dickens en la voz de galicia

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texto Xesús Fraga 2-3 CULTURAS SÁBADO, 4 DE FEBRERO DEL 2012 LA VOZ DE GALICIA ENPORTADA DICKENS, EL NOVELISTA TOTAL EL PRÓXIMO MARTES SE CUMPLE EL BICENTENARIO DEL ESCRITOR INGLÉS, QUE GOZÓ EN VIDA DE UNA GRAN POPULARIDAD Y CUYA EXTENSA OBRA SIGUE FASCINANDO DOS SIGLOS DESPUÉS El próximo martes se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Dickens, un tiempo en el que la tremenda popularidad de la que disfrutó el escritor en su época no solo no ha dismi- nuido, sino que se ha acrecen- tado. A ello han contribuido las incontables adaptaciones cinematográficas y televisivas de su obra, pero la verdadera razón no es otra que la calidad de su narrativa, responsable de que generación tras generación de lectores lo hayan mantenido en el catálogo de títulos vivos. Oliver Twist, Canción de Navi- dad, David Copperfield, Grandes esperanzas, Historia de dos ciu- dades, Casa desolada, Papeles póstumos del Club Pickwick... Dickens invirtió una conside- rable energía en su obra lite- raria, lo cual, unido a su pers- picacia narrativa y psicológica, le permitió crear novelas de gran extensión y ambición que permanecen como los más per- fectos ejemplos de esa visión del género como recreación de un mundo o un espejo que va mostrando el camino de un per- sonaje. Si se toma el XIX como la época dorada de la novela y convenimos en que Dickens fue el mayor novelista de su tiempo, el silogismo no deja dudas sobre el genio del autor inglés. Son muchas las razones por las que brillan las novelas de Dickens, pero podrían resumir- se en dos. Primero, el dominio magistral del argumento, sus ritmos, evolución y giros, de naturaleza casi hiperrealista, con una atención obsesiva por el detalle; sus descripciones, sus diálogos, inspiraron también a los pioneros del cine a la hora de articular un lenguaje para el nuevo medio y seguramente sea el motivo de por qué, inmersos en una cultura audiovisual, las páginas de Dickens se devoran con intensidad. La segunda razón no es otra que la creación de personajes inolvidables, dotados de una condición humana difícilmen- te igualable en la historia de la literatura, y capaces de conec- tar con el lector en sus luces y sombras: el avaro Scrooge sería un ejemplo de lo primero y la pequeña Nell, de lo segundo. Si a ello se añade que Dickens habla desde la justicia social y que hoy en día su mirada, desa- fortunadamente, no ha perdido vigencia, se completará el retra- to de un escritor que está por encima del tiempo. Una imagen de Dickens con sus dos hijas VERSIONES EN GALLEGO Hasta ahora, los únicos títulos de Dickens que el lector gallego puede hallar en las librerías son Canto de Nadal y Oliver Twist. Moisés Barcia, traductor de este último título, ha puesto en marcha una iniciativa para sumarse a la celebración del bicentenario del escritor, que consiste en la publicación, a un ritmo que tiene la vocación de ser diario, de un capítulo en gallego de Grandes esperanzas. No se trata de una versión di- recta inglés-gallego, sino que toma la versión española de Galdós y después de pasarla por el traductor automático de la Universidade de Vigo «pule» el resultado. Puede leerse en anodickens.blogspot.com. Para Barcia, la obra de Dickens sigue siendo tan vigente hoy como cuando se escribió: «O feito de que o personaxe de Pip ao principio de Grandes esperan- zas decida cambiar o contorno familiar dun traballo sinxelo e honrado, a cuxas xornadas po- ñía o ramo cunha conversa e unha pipa ante a lareira, da man do seu compañeiro e cuñado Joe, pola aspiración de ser un cabaleiro a quen tódalas portas se lle abren por obra e graza do diñeiro, lémbrame a deriva da nosa sociedade actual e as con- secuencias que tivo nos últimos meses e anos». LAS NOVEDADES POR ENCARGO UN CLÁSICO Joseph Grimaldi fue el payaso más famoso en la Inglaterra del siglo XIX. El año de su muerte dictó su autobiografía a un pe- riodista, que a su vez le llevó el manuscrito a un editor. Este vio el potencial del libro, pero no le gustaba cómo estaba escrito, así que echó mano de otro perio- dista conocido como Boz, que no era otro que Dickens. Prime- ro rechazó el encargo, aunque luego lo aceptó por 300 libras. En tres meses entregó el libro rehecho, y que ahora publica en español Páginas de Espuma. Canto de Nadal é, posiblemen- te, a historia de Dickens, con permiso de Oliver Twist, máis coñecida e adaptada. O avaro Scrooge é un dos personaxes memorables da historia da li- teratura, situado ante o espello dos fantasmas do Nadal do pa- sado, presente e futuro. Dickens explota aquí a súa habilidade para a caracterización en páxi- nas brillantes. Kalandraka vén de publicar este clásico en gale- go na versión de Carlos Aceve- do, coas ilustración hiperrealis- tas de Roberto Innocenti. BIOGRAFÍA «Memorias de Joseph Grimaldi» Trad. de Eduardo Berti. Páginas de Espuma. 21 euros. ✸✸✸ RELATO «Canto de Nadal» Trad. de Carlos Acevedo. Ilustr. de Roberto Innocenti. Kalandraka. 152 páx. 25 euros. ✸✸✸

