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Diseños culturales en cuentos orales quechuas Margit Gutmann J. Objetivo Presentaré un cuento oral recopilado en el pueblo de Pomacanchi, depa11amento del Cusco: el cuento trata sobre una apuesta entre el cóndor y el zorro. Mediante un análisis etno-lingüístico trataré de hacer explícitos diseños culturales en la organización y realización lingüística del cuento. Diseños culturales que datan de tiempos precolombinos y se encuentran prácticamente en todas las esferas de la vida andina: en los tejidos, los pasos de danzas, organización social de las comunidades campesinas, la realiza- ción de las fiestas, etc. Dentro de la cultura quechua, los cuentos orales tienen gran im- portancia en la transmisión de nonnas y comportamientos sociales así como de valores culturales. Entonces resulta lógico que también los cuentos sean formados lingüísticamente según diseños culturales (internalizados). Analizaré el cuento sobre la apuesta entre el cóndor y el zorro que me contó Don Jacinto en Pomacanchi, de tal manera que se puedan reconocer los diseños culturales que se encuentran en él; explicaré sus significados y demostraré la interdependencia de esos dise- ños culturales 1 con otros encontrados en distintas esferas de la vida pomacanchina, con los que forman un ·'tejido". Nº 44, primer semestre del 2007 249

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Diseños culturales en cuentos orales quechuas

Margit Gutmann

J. Objetivo

Presentaré un cuento oral recopilado en el pueblo de Pomacanchi, depa11amento del Cusco: el cuento trata sobre una apuesta entre el cóndor y el zorro.

Mediante un análisis etno-lingüístico trataré de hacer explícitos diseños culturales en la organización y realización lingüística del cuento. Diseños culturales que datan de tiempos precolombinos y se encuentran prácticamente en todas las esferas de la vida andina: en los tejidos, los pasos de danzas, organización social de las comunidades campesinas, la realiza­ción de las fiestas , etc . Dentro de la cultura quechua, los cuentos orales tienen gran im­portancia en la transmisión de nonnas y comportamientos sociales así como de valores culturales. Entonces resulta lógico que también los cuentos sean formados lingüísticamente según diseños culturales (internalizados).

Analizaré el cuento sobre la apuesta entre el cóndor y el zorro que me contó Don Jacinto en Pomacanchi, de tal manera que se puedan reconocer los diseños culturales que se encuentran en él ; explicaré sus significados y demostraré la interdependencia de esos dise­ños culturales1 con otros encontrados en distintas esferas de la vida pomacanchina, con los que forman un ·' tejido".

Nº 44, primer semestre del 2007 249

Artículos, notas y documentos

2. Contexto de la narración

Don Jacinto, el narrador, es del pueblo de Pomacanchi, que está situado a 120 km al sur de la ciudad de Cusco, en la provincia de Acomayo. En Pomacanchi estuve thbajando y viviendo entre los años 1982 y 1985 1

; recopilé allí cuentos orales en quechua y castellano basándome en el método de la observación participativa. Pomacanchi es al mismo tiempo comunidad campesina y capital de distrito y contaba por entonces alrededor de 3000 habi­tantes .

De los 200 cuentos que pude recopilar en quechua, 71 tratan de an imales (de estos 71, una quinta parte es narrada por niños, el resto por adu ltos). De los 71 cuentos sobre animales casi la mitad (precisamente 29) relata las diferentes aventuras del zorro. En total me contaron 7 aventuras diferentes del zorro. Dos de esas aventuras las tiene el zorro con el cóndor: una de ellas consiste en que el zorro acepta apostar con el cóndor. Sobre tal apuesta dos perso­nas me contaron, cada una, una narración. Una fue Don Jacinto, cuyo cuento presento aquí.

Pero cuentos sobre la apuesta entre el cóndor y el zorro no se conocen solamente en Pomacanchi, son bastante conocidos en todo el mundo andino. Muchos investigadores recopilaron cuentos parecidos, entre ellos Efraín Morote Best ( 1958: 21 ), Jorge Osterling ( 1984: 97), Francisco Carri llo ( 1968: 92s)2, Max Uhle (en: Kelm 1968: 36s), Thomas Müller y Helga Müller-Herborn ( 1986:216), José María Farfán en el idioma haqe aru ( 1952: 81 s). Algu­nos de estos cuentos son semejantes hasta en su forma lingüística al cuento que me contó Don Jacinto.

