dios padre revelado en cristo

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INTRODUCCIÓN 1 Hay un acuerdo bastante general de que la proclamación del Reino de Dios 2 fue el centro de la actividad de Jesús: sus palabras y sus obras se concentraron en este objetivo. Ahora bien, el anuncio de que Dios va a reinar implica dos ideas conocidas y familiares para los oyentes, la idea de Dios y la idea de reino prometido por Dios. En el judaísmo del tiempo de Jesús todos comparten la idea de un Dios único, creador de todo lo que existe, omnipotente, sabio, omnipresente, que ha elegido a Israel, ha hecho una alianza con él y le acompaña. En este contexto to- dos creen que ha hecho unas promesas de reinar de una manera es- pecial sobre ellos y todos esperan que se cumpla la promesa, aunque conciben de diferentes formas el reino esperado. En este marco actúa 1. Este estudio ha tenido muy presente críticamente la obra de J. SCHLÖSSER, El Dios de Jesús, Salamanca 1995-Paris 1987. Junto a esta obra básica se han tenido en cuenta los pun- tos de vista de J. JEREMIAS, Abba. El mensaje central del nuevo testamento, Salamanca 4 1993, y de W. MARCHEL, Abba, Père. La prière du Christ et des chrétiens, Roma 2 1971. Otra biblio- grafía sobre el tema: J. BECKER, Das «Gottesbild Jesu und die älteste Auslegung von Ostern», en G. STRECKER (ed.), Jesus Christus in Historie und Theologie, Fs. Conzelmann, Tübingen 1975, pp. 105-126; J. GNILKA, Jesús de Nazaret, Barcelona 1993; J.C.G. GREIG, Abba und Amen. Their Relevance to Christology, StEv V (1970) 3-13; R. HAMERTON-KELLY, God the Father. Theology and Patriarchy in the Teaching of Jesus, Philadelphia 1979; P. HOFFMANN, «Er weiss, was ihr braucht...» (Mt 6,7). Jesus einfache und konkrete Rede von Gott, en H. MERKLEIN-E. ZENGER (eds.), «!Ich will euer Gott werden». Beispiele biblischen Redens von Gott, Stuttgart 1981, 151-176; W. KASPER, Jesús el Cristo, Salamanca 1976; G. LOHFINK, Gott in der Ver- kündigung Jesu, en M. HENGEL-R. REINHARDT (eds.), Heute von Gott reden, München- Mainz 1977, pp. 50-65; H.W. MONTEFIORE, God as Father in the Synoptic Gospels, NTS 3 (1956/57) 31-46; G. SCHELBERT, Sprachgeschichtliches zu «Abba», en P. CASETTI-O. KEEL-A. SCHENKER (eds.), Mélanges Dominique Berthélemy, Fribourg-Göttingen 1981, pp. 395-447; H.F.D. SPARKS, The Doctrine of the Divine Fatherhood in the Gospels, en D.E. NINEHAM (ed.), Studies in the Gospels., Fs R.H. Lightfoot, Oxford 1957 (=1955), pp. 241-262; D. ZE- LLER, God as Father in the Proclamation and in the Prayers of Jesus, en A. FINKEL-L. FRIZZEL (eds.), Standig before God., Fs J.M. Oesterriecher, New York 1981, pp. 117-129. 2. Cfr. J. GNILKA, Jesús de Nazaret, 36, p. 172. DIOS PADRE REVELADO EN CRISTO JESÚS ANTONIO RODRÍGUEZ CARMONA

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EXEGESIS

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  • INTRODUCCIN1

    Hay un acuerdo bastante general de que la proclamacin del Reinode Dios2 fue el centro de la actividad de Jess: sus palabras y sus obrasse concentraron en este objetivo. Ahora bien, el anuncio de que Diosva a reinar implica dos ideas conocidas y familiares para los oyentes, laidea de Dios y la idea de reino prometido por Dios. En el judasmo deltiempo de Jess todos comparten la idea de un Dios nico, creador detodo lo que existe, omnipotente, sabio, omnipresente, que ha elegido aIsrael, ha hecho una alianza con l y le acompaa. En este contexto to-dos creen que ha hecho unas promesas de reinar de una manera es-pecial sobre ellos y todos esperan que se cumpla la promesa, aunqueconciben de diferentes formas el reino esperado. En este marco acta

    1. Este estudio ha tenido muy presente crticamente la obra de J. SCHLSSER, El Dios deJess, Salamanca 1995-Paris 1987. Junto a esta obra bsica se han tenido en cuenta los pun-tos de vista de J. JEREMIAS, Abba. El mensaje central del nuevo testamento, Salamanca 41993, yde W. MARCHEL, Abba, Pre. La prire du Christ et des chrtiens, Roma 21971. Otra biblio-grafa sobre el tema: J. BECKER, Das Gottesbild Jesu und die lteste Auslegung von Ostern, enG. STRECKER (ed.), Jesus Christus in Historie und Theologie, Fs. Conzelmann, Tbingen 1975,pp. 105-126; J. GNILKA, Jess de Nazaret, Barcelona 1993; J.C.G. GREIG, Abba und Amen.Their Relevance to Christology, StEv V (1970) 3-13; R. HAMERTON-KELLY, God the Father.Theology and Patriarchy in the Teaching of Jesus, Philadelphia 1979; P. HOFFMANN, Er weiss,was ihr braucht... (Mt 6,7). Jesus einfache und konkrete Rede von Gott, en H. MERKLEIN-E.ZENGER (eds.), !Ich will euer Gott werden. Beispiele biblischen Redens von Gott, Stuttgart1981, 151-176; W. KASPER, Jess el Cristo, Salamanca 1976; G. LOHFINK, Gott in der Ver-kndigung Jesu, en M. HENGEL-R. REINHARDT (eds.), Heute von Gott reden, Mnchen-Mainz 1977, pp. 50-65; H.W. MONTEFIORE, God as Father in the Synoptic Gospels, NTS 3(1956/57) 31-46; G. SCHELBERT, Sprachgeschichtliches zu Abba, en P. CASETTI-O. KEEL-A.SCHENKER (eds.), Mlanges Dominique Berthlemy, Fribourg-Gttingen 1981, pp. 395-447;H.F.D. SPARKS, The Doctrine of the Divine Fatherhood in the Gospels, en D.E. NINEHAM(ed.), Studies in the Gospels., Fs R.H. Lightfoot, Oxford 1957 (=1955), pp. 241-262; D. ZE-LLER, God as Father in the Proclamation and in the Prayers of Jesus, en A. FINKEL-L. FRIZZEL(eds.), Standig before God., Fs J.M. Oesterriecher, New York 1981, pp. 117-129.

    2. Cfr. J. GNILKA, Jess de Nazaret, 36, p. 172.

    DIOS PADRE REVELADO EN CRISTO JESS

    ANTONIO RODRGUEZ CARMONA

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  • Jess, anunciando la cercana inminente, que ya es comienzo, del reinoprometido (Mc 1,14s). Hereda ambas ideas, la de Dios y la del reino,pero las profundiza y reinterpreta, asocindolas a su persona y misin.

    Este estudio intenta presentar cmo Jess profundiza la idea deDios, en continuidad con el AT. Para ello se examinan los evangelioscon la finalidad de discernir en sus contenidos la imagen que Jess re-vel de Dios con sus palabras y su actuacin. Como es sabido, Jess esel origen de los materiales que contiene el NT. La Iglesia primitiva losrecibi de Jess para la vida de los hombres, y por ello los transmitide forma catequtica, adaptndolos a las necesidades de los oyentes yexplicitando los contenidos, siempre con total fidelidad al pensamien-to de Jess. Esto quiere decir que, para estudiar el pensamiento origi-nal de Jess, hay que someter a crtica todo el material que nos hatransmitido la Iglesia en el NT, discerniendo lo que procede de Jessde lo que pertenece a las relecturas catequticas de la Iglesia primitiva.Se trata de una tarea delicada, pero importante, en la que no hay abso-luta unanimidad ni en la metodologa a seguir ni en los resultados ob-tenidos. En este estudio se intenta un camino moderado3, que evitatanto un hipercriticismo, que apenas si acepta algo originario de Jess4,como una postura acrtica que todo se lo atribuye. Dada la naturalezade este estudio y de la limitacin del tiempo, tampoco se van afrontaraqu directamente el estudio crtico de cada texto sera una tarea in-terminable; en lugar de ello se va a aceptar el consenso entre los ex-getas cristianos moderados, cuando exista. En general, hay que decirque la relectura del material de Jess hecha por la Iglesia primitiva, queafecta mucho a la cristologa, lo hace en menor grado en la teo-loga,por lo que, en general, se deben valorar positivamente los materialessobre Dios contenidos en los evangelios.

    En seis puntos se desarrolla el presente estudio. El primero presen-ta la doctrina de Jess en continuidad con la imagen de Dios del AT;para ello se expone el vocabulario y doctrina sobre Dios tomada delAT. El segundo presenta las afirmaciones de Jess sobre Dios Padre. Eltercero aborda una cuestin importante, las implicaciones de Jess y suobra con la enseanza sobre Dios. El cuarto presenta las afirmacionesde Jess sobre el Espritu de Dios. El quinto ofrecer una panormicade carcter sinttico sobre la enseanza de Dios en Jess a la luz de to-

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    3. Cfr. un buen resumen de la lnea que asumimos en J. GNILKA, Jess de Nazaret, pp. 36-43.

    4. Por ejemplo, para Ksemann el criterio de discontinuidad con el judasmo y la Iglesiaprimitiva es el nico criterio. Segn esto habra que excluir de la enseanza de Jess todo loque coincida con la teo-loga del judasmo, lo que es absurdo, ya que Jess asumi sustan-cialmente la herencia del AT.

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  • das sus enseanzas, especialmente de las parbolas. Finalmente un lti-mo punto ofrecer unas pistas del comienzo de la evolucin posteriorde esta enseanza en la Iglesia primitiva, que recoge el legado de Jessy lo explicita.

    1. JESS, HEREDERO DEL VOCABULARIO Y CONCEPCIONESDEL AT Y JUDASMO CONTEMPORNEO

    Jess hered de su pueblo un vocabulario y una teo-loga. Los em-ple y los enriqueci.

    A. Vocabulario

    En el vocabulario empleado por Jess para referirse a Dios hay quedestacar dos palabras, Dios y Seor.

    El uso de Dios, qeo", Elohim, es el ms frecuente en labios de Je-ss. Aparece en los logia en labios de Jess, 14x en Mc y 17x en Q. Je-ss no vacil en emplear directamente el nombre Dios, renunciandohabitualmente a las circunlocuciones que usaban sus contemporneospara subrayar la transcendencia divina, como Cielos, la pasiva divina ouna forma impersonal del verbo. Jess no comparte estas reservas,siendo Dios el trmino que emplea para designar la accin divina msimportante que proclama, el Reino de Dios.

