domingo de ramos 2010
DESCRIPTION
HOMILIA DE D. MARIANOTRANSCRIPT
PARROQUIA EL SALVADOR DE BAEZA
HOMILIA CON MOTIVO DEL DOMINGO DE RAMOS
D. MARIANO CABEZA PERALTA
DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR
Año C
Queridos hermanos:
Hemos abierto la puerta de la Semana Santa proclamando la liturgia de la
Palabra. Cristo entra en Jerusalén, ciudad del rey David, ciudad de Dios,
capital de la promesa de Dios a Abraham, centro geográfico y visible del
pueblo de Dios.
Allí es donde quiso encaminarse Jesús, sabiendo muy bien lo que hacía, no
dejando nada a la improvisación.
Sereno, seguro, toma su borriquillo y entra en la ciudad buscando, como
dice el evangelista San Juan, “su hora”.
No le nubla la mente, ni le detiene para cumplir su misión, los gritos de
júbilo de los que lo recibieron, ni los gritos de muerte de los que lo
rechazaron. Jesús sabía lo que tenía que hacer y sabía cómo hacerlo,
aunque le costase la vida.
Así hermanos, en esta primera celebración de nuestra Parroquia de El
Salvador hemos podido contemplar toda la Semana Santa. De una forma
comprimida, a título de síntesis, pero tenemos seis días más para ir
saboreando cada momento de la Pasión, Muerte y Resurrección de
Jesucristo y toda una cincuentena pascual para prolongar el triunfo del bien
sobre el mal, de la vida sobre la muerte y del amor sobre el pecado.
Como pastor vuestro quiero invitaros a todos y cada uno de los momentos
que vamos a vivir durante la semana. Que rompamos las estrecheces de
nuestra mente que reducen nuestra participación en la rica liturgia de estos
días.
De domingo de ramos a domingo de resurrección tenemos 14 celebraciones
preparadas para que nadie eche en falta momentos de oración con la
liturgia de la Iglesia (Laudes y Hora intermedia), momentos de
reconciliación (Penitencial), momentos de encuentro con Cristo Eucaristía
(Misa y Hora Santa), momentos para escuchar la Palabra de Dios y renovar
la fe, los sacramentos de la iniciación cristiana (Vigilia Pascual).
Para que nadie se sienta en nuestra comunidad ajeno o pasivo porque
prepararemos juntos todas las celebraciones.
Lo que ocurra en la calle estos días, las múltiples procesiones y
manifestaciones públicas de fe, deben ser prolongación de lo que vivamos
aquí en el templo para que no se quede en una expresión cultural propia de
nuestra tierra o un folklore religioso.
Disfrutaremos mucho más del dramatismo de la calle en estos días, si
previamente ha resonado la voz del Señor en nuestro interior, si hemos sido
testigos de “su hora” al calor de su Palabra y de los Sacramentos que nos
salvan.
Pido al Señor por todos nosotros, para que no gastemos las energías en
estos días santos en cosas que no sean de verdadero provecho para nuestra
vida cristiana.
Pido al Señor por todos nosotros, para que vivamos con recogimiento estos
días santos y a la escucha serena del suave susurro donde reside la voz de
Dios.
Pido al Señor por todos nosotros, para que muy unidos a Cristo subamos
con él al calvario, descendamos a los infiernos para resucitar con gloria.
Y pido al Señor por todos nosotros, para que sepamos dar una palabra a los
que miran nuestra fe con indiferencia o desprecio. Nuestra actitud de
recogimiento y respeto tanto en el templo como en la calle sea un signo de
que estamos viviendo unos días muy importantes para nuestra fe y nuestra
vida.
Queridos hermanos, andemos juntos los caminos del Señor. Que así sea.