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Diaporama: percepción audiovisual

Alfonso Palazón

RESUMEN:El diaporama siempre ha sido un medio audiovisual olvidado. Sin embargo, sus posi-

bilidades expresivas y creativas lo convierten en un medio que a lo largo de su evoluciónha permitido experimentaciones audiovisuales puras. Su forma, fronteriza entre la fotogra-

fía y el cine, y la incorporación de nuevos elementos como luces, puestas en escenas tea-trales, etc. lo convierte en un medio de referencia para las nuevas posibilidades de las tec-nologías multimedia.

PALABRAS CLAVE:Imagen y sonido, diaporama, multivisión, sincronización sonido-imagen, espectáculo

audiovisual.

ENGLISH VERSION OF: Slideshow: audiovisual perception.

ABSTRACT:

Slideshow has always been a forgotten audiovisual method. However its expressiveand creative possibilities has permitted, throughout its evolution, pure audiovisual experi-mentations. At the frontier between photography, cinematography and the incorporation ofnew elements such as light and theatre staging, etc… it happens to be a benchmark for

new technologies and multimedia.

KEYWORDS:Image and sound, slideshow, multivision, image and sound synchronization, audiovi-

sual show.

“Los instantes se siguen unos a los otros: nada les presta la ilusión de un contenido o

la apariencia de una significación; se desenvuelven; su curso no es el nuestro; contempla-

mos su fluir, prisioneros de una percepción estúpida” (Cioran)

INTRODUCCIÓN

Hablar a principios del siglo XXI de una sistema audiovisual basado

en la proyección de diapositivas sincronizadas con una banda de sonido

UNIVERSO FOTOGRÁFICO Nº4 Diaporama: percepción audiovisualAlfonso Palazón

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puede resultar algo extraño. Todavía puede extrañar más si su elaboración

resulta totalmente artesanal y para cada exhibición se debe desplegar un

conjunto de medios con un coste elevado. Pero es un modo de representa-

ción al que debemos encontrarle el lugar que se merece como medio de

comunicación y que tiene un espacio definido entre la fotografía y el cine.

Además podemos decir que el diaporama es la clave expresiva de un posible

lenguaje multimedia que ha ido tomando auge con los avances tecnológicos

en lo que claramente se integra la imagen fija, en movimiento, sonido, grá-

ficos en su exponente más claro.

DEFINIR EL CONCEPTO

Según el diccionario de la Real Academia Española, diaporama es

“Técnica audiovisual que consiste en la proyección simultánea de diapositi-

vas sobre una o varias pantallas, mediante proyectores combinados para

mezclas, fundidos y sincronización con el sonido. Denomínase a veces multi-

visión”. Multivisión lo define como “sistema de proyección simultánea sobre

varias pantallas”.

El diaporama o multivisión es un medio casi desconocido. Su esca-

samente clara definición hace que pierda su sentido para el espectador

medio. Las diferentes acepciones que podemos encontrar (montaje audiovi-

sual, multiimagen, audiovisual, diaporama, multivisión) para denominar un


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mismo resultado lo con-

vierte en un espectácu-

lo difícil de definir.

Desde dos proyectores

sobre una pantalla con

una finalidad didáctica

hasta sistemas más

complejos, el diapora-

ma tiene como base la

proyección sincronizada de diapositivas con una banda sonora integrada.

Dependiendo del ámbito y su aplicación práctica se llega incluso a denomi-

nar diaporama en multivisión. Lo que sí cabe destacar es su carácter de

espectáculo (múltiples proyectores, varias pantallas, constantes efectos de

animación) que proporciona una cantidad ingente de información con un

fuerte impacto expresivo. La realidad es que el diaporama ha tenido su apli-

cación práctica en diferentes terrenos como han sido: la educación, en

espectáculos, en el campo de la decoración, en instalaciones permanentes

como museos o en exposiciones temporales (presentaciones de empresas,

exposiciones temáticas...) En la actualidad, la implantación de las llamadas

nuevas tecnologías ha hecho que el diaporama en su concepción tecnológica

clásica esté en desuso. Sin embargo, la concepción expresiva de la multivi-


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Sistema multivisión

sión a pesar de la evolución tecnológica no ha variado y las posibilidades

creativas han entrado en una nueva dimensión con el desarrollo de la tecno-

logía digital.