    En cuanto a Seor, Kurio"/Adonay, no hay tanta certeza5. Enlos evangelios est atestiguado en Mc y Q, la mayor parte de las ve-ces en citas del AT y unas pocas en logia de Jess. Entre los logiacabe destacar Mt 11,15/Lc 10,21 (Seor del cielo y la tierra) y Mt9,38/Lc 10,2 (Seor de la mies)6. Posiblemente Jess emple el ttu-

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    5. Cfr. J. A. FITZMYER, art. Kurio" en DENT, I, 2437-2448.6. Se suele decir que el griego kurio" se introdujo en el judasmo en la traduccin de los

    LXX, que traduce Yahweh con Kurio" y que en tiempos de Jess Kurio"/Adonay era fre-cuente para referirse a Dios. Un grupo de exgetas lo niegan (cfr. P. Kahle-H. Stegemann-G. Bertram-H. Conzelmann-Ph. Vielhauer...), porque esta forma de traducir slo aparece enlos grandes manuscritos cristianos de los siglos IV y V, pero no en los destinados a judos he-lenistas de la poca precristiana (cfr. el Papiro Fouad, p. 266, proveniente de Egipto, y 8Hev-XIIgr, del Mar Muerto), en los que el tetragramma se inserta en el texto griego con letras he-breas; por ello opinan que fueron los cristianos los que introdujeron Kurio", traduciendoYhwh con Kurio", ya que es inconcebible que un judo se dirigiera a Dios en sentido abso-luto como el Seor (cf. R. BULTMANN, Teologa del Nuevo Testamento, p. 96). A pesar deldato de los manuscritos, otros (cf. J.A. Fitzmyer-J. Schlosser...) creen que esta explicacincrea mayores dificultades, pues, cmo explicar la aparicin de Kurio" en el NT como de-signacin divina? Por otra parte hay testimonios de que el uso, al menos oral, del ttulo grie-go Kurio" y los correspondientes hebreo Adon/Adonay y arameo Mar son precristianos, lo

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  • lo Seor en arameo (cf. especialmente Lc 10,2 y 10,21/Mt 11,25),pero lo us poco.

    Adems de Dios y Seor, posiblemente Jess emple otras designa-ciones tomadas de su ambiente, como Poder (Mc 14,62), el Gran Rey(Mt 5,35), Cielo (Mc 11,30; Lc 15,18.21) y usos tendentes a evitar elnombre divino, como la pasiva divina7, aunque no es algo caractersti-co de l, y la forma impersonal del verbo (Lc 6,38b; 12,20; 12,48c).

    B. Teo-loga del judasmo

    El Dios de Jess es el Dios de la Biblia. Jess es heredero de la teo-loga del judasmo, profundizndola y perfeccionndola. Es el Dios ni-co, que no tiene junto a s otros dioses. Es un ser personal que tiene yquiere tener relaciones personales con el hombre. El Dios omnipotente,omnisciente, omnipresente, providente, que lo ha creado todo, lo abar-ca todo, est presente en todo, cuida de todo (Mt 11,25/Lc 10,21); elDios universal, que crea y ama a todos los hombres. Pero Jess, igualque el AT, no subraya los atributos divinos, sino que insiste en su obraren la historia. Es para l el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (Mc12,26; Lc 13,16; Mt 8,11/Lc 13,28; 19,9), el Dios de las promesas desalvacin con carcter universal; el Dios de la Alianza, que elige a Isra-el como pueblo y le ha hecho promesas de salvacin, especialmente lapromesa del reino. Es el Dios que acta en la historia, en la que pro-mete y cumple.

    Precisamente en este contexto dinmico se inserta la visin de Je-ss, que no se presenta como fundador de una religin nueva sinocomo enviado por Dios para reagrupar a Israel. Las promesas se van acumplir y su accin y persona estn al servicio de este cumplimiento.Por ello en el centro de su mensaje est la proclamacin de que Dioslleva la historia a su plenitud, cumpliendo la accin que haba prome-tido, el Reino, y no tanto los atributos divinos, ni su obra creadora, niconservadora, ni problemas que nos preocupan a nosotros, como lascausas del mal y del sufrimiento. Con su venida final, Dios har que sevea todo con suma claridad8. A diferencia del judasmo contempor-neo, que daba mucha importancia a las obras salvadoras de Dios, a los

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    que muestra que no es inconcebible tal uso, aunque tampoco sea general, pues se trata deuna tendencia incipiente. Cf. en griego TestLevi 18,2; 2 Hen (griego) 10,9; Fl. Josefo (AntJud XIII 68; XX 90). En arameo el judasmo palestino emplea Mar (Dn 2,27; 5,23 y tgJob:11QTgJob XXIV 6-7; 1QGenApoc XX 12s; 4QHenb 1,IV, 5). En hebreo aparece Adon enSal 114,7 y 11QSala XXVIII,7s.

    7. En los logia de Jess aparece 21x en Mc, 23x Q; 27x Mt solo; 25x Lc.8. Cf. J. GNILKA, Jess de Nazaret, 250.

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  • patriarcas, a Moiss y al xodo, Jess los conoce, acepta y valora, pero noestn en el centro de su predicacin. No est volcado al pasado, sino alpresente y futuro de la accin de Dios9. Como veremos ms abajo, a esteDios hay que amarle con todo el corazn y con todas las fuerzas (Mc12,29s), hay que obedecer, reconociendo su autoridad soberana.

    2. DIOS PADRE

    Estudiamos aparte la denominacin padre, que por una parte esheredada, pero por otra es radicalmente nueva. Veremos su uso en eljudasmo y su uso por Jess.

    A. Dios Padre en el judasmo contemporneo a Jess

    La denominacin padre10 aplicada a Dios es conocida tanto en el ju-dasmo de expresin griega11 como en el de expresin hebrea/aramea12.

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    19. Cf. J. GNILKA, Jess de Nazaret, 250; J. SCHLOSSER, El Dios de Jess, pp. 65-75. El he-cho ms evocado en el NT es la creacin (Mc 10,6; 13,19; Mt 25,34; Lc 11,40.50) y la Pro-videncia (Lc 12,6s/Mt 10,29-31; Lc 12,22-31/Mt 6,25-34). La referencia a los padres estbien atestiguada, incluso en los sinpticos (cf. Mc 11,10; Mt 3,9; 23,30; Lc 1,32.55.72.73;3,8), pero no se encuentra en labios de Jess (excepto Lc 16,24.27.30 que las pone en labiosdel rico epuln), a no ser bajo una forma que marca una distancia crtica, y nunca la expre-sin Dios de los padres. En Lc 6,23.26 alude a los padres in genere de forma crtica = Lc11,47s/Mt 23,32. Jess no menciona el xodo; la alianza aparece una vez (Mc 14,24) y noest claro si alude a la eleccin, pero esto no significa que estos temas fueran insignificantespara Jess, sino que ya no estaban en el centro de su predicacin.

    10. La frmula padre celestial o que-en-los-cielos evoca la transcendencia del padre-Dios yle distingue del padre humano. Aparece en el Qadish y parece ser que fue introducida y po-pularizada en el naciente rabinismo por Yohanan ben Zakkay.

    11. Es frecuente en Filn, que lo emplea como predicado con el sentido de creador uni-versal, fuente y principio de todo. En Flavio Josefo es menos frecuente e igualmente lo em-plea como predicado y lo refiere a Israel y a la soberana universal de Dios en cuanto crea-dor. En los Orculos Sibilinos III aparece gran Padre en paralelismo, como predicado, degran Dios. Jos y Asenet lo usa como comparacin de Dios. Sabidura lo emplea varias vecescomo predicado y tambin como invocacin con el sentido de padre de Israel y del justo is-raelita, al que protege. De forma parecida aparece con frecuencia en 3. Macabeos, comopredicado y como invocacin, referido a Israel. Finalmente Testamento Job lo emplea comopredicado tradicional.

    12. Aparece como predicado, referido a Israel, sobre el que ejerce su soberana y al que pro-tege en Tobas, Eclesistico, Testamento de Abraham, Jubileos, Qumran (una sola vez), oracinQadish, Misn, Tosefta y en los Midrases, en los targumes al Pentateuco y a los Profetas, aunque enestos ltimos con tendencia a atenuar el predicado padre, suprimiendo a veces el padre originalhebreo por otra denominacin. Junto a este uso predicativo tambin aparece como invocacinen Apocalipsis de Ezequiel y Apocalipsis de Moiss (en este ltimo tambin como predicado) y enlas oraciones Shemon Echr y Abinu Malkenu (en sta 44x), en ambas en paralelismo con Rey,nuestro padre, nuestro rey, abinu malkenu, en hebreo, nunca en arameo abba.

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  • Se trata del desarrollo de una tradicin veterotestamentaria, que consi-dera a Dios padre en cuanto creador del mundo y, especialmente y conms frecuencia, en cuanto creador y salvador del pueblo israelita13. Porello el correlativo directo de padre en el AT es una colectividad, el hijo esel pueblo; el hijo-individuo slo aparecer ms tarde, en el judasmo ycon menor frecuencia.

    Dos matices se subrayan en esta atribucin, la autoridad del padre,poseedor del poder y el saber, y su bondad solcita, que debe ser corres-pondida por el pueblo, aceptando con obediencia y respeto la autori-dad y confiando en su bondad sin lmite ya mostrada en su obra salva-dora. En cuanto creador y liberador de Israel, Dios padre tiene ciertosderechos adquiridos y desea que se respeten14.

    En cuanto al uso morfolgico, normalmente se emplea padre comopredicado, pero tambin aparece padre en vocativo, como una invoca-cin en oraciones, en hebreo y griego, pero nunca en arameo.

    B. Uso de Padre por Jess

    J. Jeremias en su conocida obra sobre Dios Padre afirma que Jessse diriga habitualmente a Dios con el vocativo arameo abba, Padre,empleado pocas veces en referencia a Dios por el judasmo y nuncacomo invocacin. Jess lo haca regularmente como expresin de unarelacin de intimidad muy especial y totalmente nueva. Se trataba deuna innovacin que traduca el carcter especfico de su relacin conDios.

    La tesis provoc un amplio debate, que ha servido para matizar es-tas afirmaciones, que siguen siendo sustancialmente vlidas. A la luz desus resultados se puede decir:

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    13. El AT rechaza la concepcin de un dios supremo padre en cuanto que engendra a losdems dioses y hombres. Cuando atribuye a Yahweh el predicado padre, lo hace en cuantocreador del pueblo o en sentido metafrico, comparndolo con un padre. Como creador elcorrelativo de padre es el pueblo, Israel como colectivo. Incluso cuando se presenta al reycomo hijo, el rey tiene valor colectivo, es el representante del pueblo. La idea de Dios padredel individuo slo se sugiere en Sal 27,10; 68,6 y no se desarrollar hasta el judasmo hele-nista (cf. Sab 2). La paternidad universal est sugerida por Isaas II cuando relaciona paterni-dad con creacin, pero es una idea que aparece en un segundo plano: la creacin es un pri-mer acto para la eleccin de Israel. Cf. A. MARMORSTEIN, The Old Rabbinic Doctrine of God.I. The Names and Attributes of God, London 1927; E. JENNI, art. Padre en DTMAT I, pp.38-44.

    14. Vase la asociacin padre/hijo-servidor en 2 Re 16,17; Mal 1,6. En Dt 14 se fundanlos deberes de los israelitas en que son hijos.

