la voz de galicia - prestige - ola negra (30-nov-2002)

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La Voz de Galicia NOVIEMBRE DEL 2002. PRECIO 1 EURO OLA NEGRA NOVIEMBRE DEL 2002: El naufragio del «Prestige» se convierte en la mayor catástrofe ecológica de la historia de Galicia

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La Voz de Galicia - Prestige - Ola Negra (30-Nov-2002)

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La Voz de GaliciaN OV I E M B R E D E L 2 0 0 2 . P R E C I O 1 E U R O

OLA NEGRANOVIEMBRE DEL 2002:

El naufragio del «Prestige» se convierte en la mayorcatástrofe ecológica de la historia de Galicia

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LA VOZ DE GALICIA | 1

En pocas ocasiones he palpadoel desprecio como en esta. Eldesprecio hacia Galicia y sus

gentes marineras y el desprecio ha-cia el mar. No es nada nuevo. Españapuede presumir de una ceguera his-tórica singular que se materializa enuna desatención e indiferencia haciala cultura marina. Pese a ser una po-tencia del mar y uno de los paíseseuropeos con más kilómetros de cos-ta, desde Madrid siempre se vieronlos asuntos marineros como cuestiónde segundo orden. Ese atávico des-precio puede tener su origen en laderrota de la Armada Invencible deFelipe II, y desde entonces nuestrahistoria, salvo en Lepanto, estuvosurcada de gloriosas derrotas. La úl-tima la estamos todavía padeciendo:se llama Prestige.

España escribió una de sus glorio-sas páginas gracias al mar: el descu-brimiento del nuevo mundo, de Amé-rica. El océano fue el camino. El mis-mo camino por el que entraron teso-ros y riquezas. El mismo camino porel que aprendimos a navegar y fae-nar en los siete mares. El mismo ca-mino que hace que desde el norte deTasmania hasta Tierra de Fuego, des-de Terranova al Índico, siempre hayahabido españoles, y especialmentegallegos, tripulando o gobernandobarcos.

Pese a esa ancestral relación deEspaña y de Galicia con el mar, losgobiernos de Madrid siempre le die-ron la espalda. Felipe González y suministros negociaron de manera la-mentable los acuerdos de pesca ydesmantelaron los mejores astilleros

del mundo. Ahora, José MaríaAznar acaba de dar unamuestra más de esa displi-cencia contumaz y vesánica:la marea negra apenas si leocupa, hasta el ministro deMedio Ambiente llegó sietedías tarde.

A Galicia ha llegado tardetodo, y algunas cosas ni hanllegado. Después de sufrir sie-te -se dice pronto: siete- delos once mayores desastresmarítimos de Europa en losúltimos treinta años, se encuentra enlas mismas condiciones de abando-no que padecía al principio. Ni re-molcadores con suficiente potenciapara arrastrar moles como el Prestigeo mucho mayores; ni recursos en tie-rra para prevenir la contaminación oeliminarla cuando se produzca; nisistemas de vigilancia e intervencióneficientes; ni protocolos de actuaciónpara impedir el caos de las improvi-saciones. Ni tampoco ideas claras enlos políticos que tienen que tomar elmando en caso de crisis.

Si el mar importase algo a España,no habría que soportar el bochornode ver cómo se destroza en diez mi-nutos un avión que cuesta 72 millo-nes de euros, mientras en la costa ga-llega ni siquiera se reúnen suficien-tes palas para limpiar la arena.

La situación geoestratégica de Ga-licia constituye un privilegio. Los ga-llegos son los primeros en valorarloasí. Pero ese beneficio lleva aparejadasu carga. A sólo veinticinco millas dela costa circula diariamente el tráficomás letal que se pueda encontrar en

Europa, condecenas de bu-ques quetransportansustancias al-tamente con-taminantes. Essuficiente mo-tivo para nomantener laindefens iónpor más tiem-po. Galiciadebe estar pre-

parada para afrontar tragedias comola que estamos viviendo, y debe es-perar del Gobierno una mayor impli-cación de sus efectivos, incluida laArmada, que ha tenido siempre -ydebe mantener- una cabeza estraté-gica en Ferrol. Ni los recursos de laMarina ni la experiencia y el talentode sus oficiales e ingenieros fueronmovilizados esta vez.

Incomprensiblemente, un pueblonoble y leal como el gallego se ha vis-to desamparado en esta tragedia, eincluso engañado. La Voz de Galicia,comprometida con él desde hace120 años, no podía mirar para otrolado. Se propuso y consiguió, desde elprimer día, liderar la información so-bre la catástrofe, y expresar en suspáginas la crudeza de los hechos, sinpaños calientes ni más obedienciaque a la verdad. Fruto de ese com-promiso es esta publicación, conce-bida para entender hoy la magnitudde la catástrofe y para mantener enel futuro la memoria bien fresca. Esaes la única manera de aprender delos graves errores del presente.

DESPRECIOE INDEFENSIÓNBIEITO RUBIDO RAMONDEDirector de La Voz de Galicia

Después desufrir siete delos oncedesastresmarítimos deEuropa, Galiciase encuentra enlas mismascondiciones deabandono

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4 | LA VOZ DE GALICIA

Momento en que el segundo avión impactacontra la Torre Sur. | xurxo lobato

El Prestige avanzaentre los cabosTouriñán y Vilán,dejando a su pasouna enormemancha de fuelxurxo lobato

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LA VOZ DE GALICIA | 5

LUIS VENTOSO

MIÉRCOLES, 13 DE NOVIEMBRE(PRIMER DÍA)

UN S.O.S. ENUN CASCAJO

En la tarde del miércoles 13 de noviembreel viento del suroeste asoló Galicia y aniqui-ló vidas y haciendas. Protección Civil habíaalertado de un temporal con rachas de hasta90 kilómetros por hora. Pero un par de sema-nas atrás, otro aviso similar había pasado sindaños, así que el país se lo tomó con calma.Esta vez, sin embargo, la realidad enlutó to-dos los pronósticos. Comenzaba el castigometeorológico más duro desde el huracánHortensia, en el lejano 1984.

A las 8.40 de la mañana del miércoles 13,un aviso vía satélite desde Maspalomas lesalvó la vida al tripulante solitario de un ca-tamarán galo, que había volcado a 55 millasde Fisterra. El yate quedó a la deriva y el na-vegante fue evacuado a Vigo en el helicópte-ro Pesca I. Por la tarde, voló el tejado de un co-legio de Cambados, la vía férrea quedó corta-da en varios tramos y un camión tumbadobloqueó durante seis horas el puente entreGalicia y Asturias.

A las tres y media, el drama gallego crepi-taba ya en las emisoras de radio estatales: elvendaval acababa de derribar una grúa en lacalle más emblemática de A Coruña. El brazode hierro se llevó por delante una buhardillay arrojó a un patio ciego a dos septuagenarias,que veían en su hogar la cola del Telediario.

La cuota de drama de aquel día parecíamás que cubierta. Pero un cuarto de hora an-

SIETEDÍAS DENOVIEMBRE

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tes del fallecimiento de las dos ancianas enla calle Real, había comenzado otra tragedia:un petrolero (un cascajo de 26 años, con cas-co simple, esqueleto herido y corazón pirata)lanzó un S.O.S a 50 kilómetros de Fisterra.Nadie lo sabía entonces, pero estaba comen-zando la mayor catástrofe ecológica de la his-toria de Galicia.

Un barco bajo sospechaEl Prestige, construido en Japón en 1976, eraun barco que ningún país sensato querríaen sus aguas. Su bandera era de conve-niencia (Bahamas) y su tripulación teníaescasa preparación (22 filipinos, algunoscasi críos con bigotillo de pelusa, y dos ru-manos). Sus antecedentes tampoco inspi-raban confianza: la Asociación Española deOperadores de Productos Petrolíferos lo te-nían vetado y en 1999 había sido sanciona-do en Nueva York y Rotterdam por sendosfallos de seguridad. El barco eludía tocar lospuertos de la UE y había salido de Riga (Le-tonia), con rumbo a Singapur, previa esca-la en Gibraltar.

A las 15.15 de la tarde, el petrolero, unomás de los 1.400 que pasan cada año fren-

te a las costas gallegas, lanzó un S.O.S. Ungolpe le había abierto una vía de agua endos tanques vacíos de estribor y presenta-ba una escora de 25 grados. El capitánApostolos Maguras (un griego de 68 años,corta estatura, gesto pétreo, corazón recau-chutado por un by-pass y talante agrio) ex-plicaría más tarde ante el juez que sintió«un ruido fortísimo», algo que corroboraronsus marineros. Ese mismo día, un mercan-te había alertado a su paso por el corredorgallego de la pérdida de 200 troncos de 17metros de largo. La primera versión del ac-cidente habla de una «vía de agua por fati-ga». Pero hoy se especula con que un tron-co impulsado por el oleaje pudo impactarcomo un proyectil en el costado derechodel barco, que había sido parcheado enmayo del pasado año en un ignoto astillerochino.

Una hora después del S.O.S, dos helicóp-teros evacúan a Vigo y A Coruña a 24 tripu-lantes. Visten mono, están ateridos y el arro-jo y la cobardía se entremezclan: un marine-ro se orinó durante el rescate, pero otros dosse jugaron el pellejo para cerrar una escotillay el mar llegó a zarandearlos sobre la cubier-

Jueves, 14 de noviembre

Viernes, 15 de noviembre

Sábado, 16 de noviembre

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ta como peleles. A bordo se quedan Maguras,su jefe de máquinas y su primer oficial. El ca-pitán no iba a echar de menos a su tripula-ción: «Llévenselos, aquí ya sólo son un pro-blema», gritó a los equipos de rescate. A lascinco de la tarde el petrolero comienza a ex-pulsar su carga de fuel oil M-100, uno de losderivados más tóxicos del petróleo, un com-bustible en desuso; denso, viscoso, de difíciltratamiento y con alto contenido de azufre.Para corregir la escora, Maguras llena de agualos tanques de lastre de babor. El buque que-da casi nivelado (sólo 5 grados de desvia-ción), pero los técnicos estiman que a cambiosufre «una severa sobrecarga».

En la zona del rescate los vientos son de74 kilómetros hora y las olas, de seis metros.El capitán ha apagado los motores. El relojgalopa mientras el armador, el Gobierno y lasempresas de salvamento discuten sobre lascondiciones del rescate. El viejo Prestige es unbotín codicioso: sus 77.000 toneladas de fuelestán valoradas en 60 millones de euros(10.000 millones de pesetas) y quién lo salvepuede llevarse más de un 10% del pellizco.

En la primera noche, el Ría de Vigo es el úni-co remolcador en la zona del siniestro. En ca-mino van el Ibaizábal I y el Chiruca. El Sertosa32 tiene que dar vuelta por avería.A lo largo dela tarde-noche del miércoles, el Ministerio deFomento asume (vía fax) el monopolio de lainformación oficial. A las 6.30 (tres horas des-pués del accidente), Fomento emite un comu-nicado para dar cuenta de que un petrolerocon bandera de Bahamas se está hundiendo a50 kilómetros de Fisterra. A las ocho de la tar-de, la compañía holandesa Smit (la que reflo-tó el submarino Kursk) firma con el armador elacuerdo que la hace cargo del rescate.