Pero la idea más ligada a la multivisión ha sido la de espectáculo.

Las grandes referencias sobre la enorme capacidad expresiva del diaporama

las encontramos en esas múltiples proyecciones de luz y sonido como The

London Experience; un programa de 42 proyectores y un proyector de cine

sobre siete pantallas gigantes y sonido quintofónico sincronizado al que

también se le sincroniza las luces de la sala y otros efectos como el de

humo artificial; otro ejemplo como el Holland Hapens: 42 proyectores, pan-

talla de 15 metros de ancho y 60.000 diapositivas en 15 minutos de dura-

ción.

La primera aproximación de lo que conocemos como diaporama se

puede encontrar en el año 1958 en la Feria Mundial de Bruselas, donde se

pudieron ver programas que proyectaban simultáneamente películas sobre

varias pantallas en los pabellones de Holanda y Checoslovaquia. La integra-

ción de diferentes medios con esta idea de espectáculo se puede disfrutar

en la famosa Linterna Mágica. De origen checo en el que se combina: tea-

tro, cine, música, dibujos animados y las técnicas del llamado teatro negro,

varias pantallas y efectos sincronizados perfectamente.

En 1967, en la Expo 67 de Montreal, nuevamente el Pabellón de


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Checoslovaquia presenta otro gran espectáculo audiovisual llamado La crea-

ción del mundo, sobre una pantalla de 6 por 10 metros se forman 112 pan-

tallas pequeñas con 224 proyectores en las que exhibían más de 12.000

diapositivas a lo largo de 15 minutos de duración. Una imagen total era

reconstruída por fragmentos parciales formando efectos ópticos muy impre-

sionantes.

Lo importante de estos espectáculos es que la evolución del diapo-

rama, en el sentido de gran evento, no se centra ya en la diapositiva sino

en toda la base tecnológica. Es lo que podemos encontrar en el Museo de la

Ciencia de Taiwan con un equipamiento complejo (120 figuras con control

electrónico, 98 videodiscos, 90 monitores de vídeo, 3 proyectores de vídeo,

90 proyectores de diapositivas carrusel, 23 controles multiimagen, 14 uni-

dades de fundido, 30 módulos de sonido digital, 62 ‘dimmers’ de luz). La

fuerza expresiva de estos montajes es ilimitada y la confluencia de todos

estos elementos contribuye a alterar la percepción de una sencilla proyec-

ción en pantalla de unas imágenes convirtiéndose en auténticos perform-

ances en los que el público son los actores y protagonistas de la exhibición.

TECNOLOGÍA DEL DIAPORAMA.

Ya comentábamos que la técnica del montaje de diaporama puede

resultar un tanto artesanal. Se constituye por toda una serie de elementos


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variados que forman un conjunto de operaciones que buscan una cierta nor-

malización. Básicamente el equi-

pamiento técnico lo conforma

unos proyectores, los sistemas

de sincronización y fundido, el

sistema de reproducción sonora.

A esto tenemos que sumarle el

propio material fotográfico y las

pantallas de proyección.

La película reversible con el formato 24 x 26 mm. encajada para su

proyección en un ‘marquito’ de 5 x 5 cm. con cristal o sin cristal es el ele-

mento principal en la elaboración del diaporama. Existen otros formatos de

proyección pero en el intento de normalización ha hecho que en muy raras

excepciones se utilicen. El diaporama es un producto prototipo y todas las

posibles variaciones hace que su coste resulte todavía más elevado. En el

material fotosensible tenemos que incluir diferentes tipos de película (lith,

duplicating...) que será utilizada para creación de efectos diversos. Una

mención importante en la tarea de componer imágenes es la mascarilla. Las

mascarillas ayudan sobre todo a reservar espacios; ocultan una parte de la

imagen sobre la que se proyecta otra parte de otra imagen. Las mascarillas

‘degradées’, por ejemplo, están realizadas sobre película de alto contraste


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Montaje de diapositivas

en la que los contornos y el tapado se realiza de forma paulatina, lo que

permite yuxtaponer en pantalla dos o más imágenes que proceden de dis-

tintos proyectores y contemplar la imagen como un todo continuo en la que

no se aprecia los bordes de la unión.

