberto Villanueva).
2000/01- Orfeo y Eurídice, de Jean Anouilh (Dir: Claudio Tolcachir).
2000- La Dama Duende, de Calderón de la Barca (Dir: Daniel S. Marsal).
1999- Long Play, de Jorge Leyes (Dir: M. Salas).
1998/99- Chau Misterix, de Mauricio Kartún (Dir:Claudio Tolcachir).
1997- Traje de Sastres, de Darío Lucheta (Dir: Silvina Katz).
1997- Sueño de una noche de verano, de W. Shakespeare (Versión J. Daulte) (Dir: Diego
Kogan).
1996- 1789, (Dir: Alejandra Boero y Julio Baccaro).
1995- Ah, Soledad, de E. O´Neill (Dir: Agustín Alezzo).
1994- Lisístrata de Aristófanes (Dir: Eduardo Riva y Rita Armani).
1994- Maiacovsky Circus, de V. Maiacobsky. (Dir: José María Paloantonio).
1994- Medea, de Jean Anouilh (Dir: Eduardo Riva).
1993- Juana de Lorena, de M. Anderson. Proyecto “Los que vienen” ( Dir: Alejandra
Boero).
Como director de teatro : en estos momentos se está representando en Argentina su última
creación: Tercer cuerpo (su segundo texto propio). Además ha dirigido: Agosto, Osage County
de Tracy Letts, Atendiendo al Sr. Sloane, de Joe Orton; Lisístrata, de Aristófanes (versión
Rodolfo Roca); Orfeo y Eurídice de Jean Anouilh; Chau Misterix, de Mauricio Kartún; Palabras
para Federico, sobre textos de Federico García Lorca y Arlequino, de Enrique Pinti.
Otros
En cine, protagonizó el largo Buenos Aires me mata, de Beda Docampo Feijoo y en televisión ha
trabajado como actor en varias series como por ejemplo: Chiquititas; Buenos Vecinos; Mi Ex;
Mamitas; Desesperadas por el Aire; Las Chicas de Enfrente (co-protagonista); Los Machos o
¿Dónde estás amor de mi vida que no te puedo encontrar?
Desde 1998, dirige el espacio de preparación, laboratorio y exhibición teatral, Timbre 4.
Claudio Tolcachir durante un ensayo
7. Resumen de prensa
EL PAÍS Marcos Ordónez
22 de noviembre de 2008
REPORTAJE: PURO TEATRO
La lección de Tolcachir (y familia)
La omisión de la familia Coleman es una auténtica f iesta escénica. El joven director
argentino la creó a partir de las experiencias de l a escuela de actores que montó en su
casa.
He visto tres espectáculos en Madrid. Ya he olvidado el primero, Warum Warum, de Peter
Brook, en la Abadía. Empecé a olvidarlo mientras lo veía: una colección de lugares comunes
sobre el mundo del teatro, con una actriz, Miriam Goldschmidt, incurriendo en la misma
grandilocuencia que pretende criticar. Un trabajo muy menor del maestro; casi un "detente
mientras cobro", a años luz de la intensidad de El gran inquisidor, su entrega del año pasado. El
domingo me zampé las ocho horas de Factory 2, la zambullida de Krystian Lupa y sus
monstruos del Stary Teatr en el universo de Warhol. Espectáculo excesivo por definición, con
dos partes extraordinarias y una tercera un tanto prescindible, pero que arroja una suma de
altísimo teatro: les hablaré en breve. El sábado, el día de Warum, salvé la velada gracias a
Claudio Tolcachir y La omisión de la familia Coleman. Me la había perdido dos veces, en
Temporada Alta y en el anterior Festival de Otoño, y felizmente he podido pillarla en la sala
pequeña del Español, porque es una auténtica fiesta teatral y una lección para estos tiempos de
crisis. Tolcachir tiene treinta y pocos años. Es, por así decirlo, el benjamín de la formidable
generación de Daulte, Spregelburd y Tantanian. En Argentina, el teatro siempre es "el magnífico
enfermo", como decía George Kauffmann: nunca hay dinero, pero las ganas no faltan. Harto de
llamar a las puertas de siempre, Tolcachir convirtió su casa en escenario. Y en escuela. Una
escuela de actores, cuentan, sin horarios, sin apertura ni cierre: se estudiaba por la noche o de
madrugada, cuando todos se habían liberado de sus quehaceres alimenticios. Así nació Timbre
4, en Boedo 640, en un piso grande y destartalado, al final del pasillo de una casa de vecindad.