Al final del miércoles, el barco ha perdidounas 6.000 toneladas de fuel. La mancha esya de diez kilómetros de largo y 300 metrosde ancho.

«Xa tardaba, aquí a lotería non toca, peroas desgracias caen todas», masculla la clien-tela en el bar Miramar de Fisterra.

Galicia se acuesta con el anuncio del Go-bierno de que el petrolero será alejado de in-mediato a 120 millas de la costa.

Está arrancando un triste vodevil.

Los remolcadores logran enganchar el buque y tratan de moverlo bajo un intenso temporal. josé manuel casal

«Las mareasalejarán elpetrolerolejos denuestrascostas»Arsenio Fernández de Mesa,delegado del Gobierno15-11-02

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«La rápidaintervenciónde lasautoridadesespañolas,alejando elbarco de lascostas, haceque notemamosunacatástrofeecológica»Miguel Arias Cañete,ministro de Agricultura16-11-02

JUEVES, 14 DE NOVIEMBRE(SEGUNDO DÍA)

¿PERO QUÉ FAI ESO AÍ?

_¡Mi madriña! ¿Pero que fai eso aí?Galicia se despierta con el Prestige a sólo 4

millas de Muxía. A lo largo de la noche hasido imposible amarrar el petrolero y el Go-bierno filtra que el capitán se resistió al re-molque. A las diez de la mañana el monstruoherido alcanza su punto más cercando a lacosta. Se puede ver a simple vista y hay co-rrillos de curiosos en el santuario da Virxenda Barca, en la Punta da Buitra, en Touriñán.El fuel asoma a dos millas de una tierra don-de se extienden algunas de las playas mássalvajes, bravas y hermosas de Galicia. «Elmar huele a gasolinera», comenta un mari-nero que viene de marea. Los políticos conmás reflejos (pocos) se acercan aquella ma-ñana a Muxía. Primero llega Beiras, y más tar-

de lo hace el socialista Cortizo. El presidenteFraga habla en Santiago sobre el corredor ycomenta que «hoxe os canales de paso estánben trazados, o importante é que todo o de-máis seña respetado».

Las autoridades dicen que confían en quela mancha se desplace al noroeste, rumbo alReino Unido. Un tripulante del remolcadorSertosa 32 da cuenta de la titánica batalla per-dida que se libró durante toda la noche: «Elbarco se iba a las piedras y el fuel salía sin pa-rar. Era algo impresionante».

La compañía de salvamento Smit barajados soluciones: trasvasar el fuel en una radatranquila o llevar el barco a un puerto quequiera recibirlo y descargarlo (A Coruña estámuy cerca y el pantalán de Repsol reúne to-das las condiciones). El ferrolano Arsenio Fer-nández de Mesa, delegado del Gobierno enGalicia, inicia su semana de gloria mediáticay sale a la palestra para anunciar que el Pres-tige no tocará puerto español. El Gobierno noquiere un engorro visible desde la costa. A losecologistas les desagrada la táctica elegida:

Un helicóptero llevó a bordo a los técnicos de la empresa holandesa Smit, que se hicieron cargo del rescate. josé manuel casal

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Domingo, 17 de noviembre

Lunes, 18 de noviembre

Martes, 19 de noviembre

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Tres remolcadores tirán del Prestige, al fondo aparece la fragata Cataluña de la Armada Española, presente en toda la operación. xurxo lobato

«Lo que están haciendo es esconder la basu-ra debajo de la alfombra».

A la una de la tarde el Ría de Vigo y el Ser-tosa 32 logran enganchar al Prestige. Una horay media después se encienden los motoresauxiliares del petrolero. A las doce de la no-che, está a 65 millas y se anuncia que a lascuatro de la madrugada llegará a las 120. Se-gún la autoridad competente, «a esa distan-cia los derrames estarán en gran medida mi-tigados».

El problema parece controlado. Fomentotiene 7.800 metros de barreras y 13 skimmersaspiradores. Se espera que esa noche los ins-talen para proteger Laxe, Muxía, Camariñas,Corme y Camelle. «As noticias son favora-bles, din que poderase evitar que a manchachegue á costa», calcula esperanzado Evaris-to Lareo, el presidente de la Federación Pro-vincial de Cofradías.

Tras 24 horas de silencio, habla ÁlvarezCascos, el ministro que tutela el caso, yanuncia acciones legales de España contraGrecia y Letonia. Bruselas califica al Prestigede buque «sospechoso» y añade algo quepor entonces ya sabe toda Galicia: hace mu-cho tiempo que debió haber sido inmovili-zado.

VIERNES, 15 DE NOVIEMBRE(TERCER DÍA)

GRIETAS Y MALASNOTICIAS

El barco, que tenía que estar a 120 millas alas cuatro de la madrugada, está a 62 millas ymalherido cuando despunta el sol del tercerdía. Sólo se ha logrado alejarlo a la mitad de ladistancia prevista y presenta una brecha de40 metros en el casco. Al mediodía se apaganlos motores para que no crezca la grieta. Eltemporal machaca la zona y el buque perma-nece 12 horas sin avanzar. El capitán es dete-nido, acusado de desobediencia y delito eco-lógico.Ya no queda nadie a bordo y las malasnoticias arrecian. Así que el Gobierno con-vierte la llegada de Apostolos Maguras a Al-vedro en un pequeño espectáculo: paso librea las cámaras y un fornido guardia civil suje-tando al enjuto marino por cada brazo. Latensión acelera el corazón parcheado del ca-pitán, que será ingresado unas horas en elJuan Canalejo por una crisis coronaria.

Los nervios se van destemplando y los por-tavoces comienzan a derrapar. Dado el tamaño

«No puedehablarse demarea negra,sólo de unvertido defuel»Enrique López Veiga,conselleiro de Pesca17-11-02

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Miércoles, 20 de noviembre

Jueves, 21 de noviembre

Viernes, 22 de noviembre

de la grieta, se especula con que el barco pue-de partirse. El delegado del Gobierno y MarinaMercante tranquilizan a la opinión pública: siel Prestige se tronza en dos, «se remolcarán deforma independiente proa y popa para alejar-las al máximo» (¡). El conselleiro de Pesca ga-rantiza a los marineros que «tendrán cubiertacualquier paralización de su actividad» y tam-bién da ánimos al país: estuvo a punto de pro-ducirse un nuevo Erika, «pero se ha evitado».

En la costa se ven las primeras aves man-chadas de fuel. Pero el dispositivo contra lamarea negra («vertido», según la versión ofi-cial) aún no se ha desplegado, «a la espera delmomento justo». La mancha está a 5 kilóme-tros de las Islas Sisargas, un pequeño paraí-

so ornitológico, y a 11 kilómetros de O Ron-cudo, las rocas de Corme donde crecen unospercebes casi mitológicos.

SABADO, 16 DE NOVIEMBRE(CUARTO DÍA)

LLEGA LA OLANEGRA

La marea negra toca tierra y contamina190 kilómetros de costa (una distancia equi-valente a ir de A Coruña a Vigo por carretera).

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Entre Fisterra y Mera (Oleiros) quedan prohi-bidos la pesca y el marisqueo.Vecinos y visi-tantes pasean sobrecogidos por Razo, Baldaioy Caión, cubiertos de mierda negra. Los per-cebes de O Roncudo ya son historia por esteaño. Hay cormoranes, alcatraces, gaviotas,araos, patos y delfines muertos. Seis mil tra-bajadores y 2.500 barcos están condenados alparo.

La sabiduría de la gente resume conexactitud sarcástica las proporciones deldrama: «Non vai a quedar sitio en Canariaspara tanta xenté». Mucha chavalada de laCosta da Morte está emigrada en las islas,donde abunda el choio de camarero y peón.De los que se quedaron, muchos viven delpercebe. Un percebeiro puede levantarse enNavidad 2.400 euros en un mes (cerca de me-dio millón de pesetas).

El Gobierno reacciona: traen barreras delCantábrico y del Reino Unido hasta comple-tar los 18 kilómetros. Pero su esfuerzo resul-tará casi baladí: el temporal es inmisericordey el oleaje hace que la macha salte por enci-ma de las protecciones.

¿Y el barco?¿Y el Prestige?, ¿dónde anda ahora la ruletarusa de esta historia? Pues a 48 millas (86 ki-lómetros). Avanza hacia el sur con los moto-res apagados, a una velocidad de un nudo ya la espera de un súper-remolcador chinoque lo aleje con más pulso que los exhaustosAlonso de Chaves y Ría de Vigo.

¿Y los políticos?, ¿dónde están los políti-cos? El presidente del Gobierno, anda porPunta Cana (República Dominicana), dondese celebra la cumbre de mandatarios ibero-americanos, y desde allí advierte que la cri-sis afectará «al contencioso de Gibraltar». Elministro de Pesca, Arias Cañete, está en Se-villa, y declara, con la seguridad del que love desde lejos, que «la rápida actuación delas autoridades españolas ha evitado unaverdadera catástrofe pesquera y ecológica».El ministro de Medio Ambiente, que ha es-tado pensando durante cuatro días en si-lencio, hace por fin sus primeras declara-ciones (pura rutina) sobre la mayor catás-trofe ecológica que ha sufrido España eneste arranque de siglo. El presidente de laXunta inicia un viaje secreto a Aranjuez;donde hoy y mañana asistirá a una contro-vertida cacería.

DOMINGO, 17 DE NOVIEMBRE(QUINTO DÍA)

POR FIN PALAS ENLAS PLAYAS

A modo de castigo ejemplar, el capitángriego, que remoloneó durante el rescate conel criterio de que alejar el barco llevaría a sudestrucción, ingresa en la cárcel de Teixeiro,bajo una fianza de 3 millones de euros (casiquinientos millones de pesetas). El Gobiernoy los armadores polemizan sobre el destinodel petrolero, que ha sufrido la rotura de un

La grieta de estribor seconvirtió con el paso de losdías y las olas en un granboquete y el hundimientodel barco comenzaba aparecer inevitable.torrecilla

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tercer tanque. El Prestige, que sigue sangran-do negro, está parado a la altura de Corrube-do, a unas 60 millas de la costa (80 según DeMesa; 65 según Smit y 55 para López Veiga).El De Da, el remolcador más grande del mun-do, sale de Vigo a las nueve de la noche conel objetivo de girar el petrolero para que lasolas dejen de aporrear su costado más débil.

En tierra se comienza a limpiar, muy tí-midamente. Según Fomento trabajan 350personas. Como la mancha se extiende a lolargo de 190 kilómetros, toca a 1,8 kilómetrosde residuos por operario.

