dieeea25-2015 yemen extremosur crecientechii fjbh

Upload: rak

Post on 25-Feb-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    1/10

    Documento

    Anlisis

    Documento de Anlisis 25/2015 1

    25/2015 29 de abril de 2015

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL

    CRECIENTE CHI

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Resumen:

    La guerra civil en Yemen ha abierto una nueva ventana de oportunidad a la lucha por el poder

    regional, principalmente entre Irn y Arabia Saud. Este frente es actualmente el flanco sur del

    enfrentamiento entre sunes y chies que se extiende por Oriente Medio, provocando la creacin de

    una fuerza militar conjunta de la Liga rabe.

    Abstract:

    The civil war in Yemen has opened a new chance to the permanent struggle for regional power,

    mainly between Iran and Saudi Arabia. This front is currently the southern flank of the confrontation

    between Sunnis and Shiites spread all over the Middle East, while in fact has led to the creation of a

    joint military force of the Arab League.

    Palabras clave:

    Yemen, Arabia Saud, Irn, Estado Islmico, Daesh, Al Qaeda, Huthies, Liga rabe, Creciente

    Chi.

    Keywords:

    Yemen, Saudi Arabia, Iran, Islamic State, Daesh, Al Qaeda, Hutes, Arab League, Shiite crescent.

    Visitar la WEB Recibir BOLETN ELECTRNICO

    http://www.ieee.es/mailto:[email protected]:[email protected]://www.ieee.es/
  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    2/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 2

    YEMEN, LA INESTABLE FRONTERA SUR DE ARABIA SAUD

    La pennsula Arbiga es frecuentemente contemplada como un gran todo, caracterizado por

    la existencia de las llamadas petromonarquas, con sociedades opulentas pero con enormes

    desigualdades sociales y de renta, que se rigen, con un mayor o menor grado de intensidad,

    mediante sistemas autoritarios y en gran medida arcaizantes en relacin con los estndares

    occidentales. Pero ni estos pases - Arabia Saud, Bahrein, Emiratos rabes Unidos, Kuwait,

    Omn y Qatarson un conjunto tan homogneo como pudiera parecer, a pesar de formar

    todas ellas desde 1981 el Consejo de Cooperacin para los Estados rabes del Golfo, dadas

    las profundas diferencias y rivalidades regionales existentes entre ellos, principalmente

    entre Qatar y Arabia Saud1, ni constituyen la realidad completa de la pennsula.

    Efectivamente, el extremo suroccidental de la pennsula est ocupado por la Repblica de

    Yemen. Este pas es una anomala regional, ya que su trayectoria nacional, desde laindependencia, ha seguido caminos muy distintos al de sus vecinos. Incluso el norte y el sur

    del pas han constituido entidades bien diferenciadas en los dos ltimos siglos, con un sur

    vinculado al Reino Unido, a travs del puerto de Adn, uno ms del entramado mundial de

    puertos de recalada al servicio de la armada britnica en los siglos XVIII, XIX y XX, mientras

    que el norte se englobaba en el entorno del Imperio Turco.

    Como consecuencia de esta diferencia, ambas regiones alcanzaron su independencia real en

    momentos y desde entidades polticas distintas, hasta la unificacin como un nico pas en

    1990, bajo la presidencia de Ali Abdula Saleh, anterior presidente de la Repblica rabe deYemen (Norte), tras la derrota militar de la Repblica Popular Democrtica de Yemen (Sur)

    en la guerra que enfrent a ambos pases en los aos anteriores a dicha fecha2.

    Desde esa fecha, en ningn momento Yemen ha alcanzado una estabilidad suficiente,

    debido principalmente a tres factores:

    - La continuidad del sentimiento independentista de la regin sur, organizada

    fundamentalmente en torno del citado puerto de Adn, enclave estratgico de

    relevancia en su dimensin tanto regional como global, al dominar la orilla norte del

    golfo de Adn, ruta obligada para un porcentaje considerable del trfico martimointernacional, principalmente de buques petroleros y gaseros, en su trnsito desde el

    golfo Prsico, a travs del estrecho de Bab el-Mandeb y el canal de Suez, hasta el

    Mediterrneo.