La mayor parte de estos cuentos recopilados se han publicado sin anál isis; quizás porque su mensaje les pareció tan obvio a los investigadores que no vieron la necesidad de ello. Algunos pocos son publicados con su respectivo aná li sis, pero - según mis cono­cimientos- ninguno con la intención de hacer explícitos los diseños cu lturales inherentes.

Don Jacinto, el narrador del cuento que presentaré en este artículo, era por entonces un campesino pomacanchino de 68 años. Vivió la mayor parte de su vida en Pomacanchi , donde también nació. Don Jacinto es bilingüe: aprendió un poco de castellano en la escuela a la que asistió durante tres años. Pero más castellano aprendió en Arequ ipa adonde migró - durante varios años- por motivos económicos cuando era joven (trabajó allí como pana­dero). Pero de todos modos Don Jacinto prefiere hablar su lengua materna, el quechua, y por eso aceptó con gusto contar el cuento sobre la apuesta entre el cóndor y el zorro en ese idioma.

1 Mi estadía principal fue de 8 meses en el afio 1982. 2 Esta narración no es una transcripción fiel de la versión original oral. s ino parece más bien una

adaptación escrita de ella (por ej. por insistir en muchos detalles no necesarios para e l transcurso de la narración) .

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Margit Gutmann: Diseños culturales en cuentos orales quechuas

3. Análisis del cuento

Kunturwan Atoqwan Apostasqankumanta3

Bueno, khaynan kasqa kunturwan atoqwan apostasqaku, huk orqopi, rit' i orqopi illarinankupaq.

2 Hinaspan ninakusqaku : ' 'Sin casu, qan mana aguantanki, chaypachaqa mikhusqaykin; sis noqa mana aguantasaq, chaypachaqa qanmi mikhuwanki," nispa.

3 Apostasqaku. ((comentario aparte -sobre lo grabado)) 4 Hinaspan illarisqaku, chayqa huk kuntur huk moqopi atoqtaq huk moqopi, rit' i ukhupi

illarisqaku. 5 Hinaspa chaypiqa waqhanakunku: "¿Chiri chirinchu?" "¡ Imatataq qharitari chirinman!"

contestamun. (Melchora4: Antonio)

6 Hinaspa hoqtan hoq horamantan, hora kuraqmanta akhnaña kaq waqhanakullankutaq : "¿Chiri chirinchu?" ' ' ¡ lmatataq qharitari chirinman?" contestallantaq.

7 Chaymantaqa huk unaymanta kaq waqhallantaq : "¿Chiri chirinchu?" "¡ Imatataq qharitari chirinman?" Bajashanña, bajashanña voznin.

8 Hinaspa chaymantaqa kunturqa saq'arikun pharpantas, chaymanta atoqpas kaqsi chhapchirikun rit'i rit'i cuerponta.

9 Hinaspa chaymanta kaq waqharillantaq: "¿Chiri chirinchu?" "¿lmatataq qharitari chirinman?" Bajashanña vozninqa.

10 Chaymanta chay aguantashanku, aguantashanku, aguantashanku. 11 "¿Chiri chirinchu?" "¿lmatataq qharitari chirinman?" 12 Chaymanta seguinku, seguinku, seguinku. 13 Chaymanta yaqa kuska tutaman hinataña illarimushaq, hinashaqtinña - imata ruwan?­

waqharin atoqtaqa: "¿Chiri chirinchu?" " lmatataq qharitari chirinman", nispallaña contestamun.

14 Chaymantaqa hoqta waqhariqtinqa, seco mana contestapusqañachu. 15 Chayqa chaymanta puririspan kunturqa mikhuyta qallaripun atoqtaqa, qallaripusqa,

mikhupusqa. 16 Anchaypi tukukapun. Yastá.

De la apuesta entre el cóndor y el zorro (traducción del quechua)

Bueno, una vez apostaron el cóndor y el zorro amanecerse en un cerro, en un cerro con nieve.

2 Entonces acordaron entre ellos: "En el caso que tú no aguantes, entonces yo te voy a comer, si es que yo no aguanto, entonces tú me vas a comer."

3 Así apostaron . (( comentario aparte -sobre lo grabado)) 4 Entonces se amanecieron, así se amanecieron el cóndor en un cerro y el zorro en otro

cerro, en medio de la nieve.

