DIFERENTES TIPOS

DE CIELOSEn realidad solo fue mi excusa para hablarte

J Fernando Rodas

La Excusa

Me veía frente al espejo, mis ojos casi describían mi estado, estaban rojos como si no

hubiera dormido bien la noche anterior o quizás como si hubiera fumado hierba, aunque

en realidad había dormido mucho y no había probado la hierba nunca.

Eran las ocho de la mañana, no tenía ganas de nada, pero debía prepararme pues tenía que

vestirme bien para una entrevista de trabajo, me sentía como presionado en salir de casa y

obtener algo de dinero para poder comprar muchas cosas que tenía en mente y para

aportar algo en casa.

Después de un buen baño y de vestirme con una camisa blanca reluciente y una corbata

que olía a armario y al perfume de mi papá me dirigí a la cocina a tomar leche fría y a

comer gelatina de limón, pues ya era un poco tarde y debía estar en el lugar citado a las

nueve y media.

Al llegar me hicieron esperar en una sala pequeña completada por cinco sillas negras y una

mesa de cristal al centro llena de revistas de negocios y otras cosas, tome la que tenía la

portada verde con imágenes de artistas y deportistas famosos, a los próximos minutos llego

otro muchacho con un traje negro, parecía tonto ya que solo se sentó en una de las sillas.

Sin saludarme y sin decirme alguna palabra se me quedaba viendo puro bruto. Un silencio

reinaba la pequeña sala que por momentos se interrumpía cuando yo cambiaba de página

de la interesante revista. Por fin pase a la entrevista con una señorita que se veía joven pero

muy seria.

Después de presentarse con migo y de explicarme algunas cosas me preguntó:

-¿Cómo se describiría usted?-

¡Aquí voy! Supuse en mi mente con una breve pausa pensando en que decir sin, arruinar lo

que parece una buena oportunidad de trabajo

-soy una persona dinámica y que puede trabajar en equipo- le dije.

-Cuáles son sus dos mayores virtudes- me pregunto con la misma seriedad, que me

observaba y me escaneaba con los ojos sin que yo lo notara, pues eso decía mi hermano

mayor a veces, así que por otro momento pensé esa respuesta y no sabía si inventar algo o

decir la verdad así que improvise.

-Soy positivo y aprendo rápido-

-muy bien y ¿cuáles son sus mayores defectos?- creo que las preguntas anteriores ya

habían despertado mi mente para responder.

-Soy exigente conmigo mismo y cuando me critican me enojo pero no digo nada solo trato

de cambiar-

-y ¿qué puede decirme sobre su formación académica?-

-pues, ahora que terminé el bachillerato con buenas notas estoy pensando estudiar

Ecología, ya que me llama mucho la atención y en los últimos 2 años he leído mucho sobre

eso-

-Humm que interesante, yo de niña pensaba en estudiar eso y nunca me anime, pero me

fue muy bien en Recursos Humanos- Me respondió ella haciéndome asombrar de cómo

ella sonrió al hablar de su pasado, creo que todo estaba controlado pero nuevamente ella

pregunto. -¿Cree usted que tiene experiencia para este puesto?-

-Es primera vez que trabajo, sin embargo desde el colegio siempre he sido muy organizado

e hice mis prácticas de bachiller organizando los pedidos y entregas en una farmacia-

Me hizo algunas preguntas sobre esas prácticas pero no fue la gran cosa. Luego de eso me

explico en qué consistía la actividad de la empresa y el puesto solicitado y al final me hizo

una pregunta difícil.

-¿por qué deberíamos escogerlo a usted?-

Me quede en silencio como por quince segundos, le repetí la pregunta a ella y después de

otros diez segundos le dije –ustedes son quienes decidan eso, yo lo que puedo decirle es

que este trabajo es el que mejor se adapta a mí, el horario está muy cómodo y puedo

prepararme para ingresar a la universidad-.

-Muy bien Raúl, entonces nosotros nos estamos comunicando con usted en el transcurso

de la tarde-.

Fue la primera entrevista de mi vida y no me imagine que fuera así, ahora ya se a lo que se

refería mi hermano mayor, pues por momentos tuve nervios pero sentí que pude controlar

la situación así que tome un autobús a casa y solo esperaría esa llamada, mientras

cocinaría unos espaguetis para almorzar.

Después de comer agarre el control de la televisión y me recosté para ver cómodamente

CSI Miami, con la esperanza de que el teléfono sonaría con esa canción de Imagine

Dragons que tenia de Ringtone, aunque me concentre en el programa pero a pesar de eso

me quede dormido.