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Dickens en la Voz de Galicia Memorias de Joseph Grimaldi

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Page 1: Dickens en la Voz de Galicia

textoXesús Fraga

2-3CULTURAS

SÁBADO, 4 DE FEBRERO

DEL 2012LA VOZ DE GALICIA

ENP

OR

TAD

ADICKENS, EL NOVELISTA TOTALEL PRÓXIMO MARTES SE CUMPLE EL BICENTENARIO DEL ESCRITOR INGLÉS, QUE GOZÓ EN VIDA

DE UNA GRAN POPULARIDAD Y CUYA EXTENSA OBRA SIGUE FASCINANDO DOS SIGLOS DESPUÉS

El próximo martes se cumplen 200 años del nacimiento de Charles Dickens, un tiempo en el que la tremenda popularidad de la que disfrutó el escritor en su época no solo no ha dismi-nuido, sino que se ha acrecen-tado. A ello han contribuido las incontables adaptaciones cinematográfi cas y televisivas de su obra, pero la verdadera razón no es otra que la calidad de su narrativa, responsable de que generación tras generación de lectores lo hayan mantenido en el catálogo de títulos vivos.

Oliver Twist, Canción de Navi-dad, David Copperfi eld, Grandes esperanzas, Historia de dos ciu-dades, Casa desolada, Papeles póstumos del Club Pickwick... Dickens invirtió una conside-rable energía en su obra lite-raria, lo cual, unido a su pers-picacia narrativa y psicológica, le permitió crear novelas de gran extensión y ambición que permanecen como los más per-fectos ejemplos de esa visión del género como recreación de un mundo o un espejo que va mostrando el camino de un per-sonaje. Si se toma el XIX como la época dorada de la novela y convenimos en que Dickens fue el mayor novelista de su tiempo, el silogismo no deja dudas sobre el genio del autor inglés.

Son muchas las razones por las que brillan las novelas de Dickens, pero podrían resumir-se en dos. Primero, el dominio magistral del argumento, sus ritmos, evolución y giros, de

naturaleza casi hiperrealista, con una atención obsesiva por el detalle; sus descripciones, sus diálogos, inspiraron también a los pioneros del cine a la hora de articular un lenguaje para el nuevo medio y seguramente sea el motivo de por qué, inmersos en una cultura audiovisual, las páginas de Dickens se devoran con intensidad.

La segunda razón no es otra que la creación de personajes inolvidables, dotados de una

condición humana difícilmen-te igualable en la historia de la literatura, y capaces de conec-tar con el lector en sus luces y sombras: el avaro Scrooge sería un ejemplo de lo primero y la pequeña Nell, de lo segundo.

Si a ello se añade que Dickens habla desde la justicia social y que hoy en día su mirada, desa-fortunadamente, no ha perdido vigencia, se completará el retra-to de un escritor que está por encima del tiempo.