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  • a) Jess habl de Dios como Padre empleando el trminocomo predicado y como invocacin

    En general no hay dudas sobre el hecho de que Jess se dirigi aDios usando el sustantivo Padre, Pathr, aunque no todos los usos enque aparece en sus labios sean autnticos y se remonten a l15. La ma-yor parte de los exegetas admiten que proceden de Jess al menos seislogia de Q16 y uno de la fuente especial de Lc (L)17. Adems reconocenque dos logia de Mc provienen de la tradicin de Jess18. Esto es unapostura minimalista, conveniente para fundamentar este estudio, aun-que hay indicios que sugieren que Jess tuvo que emplear padre conmucha ms frecuencia, como el hecho de que la tradicin neotesta-mentaria, siempre que habla de la oracin de Jess, lo hace poniendoen sus labios la invocacin Padre19.

    El contenido de estos logia es muy denso:1. Desde el punto de vista de la teo-loga: Para Jess, Dios es el Padre, con designacin absoluta: o; Pathrex ouranou, el Padre celestial (Lc 11,13).

    Entre sus atributos lo presenta como Padre omnipotente, a quientodo es posible (cf Mc 14,36), perteneciente a la esfera celestial,Padre celestial (Mt 5,45), Seor del cielo y tierra (Mt 11,25/Lc10,21); es Padre de bondad, que no tiene enemigos (Mt 5,45 cfMc 11,25), Padre misericordioso (Lc 6,36/Mt 5,48). En su ac-tuar, siempre benvolo y salvfico, es soberano y librrimo, aun-que es parcial con los pequeos (Mt 11,25/Lc 10,21).

    2. Desde el punto de vista de la cristologa: Jess se dirige a Dios como Padre con intimidad, situndose en

    un plano de igualdad, en proximidad inmediata y familiar con

    DIOS PADRE REVELADO EN CRISTO JESS 37

    15. Aparece en Mt 46x, en Mc 4x, en Lc 18x, en Hch 3x, en Jn 118x (3x Padre de loshombres, 35x Padre de Jess, 8x uso absoluto, el Padre).

    16. Mt 5,44/Lc 6,35 (amor a los enemigos), Lc 6,36/Mt 5,48/Lc 6,36 (sed misericordio-sos), Mt 11,25/Lc 10,21 (himno de jbilo), Mt 6,9/Lc 11,2 (Padrenuestro), Mt 7,9-11/Lc11,11-13 (cunto ms dar vuestro Padre!), Mt 6,32/Lc 12,30 (sabe vuestro Padre que te-nis necesidad). Se duda de la autenticidad de Mt 11,27/Lc 10,22, aunque autores, comoJ.A. Fitzmyer, la admiten.

    17. Lc 12,32, el login del pequeo rebao: Dios es Padre, y por iniciativa salvadora librey soberana, da el reino/plenitud de bienes, a los pequeos; por lo que stos no deben temer.Otros, como Lc 23,34 (Padre, perdnales...) y Lc 23,46 (Padre, en tus manos confo mi es-pritu) ofrecen muchas dudas.

    18. Mc 11,25 (perdn) y 14,36 (Getseman).19. Las distintas expresiones griegas para Padre celestial/que est en los cielos traducen la

    misma frmula hebrea. Cf. Mc 7,11; 11,25; Mt 5,45: pathr hmwn en toi" ouranoi" =abykem chebachamaym. Cf. tambin Mt 5,48; 6,32: pathr hmwn ouranio" = abykemchebachamaym. Cf. tambin Lc 11,13: pathr hmwn ex uranou = haab chebachamaym.

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  • l (Mt 11,25/Lc 10,21), pero con sentido de la transcendenciade su Padre, el Seor del cielo y tierra, el Padre celestial (Mt11,25/Lc 10,21; Lc 11,13).

    Tiene ante l una actitud de alabanza (Mt 11,25/Lc 10,21) y loreconoce como Padre omnipotente, dueo de su destino, cuyavoluntad acepta con plena obediencia (cf Mc 14,36).

    Implcitamente en su actuacin se muestra como el reveladoreficaz del Padre, pues el que acoge su palabra se convierte enhijo.

    3. La soteriologa es importante. Jess, ms que decirnos cmo es elPadre, lo describe actuando en la historia con libre iniciativa salvficabenvola (Lc 12,32):

    Se revela a los pequeos (Lc 12,32) y les da el Reino o plenitudde bienes (Lc 12,32).

    Esta revelacin se realiza por medio de Jess. Por eso sus disc-pulos son hijos, a los que habla de vuestro Padre (Mt 5,45; Mt5,48/Lc 6,36; Mt 12,32/Lc 12,30).

    El Padre perdona a los discpulos de Jess (Lc 11,2ss/Mt 6,9ss cfMc 11,25). Perdonados, son hijos, y pueden dirigirse a Dios, lla-mndolo Padre (Lc 11,2 cf Mt 6,9) y su oracin siempre seroda (Lc 11,13/Mt 7,11).

    El Padre acompaa a los discpulos con su providencia (Mt 6,31;Lc 12,32).

    Se ha discutido sobre el alcance de la paternidad que anuncia Je-ss, si universal o restringida a slo sus discpulos. Hoy da pre-valece la segunda opinin, particularista20. Es cierto que Dios,como creador, es padre de todos los hombres, los ama y cuida;incluso es verdad que en algn texto, como Lc 11,11-13, la pa-ternidad universal est subyacente, sin embargo, en las ensean-zas sobre vuestro Padre el acento est en los discpulos, tomadoen un sentido amplio.

    4. Finalmente, de su proclamacin de la paternidad divina Jessdeduce una tica:

    Como hijos, deben orar al Padre filialmente, invocndolo comotal Padre (Lc 11,2) y de la forma que ensea Jess e.d. en con-texto de alabanza y gratuidad, en funcin del reino, de su provi-dencia y perdn (Lc 11,2 cf Mt 6,9). La oracin debe ser perse-verante, pues el Padre siempre los oye (Lc 11,13/Mt 7,11)

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    20. Cf. P. Schruers-J. Jeremias-R. Pesch-G. Lohfink-H. D. Betz-J. Schlosser...

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  • Igualmente los discpulos-hijos deben amar a los enemigos, comoexigencia de la paternidad-bondad universal del Padre (Mt 5,45),que exige ser misericordiosos con todos (Lc 6,36/Mt 5,48).

    Su vida debe estar centrada en el Reino, que debe ser su nicainquietud existencial, pues el Padre los acompaa con su provi-dencia (Lc 12,30/Mt 12,32). Por ello no deben temer, aunqueson pequeos (Lc 12,32).

    Implcitamente en estos logia Jess exige a sus discpulos ser delos pequeos (Lc 10,21/Mt 11,25), exigencia que ensea expl-citamente en otros logia, como el del privilegio de los nios, delos que es el Reino (Mc 10,14).

    b) Jess emple el arameo abba para referirse al Padre

    No est todava claro el origen del trmino abba, que tiene una ter-minacin extraa en arameo. De por s, el estado enftico del arameoab debera ser abha. Sin embargo, es abb, reduplicando la consonante.Posiblemente se deba al balbuceo del nio pequeo, que imita imm,mam, estado enftico de em. Esto confiere al trmino los matices decario, abandono, confianza, propios del nio. Esto no excluye el queel trmino se emplee tambin por el hijo adulto con las connotacionesde respeto, obediencia y sumisin, a veces perdiendo el acento primiti-vo, igual que sigue sucediendo entre nosotros. En el mundo judoabba se usa en diversas situaciones de la vida cotidiana, normalmentedentro de la esfera familiar21, y no se distingue esencialmente de las de-ms formas de la palabra padre; en algunas ocasiones encierra una con-notacin afectiva ms pronunciada22, pero es abusivo oponer cario yrespeto: la familiaridad de abba debe apreciarse, no en su oposicin arespeto, sino en su oposicin a distancia.

    Aunque en ninguno de los logia reconocidos como autnticos deJess aparezca la palabra aramea abba el nico texto que pone abbaen labios de Jess es Mc 14,36 y no se puede demostrar que sea autn-tico, sin embargo, es inverosmil que esta denominacin haya nacidoen las comunidades judeocristianas helenistas ni en las palestinas de ex-presin aramea, en cuyo contexto era inslito. La nica explicacin his-trica verosmil es ver en el uso comunitario de abba, conocido por lascomunidades primitivas (cf Gal 4,6; Rom 8,15), una herencia recibidade Jess23.

    DIOS PADRE REVELADO EN CRISTO JESS 39

    21. Segn Taanit 23a tambin se aplica abb a personas ancianas con sentido de veneracin.22. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit.. 200.23. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 207.

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  • Sobre el valor semntico del arameo abba24, estn atestiguados tressentidos en el arameo de los primeros siglos de nuestra poca25: el esta-do enftico (el padre), el vocativo con sus dos formas (padre mo, pa-dre) y la referencia al posesivo de primera persona singular. Con rela-cin al posesivo de primera persona plural (nuestro padre), no estclaro. Jess, pues, al emplear la palabra abba, pudo usarla con estossentidos.

    c) Este empleo del arameo abba por parte de Jesssupone una novedad

    En tiempos de Jess no era desconocido el llamar a Dios Padre enhebreo o griego, o dirigirse a l en la oracin con el hebreo ab, padre, oaby, padre mo o los correspondientes trminos griegos, pero nunca enarameo, posiblemente porque resultara demasiado familiar en unapoca en que se subraya la transcendencia de Dios. Hay algunos testi-monios de invocaciones en arameo, pero son posteriores26. Esto supo-ne una novedad.

    Se ha contestado la idea de novedad desde dos puntos de vista. Poruna parte, desde la filologa27, hay quien sostiene que en aquella pocaera obligatorio emplear abba, pues la forma normal del vocativo he-breo, aby, casi no se empleaba, y era sustituida por el arameo abba. Lalengua, pues, no le dejaba a Jess ms opcin que abba si quera diri-girse a Dios como padre. Esto no es cierto, pues en tiempo de Jess to-dava se emplea el vocativo hebreo aby junto al arameo abba, por loque la lengua no obligaba a Jess al empleo de abba. Por otra parte, al-gunos autores judos objetan que el hecho de que Jess emplee abba

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    24. G. SCHELBERT, Sprachgeschichtliches zu Abba, en P.CASETTI-O.KEEL-A.SCHENKER(eds.), Mlanges Dominique Berthlemy, Fribourg-Gttingen 1981, pp. 395-447.

    25. Cf. textos arameos del Mar Muerto, algunas versiones del Targum Palestinense,como la de la geniza del Cairo, textos arameos de la Misn y otros textos rabnicos de la po-ca tannata.

    26. Se suelen citar Tg Mal 2,10; tg Ps 89,27; Tg Job 34,36; LvR 32 (a Lv 24,10) y Taa-nit 23b. Slo tiene inters este ltimo texto, pues los dems son de poca posterior. El textohabla de un carismtico que llama a Dios abba en sentido predicativo, no como invocacin,pues lo invoca como Seor del Universo. Es poco probable que se trate de una vieja tradi-cin palestina recogida en el Talmud de Babilonia y, por ello, no puede utilizarse como undocumento de la lengua de la primera mitad del primer siglo cristiano. Con todo, tiene inte-rs para ver cmo, dentro del judasmo, se podra llegar a aplicar a Dios la designacin abba.Segn J. Jeremias estas reticencias en el judasmo ante el uso de abba se deben al carcter fa-miliar del trmino, explicacin verosmil, pues hay textos en que se esperara abba y se em-plea otra palabra, como SNm 89 y SLv 20,26. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 204; G. SCHEL-BERT, art. cit., 405.