La sincronización entre el audio y la imagen es otra de las claves tec-

nológicas del diaporama. Desde un solo proyector hasta sistemas digitales

que controlan múltiples dispositivos, la unidad entre sonido e imagen ha

sido la búsqueda de la expresión del diaporama. La forma más tradicional

de sincronización era los impulsos codificados que se introducían en la pro-

pia cinta magnetofónica que reproducía el sonido. Estos impulsos electro-

magnéticos eran leídos por una cabeza del magnetófono y la información

pasaba a un relé conectado al proyector de diapositivas que era encendido o

apagado. Más adelante, la implantación de la tecnología digital supuso pro-

gramar con un ordenador. La información era controlada de forma mucho

más precisa. Antes de volcar la información sobre la cinta se podía experi-

mentar con las prestaciones casi ilimitadas del programa de codificación sin

perder la sincronía buscada; barridos, fundidos, destellos se podían realizar

en tiempo real.

La tecnología informática incorporaba un desarrollo decisivo en las

posibilidades creativas y expresivas del diaporama. Un equipo técnico de

producción de una multivisión consta de:


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•Un ordenador.

•un codificador que transforma las ordenes del software en su propio

código de datos.

•unidades de fundido o control que ejecutaban y daban las órdenes a

los proyectores (encendido y apagado, paso de diapositiva y otras funciones

añadidas).

•proyectores con un microprocesador que actúa como si fuese una

base de datos.

•dispositivos auxiliares que comandan ‘dimmers’ de luz, láser, objetos

móviles...

•magnetofón, de al menos, 4 pistas, dos para el audio estéreo, una

pista de tiempo y una pista cue para la información codificada.

A esto tenemos que añadir la posibilidad de creación de diapositivas

con imágenes generadas por ordenador.

En el terreno de la proyección, el

gran salto tecnológico se produjo con la

incorporación de proyectores electróni-

cos con motores independientes y con-

trolados por un microprocesador. Los

anteriores proyectores (tipo Kodak) con un motor mecánico tenían un tiem-

po de respuesta en el cambio de diapositiva mucho mayor. Los proyectores


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Rack de proyectores

electrónicos ganaban un 10 por ciento de respuesta con lo que los cambios

de diapositiva permiten elevar el ritmo de las mismas para crear, por ejem-

plo, animaciones; y, sobre todo, permitía no tener que utilizar demasiados

proyectores para conseguir esos efectos rápidos de cambio en los que direc-

tamente se dependía de la capacidad de respuesta del proyector.

Y para finalizar este repaso rápido a la tecnología del diaporama debe-

mos hacer mención de las unidades que ejecutan las órdenes que se trans-

miten a los proyectores, son las unidades de fundido. Habría que destacar la

incorporación de salidas auxiliares para el control de diferentes instrumentos

como pantallas motorizadas, iluminación, etc.

Precisamente estas salidas auxiliares comandadas no ya desde las

unidades de fundido sino de otros dispositivos auxiliares de programación,

han planteado un nuevo concepto del espectáculo de la multivisión. La idea

de la pantalla plana y rectangular se modifica y el espectáculo se convierte

en un nuevo espacio audiovisual capaz de recrear ambientes multiimagen

con vídeos, visualizaciones, representaciones... auténticas performances

activas y animadas. La concepción del espectáculo ya no se soporta en la

pantalla sino en la puesta en escena multimedia.

DISPOSITIVO DIAPORAMA

Estamos viendo a lo largo de esta exposición que, en el diaporama, la


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separación entre sonido e imagen es incompatible. Ese paralelismo entre las

dos fuentes se identifica de manera expresa en el montaje audiovisual.

Podría aplicarse a cualquier expresión audiovisual ya que en el producto

final debemos verlo como un todo.

