discurso para la vida
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Queridos compañeros:
En primer lugar, buenos días, Les agradezco de todo
corazón el concurrir a esta reunión porque veo en todos y
cada uno de ustedes a un hermano clamando justicia y
solidaridad. A los hombres de buena voluntad como
nosotros, no nos espantan los obstáculos de la vida, ni nos
atemorizan los adversarios ni los indiferentes. Somos gente
de fe que confía en la verdad y sabe que donde terminan
las palabras, comienza la verdad.
Déjeme comentar unas frases traídas de lo lejos de una
persona especial:
Solo por hoy tratare de vivir exclusivamente el día, sin querer de
resolver de mi vida todo de una ves.
Solo hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto, no criticare a
nadie y no pretenderé de mejorar o disciplinar a nadie sino a uno
mismo.
Solo hoy dedicare diez minutos de mi tiempo para una buena
lectura de reflexión, recordando los momentos pasados, pasados
agradables.
Solo hoy creeré, aunque las circunstancias muestren lo contrario,
que la buena providencia de Dios ocupa de mí como si de nadie
mas hubiera en el mundo.
Cuando la vida perdiera su brillo, cuando el tiempo deje de
existir, cuando ya no quede esperanza, cuando ya no haya deseos
de vivir: es hora de buscar a Dios.
Si te preguntas el porqué, si buscas una explicación, si la vida no
tiene sentido, si crees que nadie tiene razón:
Es hora de buscar a Dios.
Tu vida es tu vida ten confianza en ti, usa el poder de escoger lo que
deseas y hazlo bien, Porque sino no lo hagas.
En nosotros esta el cambio de las futuras generaciones, pues
nosotros tenemos que cambiar el mundo con buenas actitudes ante la
sociedad.
Aprenderás que las verdaderas amistades continúan creciendo a
pesar de las distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a
quien tienes en la vida.
Venimos de hogares donde el trabajo era la obligación de
todos los días, donde el sacrificio parecía una fatalidad que
no podíamos evitar, donde nuestros padres nos pedían que
no abandonáramos la lucha que ellos habían iniciado
porque algún día el sol del triunfo brillaría para todos.
Debíamos cambiar una sociedad que no nos permitía salir
de la pobreza, que nos pagaba míseras monedas por
agotadoras horas de trabajo, que nos castigaba con el
despido si nos permitíamos protestar, que se entrometía
groseramente en nuestra la intimidad familiar y se reía de
nuestros dolores.
No venimos en busca de venganza, no somos vengativos
aunque hemos soportado injusticias de toda clase. Somos
gente democrática y pacífica que busca el bienestar y la
felicidad de todos, sin rencores ni agresiones, abrimos
nuestros brazos a todas las personas sin exclusiones, los
invitamos a unirse a nosotros sin preguntarles de qué
partido provienen ni a qué raza, religión o clase social
pertenece. Sólo les pedimos que nos acompañen con sus
corazones abiertos, que se unan a nuestros ideales, a
nuestro ideal de una sociedad más justa, más humana, más
solidaria.
No más niños desnutridos, no más pobres con hambre, no
más inocentes sin techo durmiendo en las calles, bajo las
inclemencias del ardiente sol y el implacable frío, no más
desocupados con lágrimas en los ojos reclamando por
piedad un lugar de trabajo para poder regresar por la
noche a su casa con la frente en alto y el plato de comida
ganado con dignidad. .
Reclamamos un mundo donde nuestros queridos no
tengan que salir de sus casas de cartón y lata con el bebé
en sus brazos a mendigar de puerta en puerta, donde
nuestros hijos puedan ir a la escuela para librarse del
flagelo de la ignorancia, donde patrón y obrero se den la
mano por la mañana y se saluden al finalizar la jornada de
trabajo. No odiamos al rico porque tiene dinero, no basta
con tener trabajo y poder atender nuestras necesidades; no
rechazamos al inmigrante porque viene de otro país, les
agradecemos que trabajen codo a codo con nosotros y los
tratamos como a hermanos; no discriminamos a las
mujeres porque son de otro sexo: Dios las hizo para
compañeras del hombre, y son madres, esposas e hijas
nuestras.
El mundo es un pobre poema, solo recita el alma, si un día
cansada de besos, si un día te llenas de todo, no te canses y
siempre persevera luchando,
Bienvenidos todos, los abrazamos y les pedimos que no nos
abandonen, porque la vida es para todos o no es para
ninguno.
Gracias, muchas gracias, muchísimas gracias.” […]