di marco luis eugenio humanismo económico

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Di Marco Luis Eugenio Humanismo Económico

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  • EL HUMANISMO ECONMICO COMO UNA OPCIN REALISTA

    Luis Eugenio Di Marco* Fundacin CIEC,

    y Universidad de Crdoba Desde el CIEC hacia A. Latina Sumario I. Breve Introduccin II. Qu es el Humanismo Econmico III. El Plan Esperanza como estrategia viable

    IV. Observaciones finales A modo de Apndice Referencias bsicas

    I. Breve Introduccin En esta nota se presenta al Humanismo Econmico, nacido en el

    Centro de Investigaciones Econmicas de Crdoba hacia 1975, como una estrategia vlida para transformar la economa hacia una sociedad para todos, participativa, donde se respete al hombre como persona y como comunidad. En la consecucin de su objetivo, el ensayo define qu es el Humanismo Econmico tanto desde una perspectiva principista como desde los fundamentos del anlisis econmico. Enseguida se presenta el Plan Esperanza como la estrategia macro creada en la Argentina para la solucin de los problemas socioeconmicos desde semejante perspectiva. Finalmente, se incluyen las observaciones finales y ellas tienen que ver con la expansin de los ideales del Humanismo Econmico tras las importantes Jornadas realizadas por el CIEC y su Red de Centros en la Universidad Nacional de Crdoba (Agosto de 2006). Cierran el informe un breve informe sobre la Declaracin CIEC en las recientes Jornadas Internacionales de Estrategias Macro y las referencias bsicas utilizadas.

    II. Qu es el Humanismo Econmico

    Hacia 1975, se comenzaba a trabajar, desde el modelo de la ciencia econmica, esto es, utilizando el instrumental cientfico del anlisis ortodoxo en la direccin apuntada por el CIECdesde los principiosfundar una sociedad de, para y por el hombre, eso busca el Humanismo Econmico como objetivo bsico. Desde el anlisis econmico, privilegia temas tales como la distribucin del ingreso, la pobreza, la marginalidad, el gasto social en educacin, salud y vivienda, la presencia del territorio en la formulacin de la poltica, el federalismo econmico y fiscal para

  • disminuir las diferencias histricas de las regiones dentro de un pas como la Argentina, y ahora tambin en todos los pases de Amrica Latina.

    III. El Plan Esperanza como estrategia viable Hacia el mes de Mayo de 2002 se iniciaba, en el CIESSL, Centro de Investigaciones Econmicas y Sociales de San Luis, el camino. Se planteaban las bases metodolgicas de una realidad cada vez ms asequible. Y los resultados fueron llegando. Tras esas I Jornadas Nacionales del Plan Esperanza, hechas por el centro puntano, vinieron las cordobesas organizadas por el CIEC, Octubre del 2002. Fueron las II Jornadas Nacionales con la presencia de muchos CIES de todo el pas, donde se elaboraron microemprendimientos, pensados como disparadores de desarrollo sustentable con equidad social. Luego, ms especificas, fueron las III Jornadas del Plan Esperanza, en las Universidades Nacional del Litoral y Catlica de Santa Fe, donde se aprob el I documento. Quedaron las bases para las IV Jornadas Nacionales, Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad Nacional de Entre Ros, Paran. Se cont con el auspicio de sus autoridades que en gesto fraterno, recibieron a los miembros de los distintos CIES de la Red del Humanismo Econmicodocentes investigadores de 12 Universidades argentinas, 17 y 18 de diciembre de 2003. Del acto de cierre se destacan las palabras tanto del decano de la FCE-UNER, Profesor Eduardo Muaniesfuerzos como este merecen el apoyo irrestricto de la Universidad, y ello porque ofrecen una estrategia de desarrollo alternativo, donde priva lo humano, lo social, sin dejar los aspectos tecnocientficosy de nosotros mismos.el Humanismo Econmico se terminar imponiendo por el peso de su propia fortaleza, y ella no es otra que de creer en el hombre, en todos los hombres, que forjan la Patria de nosotros, los Argentinos. En las III Jornadas Nacionales (Santa Fe, Marzo 2003) se analizaron y aprobaron tres aspectos (I Documento del Plan Esperanza): a) La solucin del Humanismo Econmico al problema de la deuda internacional (se condensa en un modelo de ptimo condicionado, donde junto a las restricciones econmicas, se incluye la brecha social). Existe una monografa ocasional CIEC de su Director, El ajuste estructural como ptimo condicionado: una solucin alternativa a la ortodoxia clsica, 2003.