En medio del desasosiego, la Xunta y elGobierno prometen que las ayudas se cobra-rán antes de Navidad. O dicho en palabras de

«Esto escomo elEjército dePancho Villa»Marisol Soneira, diputadasocialista19-11-02

LODONEGRO

CÉSAR CASAL GONZÁLEZ

S on imágenes reales, undrama de imágenes. Pasó

hace veinte años, pasó hacediez años. Ha vuelto a pasar yestábamos tan en pelotascomo siempre. ¿Cómo esposible? El lodo negrochapotea en nuestras costas,asesina la fauna. Ahora sóloqueda mariscar miseria,pescar tinta. Nos hanpetroleado el corazón, nos hanvaciado la cartera. En Galiciaha embarrancado la navidadmás negra, la del hambre.Mean por encima de nosotrosy decimos que llueve. No y no.Han saqueado nuestro sueñode parque nacional. Las ríasgallegas son tan bellas porqueDios puso la huella de susdedos en ellas cuandodescansó. Hay que protegeresa belleza. Los piratas del marhan puesto las rías de luto.Duele ver cómo las avescomen mermelada de fuel,escuece la sábana negra,espesa, sobre la arena blancade las playas. Es terrible lasonrisa muerta de los delfines.El Prestige clavó su ancla en elcorazón de todos los gallegos.¿Cuál es el rostro del culpable?

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Tres voluntariasse toman unmomento dedescanso enMuxía, en eltranscurso delas duras tareasde limpieza.desmondboyland

«Estuvimosplanteán-donos elhaberbombardeadoel petrolerocon nuestroscazas F-18 ylos Harrier dedespeguevertical»Federico Trillo, ministro deDefensa20-11-02

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López Veiga: «Aquí ninguén quedará sin o tu-rrón».

Galicia es un país de caras tristes. Apro-vechando el día festivo, la pena muda de laslegiones de paseantes se deja sentir por todala costa mancillada. En las playas aún sesuda poco. Los más activos son los ecologis-tas, que con mascarillas y cajas de cartónbuscan por la arena aves petroleadas.

LUNES, 18 DE NOVIEMBRE(SEXTO DíA)

MENOS MAL QUENOS QUEDAPORTUGAL

El Prestige se pasea, como si una mano ne-gra se empecinase en extender su regueroviscoso por toda la costa gallega. El mal tiem-po, la penuria de los medios de auxilio y laspolémicas entre el Gobierno y las empresasde rescate han marcado su rumbo errático. Elbarco cae hasta la altura de Marín. El Gobier-no comunica por escrito y verbalmente queel petrolero (una bomba de tiempo con68.000 toneladas de fuel en su panza) ha en-trado en la Zona Económica Exclusiva de Por-tugal. Pero los lusos se percatan del embola-do: lo desmienten, lo rechazan y hacen zar-par a su fragata Joao Coutinho. El Prestige habráde virar otra vez cara al norte.

Han transcurrido seis días de dudas,vueltas y derrames. El barco es un cadáver aflote. «La chapa de la cubierta ya no existe. Escomo si le hubiesen dado un mordisco», des-cribe un técnico de la firma de rescates Tec-nosub. El De Da tira ahora del esqueleto delPrestige. El remolcador chino ofrece una po-tencia de 21.500 caballos (supera él solo a lascuatro naves españolas que han venido pe-leando con el petrolero; pues el Alonso deChaves, el más potente, sólo tiene 3.500 ca-ballos).

La mancha alcanza Porto do Son y ame-naza la Ría de Arousa, la ría marisquera másrica del mundo. La prohibición de pescar seamplía hasta cabo Prioriño, en Ferrol. Ade-más (y por fin) se decide recurrir a los efecti-

vos del Ejército y de la Armada, que se dejanver pala en mano por los arenales. Las ayu-das económicas se concretan. Por cada día deinactividad, los pescadores y mariscadorespercibirán 30 euros (5.000 pesetas), unas150.000 pesetas al mes.

Este lunes, acabado el week-end y seis díasdespués del naufragio, el Gobierno de Españase percata de la gravedad de la tragedia queestá acaeciendo en el mar de Galicia. Así, enLa Moncloa se crea un gabinete interminis-terial, coordinado por el vicepresidente Ra-joy, en el que participan los subsecretarios de11 ministerios.

Y siguen las declaraciones.Vázquez, el al-calde de A Coruña, que ha sellado con plan-chas metálicas el acuario de la ciudad, pro-pone quemar el buque con bombas de fósfo-ro. Días después, Trillo, el ministro de Defen-sa, reconocerá que el Ejecutivo sopesó esaidea. Manuel Fraga, de vuelta de su expansión

«Aquí loúnico quehay es unescaqueogeneral. Cadauno va pordondequiere»Rafael García, alcalde deNoia22-11-02

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cinegética en Aranjuez, anuncia que el jue-ves, nueve días después del S.O.S en Fisterra,visitará la zona dañada. El presidente de laXunta endurece sus críticas a un corredorque hace cinco días consideraba bien trazadoy pide ahora que «lo aparten». El delegado delGobierno calcula que hay 50 kilómetros decosta «realmente dañados». Se equivoca unpoco: ha contado 140 kilómetros de menos.

MARTES, 19 DE NOVIEMBRE(SÉPTIMO DÍA):

¡HUNDIDO!A las 8.50 de la mañana, en el séptimo día

de atolondrada singladura hacia ningún si-tio, sucedió lo que todo el mundo esperaba:el Prestige se partió. Se encontraba a 260 ki-lómetros de las Islas Cíes y había recorrido243 millas (437 km). Sus bodegas alberganaún 66.000 toneladas de fuel y se calcula queal partirse pierde 5.000 toneladas más (segúncertificará Rajoy el viernes, tras el Consejo deMinistros).Vientos del Suroeste y olas de seis

metros empujan la nueva mancha en direc-ción a Galicia. La popa se hunde a las 12 delmediodía y la proa lo hará a las cuatro de latarde. Los técnicos calculan que los restos delbarco tardaron unas 20 horas en tocar el le-cho oceánico, a 3.500 metros de profundidad.Se abre un gran debate: ¿qué ocurrirá con lostanques de fuel en esas aguas abisales, don-de la temperatura es de 2,3 grados? El Go-bierno, enarbolando a la bandera del opti-mismo hasta el final, da por hecho que elfuel se solidificará en los tanques, debido alfrío. Algunos técnicos replican que los conte-nedores estallarán por la presión y la erosióny que el combustible, al ser menos denso queel agua, saldrá a la superficie. Al día siguien-te, observadores franceses y portugueses de-tectarán nuevas bolsas de fuel en la zonadonde se tronzó el petrolero. El Gobierno es-pañol lo desmentirá.

Tras el hundimiento, se abre otro debate:¿cuánto fuel ha derramado el Prestige? Álva-rez Cascos lo resume así: perdió 6.000 tone-ladas en los primeros días y 5.000 al hundir-se. La Voz de Galicia concreta que fueron9.000 toneladas en la ruta costera y 11.000 enel naufragio. Arsenio Fernández de Mesa, pa-

«Hay unacifra clara, yes que lacantidad quese ha vertidono se sabe»Arsenio Fernández de Mesa,delegado del Gobierno22-11-02

El Prestige se va a pique tras deambular siete días frente a la costa gallega; al hundirse suelta una nueva y enorme oleada de fuel oil. xurxo lobato

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rafraseando el «sólo sé que no sé nada» deSócrates, lo resuelve con esta frase: «Hay unacifra clara, y es que la cantidad que se ha ver-tido no se sabe». El Erika, el referente en elque todos piensan con congoja, dejó 10.000toneladas hace tres años y Bretaña aún noha cicatrizado la herida. Siete días despuésde que el océano se tragase al Prestige, el con-selleiro de Pesca confirmará que el buqueperdió 11.000 toneladas al irse a pique: el do-ble de lo que afirmó el Gobierno en un pri-mer momento.

Aterriza RajoyEn la mañana del hundimiento llega a Gali-cia Mariano Rajoy, la máxima autoridad queha visitado hasta ahora la zona afectada. Elvicepresidente se sube a un helicóptero y pe-rita los daños desde el aire. Luego ofrece unarueda de prensa en la sede de la Cofradía deCaión (una villa mínima, un roca encajonadaen el mar que por causa de su desgracia havisto estos días su nombre impreso en lasprimeras planas de los periódicos de mediomundo). Rajoy anuncia que se declarará la«zona de emergencia». Fiel a una coletillaque ha hecho fortuna entre nuestra clase po-

lítica, explica que «las cosas se han hecho ra-zonablemente bien», que el barco «se hundió auna distancia razonable y prudencial».

Esa misma noche, Rajoy estará ya en unacto en Sevilla. En el día del hundimiento,Cañete, el ministro de Pesca, se encuentra enMadrid, participando en una conferencia so-bre agricultura y desarrollo rural. ÁlvarezCascos, el responsable de Fomento, ministe-rio que parece estar al mando del operativo,se halla también en Madrid. Jaume Matas, elministro de Medioambiente, está en Málaga,donde la inauguración de una depuradora re-clama su atención. En el Parlamento de Gali-cia, los grupos son incapaces de consensuaruna declaración institucional sobre la mayortragedia ecológica de la historia del país.

En el extranjero se escuchan palabrasmás duras. Chirac truena en el Eliseo contra«la incapacidad» de la UE para evitar castás-trofes náuticas y se declara «horrorizado»por la marea negra que salpica Galicia. TheNew York Times, el rotativo más prestigiosodel orbe, escribe que el desastre gallego «po-dría ser mayor que el que causó en Alaska elExxon Valdez en 1989». En Inglaterra, TheGuardian, opta por una mala uva cruel: «¿Tie-

Un grupo de voluntarios realiza labores de limpieza en la playa de O Coído, en el municipio de Muxía. x. rey

Sábado, 23 de noviembre

Domingo, 24 de noviembre

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Un niño observaun cormoránmuerto en laplaya deLangosteira, enFisterra.lavandeira jr

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ne un problema pegajoso? No se preocupe,puede verterlo en las costas africanas».

Salen a la luz datos para el sonrojo: ni enGalicia ni en ningún puerto de España hayun solo barco anticontaminación. Se sabetambién que el Gobierno ha rechazado ofer-tas de ayuda de Alemania, Italia y Gran Bre-taña. Los servicios de limpieza anuncian quemañana (al octavo día del desastre) comen-zarán a contactar con los voluntarios quehan llamado al teléfono de colaboración.

En la Ría de Arousa, los marineros, nervio-sos e impotentes, proponen blindar la ría for-mando una barrera con sus barcos. En otrospuertos, se habla de armar proteccionestrenzando los aparejos de pesca. En Noia y enlas bateas se apura la recolección de berbere-chos y mejillones mirando el reloj, porque eltiempo acerca nuevas manchas. Las marisca-doras de A Costa da Morte, embadurnadashasta las cejas, ya sólo cosechan petróleo.

Mañana, ocho días después del día en queempezó todo, vendrá Jaume Matas a tocar laspapas de fuel de Barrañán con un mano en-guantada. El jueves el turno de gira será paraRodríguez Zapatero y Manuel Fraga. El presi-dente de la Xunta llega a Caión con el agui-naldo, porque él «trae cartos» no como otros,que «sólo traen palabras». Lo sorprendentees que la ocurrencia de Fraga será saludadacon aplausos por los vecinos.

El futuroEn los últimos 30 años, Galicia, la regiónmás dependiente del mar de la UE, ha su-frido siete de los once mayores desastresnáuticos de Europa. Unas 300.000 tonela-das de petróleo han degradado las costasgallegas en esas tres décadas. El Prestige, afalta de los daños que puedan venir de lostanques que reposan bajo el Atlántico a3.500 metros, ha propagado su peste a lolargo de más de 500 kilómetros del litoralgallego. Por extensión, es ya la mayor ca-tástrofe ecológica de la historia de Galicia.