    - La endmica compartimentacin del poder en el pas, modelo ya tradicional de

    estado dbil, que ha permitido el asentamiento firme en parte de su territorio,

    1 Berenguer Hernndez, Francisco Jos, Qatar en horas bajas, IEEE, 12 marzo de 2014,http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2014/DIEEEA16-2014_Qatar_HorasBajas_FJBH.pdf2

    Matalobos Gonzlez de la Vega, Ignacio, Yemen, en Panorama Geopoltico de los Conflictos 2012, Ministeriode Defensa, Madrid, 2012

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    3/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 3

    especialmente la zona oriental, de milicias yihadistas aliadas con tribus locales,

    destacando la franquicia regional de Al Qaeda, denominada Al Qaeda en la Pennsula

    Arbiga (AQAP) o Ansar al Sharia. Esta faccin yihadista ha sido, hasta la ms reciente

    aparicin de Daesh y su autodenominado Estado Islmico, probablemente el grupoterrorista ms activo y ms peligroso de la internacionalyihadista durante los ltimos

    aos.

    - Las diferencias sectarias instaladas en el territorio, como consecuencia de la

    presencia dentro de las fronteras nacionales de una mayora de confesin sun y una

    minora chi, de tradicin yayd, que supone una tercera parte de los habitantes del

    pas y que se articula principalmente en torno al movimiento huthi de la zona

    noroccidental del pas, fronteriza con Arabia Saud.

    Este escenario ha inquietado durante largas pocas a la gran potencia peninsular, por lo que

    Arabia Saud ha sido, principalmente desde la unificacin, protagonista en el apoyo

    econmico, diplomtico y, a veces, directamente militar, del gobierno del presidente Saleh,

    buscando la seguridad de su frontera sur mediante la consolidacin de un poder efectivo

    desde Sana, a la par que dependiente en gran medida de estos apoyos saudes.

    Pero esta estrategia saud hacia el Yemen evidentemente, a la luz de los sucesos de los

    ltimos meses, no ha tenido xito, ya que el pas se debate entre un conflicto abierto y un

    entorno, adems, de desempleo y pobreza, que no parece ms que agravarse ante las

    perspectivas demogrficas yemenes, puesto que el pas se estima que duplicar su

    poblacin en los prximos 20 aos, con un porcentaje de hasta el 75% de jvenes sin lasdebidas expectativas laborales y de vida3.

    Sin apenas tierra cultivable, dedicada buena parte de ella por otra parte al cultivo de la

    Catha edulis, conocida como qat o khat, droga de alto consumo local4, las expectativas en la

    exportacin de hidrocarburos, principal fuente de riqueza nacional, no son buenas.

    Efectivamente, aunque sus reservas y produccin petrolera no son comparables a las de sus

    vecinos peninsulares, han bastado tradicionalmente para hacer posible el suministro local y

    una modesta exportacin. Sin embargo la produccin alcanz su mximo en 2001, con cerca

    del medio milln de barriles diarios5, decreciendo desde entonces como consecuencia de la

    disminucin de las reservas disponibles agotamiento de los pozos y tambin, con

    frecuencia, de ataques dirigidos hacia infraestructuras de extraccin o transporte del crudo,

    principalmente desde 2011. El resultado de esta situacin y del inevitable empeoramiento

    3Ibdem

    4Como ejemplo de la incidencia del khat en el da a da yemen, baste conocer que el autor de este artculo,

    junto con otros compaeros de las FAS, sufri un accidente de trfico en Egipto al ser arrollado por un camintriler conducido por un camionero yemen que conduca su vehculo pesado, a medioda, absolutamente

    intoxicado por esta droga5US Energy Information Administration, http://www.eia.gov/countries/country-data.cfm?fips=YM#pet

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    4/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 4

    causado por la guerra civil en marcha es la insuficiencia del abastecimiento local de

    combustible en estos momentos6, que conduce incluso a enfrentamientos armados entre los

    conductores que hacen colas kilomtricas intentando adquirir el escaso combustible

    disponible.