    b) Polticas econmicas y sociales desde el Humanismo Econmico: compendiadas en 12 puntos. La persona, principio y fin. Las polticas sociales. Priorizar la educacin. La deuda externa. La economa solidaria. Instrumentos fiscales, monetarios y cambiarios. El papel de la banca. Empleo, ingresos, tarifas. La integracin social y

  • econmica. El equilibrio territorial. Los valores del Humanismo Econmico y la Administracin Kirchner. Responsabilidad social de los intelectuales. c) Anlisis Regional: lineamientos bsicos de la poltica econmica y social.

    (Este documento puede consultarse en la revista del Centro, Informe Econmico CIEC, Ao XXIV-93, Marzo de 2003).

    El II Documento incluye 10 captulos que comprenden las 24 jurisdicciones polticas argentinas ordenadas en 10 regiones, segn definiciones acordadas por el CIEC y la Red de Centros. Estas son:

    - Regin Norte (Jujuy y Salta) - Regin Noroeste (Tucumn y Santiago del Estero) - Regin Andina (Catamarca y La Rioja) - Regin Noroeste (Corrientes, Formosa, Chaco y Misiones) - Regin Centro ( Crdoba, Santa Fe y Entre Ros), creacin analtica

    del CIEC. - Regin Cuyo (Mendoza, San Juan y San Lus) - Regin Comahue ( La Pampa, Neuqun y Rio Negro) - Regin Metropolitana (Capital Federal) - Regin Bonaerense (Buenos Aires) - Regin Patagnica ( Chubut, Santa cruz y Tierra del Fuego)

    El contenido de los captulos indica que en cada regin se hace una visin global. Ella condensa el estudio de las provincias involucradas, con algn anticipo ya sea de los aspectos salientes de la realidad, o de recomendaciones de poltica. Enseguida viene el informe de cada uno de los Estados argentinos, bajo una armonizacin de lenguaje y contenido. Del estudio regional se reconocen tres aspectos. la economa pblica: fuerte crisis en lo financiero que debilita la capacidad de absorcin del Estado; ello impide, desde una perspectiva institucional, la formacin de capital en las regiones; la economa de mercado: as, en las Regiones Cuyo, Centro y Sur se detectan avances en trminos de la calidad productiva, y tambin en funcin de nuevas inversiones, cosa que no sucede en la Regin del Noa; se ha detectado un asociativismo dbil en los emprendimientos, y una incorporacin de tecnologas intensivas en capital en todas las regiones que comportan el Plan Esperanza; la economa social: se observa un fuerte incremento de los actores involucrados. Las estadsticas presentadas en las IV Jornadas permiten reconocer una significativa reduccin del desempleo y de la pobreza, sin que ello signifique que haya sustentabilidad econmica en el circuito productivo (en el medio se halla la actividad turstica, capaz de integrar las economas pblica, de mercado y social).