Me desperté bruscamente no se cuanto tiempo me había quedado dormido, pero recordé la

llamada que estaba esperando pero al ver la pantalla del celular todo estaba normal, nada

de llamadas y ni siquiera un mensaje, y lo peor que me dormí como diez minutos y tenía la

sensación de haberme dormido casi tres horas, pero aun estaba el mismo capítulo de CSI.

Para que el tiempo se pasara rápido comencé a ordenar mi cuarto, tenía un volcán de ropa

en mi cama y todo estaba de cabeza, conforme ordenaba los minutos corrían, eran ya casi

las cuatro de la tarde y el teléfono no sonaba, no entendía porque estaba tan pendiente de

esa llamada, yo quería el trabajo pero no quería sentirme desesperado por esa llamada, y si

no me llamaban seria una pedida de tiempo todo, pero ya no quería pensar en eso así que

continuaba ordenando y cada vez que movía algo, aparecían más cosas por mover en mi

cuarto, aparte que cada vez que encontraba algún libro o alguna hoja me detenía para leer,

con eso me dieron las cinco de la tarde y el teléfono no sonaba.

Cuando llegaron las cinco y media perdí las esperanzas –quizás le dieron el trabajo al otro

que llego después de mí, sí yo se que sí, porque en las oficinas dejan de atender a las cuatro

o cinco y ya no creo que me llamen-

Me pase silencioso toda la tarde, mi madre me preguntaba sobre la entrevista y a la vez me

pedía que no me decepcionara pues se me notaba que estaba tristoso.

A las siete de la noche, Salí a caminar para despejar mis pensamientos y mi mente, estaba

totalmente tomando en serio que había fracasado en mi primera entrevista.

Fui a la tienda a comprar un cigarrillo pues cuando estaba desanimado fumaba a

escondidas de mi familia. Camine hasta el parque donde planeaba encenderlo,

acompañado de una gran cantidad de ondas de viento que se paseaban por todo el lugar y

que causaban un sonido similar al mar en mis orejas, y el escandaloso pero relajante

sonido de las hojas de árboles en medio del viento.

Me senté en un columpio saque mi encendedor y justo cuando estaba por encender el

cigarro me interrumpió una agradable voz que me dijo -¿Me regalas fuego para encender

un cigarro?- me asuste y a la vez me qué pena, ¿de dónde salió esa mujer? Venia de la nada

a pedirme fuego, su voz era un cielo, y su cabello era muy largo y lo llevaba suelto, era de

noche por lo que no mucho vi su ropa pero con la poca luz de los postes veía una mujer

muy bonita que me estaba pidiendo fuego, -Sí, aquí tengo mi encendedor- le dije dándole

mi encendedor, ella sonrió y lo tomó, -Gracias, y ¿Por qué estas tan solo?-

-Solo vine a dar una vuelta-

-escogimos el mismo lugar para venir a caminar-

-vengo aquí siempre y nunca te había visto, ¿Cómo te llamas?-

-¡Abriana!-

-Mucho gusto Adriana, soy Raúl-

-No, es Abriana con “B”-

-¡Abriana! Que interesante, nunca lo había escuchado-

-Sí, gracias Raúl-.

En ese momento comenzó a sonar mi celular.

-Es It´s Time de Imagine Dragons- dijo ella, y sin revisar quien me llamaba le respondí que

sí, -bueno tengo que irme- me dijo y puso en mis manos el encendedor, -pero no lo usaste-

le dije, ella respondió, -en realidad solo fue mi excusa para hablarte, espero que no

encendás ese cigarro, espero verte mañana aquí también a las siete-.

Ella se fue, y rápidamente conteste la llamada, no estaba nada concentrado en la llamada,

solo pensaba en Abriana, como apareció de la nada y volvió todo tan extraño y tan irreal.

-¿hablo con Raúl Lima?-

-Sí, él habla-

-mire, discúlpeme que le hable a esta hora, le habla Pamela Martínez de la Agencia

Miranda, hoy tuvimos una entrevista con usted-

-Sí claro, no tenga pena ¡dígame!- le dije mientras unas sonrisota se dibujaba en mi rostro,

-quisiera saber si puede presentarse a la agencia a partir del lunes de ocho a dos de la

tarde, para que empiece a trabajar con nosotros, se le estaría dando un recorrido y una

breve capacitación para que comience desde ya y lo demás que hablamos en la entrevista-

-Claro, yo me presento el lunes-

-Muy bien, bien Raúl entonces nos vemos el lunes muchas gracias y feliz noche-

-Gracias, feliz noche-.

Estaba tan feliz, era la mejor noticia y además aun estaba tonto por lo de Abriana, era lo

mejor que me podía pasar en un viernes, así que tire a la basura el cigarro, me fui

corriendo a casa a contarle a mi mamá y pensando una y otra vez en la repentina aparición

de Abriana.

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