    27. Cf. D. ZELLER, God as Father, p. 124.

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  • no es una novedad absoluta, ya que lo podan hacer los hasidim caris-mticos de la poca, que tenan mucha intimidad con Dios, por lo quees inconcebible que estas personas no llamasen a Dios abba. Es ciertoque no han llegado hasta nosotros testimonios escritos de este uso,pero es natural, debido a la naturaleza de estos textos carismticos queno se suelen transmitir. Por ello el uso de Jess es slo novedad aparen-te28. A esto hay que decir, primero, que de hecho no se han encontradotales textos el ms antiguo citado es B.Taanit 23b, pero esto no eslo ms importante, pues, supuesto que algn que otro lo hubiera utili-zado, no lo hace con la frecuencia que lo hizo Jess. Lo normal enaquel contexto cultural eran las invocaciones solemnes, como Seordel Universo, existiendo reservas hacia el vocabulario de este tipo. Porello es significativo el hecho de que Jess, apartndose de su ambiente,llamara a Dios abba, y adems, de forma no problemtica, sin restric-ciones y sin aadir explicaciones para salvaguardar la transcendenciadivina29.

    d) Jess dio un sentido nuevo a la paternidad de Dios

    Con todo, no hay que centrar demasiado la novedad en el uso dela palabra abba, que no es ms que uno de los trminos empleados porJess, ciertamente significativo. La novedad radica especialmente en elsentido nuevo que proyecta sobre el trmino, en la idea general queensea de Dios y, de una manera especial, en su manera de vivir la fi-liacin: el Jess que llama a Dios abba, vive una relacin ntima, con-fiada, seria, identificado con su Dios. Su forma de orar y de llevar acabo la misin manifiestan lo que entiende por abba. Jess vive su rela-cin con Dios de una manera filial nica y proyecta este nueva manerasobre el trmino abb. Esta es la verdadera novedad.

    Ya hemos visto que en el AT y en el judasmo se conoce el uso depadre atribuido a Dios, con el sentido de creador de Israel y de la hu-manidad, aunque no es una idea central. La novedad de Jess radica enque se refiere a la paternidad divina de forma nueva, anloga a la rela-cin existente entre un hijo y su padre natural, con intimidad y respe-to a la vez, y esto de una manera nica. Para J.Schlosser30 abba suponeconfianza y obediencia, abandono y reconocimiento de la soberana. Suimportancia para la teo-loga de Jess me parece que reside en la inme-diatez con que Jess se sita respecto a Dios, es decir, en la percepcin de

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    28. Cf. G. VERMES, Jess el Judo, Barcelona 1994, p. 222.29. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 210.30. Cf. op. cit., 211.

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  • Dios como muy cercano, directamente accesible. Esto es nuevo. Segn laMisn, Ber V,1, los hasidim de antao acostumbraban a retardar laoracin una hora para disponer su corazn ante Dios, costumbre querefleja una actitud ms de respeto ante la transcendencia divina que defamiliaridad y cercana. Adems en el texto no se habla de abb sino deDios. No ocurre esto con Jess: l se encuentra en plano de igualdad conel Padre, en inmediatez completa, en familiaridad espontnea y sin reti-cencias31. Lo manifiestan los logia de Jess y, adems, su comporta-miento general ante Dios, que deja entrever una relacin sencilla e in-mediata con Dios su Padre. Lo veremos a continuacin estudiando lapraxis de Jess en el contexto de la proclamacin del Reino.

    3. PRAXIS DE JESS Y PROCLAMACIN DEL REINO

    A. El heraldo del Reino

    Jess tiene conciencia de haber sido enviado por Dios para procla-mar su Reino. Habla de Dios empleando la perfrasis participial el queme ha enviado32. Su tarea es proclamar la cercana/llegada del Reino ysus implicaciones, la idea de Dios que supone y la forma adecuada derespuesta que debe dar el hombre. Y lo hace no como uno de tantosprofetas, sino de una forma personal y nica, en la que se presenta conuna relacin nica con Dios y con el Reino, que ya est viniendo ensus acciones y palabras. Orgenes explicit este dato llamando a Jessautobasileia 33.

    Conoce el misterio del Reino y da gracias al Padre porque, por suministerio, se est revelando a los pequeos, a sus discpulos (Mt11,25/Lc 10,21; Mc 4,11), que, por ello, son dichosos (Mt 13,16s/Lc 10,23s).

    No slo Jess conoce y anuncia el Reino. Es consciente de que enl y en su actuacin est llegando el Reino, aunque en la figura delocultamiento, la humillacin y la pobreza. En l se hace concretamen-te palpable lo que quiere decir su reino; en l se revela lo que es el Rei-no de Dios. En su pobreza, obediencia y carencia de patria representala explicacin concreta de la voluntad de Dios. En l se ve claro lo quesignifican la divinidad de Dios y la hominidad del hombre... En Jess

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    31. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 211.32. Es frecuente en la tradicin jonica con pempw (Jn 4,34; 5,24.30; 6,38.39;

    7,16.28.33; 8,26.29; 9,4; 12,44.45; 13,20, 15,21; 16,5 cf. esp 7,28; 8,26) y en los sinpticoscon apostellw: Mc 9,37 y Lc 10,16 cf. Mt 10,40 (Q).

    33. In Matthaeum XIV, 7 (GCS 40,289).

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  • de Nazaret son inseparables su persona y su asunto; l es su asunto enpersona. Es la realizacin concreta y la figura personal de la llegada delReino de Dios34. Lo explicita muy bien la confesin del centurin ro-mano ante Jess que acaba de morir: Y el centurin, viendo cmo habamuerto, dijo: Verdaderamente este hombre era hijo de Dios (Mc 15,39). Mcacaba de describir con rasgos crudos y realistas la pasin de Jess y el apa-rente fracaso de su ministerio y fue precisamente esta forma de actuar, enla debilidad y pobreza, la que compete a Dios, que quiere reinar en elhombre, respetando plenamente su libertad. El Reino de Dios es total-mente obra de Dios y respuesta libre de la fe35 y esto exige una revelacinde Jess en la debilidad. Por eso es bienaventurado el que no se escandalizaen m, e.d. de la revelacin de Jess en la debilidad (Mt 11,5s).

    Puesto que el Reino ya ha comenzado en Jess, pero en la pobrezay debilidad, pueden surgir dudas en los discpulos. Jess en la parbolade la semilla que crece sola (Mc 4,26-29) quiere compartir con sus dis-cpulos la certeza de que Dios Padre es el protagonista, fiel y poderoso,que ha comenzado a reinar por su accin y que esta accin llegar a lameta con toda certeza.

    Esto explica la conducta singular de Jess. Si, por una parte, secomporta como un judo piadoso normal, cumpliendo la ley, rezandoy asistiendo regularmente a la sinagoga, por otra, se sita con libertadante la ley y las costumbres de los padres, reinterpretndolo todo antela irrupcin del Reino. Habla con autoridad, en nombre propio (Mc1,22.27); 2,10), sin distinguir su palabra de la de Dios. Concede unaimportancia especial a su palabra, considerndola como llamada defi-nitiva de Dios a la conversin, que exige una decisin del hombre conconsecuencias escatolgicas (cf. Mc 1,14s; 8,38). Reinterpreta la leycomo un medio al servicio de la vida y la realizacin del hombre, con-traponiendo su explicacin a la de la sinagoga: Se os ha dicho, habisodo, pero Yo os digo (Mt 5,21s. 27s. 33s. 38s. 43s). En este contextollega incluso a corregir a Moiss (Mc 10,5s). Consiguientemente, re-chaza observar algunas tradiciones de los padres como no acordes conla vida que quiere Dios (Mc 7,1-23); quebranta el reposo sabtico, talcomo lo entendan los escribas, en funcin de la vida que trae el Reino(Mc 2,23-3,6); se niega a realizar prcticas de ayuno con sus discpu-los, a la manera de los discpulos de Juan Bautista y los fariseos, queayunaban para acelerar la venida del Reino, porque esto ya no tienesentido, ya que el Reino est comenzando.

    La conducta singular de Jess aparece tambin en su actitud ante eltemplo y ante los pecadores. Descalifica el templo y anuncia el final de

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    34. W. KASPER, Jess el Cristo, p. 123.35. W. KASPER, op. cit., 123.

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  • su funcin, por lo que deciden matarle (Mc 11,15-18.27-33). Tienefama de amigo de pecadores y publicanos (Mt 11,19), pues come conellos, significando que Dios los ama y los admite a su comunin. Mstodava, significa que Dios por Jess les perdona los pecados, lo queconstituye una blasfemia en su ambiente cf Mc 2,6. La conducta deJess con los pecadores implica una pretensin cristolgica inaudita.Jess se comporta como uno que est en lugar de Dios. En l y por lse realizan el amor y la misericordia de Dios36: est comenzando elReino de Dios.

    Finalmente, Jess pide que se le siga como una forma concreta deaceptar el Reino de Dios. Jess, pues, no se presenta como un simplerabino judo. Elige y llama libremente a su seguimiento (Mc 1,17;3,13s) para que participen permanentemente en su misin al serviciodel Reino. En el grupo de sus seguidores ya se manifiesta el Reino.

    Todo esto es coherente con la tarea de Jess al servicio del Reino deDios. En tiempos de Jess era conocida la promesa del Reino de Dios,pero era interpretada de formas diversas. Jess no explica su interpreta-cin, sino que anuncia el comienzo del cumplimiento y con sus hechosy palabras sugiere su interpretacin nueva. El sintagma Reino de Diosdebe entenderse de forma concreta a la luz del pensamiento hebreo. De-cir Reino de Dios es lo mismo que Dios va a reinar o Dios reina. Se pre-dica de Dios la accin reinar. Ahora bien, esta accin se concibe de for-ma diversa segn la idea que se tenga de Dios. En el judasmo prevalecela idea de Dios salvador todopoderoso y esto se traduce en un reinar detipo triunfalista, nacional-religioso. Para Jess Dios es padre y, puestoque padre es correlativo de hijo, su reinar se traduce en hacer partcipesa los hombres de su filiacin, el Hijo amado. Esto implica la necesidadde ofrecer el perdn a todos los hombres como medio para acceder a lafiliacin y el hacerlos miembros de la familia de Jess, el Hijo.

    B. Se llam Jess explcitamente hijo de Dios?

    La actuacin de Jess implica la conciencia de que se considera a smismo vinculado a Dios y su obra de forma nica, pero se llam a smismo hijo de Dios? En primer lugar, hay que decir que en los logiaautnticos de Jess se aplica a s mismo la frmula mi padre (cf Mt11,25 donde el vocativo padre subyacente a abba tiene este sentido),diferente del vuestro padre que emplea cuando se refiere a sus discpu-los (Mt 5,44/Lc 6,35; Mt 5,48/Lc 6,36; Mt 7,11; 6,32/Lc 12,30; 12,32)

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    36. W. KASPER, op. cit., 125.