  • (Los aspectos bsicos del II Documento pueden consultarse en Informe Econmico CIEC, Ao XXIV-96/97, Dicbre. 2003 y Marzo 2004). Finalmente, el III Documento quiere ser un aporte concreto desde las bases mismas de la economa. Se aprob en las V Jornadas NacionalesSanta Fe, 1-2 de Octubre de 2004, UNL y UCSFy se refiere a El Humanismo Econmico crece desde los Emprendimientos Conjuntos para afianzar la Territorialidad patria (cfr., en Informe Econmico CIEC, Ao XXV-98-99, Noviembre de 2004). A modo de sntesis, y como se lee en el propio III Documento, se busca lograr una integracin econmica de las distintas regiones que conforman la Argentina va los emprendimientos conjuntos. La idea es lograr que distintas formas empresarialesy ello incluye la economa solidaria de cooperativas y mutualespuedan hacer aventuras conjuntas entre distintos lugares de la geografa nacional para compartir tecnologas (saber cmo), intercambiar bienes y servicios (desarrollar el flujo de bienes domstico, o sea, entre argentinos), compartir habilidades administrativas (manejo empresarial), etc. Los CIES ofician de puente para que los interesados trabajen en forma conjunta, y mientras ellos logran los lgicos nuevos ingresos de la actividad econmica, el Humanismo Econmico tiene lo suyo: la consolidacin de una economa integrada en trminos solidarios, la remuneracin digna tanto de empresarios como de trabajadores, etc., principios bsicos de una sociedad con el rostro del hombre.

    IV. Observaciones finales

    El siglo XX tuvo 2 modelos que fueron practicados desde la poltica econmica. Ms all de ciertos aspectos rescatables, se observa que tanto el capitalismo neoliberal como el socialismo de estadoen particular, desde una perspectiva de los valores humanoshan fracasado (cfr., L. E. Di Marco, 2006b, pp. 23-31). Veamos algunos aspectos para el cambio desde la ptica del Humanismo Econmico. As, tanto en los antiguos pases socialistas y en muchos de Amrica Latina se han realizado corruptos procesos de privatizacin capitalista que son no slo impopulares sino alejados de todo perfil eficientista, y con ganancias elevadas (por no decir muy exageradas: superan largamente las obtenidas por los inversores en el pas de origen). Una poltica transparente desde el Humanismo Econmico buscara renacionalizar todos los activos privatizados ilegalmente, tal vez con la forma de sociedades mixtas de los sectores privado y pblico, bajo estrictos estndares empresariales. En lo relativo a lo macro, se estima que la planificacin descentralizada, con un papel razonable y necesario del Estado, debe

  • hacerse bajo una agenda equilibrada de medidas de poltica econmica, directas e indirectas. Ellas deben privilegiar un sistema tributario progresivoque no castigue al consumo de las mayoras, y dibuje una equitativa distribucin de la renta nacional. Estos son ingredientesque hacen a una economa de la Justiciade un Humanismo Econmico activo que los funcionarios no deben soslayar. En lo relativo al gasto, tanto pblico como privado, se deben privilegiar las erogaciones sociales en educacin, salud y vivienda que, con la federalizacin del gasto en infraestructura (caminos, comunicaciones, servicios financieros y previsionales, etc.), sirvan para construir una economa para todos. Tal sociedad participativa es un baluarte del Humanismo Econmico. La defensa de la forma republicana y democrtica en su ms pura expresin, es un requisito institucional para lograr una economa ordenada al bien comn de la sociedad (en su no adopcin estriba el fracaso tanto del capitalismo neoliberal como del socialismo sovitico). No hay porcentajes poblacionales a salvar, sino que todos los ciudadanos de una Nacin tienen derecho a una vida digna, y ello significa un razonable poder de compra para todos los que trabajan, y el acceso al empleo debe ser un derecho consagrado formalmente. As lo pregona el Humanismo Econmicocfr., I Documento aprobado en las III Jornadas Nacionales del Plan Esperanza, Universidades Nacional del Litoral y Catlica de Santa Fe, Santa Fe, Marzo de 2003). Hoy lo ecolgico est en peligro a resultas de las graves crisis que dominan al neoliberalismo y al socialismo histrico: ambas, en su disputa por el podero militar, tecnolgico, cientfico y econmico, no slo destruyeron el habitat sino que lo descuidaron. Por eso, una preocupacin bsica de la poltica del Humanismo Econmico ser la de construir instrumentos que tiendan a la preservacin del medio ambiente, y ello incluye la defensa de toda clase de recursos naturales (los acuferos, los minerales, etc.) de los pueblos de Amrica Latina. Alguna vez Jan Tinbergen, Premio Nobel, nos escribi una carta (hacia 1995) hablndonos de la conveniencia de un gobierno mundial. Tal vez, ante el fracaso de las Naciones Unidas (el caso Iraq es el ms flagrante), pueda pensarse en tal ente colegiado. Ms all de su estructura formal, hay que disear un organismo que sea capaz no slo de ordenar la distribucin justa del excedente productivo, sino de garantizar la paz mundial, el imperio de la justicia en todos los pases del mundo, una ecologa limpia para la humanidad entera. Slo as se habrn superado los modelos del neoliberalismo y del socialismo histrico. En suma, el Humanismo Econmico pretende sentar las bases para que tal sea: emplear lo bueno de los viejos esquemas pero privilegiar los valores permanentes del hombre como individuo y como sociedad.