El Prestige dejará lecciones y tendrá con-secuencias de toda índole. La catástrofe su-frida por Galicia ha agitado las concienciaseuropeas. Sin esperar al concurso de Aznar,el presidente del país afectado, Chirac ySchröeder pactaron el 22 de noviembre latoma de medidas para adelantar la prohibi-ción de los buques de un solo casco, que es-taba prevista para el lejano 2015. Por su par-

te, el Gobierno anunció que comprará nuevosremolcadores, de mayor potencia, y pretendeimponer a las petroleras españolas la adqui-sición de barcos anticontaminación.

La desgracia servirá a los científicos paraaclarar qué sucede cuando los tanques defuel se hunden en aguas profundas. Un robotsubmarino francés, similar al Abyssub 5000que hurgó en las entrañas del Titanic, des-cenderá hasta la tumba del Prestige.

Los restos del barco abren grietas ademásen la política doméstica. El golpe medioam-biental provoca que los socialistas gallegospresenten una moción de censura contra elpresidente de la Xunta, al que reprochan el ha-berse ido de caza a Aranjuez en el fin de se-mana del 17 y 18 de noviembre (un hecho quenegó por dos veces ante la opinión pública). Elpetróleo ha embadurnado también la luna demiel entre Fraga y Beiras: tras la tregua de lamerluza al albariño que escenificaron en un res-taurante de Santiago vuelven a intercambiarepítetos hostiles con el vigor de antaño.

Pero lo más importante del futuro se jue-ga hoy en la costa. Galicia observa demuda-da una marea negra que navega totalmentefuera de control.

«No se tratade unamarea negrasino demanchasmuylocalizadas»Mariano Rajoy,vicepresidente del Gobierno23-11-02

«Estuve en lacacería y mevine sinparticipar enella, peroestuvehablando conel presidentede la Cámarade Comerciode Madrid, elviguésFernándezTapias, quesabe muchode petroleros.Luego mevine paraGalicia sincomer»Manuel Fraga, presidentede la Xunta24-11-02

El vertido ensucia las rocas frente a Cabo Vilán. j. m. casal

NUESTRA PEOR

PESADILLA

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Tras recorrer sin rumbo 437 kilómetros en siete días y dejar una marea negrade 19.000 toneladas, el Prestige se rompió en dos a 130 millas de Fisterra, a laaltura de las Illas Cíes, llevándose consigo las 58.000 toneladas de fuel que aúncargaba en sus tanques. Galicia se encaraba sin remedio a la mayor crisisecológica, económica y social de su historia.

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LOS PEORES AUGURIOS.La rotura de la estructuradel buque se llevó pordelante tres tanques de másde 3.000 tonealdas cadauno. A las ocho de lamañana del martes 19, laproa y la popa del barcocomenzaban a hundirse, apesar de que el Ministeriode Fomento había apelado ala posibilidad de remolcarcada parte por separado, yaque creían que el barcoseguiría a flote.

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DECISIONES DUDOSAS.Aunque el capitán del barcoinsistió en que no seencendieran los motoresdebido al mal estado delbarco, Fomento hizo casoomiso y los activó pararemolcarlo a alta mar. A lapostre, esta decisiónprovocaría la rotura de dostanques. josé manuel casal

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En los dos primeros días, el Prestige ya había vertido unas tres mil toneladas de fuel, formando unamarcha de 37 metros de longitud. xurxo lobato

En las primeras horas tras el accidente, el petrolero presentaba una acusada inclinación y visiblesdaños en estribor. miguel vidal

Las olas entraban libremente por la parte más hundida del petrolero. miguel vidal

MERLÍN NOACUDIÓ

LOIS BLANCO

M erlín no se aparecerá enla Costa da Morte para

volatizar petroleros a la deriva.No lo hizo nunca y no lo hará.La responsabilidad de solucio-nar los problemas pertenece aseres tangibles que, en situa-ciones de crisis, sólo puedenechar mano a una bolsa de va-leriana, porque las pocionesfantásticas no traspasan elmuro que separa el país de lasmaravillas en el que nos cuen-tan que vivimos del mundoreal. En el primero, los caballe-ros siempre dan caza al dra-gón; en el segundo, nuestrosdirigentes dejaron por incapa-cidad y falta de medios que elPrestige deambulase desan-grándose cual monstruo heri-do entre Finisterre y las Cíes.Mientras aquellos caballerosdel país mitológico tenían pro-pósitos ambiciosos como ha-llar el Santo Grial, en el plane-ta real presenciamos una oca-sión y otra también que losproblemas se reproducen porla ausencia de voluntad pararesolverlos. Ayer, hoy y maña-na escucharemos voces com-prometiendo medios y forma-ción para que el Finisterre eu-ropeo combata con sólida ar-madura al próximo dragón queenvíe el mar, pero veremoscomo una vez más se tergiver-sa a Pablo Neruda: ¡Cuan cortoes el olvido!

El Prestige clavó su ancla enel corazón de todos los galle-gos. ¿Cuál es el rostro del cul-pable?

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UN DESPROPÓSITO.El Prestige, una bomba derelojería con miles detoneladas de fuel en susbodegas, comenzó a serremolcado, cuandocomenzó a perdercombustible, entre loscabos Touriñán y Vilán. Superiplo continuó frente alas costas de Galicia sinrumbo definido hasta quesu estructura se partió.«¡Pero qué dársena va aquerer recibir nuestrobarco», reconocía elresponsable de la empresapropietaria del barco.xurxo lobato

PÁNICO: Un helicóptero derescate evacúa a latripulación del Prestige. Elnerviosismo se hizo presa demuchos de estos bisoñosmarineros, que llegaron alanzar un bote salvavidasque se quedó atascado. Lasoperaciones se realizaron enmedio de un viento de 50nudos y con olas de cuatro a seis metros.josé manuel casal

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Un tripulante del helicóptero de rescate entrega un rosario a los marineros filipinos del «Prestige»

Siete de los tripulantes fueron conducidos a Vigo. En sus rostros se podía ver la desesperacióny en la primera hora tras el accidente temieron por su vida

El capitán del Prestige, Apostolus Maguras, un griego de 68 años, fue detenido y puesto adisposición judicial por delitos de desobediencia y contra el ecosistema marino. torrecilla

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Un veterano marinero muestra su preocupación en el puerto deFisterra ante las previsibles pérdidas económicas. lavandeira jr

Eduardo Eiroa, redactor de la Voz de Galicia, fue el único periodistaque llegó acercarse al costado herido del petrolero. casal

El barco llegó aestar a cuatromillas de Muxíay se veía desdetierra. anagarcía

Miembros deProtección Civilcontrolandodesde la costa deMuxía lasmaniobras delpetrolero. casal

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Fotografía exclusiva de La Voz, tomada desde el puente de mando del Prestige, horas antes de la evacuación de los tripulantes y expertos de la empresa derescate

Con la ayuda delos expertos quesubieron abordo, el barcorecuperó partede su estabilidadhasta quedarsecon una escorade tan sólo dosgrados. Aún asíel buquemostraba elresultado de losembates delmar, con partede su cubiertalevantada.torrecilla

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UN DESASTRE ANUNCIADO.El petrolero, partido en dos,pocas horas antes dehundirse a la altura de las Illas Cíes, a 130 millasde la costa

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La popa y la hélice del Prestige, poco antes de hundirse en el Atlántico

El Prestige, camino dellecho marítimo, a3.500 metros deprofundidad, mientrasdeja a su alrededoruna gran manchanegra de fuel-oil

EL HUNDIMIENTO

Parte de la proadel Prestige,momentos antesde que elpetrolero sehundiesetotalmente.xurxo lobato

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La proa del petrolero fue la última parte del buque en hundirse, mientras la carga de otros tres tanques teñía de negro el mar. xurxo lobato

Unas diez mil toneladas de fuel se sumaron a las ya vertidas al Atlántico en las horas posteriores al hundimiento de Prestige. xurxo lobato

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A pesar de la terrible imagen de la marea negra extendiéndose hacia la costa, el Gobierno español defendía su actuación y confiaba en que la carga sesolidificase en el fondo. xurxo lobato

Una de las últimas imágenes del Prestige, mientras las olas batían contra su casco. paul hanna

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EL FIN. En sólo unashoras, todas las teoríassobre lo que podríasuceder y los planesacerca del destino delpetrolero se vinieronabajo. Con el Prestigecamino del fondo del mar,la principal incógnita secentraba ya en conocer lagran mancha provocadapor la quiebra de la nave.paul hanna

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LAS

Una mujer observalos restos de fuel oilque llegaron alpuerto de Camelle,muy cerca de dondeel alemán Man tienesu peculiar museode piedra. casal

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SECUELAS

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Un cormorán impregnado de petróleo lucha por sobrevivir en Camelle, una de las villas más afectadas por la marea negra. lavandeira jr

Algunos barcosde Portosínregresaron apuerto con susredes y demásaparejosinutilizados trasquedarimpregnados porel fuel oil. simónbalvís

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Un delfín mularmuerto debido ala marea negrafue encontradoen la playa deAlba, en Arteixo

Un hombre muestra un congrio que apareció muerto en el arenal de Baldaio. casal

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La playa de Traba, en Laxe, tampoco pudo escapar al desastre. Alguien escribió la palabra «muerte» sobre el arenal impregando de petróleo. ana garcía

Una imagentomada desde elaire de la costade Caión, en laque puedeapreciarse lacontaminaciónprovocada por elPrestige.xurxo lobato

Una vista aérea de la playa de Barrañán, contaminada por el fuel-oil. torrecilla

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Las imágenes deCaión teñido denegro dieron lavuelta al mundo.xurxo lobato

Un hombrecamina sobre lasrocasennegrecidas enla playa deTraba.paul hanna

Fotografía hecha desde un satélite en la que se puede apreciar la mancha de fuel-oil alo largo de la costa gallega

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Unos operarios limpian los restos de fuel en el paseo marítimo de Muxía y las olas escupen petróleo. lavandeira jr

Un «skimmer»de bombeo defuel, en acciónen el puerto deCamelle.josé manuelcasal

Un grupo devoluntarioslimpian la playade Barrañán.paul hanna

Preparación deuna barrera dearena en elparque naturalde Corrubedo.xurxo lobato

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Soldados de laArmadahaciendo tareasde limpieza enMalpica.josé manuelcasal

Un grupo deecologistas sepostrarondesnudos sobrela mancha defuel-oil en laplaya deBarrañán.galicia en fotos

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FARERA

Cristina se hizo farera poramor. No es una metáfora fá-cil. Lo que pasa es que el pa-

dre de su entonces novio trabajabaen un faro. La relación cuajó en elmatrimonio con Antonio Alonso,también torrero, y, a los 22 años, Cris-tina se convirtió en una de las tresmujeres fareras de España. Ahora, asus 51 años, Cristina contempla elmundo en su atalaya del Cabo Vilán.Desde el impresionante promontorioque es su faro, Cristina también con-templó el naufragio del Prestige fren-te a Muxía.