Durante meses, Tolcachir y sus alumnos se impusieron la dura pero gozosa tarea de construir el
retorcido árbol genealógico de la familia Coleman y de ese modo brotó su primera obra
dramática, una pieza de una apabullante madurez. Crearon la familia y vivieron como familia, y
en aquel piso se estrenó, en agosto de 2005, para convertirse en un fenómeno teatral: cincuenta
personas por sesión, apiñadas en el comedor, durante cuatro años. La omisión de la familia
Coleman se llevó todos los premios de Buenos Aires, y giró por media Suramérica, y fue a
Nueva York, y a Miami, y recaló en Cádiz, en Almagro, en Girona, en Madrid, siempre con
críticas ditirámbicas.
Comienza la comedia y durante los diez primeros minutos creemos pisar un territorio demasiado
conocido: el grotesco porteño, primo hermano de nuestro esperpento. Personajes al límite,
situaciones absurdas, diálogos delirantes. Otra familia desorbitada, pensamos, como en La
nona, o Esperando la carroza, o Postales argentinas, o La escala humana, o Mujeres soñaron
caballos. También cuesta un poco rastrear las reglas del juego de los Coleman, definir sus
vínculos. En la primera parte, el juego consiste en atrapar las esquivas pistas de una historia
pasada y secreta. Una vez recompuesta la foto familiar con todas sus zonas de sombra,
veremos cómo se desintegra de nuevo ante nuestras narices. En la foto hay una abuela, una
hija y cuatro nietos, pero el suelo de la casa se ha movido. La abuela (Araceli Dvoskin) ocupa el
lugar de la madre. La madre, Memé (Miram Odorico), es una niña absoluta, que parece vivir en
su propia fantasía. Hay dos mellizos, Damian y Gabi. Damian (Diego Faturos) calza en el hueco
oscuro del padre ausente: violento, alcohólico, ladrón. A Gabi (Tamara Kiper) le ha tocado el rol
de la madre ideal: es la única que trabaja y trae dinero a una casa que se hunde. Los dos
hermanos mayores se encuentran en los polos opuestos del arco. Vero (Inda Lavalle) vive una
vida aparte: escapó de la telaraña; se casó, prosperó. Y Marito (Lautaro Perotti) encarna, nunca
mejor dicho, todo el dolor de lo no dicho: su trastorno mental es hijo directo de la omisión titular,
de la decisión fatal que dividió a la familia. Contado así parece un furibundo melodrama de Torre
Nilsson, entre gótico y freudiano. Nada más lejos de la realidad. Macarena Trigo, que firma el
prólogo del texto, clava la mariposa: "En la función no hay espacio para la melancolía. Un
perfecto equilibrio entre drama y humor negro, que persigue la veracidad sentimental, revelará lo
mejor y lo peor de cada personaje". La carcajada da paso al calambrazo amargo y viceversa, y
a cada nuevo dato, a cada giro de la trama, los protagonistas ganan en complejidad: nuestra
simpatía pasa de uno a otro y hemos de reevaluar cualquier conclusión provisional. Tolcachir
muestra, no juzga. Memé puede ser encantadora y un monstruo de egoísmo e irresponsabilidad,
casi la versión desglamourizada de Blanca, la madre de Nunca estuviste tan adorable, de
Daulte. La todopoderosa abuela, aparentemente hosca y sarcástica, es la que más sabe, la que
más comprende, la que más ama: el verdadero cemento del grupo. Tampoco Vero es la pija fría
y calculadora que parece ser, ni están pintados de un plumazo los "externos", el doctor (Jorge
Castaño) y Hernán (Gonzalo Ruiz), ese visitante-observador, presunto bobalicón (muy
jardielesco, como la función misma) que aterriza en el epicentro del conflicto. Y todos los
códigos, todos los apriorismos saltan por los aires ante el extraordinario personaje de Marito, el
que más sufre y el que más ve a través de su locura, cumpliendo una función similar a la de
Leopoldo María Panero en El desencanto (y en la vida). El tapiz argumental es muy denso, pero
en ningún momento da la impresión de recargamiento, ni siquiera cuando recurre a las
duplicidades simbólicas (los dos padres ausentes, los dos mellizos, los dos amantes, los dos
hijos pequeños de Vero), gracias a unos diálogos elípticos pero en constante efervescencia, y,
desde luego, a un equipo de intérpretes que cortan el hipo, maravillosamente dirigidos por el
propio autor. Por cierto: Tolcachir acaba de estrenar en Buenos Aires su nueva obra, Tercer
cuerpo. Ya estamos tardando en verla, señores.