    El panorama en torno al gas es algo mejor, sobre todo desde que en 2009 el pas inaugur su

    primera planta de gas natural licuado (GNL) en Balhaf, en la costa sur, al este de Adn,

    exportando desde entonces este producto, que alcanz en 2011 una produccin de ms de

    308 mil BPC7, del que cuenta con unas reservas apreciables que le sitan en el puesto 32 de

    la clasificacin mundial8, suficientes para suponer un importante aporte al PIB yemen en las

    prximas dcadas, principalmente teniendo en cuenta la carencia de otros recursos o su

    declive inexorable. Tambin se cuenta con el gas para incrementar la pauprrima produccin

    elctrica, que no llega a buena parte de los habitantes del pas.

    En definitiva, expectativas econmicas que no parecen presagiar una mejora sustancial de

    las condiciones de vida y el desarrollo en Yemen, an en ausencia de conflicto lo que no

    parece cercano, lo que va a contribuir a prolongar muy probablemente una situacin en la

    que el Estado es incapaz de proporcionar los servicios ms bsicos a sus ciudadanos en

    buena parte del pas, o incluso a manifestar su presencia a travs de la polica y las fuerzas

    armadas, generando as circunstancias favorables a que actores locales, con intereses

    distintos o enfrentados a los del gobierno, se hagan con el control de zonas determinadas

    del territorio.

    El escenario descrito en el prrafo anterior, ha conducido a situaciones en cierto modo

    similares a las aprovechadas en otros pases por Hezbol, Hams, los talibn o incluso el

    Estado Islmico, para imponer su autoridad y el control efectivo del territorio. Esta es una de

    las causas principales que se pueden atisbar en la guerra civil yemen en marcha.

    Pero, al igual que otros muchos conflictos en la regin, no se trata, a pesar de su reciente

    protagonismo en la prensa, de un conflicto nuevo, sino de la reactivacin y entrada en una

    fase distinta de un conflicto de activacin y desactivacin alterna desde hace ya ms de diez

    aos. Como bien explica Farr9, en un estado dbil y complejo como el yemen, el

    mantenimiento de las tradiciones locales y de los cdigos de honor tribales al modo del

    conocidopasthunwalide los pastunes afganosen un entorno remoto, montaoso y aislado

    como es la provincia yemen de Sadah, la forma de relacionarse del gobierno central con sus

    6al-Mujahed, Ali; Naylor, Hugh, Yemen grinds to a halt for lack of gas, The Washington Post, 18 de abril de20157US Energy Information Administration, http://www.eia.gov/countries/country-data.cfm?fips=YM#ng

    8US Energy Information Administration, http://www.eia.gov/countries/country-data.cfm?fips=YM#ng9Farr, Juan Avils, El Movimiento Huthi del Yemen. Un actor crucial en un conflicto peligroso, IEEE, febrero de

    2015, http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_investig/2015/DIEEEINV02-2015_MovimientoHuthi_J.AvilesFarre.pdf

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    5/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 5

    habitantes pasa necesariamente por el respeto a dichas tradiciones, en una relacin basada

    ms en la negociacin y mediacin entre iguales que en las propias de una entre gobernante

    y gobernado.

    De la aceptacin de una situacin como la descrita ha dependido en gran medida la paz

    relativa en el Yemen durante aos. Sin embargo el presidente Saleh consider, en el entorno

    de la reaccin norteamericana tras los atentados del 11S y su persecucin de las franquicias

    regionales de Al Qaeda, que se encontraba ante una coyuntura favorable para un control

    total y eficaz del territorio yemen, rompiendo el patrn en el que se haban mantenido las

    relaciones entre el gobierno y el movimiento huthi. El resultado de este giro autoritario fue

    una serie de enfrentamientos armados entre ambos bandos entre 2004 y 2010,

    posteriormente englobados en el proceso de transicin poltica emprendido por Yemen, al

    hilo de las llamadas Primaveras rabes10. En esta guerra intermitente el presidente Saleh

    cont frecuentemente con el apoyo militar de Arabia Saud, mientras que los huthies fueron

    fortalecidos muy probablemente desde Irn, como parecen indicar incidentes como el del

    buque iran Jihan I11.

