DOGMA Y PARADIGMA

El Paradigma en una definición sencilla, es la manera cómo vemos el mundo, es un patrón mental preestablecido. Cada individuo en el planeta a través de la cultura, los valores, la crianza en el hogar, la educación formal, va modelando un esquema mental que le permite percibir su entorno de una forma determinada. Todos somos diferentes, únicos, y en esa individualidad el ejercicio de vivir se constituye en una constante administración de nuestros paradigmas particulares al relacionarnos con nuestros semejantes. Es indudable que esto se constituye en todo un desafío, ya que dentro de esa interelación con nuestro entorno, es necesario establecer los consensos necesarios que permitan un adecuado direccionamiento hacia los objetivos perseguidos como comunidad. 

En el caso de las máquinas y sistemas en general, el paradigma viene determinado por un Manual de Procedimientos que debe aprenderse o al menos conocerse, para que cuando sea necesario utilizar su servicio, el interesado (a) fácilmente pueda

realizar de forma competente y exitosa, una operación determinada dentro de sus límites. 

Como ya se mencionó con anterioridad, en el ser humano el asunto no es tan sencillo, ya que nuestra emocionalidad juega un papel relevante que impide establecer estándares de funcionamiento o de operatividad (no somos robots programados). Aún así, a través de una gestión inteligente de nuestras emociones, es posible abogar por el dialogo constructivo que permita esa convivencia tan necesaria, que apoyará sin lugar a dudas, el aprendizaje significativo y reducirá la resistencia al cambio.

El Dogma, por otro lado, puede confundirse con el concepto de Paradigma, y es necesario estar al tanto de la diferencia. El Dogma, impone, anula, elimina cualquier posibilidad de cambio y de diálogo. Establece postulados y principios que no pueden ser rebatidos y por lo general son impuestos por autoridades que se consideran superiores. En este caso se encuentran los dogmas de fé, muy atados a los principios religiosos y los dogmas políticos, enlazados con sistemas de creencias que por lo general llevan a la intolerancia y al autoritarismo.