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  • y nunca usa nuestro padre, situndose en el mismo grupo junto con susdiscpulos37. Esta distincin, que aparecer con ms claridad en Jn 20,17,supone que Jess, que llama implcitamente a sus discpulos hijos del Pa-dre, se considera hijo de una manera nica, lo que ya permite contestarpositivamente a la pregunta. Padre e hijo son trminos correlativos: Jessadmite que existe esta correlacin desde el Padre, al que llama mi Padre.Pero afirm Jess esta correlacin desde abajo, llamndose el Hijo ensentido absoluto? Jess nunca se aplica en los sinpticos el ttulo Hijo deDios, que slo aparece en labios de otros. En Mt 11,27/Lc 10,22 se atri-buye la frmula el Hijo en sentido absoluto. Se discute sobre la autentici-dad de este logion, cuestin que se puede responder positivamente, almenos, en cuanto al fondo, pues el contenido es acorde con la concienciaque tiene Jess de ser revelador escatolgico del Padre38.

    Jess, pues, afirma una experiencia ntima, profunda, total y mu-tua con el Padre, que slo l puede comunicar a los hombres. La praxisde Jess da pistas para seguir adelante. El comunica a los hombres elconocimiento y la vivencia de esta relacin con el Padre, que implicauna tica nueva, como hemos vista arriba (cf. contenido de los logia so-bre el Padre). En esta lnea se desarrolla la experiencia filial de Jess. ElNT habla de Jess como el iniciador y consumador del camino de la fe(Hebr 12,2). Esto significa que Jess vivi la vida de fe, que es un ha-cerse radicalmente fuerte en otro, participar del poder y de la omnipo-tencia de Dios39. Como comenta W. Kasper, Jess por su obediencia ra-dical es radical procedencia de Dios y radical consagracin a Dios, demodo que es hueco y vaco total para el amor de Dios que se autocomuni-ca. El volverse de Jess al Padre presupone ciertamente el dirigirse y comu-nicarse del Padre a Jess40. El ser hijo adems implica otra dimensin,fraternal y apostlica: todo se le ha entregado para revelarlo a los de-ms, sus hermanos (Mt 11,27). Por eso Jess entreg su vida de hijo a

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    37. Mt 6,9 no es una excepcin, pues es una explicitacin de Mt, que, por otra parte, dejaclaro que el nosotros se refiere slo a los discpulos, pues est introducido con vosotros orad as.

    38. Se ha objetado, por una parte, que el Hijo es un ttulo cristolgico pospascual y, porotra, que el conocimiento mutuo de que se habla es un concepto tcnico de la mstica hele-nista. J. JEREMIAS (cf. Abba, pp. 53-60) ha puesto de relieve el carcter bsicamente semitadel logion en el que el conocimiento mutuo no es una nocin helenista sino semita, lo queimplica una mutua compenetracin de todo el ser, una mutua experiencia de intimidad, yno slo conocimiento intelectual. Es verdad que en la Iglesia pospascual el Hijo es un ttulocristolgico, pero se fundamenta en esta conciencia de Jess. Tambin Jess se llama a smismo el Hijo en sentido absoluto en Mc 13,32, pero tambin se discute la autenticidad.Unos la admiten, pues difcilmente creara la Iglesia pospascual este logion, que afirma la ig-norancia del Hijo y crea dificultades teolgicas; otros replican que en un primer momentode la cristologa pospascual no se tienen en cuenta estas dificultades.

    39. Cf. Mc 9,23: Todo es posible al que cree, texto que puede considerarse una autodefini-cin de Jess. Se apoya en el Padre y participa de su poder, por eso cura.

    40. Op. cit., 136.

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  • la misin e incluso su relacin con el Padre est marcada por esta di-mensin fraternal, inseparable de la filial: or por los suyos al Padre,oracin que muestra la unidad del ser y misin de Jess. Comenta W.Kasper: en cuanto orante es tambin seor, pues si el pedir es signo depobreza e impotencia, el poder-pedir es la prueba de un poder y unaposibilidad, que tiene que ser dada. As en l se juntan pobreza y rique-za, poder e impotencia, plenitud y vaco, apertura y realizacin. Portanto el ser de Jess como hijo es inseparable de su misin y servicio. l es laexistencia de Dios para los otros41.

    4. JESS Y EL ESPRITU DE DIOS

    Jess histricamente habl poco del Espritu. Se habla de un secretopneumtico de Jess, correlativo con el secreto mesinico, del que esconsecuencia, pues en realidad Jess posee el Espritu en funcin de suobra mesinica, que realiz en lnea proftica.

    Jess no fue formalmente rabb, pues no hizo un aprendizaje paraello de la forma acostumbrada en su tiempo. Realmente el pueblo leconsider profeta42 (Mc 6,15; 8,28; Lc 7,39) y los dirigentes al final leacusaron de falso profeta (cf. Mc 14,65). Jess no rechaza explcitamenteeste ttulo e incluso se incluye a s mismo en el grupo de los profetas (Lc13,13: No es posible que un profeta muera fuera de Jerusaln; cf. Mt23,37: Jerusaln, Jerusaln, que matas a los profetas y apedreas a los queDios te enva). Realmente Jess, que se sabe enviado de Dios (Mc 9,36;Lc 9,48; Mt 15,24), se tiene a s mismo como profeta y, como tal, pose-edor del Espritu, que acta por medio de l. Considera una blasfemiacontra el Espritu el malinterpretar su accin (Mc 3,28). Se trata de unpecado contra Dios, pecado que no ser perdonado, lo que implica, poruna parte, que Jess se siente poseedor del Espritu y, por otra, que vin-cula el Espritu a la categora de lo divino. Igualmente atribuye sus exor-cismos al Espritu, lo que implica que son signos de la presencia del Rei-no de Dios (Mt 12,28: si expulso los demonios con el poder del Espritu deDios, es que ha llegado el Reino de Dios; cf. Lc 11,20: con el dedo deDios). Esto explica el que Jess se atribuya implcitamente el cumpli-miento de la profeca de Is 6,1-2 (el Espritu sobre m... me ha enviado aevangelizar a los pobres) cuando responde a los enviados de Juan Bautis-ta: los pobres son evangelizados (Mt 11,5/Lc 7,22. Este ltimo explicitaen Lc 4,18-21 esta tradicin). Para Jess el Espritu de Dios, prometidopara los tiempos escatolgicos, ya estaba actuando en su tiempo, como

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    41. Op. cit., 137.42. Cf. J. JEREMIAS, Teologa del Nuevo Testamento, cap.III, 9.

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  • deja entrever la presencia de Juan Bautista, que es por ello ms que unprofeta. Sin embargo, acta de una forma especial en l, por lo que seconsidera superior: aqu hay uno mayor que Jons (Mt 12,41/Lc 11,32).Como poseedor del Espritu, Jess no es uno ms de la serie de los pro-fetas, sino el ltimo y definitivo enviado de Dios, que acta con pala-bras y obras. Por l Dios dice la ltima y definitiva palabra.

    Finalmente Jess promete el Espritu a sus discpulos cuando seanperseguidos (Mc 13,11 cf adems los logia que incluyen a los discpulosentre los profetas, lo que implica que poseen el Espritu: Lc 6,23.26;Mt 5,12).

    Jess vivi bajo el Espritu, que es lo fundamental, y no crey im-portante hablar de la accin del Espritu en l, dejando esto para la ex-plicitacin que hara la Iglesia bajo el mismo Espritu. sta lo hace desdeel primer momento y de una forma que no puede considerarse proyec-cin de sus experiencias carismticas; as, p.ej. no atribuye a Jess la glo-solala. Realmente Jess dej en el recuerdo una fuerte impresin deprofeta, como Lc pone en labios de los discpulos de Emas (Lc 24,19).Por ello atribuye a Jess el Espritu desde el primer momento de su mi-nisterio, como deja entrever la tradicin evanglica, que presenta de for-ma unnime el bautismo de Jess como el marco en que tiene lugar suuncin proftica, recibiendo el Espritu prometido al Siervo de Yahweh(Is 42,1). Ms todava, afirma que Jess posey el Espritu desde el pri-mer momento de su existencia humana (Lc 1,35; Mt 1,18).

    5. LA IMAGEN DE DIOS EN LA PREDICACIN DE JESS

    Los logia sobre el Padre son importantes, pero no son los nicos,por lo que hay que considerarlos en el contexto de otras enseanzas deJess sobre Dios, especialmente en las parbolas. Ofrecemos una snte-sis de ellas.

    A. Dios viviente, poderoso y fiel

    a) Dios es el viviente y fuente de vida, el poderoso, que manifestarsu poder resucitando a los hombres (Mc 12,24-27) 43

    Es el Dios fiel, que con toda seguridad cumplir sus promesas y es-pecialmente llevar a su consumacin la obra del Reino, que ahora co-

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    43. La explicacin que da Jess a los saduceos, vinculando la resurreccin al poder deDios y a la Escritura es prepascual, pues la Iglesia pospascual explica la resurreccin en fun-cin de la resurreccin de Jess.

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  • mienza y est presente en la debilidad. Es sta la idea de fondo de lasparbolas de la semilla, la del sembrador, la de la semilla que crece solay la del grano de mostaza. La parbola del sembrador (Mc 4,3-9), ensu sentido primitivo, ensea que, a pesar de todas las apariencias po-bres del presente, habr cosecha! Jess est plenamente seguro de queel Padre es el Dios fiel, y quiere que sus discpulos compartan esta cer-teza. La parbola de la semilla que crece sola (Mc 4,26-29) repite estamisma seguridad, basada en que Dios es el protagonista del Reino yllevar a su consumacin la obra comenzada por Jess. Se requiere unacooperacin del hombre, pero sta debe consistir fundamentalmenteen dejar que Dios reine en l, lo que exige conversin y fe. Reino deDios significa que Dios reina y que el reino es asunto esencialmentesuyo. Finalmente la parbola del grano de mostaza (Mc 4,30-32) inci-de en la misma enseanza, afirmando que entre la pequeez-pobrezade la semilla sembrada en el presente y la grandeza del futuro hay unnexo, debido, no al dinamismo de la semilla, sino a la fidelidad deDios todopoderoso, que har el milagro. Segn la mentalidad de losoyentes de Jess, que no tenan conocimientos cientficos, la transfor-macin de la semilla en planta no se debe a la virtualidad de la semilla,sino a Dios que hace un milagro en cada planta.

    b) Dios es esencialmente bondadoso, libre y gratuito

    Esta afirmacin aparece repetidas veces en la enseanza y parbolasde Jess.

    En sus enseanzas Jess manda a sus discpulos amar a los enemigos(Mt 5,44-45/Lc 6,35)44 como una exigencia del don de la filiacin. Atal tipo de padre, tal tipo de hijo. El Padre hace salir el sol y llover so-bre justos e injustos, sin distinguir; su bondad es esencialmente univer-sal y sin restricciones. Dios es esencialmente bondadoso y esta bondadno queda disminuida por los comportamientos negativos de los hom-bres. As el hijo debe tener una bondad universal, no puede tener ene-migos, ni siquiera por motivos religiosos45, en cuanto depende de l.