  • Tales bases van a permitir construir la sociedad nueva, la civilizacin solidaria, entre todos los pueblos del mundo, un globo terrqueo donde quepan todos. He ah, pues, los ideales del Humanismo Econmico que, desde la perspectiva cientfica de la Economa, apunta a contribuir a un mundo humano, y cada vez ms humanizable. A modo de apndice Declaracin CIEC: Aspectos esenciales Como una forma de mostrar cmo el Humanismo Econmico se va convirtiendo en una expresin continental, se transcriben partes de la Declaracin CIEC en las I Jornadas Internacionales de Estrategias Macro desde el Humanismo Econmico (cfr., L. E. Di Marco, ed., 2006a). Como se sabe, uno de los objetivos plasmados en las JORNADAS es que los intelectuales de Amrica Latina elaboren estrategias como el Plan Esperanza de la Argentina. Desde Chile (el CIES local y la UTEM en Santiago), Brbara Valenzuela Klagges seala lo siguiente. La historia de Amrica Latina est marcada por la bsqueda constante de respuestas y alternativas de solucin a los conflictos sociales en un marco de crisis poltica, econmica, social, ambiental. Mientras tanto, setenta y dos millones de hermanos latinoamericanos viven en pobreza extrema y sufren las secuelas del hambre, el analfabetismo funcional sigue siendo un problema relevante, an no superado... Cada vez ms la educacin es un negocio y no un derecho bsico para los nios y jvenes de nuestra regin, y se sigue obligando a las comunidades indgenas a desplazarse de sus territorios de origen. El neoliberalismo ha sido marginal al beneficiar slo a ciertas lites, con el consiguiente despojo a la mayora de los ciudadanos; ha generado un proceso de cambio sin solucionar problemas como la pobreza critica, la mala distribucin del ingreso, los abusos laborales y el exterminio de los pueblos indgenas; se han generado graves problemas ecolgicos.

    Desde el Brasil, Adayr da Silva Ilha seala. Este paper apresenta, com base na literatura e nas concepes do Humanismo Econmico (expresin acuada por el maestro J.H.G. Olivera para identificar las tareas que realiza el CIEC y su Red Argentina de Centros), uma estratgia de crescimento com desenvolvimento humano. Essa estratgia est embasada em duas hipteses. A primeira de que o crescimento econmico condio bsica para o desenvolvimento social. No h como se conseguir mobilidade social, distribuio de renda e reduo da pobreza em uma economia estagnada. A segunda que o Brasil ter de planejar seu desenvolvimento levando em conta a estrutura