Pero lo que sí hay que destacar es que el diaporama ha sabido crear

su propia expresión. Ha buscado desde el principio un lugar en el que la

experimentación ha estado estrechamente ligada a los avances tecnológicos

que ha tenido una con-

secuencia final y se liga

con un desarrollo muy

particular del entendi-

miento del mensaje

audiovisual.

La relación del

diaporama con respecto al cine siempre ha estado presente pero, aunque

pueden encontrarse similitudes, las diferencias son también evidentes.

Debemos entender que el diaporama no es una versión limitada del cine.

Son dos medios de expresión elaborados y complejos que han ido creciendo

en su evolución de forma paralela. Por mucho que en un momento dado la

sofisticación técnica haya permitido imitar el movimiento cinematográfico, la

finalidad expresiva de un efecto de esas características en el lenguaje del


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Multivisión de formato panorámico

diaporama tiene otro sentido. La imagen fija, a pesar de una posible anima-

ción, desempeña un valor fundamental en el sentido final de la obra.

Pero para llegar a esta dimensión es preciso que refiramos algunas

características de la imagen y el sonido diaporama y busquemos sus especi-

ficidades. Aumont (1992: 143) define dispositivo como “los medios y técni-

cas de producción de imágenes, su modo de circulación y, eventualmente,

de reproducción, los lugares en los que ellas son accesibles, los soportes

que sirven para reproducirlas”. Partiendo de este planteamiento el papel del

dispositivo diaporama tiene unas características que lo van a definir.

IMAGEN DIAPORAMA

Cuando miramos una imagen entramos en contacto con un espacio

artificial de nuestro universo cotidiano. La superficie de la imagen propone

unas relaciones ficticias entre el mundo del espectador y el propio espacio

representado por la imagen. Un espacio que Aumont (1992: 144) califica

como plástico y en el que encontramos un conjunto de formas visuales que

nos permiten reconstruir ese interior de la imagen. La construcción de la

imagen nos viene sugerida por: la organización de los diferentes elementos,

lo que tradicionalmente se denomina composición, por el contraste de valo-

res ligado a una mayor o menor luminosidad en cada una de las zonas de la

imagen, por la gama de colores y su relación de contraste y, en último


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lugar, la propia materia de la imagen, desde la pincelada de la pintura hasta

el grano de la película fotográfica.

En la proyección diaporama nos encontramos, por tanto, con una

representación espacial en la que el espectador tiene como característica

principal una relación muy definitoria con la imagen y es la de su tamaño.

Hablamos de la proyección en superficie grande. Una representación muy

alejada de la dimensión media habitual de una imagen. La proyección de

una diapositiva de 35 mm. puede llegar a tener una dimensión de varios

metros. Esta visión altera la relación espacial y las distancias medias que

habitualmente tenemos con las imágenes. El tamaño de la imagen determi-

na la relación del espectador entre su propio espacio y el de la imagen.

La imagen proyectada en una gran superficie impacta de tal manera

que el espectador acaba atrapado por ella. Las combinaciones generadas en

los tamaños de pantalla en los diaporamas, producen un efecto deliberada-

mente perturbador que altera esas relaciones habituales que mantenemos

con los pequeños tamaños de las imágenes. El espectador se encuentra, así,

inmerso en un espectáculo alejado de las concepciones de proximidad de

una imagen fotográfica.

El tamaño de la imagen proyectada fue en su momento el éxito del

cinematógrafo. La imagen de los Lumière suplantó a la imagen pequeña del

kinetoscopio de Edison por una imagen grande en ‘primer plano’. Esta idea


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del tamaño ampliado es una particu-

laridad del dispositivo diaporama.

Claramente la comparación con el

cine resulta manifiesta. El cambio

del sentido de la distancia materiali-

za la metáfora de la ventana del

espacio imaginario que aproxima al

espectador casi hacia la interioriza-

ción de las nuevas dimensiones.

Unas dimensiones que no son

ilimitadas y se encuentran represen-

tadas de forma aislada dentro de un

marco. La imagen diaporama recoge por partida doble el concepto de

encuadre ya que al propio borde de la pantalla se le puede introducir el

marco dentro del marco. La característica de la proyección diaporama pro-

duce una visión fragmentaria de distintos marcos.