    Entretanto, de un modo simultneo y paralelo se estaban produciendo en el pas dos

    situaciones anmalas de distinto signo. La primera de ellas los constantes disturbios de la

    poblacin del sur del pas, que desde 2007 reactiv el movimiento secesionista de Adn12. La

    segunda lacampaa de ataques areos, mediante la utilizacin sobre todo de drones, que

    los Estados Unidos estaban ejecutando desde 2009, y cuyo objetivo principal eraAQAP13.

    Por tanto, no es difcil concluir que la situacin interna del pas no ha dejado de ser en

    ningn momento extraordinariamente compleja, y que la guerra civil internacionalizada en

    marcha en estos momentos no es ms que una etapa ms de la que se libra en el pas desde

    hace largo tiempo, lo que convierte a su frontera sur en un elemento de inestabilidad y

    riesgo para Arabia Saud, que lastra gravemente sus aspiraciones de convertirse en la

    potencia lder del entorno regional.

    LA PRIMAVERA RABE Y GUERRA FRA DE ORIENTE MEDIO

    A este panorama ya suficientemente inestable y belgero vino a sumarse, a partir de 2011

    como ya se ha referido, la oleada de protestas populares de parte de las poblaciones de

    10 Berenguer Hernndez, Francisco Jos, La revolucin secuestrada de Yemen, IEEE, 15 de junio de 2011,http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2011/DIEEEA15_2011Yemen.pdf11

    Charbonneau, Louis; Nichols, Michelle, Exclusive: Arms ship seized by Yemen may have been Somalia-bound:U.N., Reuters, 1 de julio de 201312Al-faqih, Abdullah, Desafos ante la gestin de las profundas crisis en Yemen , RIE, Ari 29/2010, 17 de febrero

    de 201013Jordn Enamorado, Javier, La campaa de ataques con drones en Yemen, Revista Electrnica del IEEE, 2013

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    6/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 6

    buen nmero de pases rabes, que tambin tuvieron su reflejo en Yemen. De este modo,

    inevitablemente, las revueltas sociales y polticas, similares a las iniciadas en Tnez o en

    Egipto, fueron instrumentalizadas en beneficio de las luchas de poder entre los actores

    preexistentes en Yemen, que se sirvieron de dichas protestas como amplificador de sucausa14.

    Al igual que Saleh consider el entorno de las acciones post 11S como favorable para sus

    intereses, los rebeldes norteos hicieron lo propio en esta nueva situacin, comenzando su

    expansin desde la provincia originaria de Saada hasta llegar a la situacin actual.

    La prdida del dbil control que le quedaba a Saleh del pas, su cada y la expansin de los

    huthies desde el norte, hasta culminar con su conquista de la capital Sana en septiembre de

    2014, la disolucin del parlamento, el arresto del presidente Hadi por los propios huties, la

    salida del personal occidental de las embajadas y, finalmente, la huida de la capital de Hadihacia Adn con el objeto de liderar el bando que pueda oponerse al poder militar de los

    huties no hace sino confirmar el hundimiento del siempre dbil estado yemen.

    Pero sobre todo, desde una ptica regional, ha abierto una ventana de oportunidad, una

    nueva ocasin, para que la guerra fra sun-chi, librada en otros escenarios desde hace aos,

    se intensifique en este desgraciado pas. En esta guerra, al igual que en la versin original

    sovitico-norteamericana, los actores principales luchan fundamentalmente a travs de

    terceros, evitando el enfrentamiento directo entre ambos, Arabia Saud e Irn, ya que un

    choque violento entre sus fuerzas producira una inevitable escalada de imprevisiblesconsecuencias.