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    44. Tanto el texto de Mt como el de Lc retienen elementos primitivos junto a otros se-cundarios. Posiblemente el texto primitivo de Q constaba de cuatro consignas y una motiva-cin: amad a enemigos, haced bien, bendecid, orad. Lc las conserva, Mt omite la segunda ytercera. La motivacin: para ser hijos del Padre de Mt es ms primitiva que la de Lc, que cam-bia Padre con Altsimo; cambia igualmente la descripcin, que hace salir el sol/llover sobre bue-nos y malos.

    45. El contexto teolgico del judasmo en que Jess hace esta declaracin ayuda a captarsu novedad. Es un contexto en que enemigo tiene una connotacin religiosa, y en la que seplantea el problema de la conducta de Dios con los impos. Respecto a las connotaciones deenemigo, la enemistad con un judo no se basa slo en motivos profanos, sino que se refiere

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  • La misma imagen de Dios esencialmente bondadoso manifiesta laparbola conocida como del hijo prdigo (Lc 15,11-32), que mejor ha-bra que llamar, con J. Jeremias, la parbola del amor del Padre. Aun-que en Lc presenta muchos elementos redaccionales46, no es originalsuya; la tom de su fuente propia, L, y en su ncleo se remonta a Jess.En labios de Jess el acento recae sobre el amor del Padre, un amor in-condicional e ilimitado, que no slo acoge al hijo perdido, sino quetambin recrimina suavemente al hijo cumplidor y le invita a entrar enla casa y en su mundo de amor47. La motivacin con la que la presentaLc, como justificacin de la conducta de Jess con los pecadores antelas crticas de los fariseos, responde plenamente a la praxis de Jess,que se siente enviado del Padre de la bondad plena y, consiguiente-mente, ha de proceder de esta forma, acogiendo a los pecadores e invi-tando a los fariseos a reconocer su situacin real de pecado.

    La parbola de los obreros (Mt 20,1-15) expone de forma semejanteel tema de la bondad ilimitada de Dios, pero subrayando tambin eltema de su soberana libertad. El climax de la parbola est en la decla-

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    tambin y principalmente a la enemistad por motivos religiosos. Estamos en un contexto enque el judo es miembro del pueblo de Dios y donde la hostilidad contra Israel o contra eljusto corresponde a una hostilidad religiosa, contra Dios y contra su pueblo. En esta situa-cin el odio al enemigo puede convertirse en una obligacin religiosa o, al menos, en una ac-titud que adopta el creyente a partir de su fidelidad a Dios (cf. Sal 138 [139] 21-22). El ju-dasmo antiguo mantiene estas ideas con energa (cf. el Altsimo detesta a los pecadores ymanifestar la venganza a los impos [Eclo 12,6]. Por ello no hay que socorrer al pecador[Eclo 12,4-7]. Sab 14,9 no distingue entre pecador y pecado y declara ambos igualmenteodiosos a Dios; segn Fl Jos (Antiq VIII, 314) Dios ama a los buenos, pero odia a los peca-dores. Es la conviccin que manifiesta el ciego de nacimiento del evangelio de Juan cf. Jn9,36. Pero esta postura plantea problemas: si Dios se comporta as con los malos cmo ex-plicar que el sol salga tambin para ellos? Unida a esta cuestin est la de la extensin delamor de Dios, sobre la que el judasmo de la poca manifiesta dos posturas, una positiva yotra de reserva. La primera afirma el amor universal de Dios, sin excluir a ninguna criatura,ni siquiera por motivos morales. Es la postura ms frecuente y aparece en el judasmo hele-nista, en s. III a.C. y se repite despus (cf. Jon 4,11; Sal 144 (145) 8s; Eclo 18,13; PsSal5,13-15 (aunque estos salmos insisten ms en el carcter particularista de la misericordia: alos que le invocan = 2,36; 9,6; a los piadosos = 2,36; 13,12; a los que le aman: 4,25; 6,6;10,3; 14,1), TesGad VII,2; Mek Ex 18,12). La postura de reserva es ms restringida y apare-ce en la literatura rabnica, en la que se acepta la misericordia universal de Dios, frecuente-mente citando Sal 145,9, pero con puntualizaciones que limitan y relativizan el valor de laafirmacin, as, p.ej. se precisa que esta misericordia slo es universal en este mundo, pues enel venidero slo se ejercer sobre los buenos (M. Teh 22 & 3) o se matiza a la luz de Lam3,25, diciendo que los justos gozan de un trato privilegiado (Sanh 39b). Aparece incluso enalgunos textos la misma motivacin que se da en las palabras de Jess (hace salir el sol, hacellover), pero se protesta de este comportamiento divino. As un rabino encuentra escandalo-so que la lluvia caiga igual sobre Israel que sobre Moab y Ammn, pueblos que antiguamen-te rechazaron la ley, y por ello pide que la lluvia caiga ms bien sobre Israel, y es escuchado(Taanit 25a). Otro lo justifica en las necesidades del ganado (LvR 27,1 a 22,27) cf. J. SCHLOS-SER, op. cit., 261-266.

    46. Cf. J.A. FITZMYER, El Evangelio segn Lucas, III, p. 672.47. Cf. ibidem, 674.

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  • racin final del dueo48, que consta de dos partes: en la primera el amodeclara que ha actuado de acuerdo con el contrato previo y que por tan-to no ha cometido injusticia alguna (posiblemente esta parte de la res-puesta es una insercin redaccional de Mt)49. En la segunda parte(20,14b-15), el amo reconoce los hechos y manifiesta que lo hace deli-beradamente: quiero deliberadamente dar al ltimo como a ti. Dos acla-raciones en forma de preguntas retricas completan la respuesta: no meest permitido hacer lo que quiero con mis bienes?, es decir, el amo reivin-dica el derecho de obrar libre y soberanamente y este derecho no se lepuede negar desde el momento en que ha cumplido con lo pactado. Enla segunda aclaracin el amo va ms lejos: tu ojo es malo porque yo soybueno?; resalta, por una parte, que su conducta con los ltimos tiene sufuente en su bondad, por otra, pone de relieve que la queja tiene su ori-gen, no en el comportamiento de Dios, sino en su ojo malo, metforaque alude a la envidia y que puede tener tambin matiz de hostilidad:envidia del bien de los ltimos y hostilidad, por ello, contra el amo50.

    La parbola51 contrasta fuertemente con la opinin ambiental52, se-gn la cual a igual trabajo corresponde igual recompensa. Dios da acada uno segn lo que ha merecido, segn su cumplimiento de laLey53. Para Jess Dios supera por exceso este comportamiento, es total-mente justo, libre y gratuito en su obra salvadora, superando esta men-talidad mercantilista. Es un Dios de bondad, que desconcierta los cl-

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    48. Los elementos anteriores han ido preparndola. El lector ya sabe que los primerosobreros han ido a trabajar mediante el contrato de un denario y que, por tanto, la justiciapara ellos era recibir un denario. Tambin sabe que el dueo ha pagado un denario a los lla-mados a ltima hora, a los que previamente se les haba dicho que se les dar lo que fuere jus-to, pero sin especificar como a los primeros; igualmente conoce la reaccin que provoca enlos primeros el ser testigos de que a los ltimos se les da un denario: pensaban que cobraranms, es decir, la generosidad del amo la han traducido en deber de justicia hacia ellos. Final-mente conoce que los primeros no reciben segn sus pensamientos, sino igual que los dems,y que por ello murmuran, ya que, en palabras de ellos, los has hecho igual a nosotros. Estamurmuracin provocar la respuesta del amo, punto central de la parbola.

    49. Esta apreciacin se funda en el vocabulario (cf. etairo", adikw, ouci, so"). Se in-troducira cuando la parbola se emplea en contexto de juicio, como hace Mt, para dejar cla-ra la justicia de Dios juez cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 227.

    50. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 229.51. En la versin de Mt tiene rasgos metafricos, pues alude a la conducta tica y a la re-

    tribucin divina.52. Cf. SLv 26,9; J. Ber 2,8,5c donde se aplica este principio retributivo.53. Por eso, porque Dios quera dar una recompensa a los israelitas, previamente les dio

    la Ley para que la cumplieran y as poder tener mritos que dan derecho a la recompensa,pues sin Ley no hay mrito y sin mrito no hay recompensa. Esto explica, segn esta manerade pensar, que Dios, antes de redimir al pueblo de Egipto, les diera una ley que les permitie-ra tener mritos: Dios constata que existe un impedimento dirimente: no tienen ley ni mri-to para poderles recompensar con la liberacin; para ello les da las prescripciones relativas alcordero pascual y la circuncisin. Los israelitas las cumplen y ya tienen mrito y Dios los re-compensa con la liberacin.

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  • culos humanos, colmando incluso al que no tiene mrito y dando porencima de lo merecido. Jess dirige la parbola a fariseos, exponentesde esta manera de pensar, y con ella defiende su comportamiento conlos pecadores, que corresponde al de Dios que le ha enviado, y, a la vez,invita a sus oyentes a reflexionar y a convertirse, a renunciar al ojo maloy a modificar su imagen de Dios.

    B. Dios que acta en la historia

    En las enseanzas de Jess Dios suele aparecer como sujeto de ver-bos histricos, en los que predomina el presente y especialmente el fu-turo, pues, como se vio arriba, Jess asume el pasado, el tiempo de lapromesa, pero no lo subraya ante la irrupcin del cumplimiento. Estodistingue claramente su enseanza de la del judasmo contempor-neo54. El Dios de Jess es el Dios fiel que cumple lo prometido en unaaccin que ya comienza y culminar en el futuro.

    a. Para Jess el presente tiene carcter de kairo" (cf Mc 1,15; Lc4,21), tiempo de cumplimiento de las promesas de salvacin, porqueDios ya ha comenzado a reinar. Por ello:

    Dios es el que enva, el nico que puede enviar, porque es el Se-or de la mies (Mt 9,38/Lc 10,2): enva como precursor a JuanBautista (Mt 11,10s/Lc 7,27s/Mt cf Mc 11,30) y despus de la Jess, que emplea la forma participial el que me envi para re-ferirse a Dios (Mc 9,37; Lc 10,16; Mt 15,24). Hay que seguirpidiendo al Seor de la mies que siga enviando (Mt 9,38/Lc10,2).

    La accin presente de Dios se realiza fundamentalmente por Je-ss, por sus palabras y obras. Las palabras proclaman el co-mienzo del Reino y sus obras tienen carcter de comienzo en elpresente y signo del futuro. Acogiendo a pecadores y curandoenfermedades revela que el Padre misericordioso ya comienza areinar.

    Ante esta presencia del Reino son bienaventurados los testigosoculares de su accin (Mt 13,16s/Lc 10,23s; Mt 11,2-6/Lc7,22), especialmente los pequeos, destinatarios privilegiados dela salvacin (Mt 11,25s/Lc 10,21s cf Mc 4,11s; 10,15).

    b. El futuro con contenido escatolgico es el tiempo que domina,mostrando que Jess pone fuertemente el acento sobre el obrar futurode Dios, que ser esencialmente salvacin, pero sin excluir el juicio.

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    54. Pero no de Qumrn, secta escatolgica, que tambin enfatiza presente y futuro.