3 De la versión original en quechua bm,-é en la transcripción solamente los lapsus linguae. 4 Hija de Don Jacinto.

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Artículos, notas y documentos

5 Y allí se llaman : ·'¿S ientes frío?" ''iA un hombre cómo le va a hacer frío! " contesta (el zorro). (Melchora' : Antonio)

6 Otra vez, después de una hora, una hora más tarde, nuevamente se llaman así: --¿Sien­tes frío?" ·' ¡A un hombre cómo le va a hacer frío!" le contesta de nuevo. 1

7 Después de un rato llama otra vez: ·'¿Sientes frío?" ·'¡A un hombre cómo le va a hacer frío!" Ya está bajando, ya está bajando su voz.

8 Después el cóndor sacude sus alas y después también el zorro sacude su cuerpo helado de nieve .

9 Un rato más tarde llama nuevamente : "¿Sientes frío?" "¿A un hombre cómo le va a hacer frío?" Su voz ya está baja.

IO Pero después se aguantan. se aguantan. se aguantan todo eso. 11 "¿Sientes frío?" "¿A un hombre cómo le va a hacer frío?" 12 Y después siguen y siguen y siguen . 13 Después casi hacia la medianoche y cuando ya comienza a amanecer, entonces -¿qué

hace?- llama al zorro: ·'¿Sientes frío?" "A un hombre cómo le va a hacer frío", así contesta nomás ya.

14 Y después cuando le llamó de nuevo, nada, ya no le contestó. 15 Entonces el cóndor se acerca y comienza a comerse al zorro, comenzó a comerlo

todito. 16 En eso se termina. Ya está.

El cuento de Don Jacinto me gustó desde la primera vez que lo escuché, me pareció chistoso y me atrajo su estructura clara.

Obviamente el cuento es de una gran sencillez. Fácilmente lo podríamos resumir en muy pocas palabras. Y además es una historia poco verosímil : ni el zorro ni el cóndor pasan normalmente las noches en la nieve de un cerro. Pero biológicamente tanto el zorro como el cóndor pueden aguantar pasar una noche en la nieve sin morirse.

La pregunta central entonces es: ¿Por qué se muere el zorro, mientras que el cóndor sobrevive?

Si consideramos que también en muchos otros cuentos sobre el zorro, éste se muere al final de la historia, o - si no se muere- por lo menos queda gravemente herido, tenemos un pequeño indicio, pero no una respuesta convincente.

Don Jacinto no da en su cuento ninguna explicación explícita de la muerte del zorro. En ninguna frase dice abiertamente por qué narra este cuento, qué mensaje quiere transmitir mediante él. Pero el hecho de que el cuento no contiene ninguna explicación, es -como lo describe Walter Benjamin- una de las características de una buena narración. Según él:

·'La mitad del arte narrativo consiste en mantener una historia libre de explicaciones en el momento de contarla( .......... .. ). Lo extraordinario, lo maravi-lloso se cuenta con la precisión más grande posible, pero la cohesión sicológica

5 Hija de Don Jacinto.

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Margit Gutmann: Diseños culturales en cuentos orales quechuas

del acontecimiento no se impone al lector.( .... ....... ) y así lo narrado adquiere una oscilación amplia que falta a la infonnación." (Benjamin 1977: 391, traduc­ción de M.G.)

La razón por la que Don Jacinto -como también muchos otros narradores- relata este cuento, hay que buscarla entonces por encima de las primeras apariencias.

En lingüística es conocimiento general que la estructura lingüística de una narración no es casual en absoluto . Entonces se puede suponer que el sentido de la narración se revela en el análisis de la organización y la realización lingüística del cuento, tomando por supuesto también en cuenta los hechos contados y los patrones culturales que entran en el cuento. Todos estos factores constituyen la textura de la narración .

Miremos entonces la narración : El cuento propiamente tiene quince párrafos. La narración concluye en el párrafo 16,

pero ya no tiene que ver con el cuento directamente. En los tres primeros párrafos Don Jacinto da un ·'abstract" de la narración": En el primer y tercer párrafos indica que el cóndor y el zorro van a apostar. El contenido de la apuesta lo describe mayonnente en el primer párrafo: los dos van a amanecerse sobre la nieve de un cerro. En el párrafo intercalado, el párrafo 2, se indica el premio de la apuesta: el que aguanta el frío puede comerse al otro. Los párrafos I y 3 forman entonces un paréntesis alrededor del párrafo 2.

En los once párrafos siguientes (es decir del párrafo 4 al 15) Don Jacinto desarrolla la acción entre el cóndor y el zorro. acción que lleva finalmente a la muerte del zorro.