Es crítica con la actual situaciónposdesgracia: «Los marineros toda-vía no valoran suficientemente loque ha pasado. Están viviendo en elsueño de los 40 euros que les van adar al día». La farera de Cabo Vilánpiensa que una crisis, además de unrevés de la fortuna, es una oportuni-dad: «El petróleo podría servir parabuscar alternativas al mar. Se deberí-an buscar fórmulas para la creaciónde nuevas empresas que proporcio-nen otros medios para vivir. Me pre-ocupa cuánto tiempo durarán lasayudas».

Cristina también ofrece una clave

de índole psicológica sobre los acci-dentes marítimos: «Los marinerosme han contado que muchas veceslos barcos se acercan a la costa por-que se sienten más seguros». Tam-bién ofrece gratis una ración de sen-tido común a los políticos: «A partirde ahora hay que tener un plan». Sepuede decir más alto, pero no másclaro.

La conversación se interrumpe. Esque si uno visita Cabo Vilán y nosube al faro se está perdiendo una delas mejores vistas del mundo. Prime-ro, hay que vencer los 250 escalonesque guían al visitante hasta la cúspi-de. Tras los jadeos de rigor, un paraí-so visual. Los ojos pueden observarkilómetros y kilómetros de un cua-dro formado por rías, furioso oleaje,rocas, playas, aves... Desde esas altu-ras no se distingue el petróleo. Perose vislumbra una gran parte de loque un simple barco viejo puedeechar a perder.

CRISTINA FERNÁNDEZ

«HABÍAQUE TENERUN PLAN»

ÁNGELVARELA

Texto

XURXOLOBATO

Fotos

«Los marineros están viviendoel sueño de los 40 euros queles van a dar cada día»

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HOSTELERO

Si no fuese porque la Costa daMorte está llena de fuel, conManuel Varela se podría ha-

blar de asuntos muy divertidos.Como, por ejemplo, de su trabajocomo sumiller en un casino del cen-tro de Londres. «Era o Aspinall's eteño falado moitas veces con clientescomo os cantantes Bryan Ferry e De-mis Roussos ou actores como GeorgeHamilton ou Telly Savallas, o que fa-cía de Kojac na televisión». Aparte deexplicarle las virtudes del vino a losfamosos, Manuel disfrutaba de unpiso al lado del Támesis y de un nivelde vida de bastante calidad. «A ver-dade é que gañaba un sueldazo»,concluye. Pero había nacido en Mal-pica. Ese dato suele provocar unasensación conocida por morriña a loque, en el caso de Manuel, se unió unenamoramiento súbito. «Unha vezque estaba de vacacións vin unhacasa de pedra vella, e enamoreime dapaisaxe que se contemplaba desde asúa ventana». Así nació el restauran-te Mar de Ardora en Cabana de Ber-gantiños, que en cinco años se haconvertido en una referencia para losamantes de la cocina que une cali-dad e imaginación.

Con el petróleo destrozando elpaisaje que lo enamoró, Manuel re-

clama que los gobernantes no se ol-viden de los últimos eslabones de lacadena económica de la Costa daMorte: los hosteleros. «Necesitamosque se faga unha campaña de imaxexa. Aquí vén un turismo que funda-mentalmente é ecolóxico e gastronó-mico». La ecuación está clara: si losvisitantes no pueden disfrutar de losescenarios salvajes de Galicia, y tam-poco pueden comer las viandas quesalen de su mar, entonces el turismose acaba. «A nós non nos van daraxudas, pero si que deberían pelexarpor salvar a nosa imaxe. Os turistas

que veñen a Galicia están moi infor-mados, e se pensan que isto vai estarmorto polo petróleo e que o que vancomer non é bo, irán a outra parte».Manuel advierte que se ha venidoabajo todo el trabajo realizado du-rante años para que la gente de otrascomunidades de España y de Europaconsiderase a Galicia como una re-serva natural: «Agora teremos queempezar de cero outra vez». Comolos percebes.

MANUEL VARELA

«NECESITAMOSUNHA CAMPAÑADE IMAXE XA»

ÁNGELVARELA

Texto

XURXOLOBATO

Fotos

«Aquí ven un turismo ecolóxico egastronómico. Se pensan que estoestá cheo de petróleo, non virán»

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VOLUNTARIO

En O Pindo se podría rodar unapelícula de ciencia ficción. Yes que sus montañas de pela-

do granito rosa no parecen de estemundo. La impresión de estar enotro planeta se ha reforzado estosdías. Sobre todo cuando el sol de tor-menta se refleja en las piedras pin-tadas de fuel de la playa. Una docenade voluntarios de sentir ecologista seafanan en que el paisaje vuelva a serel de antes. Lo tienen difícil. El petró-leo abunda. A pesar de los esfuerzosde idealistas como Enrique Castro. Escontable en una agencia de viajes enSantiago y ha venido tras haber res-pondido a una convocatoria realiza-da por Internet. «Puxen a roupa deaugas e trouxen a miña propia pala.Vin ó Pindo porque é unha das miñaspraias preferidas. Veño moito no ve-rán», explica. Habla mientras esquivalos trozos de chapapote de la arena.En ese momento, llega un hombrecon un uniforme oficial de la Xunta.La libreta y el bolígrafo delatan al pe-riodista. Interrumpe la conversaciónpara advertir al plumilla que «hay serobjetivos». Baja el dedo que habíapuesto en alto y no dice nada más.Sigue andando hacia las piedras cu-biertas de petróleo. Enrique rompe elmomento de tensionado silencio conuna ironía: «Teño trinta e nove anos,

aínda que non o pareza». Es necesa-rio tener mucho humor para dedicarel fin de semana de descanso a llenarde fuel un contenedor. «A maioríados voluntarios viñeron de forma in-dividual. Hai moita vontade», se jus-tifica Enrique. El enfado ante la gi-gantesca adversidad es otro de losmotores que mueven su pala: «Teñounha indignación moi grande. O quemáis me fastidia é que ninguén asu-ma a súa responsabilidade. E desdelogo non hai que deixar que se mini-mice o problema».

Mientras Enrique lanza sus quejas

contra el viento, la película de cienciaficción de O Pindo se refuerza connuevos personajes: un hombre y unamujer de aspecto oriental caminanun poco perdidos por la playa. Sonperiodistas de un periódico japonésque ellos pronuncian «Asaji». Estánbuscando uno de los objetivos máspreciados para los medios de comu-nicación extranjeros: la imagen de unave manchada de petróleo. No lo tie-nen complicado.

ENRIQUE CASTRO

«TROUXEN A MIÑAPROPIA PALA»

ÁNGELVARELA

Texto

XURXOLOBATO

Fotos

Una pareja de periodistas japonesesrastrea una las imágenes más buscadaspor la prensa internacional: un avemanchada de petróleo

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MARINERO

La cara de los marineros deFisterra parece esculpida enpiedra. Ese aspecto rocoso,

producto de cientos de días de vien-to y mar, dificulta saber lo que pasapor su cabeza. Pero cuando por finlas palabras brotan, el mensaje seescucha alto y claro. Por lo menos enel caso de Germán Martínez, que asus cincuenta años ha derrochadosudor en un barco «desde que teñouso de razón». Cuando se le pregun-ta por el dificultoso presente, Ger-mán recuerda en primer lugar el pa-sado: «Agora hai moitas promesas,pero a hora de dar os cartos vere-mos se é así. Cando foi o do Casóndéronnos 10.000 pesetas a cada ma-riñeiro». Su protesta no le impideseguir arreglando la red que reposaen su regazo. Viendo sus manos (de-dos fuertes como garfios, callos conaspecto de llevar ahí decenios), elprecio del pescado se antoja ridícu-lo. Germán lo corrobora. «A nós pá-gannos polo peixe o mesmo que haiquince anos. Se daquela unha de-terminada especie se pagaba a sete-centas o quilo, agora está a 1.000 pe-setas, por exemplo. Subiu moitopara o consumidor, pero non para omariñeiro». La marea negra (la nom-braremos así, aunque Rajoy afirmeque no se le debe llamar de esa ma-nera) ha llegado en el momento más

provechoso del año. «En novembro een decembro mátase moito máis,porque a baja de mar fai revoltixo etrae máis comida para os peixes.Ademais en Nadal o peixe págasemáis. Para nós o próximo mes tiñaunha paga extra».

Germán se enfada un poco con-forme avanza la conversación, perocuando descubre que tiene que man-tener a cuatro hijos, el periodista sólopuede pensar que su tranquilidad esadmirable, y que el hombre tiene untemple a prueba de desgracias petro-leras. Aparte de la economía, la otrapalabra que marca el tempo de las

conversaciones en Fisterra es la se-guridad. Germán ha soportado sen-tado el análisis de la maltrecha eco-nomía actual de la Costa da Morte.Pero ahí no aguanta más. Se levantade su taburete como impulsado porun muelle y arenga a dos paisanos desu oficio. «¡Teño visto pasar cargue-ros a menos de doce millas da costa!¡Nós pescando a menos de doce mi-llas, e os mercantes pasando entre onoso barco e a costa!». Después, echauna mirada al mar y recoge su red.

GERMÁN MARTÍNEZ

«VIN PASAR MERCANTESA MENOS DE DOCEMILLAS DA COSTA»

ÁNGELVARELA

Texto

XURXOLOBATO

Fotos

«O prezo que se lle paga ómariñeiro polo peixe subiu moipouco nos últimos quince anos»

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PERCEBEIRO

Suso Lista es uno de los gran-des personajes de la Costa daMorte. Este percebeiro de Cor-

me tanto está trepando por las pie-dras, como actuando en series de te-levisión como Mareas Vivas, comomontando conciertos imposibles enla cueva de un acantilado (los cele-bérrimos «Concertos da Furna»). Nopodrá desarrollar una de esas tresactividades en los próximos meses o,quien sabe, tal vez años. Suso tuvoque contemplar como el Prestige aca-ba con los euros que albergaban lospercebes de Cabo Roncudo: «Candochegou o petróleo, dóume unha de-presión». Mucha gente de la costa sepregunta por qué no se recogió elmarisco que había en piedras y pla-yas antes de que llegase el fuel. Susolo explica, en parte. «Ninguén pensa-ba que nos ía tocar a nós».

Por si fuese poco, el desastre llegóen el peor momento del año para lospercebeiros: «Na campaña de Nadal,pódese sacar o vinte por cento dos car-tos de todo o ano. Eso como mínimo,en moitos casos é moito máis». Listacifra la esperanza de resistencia de la

población en un triste dato: «A sorte éque en moitas casas hai un xubiladoque trae algúns cartos».

Con la experiencia que le handado los años que pasó en la marinamercante, Suso señala que tomarcomo chivo expiatorio al capitán delbarco no es del todo correcto: «Esehome facía o que lle mandaba o ar-mador. O que ten que ir ó cárcere é oarmador, que foi o verdadeiro culpa-

ble de todo». Al errático plan monta-do por las autoridades alrededor deldesastre, este percebeiro ya sólo lededica dosis de ironía. «O único quefaltou era que os gobernantes che-gasen as cofrarías, puxesen os pésenriba da mesa e lle dixesen ós ma-riñeiros: ‘¿vós que queredes?’».Tampoco se muestra más optimistarespecto a los posibles planes de re-cuperación ecológica. «A única ac-tuación é que o mar recupere a cos-ta». Esperemos que el mar puedacon ello.