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  • C. Dios que salva y juzga

    El Dios que anuncia Jess es un Dios esencial, libre y gratuitamen-te salvador. Su obra es el Reino, que es salvacin y lo ofrece a todos deforma librrima y gratuita. Pero el destinatario tambin ha de recibirlolibrrimamente, lo que implica una actividad de juicio de parte deDios, segn que la libertad humana acepte o rechace la oferta de salva-cin. Por eso Jess, dirigindose a la libertad humana, pone de relieveambas acciones divinas, salvacin y juicio.

    a) Dios salvador

    Jess no describe detalladamente la accin salvadora de Dios. Secontenta con evocarla, presentndola como don y sugiriendo algunasfacetas:

    Es un don. Cf. uso del verbo dar (didwmi y sus compuestos) enlos diversos estratos de la tradicin (Mc 4,11.25; 13,11; Q: Lc6,38a; Mt 7,Lc 11,9; M cf Mt 19,11; 21,43; L cf Lc 14,14).

    El contenido del don se presenta genricamente como salvacin(cf. tu fe te ha salvado: Mc 5,34; 10,52; Lc 7,50; 17,19). Com-ponentes de la salvacin son el perdn (cf. Mc 2,5.9; 3,28;11,25; Mt 6,12/Lc 11,4; Mt 12,31/Lc 12,10; Lc 7,47.48) y laexaltacin por parte de Dios (cf. Mt 23,12; Lc 14,11; 18,14 cf.Mt 11,23/Lc 10,15). Es una situacin de comunin y felicidad(cf. imagen del banquete: Mt 8,11/Lc 13,29).

    b) Dios juez

    En los logia de Jess se alude ms al hecho de la actividad judicialde Dios que a su naturaleza concreta. Se emplean diversas imgenes:

    El hombre ser medido (segn como acoja la revelacin cf Mc4,24; segn la misericordia que tenga con los dems cf. Mt 7,1-2; Lc 6,38).

    Rendir cuentas (Lc 11,50s/Mt 23,35s; Lc 12,48). En este con-texto se emplea ser condenado. Cf. Mt 12,37; Lc 6,37 (katadika-zo: condenacin en funcin de rendicin de cuentas) o ser juzga-do (Mt 7,1-2/ Lc 6,37).

    Se habla de un castigo que es evocado con diversas imgenes: serechado fuera ekballw (Mt 8,12/Lc 13,28), ser arrancado delsuelo, ser desarraigado (Mt 15,13), ser abandonado (Lc 17,34s),ser cortado de raz y tirado al fuego (Mt 7,19), ser arrojado a la ge-

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  • henna (Mc 9,47; Mt 10,28/Lc 12,5). A veces se habla del fuegodel castigo (Mc 9,43.45.47.48; Mt 5,22; 13,42.49.50; 25,41).

    La humillacin en contraste con la exaltacin (Mt 23,12; Lc14,11; 18,14 cf Mt 11,23/Lc 10,15).

    Hay, pues, una bipolaridad esencial en la actuacin del Dios de Je-ss, a la vez salvador y juez. Dios es reconocido en su majestad y en suternura, como poder que se impone y como amor que se da55.

    D. Dios y el hombre

    a) Contraste Dios-hombre

    En continuidad con el AT (cf Is 40,6-8) Jess subraya de diversasformas el contraste existente entre Dios transcendente (poderoso, sa-bio, santo, bueno) y el hombre limitado (dbil, ignorante, pecador).As, presenta el origen divino como contrapuesto al origen humano(Mc 11,30-32), el conocimiento divino como superior al humano, yaque Dios conoce los corazones de los hombres y el hombre no le pue-de engaar (Lc 16,15; Dios es el nico que conoce: Mc 13,32), elcontraste entre los juicios de valor de parte de Dios y de los hombres(Lc 16,15) y la santidad nica de Dios ante todo hombre que es pe-cador.

    Dios es el nico bueno (Mc 10,17). Para Jess ante Dios santo to-dos los hombres son pecadores. El mayor pecado del fariseo que ora enel templo consiste en no reconocer su situacin de pecado y rechazar laoferta de salvacin (Lc 18,10-14a). Dios es aquel de quien el hombreno puede disponer, salva al hombre gratuitamente con plena libertad.El fariseo, hombre religioso, en su trato acostumbrado con Dios, su-cumbe al peligro de olvidar la indisponibilidad de aquel a quien lpiensa servir. Tambin l tiene necesidad de conversin y, por no reco-nocerlo, sali del templo sin ser justificado56.

    Por ello el hombre debe respetar las decisiones de Dios (Mc 10,9)y no deformarlas. Realmente es una insensatez la actitud del que dejael mandato de Dios para aferrarse a puntos de vista humanos (Mc 7,8s;8,33).

    En este contraste Jess subraya el poder divino (Mc 10,27; 12,24;14,36; se llama a Dios Poder: 14,62).

    DIOS PADRE REVELADO EN CRISTO JESS 53

    55. Cf. J. SCHLOSSER, op. cit., 78.56. Cf. J. GNILKA, op. cit., 256-258.

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  • b) Postura del hombre ante Dios

    La postura adecuada del hombre ante Dios ha de ser la fe, el reco-nocimiento de su debilidad y pecado, la oracin, la obediencia, elamor.

    1. Fe. Los logia de Jess sobre la fe aparecen muy reelaborados porla comunidad pospascual, pero su ncleo se remonta a Jess. En ellosse habla de creer57 y fe58, normalmente sin objeto directo, pero fcil-mente se entiende que es Dios, siguiendo el uso de AT.

    Creer es la respuesta general que pide Jess al hombre ante lairrupcin del Reino de Dios (Mc 1,15; cf. Mt 21,32)59, pues impli-ca reconocer la propia debilidad y hacerse fuerte en Dios, segnel sentido del hebreo heemin, por lo que todo es posible al que creeen cuanto que participa de la omnipotencia de Dios (Mc 9,23;11,23). Por ello Jess llama creyentes a sus discpulos (cf. Mc 9,42).

    En cuanto a la fe la exige Jess a las personas que piden ayuda(Mc 5,34; 10,52; Mt 8,10/Lc 7,9; Mt 17,20/Lc 17,6; Lc 7,50;17,19; cf Mc 5,36) y declara que es fundamental para recibir suayuda, pues ella es la que le salva. Se trata de fe en que Dios estactuando por medio de Jess. Es una fe que hay que mantenerhasta el final, a pesar de las oscuridades y del final trgico de Je-ss (cf. Lc 18,8; 22,32).

    Jess, pues, exige al hombre fe en Dios, en sentido bblico, intelec-tual y volitiva, confianza radical en Dios, fiarse de l, reconociendoque est dispuesto a ayudar y que puede hacerlo eficazmente. Ya ha co-menzado a actuar en Jess, aunque en la pobreza, por lo que el disc-pulo no debe perder la confianza plena en la accin de Dios que ya ac-ta y actuar en el futuro, cumpliendo plenamente sus promesas: cfMc 4,26, donde quiere suscitar fe y confianza en Dios, las mismas quelo animan (cf. vv. 29.30-32).

    2. Pecador ante Dios. Para Jess la situacin de pecado es general,alcanzando a todos los hombres sin excepcin. Por ello todo hombredebe convertirse, sin excusas ni privilegios (Mc 2,17; Lc 18,14; cf. Mc1,15; Lc 19,10).

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    57. Mc 1,15; 5,36; 9,23.42; 11,23.31; 13,21; Mt 21,32.58. Mc 4,40; 5,34; 10,52; Lc 7,9/Mt 8,10; Lc 17,6/Mt 17,20 (Q, aunque ningn caso es

    seguro); Mt 23,23; Lc 7,50; 17,19; 18,8; 22,32. Aparece una formula explcita fe en Diosen Mc 11,22, pero es secundaria.

    59. El texto es redaccional de Mc, pero hay acuerdo en que todos los elementos de estesumario provienen de la tradicin de Jess. Aqu se habla de creer al evangelio, trminotcnico propio de la redaccin de Mc. Jess habl de la necesidad de creer el mensaje de lairrupcin del Reino, que en ltima instancia es creer en Dios.

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  • 3. Oracin, especialmente de alabanza y peticin La oracin de alabanza est bien atestiguada, aunque en pocos

    textos (himno de alabanza: Mt 11,25/ Lc 10,21; posicin domi-nante del santificado sea tu nombre en el Padrenuestro: Mt 6,9b/Lc11,2)60. En ambos textos la alabanza aparece en el ejercicio de lafiliacin ante el Padre. Jess-hijo alaba al Padre, los cristianos-hi-jos deben alabar al Padre: es la postura coherente del hombreante el Padre que gratuitamente y por amor ha dado el don de lafiliacin.

    La oracin de peticin est igualmente bien atestiguada y en mstextos61, pues se trata de un tema en el que ha insistido Jess.Este tipo de oracin tambin responde a la actitud que debe to-mar el hombre, limitado y necesitado, ante Dios, reconociendosu dependencia, pero no ante un Dios-caprichoso, sino anteDios-Padre, por lo que Jess justifica en la bondad especial delPadre la necesidad de perseverar en la peticin, pues siempreoye (Mt 7,11/Lc 11,13).

    4. ObedienciaEl vocabulario propio de obediencia est ausente de los logia de Je-

    ss, pero la idea est presente en las exigencia de Jess de que el hom-bre reconozca la soberana y autoridad de Dios.

    Dios es el Seor. Aunque Jess emplea poco este ttulo y hablams del Padre, Dios sigue siendo el transcendente sin reduccinalguna, el Dios soberano, el nico absoluto, ante quien el hom-bre es un siervo-esclavo (cf. parbolas), pues depende existencial-mente de l y se lo debe todo. Por ello subraya que Dios tienederechos, exigencias que le pertenecen como algo propio; elhombre debe reconocerlos y darles prioridad sobre todo lo de-ms. Es la exigencia que Jess recuerda en la cuestin del tributoal Csar y en cuyo contexto hay que ver todas las exigencias hu-manas (Mc 12,17). Es imposible querer dividir esta exigencia detotalidad por parte de Dios con otras humanas: o Dios o el di-nero (Mt 6,24/Lc16,13).

    De aqu que el discpulo, familia de Jess, se constituye comotal, cuando vive haciendo la voluntad de Dios (Mc 3,35), bus-

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    60. Cf. otras indicaciones indirectas: Lc 18,11 en que Jess critica la falsa alabanza delfariseo; en 17,18 aprueba la accin de gracias del leproso samaritano curado; en Mc 7,6 enque Jess critica a los que honran a Dios slo con los labios y no con el corazn cf. Is29,13.

    61. Aparece en los diversos estratos de la tradicin cf. Mc 11,24; 13,28; 14,38; Q(Mt/Lc): Mt 5,44/Lc 6,28; Mt 9,38/Lc 10,2; Mt 7,7-11/Lc 11,9-13; M cf. Mt 6,7-8; 18,19;L cf. Lc 18,7.

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  • cando continuamente las exigencias del Reino de Dios (Mt6,33/Lc 12,31) y pensando como Dios (Mc 8,33).

    Todo esto se concreta en la exigencia de la conversin (Mc 1,15)y en la observancia del declogo, que debe obedecerse en este es-pritu (Mc 7,8.9.13; 10,19; 12,28-34).

    5. Amor. Jess asume la exigencia veterotestamentaria del amor to-tal a Dios como expresin de las exigencias del Reino que ya est co-menzando. Y siguiendo una tendencia que se da en sectores del judas-mo, une inseparablemente el amor total a Dios al amor al prjimocomo a uno mismo (Mc 12,28-31).