En el párrafo 4, Don Jacinto describe el punto de partida de los sucesos posteriores : el cóndor se sienta en un cerro, el zorro se sienta en otro, los dos en medio de la nieve para amanecer allí. En lo siguiente destacan los diálogos entre el cóndor y el zorro. Hay dos series de tres diálogos: La primera serie comprende los párrafos 5, 6 y 7, la segunda los párrafos 9, 1 1 y 13. Los diálogos son completamente iguales aparte de la entonación: mientras que la voz del cóndor se mantiene hasta el final muy fuerte, la voz del zorro cada vez es más débil y contradice así sus palabras prepotentes. Con su entonación Don Jacinto subraya en la segunda serie de diálogos la creciente debilidad del zorro. En el párrafo 14 el diálogo entre los dos protagonistas ya no es posible, porque el zorro entre tanto ya se ha muerto de frío.

Entre las dos series de tres diálogos está intercalado el párrafo 8 en el que el cóndor y el zorro no conversan : El cóndor sacude sus alas y el zorro su cuerpo helado de nieve . El párrafo 8 no es el único en que nos enteramos del estado físico de los protagonistas. Son en total - otra vez- tres párrafos: los párrafos 4. 8 y 15 . En el párrafo 4 los dos gozan de buenas fuerzas . En el párrafo 8 el cóndor está tan bien como antes, mientras que el zorro comienza a tener problemas. Y en el párrafo 15 el desequilibrio entre el cóndor y el zorro llega a su culminación : el cóndor se come al zorro muerto .

Si miramos ahora todo el cuento, se puede constatar que está construido de manera muy interesante:

6 El .. abstrae!'" de una narración responde a la cuestión: ¿De qué se trata la narración? (véase Labov 1972: 3631).

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CD [I]

\_ 13

(14)

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Bueno. khaynan kasqa kunturwan atoqwan apostasqaku. huk orqopi. rit' i orqopi illarinankupaq. Hinaspan ninakusqaku: .. Sin casu, qan mana aguantanki. chaypachaqa mikhusqaykin ; sis noqa mana aguantasaq, chaypachaqa qanmi mikhuwanki," nispa. Apostasqaku. ((comentario aparte -sobre lo grabado))

{

Cha. ~manta seguinku.} segumku. seguinku.

aymanta yaqa ·us a tutaman mata a I arimus aq, · hinashaqünña -in;iata ru'.l\'an?- ,waqh,arin atoqtaqa: , "Chiri clürinchu?" . . . . . .

Anchaypi tukukapun . Yastá.

Revista Andina

Margit Gutmann: Diseños culturales en cuentos orales quechuas

Sobresalen cuatro grupos de a tres párrafos: l. los párrafos I a 3, 2. los párrafos 5 a 7, 3. los párrafos 9, 1 1 + 13, y 4. los párrafos 4, 8 y 15 .

Además ex iste un ritmo de tres pasos dentro de los párrafos I O y 12 . E igua lmente son tres veces las que Don Jac into dice que la voz del zorro está

bajando ( en los párrafos 7 y 9). Series o grupos de a tres se encuentran en muchas esferas de la vida andina. Un solo

ejemplo, de Pomacanchi: en la Fiesta de la Virgen de la Natividad las dos vírgenes de la Natividad se saludan tres veces depués de haber dado la vuelta juntas alrededor de la plaza.

Pero no olvidemos el párrafo 14: las dos series de tres diálogos entre el cóndor y el zorro encuentran en este párrafo su contrapunto. Allí el zorro ya no contesta más. se ha muerto. Podemos distinguir entonces una estructura en los diálogos de "3 + 3 + I " .

La estructura de ' '3 + l" existe en Pomacanchi también en otras esferas de la vida. Quisiera mencionar un so lo ejemplo: en Pomacanchi se trabaja con la chakitaqlla, el arado de pie, (por ej. en e l barbecho) de tal manera que tres hombres, (nonnalmente jóvenes) forman un grupo -cada uno manejando una chakitac¡lla . Frente a este grupo trabaja otra persona (ésta puede ser una mujer -joven o de cierta edad- o un hombre de edad). Esa persona está en la zanja y voltea los terrones sacados por los tres hombres jóvenes con sus chakitac¡llas.

El significado de estas estructuras lo exp licaré más ade lante . Antes qui s iera observar todavía otro aspecto del cuento de Don Jacinto: la rel ac ión entre los dos protagonistas . Este aspecto se trama con las estructuras ya mencionadas. Sólo si se toman en cuenta los dos aspectos es pos ible encontrar una respuesta a la pregunta incial: ¿Por qué se muere el zorro, mientras que e l cóndor sobrev ive?