SUSO LISTA

«O ARMADOR DO‘PRESTIGE’ TIÑAQUE IR PRESO»

ÁNGELVARELA

Texto

XURXOLOBATO

Fotos

«A sorte é que en moitas casashai un xubilado que trae cartos»

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CARLOS AGULLÓ

Llueve, hace viento y hay niebla. Un ca-mión cisterna que transporta fuel tie-ne un accidente en la autopista, se

cruza en uno de los carriles y empieza a ver-ter la carga. El tráfico se detiene y la GuardiaCivil tarda más de seis horas en actuar por-que espera a que se pongan de acuerdo elpropietario del camión, la empresa que com-pró la carga, la compañía de seguros y el ope-rario de la grúa. ¿Inconcebible? En tierra sí;en un accidente en el mar, no. Así ilustra unprofesor de biología de un instituto ferrolanoante sus alumnos la rocambolesca respues-ta a la llamada de socorro del Prestige. Desdeque a las 15.15 del día 13 lanzó el SOS hastaque a las 8 de la mañana del día 19 se hun-dió, el Prestige navegó en un mar de dudas,contradicciones y medias verdades.

1 ¿Por qué el capitán pidió auxilio? Loúnico que está claro es que el barco tenía

una vía de agua en estribor. Lo que no se sabees qué la causó. Es posible que el fuerte gol-pe que se escuchó a bordo se debiese a quelos vientos de 90 kilómetros hora y las olasde hasta ocho metros lanzasen contra el cas-co uno de los enormes troncos que perdióotro mercante. Pero no se descarta que lafuerza del mar y una mala maniobra que-brasen la fatigada chapa del buque.

2 ¿Por qué se evacua el petrolero? En unprimer momento se dijo que había fuego

en la sala de máquinas. No era cierto, pero lapérdida de fuel provocó una gran escora yexistía riesgo de hundimiento. El capitán sequeda para intentar salvar el barco y la car-ga, valorada en 60 millones de euros.

3 ¿Por qué no se hizo el remolque de in-mediato? Las malas condiciones del mar

lo dificultan. Pero hay otras razones. El capi-tán se niega durante más de seis horas a queel Prestige sea enganchado porque en esetiempo el armador negocia el precio del sal-

vamento. Durante toda la madrugada siguenlas dificultades para que tres remolcadorescontrolen el barco. Se da la orden de alejarsede la costa y ya hay una mancha de nueve ki-lómetros.

4 ¿Por qué amaneció el buque a 3 millasde Muxía? Las maniobras dilatorias del

capitán y la impotencia de los remolcadoresempujaron el barco hacia la costa. Parece cla-ro que el patrón quiere ganar tiempo paraevitar el pago de una operación de rescate.Veintidós horas después del accidente sepone rumbo al norte, con la máquina encen-dida y ayudado por remolcadores. La empre-sa de salvamento holandesa Smit se hacecargo del barco y el Gobierno le ordena ale-jarse a 120 millas. En el mar ya hay 3.000 to-neladas de fuel. Las primeras horas eviden-cian que Galicia carece de medios para hacerfrente a catástrofes de estas características:el remolcador chino que llegaría días des-pués tiene más potencia que los cuatro queoperan juntos aquí. Tampoco existen barcosanticontaminación ni barreras de contenciónoceánicas.

5 ¿Por qué inicia un periplo errático a lolargo de la costa? Inicialmente es arras-

trado al norte-noroeste porque España quie-re alejarlo. Los técnicos holandeses preten-den acercarlo a un puerto y trasvasar la car-ga. Sólo así cobrarán su premio, que puedellegar a un 30% del valor total. Pero com-prueban que el encendido de la máquinaagrando la grieta, el fuel se sigue derraman-do y el riesgo de que se parta en dos au-menta. Además, al igual que España, Franciay Gran Bretaña le prohíben acercarse a susagua. Es entonces cuando ponen rumbo sur-contra viento, marea y la orden española-,con la intención de entrar en Portugal o enun puerto africano. Smit se niega a alejarsemás de la costa y España no autoriza untrasvase a menos de 12 millas. Las dos par-tes sólo estaban de acuerdo en una cosa: elbarco no se partiría. Se equivocaron. Portu-

La falta demedios, laimprovisacióny las mediasverdadesañadierondificultades aunas tareasde rescate queresultaron serun fracaso

UN MAR DE DUDAS

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gal tampoco accede a que el Prestigeentre en sus aguas y se vuelve a mo-dificar el rumbo. Hasta el momentodel hundimiento recorrió más de430 kilómetros y dejó un reguero de19.000 toneladas de fuel.

6 ¿Podía España imponer sus ór-denes? Sí, en las 12 millas de

aguas jurisdiccionales. La discusiónempieza a partir de las 24 millas yhasta las 200 de la zona económicaexclusiva. El Gobierno no puede im-pedir la navegación por esa área,pero algunos expertos en derechomarítimo afirman que España pudohaberlo hecho al existir un riesgoevidente de contaminación. Inclusoen los primeros momentos, cuandoel capitán se oponía al remolque, lasautoridades tenían potestad para to-mar el control y evitar la pérdida deunas horas clave en una emergenciacon riesgo de marea negra. De hecho,se dijo que el capitán accedió al re-molque, seis horas después del SOS,cuando se le amenazó con enviar ala Guardia Civil.

7 ¿Pudo salvarse el barco y la car-ga? Desde un primer momento,

numerosos expertos advirtieron deque dadas las condiciones del barco,el estado del mar y los esfuerzos alos que estaba siendo sometido, elPrestige no tardaría en hundirse. Lasautoridades y el armador dicen queaguantará. También se aseguró des-de la Delegación del Gobierno queaunque quebrase, los remolcadorespodrían aguantar la proa por un ladoy la popa por otro para seguir aleján-dolo en alta mar. Tampoco se cum-plieron las previsiones. La hipótesisde que en caso de hundirse el cascosoportaría la presión y la carga se so-lidificaría quedó desmentida por lasbolsas de fuel que emergieron en lashoras siguientes.

8 ¿Hubiese sido mejor acercar elbarco a la costa para hacer el

trasvase? Visto con la perspectiva delo que sucedió, parece que el dañohubiese sido menor. Faltó coraje po-lítico para tomar una decisión de esetipo, que es defendida desde secto-

res profesionales y de las asociacio-nes de protección ambiental. Las au-toridades españolas sólo se fijaronun objetivo: alejar el barco. Final-mente no se evitó el desastre e in-cluso se amplificaron sus efectos. Sinembargo, para poder adoptar la deci-sión de acercar a una ría un buqueaveriado y perdiendo fuel falta unprotocolo de actuación y mediospara desarrollarlo con garantías.Diez años después del desastre deMar Egeo, Galicia no dispone de unacosa ni de otra. Será preciso, ademásde establecer una dirección política ytécnica adecuada y alejar los buquespeligrosos, conocer el comporta-miento de las corrientes y de lostemporales, establecer los mejoresrefugios y coordinar a los profesio-nales de los diferentes sectores im-plicados. Y, además de todo eso, esnecesario disponer de medios derescate, remolque, trasvase de mer-cancías peligrosas y lucha contra lacontaminación adecuados para unlitoral que soporta el 70% tráficomundial del petróleo.

Un grupo de expertos se subieron a bordo para corregir la escora del Prestige

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GALICIA IGNORASU PASADOMANUEL BLANCO

Galicia no tiene memoria. A pesar deque en los últimos 30 años ha sufri-do siete de los once mayores desas-

tres marítimos de Europa, el naufragio delPrestige ha puesto en evidencia una latentefalta de medios anticontaminación y de pla-nes para afrontar un tipo de catástrofe que,hasta la fecha, se repite de forma cíclica enlas costas gallegas. Esta es una relación detodas las incógnitas sembradas tras la des-aparición del barco.

1 ¿De qué medios anticontaminación dis-pone Galicia? Si algo ha quedado claro

en el caso del Prestige es que Galicia no dis-pone de un plan anticontaminación para ha-cer frente a estos siniestros. Las 300.000 to-neladas de crudo que han impactado en lascostas gallegas en las tres últimas décadasno han servido para aprender lección alguna.El día en el que el petrolero comenzó a vertersu veneno, las autoridades sólo disponían depoco más de 8.000 metros de barreras anti-contaminación. La primera oleada de fuelque llegó a la Costa da Morte arrasó algo másde 200 kilómetros de litoral. Por si fuera poco,el procedimiento que se utilizó en el des-pliegue de estos dispositivos no fue, en unprimer momento, el adecuado. El delegadodel Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, in-sistió en sus intervenciones de los primerosdías, quizás para tratar de amortiguar las nu-merosas peticiones de medios, que las ba-rreras debían colocarse casi en el mismo ins-tante en el que el fue llegaba a la costa. Lostécnicos de las organizaciones ecologistas re-batieron con celeridad esta tesis: los diquesflotantes deben instalarse cuando la mareanegra se encuentre al menos a entre diez ycinco millas de la costa y, si están en buen

estado, aguantarán en el mar al menos dossemanas. El cóctel de despropósitos se com-pletaba con la falta de formación de muchasde las personas que intervenían en las tare-as de ubicación de las barreras.

En estos momentos la comunidad no dis-pone de un potente buque anticontamina-ción que pueda recoger el fuel del mar y hansido barcos de Francia, Holanda, Alemania oBélgica los que realizan estas tareas. Las ex-plicaciones oficiales que se dieron en estesentido fueron sorprendentes: «España no selo puede permitir», a la que apeló el ministroRajoy, o incluso la no menos rocambolesca«es que de estos países llegan muy rápido anuestras costas», que arguyó el conselleiro dePesca, Enrique López Veiga. Un auténtico des-propósito.Tampoco dispone la comunidad debarcos con la suficiente potencia para remol-car un petrolero como el Prestige en unascondiciones de gran oleaje y fuerte viento. Pa-radójicamente, el más potente, el Alonso deChaves, tiene su base en el puerto de Gijón.

2 ¿Se actuó correctamente en la limpiezade las playas? La respuesta de los técni-

cos y de muchos de los responsables de losmunicipios afectados fue no. La de la Admi-nistración, evidentemente, fue la contraria.En cualquier caso, lo cierto es que una sema-na después de que el petróleo comenzara allegar a las playas gallegas el caos y la falta demedios torpedeaban aún la recogida del fuel.Playas sin limpiar, carencia total de materialpara realizar estas tareas... Las organizacio-nes ecologistas se quejaron de la ausencia deun protocolo que permitiese mecanizar estostrabajos y, por tanto, optimizar los esfuerzos.

Muchos voluntarios que llamaron al nú-mero de teléfono facilitado por la Conselleríade Medio Ambiente para ayudar se encon-traron con que la escasez de medios frenaba

El naufragiodel «Prestige»ha puesto enevidencia lafalta deprevisión enla luchacontra lacontamina-ción y de laengañosainformaciónoficial sobrela magnitudde la mareanegra

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sus intenciones. Los nervios se en-cresparon cuando países como elReino Unido hicieron público que elGobierno español había rechazadosu oferta de prestar medios técnicosa España para colaborar en las tare-as de limpieza. Italia, Alemania o Es-tados Unidos también pusieron adisposición del Ejecutivo sus equiposanticontaminación. La sorpresa llegócuando el vicepresidente primero,Mariano Rajoy, admitió en la ruedade prensa del viernes 22 de noviem-bre, días después de que Londres ex-plicara su oferta, que nuestro país notenía los medios suficientes paraafrontar una crisis como la provoca-da por el Prestige.