  • econmica do pas e no em receitas propostas para pases pobres e ricos, indiscriminadamente, como o caso das do Consenso de Washington. Em sntese, o Continente latino-americano, que possui mais de l/3 de sua populao vivendo abaixo da linha de pobreza, precisa de uma poltica de desenvolvimento adaptada regio conforme prope o Humanismo Econmico consubstanciado no Plano Esperana. Que economista e demais cientistas sociais associem-se a essa rede coordenada por Luis Eugnio Di Marco, do Centro de Investigaes Econmicas de Crdoba, visando alcanar uma Amrica Latina com prosperidade e igualdade. Desde Cuba, Fabio Grobart Sunshine hacen estas reflexiones. Se estima que la crisis generalizada del llamado consenso de Washington y el surgimiento de gobiernos de fuerte origen populardirigidos a rescatar la soberana nacional, las riquezas naturales, el patrimonio tnico-cultural, las funciones polticas, sociales y econmicas de los Estadosmarcan una era con definidos sesgos sociales que apuntan al desarrollo sostenible de Amrica Latina. Se trata de privilegiar al ser humano en equidad, a una reinsercin internacional, donde priven los ideales del Humanismo Econmico tan claramente expuestos en estas Jornadas va los ensayos expuestos. La reciente concrecin de la Cumbre presidencial del Mercosur en Crdoba (Julio de 2006), y proyectos como el Alba, Alternativa Bolivariana para las Amricas impulsado desde Venezuela, Bolivia y Cuba, sealan el camino nuevo del Hemisferio Occidental. Justamente, el ALBA busca proyectos concretos que conduzcan a una integracin alternativa por su tica, principios, objetivos y mtodos, centrados en el ser humanosujeto y objeto del desarrollo sostenible. Y ello, va la insercin participativa con equidad, conducen realmente a la segura liberacin de la dependencia en temas clave como la salud, la educacin, la vivienda, la energa, el petrleo, el agua, el medio ambiente. Hay, pues, razones para el optimismo: estas I Jornadas Internacionales organizadas por el Centro de Investigaciones Econmicas de Crdoba con la presencia de tan destacados pensadores del Continente latinoamericano son el claro signo de un cambio estructural perdurable. Mejor todava, lejos de los coqueteos polticos, la reflexin intelectual de las Jornadas permite sealar que los Humanismos Econmico y Tecnolgico quedarn definitivamente afianzados: prueba de ello, es la consecucin de las Jornadas en los aos 2008 (Brasil), 2010 (Mxico), 2012 (Venezuela), 2014 (Estados Unidos), 2016 (Chile) y 2018 (Colombia). Como vaticinara un grande de Amrica, Jos Mart, lo haremos con todos y para el bien de todos. Desde Guatemala, Edgar Durini Crdenas, hace la siguiente semblanza. El pas se caracteriza por la gran diversidad lingstica, tnica