Miremos entonces cómo Don Jac into presenta en su cuento la relación entre el cón­dor y e l zorro:

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I CD [IJ

Bueno. khaynan kasqa kuntunwanl atoqlwanl apostasqaku. huk orqopi rit'i orqopi illarinankupaq. l-linaspan ni~ qaku :

[ .. Sin cas~an mana aguantanki. c~pachaqa mikhusqaykin; ]

11

. .,,,.,.,, .,,,.,.,, ~ h h . ºk.,,,.,.,, kº " . sis noqa mana aguantasaq, e aypac aqa qanm1 1111 ,huwan 1. mspa. Apostasqaku. ((comentario aparte -sobre lo grabado))

l-linaspan illarisqaku. chayqa huk kuntur huk moqopi atbqtaq huk moqopi. rit'i ukhupi illari sqaku .

5

6

l-linaspa chaypiqa waqha ku: '·Chiri chirinchu'.J·· .. lmatataq qharitari chirinman! .. contestamun. (Melchora: Antonio) l-linaspa hoqtan hoq horamantan. hora kuraqmant¡i akhnaña kaq waqha .. Chiri chirinchu'?'° ·' lmatataq qharitari chirinman')" contestall antaq.

7, Chaymantaqa huk unaymanta kaq waqhallantaq: --chiri chirinchuT -- 1matataq qharitari chirinmanr Bajashaniia. bajashaniia voznin. l-linaspa chaymantaqa kunturqa saq ' arikun pharpantas. chaymanta atoqpas kaqsi chhapchirikun rit ' i rit'i cuerponta.

9 l-linaspa chaymanta kaq waqharillantaq: .. Chiri chirinchur -- 1111atataq qharitari chirinmanr Bajashamia vozninqa.

( 1 O) Chaymanta chay aguantashanku. aguantashanku. aguantashanku.

11, --chiri chirinchu'?" -- 1matataq qharitari chirinmanT

( 12) Chaymanta seguinku. seguinku. seguinku.

IJ Chaymanta yaqa kuska tutaman hinataña illarimushaq, hinashaqtinña -imata ruwan 'I_ waqharin atoqtaqa: --chiri chirinchu'?" -- 1matataq qharitari chirinman ... nispallaña contestamun.

(14) Chaymantaqa hoqta waqhariqtinqa, seco mana contestapusqañachu. Chayqa chaymanta puririspan kunturqa mikhuyta qallaripun atoqtaqa, qallaripusqa. mikhupusqa.

16 Anchaypi tukukapun. Yastá.

lankutaq :

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Margit Gutmann: Diseños culturales en cuentos orales quechuas

Todo el cuento gira en torno a los dos protagonistas y a sus acciones. Don Jacinto los menciona por consiguiente ya en la primera frase de su cuento . En el "abstract", o sea en los párrafos I al 3. el cóndor y el zorro son presentados como seres iguales: ninguno es más fuerte que el otro, ni tiene mayores derechos.

Esta relación equilibrada entre el cóndor y el zorro la esboza Don Jacinto mediante diferentes medios lingüísticos: dice por ejemplo en el primer párrafo:" ..... kuntw-w.an atoq~ apostasqaku .... . " La doble utilización del sufijo -wan ( en castellano "con") expresa que uno apuesta con el otro, que se trata de una apuesta mutua, recíproca. Además nos informa Don Jacinto que los dos protagonistas van a sentarse juntos sobre un cerro con nieve : "Huk orqopi , rit'i orqopi". Nos enteramos entonces que dos seres iguales van a hacer una apuesta, es decir que se van a medir en una competencia.

Y a eso se agrega que el cóndor y el zo1To hacen también la apuesta misma (que se describe en el párrafo 2) sobre una base de reciprocidad simétrica: ·'En el caso que tú no aguantes, entonces yo te voy a comer, si es que yo no aguanto, entonces tú me vas a comer." Esta reciprocidad simétrica se refleja en una estructura lingüística completamente paralela (véase página anterior). La utilización del sufijo -naku en ·'ninakusqaku" subraya todavía el trato recíproco entre los dos: -naku significa "mutuamente" y "ninakusqaku" entonces algo como "acordaron entre ellos".

Pero la relación equilibrada y simétrica entre los dos protagonistas se va rompiendo, conforme transcurren los acontecimientos. hasta quebrarse por completo con la muerte del zorro. Y al final el cóndor incluso se come al zorro .

