documentos de la iglesia chilena

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Autor: Mons. Carlos González Fecha: 17/01/2008 Pais :Chile Ciudad: Santiago ¿Y qué hiciste con tu hermano? Intervención de Mons. Carlos González en la presentación de su libro, Biblioteca Nacional, 18 de enero de 2008. A) Desde 1990, fecha en que termina lo que se relata en estos escritos, han transcurrido 18 años y a estas alturas de la vida considero que es atinado dar a conocer lo vivido en esos tiempos y marcó la vida de tantas personas entre las cuales me siento incluido. He intentado escribir en “buena onda” sin emitir juicios condenatorios sobre las intenciones y las conciencias de las personas. Lo que sucede en lo profundo de cada ser humano, sólo le pertenece a Dios. Este escrito puede servir a muchas personas que tal vez no supieron de los años del Gobierno Militar porque no habían nacido o eran muy jóvenes y también para aquellos que tienen otra visión diferente de los hechos. Siempre ayuda escuchar otros puntos de vista, amplía nuestros horizontes y nos hace más tolerantes y comprensivos. Espero que este libro sea leído sin prejuicios y con abertura interior. B) En los años del Gobierno Militar, la Iglesia vivió intensamente la parábola del Buen Samaritano (San Lucas 10. 31 a 37) y esa realidad fue muy valiosa para quienes vivimos la experiencia de una Iglesia acogedora y dialogante. Al celebrar 60 años de sacerdocio, en el 2004, escribí: “Sueño con una Iglesia cada día más respetuosa de la dignidad humana en la cual todos somos hijos de Dios, que no haya diferencias entre ricos y pobres, entre el hombre y la mujer, entre los más inteligentes y los limitados. Sueño con una Iglesia que escuche antes de hablar, que acoja y perdone sin querer condenar, que anuncie más que denunciar. Sueño con la Iglesia en la cual el Espíritu Santo se sienta muy acogido. Es la Iglesia que busca caminos nuevos, peregrina y ligera de equipaje. En ese mismo año 2004 el Cardenal Ratzinger, actualmente Benedicto XVI, me impresionó con su pensamiento: “la percepción del cristianismo como algo institucional y no como un encuentro en Cristo, ha llevado al hecho de que hoy día el cristianismo deje de verse como una fuente de alegría”. Lo institucional suele ser muy fuerte y parece que ahoga al Espíritu Santo que está amenazado por las estructuras y por la maquinaria de la organización. Para salvar la libertad del Espíritu Santo conviene reflexionar en “la nueva evangelización” que proponía Juan Pablo II y en “la Iglesia Misionera” que nos piden los Obispos reunidos en Brasil, en Aparecida. C) ¿Porqué reflexiono sobre nuestra Iglesia?

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Texto de Monseñor Carlos González para presentar un libro, año 2008.

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  • Autor: Mons. Carlos GonzlezFecha: 17/01/2008Pais :ChileCiudad: Santiago

    Y qu hiciste con tu hermano?

    Intervencin de Mons. Carlos Gonzlez en la presentacin de su libro, Biblioteca Nacional, 18 deenero de 2008.

    A) Desde 1990, fecha en que termina lo que se relata en estos escritos, han transcurrido 18 aos y a estas alturas de la vida considero que es atinado dar a conocer lo vivido en esos tiempos y marc la vida de tantas personas entre las cuales me siento incluido.

    He intentado escribir en buena onda sin emitir juicios condenatorios sobre las intenciones y las conciencias de las personas. Lo que sucede en lo profundo de cada ser humano, slo le pertenece a Dios.

    Este escrito puede servir a muchas personas que tal vez no supieron de los aos del Gobierno Militar porque no haban nacido o eran muy jvenes y tambin para aquellos que tienen otra visin diferente de los hechos.Siempre ayuda escuchar otros puntos de vista, ampla nuestros horizontes y nos hace ms tolerantes y comprensivos. Espero que este libro sea ledo sin prejuicios y con abertura interior.

    B)En los aos del Gobierno Militar, la Iglesia vivi intensamente la parbola del Buen Samaritano (San Lucas 10. 31 a 37) y esa realidad fue muy valiosa para quienes vivimos la experiencia de una Iglesia acogedora y dialogante.

    Al celebrar 60 aos de sacerdocio, en el 2004, escrib: Sueo con una Iglesia cada da ms respetuosa de la dignidad humana en la cual todos somos hijos de Dios, que no haya diferencias entre ricos y pobres, entre el hombre y la mujer, entre los ms inteligentes y los limitados.