  • y cultural en una sociedad con muchos contrastes. Existen marcadas diferencias socioeconmicas: hay una extrema concentracin de la propiedad. La desigualdad del ingreso, producto tambin de la concentracin del poder, se manifiesta en los elevados ndices de pobreza. Hay, en Guatemala, elevada indigencia que se manifiesta en un ostensible dficit de consumo, altos ndices de desnutricin, deficiencias en salud y asistencia mdica. En lo sociocultural, se observan bajos niveles de alfabetizacin y escolaridad, altos dficit de vivienda, deficientes condiciones ambientales, etc. A ello se suman la baja cobertura y las deficiencias en la prestacin de servicios sociales bsicos en diversas reas. De acuerdo con los principales indicadores, Guatemala se encuentra, en suma, entre los pases de mayor desigualdad socioeconmica y de ms bajo desarrollo humano en la regin; ello afecta en mayor medida a la poblacin rural del pas, a los pueblos indgenas y a las mujeres. Todo se mantiene por la persistencia de estructuras de exclusin, por las insuficientes tasas de crecimiento econmico, por la bajsima carga tributaria, por la ausencia de polticas pblicas redistributivas, acompaadas de la falta de voluntad poltica de los gobiernos y la corrupcin generalizada (hay lites sociales con enormes ventajas econmicas en detrimento de las mayoras marginadas). Tal realidad es el resultado de directrices neoliberales en la conduccin de la economa y la sociedad. En este contexto, los ideales e instrumentos del Humanismo Econmico constituyen referentes bsicos para la transformacin de la realidad histrico-estructural, y la construccin de una nueva sociedad en Guatemala. Desde Mxico (el CIES local y las Universidades de Guadalajara, Cristina Aparicio vila, y Puebla, Aurora Furlong), llegan estas reflexiones. El proceso de mundializacin ha impactado va formas econmicas, sociales, polticas y culturales: los modelos de integracin son apenas imgenes de dominacin. As, acentan la pobreza, la competitividad, la migracin y nuevas enfermedades, ahondando los desequilibrios ecolgicos. Pero existen propuestas novedosas surgidas de la esencia popular en bsqueda de la identidad latinoamericana enmarcada en el sueo de Bolvar y San Martn. Y ello impone que la competencia, por ejemplo, se traduzca en oportunidades reales de desarrollo, y que el avance sea cierto en la consecucin del Humanismo Econmico. Y en esto el CIEC, Centro de Investigaciones Econmicas de Crdoba, con sus Centros hermanos en la Argentina y en Amrica Latina toda, no estn solos. Desde el alma profunda de las naciones, acompaan el Movimiento de Campesinos sin Tierra de Brasil; los Mineros y campesinos y la Guerra del Agua de Bolivia; el Ejrcito Zapatista de Liberacin de Mxico; y muchos otros.

  • A modo de conclusin Existe, pues, un gran empuje para generar un crecimiento sostenidoprotagonizado por hombres y mujeres de pensamiento reunidos en las I Jornadas Internacionales de Estrategias Macro desde el Humanismo Econmicobasado en una distribucin igualitaria del ingreso, esto es, una sociedad de iguales. Amrica Latina es la Regin ms injusta a resultas de las polticas neoliberales (segn el Banco Mundial, la dcima parte de los ms ricos percibe el 48% del ingreso total de la Regin, mientras el 10% ms pobre recibe apenas el 1,6%). Por ello, se busca una integracin dentro de la identidad latinoamericana en la construccin del Humanismo Econmico. Esto es necesario porque el neoliberalismo ha aniquilado a los ms pobres, y a sus esperanzas, pero jams podr eliminar la conciencia y el imaginario de una sociedad nueva, solidaria, con equidad social, sin excluidos. Especficamente, crear Planes Esperanza en todos los pases de Amrica Latina es el comienzo de un capitalismo social que reemplace al esquema existente que, por su olvido del hombre, camina inexorablemente hacia su fin. Precisamente, los que ya trabajaron en el Plan Esperanza, dieron su testimonio en las Jornadas Internacionales. Estuvieron presentes la economa solidaria y los disparadores de crecimiento con equidad socialbaluartes del Humanismo Econmicoque vienen de los CIES (Centros de Investigaciones Econmicas y Sociales) de Buenos Aires, del Chaco, de Entre Ros, de Crdoba, de Corrientes, del Comahue, de La Plata, de la Patagonia, de Ro Cuarto, de Salta, de San Juan, de Santiago del Estero, de Tucumn. Y con enorme satisfaccin se deben mencionar los esfuerzos en la misma direccin desde Alemania, BrasilCIESBra, ChileCiesChi, ColombiaCIESCol, Dinamarca, Estados Unidos, GuatemalaCiesGuat; Inglaterra; MxicoCIESMex., Puerto Rico, y VenezuelaCIESVen., con una diversidad temtica formidable, pero siempre en la bsqueda de la nueva civilizacin, aquella que convocara a los participantes del V Encuentro Internacional de Economa del CIEC, en la Universidad de Buenos Aires, Agosto de 2005. Tal vez, como se ha sugerido, puede denominarse socialcapitalismo al nuevo sistema, pero nosotros preferimos llamarlo Humanismo Econmico. Y es as porque, junto a lo estrictamente intelectual, est definitivamente comprometido con el hombre, individuo y sociedad, teniendo tambin las herramientas para lograrlo (aquellos instrumentos de poltica elaborados en las 6 Jornadas Nacionales del Plan Esperanza en la ArgentinaSan Luis, 2001; Crdoba 2002; Santa Fe, 2003; Paran y Santa Fe, 2004, Crdoba, 2006). Crdoba, Argentina