Ya en el párrafo 4. la pareja equilibrada que formaron el zorro y el cóndor hasta entonces, comienza a desintegrarse, aunque de manera muy suave aún: En el párrafo 5 y 6 Don Jacinto utiliza todavía dos veces el sufijo -naku, cuando expresa que los dos protago­nistas se llaman uno al otro. Después Don Jacinto no emplea más este sufijo. Y al principio de los diálogos entre el cóndor y el zorro. éste contesta todavía con voz tan fuerte como la del cóndor, pero ya desde allí es siempre el cóndor el que pregunta y el zorro el que contesta. El cóndor entonces es mostrado como el más activo de los dos, el que toma las iniciativas. Además se dice en el párrafo 4 que el cóndor se sienta en un cerro y el zorro en otro (no se sientan los dos en la nieve de un mismo cerro como insinuaba el párrafo 1 ).

A medida que avanza el cuento, se hace más notorio el desequilil:¡rio entre el cóndor y el zorro, un desequilibrio en desventaja del zorro. Don Jacinto logra expresar este desequilibrio sobre todo en la entonación: le da al zorro una voz cada vez más débil en la segunda serie de diálogos. Al final del cuento, en el páITafo 15, el cóndor es el único activo: el zorro se ha muerto y el cóndor se lo come. Allí el desequilibrio entre el cóndor y el ZOITO llega a su culminación.

En resumidas cuentas. Don Jacinto presenta la relación entre el cóndor y el zorro de tal manera que en el transcurso de la narración se puede notar un desarrollo que tiene como punto de partida una relación caracterizada por un equilibrio completo y una reciprocidad simétrica, y que termina en una relación caracterizada por un gran desequilibrio y muy asimétrica. ¿Qué significa esto y que tiene que ver con la macro-estructura del cuento encon­trada en el análisis de los párrafos?

Primero se puede constatar que los números dos, tres y cuatro tienen importancia y significado en el cuento. El número dos está representado por los dos protagonistas; los

. números tres y cuatro se hacen notorios en la sucesión de los párrafos.

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Artículos, notas y documentos

Miremos primero, una vez más, la relación entre el cóndor y el zorro y consideremos en eso también el sitio donde se desarrolla la apuesta:

Los dos protagonistas se sientan sobre un cerro, pero no solamente sobre un cerro cualquiera, sino sobre un nevado. En la cultura quechua los cerros son diviMs, son los apus, es dec ir dioses, las almas de los cerros. Y los nevados, entre todos los cerros, son los apus más poderosos. Entonces el cóndor y el zorro escogen un sitio divino para su apuesta. Veremos si el sitio es apropiado para los dos.

El cóndor es una ave majestuosa, pero es todavía mucho más que esto, los animales salvajes pertenecen a los apus como los animales domésticos a los seres humanos . Existe además una jerarquía entre los animales salvajes, y dentro de ésta el cóndor es considerado como el animal superior de los apus. El cóndor es entonces un ser divino7, y para este ser divino el nevado es el sitio apropiado para hacer una apuesta.

El zorro, por su parte, está en una posición mucho más baja dentro de la jerarquía de los animales de los apus, entonces es mucho menos divino y mucho más cercano a los seres humanos. En este cuento, como en otros cuentos sobre el zorro, él representa a los seres humanos . Probablemente es por esta razón que tiene un nombre propio (se llama Antonio8

) ,

mientras que el cóndor no tiene nombre. Entonces se puede suponer - y lo vemos en el cuento- que el nevado es para el zorro un lugar mucho menos apropiado para hacer una apuesta que para el cóndor.

Además hay que considerar que dentro de la cultura quechua los apus no solamente son divinos en un sentido general, sino que representan lo divino masculino, mientras que la pacha mama (la madre tierra) representa lo divino femenino. Entonces el zorro se mete en un terreno muy divino y muy masculino.