3 ¿Se informó correcta y puntual-mente a la opinión pública de lo

que ocurría con el petrolero? Aligual que en las cuestiones anterio-res, cofradías y ayuntamientos dis-crepan con la Administración. Locierto es, no obstante, que la Delega-

ción del Gobierno evitó dar, durantedías, las coordenadas exactas en lasque se encontraba el barco y se mos-tró contradictoria a la hora de valo-rar la marea negra. El propio Fernán-dez de Mesa llegó a asegurar elmiércoles 20 de noviembre que «aojo de buen cubero» el Prestige habíavertido 3.000 o 4.000 toneladas. Undía después señalaba, respecto a lamarea negra, que «hay una cifra queestá clara, y es que la cantidad queha vertido no se sabe».

4 ¿Es una marea negra o un verti-do? Probablemente sea esta la

cuestión que más ha enervado elsentimiento de los afectados y de laopinión pública en este suceso. Des-de el principio, políticos como el con-selleiro López Veiga, el ministro Rajoyo el director xeral de Conservación daNatureza, Francisco García-Bobadilla,se han negado a admitir que el pe-trolero ha dejado una marea negra enGalicia y hablan únicamente de un

vertido. Esta negación del problemasuscitó una gran controversia, es-

pecialmente en las localidadesasoladas y amenazadas por elcombustible, así como entre lasorganizaciones ecologistas.

5 ¿Será esta la mayor catás-trofe económica y ecológica

en la historia de Galicia? Si el fuelentra en las Rías Baixas, sin duda.En todo caso, los más de 500 kiló-metros de costa arrasados por lamarea negra han causado ya unperjuicio que ha llevado a desta-cados expertos como Victoria-no Urgorri, profesor de la Uni-versidade de Santiago, a califi-car esta catástrofe marítimacomo la mayor, por encima de

los siniestros del Mar Egeo o elUrquiola. Miles de familias y

pueblos enteros afectados por elaccidente del Prestige viven direc-

tamente del mar. Las autoridades,por el contrario, lo niegan y hablan,exclusivamente, de unos meses difí-ciles que el sector podrá superar gra-cias a las ayudas habilitadas.

6 ¿Saldrá el fuel que está sumer-gido a 3.500 metros de profun-

didad a la superficie? El Gobierno in-sistió durante días en que, una vezhundido, el fuel que el buque alma-cenaba en sus tanques se solidifica-ría por las bajas temperaturas. Nu-merosos expertos consultados porLa Voz cuestionaron abiertamenteesta tesis y auguraron fugas de fueldebido a la presión sobre los depósi-tos o incluso al impacto del petrole-ro con el fondo. Sólo dos días des-pués del hundimiento, la proa delPrestige comenzó a soltar combusti-ble y Portugal confirmó lo que estosingenieros navales ya advertían quepasaría. Una vez más, la enésima, elEjecutivo lo negó. Su argumento eneste caso era que esos vertidos de-tectados en la zona del hundimientono eran más que los restos de lamancha que dejó el barco cuando separtió en dos.

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LA DEVASTACIÓNDEL ECOSISTEMA

Las avesmarinas sonel grupo másafectado porel vertido

TOMÁS GARCÍA

La fachada atlántica gallega es muchomás que un inhóspito escenario de tra-gedias, naufragios y viajes con billete

sólo de ida. En otoño, cuando cambia el tiem-po, la costa gallega es lugar de paso para másde 20 especies de aves procedentes del Atlán-tico y el Mediterráneo que, en caso de tempo-ral, se detienen aquí hasta que amaina. La ca-tástrofe del Prestige pilló a miles de estas aves

guarecidas en los arenales de la Costa da Mor-te. La organización ecologista SEO/Birdlife es-tima que, aunque sólo han sido recuperadosvarios cientos de ejemplares muertos o heri-dos, el accidente puede afectar a decenas demiles de aves. La Federación Ecoloxista Gale-ga ha estimado que el 40 por ciento de las avespertenecientes a 38 especies protegidas mori-rán por la contaminación, que también afec-tará al 30 por ciento de los criaderos de fito-placton, pescado y marisco. En un primer in-

Una gaviota totalmente cubierta de fuel en la playa de Doniños. desmond boyland

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forme la organización Greenpeace ha anun-ciado que las costas alcanzadas por el fuel ne-cesitarán entre tres y cuatro años para recu-perarse. El ejemplo más cercano en tiempo yespacio está en Bretaña.Allí aún se sienten losefectos del desastre causado por el petroleroErika, que hace tres años vertió 10.000 tonela-das de crudo causando una gran marea negraen una de las zonas de nidificación de avesmarinas más importantes de Europa. Se esti-ma que murieron unos 300.000 ejemplares, delos cuales sólo se encontraron 44.000.

Pero el infortunio se ha cebado más aún sicabe con Galicia. La carga derramada por elPrestige no es crudo, sino lo que se conocecomo fuel residual, uno de los de mayor pesoespecífico y, en consecuencia, uno de los másdañinos para los ecosistemas. Con un altocontenido de metales pesados y azufre, elfuel residual presenta una bajísima solubili-dad en agua y además provoca una gran difi-cultad para las tareas de limpieza por su vis-cosidad y adherencia. Esta dificultad se in-crementa con el tiempo. La degradación delmedio ambiente es lenta y, si bien la toxici-dad aguda a corto plazo es menor que la deotros tipos de fuel, la alta presencia de mate-riales pesados hace que suelos, aguas conta-minadas y sedimentos presenten un riesgode toxicidad mucho mayor a largo plazo.

Las primeras manchas que llegaron a lacosta afectaron directamente a espacios pro-tegidos como la laguna y el arenal de Baldaio,las islas Sisargas, el monte Louro, el arenal de

Traba o el parque natural de Corrubedo. De los16 hábitats de la provincia de A Coruña candi-datos a formar parte de la Red Natura 2000,fueron dañados. En la provincia de Pontevedrala marea negra afectó a siete de estos espacios.

Las aves marinas constituyen el grupomás castigado por un vertido de petróleo. Lavulnerabilidad viene condicionada por eltiempo que pasan volando, nadando o buce-ando. El fuel destruye la impermeabilizaciónde las plumas, lo que hace que el pájaro que-de completamente empapado y sin protec-ción al frío, lo que le lleva a su muerte por hi-potermia. Por otro lado, las plumas mojadasdificultan enomermente su vuelo, ya queaumentan su peso, y la reducción de su flo-tabilidad les llevan a ahogarse. Además, mu-chas aves ingieren petróleo al tratar de lim-piarse del plumaje, lo que resulta letal.

Desde un punto de vista medioambiental,preocupan sobre todo especies como el co-limbo grande, la gaviota tridáctila, el alca co-mún, el alcatraz y la parcela balear. En losprimeros días de la catástrofe, los centros derecuperación de aves que tiene la Xunta enCotorredondo y Santa Cruz (Oleiros) recogie-ron unos 300 ejemplares de estas aves, sibien se estima que podría ser menos de un10 por ciento de la población afectada. El gra-do de recuperación de estos ejemplares es,asimismo, escaso. Cuando un ave marina pe-troleada se deja capturar, suele estar ya muyafectada y normalmente poco o nada se pue-de hacer por ella.

Además, el Prestige podría darle la punti-lla a las últimas poblaciones que formaban lasubespecie ibérica del arao común, del cualsólo se conservaban cinco parejas en las islasSisargas y otras dos en Cabo Vilán.

Capítulo aparte merece la zona en altamar donde se hundió el petrolero. SegúnAdena, el lugar donde descansa el barco par-tido alberga una elevada biodiversidad mari-na aún sin investigar. El sitio del hundimien-to, a unos 2.500 metros de profundidad, es uncanal submarino que separa el Banco de Ga-licia de la Plataforma Continental, una au-téntica montaña submarina en la que se pro-duce una gran concentración de especies.Entre ellas destacan once tipos diferentes detiburones, noventa de peces, esponjas, estre-llas marinas. Un auténtico tesoro bajo el marcuyo destino depende de lo que ocurra en lassiniestras bodegas del petrolero mutilado.

El carburantedestruyela capaimpermeablede lasplumas

El riesgo detoxicidad delfuel es mayora largo plazo

El accidente afectó a cientos de aves. paul hanna

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GOLPE MORTALA 7.000 FAMILIASM.ª CARMEN GONZÁLEZ

Las pérdidas económi-cas causadas por lamarea negra del Presti-

ge son incalculables. El fuelha arrasado algunos de losmejores bancos de pesca y demarisco de la costa coruñesa,lo que supone acabar con laprincipal fuente de ingresosde 7.000 familias gallegas yparalizar la actividad de másde 2.500 barcos.

La catástrofe se produce,además, en vísperas de la Na-vidad, una época en que lasventas suponen, para algu-nos profesionales, hasta untercio de los ingresos de todoel año. En el caso del sectormejillonero, la situación seagrava por el hecho de que laproducción de las bateas estáen niveles máximos despuésde que otra marea, en aquella oca-sión roja, impidiese a principios delotoño extraer bivalvos durante mu-chas semanas.

Este cúmulo de factores ha lleva-do a que las primeras estimacionessitúen en un mínimo de 100 millonesde euros los daños causados por lamarea negra sólo en la Costa da Mor-te. No ha habido pronunciamientooficial en este sentido pero sí puederesultar indicativo el hecho de que,entre las ayudas previstas, la Admi-nistración haya puesto a disposiciónde los afectados dos líneas de crédi-to que suman 200 millones de euros.

Pero siempre habrá una parte delos daños sufridos por este sector

que nunca salga a la luz y, muchomenos, reciba compensaciones: laeconomía sumergida. Aunque en al-gunas actividades, como el maris-queo, el fraude es bastante limitado,los expertos explican que el porcen-taje de producción pesquera gallegaque escapa al control del fisco puedeelevarse hasta un 40% del total. Porello, los representantes de los afecta-dos ya han advertido de que cuandolleguen las indemnizaciones apenascubrirán la mitad de las pérdidasocasionadas.Y es que el recuerdo y laexperiencia del Mar Egeo están toda-vía muy frescos.

¿Y qué tipo de compensacionesrecibirán los perjudicados? Unos

1.200 euros cada mes(200.000 pesetas al mes), can-tidad que resulta insuficientepara el sector. Recuerdan queun percebeiro del Roncudopuede ingresar, en los díasprevios a la Navidad, más de300 euros cada día. El Ejecuti-vo también ha aprobado re-bajas en el IRPF, IVA y Seguri-dad Social y dos líneas decrédito.

La Administración ha in-sistido en que son ayudaspara que los afectados pue-dan salir adelante porque lasverdaderas indemnizacionesdeberán abonarlas la asegu-radora del barco y el Fidac.Entre ambos podrán desem-bolsar hasta un máximo de180 millones de euros. Lacuestión es saber cuándo. Losafectados del Mar Egeo tarda-ron diez años.