Lo importante es que esta ‘visión en marcos’ es lo que va a explicitar

realmente el formato del diaporama. Un formato que podríamos definir

como la superficie total en su relación de la anchura y la altura de la ima-

gen proyectada. El diaporama, partiendo del formato de la diapositiva, ha

sabido reconstruir nuevos formatos y alterar la visión de los formatos tradi-


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Máscaras

cionales como podrían ser la pintura y el cine. Los diferentes elementos que

confluyen en el diaporama y los juegos de pantallas que presentan algunos

programas de multivisión modifican las percepciones del campo visual orga-

nizando nuevas composiciones de la imagen.

El encuadre cinematográfico trasladado al diaporama potencia la acti-

vidad del marco, dotándolo de una movilidad potencial en el que la imagen,

en la idea de metáfora de la ventana, se presenta como una mirada desli-

zante y activa. Los diferentes tamaños de las imágenes van a permitir que

el espectador se acerque y se aleje, adoptando diferentes escalas en fun-

ción de los tamaños de los planos representados. La imagen diaporama

encarna , por tanto, más que ningún otro medio, la movilidad del marco.

El encuadre y el marco ordenan la imagen diaporama estableciendo

una relación con un ojo ficticio y un conjunto de elementos organizados. La

creación de centros visuales, descentramientos y centrados de composicio-

nes advierten de la singularidad en la construcción visual de los valores

expresivos de la ventana diaporama.

El diaporama participa de forma sistemática en la voluntad del movi-

miento del encuadre. La fuerte tensión visual para guiar al espectador en el

recorrido de la mirada por la pantalla desplaza zonas significativas de la

imagen. El juego con los marcos acentúa la fragmentación de la pantalla

como elemento discursivo de la representación de esa tensión visual. El


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espectador encuadra y desencuadra reabsorbiendo las nuevas pantallas y

las nuevas composiciones. La imagen fotográfica acepta este nuevo estilo

de imagen múltiple invitando a la contemplación de las diferentes formas de

la imagen. La relación del espectador y la imagen se establece en cómo se

organizan todos los elementos del diaporama.

SONIDO DIAPORAMA

Imaginemos que entramos en una sala totalmente a oscuras, se escu-

cha el ambiente de unos preparativos de un concierto flamenco de guitarra.

Comienza el concierto y aparece la proyección de diapositivas de una baila-

rina. La cadencia de imágenes es enorme, tanto que en determinados

momentos se reconstruye el movimiento de sus pasos de baile. El rasgueo

de la guitarra descubre el ritmo de las imágenes. La proyección en una pan-

talla grande y el sonido envolvente sincrónico componen un espectáculo

impactante que nos descubre el valor de cada sonido y de cada imagen.

Pero imaginemos por un momento que “lo que vemos no suena”.

Entramos en una sala oscura, no sabemos dónde nos encontramos y tene-

mos una sensación de desasosiego. El tiempo en silencio con la pantalla en

negro se hace eterno; y, ya por fin, aparece la imagen de una bailarina, no

podemos distinguir su imagen porque pasa muy rápidamente. Muchas imá-

genes haciendo efectos, partes de una imagen que se reconstruye y cuando


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se completa no nos da tiempo a contemplarla. Asistimos al visionado de

unas imágenes más o menos ordenadas pero sin ninguna emoción.

Lo que antes nos había impactado ahora se torna sin fuerza. Estamos

viendo “otra cosa”. Descubrimos unas imágenes aisladas, desprovistas de

espacio y tiempo. Todo lo que hemos vuelto a ver ha perdido su unidad y,

sobre todo, su ritmo. El sonido con la sala oscura durante un tiempo tenía

su función, ahora es un tiempo inútil y sin ninguna finalidad en el que da

igual cuándo aparezca la proyección en pantalla, cuanto antes mejor.

Podemos, también, en este ejercicio de imaginación, plantear lo con-

trario: seguir con el sonido en la sala a oscuras sin que aparezca imagen.