Pero el concepto andino del yanantin proclama un equilibrio que resulta de la unión de dos polos opuestos. La palabra yanantin viene de yana que es "compañero" o "compa­ñera" en castellano. ( Yana por su parte viene de la raíz de l verbo yanapay -en castellano "ayudar".) El sufijo -tin significa que dos pai1es están unidas de manera inseparable. Y se trata de dos partes que son diferentes. Las calidades de las dos partes diferentes recién se pueden desarrollar en la unión con la otra parte. Un polo no puede existir sin el otro, sólo juntos forman una unidad. El ejemplo clásico del principio de yanantin es la pareja de hombre y mujer. En Pomacanchi , como en muchos otros pueblos andinos, se vive hasta hoy en día mucho más de acuerdo al concepto del yanantin de lo que se aprecia a primera vista y de lo que esperé al comienzo de mi estadía allí: gran parte de la vida comunitaria en Pomacanchi , sea social , cultural o religiosa, está basada en el principio del yanantin a pesar de las influen­cias del mundo hispano-hablante.9

7 Un comunero pomacanchino me contó que no se deben cazar los cóndores, no solamente porque está prohibido por el Estado peruano, sino porque son aves sagradas y los apus se vengan cuando una persona se atreve a cazar un cóndor.

8 Como añade Melchora, la hija de Don Jacinto, mientras narra el cuento su papá. 9 Lo describo más detalladamente en mi tesis doctoral , ·'El Qanchi Machu aun vive - Cuentos de

Pomacanchi . Estudio etnolingüístico en un pueblo de los Andes peruanos" .

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Margit Gutmann: Diseños culturales en cuentos orales quechuas

Las polaridades, que juntas fonnan una unidad, no existen solamente en lo exterior, es decir entre dos seres, dos ent idades. sino también al interior de cada persona. Cada persona tiene su parte femenina y su parte masculina dentro de sí misma. El sicoanalista C.G Jung llama a estas dos partes "animus" y ·'anima". La tarea de cada persona en su vida es encon­trar un equilibrio entre sus lados opuestos para convertirse así poco a poco en una persona integral.

El problema del zorro es que quiere igualarse al cóndor, sin tomar en cuenta que es muy diferente a él. El zorro es muy atrevido al aceptar apostar con el cóndor bajo condiciones tan desfavorables para él. Pero su problema es justamente que no se da cuenta de esto.

Primero. el zorro. un ser prácticamente humano, se mete en un terreno muy divino que es un nevado. Y por encima de esto el zorro no logra encontrar el equilibrio interior entre sus partes masculina y femenina. El zorro vive en todo el transcurso del cuento sólo su lado masculino (y esto estando en un sitio masculino, un cerro), como lo demuestran las respues­tas que da al cóndor: ··¡A un hombre cómo le va a hacer frío! " El lado masculino es un lado legítimo, pero queda incompleto sin la contrabalanza del lado femenino. El polo femenino es lo receptivo y caliente. Y es justamente el calor lo que le falta al zorro cuando está sentado sobre el nevado. Como el zorro no logra generar calor interior, tampoco puede resistir el frío exterior. El zorro se muere porque no desarrolla su lado femenino para así lograr una annonía, una unión entre los dos polos opuestos. Si alcanzara esta armonía, se acercaría a lo divino, logrando así reconciliar también lo humano y lo divino.

Así se explica que el zorro, que biológicamente podría aguantar el frío tan bien como el cóndor. tenga que morirse en el cuento de Don Jacinto. De esta forma podemos aprender de los errores del zorro y no actuar como él.

Pero no nos olvidemos que la narrac ión tiene también una construcción muy especial en cuanto a la sucesión de los párrafos, una estructura en la que predominan series de a tres, y ex iste igualmente una seri e de tres párrafos que tiene su contrapunto en un cuarto párrafo (véase primera presentac ión gráfica del cuento en la página 8).

El número tres se considera en muchas culturas como número divino . (Los cristia­nos lo conocen como la Santa Trinidad.) En la cosmología andina se distingue entre hanaq pacha (el mundo de arriba) y 11kh11 pacha (el mundo de adentro). Y entre estos dos está kay pacha (este mundo) . donde vivimos nosotros, los se res humanos. Este eje vertical representa lo divino y éste incluye como parte integrante también a nuestro mundo (kay pacha) que as imismo tiene algo de divino. En el cuento de Don Jacinto el número divino, el tres, está representado sobre todo por los párrafos I al 3, y los párrafos 4, 8 y 15. Los párrafos I y 3 forman un paréntesis alrededor del párrafo 2, y los párrafos 4 y 15 alrededor del párrafo 8.

Los diálogos entre el cóndor y el zorro están formados según el esquema "3 + 3 + 1" o ·•3 + 4". (El número cuatro surge porque no existe un párrafo intermedio entre la segunda se rie de tres diálogos y el párrafo 14 .)

M ient11as que el número tres es considerado como número divino, el número cuatro es considerado como número terrenal. Así por ejemplo el imperio inca estaba dividido en cuatro partes o suyus (de allí su nombre quechua ''Tawantinsuyo").