    Evidentemente, en la actual fase de la guerra yemen, la lucha sectaria no es el factor nico,

    sino que se trata de un ejemplo clsico de lucha por el poder regional, en el que las distintas

    confesiones religiosas practicadas por los contendientes suponen un acicate, una

    herramienta en definitiva, por la que los lderes de cada bando movilizan ms fcilmente a

    sus poblaciones y aliados. Desgraciadamente tambin tiene el efecto de exacerbar los

    nimos de los combatientes, pues las guerras de religin, o mejor dicho, de percibidas como

    de religin por dichos combatientes, son especialmente despiadadas.

    Por tanto, no debe de extraar contemplar como los partidarios del expresidente Saleh, cuya

    nica motivacin ha sido siempre perpetuarse en el poder y transmitirlo patrimonialmente

    dentro de su familia un nuevo caso de repblica hereditaria, como Siria o los fallidos

    intentos de Egipto, Libia o Tnez, combaten actualmente junto a los huthies o, por otro

    14

    Berenguer Hernndez, Francisco Jos, La revolucin secuestrada de Yemen, IEEE, 15 de junio de 2011,http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_analisis/2011/DIEEEA15_2011Yemen.pdf

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    7/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 7

    lado, como AQAP15 trata de obtener ventaja de la descomposicin del estado yemen,

    combatiendo tanto a sunes como a huthies indistintamente.

    LA PINZA SUR CHI

    Esta ventana de oportunidad para Irn que supone la preponderancia militar del movimiento

    huthi, de la que no puede en modo alguno ser ajeno, completa un movimiento de carcter

    envolvente frente a sus principales adversarios sunes en la citada lucha por el liderazgo

    regional. El tantas veces referido creciente o media luna chi, apoyado en su flanco norte en

    la costa mediterrnea siria, encuentra en Yemen, tras los intentos de menor entidad en

    Bahrein a la sombra de las Primaveras rabes, un punto de anclaje en el sur, en un

    ejemplo clsico de geoestrategia. En una posicin, adems, extremadamente sensible para

    Arabia Saud por su frontera fsica con este escenario, que si no es nuevo como ya se ha

    argumentado, s ha alcanzado una intensidad mayor.

    Esta percepcin saud de amenaza ha movilizado los muy importantes recursos financieros y

    diplomticos del pas, que han permitido la creacin de una coalicin ad hoc para intentar

    recuperar la ventaja perdida en Yemen. Adems, paralelamente, en la reunin de la Liga

    rabe mantenida en Sharm al Sheij (Egipto) a finales del pasado mes de marzo, los pases

    miembros acordaron la creacin de una fuerza militar conjunta con carcter permanente16

    para combatir a los grupos terroristas de su entorno, expresin vaga que permitira tanto

    actuar contra grupos como Daesh o AQAP como contra los rebeldes huthies del Yemen o en

    futuras revueltas chies en Bahrein, por ejemplo. Esta iniciativa, lanzada y anunciada por el

    presidente egipcio al Sisi, permitir en teora contar con una fuerza terrestre de 40.000

    hombres, que intervendra a peticin del pas rabe agredido por los citados grupos

    terroristas.

    Esta coalicin permanente panrabe tendr que superar numerosas dificultades, que

    comprendern desde la voluntad poltica de aportar fuerzas en casos concretos hasta la

    resolucin de los problemas logsticos y financieros que puedan surgir, adems de la

    disposicin de una doctrina y procedimientos comunes que permitan operar conjuntamentecon eficacia. En definitiva, problemas que los pases miembros de la OTAN o la UE

    conocemos bien y que no resultan fciles de solventar. A lo que hay que sumar la tradicional

    divisin y rivalidad rabe, que no parece un factor positivo para ayudar a solventar las

    dificultades sealadas. Sin ir ms lejos, los bombardeos de la coalicin en Yemen han

    provocado las continuadas protestas del gobierno iraqu17, aliado al fin de Tehern, cuyo