� La carcajada da paso al calambrazo amargo y viceversa, y a cada giro de la trama, los
protagonistas ganan en complejidad.
� Todos los apriorismos saltan por los aires ante el extraordinario personaje de Marito, el
que más ve a través de su locura.
ABC JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN
21 de noviembre de 2008
El grillo del hogar / La omisión de la familia Cole man
“Lo que convoca Claudio Tolcachir sobre el escenario es tan real y tan fantástico como la vida
misma, la imagen de un caos en equilibrio y en pijama. […] Ocho actores se conjuran para
ofrecer con intensidad febril esta ceremonia de horror fascinante, que divierte tanto como
desazona. Un gran trabajo de intérpretes, y un soberbio texto del también director Claudio
Tolcachir, que utilizando los mecanismos de la improvisación ha amasado un espectáculo
magnífico que comenzó representando en el salón de su propia casa y cuyo éxito lo ha hecho
internacional. Estará sólo hasta este domingo en el Español; si logran una entrada, no se lo
piensen.”
EL PERIÓDICO CÉSAR LÓPEZ ROSELL
22 de diciembre de 2009
Comèdia negra de molts quirats
La omisión de la familia Coleman, de Claudio Tolcac hir, commou el públic
Teatre Lliure
De la casa i escola teatral de Claudio Tolcachir a Buenos Aires, al món. La commovedora
comèdia negra La omisión de la familia Coleman acaba d’aterrar a l’Espai Lliure, en el tercer any
de visita consecutiva de l’obra a Espanya i després d’haver triomfat a diversos països. El
muntatge de Timbre 4 es va presentar fa dos anys al Temporada Alta, festival al qual a l’octubre
va tornar el jove autor i director amb la seva també exitosa peça Tercer cuerpo. Teatre en estat
pur, elaborat amb un exquisit procés de creació. Durant els nou mesos que va durar el part,
Tolcachir i els seus actors van formar una família i van viure com a tal a casa seva. Mentre això
succeïa, l’autor observava els comportaments personals i en treia conclusions per redactar el
text. Aquest mètode ha donat com a resultat l’hiperrealista i fresc retrat de la patètica
quotidianitat d’una família en la frontera de la dissolució. La convivència està plena de violència i
només els llaços de sang sostenen unes relacions impossibles. Tolcachir aconsegueix que
l’espontaneïtat dels seus personatges atrapi l’espectador. I aconsegueix un rítmic equilibri entre
drama i humor negre. L’autor no editorialitza ni deixa lloc per a la melancolia. Simplement
mostra les contradiccions dels éssers humans d’aquest complex univers. Al principi costa situar-
se en l’enrevessat entramat, però tot acaba quadrant en aquest microcosmos familiar que
encapçala l’àvia (enorme Araceli Dvoskin), arbre fort en què es recolzen tots. Si les seves arrels
es podreixen, tot caurà. Memé és una mare infantiloide i irresponsable (una gran Miriam
Odorico) que ha donat vida a quatre fills, entre ells els bessons Damián (Diego Faturos),
cleptòman i alcohòlic com el pare absent, i Gabi (Tamara Kiper), l’única que treballa.
TRIPIJOCS/ Marito (magnífic Lautaro Perotti), el trastornat i violent germà gran, focalitza l’acció.
I Vero (Inda Lavalle) és la germana que ha aconseguit prosperar vivint fora d’aquest nucli.