Una imagen de Dickens con sus dos hijas

VERSIONESEN GALLEGOHasta ahora, los únicos títulos de Dickens que el lector gallego puede hallar en las librerías son Canto de Nadal y Oliver Twist. Moisés Barcia, traductor de este último título, ha puesto en marcha una iniciativa para sumarse a la celebración del bicentenario del escritor, que consiste en la publicación, a un ritmo que tiene la vocación de ser diario, de un capítulo en gallego de Grandes esperanzas. No se trata de una versión di-recta inglés-gallego, sino que toma la versión española de Galdós y después de pasarla por el traductor automático de la Universidade de Vigo «pule» el resultado. Puede leerse en anodickens.blogspot.com. Para Barcia, la obra de Dickens sigue siendo tan vigente hoy como cuando se escribió: «O feito de que o personaxe de Pip ao principio de Grandes esperan-zas decida cambiar o contorno familiar dun traballo sinxelo e honrado, a cuxas xornadas po-ñía o ramo cunha conversa e unha pipa ante a lareira, da man do seu compañeiro e cuñado Joe, pola aspiración de ser un cabaleiro a quen tódalas portas se lle abren por obra e graza do diñeiro, lémbrame a deriva da nosa sociedade actual e as con-secuencias que tivo nos últimos meses e anos».

LAS NOVEDADES

POR ENCARGO UN CLÁSICO

Joseph Grimaldi fue el payaso más famoso en la Inglaterra del siglo XIX. El año de su muerte dictó su autobiografía a un pe-riodista, que a su vez le llevó el manuscrito a un editor. Este vio el potencial del libro, pero no le gustaba cómo estaba escrito, así que echó mano de otro perio-dista conocido como Boz, que no era otro que Dickens. Prime-ro rechazó el encargo, aunque luego lo aceptó por 300 libras. En tres meses entregó el libro rehecho, y que ahora publica en español Páginas de Espuma.

Canto de Nadal é, posiblemen-te, a historia de Dickens, con permiso de Oliver Twist, máis coñecida e adaptada. O avaro Scrooge é un dos personaxes memorables da historia da li-teratura, situado ante o espello dos fantasmas do Nadal do pa-sado, presente e futuro. Dickens explota aquí a súa habilidade para a caracterización en páxi-nas brillantes. Kalandraka vén de publicar este clásico en gale-go na versión de Carlos Aceve-do, coas ilustración hiperrealis-tas de Roberto Innocenti.

BIOGRAFÍA

«Memorias de Joseph Grimaldi»Trad. de Eduardo Berti. Páginas

de Espuma. 21 euros. ✸✸✸

RELATO

«Canto de Nadal»Trad. de Carlos Acevedo. Ilustr.

de Roberto Innocenti. Kalandraka.

152 páx. 25 euros. ✸✸✸

Page 2: Dickens en la Voz de Galicia

DICKENS Y LONDRES: UNA RELACIÓN DE SIMBIOSIS

La exposición «Dickens and London» es una de las actividades principales organizadas por el bicentenario del autor

Londres, una ciudad que se fun-dó (y que sigue latiendo en su corazón) sobre algo tan prosaico como el comercio, no ha dejado de soñarse (y ser soñada) en la literatura. Dickens es uno de los casos más perfectos de simbio-sis entre escritor y urbe, ya que refl ejó como nadie las compleji-dades de lo que en su tiempo era la capital del mundo y legó a las imaginaciones de los lectores un retrato de sus calles y habitantes que aún perdura. Dickens captó las transformaciones sociales que experimentó Londres en el siglo XIX y capturó fi elmente los diferentes tipos que la poblaban, desde las clases olvidadas en la pobreza más abyecta hasta las as-piraciones de las clases medias. Junto a ellos, un lugar cargado de historia y que a la vez la estaba fabricando, como un personaje más.

De los varios domicilios del autor en Londres, solo queda en pie el localizado en el 48 de Doughtey Street, donde desde hace años se encuentra un pe-queño museo dedicado a su vida y obra y que se va a perder una buena parte del bicentenario por la mala fortuna de tener que cerrar por obras. En cambio, la casa museo de su ciudad natal, Portsmouth, sí ha aprovechado la efeméride para reabrir sus puer-tas el pasado enero.