    15 De La Corte Ibez, Luis, Al Qaeda en Yemen: una amenaza en progresin, IEEE, diciembre de 2010,http://www.ieee.es/en/Galerias/fichero/docs_opinion/2010/DIEEEO26_2010AlQaedaEnYemen.pdf16

    Gonzlez, Ricard, La Liga rabe acuerda crear una fuerza militar conjunta, El Pas, 29 de marzo de 201517Gordon, Michael R; Schmitt, Eric, Tensions Flare Between Iraq and Saudi Arabia in U.S. Coalition , The New

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    8/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 8

    papel en la capacidad militar iraqu en su lucha contra el Estado Islmico es irrenunciable en

    estos momentos.

    En cualquier caso, se trata de una iniciativa poltica novedosa, que puede responder a la

    percepcin rabe del vaco estratgico regional dejado por los Estados Unidos en su proceso

    de retraccin estratgica global, as como las dudas ante el programa nuclear iran que

    parece desprenderse del preacuerdo suscrito entre Tehern y el grupo 5+1. Estos procesos,

    unidos al crecimiento de las franquicias yihadistas en todo el mbito rabe es lo que

    probablemente mueve a los miembros de la Liga a intentar llenar ese vaco estratgico

    surgido en su propio espacio, ya que si no lo hacen ellos, indudablemente sern otros los

    que lo hagan. Esta es una constante histrica que hasta la fecha se ha manifestado como

    inexorable.

    Por tanto, se trata de un impulso lcido y coherente desde esta perspectiva, pero que arrojadudas sobre su propia esencia. La primera es si los pases rabes conseguirn superar las ya

    citadas discrepancias que tantas veces les ha enfrentado. Y la segunda, y no menos

    importante, es si estos pases estn dispuestos a afrontar por su seguridad en los prximos

    aos los sacrificios que otros no parecen estar dispuestos a afrontar por la suya en este u

    otros escenarios.

    EL ANTICIPO YEMEN DE LA FUERZA MILITAR CONJUNTA RABE

    La actuacin de la Coalicin creada rpidamente, de forma paralela a las conversaciones

    para la formacin de esta coalicin permanente panrabe18, puede suponer un anticipo de la

    capacidad de la fuerza militar conjunta y, sobre todo, de la voluntad poltica de los pases

    rabes para embarcarse en guerras potencialmente largas y costosas en segn qu casos.

    La frmula elegida por la Coalicin para intervenir en Yemen, exclusivamente por medio de

    ataques areos con el objetivo de degradar las capacidades militares de los huthies y sus

    aliados, repite el esquema preferido por Occidente en sus ltimas intervenciones, con todas

    sus ventajas e inconvenientes. Como consecuencia de estos ltimos los huthies no han sidodetenidos en su avance con la eficacia perseguida, provocando la toma del puerto de Adn y

    la salida del pas del presidente Hadi. El control de este puerto, que intenta ser bloqueado

    por la armada saud, es de vital importancia, pues puede permitir a los huthies recibir ayuda

    a gran escala de sus aliados iranes.

    York Times, 15 de abril de 201518

    Carrin, Francisco, La Liga rabe estudia una intervencin terrestre en Yemen cuando avanza en la creacinde una fuerza militar conjunta, El Mundo, 28 de marzo de 2015

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    9/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 9

    La llegada a la zona del portaviones norteamericano USS Theodore Roosevelt, con su

    correspondiente escolta19, puede pretender no tanto contribuir a mantener a los buques

    iranes fuera de Adn como a prevenir con su presencia un hipottico enfrentamiento entre

    las fuerzas navales saudes e iranes, en una situacin de tensin directa y no, esta vez, pormedio de terceros, potencialmente explosiva.