La macro-estructura del cuento confirma más todav ía que el cuento trata - entre otras . cosas- de las oposiciones entre lo divino y lo terrenal o humano.

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Artículos, notas y documentos

Pero hay otro aspecto que llama la atención: la segunda serie de diálogos no com­prende cuatro diálogos, sino tres diálogos + 1. El último diálogo en el fondo es un diálogo interrumpido: el zorro ya se ha muerto y por cons iguiente no puede hablar más.

Esta constelación de "3 + l" existe en diferentes campos de la vida andina. Ya mencio­né que en Pornacanchi se trabaja en el barbecho con el arado de pie en la forma de "3 + 1" (tres personas con el arado de pie y una persona en la zanja) . Henrique Urbano menciona esta misma conste lación en su libro "Wiraqocha y Ayar" ( 1981 :XXXlss). Dice que Cristóbal de Molina, el Cuzqueño, en su "Ciclo mítico de los Viraqocha" de 1575 señala cuatro héroes. Tres de ellos están en un orden jerárquico, mientras que el cuarto no entra en este orden . Y este último torna también una ruta distinta, contraria a la de los otros, cuando los cuatro parten del lago Titicaca. ¿Pero qué significa esta conste lación?

La experiencia humana más elemental de una constelación de "3 + l" son las diferen­tes fases de la luna. Distinguirnos el cuarto creciente, la luna llena y la luna menguante y, finalmente , como cuarta fase, la luna nueva. En los Andes, desde tiempos precolombinos, se hacen observaciones astronómicas . Entonces el ciclo lunar, tanto como las diferentes cons­telaciones de las estrellas y el curso del so l, son bien conocidos en los Andes . Hay también en el lago Titicaca una isla consagrada al sol y otra consagrada a la luna, la isla Coati. Como lo demuestra Gary Urton en sus investigaciones, las constelaciones de las estre ll as , del sol y de la luna tienen hasta hoy en día su reflejo en los trabajos agrarios (véase Urton 1981 ).

El ciclo lunar, con sus 28 días, corresponde exactamente al ciclo femenino . Estaco­rTespondencia entre el ciclo lunar y el ciclo femenino ya la conocían los seres humanos en el período g lacial y la manifestaron en sus dibujos en las cuevas prehistóricas, como lo de­muestra Marie Konig en su artícu lo " Die Frau im Kult der Eiszeit" ("La mujer en el culto de la época glacial") ( 1979).

Entonces la existencia de un ciclo de "3 + l " confirma que realmente una faceta del cuento tiene que ver con e l polo femenino.

Pero la constelación de "3 + I" incluye todavía algo más: Marie Konig demuestra en su artículo también que el ciclo lunar-femenino se veía desde tiempos inmemoriales como imagen de la vida humana: la juventud, la madurez, la vejez y la muerte . Y tal como el cic lo lunar, siempre comienza de nuevo, la vida tampoco se termina con la muerte . El ciclo lunar - así como e l ciclo femenino- implica la promesa de una vida nueva en la que tendremos otra vez la posibilidad de aprender a integrar nuestros polos opuestos, es decir a vivir de manera integral.

Entonces no es casual que el zorro se muera entre la medianoche y el amanecer, como se dice en el párrafo 13. Es noche todavía, pero un poco más tarde comienza un día nuevo. Entonces el zorro no se muere para siempre, él renace para comenzar de nuevo sus aventuras, como lo demuestra el ciclo intenninable de cuentos sobre é l. Y mediante sus aventuras nos enseña a vivir de manera integral. Este es uno de los mensajes principales del cuento de Don Jacinto.

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Margit Gutmann: Diseños culturales en cuentos orales quechuas

4. Conclusión

Los diseños culturales encontrados en este cuento de Don Jacinto se presentan bajo la forma especial de la cultura quechua. Pero más allá de se r solamente expresión específica de esta cultura, son además expresión de cómo funciona el mundo y de cómo tenemos que vivir en él. Son diseños universa les, pues el mundo en que vivimos es un solo mundo. Esto me lleva a suponer que los diseños encontrados en el cuento de Don Jacinto sobre la apuesta entre el cóndor y el zorro se pueden encontrar igualmente en manifestaciones de otras culturas amerindias. Me parece que estas culturas también poseen, hasta hoy en día, una visión global de la vida.

Nº 44, primer semestre del 2007

Margit Gutmann Heidelberg Alemania

margit.gutmann@J-011/ine.tle

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