Todas estas medidas únicamentesirven para paliar los daños directosmás inmediatos. Porque ¿qué com-pensación va a recibir un pescadorde las Rías Baixas cuyo producto dejede venderse en algún punto de la Pe-nínsula por desconfianza? ¿Y lasempresas que pierdan clientes porno poder proveerles? ¿Y transportis-tas, hosteleros y demás actividadesque dependen del sector pesquero?

Además, a medio plazo, el Prestigeseguirá haciendo daño. Los habitan-tes de Bretaña lo saben y lo advier-ten: el turismo bajará porque habrámuchas dudas sobre la calidad de lasplayas y de los productos que salgandel mar gallego.

Nasas impregnadas de fuel en el puerto de Malpica. xurxo lobato

JESÚS FLORES

En 1966 Manuel Fraga le hizoun flaco favor a la marcaMeyba de bañadores y de

paso convenció a los ciudadanos deque la bomba perdida por un aviónestadounidense en el Mediterrá-neo no encerraba peligro de radia-ción. Pero el veterano político se haapaciguado ante el mayor desastreecológico de toda la historia de Ga-licia, que le pilló en un coto de cazade Aranjuez. Quede claro, eso sí,que a su regreso, después de inau-gurar las Jornadas de Petróleo y Me-dio Ambiente, se defendió con ga-llardía a las críticas por su ausen-cia asegurando que había estado«trabajando por Galicia» y que él«traía dinero» para los afectados «yotros vienen a hablar».

Pero esta falta de reflejos no fueexclusiva del presidente gallego. JoséMaría Aznar, sonriente y en guaya-bera, aprovechaba desde la Repúbli-ca Dominicana el accidente del Pres-tige para echar leña al fuego en elcontencioso de Gibraltar. Eso, mien-tras el Gobierno rechazaba la ayuda

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POLÍTICOSA LA DERIVA

Manuel Fraga, en Caión.ana garcía

Beiras, en el Santuario da Barca.ana garcía

Zapatero aprovechó su visita a Muxía paracriticar la actuación del gobierno del PP. casal

El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas,saluda a un grupo de voluntarios. xosé castro

Mariano Rajoy y Arsenio Fernández de Mesa, enla Cofradía de Pescadores de Caión. j. m. casal

de Inglaterra para alejar el peligroque suponía el petrolero. Segura-mente porque al ministro de MedioAmbiente, Jaume Matas, estaba tam-bién demasiado lejos de Galicia paraver las primeras manchas en las pla-yas de Muxía. A lo mejor se habíatranquilizado al escuchar la teoríade Federico Trillo de bombardear elpetrolero con F-18. O puede quepensase que Arias Cañete tenía ra-zón cuando aseguró aquello de «nose prevée una catástrofe ecológica».En todo caso, ya le habría dicho Ar-senio Fernández de Mesa, delegadodel gobierno, que «las mareas aleja-rán el petroleo lejos de nuestras cos-tas». Mariano Rajoy, que para eso esgallego, fue uno de los primeros po-líticos en asomarse a la Costa daMorte, aunque también dejó frasespara la posteridad, como: «Hay queestar muy atentos a las mareas paraque no se acerque la mancha».Y Za-patero aprovechó la ocasión paraacercarse a Galicia e intentar pescaralgo en río revuelto.

Bueno, al menos todos estos ha-blaron, porque ¿quién le ha escucha-do decir algo a los nacionalistas?

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EL CORREDORDE LA MUERTECARLOS AGULLÓ

En los próximos cincuentaaños, buena parte de los150.000 millones de toneladas

de las reservas de petróleo conocidascircularán por los mares de todo elmundo. El setenta por ciento pasaráfrente a Galicia. Si esto sigue así, lacosta gallega sufrirá en el próximomedio siglo al menos otras diez ca-tástrofes. Desde la marea negra delTorrey Canyon en 1967, que arrasó loslitorales de Cornualles y Bretaña, noha habido siniestro que no se hayatraducido en nuevas disposicionespara la protección del medio marino.Pero, una vez más, el hundimientodel Prestige ha puesto de manifiestola ineficacia de las normas y el esca-so rigor con que se aplican.

Hasta 1990, tres años después deque el Cason embarrancara en laCosta da Morte, la Organización Ma-rítima Internacional no aprobó eldispositivo de separación del tráficomarítimo de Fisterra, un pasillo si-tuado a 25 millas de la costa por elque han de circular los buques conmercancías peligrosas. Más de cienmillones de toneladas de petróleopasan cada año por ahí. En su mayo-ría navegan bajo banderas de conve-niencia, en deficientes barcos conuna edad media superior a los 18años. Sólo dos de cada cinco tienendoble casco. Es el escenario propiciopara que Galicia haya padecido sietede los once accidentes más gravesdesde principios de los 70. En esetiempo, las rías, playas y acantiladosgallegos han sido castigados con300.000 toneladas vertidas. Pero esacantidad es sólo un 5% del petróleoque acaba en el mar -el resto se arro-

ja desde tierra o en prácticas prohi-bidas como la limpieza de tanquesen alta mar-, de modo que las aguasgallegas soportan cada año una me-dia de 200.000 toneladas, casi tresveces la carga del Prestige.

No es extraño, pues, que se pre-tenda alejar todavía más el disposi-tivo de separación, un auténtico co-rredor de la muerte para una costaaltamente dependiente de la pesca yde alto valor natural. Pese a las du-das iniciales de la Xunta y del Go-bierno, que todavía en mayo del 2001afirmaba que «satisface de maneraadecuada la seguridad de la navega-ción», España plantea ahora a laUnión Europea la necesidad de des-plazar mar adentro el dispositivo. Ala medida se oponen las poderosasempresas que operan en el trans-porte de hidrocarburos, que aleganmerma en la eficacia de los sistemasde radar y de emergencia. Navegar amás distancia aumentará los costes.

Con todo, será insuficiente si Eu-ropa no ataca con decisión todos losfrentes. Estados Unidos, tras la ca-tástrofe del Exxon Valdez en 1989,puso en marcha unos estrictos me-canismos que, en la práctica, empu-jan hacia Europa a los barcos de cas-co único y a las empresas menostransparentes. Mientras, la UE aplazala aplicación de medidas similaresaprobadas tras la marea negra delErika, en 1999. El desastre del Prestigeha venido a confirmar la necesidadde suspender la moratoria que per-mite a los barcos–basura navegarhasta el 2015 y, sobre todo, la urgen-cia en poner coto al modelo actualdel transporte, en el que la opacidaden la que se mueven productores, ar-madores, fletadores, consignatariosy distribuidores hace muy difícil im-putar responsabilidades.

Mientras eso sucede, la cuentaatrás ha vuelto a empezar para Ga-licia.

Imagen de satélite de la costa gallega. Las luces blancas son los barcos que atraviesan el corredor deFisterra. esa

XOSÉ LUÍS VILELA CONDE

La inagotable capacidad de rege-neración del mar, y de las gen-tes que de él viven, harán que

en algún tiempo la costa gallega recu-pere la normalidad. Cuando crezcande nuevo los percebes y el pescado nosepa a petróleo habremos entrado enel peor momento de esta crisis. El delolvido. Si fuese así, está calamidad sólohabrá servido para repetirla. Por esodebemos aprender de sus lecciones.

1ª Demasiado cerca. El Prestigetuvo el primer reventón cuando

navegaba a 28 millas de la costa. Suruta era correcta. Utilizaba el corredormarítimo por el que pasan diariamen-te centenares de mercantes, cargados,en muchos casos, con sustancias dealta peligrosidad. Semejante autopistamarítima presenta varios problemas:atraviesa una zona azotada por fuertestemporales; linda con concurridos ca-laderos de pesca, y, sobre todo, está de-masiado cerca de la costa gallega. Ale-jar el dispositivo de separación de trá-

fico y garantizar una zona de seguridadpara Galicia debe ser la primera lecciónde esta catástrofe, por cara que resultela medida para los armadores y pormucho que complique la vigilancia alas autoridades marítimas españolas.

2ª Demasiado lejos. El accidentereveló que Galicia carece de

capacidad de reacción para evitar undesastre marítimo. Así como ha de-mostrado disponer de medios pararescatar a una tripulación en caso denaufragio, los recursos necesariospara socorrer a un buque de grandesdimensiones son inexistentes. El re-molcador más potente de todos lospróximos tiene base en Gijón -elpunto más alejado del corredor-, ylos que surten en puertos gallegos sevieron superados por el tonelaje delpetrolero y las condiciones de tem-poral. Es difícil de entender que la si-tuación de alto riesgo que corres-ponde a Galicia por su situación geo-gráfica no se compense con el des-pliegue de medios suficientes paragarantizar la pronta intervención.

Una cruz, sobre las rocas de O Roncudo. josé manuel casal

3ª Demasiado lentos. Desde queel Prestige comenzó a verter el

letal fuel estaba claro que Galicia seiba a enfrentar a una marea negra deproporciones incalculables. Sin em-bargo, las medidas de prevenciónfueron inexistentes en las primeras48 horas, y ridículas en las siguientesjornadas. Pero todavía peor fue el bo-chornoso espectáculo del caos con-tra el que se estrellaron cuantosafectados y voluntarios se moviliza-ron para limpiar las zonas dañadas.Ni palas, ni organización, ni ideas.Teniendo todo el año una red quedenominamos Protección Civil, es di-fícil de entender que en una situa-ción de emergencia no esté perfecta-mente planificado un protocolo deactuación, ni preparado y formadoen cada concello un equipo de direc-ción integrado por técnicos.

4ª Demasiado buenos. Las pési-mas condiciones en que nave-

gaba el petrolero -bandera de conve-niencia, 25 años de antigüedad, tri-pulación en precario, casco único, re-paración sin garantías, dudosos con-troles- demuestran que la UE estásiendo muy permisiva. Es hora deexigir el doble casco y todas las ga-rantías para minimizar el riesgo deesas bombas ecológicas. Es hora decontar con una Agencia de SeguridadMarítima, y de pensar de nuevo en si-tuarla en Galicia, puesto que ostentael triste récord de las mareas negras.

5ª Demasiado malos. Decidir quéhacer con el barco en el mo-

mento en que se logró atraparlo era,desde luego, un dilema. Ninguna al-ternativa carecía de riesgo. Pero pa-searlo ante la costa gallega para di-seminar su carga dista mucho de loque se puede entender por conductasensata. Intentar pasar el muerto aotros países está muy lejos de lo quese considera comportamiento leal. Yempeñarse en negar la evidencia,ocultar información de interés públi-co y cabalgar de error en error hastala derrota final es mucho más de loque los gallegos se merecen.Tambiénes justo aprender esa lección.

CINCO LECCIONESPARA NO OLVIDAR

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Cala cubiertade fuel-oil enMalpica.ana garcía

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Un productordescarga mejillonesen O Grove, ante laposibilidad de que lamarea negra delPrestige llegue a lasRías Baixasvitor mejuto

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Un grupo de voluntarios forma una cadena para limpiar de fuel-oil la playa de O Pindo, en Carnota. miguel vidal