    Sueo con una Iglesia que escuche antes de hablar, que acoja y perdone sin querer condenar, que anuncie ms que denunciar. Sueo con la Iglesia en la cual el Espritu Santo se sienta muy acogido. Es la Iglesia que busca caminos nuevos, peregrina y ligera de equipaje.En ese mismo ao 2004 el Cardenal Ratzinger, actualmente Benedicto XVI, me impresion con su pensamiento: la percepcin del cristianismo como algo institucional y no como un encuentro en Cristo, ha llevado al hecho de que hoy da el cristianismo deje de verse como una fuente de alegra.

    Lo institucional suele ser muy fuerte y parece que ahoga al Espritu Santo que est amenazado por las estructuras y por la maquinaria de la organizacin. Para salvar la libertad del Espritu Santo conviene reflexionar en la nueva evangelizacin que propona Juan Pablo II y en la Iglesia Misionera que nos piden los Obispos reunidos en Brasil, en Aparecida.

    C)Porqu reflexiono sobre nuestra Iglesia?

  • En primer lugar porque vivimos una etapa nueva mundial por las transformaciones radicales en la sociedad, en las personas y en la familia.

    Vivimos en un terremoto producido por la revolucin de la tcnica y por el avance vertiginoso de la globalizacin. Son fenmenos nuevos iniciados, aproximadamente, alrededor del ao 1970

    Pas la edad industrial y nuestra actual sociedad es competitiva, exitista y muchas veces se muestra carente de amor. El dinero, smbolo del poder, y la ambicin por la riqueza son aspiraciones cada vez mayores.

    Actualmente algunos Estados, parecen ser menos importantes que los grandes monopolios transnacionales y la economa est orientada por un capitalismo neo liberal desatado y deshumanizante, sin contrapeso que lo suavice. Es un sistema cruel y sin anestesia.

    En segundo lugar: veo preocupante escuchar cada vez con mayor frecuencia no quiero nada con la Iglesia, mi problema de fe est en la Iglesia y no con Dios. Las descalificaciones a nuestra Iglesia son numerosas y muchas veces muy poco objetivas.

    Los sacerdotes mayores podemos comprobar con claridad esa hemorragia creciente de cristianos que se alejan de nuestra Iglesia y se van en silencio, sin decir nada. Constatamos la lejana de los jvenes y de personas ms cultivadas en el terreno intelectual.

    Finalmente: Benedicto XVI nos ha recodado que no es la ciencia lo que redime al hombre. El hombre es redimido por el amor. (N 26 de Salvados por la Esperanza.

    La fe siempre es difcil y suele ser quemante y dolorosa. Jams podemos olvidar que hemos sido salvados en la esperanza (Romanos 8,24)

    Actualmente falta amor y da la impresin de que muchas instituciones no tienen alma. No son totalmente culpables porque el gran problema est en el corazn de las personas.

    Por todo esto deseo reiterarles que la respuesta verdadera est en la persona viva y actual de Jesucristo porque Dios es amor nos recuerda la Biblia.

    Dice San Juan Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo no tiene la vida. (I Juan 5,13)

    El Seor es el Maestro del dilogo y nos muestra el ms bello ejemplo de quien sabe escuchar y entender. El coloca la Ley al servicio de la persona. Es misericordioso y compasivo.

    Las transformaciones requieren respuestas nuevas y la sociedad competitiva y muchas veces con poco amor, necesita respuestas a tantas preguntas desconcertantes, pero si no hay amor viviremos en el vaco de la soledad.

    Actualmente no hay regmenes autoritarios como en tiempos pasados, pero el dinero y el poder van creando un mundo despersonalizado y con grandes rasgos individualistas. El amor est ausente y la sociedad es terriblemente fra y carente de ternura.

    Jess de Nazareth nos da la respuesta, los criterios y la escala de valores que necesitamos. El Evangelio tiene una fuerza extraordinaria, pero se requiere leerlo con los ojos del corazn y con humildad.

    Jess nos llama a amar la Iglesia con sus luces y sus sombras. El nos ayudar a tener mayor amor para

  • que nunca escuchemos ese texto bblico y que hiciste con tu hermano?.

    Se nos pide ser sal de la tierra y luz del mundo. Por ese camino habr ms paz, ms alegra de vivir y ms verdad.

    Gracias por todo,

    + CARLOS GONZALEZ C.

    Santiago, 18 de enero de 2008