Ambiente de concierto, la guitarra, la bailarina, el taconeo, el sonido de sus

movimientos, su respiración y los ánimos. Estamos mucho más atentos a

desentrañar e imaginar los sonidos que suenan en la sala. Sonidos que en

primer visionado nos habían pasado desapercibidos, pero que, sin embar-

go, siempre han estado ahí. Todo lo que habíamos eliminado con las imáge-

nes nos lo encontramos.

Si volvemos a recomponer el sonido y la imagen del diaporama nos

damos cuenta que hemos visto y oído de otro modo. La ilusión audiovisual

nos remite precisamente a la importante y decisiva relación que encontra-

mos entre sonido e imagen y que tiene su mayor exponente en la sincroni-

zación sonido/imagen, entre algo que se ve y algo que se oye: máxima


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capacidad expresiva del diaporama.

Pero detengámonos en las influencias perceptivas del sonido con res-

pecto a la imagen. Si comparamos las percepciones visuales y sonoras tene-

mos que afirmar que son bastante más dispares de lo que podríamos imagi-

nar. La ilusión audiovisual permite la contaminación de una a otra a la vez

que se benefician.

Lo que más destaca es la relación que ambas percepciones tienen con

el movimiento; la introducción del sonido siempre implica movimiento,

mientras que la percepción visual es inmovilidad.

En el diaporama esta idea se pone de manifiesto de una manera clara,

ya que la imagen diaporama debido a su fijeza siempre plantea movimiento

en su búsqueda del movimiento de la imagen cinematográfica. Aunque den-

tro de la imagen cinematográfica nos encontramos que las cosas se mue-

ven, muchas pueden permanecer estáticas. Sin embargo, el sonido implica

forzosamente una agitación, tiene una dinámica temporal propia en la medi-

da que es un trayecto o huella de un movimiento.

Esto implica que, a grandes rasgos, el oído trabaja y sintetiza más

deprisa que la vista. Un simple movimiento visual del brazo de la bailarina

no lo podríamos aislar pero la misma duración de un trayecto sonoro podrí-

amos definirlo de forma muy precisa. Esto es debido entre otras varias

razones a que el sonido es el vehículo del lenguaje; estamos entrenados,


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salvo excepciones, a que el oído trabaje más deprisa. Comparativamente la

vista es sensiblemente más lenta. Más lenta porque tiene que trabajar más

trabaja en el espacio que explora y en el tiempo que sigue. Cuando tiene

que concretar los dos se ve superada. Sin embargo, el sonido es capaz de

aislar un espacio de escucha continuando en ese mismo tiempo. Por tanto,

grosso modo, podemos decir que en la relación audiovisual la vista funciona

mejor espacialmente y el sonido temporalmente.

Esto permite que, por la forma de construir el diaporama (se elabora

primero banda sonora y posteriormente se monta la imagen), trabajemos

con la dimensión sonora de manera mucho más especial. Intentando buscar

las posibles inflexiones y posibles ‘detenciones’ del movimiento auditivo

para intentar visualizarlo con la imagen. Es uno de los resultados que pro-

duce la sincronización sonido/imagen. La diapositiva es fija y el sonido nos

ayuda a moverla y a dotarlo de un tiempo. Los diferentes efectos van enca-

minados a buscar ese movimiento de la imagen pero que sin el sonido la

dimensión temporal del diaporama prácticamente no existiría.

Durante el visionado de un diaporama estas referencias del valor aña-

dido que el sonido presta no son recibidas como tales por el espectador. Las

puntuaciones sonoras marcan perceptivamente una huella que la visión

ayuda a que la mente reconstruya. La escucha funciona como un hilo de

tiempo en el que el fragmento de imagen depositado en la memoria es per-


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cibido como una globalidad continua. Claramente, los diferentes efectos pro-

ducidos por la imagen son susceptibles de verse considerablemente influidos

por el sonido.

Debemos apuntar la idea que la sincronización del sonido con la ima-

gen es lo que convierte al diaporama en el auténtico referente de un arte

del tiempo. La fijeza de la diapositiva junto con su movimiento físico duran-

te la proyección y su escucha es lo que proporciona el ritmo del programa

audiovisual. Ya no depende de la cantidad de imágenes que podamos con-

templar en un tiempo determinado, es la vibración temporal que nos marca

el sonido lo que reflejará el ritmo del diaporama y el flujo de imágenes.

