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En defensa de José Tohá El 29 de junio de 1973 se produjo el alzamiento del Regimiento Blindados N° 2, liderado por el teniente coronel Roberto Souper, que fue aplacado por el general Prats y sus tropas. Pinochet, pese a una ambigüedad inicial imperceptible para sus superiores, estuvo en el bando constitucionalista. El conflicto trajo la caída del ministro Tohá, quien renunció a su cargo pues consideraba la sublevación de los militares un fracaso de los nombramientos que él había hecho en la institución. Moy de Tohá recuerda que esa tarde el propio Presidente Allende llegó a su casa en Enrique Foster, en Las Condes. “Nos dijo: ‘Ha pasado una cosa insólita. Pinochet me fue a pedir que no sacara a José del Ministerio de Defensa’”, corriendo con colores propios y sobrepasando todas las normas de prescindencia de las Fuerzas Armadas. En la noche, cuando un grupo de oficiales fue a verlos para expresar su afecto al ministro, Pinochet lloró. “A mí eso no me lo contó nadie. Yo lo vi llorar”, dice Moy de Tohá. El episodio ha pasado a la historia como un ejemplo del enfrentamiento entre la cultura y el cerrilismo, entre la inteligencia y la fuerza bruta. El incidente del paraninfo de la Universidad de Salamanca, el 12 de octubre de 1936, entre el rector Miguel de Unamuno y el general José Millán-Astray, el mutilado fundador de la Legión, tuvo también una involuntaria protagonista, la ovetense Carmen Polo, esposa de Francisco Franco, cuyo gesto de coger del brazo al filósofo bilbaíno y sacarlo del aula magna evitó que el autor de «Del sentimiento trágico de la vida» fuese golpeado o algo peor. El «Venceréis, pero no convenceréis» (la frase era más larga) que le espetó a Millán-Astray no le costó la muerte física, pero sí su aniquilamiento social. Perdió su cargo de concejal y ya no aparecería en actos públicos en los dos meses que le quedaban de vida. El general Millán Astray lanzó un «¡Viva la muerte! ¡Muera la inteligencia!», una provocación que supo recoger el sabio con la que se convertiría en una de sus citas más celebres. «Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis». Las armas se alzaron, Unamuno plantó cara y tuvo que ser ella quien cogiera del brazo al pensador y abandonaran el Paraninfo.

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En defensa de Jos TohEl 29 de junio de 1973 se produjo el alzamiento del Regimiento Blindados N 2, liderado por el teniente coronel Roberto Souper, que fue aplacado por el general Prats y sus tropas. Pinochet, pese a una ambigedad inicial imperceptible para sus superiores, estuvo en el bando constitucionalista. El conflicto trajo la cada del ministro Toh, quien renunci a su cargo pues consideraba la sublevacin de los militares un fracaso de los nombramientos que l haba hecho en la institucin.Moy de Toh recuerda que esa tarde el propio Presidente Allende lleg a su casa en Enrique Foster, en Las Condes. Nos dijo: Ha pasado una cosa inslita. Pinochet me fue a pedir que no sacara a Jos del Ministerio de Defensa, corriendo con colores propios y sobrepasando todas las normas de prescindencia de las Fuerzas Armadas. En la noche, cuando un grupo de oficiales fue a verlos para expresar su afecto al ministro, Pinochet llor. A m eso no me lo cont nadie. Yo lo vi llorar, dice Moy de Toh.

El episodio ha pasado a la historia como un ejemplo del enfrentamiento entre la cultura y el cerrilismo, entre la inteligencia y la fuerza bruta. El incidente del paraninfo de la Universidad de Salamanca, el 12 de octubre de 1936, entre el rector Miguel de Unamuno y el general Jos Milln-Astray, el mutilado fundador de la Legin, tuvo tambin una involuntaria protagonista, la ovetense Carmen Polo, esposa de Francisco Franco, cuyo gesto de coger del brazo al filsofo bilbano y sacarlo del aula magna evit que el autor de Del sentimiento trgico de la vida fuese golpeado o algo peor. El Venceris, pero no convenceris (la frase era ms larga) que le espet a Milln-Astray no le cost la muerte fsica, pero s su aniquilamiento social. Perdi su cargo de concejal y ya no aparecera en actos pblicos en los dos meses que le quedaban de vida.

El general Milln Astray lanz un Viva la muerte! Muera la inteligencia!, una provocacin que supo recoger el sabio con la que se convertira en una de sus citas ms celebres. Venceris porque tenis sobrada fuerza bruta, pero no convenceris. Las armas se alzaron, Unamuno plant cara y tuvo que ser ella quien cogiera del brazo al pensador y abandonaran el Paraninfo.

Leer ms: Carmen Polo y Franco: Fue un flechazohttp://www.larazon.es/3351-carmen-polo-y-franco-fue-un-flechazo-NLLA_RAZON_502617#Ttt1Zg8RpwyOJbqoConvierte a tus clientes en tus mejores vendedores:http://www.referion.com