    6. EXPLICITACIN DE LA IGLESIA APOSTLICA

    La Iglesia primitiva hered y explicit la imagen de Dios que ense- Jess. Veremos brevemente la imagen de Dios que aparece en losmateriales acuados por la Iglesia primitiva prepaulina (frmulas de fey credos, homologas-doxologas e himnos) y la contenida en la prime-ra carta de Pablo, 1 Tesalonicenses, el escrito ms antiguo del NT.

    A. Los materiales prepaulinos no son abundantes62 y slo ofrecenuna imagen parcial de la teo-loga de la Iglesia primitiva. Con todo,contienen los elementos bsicos de la enseanza de Jess: un solo Dios,Padre, ntimamente vinculado a Jess, su Hijo, y al Espritu Santo. Suatributo ms destacado es de tipo histrico: el que resucit a Jess. Es-tos son los datos:

    Existe un solo Dios (1 Cor 8,6), vivo y verdadero (1 Tes 1,9). Dios es Padre (1 Cor 8,6; Flp 2,11). Es Padre y creador de todo (1 Cor 8,6). Jess es su Hijo (1 Tes 1,10), igual a Dios (Flp 2,6). Dios es el que resucit a Jess (Rom 1,4; 4,25; 1 Tes 1,10; 1 Cor

    15,4); es su obra ms importante (Rom 4,24; cf Gal 1,1), que leda nombre.

    En la resurreccin constituye a Jess Hijo-Mesas (Rom 1,4;4,24.25).

    Lo exalta y le da el nombre sobre todo nombre (Flp 2,9), lo glo-rifica (1 Tm 3,16).

    Dios resucita a Jess por el Espritu (Rom 1,4; 1 Pe 3,18 cf 1Tm 3,16: justificado por el Espritu).

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    62. Cf. 1 Tes 1,9-10; 1 Cor 8,6; Flp 2,6-11; Rm 1,3-4; 1 Tm 3,16, 1 Pe 3,18.22.

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  • Jess est asociado a la obra creadora: cf un solo Seor, Jesucris-to, por quien han sido creadas todas las cosas y por quien tam-bin nosotros existimos (1 Cor 8,6).

    La proclamacin del seoro de Jess redunda en gloria de DiosPadre (Flp 2,11).

    Los hombres idlatras deben abandonar el culto a los dolospara servir al Dios vivo y verdadero (1 Tes 1,9).

    Los hombres deben vivir para l (1 Cor 8,6).B. 1 Tesalonicenses es la carta ms antigua de Pablo, escrita hacia el

    51/52, y refleja de forma ms amplia el pensamiento primitivo de Pa-blo, que tiene mucho en comn con el de la Iglesia primitiva. No de-sarrolla directamente puntos sobre Dios, pero todo el escrito est llenode alusiones a Dios y su obra, reflejando una teo-loga trinitaria y emi-nentemente soteriolgica. En la gran mayora de los casos se alude aDios en contexto de su obra salvadora, que realiza por Jesucristo.

    Existe un slo Dios, vivo y verdadero (1,9), al que designa ordina-riamente con la palabra Dios, una vez como Dios Padre (1,1), tres vecesDios y Padre nuestro (1,3; 3,11.13) y una vez Seor (4,8), trmino queen la carta est reservado a Jess (21x).

    Jess est ntimamente vinculado a l: es su Hijo (1,10); Dios leresucit de entre los muertos (1,10), nos salva por medio de l (5,9) yactuar como juez en la parusa de Jess (3,13). Por ello se pide ayudaa Dios Padre y a Jess (3,11). Igualmente est vinculado el EsprituSanto a la obra salvadora del Padre: es l que da el Espritu (4,8); es elEspritu el que hace que la palabra del apstol sea eficaz como palabrade Dios (1,5).

    Las afirmaciones ms abundantes estn en el apartado de la sote-riologa: Dios es el Dios de la paz (5,23), que busca la salvacin de lahumanidad. Toda su obra se denomina Evangelio de Dios (2,2.8.9),trmino tomado de Isaas II, donde tiene sentido tcnico: es la prome-sa de que Dios reinar, pero como Dios oculto, por medio especial-mente de la palabra de sus enviados63. Por ello se nos dice que Dios ac-ta por medio de su palabra (2,13) que es eficaz por el Espritu (1,5) yse describe el reinar de Dios como un proceso de salvacin ofrecida atoda la humanidad.

    El origen est en el amor de Dios, que ama, nos ha destinado ala salvacin por Jesucristo, no a la ira (5,9); elige libremente(1,4) y llama a su reino y gloria (2,12) por medio de su palabra

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    63. Cf. A. RODRGUEZ CARMONA, Evangelio segn san Marcos, en R. AGUIRRE-A. RODR-GUEZ, Evangelios Sinpticos y Hechos de los Apstoles, Estella 1998, pp. 129-133.

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  • (palabra de Dios) que obra eficazmente en los oyentes-creyentes(2,13). Es una vocacin a la santidad (agiasmo) (4,14), con-cebida como un proceso dinmico de divinizacin, que se reali-za por medio del Espritu.

    La respuesta es dejar los dolos y convertirse al Dios vivo y verdade-ro (1,9), y creer. La fe se presenta como fe en Dios (1,8), comoconocer a Dios (4,5) y este conocimiento se tiene que traduciren una vida de cara a l, cosa que no realizan los gentiles, que nolo conocen (4,5).

    Al que se convierte y cree, Dios le da el Espritu (4,8) y comien-za una obra de crecimiento (5,23) por medio del mismo Espri-tu (cf. 4,7s). El creyente debe hacer la voluntad de Dios, queconsiste en cooperar, creciendo en santidad (4,3) (por el Espri-tu) y haciendo todo por Cristo Jess (5,18). La vida cristianaconsiste, pues, en andar de forma digna de Dios (2,12), en agra-dar a Dios (4,1; cf. 2,15), que es testigo de todo (2,5.10) y exa-mina los corazones (2,4). En el contexto de la carta se concretanestas consignas en una llamada de atencin contra los abusos se-xuales, que son expresin de no conocer a Dios (4,5) y que im-plican un desprecio de Dios, que da el Espritu (4,8) y comienzael proceso de transformacin. Por ello, de estas personas se ven-gar el Seor (4,8).

    El cristiano debe mantenerse as, irreprensible, en santidad, anteDios nuestro Padre en la parusa de Jess (3,13), momento enque culminar el proceso (5,23). Entonces Dios resucitar a losque han dormido en Cristo (4,14) y ser juez (cf 3,13).

    Desde el punto de vista eclesial, todos los creyentes integran laIglesia convocada y congregada en Dios (1,1) y, por ello, forman lasiglesias de Dios (2,14), a quien pertenecen.

    Los apstoles son colaboradores de Dios en el evangelio de Jesucris-to (3,2). Pablo se considera elegido y probado por Dios (2,4) para estatarea y procura agradar a Dios en todo (2,4), dando gracias a Dios por lacomunidad siempre (1,2), especialmente porque sus oyentes acogen supalabra (2,13) y por los gozos que proporciona la comunidad (3,9).

    En las dems cartas posteriores, Pablo profundiza en esta doctrinaen funcin de las necesidades de sus comunidades. Dios es Dios y Pa-dre de nuestro Seor Jesucristo (2 Cor 1,3), que envi a su Hijo y al Es-pritu, por lo que podemos clamar abb, padre, empleando el mismotrmino de Jess, pues participamos su filiacin nica (Gal 4,4-6 cfRom 8,15). El saludo final de 2 Cor 13,13 resume su visin histricosalvfica de Dios uno y trino: la gracia de nuestro Seor Jesucristo, elamor del Padre y la comunin del Espritu Santo sea con vosotros. Igual-

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  • mente esta visin de Dios aparece en todos los escritos del NT. Por ci-tar dos, Mateo recuerda el mandato de Jess de bautizar en el nombredel Padre, del Hijo y del Espritu Santo (Mt 28,19) y Juan subraya dediversas maneras la accin conjunta y complementaria del Padre, Hijoy Espritu: si me amareis, guardaris mis mandamientos y yo rogar al Pa-dre y os dar otro Parclito, que est con vosotros perpetuamente, el Espri-tu de la verdad (14,15-17)... Os he hablado estas cosas estando con voso-tros, mas el Parclito, el Espritu Santo, que enviar el Padre en minombre, l os ensear todas las cosas y os recordar todas las cosas que osdije yo (14,25s)... Todava tengo que deciros muchas cosas, mas no las po-dis sobrellevar ahora; mas cuando viniere l, el Espritu de la verdad, osguiar a la verdad plena, pues no hablar de s mismo, sino lo que oyere,eso hablar, y os dar a conocer lo por venir. El me glorificar, porque reci-bir de lo mo y os lo dar a conocer. Todo cuanto tiene el Padre es mo;por eso os dije que recibe de lo mo y os lo dar a conocer (16,12-15). Fi-nalmente 2 Pedro, posiblemente el ltimo escrito del NT, habla deDios Padre, el Hijo (1,17) y el Espritu Santo (1,21), como el Dios dela misericordia y del juicio a la vez (3,7.9.15). Realmente el tema deDios Padre, Padre y Seor, est presente en todo el NT.

    7. CONCLUSIN

    La imagen de Dios en Jess est ntimamente unida a la idea sobres mismo y a su predicacin del Reino. Teo-loga, escatologa y cristo-loga son centrales. La denominacin Padre es la favorita de Jess. Enel Padrenuestro el mismo Jess ofrece una sntesis: Dios es el Padre ab-soluto, a quien se debe toda alabanza y toda gloria. Su obra es el Reino,que significa salvacin y filiacin para los hombres. stos deben viviren la providencia del Padre, recibir constantemente su perdn y con-fiar en su permanente proteccin. De forma correlativa a Dios Padreque trae el reino, Jess es el Hijo y se consagra a la obra del Reino delPadre. Su tarea consiste en hacer que Dios Padre reine, domine, en loshombres, lo que implica hacerlos hijos, como l. Esto lo hace Jessvinculando a los hombres a su persona, mediante el discipulado. As sehace realidad la esperanza central de Israel.

    El Dios Padre que anuncia Jess es esencialmente Padre, bondad ysalvador, pero no ignora el juicio, pues plantea unas exigencias que re-quieren la libre aceptacin del hombre, es decir, es un Dios salvadorque respeta la libertad humana y en funcin de esta libertad tendr lu-gar un autojuicio, que explicita san Juan.

    Finalmente en la imagen de Dios que ofrece Jess destaca un as-pecto muy original: una especie de opcin en favor de los que tienen

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  • ms necesidad de Dios y que, segn las normas recibidas, estn ms le-jos de l; la misma orientacin se percibe en el mensaje del Reino: lasprostitutas preceden a los justos (Mt 21,31a), unos intrusos sin lascualidades requeridas ocupan el lugar de los herederos legtimos (Mt8,11-12; Lc 13,28s). As tanto en la teo-loga como en la escatologa seve quebrantado el orden socio-religioso y se lleva a cabo una inversinde valores64.

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    64. J. SCHLOSSER, op. cit., 269.

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