Pero vamos a detenernos un poco más en la sincronización. Hablar de

sincronización en un programa audiovisual es destacar el punto de encuen-

tro relevante entre un momento visual y un instante sonoro. El punto donde

ese ajuste está más acentuado, como puede ser un acorde o una ráfaga

sonido. La necesidad de encontrar estas sincronizaciones son producto de la

búsqueda de unos ritmos y unas percepciones básicas para el desarrollo

audiovisual.

Esta organización del sonido y la imagen la podemos encontrar en

momentos significativos de los diaporamas:

•Ruptura inesperada del sonido y la imagen. Ejemplos claros los pode-

mos ver en los finales de programas de multivisión donde el negro final


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coincide con el silencio también final.

•Ajuste premeditado en un punto cuando el sonido y la imagen han ido

evolucionando separadamente.

•Apunte sonido/imagen marcado. La sincronización se produce cuando

la imagen tiene un impacto relevante que es subrayada por el sonido; o lo

contrario, una acentuación sonora es intensificada por un punto visual.

•Y también la palabra. El texto de la locución se refiere o se relaciona

con el contenido de las diapositivas.

Vemos, por tanto, que la sincronización es un encuentro de naturaleza

muy variable. Un corte visual unido a una palabra o a una ráfaga son los

puntos claves en los que se ancla toda la estructura del diaporama. Son los

que proponen la dinámica y el ritmo de la multivisión.

LENGUAJE DIAPORAMA: PERCEPCIÓN INTERNA DEL SONIDO

Hemos referido unas cuantas ideas de los elementos que conforman el

diaporama. Pero, ¿cómo es el lenguaje del diaporama? Alcalde (1990: 22) lo

define como: “montaje único de imágenes fijas y proyectadas, sincronizadas

con sonidos, sin límites en sus dimensiones y proporciones de formato, y en

el que predominan los códigos discursivos sobre los narrativos, los arbitra-

rios sobre los analógicos y los cinéticos sobre los miméticos de la represen-

tación”. El diaporama, sin duda, es un prototipo único que, además, no


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puede ser copiado en otros soportes para su distribución y exhibición. Su

explotación se hace complicada por la especificidad de cada programa. No

encontramos límites en cuanto a su libertad de puesta en escena, cada dia-

porama propone su propio formato de proyección tanto en las característi-

cas de la propia proyección como en la disposición de las pantallas. Estas ili-

mitadas opciones reducen su difusión ya que muchos programas están con-

cebidos para espacios y lugares muy concretos y específicos.

Sin embargo, lo que marca la diferencia con otros medios audiovisua-

les son sus funciones sintácticas y rítmicas. La fragmentación de la pantalla

con un sentido rítmico totalmente ligado al sonido articula el sentido del

diaporama. Los efectos visuales, fundidos, animaciones, los cortes, lo colo-

can como ningún otro lenguaje audiovisual en la idea de movimiento.

Movimiento apoyado en formas abstractas que convierte el espectáculo de

la multivisión en una lógica interna más propio de claves de la música,

donde la variación, el contraste o la repetición están sugiriendo constante-

mente sensaciones y emociones. La imagen ya no tiene por qué ser verosí-

mil y analógica con la realidad sino que se mueve en el terreno del dinamis-

mo de las texturas con las sensaciones que proporciona el sonido. El len-

guaje del diaporama aparece como una forma audiovisual con rasgos per-

ceptivos puros con una lógica interna más cercana a la música.


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PREÁMBULO FINAL

Quizá, como comenzábamos este trabajo, posicionar al diaporama en

la actualidad con los mundos audiovisuales que han abierto los avances tec-

nológicos puede resultar anacrónico. Pero lo que no cabe duda es que estas

nuevas aportaciones han devuelto nuevas posibilidades al espectáculo multi-

media. Igual no hablamos de la diapositiva pero los nuevos soportes están

alterando las percepciones de unos espacios y entornos totalmente innova-

dores. Ese tema abriría otro artículo.

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