    Por otra parte, los esfuerzos diplomticos realizados para evitar la escalada del conflicto

    estn produciendo efectos poco claros, ya que las noticias son en estos momentos

    contradictorias, al producirse de forma prcticamente simultnea anuncios como el fin de

    los ataques areos de la Coalicin20, su continuacin al da siguiente de este anuncio21, el

    anuncio del rey Salman bin Abdelazis de Arabia Saud de su decisin de hacer intervenir en

    Yemen a sus fuerzas terrestres22 o la liberacin por los huthies del ministro de Defensa

    yemen23.

    Todo lo anterior resulta en un escenario extraordinariamente complejo, situado muy lejos de

    su punto de decisin o solucin y en el que, muy probablemente, el principal beneficiario

    ser una vez ms, tal y como sucede en estos momentos en Libia, la internacional yihadista.

    LOS RIESGOS DE UN NO PAS Y LA POSIBLE TERRITORIALIDAD DE AL QAEDA

    Efectivamente, al amparo del caos en el que se ha sumido Yemen y del que probablemente

    an nos queda por contemplar all, AQAP est obteniendo ventajas innegables,principalmente en el tercio oriental del pas. Desde esta ubicacin territorial tradicional24el

    grupo est ganando terreno a costa de unos y otros25, en lo que puede ser una baza

    significativa en su confrontacin con Daesh por el liderazgo del yihadismo internacional.

    Cabe la posibilidad de que Al Qaeda busque en Yemen la territorialidad que tanta notoriedad

    y beneficios ha concedido a Daesh y su Estado Islmico, creando un nuevo santuario

    yihadista, atractivo para el establecimiento y la lucha de los ms radicales, en un momento

    en el que la estrella del Estado Islmico en Irak parece comenzar a reducir su brillo.

    19 LaGrone, Sam, Pentagon: Iranian Convoy One of the Factors in Moving U.S. Carrier Roosevelt Closer toYemen, USNI News, 21 de abril de 201520

    Hamid, Nadeem; Hatem, Mohammed, Saudis Call Halt to Yemen Operation Saying It Achieved Goals ,Bloomberg, 21 de abril de 201521Carrin, Francisco, La aviacin saud ataca Yemen tras anunciar el fin de los bombardeos , El Mundo, 22 deabril de 201522

    EFE, El rey saud ordena a sus tropas terrestres participar en la operacin en Yemen , ABC, 21 de abril de 201523

    EFE, Los hutes liberan al ministro de Defensa yemen y a otros dos altos cargos , La Razn, 22 de abril de 201524 Senado de los Estados Unidos, Al Qaeda in Yemen and Somalia: a ticking time bomb - A Report to theCommittee On Foreign Relations United States Senate, 21 de enero de 201025

    Zimmerman, Katherine, Yemens Pivotal Moment, The Critical Threats Project Of The American EnterpriseInstitute, febrero de 2014

  • 7/25/2019 DIEEEA25-2015 Yemen ExtremoSur CrecienteChii FJBH

    10/10

    YEMEN, EL EXTREMO SUR DEL CRECIENTE CHI

    Francisco J. Berenguer Hernndez

    Documento de Anlisis 25/2015 10

    CONCLUSIONES

    Basta obervar la crisis migratoria y humanitaria surgida del caos libio para que nospreguntemos si podemos permitirnos otro no pas, Yemen, convertido en un cncer

    permanente para la comunidad internacional e, incluso, cul podra ser el futuro a medio

    plazo de Omn con semejante pseudoestado yihadista como vecino.

    No es fcil definir las estrategias seguidas contra el yihadismo internacional durante los

    ltimos aos, pero sean cuales sean estas, no estn funcionando, porque la internacional

    yihadista no parece sino crecer da a da en lugar de menguar en sus objetivos y logros, lo

    que lleva a la necesidad de plantearse, seriamente y a nivel global, si no ser el momento de

    pensar en otras estrategias distintas.

    Francisco Jos Berenguer HernndezTCOL.EA.DEM

    Analista Principal del IEEE