Ambas instituciones tienen programadas todo tipo de activi-dades, como los inevitables pero muy instructivos paseos guiados por lugares relacionados con la vida y obra del escritor. Además, el próximo martes el museo lon-dinense celebrará en Mansion House una cena en honor a Dic-kens. La institución custodia más de 100.000 documentos literarios

De los varios domicilios del autor en Londres solo queda en pie el localizado en el 48 de Doughtey Street

La casa museo fue reabierta al público este mes EFE | KERIM OKTEN

y personales, objetos cotidianos o artísticos, que pertenecieron al autor. Tanto este museo como el de Portsmouth tratan de recrear hasta el último detalle el aspecto que habrían tenido en vida del escritor. En Londres el museo también ha organizado un club del libro para leer en grupo y discutir las obras maestras de Dickens y conferencias sobre diversos aspectos de sus nove-las, pero es en las calles donde realmente se perciben aún los ecos de sus palabras.

Pocos autores han sido tan adaptados al cine como Dic-kens. Hace unos días la BBC emitió el documental Dickens on Film, en el que se contabi-lizaban en torno a 400 obras para pantalla grande o peque-ña. De hecho, el gusto del cine por las obras del escritor inglés ya se encuentra en sus inicios, con una versión del personaje de Scrooge ya en 1901 e inclu-so una tentativa de 1909 de D. W. Griffi th, quien señalaba la idoneidad en lenguaje fílmico de los recursos narrativos de Dickens. Oliver Twist es uno de los títulos que más juego ha proporcionado a los cineastas. En la memoria perdura la ver-sión de David Lean de 1948 con Alec Guinness en la piel de Fa-gin; la versión musical de Carol Reed (Oliver!, 1968) es un buen ejemplo de que la calidad de Dickens también es maleable y se ajusta a otros formatos. Y a tiempos nuevos, como demues-tra Roman Polanski en su adap-tación del 2005. El desarrollo de las tramas y el atractivo de los personajes son una mina de oro para el medio audiovisual, que sabe que Dickens ya propor-ciona, al menos, la mitad del trabajo hecho. La extensión de las historias y la noción de con-tener un universo en sí mismas también son una ventaja.

La propia BBC estrenó en diciembre una nueva versión de Grandes esperanzas, pero la curiosidad estaba puesta en El misterio de Edwin Drood, la no-vela inacabada del escritor que la guionista Gwyneth Hughes concluyó: el resultado dividió a los espectadores.

UN IDILIODE CINE

Ackroyd dibuja un retrato de Dickens en toda su complejidad, en lo vital y en lo literario

LA EXCENTRICIDAD UN GRAN RETRATO

El éxito de Dickens en España viene de atrás, de su propia épo-ca, cuando por aquí se le llama-ba Carlos en las cubiertas de los libros. Treinta años después de publicar su primera novela, The Pickwick Papers, Benito Pérez Galdós publicó su traducción en el diario La Nación, en 1868. Estaba convencido de que Aven-turas de Pickwick, como la tituló, era la obra maestra del inglés. El libro pasa por ser un retra-to genial de ese pilar de la vida británica, el club de excéntricos. Cómica y disparatada.

Además de su propia obra de fi cción, Peter Ackroyd es autor de espléndidas contribuciones biográfi cas, sea de escritores como Shakespeare o de su pro-pia ciudad, Londres. Edhasa pu-blica ahora la versión abreviada (de 1.400 a 700 páginas) del mo-numental retrato que Ackroyd dibuja de Dickens en toda su complejidad, desde sus inicios obreros en la fábrica de betún a su complicada vida sentimental, pasando por el ambiente litera-rio de la época y la fascinante metrópoli victoriana.

NOVELA

«Aventuras de Pickwick»Trad. de Benito Pérez Galdós.

Edición de A. Ramoneda. Castalia.

912 páginas. 22,90 euros. ✸✸✸

BIOGRAFÍA

«Dickens. El observador solitario»P. Ackroyd. Trad. de G. Cantera.

Edhasa. 44,50 euros. ✸✸✸