Partir es alejarse un poco; es ausentarse por un tiempo para regresar más tarde; partir es embarcarse para encontrarse a cada instante con nuevos viajeros. Hoy ustedes parten para dejar en esta casa un trozo de existencia: vuestras risas, vuestros llantos, vuestros pasos vacilantes y anécdotas estupendas. Pero partir no es irse para siempre, pues parten, pero éste no es un viaje sin retorno. Porque darán vuelta la vista a cada rato, ya que aquí quedan sus mejores recuerdos, parte de los años más felices de su vida. Y aunque se ausenten brevemente, mañana pasarán de nuevo frente a la puerta de su escuela, la que vivirá en ustedes eternamente.

Y en el momento de la partida, muchos son los consejos que reciben, las indicaciones de qué deben y tienen que hacer de aquí en más, pero mi mensaje de despedida como su profesor guía es el de siempre: vivan cada minuto que transcurre, porque no volverá, atrápenlo intensamente, porque forma parte del tiempo que ha quedado en el ayer. Sean cautos y emulen valores familiares que les permitirán enfrentar lo que les depara la vida fuera de las aulas que los han acogido por tantos años.

Pero nunca olviden vivir con entusiasmo. Entusiasmo es la levadura que impulsa tus esperanzas hacia las alturas, entusiasmo es el brillo en tus ojos, el ímpetu en tu andar, el apretón de tu mano, tu irresistible fuerza de voluntad y la energía para realizar tus ideas. Los entusiastas son luchadores. Tienen fuerza de ánimo. Son resistentes."

Recuerden siempre, además, que con el tiempo, las personas se van, los problemas se solucionan, no sean ustedes quienes queden en medio del camino. Caminen por donde nunca nadie haya caminado, hagan lo que nunca nadie haya hecho, dejen sus propias huellas y no pisen sobre las huellas de los demás porque no dejarán marcas y tengan siempre presente:

“La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años, pero lo importante no cambia, tu fuerza y tu convicción no tienen edad y aunque todo tiene que transformarse en algo mejor y adquirir un nuevo destino, así como el carbón que con el tiempo se vuelve diamante, ambos no son más que combinaciones diferentes de las mismas moléculas. Ustedes, ya tienen la esencia de su ser, las combinaciones las harán en la ruta que seguirán de aquí en adelante, que no dudamos que finalmente los transformen en diamantes”

Déjenme decirles finalmente, queridos alumnos y alumnas, en este día especial, que el diploma que hoy reciben representa esfuerzo, dedicación, constancia y entrega. Que esto sea para ustedes el comienzo de un aún más maravilloso camino, lleno de éxitos y ascensos. Que la ausencia y la distancia no sean motivo para el olvido... Miren el futuro con la frente en alto y las manos llenas de la sabiduría que aprendieron día a día.