MINISTERIO DE DEFENSA

ALOCUCIÓN JURA BANDERA DIA DE LAS FUERZAS ARMADAS

SANTANDER, 30 DE MAYO DE 2009

Excma. Sra. Ministra de Defensa, Excmo. Sr. Presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria,

Excmo. Sr. Alcalde de Santander, Excelentísimas e Ilustrísimas Autoridades, ciudadanos que acabáis

de prestar juramento de fidelidad a la Bandera, Señoras y Señores:

El Artículo 30 de nuestra Constitución establece que los españoles tienen el derecho y el deber de

defender a España; asimismo, el Artículo 16 de las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas nos

dice que la Bandera y su Escudo, y el Himno Nacional, merecen el máximo respeto como símbolos de

la Patria transmitidos por la Historia.

Y ha sido precisamente hoy en Santander, capital de la Comunidad cántabra, y cuna ésta, entre otros,

del Capitán Pedro Velarde, héroe del dos de mayo, del Almirante Bonifaz, conquistador de Sevilla, de

Juan de la Cosa, piloto y dueño de la "Santa María" y del ilustre aviador Juan Antonio Pombo, donde

un grupo de ciudadanos españoles, voluntariamente, han querido hacer público su compromiso con

España mediante el juramento o promesa ante su Bandera, en un momento trascendental en su vida,

plenamente conscientes de su decisión, y ante todos los que hoy nos hallamos presentes como testigos

del compromiso adquirido.

El momento central del acto que acabamos de realizar descansa en un símbolo, la Bandera, que

representa conceptos espirituales y morales tanto dentro como fuera de la Institución de las Fuerzas

Armadas.

Ella representa nuestra Patria y su cultura, nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestra sociedad,

nuestra democracia, nuestro marco jurídico legal, y aglutina a todos los ciudadanos españoles con la

gran riqueza y diversidad de nuestras tierras y comunidades autónomas.

A nuestra Bandera le corresponden los honores establecidos en los reglamentos y el máximo respeto

por los altos valores que simboliza. Y no es patrimonio exclusivo de quienes vestimos el uniforme

militar amar, respetar y honrar a nuestra Enseña, sino que lo es de todos los españoles.

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MINISTERIO DE DEFENSA

Por ello los militares debemos sentirnos orgullosos de que la Nación deposite en nosotros la gran

responsabilidad y la alta distinción de custodiarla y rendirle honores diariamente, tanto al izarla como

al arriarla en buques y acuartelamientos, así como en cualquier otro acto castrense que Ella presida.

Como militares os aseguro que nos sentimos orgullosos y reconfortados al comprobar que los

españoles, independientemente de que vistan o no el uniforme, cultivan las virtudes ciudadanas y

poseen los mismos sentimientos de amor por su Patria y por todo lo que Ella representa.

Os expresamos nuestro reconocimiento por vuestra decisión del compromiso hoy adquirido, y estamos

agradecidos a quienes habéis jurado o prometido, tal como hicimos nosotros un día ya lejano en el

tiempo pero cercano en el corazón, guardar nuestra Constitución, con lealtad al Rey, y entregar si fuera

preciso vuestra vida para defender a España.

En Primer lugar, guardar la Constitución supone respetar y defender por medios lícitos la norma

fundamental del Estado como referencia normativa de nuestro ordenamiento jurídico. A través de Ella,

la Nación Española, en uso de su soberanía, ha querido proclamar su voluntad de establecer la justicia,

la libertad y la seguridad, y promover el bien de cuantos la integramos.

En segundo lugar, guardar lealtad al Rey supone ser rectos y honrados, y guardar respeto al Jefe del

Estado, símbolo de su unidad y permanencia, árbitro y moderador del funcionamiento regular de

nuestras instituciones.

En tercer lugar, vuestro generoso compromiso de entregar la vida, si fuera necesario, para defender a

España es la más alta expresión de sacrificio que una persona puede llevar a cabo. Os honra como

españoles y como hombres y mujeres de bien.

Pero que no os preocupe si un día tuvierais que hacerlo porque esa entrega no sería baldía, de igual

forma que no lo ha sido la de tantos otros que la han entregado ya, con grandeza y generosidad, por

defender nuestra Patria y sus gentes en tantas partes del mundo. Ellos no han vivido en vano porque no

dejaron que en sus almas murieran el espíritu de servicio a los demás y el amor a la Patria.

Españoles, ante nuestra Bandera que hoy preside este significativo acto, ante quienes estamos en

formación escoltándola y ante quienes nos acompañan hoy en la ciudad de Santander, como testigos de

vuestro compromiso de fidelidad con la Patria, y con la firme convicción de que vuestro ejemplo es un

modelo a seguir por todos los españoles que aman a su Nación, os exhorto a que desde el fondo de

vuestro corazón y con voz ilusionada gritéis conmigo:

¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY!

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