    Setiembre de 2006.

  • Referencias bsicas Los documentos del CIECentre ellos, los libros de los Encuentros Internacionales de Economa, los 3 documentos finales del Plan Esperanza, la revista Informe Econmico CIEC, 102 ediciones trimestrales desde 1980, y la pg. web, www.fundacionciec.org.ar P. E. Baquero Lazcano, Desde el Humanismo Econmico hacia la Nueva Sociedad, en L. E. Di Marco, editor, Hacia la Nueva Civilizacin: Crdoba: Ediciones CIEC, 2005 (Tomo I, del V Encuentro Internacional de Economa, organizado por el CIEC, Universidad de Buenos Aires, Agosto de 2005). Declaracin CIEC, Los Humanismos Econmico y Tecnolgico como aportes desde las Ideas para recrear la Patria latinoamericana, en L. E. Di Marco, ed., Amrica Latina y la construccin del Humanismo Econmico (el Plan Esperanza para todo el Hemisferio), Crdoba: Ediciones CIEC, 2006a. L. E. Di Marco, El Humanismo Econmico, una sociedad para todos: revisin crtica y una propuesta realista, en L. E. Di Marco, ed., Amrica Latina y la construccin del Humanismo Econmico (el Plan Esperanza para todo el Hemisferio), Crdoba: Ediciones CIEC, 2006b. A. Sen, Development as Freedom. Oxford: Oxford University Press, 1999. UN., Human Development Report, Cambridge: Oxford University Press, 2000 y 2002. H. Veltmeyer, Globalization unmasked, Londres y Nueva York: Zed Books, 2001. I. Wallerstein, Capitalism with capitalist civilization, Londres: Verso, 1995. _________________________ *L. E. Di Marco es Dr. en Economa por la Universidad de Crdoba, Ph. D. por la University of California, Berkeley, 1974; profesor titular de Economa de la Universidad de Crdoba, 1970-2005, entre otras asignaturas, Econometra, Economa Matemtica e Historia del Anlisis y del Pensamiento Econmicos; autor de 40 libros publicados en la Argentina y en los Estados Unidos; miembro del Consejo Asesor del CONICET, 1998-2000; par evaluador de la CONEAU; profesor visitante de universidades argentinas y extranjerasv.gr., Universidad de Rosario, Universidad del Sur, Universidad de Paris y Vanderbilt University; ha realizado publicaciones, entre otras revistas, en El Trimestre Econmico, Revista de Estadstica y Economa, The Journal of Economic Literature; Director fundador del CIEC, Centro de Investigaciones Econmicas de Crdoba; coordinador acadmico de 7 congresos mundiales, entre ellos, los 5 Encuentros Internacionales de Economa organizados por el CIEC; Director-fundador de la revista trimestral Informe Econmico CIEC; Coordinador general del Plan Esperanza, y de las 5 Jornadas Nacionales que lo hicieron posible; coordinador de las I Jornadas Internacionales de Estrategias Macroeconmicas desde el Humanismo Econmico, Agosto de 2006, que organizadas por la Fundacin CIEC, se realizaron en la Universidad Nacional de Crdoba.

    Referencias bsicas