Sembla classista i distant però acaba ajudant quan l’àvia és internada i fins i tot cedeix al
xantatge de la seva mare. Les escenes al voltant del llit hospitalari, en què es dibuixen els
tripijocs i egoismes de tots, són de les millors de la funció. I la cantada desintegració arriba amb
la desaparició de l’àvia. Un remat a l’altura d’aquest ja clàssic contemporani.
LA VANGUARDIA Joan-Anton Benach
20 de diciembre de 2009
Cruel retrato familiar
Después de ser una de Las tres hermanas chejovianas, se fue amistosamente de la compañía
de Daniel Veronese, con los secretos que la han hecho famosa, y ahí está: Claudio Tolcachir. Él
y su grupo nos sirven un eco del maestro, aunque con muy singulares coloraciones. La omisión
de la familia Coleman es creación de Tolcachir, pero su labor directora ha consistido en orientar
una improvisación de sus ocho enormes intérpretes, compinchados para ofrecer una imagen
familiar en patética descomposición. No crean, hay mucho humor, negro y menos negro. Sin
embargo, me resisto a afirmar que los Coleman andan metidos en una tragicomedia porque hay
una corriente de crueldad implacable que los destruye, uno a uno. Las risas sólo son la máscara
de un tiempo irremediablemente hostil.
El epicentro de esa familia tormentosa lo ocupa Meme, una inquietante mujer de mirada
asustadiza, una personalidad complicada. Ella es la madre, una figura frágil, infantil, oprimida
entre sus cuatro hijos adultos, irritables, irrespetuosos y dominantes, y la autoridad moral de la
abuela, un monumento a la serenidad y la sensatez. Meme - insuperable Miriam Odorico-
polariza la tensión dramática de un grupo en el que se advierten severas lesiones psíquicas y
donde el percance más nimio arruina el precario equilibrio, convirtiendo la extraña asamblea en
un violento y electrizado guirigay.
No hay un texto discursivo ni grandes episodios entrelazados en La omisión... La abuela, Meme
y los hijos: la hechura triangular de la situación se diluye simplemente por incidentes clínicos y la
historia, con un punto final sobrecogedor, puede apreciarse como un extraordinario ejercicio de
estilo. Con él queda ratificado lo que en alguna otra ocasión se señaló en esta sección, a saber,
que el mejor teatro naturalista en lengua castellana se produce en Argentina. En esta
oportunidad, como en tantas otras, dicho lenguaje no alcanza a la puesta en escena, dado que
el doble espacio de la acción - la casa de los Coleman y una habitación de hospital-se escoge,
alternativamente, con acentos de los focos. El director se muestra del todo punto indiferente al
hecho de que en las penumbras resultantes el espectador pueda ver las trampas del montaje. Y
ello es así por cuanto la ficción trágica de La omisión... mantiene inalterable toda su fortaleza
gracias al trabajo soberbio de actores y actrices, dictando unos y otras una lección magistral de
naturalismo interpretativo.
Vale la pena una mención de todos los actuantes. Junto a la citada Miriam Dorico, los cuatro
hijos: Diego Faturos, Tamara Kiper, Lautaro Perotti y Inda Lavalle; la abuela Araceli Dvoskin; el
médico Jorge Castaño y el amigo Gonzalo Ruiz. No todos trabajan por igual, pero todos
muestran por igual su gran oficio. La compañía se llama Timbre 4. Y es que tiene su sede en un
inmueble de Buenos Aires, de esos cuyos rellanos tienen un largo pasadizo con varios
minúsculos apartamentos. El Timbre 4 es el último de uno de los pisos. Donde se demuestra
que, en teatro, las cosas más grandes se producen con frecuencia en los lugares más
pequeños.
TEATRE BORRÀS
Plaza Urquinaona. Barcelona
Espectáculo en castellano.
Duración: 1h. 40' sin pausa.
Entradas ya a la venta en ServiCaixa.
Precios de 20 a 28€.
HORARIOS
De martes a viernes a las 21 h.
Sábado a las 19 y a las 21.30 h.
Domingo a las 19 h.
DISTRIBUCIÓN
Producciones Teatrales Contemporáneas, S.L.
Ana Jelín – Lola Graiño – Olvido Orovio
C/ Viriato 20 –3º-F - 28010 MADRID
Tel. 34-91 445 68 08 Fax 34-91 446 9754
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